(...) Parece que las cosas van a rodar bien para el sector ... - Icalnews

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[Texto: María Martín. Fotografías: Leticia Pérez]
José María Eirós
Aunque nació en Mondoñedo
(Lugo), José María Eirós Bouza lleva
30 años vinculado a Valladolid y
a Castilla y León, donde ha trabajado
en el ámbito del diagnóstico
microbiológico de las enfermedades
infecciosas y de estudios
epidemiológicos en la Comunidad.
En esta entrevista, explica el origen
y alcance de algunas de las
enfermedades que más páginas
han ocupado últimamente en los
periódicos, como el ébola o el Síndrome
Respiratorio Agudo; sostiene
que el Primer Mundo debe
tomarse en serio la situación
sociosanitaria de amplias zonas
del Planeta como primera medida
preventiva y alerta sobre la amenaza,
real, de un ataque bioterrorista,
en cuyo tratamiento asegura
llevar trabajando años.
La microbiología es una ciencia de presente,
pero sobre todo de futuro. ¿Qué puede
aportar al bienestar de la población?
Dado que desarrolla fundamentalmente
su labor en el diagnóstico de las enfermedades
infecciosas, trabaja cuando desde la
clínica se sospecha sobre la aparición de
infecciones en los seres humanos y es importante
conocer cuál es el agente que lo
sustenta. En ese sentido, es una ciencia que
contribuye sin duda al bienestar del género
humano.
Las nuevas enfermedades, la posibilidad
de ataques terroristas biológicos... Al final,
los científicos son una especie de ‘servicio
de inteligencia mundial’.
Nuestra posición está siempre al servicio
del ser humano en el sentido positivo.
Aunque sea una ciencia de moda y a veces
se destaquen aspectos negativos porque
pueden ser más noticiables, hay mucho de
bueno en el ejercicio competente y absolutamente
dedicado que hacen miles de microbiólogos
en el mundo y, por supuesto, en
el marco de excelencia, también en nuestro
país y en Castilla y León.
Enfermedades como el ébola o el Síndrome
Respiratorio Agudo llevaron la alarma
a algunos sectores. Científicamente, ¿qué
produce estas enfermedades y por qué
han surgido?
(...) O somos realmente
solidarios con el
Tercer Mundo, o
podemos tener una
amenaza en forma de
nuevas enfermedades (...)
Son enfermedades víricas en ambos casos,
tanto el ébola como el Síndrome Respiratorio
Agudo Severo (SRAS). En este último
caso, se identificó en un tiempo récord el
agente causa, que es un coronavirus que
empezó a mostrar actividad clínica en China
y causó una tremenda alarma en el mundo
porque suponía una enfermedad infecciosa
nueva hasta entonces desconocida. El ébola
es también una enfermedad vírica, que ha
saltado a la prensa porque está producida
por un arbovirus transmitido por artrópodos..
El problema es que tienen una elevadísima
letalidad, porque estos virus son
capaces de matar en una proporción importante
y causan, a veces, brotes que afectan
a ciertas zonas del continente africano. De
(...) Es difícil que el ébola y
el SARS causen pandemia,
porque no son los virus
típicos de pandemia y su
actividad se circunscribe a
zonas concretas (...)
(...) Europa tiene una
posición inmejorable,
ya que son países con
buenos sistemas de
diagnóstico y también
de vigilancia epidemiológica,
con conexiones
en redes ‘on line’ (...)
Q José María Eirós Bouza posa en la biblioteca de Chancillería de Valladolid.
alguna manera, la alarma surge cuando las
muertes son conocidas a nivel mundial y en
la medida en la que uno pueda viajar a estas
zonas para desarrollar allí algún tipo de actividad
laboral o de ocio, entonces constituye
un riesgo importante.
¿Hasta el punto de que haya un riesgo de
pandemia? ¿Puede producirse una situación
alarmante?
Es difícil que el ébola y el SARS causen pandemia,
porque no son los virus típicos de
pandemia y su actividad se circunscribe a
zonas concretas, pero como ocurrió en el
caso del SARS, el número de casos se contó
en centenares, algo menos del millar de
casos en todo el mundo, y la transmisión
era por vía respiratoria. Estos son virus que
causan más alarma porque el mecanismo
de transmisión puede ser más eficiente.
La situación del ébola es otra. En cualquier
caso, no son virus candidatos a causar ninguna
pandemia.