(...) Parece que las cosas van a rodar bien para el sector ... - Icalnews
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El sonido de los cencerros anuncia la salida<br />
d<strong>el</strong> zangarrón y su séquito, integrado<br />
por los quintos y un tamborilero <strong>que</strong> marca<br />
<strong>el</strong> ritmo <strong>para</strong> la caminata hasta <strong>las</strong> cuatro<br />
calles, <strong>que</strong> confluyen en la carretera. El grupo,<br />
encabezado por <strong>el</strong> propio zangarrón, se<br />
compone de una decena de personas, entre<br />
bailonas, <strong>que</strong> bailan al son d<strong>el</strong> tamboril y<br />
castañue<strong>las</strong>, y asadores. En este punto estratégico,<br />
<strong>las</strong> bailonas desarrollan en fila su<br />
danza mientras un buen número de mozos<br />
ya entrados en años -por razones demográficas<br />
y de envejecimiento de la población-<br />
provocan al zangarrón acercándose a <strong>el</strong><strong>las</strong><br />
y haciendo sonar los cencerros <strong>que</strong> lle<strong>van</strong><br />
colgados de la cintura.<br />
En una carrera sin tregua, <strong>el</strong> protagonista<br />
de la fiesta responde al desafío golpeando<br />
con una fusta a los osados con <strong>el</strong> fin de<br />
mantener despejada la fila de <strong>las</strong> bailonas.<br />
Y tras <strong>el</strong> baile, cogen un sable con sendos<br />
trozos de tocino y chorizo y <strong>van</strong> por todas<br />
<strong>las</strong> casas d<strong>el</strong> pueblo a pedir <strong>las</strong> pascuas antes<br />
de ir a misa, a mediodía, y continuar corriendo<br />
por <strong>las</strong> calles prácticamente hasta<br />
<strong>las</strong> seis de la tarde.<br />
“Cuando te pones la máscara te desconectas<br />
d<strong>el</strong> mundo exterior. Vas viendo por los<br />
agujeros y no quieres saber nada de nadie,<br />
simplemente cumplir tu misión: Ir abriendo<br />
paso por la calle y nada más. No escuchas<br />
ni hab<strong>las</strong> con nadie”, así resume José Javier<br />
Sánchez la sensación <strong>que</strong> embarga al <strong>el</strong>egido,<br />
no sin añadir <strong>que</strong> “es más devoción <strong>que</strong><br />
afición. Se nace con <strong>el</strong>lo en la sangre”.<br />
Q La careta d<strong>el</strong> Zangarrón es de cuero imitando a <strong>las</strong><br />
antiguas, <strong>el</strong> bigote y la perilla son de crines de una<br />
mula y <strong>el</strong> penacho se compone de cintas de raso.<br />
[Texto: P. Alcántara y María Martín. Fotos: UNED de Zamora<br />
Emigrantes:<br />
Cuando <strong>el</strong> corazón se <strong>que</strong>da a este lado d<strong>el</strong> Atlántico<br />
Q Fotografía: Rainero Fernández. Col. Explorafoto.