19.05.2013 Views

CARAVAGGIO: CRISTO MUERTO, BAJADO DE LA CRUZ Sólo pido ...

CARAVAGGIO: CRISTO MUERTO, BAJADO DE LA CRUZ Sólo pido ...

CARAVAGGIO: CRISTO MUERTO, BAJADO DE LA CRUZ Sólo pido ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

María, junto a la Cruz.<br />

• Que seamos capaces de amar con un<br />

amor sacrificado, es estar dispuestos a<br />

soportar el sufrimiento sin resignarnos a<br />

la derrota.<br />

Y todo esto no se contrapone a otras experiencias<br />

gratificantes del amor, la reciprocidad,<br />

la ayuda mutua, etc. Pero, ciertamente,<br />

éstas también deben estar enraizadas en el<br />

amor de la Cruz, en el amor de Cristo que “me<br />

amó y se entregó a por mí” (Gál 2,20). De otro<br />

modo, serán experiencias pasajeras, sin futuro.<br />

El amor de la Cruz es un “amor de Gracia”.<br />

Es decir, nos lo tiene que regalar el Señor. No<br />

es cosecha nuestra. Nosotros no podemos<br />

amar espontáneamente sin recompensa, sin<br />

gratificación y, mucho menos, recibiendo sufrimiento.<br />

Pero Jesús sí. Jesús ama así. Amó de<br />

una vez para siempre (Cf. Hb 7,27). Y no sólo<br />

nos enseña el camino sino que nos participa<br />

ese amor. Nos lo da. Nos lo regala. “Se trata<br />

de una participación, vital y nacida del fondo<br />

del corazón, en la santidad, en la misericordia,<br />

y en el amor de nuestro Dios” (Catec. nº<br />

2842). Por ello tenemos que orar, recibir la<br />

Gracia en los Sacramentos, permanecer unidos<br />

a la Iglesia. Porque ese es el cauce por<br />

donde llega a nosotros este Amor y “<strong>Sólo</strong> el<br />

Espíritu que es *nuestra Vida* (Gál 5,25)<br />

puede hacer nuestros los mismos sentimientos<br />

que hubo en Cristo Jesús (Cf Fip 2, 1.5)”<br />

(Catec. nº 2843).<br />

Si el Amor de la Cruz “viene de Dios”, también<br />

y por lo mismo, es el que nos acerca más<br />

al Corazón de Dios y a la verdadera alegría.<br />

“Transfigura al discípulo configurándolo con<br />

su Maestro” (Catec nº 2844).<br />

A la luz de este Amor, comprendemos que<br />

los cimientos de nuestra vida no pueden quedarse<br />

en una experiencia exaltante, en maravillosos<br />

sentimientos, sino que han de enraizarse<br />

y fortalecerse en la contemplación de<br />

Cristo y Cristo crucificado que nos ha amado<br />

sin reserva. Él nos da fuerza para “soportar<br />

todo con paciencia y magnanimidad, con alegría”<br />

(Col 1,11).<br />

✒ Sor Cati de la SS. Trinidad, C.P.<br />

Oviedo<br />

Revista Pasionario/135

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!