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Memorias del Encuentro Nacional sobre Envejecimiento y Salud

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PERSPECTIVAS PARA EL DESARROLLO<br />

DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL<br />

ENVEJECIMIENTO Y LA<br />

GERONTECNOLOGÍA EN MÉXICO


PERSPECTIVAS PARA<br />

EL DESARROLLO DE LA<br />

INVESTIGACIÓN SOBRE<br />

EL ENVEJECIMIENTO Y LA<br />

GERONTECNOLOGÍA EN<br />

MÉXICO


Dr. José Ángel Córdova Villalobos<br />

Secretario de <strong>Salud</strong><br />

Dra. Maki Esther Ortiz Domínguez<br />

Subsecretaria de Integración y Desarrollo <strong>del</strong> Sector <strong>Salud</strong><br />

Dr. Mauricio Hernández Ávila<br />

Subsecretario de Prevención y Promoción de la <strong>Salud</strong><br />

Lic. Laura Martínez Ampudia<br />

Subsecretaria de Administración y Finanzas<br />

Mtro. Salomón Chertorivski Woldenberg<br />

Comisionado <strong>Nacional</strong> de Protección Social en <strong>Salud</strong><br />

Lic. Miguel Ángel Toscano Velasco<br />

Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos<br />

Sanitarios<br />

Dr. Germán Fajardo Dolci<br />

Comisionado <strong>Nacional</strong> de Arbitraje Médico<br />

Dr. Romeo S. Rodríguez Suárez<br />

Titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos<br />

<strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> y Hospitales de Alta Especialidad<br />

Dra. María de los Ángeles Fromow Rangel<br />

Titular de la Unidad Coordinadora de Vinculación y<br />

Participación Social<br />

Lic. Fernando Álvarez <strong>del</strong> Río<br />

Titular de Análisis Económico<br />

Lic. Bernardo E. Fernández <strong>del</strong> Castillo<br />

Director General de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos<br />

Lic. Carlos Olmos Tomasini<br />

Director General de Comunicación Social<br />

Dr. Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />

Director General <strong>del</strong> Instituto de Geriatría<br />

Dr. J. Héctor Gutiérrez Ávila<br />

Director de Investigación<br />

Dra. Flor Ma. de Guadalupe Ávila Fematt<br />

Directora de Enseñanza y Divulgación


Perspectivas para el desarrollo<br />

de la investigación<br />

<strong>sobre</strong> el envejecimiento y la<br />

gerontecnología en México<br />

<strong>Memorias</strong> <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong><br />

<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />

Investigación, Formación de<br />

Recursos y Desarrollo de Servicios<br />

25-28 de agosto de 2010


SECRETARÍA DE SALUD<br />

© 2010 INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Perspectivas para el desarrollo de la investigación<br />

<strong>sobre</strong> el envejecimiento y la gerontecnología<br />

1a. edición, México, 2010<br />

ISBN 978-607-460-175-6<br />

Coordinadores de obra:<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />

Jesús Héctor Gutiérrez Ávila<br />

Coordinación editorial:<br />

Gabriela Ríos Cázares<br />

Corrección de estilo:<br />

Lilia Sandra Luna Pérez<br />

Diseño:<br />

Héctor Efrén Lara Dávila<br />

Instituto de Geriatría.<br />

Periférico Sur 2767, Col. San Jerónimo Lídice,<br />

Del. Magdalena Contreras, México, D.F. C.P. 10200<br />

www.geriatria.salud.gob.mx<br />

Impreso en México/Printed in Mexico


Índice<br />

I. Presentación <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />

Investigación, Formación de Recursos Humanos y Desarrollo de Servicios<br />

J. Héctor Gutiérrez Ávila<br />

II. Sesiones plenarias<br />

Investigación multidisciplinaria y la transferencia <strong>del</strong> conocimiento: fortalezas, debilidades y obstáculos<br />

Coordinadora: María <strong>del</strong> Carmen García Peña<br />

Tecnologías habilitadoras y áreas de oportunidad<br />

Coordinador: Jesús Favela Vara<br />

Experiencias internacionales<br />

La organización de la investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento en Canadá y Quebec<br />

Hélène Payette<br />

Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong>: Un centro multidisciplinario con lazos internacionales<br />

Rebeca Wong<br />

La Red de <strong>Envejecimiento</strong> en España (RETICEF)<br />

Francisco José García García<br />

III. Grupos de trabajo<br />

Biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

Coordinador: Rafael Villalobos Molina<br />

Fragilidad<br />

Coordinador: Clemente Zúñiga Gil<br />

Manejo de enfermedades crónicas y sus complicaciones<br />

Coordinador: Ruy López Ridaura<br />

<strong>Salud</strong> mental<br />

Coordinador: Alonso Riestra<br />

Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

Coordinador: Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />

<strong>Envejecimiento</strong> de la población: Implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />

y desafíos para los sistemas<br />

Coordinador: Roberto Ham Chande<br />

Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados de largo plazo para adultos mayores en México<br />

Coordinador: Carlos D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers<br />

7<br />

11<br />

17<br />

27<br />

33<br />

37<br />

43<br />

49<br />

65<br />

91<br />

113<br />

125<br />

139<br />

5


Familia y relaciones de género e intergeneracionales de frente al envejecimiento demográfico:<br />

Efectos en la salud de los hombres y mujeres adultos mayores<br />

Coordinadora: Verónica Montes de Oca Zavala<br />

Enseñanza de la Geriatría: Primeros análisis <strong>sobre</strong> la formación geriátrica en pregrado, posgrado y<br />

Enfermería<br />

Coordinadores: Flor María Ávila Fematt, María Isabel Negrete Redondo, Mariano Montaña Álvarez<br />

IV. Gerontecnología<br />

María de Lourdes Ávila Alva<br />

V. Conclusiones: Propuestas para una agenda de la investigación y la enseñanza en el ámbito <strong>del</strong><br />

envejecimiento en México<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />

VII. Anexos<br />

Creación de la Red temática de investigación “<strong>Envejecimiento</strong>, salud y desarrollo social”<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo, Héctor Gutiérrez Ávila, María de Lourdes Ávila Alva, Mariana López<br />

Ortega<br />

Trabajos presentados en el concurso <strong>del</strong> cartel científico<br />

Coordinadores: Roberto Carlos Castrejón Pérez, Nora Magdalena Torres Carrillo<br />

Presentación <strong>del</strong> libro “<strong>Envejecimiento</strong> humano. Una visión transdisciplinaria”<br />

Alberto Lifshitz Guinzberg, Enrique Piña Garza<br />

Desafíos éticos de la vejez<br />

Juliana González Valenzuela<br />

Relación de participantes<br />

145<br />

159<br />

177<br />

183<br />

199<br />

211<br />

231<br />

235<br />

241


J. HÉCTOR GUTIÉRREZ ÁVILA<br />

PRESENTACIÓN


INTRODUCCIÓN<br />

En su calidad de miembro de la comunidad de los<br />

Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong>, el Instituto de<br />

Geriatría (InGer) inauguró sus actividades de promoción<br />

de la investigación con el “<strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>”, realizado <strong>del</strong> 25 al 28 de agosto<br />

de 2010 en la Ciudad de México. El magno evento<br />

contó con cerca de 350 participantes –un tercio de ellos<br />

provenientes <strong>del</strong> interior <strong>del</strong> país– pertenecientes a diversos<br />

campos como la investigación, docencia, servicios de salud<br />

y organizaciones de carácter social.<br />

Los temas tratados reflejan la voluntad <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría de convertirse en un catalizador de la investigación<br />

<strong>sobre</strong> temas críticos como las complicaciones de las<br />

enfermedades crónicas, el deterioro cognitivo, la salud<br />

mental, las consecuencias de la polifarmacia prolongada, la<br />

disminución de las capacidades sensoriales, la pérdida de la<br />

independencia funcional, el abandono social, la biología <strong>del</strong><br />

envejecimiento y los mo<strong>del</strong>os de atención.<br />

El <strong>Encuentro</strong> fue organizado de acuerdo con el mo<strong>del</strong>o<br />

propuesto por el InGer para desarrollar la investigación<br />

desde una perspectiva holística (Figura 1). Con este<br />

propósito, los temas seleccionados se discutieron en tres<br />

tipos de foros: plenarias, experiencias internacionales y<br />

grupos de trabajo.<br />

Figura 1. Investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento. Un enfoque<br />

holístico.<br />

8<br />

Las plenarias versaron <strong>sobre</strong> dos aspectos de gran<br />

relevancia: investigación multidisciplinaria y tecnologías<br />

habilitadoras. Novedosos en la investigación <strong>sobre</strong><br />

envejecimiento en nuestro país, ambos temas sirven para<br />

ejemplificar los avances y potencialidades en su desarrollo.<br />

Las investigaciones interdisciplinarias son escasas y de<br />

difícil ejecución, de ahí la pertinencia de promover su<br />

progreso. La riqueza de las aportaciones vertidas en las<br />

plenarias obedece a la variedad de perfiles profesionales de<br />

los participantes y refleja la integración de enfoques tan<br />

diversos como la epidemiología, la física y la ingeniería.<br />

Grupos de trabajo<br />

1. Biología <strong>del</strong> envejecimiento (estrés oxidativo,<br />

neurodegeneración y síndrome metabólico).<br />

2. Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

3. <strong>Envejecimiento</strong> de la población<br />

(implicaciones sociales y políticas, impacto<br />

en la salud y desafíos para los sistemas de<br />

salud).<br />

4. Fragilidad.<br />

5. Manejo de enfermedades crónicas y sus<br />

complicaciones.<br />

6. Familia, relaciones e intercambios<br />

intergeneracionales frente al envejecimiento.<br />

7. Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados de largo<br />

plazo <strong>del</strong> adulto mayor.<br />

8. <strong>Salud</strong> mental.<br />

Plenarias: Experiencias nacionales<br />

1. Investigación multidisciplinaria y la<br />

transferencia <strong>del</strong> conocimiento: fortalezas,<br />

debilidades y obstáculos.<br />

2. Tecnologías Habilitadoras.<br />

Plenarias: Experiencias internacionales<br />

1. Red Temática de Investigación Cooperativa<br />

en <strong>Envejecimiento</strong> y Fragilidad (RETICEF),<br />

España.<br />

2. Sealy Center on Aging UTMB, Estados<br />

Unidos.<br />

3. Organización de la Investigación <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong> en Canadá y Quebec.<br />

Cuadro 1. Organización <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong>.


En la plenaria relativa a Gerontecnología, titulada<br />

“Tecnologías Habilitadoras”, intervinieron investigadores<br />

adscritos a cuatro grupos de investigación de instituciones<br />

prestigiosas como el Centro de Investigación Científica y<br />

Enseñanza Superior de Ensenada (CICESE), la Universidad<br />

Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I), la<br />

Universidad Autónoma de Baja California (UABC-<br />

Ensenada), el Instituto de Investigaciones en Matemáticas<br />

Aplicadas y en Sistemas (IMMAS) de la Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> Autónoma de México y el Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).<br />

Las cuatro exposiciones presentadas fueron: 1) un sistema<br />

que facilita la estimulación cognitiva <strong>del</strong> adulto mayor y su<br />

interacción remota con otra persona, usando aplicaciones<br />

de inteligencia ambiental, 2) un trabajo con el potencial<br />

de asistir al anciano de diversas formas a través de<br />

servicios de cómputo basados en interacción con habla y<br />

reconocimiento de gestos, 3) los avances de una interfaz<br />

cerebro-computadora y sus potenciales aplicaciones para<br />

asistir a adultos mayores con capacidades reducidas para<br />

interactuar con su entorno y, finalmente, 4) la presentación<br />

de un sistema de terapia gesticular que combina técnicas<br />

de visión por computadora y de realidad virtual para asistir<br />

a pacientes que han sufrido una embolia cerebral, con la<br />

ventaja adicional de ser un sistema de rehabilitación de<br />

bajo costo.<br />

Por su parte, las experiencias internacionales destacaron<br />

enfoques exitosos en ámbitos muy diferentes al de<br />

México, lo que estimula la búsqueda y realización de<br />

iniciativas propias ante la complejidad <strong>del</strong> fenómeno<br />

<strong>del</strong> envejecimiento. De carácter multicéntrico, la Red<br />

Temática de Investigación Cooperativa en <strong>Envejecimiento</strong><br />

y Fragilidad (RETICEF) de España es muy activa y está<br />

enfocada al estudio de las fragilidades desde perspectivas<br />

complementarias. Además, es la responsable de conducir el<br />

estudio longitudinal “Toledo” <strong>sobre</strong> envejecimiento.<br />

El Sealy Center on Aging (SCOA) de la Universidad de<br />

Texas es una institución líder en el contexto internacional,<br />

que conduce investigaciones en múltiples áreas <strong>del</strong><br />

envejecimiento y tiene la particularidad de constituir un<br />

Centro Colaborativo de la OPS/OMS para la formación<br />

de recursos humanos, y forma parte de la red de Centros<br />

Claude Pepper para la Independencia Funcional de los<br />

Adultos Mayores de Estados Unidos (Claude Pepper Older<br />

PRESENTACIÓN<br />

Americans Independence Centers). Se trata de diez centros<br />

de excelencia dignos de emulación, cuyos objetivos son:<br />

• Promover la innovación y el liderazgo intelectual.<br />

• Estimular la traducción de los hallazgos de la<br />

investigación básica en aplicaciones clínicas.<br />

• Facilitar y desarrollar estrategias para fomentar<br />

investigaciones multidisciplinarias e interdisciplinarias.<br />

• Estimular la incorporación de nuevas tecnologías,<br />

métodos y avances científicos en nuevos diseños de<br />

investigación.<br />

• Asesorar y colaborar con otras instituciones en el<br />

desarrollo de tecnologías, metodologías, análisis y otras<br />

capacidades institucionales.<br />

• Desarrollar recursos humanos y brindar entrenamiento<br />

a los futuros líderes en investigación básica, clínica y<br />

traducción de conocimientos en geriatría y campos<br />

afines.<br />

El Instituto de Investigación <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> de<br />

Canadá forma parte de un conjunto de trece institutos de<br />

investigación en salud de ese país. Tienen una organización<br />

sui géneris de especial interés para nuestros propósitos,<br />

ya que funcionan de manera virtual, lo que les permite<br />

ahorrar recursos y evitar el “síndrome de la macrocefalia”<br />

o centralismo, pues en lugar de ser autoconsumidores de<br />

sus recursos, los distribuyen a lo largo <strong>del</strong> país, estimulando<br />

especialmente la investigación interdisciplinaria. Este<br />

último enfoque resulta estimulante para el Instituto de<br />

Geriatría y la Red Temática <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong><br />

y Desarrollo Social <strong>del</strong> CONACYT, ya que para ser de<br />

alto impacto sus intervenciones tendrán que adquirir<br />

un carácter “catalítico” (expresado biológicamente), de<br />

forma tal que el envejecimiento forme parte de la agenda<br />

científica, médica, social y política de todas las entidades<br />

federativas.<br />

Otra característica de estos institutos es su vinculación<br />

con la industria, expresada en su visión <strong>del</strong> futuro: “Canadá<br />

se convertirá en un líder mundial en la traducción de la<br />

investigación en beneficios para la salud y la prosperidad<br />

económica de todos los canadienses”.<br />

Las mesas de expertos sirvieron para reunir por vez<br />

primera en nuestro país a un nutrido grupo de científicos<br />

y profesionales de múltiples campos con la finalidad de<br />

analizar desde diferentes perspectivas el fenómeno <strong>del</strong><br />

9


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

envejecimiento. La figura 2 ilustra de manera simple las<br />

relaciones estrechas entre los temas tratados. Uno de<br />

los objetivos de estas mesas consistió en identificar los<br />

avances logrados y los conocimientos faltantes en los<br />

campos de la investigación, seleccionados como lo plantea<br />

la Sociedad de Geriatría de la Unión Europea (European<br />

Union Geriatric Society) en su documento Silver Paper<br />

(EUGS, 2009). 1<br />

Las aportaciones de los expertos participantes servirán<br />

de plataforma para la formulación <strong>del</strong> Plan Estratégico de<br />

Investigación <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong> Humano, tarea que<br />

corresponde coordinar al Instituto de Geriatría, así como<br />

insumos para la elaboración <strong>del</strong> llamado Libro Blanco, que<br />

Figura 2. Relaciones de los temas tratados durante el <strong>Encuentro</strong>.<br />

1 EUGS (European Union Geriatric Society), Silver Paper. Consultado el 18 de<br />

noviembre <strong>del</strong> 2010 en: http://www.eugms.org/index.php?pid=195.<br />

10<br />

habrá de guiarnos en la formulación de políticas públicas<br />

para la adecuada atención de los problemas asociados al<br />

envejecimiento de la población de México.<br />

Cabe mencionar que el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> fue el marco<br />

idóneo para la presentación <strong>del</strong> libro <strong>Envejecimiento</strong><br />

humano: Una visión transdisciplinaria, ópera prima <strong>del</strong><br />

Instituto de Geriatría, que comprende un análisis de<br />

este fenómeno de acuerdo con un mo<strong>del</strong>o holístico de<br />

investigación y que busca acrecentar el acervo técnico y<br />

científico para avanzar en el conocimiento y así apoyar las<br />

acciones para la adecuada atención <strong>del</strong> envejecimiento en<br />

México.


SESIÓN PLENARIA<br />

La investigación<br />

multidisciplinaria y la<br />

transferencia <strong>del</strong> conocimiento:<br />

Fortalezas, debilidades y<br />

obstáculos<br />

Coordinadora:<br />

Carmen García Peña,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Relator:<br />

Rubén Fossion,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Expertos:<br />

Luis Durán Arenas,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Jesús Favela Vara,<br />

Centro de Investigación y Educación<br />

Superior de Ensenada, Baja California<br />

Clara Garza Hume,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Mario Ulises Pérez Zepeda,<br />

Instituto de Geriatría


INTRODUCCIÓN<br />

El crecimiento sin precedente de los saberes en<br />

nuestra época vuelve legítima la cuestión de la<br />

adaptación de las mentalidades a esos saberes. Hoy, como<br />

nunca, el cúmulo progresivo de producción científica y<br />

subespecialidades representa, sin duda, uno de los más<br />

grandes desafíos para las sociedades. Sólo en salud, más<br />

de 5 mil revistas científicas son publicadas mensualmente<br />

y entre 10 y 15% <strong>del</strong> material que aparece impreso<br />

mantendrá un valor científico alto (Greenhalgh, 2001).<br />

Además, los problemas científicos actuales requieren<br />

capacidades cada vez más profundas cuya respuesta<br />

obliga a la suma de esfuerzos de los especialistas. Pero la<br />

incorporación de diversos especialistas no garantiza que los<br />

problemas sean abordados de la mejor manera posible ya<br />

que, ¿cómo puede un teorizante en física de las partículas<br />

trabajar con un neurofisiólogo; un matemático con un<br />

poeta, un biólogo con un economista, un político con un<br />

especialista en informática, más allá de las generalidades<br />

más o menos banales? ¿Puede existir una comprensión de<br />

distintos marcos de referencia en la era de la fragmentación<br />

<strong>del</strong> conocimiento y la especialización? ¿Cómo enfrentar<br />

este reto?<br />

La búsqueda de acercamientos más plurales dio lugar a<br />

distintas formas de abordar al objeto de estudio, una de ellas<br />

es la multidisciplina, que básicamente aglomera distintas<br />

disciplinas de estudio; sin embargo, dado que no existen<br />

objetivos, métodos de estudio y un lenguaje común, no se<br />

logra la cohesión y, en lugar de generar un conocimiento<br />

integrado, suscita nociones particionadas.<br />

Un siguiente nivel es el de la interdisciplina, que no consiste<br />

en un simple cruzamiento de ciencias y disciplinas, sino<br />

en compartir un objeto de estudio, lenguaje, finalidades,<br />

métodos y procedimientos para analizar de mejor<br />

manera un mismo fenómeno en sus multidimensionales<br />

significados.<br />

Finalmente, el nivel superior sería el integrado por la<br />

transdisciplina, donde además de compartirse objeto de<br />

estudio, lenguaje, finalidades, métodos y procedimientos,<br />

todas las disciplinas involucradas conciben a estos<br />

elementos como propios y así los asimilan.<br />

La importancia de operar <strong>sobre</strong> la transdisciplina al<br />

estudiar el envejecimiento se hace cada vez más evidente.<br />

12<br />

El estudio <strong>del</strong> fenómeno lleva a pensar en aspectos<br />

sociales, económicos, políticos, poblacionales, médicos,<br />

psicológicos, religiosos, legales, etc., que conforman con<br />

sus interrelaciones diferentes aspectos <strong>del</strong> envejecimiento<br />

y que deben ser tomados en cuenta al momento de abordar<br />

las problemáticas convergentes.<br />

¿Por qué deberíamos intentar trabajar en la transdisciplina?<br />

Entre otras razones, porque podríamos resolver preguntas<br />

complejas con una perspectiva más amplia, aprender<br />

a relacionarnos y entender lenguajes distintos entre<br />

disciplinas o entre profesiones, resolver problemas que<br />

rebasan a una sola disciplina y lograr un conocimiento más<br />

complejo y profundo. En otras palabras, si los problemas<br />

que enfrentan los adultos mayores son definidos por<br />

múltiples causas, que requieren de abordajes múltiples;<br />

necesariamente deben ser investigados con una perspectiva<br />

que integre múltiples enfoques.<br />

Todos estos elementos dieron lugar a la propuesta para<br />

integrar el panel cuya discusión se presenta a continuación.<br />

RESEÑA DE LA DISCUSIÓN<br />

El envejecimiento es el objeto de estudio de muchas<br />

disciplinas diferentes, cada una de las cuales tiene su propio<br />

enfoque. Así, por ejemplo, se pueden estudiar los orígenes<br />

moleculares <strong>del</strong> envejecimiento, la epidemiología que afecta<br />

a las personas mayores, los problemas socioeconómicos<br />

derivados de un proceso de envejecimiento poblacional<br />

acelerado, y se pueden buscar aplicaciones tecnológicas<br />

para hacer la vida más fácil para los adultos mayores<br />

(Gutiérrez Robledo y Gutiérrez Ávila, 2010). Dado que<br />

todos estos aspectos están interconectados, tiene que<br />

haber una transferencia y traducción de información de<br />

una disciplina a otra, para generar un marco más amplio y<br />

general, dentro <strong>del</strong> cual se estudie el problema. La primera<br />

sesión plenaria <strong>del</strong> congreso fue dedicada a identificar las<br />

oportunidades y los retos involucrados en la investigación<br />

transdisciplinaria y en la transferencia <strong>del</strong> conocimiento.<br />

La introducción al tema inició con la conocida parábola de<br />

seis ciegos que encuentran en el camino a un elefante y,<br />

tras examinar cada uno por su parte una parte distinta <strong>del</strong><br />

cuerpo <strong>del</strong> animal, tienen una percepción particular de lo<br />

que tienen ante sí, muy distinta a la de los demás. Al primero<br />

le toca examinar la trompa y está convencido de que es una<br />

serpiente. El segundo ciego investiga una oreja y concluye


que se trata de una hoja marchita. El tercer ciego intenta<br />

abrazar una pierna <strong>del</strong> elefante y cree tener entre sus manos<br />

un árbol. En cada caso, un ciego investiga sólo una parte <strong>del</strong><br />

elefante y, por lo tanto, sólo puede llegar a una conclusión<br />

parcial. El ejemplo resulta muy útil para entender cómo,<br />

a menudo, se fracciona el conocimiento. Es decir, cuando<br />

se trata de problemas complejos, disciplinas especializadas<br />

pueden perder de vista la globalidad <strong>del</strong> problema. El caso<br />

contrario puede darse también cuando uno solo intenta<br />

abarcar el todo, sacrificando la profundidad <strong>del</strong> estudio<br />

y, al final, quizá ahogándose en la complejidad <strong>del</strong> tema.<br />

Una alternativa es reunir a un grupo de especialistas, cada<br />

uno experto en su propia disciplina, con la capacidad de<br />

colaborar y de aprender de los otros, aplicando el principio<br />

planteado por Henry Ford (1863-1947): “Juntarse es un<br />

inicio. Continuar juntos es un avance. Trabajar juntos es<br />

un éxito.”<br />

Se puede trabajar en conjunto en diferentes niveles. De<br />

aquí nacen los diversos conceptos de yuxtadisciplina,<br />

multidisciplina, interdisciplina y transdisciplina. Una<br />

disciplina se caracteriza por contar con un objeto de<br />

estudio, intenciones y procedimientos bien definidos.<br />

En la yuxtadisciplina varias disciplinas se ocupan<br />

<strong>del</strong> mismo problema, pero cada una tiene su propio<br />

objeto de estudio y también sus propias intenciones y<br />

procedimientos independientes. En la multidisciplina<br />

las diferentes disciplinas ya comparten el mismo objeto<br />

de estudio, aunque todavía difieren en sus intenciones y<br />

procedimientos. En la interdisciplina se comparten también<br />

las intenciones y los procedimientos, pero cada especialista<br />

habla todavía con los tecnicismos propios de su área, que<br />

a veces son incomprensibles para los otros. Finalmente,<br />

en la transdisciplina, los expertos comparten el objeto<br />

de estudio, las intenciones y los procedimientos de las<br />

diferentes disciplinas, haciéndolos propios (Aboelela et al.,<br />

2007).<br />

La sesión plenaria abrió con una pregunta: ¿Será posible<br />

hablar de investigaciones transdisciplinarias en el campo de<br />

estudio <strong>del</strong> envejecimiento humano?<br />

Es importante notar que la transdisciplina no va a<br />

sustituir a las diferentes disciplinas; por el contrario, la<br />

transdisciplina se nutre de todo lo que hay y sirve para<br />

cambiar la perspectiva, para llegar a otro paradigma de la<br />

investigación. Un ejemplo es cómo nuevos conceptos de<br />

las ciencias exactas como los fractales y el caos se han<br />

LA INVESTIGACIÓN MULTIDISCIPLINARIA Y LA TRANSFERENCIA DEL CONOCIMIENTO<br />

aplicado exitosamente a la fisiología permitiendo describir<br />

y cuantificar matemáticamente no solamente la estructura<br />

de órganos con muchos niveles de complejidad (como el<br />

sistema de bronquios y bronquiolos en los pulmones y la<br />

red de arterias, venas y capilares) (Goldberger, Rigney y<br />

West, 1990), sino también la evolución de los ritmos que<br />

tienen muchos órganos (por ejemplo, el ritmo cardíaco<br />

o las ondas cerebrales) (Goldberger, 1996). Un campo<br />

que por su naturaleza tiene una tradición transdisciplinaria<br />

es el de la Ciencia de la Computación, que ha adoptado<br />

metodologías de investigación de áreas tan diversas<br />

como las Matemáticas y la Antropología, pero que a la<br />

vez desarrolla herramientas que son aplicadas a una gran<br />

variedad de disciplinas, dando lugar a nuevos campos de<br />

estudio como la Bioinformática.<br />

Mientras que a un profesionista le preocupa no encontrar<br />

respuesta a un problema que enfrenta, lo que más teme<br />

el investigador es quedarse sin más preguntas. Una de<br />

las propiedades más valoradas de la transdisciplina es<br />

que resulta ser muy inspiradora y fundamentalmente<br />

innovadora.<br />

Por otro lado, uno de los problemas inherentes a ella es<br />

que cada disciplina participante aplica sus propios métodos<br />

y habla su propia lengua, misma que a veces resulta ser<br />

incomprensible para los integrantes de otras disciplinas.<br />

Sin embargo, se puede argumentar que sólo existe un<br />

método científico, que es el proceso universal que lleva<br />

de la pregunta inicial, a la hipótesis y luego –si todo sale<br />

bien– a la demostración final. Las diferentes disciplinas<br />

pueden resolver pequeñas partes <strong>del</strong> rompecabezas global.<br />

El obstáculo mayor para la solución global <strong>del</strong> problema<br />

es la comunicación entre las diferentes disciplinas y la<br />

transferencia de los conocimientos parciales obtenidos.<br />

En realidad, no se trata de una mera transferencia de<br />

conocimiento entre las diferentes disciplinas, sino de una<br />

traducción de conocimiento. Entonces... ¿cómo optimizar<br />

la comunicación entre las diferentes disciplinas? Una<br />

opción sugerida fue el comenzar con los estudiantes, a<br />

quienes se les pueden ofrecer carreras con una flexibilidad<br />

que les permita tomar cursos de diferentes disciplinas,<br />

para estimular el pensamiento transdisciplinario como un<br />

nuevo paradigma para el joven investigador. Por ejemplo, la<br />

Maestría en Física-Médica de la UNAM (Brandan, 2010),<br />

fundada hace apenas 13 años, enseña a físicos jóvenes a<br />

aplicar su conocimiento de las ciencias exactas al campo<br />

humano de la Medicina. Por otro lado, hay programas,<br />

13


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

proyectos o eventos específicos donde especialistas de<br />

diferentes disciplinas se pueden encontrar para compartir<br />

e integrar sus experiencias. Un ejemplo es el nuevo Centro<br />

de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, inaugurado<br />

en 2008. Este es el primer centro para estudios donde<br />

se integran diversas disciplinas para enfrentar problemas<br />

científicos de manera interdisciplinaria en América Latina<br />

(Frank, 2010), ya que ofrece una infraestructura para que<br />

investigadores de diferentes disciplinas puedan entrar en<br />

diálogo <strong>sobre</strong> temas multicausales. Otro ejemplo es este<br />

primer <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong><br />

organizado por el Instituto de Geriatría, donde se discuten<br />

los diferentes aspectos <strong>del</strong> envejecimiento humano. Es<br />

importante notar que la intención no es “soportar” pláticas<br />

de diferentes disciplinas en tales foros transdisciplinarios o<br />

sentirse “comprometido” de seguirlas todas. Más bien, se<br />

trata de fomentar el interés <strong>sobre</strong> diferentes temas y lograr<br />

una mayor participación, independientemente <strong>del</strong> área a la<br />

que uno pertenezca.<br />

Ahora, la transdisciplinariedad puede servir como incubadora<br />

para generar nuevas clases de preguntas, pero ¿cómo<br />

deben los jóvenes investigadores –como los <strong>del</strong> Instituto<br />

de Geriatría– decidir cuáles atacar? No hay tiempo ni dinero<br />

para ocuparse de todo. Es necesaria la figura de un buen<br />

líder dentro <strong>del</strong> grupo, que tenga un marco de referencia<br />

transdisciplinario y que –más que una figura autoritaria–<br />

vincule y dé dirección a las diferentes áreas. El suyo es<br />

un papel muy diferente al de un investigador académico<br />

tradicional, que se dedica a sus propias publicaciones y<br />

proyectos. El líder de un grupo transdisciplinario tiene<br />

que ser un diplomático, para mediar luchas de ego cuando<br />

surjan diferencias en torno a cómo elegir al primer autor de<br />

un artículo al cual han hecho contribuciones integrantes de<br />

diferentes disciplinas. El líder tiene que negociar y decidir<br />

sabiamente respecto a la difícil tarea de asignar fondos<br />

a una institución/disciplina o a otra en el marco de una<br />

colaboración o un proyecto transdisciplinario. Más allá<br />

de un liderazgo innovador, es indispensable que un buen<br />

grupo de trabajo posea una formación académica sólida en<br />

su disciplina, pero con apertura para trabajar en equipo y<br />

aceptar otras ideas. Las universidades y las instituciones<br />

públicas de investigación se deben a la sociedad y tienen,<br />

por tanto, la responsabilidad de ocuparse de los problemas<br />

más urgentes de ésta, pero la definición de las prioridades de<br />

investigación es un tema complejo que debe ser abordado<br />

por todas las partes.<br />

14<br />

Como se ha comentado antes, una investigación<br />

transdisciplinaria exitosa implica la transferencia y<br />

traducción de conocimiento entre diferentes disciplinas.<br />

Pero para dar el paso de la investigación a la acción,<br />

se necesita una comunicación eficiente. Lo anterior es<br />

particularmente relevante en el mundo médico, donde los<br />

resultados científicos no siempre o no inmediatamente se<br />

traducen en un mejor servicio para la población. Esta fue<br />

también la conclusión a la cual el verano pasado llegó un<br />

panel internacional de eminentes expertos en estudios <strong>del</strong><br />

envejecimiento (Rae et al., 2010). Una vez que se obtenga<br />

el conocimiento suficiente y la integración de las distintas<br />

disciplinas, el siguiente paso es la aplicación de este<br />

conocimiento en la atención a los ancianos, ya sea a través<br />

de intervenciones terapéuticas, métodos de diagnóstico o<br />

actividades de prevención. El panel insistió en la necesidad<br />

de invertir en un plan global de acción para evitar una crisis<br />

mundial inminente en el campo <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

Ante este panorama, también se hace necesario un<br />

puente entre el mundo científico y el mundo político. Los<br />

diseñadores de políticas públicas deberían comunicar sus<br />

prioridades y las de la sociedad a la comunidad científica y<br />

ésta a su vez, con su experiencia y su propia perspectiva,<br />

podría también asesorar para que las decisiones tomadas<br />

estén científicamente fundamentadas. Afortunadamente,<br />

existen diferentes organizaciones gubernamentales que<br />

han comenzado a financiar investigaciones y proyectos<br />

científicos transdisciplinarios, como el Consejo <strong>Nacional</strong><br />

para la Ciencia y Tecnología (CONACyT) en México. Por<br />

otro lado, dichos organismos no siempre consiguen el<br />

propósito de orientar a la comunidad científica en cuanto<br />

a las necesidades de la sociedad. La lista de prioridades de<br />

CONACyT cuenta con más de 60 temas diferentes, lo que<br />

probablemente contribuye a dispersar al mundo científico<br />

más que a orientarlo hacia una convergencia en los<br />

problemas más importantes de la sociedad. Deben también<br />

analizarse con cuidado los financiamientos provenientes<br />

<strong>del</strong> sector empresarial (con fines lucrativos), al cual le<br />

interesa impulsar la investigación en cierta dirección,<br />

provechosa para sí mismo y no necesariamente para el bien<br />

común, tal como ha sucedido en múltiples ocasiones con<br />

el llamado “doble estándar”. El mundo científico tiene que<br />

mantenerse estrictamente apegado a sus métodos y a sus<br />

ideales.


CONCLUSIONES<br />

1. Todavía hay mucho trabajo por hacer y aún existe<br />

un largo camino por recorrer. El mensaje a cada<br />

investigador en lo individual es que deje su burbuja<br />

especializada y unidisciplinaria y que se interese<br />

también en los temas de otros campos.<br />

2. Es necesario que las instancias evaluadoras flexibilicen<br />

sus tiempos de evaluación. Se tiene que tomar<br />

en cuenta también el mediano y largo plazo. La<br />

transdisciplina puede traer resultados más completos,<br />

pero también puede tardar más.<br />

3. Se hace cada día más necesario integrar la visión<br />

transdisciplinaria en la investigación científica, ya que<br />

la multicausalidad de los fenómenos nos da cuenta<br />

<strong>del</strong> alcance limitado de la investigación cuando se<br />

hace desde un solo punto de vista, es decir, desde los<br />

métodos, teorías y esquemas de una sola disciplina,<br />

que al fin termina por ser un conocimiento fraccionado.<br />

ACCIONES<br />

1. Organizar un curso <strong>sobre</strong> metodologías de<br />

investigación en envejecimiento, orientado a<br />

estudiantes de posgrado en el país.<br />

2. Desarrollar una maestría con una orientación<br />

transdisciplinaria para el estudio de los problemas de<br />

los adultos mayores.<br />

3. Fomentar por medio de la Red Temática de<br />

<strong>Envejecimiento</strong> <strong>del</strong> CONACyT proyectos de largo<br />

alcance que involucren a grupos de diversas disciplinas<br />

y que no estén restringidos por periodos de evaluación<br />

de corto plazo.<br />

4. Identificar los temas susceptibles de ser abordados<br />

desde las diferentes perspectivas: multidisciplinaria,<br />

transdisciplinaria, interdisciplinaria o yuxtadisciplinaria.<br />

5. Fomentar entre los estudiantes y potenciales<br />

investigadores las perspectivas amplias <strong>del</strong><br />

conocimiento y señalar las limitaciones de una visión<br />

fragmentada y monotemática.<br />

6. Aprovechar las nuevas tecnologías tanto para<br />

facilitar el paso de la multidisciplina, interdisciplina<br />

y transdisciplina –a través de internet y dispositivos<br />

móviles que hagan más accesible la información<br />

para el estudiante y el profesional de cualquier<br />

LA INVESTIGACIÓN MULTIDISCIPLINARIA Y LA TRANSFERENCIA DEL CONOCIMIENTO<br />

disciplina–, como para el bienestar de las personas<br />

mayores, dándoles mayor comunicación, acceso al<br />

conocimiento, posibilidad de indicar sus necesidades,<br />

de plasmar su sabiduría y experiencia, todo lo cual al<br />

final desemboque en un impulso para el aprendizaje<br />

cada vez más socializado.<br />

REFERENCIAS<br />

Aboelela, S.W., Larson, E., Bakken, S., Carrasquillo, O.,<br />

Formicola, A., Glied, S.A., Haas, J., Gebbie, K., (2007).<br />

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1310, pp. 48-51, Eds. M.-E. Brandan, F. Herrera-<br />

Martínez, V. Ramírez-R. y M. Rodríguez-Villafuerte;<br />

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and fractals in human physiology. Scientific American,<br />

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BMJ Books.<br />

Gutiérrez Robledo, L.M., Gutiérrez Ávila, J.H. (2010).<br />

La investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento humano: un<br />

enfoque holístico. En: <strong>Envejecimiento</strong> humano: una<br />

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pp. 37-43.<br />

Hoeflich, F.A. (2010). Centro de Ciencias de la<br />

Complejidad C3. En busca de la transdisciplina.<br />

Revista Digital Universitaria, 11 (6).<br />

Rae, M.J., Butler, R.N., Campisi, J., de Grey, A., Finch, C.E.,<br />

Gough, M., Martin, G.M., Vijg, J., Perrott, K., Logan,<br />

B. (2010). The demographic and biomedical case for<br />

late-life interventions in aging. Science Translational<br />

Medicine, 2 (40), pp. 1-6.<br />

15


SESIÓN PLENARIA<br />

Tecnologías habilitadoras y<br />

áreas de oportunidad<br />

Coordinador:<br />

Jesús Favela Vara<br />

Centro de Investigación Científica<br />

y de Educación Superior de Ensenada,<br />

Baja California<br />

Relatora:<br />

María de Lourdes Ávila Alva<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

Verónica Medina Bañuelos,<br />

Universidad Autónoma Metropolitana,<br />

Iztapalapa<br />

Alberto Leopoldo Morán y Solares<br />

Universidad Autónoma de Baja California<br />

Luis Pineda Cortés<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma<br />

de México<br />

Luis Enrique Sucar Succar<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica,<br />

Óptica y Electrónica


INTRODUCCIÓN<br />

El envejecimiento de la población representa uno de los<br />

principales retos sociales y económicos que enfrenta<br />

la sociedad moderna. Avances recientes en tecnologías de<br />

información y comunicación (TIC) ofrecen la oportunidad<br />

de ayudar a enfrentar algunos de estos retos con acciones<br />

como: ayudar a adultos mayores con habilidades físicas y<br />

mentales disminuidas a mantener una vida independiente;<br />

monitorear la salud de adultos mayores y disminuir los<br />

riesgos que enfrentan; y fortalecer la comunicación con<br />

familiares y amigos.<br />

Los retos de la sociedad por el envejecimiento de la<br />

población no son un problema exclusivo de México, pero<br />

las condiciones de este fenómeno en nuestro país (altos<br />

niveles de migración, desigualdad social, inseguridad)<br />

demandan soluciones que van más allá de una simple<br />

adaptación de la tecnología desarrollada en otros lugares.<br />

Este documento recoge una muestra <strong>del</strong> trabajo que se<br />

realiza en cuatro grupos de investigación mexicanos, donde<br />

se desarrollan y evalúan tecnologías que pueden tener un<br />

impacto positivo en el bienestar de los adultos mayores y<br />

sus familias.<br />

En la sección 1 se presenta una breve introducción a la<br />

Inteligencia Ambiental y a sus aplicaciones en la asistencia<br />

a adultos mayores y sus cuidadores. Se ejemplifica su<br />

aplicación con la presentación de un sistema desarrollado<br />

en la Universidad Autónoma de Baja California que<br />

facilita la estimulación cognitiva de adultos mayores que<br />

interactúan con objetos físicos que son reconocidos por el<br />

sistema y que ofrecen retroalimentación al usuario cuando<br />

se detectan errores. El sistema también permite jugar con<br />

un familiar remoto.<br />

Muchos adultos mayores no tienen experiencia en el uso<br />

de computadoras, con frecuencia son reacios a utilizar<br />

nuevas tecnologías, o bien, pueden estar impedidos a<br />

hacerlo por limitaciones físicas o cognitivas. En la sección<br />

2 se presenta el trabajo desarrollado en el Instituto de<br />

Investigaciones Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de<br />

la UNAM, orientado a facilitar la interacción con servicios<br />

de cómputo por medio <strong>del</strong> habla y el reconocimiento de<br />

gestos. Este tipo de tecnología ofrece la oportunidad de<br />

dotar al usuario con medios más naturales de interacción.<br />

18<br />

Uno de los avances más prometedores para interactuar<br />

de forma natural con servicios computacionales son<br />

las interfaces cerebro-computadora. En la sección 3<br />

se describe el trabajo que se realiza en la Universidad<br />

Autónoma Metropolitana-Iztapalapa en este campo y<br />

sus posibles aplicaciones en la asistencia de personas con<br />

discapacidades, incluyendo adultos mayores.<br />

Un reto <strong>del</strong> desarrollo de la Gerontología en México es<br />

desarrollar soluciones al alcance <strong>del</strong> ciudadano. La sección<br />

4 presenta una herramienta de asistencia a la rehabilitación<br />

física desarrollada en el Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica,<br />

Óptica y Electrónica, basado en un sistema de visión por<br />

computadora de bajo costo.<br />

1. TECNOLOGÍAS DE AMBIENTES<br />

INTELIGENTES PARA ASISTENCIA DURANTE EL<br />

ENVEJECIMIENTO<br />

Actualmente vivimos rodeados de tecnología; dispositivos<br />

como la televisión, el teléfono celular y la computadora<br />

en sus diferentes formas están presentes desde que nos<br />

levantamos en la mañana, hasta que nos acostamos por<br />

las noches, e incluso nos acompañan a lo largo <strong>del</strong> día. Esta<br />

proliferación de dispositivos que incorporan capacidades<br />

de cómputo y comunicación ha dado lugar al nuevo<br />

paradigma de Inteligencia Ambiental o AmI (por las siglas<br />

en inglés de Ambient Intelligence). En un mundo con<br />

AmI, las personas están rodeadas por interfaces intuitivas<br />

que están empotradas en todo tipo de objetos, los cuales<br />

proporcionan servicios capaces de reconocer y responder<br />

a la presencia y necesidades de los individuos de manera<br />

transparente y no intrusiva.<br />

Este paradigma puede ser de gran utilidad como apoyo<br />

al adulto mayor, ya que puede aplicarse en la provisión<br />

automatizada de servicios de monitorización y asistencia,<br />

incluyendo la monitorización de su estado físico, el cuidado<br />

preventivo de su salud, la gestión de sus enfermedades, la<br />

asistencia médica cada hora de los 365 días <strong>del</strong> año, así<br />

como el apoyo al bienestar y la vida independiente <strong>del</strong><br />

adulto mayor en el hogar, y el cuidado <strong>del</strong> adulto mayor con<br />

deterioro físico y/o cognitivo en hospitales y residencias<br />

geriátricas, por mencionar algunos.<br />

Las tres principales características de los ambientes que<br />

se construyen para proveer servicios bajo el paradigma de


AmI, también conocidos como Ambientes Inteligentes,<br />

son:<br />

• Ubicuidad de los servicios: los servicios se encuentran<br />

disponibles en todo momento y todo lugar dentro <strong>del</strong><br />

ambiente mismo.<br />

• Conciencia de contexto: los servicios se adaptan al<br />

contexto <strong>del</strong> usuario de manera automática.<br />

• Interfaces alternativas: los servicios se proporcionan a<br />

través <strong>del</strong> ambiente mismo y de los objetos presentes<br />

en él.<br />

La figura 1 presenta de manera esquemática algunos<br />

elementos de interfaz de usuario y servicios básicos<br />

utilizados para implementar un ambiente inteligente.<br />

Los elementos de interfaz de usuario comprenden<br />

aquellos dispositivos que se utilizan ya sea para adquirir<br />

la información <strong>del</strong> contexto (e.g., sensores de proximidad,<br />

movimiento, aceleración, etc.), para desplegar los<br />

resultados <strong>del</strong> procesamiento de dicha información (e.g.,<br />

pantallas ambientales) o para facilitar el acceso a servicios<br />

adicionales que se brindan con base en las necesidades<br />

identificadas (e.g., despliegues y actuadores). Los servicios<br />

comprenden aquellos que se utilizan para adquirir variables<br />

contextuales primarias (e.g. presencia, lugar, tiempo, etc.),<br />

para la inferencia <strong>del</strong> contexto secundario (e.g. con base<br />

en tiempo, lugar y artefactos utilizados se podría inferir<br />

el tipo de actividad que se realiza) y para la presentación<br />

y adaptación de los servicios con base en el contexto<br />

identificado (e.g., si se determina la realización de una<br />

actividad específica, el sistema puede habilitar herramientas<br />

adicionales y configurarlas con los parámetros requeridos<br />

para apoyar dicha actividad).<br />

Figura 1. Elementos tecnológicos básicos de un ambiente<br />

inteligente.<br />

TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />

Con el fin de ilustrar el desarrollo de tecnologías de AmI<br />

para asistencia durante el envejecimiento, a continuación<br />

se presenta un sistema de estimulación cognitiva para<br />

adultos mayores, el cual está siendo desarrollado por el<br />

grupo de investigación en Tecnologías para Ambientes<br />

Inteligentes de la UABC (Morán y Meza-Kubo, 2009). La<br />

estimulación cognitiva es un tipo de “gimnasia cerebral”<br />

que trabaja con las habilidades cognitivas remanentes <strong>del</strong><br />

adulto mayor, tratando de retardar el avance <strong>del</strong> deterioro<br />

cognitivo (Tárraga et al., 2006).<br />

Figura 2. Adulto mayor y familiar utilizando el sistema durante<br />

una sesión de estimulación cognitiva.<br />

El propósito <strong>del</strong> sistema es proporcionar una herramienta<br />

para facilitar al adulto mayor la realización de actividades<br />

de estimulación cognitiva, la cual debe ser útil, fácil de<br />

utilizar, y cuyo uso resulte en una experiencia placentera.<br />

El sistema se divide en dos componentes principales: un<br />

cliente tangible para que el adulto mayor realice la actividad<br />

(fig. 2A) <strong>sobre</strong> una mesa multitáctil construida ex profeso,<br />

y un par de clientes (comunicación y colaboración; figs. 2B<br />

y 2C) para permitir la participación de un familiar remoto.<br />

A nivel de las interfaces, el sistema utiliza interfaces<br />

tangibles y táctiles, así como un canal de voz. Las<br />

interfaces de usuario tangibles emplean objetos físicos<br />

para representar y controlar medios computacionales<br />

(Ullmer e Ishi, 2000). De esta manera se aprovecha la<br />

habilidad espacial y táctil <strong>del</strong> adulto mayor para manipular<br />

directamente las piezas de madera <strong>del</strong> tangrama físico<br />

(fig. 2A), lo cual se refleja en la representación <strong>del</strong><br />

tangrama digital; al mismo tiempo, se lleva un registro<br />

de los movimientos <strong>del</strong> adulto mayor mientras realiza la<br />

actividad. De esta forma, el sistema puede determinar el<br />

nivel de progreso o la presencia de problemas durante la<br />

actividad. El canal de voz es utilizado por el adulto mayor<br />

para comunicarse con un familiar remoto que puede jugar<br />

el papel de asistente proporcionando retroalimentación, el<br />

de oponente al competir en alguna de las actividades, o el<br />

19


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

de interlocutor en una interacción social. Estas interfaces<br />

hacen posible que el adulto mayor no tenga que interactuar<br />

con el ratón o el teclado para poder escoger y realizar su<br />

actividad o para interactuar con su familiar.<br />

A nivel de los servicios, el sistema cuenta con un servicio de<br />

conciencia que registra el nivel de actividad y progreso <strong>del</strong><br />

adulto mayor en la actividad, e incluso puede inferir cuando<br />

se presentan problemas con la misma. También dispone<br />

de un servicio de notificación que mediante el envío de<br />

mensajes mantiene informado al cliente de comunicación<br />

<strong>del</strong> familiar remoto (en el teléfono celular; fig. 2B)<br />

respecto al nivel de progreso o la presencia de problemas<br />

en la actividad. De esta manera, el familiar puede tomar<br />

una decisión informada <strong>sobre</strong> cuándo participar en la<br />

actividad. Si este es el caso, el familiar puede participar en<br />

la actividad a través <strong>del</strong> cliente de colaboración (fig. 2C), el<br />

cual implementa una aplicación colaborativa que permite<br />

ver en tiempo real el estado de armado <strong>del</strong> tangrama, los<br />

movimientos de las piezas que realiza el adulto mayor,<br />

e incluso dar indicaciones utilizando un cursor remoto<br />

(teleapuntador) o el canal de voz. Finalmente, el sistema<br />

proporciona un servicio de consulta asíncrono para que<br />

el especialista pueda revisar y evaluar el desempeño <strong>del</strong><br />

adulto mayor en la actividad, y de esa manera recomendar<br />

un nuevo conjunto de actividades.<br />

Los resultados de una evaluación de uso controlado<br />

proporcionan evidencia de que los usuarios perciben al<br />

sistema como útil y fácil de usar, y que las actividades<br />

implementadas (e.g., el tangrama y juegos de mesa,<br />

como gato y damas españolas) les resultan disfrutables y<br />

los motivan a volverlo a utilizar; además, consideran que<br />

el sistema facilita el uso de tecnología de estimulación<br />

cognitiva a través de las interfaces tangibles y táctiles,<br />

promueve y mantiene el contacto social <strong>del</strong> adulto mayor<br />

con sus amigos y familiares a través de la actividad y<br />

la comunicación alrededor de la misma, y mantiene<br />

involucrados a los participantes a través de actividades que<br />

permiten la colaboración y la competencia.<br />

Con base en este y otros ejemplos de tecnologías para<br />

ambientes inteligentes que se han desarrollado en nuestro<br />

país, se puede establecer que la aplicación de tecnologías<br />

de inteligencia ambiental para la asistencia durante el<br />

envejecimiento en México es factible, ya que la tecnología<br />

existe y se ha probado con éxito para casos específicos<br />

20<br />

y bajo condiciones controladas. Sin embargo, aunque la<br />

evaluación de estas tecnologías proporciona resultados<br />

que son prometedores, es necesario que los desarrollos<br />

alcancen un mayor grado de madurez y robustez, que<br />

permita su utilización real en sitio.<br />

2. INTERACCIÓN CON HABLA Y VISIÓN<br />

COMPUTACIONAL PARA LA ASISTENCIA AL<br />

ENVEJECIMIENTO<br />

Uno de los retos <strong>del</strong> uso de nuevas tecnologías para apoyar<br />

la vida independiente de adultos mayores consiste en<br />

facilitar la interacción de los usuarios –quienes pueden<br />

incluso tener deterioro físico o mental– con los dispositivos<br />

automatizados de asistencia. Es deseable que esta<br />

interacción se lleve a cabo en las formas naturales de la<br />

comunicación humana, principalmente a través <strong>del</strong> lenguaje<br />

hablado, incluyendo los gestos corporales, y la visión<br />

computacional. Los sistemas computacionales para la<br />

asistencia podrán ser fijos o móviles, según las necesidades<br />

específicas de la interacción. En este contexto, el desarrollo<br />

de tecnología computacional para sostener diálogos en<br />

lenguaje hablado, coordinados con otras modalidades como<br />

la visión computacional y el movimiento, es sumamente<br />

importante para la creación de dispositivos de asistencia<br />

automatizados.<br />

La creación de sistemas interactivos multimodales<br />

inteligentes requiere de la integración de varias<br />

tecnologías computacionales y de comunicaciones, en<br />

particular de sistemas de reconocimiento <strong>del</strong> habla y<br />

de visión computacional, así como de reconocimiento<br />

para la codificación de señales en otras modalidades<br />

sensoriales. Adicionalmente, las imágenes reconocidas<br />

por estos sistemas requieren ser interpretadas de manera<br />

coordinada en relación a un contexto, es decir, a una<br />

situación espacial y temporal, en la que interactúan un<br />

ser humano y un sistema computacional, en un dominio<br />

conversacional (e.g., proveer un servicio de asistencia<br />

específico, jugar con el anciano, etc.), en el que hay un<br />

conjunto de objetivos informacionales y un conjunto de<br />

procedimientos para conseguirlos, en relación a la memoria<br />

de la propia interacción (i.e., el discurso conversacional) y<br />

también en relación a la memoria episódica y semántica<br />

(Tulving, 1972). De manera más general, el proceso<br />

de interpretación consiste en asignar un significado<br />

a la información reconocida y corresponde a lo que


conocemos intuitivamente como percepción. Los sistemas<br />

computacionales deben, además, producir las acciones<br />

lingüísticas o motoras necesarias para responder a las<br />

intenciones expresadas por los seres humanos, es decir,<br />

deben de actuar, y de esta manera proveer los servicios<br />

de asistencia de los que hemos venido hablando. Todo<br />

este proceso es sumamente complejo y su solución<br />

requiere, a su vez, de la solución de varios problemas de<br />

diferentes disciplinas científicas y tecnológicas, planteados<br />

a diferentes niveles de abstracción y en diferentes marcos<br />

conceptuales. Sin embargo, podemos señalar dos aspectos<br />

centrales para hacer posible esta integración; el primero es<br />

definir la estructura de la tarea asistencial; esta estructura<br />

puede conceptualizarse en términos de las intenciones<br />

genéricas que el anciano puede expresar potencialmente<br />

en el contexto de la interacción, el conjunto de acciones<br />

genéricas que el sistema debe poder realizar para satisfacer<br />

dichas intenciones y los protocolos genéricos que<br />

relacionan intenciones y acciones que se pueden expresar<br />

y realizar a lo largo de la prestación <strong>del</strong> servicio asistencial.<br />

Cada sistema asistencial tiene una estructura específica,<br />

la cual se puede definir a partir <strong>del</strong> análisis. El segundo<br />

aspecto se refiere al diseño y programación de diversos<br />

algoritmos de reconocimiento, interpretación y generación<br />

de conductas (i.e., lingüística, motora, etc.), de alto grado<br />

de especialización, pero utilizables potencialmente en<br />

diversas aplicaciones. Adicionalmente, se requiere de una<br />

metodología y una plataforma tecnológica que integre<br />

ambos aspectos de manera simple y coherente y que haga<br />

factible el desarrollo de sistemas asistenciales con tiempos<br />

y costos aceptables.<br />

Las tecnologías de interacción con lenguaje hablado y<br />

visión computacional en plataformas fijas y robots móviles<br />

para diversas aplicaciones, y en particular para el campo<br />

de la salud, son objeto de un esfuerzo de investigación y<br />

desarrollo muy amplio en el mundo desarrollado, y poco<br />

a poco iremos viendo su introducción en los entornos<br />

tanto públicos como privados. La importancia de estas<br />

tecnologías se verá en su maduración y penetración<br />

paulatina, más que en un salto cuantitativo. En el entorno<br />

nacional contamos con un reducido número de grupos de<br />

investigación localizados en instituciones académicas. En<br />

particular, en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas<br />

Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM se viene<br />

desarrollando desde hace más de 12 años el proyecto<br />

Diálogos Inteligentes Multimodales en Español (DIME),<br />

TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />

en el que se enclava el proyecto Golem. El proyecto DIME<br />

se ha enfocado en el desarrollo de una metodología para<br />

la especificación e interpretación de estructuras de tarea<br />

para aplicaciones genéricas (i.e., mo<strong>del</strong>os de diálogos<br />

multimodales), así como su ambiente de programación<br />

declarativo (Pineda et al., 2010). El proyecto contempla<br />

asimismo el desarrollo de tecnología para el reconocimiento<br />

e interpretación <strong>del</strong> habla, el reconocimiento de gestos<br />

como apuntar por medio de visión computacional, así<br />

como una arquitectura cognitiva para la integración de las<br />

aplicaciones (ídem). Asimismo, a lo largo de estos años<br />

se ha llevado a cabo una extensa labor de creación de<br />

corpus lingüísticos y herramientas computacionales para<br />

la interpretación <strong>del</strong> español hablado en sus diferentes<br />

niveles de interpretación y, de manera muy particular, en<br />

el nivel fonético y léxico (Pineda et al., 2009). El proyecto<br />

se ha concentrado también en el desarrollo de aplicaciones<br />

como el sistema “Adivina la carta: Golem en Universum”,<br />

que se exhibe en un módulo permanente de dicho museo<br />

de ciencias de la UNAM, en el que los usuarios sostienen<br />

un diálogo en español hablado en coordinación con<br />

interpretaciones visuales <strong>del</strong> sistema (Meza et al., 2010),<br />

como se muestra en la figura 3.<br />

Figura 3. Sistema “Adivina la carta: Golem en Universum”.<br />

En el caso de robots móviles, se desarrolló el robot Golem<br />

y recientemente inició el desarrollo <strong>del</strong> robot Golem-2, que<br />

es capaz de guiar una sesión de carteles en español hablado<br />

al identificar los carteles de manera visual e interpretar<br />

gestos de apuntar realizados por el visitante en el curso de<br />

la interacción (Avilés et al., 2010), como se muestra en la<br />

figura 4.<br />

21


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Figura 4. Robot Golem-2 guiando una sesión de carteles.<br />

Finalmente, aunque estas aplicaciones no están dirigidas<br />

hacia la atención a adultos mayores, ilustran lo que se<br />

puede lograr con la tecnología; para la creación de dichas<br />

aplicaciones es necesario definir la estructura de la tarea,<br />

proveer el conocimiento específico para la aplicación y<br />

adecuar los algoritmos de reconocimiento e interpretación.<br />

3. INTERFACES CEREBRO-COMPUTADORA<br />

Múltiples enfermedades provocan un deterioro en las vías<br />

de comunicación normales <strong>del</strong> cerebro, tales como vías<br />

nerviosas periféricas y músculos. Entre estas patologías,<br />

algunas de ellas relacionadas con el envejecimiento, se<br />

puede mencionar el síndrome de enclaustramiento, la<br />

esclerosis lateral amiotrófica, los accidentes vasculares<br />

cerebrales o la sección medular. Con el objetivo de mejorar,<br />

en la medida de lo posible, la calidad de vida de personas<br />

con capacidades reducidas para interactuar con su entorno,<br />

se han desarrollado los dispositivos conocidos como<br />

Interfaces Cerebro-Computadora (ICC), que pretenden<br />

establecer vías de comunicación, de control ambiental y de<br />

manipulación robótica mediante interfaces controladas con<br />

señales electroencefalográficas (Vidal, 1973).<br />

Entre los diferentes tipos de ICC se pueden considerar<br />

dos grandes clasificaciones: las invasivas, que funcionan<br />

con electrodos intracraneales y actúan a base de<br />

señales directamente registradas <strong>sobre</strong> la corteza<br />

(electrocorticografía), y las no invasivas, en donde se<br />

colocan electrodos de superficie, para detectar diversos<br />

tipos de paradigmas de estimulación (Farwell y Donchin,<br />

1988), tales como potenciales evocados visuales de estado<br />

estacionario, sincronización y desincronización relacionada<br />

a eventos (ritmos m y b), potenciales relacionados a<br />

eventos (P300), etc.<br />

22<br />

Una ICC consta de varios módulos, como puede observarse<br />

en la figura 5. Las señales cerebrales son provocadas por<br />

un módulo de estimulación que presenta el paradigma<br />

necesario para separar la intención <strong>del</strong> sujeto dentro<br />

de un conjunto de estímulos visuales o auditivos. Se<br />

adquieren y procesan a través de sistemas de amplificación<br />

y pretratamiento que permite la extracción de aquellas<br />

características necesarias para clasificar las respuestas<br />

útiles <strong>del</strong> sujeto. Una vez separadas las señales y detectado<br />

el estímulo que el sujeto desea comunicar, la interfaz con<br />

la aplicación permite actuar <strong>sobre</strong> los diversos dispositivos,<br />

que pueden ser desde un <strong>del</strong>etreador en una pantalla, una<br />

silla de ruedas o un brazo robótico. El sistema retroalimenta<br />

la decisión al sujeto y repite la maniobra de estimulación,<br />

para continuar con el mecanismo de comunicación<br />

(Wolpaw et al., 2000).<br />

Figura 5. Componentes de una Interfaz Cerebro-Computadora.<br />

Como ejemplo de aplicación, un grupo de investigadores<br />

de Argentina y México diseñó, implementó y evaluó una<br />

plataforma de simulación realista que pudiese soportar<br />

aplicaciones robóticas simuladas en tiempo real, desde el<br />

comando de una ICC basada en potenciales relacionados<br />

a evento, en particular la onda P300. Para las pruebas, se<br />

simuló el comportamiento de una silla de ruedas en un<br />

ambiente virtual (Gentiletti, et al., 2009).<br />

El sistema consta de un módulo de adquisición de 6<br />

canales de EEG y una computadora de presentación<br />

de estímulos, consistentes en una matriz de elementos<br />

icónicos, adaptada para los propósitos <strong>del</strong> control de<br />

navegación, que permite evocar potenciales P300<br />

usando el paradigma de evento raro. Adicionalmente, se<br />

desarrollaron algoritmos de procesamiento de señales<br />

y clasificación mediante un análisis discriminante lineal<br />

por pasos, usando características temporales obtenidas<br />

directamente <strong>del</strong> EEG. Un mo<strong>del</strong>o físicamente realista de


silla de ruedas, con control autónomo y control por usuario,<br />

fue usado como el elemento robótico en el sistema. El<br />

mo<strong>del</strong>o incluye las definiciones de estructura (motores,<br />

chasís, ruedas y su cinética), así como el comportamiento<br />

dinámico (silla real además de las distribuciones de masa de<br />

un humano promedio). Un sistema inteligente provee de<br />

un control semi-automático a partir de valores observados<br />

de 31 sensores infrarrojos y de 24 sensores de contacto<br />

distribuidos en posiciones estratégicas de la silla simulada.<br />

Asimismo, se generó un ambiente virtual para navegar el<br />

mo<strong>del</strong>o simulado.<br />

La figura 6 muestra la instalación final <strong>del</strong> sistema<br />

desarrollado, en donde se observa el módulo de<br />

estimulación (pantalla con las flechas) y el despliegue <strong>del</strong><br />

espacio virtual simulado (pantalla trasera), para fines de<br />

retroalimentación; también se muestran varias vistas <strong>del</strong><br />

ambiente generado para la navegación de la silla de ruedas.<br />

Figura 6. Instalación final de la ICC para control de una silla de<br />

ruedas virtual y su ambiente de navegación.<br />

Este tipo de tecnología reduce la dependencia <strong>del</strong><br />

paciente y le permite un control adecuado de su entorno,<br />

de dispositivos robóticos y de prótesis con la finalidad<br />

de mejorar su calidad de vida. Las ICC representan un<br />

campo de desarrollo tecnológico muy activo, tanto a nivel<br />

nacional como internacional, por lo que se continuará<br />

viendo un rápido incremento en las vías y la velocidad de<br />

comunicación <strong>del</strong> paciente, el tiempo de uso continuo de<br />

la interfaz y el número de potenciales aplicaciones de esta<br />

tecnología.<br />

4. TECNOLOGÍAS DE BAJO COSTO PARA<br />

ATENCIÓN DE PACIENTES DE LA TERCERA EDAD<br />

La tecnología tiene un impacto muy importante en la<br />

atención de la salud en general y, en particular, en la<br />

TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />

atención a pacientes geriátricos. Pero muchas de estas<br />

tecnologías implican un costo muy elevado, no accesible a<br />

todos los pacientes ni a todos los hospitales. Por lo tanto,<br />

dichas tecnologías no tienen el impacto esperado a nivel de<br />

la población en general.<br />

Nuestra hipótesis es que en muchos casos es posible<br />

desarrollar tecnología de bajo costo con impactos<br />

similares a otras soluciones mucho más costosas. Esto es<br />

particularmente importante en la medicina geriátrica, dado<br />

el alto crecimiento esperado de la población de 60 años y<br />

más. Si no se abaten los costos, será imposible en el futuro<br />

proveer la atención adecuada a toda la población que lo<br />

requiera. Como un ejemplo <strong>del</strong> desarrollo de tecnología<br />

accesible, presentamos un sistema para rehabilitación de<br />

pacientes que han sufrido embolias cerebrales.<br />

Terapia por gestos<br />

Una embolia o ataque vascular cerebral (EVC) es un<br />

padecimiento muy común, en particular en personas<br />

mayores. Al sufrir una embolia, la persona frecuentemente<br />

pierde la capacidad de movimiento de las extremidades<br />

(brazo y pierna) <strong>del</strong> lado opuesto (ya sea izquierdo o<br />

derecho) al hemisferio cerebral donde sufrió el daño.<br />

En ocasiones también pueden afectarse su capacidad<br />

de lenguaje y otras facultades. En los últimos años se<br />

ha demostrado que un importante porcentaje de las<br />

personas que han sufrido una embolia pueden recuperar el<br />

movimiento en buena medida, a través de la plasticidad <strong>del</strong><br />

cerebro. Pero esta recuperación implica un gran esfuerzo<br />

de la persona afectada durante un prolongado periodo<br />

de rehabilitación. La rehabilitación consiste básicamente<br />

en ejercitar los miembros afectados, bajo la guía de un<br />

terapeuta. De esta forma se van recuperando poco a poco<br />

capacidades básicas como caminar, manipular objetos,<br />

hasta poder regresar a llevar una vida normal.<br />

Se han desarrollado diversos sistemas robóticos para apoyar<br />

a la rehabilitación tanto de extremidades superiores como<br />

inferiores, pero estos sistemas son muy costosos, lo que<br />

dificulta su uso en las unidades de rehabilitación, y sería<br />

imposible pensar en su adquisición por parte <strong>del</strong> paciente<br />

para continuar su rehabilitación en casa. Una alternativa de<br />

bajo costo es el sistema de Terapia por Gestos, orientado a<br />

la rehabilitación de extremidades superiores.<br />

23


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

En el Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica, Óptica y Electrónica<br />

(INAOE), en colaboración con investigadores y médicos de<br />

la Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México (UNAM), el<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía (INNN) y<br />

la Universidad de California en Irvine, hemos desarrollado<br />

el sistema de Terapia por Gestos (Sucar et al., 2010).<br />

Este sistema combina técnicas de visión por computadora<br />

y realidad virtual para ayudar a la rehabilitación de las<br />

extremidades superiores de pacientes que han sufrido<br />

embolias cerebrales. El sistema, basado en el uso de<br />

elementos de bajo costo como una computadora personal,<br />

una cámara y una manija o gripper, permite al paciente<br />

realizar la terapia en casa sin la necesidad de un terapeuta,<br />

y mantiene su motivación al interactuar con juegos por<br />

computadora.<br />

El sistema de Terapia por Gestos consta de una computadora<br />

donde se ejecutan los programas, una videocámara para<br />

observar los movimientos <strong>del</strong> paciente y una manija que<br />

el paciente toma con la mano <strong>del</strong> miembro afectado, lo<br />

cual facilita el seguimiento visual de su mano y también<br />

mide la presión que ejerce al apretarla. Para ello se tienen<br />

dos programas principales: seguimiento visual y ambiente<br />

virtual.<br />

El programa de seguimiento visual analiza las imágenes<br />

obtenidas de la cámara y realiza el seguimiento de la<br />

posición de la mano en el espacio en tres dimensiones.<br />

Para ello se auxilia de una esfera de color en un extremo<br />

de la manija, que es lo que realmente sigue el sistema.<br />

La posición en el espacio de la esfera se estima mediante<br />

técnicas de visión por computadora que combinan<br />

información de color y textura <strong>del</strong> objeto, con estimaciones<br />

de su posición, considerando sus posiciones en las<br />

imágenes previas. Estas técnicas están basadas en mo<strong>del</strong>os<br />

estadísticos (filtros de partículas) que realizan un muestreo<br />

de diversas posibles posiciones de la pelota y seleccionan<br />

en cada instante la más probable. Para ello, se aprende un<br />

mo<strong>del</strong>o de la apariencia de la pelota de una sola imagen de<br />

ejemplo, donde el usuario indica la posición de la pelota<br />

en la imagen. Después de esto, el sistema puede seguir la<br />

pelota en el video, obteniendo su posición en la imagen<br />

(horizontal y vertical, o X, Y) y estimando su profundidad<br />

(Z) a partir <strong>del</strong> tamaño relativo de la pelota en la imagen.<br />

Una vez que se obtiene la posición de la mano <strong>del</strong> paciente<br />

a través <strong>del</strong> sistema de seguimiento visual, ésta se envía<br />

24<br />

a un ambiente simulado <strong>del</strong> estilo de realidad virtual, con<br />

el cual interactúa el paciente mediante el movimiento <strong>del</strong><br />

brazo afectado. En el ambiente virtual, el paciente tiene<br />

que realizar diversas actividades que lo obligan a ejercitar el<br />

miembro afectado. El ambiente virtual para rehabilitación<br />

se puede ver como similar a los juegos de video, aunque<br />

con dos diferencias importantes. Por un lado, los ejercicios<br />

están diseñados para obligar al paciente a ejercitar las<br />

diferentes partes <strong>del</strong> brazo que son importantes para<br />

la rehabilitación (hombro, codo, muñeca, e incluso los<br />

dedos) con diferentes tipos de movimiento como flexión,<br />

extensión y prensión, entre otros. Por otro lado, los<br />

ambientes están diseñados para simular actividades de la<br />

vida diaria, ya que lo que se busca es que el paciente pueda<br />

regresar a hacer una vida normal. Ejemplos de algunas de<br />

las actividades son: limpiar una ventana, pintar un cuarto,<br />

cocinar un huevo, ir al supermercado, etc. Un ejemplo de<br />

uno de estos ambientes se ilustra en la figura 7A.<br />

El sistema de Terapia por Gestos se encuentra actualmente<br />

en pruebas clínicas en la Unidad de Rehabilitación <strong>del</strong><br />

INNN. La figura 7B muestra a un paciente utilizando el<br />

sistema. Los resultados preliminares de las pruebas son<br />

prometedores, ya que los pacientes que han utilizado el<br />

sistema presentan una mejora clínica significativa después<br />

de algunas semanas, con impactos similares a sistemas<br />

robóticas mucho más costosos y a la terapia tradicional.<br />

Figura 7A. Se observa uno de los ambientes virtuales <strong>del</strong> sistema<br />

de terapia por gestos, donde el paciente tiene que “cocinar un<br />

huevo”. El “brazo”, que aparece recortado en la imagen, muestra<br />

la posición en el mundo virtual <strong>del</strong> brazo <strong>del</strong> paciente, quien tiene<br />

que mover su brazo para tomar el huevo (ejerciendo presión en<br />

la manija), llevarlo al sartén y luego soltarlo.


Figura 7B. Un paciente en el INNN interactuando con el<br />

sistema. El paciente sostiene la manija con su mano afectada<br />

interactuando con el ambiente virtual que se observa en la<br />

pantalla.<br />

CONCLUSIONES<br />

Dos de los fenómenos característicos de nuestro tiempo<br />

son los avances tecnológicos, particularmente los derivados<br />

<strong>del</strong> desarrollo de las tecnologías de la información y<br />

comunicaciones, y el envejecimiento de la población.<br />

Ambos dan pie al desarrollo <strong>del</strong> área multidisciplinaria de<br />

la Gerontecnología.<br />

La investigación en Gerontecnología requiere de la<br />

intervención de especialistas de una variedad de disciplinas<br />

como la Medicina, las Ciencias de la Computación, la<br />

Bioingeniería y la Psicología. Su agenda de investigación<br />

debe ser guiada por las necesidades que surgen <strong>del</strong><br />

envejecimiento de la población, como son las de propiciar<br />

que el adulto mayor haga una vida independiente,<br />

permitiéndole vivir en su hogar el mayor tiempo posible, así<br />

como mejorar las condiciones de quienes cuidan de adultos<br />

mayores, particularmente aquellos que por su situación<br />

demandan atención constante.<br />

Sin embargo, el desarrollo de mejores soluciones requiere<br />

también <strong>del</strong> conocimiento <strong>del</strong> estado <strong>del</strong> arte de la<br />

tecnología y de capacidades de investigación en estas<br />

áreas que hagan posible superar los límites <strong>del</strong> estado <strong>del</strong><br />

arte cuando las características <strong>del</strong> problema a abordar lo<br />

requieran. Asimismo, es necesario evaluar el impacto de<br />

las soluciones tecnológicas en términos <strong>del</strong> beneficio que<br />

ofrece a los usuarios a quienes está dirigida y de sus costos.<br />

En este trabajo hemos presentado algunos de los trabajos<br />

de investigación que se desarrollan en México, ya sea que<br />

estén orientados específicamente a atender retos derivados<br />

<strong>del</strong> envejecimiento, o bien, que pueden aplicarse en este<br />

ámbito.<br />

REFERENCIAS<br />

TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />

Avilés, H., Alvarado, M., Venegas, E., Rascón., C., Meza,<br />

I., Pineda, L. (2010). Development of a Tour-<br />

Guide Robot Using Dialog Mo<strong>del</strong>s and a Cognitive<br />

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521.<br />

Farwell, L.A., Donchin, E. (1988). “Talking off the Top<br />

of Your Head: Toward a Mental Prosthesis Utilizing<br />

Event-Related Brain Potentials”. Electroenceph Clin<br />

Neurophysiol, 70, pp. 510-523.<br />

Gentiletti, G.G., Gebhart, J.G., Acevedo, R.C., Yánez-<br />

Suárez, O., Medina-Bañuelos, V. (2009). Command<br />

of a simulated wheelchair on a virtual environment<br />

using a brain-computer interface. IRBM- Ingenierie et<br />

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Research, 30 (5-6), pp. 218-225.<br />

Meza, I., Salinas, L., Venegas, E., Castellanos, H., Chavarria,<br />

A., Pineda, L.A. (2010). Specification and Evaluation<br />

of a Spanish Conversational System Using Dialogue<br />

Mo<strong>del</strong>s. IBERAMIA 2010, Lectures Notes in Artificial<br />

Intelligence, 6433, Springer-Verlag, pp. 346-355.<br />

Morán, A.L., Victoria Meza-Kubo (2009). “Towards a<br />

Tele-assistance Service for the Cognitive Stimulation<br />

of Elders with Cognitive Decline”, International<br />

Conference on eHealth, Telemedicine, and Social<br />

Medicine (eTelemed). Febrero 1-7- Cancún, México,<br />

pp. 160-165.<br />

Pineda, L., Meza, I., Salinas, L. (2010). Dialogue Mo<strong>del</strong><br />

Specification and Interpretation for Intelligent<br />

Multimodal HCI. En: A. Kuri-Morales y G. Simari<br />

(eds.). IBERAMIA 2010, Lectures Notes in Artificial<br />

Intelligence, 6433, Springer-Verlag, pp. 20-29.<br />

Pineda, L. A., Castellanos, H., Cuétara J., Galescu, L.,<br />

Júarez, J., Llisterri, J., Pérez, P., y Villaseñor, L. (2009).<br />

The Corpus DIMEx100: Transcription and Evaluation.<br />

Language Resources and Evaluation. Versión<br />

electrónica 2009. DOI: 10.1007/s10579-009-<br />

9109-9 (por aparecer en versión impresa).<br />

Sucar, L. E., R. Luis, R. Leder, J. Hernández, I. Sánchez<br />

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agosto.<br />

Tárraga, L.M., et al. (2006). A Randomized Pilot Study<br />

to Assess the Efficacy of an Interactive, Multimedia<br />

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J. Neurol. Psychiatry 77 (23), pp. 1116-1121.<br />

25


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

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Tangible User Interfaces. IBM Syst. J., 39 (3-4), pp.<br />

915-931.<br />

Vidal, J.J. (1973). Toward Direct Brain–Computer<br />

Communication. Annu. Rev. Biophys. Bioeng, pp.<br />

157-180.<br />

Wolpaw, J.R., et al. (2000). “Brain-computer interface<br />

technology: A review of the first international meeting”.<br />

IEEE Transactions on Rehabilitation Engineering, 8<br />

(2), pp. 164-173.<br />

26


EXPERIENCIAS<br />

INTERNACIONALES<br />

La organización de la<br />

investigación <strong>sobre</strong><br />

envejecimiento en Canadá y en<br />

Quebec<br />

HÉLÈNE PAYETTE


LOS INSTITUTOS DE INVESTIGACIÓN EN SALUD<br />

EN CANADÁ<br />

Los Institutos de Investigación en <strong>Salud</strong> en Canadá<br />

(IICS, por sus siglas en inglés) son los responsables de<br />

financiar la investigación en general, no sólo en el área de<br />

envejecimiento. Trabajan con un enfoque multidisciplinario<br />

y están organizados en un marco de 13 institutos virtuales,<br />

cada uno de ellos dedicado a un área específica de<br />

investigación (figura 1).<br />

Figura 1. Los 13 Institutos Virtuales de Investigación en <strong>Salud</strong>.<br />

Figura 2. Operación de los Institutos de Investigación en <strong>Salud</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Salud</strong> en Canadá.<br />

28<br />

El rompecabezas de la figura 1 representa la interconexión<br />

entre las diversas áreas temáticas, agrupando en cada<br />

instituto a investigadores multidisciplinarios. Este<br />

concepto alienta la cultura de la colaboración a través de<br />

las fronteras disciplinarias, aumentando la fuerza colectiva<br />

y la innovación.<br />

El ambiente operativo de los IICS se ejemplifica en la<br />

figura 2, donde se observa a los 13 institutos virtuales<br />

dedicados a competir por el financiamiento, buscar<br />

estrategias, traducir el conocimiento, así como desarrollar<br />

otros programas. Los proyectos se financian a través de<br />

fondos para investigación, becas de entrenamiento, becas<br />

de apoyo para las carreras, así como otras plataformas y<br />

herramientas. Lo anterior ofrece mayor capacidad para<br />

investigar, para ser competitivos, para tener la mejor<br />

investigación adaptada al sistema de salud y para crear<br />

conocimiento en salud.<br />

En la figura 3 se presenta la visión integral de la organización,<br />

la cual descansa <strong>sobre</strong> cuatros pilares: 1) biológico, 2)<br />

clínico, 3) servicios de salud y 4) sociedad, cultura,<br />

ambiente y salud de la población. Todos los institutos están<br />

regidos por una junta de gobierno (governing council) y


Figura 3. Organización de la investigación en salud en Canadá.<br />

Junta de gobierno.<br />

por comités de pares; cada uno cuenta con un director<br />

y un comité asesor. A su vez, todos los investigadores<br />

pertenecen a un instituto temático.<br />

INICIATIVAS ESTRATÉGICAS<br />

El financiamiento está organizado <strong>del</strong> modo que se ilustra<br />

en la figura 4. Hay dos concursos por año para obtener<br />

financiamiento; dos terceras partes <strong>del</strong> presupuesto se<br />

destinan a la administración de la iniciativa <strong>del</strong> investigador<br />

y el resto va a la iniciativa estratégica que desarrolla el<br />

instituto temático y a los proyectos orientados a los<br />

principales problemas de salud. Todas las solicitudes<br />

exitosas de las iniciativas se evalúan mediante la revisión<br />

de pares (peer review).<br />

Figura 4. Cómo se financian los ICIS.<br />

En la figura 5 se presenta un ejemplo de iniciativa estratégica<br />

exitosa; se trata de la problemática de la movilidad de los<br />

canadienses mayores, identificada en 2005 por el Instituto<br />

de <strong>Envejecimiento</strong>. Durante ocho años a partir de entonces<br />

se ha destinado la mayor parte <strong>del</strong> presupuesto a la<br />

investigación, traducción <strong>del</strong> conocimiento y traducción de<br />

LA ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE ENVEJECIMIENTO EN CANADÁ Y EN QUEBEC<br />

Figura 5. Iniciativa estratégica <strong>sobre</strong> movilidad en el<br />

envejecimiento <strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>.<br />

necesidades en diversos retos asociados con la movilidad<br />

de canadienses viejos.<br />

El reto identificado abarcaba todos los aspectos: biológicos,<br />

ambientales, de ingeniería, de humanidades y de ciencias<br />

sociales. Las áreas de investigación eran muy diversas,<br />

como se observa en el mismo cuadro.<br />

Los primeros dos años se dedicaron a la planeación y al<br />

desarrollo de fondos, así como a la discusión e interacción<br />

con los posibles socios (partnership) y a la consulta con<br />

la comunidad para conocer las necesidades de ésta. Las<br />

actividades desarrolladas de 2005 a 2008 se presentan en<br />

la figura 6.<br />

Figura 6. Planeación de la iniciativa estratégica.<br />

En la figura 7, se presenta la gráfica <strong>del</strong> financiamiento<br />

dedicado al proyecto de movilidad en relación al total<br />

<strong>del</strong> presupuesto <strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>. Se<br />

observa que entre 2005 y 2007 fue muy bajo, pues el<br />

proyecto estaba en etapa de planeación; sin embargo, el<br />

presupuesto se incrementó gradualmente y 2010 fue el<br />

año en que hubo mayor inversión, proveniente de las becas<br />

29


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Figura 7. Financiamiento de la estrategia <strong>sobre</strong> movilidad.<br />

de investigación y diversos reconocimientos al equipo.<br />

Sin embargo, este presupuesto irá disminuyendo hasta<br />

2014, por lo que ya se ha estado pensando en una nueva<br />

iniciativa estratégica que fortalezca la investigación <strong>sobre</strong><br />

esta área en Canadá.<br />

Otro buen ejemplo de iniciativa estratégica es el Estudio<br />

Longitudinal Canadiense <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> (CLSA,<br />

por sus siglas en inglés), que fue realmente una iniciativa<br />

<strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>. El CLSA habló con los<br />

interesados, el gobierno y los posibles socios. La validación<br />

de los estudios se hizo con presupuesto <strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong>, cuya directora es la vocera <strong>del</strong> CLSA para<br />

los Institutos Canadienses de Investigación en <strong>Salud</strong>.<br />

El estudio CLSA es una estrategia clave <strong>del</strong> Instituto<br />

Canadiense de Investigación en <strong>Salud</strong>; es fundamentalmente<br />

multidisciplinario, pues en él están involucrados más de<br />

160 investigadores de 26 institutos a lo largo <strong>del</strong> país.<br />

Se pretende que este estudio sea muy innovador y que<br />

abarque desde las células hasta la sociedad en su conjunto;<br />

ha reclutado a personas cuyas edades van de los 45 a los<br />

90 años con un seguimiento a 20 años.<br />

Las características cuantitativas <strong>del</strong> CLSA se presentan en<br />

la figura 8. La cohorte inicial es de 50 mil personas a lo<br />

largo de todo el país. La información se obtuvo a través<br />

de cuestionarios y de las bases de datos vinculadas. Cada<br />

individuo va a ser contactado cada tres años. Los datos a<br />

profundidad se obtendrán de 30 mil personas en 11 sitios<br />

de Canadá, con exámenes clínicos, biológicos y físicos.<br />

Ambos ejemplos de iniciativa estratégica han resultado<br />

realmente exitosos en las investigaciones que apoya el<br />

Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>.<br />

30<br />

Figura 8. Diseño <strong>del</strong> Estudio Longitudinal Canadiense <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong>.<br />

LA RED DE INVESTIGACIÓN SOBRE<br />

ENVEJECIMIENTO DE QUEBEC<br />

La Red de Investigación <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> de Quebec<br />

ya tiene varios años y es una de las 18 redes financiadas<br />

por los Fondos de Investigación en <strong>Salud</strong> de Quebec<br />

(FRSQ). Esta red encabeza el esfuerzo de la investigación<br />

<strong>sobre</strong> envejecimiento con casi 435 investigadores<br />

independientes, incluyendo estudiantes graduados y de<br />

posdoctorado de varias universidades de Quebec. Los<br />

temas y áreas de investigación están alineados con los <strong>del</strong><br />

Instituto Canadiense de Investigación en <strong>Salud</strong> (CIHR),<br />

abarcando investigación biomédica, clínica, de servicios<br />

de salud, poblacional y de salud pública. La estructura<br />

organizacional de la red se presenta en la figura 9.<br />

Como se observa, hay varios accesos a los equipos<br />

multidisciplinarios y se tienen varias plataformas: una de<br />

ratones envejecidos, otra de herramientas en investigación<br />

y envejecimiento y el consorcio <strong>del</strong> estudio longitudinal en<br />

envejecimiento.<br />

La misión es apoyar la investigación multidisciplinaria<br />

e interuniversitaria <strong>sobre</strong> envejecimiento, basada en<br />

varios enfoques metodológicos; incrementar la capacidad<br />

investigativa en este campo; promover el desarrollo de<br />

una masa crítica de investigadores y estudiantes en el<br />

campo <strong>del</strong> envejecimiento en el nivel internacional y de<br />

Canadá; y estimular y facilitar la creación de coaliciones<br />

entre los equipos de investigación de la red, así como con<br />

instituciones públicas y privadas.


LA ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE ENVEJECIMIENTO EN CANADÁ Y EN QUEBEC<br />

Figura 9. Estructura organizacional de la Red de Quebec <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> (2008-2012).<br />

Para lograr lo anterior se han estipulado algunos objetivos<br />

estratégicos: proveer apoyo para un número fundamental<br />

de iniciativas de investigación, incrementar la capacidad de<br />

investigación en el campo de envejecimiento, mantener<br />

y desarrollar una infraestructura común y de plataformas,<br />

hacer <strong>del</strong> conocimiento adquirido accesible a profesionales<br />

de la salud y al público, y fortalecer lazos bilaterales con<br />

asociaciones, fundaciones a varios niveles de gobierno e<br />

industria.<br />

Para cubrir estos objetivos se han desarrollado 6 programas<br />

estratégicos, con los siguientes propósitos:<br />

1.- Mantener una masa crítica de investigadores y grupos<br />

temáticos.<br />

2.- Apoyar al consorcio para el estudio longitudinal <strong>sobre</strong><br />

envejecimiento.<br />

3.- Apoyar la plataforma común de la Red para la<br />

Investigación <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>.<br />

4.- Apoyar un programa de desarrollo de capacidades en<br />

investigación.<br />

5.- Apoyar el programa de transferencia, intercambio y<br />

coparticipación de conocimiento.<br />

6.- Apoyar las solicitudes de becas de los asociados<br />

canadienses e internacionales.<br />

Con el propósito de mantener una masa crítica de<br />

investigadores dentro de los grupos temáticos de la<br />

red, cierta cantidad de dinero se destina para apoyar la<br />

relación sinérgica de proyectos piloto que tengan un<br />

enfoque innovador para obtener mayores fondos. Por<br />

ejemplo, el inicio <strong>del</strong> estudio <strong>sobre</strong> el área de nutrición fue<br />

financiado por el Instituto de <strong>Envejecimiento</strong>, contó con<br />

una cohorte de 2 mil personas seguidas durante 5 años y<br />

luego se obtuvo financiamiento <strong>del</strong> Instituto Canadiense<br />

de Investigación en <strong>Salud</strong>. Esto es lo que se llama “dinero<br />

semilla”: permite apoyar proyectos que posteriormente<br />

serán financiados por otras instancias.<br />

Las preguntas complejas deben ser examinadas a la luz de<br />

varias disciplinas y de diversos enfoques metodológicos.<br />

Otra forma de lograr los objetivos de la Red es apoyar el<br />

consorcio <strong>del</strong> estudio longitudinal <strong>sobre</strong> envejecimiento.<br />

31


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Hay seis estudios longitudinales que se están llevando en la<br />

actualidad en Quebec: 1) NuAGE, estudio <strong>sobre</strong> nutrición<br />

y envejecimiento exitoso; 2) ESA, Encuesta de salud para<br />

las personas mayores; 3) Epidemiología de los problemas<br />

de la salud mental y consecuencias en los servicios de<br />

salud; 4) CLSA, estudio longitudinal <strong>sobre</strong> envejecimiento,<br />

parte Quebec; 5) FRELE, estudio de la fragilidad y<br />

su expresión (componentes de la fragilidad, perfiles y<br />

trayectorias en la población de Quebec basado en una<br />

muestra); y 6) FrData, base de datos internacional <strong>sobre</strong><br />

fragilidad conformada con información de varios países y el<br />

análisis de sus componentes en adultos mayores. El dinero<br />

sirve para facilitar la armonización de los datos, desarrollar<br />

herramientas comunes de investigación, mantener las<br />

plataformas (base de datos y biobancos), facilitar el<br />

acceso a las plataformas por parte de los investigadores, así<br />

como promover un ambiente favorable al entrenamiento,<br />

la colaboración internacional y la transferencia de<br />

conocimiento. También se están apoyando las plataformas<br />

de los biobancos con dos mo<strong>del</strong>os de roedores para estudiar<br />

el envejecimiento, así como bases de datos.<br />

Transcripción y traducción: Delia Magdalena Namihira<br />

Guerrero<br />

32


EXPERIENCIAS<br />

INTERNACIONALES<br />

Centro Sealy para el<br />

<strong>Envejecimiento</strong> (SCOA):<br />

Un centro multidisciplinario<br />

con lazos internacionales<br />

REBECA WONG


El Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong> (SCOA por sus<br />

siglas en inglés) se encuentra en Galveston, dentro de<br />

la Universidad de Texas, en la rama médica de la Unidad<br />

de Ciencias de la <strong>Salud</strong>. A esta unidad pertenecen los<br />

programas de la Escuela de Medicina, de Enfermería,<br />

de Profesionales de la <strong>Salud</strong> y de Ciencias Biomédicas.<br />

La universidad cuenta con tres institutos y 28 centros,<br />

el Instituto de Humanidades Médicas, el Instituto de<br />

Inmunidad e Infecciones y el Instituto de Ciencias<br />

Ambientales.<br />

El Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong> es una institución<br />

líder en envejecimiento y longevidad; tiene un enfoque<br />

multidisciplinario, ya que tiene como socios a prácticamente<br />

todos los departamentos de la universidad. Uno de sus<br />

objetivos centrales es que los adultos mayores tengan un<br />

envejecimiento saludable y que vivan el mayor número de<br />

años posible con una buena calidad de vida.<br />

La misión <strong>del</strong> Centro Sealy es mejorar la calidad de<br />

vida de los adultos mayores a través de educación,<br />

investigación, servicios clínicos y sociales, participación<br />

y difusión comunitaria. El Centro cuenta con más de 60<br />

investigadores asociados que trabajan en cuatro grandes<br />

grupos temáticos:<br />

34<br />

•Efectividad comparativa<br />

•<strong>Salud</strong> de adultos hispanos<br />

•Mantenimiento de independencia física<br />

•Rehabilitación después de fracturas o enfermedad<br />

Algunos ejemplos de los resultados de las investigaciones<br />

que se están realizando y que son claves por la<br />

interdependencia entre Estados Unidos y México son los<br />

siguientes:<br />

•Por lo menos uno de cada 5 mexicanos tiene un hijo<br />

viviendo en Estados Unidos.<br />

•Los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos tienen<br />

mejor salud que los mexicanos que viven en México y,<br />

por lo tanto, gastan menos de su bolsillo y hacen menor<br />

uso de los servicios asistenciales de salud.<br />

•Los adultos mayores tienen una respuesta menor a la<br />

insulina, lo cual disminuye el crecimiento muscular, pero<br />

el ejercicio puede compensar este problema. El grupo de<br />

investigación en esta línea ha realizado ensayos clínicos<br />

controlados y ha encontrado nuevas herramientas<br />

para mejorar el crecimiento muscular, como son el<br />

levantamiento de pesas ligeras por los adultos mayores,<br />

la ingesta de suplementos de aminoácidos esenciales y<br />

andrógenos en mujeres adultas, cantidades moderadas<br />

de proteínas por comida y el uso de gravedad artificial en<br />

adultos que están en cama. En el cuadro 1 se presenta<br />

otro tipo de investigaciones en hispanos y latinos<br />

financiadas por los Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong>.<br />

Cuadro 1. Investigaciones <strong>sobre</strong> hispanos y latinos financiadas<br />

por los Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> (NIH, por sus siglas en<br />

inglés) hasta 2010.<br />

En el Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong> se están<br />

desarrollando otros centros de excelencia que representan<br />

la diversidad de iniciativas de investigación geriátrica y en<br />

medicina, a saber:<br />

• Claude Pepper Older Americans Independence Center<br />

• Center for Health and Health Disparities<br />

• Acute Care for Elders Unit (ACE)<br />

• Centro Colaborador OMS/OPS para <strong>Envejecimiento</strong> y<br />

<strong>Salud</strong><br />

El Centro Claude Pepper fomenta la independencia entre<br />

los adultos mayores. Se inició en 1999, con una beca de<br />

cerca de 6 millones de dólares de los Institutos <strong>Nacional</strong>es<br />

de <strong>Salud</strong>. Su objetivo es estudiar las intervenciones<br />

nutricionales, hormonales y de ejercicio para mantener la<br />

función muscular de los adultos mayores.<br />

El Centro para la <strong>Salud</strong> y la Inequidad en <strong>Salud</strong> recibió una<br />

beca de 9 millones de dólares por cinco años de Helen Eich<br />

para estudiar diferenciales en salud con un enfoque en los<br />

hispanos.


La Unidad de Cuidados Agudos para los Adultos es una<br />

unidad muy especial porque fue el primer hospital en Texas<br />

que se dedicó exclusivamente a cuidar a los adultos mayores<br />

con enfermedades agudas. Es un mo<strong>del</strong>o de investigación<br />

interdisciplinario para ayudar a prevenir la decadencia física<br />

después de una hospitalización y su propósito es reducir<br />

las complicaciones que siguen a ésta.<br />

El Centro Colaborador OMS/OPS para <strong>Envejecimiento</strong><br />

y <strong>Salud</strong> es el que tiene una colaboración central con el<br />

Instituto de Geriatría de México.<br />

CENTRO COLABORADOR OMS/OPS SOBRE<br />

ENVEJECIMIENTO Y SALUD:<br />

ORIGEN E INICIATIVAS<br />

En el año 2000, el SCOA inició una exploración para<br />

expandir y mejorar la investigación <strong>sobre</strong> poblaciones latinas<br />

y ampliar las colaboraciones internacionales. La Dra. Martha<br />

Peláez, consejera regional de la Organización Panamericana<br />

de la <strong>Salud</strong> <strong>sobre</strong> envejecimiento y salud, aportó ideas y<br />

apoyo para promover el establecimiento de un centro<br />

colaborador. Así, en 2005, la OMS y la OPS designaron<br />

a la Universidad de Texas, Rama Médica (UTMB) como<br />

un Centro Colaborador <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />

Al año siguiente, la UTMB buscó a un investigador con<br />

reputación internacional en envejecimiento en América<br />

Latina para dirigir el centro colaborador y en 2009, la<br />

OMS/OPS ratificó la designación de la UTMB como<br />

centro colaborador por 4 años más. Actualmente existen<br />

tres centros colaboradores OMS/OPS para investigación y<br />

educación geriátrica o envejecimiento, de los cuales el de<br />

la UTMB es el único en América <strong>del</strong> Norte.<br />

La misión <strong>del</strong> centro es colaborar con la OPS y la OMS<br />

en la identificación de instituciones en México y el resto<br />

de América Latina para establecer lazos para avanzar en<br />

la investigación y buscar oportunidades para la formación<br />

clínica y científica con enfoque en adultos mayores. Las<br />

actividades <strong>del</strong> centro son: fomentar las colaboraciones<br />

entre la región a través de investigaciones conjuntas,<br />

apoyar la formación de recursos humanos, compartir<br />

conocimientos y datos, y participar en eventos conjuntos.<br />

El centro ha establecido un programa formal de visitas<br />

académicas, en las que investigadores de América Latina<br />

estudian en UTMB en periodos de 3 a 12 meses. El<br />

programa se desarrolla a partir <strong>del</strong> establecimiento de<br />

contactos con instituciones en México y el resto de América<br />

CENTRO SEALY PARA EL ENVEJECIMIENTO (SCOA)<br />

Cuadro 2. Colaboración y proyectos <strong>del</strong> Centro Colaborador OPS/OMS.<br />

Latina. Los visitantes interactúan con los investigadores de<br />

este y otros centros de la UTMB, así como con estudiantes<br />

de doctorado y maestría de esta universidad. Los visitantes<br />

trabajan en proyectos de investigación predefinidos, como<br />

los programas de posdoctorado. Este programa tiene una<br />

duración de 12 a 24 meses y los participantes se vuelven<br />

futuros colaboradores. Algunos ejemplos de colaboraciones<br />

internacionales se presentan en el cuadro 2.<br />

También se dan colaboraciones a través de becas como la<br />

Fogarty International Research Collaboration Award de<br />

los Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> (R03 TW007614),<br />

como fue el caso <strong>del</strong> equipo de investigación en Bogotá,<br />

Colombia, dirigido por Carlos Cano, MD (PI-Colombia). El<br />

proyecto conjunto examina el proceso de discapacidad en<br />

adultos mayores de origen latino usando bases de datos<br />

poblacionales como el Hispanic Established Populations<br />

Epidemiologic Study of the Elderly (Hispanic EPESE) y el<br />

estudio SABE (<strong>Salud</strong>, Bienestar y <strong>Envejecimiento</strong>) en siete<br />

ciudades de América Latina.<br />

Las actividades planeadas para el periodo 2010-2014 son<br />

conferencias, talleres, publicaciones para mejorar la práctica<br />

clínica y la investigación científica. Se incluye, además,<br />

refinar la currícula educacional, influir en políticas de salud,<br />

continuar y mejorar el programa de visitas académicas<br />

con instituciones asociadas, crear becas clínicas y/o de<br />

investigación para posdoctorado y propiciar oportunidades<br />

de intercambio para estudiantes de maestría y doctorado.<br />

El compromiso de la UTMB con América Latina es<br />

específicamente con tres centros colaboradores OMS/OPS:<br />

el Centro Colaborador OMS en Enfermedades Tropicales,<br />

el Centro Colaborador OMS/OPS de Capacitación en<br />

<strong>Salud</strong> Internacional y el Centro Colaborador OMS/OPS en<br />

<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />

35


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Transcripción y traducción: Delia Magdalena Namihira<br />

Guerrero<br />

36


EXPERIENCIAS<br />

INTERNACIONALES<br />

La Red de <strong>Envejecimiento</strong> de<br />

España (RETICEF)<br />

FRANCISCO JOSÉ GARCÍA GARCÍA


El establecimiento de la Red de Investigación en<br />

<strong>Envejecimiento</strong> en España (RETICEF) ha costado<br />

mucho esfuerzo porque inicialmente no se veía como<br />

necesaria. Se ha logrado gracias a personajes como el Dr.<br />

Leocadio Rodríguez Mañas, coordinador actual de la Red.<br />

Según una anécdota narrada por Verbrugge (2005), un<br />

biólogo dijo en un congreso que había logrado aumentar<br />

la edad de las moscas, de lo que se sentía muy ufano; en<br />

algún momento le preguntaron cómo estaban las moscas<br />

y él comentó que no tenían alas. Esta anécdota ilustra el<br />

cambio <strong>del</strong> sentido de la investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />

de la red, que ahora está más orientado a la calidad de<br />

vida (discapacidad y fragilidad) y no a las enfermedades.<br />

En el esquema de Verbrugge (figura 1) se observa que<br />

el envejecimiento es un fenómeno muy complejo, con<br />

múltiples factores y moduladores de riesgo y protectores<br />

que actúan entre sí. Este esquema complejo se da también<br />

en el estudio de la fragilidad, por lo que, apoyados en esta<br />

aproximación, se estableció una serie de principios <strong>sobre</strong> la<br />

que debe basarse la red de envejecimiento español:<br />

•Propiciar el desarrollo de proyectos colaborativos que<br />

impulsen la investigación tradicional, subrayando la<br />

importancia de que los grupos se integren.<br />

•Impulsar la creación de cohortes poblacionales.<br />

•Promover la suficiencia financiera, facilitando la<br />

captación activa de fondos de investigación nacionales<br />

y europeos, públicos y privados.<br />

•Realizar una investigación competitiva dentro <strong>del</strong><br />

contexto europeo, que permita establecer nexos con las<br />

redes de excelencia en el seno de los programas Marco<br />

de la Unión Europea.<br />

Figura 1. Mo<strong>del</strong>o de Verbrugge <strong>sobre</strong> el proceso de envejecimiento<br />

(modificado).<br />

38<br />

La Red de <strong>Envejecimiento</strong> aglutina a su vez a cuatro redes<br />

de investigación, conformadas por distintos grupos: la Red<br />

de Investigación básica (26 grupos), la de Enfermería<br />

(1 grupo de evaluación de cuidados de enfermería), la<br />

Clínica (6 grupos clínicos con perfil poblacional) y la de<br />

Biomecánica (3 grupos) (figura 2).<br />

Figura 2. Proporción de las áreas de investigación de la Red de<br />

<strong>Envejecimiento</strong> (RETICEF).<br />

Los investigadores están distribuidos por toda España,<br />

en 12 universidades, en 14 hospitales, en varios centros<br />

de investigación de excelencia y en un centro privado<br />

dedicado a la estructura ósea (figura 3).<br />

Figura 3. Distribución de los investigadores de RETICEF por<br />

centro de investigación.<br />

Los principales programas de la red son (figura 4):<br />

• Programa 1: Endocrinología y Nutrición. Líneas:<br />

Nutrición; hormonas y envejecimiento; diabetes,<br />

resistencia a la insulina y síndrome metabólico.<br />

• Programa 2: Cardiovascular. Líneas: <strong>Salud</strong> y riesgo<br />

cardiovascular; biopatología de la pared vascular;<br />

disfunción endotelial.


• Programa 3: Sistema nervioso. Líneas: Muerte<br />

neuronal, neurodegeneración y neuroprotección;<br />

neuroendocrinología; deterioro cognitivo y demencia.<br />

• Programa 4: <strong>Envejecimiento</strong> celular/estrés oxidativo.<br />

Líneas: Longevidad y cronobiología; señalización<br />

celular; estrés oxidativo, daño celular y enfermedad;<br />

inmunosenescencia.<br />

• Programa 5: Sistema músculo-esquelético. Líneas:<br />

Ejercicio físico, sistemas fisiológicos y estatus funcional;<br />

osteoporosis, caídas y patología osteoarticular.<br />

• Programa 6: Epidemiología y servicios de salud.<br />

Líneas: Factores de riesgo de fragilidad y discapacidad;<br />

cuidados y cuidadores; eficacia de intervenciones;<br />

gestión y servicios sanitarios.<br />

Figura 4. Distribución de las líneas globales de investigación de<br />

todos los grupos de RETICEF.<br />

La estructura de la red es muy simple, como se muestra en<br />

la figura 5.<br />

Figura 5. Estructura de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>.<br />

PLATAFORMAS<br />

LA RED DE ENVEJECIMIENTO DE ESPAÑA (RETICEF)<br />

Hay tres estructuras que facilitan la integración de las<br />

investigaciones y <strong>del</strong> trabajo realizado por los grupos:<br />

Gerobiol, Geroinfo y Gerolab.<br />

GEROBIOL (Biobanco de mo<strong>del</strong>os animales y tejidos<br />

aislados). En esta plataforma participan 9 grupos, uno<br />

con un mo<strong>del</strong>o transgénico (SAM), dos para mo<strong>del</strong>os de<br />

Alzheimer y los mo<strong>del</strong>os de osteoporosis y daño renal, con<br />

un mantenimiento anual de 80 641 euros. Su tarea es la<br />

distribución de muestras o animales, adquisición de crías o<br />

estabulación por parte de la institución que aloja al grupo.<br />

GEROLAB (Laboratorio de pruebas específicas).<br />

Participan 7 grupos, con un mantenimiento anual de 81<br />

600 euros. Su actividad es la determinación de estudios<br />

bioquímicos de los sujetos incluidos en el Estudio Toledo<br />

de <strong>Envejecimiento</strong> <strong>Salud</strong>able (ETES), <strong>del</strong> cual se han<br />

procesado 1 752 muestras.<br />

GEROINFO (Unidad de informática y estadística). Hay<br />

un solo grupo, cuya actividad es la base de datos <strong>del</strong><br />

Estudio Toledo y la página web.<br />

En 2006 se intentó hacer una plataforma de genética, la<br />

cual hasta este momento no ha progresado.<br />

La red cuenta con un programa de movilidad y formación<br />

de investigadores, el cual se ha centrado en dos actividades.<br />

La primera de ellas es una maestría interuniversitaria,<br />

interdisciplinaria, en modalidad tanto presencial como<br />

a distancia; la segunda es un programa de estancias de<br />

clínicos en formación (preferentemente MIR con actividad<br />

de investigación) y becarios predoctorales en los grupos de<br />

la red, así como en grupos de excelencia no pertenecientes<br />

a ésta pero con los que se ha mantenido una colaboración<br />

estable.<br />

La actividad de la movilidad y formación entre grupos<br />

clínicos y básicos de la red se ha considerado de<br />

interés estratégico por dos razones: conseguir una<br />

formación integral en el área de envejecimiento para<br />

los futuros investigadores y mejorar la capacitación de<br />

los investigadores clínicos en temas de metodología de<br />

investigación. Esta segunda razón se consideró prioritaria,<br />

al existir una carencia de grupos de calidad en investigación<br />

clínica <strong>sobre</strong> envejecimiento y fragilidad en España.<br />

39


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

El financiamiento <strong>del</strong> programa se ha ido reduciendo<br />

progresivamente, al mantenerse fijo su presupuesto (60<br />

mil euros por año) y a pesar de haberse triplicado el número<br />

de grupos (de 12 grupos a los 34 actuales). A pesar de<br />

ello, se han financiado casi un centenar de estancias y<br />

se ha promovido la asistencia de residentes y becarios<br />

predoctorales a las Reuniones Científicas de RETICEF.<br />

Una de las virtudes de la Red, <strong>sobre</strong> todo en España, es que<br />

a pesar de tener poca tradición epidemiológica en términos<br />

generales y que a nivel poblacional de envejecimiento no<br />

había casi nada, el estudio ETES <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />

saludable se empotró dentro de la red. Este estudio de<br />

cohorte está en análisis, ya que concluyó en 2009 y ha<br />

servido de soporte para grupos clínico-epidemiológicos y<br />

grupos básicos que interactúan entre sí. Los grupos básicos<br />

ahora están manejando muestras sanguíneas en humanos.<br />

La cohorte <strong>del</strong> ETES está conformada por 5 grupos básicos:<br />

estrés oxidativo, inflamación, ejes hormonales, biorritmos<br />

y genética. Hay además una serie de grupos clínicoepidemiológicos<br />

conformados por el grupo de fragilidad,<br />

fibrilación auricular, deterioro cognitivo, cuidados en<br />

enfermería y biomécanica, entre otros (figuras 6 y 7).<br />

Figura 6. Soporte básico epidemiológico. Conformación de los<br />

grupos básicos en el Estudio Toledo <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong><br />

(ETES).<br />

ESTUDIO TOLEDO SOBRE ENVEJECIMIENTO Y<br />

SALUD<br />

El estudio Toledo es un estudio poblacional, prospectivo,<br />

de cohorte abierta con cortes transversales cada tres años.<br />

El estudio Toledo está constituido por 2 500 sujetos, de<br />

los cuales 1 965 fueron evaluados por psicólogos y por<br />

enfermería, obteniéndose 1 752 muestras. Se realizaron<br />

asimismo entrevistas con duración aproximada de 3 horas,<br />

40<br />

Figura 7. Soporte básico epidemiológico. Conformación de los<br />

grupos clínico-epidemiológicos en el ETES.<br />

puerta a puerta, con cerca de 300 variables; se realizaron<br />

también mediciones biomédicas antropométricas, clínicas,<br />

de electrocardiogramas y acelerometría, entre otras. Se pidió<br />

permiso para obtener las bases de datos administrativos y<br />

se tomaron muestras sanguíneas, todo esto apoyado por<br />

la plataforma de laboratorio. Para futuras mediciones y<br />

para probar nuevas hipótesis, se almacenó plasma, ADN<br />

y leucocitos. Ya se han analizado las muestras para las<br />

variables biológicas relacionadas con fragilidad.<br />

Además <strong>del</strong> estudio Toledo, la red tuvo la bondad de<br />

integrar otros estudios que había en España, como los<br />

de Peñagrande y Albacete. Al igual que el Toledo, estos<br />

últimos son estudios dedicados principalmente a la<br />

fragilidad (figura 8). La bondad de los tres estudios para<br />

dar estimaciones de este proceso es que las variables son<br />

homologables. Otro estudio es el de Leganés, iniciado<br />

en la década de 1990. El estudio Alzira trabaja con una<br />

población de centenarios de una zona particular; ahora<br />

sólo tiene 32 personas, pero se quiere llegar hasta 50;<br />

la gran ventaja <strong>del</strong> estudio es que los sujetos están muy<br />

bien evaluados. Se han estudiado los genes asociados a la<br />

Figura 8. Estudios poblacionales que se están llevando a cabo en<br />

España <strong>sobre</strong> envejecimiento y fragilidad.


longevidad, antioxidantes, genes que codifican enzimas<br />

que deacetilan el ADN, factores de transcripción, genes<br />

relacionados con la hormona de crecimiento que con un<br />

grupo control y los genes candidatos se probarán en la<br />

cohorte <strong>del</strong> estudio Toledo.<br />

El problema de los estudios es que, en principio, están<br />

dedicados al estudio de la fragilidad; sin embargo,<br />

como empezaron antes de la creación de la Red, cada<br />

investigador ha decidido su propia metodología. Se podrán<br />

hacer estimaciones de la fragilidad, pero no en referencia<br />

a factores de riesgo, ya que los datos no son comparables.<br />

Actualmente se está valorando en España la posibilidad de<br />

pasar a otro tipo de proyectos colaborativos. Por ejemplo,<br />

intentar varios estudios epidemiológicos con un mismo<br />

tronco común y, dependiendo de las preferencias de los<br />

investigadores, profundizar en variables específicas. Un<br />

ejemplo se presenta en la figura 9, usando como símil la<br />

molécula de un polímero cuyo núcleo siempre puede ser<br />

identificado <strong>del</strong> mismo modo por todos los investigadores,<br />

Figura 9. Mo<strong>del</strong>o de colaboración para los estudios<br />

epidemiológicos.<br />

como el caso <strong>del</strong> mini-mental para demencia y, si se quiere<br />

profundizar en la parte neuropsicológica, se podrá hacer<br />

una evaluación posterior más extensa u otro grupo que<br />

quiera profundizar en el área de nutrición, también podrá<br />

hacerlo. Se está discutiendo ahora cuál será el núcleo <strong>del</strong><br />

proyecto.<br />

A tres años de creada, la Red de <strong>Envejecimiento</strong> ha<br />

obtenido financiamiento para llevar a cabo los siguientes<br />

proyectos:<br />

a) Proyecto multicéntrico “Factores asociados a<br />

fragilidad como predictores de hospitalización, deterioro<br />

funcional, necesidad de cuidados y consumo de recursos<br />

en población anciana”, subvencionado por el Instituto de<br />

LA RED DE ENVEJECIMIENTO DE ESPAÑA (RETICEF)<br />

<strong>Salud</strong> Carlos III para el periodo 2008-2009. Participan<br />

6 grupos de RETICEF.<br />

b) Proyecto multicéntrico “Análisis de los pacientes<br />

con osteoporosis posmenopáusica que desarrollan<br />

fractura bajo tratamiento con fármacos antirresortivos”.<br />

Financiación FIS 2006-2008. Participan 12 grupos de<br />

RETICEF.<br />

c) Evaluación <strong>del</strong> daño mitocondrial en el mo<strong>del</strong>o de<br />

Parkinson experimental inducido por MPTP en ratones<br />

knockout para la melatonina (Nodos de Sevilla y de<br />

Granada). Proyecto de Excelencia de la Consejería de<br />

Innovación, Ciencia y Empresa, Junta de Andalucía.<br />

d) Expresión de genes de longevidad en centenarios:<br />

relación con parámetros clínicos de longevidad. Proyecto<br />

realizado en colaboración con la Universidad de Valencia<br />

y con el grupo de investigación <strong>del</strong> Hospital de la Ribera.<br />

Agencia financiadora: Generalitat Valenciana.<br />

e) Estudio de la calidad <strong>del</strong> sueño mediante el análisis de<br />

ritmos circadianos <strong>sobre</strong> una población de 120 sujetos<br />

de la cohorte de Toledo. Organismo: Chronobiotech<br />

SL (empresa innovadora de base tecnológica), en<br />

colaboración con el Laboratorio de Cronobiología de la<br />

Universidad de Murcia, Hospital Virgen <strong>del</strong> Valle-ISCIII-<br />

Investén.<br />

f) Internacionales: 1 proyecto europeo, 1 workshop<br />

europeo (“Health.2010.2.2.2-5: frailty and its<br />

implications in modern societies”), 1 proyecto para<br />

evaluar factores asociados a fragilidad en colaboración<br />

con Francia, Reino Unido, México, Costa Rica y Estados<br />

Unidos; colaboración con el grupo Ciberdem; proyecto<br />

colaborativo para desarrollo <strong>del</strong> kit diagnóstico de<br />

fragilidad (Kruger, otros participantes europeos), entre<br />

otros.<br />

Además, la red cuenta con otros valores añadidos, como<br />

son:<br />

• La puesta en marcha de un estudio longitudinal de<br />

cohortes que ha incluido a más de 2 500 ancianos, con<br />

una fenotipación exhaustiva gracias a la colaboración de<br />

muchos grupos de distintas disciplinas.<br />

• La formación integral en Ciencias <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong> a<br />

investigadores básicos y clínicos.<br />

• La consolidación de grupos clínicos.<br />

• El intercambio de información y de conocimiento<br />

personal de gran interés estratégico a través de las<br />

reuniones científicas.<br />

41


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

• Acceso a colaboraciones con el Centro <strong>Nacional</strong> de<br />

Investigaciones Cardiovasculares de España, el Centro<br />

<strong>Nacional</strong> de investigaciones Oncológicas y el Consejo<br />

Superior de Investigaciones Científicas.<br />

• Presentación de Proyectos Europeos (1 proyecto<br />

“básico”, 1 proyecto para workshop, 1 colaboración<br />

<strong>del</strong> programa Ciencias y Tecnología para el Desarrollo<br />

(CYTED), 1 colaboración <strong>del</strong> programa Acciones<br />

Integradas y la Universidad de Burdeos).<br />

• Incorporación a colaboraciones internacionales<br />

(el estudio 3C, CRELES (Costa Rica: Estudio de<br />

Longevidad y <strong>Envejecimiento</strong> <strong>Salud</strong>able), el estudio<br />

Coyoacán, el Established Populations Epidemiologic<br />

Study of the Elderly (EPESE) <strong>del</strong> National Institute on<br />

Aging (Estados Unidos).<br />

En materia de difusión y diseminación, se cuenta ya con la<br />

publicación <strong>del</strong> libro Actualizaciones en aspectos básicos y<br />

clínicos <strong>del</strong> envejecimiento, con la colaboración de varios<br />

grupos de la red, las reuniones científicas de la red (Toledo,<br />

Madrid, Oviedo y Valencia), dos de las cuales se han hecho<br />

coincidir con el Congreso de la Sociedad Española de<br />

Medicina Geriátrica y una con el de la Sociedad Española<br />

de Ciencias Fisiológicas. Se han realizado, además, cursos<br />

de formación, campañas de divulgación de temas de<br />

envejecimiento en colaboración con sociedades científicas,<br />

acuerdos de colaboración con entidades científicas,<br />

propuesta de conferencia europea para consensuar la<br />

definición operativa de fragilidad, presentación de RETICEF<br />

en el OCC (Santa Bárbara, 2010) y la confección de página<br />

web con el patrocinio de empresas privadas.<br />

Las fortalezas de la red son principalmente la constitución y<br />

la evaluación <strong>del</strong> Estudio Toledo –una cohorte longitudinal<br />

con más de 2500 ancianos, fenotipación y colaboración<br />

multicéntrica y multidisciplinaria–, cuyos resultados<br />

empiezan a obtenerse y se revelan como una fuente de<br />

referencia de datos epidemiológicos, metabolómicos,<br />

genómicos y de salud pública. A partir de la creación de<br />

plataformas para estudios básico-clínicos de mo<strong>del</strong>os de<br />

envejecimiento, la conexión prometedora con grupos de<br />

nivel mundial, españoles e internacionales, el financiamiento<br />

recibido, la actividad científica y de transferencia, la<br />

movilidad de los investigadores y el valor añadido, bien<br />

puede decirse que los dos aspectos más relevantes de<br />

RETICEF son la puesta en marcha <strong>del</strong> Estudio Toledo, así<br />

como la formación integral en Ciencias <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />

dirigida a investigadores básicos y clínicos.<br />

42<br />

Las debilidades de RETICEF son, por otra parte, una<br />

mayor definición de su estructura actual y óptima en<br />

cuanto al número de grupos, asunto que podría estar<br />

<strong>sobre</strong>dimensionado, así como la composición de grupos<br />

básicos y clínicos y su grado de participación y colaboración.<br />

Sería conveniente focalizar con más precisión los objetivos<br />

y separarlos de los programas. También es conveniente que<br />

exista mayor interrelación básica-clínica y un rediseño <strong>del</strong><br />

número de grupos. Entre los mejores artículos de cada área<br />

aún hay muchos que no son colaborativos (sólo 7 lo son),<br />

por lo que a juicio <strong>del</strong> evaluador hay muchos grupos poco<br />

integrados, lo que puede suponer más un lastre que una<br />

oportunidad.<br />

REFERENCIA<br />

Verbrugge, L. (2005) “Flies without wings”. En: Carey et<br />

al., Longevity and Frailty. Hei<strong>del</strong>berg: Springer Verlag.<br />

Transcripción: Delia Magdalena Namihira Guerrero


GRUPO DE TRABAJO<br />

Biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

Coordinador:<br />

Rafael Villalobos Molina,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Relatores:<br />

Ricardo Quiroz Báez,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Luis Bernardo Tovar y Romo,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

Armando Aranda Anzaldo,<br />

Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />

Clorinda Arias Álvarez,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Victoria Campos Peña,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y<br />

Neurocirugía<br />

Rosalinda Guevara Guzmán,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Gabriel Gutiérrez Ospina,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Lourdes Massieu Trigo,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Shaday Michán Aguirre<br />

Instituto de Geriatría<br />

Beatriz Montes Mena,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Julio Morán Andrade,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Agustín Lugo Radillo,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Armando Luna López,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Argelia E. Rojas Mayorquín,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Iván Velasco Velázquez,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México


INTRODUCCIÓN<br />

El envejecimiento es un proceso biológico cuyos<br />

mecanismos celulares y moleculares aún no se<br />

conocen por completo y su entendimiento constituye uno<br />

de los grandes retos que tienen la biología y la medicina<br />

modernas. Durante el proceso de envejecimiento se<br />

presentan diferentes eventos que pueden ser estudiados<br />

desde casi todas las disciplinas de la biomedicina y de las<br />

ciencias relacionadas con ésta y donde la biotecnología y<br />

la biología de las células troncales brindarán aportaciones<br />

muy importantes para el entendimiento de dicho proceso.<br />

El involucramiento de todas estas áreas <strong>del</strong> conocimiento<br />

permite un abordaje multi y transdisciplinario <strong>del</strong> tema.<br />

El envejecimiento puede definirse como un fenómeno<br />

multifactorial que en sistemas biológicos se caracteriza por<br />

la pérdida progresiva de la homeostasis debido a la reducción<br />

de sus capacidades adaptativas ante diversos estímulos,<br />

ya sean intrínsecos o extrínsecos. Este es un proceso<br />

dependiente <strong>del</strong> tiempo que tiene repercusiones desde el<br />

nivel celular hasta el sistémico. Desde la perspectiva de la<br />

biología <strong>del</strong> desarrollo, se ha propuesto al envejecimiento<br />

como la etapa final <strong>del</strong> desarrollo ontogénico <strong>del</strong> individuo.<br />

En los seres humanos el envejecimiento precisa no sólo<br />

un deterioro fisiológico, sino también alteraciones en sus<br />

habilidades psicosociales.<br />

El envejecimiento puede ser catalogado como “exitoso” o<br />

patológico. En el primer caso, los individuos no presentan<br />

enfermedades o alteraciones psicosociales, aunque sí<br />

muestran una disminución general de sus ritmos biológicos<br />

y capacidades funcionales. En los casos patológicos,<br />

los individuos desarrollan enfermedades asociadas al<br />

envejecimiento, las cuales son responsables <strong>del</strong> deterioro<br />

de su calidad de vida. La combinación tanto de factores<br />

genéticos como medioambientales, psicosociales y<br />

culturales determinarán el camino que tomará este proceso.<br />

Al ser el envejecimiento un proceso universal, irreversible y<br />

de cambio <strong>del</strong>etéreo, el cual se presenta después de que el<br />

organismo ha alcanzado su máximo grado de maduración,<br />

el estudio de los mecanismos implicados en su desarrollo es<br />

de fundamental importancia.<br />

En las discusiones <strong>del</strong> grupo de biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

participó un conjunto heterogéneo de especialistas en<br />

44<br />

diferentes campos de la investigación experimental.<br />

Durante la primera sesión, se presentaron tres temas<br />

relevantes para el estudio de la biología <strong>del</strong> envejecimiento:<br />

algunas teorías <strong>sobre</strong> estrés oxidante como causas <strong>del</strong><br />

envejecimiento, la neurodegeneración y la fisiología <strong>del</strong><br />

endotelio vascular.<br />

Durante estas presentaciones, se hizo evidente la<br />

participación de diversos campos de la investigación<br />

biomédica cuyas aportaciones pueden contribuir al<br />

entendimiento de los procesos <strong>del</strong> envejecimiento natural<br />

y de las patologías asociadas al mismo. Pero también<br />

se hicieron manifiestas algunas de las múltiples áreas<br />

que actualmente no están siendo abordadas de manera<br />

suficiente y que abren oportunidades para su exploración.<br />

Aunque es claro que en México existe un gran número<br />

de grupos de investigación de alto nivel que abordan<br />

diferentes temas de investigación experimental en diversas<br />

instituciones, muy pocos de ellos responden preguntas<br />

directamente relacionadas con la biogerontología.<br />

Como resultado de nuestra discusión, se hizo evidente la<br />

necesidad de unificar el concepto <strong>del</strong> objeto de estudio:<br />

el proceso biológico <strong>del</strong> envejecimiento. Una acción<br />

indispensable a partir de la cual se podrán definir las pautas<br />

para el abordaje de las futuras investigaciones en esta<br />

área y que permitirá también definir el tipo de mo<strong>del</strong>os<br />

experimentales que son indispensables para la generación<br />

de conocimiento en esta materia.<br />

Se propuso una gran variedad de temas pendientes de<br />

abordar en este tema, desde la integración de los mo<strong>del</strong>os<br />

experimentales para identificar los mecanismos moleculares<br />

y celulares que regulan el envejecimiento diferencial de<br />

las distintas células, órganos, tejidos y sistemas, hasta los<br />

procesos patológicos asociados al fenómeno.<br />

Se discutió <strong>sobre</strong> el impacto <strong>del</strong> estudio de los mecanismos<br />

reguladores de la diferenciación celular de las células<br />

troncales y sus nichos, las cuales tienen implicaciones<br />

potenciales en la biomedicina regenerativa, un tema de<br />

especial interés en el campo gerontológico. De la misma<br />

manera, se habló de los diferentes niveles de regulación<br />

de los procesos celulares –genéticos, epigenéticos,<br />

proteómicos– y de la señalización intracelular que se<br />

modulan de manera diferente dependiendo <strong>del</strong> contexto<br />

celular.


No se dejaron de lado procesos importantes que participan<br />

en el envejecimiento biológico como: la homeostasis<br />

de calcio intracelular, la respuesta al estrés, la plasticidad<br />

fenotípica y los polimorfismos humanos asociados a la<br />

longevidad, entre otros.<br />

Resulta ahora una tarea importante asignar las prioridades<br />

a los diversos temas de investigación identificados en<br />

nuestra sesión de expertos. El objetivo es promover la<br />

generación de conocimiento en las diversas áreas de la<br />

biología <strong>del</strong> envejecimiento –incluyendo a las patologías<br />

asociadas– y promover la colaboración entre diversas<br />

instituciones de investigación que existen en nuestro<br />

país. Los investigadores consolidados de las mismas<br />

que participaron en la sesión han mostrado un interés<br />

genuino en el desarrollo de proyectos relacionados con<br />

la investigación <strong>sobre</strong> biología <strong>del</strong> envejecimiento y en la<br />

colaboración con los investigadores <strong>del</strong> área biomédica <strong>del</strong><br />

naciente Instituto de Geriatría.<br />

OBJETIVOS<br />

Analizar el estado actual de la investigación básica en el<br />

campo de la biología <strong>del</strong> envejecimiento a nivel nacional,<br />

tomando en consideración los siguientes ejes rectores:<br />

1. Identificación de las condiciones imperantes, así como<br />

las limitaciones de la investigación en esta área <strong>del</strong><br />

conocimiento, teniendo en consideración los recursos<br />

humanos, la infraestructura, el financiamiento y<br />

las dinámicas de colaboraciones multidisciplinarias<br />

nacionales e internacionales.<br />

2. Definición consensuada de las líneas de investigación<br />

prioritarias dentro <strong>del</strong> área.<br />

3. Definición de estrategias institucionales y académicas<br />

que permitan impulsar y promover proyectos de<br />

investigación en envejecimiento.<br />

4. Impulso <strong>del</strong> trabajo inter y transdisciplinario entre los<br />

distintos grupos de investigación pertenecientes a las<br />

diversas instituciones representadas en la reunión.<br />

5. Establecimiento de los primeros acercamientos entre<br />

los miembros de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y<br />

Desarrollo Social.<br />

TEMAS Y LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN<br />

BIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

Como resultado de las dos sesiones de trabajo en las<br />

cuales participó el grupo de expertos, se identificaron los<br />

siguientes temas relevantes en el campo de la biología<br />

<strong>del</strong> envejecimiento, mismos que hasta el momento han<br />

sido poco explorados o incluso no han sido abordados por<br />

grupos de investigación nacionales.<br />

Mecanismos <strong>del</strong> envejecimiento sistémico<br />

•Identificación de los mecanismos biológicos que<br />

participan en el incremento de la tasa de envejecimiento<br />

una vez que el organismo ha alcanzado la madurez<br />

reproductiva.<br />

•Estudio de los cambios en los ritmos de desarrollo<br />

(heterocronía).<br />

•Pérdida de la innervación somática, como evento<br />

promotor <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

•Características moleculares, celulares y fisiológicas<br />

determinantes de los procesos de envejecimiento<br />

exitoso y patológico.<br />

•Estudio de vías metabólicas involucradas en los procesos<br />

de reparación y crecimiento.<br />

•Cronobiología de los procesos de desgaste orgánico<br />

y sistémico, así como de la aparición y evolución<br />

de enfermedades crónicas y agudas relacionadas al<br />

envejecimiento.<br />

•Cambios postraduccionales implicados en los procesos<br />

de envejecimiento.<br />

•Estudio de las diferencias genotípicas relacionadas con<br />

la tasa de envejecimiento entre distintas poblaciones.<br />

Alteraciones fisiológicas y eventos promotores de la<br />

senescencia celular<br />

•Efectos de la acumulación de alteraciones moleculares y<br />

celulares producto de procesos oxidantes.<br />

• Estudio de las vías de señalización involucradas con<br />

los procesos de desarrollo y envejecimiento, en las<br />

cuales participen moléculas derivadas <strong>del</strong> metabolismo<br />

oxidante, ya sea como señalizadores y/o promotores de<br />

los mismos.<br />

• Estudio de la senescencia celular como resultado de<br />

insultos genotóxicos, estrés celular y presión ambiental.<br />

45


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

46<br />

• Pérdida de la permisividad estructural durante el proceso<br />

de división celular y otros cambios en la estructura y<br />

morfología nuclear como mecanismo de senescencia<br />

celular.<br />

Mecanismos de neurodegeneración<br />

• Análisis de los componentes biológicos asociados<br />

al envejecimiento como factores de riesgo para<br />

las enfermedades neurodegenerativas como las de<br />

Alzheimer, Parkinson y Huntington.<br />

• Reactivación aberrante <strong>del</strong> ciclo celular y su relación con<br />

la muerte neuronal en las neuropatologías asociadas al<br />

envejecimiento.<br />

• Estudios <strong>sobre</strong> agregación de proteínas a nivel de<br />

sistema nervioso central y periférico.<br />

• Alteraciones en la homeostasis <strong>del</strong> calcio intracelular.<br />

• Vulnerabilidad diferencial entre los distintos tipos<br />

neuronales.<br />

Mecanismos de neuroprotección<br />

• Procesos de regeneración axonal.<br />

• Estudio de la vascularización y reservas energéticas a<br />

nivel cerebral.<br />

• Bases moleculares y celulares de los efectos benéficos<br />

<strong>del</strong> ejercicio físico y la dieta.<br />

Genes de longevidad; regulación transcripcional,<br />

epigenética y de la señalización intracelular<br />

• Efecto de las vías de señalización intracelulares de<br />

insulina y <strong>del</strong> factor de crecimiento similar a insulina<br />

(IGF-1) <strong>sobre</strong> la regulación de la longevidad.<br />

• Desacetilasas de histonas dependientes de NAD+ de la<br />

familia de las sirtuinas.<br />

• Cinasa mTOR como regulador intracelular clave en el<br />

envejecimiento.<br />

• Estudio de la señalización intracelular mediada por<br />

la cinasa GSK-3β y su relación con la producción<br />

energética durante el envejecimiento.<br />

Estudio de los procesos biológicos característicos de los<br />

sistemas envejecidos<br />

• Neurogénesis y supervivencia neuronal en el cerebro<br />

adulto.<br />

• Análisis estructural de células posmitóticas, las cuales<br />

presentan características de células senescentes de<br />

fenotipo proliferante (neurona como mo<strong>del</strong>o de<br />

estudio).<br />

• Análisis de los cambios en la forma y función de<br />

diversos órganos, desde una perspectiva ontogénica y<br />

de plasticidad fenotípica.<br />

• Abordaje de mo<strong>del</strong>os experimentales, los cuales<br />

permitan comprender los procesos de heterocronía<br />

sistémica durante el desarrollo y el envejecimiento. Esto<br />

es, estudiar los mecanismos implicados en el control<br />

de distintas tasas de envejecimiento observadas en los<br />

diversos órganos dentro de un mismo organismo.<br />

• Estudio de la hipertrofia celular.<br />

• Análisis de las modificaciones <strong>del</strong> transcriptoma,<br />

proteoma, acetiloma y metaboloma, durante el<br />

envejecimiento.<br />

• Estudiar los cambios en las interacciones celulares<br />

dentro de un órgano a lo largo <strong>del</strong> tiempo.<br />

• Reprogramación genética y desdiferenciación celular en<br />

estadios tardíos de desarrollo.<br />

• Análisis molecular y celular de los nichos de células<br />

troncales.<br />

CONCLUSIONES<br />

Durante la mesa de trabajo en biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

se reafirmaron dos aspectos fundamentales de la función<br />

de la investigación biomédica básica experimental en el<br />

campo <strong>del</strong> envejecimiento, los cuales nos permitirán el<br />

desarrollo de los objetivos propuestos durante el <strong>Encuentro</strong>:<br />

• La principal tarea de los investigadores de nuestra<br />

área es la generación de conocimiento y aportar al<br />

entendimiento de los fenómenos naturales, desde el<br />

nivel molecular hasta el sistémico.<br />

• Se ratificó que el envejecimiento es un proceso<br />

natural, no patológico, por el que atraviesan todos los<br />

organismos vivos.<br />

Sin embargo, es necesario el desarrollo de un concepto<br />

unificado que defina el proceso de envejecimiento biológico<br />

abordándolo desde una perspectiva evolutiva. A partir de<br />

esta definición, dicho fenómeno puede ser estudiado de<br />

forma más objetiva. En este sentido, se debe hacer una clara<br />

distinción entre el envejecimiento fisiológico “exitoso” y el<br />

envejecimiento patológico, identificando las características<br />

individuales de cada tipo a fin de comprender mejor estos<br />

procesos.


Debido al gran número de mo<strong>del</strong>os experimentales que<br />

existen para el estudio <strong>del</strong> envejecimiento, es necesario<br />

hacer una selección cuidadosa de los mismos en función<br />

de las preguntas que se pretende contestar; para este fin es<br />

una prioridad alcanzar un consenso respecto al concepto<br />

de envejecimiento que se manejará al interior de la Red.<br />

Adicionalmente, requerimos de estrategias experimentales<br />

basadas en concepciones novedosas <strong>del</strong> proceso de<br />

envejecimiento y considerar que al estudiar un fenómeno<br />

complejo en un mo<strong>del</strong>o sencillo existe el riesgo de perder<br />

la complejidad de dicho fenómeno, lo cual debe de ser<br />

tomado en cuenta durante los desarrollos experimentales<br />

y en la elección de los mo<strong>del</strong>os de trabajo. En este sentido,<br />

la utilización de mo<strong>del</strong>os experimentales de algunas de<br />

las patologías asociadas al envejecimiento puede brindar<br />

información útil para el conocimiento de los procesos<br />

asociados al mismo, por lo que necesitan ser explotados de<br />

forma más extensa.<br />

Aunque es necesario considerar el contexto tecnológico<br />

al que se tiene acceso para el estudio <strong>del</strong> envejecimiento,<br />

se requiere innovación desde el punto de vista técnico<br />

y de desarrollo de conceptos, los cuales nos permitan<br />

la generación de nuevo conocimiento producto de su<br />

abordaje a partir de distintos niveles de análisis. Durante<br />

la discusión se llegó a dos aspectos fundamentales a fin<br />

de alcanzar esta meta. El primero requiere contestar<br />

las preguntas con un abordaje global, y el segundo hace<br />

hincapié en la vinculación entre los hallazgos realizados<br />

en mo<strong>del</strong>os experimentales con los determinantes clínicos<br />

<strong>del</strong> fenómeno que estudiamos, para lo cual se requiere<br />

promover la investigación traslacional <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

A nivel operativo, el grupo de trabajo llegó a las siguientes<br />

conclusiones respecto a la investigación <strong>del</strong> envejecimiento<br />

en México:<br />

1. Es necesaria la integración de los miembros <strong>del</strong><br />

Instituto de Geriatría, como sede de la Red de<br />

<strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social, así como<br />

el desarrollo de colaboraciones científicas con los<br />

investigadores de otras instituciones a fin de alcanzar<br />

un avance en los temas rectores de la misma.<br />

2. Abordar el estudio <strong>del</strong> envejecimiento desde una<br />

perspectiva genética, genómica y proteómica nos<br />

permite desarrollar importantes aportaciones al<br />

entendimiento de estos campos. Este escenario es un<br />

BIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

nicho a desarrollar al existir muy pocos estudios en el<br />

mundo en este sentido.<br />

3. Se deben explorar las intervenciones en medicina<br />

regenerativa y células troncales. Durante el encuentro<br />

se abordó la posibilidad de realizar colaboraciones de<br />

la Red de <strong>Envejecimiento</strong> tanto con otras redes como<br />

con investigadores especializados en este tema (Red<br />

de Desarrollo de Fármacos y Métodos de Diagnóstico<br />

“Nuevas Tendencias de la Medicina”, contacto Dr.<br />

Iván Velasco Velázquez, Instituto de Fisiología<br />

Celular, UNAM).<br />

ACCIONES PROPUESTAS<br />

Corto plazo<br />

• Desarrollo de un seminario en Biología <strong>del</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong> que tenga como sede al Instituto de<br />

Geriatría, en el cual participen los miembros de la Red<br />

en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social.<br />

• Priorización de los temas de investigación enmarcados<br />

en la Red en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social.<br />

• Identificación de objetivos comunes entre grupos de<br />

investigación.<br />

• Identificación de infraestructura, tecnologías y<br />

financiamiento disponibles para el desarrollo de<br />

proyectos de investigación.<br />

Mediano plazo<br />

• Incorporación de los investigadores <strong>del</strong> área básica<br />

<strong>del</strong> Instituto de Geriatría en el desarrollo de proyectos<br />

en colaboración con investigadores establecidos<br />

de otras instituciones, como una estrategia para el<br />

fortalecimiento de la investigación básica en el Instituto<br />

de Geriatría y para la promoción de la investigación en el<br />

campo de la biología <strong>del</strong> envejecimiento dentro de otras<br />

instituciones.<br />

• Colaboración entre investigadores básicos y especialistas<br />

clínicos en la identificación de marcadores biológicos<br />

relacionados con patologías asociadas al envejecimiento<br />

y fenómenos de fragilidad.<br />

• Incorporación de especialistas en Geriatría en trabajos<br />

de investigación.<br />

Largo plazo<br />

• Desarrollo conjunto de proyectos de investigación en<br />

47


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

los temas relevantes de la biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

identificados durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />

• Realización de proyectos conjuntos derivados de las<br />

preguntas y la priorización de los temas.<br />

• Búsqueda de vínculos al interior de la red.<br />

• Elaboración de proyectos con visión transdisciplinaria<br />

con miembros de la red.<br />

Finalmente, el grupo de trabajo en biología experimental<br />

<strong>del</strong> envejecimiento que participó en la mesa de Biología<br />

<strong>del</strong> envejecimiento durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong><br />

<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong> estuvo conformado por<br />

especialistas en inmunología, neurodegeneración, estrés<br />

oxidante, genética y células troncales, entre otros temas,<br />

lo que nos permitió discutir acerca de la situación actual<br />

de la investigación de los procesos celulares y moleculares<br />

<strong>del</strong> envejecimiento, con especial énfasis en aquellos que<br />

ocurren en el sistema nervioso. En conjunto, el grupo<br />

identificó los temas <strong>sobre</strong> los que debe ponerse mayor<br />

atención en la investigación básica en México y promover<br />

directrices para el avance <strong>del</strong> conocimiento científico en<br />

este campo. Adicionalmente, se identificaron objetivos<br />

comunes entre los diferentes laboratorios nacionales<br />

que permitan establecer colaboraciones científicas que<br />

impulsen el desarrollo de la investigación gerontobiológica<br />

básica. En este contexto, en la medida en que logremos<br />

entender cómo se regulan los procesos de envejecimiento,<br />

en el largo plazo, lograremos mejorar la calidad de vida de<br />

los individuos, uno de los asuntos torales pendientes desde<br />

la perspectiva de salud pública.<br />

48


GRUPO DE TRABAJO<br />

Coordinador:<br />

Clemente Zúñiga Gil,<br />

Hospital Universitario de Tijuana<br />

Relatora:<br />

Dolores Mino León,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Fragilidad<br />

Expertos:<br />

Carlos D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers,<br />

Hospital ABC<br />

José Juan García González,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

David Leal Mora,<br />

Universidad Autónoma de Guadalajara<br />

Nora Torres Carrillo,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Liliana Ruiz Arregui,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />

Nutrición ”Salvador Zubirán”<br />

Sara Gloria Aguilar Navarro,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />

Nutrición ”Salvador Zubirán”<br />

José Alberto Ávila Funes,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />

Nutrición ”Salvador Zubirán”


JUSTIFICACIÓN<br />

La fragilidad es un síndrome geriátrico, resultado de la<br />

reducción multisistémica de la capacidad de reserva,<br />

lo que implica un alto riesgo de generar consecuencias<br />

adversas en los adultos mayores. Ha sido difícil definirlo<br />

de forma objetiva dada su complejidad; sin embargo, un<br />

aspecto que se ha evidenciado es el hecho de que debe ser<br />

abordado como un concepto multidimensional, resultado<br />

de factores físicos, psicológicos, sociales y ambientales.<br />

OBJETIVO DE LA MESA<br />

Integrar el conocimiento nacional e internacional disponible<br />

en la literatura <strong>sobre</strong> fragilidad para identificar grupos<br />

de investigación nacionales e internacionales y definir<br />

necesidades de nuevo conocimiento, lo cual ayudará a<br />

plantear líneas de investigación estratégicas.<br />

METODOLOGÍA<br />

Se realizó una mesa de trabajo integrada por expertos en<br />

el tema de fragilidad, un relator y un coordinador. Estos<br />

últimos elaboraron el temario a desarrollar, así como la<br />

asignación de temas a los invitados, a quienes se pidió<br />

realizar un breve documento en el que se considerara el<br />

lugar de conocimiento actual, hacia dónde es necesario<br />

dirigirse, los recursos disponibles para continuar la<br />

investigación en esa dirección y las necesidades que deben<br />

cubrirse para hacerlo.<br />

La mesa de trabajo se dividió en dos partes; en la primera<br />

cada participante presentó su tema en diez minutos y en la<br />

segunda se trabajaron las conclusiones.<br />

1. Desarrollando una definición<br />

La definición de fragilidad es hasta el presente un tema<br />

controversial, debido a que no existe un consenso <strong>sobre</strong><br />

su exacta descripción. La fragilidad es, pues, un síndrome<br />

mal definido, poco comprendido para unos y ambiguo para<br />

otros; con posibilidad de ser confundido o mezclado con<br />

términos como falla para progresar (“failure to thrive”),<br />

pérdida de vitalidad, deslizamiento, síndrome de desgaste,<br />

etc.<br />

En un esfuerzo por darle precisión, se han utilizado<br />

diferentes parámetros, pero sólo se ha logrado diversificar<br />

50<br />

su concepto. Una definición clara y precisa de la fragilidad<br />

facilitaría la comprensión de este síndrome y, por ende, en<br />

el estudio de los mecanismos de prevención, diagnóstico,<br />

tratamiento y rehabilitación integral de la persona adulta<br />

mayor.<br />

Entre los criterios descritos se encuentran los médicos,<br />

tales como presencia de enfermedades crónicas,<br />

alteración de la marcha, déficits sensoriales, caídas de<br />

repetición, polifarmacia, hospitalizaciones frecuentes y<br />

mala autopercepción de la salud. Un segundo grupo de<br />

criterios son los funcionales entre los que se mencionan<br />

la dependencia para las actividades básicas de la vida<br />

diaria y la dependencia en actividades instrumentales de<br />

la vida diaria (AIVD). Los socioeconómicos abarcan vivir<br />

solo, viudez reciente, edad mayor a los 80 años y bajos<br />

ingresos económicos. Los criterios cognoscitivos/afectivos<br />

incluyen la depresión y el deterioro cognitivo.<br />

Dado que la gran mayoría de los autores concuerda con lo<br />

anterior, definimos a la fragilidad como un estado asociado<br />

al envejecimiento y como un síndrome, tiene un fenotipo<br />

de expresión que permite identificarlo y diferenciarlo<br />

de la comorbilidad o de la discapacidad, aunque estas<br />

últimas se pueden superponer o potenciar; por otro lado,<br />

es un continuo cuyo inicio es silencioso, pero que se<br />

hace evidente al sumarse deterioros y llega al umbral de<br />

la discapacidad cuando el organismo no tiene una reserva<br />

homeostática, lo que ocasiona pérdida de la resistencia a<br />

los agentes estresantes <strong>del</strong> medio ambiente.<br />

2. Síndrome o estado “fisiopatológico”<br />

Desde la perspectiva tradicional de la medicina, un síndrome<br />

se define como un conjunto de signos y síntomas asociados<br />

con un proceso patológico común, que juntos expresan un<br />

cuadro clínico típico; los ejemplos clásicos son el síndrome<br />

de Cushing o el síndrome metabólico; sin embargo, desde<br />

la perspectiva de la Geriatría, un síndrome es el acumulo de<br />

déficits en diferentes sistemas que resultan en un efecto<br />

adverso particular, por ejemplo, el síndrome de caídas y el<br />

síndrome de incontinencia urinaria (Bergman et al., 2007).<br />

La fragilidad es considerada como un síndrome geriátrico,<br />

ya que son diversos los mecanismos que la condicionan<br />

y cuyo resultado final es la disminución de reservas<br />

fisiológicas <strong>del</strong> organismo y el incremento <strong>del</strong> riesgo de<br />

sufrir eventos adversos, ya que se pierde la capacidad<br />

de respuesta fisiológica ante eventos de estrés agudo,


temperaturas extremas o ejercicio físico (Gooren, 2007).<br />

Clínicamente, la fragilidad se manifiesta por un fenotipo<br />

caracterizado por disminución de la velocidad de la marcha,<br />

pérdida de peso, debilidad, fatiga y pobre actividad física<br />

(Fried et al., 2001); aquellos individuos que presentan<br />

tres o más de estas características son clasificados<br />

como frágiles. Sus efectos adversos son: discapacidad,<br />

mortalidad, institucionalización (Bandeen-Roche et al.,<br />

2006; Cawthon et al., 2007) e incremento en el uso de<br />

servicios de salud (Rochat et al., 2010). Los mecanismos<br />

que conducen a la fragilidad son diversos e incluyen<br />

deficiencia de diversos sistemas: endocrino, cardiovascular,<br />

músculo-esquelético, inmunológico y nervioso (Morley,<br />

2006).<br />

La Dra. Linda Fried y sus colaboradores llevaron a cabo un<br />

estudio en una cohorte de ancianas en Estados Unidos,<br />

buscando la relación entre alteraciones en diversos<br />

sistemas fisiológicos (anemia, inflamación, deficiencia<br />

en el factor de crecimiento parecido a la insulina tipo<br />

I, deficiencia en los niveles de dehidroepiandosterona,<br />

alteraciones en los niveles de hemoglobina glucosilada,<br />

vitaminas, disminución de tejido adiposo y de la velocidad<br />

de fibras musculares) y el fenotipo de fragilidad. El estudio<br />

concluye que no hay una relación lineal entre el número de<br />

alteraciones y la prevalencia de fragilidad en esta población;<br />

además, se demostró que existen individuos que aunque<br />

presentan alteraciones en uno o más sistemas no reúnen<br />

criterios para ser clasificados como frágiles y, viceversa, hay<br />

individuos que no tienen alteraciones en estos sistemas y<br />

son clasificados como frágiles (Fried, 2009).<br />

FRAGILIDAD<br />

Por otra parte, independientemente de los mecanismos<br />

que condicionan la fragilidad y la expresión de las<br />

manifestaciones clínicas, la probabilidad de presentar<br />

eventos adversos se mantiene constante. Una de las<br />

posibles explicaciones es que una o más alteraciones<br />

en cualquiera de los sistemas fisiológicos repercuten<br />

directamente o indirectamente en otros y clínicamente<br />

pueden expresarse de diversas formas (Bandeen-Roche et<br />

al., 2006). De aquí surgen las preguntas de investigación<br />

que deberán responderse en los próximos años: ¿Existen<br />

diferentes fenotipos de fragilidad? Y si es así, ¿qué<br />

repercusiones en términos de efectos adversos presentan?<br />

¿Cómo se diferencia la fragilidad <strong>del</strong> envejecimiento?<br />

Tanto el envejecimiento como la fragilidad presentan<br />

puntos en común: en ambos existe disminución de las<br />

reservas fisiológicas que se manifiestan como déficits<br />

en diversos sistemas y aunque comparten mecanismos<br />

comunes, éstos no son idénticos; por ejemplo, una persona<br />

de 94 años de edad puede cursar con sarcopenia asociada al<br />

proceso de envejecimiento, mientras que otro individuo de<br />

68 años de edad puede tener el mismo grado de sarcopenia<br />

por cursar con una enfermedad crónica inflamatoria como<br />

la artritis reumatoide (Fulop et al., 2010).<br />

Las diferencias que existen en los sistemas fisiológicos entre<br />

el envejecimiento y la fragilidad se muestran en la tabla 1.<br />

Sin embargo, es imposible diferenciar los cambios que<br />

ocurren en individuos sin fragilidad con edades avanzadas<br />

y en etapas cercanas a la muerte, de aquellos que ocurren<br />

en pacientes frágiles.<br />

Tabla 1. Alteraciones biológicas que diferencian el envejecimiento normal de los cambios ocurridos en la fragilidad (Fulop et al., 2010).<br />

51


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

También, existen diferencias en cuanto a la posibilidad<br />

de sufrir eventos adversos como la muerte. Desde la<br />

perspectiva de Rockwood y Mitnitstki, la fragilidad puede<br />

ser medida; ellos han demostrado que el índice de fragilidad<br />

predice mortalidad con mayor precisión que la edad por sí<br />

sola (Mitnitski et al., 2001; Mitnitski et al., 2004; Jones et<br />

al., 2004; Mitnitski et al., 2005 y Kulminski et al., 2007).<br />

Estos mismos datos se han corroborado en población de<br />

ancianos mexicanos (García-González et al., 2009); y<br />

también el índice de fragilidad predice deterioro funcional<br />

así como uso de servicios hospitalarios (Woo et al., 2006).<br />

Por último, es importante enfatizar que existen otras<br />

diferencias entre el envejecimiento y la fragilidad. El<br />

envejecimiento es un proceso natural e irreversible,<br />

mientras que la fragilidad corresponde a un proceso<br />

patológico, frecuentemente subclínico y potencialmente<br />

reversible tras la aplicación de una serie de intervenciones<br />

que consisten en cambios en los estilos de vida,<br />

intervenciones nutricionales, ejercicio físico, prevención<br />

de comorbilidad y tratamiento de enfermedades agudas y<br />

crónicas. En la tabla 2 se indican las principales diferencias<br />

entre el envejecimiento y la fragilidad.<br />

¿Qué relación tiene la fragilidad con la enfermedad crónica?<br />

Existen dos fenómenos que pueden estar asociados a la<br />

fragilidad: la discapacidad y la comorbilidad. La primera se<br />

refiere a la dependencia que presentan los individuos para<br />

realizar una o más actividades básicas de la vida diaria y la<br />

52<br />

segunda se refiere a la presencia de dos o más enfermedades<br />

crónicas. Estos términos frecuentemente son confundidos<br />

con el de fragilidad, cuando en realidad son conceptos<br />

totalmente distintos. Sin embargo, pueden existir ancianos<br />

frágiles sin discapacidad ni comorbilidad, o bien, ancianos<br />

frágiles que presenten alguna de ellas; lo mismo sucede<br />

con los individuos que presentan alguna discapacidad o<br />

comorbilidad (Fried et al., 2004) en relación a la fragilidad.<br />

En un estudio realizado por Linda Fried (Fried et al.,<br />

2001), con 368 adultos mayores de 65 años, 26.6%<br />

fue diagnosticado como frágil, 46.2% como frágil con<br />

comorbilidad, 5.7% frágil con discapacidad y 21.5% frágil<br />

con comorbilidad y discapacidad.<br />

Enfermedades crónicas como la diabetes, infecciones<br />

crónicas de baja intensidad como onicomicosis o<br />

enfermedad peridontal, enfermedades inflamatorias<br />

como la artritis reumatoide o neoplasias como el cáncer<br />

de próstata predisponen a fragilidad, ya que condicionan<br />

estados inflamatorios sistémicos crónicos con desgaste<br />

de reservas homeostáticas; sin embargo, los individuos<br />

frágiles sin comorbilidad son más susceptibles de cursar<br />

con enfermedades crónicas (Bergman et al., 2007).<br />

Por último, en sus etapas terminales, las enfermedades<br />

crónicas pueden manifestarse como fragilidad; también<br />

hay padecimientos como la depresión y la obesidad que<br />

pueden expresar datos clínicos de fragilidad. La fragilidad<br />

puede considerarse como una manifestación subclínica de<br />

enfermedad crónica.<br />

Tabla 2. Diferencias generales entre el proceso de envejecimiento normal y la fragilidad (Fulop et al., 2010).


3. ¿Cómo identificar al sujeto frágil en el ámbito<br />

de la clínica y desde la investigación?<br />

En el ámbito de la clínica<br />

Una de las principales aportaciones de la Dra. Fried ha sido<br />

el planteamiento <strong>del</strong> núcleo de la fragilidad y la utilidad<br />

de criterios para identificar individuos en riesgo, los cuales<br />

serían los más propensos para presentar desenlaces fatales.<br />

Algunas consideraciones <strong>sobre</strong> los criterios diagnósticos<br />

propuestos por la Dra. Fried son las siguientes:<br />

1. Peso: Pérdida de peso involuntaria mayor de 10 libras<br />

(4.53592 kg) en el último año y para el seguimiento<br />

es la pérdida de peso involuntaria de por lo menos 5%<br />

<strong>del</strong> peso corporal <strong>del</strong> año previo.<br />

2. Fatiga: Es una variable poco objetiva, pero refleja la<br />

pérdida <strong>del</strong> músculo.<br />

3. Actividad física: Para establecer los criterios de<br />

fragilidad a partir de esta variable es necesario calcular<br />

el gasto en Kcal por semana (hombres de 173 cm de ≥ 6 segundos, en<br />

mujeres con estatura ≤ 159 cm debe ser de ≥ 7<br />

segundos y en las de más de 159 cm ≥ 6 segundos.<br />

5. Fuerza de prensión: Se relaciona con el IMC y se mide<br />

en kg [tabla 3].<br />

De acuerdo con los criterios de la Dra. Fried, se establecen<br />

tres grupos de individuos:<br />

No frágil = 0 componentes<br />

Intermedio = 1 o 2 componentes<br />

Frágil = 3, 4 o 5 componentes<br />

Por otro lado, esta clasificación también permite identificar<br />

lo que se ha llamado como fase preclínica o cuadro clínico<br />

temprano [Tabla 4], según el cual con el hecho de presentar<br />

cualquiera de los cinco criterios el paciente ya tiene riesgo<br />

para el desenlace de “caída”.<br />

53


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Cuadro 1. Marcadores de inflamación que predicen fragilidad y mortalidad en el adulto mayor.<br />

La fortaleza de los criterios aquí comentados es que son<br />

reproducibles en la clínica en términos generales, con<br />

excepción <strong>del</strong> dinamómetro, mientras que su debilidad<br />

se centra en el abordaje unidimensional de un concepto<br />

que es complejo y multidimensional e incluye aspectos<br />

psicosociales que es necesario considerar (Hogan, 2003).<br />

Otro índice es el propuesto por Rockwood, el cual se<br />

sustenta en la acumulación de déficits: “entre más cosas<br />

los individuos tengan mal, mayor es la probabilidad de que<br />

sean frágiles”.<br />

Es importante que la fragilidad se reconozca desde el<br />

primer nivel de atención, por lo que es necesario hacer<br />

accesible el diagnóstico con la finalidad de aplicar acciones<br />

encaminadas a hacer reversible el problema.<br />

Actualmente se propone seguir identificando a los pacientes<br />

con los criterios de la Dra. Fried e incorporar otros factores<br />

de riesgo.<br />

Desde la investigación<br />

En la actualidad, la fragilidad es un concepto importante<br />

dentro de la medicina geriátrica y conocer su etiología ha<br />

sido una aspiración fundamental de muchos investigadores<br />

54<br />

en el campo <strong>del</strong> envejecimiento (Hubbard et al., 2009).<br />

Asimismo, un punto relevante al respecto es la capacidad<br />

de realizar la identificación temprana de individuos<br />

con riesgo a desarrollar fragilidad, lo cual facilitaría la<br />

detección oportuna de la misma y podrían prevenirse sus<br />

consecuencias clínicas. En el ámbito de la investigación, los<br />

parámetros más prometedores para realizar la identificación<br />

de un sujeto frágil son los marcadores de inflamación,<br />

los cuales se proponen con base en diferentes estudios<br />

experimentales como los marcadores y/o indicadores<br />

predictivos más convincentes de fragilidad y mortalidad en<br />

el adulto mayor (Cuadro 1) (De Martinis et al., 2006).<br />

En relación a los marcadores de inflamación, estudios<br />

recientes han identificado una importante relación entre<br />

éstos y la fragilidad en el adulto mayor y si bien en estos<br />

trabajos no se logró demostrar que la activación de vías<br />

inflamatorias fuera la causa de eventos adversos en la<br />

salud, evidencia biológica reciente apoya que la exposición<br />

crónica a mediadores inflamatorios produce múltiples<br />

alteraciones fisiológicas (Halter et al., 2009). De ahí que<br />

el aumento en los niveles de citocinas proinflamatorias y<br />

sus receptores –como el factor de necrosis tumoral alfa<br />

(TNF-α), la interleucina-6 (IL-6), el antagonista <strong>del</strong><br />

receptor de la interleucina-1 (IL-1Ra), receptores solubles


<strong>del</strong> TNF, entre otros– sea un factor de riesgo importante<br />

e independiente de morbilidad y mortalidad en el adulto<br />

mayor (De Martinis et al., 2006).<br />

Como consecuencia de esta hiperproducción de citocinas<br />

proinflamatorias en individuos de edad avanzada, también<br />

se ha identificado un incremento en la producción<br />

de diversas quimiocinas. De ahí que la fragilidad y la<br />

discapacidad en el adulto mayor representen la expresión<br />

compleja de una producción anormal de dichas citocinas.<br />

En apoyo a esta hipótesis, niveles elevados de marcadores<br />

serológicos inflamatorios en individuos de edad avanzada<br />

se han asociado con diversas patologías como demencia,<br />

enfermedad de Parkinson, aterosclerosis, diabetes mellitus<br />

tipo 2, sarcopenia, discapacidad funcional y un mayor riesgo<br />

de mortalidad. Por lo tanto, a través de la inflamación y sus<br />

mediadores, el sistema inmune no sólo influye de manera<br />

positiva en las reacciones de defensa inmunológicas, sino<br />

que también ejerce efectos adversos en el organismo,<br />

principalmente <strong>sobre</strong> músculo, hueso, función cardiaca,<br />

hematopoyesis y la cognición (De Martinis et al., 2006).<br />

Asimismo, se ha demostrado que adultos mayores frágiles<br />

presentan niveles séricos más elevados de la proteína C<br />

reactiva (pCr), un importante marcador de inflamación,<br />

así como un incremento en los niveles de marcadores de<br />

coagulación como el factor VIII y el dímero-D, esto en<br />

comparación con individuos mayores clasificados como no<br />

frágiles (Walston et al., 2002), lo que corrobora la presencia<br />

de un estado de inflamación crónica en estos pacientes y<br />

un mayor riesgo de coagulación (Espinoza et al., 2007).<br />

Además, se ha demostrado que niveles séricos elevados<br />

de IL-6, pCr e IL-1Ra se asocian significativamente con<br />

disminución de la fuerza muscular y <strong>del</strong> rendimiento físico<br />

(Cesari et al., 2004) y que niveles altos de TNF-α e<br />

IL-6 se relacionan de manera importante con fragilidad y<br />

enfermedad cardiovascular (De Martinis et al., 2006).<br />

Como se mencionó antes, dado que la IL-6 se asocia con<br />

una disminución <strong>del</strong> rendimiento físico en el adulto mayor,<br />

debido a sus efectos <strong>sobre</strong> la función muscular, estudios<br />

previos han evaluado el efecto conjunto de esta citocina<br />

y <strong>del</strong> factor de crecimiento tipo insulina-1 (IGF-1) <strong>sobre</strong><br />

dicha función, encontrando que tanto la IL-6 como el IGF-<br />

1, así como la interacción entre ambos, son predictores<br />

importantes de fuerza muscular y de presión manual. Por<br />

otra parte, estudios in vitro han demostrado que la IL-6<br />

FRAGILIDAD<br />

inhibe la producción y actividad biológica <strong>del</strong> IGF-1, lo que<br />

sugiere que el efecto negativo de la IL-6 <strong>sobre</strong> la función<br />

muscular podría estar mediado por la inhibición de este<br />

factor de crecimiento. Además, se ha demostrado que<br />

tanto la IL-6 como el TNF-α se asocian con mortalidad<br />

elevada, mientras que los niveles de IGF-1 muestran un<br />

efecto contrario (De Martinis et al., 2006).<br />

También se ha reportado que mujeres de edad avanzada<br />

con niveles altos de IL-6 y bajos de IGF-1 muestran una<br />

limitación significativamente mayor en la marcha, así como<br />

discapacidad para realizar sus tareas básicas y actividades<br />

instrumentadas de la vida diaria, comparadas con aquellas<br />

sin ningún factor de riesgo. Por lo tanto, la combinación de<br />

ambos factores confiere un mayor riesgo de discapacidad<br />

progresiva y muerte en estas mujeres y sugiere un efecto<br />

agregado de la desregulación de los sistemas inmune y<br />

endocrino (Cappola et al., 2003). Por otra parte, citocinas<br />

como el TNF-α, interleucina-1 (IL-1), interferón gamma<br />

(IFN-γ) y factor neurotrófico ciliar (CNTF) han mostrado<br />

una relación con la anorexia <strong>del</strong> envejecimiento y, por ende,<br />

con el estado nutricional, así como con la masa muscular<br />

(Ávila et al., 2008). Sin embargo, aun cuando se desconoce<br />

la vía causal que conduce de un estado inflamatorio a la<br />

discapacidad, se sugiere que los marcadores de inflamación<br />

pueden ocasionar una deficiencia en el funcionamiento<br />

físico, a través de sus efectos catabólicos <strong>sobre</strong> el tejido<br />

muscular (Schaap et al., 2006).<br />

En cuanto a los marcadores endocrinos, existe evidencia<br />

reciente de que la resistencia a la insulina es un elemento<br />

clave en la incidencia de fragilidad. Otros marcadores<br />

relacionados con la deficiencia <strong>del</strong> sistema músculoesquelético<br />

en el adulto mayor son niveles bajos de<br />

sulfato de dehidroepiandrosterona, primer mensajero en<br />

la secreción de la hormona <strong>del</strong> crecimiento con un papel<br />

importante en el mantenimiento de la masa muscular,<br />

así como la deficiencia de vitamina D, la cual es común<br />

en adultos mayores y se ha asociado con disminución<br />

de la función muscular, caídas, fracturas de fémur y<br />

sarcopenia (Ávila et al., 2008), aspectos que mejoran<br />

con la administración de dicha vitamina, disminuyendo<br />

así la discapacidad funcional. Asímismo, dosis altas de<br />

testosterona, una hormona anabólica, han mostrado un<br />

incremento de la fuerza y la masa muscular en hombres de<br />

edad avanzada con hipogonadismo así como en mujeres<br />

de edad avanzada. Además, en un mo<strong>del</strong>o animal de<br />

55


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

accidente cerebrovascular, la testosterona ha mostrado<br />

una mejoría de la función muscular. Por el contrario, niveles<br />

bajos de testosterona se han asociado con disminución de<br />

la función muscular y se ha observado que la deficiencia<br />

de andrógenos conduce también a la pérdida de masa<br />

muscular (Morley et al., 2006).<br />

Por otra parte, se ha demostrado que cuando el transgen<br />

para el factor de crecimiento mecánico es insertado dentro<br />

<strong>del</strong> músculo de ratas viejas, éste rejuvenece dicho tejido.<br />

También se ha reportado que una doble <strong>del</strong>eción en el gen<br />

de la miostatina lleva a una hipertrofia muscular en ratones,<br />

vacas y humanos y que niveles bajos <strong>del</strong> CNTF durante<br />

el envejecimiento, se correlacionan con disminución de la<br />

fuerza muscular; sin embargo, su reemplazo conduce a un<br />

incremento de la masa muscular en animales (Morley et al.,<br />

2006). Desafortunadamente, aun cuando en los últimos<br />

años se han publicado diversos trabajos enfocados en el<br />

estudio de estos marcadores biológicos, en la actualidad<br />

no existe un biomarcador específico para fragilidad; por<br />

ello es indispensable desarrollar nuevas investigaciones<br />

en este campo que permitan definir el impacto de estos<br />

biomarcadores <strong>sobre</strong> la discapacidad funcional en el adulto<br />

mayor, así como su posible utilidad clínica, lo cual facilitaría<br />

junto con los criterios médicos funcionales, mentales<br />

y sociodemográficos, tanto la identificación como el<br />

tratamiento oportuno <strong>del</strong> adulto mayor frágil.<br />

4. Intervenciones no farmacológicas para prevenir<br />

o revertir el síndrome de fragilidad<br />

Las intervenciones se han enfocado en prevenir o revertir<br />

los componentes específicos <strong>del</strong> síndrome de fragilidad a<br />

través de acciones farmacológicas y no farmacológicas.<br />

Entre las primeras se pueden distinguir tres tipos: las<br />

intervenciones orientadas a la nutrición, las enfocadas en la<br />

actividad física y las que combinan ambas; en estas últimas<br />

se enfoca el presente artículo (Walson et al., 2006).<br />

Tipo de intervenciones<br />

De manera general, el estado nutricio marca la dirección de<br />

las intervenciones, ya que la fragilidad se puede presentar<br />

tanto en población con obesidad como con desnutrición.<br />

56<br />

En lo que respecta a nutrición, las intervenciones se han<br />

basado en el incremento o disminución <strong>del</strong> consumo<br />

energético total, en el consumo de macro y micro<br />

nutrimentos de la dieta y la variedad de ésta. También se ha<br />

explorado la inclusión en la dieta de alimentos fortificados<br />

en energía y proteínas, aminoácidos, vitaminas y minerales<br />

(Chin et al., 2008; Chin et al., 2002).<br />

Por su parte, las intervenciones a través de actividad física<br />

han consistido en ejercicios que mejoran o incrementan<br />

la flexibilidad, el balance, la fuerza y la resistencia, con<br />

variaciones en la intensidad, el volumen y el tipo de<br />

actividades. En algunos casos se ha utilizado el enfoque<br />

multicomponente y en otros los investigadores han<br />

buscado el efecto en las extremidades, principalmente en<br />

las inferiores (Chin et al., 2002).<br />

Definiciones empleadas en las intervenciones<br />

Las definiciones operacionales usadas para estudiar<br />

fragilidad difieren ampliamente en función <strong>del</strong> marco<br />

conceptual de cada estudio. Se reporta un amplio rango<br />

de capacidades físicas y cognitivas en la población definida<br />

como frágil sin que exista una definición ampliamente<br />

aceptada o criterios estándares (Chin et al., 2008; Chin<br />

et al., 2002).<br />

Los criterios más ampliamente aceptados son los de Linda<br />

Fried (Collaborative Research Group, 2001), quien define<br />

el síndrome de fragilidad como la presencia de tres más<br />

de los siguientes aspectos: debilidad, lenta velocidad de la<br />

marcha, fatiga autorreportada, baja actividad física y pérdida<br />

de peso involuntaria. El Grupo de Trabajo en Intervenciones<br />

en Fragilidad (Ferruci et al., 2004), en el cual participa la<br />

Dra. Fried, propone incluir en la definición de fragilidad<br />

siete indicadores (movilidad, fuerza, resistencia, nutrición,<br />

inactividad física, balance y procesamiento motor) que<br />

pueden ser medidos de distintas maneras.<br />

Es así que en la literatura encontramos una diversidad de<br />

mediciones, lo que en muchos casos dificulta establecer<br />

comparaciones y sacar conclusiones. En ese sentido,<br />

es común que se incluyan sólo algunos indicadores de<br />

los antes mencionados. Tal es el caso de Binder (Binder<br />

et al., 2002), que define fragilidad con base en tres<br />

mediciones: desempeño físico, consumo de oxígeno (VO2<br />

peak) y estado funcional; o de Latham (Latham Jong et


al., 2003), que lo hizo en función de autorreporte de<br />

salud física (SF-36) y caídas. Faber (Faber et al., 2006)<br />

midió caídas, movilidad (Performance Oriented Mobility<br />

Assessment), desempeño físico (desempeño físico SF-<br />

36) y discapacidad autorreportada (Groningen Activity<br />

Restriction Scale) y Jong (Jong et al., 2000) midió a su<br />

vez percepción sensorial, apetito, consumo de energía,<br />

composición corporal y peso. En otros estudios también<br />

se han reportado como desenlaces la fuerza muscular y/o<br />

masa muscular, cambios séricos de vitaminas y en muy<br />

pocos casos se ha estudiado la incidencia de fragilidad<br />

como constructo.<br />

Resultados encontrados<br />

Entre las intervenciones de tipo nutricio están los estudios<br />

de Payette (Payette et al., 2002), Chin (Chin et al.,<br />

2002), Latham (Latham et al., 2003) y Daniels (Daniels<br />

et al., 2008). De manera general, se puede observar que<br />

hubo un incremento en la ingesta energética y en el peso,<br />

mejor funcionamiento emocional y menos días en cama;<br />

sin embargo, no se observan mejoras funcionales en la<br />

fuerza muscular (Gray-Donald et al., 1995).<br />

Con respecto a las intervenciones en las que se proporcionó<br />

un suplemento con vitamina D, se ha observado en sujetos<br />

sanos y/o con deficiencia que mejora el balance, disminuyen<br />

las caídas, hay un menor riesgo de fracturas e incrementa la<br />

velocidad de la marcha; sin embargo, hacen falta estudios<br />

en los que se demuestre que la suplementación con<br />

vitamina D previene directamente la fragilidad (Cherniack<br />

et al., 2007). Por otra parte, aún existe controversia en<br />

cuanto a la dosis y el tiempo necesario para observar un<br />

efecto funcional así como la forma de medir los efectos<br />

(Gray-Donald et al., 1995).<br />

Las intervenciones enfocadas a la actividad física han<br />

incluido programas intensivos progresivos y de intensidad<br />

moderada, caminata funcional y tai chi y programas<br />

comunes de ejercicio; sin embargo, la mayoría de ellos no<br />

han estudiado como desenlace principal el síndrome de<br />

fragilidad (Hinrichs et al., 2009). Algunos de los resultados<br />

que se han reportado son: mejor desempeño físico, mejor<br />

condición física, incremento en la funcionalidad, menos<br />

caídas, aumento de la fuerza muscular y <strong>del</strong> tiempo de<br />

reacción, mejor control neuromuscular y mejor equilibrio<br />

(Binder et al., 2002; Faber et al., 2006).<br />

Sólo se encontró un estudio prospectivo observacional<br />

en el que se evaluó el efecto de la práctica de rutinas<br />

estructuradas en la incidencia de fragilidad específicamente<br />

(Peterson et al., 2009).<br />

Respecto a las intervenciones mixtas en las que se combinan<br />

acciones relacionadas con la nutrición y la actividad física,<br />

en personas obesas frágiles se ha logrado la pérdida de peso<br />

y la disminución de la masa grasa sin reducción de la masa<br />

libre de grasa, mejor desempeño físico, mayor consumo de<br />

oxígeno y mejor funcionalidad (Villareal et al., 2006; Zak<br />

et al., 2009).<br />

A partir de lo anterior podemos resaltar que:<br />

• Las intervenciones enfocadas exclusivamente a la<br />

nutrición han sido poco efectivas.<br />

• La actividad física parece tener potencial para prevenir<br />

y revertir la fragilidad en personas con síndrome de<br />

fragilidad leve o moderado; sin embargo, en personas<br />

con fragilidad severa la actividad física puede tener un<br />

efecto negativo.<br />

• En los estudios de intervención no hay consistencia en<br />

cuanto a la definición <strong>del</strong> síndrome de fragilidad y de los<br />

desenlaces estudiados.<br />

• El síndrome de fragilidad ha sido poco estudiado como<br />

desenlace principal.<br />

• La actividad física tiene mejores resultados cuando se<br />

realiza en grupo y bajo la supervisión de entrenadores<br />

especializados.<br />

• No hay evidencia de efectos positivos en personas con<br />

fragilidad severa.<br />

• La gran mayoría de los ensayos comunitarios carecen de<br />

rigor metodológico, lo que dificulta compararlos y llegar<br />

a conclusiones <strong>sobre</strong> los efectos de las intervenciones<br />

(CONSORT) (Moher et al., 2010).<br />

• No se ha dado seguimiento a las personas después de<br />

las intervenciones.<br />

• En la mayoría de los estudios no se hace mención de<br />

efectos secundarios.<br />

5. Intervenciones farmacológicas<br />

FRAGILIDAD<br />

El desarrollo de la sarcopenia como principal característica en<br />

la composición corporal <strong>del</strong> sujeto frágil –en cuya causalidad<br />

parece determinante el fenómeno inflamatorio crónico–<br />

57


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

ha sido el principal objetivo terapéutico farmacológico<br />

propuesto para prevenir y tratar el desarrollo de fragilidad,<br />

que involucra tanto la pérdida de la independencia y<br />

la discapacidad física, como la menor supervivencia en<br />

pacientes que califican como frágiles. Es así que estudios<br />

de intervención cuyo objetivo primario ha sido mejorar el<br />

desempeño físico, la fuerza y masa muscular, así como la<br />

medición de marcadores inflamatorios también proponen<br />

como objetivos secundarios: mejorar funcionalidad<br />

específicamente en Actividades Básicas de la Vida Diaria<br />

(ABVD), calidad de vida, mejoría de la impresión global<br />

al cambio, caídas, admisión a instituciones y hospitales,<br />

y mortalidad. Lo anterior es lo disponible en la literatura<br />

hasta este momento. A partir de esa evidencia algunos<br />

consensos de expertos se han realizado preguntas como<br />

las siguientes: ¿Existe suficiente evidencia que soporte el<br />

tratamiento de la sarcopenia con fármacos? ¿Qué diseños,<br />

qué calidad de estudios así como de medición de resultados<br />

podrían ser aceptables para considerarse de utilidad clínica?<br />

(Cruz-Jentoft et al., 2010).<br />

Los fármacos que han sido estudiados tomando en cuenta<br />

los objetivos antes mencionados son:<br />

• Testosterona<br />

• Dehidroepiandrosterona (DHEA)<br />

• Hormona <strong>del</strong> crecimiento<br />

• Ghrelina<br />

• Vitamina D<br />

Testosterona<br />

Es el mayor andrógeno circulante en hombres, ligado<br />

a la SHGB y albúmina. Las concentraciones bajas de<br />

testosterona se asocian con menor masa libre de grasa,<br />

menor grasa muscular esquelética apendicular y menor<br />

fuerza muscular. En ancianos, las concentraciones de<br />

testosterona disminuyen progresivamente con la edad.<br />

Además, las cifras de SHGB se incrementan con la edad,<br />

por lo que la testosterona biodisponible es aún menor. La<br />

prevalencia de hipogonadismo es de 20% en hombres<br />

mayores de 60 años, cifra que puede llegar hasta 50% en<br />

hombres mayores de 80 años (Bhasin, 2003). El descenso<br />

de las concentraciones de las hormonas gonadales se<br />

acompaña de la activación de mediadores inflamatorios<br />

que pueden actuar como citoquinas catabólicas.<br />

58<br />

Los mecanismos y efectos anabólicos de la testosterona<br />

que se han reportado en la literatura y que podrían estar<br />

relacionados con la fragilidad han sido:<br />

• Aumento de la masa muscular asociado a hipertrofia de<br />

las fibras musculares tipo I y tipo II.<br />

• Aumento de la síntesis de proteínas musculares y mejor<br />

reutilización de los aminoácidos por el músculo.<br />

• Promueve el efecto biogénico, pero inhibe el efecto<br />

adipogénico.<br />

• Mantiene la densidad mineral ósea.<br />

• Promueve la eritropoyesis.<br />

• Puede estimular el apetito (Hyde et al., 2010).<br />

Sin embargo, los eventos adversos asociados con el uso<br />

de la testosterona han sido ampliamente reconocidos,<br />

principalmente a nivel prostático, con un incremento<br />

de riesgo de crecimiento (RR 1.78, IC 1.07-2.95),<br />

alteraciones en el hematocrito (RR 3.69; IC 1.82 a 7.51),<br />

fibrilación auricular o arritmia (1.22; IC 0.53 a 2.81) y<br />

otros eventos cardiovasculares (OR 1.14) (Kenny et al.,<br />

2010).<br />

Un ensayo clínico en el que se empleó testosterona<br />

transdérmica y se evaluó el efecto de ésta <strong>sobre</strong> la<br />

composición corporal, la densidad mineral ósea (DMO)<br />

y el desempeño físico en hombres ancianos, mostró que<br />

hubo un cambio modesto en la DMO tanto en cuello<br />

femoral como lumbar, existió aumento en la masa muscular<br />

magra y disminución de la masa grasa; sin embargo, no<br />

se observaron diferencias en las pruebas de desempeño<br />

físico. En los resultados de este estudio <strong>sobre</strong>sale el uso<br />

de testosterona y su baja frecuencia de presentación de<br />

efectos adversos (Kenny et al., 2010).<br />

Otro estudio de cohorte con un seguimiento de 5 años y<br />

que incluyó 1 586 hombres frágiles (de acuerdo con los<br />

criterios de Fried modificados) reportó que 15.2% de los<br />

hombres en la etapa basal tenían fragilidad, lo cual aumentó<br />

a 23% 5 años después y se observó una asociación<br />

independiente entre niveles bajos de testosterona libre y<br />

fragilidad (OR 1.22, IC 1.05-1.42). Como conclusión,<br />

estos autores mencionan que es necesario estudiar el<br />

efecto de la testosterona para prevenir el desarrollo de la<br />

fragilidad (Hyde et al., 2010).


Con respecto a la testosterona, lo que se ha observado es<br />

heterogeneidad en la respuesta anabólica, falta de mejoría<br />

en la calidad de vida y en la mejoría de las propiedades<br />

contráctiles <strong>del</strong> músculo esquelético (ejercicios de<br />

resistencia); tampoco ha demostrado efecto <strong>sobre</strong> la<br />

capacidad de ejercicio, fatigabilidad o resistencia.<br />

Dehidroepiandrosterona (DHEA)<br />

Otra hormona que ha sido estudiada en fragilidad es la<br />

DHEA, por su posibilidad de incrementar fuerza y masa<br />

muscular; se produce en la corteza renal y sirve como<br />

precursor de esteroides sexuales, además de aumentar la<br />

masa magra y disminuir la masa grasa. Sobre esta hormona<br />

se han publicado diversos estudios, el más citado de los<br />

cuales es el de Muller, cuyo objetivo fue evaluar el uso de<br />

la DHEA en la mejora <strong>del</strong> curso de la fragilidad, medido por<br />

pruebas de desempeño físico. Se analizaron 100 hombres<br />

con edad promedio de 70 años, a quienes se administró 50<br />

mg/día de DHEA o 100 mg/día de atamestane durante<br />

36 semanas; sin embargo, no se observaron diferencias<br />

entre los grupos con respecto a la medición de la fuerza y<br />

resistencia muscular (Muller et al., 2006).<br />

Otro agente anabólico conocido es la oxandrolona,<br />

esteroide andrógenico con un potente efecto anabólico<br />

y que es apto para su utilización vía oral. Sus efectos<br />

secundarios son leves y transitorios: discretas elevaciones<br />

en las transaminasas y disminución de los niveles de HDL<br />

colesterol. No hay estudios clínicos con oxandrolona<br />

en pacientes ancianos con fragilidad o sarcopenia. Se ha<br />

probado en patologías crónicas que cursan con pérdida de<br />

masa muscular, síndrome anorexia-caquexia, patologías<br />

neuromusculares, cáncer, VIH, entre otras. Y de ellos<br />

se puede concluir que incrementa la síntesis proteica y<br />

que podría ser útil para el tratamiento de la sarcopenia.<br />

La androstendiona es otro andrógeno producido por<br />

las glándulas adrenales y las gonadales de ambos<br />

sexos, sintetizado a partir de la DHEA y convertido en<br />

testosterona o en estrona. No hay estudios controlados<br />

que hayan utilizado androstendiona en ancianos (Burgos,<br />

2006). Los SARM (moduladores selectivos <strong>del</strong> receptor<br />

androgénico) continúan en fase de investigación y parecen<br />

prometedores; la utilización de agonistas que actúen como<br />

moduladores selectivos <strong>del</strong> receptor androgénico y que<br />

actúen con preferencia en tejido muscular y óseo permitiría<br />

prescindir de los temidos efectos adversos. Uno de ellos es<br />

osterine, andarine o S-4, que se ha utilizado en dosis de 0.1<br />

mg, 0.3 mg, 1 mg y 3 mg durante tres meses en hombres<br />

y mujeres mayores de 60 años, mostrando incremento de<br />

la masa muscular (1.3 kg) y disminución de la masa grasa<br />

(0.6 kg) con dosis máxima de 3 mg. Además incrementa<br />

la resistencia física medida por prueba de tolerancia al subir<br />

escaleras con diferencia estadística entre grupos p=0.005;<br />

además disminuyó LDL (lipoproteínas de baja densidad)<br />

(Dalton, 2008).<br />

Hormona de Crecimiento Humano (HGH)<br />

Otro agente estudiado es la hormona de crecimiento; una<br />

revisión sistemática que incluyó 18 estudios con 220<br />

sujetos reportó en sus resultados que no existió cambio en<br />

el peso, aumentó la masa magra y disminuyó la masa grasa y<br />

el colesterol total. Sin embargo, los efectos adversos no son<br />

despreciables ya que en 27% de los estudios fue necesario<br />

reducir el tiempo y dosis; algunas de las reacciones adversas<br />

fueron edema periférico (50%), hiperglucemia (22%),<br />

síndrome <strong>del</strong> túnel <strong>del</strong> carpo (19%), malestar general y<br />

artralgias (21%) y ginecomastia (5%). Lo más relevante<br />

es que no hay ensayos clínicos controlados en fragilidad<br />

(Hau, 2007).<br />

La hormona “ghrelina” –un secretagogo de la hormona<br />

<strong>del</strong> crecimiento disponible para su administración vía<br />

oral– incrementa la secreción pulsátil de hormona <strong>del</strong><br />

crecimiento en ancianos; además ha mostrado en estudios<br />

con un número reducido de pacientes y en fase 1 que<br />

disminuye el factor de crecimiento similar a la insulina<br />

(IGF-I), mejora la composición corporal y tiene un efecto<br />

benéfico <strong>sobre</strong> la anorexia asociada al envejecimiento; sin<br />

embargo, es necesario realizar más estudios (Nass, 2009).<br />

Vitamina D<br />

FRAGILIDAD<br />

La vitamina D tiene múltiples propiedades a nivel de<br />

hueso y músculo y se ha descrito que las concentraciones<br />

bajas de vitamina D y niveles elevados de paratohormona<br />

(PTH) son factores de riesgo para desarrollar sarcopenia.<br />

El músculo esquelético posee receptores para vitamina D,<br />

expresa degradación miofibrilar, disminución <strong>del</strong> recambio<br />

proteico y de la secreción de insulina mediada por la<br />

hipocalcemia; por otro lado, la PTH tiene efectos tróficos<br />

<strong>sobre</strong> músculo. Sin embargo, los resultados de algunos<br />

estudios no han podido demostrar un efecto benéfico<br />

<strong>sobre</strong> el desempeño físico (Latham et al., 2003).<br />

59


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

El estudio InCHIANTI (Nass et al., 2009) –en el que se<br />

incluyeron hombres y mujeres con fragilidad– concluyó<br />

que la deficiencia de vitamina D se asocia a fragilidad en<br />

los hombres predominantemente y menciona que dicha<br />

vitamina tiene efectos diferentes en hombres y mujeres. Un<br />

estudio transversal que incluyó 215 sujetos con fragilidad<br />

(criterios de Fried) y aplicó la escala de Edmonton reportó<br />

que hay una deficiencia de vitamina D en los sujetos<br />

frágiles (Shar<strong>del</strong>l et al., 2009).<br />

La fragilidad podría ser un fenómeno muy común en<br />

nuestra población. Reconocerla como un síndrome clínico<br />

permitirá abrir una gama de oportunidades terapéuticas<br />

tanto farmacológicas como no farmacológicas para su<br />

prevención y tratamiento. Hasta este momento no existe<br />

un medicamento específico con suficiente evidencia para<br />

el tratamiento tanto de la sarcopenia como de la fragilidad,<br />

por lo que es necesario seguir investigando y mantenerse al<br />

tanto de los resultados y propuestas conducentes a mejorar<br />

el desempeño físico y la calidad de vida, objetivo siempre<br />

precedido de una adecuada evaluación clínica y bioquímica<br />

que permita ofrecer a los pacientes la mejor opción<br />

terapéutica con el menor riesgo de efectos secundarios<br />

adversos.<br />

FUTURO EN INVESTIGACIÓN<br />

¿Por qué debe investigarse <strong>sobre</strong> fragilidad? Porque es un<br />

problema real, complejo, de origen desconocido, con un<br />

impacto grave en la salud, que involucra interacciones de<br />

los sistemas biológicos así como una falta de conocimiento<br />

que impide aplicar medidas preventivas y terapéuticas<br />

efectivas; todo lo anterior hace necesario que el problema<br />

sea abordado desde diversos escenarios.<br />

Por lo anterior las directivas futuras de la investigación se<br />

pueden encaminar a: llegar a un acuerdo formal respecto a<br />

un fenotipo clínico, determinar la contribución de otras áreas<br />

clínicas, identificar efectos individuales y conglomerados,<br />

definir la utilidad de distintos fenotipos, identificar los<br />

componentes subclínicos, desarrollar mo<strong>del</strong>os celulares<br />

y animales, realizar estudios poblacionales y clínicos,<br />

identificar factores implicados, investigar la influencia de<br />

condiciones específicas, determinar los factores de riesgo,<br />

identificar potenciales blancos de estrategias terapéuticas<br />

o preventivas, desarrollar técnicas analíticas innovadoras y<br />

redes de colaboración.<br />

60<br />

La situación actual en México hace necesario realizar la<br />

validación de los fenotipos, verificar su validez predictiva,<br />

desarrollar cohortes específicas, explorar otras áreas clínicas,<br />

favorecer el crecimiento de las redes existentes que se<br />

encuentran en un periodo incipiente y mantener e impulsar<br />

la colaboración internacional. Como necesidades próximas<br />

se requiere crear cohortes que incluyan al área rural, lo<br />

cual permitirá conocer los fenotipos por regiones así como<br />

identificar potenciales blancos de estrategias terapéuticas o<br />

preventivas; también es necesario impulsar la investigación<br />

experimental (desarrollo de mo<strong>del</strong>os celulares y animales)<br />

así como el desarrollo de técnicas analíticas innovadoras.<br />

CONCLUSIONES<br />

Es necesario emplear una sola definición de fragilidad<br />

para fines de investigación que permita unificar criterios<br />

diagnósticos y que facilite la integración de una cohorte<br />

nacional y de múltiples cohortes de pacientes.<br />

Debido a que se trata de un problema complejo, dinámico,<br />

integrado por varios componentes, de múltiples causas y<br />

asociado al envejecimiento, es importante considerarlo<br />

como un síndrome que tiene fenotipos identificables y que<br />

confiere riesgo para una evolución adversa.<br />

Existen diferentes criterios e índices como los de Fried y de<br />

Rockwood, respectivamente, pero es necesario considerar<br />

que al ser un síndrome es necesario tomar en cuenta en<br />

su diagnóstico aspectos biomédicos, físicos-funcionales,<br />

sociodemográficos, afectivos y cognoscitivos.<br />

Como se comentó, existen múltiples marcadores celulares,<br />

serológicos y genéticos; sin embargo, hasta este momento<br />

ninguno resulta útil en la clínica. De ahí que sea necesario<br />

continuar el análisis de los marcadores, específicamente los<br />

genéticos, en nuestra población.<br />

Con respecto a las intervenciones no farmacológicas se<br />

ha documentado que las intervenciones enfocadas a la<br />

nutrición han sido poco efectivas, que la actividad física<br />

parece tener potencial para prevenir y revertir la fragilidad<br />

leve y moderada (pero existe poca información <strong>sobre</strong> su<br />

impacto en la fragilidad severa), que en los estudios de<br />

intervención no hay consistencia en cuanto a la definición<br />

o desenlaces, que la actividad física tiene mejores<br />

resultados cuando se realiza en grupo y bajo la supervisión


de entrenadores especializados, que la gran mayoría de los<br />

ensayos comunitarios carecen de rigor metodológico de<br />

acuerdo con los criterios <strong>del</strong> CONSORT, que no se ha dado<br />

seguimiento a las personas después de las intervenciones<br />

y que en la mayoría de los estudios no se hace mención de<br />

efectos secundarios.<br />

Con respecto a las intervenciones farmacológicas,<br />

los agentes más estudiados son: testosterona,<br />

dehidroepiandroterona, Grelina, vitamina D y hormona<br />

<strong>del</strong> crecimiento. Los estudios no han demostrado mejoría<br />

en la calidad de vida ni en las propiedades contráctiles <strong>del</strong><br />

músculo esquelético; tampoco se ha observado efecto<br />

<strong>sobre</strong> la capacidad de ejercicio, fatigabilidad o resistencia y<br />

hasta el momento no existe un medicamento específico<br />

con suficiente evidencia para el tratamiento de la sarcopenia<br />

y la fragilidad.<br />

Respecto al futuro de la investigación, es importante<br />

considerar la necesidad de desarrollar cohortes a nivel<br />

nacional que incluyan el área rural y con ello permitan<br />

determinar los fenotipos en la región, así como identificar<br />

potenciales blancos de estrategias terapéuticas y<br />

preventivas. También es necesario realizar ensayos clínicos<br />

con rigor metodológico que permitan evaluar correctamente<br />

las intervenciones no farmacológicas y farmacológicas, así<br />

como desarrollar técnicas analíticas innovadoras.<br />

ACCIONES<br />

• Trabajar de manera coordinada para elaborar una<br />

definición de fragilidad que sea el marco de referencia<br />

para todos los miembros interesados en realizar<br />

investigación relacionada con fragilidad.<br />

• Desarrollar un marco de referencia de datos que deba<br />

ser incluido por todo estudio <strong>sobre</strong> fragilidad realizado<br />

en México, con la finalidad de que los estudios puedan<br />

ser comparados o integrados.<br />

• Lograr desarrollar proyectos transdisciplinarios y<br />

nacionales más que locales.<br />

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63


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

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randomised clinical trial). BMC Public Health,<br />

939-53.<br />

64


GRUPO DE TRABAJO<br />

Manejo de enfermedades<br />

crónicas y sus complicaciones<br />

Coordinador:<br />

Ruy López Ridaura<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

Relator:<br />

Mario Ulises Pérez Zepeda<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

Ricardo Arturo Reynoso Mendoza<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />

Nutrición “Salvador Zubirán”<br />

Luis Cuitláhuac García Fabela<br />

Instituto de Seguridad Social <strong>del</strong> Estado<br />

de México y Municipios<br />

Amir Gómez-León Mandujano<br />

Instituto de Geriatría<br />

Aída Socorro Borges Yáñez<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Marco Vinicio González<br />

Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />

Francisco López Esqueda<br />

Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />

Santiago Paulino Ramírez Díaz<br />

Instituto Biomédico de Investigación de<br />

Aguascalientes


JUSTIFICACIÓN<br />

Entre los principales padecimientos que enfrenta la<br />

población mayor de 60 años de edad se encuentran<br />

las llamadas enfermedades crónicas que, además de ser<br />

las principales causas de mortalidad en este grupo de<br />

edad, también se encuentran asociadas a pérdida de la<br />

funcionalidad. El estudio de las diferentes enfermedades<br />

crónicas, sus impactos, sus convergencias y las potenciales<br />

intervenciones es prioritario en la prevención de la<br />

disfuncionalidad de los ancianos; sin embargo, hoy en día<br />

muchos de estos tópicos han permanecido inexplorados,<br />

por lo que la elaboración de una agenda de investigación<br />

sistematizada en torno a ellos es el primer paso para este<br />

fin.<br />

OBJETIVO GENERAL<br />

66<br />

• Analizar las principales enfermedades crónicas que<br />

afectan a los adultos mayores, <strong>del</strong>imitando el impacto<br />

de cada una de ellas e identificando las opciones de<br />

tratamiento disponibles y las líneas de investigación<br />

relevantes.<br />

• Identificar las líneas prioritarias de investigación de las<br />

principales enfermedades crónicas que aquejan a los<br />

ancianos.<br />

OBJETIVOS ESPECÍFICOS<br />

a. Proponer una agenda de investigación para el abordaje<br />

de los distintos temas analizados.<br />

b. Agregar algunos otros temas que puedan ser incluidos<br />

en el rubro de enfermedad crónica, y que como tales<br />

puedan ser analizados e investigados.<br />

c. Elaborar propuestas de trabajo concretas, así como<br />

proyectos de investigación <strong>sobre</strong> los temas de interés.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Durante la transición epidemiológica que México ha<br />

estado experimentado en los últimos años, se está pasando<br />

de una frecuencia de enfermedades infecto-contagiosas<br />

y de la nutrición, a aquellas llamadas enfermedades<br />

crónicas (Omran, 1971). Esto tiene implicaciones en<br />

los diversos sistemas de salud para la atención de las<br />

diferentes enfermedades y las actividades de promoción<br />

orientadas a prevenir tanto las enfermedades crónicas y<br />

sus complicaciones, como la pérdida de la funcionalidad<br />

y la mortalidad que tiene como consecuencia este grupo<br />

de entidades (Córdova-Villalobos et al., 2008). Las<br />

enfermedades crónico-degenerativas tienen en común las<br />

siguientes características:<br />

• Etiología incierta, habitualmente multifactorial:<br />

factores genéticos y estilos de vida poco saludables<br />

potencialmente modificables.<br />

• Largos periodos de incubación.<br />

• Largos periodos subclínicos.<br />

• Periodo clínico prolongado y progresivo con impacto<br />

multiorgánico.<br />

• Sin tratamiento específico, poco efectivo y no definitivo.<br />

• Tratamiento utilizado durante la mayor parte de la vida.<br />

• Gran impacto en la población adulta, provocando una<br />

gran demanda de atención.<br />

• Mayor impacto en poblaciones pobres.<br />

Los distintos impactos de estas enfermedades se han<br />

medido mediante indicadores tales como los años de vida<br />

saludable y los años de vida con calidad; los primeros miden<br />

la carga de una determinada enfermedad en la funcionalidad<br />

y los segundos miden la carga de determinada enfermedad<br />

en la calidad de vida de un sujeto (Sassi, 2006).<br />

Por lo anterior, los temas a investigar en cuanto a<br />

enfermedades crónicas se pueden priorizar a partir de la<br />

siguiente propuesta estratégica:<br />

• Magnitud (cuál es la carga de la enfermedad)<br />

• Factores de riesgo (por qué persiste)<br />

• Conocimiento actual (qué sabemos y cuál es su costo)<br />

• Posibilidades para el futuro (qué investigar y cuál es su<br />

costo)<br />

• Inversiones (investigación para enfermedades o factores<br />

de riesgo).<br />

1. Osteoporosis<br />

La osteoporosis está definida, según la Real Academia<br />

Española, como “la fragilidad de los huesos producida por<br />

una menor cantidad de sus componentes minerales, lo que<br />

disminuye su densidad” (RAE, 2001).


A su vez, la Organización Mundial de la <strong>Salud</strong> (OMS) la<br />

define como una “enfermedad caracterizada por poca<br />

masa ósea y deterioro de la microarquitectura <strong>del</strong> tejido<br />

óseo que predispone a una mayor fragilidad <strong>del</strong> hueso y,<br />

en consecuencia, aumenta el riesgo de fractura” (WHO,<br />

1999).<br />

El hueso es un órgano complejo cuyo equilibrio metabólico<br />

puede verse comprometido por múltiples factores ya<br />

sean genéticos o ambientales. Alcanza su máxima<br />

densidad aproximadamente a los 30 años de edad <strong>del</strong><br />

sujeto y después va perdiendo poco a poco su masa. El<br />

envejecimiento de la población ha representado un reto,<br />

ya que la edad y la menopausia están entre los principales<br />

factores de riesgo para osteoporosis. Los retos más<br />

importantes son la discapacidad que produce después de<br />

una fractura y los costos de atención que van elevándose<br />

conforme cambia la pirámide de población (Burge et al.,<br />

2007).<br />

Epidemiología<br />

Se estima que en Estados Unidos afecta a 10 millones<br />

de personas mayores de 50 años con una prevalencia<br />

mayor en mujeres que en hombres, con una razón de 4 a 1<br />

(Research, 2006).<br />

En dicho país, aproximadamente 34 millones de personas<br />

tienen baja densidad ósea y, por lo tanto, están expuestas a<br />

un mayor riesgo de fracturas (NOF, 2010).<br />

Las mujeres mayores de 80 años tienen 8 veces más riesgo<br />

de tener una fractura de cadera osteoporótica que aquellas<br />

de 65 a 74 años (Stevens et al., 1999) y aproximadamente<br />

70% de las fracturas de cadera en mujeres mayores de 65<br />

años son debidas a esta enfermedad (Burge et al., 2007).<br />

En México no se tienen estudios epidemiológicos para<br />

determinar la frecuencia de esta enfermedad. Sin embargo,<br />

en un estudio realizado en la Ciudad de México por Acosta<br />

y colaboradores, de una muestra de 5 924 mujeres, 17.9%<br />

tenían osteoporosis y se conservó la relación de 4 a 1 a<br />

favor de las mujeres; 34.5% tenían osteopenia y 47.4%<br />

tenían huesos normales. En el caso de los hombres, hasta<br />

la fecha no se tiene un dato parecido al de las mujeres en<br />

México (Acosta, 2008).<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

Diagnóstico<br />

Clínicamente, el diagnóstico de la osteoporosis se<br />

hace tardíamente, cuando existen manifestaciones<br />

como fractura de muñeca, vertebral o de cadera. Es<br />

importante realizar una anamnesis, una exploración física<br />

y un diagnóstico diferencial adecuado para clasificar esta<br />

enfermedad. La osteoporosis es una afección indolora y<br />

en ocasiones puede dar dolor en puntos de microfracturas,<br />

pero evidentemente ya es muy tarde. Otro signo puede<br />

ser la pérdida de estatura y la deformidad de la columna<br />

vertebral. La osteoporosis se puede clasificar en primaria y<br />

secundaria. La primaria se divide a su vez en tipo I (mujeres<br />

posmenopáusicas) y tipo II (personas de edad avanzada) y<br />

la secundaria puede ser causada por múltiples patologías de<br />

tipo endocrino, gastrointestinal, genético, hematológico,<br />

reumático, entre otras, y por medicamentos.<br />

Se han utilizado múltiples esquemas para hacer el<br />

diagnóstico; primero hay que reconocer los factores de<br />

riesgo, que son, entre otros:<br />

• Edad<br />

• Género femenino<br />

• Raza caucásica o asiática<br />

• Menarquia tardía o menopausia temprana<br />

• Alcoholismo<br />

• Tabaquismo<br />

• IMC bajo < 19 kg/m 2<br />

• Sedentarismo o inmovilización prolongada<br />

• Dieta desbalanceada con baja ingesta de calcio<br />

• Ingesta de medicamentos como glucocorticoides,<br />

anticonvulsivantes, etc.<br />

El método clínico más utilizado es la densitometría<br />

ósea (absorciometría radiológica de doble energía) de<br />

columna vertebral y cadera, combinada con exámenes de<br />

laboratorio de remo<strong>del</strong>ado óseo. La densitometría mide la<br />

densidad mineral ósea (DMO) expresada en gramos <strong>sobre</strong><br />

centímetro cuadrado (g/cm 2 ).<br />

El diagnóstico por densitometría se realiza de acuerdo con<br />

la clasificación de la OMS, que determina un punto de corte<br />

o T score en donde se compara la DMO de personas sanas<br />

de 30 años y mismo género contra las <strong>del</strong> sujeto estudiado<br />

(Z score). Se considera normal cuando el T score muestra<br />

una desviación estándar por encima de -1, osteopenia<br />

67


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

entre -1 y -2.5, osteoporosis menor de -2.5 y osteoporosis<br />

severa cuando esto se asocia a una fractura.<br />

La densitometría debe hacerse a toda persona que tenga<br />

factores de riesgo; para esto se han utilizado múltiples<br />

cuestionarios como el de Albrand, que fue analizado en<br />

cuanto a su sensibilidad y especificidad en una población<br />

mexicana por Mendoza-Romo y colaboradores (2007).<br />

Otras escalas pueden ser SCORE, ORAI y NOF (Rodríguez-<br />

Leal, 2002).<br />

Entre los marcadores biológicos se encuentran los<br />

de formación (actividad osteoblástica), como son la<br />

fosfatasa alcalina, su fracción ósea y la osteocalcina, y<br />

los de reabsorción (actividad osteoclástica), como son<br />

la hidroxiprolina urinaria, deoxipiridinolina urinaria y el<br />

N-telopéptido.<br />

Hay otros métodos para hacer el diagnóstico de<br />

osteoporosis pero son más caros y menos accesibles, como<br />

la tomografía, la resonancia magnética, ecotomografía y<br />

los rayos X convencionales.<br />

Complicaciones<br />

La complicación más importante de la osteoporosis es la<br />

fractura de cadera. En Estados Unidos, esta enfermedad fue<br />

responsable de más de 2 millones de fracturas en hombres<br />

y mujeres mayores de 50 años, entre ellas 297 mil <strong>del</strong><br />

cuello <strong>del</strong> fémur, 547 mil vertebrales, 280 mil de muñeca y<br />

810 mil de otros sitios (Burge et al., 2007). En ese mismo<br />

país, la osteoporosis causó 432 mil hospitalizaciones, 2.5<br />

millones de consultas y 180 mil institucionalizaciones<br />

(NOF, 2010).<br />

El 25% de las personas que sufrieron fractura de cadera<br />

quedaron con discapacidad durante el primer año<br />

posfractura. Seis meses después de la fractura, sólo 15%<br />

podía caminar sin ayuda y 50% quedó discapacitada<br />

permanentemente (Magaziner et al., 2003; Marottoli et<br />

al., 1992; US-HHS et al., 2007).<br />

En cuanto a mortalidad, sabemos que las complicaciones<br />

graves se pueden presentar después de una fractura de<br />

cadera o vertebral y éstas van desde la trombosis venosa<br />

profunda hasta la embolia pulmonar, pasando por la<br />

neumonía por estasis.<br />

68<br />

El riesgo de muerte durante las primeras semanas es 10<br />

veces mayor comparado con el riesgo de una persona sin<br />

fractura, <strong>del</strong> mismo sexo y edad. En los primeros 3 meses,<br />

este riesgo es de 2.8 a 4 veces mayor y 20% muere<br />

durante el primer año después de la fractura (US-HHS et<br />

al., 2007; Miller, 1999).<br />

Tratamiento<br />

El tratamiento de la osteoporosis se divide en dos grandes<br />

partes: el tratamiento no farmacológico y el farmacológico.<br />

Dentro <strong>del</strong> tratamiento no farmacológico se encuentra<br />

la educación para la salud, lo que incluye la modificación<br />

<strong>del</strong> estilo de vida o el incentivar estilos protectores. Este<br />

campo ha sido poco explorado entre los adultos mayores,<br />

quienes podrían beneficiarse <strong>del</strong> ejercicio para evitar más<br />

pérdida de masa ósea y de la exposición a la luz solar a<br />

determinadas horas <strong>del</strong> día para la mejoría en la síntesis de<br />

vitamina D, entre otras medidas.<br />

El factor protector más importante es el ejercicio, el cual<br />

debe de hacerse cotidianamente e iniciarlo desde la infancia<br />

y mantenerlo en la vida adulta. En el caso <strong>del</strong> adulto mayor,<br />

hay que adecuar rutinas de ejercicio que estimulen el<br />

equilibrio y aumento de la masa muscular, para así poder<br />

evitar las caídas y, por consiguiente, las fracturas.<br />

Una dieta adecuada que incluya una ingesta suficiente<br />

de calcio y disminución de la toma de alcohol o café es<br />

importante. Conservar un peso adecuado con un índice de<br />

masa corporal entre 20 y 25 kg/m 2 o evitar una pérdida<br />

abrupta de peso son acciones que disminuyen el riesgo de<br />

osteoporosis. En cuanto a la composición corporal, aún<br />

está por dilucidarse si existe asociación entre sarcopenia<br />

y osteopenia, el significado y posibles vías comunes que<br />

puedan tener, si el tratamiento de uno mejora el otro,<br />

etcétera.<br />

Respecto al tratamiento farmacológico, deben buscarse<br />

algoritmos que nos ayuden a determinar cuándo iniciar éste<br />

y, <strong>sobre</strong> todo, la rotación de los medicamentos disponibles y<br />

la duración <strong>del</strong> tratamiento (los bifosfonatos, por ejemplo,<br />

después de determinado tiempo son <strong>del</strong>etéreos y pueden<br />

llegar a producir fracturas). Una guía clínica práctica es la<br />

publicada por Sociedad Española e Investigaciones Óseas<br />

y Metabolismo Mineral (NOF, 2008).


El suplemento de calcio disminuye en 23% el riesgo de<br />

fractura vertebral tal como lo demuestra el metaanálisis<br />

realizado por Shea (Shea et al., 2002). Un estudio similar<br />

demostró que el suplemento en vitamina D disminuía en<br />

37% el riesgo de fractura vertebral (Papadimitropoulos<br />

et al., 2002). En 1992, Chapuy demostró que una<br />

combinación de calcio y vitamina D disminuía el riesgo de<br />

fractura de cadera en 43% (Chapuy et al., 1992), lo cual<br />

es importante en la mejoría de la calidad de vida, ya que se<br />

sabe que las fracturas vertebrales suelen ser causa principal<br />

de dolor en los adultos mayores.<br />

El alendronato es uno de los principales bifosfonatos y ha<br />

demostrado que aumenta la DMO a nivel vertebral en 8%<br />

después de un tratamiento de 3 años (Liberman et al.,<br />

1995), también disminuye el riesgo de fractura de cadera<br />

en 53%, el vertebral en 45% y el de muñeca en 30%<br />

(Black et al., 2000). El resto de los bifosfonatos tienen<br />

resultados similares. En el ámbito de la investigación<br />

geriátrica, aún falta por determinar varios aspectos <strong>del</strong><br />

tratamiento con estos medicamentos; destaca el apego<br />

terapéutico, ya que suele ser un fármaco con un amplio<br />

espectro de efectos secundarios y poca ganancia percibida<br />

por el enfermo.<br />

En un seguimiento de tratamiento de 3 años, el ácido<br />

zoledrónico disminuye el riesgo de fractura de cadera en<br />

41% y vertebral en 70% (Black et al., 2007). En particular,<br />

este fármaco tiene interés en el sentido de que puede<br />

incrementar el apego <strong>del</strong> enfermo, ya que su aplicación es<br />

únicamente anual.<br />

Se han empleado otras terapias que también han<br />

demostrado su efectividad en poblaciones de adultos<br />

jóvenes, sin tener claro su comportamiento en el<br />

tratamiento en adultos mayores, tales como la teriparatida<br />

o PTH recombinante humana, que aumentó la DMO<br />

vertebral en 9 a 13% (Neer et al., 2001), y el raloxifeno,<br />

un modulador selectivo de los receptores estrogénicos que<br />

ha demostrado que aumenta la DMO vertebral en 2 a 3%<br />

después de un tratamiento de 3 años; también disminuyó<br />

el riesgo de fractura vertebral por arriba de 50% (Ettinger<br />

et al., 1999). No obstante, está bien documentada la<br />

asociación con trombosis, sin tener idea exacta de cuál<br />

puede ser su impacto <strong>sobre</strong> el sistema de coagulación de<br />

los ancianos.<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

2. Cáncer en el anciano<br />

El envejecimiento de la población es uno de los triunfos de<br />

la humanidad, más notable a partir de la segunda mitad <strong>del</strong><br />

siglo pasado. Así, tenemos que en el continente americano,<br />

México es tercero sólo después de Estados Unidos y Brasil<br />

con la mayor densidad de personas mayores de 65 años<br />

(INEGI 2010), y se estima que para el año 2050 este<br />

grupo constituya 21% de la población (Hurria, 2009).<br />

A principios de la década de 1990, la relación entre la<br />

Oncología y la Geriatría se consolidó, con la conciencia<br />

de la complejidad de la atención requerida por una<br />

creciente población de ancianos con cáncer. Dado que<br />

el envejecimiento es un proceso multidimensional<br />

y heterogéneo, sin una relación directa con la edad<br />

cronológica, la determinación de la edad “fisiológica”<br />

–que puede o no ser evidente– es importante para<br />

un conocimiento de la reserva fisiológica en un sujeto<br />

envejecido que podría presentarse con comorbilidad<br />

agregada, alteraciones cognitivas o afectivas, o bien con<br />

dificultades en el entorno social para recibir atención por<br />

un problema oncológico recientemente descubierto, en<br />

un sistema de salud en el que las necesidades no parecen<br />

tener fin pero los recursos sí son limitados (Gianni et al.,<br />

2001; Balducci y Beghe, 2000), y en el que pareciera que<br />

el cáncer en un anciano es lo último en importancia.<br />

Epidemiología<br />

De la mano de una mayor esperanza de vida, el fenómeno<br />

de transición epidemiológica ocasiona un aumento en el<br />

predominio de enfermedades crónicas, entre las cuales se<br />

encuentra el cáncer (Partida Bush y CONAPO, 2004),<br />

que ocupó el tercer lugar de mortalidad en México en<br />

2008 (INEGI), sólo después de la cardiopatía isquémica<br />

y las complicaciones de la diabetes mellitus. Los<br />

procesos asociados con el envejecimiento, tales como la<br />

inmunosenescencia y la exposición ambiental a agentes<br />

carcinógenos durante toda la vida, provocan una mayor<br />

vulnerabilidad en los ancianos. De acuerdo con el Registro<br />

Histopatológico de Neoplasias Malignas, en México, en<br />

2001, se reportaron 102 657 neoplasias, de las cuales<br />

30 880 (30%) se presentaron en mayores de 65 años.<br />

De hecho, 60% de todos los casos de cáncer a nivel<br />

mundial se diagnostican en los mayores de 65 años. Otro<br />

dato relevante es que 70% de las muertes atribuidas al<br />

69


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

cáncer suceden en países de bajo ingreso, como México<br />

(NCCSDT et al., 2008).<br />

Diagnóstico<br />

El “matrimonio” entre la Oncología –médica<br />

principalmente– y la Geriatría está dado por la incorporación<br />

de elementos de la Evaluación Geriátrica Integral (EGI)<br />

dentro <strong>del</strong> planeamiento <strong>del</strong> tratamiento y seguimiento<br />

de pacientes oncológicos; de hecho, en Estados Unidos<br />

se ha recomendado que en pacientes adultos mayores<br />

se realice algún tipo de evaluación geriátrica al inicio <strong>del</strong><br />

tratamiento de ancianos con cáncer (Zulian, 2000). Si<br />

bien la Oncología se ha preciado <strong>del</strong> énfasis puesto a la<br />

funcionalidad en el tratamiento de sus pacientes, escalas<br />

clínicas tradicionales como la de Karnoksky y <strong>del</strong> ECOG<br />

(siglas <strong>del</strong> Eastern Cooperative Oncology Group) son<br />

de limitado valor en adultos mayores pues fallan en la<br />

identificación de comorbilidades, limitaciones funcionales<br />

y problemas sociales (Marenco et al., 2008).<br />

Tratamiento<br />

Existen diferencias nacionales con respecto a la<br />

organización de la atención médica y los sistemas de<br />

salud, lo cual ha resultado en diferentes acercamientos<br />

para la implementación de la Geriatría Oncológica (Sifer-<br />

Riviere et al., 2010), y puede definirse como “el abordaje<br />

multidimensional y multidisciplinario de formas apropiadas<br />

y éticas en la atención de pacientes ancianos con cáncer<br />

en cada paso <strong>del</strong> camino” (Terret et al., 2004). Si bien<br />

se han implementado clínicas de Geriatría Oncológica en<br />

diferentes partes <strong>del</strong> mundo, no existe hasta el momento<br />

un mo<strong>del</strong>o clínico aceptado para el tratamiento <strong>del</strong> adulto<br />

mayor con cáncer.<br />

De acuerdo con un grupo de trabajo de la Sociedad<br />

Internacional de Oncología Geriátrica (SIOG), un<br />

programa de Geriatría Oncológica debería: 1) Brindar una<br />

atención integral a través de un abordaje multidisciplinario<br />

que considere condiciones asociadas a la edad en el<br />

tratamiento de ancianos con cáncer; 2) conducir estudios<br />

clínicos en pacientes ancianos representativos; 3) reducir<br />

resultados adversos como hospitalizaciones; 4) permitir a<br />

los pacientes vivir en sus sitios habituales; y 5) educar a<br />

los profesionales de la salud, público, pacientes y familiares<br />

<strong>sobre</strong> el tratamiento e investigación en cáncer (Monfardini<br />

70<br />

et al., 2007). Lo anterior puede realizarse dentro de una<br />

sola instalación hospitalaria, o bien mediante la intervención<br />

calendarizada de un servicio de Geriatría de otra unidad que<br />

realiza evaluaciones programadas en la unidad oncológica<br />

(“equipos móviles”). Al parecer, una herramienta de<br />

tamizaje podría ser ideal para determinar qué pacientes<br />

se beneficiarán de una evaluación completa por parte <strong>del</strong><br />

geriatra –pues siempre habrá una brecha entre el número<br />

de pacientes y geriatras disponibles–; sin embargo, no se ha<br />

encontrado una herramienta que lo haga posible.<br />

Todo indica que la evaluación debe identificar a aquellos<br />

ancianos “frágiles” de aquellos que no lo son; estos últimos<br />

deben tratarse como aquellos con 20 años menos con<br />

los procedimientos estandarizados previos basados en la<br />

evidencia. Aquí, la dimensión geriátrica toma importancia<br />

al ser un tipo de medicina “centrada en el paciente”<br />

(Tinetti y Fried, 2004), puesto que la toma de decisiones<br />

con respecto al tipo de tratamiento (curativo, paliativo)<br />

podría darse en el contexto de un equipo formado por el<br />

paciente, el oncólogo médico y el geriatra, que, basándose<br />

en las preferencias <strong>del</strong> primero y en el conocimiento de<br />

los dos últimos, tome la mejor decisión. Para ello, se han<br />

desarrollado sistemas que acercan al clínico a determinar<br />

las probabilidades de supervivencia para un periodo de<br />

tiempo dado, incluyendo para ello dimensiones evaluadas<br />

desde el aspecto geriátrico, determinándose, por ejemplo,<br />

que la presencia de discapacidad para la realización de<br />

actividades básicas e instrumentales de la vida diaria<br />

(baño y compras respectivamente), así como la presencia<br />

de síntomas depresivos (Escala de Depresión Geriátrica<br />

abreviada >7 puntos) y de deterioro cognitivo (puntaje de<br />

examen minimental de Folstein < 20) pueden asociarse a<br />

mayor riesgo de mortalidad a 90 días y 2 años (Carey et<br />

al., 2004; Inouye et al., 1998).<br />

Se ha sugerido que estas decisiones basadas en la<br />

esperanza de vida pueden emplearse incluso en la<br />

aplicación de estudios de tamizaje para cáncer, en lugar de<br />

establecerse puntos de corte arbitrarios para investigación<br />

y/o tratamiento basados sólo en la edad cronológica. Se<br />

ha reportado que la toma de decisiones por parte de los<br />

pacientes con respecto al tipo e intensidad de tratamiento<br />

está influida por la probabilidad de curación, así como por<br />

el desarrollo de deterioro funcional y cognitivo asociado<br />

al tratamiento activo. Por ello es importante la calidad y<br />

cantidad de información que se brinde al momento de


establecer el abordaje terapéutico (Walter y Covinsky,<br />

2001). Todo esto se relaciona, además, con temas tan<br />

controversiales como el de calidad de vida. Desenlaces<br />

duros que son objetivamente medibles como “muerte<br />

por cáncer” o “supervivencia libre de enfermedad” (de<br />

acuerdo con recientes definiciones de “superviviente” de la<br />

Sociedad Americana de Cáncer y de la Coalición <strong>Nacional</strong><br />

de Sobrevivientes de Cáncer en Estados Unidos, puede<br />

llamarse como tal a aquel recientemente diagnosticado<br />

con dicho padecimiento) pueden hablarnos <strong>sobre</strong> el<br />

desempeño de tal o cual modalidad de tratamiento.<br />

Sin embargo, contrario a lo dispuesto por la teoría de la<br />

“salutogénesis” (Avis y Deimling, 2008) en el sentido<br />

que la discapacidad genera estados de mejor percepción<br />

de calidad de vida en ancianos que viven libres en la<br />

comunidad por una sensación de éxito <strong>sobre</strong> la adversidad,<br />

probablemente esto no sea tan cierto en adultos mayores<br />

con cáncer que entran a una situación de pérdida acelerada<br />

de la funcionalidad tanto por la enfermedad misma como<br />

por efectos <strong>del</strong> tratamiento (Albrecht y Devlieger, 1999).<br />

Si bien la inestabilidad <strong>del</strong> reporte de calidad de vida<br />

sugiere –desde el punto de vista basado en la evidencia<br />

médica– que la discapacidad no es un aspecto al que deba<br />

asignarse demasiado peso para la toma de decisiones<br />

basadas en objetivos (Downey y Engelberg, 2010),<br />

parece que el estado funcional es un aspecto importante<br />

desde el punto de vista biopsicosocial en adultos mayores.<br />

Estados afectivos como los síntomas depresivos y la<br />

ansiedad impactan en la percepción de calidad de vida y<br />

deben tratarse, en consecuencia, con la ventaja que da<br />

el adiestramiento en Geriatría. Probablemente al final, tal<br />

como lo refieren Verbrugge y Jette (1994) al justificar<br />

desde su perspectiva sociológica de la medicina su mo<strong>del</strong>o<br />

<strong>del</strong> proceso de pérdida de la funcionalidad y dependencia,<br />

“la gente vive con condiciones crónicas más que morir de<br />

ellas. Tanto en el corto como en el largo plazo, los síntomas<br />

y la discapacidad son los principales desenlaces…”<br />

Así, la Geriatría Oncológica con su corto trayecto dentro de<br />

la historia de la medicina, tiene un lugar establecido y todo<br />

un camino por recorrer para establecer la mejor forma de<br />

brindar atención a los ancianos con cáncer.<br />

3. Obesidad y diabetes en los ancianos<br />

La prevalencia de obesidad en la población de ancianos es<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

un problema de salud emergente que representa un reto<br />

por su creciente frecuencia y las situaciones particulares<br />

que presenta como riesgo para la salud y el bienestar de los<br />

individuos que la padecen.<br />

La identificación de obesidad, su abordaje, la decisión de<br />

tratarla y la elección e implementación <strong>del</strong> tratamiento<br />

mismo presentan dificultades especiales en la población<br />

de edad avanzada, a saber: dificultad diagnóstica,<br />

dificultad pronóstica, impactos negativos de la obesidad y<br />

dificultad terapéutica. Los cambios biológicos propios de<br />

la obesidad asemejan en muchos sentidos a aquellos <strong>del</strong><br />

envejecimiento y, de hecho, parecen favorecer y acelerar<br />

algunos de los cambios propios <strong>del</strong> envejecimiento, lo<br />

cual pone de manifiesto la importancia de corregir las<br />

alteraciones provocadas por este padecimiento.<br />

Epidemiología<br />

Según datos de la ENSANUT 2006 (Olaiz e INSP, 2006),<br />

34.5% de las mujeres y 24.2% de los hombres mayores<br />

a 20 años tiene obesidad en México. La prevalencia en<br />

adultos mayores es menor debido principalmente al efecto<br />

de supervivencia, es decir, el aumento en la mortalidad de<br />

aquellos con IMC mayor, así como por la pérdida de peso<br />

asociada a algunas enfermedades crónicas asociadas con<br />

la edad. Sin embargo, la prevalencia entre los mayores de<br />

60 años continúa siendo alta (32% en mujeres, 18% en<br />

hombres; obesidad abdominal 90% en mujeres y 28%<br />

en hombres) y ocasiona una serie de problemas de salud<br />

especiales en las personas de la tercera edad.<br />

Si se toma en cuenta la prevalencia tanto <strong>del</strong> <strong>sobre</strong>peso<br />

como de la obesidad, resulta que más de 60% de los<br />

mayores de 60 años padecen alguna de ellas (64% en<br />

hombres y 74% en las mujeres). Asimismo, en el reporte<br />

de ENSANUT, se reportó una prevalencia de diabetes<br />

mellitus de 15.4% y 19.6% para las mujeres, una<br />

enfermedad claramente asociada a los problemas de peso y<br />

en particular a la obesidad (Shamah-Levy, 2008).<br />

La prevalencia sumamente elevada de obesidad en una<br />

población que envejece plantea en un futuro próximo<br />

un número creciente de personas de edad avanzada con<br />

<strong>sobre</strong>peso y obesidad como un problema de salud pública<br />

(Salihu et al., 2009; Marquess, 2008).<br />

71


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Diagnóstico<br />

El diagnóstico y el pronóstico de la obesidad en los ancianos<br />

tienen las siguientes particularidades:<br />

72<br />

1. Pobre utilidad <strong>del</strong> IMC en el anciano. Las mediciones<br />

requeridas para el cálculo <strong>del</strong> IMC se ven modificadas<br />

con el envejecimiento. La estatura disminuye en los<br />

ancianos, lo cual tiende a la <strong>sobre</strong>estimación <strong>del</strong> IMC<br />

para un mismo peso (Chambers et al., 2010).<br />

2. Aumento <strong>del</strong> porcentaje de grasa/grasa abdominal.<br />

El IMC se utiliza como un indicador indirecto de<br />

adiposidad. Sin embargo, en las personas de la tercera<br />

edad la composición corporal está modificada, con un<br />

incremento relativo de la masa grasa y una disminución<br />

de la masa magra. Así, el IMC en los ancianos puede<br />

subestimar la adiposidad corporal, clasificando como<br />

no obesos a individuos cuya adiposidad es excesiva,<br />

con efectos metabólicos y funcionales <strong>del</strong>etéreos<br />

(Wannamethee et al., 2007).<br />

3. ¿Cómo definir la obesidad en el anciano? La<br />

identificación de la obesidad en los ancianos requiere de<br />

otros indicadores de adiposidad, como la medición <strong>del</strong><br />

perímetro de cintura o la determinación <strong>del</strong> porcentaje<br />

de grasa por impedancia bioeléctrica (Barcelo et al.,<br />

2007).<br />

4. Asignación de riesgo al paciente anciano obeso. La<br />

principal relevancia de la identificación de adiposidad<br />

excesiva es la detección de riesgo metabólico y<br />

cardiovascular en cada individuo para fundamentar la<br />

decisión de tratar o no.<br />

5. Existe una dificultad pronóstica en los ancianos por las<br />

siguientes razones:<br />

a. “Paradoja de la obesidad”. Estudios epidemiológicos<br />

han asociado el tener <strong>sobre</strong>peso y obesidad grado<br />

I con una disminución, y no un incremento, en<br />

la mortalidad general, particularmente en las<br />

personas de edad avanzada. La interpretación de<br />

estos datos se debe hacer con cautela, tomando en<br />

cuenta el fenómeno de causalidad reversa, es decir,<br />

que la pérdida de peso asociada a enfermedades<br />

crónicas en los últimos años de la vida modifique la<br />

distribución por IMC, y no represente realmente un<br />

factor protector (Flegal y Graubard, 2009; Flegal et<br />

al., 2010; Monteverde et al., 2010).<br />

b. Se debe determinar el efecto real <strong>sobre</strong> morbilidad<br />

y mortalidad de la obesidad en los ancianos para<br />

identificar los riesgos reales. Las personas de edad<br />

avanzada tienen también un incremento en los<br />

riesgos metabólicos y cardiovasculares con un<br />

aumento en la adiposidad visceral. Por otro lado, la<br />

problemática <strong>del</strong> anciano se ve afectada en otros<br />

ámbitos por el exceso de peso, como las alteraciones<br />

en la biomecánica (Oreopoulos et al., 2009).<br />

c. La pérdida de peso controlada y voluntaria en<br />

ancianos con obesidad ha demostrado ofrecer<br />

beneficios metabólicos y biomecánicos, mejorar la<br />

calidad de vida y disminuir la mortalidad. La pérdida<br />

de peso involuntaria sin causa aparente debe motivar<br />

el estudio de otros padecimientos que incrementan<br />

los riesgos para la salud (Busetto et al., 2009).<br />

Complicaciones<br />

La obesidad en ancianos, como en el resto de los individuos,<br />

se acompaña de una serie de alteraciones en la salud, que<br />

impactan de forma diferente a cada individuo, dependiendo<br />

de la susceptibilidad individual y <strong>del</strong> grado de obesidad,<br />

entre otros factores (Osher y Stern, 2009; Zamboni et al.,<br />

2005).<br />

1. Metabólicos. Alteraciones de la tolerancia a la glucosa,<br />

diabetes mellitus, hiperlipidemias.<br />

2. Cardiovasculares. Aumento de aterosclerosis y <strong>del</strong><br />

riesgo de enfermedad coronaria, enfermedad vascular<br />

cerebral e insuficiencia arterial periférica. Mayor<br />

riesgo de hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca<br />

(Stephen y Janssen, 2009).<br />

3. Respiratorios. Síndrome de apnea/hipopnea<br />

obstructiva <strong>del</strong> sueño, hipoventilación alveolar,<br />

hipertensión arterial pulmonar.<br />

4. Mecánicas. Incremento <strong>del</strong> riesgo de osteoartrosis de<br />

articulaciones de carga, mayor riesgo de inmovilidad<br />

en el obeso sarcopénico (Rolland et al., 2009).


5. Hormonales. Los cambios hormonales propios <strong>del</strong><br />

envejecimiento, como disminución de hormonas<br />

sexuales y hormona de crecimiento, con sus<br />

subsecuentes impactos en la composición corporal y<br />

funcionalidad, pueden estar modificados en personas<br />

con obesidad y algunos de estos cambios pueden<br />

tener efectos <strong>del</strong>etéreos (Allan y McLachlan, 2010;<br />

Waters et al., 2008). Hace falta generar evidencia en<br />

esta área.<br />

6. Respuesta. Ante situaciones imprevistas o emergencias,<br />

una respuesta deficiente puede complicar los eventos<br />

médicos y quirúrgicos en su manejo y pronóstico.<br />

7. Psicosociales. Mayor incidencia de depresión y<br />

ansiedad. Dificultad para la atención y movilización<br />

de una persona de mayor peso corporal. Problemática<br />

de falta de apoyo o de redes sociales para el anciano<br />

obeso.<br />

Tratamiento<br />

Es difícil definir el tratamiento más adecuado para los<br />

ancianos, considerando sus necesidades nutrimentales, así<br />

como las dificultades prácticas con que plantean las posibles<br />

limitaciones en movilidad y la dependencia de terceros para<br />

su traslado, atención y preparación de alimentos (Kiehn et<br />

al., 2005).<br />

Tampoco existe un análisis costo-beneficio de las<br />

intervenciones para el tratamiento de la obesidad y su<br />

comorbilidades en esta población. En particular, no hay<br />

información acerca de la utilidad y seguridad <strong>del</strong> uso de<br />

dietas hipoenergéticas en esta población, para intentar<br />

determinar el grado de restricción que es seguro y<br />

eficaz. Debe considerarse si es más eficiente en riesgo/<br />

beneficio el uso de recomendaciones generales o las<br />

estrategias de pequeños cambios en la alimentación, ya<br />

que existen riesgos en la pérdida de peso extrema tales<br />

como desnutrición, sarcopenia, etcétera (Chernoff, 2005;<br />

Witham y Avenell, 2010).<br />

En cuanto al tratamiento farmacológico, no hay datos<br />

acerca de la seguridad y eficacia <strong>del</strong> uso de fármacos para<br />

el tratamiento de la obesidad en esta población. Por otro<br />

lado, la intervención quirúrgica en ancianos con obesidad<br />

mórbida no ha arrojado información en este grupo<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

poblacional acerca de la seguridad, eficacia y resultados<br />

a mediano plazo de la cirugía bariátrica (Hazzan et al.,<br />

2006).<br />

Una de las estrategias que se ha observado más eficaz<br />

en el tratamiento de la obesidad en el adulto mayor es la<br />

prescripción de actividad física moderada para la mejoría de<br />

la masa muscular, composición corporal y la funcionalidad<br />

<strong>del</strong> anciano con obesidad (Villarreal et al., 2010).<br />

Finalmente, no hay un acuerdo acerca de las metas<br />

terapéuticas en el anciano con obesidad, ya que en un<br />

principio se debe determinar si la meta es lograr un peso<br />

“normal” o un porcentaje de reducción <strong>del</strong> peso. Las metas<br />

pueden ser orientadas a efectos metabólicos y funcionales,<br />

más que a una cantidad de peso o grasa perdida (Chau et<br />

al., 2008).<br />

Como conclusión, en el paciente anciano se vuelve más<br />

relevante decidir de manera integral si tratar o no tratar<br />

la obesidad, intentando determinar cuándo el médico<br />

o el profesional de la salud debe indicar pérdida de peso<br />

en un anciano, o abordar otras metas, como la mejoría en<br />

funcionalidad y el control de comorbilidades (Gallagher,<br />

Camden y Gates, 2006; Miller y Wolfe, 2008).<br />

4. Insuficiencia cardiaca e hipertensión arterial<br />

El síndrome de insuficiencia cardíaca (IC) es un grave<br />

problema de salud pública en México, tal como sucede en<br />

el resto <strong>del</strong> mundo. Es la etapa final en la historia natural<br />

de todas las cardiopatías que afectan al ser humano y su<br />

incidencia se eleva con la edad, por lo que se espera que<br />

se incremente su prevalencia en las siguientes décadas, a<br />

la par <strong>del</strong> incremento porcentual de los adultos mayores<br />

mexicanos. No conocemos con precisión el impacto<br />

<strong>del</strong> problema en México, pues apenas se toman en<br />

consideración los estadios sintomáticos de la enfermedad,<br />

por los cuales el paciente y su familia solicitan atención<br />

médica (Hunt et al., 2009; INEGI, 2010).<br />

Epidemiología<br />

Entre los principales factores de riesgo responsables <strong>del</strong><br />

desarrollo de la IC, la hipertensión arterial sistémica (HAS)<br />

aparece como el diagnóstico principal en aproximadamente<br />

75% de los casos. Si consideramos a los enfermos agudos<br />

73


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

que debutan con edema pulmonar, la etiología demuestra<br />

mayor prevalencia en los pacientes portadores de<br />

cardiopatía isquémica con 85%, los hipertensos ocupan<br />

el segundo lugar con 70%, seguidos por los pacientes<br />

portadores de valvulopatías (53%) y los diabéticos (52%)<br />

(Edoute et al., 2000). Las particularidades epidemiológicas<br />

de México permiten suponer que la hipertensión arterial<br />

sistémica es la causa más importante de IC como parte de<br />

su historia natural, pero se desconoce si la diabetes mellitus<br />

juega un papel favorecedor para que el síndrome de IC se<br />

presente a edades más tempranas o con una severidad<br />

mayor; también falta conocimiento <strong>sobre</strong> la llamada “doble<br />

carga” de la enfermedad, que afecta a adultos mayores que<br />

son <strong>sobre</strong>vivientes de las enfermedades infecciosas y sus<br />

secuelas (principalmente la cardiopatía reumática inactiva,<br />

hablando de valvulopatías responsables de la IC) y que han<br />

tenido que enfrentarse también a enfermedades crónicodegenerativas<br />

y sus secuelas (Jugdutt, 2010).<br />

Diagnóstico<br />

El diagnóstico en los ancianos suele ser muy complicado<br />

ya que las dos principales manifestaciones de la IC (disnea<br />

y edema) suelen tener múltiples etiologías aparte de las<br />

cardiacas. Los parámetros utilizados en ecocardiografía para<br />

los adultos más jóvenes no necesariamente corresponden a<br />

lo que se podría presentar en los ancianos; no hay criterios<br />

de “normalidad” al respecto. Por otro lado, la utilización<br />

de marcadores bioquímicos de insuficiencia cardiaca ha<br />

sido poco explorada en el ámbito de los adultos mayores.<br />

Por tanto, aún se siguen utilizando parámetros de adultos<br />

más jóvenes para el diagnóstico de insuficiencia cardiaca<br />

(Tresch, 2000).<br />

Tratamiento<br />

El manejo ambulatorio <strong>del</strong> paciente con IC ha mejorado<br />

dramáticamente con el advenimiento de nuevos fármacos<br />

dirigidos a corregir las alteraciones neuro-hormonales,<br />

con el desarrollo de equipos de asistencia ventricular y<br />

dispositivos para mejorar la mecánica de contracción<br />

<strong>del</strong> músculo cardíaco (Sanders et al., 2010), con más<br />

información para el paciente y su familia (Colonna et al.,<br />

2003, Van der Wal et al., 2010) y con diversas estrategias<br />

de manejo que han homogeneizado la atención médica de<br />

los pacientes (Francis et al., 2010; Bosch et al., 2010).<br />

Además, están los fármacos tradicionales que constituyen<br />

74<br />

la piedra angular <strong>del</strong> tratamiento de la IC (diuréticos,<br />

digoxina y vasodilatadores).<br />

El tratamiento hospitalario de la IC también ha tenido<br />

grandes avances, particularmente en lo que respecta a<br />

la posibilidad de intervenir tempranamente y mejorar las<br />

condiciones <strong>del</strong> paciente isquémico gracias a las nuevas<br />

técnicas de imagen, que permiten no solamente visualizar<br />

el funcionamiento mecánico <strong>del</strong> músculo cardíaco, sino<br />

que mediante la evaluación de la funcionalidad a nivel<br />

celular definen la isquemia de manera clara y objetiva. Sin<br />

embargo, estos avances van de la mano con una mayor<br />

tasa de rehospitalizaciones (30 al 60%) y conllevan una<br />

morbimortalidad elevada al incidir en el paciente mayor<br />

que ya de por sí tiene una reserva fisiológica disminuida<br />

y que se ve deteriorada aún más por el efecto <strong>del</strong>etéreo<br />

que la disfunción ventricular confiere al funcionamiento <strong>del</strong><br />

resto de los órganos y sistemas (Schulze, 2010; Ronco et<br />

al., 2010).<br />

Complicaciones<br />

El pronóstico para los pacientes que debutan con el síndrome<br />

de IC no es alentador. Se ha estimado una <strong>sobre</strong>vida de<br />

86% a los 3 meses, 76% a un año y solamente 35% a<br />

cinco años (Senni y Redfield, 1997).<br />

El problema claramente está en la prevención, ya que una vez<br />

que el paciente debuta con el síndrome de IC, su pronóstico<br />

es malo y eso tomando en cuenta que el paciente <strong>sobre</strong>viva<br />

al evento índice de su agudización, que en principio puede<br />

ser mortal. El manejo, tanto hospitalario como ambulatorio,<br />

es caro, lo que para la población mexicana constituye<br />

una barrera muchas veces infranqueable; por esta razón<br />

el paciente a menudo no puede seguir las indicaciones<br />

médicas, condenándosele al deterioro progresivo y a nuevas<br />

hospitalizaciones por agudización de IC. De cualquier manera,<br />

el pronóstico no mejora ya que hablamos de una enfermedad<br />

que ha dejado secuelas irreversibles en el funcionamiento<br />

<strong>del</strong> corazón y que necesariamente repercutirá en el resto<br />

<strong>del</strong> organismo (Martinez-Selles, 2009). Eso sin hablar<br />

de la grave repercusión que tiene <strong>sobre</strong> la capacidad <strong>del</strong><br />

paciente para desarrollar actividades cotidianas o laborales<br />

que impliquen una carga física importante y lo que significa<br />

para su familia el tener que hacerse cargo de un paciente<br />

crónico, con todo lo que esto conlleva, tanto en el ámbito<br />

social como en el familiar (Chaudhry et al., 2010).


De tal suerte que la única estrategia que puede considerarse<br />

útil para frenar la catástrofe epidemiológica que está por<br />

venir es la prevención mediante el control de factores de<br />

riesgo desde etapas tempranas de la vida, el diagnóstico<br />

oportuno de las enfermedades etiológicamente<br />

relacionadas al desarrollo <strong>del</strong> síndrome de IC, el tratamiento<br />

adecuado para dichas enfermedades y la concientización,<br />

tanto de la población como de los sistemas de salud, de<br />

la importancia que tiene la modificación de hábitos y el<br />

control de conductas nocivas de la salud. Esto seguramente<br />

implica e incluye a las medidas gubernamentales que se<br />

han tomado para lograr una reducción <strong>del</strong> contenido de<br />

sodio, azúcares y grasas saturadas en los alimentos, la<br />

prohibición <strong>del</strong> tabaco en espacios públicos cerrados, las<br />

recomendaciones de vacunación, visitas médicas periódicas<br />

con carácter preventivo y el aumento de la actividad física<br />

de los individuos.<br />

5. Enfermedad de Parkinson<br />

La mente ha sido motivo de investigación desde los<br />

primeros filósofos que se preguntaron <strong>sobre</strong> el porqué de<br />

las cosas, pasando por Hipócrates que habló de la epilepsia<br />

y Galeno que disecó el sistema nervioso en una diversa<br />

cantidad de animales, llegando a Thomas Willis (Méndez,<br />

2007), quien acuñó el término de “Neurología”, y a<br />

Santiago Ramón y Cajal, quien describió como “mariposas<br />

<strong>del</strong> alma” a aquellas estructuras denominadas neuronas<br />

(Battro, 2003). Podríamos seguir introduciéndonos en<br />

la historia/mundo de la Neurología, pero será mejor que<br />

hablemos de la actualidad de una enfermedad que día a día<br />

va invadiendo a la población mexicana y mundial.<br />

En 1817, James Parkinson describe en su “Ensayo <strong>sobre</strong><br />

la parálisis agitante” (Jiménez, 2003) a la enfermedad<br />

de Parkinson, considerada como el segundo trastorno<br />

neurodegenerativo más común con relación a la edad,<br />

presentándose el aumento de ésta como un factor de riesgo<br />

para desarrollarla (León-Flores, 2008). En la mayoría de<br />

los casos, el padecimiento es esporádico pero en cerca de<br />

5% existen antecedentes familiares (Salamanca-Gómez,<br />

2004).<br />

La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad<br />

degenerativa <strong>del</strong> sistema nervioso central (SNC), la más<br />

frecuente de las enfermedades que se manifiesta por<br />

movimientos anormales.<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

Epidemiología<br />

La enfermedad de Parkinson afecta de 1 a 2% de las<br />

personas mayores de 60 años, cursando con una evolución<br />

prolongada que va de 10 a 20 años (McNaught, 2003).<br />

Ocupa el tercer lugar entre las enfermedades neurológicas<br />

y en México 50 de cada 100 mil habitantes la padecerán<br />

(González-Torres, 2005).<br />

La EP generalmente es referida a centros de atención de<br />

tercer nivel, para diagnóstico y manejo neurológico; existen<br />

incluso algunas clínicas de atención para movimientos<br />

anormales. Sin embargo, gran parte de la población<br />

afectada proviene de áreas rurales, en donde los factores de<br />

riesgo asociados –como el uso de pesticidas y el consumo<br />

de agua de pozo– son mayores, aunados a las dificultades<br />

para acceder a una atención médica de calidad debido a las<br />

distancias entre sus comunidades y los servicios de salud.<br />

La enfermedad de Parkinson (EP) es una alteración<br />

relacionada con cambios degenerativos en la sustancia<br />

negra y locus cereleus. Los cambios ocurren en la<br />

sustancia negra a nivel de las neuronas dopaminérgicas<br />

que proyectan al cuerpo estriado y se caracterizan por una<br />

disminución de dopamina en el núcleo caudado y putamen.<br />

La disminución de dopamina causa múltiples alteraciones<br />

en la actividad de las neuronas. A través de los años y<br />

descubrimientos científicos, estos factores han cobrado<br />

mayor importancia debido al descubrimiento y descripción<br />

de dos mutaciones para el gen de la proteína alfa-sinucleína<br />

en el cromosoma 4, con asociación a la enfermedad de<br />

Parkinson familiar con transmisión autosómica dominante,<br />

la cual se presenta con inicio precoz en la segunda década<br />

de la vida (Obeso, 2010). Asimismo, se establece que<br />

algunos pacientes pueden iniciar con un número menor<br />

de células dopaminérgicas como consecuencia de daño<br />

nigral perinatal o exposición prenatal a neurotoxinas;<br />

de forma alterna, tienen programada genéticamente la<br />

neurodegeneración debido a estas mutaciones en genes<br />

que codifican la alfa-sinucleína, así como el parkin (que<br />

codifica una proteína semejante a la ubiquitina), localizado<br />

en el cromosoma 6 en familias con parkinsonismo juvenil<br />

autosómico recesivo en Japón, DJ-1, PINKI o factores<br />

necesarios para el desarrollo o mantenimiento <strong>del</strong> sistema<br />

dopaminérgico, llegando de manera más temprana al inicio<br />

de los síntomas en comparación con los controles.<br />

75


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Se ha demostrado que se necesita 31% de pérdida de<br />

terminales dopaminérgicas estriatales antes <strong>del</strong> inicio de<br />

los síntomas, siendo sustancialmente más baja que 60 a<br />

80% tradicional de pérdida de neuronas dopaminérgicas<br />

en la sustancia negra. Esto se puede explicar por cambios<br />

compensatorios en respuesta a pérdida dopaminérgica<br />

presináptica, incrementando la síntesis de dopamina<br />

en neuronas <strong>sobre</strong>vivientes, incremento regulatorio de<br />

la actividad de dopa descarboxilasa e incremento en la<br />

inervación dopaminérgica <strong>del</strong> estriado.<br />

En suma a la plasticidad <strong>del</strong> sistema dopaminérgico,<br />

la compensación presintomática puede involucrar<br />

mecanismos no dopaminérgicos; hasta ahora las<br />

investigaciones se han enfocado en la deficiencia<br />

dopaminérgica con la disfunción motora subyacente.<br />

Existe un creciente incremento en la evidencia de<br />

los núcleos <strong>del</strong> tallo caudal (núcleo dorsal motor <strong>del</strong><br />

glosofaríngeo y nervio vago), núcleo olfatorio y otros que<br />

pudieran estar afectados mucho tiempo antes de la clásica<br />

pérdida de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia<br />

negra (León-Flores, 2008).<br />

Los estudios epidemiológicos han demostrado que en<br />

el ambiente existen factores de riesgo para el desarrollo<br />

de la EP, entre ellos el consumo de agua de pozo, entrar<br />

en contacto con herbicidas y pesticidas, la exposición a<br />

contaminantes industriales, así como el riesgo de vivir en<br />

ciertas zonas urbanas o rurales.<br />

La EP es más frecuente en los adultos mayores que en<br />

los jóvenes. En las investigaciones <strong>sobre</strong> el papel <strong>del</strong><br />

envejecimiento como factor de riesgo para desarrollo de la<br />

EP, éste ha sido demostrado, ya que la incidencia específica<br />

de la EP aumenta con la edad (INNN, 2010).<br />

En los ganglios basales se producen cambios neuroquímicos<br />

con el envejecimiento, tales como disminución de los<br />

niveles de dopamina. Se ha demostrado que la topografía de<br />

la pérdida de dopamina en los ganglios basales en la EP se<br />

presenta predominantemente en el putamen y en el cuerpo<br />

estriado. Otros cambios relacionados con la edad incluyen<br />

una disminución de la tirosina hidroxilasa, la catalasa y<br />

la glutatión peroxidasa, con aumento de la monoamino<br />

oxidasa. También parece haber una disminución asociada<br />

con la edad en los receptores D1 y D2 de la dopamina<br />

(INNN, 2010).<br />

76<br />

Las cinco primeras causas de consulta de primera vez en el<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía (INNN),<br />

en 2009, fueron: epilepsia (533), otras enfermedades<br />

cerebrovasculares (232), enfermedad de Parkinson<br />

(206), tumor benigno de otras glándulas endocrinas y<br />

de las no especificadas (177) y esclerosis múltiple (95),<br />

manteniéndose las cuatro primeras causas sin cambios en<br />

relación al año anterior (INNN, 2010).<br />

La enfermedad de Parkinson se presenta con mayor<br />

frecuencia entre los 55 y 65 años de edad y el riesgo<br />

de presentación aumenta con la edad, con un pico de<br />

frecuencia a los 69 años (Prensa, 2007). Afecta a 2% de<br />

la población general en países desarrollados y a 2.5% de las<br />

personas mayores de 75 años (SSA, 2002).<br />

A pesar de que la prevalencia de la EP no se ha explorado<br />

con precisión en México, se ha estimado <strong>sobre</strong> la base<br />

de los datos obtenidos en un centro de concentración de<br />

tercer nivel de atención (INNN) que existen al menos 500<br />

mil pacientes con EP en el país, situando la prevalencia<br />

de la enfermedad en un rango de media a baja: un poco<br />

más de 50 casos por 100 mil habitantes (Limón, 2008),<br />

predominantemente presente en el sexo masculino,<br />

según el INNN. Siendo esta prevalencia similar a la que se<br />

presenta en los países orientales (SERSAME, 2002).<br />

La prevalencia es de 1 a 2% en la población en personas<br />

mayores de 65 años, un 15% de las personas en edades<br />

entre los 65 y los 74 y más de la mitad de todos los<br />

mayores de 85 años presentan a la exploración neurológica<br />

anomalías compatibles con trastornos extrapiramidales.<br />

Se estima que en nuestro país existen alrededor de 400<br />

mil personas que padecen esta enfermedad. En México<br />

la incidencia se estima en 44 casos nuevos por cada 100<br />

mil habitantes, de los cuales la mayor parte son síndromes<br />

parkinsónicos secundarios a lesión <strong>del</strong> SNC (García, 2008).<br />

Diagnóstico<br />

El paciente con EP desarrolla acinesia, rigidez,<br />

temblor e inestabilidad. Sus síntomas característicos<br />

son la rigidez muscular asociada con lentitud de los<br />

movimientos (bradicinesia), la aparición de un temblor<br />

en las extremidades y una gran dificultad para mantener el<br />

equilibrio y la postura erguida, que en conjunto dificultan


la iniciación y ejecución de los movimientos voluntarios<br />

más simples. Las líneas de la cara son lisas, con expresión<br />

fija, dato clínico llamado “cara de máscara”, y la respuesta<br />

emocional espontánea es escasa. El paciente se pone de<br />

pie con la cabeza y los hombros inclinados y camina con<br />

pasos cortos, los brazos no se balancean y aunque tiene<br />

dificultad para iniciar la marcha, una vez iniciada ésta no<br />

puede detenerse (marcha festinante). Aunque en las<br />

etapas finales de la EP puede desarrollarse demencia, al<br />

inicio de la enfermedad la mayor parte de los pacientes<br />

conserva intacta su capacidad de razonamiento, por lo que<br />

les resulta muy frustrante no poder moverse para realizar<br />

sus actividades rutinarias, como vestirse, comer o caminar<br />

libremente de un lado a otro. Es una enfermedad de inicio<br />

insidioso y progresivo, que culmina con la discapacidad<br />

<strong>del</strong> paciente, quien termina por volverse dependiente <strong>del</strong><br />

apoyo de parientes y amigos, generando un gran estrés en<br />

su círculo familiar y social (Góngora-Alfaro, 2010).<br />

Adicionalmente, los ancianos suelen presentarse con una<br />

disminución en la movilidad, más que predominio <strong>del</strong><br />

temblor, lo que puede llegar a provocar un gran retraso<br />

en el diagnóstico. Asimismo, el temblor esencial también<br />

puede llegar a confundirse con el temblor <strong>del</strong> Parkinson<br />

y llevar a un mal diagnóstico y a tratamientos diferentes<br />

(Jiménez-Leighton, 2003).<br />

Complicaciones<br />

Se han encontrado datos de un aumento de mortalidad<br />

en pacientes con EP <strong>sobre</strong> la población normal tres<br />

veces mayor, concluyendo que “el parkinsonismo limita<br />

severamente la expectativa de vida”. Muchos estudios en la<br />

era post-levodopa han encontrado reducida la mortalidad,<br />

pero los radios de mortalidad aún se encuentran entre 1.5<br />

y 2.5 (León-Flores, 2008).<br />

Las repercusiones sociales de las enfermedades<br />

neurodegenerativas, específicamente de la EP, parecen<br />

evidentes, ya que el costo económico de los medicamentos<br />

y el pago de cuidadores y terapeutas representan gran<br />

impacto en el entorno familiar. Así es tanto en el caso de la<br />

epilepsia como en el de la EP juvenil que afecta a población<br />

económicamente activa; también lo es en el caso de la EP<br />

y de otras enfermedades neurodegenerativas en las que<br />

los familiares deben asumir la responsabilidad, y para la<br />

que existen muy pocos programas de rehabilitación social<br />

y laboral (Corona-Vázquez, 2002).<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

Tratamiento<br />

En cuanto al tratamiento, aún no hay claridad respecto de<br />

los nuevos fármacos y su papel en los ancianos. Asimismo,<br />

los sujetos que padecen Parkinson suelen tener otras<br />

patologías e ingieren muchos medicamentos, lo que<br />

incrementa su riesgo de efectos secundarios. Por otro lado,<br />

el tratamiento quirúrgico, <strong>sobre</strong> todo para la disminución<br />

de la sintomatología en este grupo de edad, aún no ha sido<br />

<strong>del</strong> todo explorado (Rajapakse et al., 2008).<br />

6. <strong>Salud</strong> bucal<br />

En la actualidad se ha reconocido la asociación entre la<br />

salud bucal y la salud general. Se ha encontrado que la<br />

enfermedad periodontal, el edentulismo, la deficiente<br />

función masticatoria y la pobre higiene bucal están asociados<br />

con problemas sistémicos crónicos como diabetes mellitus,<br />

enfermedad cardiovascular, enfermedades respiratorias, así<br />

como el estado nutricional; también se ha establecido que<br />

dichos problemas tienen impacto en la calidad de vida.<br />

Debido al avance de la edad, ocurren cambios como la<br />

pérdida parcial <strong>del</strong> sentido <strong>del</strong> gusto y <strong>del</strong> olfato. Disminuye<br />

también el número de papilas gustativas; las que detectan<br />

lo dulce y lo salado se deterioran primero, quedando las<br />

que detectan lo ácido y lo amargo; de ahí la tendencia a<br />

usar sal y azúcar en exceso. Se produce a<strong>del</strong>gazamiento,<br />

deshidratación, reducción de tejido adiposo de la mucosa<br />

bucal, lo que se traduce en una pérdida de resistencia y<br />

elasticidad (Fukunaga et al., 2005); en el tejido óseo<br />

predominan los procesos de reabsorción, lo que conlleva<br />

una disminución de la altura <strong>del</strong> hueso alveolar; hay cambios<br />

en la función salival tanto en cantidad como en calidad. En<br />

el esmalte se observa un desgaste natural en las superficies<br />

de trabajo (atrición) y fracturas (Brown et al., 1996a);<br />

el cemento dental aumenta su grosor; hay una reducción<br />

<strong>del</strong> volumen de la cámara pulpar, mineralización de las<br />

fibras nerviosas y calcificaciones pulpares; el ligamento<br />

periodontal disminuye de grosor y altura, con pérdida de<br />

fibras y células (Cohen, 1970).<br />

Epidemiología<br />

Entre los problemas bucodentales que más afectan a<br />

la población anciana están la caries radicular, la caries<br />

coronal, la enfermedad periodontal (EP), el edentulismo,<br />

77


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

la disminución de la capacidad masticatoria, las lesiones de<br />

la mucosa bucal, la xerostomía, el mal aliento y las prótesis<br />

mal ajustadas. Cabe mencionar que estos problemas no<br />

son exclusivamente consecuencia de la edad, sino más<br />

bien de la falta de higiene y cuidado dental, <strong>del</strong> uso de<br />

medicamentos y de la falta de atención dental profesional<br />

(Brown et al., 1996a; Brown et al., 1996b).<br />

Se presentan complicaciones como son: pérdida dental<br />

como resultado de caries y/o enfermedad periodontal;<br />

migración dental seguida por pérdida <strong>del</strong> diente en la<br />

misma arcada o en la arcada opuesta; y disminución de<br />

la eficiencia masticatoria posterior a la pérdida de dientes<br />

(Hung et al., 2005). Asimismo, existen diferencias en el<br />

estado de salud bucal entre las personas mayores que viven<br />

independientemente y las institucionalizadas (Slade et al.,<br />

1990).<br />

Actualmente, las enfermedades como la caries coronal<br />

o radicular siguen estando presentes y los problemas<br />

crónicos como la pérdida dental también mantienen una<br />

alta prevalencia en la población mexicana. Sin embargo, las<br />

tendencias se dirigen a la conservación de mayor número<br />

de dientes en la boca y a la disminución de la prevalencia<br />

de edentulismo, que ya se ha reportado en países más<br />

desarrollados (Osterberg et al., 2000). Por otro lado,<br />

la acumulación de riesgos incrementa la presencia de<br />

lesiones precancerosas y cancerosas. La existencia de otros<br />

problemas y necesidades de atención bucal derivados de<br />

la pérdida dental y el uso de prótesis removibles en malas<br />

condiciones incrementan las molestias que una persona<br />

puede padecer.<br />

Las necesidades de atención dental entre los adultos<br />

mayores serán mayores y más complejas debido a la<br />

conservación de más dientes en la boca; sin embargo,<br />

seguirán presentes las necesidades de colocación de<br />

prótesis removibles a las personas edéntulas y con pocos<br />

dientes en boca. El costo de la atención bucodental es<br />

alto, por lo que es imprescindible contar en el menor plazo<br />

posible con medidas preventivas que se promuevan entre<br />

los adultos mayores y en los grupos de adultos más jóvenes<br />

(Harford, 2009).<br />

A continuación se presentan brevemente algunas de las<br />

asociaciones que se han identificado entre la salud bucal, la<br />

nutrición, la calidad de vida y la salud general.<br />

78<br />

La salud bucodental es muy importante para el estado<br />

nutricional (Rauen et al., 2006; Marshall et al., 2002;<br />

Mojon et al., 1999). En general, el estado de salud<br />

bucodental influye en la selección de alimentos (Sahyoun<br />

et al., 2003), es decir, en la preferencia en la consistencia<br />

de los alimentos y en la ingesta de nutrimentos (Marcenes<br />

et al., 2003).<br />

A mayor número de pares ocluyentes de dientes, aumenta<br />

la ingesta de vitaminas, proteínas y fibra. Se ha reportado<br />

que en pacientes edéntulos existe relación entre un<br />

correcto estado de las dentaduras totales y un adecuado<br />

estado nutricional (Ren<strong>del</strong>l et al., 2000). Asimismo,<br />

se ha informado que los problemas dentales son uno de<br />

los principales factores que predicen pérdida de peso<br />

involuntario entre los ancianos, asociando las quejas<br />

<strong>sobre</strong> la mala retención de la dentadura superior con la<br />

pérdida reciente de peso y la disminución <strong>del</strong> flujo salival<br />

(Dormenval et al., 1999).<br />

Las personas con pocos dientes tienen dificultad para<br />

masticar alimentos duros y modifican su dieta para<br />

compensar la pérdida de la función masticatoria (Hutton<br />

et al., 2002; Walls et al., 2000), lo que ocasiona que<br />

las comidas con proteínas y fibras sean las primeras en<br />

eliminarse (Marshall et al., 1999; Borges-Yañez, 2004). Se<br />

ha reportado una relación directamente proporcional entre<br />

el número de dientes posteriores presentes en contacto con<br />

sus antagonistas y las diferentes medidas antropométricas,<br />

la ingesta de vitaminas, proteínas, fibra y la ingesta calórica<br />

total. Asimismo, repercute directamente <strong>sobre</strong> el índice de<br />

masa corporal, ya que se ha reportado que en la mayoría de<br />

los adultos mayores con salud bucal deficiente, el estado<br />

nutricional varía entre <strong>sobre</strong>peso y obesidad (Sheiham et<br />

al., 2002; Ledikwe et al., 2003).<br />

En pacientes edéntulos se ha identificado la relación entre<br />

un correcto estado de las dentaduras totales y un adecuado<br />

estado nutricional, así como una mejor calidad de vida.<br />

Por otro lado, hay que considerar otras variables que<br />

también se encuentran asociadas con una deficiente<br />

nutrición como son: bajo nivel educacional, poco ingreso<br />

familiar, tabaquismo, edad, educación, consumo de<br />

medicamentos, sexo, condición de vivienda y la conducta<br />

dietética relacionada con aspectos culturales (Sullivan et<br />

al., 1993; Posner et al., 1994; Saunders, 1997).


A partir de la década de 1980, se ha reconocido el impacto<br />

de la salud oral en la calidad de vida y en la salud en general.<br />

Este interés se ha expandido, en parte, como un foco de la<br />

promoción de la salud, particularmente en relación a “años<br />

de vida saludable” (Gift et al., 1997).<br />

La experiencia <strong>del</strong> dolor provocado por un absceso dental<br />

o lesión cariosa, problemas para comer y masticar, el<br />

edentulismo, cambios en el color o en la apariencia dental<br />

pueden afectar las actividades diarias, la autoestima y el<br />

bienestar de los individuos.<br />

En México, un estudio realizado en usuarios <strong>del</strong> Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores (Castrejón-<br />

Pérez, 2010), residentes de una casa hogar y personas que<br />

demandan servicios dentales encontró que las personas<br />

que consideraron necesitar tratamiento dental reportaron<br />

mayor impacto de la salud bucal <strong>sobre</strong> la calidad de vida.<br />

Otro estudio realizado en México, entre adultos mayores<br />

de 70 años (n=821) encontró que las personas que no<br />

saben leer y escribir, las que perciben su salud general<br />

como regular o mala, las que consideran su salud bucal peor<br />

que otras personas de su misma edad, las que no utilizan<br />

sus prótesis durante el día y los que utilizan prótesis no<br />

funcionales tienen mayor riesgo de tener mala calidad de<br />

vida.<br />

En otros estudios se han reportado resultados similares,<br />

en los que la necesidad percibida de tratamiento dental,<br />

la pobre autopercepción de salud bucal, peor condición<br />

mental, menor número de dientes y relativamente pobre<br />

estado cognitivo se asoció con una peor calidad de vida<br />

(Jensen et al., 2008). De acuerdo con la Organización<br />

Mundial de la <strong>Salud</strong>, las personas edéntulas pueden ser<br />

consideradas discapacitadas debido a las dificultades que<br />

tienen para hablar y comer efectivamente, dos de las<br />

actividades esenciales en la vida (Felton, 2009).<br />

Respecto a la eficiencia masticatoria, se ha reportado una<br />

relación positiva entre un pobre desempeño masticatorio<br />

y una pobre calidad de vida (Takata et al., 2006; Wong<br />

y McMillan, 2005). En cuanto a la utilización de prótesis<br />

removibles, se ha encontrado que la funcionalidad de<br />

nuevas prótesis (Veyrune et al., 2005) y el uso de prótesis<br />

dentales tienen un impacto favorable en la calidad de vida<br />

(Anastassiadou y Heath, 2006; Liedberg et al., 2005).<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

Relación de la salud bucal con la salud general<br />

a. Periodontitis. La periodontitis (padecimiento infeccioso<br />

crónico que afecta los tejidos de soporte <strong>del</strong> diente) es una<br />

enfermedad multifactorial y en la mayoría de los casos es<br />

tiene una progresión crónica. La exposición a factores que<br />

contribuyen a la periodontitis ocurre durante largo tiempo,<br />

por lo que al momento <strong>del</strong> diagnóstico puede ser difícil<br />

identificar qué factores han contribuido a su desarrollo.<br />

Éstos incluyen exposición a virus y bacterias, inflamación,<br />

factores genéticos, conductas de salud (tabaquismo)<br />

y factores sociales, nivel socioeconómico, hábitos y<br />

conductas nutricionales, la habilidad de lidiar con el estrés<br />

y la capacidad <strong>del</strong> sistema inmune para luchar contra las<br />

infecciones. Muchos pacientes adultos mayores también<br />

experimentan otras condiciones como enfermedades<br />

cardiovasculares, diabetes mellitus, o artritis reumatoide;<br />

reportes recientes <strong>sobre</strong> las asociaciones y mecanismos<br />

biológicos potenciales por los cuales la periodontitis puede<br />

estar ligada a otras enfermedades sistémicas sugieren que<br />

el paciente con periodontitis es un individuo en riesgo<br />

(Persson, 2006; Lagervall y Jansson, 2007; Scannapieco,<br />

1998). La periodontitis se ha asociado con la experiencia<br />

de diabetes mellitus, enfermedad respiratoria e infarto al<br />

miocardio (Boehm y Scannapieco, 2007).<br />

b. Periodontitis y diabetes mellitus. Esta es la asociación<br />

más estudiada. Se ha postulado que la periodontitis influye<br />

en el control de la glicemia ya que las infecciones de tejido<br />

conectivo son capaces de aumentar la resistencia a la<br />

insulina (Collin et al., 1998; Taylor et al., 1996). Asimismo,<br />

la diabetes tipo 2 no controlada se conoce como factor de<br />

riesgo para periodontitis severa (Tsai et al., 2002). En un<br />

estudio (Scannapieco, 1998) se observó que el tiempo<br />

de evolución de la diabetes mellitus era mayor en las<br />

personas con enfermedad periodontal severa. Otro estudio<br />

realizado en Estados Unidos reportó una asociación entre<br />

el descontrol glicémico y la presencia y la severidad de la<br />

periodontitis en las personas de edad avanzada. Desde<br />

el punto de vista médico, la periodontitis podría influir<br />

<strong>sobre</strong> el curso de la diabetes. La evidencia sugiere que la<br />

enfermedad periodontal está asociada con pobre control<br />

glicémico y el tratamiento de la periodontitis mejora el<br />

control glicémico de pacientes diabéticos (Stewart et al.,<br />

2001; Promsudthi et al., 2005).<br />

79


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

c. Periodontitis y enfermedad cardiovascular (ECV) . Ha<br />

habido interés en el efecto potencial de la inflamación<br />

periodontal en el proceso de la ateroesclerosis y sus<br />

secuelas. Estudios epidemiológicos han encontrado<br />

una fuerte asociación entre la periodontitis y la ECV,<br />

especialmente en hombres jóvenes (Beck y Offenbacher,<br />

2001; Genco et al., 2002).<br />

Aunque la periodontitis puede no ser un factor de riesgo<br />

mayor para algunos adultos mayores, investigadores<br />

encontraron 1.5 veces más riesgo de tener ateroesclerosis<br />

y enfermedad coronaria en adultos mayores que<br />

experimentaron periodontitis y pérdida dental, después<br />

de ajustar por los factores de riesgo tradicionales para la<br />

enfermedad cardiaca (Tuominen et al., 2003; Elter et al.,<br />

2004).<br />

La evidencia hallada en una revisión realizada por Kebschull<br />

y colaboradores (2010) sugiere que las infecciones<br />

periodontales están independientemente asociadas con<br />

la enfermedad vascular ateroesclerótica subclínica y<br />

clínica, aunque la fuerza de las asociaciones reportadas es<br />

modesta. El análisis de estudios de intervención sugiere<br />

que el tratamiento periodontal resulta en efectos favorables<br />

de los marcadores subclínicos de ateroesclerosis. Se ha<br />

establecido la plausibilidad de una liga entre las infecciones<br />

periodontales y la ateroesclerosis y se han identificado<br />

vías biológicas por las cuales estos efectos pueden ser<br />

mediados.<br />

d. Periodontitis y osteoporosis. Algunos estudios indican<br />

que la terapia de reemplazo de estrógeno para la prevención<br />

de la osteoporosis en mujeres también reduce el riesgo de<br />

experimentar pérdida dental, pero el estrógeno no ha sido<br />

usado como un agente potencial para reducir la pérdida<br />

dental en mujeres adultas mayores (Paganini-Hill, 1998<br />

y 1995). También se ha reportado que la periodontitis<br />

está asociada con la pérdida de hueso y el autorreporte de<br />

osteoporosis (Moedano, 2009; Persson et al., 2002).<br />

e. Demencia o deterioro cognitivo. En su estudio de<br />

casos y controles, Nordenram y colaboradores (1996)<br />

determinaron una asociación entre la habilidad para comer<br />

solo y el número de dientes funcionales con la demencia<br />

tipo Alzheimer; el número de dientes presentes se asoció<br />

también con la elección <strong>del</strong> alimento.<br />

80<br />

Los problemas bucodentales más frecuentemente<br />

relacionados con las demencias son: mayor acumulo de<br />

placa dentobacteriana (PDB), sangrado gingival y cálculo<br />

dental, disminución <strong>del</strong> flujo salival, higiene oral deficiente,<br />

dentaduras sucias, caries radicular, caries coronal y disfagia<br />

(Ghezzi y Ship, 2000).<br />

Los adultos mayores con demencia están en riesgo de<br />

tener problemas bucodentales. Un estudio realizado en<br />

Finlandia encontró que los pacientes con enfermedad de<br />

Alzheimer y aquellos con otros tipos de demencia tienen<br />

mayor probabilidad de tener dientes con caries, bolsas<br />

periodontales profundas y una pobre higiene bucal y de las<br />

dentaduras comparado con personas sin demencia (Syrjala<br />

et al., 2010).<br />

f. Actividades de la vida diaria (AVD). En los últimos años<br />

se ha reconocido a la salud bucodental como un factor<br />

asociado a la dependencia funcional, medida a través de<br />

las actividades de la vida diaria (Jette et al., 1993; Miura<br />

et al., 1997; Avlund et al., 2001). Se ha observado que un<br />

estado de salud bucodental adecuado es un buen predictor<br />

de independencia en las AVD (Appollonio et al., 1997).<br />

Un estudio en Nueva Zelanda (Jette et al., 1993)<br />

encontró una asociación entre la dependencia funcional<br />

(medida a través de las AVD) con caries recurrente y con<br />

edentulismo. Se determinó que existía mayor riesgo de ser<br />

edéntulo o de tener caries en los grupos dependientes para<br />

las AVD.<br />

g. Enfermedad respiratoria. Las enfermedades respiratorias<br />

(principalmente neumonía) son una causa común de<br />

mortalidad en los adultos mayores. La cavidad bucal es<br />

una potencial entrada para los patógenos respiratorios, y<br />

los dientes pueden ser un importante reservorio para estos<br />

patógenos, los cuales colonizan la biopelícula oral (película<br />

adhesiva que se adhiere a la superficie dentaria y contiene<br />

bacterias) que se encuentra en las superficies de los dientes<br />

o dentaduras. Una vez establecidos en las biopelículas,<br />

pueden desprenderse y ser aspirados en las vías respiratorias<br />

bajas, incrementando el riesgo de infección (Scannapieco,<br />

1999).<br />

Las personas que viven en residencias de adultos mayores<br />

o que permanecen hospitalizados por largos periodos<br />

tienen mayor exposición a los patógenos, peor higiene


ucal y peor estado de salud general que las personas que<br />

viven independientemente. Como consecuencia, están en<br />

mayor riesgo de experimentar colonización respiratoria<br />

patógena. Hay evidencia de que la identidad genética de los<br />

patógenos respiratorios aislados recuperados de fluido de<br />

lavado broncoalveolar de adultos mayores hospitalizados<br />

o institucionalizados es el mismo que los aislados de la<br />

placa dental (El-Solh et al., 2004; Imsand et al., 2002;<br />

Scannapieco et al., 2003).<br />

h. Artritis. La artritis frecuentemente limita la destreza<br />

manual, mientras que la higiene bucal es clave en la<br />

prevención de las enfermedades bucodentales. En pacientes<br />

con artritis, se ha recomendado el uso de cepillos eléctricos<br />

y enjuagues antisépticos/fluorados para mejorar la higiene<br />

bucal. Sin embargo, los clínicos necesitan enfatizar a los<br />

pacientes la importancia de lograr un buen control de la<br />

placa dentobacteriana usando los aditamentos apropiados.<br />

No se ha establecido una relación causal entre la<br />

enfermedad periodontal, la enfermedad cardiovascular y<br />

la diabetes, la cual aún necesita ser demostrada a través<br />

de estudios prospectivos (Williams et al., 2008). Se<br />

requiere de mayor investigación para definir el riesgo<br />

de la enfermedad periodontal para las enfermedades<br />

cardiovasculares y el control y progresión de la diabetes.<br />

Debe considerarse seriamente la educación para la salud<br />

para fomentar un mejor estado de salud bucodental como<br />

parte de los mensajes <strong>sobre</strong> un estilo de vida saludable<br />

diseñados para reducir el riesgo de obesidad, enfermedad<br />

cardiovascular y la diabetes.<br />

El incremento de la población de personas adultas mayores<br />

con necesidades dentales llegará a ser un gran reto para<br />

la sociedad y los servicios de salud. Para manejar las<br />

necesidades de atención de este grupo, será necesaria<br />

la coordinación entre los servicios de atención médica<br />

y dental. Desde la perspectiva dental, es importante<br />

desarrollar habilidades en la evaluación de riesgo en los<br />

adultos mayores, la cual debe tener un enfoque hacia la<br />

reducción de la infección y el fomento <strong>del</strong> autocuidado.<br />

CONCLUSIONES<br />

• Existe la necesidad imperiosa de un mayor número de<br />

investigaciones interdisciplinarias para conocer con más<br />

detalle el impacto de las enfermedades en los adultos<br />

MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />

mayores y abordar de manera integral las estrategias de<br />

prevención y atención que impacten en la calidad de<br />

vida.<br />

• Las enfermedades crónicas, además de ser las primeras<br />

causas de muerte, también son las principales causas<br />

de discapacidad o de pérdida de años de vida sin<br />

discapacidad; lo cual debe llevar a fijar metas específicas<br />

con respecto a estos desenlaces, y establecer los<br />

lineamientos de la investigación con estos paradigmas,<br />

más allá de la supervivencia.<br />

• Entre estas enfermedades se encuentran: diabetes<br />

mellitus, tumores malignos, cardiopatías, enfermedades<br />

neurodegenerativas y problemas sensoriales. Al respecto<br />

existe abundante información con respecto a grupos<br />

de edad más jóvenes, pero el conocimiento no es <strong>del</strong><br />

todo exacto para el caso de los adultos mayores, entre<br />

los cuales deben reconocerse las diferencias según los<br />

distintos estratos de edad.<br />

• A pesar de no impactar en mortalidad o discapacidad, los<br />

problemas de salud bucal sí impactan en otros ámbitos<br />

tales como la calidad de vida y la nutrición. Es importante<br />

conocer el estado de salud global de los ancianos.<br />

• Es necesaria la vinculación de todos los expertos para<br />

revisar los diferentes niveles <strong>del</strong> problema: fisiopatología,<br />

sistemas de salud, determinantes sociales, salud mental.<br />

• Asimismo, los niveles asistenciales sociosanitarios<br />

carecen de una definición específica <strong>del</strong> papel que juegan<br />

dentro <strong>del</strong> tratamiento de las enfermedades crónicas en<br />

diferentes etapas de las mismas, tales como: prevención,<br />

manejo crónico, agudizaciones, fase terminal.<br />

• Existen varias preguntas de investigación <strong>sobre</strong> las<br />

enfermedades crónicas de los ancianos que se deben<br />

contestar en un futuro mediato, entre ellas:<br />

· ¿Cuál es el tiempo oportuno para dejar de tratar la<br />

osteoporosis?<br />

· ¿Cuál es el impacto <strong>del</strong> ejercicio o de la actividad física<br />

en la pérdida de masa ósea?<br />

· ¿Es el ácido zoledrónico la mejor opción para mejorar<br />

el apego terapéutico en los ancianos con osteoporosis?<br />

· ¿Qué papel juegan los marcadores bioquímicos en el<br />

81


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

82<br />

diagnóstico y seguimiento de la osteoporosis en los<br />

ancianos?<br />

· ¿Existe una interacción o sinergismo entre la<br />

sarcopenia y la osteoporosis?<br />

· ¿Cuál es la evaluación ideal para tomar la decisión de<br />

tratar o no a un anciano con cáncer?<br />

· ¿Cuáles son las características de los ancianos<br />

supervivientes al cáncer en edades más tempranas?<br />

· ¿Cómo es la farmacología de la quimioterapia en los<br />

ancianos?<br />

· ¿Cuál es el comportamiento de la radioterapia en los<br />

ancianos comparados con un grupo de edad más<br />

joven?<br />

· ¿Qué grupo de ancianos se beneficia más de un<br />

tratamiento paliativo desde el diagnóstico?<br />

· ¿Cuál es el impacto de la obesidad en los ancianos en<br />

otros desenlaces, además de la supervivencia?<br />

· ¿Cuál es papel de la obesidad sarcopénica dentro de la<br />

fragilidad?<br />

· ¿Qué problemas geriátricos se encuentran asociados<br />

a la obesidad?<br />

· ¿Cuál es el desenlace ideal para el tratamiento de la<br />

obesidad en los adultos mayores?<br />

· ¿Cuál es el impacto de la obesidad <strong>sobre</strong> la<br />

funcionalidad global de los ancianos?<br />

· ¿Cuál es la estrategia idónea para el diagnóstico de<br />

insuficiencia cardiaca en los ancianos?<br />

· ¿Qué farmacoterapia ha demostrado un beneficio<br />

específico en la funcionalidad, problemas geriátricos<br />

y calidad de vida?<br />

· ¿Qué intervenciones no farmacológicas son útiles en<br />

el tratamiento de la insuficiencia cardiaca?<br />

· ¿Cuál es el impacto específico de la caquexia cardiaca<br />

en la insuficiencia cardiaca?<br />

· ¿Existe una asociación entre la sarcopenia de la<br />

fragilidad y la caquexia cardiaca?<br />

· ¿Cuál es el beneficio de la detección temprana de la<br />

enfermedad de Parkinson?<br />

· ¿Cuál es el esquema ideal de rotación de medicamentos<br />

a largo plazo en el anciano con Parkinson?<br />

· ¿Cuál es el papel de la cirugía en el tratamiento <strong>del</strong><br />

Parkinson en los ancianos?<br />

· ¿Cómo se modifican las enfermedades al sumarse<br />

más comorbilidades?<br />

· ¿Cuál es la asociación de la osteoporosis con la salud<br />

bucal?<br />

· ¿Cuál es el impacto de la salud bucal <strong>sobre</strong> otros<br />

problemas geriátricos y la fragilidad?<br />

· ¿Qué impacto tiene la salud bucal <strong>sobre</strong> las infecciones<br />

de vías respiratorias en los diferentes grupos de<br />

ancianos (frágiles, centenarios, etc.)?<br />

• Jerarquizar la investigación de las enfermedades a partir<br />

de las cargas de enfermedad, principalmente aquellas<br />

reportadas en la población mexicana, y detectar aquellas<br />

en las que aún se carece de esta información.<br />

• Además de la jerarquización de la investigación en<br />

enfermedades con base en carga de enfermedad,<br />

priorizar en términos de recursos humanos y económicos<br />

disponibles.<br />

• Se requiere agregar a la investigación algunas otras<br />

enfermedades no contempladas en esta mesa y que<br />

tienen un particular impacto en la salud global <strong>del</strong><br />

anciano, tales como:<br />

· Osteoartrosis<br />

· Problemas sensoriales<br />

· Enfermedades reumáticas<br />

· Enfermedad ácido-péptica<br />

· Enfermedad pulmonar obstructiva crónica<br />

· Arritmias cardiacas<br />

· Trastorno funcional digestivo<br />

· Infección por virus de la inmunodeficiencia humana<br />

· Problemas <strong>del</strong> sueño<br />

• Es necesaria la traducción de la investigación en políticas<br />

públicas de atención.<br />

• Hace falta definir normas y criterios de seguimiento<br />

(tratamiento exitoso) en ancianos, específicamente para<br />

diabetes mellitus e hipertensión.<br />

• Revisión de las guías clínicas y los desenlaces deseados.<br />

Por ejemplo, en el tratamiento de la hipertensión, los dos<br />

principales enfoques son la mortalidad y la frecuencia<br />

de enfermedades cardiovasculares, dejándose de<br />

lado el problema de la polifarmacia, caídas y apego al<br />

tratamiento que suele encontrarse con mayor frecuencia<br />

en los adultos mayores.<br />

• Definición de estrategias de tamizaje en aquellas<br />

enfermedades que lo requieren, principalmente en lo que<br />

se refiere a los problemas oncológicos.


• Optimización de los tratamientos en los que se<br />

encuentran con polipatología y polifarmacia.<br />

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Ginebra: WHO/ Dept. of Non-communicable Disease<br />

Management. Chronic Respiratory Diseases and<br />

Arthritis.<br />

Zamboni, M., Mazzali, G., Zoico, E., Harris, T.B., Meigs,<br />

J.B., Di Francesco, V., Fantin, F., Bissoli, L. & Bosello,<br />

O. (2005). Health consequences of obesity in the<br />

elderly: a review of four unresolved questions. Int J<br />

Obes (Lond), 29, pp. 1011-29.<br />

Zulian, G.B. (2000). Health care <strong>del</strong>ivery in the older<br />

person with cancer. Crit Rev Oncol Hematol, 35, pp.<br />

227-32.


GRUPO DE TRABAJO<br />

<strong>Salud</strong> mental :<br />

Deterioro cognoscitivo leve,<br />

demencias y depresión<br />

Coordinador:<br />

Alonso Riestra,<br />

Hospital Ángeles - Lomas<br />

Relator:<br />

Óscar Rosas Carrasco,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

Alejandro Fuentes Cantú,<br />

Instituto Tecnológico y de Estudios<br />

Superiores de Monterrey<br />

Amador Macías Osuna,<br />

Instituto Tecnológico y de Estudios<br />

Superiores de Monterrey<br />

Ana Luisa Sosa Ortiz,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y<br />

Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”<br />

Douglas Nance,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Francisco Javier Mena Barranco,<br />

Hospital Español<br />

Guillermo Albert Meza,<br />

Hospital Español<br />

Jorge Reyes Guerrero,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />

Nutrición “Salvador Zubirán”<br />

María de Guadalupe Guerra Silla,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />

Nutrición “Salvador Zubirán”<br />

Omar Minaya Hernández,<br />

Instituto Mexicano de Psicoanálisis<br />

Teresa Juárez Cedillo,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Sara Torres Castro,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Zoila Trujillo de los Santos,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y<br />

Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”


INTRODUCCIÓN<br />

El deterioro cognoscitivo leve, las demencias y la<br />

depresión son tres de las principales enfermedades<br />

que afectan a la salud mental, debido a la frecuencia de<br />

su presentación en el adulto mayor, a las particularidades<br />

de su diagnóstico y tratamiento, y a su impacto <strong>sobre</strong> el<br />

individuo, la familia, la sociedad y la economía. Dichos<br />

temas se abordaron como temas principales en esta mesa<br />

de trabajo.<br />

OBJETIVO PRINCIPAL<br />

Revisar de manera concisa pero detallada la información<br />

actual disponible en la literatura nacional por parte de los<br />

expertos <strong>sobre</strong> epidemiología, diagnóstico, tratamiento,<br />

impacto económico e impacto en el individuo, familia y<br />

sociedad <strong>del</strong> deterioro cognoscitivo leve, las demencias<br />

y la depresión, para identificar las posibles líneas de<br />

investigación que en nuestro medio se requiere realizar.<br />

OBJETIVOS SECUNDARIOS<br />

92<br />

• Construir una fuente de información práctica <strong>sobre</strong><br />

la situación actual de estas enfermedades en México.<br />

• Generar, a partir de la información recopilada, ideas<br />

nuevas que permitan el desarrollo de proyectos a<br />

diversos niveles que el Instituto de Geriatría deberá<br />

promover y seguir apoyando como líneas para<br />

promover un envejecimiento saludable.<br />

1. Deterioro cognoscitivo leve<br />

Entidad clínica que ha sido objeto de investigación clínica<br />

de los últimos 15 años, controvertido, que surge en la<br />

búsqueda de individuos con riesgo a deteriorarse hacia una<br />

demencia. El concepto fue propuesto por el Dr. Ronald<br />

Petersen (Petersen et al., 2008) como una entidad<br />

nosológica donde el adulto mayor presenta deterioro<br />

cognitivo sin demencia; los clínicos e investigadores se<br />

inclinan por el término para diferenciar este padecimiento<br />

de la falla de la memoria asociada a la edad (AAM-<br />

Age Associated Memory Impairment) o <strong>del</strong> deterioro<br />

cognoscitivo asociado a la edad (AACD por sus siglas en<br />

inglés), término que fue introducido por el Instituto de<br />

<strong>Salud</strong> Mental de Estados Unidos en 1986 para estudiar<br />

a las personas de 50 años o más con quejas de pérdida<br />

de la memoria que presentaban al menos una desviación<br />

estándar por debajo de la media establecida para adultos<br />

jóvenes, en un test estandarizado de memoria secundaria<br />

(memoria reciente) con datos normativos adecuados.<br />

Lo que sí es claro es que existe una continuidad clínica y<br />

funcional entre los individuos normales de edad avanzada<br />

y los sujetos con un deterioro ligero y con los criterios<br />

clínicos de demencia. Los límites que se establecen entre<br />

estas etapas son, hasta la fecha, difíciles de precisar,<br />

especialmente cuando se toma en cuenta la patología y<br />

cuando la funcionalidad <strong>del</strong> individuo –es decir, que se siga<br />

valiendo por sí mismo en las actividades de la vida diaria–<br />

hace una diferencia.<br />

El Dr. Ronald Petersen, de la Clínica Mayo, en Rochester,<br />

propuso en 1999 el término de Mild Cognitive Impairment<br />

(MCI) o deterioro cognoscitivo leve (DCL) (tabla 1).<br />

Tabla 1. Criterios para Deterioro Cognoscitivo Leve (Petersen<br />

et al., 1999).<br />

Múltiples estudios concluyen hasta ahora con una división<br />

que contempla tres subtipos de DCL:<br />

1. Deterioro cognitivo amnésico<br />

2. Deterioro cognitivo amnésico de múltiples dominios<br />

3. Deterioro cognitivo no amnésico<br />

El de tipo amnésico es el que tradicionalmente se venía<br />

valorando y se enfoca principalmente a la memoria<br />

reciente; el de múltiples dominios incluye la alteración de<br />

la memoria en forma leve y alguna otra función cognitiva,<br />

mientras que el tercero hace referencia al deterioro de otra<br />

función cognitiva que no implique la memoria.<br />

Los estudios epidemiológicos muestran prevalencias<br />

que van desde 3% hasta 35% en distintas partes <strong>del</strong><br />

mundo; es muy probable que esto se deba a diferencias<br />

metodológicas de la evaluación, es decir, lo concerniente<br />

a los instrumentos utilizados para evaluar a los pacientes,<br />

así como las características propias de éstos, tales como<br />

edad o años de escolaridad; es notorio como aquellos<br />

individuos con mayor edad y menor escolaridad son los


menos favorecidos por los resultados y resultan con mayor<br />

prevalencia de deterioro cognitivo.<br />

Como ya se mencionó, el diagnóstico <strong>del</strong> DCL surgió como<br />

una forma de detectar tempranamente el principio de una<br />

demencia; la posibilidad de que un DCL evolucione a una<br />

demencia es de entre 10 y 15% anual; especialmente el<br />

de tipo amnésico se considera con mayor probabilidad de<br />

evolucionar al tipo Alzheimer.<br />

Entre otras formas de evolución <strong>del</strong> DCL está la de que se<br />

mantenga el deterioro cognitivo y no progrese a demencia;<br />

en este sentido, existe una amplia variabilidad de resultados<br />

que van desde 7 a 47% de posibilidades de mantenerse<br />

estables, como lo reporta el estudio de la Universidad de<br />

Columbia, con el más alto porcentaje (47%) después de<br />

4.7 años de seguimiento de los pacientes. Finalmente,<br />

también cabe la posibilidad que una mejoría <strong>del</strong> estado<br />

cognitivo con reversibilidad a estado normal, lo que ha<br />

dado lugar a que se cuestione el diagnóstico de DCL; por<br />

tanto, se debe ser muy cauto y considerar la metodología<br />

aplicada, la experiencia de quien realizó la prueba y las<br />

condiciones <strong>del</strong> paciente en el momento <strong>del</strong> estudio, tales<br />

como ansiedad, depresión, el padecer alguna enfermedad<br />

aguda o el estar bajo efecto de medicamentos que<br />

alteren el estado sensorial o de alerta, son padecimientos<br />

importantes a descartar.<br />

Respecto a la progresión <strong>del</strong> DCL, sabemos que la edad<br />

es un factor predictor importante para que un individuo<br />

presente DCL y posteriormente evolucione a demencia;<br />

Mejía menciona que de los 75 a los 79 años, esta posibilidad<br />

es de 15%, de los 80 a los 84 años es de 22%, mientras<br />

que va a 30% en los mayores de 85 años. En relación al<br />

sexo, se menciona que la mujer es más propensa al DCL<br />

amnésico, mientras que el varón lo es al no amnésico.<br />

Como se ha mencionado, otro factor que influye en<br />

encontrar mayor diagnóstico de DCL es la baja escolaridad:<br />

25% en quienes tienen hasta 8 años de escolaridad, 14%<br />

entre quienes tienen entre 9 y 12 años, 9% en quienes<br />

han estudiado entre 13 y 16 años y 8.5% en quienes<br />

estudiaron 16 años o más.<br />

La enfermedad cerebrovascular o la existencia de factores<br />

de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus,<br />

hipertensión arterial sistémica, enfermedad cardiaca como<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

infartos previos o insuficiencia cardiaca son enfermedades<br />

con riesgo alto para el desarrollo de DCL no amnésico y,<br />

por tanto, mayor probabilidad de tener una demencia de<br />

tipo vascular.<br />

El DCL también se ha relacionado con el genotipo de<br />

la apolipoproteína E4 y su correlación con evolución a<br />

demencia; al respecto, estudios <strong>del</strong> Dr. Petersen en la<br />

Clínica Mayo reportan que es más factible que aquellos<br />

que son portadores de E4 y tienen DCL de tipo amnésico<br />

evolucionen a Alzheimer en comparación con aquellos de<br />

tipo no amnésico.<br />

Otros estudios radiológicos como la resonancia magnética<br />

han sido utilizados para valorar la evolución <strong>del</strong> DCL y la<br />

medición de la atrofia <strong>del</strong> hipocampo también se ha visto<br />

como un marcador pronóstico de que a mayor atrofia es<br />

mayor el riesgo de manifestarse como Alzheimer.<br />

Respecto a marcadores cognitivos, se menciona que<br />

los individuos con DCL que progresan a una demencia<br />

muestran déficit cognitivo 6 años antes <strong>del</strong> diagnóstico<br />

clínico; Mejía refiere que las pruebas neuropsicológicas<br />

que evalúan el recuerdo diferido, la velocidad perceptual<br />

y la función ejecutiva son las más útiles para discriminar<br />

entre pacientes que desarrollan una demencia y los que<br />

permanecerán estables. Asimismo, existe un consenso<br />

<strong>sobre</strong> el peso de las pruebas de memoria episódica como<br />

predictores de la conversión a demencia. El recuerdo<br />

libre diferido de una lista de palabras es el paradigma más<br />

empleado para su valoración. El riesgo de evolucionar a<br />

demencia y especialmente a enfermedad de Alzheimer es<br />

doble en los pacientes con DCL y alteración en la memoria<br />

episódica en comparación con los que padecen alteración<br />

en otros dominios cognitivos. En la mayoría de los casos<br />

se aplican pruebas de memoria verbal, aunque también<br />

se ha encontrado que el recuerdo diferido de figuras o de<br />

dibujos antes copiados es sensible para predecir conversión<br />

a demencia.<br />

Finalmente, la sugerencia es realizar una adecuada<br />

evaluación de la historia clínica –en la cual el familiar<br />

<strong>del</strong> paciente es clave pues aporta detalles respecto a los<br />

olvidos o fallas en alguna otra área cognitiva independiente<br />

de la memoria–, preguntar respecto al desempeño de sus<br />

actividades cotidianas dará pauta <strong>sobre</strong> si su funcionalidad o<br />

desempeño cotidiano tienen algún déficit, lo cual ayudará a<br />

93


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

evaluar si estos cambios corresponden a un envejecimiento<br />

normal o patológico.<br />

La recomendación es hacer énfasis especialmente en<br />

las llamadas actividades instrumentadas de la vida diaria<br />

–tales como el manejo de sus finanzas, el control <strong>del</strong><br />

dinero, su habilidad para llevar la casa igual que antes, el<br />

control de sus fármacos, etc.–, aspectos <strong>sobre</strong> los que no<br />

suele preguntarse y que serían de mucha utilidad.<br />

Una evaluación neuropsicológica completa inicial sería<br />

fundamental para realizar un mapeo de las funciones<br />

intelectuales y tener un punto de partida para situaciones<br />

futuras con aspectos más cuantitativos <strong>del</strong> funcionamiento<br />

cognitivo y así tener un perfil de los dominios que pudieran<br />

estar afectados y establecer o descartar con mayor claridad<br />

si existe algún subtipo de DCL.<br />

Realizar pruebas de laboratorio o estudios de imagen sería<br />

útil para descartar algún problema metabólico o para hablar<br />

de alguna etiología específica, ya sea vascular, metabólica<br />

o degenerativa.<br />

El deterioro amnésico y la controversia <strong>del</strong> tratamiento<br />

De acuerdo con los estudios clínicos observacionales, los<br />

casos de deterioro cognitivo leve puramente amnésico<br />

evolucionarán en un alto porcentaje hacia un estado<br />

demencial. Los dilemas éticos a los que nos enfrentamos<br />

son: ¿Es necesario iniciar un tratamiento para este<br />

estado previo a la patología a pesar de que es totalmente<br />

asintomático y no tiene repercusión en la funcionalidad?<br />

¿El sujeto debe ser tratado como portador de un proceso<br />

neurodegenerativo o solamente someterse a una vigilancia<br />

periódica?<br />

Hasta el momento, ninguno de los tratamientos que se han<br />

probado en los pacientes portadores de DCL ha sido eficaz<br />

debido a la heterogeneidad de los protocolos realizados y a<br />

las características diversas <strong>del</strong> padecimiento mismo.<br />

Es menos probable que el deterioro cognitivo no amnésico<br />

de dominios diferentes a la memoria evolucione hacia un<br />

proceso neurodegenerativo pero no priva al paciente de una<br />

evolución hacia una enfermedad subcortical. Esto incluye<br />

el caso <strong>del</strong> deterioro cognitivo asociado a diabetes mellitus,<br />

que tampoco exenta al paciente de ser un portador de DCL<br />

94<br />

y de que posteriormente evolucione a Alzheimer.<br />

Sin embargo, en estudios recientes se ha demostrado a<br />

través de marcadores biológicos con ARNm que puede<br />

haber portadores asintomáticos de la enfermedad.<br />

La importancia <strong>del</strong> DCL y de la demencia subcortical<br />

asociada a diabetes mellitus es que podemos pensar que<br />

un control metabólico apropiado pudiera hacer que estas<br />

dos patologías sean prevenibles o modificables; esto se<br />

traducirá en la práctica clínica como la prevención de<br />

deterioro funcional asociado a disfunción neurológica. Este<br />

enfoque está abriendo nuevas líneas a la investigación de<br />

la fisiopatología de los trastornos cognitivos asociados al<br />

metabolismo de los glúcidos.<br />

Esto convierte a dicha categoría diagnóstica en una<br />

entidad difícil de estudiar. Por otro lado, los grandes centros<br />

de investigación se limitan a mantener a los sujetos en<br />

observación especificando que se encuentran en una<br />

categoría de riesgo y que requieren ser observados a lo<br />

largo <strong>del</strong> tiempo, sin brindarles ninguna opción terapéutica:<br />

sin embargo, se sabe que el deterioro cognitivo amnésico<br />

es el que tiene una franca predisposición al desarrollo de<br />

demencia tipo Alzheimer.<br />

Conclusiones <strong>sobre</strong> deterioro cognoscitivo leve<br />

En México no existe realmente una muestra representativa<br />

de DCL, por lo que es necesario desarrollar mayor número<br />

de clínicas de memoria o evaluación cognitiva para que<br />

los clínicos pudieran referir más fácilmente a los pacientes<br />

a evaluación y así tener un perfil de seguimiento, dado<br />

que estos padecimientos, especialmente los problemas<br />

degenerativos, presentan una evolución crónica, a un paso<br />

paulatino, de la normalidad a la enfermedad.<br />

2. Demencias<br />

Situación mundial de las demencias<br />

La transición mundial demográfica y epidemiológica es<br />

inminente. En países de bajo y mediano ingreso (BMI), el<br />

envejecimiento poblacional continuará en forma acelerada<br />

y de manera paralela habrá en ellos un incremento de<br />

sujetos con demencia. La Alzheimer Disease International<br />

Association (ADI, 2009) ha estimado que actualmente hay


en el mundo aproximadamente 38 millones de personas,<br />

cifra que se duplicará cada 20 años, aproximándose a los<br />

118 millones hacia 2050; más de 70% de estos pacientes<br />

residirán en países de BMI.<br />

Datos epidemiológicos en México<br />

El único estudio de base poblacional realizado propositivamente<br />

para la evaluación de la demencia en México indica que la<br />

prevalencia de demencia en ancianos de bajo y mediano<br />

ingreso económico es de 8.6 y 8.5% para las áreas urbana y<br />

rural, respectivamente. Y cuando esta prevalencia se ajusta<br />

por grupo de edad, sexo y área de residencia, disminuye<br />

a 7.4 y 7.3%, respectivamente (Llibre Rodríguez et al.,<br />

2008). Así, aplicando una prevalencia de 8.5% al grupo<br />

de 60 años y más, tendríamos más de 700 mil sujetos con<br />

demencia en México; si se limita a sujetos de 65 años y<br />

más, el número se reduce a poco más de 500 mil.<br />

Es importante señalar que un buen número de estudios<br />

epidemiológicos para demencia están basados en<br />

diagnósticos clínicos presuntivos y que en dichos estudios<br />

frecuentemente se han utilizado criterios simples para<br />

la elaboración <strong>del</strong> diagnóstico como el <strong>del</strong> deterioro<br />

cognoscitivo, con base en una sola prueba de escrutinio<br />

cognitivo, como el MMSE, siendo éste un criterio<br />

insuficiente para establecer el diagnóstico de demencia.<br />

En México, en los últimos años se han realizado y publicado<br />

los primeros estudios epidemiológicos <strong>sobre</strong> deterioro<br />

cognoscitivo y demencia, como producto de los esfuerzos<br />

realizados en este campo desde hace más de diez años por<br />

grupos de investigación ubicados principalmente en los<br />

Institutos <strong>Nacional</strong>es de Nutrición y de Neurología (Ham<br />

et al., 2007; Llibre Rodríguez et al., 2008; Mejía-Arango<br />

et al., 2007; Mejía-Arango et al., 2010; Sosa et al., 2010;<br />

Villalpando-Berumen et al., 2008).<br />

Tabla 2. Criterios, CIE 10 Diagnóstico <strong>del</strong> Síndrome Demencial. Fuente: WHO, 1993.<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

También han surgido diferentes iniciativas como la <strong>del</strong><br />

Grupo de Consenso <strong>sobre</strong> el Síndrome de Deterioro<br />

Intelectual (1996) y más recientemente la de la Academia<br />

<strong>Nacional</strong> de Neurología, dando lugar a la formación <strong>del</strong><br />

Grupo de Expertos en Demencias (2009) y, por último,<br />

a instancias <strong>del</strong> recién creado Instituto de Geriatría, se ha<br />

integrado un Grupo de Reflexión en Demencias (2010).<br />

Actualidades <strong>sobre</strong> el diagnóstico y la evolución de las<br />

demencias<br />

La exactitud en el diagnóstico de un trastorno subyacente<br />

responsable de un síndrome demencial tiene implicaciones<br />

importantes no sólo para determinar un pronóstico y una<br />

guía anticipada dirigida a los cuidadores, sino también<br />

para establecer un tratamiento y manejo oportuno para<br />

los pacientes, así como para la detección de demencias<br />

potencialmente reversibles (Chui y Zhang, 1997; Piccini et<br />

al., 1998). Dos pasos han demostrado ser de utilidad para<br />

la evaluación diagnóstica de una demencia en la práctica<br />

médica general y neuropsiquiátrica: en primer lugar, hay<br />

que determinar si el paciente tiene un síndrome demencial<br />

definido por los criterios de la Clasificación Internacional<br />

de Enfermedades (CIE-10) (tabla 2); y, en segundo lugar,<br />

hay que realizar una recolección sistemática de los datos<br />

más relevantes de la historia médica y de los hallazgos<br />

clínicos obtenidos durante las evaluaciones (Eschweiler et<br />

al., 2010).<br />

De forma convencional, se considera que la demencia es<br />

un síndrome, independientemente de su patogénesis, por<br />

lo que los datos clínicos generales deberán incluir: 1) una<br />

descripción de los síntomas <strong>del</strong> paciente, antecedentes<br />

médicos y familiares; 2) la historia <strong>del</strong> padecimiento<br />

obtenida por uno o más informantes; 3) hallazgos de<br />

la valoración médica y neurológica; 4) hallazgos de<br />

la valoración psiquiátrica; 5) pruebas de tamizaje de<br />

95


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

la función cognoscitiva; 6) pruebas de laboratorio y<br />

gabinete; 7) estudios de neuroimagen como CT/RMN<br />

y, si hay disponibilidad de medicina nuclear, SPECT/<br />

PET; 8) pruebas neuropsicológicas. Actualmente, para el<br />

diagnóstico de demencia, se deberá determinar, además,<br />

cómo ha evolucionado la enfermedad desde los síntomas<br />

premórbidos y estadios tempranos de la demencia,<br />

condiciones caracterizadas en la mayoría de los casos por un<br />

96<br />

deterioro cognoscitivo leve (DCL), además de la presencia<br />

o antecedentes de síntomas depresivos. La sensibilidad y la<br />

especificidad de cada uno de estos hallazgos considerados<br />

individualmente no son mayores que las obtenidas sólo<br />

con el diagnóstico clínico; sin embargo, el diagnóstico<br />

mejora cuando todos los hallazgos son integrados<br />

comprehensivamente (Mahlberg y Gutzmann, 2005;<br />

Wilson et al., 2008 ) (tabla 3).<br />

Tabla 3. Valoración de la sospecha de demencia.<br />

MMSE: Mini Examen Mental (Folstein et al., 1975); CDT: Test <strong>del</strong> Reloj (Shulman et al., 2000) CERAD: Consorcio para el<br />

Establecimiento de un Registro de la Enfermedad de Alzheimer (Welsch et al., 1992); GDS: Escala de depresión geriátrica (Yesavage<br />

et al., 1983); IQCODE: Test <strong>del</strong> informante (Jorm y Jacomb , 1989); 7MT: Test de 7 minutos (Solomon et al., 1998); IADL: Escala<br />

de actividades instrumentales de la vida diaria (Lawton y Brody, 1969); CT: Tomografía computada; RMN: Resonancia Magnética;<br />

SPECT: Tomografía por emisión de fotón único; PET: Tomografía por emisión de positrones.


Diagnóstico diferencial en demencias<br />

El diagnóstico diferencial en demencias es complejo, ya<br />

que existen más de 80 tipos de demencias; el abordaje es<br />

multidisciplinario y se sugiere que se realice por médicos<br />

experimentados, generalmente se requiere de un tercer<br />

nivel de atención. El diagnóstico se deberá establecer<br />

desde dos perspectivas: la primera es neuroanatómica,<br />

entre demencias corticales y demencias subcorticales; y<br />

la segunda es etiológica, entre demencias degenerativas<br />

primarias, demencias secundarias y demencias mixtas. Se<br />

han desarrollado diversos criterios por expertos, los cuales<br />

permiten orientar un diagnóstico diferencial (tabla 4);<br />

en el caso de las demencias degenerativas primarias, el<br />

diagnóstico de certeza es obligadamente histopatológico<br />

(post mórtem). Se considera que en la mayoría de<br />

las demencias degenerativas primarias subyace una<br />

proteinopatía cerebral, la cual ha servido para el desarrollo<br />

de biomarcadores. La enfermedad de Alzheimer (EA)<br />

es la más heterogénea de las demencias degenerativas,<br />

ya que en ella no sólo están presentes las principales<br />

proteínas implicadas (β-amiloide, α-sinucleína, proteína<br />

Tau), sino que además tiene diversas formas clínicas que<br />

confunden su diagnóstico con el de otras demencias, como<br />

la demencia por cuerpos de Lewy (DLB) o la demencia<br />

frontotemporal. La coexistencia de lesiones vasculares<br />

con la EA es muy prevalente, dando lugar a la demencia<br />

mixta (DM). El concepto de demencia vascular (DV) es<br />

amplio y heterogéneo; las lesiones pueden ser corticales<br />

o subcorticales, múltiples; raras veces la demencia se<br />

establece por un infarto único. Se debe diferenciar<br />

entre DLB y demencia asociada a la enfermedad de<br />

Parkinson (DP), ya que en ambos casos, los síntomas<br />

neuropsiquiátricos se superponen. La degeneración<br />

frontotemporal lobar (DFTL) cursa con diversas<br />

variantes clínicas y su fase prodrómica puede ser de tipo<br />

no cognoscitivo La degeneración corticobasal (DCB),<br />

se ha considerado una variante clínica de la DFTL y su<br />

diagnóstico puede confundirse con la demencia asociada a<br />

la parálisis supranuclear progresiva (PSP). La enfermedad<br />

de Huntington es un padecimiento neurodegenerativo de<br />

herencia autosómica dominante, cuyos rasgos centrales<br />

son la corea, el deterioro cognoscitivo progresivo y las<br />

alteraciones conductuales. La hidrocefalia normotensa<br />

(HN) se debe sospechar de manera oportuna, ya que es<br />

potencialmente reversible; se caracteriza por incontinencia<br />

urinaria, marcha apráxica y demencia. La enfermedad de<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es un padecimiento dramático<br />

con variantes clínicas; es debida a priones, cursa con un<br />

cuadro demencial rápidamente progresivo y síntomas<br />

neurológicos y psiquiátricos graves (Méndez et al., 2008).<br />

Tabla 4. Criterios diagnósticos en demencias.<br />

En la actualidad, la existencia de biomarcadores, pruebas<br />

genéticas y técnicas avanzadas en neuroimagen ha<br />

incrementado la sensibilidad en el diagnóstico de<br />

demencias hasta en 90%. En la EA, la detección en líquido<br />

cefalorraquídeo, de proteína tau, péptidos de amiloide<br />

(Aβ) y marcadores plasmáticos (Aβ-42/Aβ-40 ratio)<br />

han hecho esto posible (Jellinger et al., 2008; Eschweiler<br />

et al., 2010).<br />

Evolución y pronóstico de las demencias<br />

El desenlace compartido de todas las demencias se<br />

caracteriza por un detrimento generalizado de las<br />

actividades de la vida diaria y de las instrumentadas<br />

a expensas de una alteración global en las funciones<br />

cognoscitivas. Esta pérdida funcional <strong>del</strong> paciente<br />

repercute en forma dramática no sólo <strong>sobre</strong> sí mismo, sino<br />

también <strong>sobre</strong> sus cuidadores, familiares y en general <strong>sobre</strong><br />

cualquier estructura socioeconómica que lo rodee. En<br />

muchas ocasiones esta situación lleva al internamiento <strong>del</strong><br />

paciente en una institución, donde eventualmente morirá<br />

(D´Hyver y Gutiérrez, 2009).<br />

La enfermedad de Alzheimer representa la etiología de más<br />

de 60% de los pacientes viejos con algún tipo de demencia.<br />

97


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

En sus tres estadios (leve, moderado y avanzado), se<br />

reconoce una gradual e irreversible progresión. Esta<br />

devastadora evolución arranca desde fases presintomáticas<br />

(como el deterioro cognoscitivo leve) y llega al punto en<br />

que el pobre desempeño cognoscitivo hace imposible su<br />

propia evaluación neuropsicológica, además de que en<br />

muchas ocasiones estas fases tardías se acompañan de<br />

síntomas psicóticos (Halter et al., 2009).<br />

En la evolución típica de un paciente con enfermedad de<br />

Alzheimer el espectro clínico tiene una duración de entre<br />

8 y 10 años. En un inicio, el paciente se caracteriza por<br />

una queja de memoria de eventos recientes, situación que<br />

no siempre puede ser reconocida por el paciente; pero, a<br />

diferencia de los olvidos benignos, estas alteraciones en la<br />

memoria sí repercuten <strong>sobre</strong> su funcionalidad. Los cambios<br />

en el lenguaje también suelen ser evidentes en fases<br />

iniciales; esta dificultad para encontrar la palabra deseada<br />

puede llegar hasta una afasia expresiva. Cabe señalar que<br />

esto último representa un factor pronóstico para evolución<br />

acelerada.<br />

En fases intermedias, el paciente se caracteriza por<br />

afección en las funciones ejecutivas, así como para<br />

concentrarse y mantener la atención. Un motivo típico de<br />

consulta en ellos es la dificultad para conducir, vestirse y,<br />

en general, para ejecutar en forma óptima las actividades<br />

instrumentadas. Esta es la fase donde el paciente progresa<br />

más rápidamente y comienzan a ser notorios síntomas<br />

conductuales y afectivos. Hay que subrayar que si bien los<br />

síntomas depresivos son propios de esta fase, más de 30%<br />

de los pacientes pueden debutar con estos síntomas.<br />

En la última fase se hacen evidentes síntomas neurológicos<br />

como problemas en la marcha, deglución, incontinencia y<br />

síndrome de caídas. Además hay una notoria exacerbación<br />

de síntomas conductuales. En esta fase el paciente llega<br />

hasta la postración con lo cual se pone en especial riesgo<br />

de desarrollar fragilización y úlceras por presión. Esta<br />

condición lleva al paciente a un desenlace fatal, por lo<br />

general asociado a deshidratación, malnutrición, neumonía<br />

o sepsis en general.<br />

Si bien la enfermedad de Alzheimer es la variedad de<br />

demencia más frecuente, debe resaltarse que como propio al<br />

proceso ateroesclerótico de envejecer, un patrón etiológico<br />

mixto de demencia (degenerativo y vascular) prevalece en<br />

98<br />

la mayoría de los pacientes. Así, cualquier comorbilidad que<br />

acelere esta condición acelerará también la progresión <strong>del</strong><br />

proceso demencial, a saber: diabetes mellitus, hipertensión,<br />

dislipidemia, tabaquismo y obesidad.<br />

Reconocer la condición progresiva e irreversible de<br />

las demencias debe llevarnos a dirigir las baterías de<br />

la investigación médica a las fases premórbidas, cuya<br />

caraterización nos permitirá frenar su progreso y, por qué<br />

no, hasta evitarlas.<br />

Sobrecarga de los cuidadores de pacientes con demencia<br />

La atención que se brinda a una persona con demencia<br />

debe ser integral y multidimensional, por lo que no se puede<br />

ignorar la función tan importante que realiza la persona que<br />

provee el cuidado. A nivel mundial, la familia sigue siendo<br />

el soporte para el cuidado; sin embargo, mientras en países<br />

desarrollados que cuentan con sistemas integrales para el<br />

cuidado de la salud y apoyos sociales su papel es menos<br />

apreciado, en naciones en vías de desarrollo el mayor peso<br />

<strong>del</strong> cuidado recae <strong>sobre</strong> la familia, responsabilidad que se<br />

tiene en gran estima.<br />

Concepto de cuidador<br />

Stone et al. (1987) definen como cuidadores a quienes<br />

proveen asistencia no remunerada a personas de 65 o<br />

más años que experimentan dificultad en por lo menos<br />

una de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD).<br />

Los cuidadores eran predominantemente mujeres de<br />

mediana edad, casadas y <strong>sobre</strong> quienes yacía la mayor<br />

responsabilidad <strong>del</strong> cuidado, contando con escasa o nula<br />

ayuda por parte de otros y con frecuencia habían tenido que<br />

abandonar su trabajo para poder cumplir con esta nueva<br />

actividad. También el cuidador amplía su función cuando se<br />

encarga de trasladar y acompañar al paciente con demencia<br />

a sus visitas clínicas periódicas, así como de proporcionar<br />

datos confiables <strong>sobre</strong> la severidad y progresión de la<br />

enfermedad, además de asistirle en actividades básicas e<br />

instrumentales de la vida diaria (ABVI) (Hirschman et al.,<br />

2004).<br />

Concepto de <strong>sobre</strong>carga<br />

El concepto de carga fue utilizado en los años sesenta en<br />

Gran Bretaña para evaluar los efectos y consecuencias


que tenían <strong>sobre</strong> las familias el cuidado y atención de los<br />

enfermos psiquiátricos insertos en la comunidad. Cuando<br />

la atención rebasa las capacidades <strong>del</strong> cuidador, ocurre el<br />

agotamiento de éste, llamado <strong>sobre</strong>carga o agobio.<br />

En la década de 1980, Zarit et al. (1980) consideraron<br />

que la <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador era clave para decidir si los<br />

pacientes con demencia podían seguir viviendo dentro de<br />

la comunidad. Para ello elaboraron un cuestionario para<br />

detectar la presencia de dicha <strong>sobre</strong>carga, además de fungir<br />

como un buen indicador de los efectos <strong>del</strong> cuidado.<br />

Existen otros instrumentos para evaluar <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong><br />

cuidador, entre ellos el “Screen for Caregiver Burden”<br />

(SCB) (Vitaliano et al., 1991), el cual ya está validado al<br />

español (Guerra-Silla et al., 2008). Esta escala de 25 ítems<br />

evalúa tanto dominios <strong>del</strong> cuidador como <strong>del</strong> paciente con<br />

demencia (vascular, mixta o tipo Alzheimer), permite<br />

calcular la prevalencia de las experiencias de <strong>sobre</strong>carga<br />

(cuantificando de una manera más subjetiva el grado de<br />

<strong>sobre</strong>carga) y puede predecir los efectos <strong>del</strong> cuidado.<br />

La detección oportuna y pertinente de la <strong>sobre</strong>carga<br />

<strong>del</strong> cuidador permitirá aportar elementos a nivel clínico<br />

para iniciar intervenciones en los aspectos psicológico y<br />

sociofamiliar, para así poder garantizar tanto su integridad<br />

física, mental y espiritual como las <strong>del</strong> propio paciente.<br />

El agotamiento, colapso o <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador<br />

compromete su capacidad para cumplir con las demandas<br />

crecientes <strong>del</strong> familiar enfermo (Mendoza-Martínez y<br />

Rodríguez-García, 1999), además de provocar un agobio<br />

excesivo con riesgo de sufrir un trastorno depresivo,<br />

ansioso, incluso suicidio o muerte.<br />

Existen condiciones en el cuidador que le permitirán<br />

manejar mejor o peor la <strong>sobre</strong>carga. Durante el proceso de<br />

validación de la escala original de <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador<br />

(SCB) (Vitaliano et al., 1991) se empleó un mo<strong>del</strong>o de<br />

constructo teórico que consiste en:<br />

Agobio psicológico=<br />

Exposición a apremiantes (stressors) + Vulnerabilidad<br />

Recursos psicológicos y sociales<br />

Los componentes <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o tienen una solidez conocida<br />

en la literatura que habla de situaciones de apremio (stress)<br />

(Appley y Trumbull, 1967), donde, operacionalmente,<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

la exposición a apremiantes corresponde a los problemas<br />

cognitivos y de conducta de la persona que recibe los<br />

cuidados. Las variables de vulnerabilidad tienen que ver<br />

con el tiempo que el cuidador puede soportar dichas<br />

situaciones apremiantes. Esto va a depender de rasgos<br />

genéticos heredados y de la experiencia adquirida (por<br />

ejemplo: variables como el estado de salud y tipo de<br />

personalidad) (Zubin y Spring, 1977). La manera como<br />

una persona expresa su enojo es un rasgo de personalidad<br />

(Funkenstein et al., 1957; Biaggio, 1980). En cuanto a<br />

los recursos, éstos se refieren a la moral <strong>del</strong> individuo (<strong>del</strong><br />

cuidador), su autoestima, su capacidad para enfrentar las<br />

cosas, sus apoyos sociales (Diener et al., 1985; Gottlieb,<br />

1981; Lazarus y Folkman, 1984) y su actitud ante la vida.<br />

Si ésta es positiva, constituye un mecanismo que amortigua<br />

las situaciones agobiantes que surgen cotidianamente.<br />

Consecuencias de la <strong>sobre</strong>carga en los cuidadores<br />

Con frecuencia, el cuidador de un enfermo con demencia<br />

centra su atención y vierte gran parte de su energía en<br />

esta labor, descuidando su propia persona, su trabajo,<br />

a otros miembros de la familia y sus propios intereses,<br />

ocasionándole ansiedad, angustia, depresión y aislamiento<br />

social (Intrieri y Rapp, 1994). Cuando el cuidador es viejo,<br />

puede enfermar e incluso morir antes que el paciente al que<br />

está cuidando.<br />

El desgaste económico resulta cuando tienen que<br />

sacrificarse algunas necesidades básicas o hasta los<br />

placeres más elementales para poder subsanar los gastos<br />

imprevistos, que en ocasiones incluyen la contratación de<br />

personal de apoyo.<br />

La salud física se merma grandemente cuando el cuidador<br />

tiene que realizar maniobras de movilización que a veces<br />

rebasan su capacidad, ocasionando incluso lesiones<br />

músculo-esqueléticas, pérdida <strong>del</strong> apetito, trastornos<br />

<strong>del</strong> sueño, fatiga crónica e incapacidad para relajarse.<br />

Emocionalmente, el cuidador tiene que enfrentarse a las<br />

pérdidas paulatinas que va teniendo su enfermo, y esta<br />

pérdida constante le produce desgaste o duelo anticipado<br />

(Mendoza-Martínez y Rodríguez-García, 1999). Con<br />

frecuencia, el paciente con demencia se vuelve un<br />

desconocido y esto genera sentimientos de tristeza, enojo,<br />

depresión y frustración en el cuidador.<br />

99


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Estrategias para el tratamiento de la <strong>sobre</strong>carga y colapso<br />

en los cuidadores<br />

Existe también un aspecto positivo <strong>del</strong> cuidado, ya que la<br />

mayoría de los familiares y amigos que prestan asistencia<br />

informal se enorgullecen de su papel y perciben muchas<br />

ventajas. En Canadá (Cohen et al., 2003) reportan<br />

que 80% de una muestra nacional representativa de<br />

cuidadores identificaron muchos aspectos positivos en<br />

cuidar, tales como compañía (23%), satisfacción (13%),<br />

disfrute (13%), aporte a la calidad de vida (6%) y darle<br />

significado a la vida (6%), sin dejar de lado que también<br />

estos cuidadores reportaron altos niveles de tensión,<br />

morbilidad psicológica y deterioro de su salud física.<br />

Un reporte reciente (Prince et al., 2008) encontró que si<br />

bien en los países con bajos recursos económicos, la tensión<br />

experimentada por el cuidador principal se atenuaba<br />

ligeramente al formar parte de familias numerosas, los<br />

niveles de estrés seguían siendo en general tan altos como<br />

los registrados en el proyecto europeo EUROCARE. Dicho<br />

proyecto reportó elevados niveles de morbilidad psicológica<br />

entre los cuidadores de personas con demencia, con cifras<br />

de entre 40 y 75%, con el mismo rango de prevalencia<br />

observado en 21 de los 24 centros pilotos <strong>del</strong> 10/66<br />

(Grupo de Estudio de Demencia 10/66, en América<br />

Latina, China e India).<br />

Inicialmente, los cuidadores deben asimilar en forma<br />

progresiva el diagnóstico, la supervisión y ayuda para las<br />

actividades instrumentales, la tolerancia para afrontar<br />

los problemas de conducta y la posterior dependencia<br />

para toda actividad básica. La presencia de trastornos no<br />

cognitivos asociados a la enfermedad de Alzheimer es<br />

frecuente en el curso <strong>del</strong> padecimiento. Alrededor de 45%<br />

de los pacientes con EA presentan en el momento <strong>del</strong><br />

diagnóstico síntomas psicóticos como ideación <strong>del</strong>irante<br />

de robo y trastornos <strong>del</strong> estado de ánimo o alteraciones<br />

de conducta, como agitación o agresividad en 80% de<br />

los casos. Se ha reportado que los trastornos <strong>del</strong> sueño, la<br />

incontinencia, el vagabundeo y las conductas peligrosas<br />

se relacionan con una mayor inquietud, apatía y malestar<br />

en el cuidador; las conductas disruptivas y la desinhibición<br />

se han relacionado con la presencia de sintomatología<br />

depresiva en el cuidador (Garre-Olmo et al., 2002).<br />

Si bien se han documentado estudios con resultados<br />

100<br />

positivos a través de ciertas intervenciones, también es<br />

un hecho aceptado que su éxito puede ser limitado. La<br />

naturaleza multidimensional y compleja de los problemas a<br />

los que se enfrentan los cuidadores puede influir en dichos<br />

resultados, toda vez que no existe una forma única de<br />

cuidar ni el proceso de la enfermedad es uniforme (Losada-<br />

Baltar et al., 2004).<br />

Las intervenciones en general se han centrado en dos<br />

aspectos: reducir la cantidad de cuidado que proveen los<br />

cuidadores y mejorar la sensación de bienestar <strong>del</strong> cuidador.<br />

Otras intervenciones buscan mejorar el afrontamiento, lo<br />

que no está exento de discusión, pues las necesidades de<br />

los cuidadores son amplias y diferentes.<br />

En un reciente metaanálisis (Sorensen, 2002) en el que<br />

se revisaron 78 estudios, seis tipos de intervenciones<br />

fueron las más frecuentemente reportadas: intervenciones<br />

psicoeducacionales (38 estudios), intervenciones de<br />

apoyo (7), centros de día o respiro (13), psicoterapia (10),<br />

intervenciones para mejorar la recepción <strong>del</strong> cuidado (6),<br />

e intervenciones con multicomponentes (12 estudios).<br />

Las intervenciones de mayor utilidad fueron las<br />

psicoeducativas y de psicoterapia a los cuidadores, seguidas<br />

de intervenciones con multicomponentes e intervenciones<br />

en grupos de apoyo. Sin embargo, las estrategias empleadas<br />

en los centros de día y/o de respiro son benéficas en<br />

términos de disminuir la carga <strong>del</strong> cuidado, aunque tienen<br />

menor repercusión en la depresión y sentimientos <strong>del</strong><br />

cuidador.<br />

En un estudio realizado en el Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Neurología y Neurocirugía que incluyó intervención de<br />

tipo cognitivo-conductual en cuidadores de pacientes con<br />

enfermedades neurológicas (no estrictamente de pacientes<br />

con demencia), los cuidadores reportaron disminución<br />

importante de la ansiedad y depresión, mientras que en<br />

la fase de postintervención se observó una importante<br />

disminución de pensamientos disfuncionales y estrés<br />

percibido (Paz-Rodríguez, 2005).<br />

Con base en las consideraciones previas, podemos decir<br />

que el cuidador/a debe conocer bien a su paciente, saber<br />

qué le agrada, qué le desagrada, cuáles son sus capacidades<br />

remanentes. Debe saber en qué consiste la enfermedad,<br />

estar consciente de que requerirá aprender a relacionar los


síntomas que aparecen cada día y a detectar problemas<br />

de salud que pueden magnificar las conductas disruptivas<br />

o emocionales <strong>del</strong> paciente. Es fundamental que asista<br />

a seminarios y conferencias <strong>sobre</strong> la enfermedad de<br />

Alzheimer, que localice y establezca contactos con las<br />

asociaciones de dicha enfermedad en su localidad, y que<br />

se integre a grupos de apoyo porque constituyen una<br />

excelente fuente de información (Acosta, 2010).<br />

Es importante también identificar las demandas de cuidado<br />

que variarán de acuerdo con cada fase de la enfermedad.<br />

En la etapa temprana o leve es necesario corregir los<br />

errores en las tareas cotidianas, vigilar que las pueda<br />

realizar sin que se sienta lastimado, establecer rutinas que<br />

le den seguridad. En la etapa moderada predominan las<br />

alteraciones en las funciones cognitivas y conductuales;<br />

la demanda de cuidado es mayor, es necesario establecer<br />

un sistema de apoyo más efectivo con estrategias que<br />

permitan al cuidador hacer frente a estos desafíos.<br />

Probablemente las intervenciones cognitivo-conductuales,<br />

los grupos de apoyo y el centro de día serán de mucha<br />

utilidad, como se ha comentado previamente. En la etapa<br />

avanzada, la dependencia cognitiva y funcional es severa.<br />

Deberá establecerse un sistema de apoyo domiciliario,<br />

idealmente con supervisión de las condiciones físicas<br />

<strong>del</strong> paciente, prevención y detección de complicaciones,<br />

tratamientos específicos; conforme avance el deterioro,<br />

deberá proporcionarse cuidados paliativos que incluyan<br />

soporte emocional y acompañamiento tanatológico<br />

(Trujillo, 2010).<br />

La atención óptima de los pacientes con demencia implica<br />

no sólo el cuidado de quien la padece, sino también de<br />

su cuidador (Pérez <strong>del</strong> Molino y Ayuso Gil, 1994). Los<br />

objetivos de esta atención al cuidador incluyen: lograr la<br />

satisfacción con los cuidados, disminuir el estrés físico y<br />

psicológico, evitar su aislamiento social, aliviar y solidarizar<br />

con su pena, y conducir a la aceptación de la enfermedad.<br />

Conclusiones de la mesa <strong>sobre</strong> demencias<br />

• Es recomendable realizar una Encuesta <strong>Nacional</strong> de<br />

Demencias, o bien, incluir en el marco de la Encuesta<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Envejecimiento</strong> información relativa al<br />

tema que nos ocupa, para conocer en forma precisa la<br />

situación de las demencias en México y así dar respuesta<br />

a las necesidades identificadas mediante los estudios<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

propuestos, con políticas y programas de salud acordes<br />

a nuestra realidad. Lo anterior requiere apoyo estatal,<br />

ya que se trata de estudios de un alto costo económico,<br />

pues requieren de gran cantidad de recursos y de una<br />

logística particularmente compleja.<br />

• Otra medida inminente es implementar como fuente de<br />

información clínico epidemiológica un Registro <strong>Nacional</strong><br />

de Demencias. Los registros clínicos multicéntricos son<br />

una fuente muy importante de información clínica<br />

y epidemiológica. El inicio de los registros deberá<br />

realizarse inicialmente en centros especializados, para<br />

posteriormente extenderse a la atención primaria.<br />

• Se debe promover la realización de estudios de<br />

seguimiento que permitan conocer con detalle los<br />

factores pronósticos de los diferentes tipos de demencia<br />

a largo plazo, con atención especial a los factores<br />

cardiovasculares en la población mexicana.<br />

• Promover la investigación de nuevas metodologías para<br />

ampliar nuestra capacidad diagnóstica y poder otorgar<br />

un tratamiento racional y oportuno en demencias.<br />

• Es necesario que se implemente en México una red<br />

de centros de día con recursos públicos, ya que hasta<br />

la fecha los existentes han sido puestos en marcha<br />

por organizaciones de asistencia privada, y aunque en<br />

la mayoría de los casos son eficientes, aún resultan<br />

insuficientes para atender la demanda de ayuda que los<br />

cuidadores requieren. Dichos centros podrían hacerse<br />

con participación mixta para aprovechar la experiencia<br />

adquirida por dichas organizaciones.<br />

• Es importante desarrollar mejores mo<strong>del</strong>os de atención<br />

domiciliaria que permitan un mejor apoyo a los<br />

cuidadores, <strong>sobre</strong> todo en las fases avanzada y terminal<br />

de la enfermedad, cuando el cuidado <strong>del</strong> paciente se<br />

torna físicamente extenuante. Cabe mencionar que<br />

es cada vez más frecuente (y lo será aún más en el<br />

futuro) que los cuidadores sean cónyuges de edad<br />

avanzada, expuestos a su vez a padecer enfermedades<br />

crónico-degenerativas y, por lo tanto, sujetos a<br />

mayor vulnerabilidad ante estresores emocionales,<br />

aumentando así el riesgo de morir antes que la persona<br />

a la que cuidan.<br />

101


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

• Es necesario establecer un sistema de atención progresiva<br />

para pacientes con demencia que incluya detección<br />

oportuna de problemas de memoria en los centros<br />

de primer nivel; diagnóstico y tratamiento temprano<br />

en el segundo nivel; diagnóstico complejo, estudios<br />

especiales e investigación en centros especializados o<br />

de tercer nivel. Además, deberá contarse con un sistema<br />

de referencia-contrarreferencia.<br />

• Deberán aumentarse y diversificarse los centros de día,<br />

en donde se realicen programas e intervenciones que<br />

permitan mantener lo más funcional posible a la persona<br />

con demencia.<br />

• Es conveniente que se ofrezcan espacios para respiro<br />

temporal <strong>del</strong> cuidador.<br />

• Y, como ya se comentó, debe desarrollarse la atención<br />

domiciliaria y telemedicina (sistemas que se están<br />

implementando rápidamente en países industrializados<br />

con buenos resultados) que permitirán un mejor apoyo<br />

a los cuidadores.<br />

3. Depresión<br />

Actualmente, en México hay pocos estudios científicos<br />

publicados <strong>sobre</strong> la depresión, y menos aún <strong>sobre</strong> la<br />

depresión en adultos mayores. Algunos de estos trabajos<br />

han publicado resultados de encuestas que miden la<br />

prevalencia de la depresión en este sector de la población.<br />

Son aún más escasos los estudios <strong>sobre</strong> intervenciones en<br />

la depresión.<br />

Epidemiología y factores de riesgo<br />

Wagner et al. (1999) encontraron que la prevalencia de<br />

suicidio es más alta entre hombres de 75 años de edad<br />

o más, y entre jóvenes de entre 15 y 19 años, con la<br />

prevalencia de depresión mayor más alta en hombres<br />

que en mujeres (4.4/0.8). Junghans y Espino (1998)<br />

muestran una incidencia de depresión en adultos mayores<br />

de 24-49%, así como una asociación entre depresión, uso<br />

de múltiples medicamentos y otras condiciones médicas.<br />

Pando Moreno et al. (2001) reportaron una prevalencia<br />

de depresión de 36% en adultos mayores, en Guadalajara,<br />

Jalisco, con 43% en mujeres y 27% en hombres.<br />

Aparecieron como mayores factores de riesgo la falta<br />

102<br />

de actividad laboral, el estado civil, ser viudas(os) o<br />

solteras(os) y la edad avanzada. La falta de empleo y la<br />

viudez representaron altos valores como factores de riesgo,<br />

ya que ambos casos representan una pérdida, la cual es uno<br />

de principales elementos en la etiología de la depresión. A<br />

su vez, Tapia-Mejía et al. (2000) vieron que los niveles de<br />

depresión en adultos mayores con una discapacidad física<br />

(resultante en un mayor nivel de dependencia) son de<br />

32.5% para una depresión leve, 44.5% para una depresión<br />

media y 2.5% para una depresión severa.<br />

Bello et al. (2005) han observado una prevalencia de<br />

depresión en adultos mayores a nivel nacional de 4.5%,<br />

con 5.8% en mujeres y 2.5% en hombres. La prevalencia<br />

de depresión sube conforme la edad avanza y baja con<br />

niveles de educación más altos; resulta significativo que<br />

los niveles más altos de depresión se presenten entre los<br />

hombres que viven en áreas rurales. Por su parte, Márquez<br />

Cardoso et al. (2005) apuntan una frecuencia de síntomas<br />

depresivos en los adultos mayores mucho más alta (pero<br />

no la especifican) y suponen que este resultado está<br />

vinculado con los múltiples factores de riesgo presentes en<br />

la población estudiada. Estos factores de riesgo corroboran<br />

la mayor frecuencia de depresión en mujeres, personas<br />

jubiladas, sedentarias, con familias disfuncionales y con<br />

dependencia económica.<br />

Slone et al. (2006) hacen una comparación entre<br />

cuatro ciudades en México, mostrando mayores índices<br />

de depresión en mujeres que en hombres, así como<br />

correlaciones entre historias previas de enfermedades<br />

mentales y depresión. También hallaron correlaciones entre<br />

la depresión y ser viuda(o), soltera(o) o divorciada(o),<br />

y una historia de abuso en la niñez. Mejía-Arango et al.<br />

(2007) ven que la probabilidad de deterioro cognitivo<br />

sumado a la dependencia funcional fue mayor entre<br />

las mujeres y aumentó con la edad, y se asoció con la<br />

presencia de diabetes, enfermedad cerebral, enfermedad<br />

cardiaca y depresión, y fue menor en los sujetos casados.<br />

A su vez, Colunga-Rodríguez et al. (2008) corroboran<br />

estas estadísticas al notar una prevalencia de depresión<br />

de 63%, en una proporción de 3 mujeres por cada<br />

hombre. En un estudio de 7 449 adultos mayores en la<br />

Ciudad de México, García-Peña et al. (2008) notaron una<br />

prevalencia de depresión mayor de 13.2%, con 1 de cada<br />

8 adultos mayores mexicanos presentando síntomas de<br />

ese padecimiento.


Guerra et al. (2009) hacen una comparación de prevalencia<br />

de depresión entre poblaciones de adultos mayores de<br />

México, Perú y Venezuela. Sus resultados muestran un<br />

nivel considerable de depresión grave, correlacionado con<br />

enfermedades físicas e historias previas de depresión. Si<br />

bien estas correlaciones no son algo sorprendente, resulta<br />

preocupante que la mayoría de los adultos mayores<br />

deprimidos nunca han recibido ningún tratamiento.<br />

A nivel regional, el estudio de Valdez et al. (2005)<br />

también ve un alto (pero no especificado) nivel de<br />

depresión en adultos mayores en Hermosillo, Sonora, pero<br />

hace dos importantes señalamientos: por un lado, la oferta<br />

de servicios médicos no necesariamente concuerda con<br />

las necesidades de los adultos mayores; por otra parte,<br />

los servicios ofertados son subutilizados. Un estudio de<br />

adultos mayores hospitalizados en Torreón, Coahuila<br />

(Martínez et al., 2007) encontró depresión en 50%, con<br />

asociaciones al sexo femenino, vivir solo, ser en condiciones<br />

de dependencia y estar hospitalizado.<br />

Ávila-Funes et al. (2007) han visto que los síntomas<br />

depresivos favorecen el desarrollo de dependencia<br />

funcional en 37.9% de sus sujetos con depresión, mientras<br />

que Zavala y Domínguez (2009) observan en Cárdenas,<br />

Tabasco, una elevada frecuencia de depresión y disfunción<br />

familiar en comparación con otros reportes, con niveles<br />

de depresión leve de 34% y de moderada-severa de<br />

19%. Destacan una asociación entre disfunción familiar y<br />

depresión, y la depresión estaba también relacionada con<br />

un bajo nivel educativo y la soledad. Gallegos-Carrillo et al.<br />

(2009) ven una disminución importante en la calidad de<br />

vida de adultos mayores con depresión y más en quienes<br />

también tienen enfermedades crónicas.<br />

Los artículos <strong>sobre</strong> salud mental en grupos rurales o<br />

indígenas son casi nulos. Hasta la fecha, el único artículo<br />

publicado <strong>sobre</strong> la salud mental de indígenas ha sido el de<br />

Nance (2004), a partir de un estudio realizado con mujeres<br />

mazahuas, quienes muestran un nivel de depresión dos<br />

veces mayor que el de las mujeres no indígenas.<br />

Diagnóstico de la depresión<br />

El diagnóstico de los pacientes con depresión en el primer<br />

nivel de atención puede ser difícil debido a la presencia de<br />

otros síntomas relacionados con algunas enfermedades<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

concomitantes que los ancianos presentan, como<br />

trastornos cognitivos comunes. Por otra parte, muchos<br />

métodos de diagnóstico de la depresión se basan en los<br />

síntomas somáticos, lo que, a su vez, puede complicar el<br />

diagnóstico de la demencia. En el caso de la presencia de<br />

la depresión y las enfermedades somáticas, el diagnóstico y<br />

tratamiento son aún más complicados y tienen un impacto<br />

adverso en el pronóstico de las enfermedades subyacentes<br />

Sin embargo, la evaluación de la depresión en los ancianos<br />

es más compleja debido a la influencia de las condiciones<br />

somáticas y de los signos normales de envejecimiento<br />

(Magni, et al., 1998), así como a la falta de una adecuada<br />

formación y sensibilización de los profesionales de la salud<br />

para reconocer los síntomas relacionados con la depresión;<br />

y es que los proveedores de la atención médica por lo<br />

general tienen un conocimiento limitado acerca de las<br />

diferencias entre la depresión y los “típicos” signos <strong>del</strong><br />

envejecimiento (Strober, et al., 2009). Por lo tanto, los<br />

médicos deben tener bien definido el conjunto de criterios<br />

válidos para el diagnóstico de la depresión en el anciano<br />

(Katon, 2002).<br />

En la atención primaria <strong>del</strong> primer y segundo nivel de<br />

atención debe realizarse un tamizaje para depresión en<br />

grupos de alto riesgo, por ejemplo, aquellas personas con<br />

antecedentes de depresión, enfermedades que producen<br />

incapacidad importante y otros problemas de salud<br />

mental como la demencia. También se debe mantener un<br />

adecuado seguimiento de los pacientes utilizando al menos<br />

dos preguntas en el tamizaje, como: ¿En el último mes se<br />

ha sentido deprimido o “triste”?, ¿durante el último mes le<br />

ha molestado una sensación de aburrimiento o poco interés<br />

o placer en las cosas que hace? Algunas investigaciones<br />

sugieren el uso de la Escala de Depresión Geriátrica (GDS<br />

por sus siglas en inglés) (Incalzi et al., 2003). En una<br />

revisión sistemática (Luoma et al., 2002), los criterios<br />

DSM o Clasificación Internacional de Enfermedades se<br />

recomiendan como el método estándar para el diagnóstico.<br />

De acuerdo con los actuales criterios diagnósticos <strong>del</strong><br />

DSM-IV-TR, 5 o más síntomas deben estar presentes<br />

durante un periodo de al menos dos semanas para recibir<br />

un diagnóstico de depresión mayor (Thase et al., 2005).<br />

Las formas menos graves <strong>del</strong> trastorno depresivo, es decir,<br />

que no cumplan con los criterios de depresión mayor, se<br />

diagnostican como depresión menor o trastorno distímico.<br />

Este diagnóstico requiere la presencia de al menos un<br />

síntoma de los principales criterios y un mínimo de uno y<br />

103


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

un máximo de cuatro de los síntomas específicos en un<br />

curso de dos años de depresión crónica (NCCMHDMDP,<br />

2004).<br />

Es evidente que los instrumentos de detección no son<br />

suficientes para diagnosticar la depresión, indicando la<br />

necesidad de un seguimiento detallado por un médico<br />

para determinar si la persona cumple con los criterios de<br />

diagnóstico de un trastorno depresivo, para explorar otras<br />

posibles causas de la depresión (como el hipotiroidismo o el<br />

consumo de ciertas sustancias o medicamentos) y valorar<br />

la depresión como diagnóstico diferencial o coexistente.<br />

Es necesario que tanto el paciente como el médico acepten<br />

a esta condición como una enfermedad tratable (Churchill<br />

et al., 2001). Un problema adicional es que el médico<br />

se centre en otros aspectos <strong>del</strong> paciente dejando de lado<br />

los síntomas depresivos. Por desgracia, se ha estimado<br />

que 80% de los pacientes con depresión podría no ser<br />

diagnosticado por un mal diagnóstico clínico (Robinson et<br />

al., 2005).<br />

En todos los casos, se recomienda que el médico supervise<br />

la evolución de una persona diagnosticada con depresión<br />

por lo menos una vez por semana durante las primeras<br />

seis semanas para identificar y evaluar cambios <strong>del</strong> estado<br />

de ánimo, pensamientos suicidas, integridad física de la<br />

persona y la vida social.<br />

Depresión y su evolución a demencia<br />

La relación entre depresión y demencia es un tema<br />

complejo. Se trata de dos trastornos que pueden aparecer<br />

de manera simultánea e independiente, o bien, encontrarse<br />

relacionados. En un intento por clasificar la numerosa<br />

literatura rescatada <strong>sobre</strong> este tema, algunos autores<br />

(Buntinx et al., 1996) hablan de tres posibilidades de<br />

diagnóstico para un paciente que presenta síntomas de<br />

depresión y signos de deterioro cognitivo simultáneamente:<br />

1. Depresión en la demencia (presentación traslapada<br />

o comorbilidad).<br />

2. Demencia inducida por la depresión (en la que es<br />

primordial el correcto diagnóstico diferencial).<br />

3. Depresión que evoluciona hacia una demencia.<br />

Debido al traslape que en ocasiones se produce entre<br />

depresión y demencia, puede resultar difícil el diagnóstico<br />

104<br />

diferencial entre ambas entidades. La coexistencia de<br />

depresión mayor y cuadros demenciales en los adultos<br />

mayores es una realidad frecuente. De hecho, los cuadros<br />

depresivos de inicio en la tercera edad (esto es, sin<br />

antecedentes) suelen ser la antesala de la enfermedad de<br />

Alzheimer. Más allá de las complejidades <strong>del</strong> diagnóstico<br />

diferencial en los casos señalados, se debe ser enérgico<br />

en tratar tanto las “demencias reversibles de origen<br />

depresivo” como las depresiones que coexisten con<br />

cuadros demenciales, ya que la respuesta terapéutica es<br />

comparable a la de las depresiones que podríamos llamar<br />

“puras”, en el sentido de no estar enturbiadas por síntomas<br />

de demencia.<br />

Estudios recientes apoyan la hipótesis de que en muchos<br />

casos las personas en edad avanzada que son diagnosticadas<br />

con depresión a la larga acaban desarrollando una demencia<br />

degenerativa primaria (Vilalta et al., 1998).<br />

Algunos estudios (Jorm et al., 2000) han demostrado que<br />

los factores psicosociales –como un bajo nivel educativo<br />

o bajo nivel premórbido de inteligencia– tendrían más<br />

efecto en la detección clínica de la demencia que la propia<br />

patología cerebral. Los individuos que tendrían menos<br />

reserva neural o cognitiva tenderían a <strong>sobre</strong>pasar el umbral<br />

de apreciación clínica en un estadio más precoz de la<br />

enfermedad. Es decir, en individuos con niveles culturales<br />

e intelectuales más elevados, los déficits tardarían más<br />

tiempo en traducirse en un deterioro funcional evidente y,<br />

por lo tanto, la demencia en estos últimos se detectaría<br />

más tarde o evolucionaría más lentamente.<br />

Tratamiento farmacológico y no farmacológico de la<br />

depresión en adultos mayores<br />

Es inevitable hacer mención de la problemática que existe<br />

en la identificación y, por lo tanto, en el tratamiento;<br />

algunos estudios señalan que el inadecuado abordaje de los<br />

tratamientos se debe a que la identificación de la depresión<br />

se hace en etapa tardía. Actualmente, la depresión puede<br />

ser tratada, ya sea con tratamientos farmacológicos,<br />

psicoterapia, o la combinación de ambas, aunado al manejo<br />

psicosocial <strong>del</strong> paciente.<br />

Tratamientos farmacológicos<br />

Los medicamentos para la depresión son inhibidores<br />

selectivos de la recaptura de serotonina que ayudan a


normalizar los neurotransmisores; la evidencia no indica<br />

exactamente cómo funcionan pero se sabe que participan<br />

en la regulación <strong>del</strong> estado de ánimo. Dichos fármacos<br />

representan un tratamiento de primera línea en la depresión<br />

moderada o grave.<br />

Entre los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina<br />

se encuentran fluoxetina, sertralina y citalopram. Inhibidores<br />

Selectivos de la Recaptura de Serotonina y Norepinefrina<br />

son la venlafaxina y la duloxetina. Los tricíclicos son<br />

los antidepresivos más antiguos, como la imipramina y<br />

amitriptilina; y los inhibidores de la monoamino oxidasa<br />

son los que tienen menos efectos secundarios.<br />

Las Guías de Práctica Clínica (GPC) (IMSS, 2009) sugieren<br />

la sertralina y el citalopram como los antidepresivos de<br />

primera elección en casos de pacientes con otras patologías<br />

no psiquiátricas y con uso de varios fármacos. También<br />

se recomienda el uso con cautela de anfebutamona,<br />

venlafaxina, reboxetina, duloxetina y los ISRS en pacientes<br />

con epilepsia convulsiva.<br />

En la Guía de práctica clínica para el diagnóstico y<br />

tratamiento de depresión en los adultos mayores<br />

(Espinosa-Aguilar et al., 2007), la primera elección de<br />

tratamiento farmacológico sugerida es la fluoxetina de 20<br />

mg (ISRS), con una dosis inicial de 10 o 20 mg vía oral cada<br />

24 horas por una semana y posteriormente una dosis de<br />

mantenimiento de 20 a 40 mg cada 24 horas; los eventos<br />

adversos que se pueden presentar son ansiedad, cefalea,<br />

hiporexia, temblor y disfunción sexual; está contraindicado<br />

con uso de inhibidores de la monoaminooxidasa. La<br />

segunda elección es el citalopram de 20 mg (ISRS) con<br />

una dosis inicial de 10 o 20 mg vía oral cada 24 horas<br />

por una semana y una dosis de mantenimiento de 20<br />

a 40 mg cada 24 horas; los eventos adversos que se<br />

pueden presentar son resequedad de la mucosa (boca<br />

seca, estreñimiento, disminución en la producción de<br />

lágrima), mareo, náusea, ansiedad, insomnio, cefalea,<br />

vértigo y disfunción sexual; está contraindicado con uso<br />

de inhibidores de la monoaminooxidasa.<br />

Tratamientos no farmacológicos<br />

Entre las terapias no farmacológicas se encuentran varias<br />

categorías, a saber: a) terapia electroconvulsiva; b)<br />

intervención psicoterapéutica; c) intervención psicosocial.<br />

DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />

a) Terapia electroconvulsiva. La terapia electroconvulsiva,<br />

también llamada terapia de choque, es un tratamiento<br />

físico que se administra a personas con depresión grave,<br />

depresión refractaria, riesgo suicida, depresión psicótica.<br />

Esta terapia es útil cuando el paciente no ha logrado sentir<br />

mejoría con ningún otro tratamiento; su utilización no<br />

excluye el uso de medicamentos antidepresivos. La dosis<br />

de terapia depende de la necesidad de cada paciente; hay<br />

quienes sólo necesitan 2 o 3 aplicaciones a la semana y<br />

otros requieren de terapias de mantenimiento. Entre los<br />

efectos secundarios de esta terapia están la desorientación,<br />

confusión o pérdida de la memoria, los cuales pueden<br />

desaparecer después de terminar la terapia.<br />

b) Intervención psicoterapéutica. La psicoterapia es una<br />

de las estrategias usadas para ayudar a las personas con<br />

depresión leve o moderada y actualmente existe evidencia<br />

de que la terapia combinada (terapia farmacológica e<br />

intervención psicoterapéutica) es más efectiva en depresión<br />

grave. Existen varios tipos de psicoterapia, entre los cuales<br />

se encuentra: 1) terapia cognitivo-conductual, 2) terapia<br />

interpersonal y 3) terapia de solución de problemas.<br />

1) La terapia cognitivo-conductual se focaliza en<br />

conductas disfuncionales y pensamientos negativos<br />

distorsionados acerca de la depresión. El terapeuta<br />

hace que el paciente aprenda a reconocer su conducta<br />

negativa ante la depresión y lo orienta a reevaluarla<br />

y a encontrar nuevas conductas que lo influyan<br />

positivamente y a las cuales pueda habituarse. Esta<br />

terapia ha sido evaluada en el primer nivel de atención<br />

y en hospitalización; en estos contextos, puede durar<br />

de 15 a 20 sesiones de 50 minutos, dependiendo de<br />

la gravedad <strong>del</strong> paciente. La combinación de fármacos<br />

y terapia cognitivo-conductual es más eficaz que<br />

cualquier tratamiento separado en depresión crónica o<br />

grave.<br />

2) La terapia interpersonal se centra en el contexto social<br />

<strong>del</strong> paciente y en sus relaciones interpersonales, por<br />

lo cual aborda todos aquellos síntomas que lo hacen<br />

sentir mal, tales como pérdidas, duelos, crisis familiares,<br />

déficit interpersonal, etc. El objetivo de la terapia es<br />

buscar alternativas para el manejo adecuado de la<br />

situación; su duración puede ser de 12 a 16 semanas.<br />

El tratamiento combinado de terapia interpersonal y<br />

antidepresivos ofrece mejores resultados en cuanto a<br />

la recaída que la terapia interpersonal sola.<br />

105


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

3) La terapia de solución de problemas es de las<br />

intervenciones psicológicas llamas terapias breves<br />

y se centra principalmente en el aprendizaje para el<br />

afrontamiento de los problemas o situaciones que<br />

ocasionan los síntomas de la depresión.<br />

c) Intervención psicosocial. Este tipo de intervención sirve<br />

para mejorar el entorno de las personas, manteniendo así<br />

sus relaciones con los demás. Está muy relacionado con<br />

el equilibrio de su entorno, siendo de gran importancia el<br />

estudio de las redes de apoyo social tanto formales como<br />

informales. Como parte de las intervenciones psicosociales<br />

se encuentra la intervención psicoeducativa, cuyo<br />

objetivo es aportar información tanto al paciente como<br />

a la familia y/o al cuidador <strong>sobre</strong> las causas, pronóstico,<br />

tratamiento y, <strong>sobre</strong> todo, el proceso <strong>del</strong> trastorno, así<br />

como proporcionarles herramientas para su afrontamiento.<br />

Otra técnica utilizada en las intervenciones psicosociales<br />

es la incorporación a grupos de ayuda o clubes de adultos<br />

mayores; algunas instituciones sociales o de salud tienen<br />

actividades para el adulto mayor y/o a la familia, tales<br />

como grupos de apoyo y de ayuda mutua para familiares<br />

con personas adultas mayores con depresión. Actualmente<br />

existe tecnología para la salud que proporciona apoyo<br />

psicosocial al adulto mayor y algunos estudios evalúan<br />

potenciales mejoras percibidas en el adulto mayor con<br />

relación con su salud mental; la teleasistencia y telealarma<br />

contribuyen a la mejora <strong>del</strong> funcionamiento social.<br />

Conclusiones de la mesa <strong>sobre</strong> depresión<br />

• Hay importantes brechas de información acerca de<br />

la depresión entre los adultos mayores en México.<br />

Atender este tema puede contribuir significativamente<br />

a disminuir la discapacidad, la morbilidad y la mortalidad<br />

para quienes tienen este padecimiento, además de<br />

reducir los costos de atención en salud. Pero la carencia<br />

más importante en la literatura <strong>sobre</strong> depresión en<br />

adultos mayores mexicanos concierne a los estudios de<br />

intervención. Si bien hay varios artículos recientes <strong>sobre</strong><br />

la alta incidencia de depresión en adultos mayores, existe<br />

una notable falta de investigaciones <strong>sobre</strong> qué se debe<br />

hacer con los pacientes. Muchos de los autores citados<br />

en este ensayo señalan también la escasa información<br />

<strong>sobre</strong> este problema a nivel nacional.<br />

106<br />

•Una situación aún más grave es el generalizado desinterés<br />

de varios médicos familiares en el problema de salud<br />

mental. Dado que son ellos los primeros proveedores de<br />

servicio que se encuentran los pacientes, deben tener<br />

más interés, capacitación y habilidades diagnósticas<br />

para apoyar a los pacientes.<br />

Algunas de las acciones que se proponen son:<br />

•Implementarse estrategias que permitan una mejor<br />

comprensión de los componentes necesarios para<br />

atender la depresión en la atención primaria (tamizaje,<br />

periodicidad de los controles, tipo de seguimiento, papel<br />

de los médicos, etc.).<br />

•Contar con información actualizada <strong>sobre</strong> la frecuencia<br />

con que los casos de depresión no son diagnosticados<br />

como tal en la atención primaria actual, y su nivel de<br />

gravedad (por ejemplo, trastorno depresivo mayor,<br />

distimia, depresión menor).<br />

•Realizar estudios que permitan identificar los riesgos de<br />

suicidio a partir de la respuesta a la medicación y los<br />

efectos adversos, y de ese modo ayudar a dirigir los<br />

esfuerzos de prevención <strong>del</strong> suicidio.<br />

•Diseñar estrategias de concientización y sensibilización<br />

<strong>sobre</strong> el impacto de la no detección de la depresión en<br />

la atención primaria.<br />

•Buscar nuevas alternativas diagnósticas que el médico<br />

pueda utilizar en su atención diaria.<br />

•Realizar estudios de farmacogenética, tales como<br />

información <strong>sobre</strong> genotipos metabolizadores (por<br />

ejemplo, CYP2D6), y <strong>del</strong> impacto de la variabilidad<br />

genética y las interacciones de los medicamentos <strong>sobre</strong><br />

la eficacia antidepresiva, tolerabilidad y seguridad para<br />

ayudar en la selección <strong>del</strong> tratamiento de la depresión<br />

para aumentar beneficios y reducir los efectos adversos.<br />

•Apoyar estudios de intervención en depresión tanto<br />

farmacológicas como no farmacológicas (que en<br />

nuestro medio son hoy escasos), así como mo<strong>del</strong>os<br />

de intervención psicosocial en diferentes localidades<br />

que promuevan la identificación y tratamiento de este<br />

padecimiento.


ACCIONES PRIORITARIAS PARA LAS PRÓXIMAS<br />

REUNIONES DEL GRUPO SOBRE SALUD MENTAL<br />

A corto plazo<br />

• Crear un directorio nacional de las instituciones que<br />

brindan atención a cuidadores de pacientes con<br />

demencia, que incluya las características <strong>del</strong> servicio.<br />

• Estandarizar las herramientas de tamizaje y diagnóstico<br />

utilizadas en los centros especializados con el objetivo<br />

de crear una base de datos nacional para la obtención<br />

de información que permita el análisis con fines de<br />

investigación.<br />

• Crear una red coordinada de apoyo interinstitucional<br />

para la atención en salud de los pacientes.<br />

• Crear recomendaciones, sencillas, prácticas, válidas y<br />

convenientes para la detección de depresión, DCL y<br />

demencias en el primer nivel de atención en nuestra<br />

población (kit básico).<br />

• Sensibilizar a la población a través de los medios de<br />

comunicación <strong>sobre</strong> la diferencia entre envejecimiento<br />

y demencias, reforzar la prevención de enfermedades<br />

cardiovasculares y los desenlaces negativos como las<br />

demencias de origen vascular y brindarle información<br />

<strong>sobre</strong> la identificación de la depresión.<br />

A mediano plazo<br />

• Favorecer la investigación de la evolución <strong>del</strong> deterioro<br />

cognoscitivo leve y demencias mediante estudios<br />

longitudinales.<br />

• Promover estudios que describan los costos de atención<br />

de pacientes con demencia en diferentes escenarios.<br />

• Considerar a las demencias como una enfermedad<br />

catastrófica para aumentar el flujo de recursos<br />

destinados a atender esta enfermedad.<br />

• Describir los diferentes mo<strong>del</strong>os de atención dirigidos<br />

actualmente a pacientes con demencia y a partir de<br />

ello proponer mo<strong>del</strong>os útiles que con el menor costo<br />

favorezcan una atención de calidad.<br />

• Capacitar a los médicos y otros profesionales de salud<br />

en atención primaria para la identificación de DCL y<br />

demencias.<br />

• Capacitar a otros profesionales de la salud (trabajadores<br />

sociales, promotores de salud, etc.) <strong>sobre</strong> la detección y<br />

referencia de pacientes con depresión, DCL y demencias.<br />

A largo plazo<br />

• Fomentar la investigación básica para correlacionar los<br />

diagnósticos clínicos con el diagnóstico por imagen<br />

e histopatológico de las demencias, incluyendo la<br />

creación de bancos de cerebro y un centro especializado<br />

de neuroimagen con biomarcadores.<br />

• Favorecer estrategias de capacitación de personas de la<br />

comunidad interesadas en el cuidado de pacientes con<br />

demencia.<br />

• Fomentar el desarrollo de conocimientos <strong>sobre</strong> los<br />

aspectos bioéticos de la atención de pacientes con<br />

demencia.<br />

Agradecimientos<br />

Agradecemos el apoyo de los doctores: Óscar Ugalde<br />

(Psicogeriatría, Instituto <strong>Nacional</strong> de Psiquiatría), Ricardo<br />

Salinas Martínez (Centro Regional para el Estudio <strong>del</strong><br />

Adulto Mayor, Hospital Universitario UANL, Monterrey),<br />

quienes también participaron en la mesa de <strong>Salud</strong> Mental<br />

durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y<br />

<strong>Salud</strong>.<br />

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112


Coordinador:<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Relatora:<br />

Gabriela Ríos Cázares,<br />

Instituto de Geriatría<br />

GRUPO DE TRABAJO<br />

Epidemiología <strong>del</strong><br />

envejecimiento<br />

Expertos:<br />

Rebeca Wong,<br />

Sealy Center on Aging<br />

Martha María Téllez-Rojo Solís,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

Betty Soledad Manrique Espinoza,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

Aarón Salinas Rodríguez,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

Ruy López Ridaura,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

Sergio Sánchez García,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Ma. Esther Lozano Dávila,<br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

Pedro Valdés Corchado,<br />

Instituto para la Atención <strong>del</strong> Adulto<br />

Mayor, Gobierno <strong>del</strong> Distrito federal<br />

Hélène Payette,<br />

Universidad de Sherbrooke


INTRODUCCIÓN<br />

El estudio epidemiológico brinda información para<br />

guiar tanto líneas de investigación como toma de<br />

decisiones. Esta reseña incluye las conclusiones de la mesa<br />

“Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento”, realizada en agosto de<br />

2010, así como la continuación <strong>del</strong> trabajo en la Primera<br />

reunión de integración y plan de análisis de las bases de<br />

datos <strong>sobre</strong> envejecimiento y salud en México, llevada a<br />

cabo <strong>del</strong> 30 de noviembre al 1 de diciembre <strong>del</strong> mismo<br />

año, por convocatoria de la Organización Panamericana de<br />

la <strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría.<br />

JUSTIFICACIÓN<br />

Para resolver los retos que representan el envejecimiento<br />

poblacional en México y sus consecuencias, es necesario<br />

hacer investigación sólida. La información generada por<br />

las bases de datos de la población mexicana permite un<br />

conocimiento mejor fundamentado. Sin embargo, aún no<br />

existe un área específica de trabajo sistematizado de las<br />

bases de datos existentes y tampoco de planeación de<br />

proyectos epidemiológicos.<br />

OBJETIVOS<br />

114<br />

• Identificar todas las bases de datos de la población de<br />

adultos mayores de México.<br />

• Determinar cuál ha sido el grado de avance en el<br />

trabajo de dichas bases.<br />

• Definir la estrategia para lograr la explotación óptima<br />

de las bases.<br />

• Identificar las necesidades de información con respecto<br />

a los adultos mayores en nuestro país.<br />

• Priorizar los temas de interés con base en el método de<br />

la matriz combinada.<br />

• Delinear cuál sería, en el futuro inmediato y el de<br />

mediano plazo, la estrategia para sistematizar tanto el<br />

trabajo de generación de las bases como su uso.<br />

MÉTODO<br />

Antes <strong>del</strong> encuentro, se hizo <strong>del</strong> conocimiento de los<br />

participantes la justificación y objetivos de la mesa,<br />

solicitándoles que identificaran información que pudiera<br />

ser el insumo inicial para la discusión, así como para la<br />

reflexión previa en los diferentes puntos.<br />

Durante el <strong>Encuentro</strong> se llevaron a cabo dos sesiones. En<br />

la primera, se expuso la información <strong>sobre</strong> bases de datos<br />

y posteriormente inició el análisis, en el formato de mesa<br />

redonda, siguiendo los objetivos planteados. Durante la<br />

segunda sesión se <strong>del</strong>inearon estrategias para los diferentes<br />

objetivos.<br />

La discusión versó <strong>sobre</strong> el tipo de información existente,<br />

la ausencia de información necesaria, el grado de avance<br />

en la explotación de las bases de datos, la identificación de<br />

necesidades y adversidades para la generación de nuevos<br />

estudios y la estrategia para optimizar el aprovechamiento<br />

de las bases disponibles. Los resultados se muestran de<br />

manera esquemática para facilitar su divulgación.<br />

DESARROLLO<br />

Identificación de bases de datos<br />

El equipo <strong>del</strong> Centro de Investigación en Evaluación y<br />

Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública presentó<br />

una matriz comparativa (cuadro 1; tablas 1, 2 y 3); la Dra.<br />

Rebeca Wong, <strong>del</strong> Centro Sealy <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>, la<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> y <strong>Envejecimiento</strong> en México<br />

(ENASEM); la Dra. Esther Lozano Dávila, subdirectora<br />

<strong>del</strong> Programa de Atención al <strong>Envejecimiento</strong> <strong>del</strong> Centro<br />

<strong>Nacional</strong> de Programas Preventivos y Control de<br />

Enfermedades de la Secretaría de <strong>Salud</strong>, la Encuesta <strong>sobre</strong><br />

la <strong>Salud</strong> y el Bienestar en el <strong>Envejecimiento</strong> (SABE); y el<br />

Mtro. Sergio Sánchez, en representación de la Dra. Carmen<br />

García Peña, de la Unidad de Investigación Epidemiológica<br />

<strong>del</strong> Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social (IMSS), presentó<br />

el panorama general de dicho instituto (8 bases de datos).<br />

El resultado fue la identificación de un total de 23 bases de<br />

datos. Algunas de ellas estuvieron dirigidas específicamente<br />

a la población de adultos mayores; otras fueron realizadas<br />

para la población en general y contienen un grupo de<br />

adultos mayores. La información contempla aspectos<br />

<strong>del</strong> estado de salud, características sociodemográficas y<br />

población en medios rural y urbano.


Criterios utilizados para la organización de las<br />

bases de datos identificadas<br />

a) Tipo de población representada: adultos mayores o población<br />

general.<br />

b) Tipo de información recabada: de salud o sociodemográfica.<br />

Fuentes de las bases de datos citadas<br />

1. Encuestas realizadas con la finalidad de recabar información<br />

específica para adultos mayores con temas de salud y<br />

socioeconómicos. Llevadas a cabo por el Centro de Investigación<br />

en Evaluación y Encuestas (CIEE) <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />

Pública (INSP).<br />

2. Encuestas generales de salud dirigidas a población general<br />

(realizadas en el INSP) que incluyen a población adulta mayor.<br />

3. Encuestas con información general (sociodemográfica)<br />

realizadas por diversas instituciones en México, que abarcan<br />

temas relacionados con salud y están dirigidas a población<br />

general, pero que incluyen también a adultos mayores.<br />

Cuadro 1. Criterios utilizados por el Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública para<br />

la identificación de bases de datos de población de adultos mayores en México. Agosto de 2010.<br />

Encuesta Año Población<br />

objetivo<br />

Diagnóstico <strong>sobre</strong><br />

las condiciones de<br />

vida y bienestar de<br />

los beneficiarios <strong>del</strong><br />

Componente para<br />

Adultos Mayores<br />

(AM) <strong>del</strong> Programa<br />

Oportunidades<br />

Adultos mayores<br />

de la muestra de<br />

la Encuesta de<br />

Evaluación de<br />

Oportunidades<br />

en Zonas Rurales<br />

(ENCEL, 2007)<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

de Vacunación en<br />

Adultos Mayores<br />

2008<br />

(ENVAM, 2008)<br />

Evaluación <strong>del</strong><br />

impacto <strong>del</strong><br />

Programa 70 y más<br />

2006<br />

2007<br />

2007<br />

2007<br />

2008<br />

2009<br />

AM de 70 años o más,<br />

integrantes de familias<br />

beneficiarias <strong>del</strong> Programa<br />

Oportunidades, que<br />

recibieron el primer<br />

apoyo económico <strong>del</strong><br />

Componente para AM<br />

correspondiente al primer<br />

trimestre de 2006.<br />

AM de 65 años de edad y<br />

más residentes de todos<br />

los hogares de la muestra<br />

de evaluación de la<br />

ENCEL 2007<br />

AM de 60 años y más<br />

AM de 65 a 74 años<br />

Tema de<br />

investigación<br />

Principalmente salud<br />

Caracterizar a los AM y<br />

a sus hogares, conocer<br />

sus condiciones de<br />

salud, así como el<br />

uso que hacen y<br />

las percepciones<br />

que tienen <strong>del</strong><br />

Componente para AM<br />

Cumplimiento y<br />

condiciones de<br />

aplicación de tres<br />

vacunas que se<br />

incluyen en la Cartilla<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> <strong>del</strong><br />

AM<br />

<strong>Salud</strong> física<br />

<strong>Salud</strong> mental<br />

Empleo<br />

Ingreso, gasto y ahorro<br />

Redes de apoyo social<br />

Otros<br />

Tipo de estudio /<br />

Tamaño de muestra Representatividad<br />

Transversal<br />

1 500 AM<br />

Transversal<br />

12 000 AM<br />

Transversal<br />

18 030 AM a nivel<br />

nacional<br />

Seguimiento<br />

Aprox. 6 000 AM<br />

EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

<strong>Nacional</strong> y por<br />

región (urbano/<br />

rural) <strong>del</strong> padrón de<br />

beneficiarios (1er<br />

trimestre)<br />

Ninguna<br />

Representatividad<br />

nacional y estatal<br />

Ninguna<br />

Tabla 1. Encuestas realizadas en adultos mayores en México. Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (INSP). Agosto de 2010.<br />

Nota: Este grupo de encuestas se encuentran disponibles en la Dirección de Estadística <strong>del</strong> CIEE (INSP), previa autorización de las<br />

agencias financiadoras (Secretaría de Desarrollo Social y Secretaría de <strong>Salud</strong>), están finalizadas y pueden ser útiles para conocer las<br />

necesidades en salud y el perfil epidemiológico de la población de adultos mayores en México que viven en condiciones de pobreza.<br />

115


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Tabla 2. Encuestas generales de salud dirigidas a población general (realizadas en el INSP) que incluyen población adulta mayor.<br />

Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (INSP). Agosto de 2010.<br />

Encuesta Año Población<br />

objetivo<br />

<strong>Envejecimiento</strong>,<br />

pobreza y salud en<br />

población rural<br />

<strong>Envejecimiento</strong>,<br />

pobreza y salud en<br />

población urbana<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

de Evaluación <strong>del</strong><br />

desempeño<br />

(ENED, 2002)<br />

Seguro Popular<br />

(SP)<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

de <strong>Salud</strong> y<br />

Nutrición de 2006<br />

(ENSANUT, 2006)<br />

116<br />

2003 Ancianos y ancianas de<br />

60 años y más, residentes<br />

de zonas rurales de dos<br />

estados de la República<br />

Mexicana: Morelos y<br />

Guerrero<br />

2004-<br />

2005<br />

2005<br />

2006<br />

2008<br />

2006<br />

Ancianos y ancianas de<br />

60 años y más, residentes<br />

de colonias urbano marginales<br />

de los municipios de<br />

Cuernavaca, Chilpancingo,<br />

Guadalajara y Culiacán<br />

2002 El hogar, la vivienda y los<br />

integrantes <strong>del</strong> hogar<br />

Hogares y adultos de la<br />

muestra de evaluación <strong>del</strong><br />

Seguro Popular<br />

• Niños de 0 a 9 años<br />

de edad<br />

• Adolescentes de 10 a<br />

19 años de edad<br />

• Adultos de 20 y más<br />

años de edad<br />

• Utilizadores de<br />

servicios de salud<br />

ambulatorios<br />

Tema de<br />

investigación<br />

Explorar el proceso de<br />

envejecimiento en el medio<br />

rural mexicano, así<br />

como describir el estado<br />

de salud y la calidad de<br />

vida de los AM que viven<br />

en contextos de pobreza<br />

en áreas rurales (


EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

Tabla 2. Encuestas generales de salud dirigidas a población general (realizadas en el INSP) que incluyen población adulta mayor.<br />

Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (INSP). Agosto de 2010.<br />

Encuesta Año Población<br />

objetivo<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

<strong>sobre</strong> Capital Social<br />

en el Medio Urbano<br />

México 2006<br />

(ENCSMU, 2006)<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

de <strong>Salud</strong><br />

(ENSA, 2000)<br />

2006 Unidad de análisis:<br />

Menores de 18 años<br />

De 18 a 59 años<br />

De 60 años y más<br />

2000 Se definió como una<br />

encuesta en viviendas que<br />

cubriera a todos los hogares<br />

al interior de ellas, y<br />

en ellos, en primer lugar,<br />

se consideró a todos sus<br />

integrantes.<br />

Encuesta a subpoblaciones<br />

a individuos de características<br />

particulares:<br />

a) Utilizadores de servicios<br />

de salud, ambulatorios<br />

u hospitalarios, en<br />

los 12 meses previos a la<br />

entrevista.<br />

b) Un niño de 0 a 9 años<br />

de edad.<br />

c) Un adolescente de 10<br />

a 19 años de edad.<br />

d) Un adulto de 20 ó más<br />

años de edad.<br />

Tema de<br />

investigación<br />

Conocer las formas de<br />

capital social, las redes<br />

sociales y la acción<br />

colectiva.<br />

Se definió como una<br />

encuesta en viviendas<br />

que cubriera a todos<br />

los hogares al interior<br />

de ellas, y en ellos,<br />

en primer lugar, se<br />

consideró a todos sus<br />

integrantes.<br />

Encuesta a subpoblaciones<br />

a individuos<br />

de características<br />

particulares:<br />

a) Utilizadores de<br />

servicios de salud, ambulatorios<br />

u hospitalarios,<br />

en los 12 meses<br />

previos a la entrevista.<br />

b) Un niño de 0 a 9<br />

años de edad.<br />

c) Un adolescente de<br />

10 a 19 años de edad.<br />

d) Un adulto de 20 ó<br />

más años de edad.<br />

Tipo de estudio /<br />

Tamaño de muestra Representatividad<br />

Transversal<br />

2 167 hogares<br />

encuestados, 700<br />

en cada región<br />

Transversal<br />

Base viviendas:<br />

45 870<br />

Base hogar:<br />

190 214<br />

Base niños:<br />

24 232<br />

Base adolescentes:<br />

21 390<br />

Base adultos:<br />

45 294<br />

Base utilizadores:<br />

88 499<br />

Representativa a nivel<br />

nacional y para<br />

las regiones Norte,<br />

Centro-Occidente y<br />

Sur-Sureste, en las<br />

zonas urbanas.<br />

<strong>Nacional</strong><br />

Nota: Este grupo de encuestas se encuentran disponibles en el Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública, previa autorización de las agencias<br />

financiadoras (Secretaría de Desarrollo Social y Secretaría de <strong>Salud</strong>), están finalizadas y pueden ser útiles para conocer las necesidades<br />

en salud y el perfil epidemiológico de la población de adultos mayores en México, aunque la mayoría de ellas no son exclusivamente<br />

de adultos mayores ni fueron pensadas para esa población en específico.<br />

117


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Tabla 3. Encuestas con información general (sociodemográfica) realizadas por diversas instituciones en México, que abarcan temas<br />

relacionados con salud y están dirigidas a población general, pero que incluyen también a adultos mayores. Centro de Investigación<br />

en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública. Agosto de 2010.<br />

Encuesta Año Población<br />

objetivo<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

<strong>sobre</strong> Niveles de<br />

Vida de los Hogares<br />

(ENNVIH)<br />

Continúa en la siguiente página<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

<strong>sobre</strong> Discriminación<br />

en México<br />

(ENADIS, 2005)<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

de Ingresos y Gastos<br />

de los Hogares<br />

(ENIGH, 2006)<br />

118<br />

2005 Todas las personas que<br />

habitan en las viviendas<br />

particulares ubicadas dentro<br />

<strong>del</strong> territorio nacional.<br />

La encuesta incluye<br />

información a nivel hogar<br />

e individual para todos los<br />

miembros <strong>del</strong> hogar.<br />

2005 Adultos mayores<br />

Indígenas<br />

Minorías religiosas (religión<br />

distinta a la católica)<br />

Mujeres<br />

Personas con discapacidad<br />

Personas no heterosexuales<br />

2006 El hogar, la vivienda y los<br />

integrantes <strong>del</strong> hogar<br />

Tema de<br />

investigación<br />

La información recabada cubre a<br />

individuos, corresponde tanto al<br />

nivel de los hogares como al nivel<br />

comunitario, y cubre temas como<br />

los ingresos, los programas sociales,<br />

empleo, uso <strong>del</strong> tiempo, salud<br />

y salud retrospectiva, crimen y<br />

victimización, propiedad <strong>sobre</strong><br />

la tierra y negocios familiares,<br />

migración, centros escolares y<br />

de salud, e infraestructura, entre<br />

otros.<br />

Incluye medidas antropométricas<br />

y marcadores biológicos de salud:<br />

peso, talla, circunferencia de<br />

cintura y cadera, presión arterial<br />

y nivel de hemoglobina en la<br />

sangre.<br />

Información retrospectiva detallada<br />

acerca de los servicios de consulta<br />

externa y hospitalización.<br />

Generar información para caracterizar<br />

y entender el fenómeno<br />

de la discriminación en México, a<br />

partir tanto de patrones entre la<br />

población en general como en las<br />

percepciones por parte de los grupos<br />

poblaciones más expuestos a<br />

este fenómeno<br />

Generar información para<br />

caracterizar y entender<br />

el fenómeno de la discriminación<br />

en México, a<br />

partir tanto de patrones<br />

entre la población en<br />

general como en las percepciones<br />

por parte de<br />

los grupos poblaciones<br />

más expuestos a este fenómeno<br />

Su objetivo general es<br />

proporcionar información<br />

<strong>sobre</strong> distribución, monto<br />

y estructura <strong>del</strong> ingreso y<br />

gasto de los hogares.<br />

También permite conocer<br />

las características sociodemográficas,<br />

la condición<br />

de actividad y las características<br />

ocupacionales de<br />

los integrantes <strong>del</strong> hogar<br />

de 12 y más años, a la vez<br />

que se estudian las características<br />

de infraestructura<br />

de la vivienda y equipamiento<br />

<strong>del</strong> hogar.<br />

Tipo de estudio /<br />

Tamaño de muestra Representatividad<br />

El proyecto ENNVIH<br />

ha tenido levantamientos<br />

longitudinales en<br />

2002 y 2005.<br />

N = 8 441 hogares<br />

N = 35 677 miembros<br />

<strong>del</strong> hogar<br />

Transversal<br />

<strong>Nacional</strong> = 1 437<br />

AM = 761<br />

Indígenas = 742<br />

Minorías religiosas =<br />

789<br />

Mujeres = 1 012<br />

Personas con discapacidad<br />

= 594<br />

Personas no heterosexuales<br />

= 189<br />

Transversal.<br />

La ENIGH es levantada<br />

sistemáticamente por el<br />

INEGI desde 1984 (al<br />

2008, se contaba con<br />

13 encuestas)<br />

ENIGH 2006:<br />

N = 20 875 registros<br />

en la base de hogares<br />

Incluye las<br />

características<br />

sociodemográficas<br />

y ocupacionales de<br />

los miembros de los<br />

hogares. Se cuenta con<br />

83 624 registros<br />

<strong>Nacional</strong>, urbano,<br />

rural y cinco<br />

regiones de interés:<br />

Sur-Sureste<br />

(Oaxaca, Veracruz<br />

y Yucatán), Centro<br />

(D.F., Estado de<br />

México, Morelos<br />

y Puebla),<br />

Centro-Occidente<br />

(Michoacán, Jalisco<br />

y Guanajuato),<br />

Noroeste (Baja<br />

California Sur,<br />

Sinaloa y Sonora),<br />

Noreste (Coahuila,<br />

Durango y Nuevo<br />

León).<br />

Representativo para<br />

la población adulta<br />

y cada uno de los<br />

grupos expuestos<br />

en “contenidos<br />

temáticos”, salvo<br />

personas no heterosexuales.<br />

<strong>Nacional</strong><br />

La encuesta<br />

permite referenciar<br />

cortes geográficos<br />

de la información<br />

en localidades<br />

menores de 2 500<br />

habitantes y en las<br />

de 2 500 y más<br />

Continúa en la siguiente página


EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

Tabla 3. Encuestas con información general (sociodemográfica) realizadas por diversas instituciones en México, que abarcan temas<br />

relacionados con salud y están dirigidas a población general, pero que incluyen también a adultos mayores. Centro de Investigación<br />

en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública. Agosto de 2010.<br />

Encuesta Año Población<br />

objetivo<br />

Encuesta <strong>Nacional</strong><br />

de Empleo y Seguridad<br />

Social (ENESS)<br />

2004<br />

Encuesta de Familia<br />

y Vulnerabilidad en<br />

México (ENFAVU)<br />

2006<br />

2004 No disponible<br />

Unidad de análisis:<br />

Residentes habituales con<br />

6 años cumplidos y más,<br />

de la población residente<br />

en las viviendas entrevistadas<br />

para la Encuesta<br />

<strong>Nacional</strong> de Empleo 2004<br />

(ENE)<br />

2006 El hogar, la vivienda y los<br />

integrantes <strong>del</strong> hogar<br />

Tema de<br />

investigación<br />

Tiene como objetivo principal<br />

proporcionar información<br />

estadística integral<br />

<strong>sobre</strong> la cobertura de la<br />

seguridad social y las condiciones,<br />

modalidades y frecuencia<br />

con que la población<br />

accede a los servicios proporcionados<br />

por las instituciones<br />

encargadas.<br />

• Derechohabiencia, prestaciones<br />

médicas y cotizaciones<br />

• Servicios médicos<br />

• Pensiones<br />

• Discapacidad e incapacidad<br />

laboral<br />

• Cuidado de menores<br />

Indaga <strong>sobre</strong> las condiciones<br />

y fuentes de vulnerabilidad<br />

en sus diversas dimensiones<br />

sociodemográficas (composición<br />

por edad y sexo,<br />

relación de parentesco y<br />

migración); escolaridad y<br />

capacitación; trabajo e ingresos;<br />

distribución de roles<br />

en el interior <strong>del</strong> hogar,<br />

redes familiares y sociales;<br />

características <strong>del</strong> vecindario,<br />

acceso a servicios<br />

sociales (educación, salud,<br />

transporte, etc.), así como<br />

de los recursos físicos y financieros<br />

con que cuentan<br />

los hogares para hacer frente<br />

a situaciones de creciente<br />

inseguridad.<br />

Tipo de estudio /<br />

Tamaño de muestra Representatividad<br />

Transversal, realizado en<br />

1996, 2000 y 2004.<br />

58 479 viviendas<br />

236 954 personas<br />

Transversal<br />

Número de hogares =<br />

5 345<br />

Número de personas en<br />

los hogares = 21 872<br />

Número de personas<br />

entrevistadas = 4 647<br />

<strong>Nacional</strong> y por entidad<br />

federativa.<br />

<strong>Nacional</strong><br />

<strong>Nacional</strong> urbano<br />

Conjunto<br />

de las áreas<br />

metropolitanas<br />

de las ciudades<br />

de México,<br />

Guadalajara y<br />

Monterrey<br />

<strong>Nacional</strong> rural<br />

En este caso,<br />

urbano se entiende<br />

como el conjunto<br />

de residentes en<br />

localidades con<br />

más de 2 500<br />

habitantes<br />

Nota: Este grupo de encuestas se encuentran disponibles en http://www.bdsocial.org/, junto con otras bases de datos ya finalizadas.<br />

Este grupo de encuestas pueden ser útiles para conocer no sólo las necesidades en salud y el perfil epidemiológico de la población de<br />

adultos mayores en México, sino también para caracterizar en general sus condiciones de vida.<br />

119


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Es importante mencionar también a la Encuesta de <strong>Salud</strong>,<br />

Bienestar y <strong>Envejecimiento</strong> (SABE), la primera encuesta<br />

multinacional realizada en 1999 a personas de 60 años<br />

y más, en la que participaron Argentina, Barbados, Brasil,<br />

Chile, Cuba, México y Uruguay. Tiene representatividad de<br />

zona metropolitana. Es un estudio patrocinado por la OPS<br />

y la participación de instituciones nacionales y académicas<br />

de los diferentes países.<br />

Los objetivos de SABE son:<br />

120<br />

• Describir las condiciones de salud de los ancianos<br />

(60+) con respecto a las condiciones crónicas y<br />

agudas, la deficiencia, y la disminución física y mental<br />

con atención especial a las personas con más de 80<br />

años.<br />

• Evaluar el acceso a, y el uso de, servicios de salud<br />

por las personas mayores, incluso los que están<br />

localizados fuera <strong>del</strong> sistema médico formal, y las<br />

condiciones bajo las cuales los individuos procuran<br />

acceso a servicios y las características en que los<br />

reciben.<br />

• Evaluar la contribución relativa de tres fuentes de<br />

apoyo a la satisfacción de las necesidades relacionadas<br />

con la salud entre los ancianos, a saber: las relaciones<br />

y redes familiares, la asistencia pública, y los recursos<br />

privados (renta y patrimonio).<br />

• Analizar las diferencias en la autoevaluación de las<br />

condiciones de salud, el acceso declarado al cuidado<br />

médico, y las fuentes de apoyo especialmente, pero<br />

no exclusivamente, con respecto a la clase social, el<br />

sexo y la cohorte de edad.<br />

• Evaluar las relaciones entre factores estratégicos,<br />

como el comportamiento relacionado con la<br />

salud, la historia ocupacional, las condiciones<br />

socioeconómicas, el sexo, y la cohorte de edad en<br />

las condiciones de salud evaluadas por los individuos<br />

en el momento <strong>del</strong> estudio y relacionados por breves<br />

períodos de memoria antes <strong>del</strong> estudio.<br />

• Ejecutar análisis comparativos entre países que<br />

comparten características importantes pero que<br />

difieren en un número de factores como el papel<br />

de apoyo familiar, la asistencia pública, el sistema<br />

médico, y los comportamientos relacionados con la<br />

salud y la exposición a condiciones de riesgo.<br />

Actualmente, se realiza el levantamiento de la encuesta en<br />

diferentes estados de la República Mexicana. En el caso<br />

de San Luis Potosí, se incluirá información de población<br />

indígena.<br />

Los expertos coincidieron en que todas las bases de datos<br />

han sido aprovechadas parcialmente y que la información<br />

contenida en ellas es útil y pertinente en este momento,<br />

dado el reto que el envejecimiento de la población<br />

mexicana representa no sólo para el sistema de salud, sino<br />

para la sociedad en su conjunto.<br />

La información es fundamental para realizar un diagnóstico<br />

adecuado de la situación nacional, la generación de<br />

propuestas y la toma de decisiones.<br />

Necesidades de investigación epidemiológica<br />

Tras revisar los conceptos abordados en los diferentes<br />

estudios, se identificaron las siguientes necesidades de<br />

información:<br />

• Población indígena<br />

• Comunidades pequeñas<br />

• Vacunación<br />

• Discriminación y maltrato<br />

• Costo <strong>del</strong> tratamiento antidepresivo para las personas<br />

mayores<br />

• Personas mayores que viven en instituciones<br />

Realización de encuestas<br />

Al reflexionar <strong>sobre</strong> las causas de la ausencia de dicha<br />

información, los expertos identificaron ciertos obstáculos<br />

en la realización de encuestas, tales como:<br />

• Las comunidades más pequeñas frecuentemente<br />

quedan fuera de las encuestas.<br />

• El acceso a estas comunidades es difícil por su<br />

complejidad geográfica y social, así como por los<br />

trámites administrativos requeridos para trabajar en<br />

ellas.<br />

• Es cuestionable la utilización de algunos instrumentos<br />

en ciertas poblaciones, <strong>sobre</strong> todo en la población<br />

indígena o con bajo nivel educativo porque son<br />

instrumentos validados en poblaciones con<br />

características diferentes no sólo en términos <strong>del</strong><br />

lenguaje, sino en la significación de conceptos.<br />

• Se usan instrumentos diferentes para aspectos o<br />

conceptos similares.


• Existe inseguridad para el personal que aplica los<br />

cuestionarios tanto en el interior <strong>del</strong> país como en el<br />

Distrito Federal.<br />

• El presupuesto tanto para el procesamiento como<br />

para la generación de información es escaso.<br />

• En algunas ocasiones, la insuficiencia presupuestal<br />

ha obligado a hacer compensaciones o adecuaciones<br />

metodológicas para mejorar la representatividad, lo<br />

que entorpece la ejecución óptima.<br />

• Cuando el seguimiento de una encuesta cambia de<br />

una institución a otra, ocurre una pérdida importante<br />

de información.<br />

Procesamiento de la información de las bases de<br />

datos<br />

En este sentido, los expertos comentaron que:<br />

• Las formas de trabajo tanto en la generación<br />

de información como en su procesamiento son<br />

diferentes, complicando el uso de las bases y la<br />

comparación entre ellas.<br />

• Hay más información generada que recursos humanos<br />

y tecnológicos para procesarla.<br />

• El trabajo de las diferentes instituciones –nacionales e<br />

internacionales– está desvinculado.<br />

• Los proyectos no son complementarios.<br />

• En México están en puerta dos grandes encuestas<br />

<strong>sobre</strong> envejecimiento –SABE y ENASEM–; otra, a<br />

mediano plazo –SAGE– y, finalmente, ENSANUT,<br />

que si bien es para población en general, contempla al<br />

grupo de adultos mayores.<br />

• Instancias federales distintas al sector salud han<br />

realizado encuestas con información útil <strong>sobre</strong><br />

adultos mayores que, por tanto, deben ser tomadas<br />

en cuenta:<br />

o Instituto <strong>Nacional</strong> de Estadística, Geografía<br />

e Informática (INEGI)<br />

o Secretaría de Desarrollo Social<br />

o Comisión <strong>Nacional</strong> para el Desarrollo de los<br />

Pueblos Indígenas<br />

• Instituciones ajenas al sector salud, como<br />

universidades o instituciones privadas, han apoyado<br />

la realización de encuestas y, por tanto, existe la<br />

opción de vincularse con ellas en nuevos proyectos.<br />

EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

Acciones necesarias para generar un área de<br />

epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento en México<br />

Los expertos coincidieron en que las diversas fuentes<br />

de información <strong>sobre</strong> las personas mayores en México<br />

ofrecen una mirada parcial de la situación. Si bien el<br />

sistema de información en salud aporta datos acerca<br />

de las personas de 65 años y más, aun dentro de ese<br />

grupo hay diferencias dependiendo de las condiciones<br />

en que se llega a esta etapa de la vida. Tales condiciones<br />

incluyen aspectos físicos, sociales, económicos y <strong>del</strong><br />

ambiente, lo que hace más complejo su estudio. Así, tanto<br />

los interesados en la investigación como quienes son<br />

responsables de la planeación de los servicios de salud y<br />

de asistencia social, requieren de información integrada y<br />

suficiente. Conceptos como funcionalidad, transición a la<br />

dependencia, determinantes <strong>del</strong> envejecimiento saludable,<br />

peso de la enfermedad, calidad de vida, costo de las<br />

transiciones demográfica y epidemiológica, entre otros, se<br />

vuelven indispensables para un acercamiento adecuado<br />

al estudio <strong>del</strong> envejecimiento y para la generación de<br />

indicadores específicos. Por todo lo anterior, se considera<br />

indispensable la integración de la información y su uso<br />

eficiente. Según los participantes, las acciones necesarias<br />

para avanzar en esta estrategia son:<br />

• Realizar un diagnóstico exhaustivo de la información<br />

actual.<br />

• Identificar el vacío de información.<br />

• Armonizar la información existente y las estrategias<br />

para generar información.<br />

• Utilizar la información de las bases que no abordan<br />

específicamente a la población de personas mayores.<br />

• Explorar la información <strong>del</strong> INEGI acerca de las<br />

personas que viven en instituciones.<br />

• Generar un área de bioestadística avanzada que dé<br />

apoyo a todas las instituciones participantes para<br />

lograr homogeneidad y eficiencia en el tratamiento de<br />

la información de las bases.<br />

• Generar encuestas para vincular y entender el<br />

panorama completo de los adultos mayores en<br />

nuestro país.<br />

• Favorecer la complementariedad de los proyectos.<br />

• Buscar la homogeneidad de las encuestas y considerar<br />

en ellas las diferencias culturales.<br />

• Revisar los instrumentos de evaluación que pudieran<br />

utilizarse en los proyectos, incluyendo la traducción<br />

121


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

122<br />

a las diferentes lenguas indígenas, así como una<br />

“traducción cultural”, por ejemplo, en el caso de<br />

las viñetas, o en los conceptos a evaluar, pues su<br />

significación puede ser diferente entre distintas<br />

culturas.<br />

• Incluir a las comunidades pequeñas. En este punto<br />

queda abierta la pregunta acerca de la metodología<br />

adecuada; una opción sugerida es la investigación<br />

cualitativa.<br />

• Interactuar con las diferentes instituciones<br />

relacionadas con las personas mayores en México y<br />

favorecer su participación en los proyectos futuros.<br />

• Generar recursos humanos especializados en la<br />

investigación <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

Acciones propuestas<br />

A corto plazo:<br />

• Ampliar la revisión inicial de las encuestas que cuentan<br />

con información de adultos mayores mexicanos.<br />

• Ejercicio de priorización mediante la matriz<br />

combinada para identificar la información relevante<br />

para el objetivo: vacíos de información, necesidades,<br />

áreas de oportunidad, etc.<br />

• Reunión de trabajo para el 29 de noviembre de 2010,<br />

convocada por la Organización Panamericana de la<br />

<strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría, con puntos concretos<br />

a resolver:<br />

o Diagnóstico<br />

o Armonización de información y proyectos<br />

o Uso eficiente de recursos<br />

o Definición de la estrategia de vinculación y<br />

complementariedad de proyectos<br />

o Definición de indicadores<br />

o Definición de los objetivos a largo plazo<br />

• Extender la invitación a esa reunión a los expertos en el<br />

área que no pudieron acudir a la sesión realizada en el<br />

marco <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />

y <strong>Salud</strong>.<br />

A mediano plazo<br />

• Consolidar la vinculación y complementariedad de<br />

proyectos en materia de epidemiología de la población<br />

de adultos mayores en México con la participación de<br />

diferentes instituciones.<br />

• Consolidar un área de bioestadística que apoye todos<br />

los proyectos planteados.<br />

• Apoyar la formación de recursos humanos<br />

especializados para la óptima utilización de la<br />

información contenida en las bases existentes y<br />

futuras.<br />

A largo plazo<br />

• Generación y consolidación <strong>del</strong> observatorio de la<br />

salud de los adultos mayores mexicanos.<br />

PRIMERA REUNIÓN DE INTEGRACIÓN Y PLAN<br />

DE ANÁLISIS DE LAS BASES DE DATOS SOBRE<br />

ENVEJECIMIENTO Y SALUD EN MÉXICO<br />

El 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2010 se llevó a<br />

cabo, en el Centro Interamericano en Seguridad Social, en<br />

la Ciudad de México, la primera reunión de integración y<br />

plan de análisis de las bases de datos <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />

y salud en México, convocada por la Organización<br />

Panamericana de la <strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría.<br />

Además de los expertos que participaron en la mesa de<br />

Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento durante el <strong>Encuentro</strong><br />

<strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>, fueron convocados<br />

otros estudiosos <strong>del</strong> tema en México (cuadro 2).<br />

Los doctores Jacques Girard, representante de la OPS, y<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría, abrieron la sesión planteando el panorama general<br />

de la situación de la información, así como ideas centrales<br />

para guiar la discusión. Entre ellas está la necesidad de dirigir<br />

los esfuerzos para dar un sentido de justicia a la población<br />

de adultos mayores y crear condiciones óptimas de salud<br />

para ellos en México, dada la desigualdad en la que viven<br />

actualmente. Mencionaron también que es una obligación<br />

intelectual y moral el valorar y utilizar los datos existentes<br />

<strong>sobre</strong> los adultos mayores, subrayando que, éticamente, es<br />

más grave no utilizar o explotar la información con la que<br />

se cuenta. De ahí que se requiera un proyecto vinculador,<br />

una plataforma sólida que permita brindar información que<br />

incida en la estrategia sanitaria <strong>del</strong> país y en la manera de<br />

ver el envejecimiento.<br />

A su vez, el Dr. Enrique Vega, asesor regional de <strong>Envejecimiento</strong><br />

y <strong>Salud</strong> de la OPS, resaltó la importancia de generar<br />

información poderosa, la necesidad de la reingeniería de


Institución<br />

Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)<br />

Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social<br />

Colegio de la Frontera Norte<br />

Instituto de Geriatría<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y Nutrición<br />

“Salvador Zubirán”<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Enfermedades Respiratorias<br />

“Ismael Cosío Villegas”<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía<br />

“Manuel Velasco Suárez”<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

la priorización en investigación en envejecimiento en el<br />

país, la consideración de las necesidades de información<br />

por parte de los tomadores de decisiones y cómo el sector<br />

salud generará la capacidad de usar esa información en la<br />

toma de decisiones, transformándola para su uso cotidiano<br />

en la salud pública. Dejó claro también el apoyo de OPS a<br />

la iniciativa presentada.<br />

Tras exponer los diferentes estudios, tanto de base<br />

poblacional como estudios de cohortes, y hacer una<br />

primera aproximación comparativa entre ellos, el grupo<br />

acordó sus conclusiones y definió cuatro objetivos, los<br />

cuales se describen a continuación.<br />

Objetivo 1. Conformar un grupo líder en la generación<br />

de información <strong>sobre</strong> envejecimiento en México.<br />

Avances:<br />

Se formalizó la creación <strong>del</strong> grupo líder caracterizado por<br />

Participante<br />

Luis Rubalcava Peñafiel<br />

Raquel Abrantes Pêgo<br />

Roberto Ham Chande<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />

Héctor Gutiérrez Ávila<br />

César Luis Cárdenas Varela<br />

Gabriela Ríos Cázares<br />

Mariana López Ortega<br />

César González González<br />

Dolores Mino León<br />

Nydia Velasco Roldán<br />

Carmen García Peña<br />

Teresa Juárez Cedillo<br />

Liliana Ruiz Arregui<br />

Francisco Franco Marina<br />

Ana Luisa Sosa Ortiz<br />

Mara Téllez Rojo<br />

Ruy López Ridaura<br />

Betty Manrique Espinoza<br />

Aarón Salinas Rodríguez<br />

la participación comprometida, entusiasta y sinérgica<br />

sin intereses financieros o institucionales. Entre las<br />

responsabilidades <strong>del</strong> grupo está la generación de<br />

conocimiento científico de alto nivel en materia de<br />

envejecimiento en México.<br />

Acciones a realizar:<br />

EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong><br />

Jacques Girard<br />

Enrique Vega<br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

Esther Lozano Dávila<br />

Universidad Ibeoramericana<br />

Graciela Teruel Belismelis<br />

Sealy Center on Aging, University of Texas Medical Branch Rebeca Wong<br />

Cuadro 2. Expertos participantes en la primera reunión de integración y plan de análisis de las bases de datos <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />

y salud en México, 2010.<br />

• Definir la figura <strong>del</strong> grupo, así como sus alcances y<br />

limitaciones.<br />

• Definir la relación <strong>del</strong> grupo con la Red Temática de<br />

investigación en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo<br />

social en CONACyT y con cada una de las instituciones<br />

a las que están adscritos los integrantes <strong>del</strong> grupo.<br />

• Identificar otros expertos que pudieran complementar<br />

el trabajo <strong>del</strong> grupo.<br />

123


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Objetivo 2. Iniciar un esfuerzo común dirigido<br />

a la creación de un estudio longitudinal <strong>sobre</strong> el<br />

envejecimiento en México.<br />

Observaciones:<br />

Este objetivo quedó pendiente por considerar que no se<br />

tenían los elementos ni el tiempo para definirlo y se priorizó<br />

el avance en otros puntos. Puede constituirse como uno<br />

de los objetivos prioritarios de mediano y largo plazo <strong>del</strong><br />

grupo.<br />

Objetivo 3. Generar un proyecto que posibilite la<br />

vinculación y promueva la complementariedad y<br />

mejor aprovechamiento de la información disponible<br />

en las diversas bases de datos que contienen<br />

información acerca de las personas mayores en<br />

México.<br />

Avances:<br />

Se definieron 5 estrategias que integran y complementan<br />

este objetivo.<br />

Estrategias:<br />

3.1 Generar el conocimiento exhaustivo acerca de las<br />

bases de datos de los participantes mediante:<br />

• Integración de las fichas técnicas de las bases de<br />

datos y cohortes.<br />

• Integración de la matriz comparativa de las bases de<br />

datos y cohortes.<br />

3.2 Con base en los temas propuestos en la reunión,<br />

generar preguntas para saber:<br />

• Cuáles ya se han respondido<br />

• Cuáles pueden responderse con la información<br />

disponible<br />

• Para cuáles es necesario generar la información<br />

3.3 Fomentar el uso de las bases de datos por nuevos<br />

investigadores (promoción de financiamiento semilla).<br />

Generar una masa crítica de investigadores, así como de<br />

personal capacitado para el levantamiento de encuestas.<br />

3.4 Difundir las bases de datos mediante la Base de<br />

Datos Social (BDS) o el Banco de Información para la<br />

124<br />

Investigación Aplicada en Ciencias Sociales (BIIACS). Es<br />

necesario gestionar la inclusión de las bases faltantes.<br />

3.5 Generar un foro permanente de presentación de<br />

trabajos de investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento.<br />

Observaciones:<br />

• Definir prioridades de investigación<br />

• Criterios de accesibilidad<br />

• Mecanismos de difusión<br />

• Mecanismos de seguimiento de los trabajos realizados.<br />

Objetivo 4. Desarrollar una estrategia para que la<br />

información disponible sirva como evidencia para la<br />

generación de políticas públicas.<br />

Avances:<br />

Se definieron las competencias <strong>del</strong> grupo y se acordó lo<br />

siguiente:<br />

• Es responsabilidad <strong>del</strong> grupo la generación de<br />

información. El momento político previo a las<br />

campañas electorales puede ser un tiempo propicio<br />

para la presentación de un documento basado en<br />

evidencia nacional que presente el panorama <strong>del</strong><br />

envejecimiento a los diferentes actores.<br />

• Es necesaria un área de traducción <strong>del</strong> conocimiento<br />

que sea el vínculo entre el trabajo de investigación<br />

<strong>del</strong> grupo y la información que se haga llegar a los<br />

tomadores de decisiones.<br />

• Es importante que el conocimiento producido llegue<br />

a los tomadores de decisiones para la generación de<br />

políticas y planes de mediano y largo plazo.<br />

• Es conveniente discutir con otros grupos académicos<br />

esta estrategia.<br />

Estrategias:<br />

4.1 Generación <strong>del</strong> documento que dé cuenta de aspectos<br />

relevantes acerca de la situación <strong>del</strong> envejecimiento en<br />

México. A este respecto, se definió lo siguiente:<br />

• Público: investigadores y tomadores de decisiones<br />

• El grupo generará el conocimiento y un grupo<br />

traductor generará el libro blanco.


• Estilo: documento temático con propósito de<br />

educación, con estilo de difusión (no científico).<br />

En ese momento, el documento buscaría presentar<br />

evidencia de los problemas con todas sus aristas, no<br />

posibles soluciones.<br />

• Contenido: Definición de indicadores, prioridades en<br />

investigación y prioridades en acciones.<br />

4.2 Generación de indicadores relacionados con los<br />

determinantes <strong>del</strong> envejecimiento. Esto permitiría la<br />

vinculación de datos entre las diferentes bases y con el<br />

sector salud.<br />

4.3 Se definieron temas prioritarios para la salud pública<br />

(Cuadro 3) y cada participante se adscribió al de su interés.<br />

También, se propusieron enfoques transversales (cuadro<br />

4) para el abordaje de los temas.<br />

Temas<br />

Demografía<br />

Macroeconomía <strong>del</strong><br />

envejecimiento<br />

Determinantes<br />

estructurales en México<br />

Determinantes<br />

intermedios<br />

Nombre<br />

Pensiones<br />

Participación laboral<br />

Capital social<br />

Educación<br />

Pobreza<br />

Pensiones<br />

Estilos de vida<br />

Factores de riesgo<br />

Abuso, maltrato<br />

Estado de salud Enfermedades crónicas<br />

Nutrición<br />

<strong>Salud</strong> mental<br />

Discapacidad<br />

Mo<strong>del</strong>os de atención Accesibilidad y uso de<br />

servicios<br />

Costo de atención<br />

Servicios de salud<br />

Cuidados no médicos<br />

Asuntos globales<br />

Cuadro 3. Temas prioritarios de estudio en envejecimiento y<br />

salud pública. Grupo de trabajo. Noviembre de 2010.<br />

REFERENCIAS<br />

EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />

Género<br />

Urbano-rural<br />

Indígenas<br />

Aspectos económicos<br />

Prospectiva y escenarios<br />

Migración<br />

Cuadro 4. Enfoques de estudio propuestos por el grupo de<br />

trabajo.<br />

SABE, <strong>Salud</strong>, bienestar y envejecimiento en América<br />

Latina y el Caribe. (consultado en septiembre de 2010)<br />

http://www.ssc.wisc.edu/sabe/Espanol/home-e.html,<br />

Septiembre, 2010<br />

125


GRUPO DE TRABAJO<br />

<strong>Envejecimiento</strong> de la población:<br />

Implicaciones sociales y<br />

políticas, impacto en la salud y<br />

desafíos para los sistemas<br />

Coordinador:<br />

Roberto Ham Chande,<br />

El Colegio de la Frontera Norte<br />

Relator:<br />

César González González,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

María <strong>del</strong> Carmen García Peña,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Raquel Abrantes Pêgo,<br />

Centro Interamericano de Estudios de<br />

Seguridad Social<br />

José Alberto Valencia Armas,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Estadística<br />

y Geografía<br />

Mariana López Ortega,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Víctor García Vilchis,<br />

Consejo <strong>Nacional</strong> de Población


INTRODUCCIÓN<br />

El progresivo envejecimiento demográfico es un<br />

hecho ineludible; las proyecciones de población y la<br />

dinámica demográfica así lo indican. A nivel mundial, el<br />

envejecimiento de la población se ha consolidado como<br />

uno de los fenómenos demográficos más importantes<br />

de los últimos siglos. Esto ha sido producto de una<br />

franca disminución en la natalidad y la mortalidad y <strong>del</strong><br />

aumento en la esperanza de vida, elementos que reflejan<br />

el progreso socioeconómico de los países (Palloni et al.,<br />

2002). La población de 60 años y más se incrementará<br />

constantemente en el mundo; 70% de ese incremento<br />

se dará en los países en vías de desarrollo. De particular<br />

importancia es el aumento de viejos-viejos (personas con<br />

más de 80 años de edad) y el porcentaje mayor de mujeres<br />

ancianas que se presenta en casi todos los países, lo que<br />

tiene importantes repercusiones económicas y sociales<br />

(CONAPO, 2001).<br />

Para el caso de México, puede afirmarse que la proporción<br />

de ancianos es la que crece más rápidamente desde hace 15<br />

años. En números absolutos, las estimaciones <strong>del</strong> Consejo<br />

<strong>Nacional</strong> de Población (CONAPO) señalan que en 2007<br />

residían en México 8.5 millones de personas de 60 años o<br />

más, para 2030 se espera que sean 20.7 millones, en tanto<br />

que para la mitad <strong>del</strong> siglo alcanzarán, según lo previsto,<br />

33.8 millones (CONAPO, 2007). Esto se reflejará en el<br />

aumento de las proporciones de adultos mayores en las<br />

próximas décadas; en 2007 la proporción fue de 8.0%; se<br />

incrementará a 17.1% en 2030 y a 27.7% en 2050.<br />

El envejecimiento de la población está directamente ligado<br />

a las condiciones de salud y a la transición epidemiológica,<br />

y marca rumbos distintos dependiendo de circunstancias<br />

diferentes; pero en general se pasa de altas a bajas tasas<br />

de fecundidad y mortalidad, junto con la disminución de<br />

las enfermedades transmisibles como principales causas<br />

de muerte, para ceder preponderancia a las enfermedades<br />

crónico-degenerativas (González y Ham, 2007).<br />

En la intersección envejecimiento-salud, uno de los temas<br />

urgentes es el relacionado con los costos de atención<br />

a la salud. En la mesa <strong>Envejecimiento</strong> de la población:<br />

implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />

y desafíos para los sistemas se abordó este tema desde<br />

diferentes perspectivas fundamentales: 1) las características<br />

128<br />

de la población envejecida; 2) un planteamiento <strong>sobre</strong> si el<br />

envejecimiento demográfico es un factor determinante en<br />

el incremento de los costos de atención a la salud; 3) la<br />

importancia de los costos sociales y el papel de la familia, el<br />

hogar y el individuo; 4) la visión económica de los servicios<br />

de salud; y 5) un ejercicio actuarial <strong>sobre</strong> las referencias<br />

estadísticas y bases de proyección utilizadas para calcular<br />

los costos de atención a la salud para la población en<br />

edades avanzadas.<br />

1. Características de la población envejecida<br />

(Víctor García Vilchis)<br />

Para establecer la temática de la mesa se partió de la<br />

premisa de que los costos de atención a la salud son y serán<br />

uno de los mayores retos que enfrente la sociedad, y en ello<br />

juega un papel importante el inminente envejecimiento<br />

demográfico y la heterogeneidad de este grupo poblacional.<br />

Las características de la población envejecida permiten<br />

tomar un punto de partida para señalar que los costos de<br />

atención serán diferentes debido a que:<br />

• Entre 2005 y 2050 la población de adultos mayores se<br />

incrementará en alrededor de 26 millones de personas,<br />

pero 75% de este incremento ocurrirá a partir <strong>del</strong> año<br />

2020.<br />

• Se presentan diferencias entre los viejos y los viejosviejos;<br />

a mayor edad corresponden necesidades<br />

distintas, en función de la gradual disminución de las<br />

capacidades físicas y mentales.<br />

• El envejecimiento afecta de manera desigual a<br />

hombres y mujeres. Para estas últimas, la vejez es una<br />

experiencia que se vive por periodos más prolongados<br />

y se acompaña con mayor frecuencia de enfermedades<br />

y discapacidad (Palloni et al., 2002; Zimmer y House,<br />

2003). Lo anterior inquieta porque frecuentemente las<br />

mujeres tienen, además, un menor acceso a los sistemas<br />

de seguridad social y de jubilación, lo que las hace más<br />

dependientes de los lazos de apoyo y solidaridad desde<br />

el entorno familiar.<br />

• La menor mortalidad de las mujeres, que se presenta<br />

desde el nacimiento, se acentúa en edades avanzadas,<br />

debido a la existencia, entre los varones, de factores<br />

asociados con riesgos ocupacionales y con una mayor<br />

propensión a adquirir hábitos y estilos que merman la<br />

salud y aumentan la mortalidad en edades jóvenes.<br />

• En las personas con al menos 80 años también ha


aumentado la expectativa de vida. En 2010 se espera<br />

que los hombres de este grupo vivan en promedio 8.6<br />

años más, contra 9.0 de las mujeres, alcanzando una<br />

ganancia de 0.6 y 1.3 años, respectivamente, para<br />

2030.<br />

• La efectividad de las acciones encaminadas a elevar<br />

el número y la calidad de años de vida de la población<br />

dependerá de su capacidad para prevenir riesgos que<br />

deriven en perfiles mórbidos complejos en el futuro.<br />

• Los viejos están sustancialmente desprotegidos. En<br />

2006 poco más de la mitad (56 %) de la población<br />

de 60 años o más era derechohabiente a los servicios<br />

de salud, sólo uno de cada 5 recibía pensión, con la<br />

agravante de que en la gran mayoría de los casos los<br />

montos son insuficientes para satisfacer las necesidades<br />

de este grupo, pues 80% de las pensiones que otorga<br />

el IMSS no superan 1.5 salarios mínimos (Ramírez,<br />

2006).<br />

• Hay diferencias en la tasa de utilización de los servicios<br />

de salud. La población de este grupo de edad utiliza<br />

servicios de salud con una frecuencia cuatro veces<br />

mayor que el resto de la población y los servicios que<br />

requiere son por lo general más costosos (Secretaría de<br />

<strong>Salud</strong>, 2001).<br />

• Existen amplias diferencias por regiones, por estados<br />

y por municipios. La transición demográfica presenta<br />

niveles distintos de avance entre las entidades<br />

federativas, lo cual deriva en una heterogeneidad de<br />

escenarios de envejecimiento demográfico al interior<br />

<strong>del</strong> país. Así, mientras en 2010 en el Distrito Federal,<br />

uno de cada diez habitantes tiene 60 años o más, en<br />

Quintana Roo esta proporción se reduce a poco menos<br />

de la mitad. En 2030 se conservan, en lo general, las<br />

mismas tendencias pero con una magnitud duplicada<br />

(uno de cada cinco en el Distrito Federal y uno de cada<br />

diez en Quintana Roo).<br />

2. <strong>Envejecimiento</strong> demográfico y costos de<br />

atención a la salud<br />

(Carmen García Peña)<br />

El incremento en la población de adultos mayores<br />

representa importantes consecuencias en materia de<br />

salud. No es una condición per se que el proceso de<br />

envejecimiento se asocie a enfermedad, pero es un hecho<br />

que el efecto acumulativo de múltiples exposiciones y las<br />

condiciones psicológicas, físicas y sociales frecuentemente<br />

ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />

desfavorables incrementan el riesgo de enfermar en los<br />

ancianos (Lee, 2003).<br />

En consecuencia, el proceso de envejecimiento<br />

frecuentemente es referido como un determinante para<br />

la evolución de los costos y gastos en salud, como efecto<br />

<strong>del</strong> envejecimiento en sí mismo y como el resultado <strong>del</strong><br />

aumento de los gastos en salud conforme avanza la edad.<br />

En los países desarrollados, un incremento en la proporción<br />

de la población envejecida conlleva un incremento en el<br />

gasto per cápita de cuidados a la salud; por lo tanto, se puede<br />

inferir que los gastos individuales en cuidados de salud<br />

son una función creciente de la edad (Polder et al., 2002;<br />

Martini, 2007). Lo primero que habría que preguntarse<br />

es cuál es la magnitud <strong>del</strong> efecto <strong>del</strong> envejecimiento<br />

demográfico <strong>sobre</strong> los gastos en cuidados de salud. Podría<br />

suponerse que el incremento en la proporción de ancianos<br />

aumentará automáticamente el gasto total en salud. Existe<br />

controversia al respecto; Mc Grail et al. (2000) afirman que<br />

los costos por atención aguda aumentan con la edad pero<br />

que la proximidad a la muerte es un factor más importante;<br />

por su parte, Dormont y Huber (2006) reportan para el<br />

caso de Holanda que los cambios en la práctica clínica y<br />

las nuevas tecnologías son los causantes <strong>del</strong> incremento.<br />

Polder et al. (2006) revelan que, en promedio, los costos<br />

para jóvenes son más altos que para aquellos que mueren<br />

a edades avanzadas; sin embargo, la tasa de crecimiento<br />

en costos per cápita incrementa por la edad para cuidados<br />

agudos.<br />

En México no existe información para hacer una u otra<br />

afirmación. Es conocido que los ancianos mexicanos tienen<br />

un mayor número de necesidades de salud y la tasa de<br />

utilización de servicios se ha incrementando a expensas <strong>del</strong><br />

grupo de 60 años y más (Wong y Díaz, 2007), pero no es<br />

posible afirmar que los costos han aumentando debido al<br />

crecimiento en el número de ancianos.<br />

Tratar de predecir cómo evolucionará el estado de salud<br />

general debido a los cambios en la estructura por edad<br />

de la población y en el progresivo envejecimiento es una<br />

tarea difícil. Una gran cantidad de investigaciones han<br />

examinado cómo los incrementos en la longevidad pueden<br />

influir en el estado de salud de la población. Varias hipótesis<br />

han sido consideradas, los dos extremos son expansión de<br />

la morbilidad y compresión de la morbilidad; en el medio<br />

129


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

quedan hipótesis con situaciones mixtas en cuanto a<br />

enfermedad y discapacidad. Se considera que en México es<br />

más probable que se presente la expansión de la morbilidad<br />

y que se vivan más años, pero que una proporción<br />

importante de esos años se viva con enfermedad. Este<br />

régimen podría representar, entonces, un mayor costo de<br />

la salud de la población en edades avanzadas.<br />

Los gastos públicos en salud representan una parte<br />

importante de los presupuestos gubernamentales. Según<br />

los reportes de la Organización para la Cooperación y el<br />

Desarrollo Económico (OCDE), la población de 65 años y<br />

más representa entre 40 y 50% de los gastos de cuidados<br />

a la salud y su costo per cápita de salud es de 3 a 5 veces<br />

mayor que el que registran los que tienen menos de 65<br />

años.<br />

Mientras el envejecimiento poblacional continúa, la<br />

prevalencia de las enfermedades crónicas se incrementa, los<br />

días de tratamiento se prolongan y los costos de atención a<br />

la salud también crecen. El Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social (IMSS), organismo encargado de la seguridad<br />

social de una parte importante de la población mexicana<br />

(49%), presenta los mismos fenómenos demográficos y<br />

epidemiológicos antes descritos. Por ejemplo, la población<br />

derechohabiente usuaria en el grupo de 65 y más años<br />

se incrementó de 1 667 983 en 1990 a 1 877 516 en<br />

1995, y a 2 732 792 en 2000; tales cifras constituyen<br />

una participación porcentual de 6.41% en 1990, 8%<br />

en 1995 y 9.21% en 2000, proporción que se elevó a<br />

10.7% en el año 2005 (IMSS, 2005).<br />

Los datos institucionales reportan periódicamente el<br />

aumento en el uso de servicios de salud y, en consecuencia,<br />

el aumento en costos derivados <strong>del</strong> incremento en el<br />

número de ancianos. El IMSS presenta en su documento<br />

Evaluación de los riesgos considerados en el Programa<br />

de Administración de Riesgos Institucionales de 2009<br />

una proyección para el caso de diabetes mellitus (DM),<br />

hipertensión arterial (HA) e insuficiencia renal (IR).<br />

Considerando los efectos a largo plazo de los programas<br />

preventivos, de las consultas de primera vez y subsecuentes<br />

de medicina familiar, especialidades y urgencias de estos<br />

padecimientos, se estima que los 25 millones de consultas<br />

que se otorgarán en 2009 por estas enfermedades,<br />

se tripliquen hacia 2040. Las consultas por DM e HA<br />

representarán en promedio y de forma conjunta 93% de<br />

las consultas por los seis padecimientos que causan más<br />

130<br />

Cuadro 1. Proyección de consultas totales (2009-2050). Fuente:<br />

Coordinación de Administración de Riesgos Institucionales con<br />

base en datos de la División Técnica de Información Estadística<br />

en <strong>Salud</strong>.<br />

altos costos en el IMSS (DM, HA, IR, VIH-sida, cáncer de<br />

mama y cáncer cervicouterino) durante todo el periodo de<br />

proyección.<br />

En lo que respecta a los casos de hospitalización, se estiman<br />

cerca de 150 mil ingresos para 2009, y 2.3 y 1.6 veces más<br />

para 2040 y 2050, respectivamente, como se muestra en<br />

el cuadro 2. La insuficiencia renal concentrará a lo largo de<br />

todo el periodo de proyección poco más de la mitad de los<br />

pacientes internados por los tres padecimientos y se espera<br />

que hacia el 2050 el número de ingresos por DM, HA e IR<br />

sea cercano al doble <strong>del</strong> número de ingresos de 2009.<br />

El informe reporta que, a pesar de la reducción en<br />

morbilidad a consecuencia de los programas preventivos, las<br />

proyecciones revelan que el gasto que generaría la atención<br />

de la población afectada con dichos padecimientos crecería<br />

a un ritmo anual de 3.8% en términos reales, con lo que<br />

Cuadro 2. Proyección de casos de hospitalización (2009-<br />

2050). Fuente: Coordinación de Administración de Riesgos<br />

Institucionales con base en datos de la División Técnica de<br />

Información Estadística en <strong>Salud</strong>.<br />

pasaría de 25 946 a 125 035 millones de pesos entre<br />

2009 y 2050. En un escenario catastrófico, sin considerar<br />

el probable efecto positivo de PrevenIMSS, los datos<br />

resultan aún más alarmantes.<br />

El cuadro 3 muestra el gasto estimado para DM e HA en<br />

2050; las cifras señalan que para los casos de DM e HA en<br />

el IMSS, el impacto de la transición demográfica es mayor<br />

al incremento de los costos médicos. El efecto aislado de<br />

los cambios demográficos ocasionaría que los gastos por<br />

estos padecimientos aumentaran lo doble en 2050, en


comparación con los niveles de gasto totales esperados<br />

para esos mismos padecimientos en 2009, mientras que<br />

los costos médicos por sí solos lo incrementarían en 0.7<br />

veces.<br />

Aún hay diversas interrogantes por resolver. Las discusiones<br />

en foros académicos y políticos generalmente giran<br />

alrededor de los efectos catastróficos que el envejecimiento<br />

tendrá en los próximos años en las dimensiones sociales,<br />

políticas y, especialmente, económicas de México. El<br />

efecto adverso hace referencia particularmente al sector<br />

salud, donde el proceso de envejecimiento poblacional se<br />

relaciona directamente con el incremento en los gastos en<br />

salud, tal como lo reporta el IMSS.<br />

Hace más de 20 años, Evans (1985) sugirió que el<br />

envejecimiento provee de una “ilusión de necesidad”, es<br />

decir, al asumir que los gastos en salud son inevitables<br />

al envejecer, la atención se desvía de las verdaderas<br />

causas de crecimiento en gasto en el sector salud tales<br />

como el progreso técnico y los incentivos equivocados<br />

a los proveedores y consumidores de atención a la salud<br />

causados por regulación gubernamental y cobertura de<br />

seguridad social. Zweifel et al. (1999) establecieron que<br />

culpar al envejecimiento sirve como un distractor de las<br />

decisiones que realmente deberían tomarse para resolver<br />

el incremento en costos en salud. Por eso es importante<br />

establecer los costos de atención a la salud e identificar los<br />

principales determinantes, elementos claves y darle a cada<br />

cual su dimensión adecuada.<br />

Un análisis reciente de la Encuesta <strong>Nacional</strong> de Nutrición<br />

(González et al., 2010) reveló que los mayores<br />

porcentajes de población con morbilidad aguda, mayor<br />

uso de atención ambulatoria y hospitalización se hallaron<br />

para el grupo de 60 años de edad; sin embargo, al realizar<br />

mo<strong>del</strong>os de regresión y calcular probabilidades, sólo en<br />

hospitalización los adultos mayores tienen la probabilidad<br />

más alta, mientras que en morbilidad aguda y uso de<br />

atención ambulatoria la probabilidad más alta se presenta<br />

en los niños de 0 a 9 años. Parecería entonces que ser<br />

anciano por sí mismo no es un factor y que la presencia<br />

de otros factores asociados al envejecimiento tales como<br />

enfermedades crónicas tienen una mayor influencia, lo<br />

que lleva a concluir que son las condiciones asociadas a la<br />

edad las que tienen mayor peso que la edad misma y, por<br />

lo tanto, son las responsables <strong>del</strong> mayor gasto reportado<br />

(González y Ham, 2007).<br />

3. Individuo, hogar y familia<br />

(Raquel Abrantes Pêgo)<br />

ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />

Cuadro 3. Descomposición <strong>del</strong> gasto estimado para DM e HA en el año 2050 por transición demográfica y por incremento de los<br />

costos de atención médica (millones de pesos de 2009). Fuente: Coordinación de Administración de Riesgos Institucionales, IMSS.<br />

Los gastos de las familias deben de ser un referente<br />

importante en la discusión de los costos de la atención y<br />

de los servicios de cuidados a la salud al pensar en políticas<br />

sociosanitarias que respondan mejor a las necesidades de<br />

las familias y de los individuos.<br />

La mayor expectativa de vida trae consigo otros tipos de<br />

dependencia y de necesidades de bienestar que requieren<br />

servicios propios, particularmente aquellos que permitan<br />

131


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

la prevención de la dependencia funcional evitable y<br />

afrontar la propia dependencia, considerada una de las<br />

principales fuentes de sufrimiento y de disminución de la<br />

calidad de vida. Investigaciones han demostrado que las<br />

familias de bajos ingresos son las más afectadas y <strong>sobre</strong><br />

ellas recaen, de forma más acentuada, los costos sociales<br />

debido al efecto acumulado a lo largo de la vida de una<br />

desigualdad incrementada por la falta de acceso a los<br />

servicios sociosanitarios preventivos, de recuperación<br />

y de cuidado, de recursos para pagar un cuidador o una<br />

casa de retiro (Jansson, 2001). Dentro de las familias,<br />

los cuidados recaen en las mujeres implicando mayor<br />

desgaste, discapacidad y costo social. En consecuencia,<br />

tratar de forma combinada los costos financieros de la<br />

salud en la vejez y los costos sociales internalizados por<br />

los individuos y los familiares de adultos mayores es<br />

reconocer que éstos tienen su expresión en dinero y que<br />

pueden llevar a recrudecer la situación de pobreza y de<br />

malestar de importantes segmentos sociales, en particular<br />

de las mujeres, quienes son las cuidadoras en el espacio<br />

privado. Lo trágico de la situación es que ya se sabe que las<br />

enfermedades crónicas y las discapacidades asociadas que<br />

afectan los últimos años de vida de una persona, junto con<br />

los costos económicos y humanos, pueden prevenirse y no<br />

se está haciendo mucho al respecto como sociedad.<br />

El enfoque de costo social podrá también servir de pauta<br />

para abogar por la presencia de la problemática <strong>del</strong> adulto<br />

mayor en la atención de quienes diseñan las políticas de<br />

salud para reasignar recursos y servicios más próximos a<br />

las necesidades de las personas mayores y no improvisar<br />

o decidir en función de criterios tradicionales o de actores<br />

con capacidad de presión.<br />

Mediante ese enfoque se puede demostrar que lo más caro<br />

es sólo observar el proceso <strong>del</strong> envejecimiento poblacional,<br />

dejarlo a cargo de las familias como un problema de la<br />

esfera privada y no intervenir con base en las evidencias<br />

y las experiencias de otros países (Marín, 2007). Hoy,<br />

casi uno de cada tres adultos mayores mexicanos vive por<br />

debajo <strong>del</strong> umbral de pobreza; ese porcentaje podrá crecer<br />

en el futuro próximo a menos que México fortalezca su<br />

red de protección al adulto mayor. Se debe pensar en lo<br />

que podrá significar dentro de dos décadas la situación de<br />

los actuales millones de adultos de mediana edad, pobres,<br />

desempleados, en el mercado informal, envejecidos,<br />

y posiblemente con doble carga de enfermedad –las<br />

132<br />

transmisibles y las no transmisibles– (Jackson, Howe y<br />

Strauss, 2006).<br />

Se parte <strong>del</strong> principio de que en México existe una<br />

sensibilidad en torno al envejecimiento y sus costos sociales<br />

y políticos para la sociedad. La puesta en marcha por el<br />

gobierno de la Ciudad de México de las pensiones para el<br />

adulto mayor creó un hecho social y político incuestionable.<br />

Otros estados han echado a andar programas similares<br />

e incluso el propio gobierno federal contempló en sus<br />

programas de combate a la pobreza una pensión para el<br />

adulto mayor.<br />

Aun reconociendo que estas acciones han permitido una<br />

mayor visibilidad social y política de ese grupo, todavía se<br />

está distante de tener políticas públicas capaces de afrontar<br />

al proceso de envejecimiento y sus consecuencias sociales.<br />

Salta a la vista la ruptura en la continuidad de la política<br />

sociosanitaria, la cual continúa centrada en la atención a<br />

los niños-madres y al adulto joven, en la curación y no en el<br />

cuidado, y persiste una percepción de las personas mayores<br />

como “abuelitos y abuelitas”, independientemente de si<br />

tienen nietos o no. Los adultos mayores son tratados como<br />

grupo homogéneo, independientemente de si tienen 60 o<br />

75 años; se considera que les gustan las mismas cosas y que<br />

son frágiles, improductivos, enfermos y buenos. Los bailes<br />

continúan siendo una estrategia de las más importantes<br />

para garantizar una vida activa; por otra parte, los mayores<br />

acuden a los mismos servicios que los más jóvenes, los<br />

cuales no están preparados para darles la atención debida.<br />

El apoyo a las familias para el cuidado prolongado en los<br />

hogares es casi nulo y muy poco se está realizando para<br />

prepararlas o para evitar el deterioro funcional o para<br />

recuperar la funcionalidad. El personal de las instituciones<br />

de salud no está capacitado, las familias no están siendo<br />

preparadas y no hay geriatras suficientes para atender los<br />

casos más complejos, tampoco hay una estrategia para<br />

enfrentar esa carencia. Es necesario recordar que esta<br />

es una responsabilidad de todos los gobiernos que han<br />

firmado los acuerdos de de la segunda Asamblea Mundial<br />

<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> realizada en Madrid en 2002.<br />

Uno de los puntos que se plantean es si las decisiones<br />

tomadas por los agentes públicos –ya sea en distintas<br />

agencias gubernamentales o en diversos niveles jerárquicos<br />

dentro de éstas– están considerando el proceso de<br />

envejecimiento y sus consecuencias para las familias y


los individuos. Investigaciones realizadas en torno a la<br />

llamada “reforma <strong>del</strong> sector salud” o a la “reforma <strong>del</strong><br />

sistema de pensiones”, ambas justificadas en los cambios<br />

epidemiológicos y demográficos, indican que poco se hizo<br />

con vistas a enfrentar los riesgos que genera la longevidad<br />

y el riesgo de padecer al menos una enfermedad crónica.<br />

Tampoco se ha hecho algo por asignar recursos para<br />

reducir la pobreza y la desigualdad o para generar beneficio<br />

y mejorar la situación de vida de los afiliados y de los no<br />

afiliados mediante una estrategia de cuidado a largo plazo<br />

con hincapié en la calidad de vida.<br />

De acuerdo con Stiglitz (2002), en las reformas con vista<br />

a la privatización de las pensiones, se privilegió el desarrollo<br />

de mercado de capitales a expensas <strong>del</strong> objetivo social.<br />

En el ámbito de la salud, paradójicamente, se enfatizó el<br />

mo<strong>del</strong>o médico y técnico, el cual concentra la atención en<br />

el ámbito hospitalario y no es el más apropiado debido a<br />

sus altos costos y sus limitaciones para actuar junto a los<br />

discapacitados (Hsiao, 2002).<br />

La idea que orientó a las reformas buscaba reestructurar<br />

al gobierno de acuerdo con el mercado, maximizando el<br />

comportamiento empresarial de los individuos, lo cual entra<br />

en conflicto con una visión de naturaleza más comunitaria<br />

de igualdad de derecho ante el riesgo y que opera bajo el<br />

mo<strong>del</strong>o <strong>del</strong> aseguramiento universal solidario.<br />

Por su parte, la inversión en el ámbito comunitario no se ha<br />

privilegiado en México en los últimos años; se desconoce<br />

la existencia de programa evaluados –por investigadores<br />

independientes– con recursos que reafirmen sus<br />

capacidades para contribuir, administrar y mantener su<br />

independencia en sus comunidades y que promuevan la<br />

salud como requisito para una vida sin discapacidad.<br />

El acceso al mercado privado de cuidados, que puede actuar<br />

como sustituto, sólo es posible en nuestra realidad para un<br />

pequeño segmento social, pues los costos son muy altos y<br />

falta regulación. La prestación de servicios por el mercado<br />

es una utopía en una sociedad donde casi un tercio de los<br />

adultos mayores viven con menos de dos dólares diarios,<br />

las jubilaciones son muy bajas y solamente una de cada<br />

cinco personas mayores recibe beneficio pensionario. Los<br />

otros dos tercios viven con los hijos e incluso quienes no<br />

lo hacen dependen de ellos económicamente. Las remesas<br />

son otra fuente importante de ingreso y esa siempre es<br />

variable (Jackson, Howe y Strauss, 2006).<br />

ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />

Otro aspecto que se debe recordar es la descentralización<br />

y la ausencia de una estrategia de fortalecimiento y<br />

sensibilización de las capacidades regionales. El centro <strong>del</strong><br />

país continúa acumulando las capacidades, los indicadores<br />

y las iniciativas de políticas, aunque los programas de<br />

base comunitaria son locales y requieren información<br />

desagregada. Comprender mejor las formas de organización<br />

comunitaria en zonas rurales y urbanas, la inserción de las<br />

personas mayores en ellas y en la familia, las barreras y las<br />

dificultades para mantenerlos autónomos y participativos,<br />

constituyen un aporte importante para desarrollar una<br />

base de información para crear redes de apoyo con vista a<br />

una continuidad y a un seguimiento en el cuidado donde<br />

participen el gobierno, las organizaciones comunitarias y la<br />

familia.<br />

Hay mucho por realizar en atención al Plan de Acción de la<br />

OPS 2010/2025, que reconoce la necesidad de mayores<br />

esfuerzos, voluntades políticas y, de preferencia, que éstas<br />

sean coordinadas para hacer frente a la magnitud <strong>del</strong><br />

problema.<br />

Parafraseando a Henry Aaron (2002), las políticas que<br />

afectan a las familias, los niños y los adultos jóvenes pueden<br />

tener gran relevancia para la situación <strong>del</strong> adulto mayor.<br />

Creo que lo contrario también ocurre y puede constituir un<br />

argumento importante en contra de las visiones negativas<br />

<strong>del</strong> envejecimiento: estudios demuestran que si las<br />

personas mayores ejercen control <strong>sobre</strong> el ingreso o gozan<br />

de una fuente de ingreso, como las pensiones subsidiadas,<br />

la familia sale de la pobreza y aumentan las posibilidades<br />

de que el ingreso se invierta en cubrir necesidades <strong>del</strong><br />

hogar, como la escolaridad y la salud de los nietos. De<br />

ahí la necesidad de explorar alternativas de políticas de<br />

protección social, así como de abocarse a planificar para<br />

el futuro.<br />

Sin embargo, existen dudas <strong>sobre</strong> si la sociedad mexicana<br />

está planteando la necesidad de resarcir a los individuos y<br />

a sus familias de los beneficios que dejan de recibir cuando<br />

el uso de los recursos <strong>del</strong> sistema de atención público no<br />

es óptimo. Surgen preguntas: ¿Hay una conciencia con<br />

relación al costo social <strong>del</strong> envejecimiento? ¿Se conoce esa<br />

realidad? ¿Se sabe lo que está pasando en los hogares con<br />

los adultos mayores, cómo están conformados? ¿Cuánto<br />

gastan ellos en medicamentos? ¿Existen indicadores<br />

o estudios cualitativos que estén dando cuenta de esa<br />

realidad, de los cambios en la estructura familiar de<br />

133


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

cuidados, <strong>del</strong> impacto de la migración en la estructura<br />

de cuidados de la familia? ¿Se sabe cuál es la mortalidad<br />

y la morbilidad entre los 60 y 80 años en los diferentes<br />

estratos sociales, por género y población rural/urbana?<br />

¿Cómo están siendo atendidos, diagnosticados y cuidados<br />

los adultos mayores en los servicios de salud?<br />

Se carece de muchos indicadores con relación a este grupo<br />

de la población y, en particular, de los que son pobres, los<br />

que están discapacitados y <strong>sobre</strong> la falta de accesibilidad<br />

a los cuidados. También faltan indicadores respecto a los<br />

tipos de servicios de atención de salud disponibles para ese<br />

grupo social y que son básicos para fundamentar mejor la<br />

elaboración de políticas.<br />

4. Servicios de salud, la visión económica<br />

(Mariana López Ortega)<br />

Uno de los mayores retos <strong>del</strong> envejecimiento poblacional<br />

en nuestro país es poder ofrecer servicios sociales y de<br />

salud óptimos que brinden bienestar a este sector de la<br />

población.<br />

Si bien parte de la literatura nacional e internacional en<br />

materia de proyección de costos y demanda de servicios<br />

para los adultos mayores enfatiza la necesidad de enfocar<br />

los esfuerzos hacia servicios preventivos –más económicos,<br />

sin duda– más que hacia los curativos, es inevitable pensar<br />

que el simple incremento en el número de adultos mayores<br />

representará una gran carga adicional a los servicios que<br />

ya son insuficientes y en muchas ocasiones inadecuados.<br />

Para hablar <strong>del</strong> costo de la atención a los adultos mayores<br />

en el país, es necesario reconocer que existen muy pocos<br />

estudios de evaluación económica, incluyendo costo<br />

de la atención. Adicionalmente, al hablar de un tipo<br />

de atención tan amplia que abarca un gran número de<br />

sectores, de padecimientos o especialidades, resulta un<br />

gran reto estimar el costo real de la atención a la salud<br />

de los adultos mayores en la actualidad. Sin embargo, el<br />

esfuerzo de generar estimaciones actuales es indispensable<br />

ya que permitirá contar con un punto de partida hacia la<br />

generación de estimaciones y proyecciones de necesidades<br />

y costos de atención (árboles de decisión, mo<strong>del</strong>os de<br />

Markov) para las próximas décadas.<br />

Los costos de atención a la salud tienen diferentes niveles,<br />

los cuales habrán de considerarse para hacer un buen<br />

134<br />

análisis <strong>sobre</strong> las necesidades particulares de este grupo de<br />

población. Identificar estos costos conlleva pensar en los<br />

siguientes rubros:<br />

•Costos directos de la provisión de los servicios.<br />

•Costos indirectos <strong>del</strong> sector público (sectores de<br />

desarrollo social, DIF, INAPAM, nivel estatal y local,<br />

etc.).<br />

•Costos para la familia: costos indirectos por transporte o<br />

pago de servicios, medicamentos, costos de oportunidad<br />

por realizar cuidados, acompañar a un familiar al médico,<br />

entre otros.<br />

•Costos a la sociedad (por ejemplo, los años de vida<br />

perdidos por discapacidad).<br />

Conocer el costo de los servicios requiere de un “mapeo”<br />

<strong>del</strong> mercado de servicios existente, en el que se defina el<br />

abordaje que se tomará para incluir: rango de servicios<br />

existentes, rango de usuarios, niveles de utilización,<br />

cuentas nacionales/estatales para servicios relacionados,<br />

costos y precios unitarios, número y tipo de recursos<br />

humanos involucrados, fuentes de financiamiento.<br />

A pesar de que se ha avanzado en las fuentes de<br />

información, los métodos cada vez más sofisticados y los<br />

indicadores para establecer los costos de atención a la salud,<br />

se considera que aún hace falta trabajo por hacer. Parte de<br />

ese trabajo incluye refinar y adecuar los indicadores de<br />

pobreza, de discapacidad, de salud y de accesibilidad a los<br />

cuidados, así como la interrelación entre ellos.<br />

En cuanto a los servicios de salud, existe una gran variedad<br />

de instituciones y niveles que dan servicios en general y<br />

a los que tienen acceso los adultos mayores. Se debe<br />

considerar si se debe estimar el costo por institución o por<br />

nivel de aquellos servicios “generales” que usa este grupo<br />

de la población (unidades de medicina familiar o primer<br />

nivel), si se estima el costo de las unidades de atención<br />

geriátrica, servicios de urgencia, etc. Un punto importante<br />

es que estas instituciones tienen catálogos generales de<br />

precios (el IMSS, por ejemplo, tiene el Sistema Único de<br />

Información), los cuales se pueden utilizar como punto de<br />

partida.<br />

Otra rama indispensable que debe incluirse en la reflexión<br />

de los costos a la atención de los adultos mayores se refiere<br />

a los servicios de asistencia social, entre ellos los asilos<br />

(permanentes, para personas dependientes que requieren


asistencia) y centros de día (por unas horas, para adultos<br />

mayores totalmente independientes). Es necesario contar<br />

con estudios que permitan conocer el costo real de prestar<br />

estos servicios actualmente, así como la identificación<br />

y registro de los costos indirectos, donde se incluyan<br />

todas aquellas necesidades insatisfechas que no quedan<br />

cubiertas y que ya representan una carga para las familias<br />

en particular y para la sociedad en general.<br />

5. Costos de atención a la salud para la población<br />

en edades avanzadas: Referencias estadísticas y<br />

bases de proyección<br />

(José Alberto Valencia Armas)<br />

Las estimaciones de costos de atención médica a la salud<br />

para la población en edades avanzadas deben sustentarse<br />

en bases sólidas, no sólo metodológicas, sino también<br />

de registros administrativos de las instituciones públicas<br />

de salud. Esta necesidad se enfrenta al hecho de que el<br />

estudio sistemático de este tema se dificulta por el déficit<br />

de información específica, regular, homogénea y confiable<br />

que permita evaluar su comportamiento.<br />

Este análisis busca ofrecer algunos elementos de juicio<br />

respecto a la idoneidad de algunas estadísticas y bases<br />

de proyección, utilizadas principalmente por el Instituto<br />

Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social (IMSS), para efectos de<br />

contabilizar costos anuales o proyectar erogaciones futuras<br />

respecto a la atención médica de la salud para la población<br />

envejecida.<br />

El IMSS es un referente fundamental por múltiples razones;<br />

una de ellas es que, según estimaciones <strong>del</strong> Cuarto Informe<br />

de Gobierno, en 2010 atenderá a una proporción igual a<br />

42% de la población usuaria de los servicios de salud a<br />

nivel nacional (incluida la asegurada y la no asegurada).<br />

Comportamiento de las erogaciones por atención médica<br />

a la salud<br />

En países miembros de la OCDE, el perfil <strong>del</strong> gasto unitario<br />

anual por grupos de edad (expresado como porcentaje<br />

<strong>del</strong> PIB per cápita) presenta valores elevados en las<br />

primeras etapas de la vida (cero a diez años); después de<br />

estabilizarse un poco (aproximadamente durante 5 años),<br />

aumenta en forma gradual y alcanza valores máximos<br />

en las edades avanzadas. En las proximidades de los 80<br />

ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />

años llega nuevamente a una situación de estabilidad y en<br />

algunos casos hasta desciende ligeramente.<br />

Otro elemento importante respecto a la estructura de gastos<br />

por grandes grupos de edad es la relación <strong>del</strong> índice de gasto<br />

unitario para la población de 65 años o más respecto al de<br />

edades menores a ese límite (tomando como base igual a<br />

100 el valor que corresponda al grupo de cero a 64 años o<br />

el de 15 a 64 años). A partir de análisis realizados también<br />

por la OCDE, se advierte que la relación más elevada se<br />

da en países desarrollados como Suiza, Australia, Estados<br />

Unidos, Países Bajos y Japón (con valores <strong>del</strong> índice que<br />

se ubican en un rango de 400 a 479). En el otro extremo<br />

se encuentran Portugal y México (con valores de 169 y<br />

170), aunque para este último la base <strong>del</strong> índice es distinta<br />

(el grupo de 15 a 64 años) (ver gráfica 1).<br />

Gráfica 1. Índice de gastos de atención a la salud para el grupo<br />

de 65 años o más en países miembros de la OCDE (base =100 el<br />

grupo de 0 a 64 años, excepto México que se refiere al grupo de<br />

15 a 64 años). Fuente: Elaboración propia a partir de Ageing in<br />

OECD Countries (1997) y Estudios de la OCDE <strong>sobre</strong> Sistemas<br />

de <strong>Salud</strong>: México”(2005).<br />

En contraste con los dos conceptos antes referidos (perfil<br />

de gastos unitarios por grupo de edad e índice <strong>del</strong> gasto<br />

unitario para 65 años o más), el IMSS utiliza una curva de<br />

gastos unitarios por grupo de edad que no se estabiliza en<br />

edades cercanas a los 80 años, según el Informe al Ejecutivo<br />

Federal y al Congreso de la Unión <strong>sobre</strong> la Situación<br />

Financiera y los Riesgos <strong>del</strong> Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social 2009-2010 (IEF, 2010), sino que mantiene una<br />

tendencia progresiva de aumento (ver gráfica 2), por lo<br />

que al aplicar ese patrón de gastos a una estructura por<br />

edades igual a la estimada por el Consejo <strong>Nacional</strong> de<br />

135


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Gráfica 2. Costos médicos unitarios anuales, promedio y por<br />

grupo edad.<br />

Población (CONAPO) para 2009 (para la población total<br />

<strong>del</strong> país), el índice de gasto unitario anual <strong>del</strong> grupo de 65<br />

años o más, respecto al de cero a 64 años, resulta un valor<br />

de 644, lo cual supera en 34% al nivel que estima la OCDE<br />

para Japón, que es el país con el índice más elevado (479).<br />

Con este patrón de costos unitarios, el IMSS ubica al grupo<br />

de 65 años o más en una posición relativa por arriba de lo<br />

estimado en distintos países desarrollados.<br />

Por otra parte y para efectos de contabilizar el gasto público<br />

en salud, el IMSS incluye el prorrateo de algunos conceptos<br />

como el pago de pensiones a sus propios trabajadores<br />

(régimen de jubilaciones y pensiones, conocido por<br />

sus siglas como RJP). De ese gasto total, una parte le<br />

corresponde al seguro de gastos médicos de pensionados<br />

(GMP). Cabe aclarar que no todos los pensionados son<br />

de la tercera edad, ya que hay otros tipos de pensiones,<br />

como invalidez, riesgos de trabajo, viudez y ascendencia,<br />

cuyo número es similar a las de cesantía y vejez. Sería muy<br />

conveniente conocer cuántos de ellos son personas de<br />

edad avanzada, pues seguramente su porcentaje superaría<br />

al 51% que se puede calcular de manera directa para 2009<br />

(solamente de las pensiones de cesantía y vejez).<br />

El porcentaje con que se ha afectado al ramo de GMP<br />

en el periodo 1997-2009 por efectos <strong>del</strong> RJP ha tenido<br />

variaciones que no se corresponden con un patrón definido<br />

(ver gráfica 3), por lo que resulta cuestionable la forma<br />

como se realiza este prorrateo. Además, la magnitud <strong>del</strong><br />

impacto es significativa puesto que los pagos <strong>del</strong> RJP han<br />

crecido de manera muy acelerada (a una tasa de 22.3%<br />

real en el periodo 1997-2009), las obligaciones futuras<br />

por este concepto constituyen el pasivo más cuantioso<br />

<strong>del</strong> IMSS (1.853 billones de pesos) y, de continuar con la<br />

136<br />

Gráfica 3. Porcentaje de las erogaciones anuales <strong>del</strong> RJP<br />

prorrateadas a Gasto Médico de Pensionados. Fuente: Estado<br />

de Ingresos y Gastos por Ramo de Seguro (distintos años).<br />

Memoria Estadística 2009. IMSS (2010).<br />

práctica actual, una parte de las erogaciones se registraría<br />

como si se tratara de un beneficio directo a la población en<br />

edades avanzadas, aunque no medie acción médica alguna.<br />

Para dar una idea de la magnitud en números absolutos de<br />

las afectaciones recientes por efecto <strong>del</strong> RJP, <strong>del</strong> pago total<br />

de pensiones a trabajadores <strong>del</strong> IMSS por 32 844 millones<br />

de pesos en 2009, se cargaron al ramo de GMP 6 734<br />

millones de pesos (20.5%).<br />

Esperanza de vida de la población pensionada<br />

El IMSS utiliza dos bases biométricas para proyectar las<br />

erogaciones de largo plazo, según lo describe en el IEF<br />

2010. Una de ellas es la de <strong>sobre</strong>vivencia de pensionados<br />

cuyas probabilidades se establecen en la Circular S-22.2<br />

emitida el 19 de noviembre de 2009 por la Comisión<br />

<strong>Nacional</strong> de Seguros y Fianzas (CNSF, 2009).<br />

Las probabilidades contenidas en la circular citada son de<br />

carácter obligatorio para efectos de los cálculos que se<br />

realicen para quienes estén sujetos a las nuevas condiciones<br />

para pensionarse según las reformas a las leyes <strong>del</strong> IMSS<br />

(en 1995) e ISSSTE (en 2007) y de facto se convierten<br />

en la referencia oficial respecto a las esperanzas de vida de<br />

la población nacional, para efectos de la seguridad social.<br />

No obstante que se trata de una referencia oficial, el<br />

comportamiento que se observa en la mortalidad entre<br />

hombres y mujeres da la impresión que se trata de grupos<br />

poblacionales distintos. Por otra parte, lo que tiene mayor<br />

repercusión para efectos de costo son, de hecho, las<br />

esperanzas de vida que rebasan ampliamente las estimadas<br />

incluso para países desarrollados, según cálculos de las<br />

Naciones Unidas.


En términos más puntuales y con base en referencias<br />

nacionales, los 20.91 años de esperanza de vida que<br />

resulta para los hombres en 2009 según las tablas de la<br />

CNSF, supera en 24.3% a los 16.81 años estimados<br />

por el CONAPO para el periodo 2020-2025. Para el<br />

caso de las mujeres, la comparación, con base en las<br />

mismas referencias, es de 23.59 contra 18.36 años, de<br />

lo que resulta una diferencia porcentual de 28.5%. Estos<br />

porcentajes tendrían un efecto más que proporcional en<br />

los costos de atención a la salud, si se aplicara un perfil<br />

de costos progresivos en función de la edad como el que<br />

utiliza el IMSS.<br />

Revelación de las obligaciones por atención a la salud de la<br />

población pensionada<br />

El IMSS no incluye dentro <strong>del</strong> renglón de pasivos de sus<br />

estados financieros la estimación actual de las erogaciones<br />

futuras para la atención médica de la salud de los<br />

pensionados. No obstante, en el IEF 2010 se consigna el<br />

valor <strong>del</strong> pasivo neto por este concepto para los próximos<br />

50 años (descontando futuras aportaciones), que es de<br />

5.2 billones de pesos y equivale a 3 veces el monto <strong>del</strong><br />

pasivo neto <strong>del</strong> RJP, lo que destaca la gran importancia<br />

de este concepto y de que su cálculo se haga de la mejor<br />

manera posible. Las conclusiones de este apartado señalan<br />

que los costos unitarios anuales de atención a la salud que<br />

fueron utilizados en las proyecciones <strong>del</strong> IMSS superan<br />

significativamente el nivel que estiman diversas naciones<br />

de la OCDE y (probablemente) <strong>sobre</strong>estiman el gasto en<br />

las edades avanzadas.<br />

El prorrateo <strong>del</strong> gasto de pensiones de los trabajadores <strong>del</strong><br />

IMSS (RJP) a los gastos médicos de pensionados incide<br />

tanto en un registro de gastos como en un pasivo que están<br />

ambos desvinculados de la atención directa a la salud.<br />

El efecto de utilizar en las proyecciones de largo plazo<br />

las esperanzas de vida conforme a la Circular S-22.2 de<br />

la CNSF da lugar a elevados niveles de gasto por el doble<br />

efecto de más años de vida en edades avanzadas y costos<br />

progresivos en función de la edad.<br />

Ante la insuficiencia de reservas y de mecanismos<br />

financieros para solventar los gastos de atención a la<br />

salud para población envejecida y la magnitud de tales<br />

obligaciones, se advierte una situación muy complicada para<br />

que las instituciones gubernamentales (particularmente el<br />

IMSS) puedan enfrentar el reto por sí mismas.<br />

CONCLUSIONES GENERALES<br />

ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />

Los temas expuestos no son exhaustivos, sino que<br />

pretenden llamar la atención <strong>sobre</strong> la interacción entre<br />

el envejecimiento y la salud desde cinco perspectivas y<br />

problemáticas distintas. A continuación se mencionan las<br />

principales conclusiones <strong>del</strong> grupo respecto a lo abordado<br />

en la mesa.<br />

El grupo de adultos mayores es el más heterogéneo tanto<br />

en sus condiciones económicas, sociales, familiares y de<br />

salud, pues la cantidad y naturaleza de sucesos vividos los<br />

hace profundamente diferentes entre sí.<br />

Cada vez con mayor fuerza se advierte <strong>sobre</strong> las<br />

consecuencias a medio y largo plazo que tendrá el proceso<br />

de envejecimiento demográfico en México, con cambios<br />

en las demandas sociales, en las relaciones familiares y<br />

en las presiones económicas y de salud que tendrán que<br />

enfrentar las familias y las instituciones públicas. Aumenta<br />

así la importancia <strong>del</strong> tema <strong>del</strong> envejecimiento en los<br />

foros académicos y gubernamentales para conocer las<br />

características de este grupo de población.<br />

En las edades avanzadas, la presencia de enfermedades<br />

crónicas hace que las tasas de morbilidad sean mayores y<br />

que se requiera de una mayor atención médica. La escasez<br />

de recursos y el incremento de la población envejecida<br />

imponen severas dificultades para los sistemas de salud.<br />

Respecto al estado de salud en las edades avanzadas,<br />

algunas investigaciones (Viveros, 2001; Palloni, Pinto y<br />

Peláez, 2002) señalan que en el futuro próximo, el estado<br />

de salud y las limitaciones funcionales entre la población<br />

envejecida podrían empeorar o que, en todo caso, el<br />

aumento absoluto y relativo de la población de 60 años y<br />

más, y especialmente de los más viejos, repercutirá en un<br />

aumento sostenido en demandas de atención a la salud. En<br />

ese sentido, Ham Chande (2003) señala que el aspecto<br />

<strong>del</strong> envejecimiento que tendrá las mayores consecuencias<br />

en lo económico y en lo social será el relacionado con<br />

morbilidad y la no letalidad de las enfermedades y, por lo<br />

tanto, es el que impondrá los mayores retos.<br />

137


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Ante estos hechos, se propone realizar un análisis mucho<br />

más profundo. Si las personas mayores de 60 años se<br />

reportan como los responsables de las altas tasas de uso<br />

de servicios de salud, es muy probable que las causas se<br />

deriven de la incapacidad <strong>del</strong> propio sistema de salud de<br />

responder a las necesidades de los ancianos. Se desconoce<br />

cuál ha sido y será el curso de las tasas de discapacidad en<br />

ancianos y si los gastos en salud se incrementan debido a<br />

la cercanía a la muerte o por la edad misma.<br />

Por lo tanto, es indispensable analizar el efecto<br />

independiente de las enfermedades crónicas y <strong>del</strong><br />

envejecimiento; tomando en consideración diferentes<br />

escenarios que integren control y descontrol de la<br />

enfermedad, el incremento en costos de tecnología,<br />

incluidos medicamentos y las hospitalizaciones; además<br />

se debe analizar aquella proporción de ancianos que se<br />

mantienen funcionales y en buen estado de salud contra<br />

aquella proporción mucho menor de severa discapacidad.<br />

En cuanto al papel <strong>del</strong> individuo y la familia en los costos<br />

de atención a la salud, existe hoy una discrepancia entre<br />

la estructura emergente de necesidades y la organización<br />

sociosanitaria. No estamos frente a un fenómeno transitorio<br />

y la suscripción individual de planes de pensiones y salud y la<br />

prestación de servicios por el mercado o la “familiarización”<br />

de las responsabilidades <strong>del</strong> bienestar social, pueden<br />

tener un costo tan alto como su colectivización (Esping-<br />

Andersen, 2001). Conocer la naturaleza, la dimensión y<br />

el significado de estos costos sociales <strong>del</strong> envejecimiento<br />

para los individuos y la familia, y lo que pueden representar<br />

de una generación a otra, hace necesario impulsar políticas<br />

capaces de eliminar incertidumbres, riesgos y aliviar la carga<br />

social internalizada por los hogares y garantizar un mejor<br />

bienestar social en un marco de justicia social. Es urgente<br />

promover proyectos de investigación capaces de generar<br />

nuevos conocimientos en torno a esa realidad, y que sean<br />

investigaciones articuladas con las instancias públicas y de<br />

la sociedad civil, nacionales, de los estados y municipios,<br />

de forma tal que se involucre a actores que, con diferentes<br />

perspectivas, participan e influyen en la toma de decisiones<br />

y en la puesta en marcha de las mismas.<br />

Es importante realizar estudios <strong>sobre</strong> este tema ya que nos<br />

permitirá analizar y planificar los costos actuales y futuros, lo<br />

que hará posible la elaboración de medidas para determinar<br />

la cantidad, calidad y distribución de los servicios de salud<br />

138<br />

para establecer equipos interdisciplinarios necesarios para<br />

analizar el impacto de los costos en la atención a la salud.<br />

En los servicios de salud surgen algunas preguntas: ¿Cómo<br />

incluimos el costo (individual, a nivel hogar y social) de<br />

que un importante número de personas en edad productiva<br />

dejen el trabajo, los estudios, etc., por cuidar a un padre,<br />

abuelo, que requiere atención personal o de salud? ¿Cómo<br />

tomar en cuenta el costo general de lo que implican los<br />

cuidados informales que ahora se realizan en el hogar?<br />

¿Cómo estimar el costo de la ausencia de los cuidadores<br />

informales en el futuro?<br />

ACCIONES A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO<br />

En el corto plazo se acordó una reunión con los expertos de<br />

la mesa para dar seguimiento a los temas expuestos.<br />

En el mediano y largo plazo se pretende concretar un<br />

proyecto de investigación cuyo objetivo principal se centre<br />

en los costos de atención a la salud y envejecimiento.<br />

También se planteó la conveniencia de que el Instituto de<br />

Geriatría encabece un esfuerzo para homologar las bases<br />

biométricas, parámetros e hipótesis que se utilizan tanto<br />

para efecto de registro de las erogaciones por atención<br />

médica a la salud de la población en edades avanzadas,<br />

como para las proyecciones de largo plazo.<br />

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139


GRUPO DE TRABAJO<br />

Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados<br />

de largo plazo para adultos<br />

mayores en México<br />

Coordinador:<br />

Carlos D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers,<br />

Hospital ABC<br />

Relatora:<br />

Mariana López Ortega,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

Abel Barragán Berlanga,<br />

Instituto Tecnológico y de Estudios<br />

Superiores de Monterrey<br />

Ivonne Becerra Laparra,<br />

Hospital Médica Sur<br />

Miguel Flores Castro,<br />

Hospital Civil de Guadalajara<br />

Carmen García Peña,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Fabián Gutiérrez Ross,<br />

Grupo EULEN-México<br />

Víctor López Segura,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Alejandro Montiel,<br />

Hospital Español<br />

Luz Esther Rangel López,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas<br />

Mayores<br />

Irán Roldán de la O,<br />

Servicios de <strong>Salud</strong> Pública,<br />

Gobierno <strong>del</strong> Distrito Federal<br />

Pedro Valdés Corchado,<br />

Instituto para la Atención de los Adultos<br />

Mayores, Gobierno <strong>del</strong> Distrito Federal<br />

Sergio Valdés Rojas,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas<br />

Mayores


INTRODUCCIÓN<br />

Para el año 2050, se espera que México complete su<br />

proceso de transición demográfica, lo cual implicará<br />

que aproximadamente uno de cada cuatro mexicanos<br />

tenga 60 años y más (Partida Bush, 2004). En los<br />

últimos cincuenta años, la esperanza de vida se ha más<br />

que duplicado al pasar de 36.9 años para las mujeres<br />

y 34.9 para los hombres en 1950 a 77.8 y 73.1 años,<br />

respectivamente, en 2010 (CONAPO, 2010). Sin duda,<br />

esto es el resultado <strong>del</strong> éxito de distintas políticas de salud,<br />

seguridad social y desarrollo social llevadas a cabo desde<br />

inicios <strong>del</strong> siglo pasado, las cuales a su vez implican grandes<br />

y muy diversos retos para los sistemas de atención social<br />

y de salud, para las familias y para la sociedad en general.<br />

Como la mayoría de los países de América Latina, México<br />

experimenta lo que los expertos llaman una transición<br />

epidemiológica mixta, con una creciente prevalencia de<br />

enfermedades crónicas y una marcada disminución en<br />

enfermedades infecto-contagiosas en algunas regiones<br />

<strong>del</strong> país, a la vez que padece de tasas de incidencia de<br />

enfermedades infecto-contagiosas moderadas y altas en<br />

otras regiones. Estas diferencias entre estados/regiones<br />

y ámbitos –urbano y rural–, se deben en mayor medida<br />

a retrasos en el crecimiento económico y marcadas<br />

inequidades en desarrollo social y económico (Palloni,<br />

Pinto-Aguirre y Peláez, 2002).<br />

Las estrategias de atención y servicios especializados para<br />

adultos mayores en México son escasas y están atomizadas<br />

entre las diferentes instituciones que las brindan. En<br />

cuestiones de salud, por ejemplo, los adultos mayores<br />

tienen acceso a los servicios al igual que el resto de los<br />

grupos de población, a través <strong>del</strong> sistema de salud formado<br />

por las instituciones de seguridad social, la Secretaría de<br />

<strong>Salud</strong> y el sector privado (lucrativo y no lucrativo). Sin<br />

embargo, en cuanto a servicios de cuidados de largo plazo<br />

y otros servicios sociales, la disponibilidad es escasa.<br />

La Organización Mundial de la <strong>Salud</strong> (WHO, por sus siglas<br />

en inglés) define los cuidados de largo plazo (long-term<br />

care) como aquellos cuidados que se realizan ya sea en<br />

instituciones o en el hogar, de manera formal –con un<br />

costo o pago por el servicio– o informal –sin ninguna<br />

contribución o pago– para aquellos que no son capaces de<br />

realizar el autocuidado o cuidarse de manera independiente<br />

142<br />

en el largo plazo. Estos cuidados pueden ser realizados ya<br />

sea por cuidadores formales-profesionales o cuidadores<br />

informales (familia, amigos, vecinos, etc.), e incluye una<br />

gran variedad de servicios como cuidados personales, apoyo<br />

con actividades instrumentales de la vida diaria, cuidados<br />

médicos especializados, entre otros (WHO, 2002).<br />

Tomando en cuenta esta definición, es claro que los<br />

servicios públicos de este tipo en México son escasos. Las<br />

prácticas de atención a los adultos mayores que hasta hoy<br />

se han establecido en el país son esfuerzos fragmentados<br />

que generalmente no surgieron de una planeación<br />

conceptual y estratégica basada en necesidades, de las<br />

cuales no tenemos prácticamente ninguna evaluación para<br />

conocer sus costos y beneficios, ni su impacto real en el<br />

bienestar de los adultos mayores. Por otro lado, gran parte<br />

de la responsabilidad y carga de servicios personales, apoyo<br />

en actividades instrumentales e incluso servicios médicos<br />

básicos se realiza en los hogares por familiares, vecinos o<br />

amigos. Si bien este apoyo ha resultado fundamental en la<br />

salud y bienestar de los adultos mayores, es probable que<br />

factores sociales tales como los cambios en la estructura<br />

de los hogares y la migración ocasionen que en el futuro<br />

cercano muchos adultos y adultos mayores no cuenten con<br />

el apoyo que requieren (Zúñiga Herrera y García, 2008).<br />

Adicionalmente, el sector privado (lucrativo y no lucrativo)<br />

ha desarrollado algunos servicios, <strong>sobre</strong> todo centros de<br />

día, albergues, asilos o residencias para adultos mayores<br />

sanos. Estos establecimientos ofrecen desde actividades<br />

recreativas, promoción de la salud y puntos de encuentro<br />

entre los mayores, hasta servicios de institucionalización<br />

que incluyen estancia, comidas, servicios médicos, etc.,<br />

y en general admiten únicamente a personas que aún se<br />

encuentran en buen estado de salud. Los servicios de este<br />

tipo que se ofrecen dentro <strong>del</strong> sector privado-lucrativo, al<br />

igual que los de salud, sólo son accesibles a un porcentaje<br />

muy pequeño de la población. Finalmente, algunas<br />

instituciones públicas como el Sistema <strong>Nacional</strong> para el<br />

Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y los gobiernos<br />

locales ofrecen albergues para personas en condiciones de<br />

abandono.<br />

Desafortunadamente, los sectores de salud y desarrollo<br />

social no han avanzado en regular o generar normas que<br />

establezcan claramente los lineamientos o requerimientos<br />

bajo los cuales estas instituciones deben funcionar.


Además, tampoco existen lineamientos ni estrategias<br />

de supervisión de los mismos. Al no haber un directorio<br />

o padrón integral de las instituciones o establecimientos<br />

que brindan servicios a adultos mayores –ni a nivel<br />

nacional ni estatal/municipal– tanto los usuarios como las<br />

autoridades carecen de información <strong>sobre</strong> las instituciones<br />

más allá de sus datos de contacto y los servicios básicos<br />

que proporcionan.<br />

En otros países donde el proceso de envejecimiento<br />

inició hace décadas se han generado distintas estrategias<br />

y programas de atención para adultos mayores. Desde<br />

estrategias que implican la institucionalización de las<br />

personas sólo por llegar a cierta edad, sin importar su<br />

estado de salud, hasta otros que focalizan sus esfuerzos<br />

en llevar servicios a los hogares para mantener a los<br />

adultos mayores independientes y semindependientes<br />

viviendo en su comunidad. En general, las estrategias<br />

menos medicalizadas y enfocadas a una atención en el<br />

hogar requieren menores costos y mayor satisfacción de<br />

los adultos mayores que las opciones de hospitalización e<br />

institucionalización.<br />

Por lo anterior, es claro que en México resulta indispensable<br />

comenzar la planeación de estrategias de atención para<br />

los adultos mayores. Reconociendo que no hablamos<br />

de una población homogénea, sino de un mosaico de<br />

infinitas combinaciones y características, será necesario<br />

pensar en estrategias diversificadas que puedan dar<br />

atención tanto a adultos mayores que están sanos,<br />

como a aquellos que presentan cuadros de comorbilidad,<br />

enfermedad, discapacidad, etc. Adicionalmente, se deberá<br />

pensar en estrategias y programas que permitan atender<br />

a adultos mayores que se encuentran en condiciones de<br />

vulnerabilidad, pobreza y exclusión social.<br />

OBJETIVOS DE LA MESA<br />

1. Reflexionar <strong>sobre</strong> el mo<strong>del</strong>o ideal de atención a los<br />

adultos mayores, en especial el referido a cuidados<br />

prolongados.<br />

2. Identificar distintos servicios de cuidados prolongados<br />

que presten atención ya sea en el hogar, en residencias,<br />

en hospitales para enfermos crónicos, etc.<br />

3. Identificar y definir el tipo y forma de los distintos apoyos<br />

sociales y personales que deberían establecerse para<br />

alcanzar la mejor calidad de vida posible en las personas<br />

MODELOS DE ATENCIÓN Y CUIDADOS DE LARGO PLAZO<br />

adultas mayores, lograr que sean independientes el<br />

mayor tiempo posible y, fundamentalmente, tener un<br />

impacto positivo en su bienestar.<br />

TRABAJO DEL GRUPO<br />

Como parte <strong>del</strong> trabajo <strong>del</strong> grupo de invitados, se<br />

presentaron algunas propuestas de mo<strong>del</strong>os adecuados<br />

de atención para adultos mayores. Los participantes<br />

ofrecieron recomendaciones generales, así como algunas<br />

propuestas más desarrolladas.<br />

Un acuerdo generalizado fue la necesidad de lograr atención<br />

universal para los adultos mayores, basada en estrategias<br />

nuevas establecidas de acuerdo con distintos niveles de<br />

necesidad <strong>del</strong> adulto mayor y, por ende, de acuerdo con<br />

diversas características y niveles de complejidad en el<br />

cuidado o servicio a proveer.<br />

Así, se deberán generar programas de atención que cubran<br />

desde el individuo robusto hasta el más frágil, acorde<br />

con sus necesidades y con programas para condiciones<br />

específicas como la demencia. Es necesario también que<br />

las instituciones públicas y de seguridad social desarrollen<br />

esquemas de financiamiento innovadores para proveer<br />

servicios de atención de largo plazo a adultos mayores<br />

con dependencia moderada o severa y que no cuenten<br />

con redes sociales de apoyo. Finalmente, se recomendó<br />

el establecimiento de servicios basados en la valoración<br />

gerontológica y que se adapten a las necesidades <strong>del</strong> adulto<br />

mayor y sus redes de apoyo informal.<br />

Las propuestas presentadas mencionan la necesidad de<br />

generar mo<strong>del</strong>os de atención con un enfoque preventivo, de<br />

promoción de la salud, así como de prevención o eliminación<br />

de riesgos y hábitos no saludables relacionados con<br />

enfermedades crónico-degenerativas y sus consecuencias.<br />

Para esto se propone realizar campañas más efectivas de<br />

información y de promoción <strong>del</strong> autocuidado y de los estilos<br />

de vida saludable, enfocados no solamente a la adultez<br />

mayor sino también a etapas tempranas, de tal manera<br />

que se alcance el objetivo de contar con una población que<br />

envejezca de forma saludable.<br />

Como punto importante, los expertos coinciden en<br />

la creación de estrategias de apoyo para los cuidados<br />

prolongados que los familiares llevan a cabo en el hogar.<br />

143


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Dichas estrategias deberán planearse también de acuerdo<br />

con las necesidades de cada individuo, es decir, desde<br />

aquellos que sólo requieren apoyo en alguna actividad<br />

instrumental hasta quienes requieren cuidados mayores,<br />

tratando de evitar su institucionalización. Esto se pudiera<br />

lograr mediante la generación de programas de atención<br />

médica domiciliaria por una parte y, por otra, mediante<br />

el apoyo a y la coordinación con las residencias de día,<br />

albergues, asilos, etc.<br />

En cuanto a los programas de atención domiciliaria, se<br />

requerirá ofrecer información generalizada en los hogares<br />

<strong>sobre</strong> la importancia de tener hábitos saludables para lograr<br />

un envejecimiento exitoso. Para aquellos que ya tienen un<br />

familiar enfermo al que tienen que cuidar, se requieren, por<br />

una parte, esfuerzos de capacitación <strong>sobre</strong> la enfermedad<br />

<strong>del</strong> paciente, la esperada progresión de la misma, los<br />

cuidados necesarios y la forma adecuada de realizarlos,<br />

de preferencia con capacitación en el hogar por personal<br />

calificado (enfermeras) para lograr la mejor transferencia<br />

<strong>del</strong> conocimiento.<br />

Por otra parte, se requerirá de apoyo (monetario, mobiliario,<br />

recursos humanos) para los pacientes agudos o en estado<br />

terminal, ya que son quienes ocasionan mayor carga en los<br />

hogares, tanto económica como emocional. Finalmente,<br />

en cuanto al apoyo a los familiares, se podrá pensar en<br />

estrategias de apoyo a los cuidadores con actividades o<br />

días de respiro, terapia o grupos de apoyo.<br />

Se consideró como prioridad el trabajo y coordinación con<br />

las instituciones que brindan apoyo a los adultos mayores<br />

que no tienen un hogar o que ya no pueden vivir de forma<br />

independiente para garantizar el bienestar de quienes ya<br />

se encuentran en estas instituciones, ya que es de esperar<br />

que éstas se requieran en mayor número en un futuro ya<br />

no lejano.<br />

A continuación se presentan, a manera de resumen,<br />

distintas recomendaciones de atención por nivel de<br />

necesidad o dependencia y por tipo de servicios que se<br />

prestarían conforme a los trabajos presentados.<br />

144<br />

1. Atención a individuos con nivel de dependencia<br />

bajo<br />

Intramuros: Enfoque preventivo y de promoción a la salud<br />

en el primer nivel de atención; capacitación en Geriatría<br />

a médicos <strong>del</strong> primer nivel (medicina general y medicina<br />

familiar) para lograr una mejor atención acorde con las<br />

necesidades y complejidad <strong>del</strong> paciente geriátrico.<br />

Extramuros: Campañas de información en autocuidado y<br />

hábitos saludables; apoyo en el domicilio; desmedicalización<br />

y desinstitucionalización de los servicios de atención<br />

primaria, insertando a la enfermera gerontóloga para que<br />

realice visitas domiciliarias (salud pública preventiva y<br />

seguimiento a pacientes); visitas o campañas en centros de<br />

día a los que acuden los adultos mayores independientes;<br />

actividades para los adultos mayores que les permitan<br />

continuar siendo miembros activos de su comunidad.<br />

2. Atención a individuos con nivel de dependencia<br />

medio<br />

Intramuros: Incorporación de médicos geriatras que<br />

apoyen en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes<br />

hospitalizados que presenten síndromes geriátricos<br />

adicionales al motivo de internamiento; identificación de<br />

pacientes que no cuenten con redes de apoyo para poder<br />

brindarles el apoyo que requieren; vigilancia de síntomas de<br />

riesgo: caídas, fragilidad, etc.<br />

Extramuros: Desarrollo de servicios en el domicilio con<br />

insumos como la teleasistencia, apoyo en el hogar con<br />

mobiliario o accesorios que faciliten la accesibilidad y<br />

movilidad. Asimismo, apoyo con visitas médicas y/o<br />

de enfermería especializada en Gerontología-Geriatría<br />

o cuidadores (profesionalización de servicios) según lo<br />

requiera el adulto mayor. Establecer (o fortalecer) mo<strong>del</strong>os<br />

de atención hospitalaria para pacientes agudos tales como<br />

hospitales de día, hospital en casa y rehabilitación en el<br />

domicilio.<br />

3. Atención a individuos con nivel de dependencia<br />

alto<br />

Intramuros: Implementar servicios de alta especialidad<br />

en Geriatría en las unidades hospitalarias de tercer nivel;<br />

establecer o fortalecer clínicas y/o hospitales de día,


servicios de hospital en casa para enfermos terminales,<br />

servicios de residencia de noche y servicios de rehabilitación<br />

o larga estancia para pacientes crónicos y agudos.<br />

Extramuros: Atención domiciliaria basada en apoyo con<br />

infraestructura, mobiliario o aparatos para enfermos agudos<br />

o terminales, apoyo de cuidadores en casa y servicios<br />

médicos y de enfermería especializados.<br />

Los integrantes de este grupo de trabajo pertenecen<br />

a diversas instituciones y tienen gran variedad de<br />

experiencias profesionales. A los invitados iniciales, se<br />

sumaron investigadores de gran trayectoria, representantes<br />

de instituciones privadas, funcionarios de instituciones<br />

públicas tanto a nivel federal como local, directivos de<br />

hospitales, universidades, y de otras instituciones que<br />

brindan servicios para adultos mayores.<br />

Dentro <strong>del</strong> grupo ampliado de asistentes a las jornadas de<br />

trabajo de la mesa se contó con colegas de cinco estados<br />

de la república: Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Estado de<br />

México, Baja California y el Distrito Federal.<br />

Otro punto que se discutió ampliamente fue la conveniencia<br />

de trabajar en la identificación de las necesidades en<br />

cuanto a recursos humanos, materiales y financieros<br />

requeridos para lograr servicios óptimos de acuerdo con<br />

el tipo de servicio y la población objetivo que se atiende,<br />

para elaborar, a partir de manuales o “guías de atención<br />

y cuidado”, así como una estrategia de evaluación de<br />

impacto y de costo-beneficio que permitan dar continuidad<br />

a los servicios, supervisarlos y, de ser necesario, identificar<br />

necesidades o cambios requeridos y posibles formas de<br />

apoyo para que logren dichos cambios.<br />

REFLEXIONES SOBRE EL TRABAJO DEL GRUPO<br />

EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO<br />

Derivado de la discusión y reflexiones <strong>del</strong> grupo, se<br />

estableció la conveniencia de trabajar por la obtención<br />

de un padrón de instituciones que brindan atención a los<br />

adultos mayores fuera de los servicios médicos, es decir,<br />

asilos, centros de día, residencias de larga estadía, etc.<br />

Si bien el Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas<br />

Mayores (INAPAM) ha iniciado un esfuerzo de registro<br />

voluntario de organizaciones en su sitio de internet, la<br />

MODELOS DE ATENCIÓN Y CUIDADOS DE LARGO PLAZO<br />

información solicitada es básica incluyendo solamente<br />

información de contacto (dirección, teléfono, etc.), horario<br />

de atención, servicios ofrecidos y los datos <strong>del</strong> responsable<br />

de la organización.<br />

Se discutió la preocupación por complementar esta<br />

información, así como lo poco que hasta ahora se sabe de<br />

algunos centros o de lo que se puede obtener de manera<br />

pública (a través de las páginas de internet, por ejemplo).<br />

De tal forma, como primer punto de acuerdo se estableció<br />

la necesidad de contar con un diagnóstico integral de<br />

los servicios que actualmente están disponibles, tanto<br />

en el ámbito público como en el privado (lucrativo y<br />

no lucrativo), así como su impacto en la atención y,<br />

finalmente, en el bienestar de los adultos mayores <strong>del</strong> país.<br />

De igual manera, se consideró indispensable determinar<br />

sus costos y el impacto que tienen en el bienestar de los<br />

adultos mayores. Será necesario definir lo anterior tanto<br />

para cuidados en instalaciones médicas, e instituciones de<br />

larga estancia, como en el hogar.<br />

Lo anterior permitirá a los adultos mayores, sus familiares,<br />

los médicos y otros prestadores de servicios contar con un<br />

“padrón” de referencia que se pueda utilizar para obtener<br />

información de los servicios disponibles o como punto<br />

de referencia para el personal de salud, seguridad social y<br />

desarrollo social que trabaja con adultos mayores.<br />

En este sentido, se decidió trabajar en un cuestionario para<br />

recopilar la información necesaria que permita formular<br />

este padrón de instituciones. Asimismo, se discutirán<br />

entre los integrantes <strong>del</strong> grupo, las distintas opciones<br />

para el levantamiento de la información. Se espera que<br />

el cuestionario cuente, por lo menos, con la siguiente<br />

información: ficha de identificación y datos generales, tipo<br />

de financiamiento, características de la población que se<br />

atiende, características de ingreso/atención, servicios que<br />

proporciona, infraestructura y recursos humanos con que<br />

cuenta.<br />

Sobre la necesidad de contar con “guías” o “manuales”<br />

de atención a adultos mayores, de aplicación por parte de<br />

las instituciones de salud y de asistencia social de todo<br />

el país, se discutió la importancia de contar con alguna<br />

modalidad de “certificación” de estas instituciones, no<br />

con el afán de sancionar sino de homologar los servicios,<br />

145


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

identificar necesidades y posibles opciones para apoyarlas,<br />

y fundamentalmente, para asegurar el bienestar de los<br />

adultos mayores que en ellas se atienden.<br />

Un resultado concreto <strong>del</strong> trabajo <strong>del</strong> grupo fue la<br />

conformación de cuatro subgrupos que se ocuparán<br />

de identificar las características que deben de tener los<br />

servicios ofrecidos a los adultos mayores con la finalidad<br />

de comenzar el trabajo de guías o lineamientos básicos<br />

necesarios para la operación de cada tipo de servicio/<br />

institución. Se definieron responsables para cada uno de<br />

los subgrupos. A cada grupo se podrán sumar personas<br />

o expertos dispuestos a aportar sus conocimientos y<br />

experiencias.<br />

Tras discutir la necesidad de definir el concepto de cuidados<br />

de largo plazo, se acordó considerarlos como un continuo<br />

de la atención <strong>del</strong> adulto mayor, donde el nivel de atención<br />

varía y cambia de acuerdo con las condiciones sociales y de<br />

salud particulares <strong>del</strong> individuo.<br />

Se consideraron cuatro formas de atención a partir de los<br />

cuales se crearon cuatro grupos:<br />

1. Hospitalaria (rehabilitación, cuidados terminales<br />

especiales)<br />

2. Residenciales (residencias, casas de reposo, albergues,<br />

asilos, etc.)<br />

3. Servicios diurnos (centros de día, clubes de la tercera<br />

edad, centros especializados, por ejemplo, de<br />

Alzheimer)<br />

4. Atención domiciliaria<br />

Los subgrupos tendrán la labor de definir las características<br />

de cada una de las alternativas de cuidado, realizar<br />

una definición de los diferentes espacios de servicios,<br />

especificar las características de las personas que laboran<br />

en dichas áreas y las instalaciones de las mismas, así como<br />

especificaciones particulares que se consideren necesarias.<br />

Esto sin olvidar los aspectos de evaluación de los mismos,<br />

con la finalidad de contar con una especie de lineamientos<br />

o guías de mejores prácticas en dichas instituciones.<br />

146<br />

REFERENCIAS<br />

Brodsky, J., Habib, J. y M.J. Hirschfeld (eds.) (2002).<br />

Long-term Care in Developing Countries: Ten<br />

Cases Studies. Ginebra, World Health Organization<br />

(Collection on long-term care).<br />

Brodsky, J., Habib, J. y M.J. Hirschfeld (eds.) (2003). Key<br />

policy issues in long-term care. Ginebra, World Health<br />

Organization (Collection on long-term care).<br />

CONAPO (2010). En 2010, la esperanza de vida de los<br />

mexicanos es de 75 años. Boletín 05/2010. Consejo<br />

<strong>Nacional</strong> de Población, México, 7 de abril.<br />

Palloni, A., Pinto-Aguirre, G. y Peláez, M. (2002).<br />

Demographic and Health Conditions of Ageing in<br />

Latin America and the Caribbean. International<br />

Journal of Epidemiology, 31, pp. 762-71.<br />

Partida Bush, V. (2004). La transición demográfica y<br />

el proceso de envejecimiento en México. En: La<br />

situación demográfica de México. México, Consejo<br />

<strong>Nacional</strong> de Población.<br />

Zúñiga Herrera, E. y García, J. E. (2008). El envejecimiento<br />

demográfico en México. Principales tendencias y<br />

características. En: La situación demográfica de<br />

México 2008, México: Consejo <strong>Nacional</strong> de Población,<br />

pp. 93-100.


GRUPO DE TRABAJO<br />

Familias y relaciones de género<br />

e intergeneracionales de frente<br />

al envejecimiento demográfico:<br />

Efectos en la salud de hombres<br />

y mujeres adultos mayores<br />

Coordinadora:<br />

Verónica Montes de Oca Zavala,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />

Relatora:<br />

Liliana Giraldo Rodríguez,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Expertos:<br />

Ma. Concepción Arroyo Rueda,<br />

Universidad Juárez <strong>del</strong> Estado de Durango<br />

María <strong>del</strong> Rocío Enríquez Rosas,<br />

ITESO-Universidad Jesuita de Guadalajara<br />

Juan Guillermo Figueroa Perea,<br />

El Colegio de México<br />

Sagrario Garay Villegas,<br />

Universidad Autónoma de Nuevo León<br />

Ana Luisa González-Celis Rangel,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Selvia Larralde,<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de las Mujeres<br />

Pablo Picardi Marassa,<br />

Universidad Iberoamericana<br />

Laureano Reyes Gómez,<br />

Universidad Autónoma de Chiapas


JUSTIFICACIÓN<br />

El envejecimiento es un proceso dinámico y<br />

permanente que forma parte <strong>del</strong> curso de vida de las<br />

poblaciones. Sin embargo, la trayectoria hacia una vida<br />

saludable en el envejecimiento se ve sujeta a múltiples<br />

condicionamientos sociales, culturales y económicos que<br />

es importante analizar. Este contexto tiene que ver con<br />

algunas instancias mediadoras como: la dinámica de las<br />

familias, la configuración de los hogares y la disponibilidad<br />

y accesibilidad a redes sociales de apoyo. En todas estas<br />

instancias, las relaciones de género e intergeneracionales<br />

emergen transformando las dinámicas familiar y<br />

comunitaria. En ese sentido, es relevante discutir y analizar<br />

los avances teóricos y empíricos que vinculan a las familias,<br />

las generaciones y la salud en el contexto <strong>del</strong> envejecimiento<br />

demográfico. Un elemento central en esta discusión es la<br />

necesidad de una perspectiva interdisciplinaria en la que<br />

converjan investigadores de diferentes disciplinas. Para<br />

el caso de México, es importante tener en cuenta las<br />

diferencias en la dinámica de las familias y en los procesos<br />

de envejecimiento para los distintos grupos étnicos y para<br />

las diversas regiones <strong>del</strong> país.<br />

OBJETIVO<br />

Discutir la relación teórica y empírica entre las condiciones<br />

de salud de la población, las familias y las relaciones de<br />

género e intergeneracionales frente al envejecimiento<br />

demográfico.<br />

OBSERVACIONES PRELIMINARES<br />

Los trabajos preparatorios comenzaron con la definición y<br />

justificación de la mesa, los objetivos y posibles temáticas a<br />

discutir. Es importante subrayar que durante el proceso de<br />

producción de la mesa se contó con un trabajo preliminar<br />

que permitió obtener información relevante teórica y<br />

conceptual respecto a tres elementos fundamentales, a<br />

saber: la familia, la salud y las relaciones intergeneracionales.<br />

Por otro lado, se elaboró un cuestionario para los<br />

expertos con cinco preguntas que servirían de insumo<br />

para la discusión y para la creación de propuestas para<br />

la elaboración <strong>del</strong> Plan Estratégico de Investigación y<br />

Enseñanza <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> Humano, que es uno<br />

de los grandes objetivos que guiaron la realización <strong>del</strong><br />

<strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong> y, por<br />

148<br />

ende, de las diferentes mesas de discusión propuestas para<br />

el mismo.<br />

En este sentido, el cuestionario permitió obtener<br />

información <strong>sobre</strong> el conocimiento en investigación en<br />

cuanto al tema, los recursos materiales y no materiales<br />

con los que se cuentan, propuestas metodológicas para el<br />

desarrollo de investigación y lo que hace falta por hacer<br />

en cuanto a investigación, políticas, acciones, etcétera,<br />

y qué se requiere para ello. Una vez sistematizada, esta<br />

información sirvió como plataforma para la discusión. Las<br />

observaciones preliminares que a continuación se presentan<br />

tienen su sustento en el análisis de dicha información.<br />

Respecto a los temas más <strong>sobre</strong>salientes o relevantes<br />

que se han abordado en las investigaciones de familias y<br />

relaciones e intercambios intergeneracionales vinculadas<br />

con el envejecimiento de la población y la salud, es de<br />

resaltar el de los cuidados otorgados a las personas adultas<br />

mayores en situación de dependencia y las repercusiones<br />

emocionales, físicas y económicas en las familias, pero <strong>sobre</strong><br />

todo en quien provee el cuidado, quien por lo general es una<br />

mujer. Otros temas en los que la mayoría de los expertos<br />

concuerda tienen que ver con los arreglos familiares en los<br />

diferentes tipos de familias: la viudez y la abuelidad, las<br />

relaciones de conflicto y solidaridad intergeneracional en<br />

las familias, las redes familiares, la restructuración de los<br />

roles en la familia, las representaciones sociales <strong>sobre</strong> el<br />

envejecimiento, la pobreza, la calidad de vida, el bienestar<br />

psicológico, la satisfacción en la vida y la felicidad <strong>del</strong><br />

adulto mayor y de su familia, y el abuso y maltrato <strong>del</strong><br />

adulto mayor en la familia, entre otros temas.<br />

Se reconoce que la investigación <strong>sobre</strong> el tema de familias,<br />

relaciones e intercambios intergeneracionales y salud se ha<br />

desarrollado a partir de enfoques cuantitativos que asocian<br />

variables relacionadas con salud de la persona adulta mayor,<br />

tipos de cuidados y responsables de la familia que asumen<br />

el cuidado. También se han aplicado enfoques cualitativos<br />

con una riqueza de datos que aportan significados de la<br />

experiencia de los actores sociales. A partir de estos enfoques<br />

es de resaltar el trabajo etnográfico complementado con<br />

información estadística oficial, principalmente reportes<br />

epidemiológicos hospitalarios, estudios sociodemográficos<br />

que dan cuenta clara <strong>del</strong> fenómeno de envejecimiento en<br />

México y su relación con la composición, tamaño, etcétera,<br />

de los hogares; estudios con historias de vida y trabajos


desde el enfoque de la psicología cognitivo-conductual,<br />

entre otros. Cabe mencionar que generalmente el tipo<br />

de metodología utilizada sólo hace referencia a uno o<br />

dos aspectos, es decir, a las familias y los intercambios<br />

intergeneracionales, historias de vida, o bien, sólo a la salud<br />

de la población adulta mayor.<br />

En cuanto a los recursos materiales y no materiales con<br />

que se cuenta actualmente para desarrollar estudios<br />

relacionados con las familias y las relaciones e intercambios<br />

intergeneracionales en el marco <strong>del</strong> envejecimiento de la<br />

población y la salud, los expertos mencionaron que son<br />

escasos si no se cuenta con financiamiento <strong>del</strong> CONACyT<br />

u otro organismo externo –ya sea estatal, federal o<br />

internacional–, resulta muy complicado llevar a cabo dichos<br />

estudios, especialmente cuando se trata de investigaciones<br />

académicas en las que participa un equipo de trabajo<br />

universitario, es decir, con recurso humano involucrado<br />

en algún proyecto institucional (por ejemplo, estudiantes<br />

que quieren obtener grado). Se reconoce la existencia de<br />

un número importante de investigadores expertos <strong>sobre</strong><br />

familia, salud y redes de apoyo formales e informales<br />

que si bien no necesariamente están enfocados a la vejez<br />

o al envejecimiento de la población, sí son referentes<br />

necesarios para lograr vínculos multidisciplinarios <strong>sobre</strong><br />

el tema. Existen, además, fuentes de datos que permiten<br />

aproximarse al estudio de las familias y las relaciones<br />

intergeneracionales.<br />

Un propósito fundamental de la mesa fue conocer lo<br />

que falta por hacer en cuanto a investigación, práctica,<br />

políticas, etcétera. En la medida que la investigación hace<br />

evidente algunos problemas, se hacen necesarios la toma<br />

de decisiones para atenderlos y, <strong>sobre</strong> todo, la definición<br />

e instrumentación de políticas públicas y programas<br />

pertinentes con una visión de largo plazo. Para ello, se<br />

requiere que la academia trabaje en forma conjunta con los<br />

tomadores de decisiones, quienes instrumentan políticas<br />

públicas, para así superar la barrera que generalmente<br />

existe entre la investigación y la política.<br />

Por otro lado, se propone analizar y discutir temas<br />

emergentes poco estudiados, así como continuar realizando<br />

investigaciones preferentemente interdisciplinarias (dada la<br />

complejidad/multidimensionalidad <strong>del</strong> envejecimiento) e<br />

interinstitucionales que permitan comprender el fenómeno<br />

y diseñar políticas y programas específicos para enfrentar<br />

FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />

las nuevas demandas de la sociedad y de las familias en este<br />

sentido. Investigaciones colectivas que procuren marcos<br />

teórico-metodológicos compartidos y con todo el rigor<br />

académico, que permitan el encuentro y la interlocución<br />

entre investigadores y diseñadores de la política pública,<br />

así como con organizaciones de la sociedad civil (OSC)<br />

y ciudadanos no organizados. Estudios de evaluación de<br />

impacto de los programas sociales actuales para la atención<br />

de los adultos mayores en el país e investigaciones que<br />

incluyan a éstos como coparticipantes en la búsqueda<br />

de alternativas a corto, mediano y largo plazo. Es<br />

necesario realizar un trabajo central en el campo de la<br />

educación para promover, fomentar y construir solidaridad<br />

intergeneracional en torno al reto <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

Como un país multicultural y con diferentes niveles<br />

socioeconómicos, México requiere que el tema de las<br />

familias, relaciones e intercambios intergeneracionales y<br />

salud sea considerado de manera integral en las encuestas<br />

de hogares y en la investigación. Es necesario que en<br />

las políticas de desarrollo, comience a dejarse de lado el<br />

enfoque individual y se consideren los apoyos a hogares en<br />

donde residen personas adultas mayores y que éstas sean<br />

incluidas en los procesos de investigación, intervención y<br />

evaluación.<br />

En este primer trabajo preliminar fue de suma importancia<br />

conocer los recursos materiales y no materiales requeridos<br />

para desarrollar lo que está por hacerse. En este sentido, los<br />

expertos coinciden en que deben aumentarse los fondos<br />

destinados a apoyar la investigación, pero también buscar<br />

financiamientos adicionales, nacionales e internacionales,<br />

<strong>del</strong> sector privado y público, para la realización de los<br />

proyectos tanto de investigación como de intervención<br />

e innovación de la práctica en materia de salud y en<br />

atención al adulto mayor. Por otro lado, se requiere formar<br />

recursos humanos en geriatría y gerontología, realizar<br />

trabajos rigurosos y sistemáticos, en red, entre académicos,<br />

tomadores de decisiones políticas y organismos de la<br />

sociedad civil para la elaboración de proyectos colectivos<br />

de investigación y de intervención en salud enfocados<br />

en el envejecimiento y las relaciones intergeneracionales<br />

familiares y sociales en general, en la organización de<br />

foros, seminarios y coloquios de alto nivel dedicados a la<br />

discusión de hallazgos/avances de los estudios colectivos<br />

realizados en las distintas regiones <strong>del</strong> país.<br />

149


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

DESARROLLO DE LA MESA<br />

La sesión de la mesa “Familia, relaciones e intercambios<br />

intergeneracionales de frente al envejecimiento poblacional:<br />

efectos en la salud de los adultos mayores” se dividió en<br />

dos partes; en la primera se discutió <strong>sobre</strong> las temáticas<br />

previamente definidas, a partir de la información<br />

proporcionada por los expertos a través <strong>del</strong> cuestionario. En<br />

la segunda parte, se comenzó a identificar las potenciales<br />

líneas y temas prioritarios de investigación con base en la<br />

discusión previa, siempre desde una perspectiva multi e<br />

interdisciplinaria.<br />

1. Género y envejecimiento<br />

Diversos estudios han tratado el tema de género y<br />

envejecimiento, dando una especial relevancia al papel<br />

social de las mujeres que envejecen, no así a su situación de<br />

salud (Arber y Ginn, 1996: Wilson, 1996; Montes de Oca,<br />

1998). Se observa que hay una gran carencia de estudios<br />

<strong>sobre</strong> masculinidad y vejez (Ramos, 2005; Figueroa,<br />

2008), y más aún <strong>sobre</strong> masculinidad, vejez y salud. Los<br />

trabajos que estudian algunas de estas relaciones se han<br />

centrado en la relación masculinidad y salud, encontrándose<br />

a menudo en muchos países que algunas causas de muerte<br />

de los hombres están asociadas a formas aprendidas de<br />

ser hombre; es decir, muchos hombres jóvenes mueren a<br />

causa de accidentes, homicidios, situaciones violentas que<br />

no están explicadas por sus genes, sino con los procesos<br />

de socialización <strong>del</strong> género. Es así que de acuerdo con<br />

algunos estudios, la masculinidad viene a representar<br />

un factor de riesgo para el hombre. En este sentido, un<br />

primer escenario que se pone a consideración tiene que<br />

ver con las acciones que se pueden desarrollar para que la<br />

masculinidad no sea un factor de riesgo para los hombres<br />

y para cuestionar los mo<strong>del</strong>os de ser hombre que se tienen<br />

en una sociedad. De ahí la importancia de desarrollar<br />

investigación que permita saber a partir de la experiencia<br />

de la población adulta mayor cómo fue el aprendizaje de<br />

ser hombre, y qué cuestionarían de esos supuestos que les<br />

fueron transmitidos; es decir, lo que debían hacer y ser para<br />

ser legitimados como hombres y determinar si en realidad<br />

eso reforzaba su virilidad o condición de varón. Asimismo,<br />

una propuesta concreta de investigación de política pública<br />

consiste en desmontar los aprendizajes <strong>del</strong> ser hombre,<br />

porque eso tiene consecuencias perversas para la salud de<br />

los hombres en la niñez, en la adolescencia y en la vejez.<br />

150<br />

Cuando llegan a la vejez en ciertas condiciones, es común<br />

que algunos hombres escuchen la frase: “Si te hubieras<br />

cuidado”, cuando lo cierto es que algunos de ellos no<br />

tuvieron el aprendizaje <strong>del</strong> autocuidado (De Keijzer, 2003;<br />

Figueroa, 2007 y 2010).<br />

Otro aspecto que está muy relacionado con la reflexión<br />

anterior es el hecho de que la situación de envejecer es<br />

diferente dependiendo de si se es hombre o mujer, y que los<br />

roles cambian en esta etapa de la vida, ya que la dinámica<br />

de la familia sufre transformaciones cuando los padres<br />

envejecen y se convierten en abuelos, o enviudan (Montes<br />

de Oca, 1997, 1999 y 2003; González-Celis, 2003). Un<br />

ejemplo de las diferencias entre ser adulto mayor o adulta<br />

mayor es lo que han encontrado algunas investigaciones:<br />

las mujeres refieren que reciben más soporte y apoyo<br />

emocional de hijos, nietos y bisnietos, mientras que los<br />

hombres refieren más el apoyo material (Montes de Oca,<br />

2001). Las relaciones de género de las personas adultas<br />

mayores en situación de discapacidad y de dependencia<br />

representa una gran presión emocional; la añoranza <strong>del</strong><br />

trabajo por parte <strong>del</strong> hombre y de las actividades domésticas<br />

por parte de la mujer sin duda reconfigura su identidad. Es<br />

necesario, entonces, tener presente que el género atraviesa<br />

toda la discusión relacionada con las personas adultas<br />

mayores.<br />

Además, los estudios muestran que ante situaciones de<br />

adversidad las redes de apoyo social tienden a ser más<br />

consistentes y efectivas para las adultas mayores que para<br />

los hombres adultos mayores (Montes de Oca, 1998 y<br />

2001). Esta cualidad salutogénica de la red está permeada<br />

por condiciones socioculturales que ponen en desventaja a<br />

los hombres con respecto a las mujeres.<br />

Por otro lado, es necesario estudiar las relaciones de género<br />

y envejecimiento en las diferentes regiones <strong>del</strong> país, así<br />

como en las etnias que lo componen. Las diferencias<br />

socioculturales y étnicas muestran variaciones en la forma<br />

como se establecen las relaciones intrageneracionales e<br />

intergeneracionales (Reyes, 2000).<br />

2. El cuidado, el cuidador y el autocuidado<br />

El cuidado representa toda una línea de investigación,<br />

una parte fundamental de la cual tiene que ver con la<br />

construcción social <strong>del</strong> cuidado y el debate en torno a su


precarización. En este sentido, la precarización <strong>del</strong> cuidado,<br />

si bien tiene que ver con la composición de los hogares,<br />

también comprende una discusión muy importante <strong>sobre</strong><br />

lo que le corresponde a la familia actualmente con relación<br />

a su participación en el cuidado de la persona adulta<br />

mayor y, por otro lado, lo que le corresponde al Estado y<br />

a la sociedad en general. En este sentido, se requiere de<br />

una amplia reflexión y compromiso para elaborar políticas<br />

públicas centradas en el apoyo en relación al cuidado.<br />

El tema <strong>del</strong> cuidado es complejo y aún falta mucho por<br />

hacer en investigación y política. Son varios los temas<br />

que deben discutirse al respecto; uno tiene que ver con<br />

los cuidadores y sus roles en torno al cuidado tomando<br />

en cuenta la perspectiva de género; otro tema es el de las<br />

relaciones intergeneracionales que se establecen al interior<br />

de una familia, las cuales pueden ser tanto de solidaridad<br />

como de conflicto en relación al cuidado (Robles y Moreno,<br />

1996; Robles, 2000 y 2007).<br />

También es importante acentuar lo diverso que pueden ser<br />

los cuidados dentro de las redes familiares y sociales, así<br />

como los diversos conflictos que esto ocasiona al interior<br />

de las familias nucleares y extensas; y los cambios que<br />

se dan tanto en las estructuras como en las dinámicas<br />

familiares (Montes de Oca, 2004). Desde una perspectiva<br />

de género, es importante que el cuidado <strong>del</strong> adulto mayor<br />

no se considere únicamente responsabilidad de la mujer,<br />

sino que debe existir una corresponsabilidad familiar, social<br />

y <strong>del</strong> Estado.<br />

En este orden de ideas, hay que centrar la atención en el<br />

cuidador, preocupándonos ya no sólo por el anciano, sino<br />

también reflexionar <strong>sobre</strong> quién cuida a los cuidadores<br />

y abordar aspectos como la <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador.<br />

Asimismo, es necesario considerar que el trabajo de<br />

cuidar no es homogéneo, no sólo por las características<br />

de las familias, las estrategias y las dinámicas, sino por las<br />

características mismas <strong>del</strong> sujeto que recibe el cuidado<br />

(Arroyo, 2009). De esta manera, es necesario trabajar en<br />

la construcción social <strong>del</strong> cuidado, cómo se está dando,<br />

cómo se construye dentro y fuera de la familia el trabajo de<br />

cuidar, cómo se presenta la precarización social <strong>del</strong> cuidado,<br />

ver también la relación entre cuidado, género y generación.<br />

Por último, es necesario realizar investigación que ponga<br />

en el centro la colectivización y democratización de las<br />

prácticas <strong>del</strong> cuidado, de manera que éste no recaiga en un<br />

miembro de la familia sino en un colectivo que trasciende<br />

FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />

las fronteras mismas <strong>del</strong> grupo familiar. En cuanto a la<br />

democratización <strong>del</strong> cuidado, ésta tiene que ver con la<br />

participación de ambos géneros y de miembros de distintas<br />

generaciones. Un cuidado incluyente tendrá que ver con<br />

la posibilidad de fomentar el cuidado como una acción<br />

recíproca en la cual todos son receptores y dadores de<br />

cuidado.<br />

En relación con el autocuidado, es importante subrayar<br />

que con base en las estadísticas <strong>sobre</strong> el perfil demográfico<br />

en nuestro país, es muy probable que en décadas futuras<br />

los servicios de salud sean insuficientes. En este sentido,<br />

una estrategia puede ser llevar la salud no solamente<br />

a las clínicas y a los hospitales, sino también al sector<br />

social familiar en donde se empodere a la familia como<br />

eje principal para el cuidado y protección de la salud de<br />

todos los miembros, incluyendo obviamente a las personas<br />

adultas mayores; es así que la familia y la persona adulta<br />

mayor van a ser los propios proveedores <strong>del</strong> cuidado de<br />

su salud. Sin embargo, es necesario también considerar el<br />

agotamiento/extenuación de los grupos familiares cuando<br />

se tornan únicos responsables <strong>del</strong> cuidado <strong>del</strong> otro. En<br />

este sentido, el cuidado requiere ser percibido como una<br />

práctica recíproca en la cual los distintos agentes de la<br />

sociedad pueden y deben participar (Mendoza, Martínez<br />

y Vargas, 2004).<br />

En la medida que se debe enseñar a la persona a envejecer,<br />

resulta necesario también enseñar a cuidarse, cambiando<br />

la lógica implícita en “quién me va a cuidar” por otra<br />

sustentada en “cómo me voy a cuidar”. La persona mayor<br />

cuida de su propia salud para que la responsabilidad no<br />

recaiga en su totalidad en el cuidador, que en la mayoría<br />

de las veces es la hija, la nuera, la cónyuge u otro familiar.<br />

Por otro lado, hay que hacer un cambio de estructura, pero<br />

también de mentalidad de generaciones en cuanto a dejar<br />

de ver al Estado y a la familia como los que “me van a<br />

cuidar y me van a resolver todo”; es necesario, entonces,<br />

generar actitudes de autosuficiencia. En esa medida, el<br />

trabajo gerontológico se tiene que fundamentar en tres<br />

aspectos: el autocuidado, la autoayuda y la autogestión,<br />

para lograr que la comunidad y las personas mayores<br />

tengan un conocimiento que les permita participar en la<br />

predicción, diagnóstico y tratamiento de sus necesidades.<br />

La construcción de la autoayuda debe servir para que<br />

las familias se apoyen unas a otras en la autogestión<br />

(Martínez-Maldonado et al., 2007; Acosta y González-<br />

Celis, 2009; González-Celis, 2009a).<br />

151


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Queda entonces la interrogante <strong>sobre</strong> qué le toca a<br />

las familias y qué le toca al Estado en el cuidado de las<br />

personas adultas mayores, ya que no se puede simplificar el<br />

problema afirmando que las familias son las que cuidan a los<br />

enfermos y que los enfermos quieren estar con sus familias,<br />

pues debe haber una corresponsabilidad compartida entre<br />

los diferentes actores sociales, ya que las redes sociales<br />

no son indestructibles; las familias se separan, las redes<br />

se fragmentan y se rompen por estos fenómenos de la<br />

fragilidad social. No se puede idealizar el papel <strong>del</strong> cuidador<br />

y de la familia; debe haber una <strong>del</strong>imitación de roles entre el<br />

Estado, la comunidad, la familia y el adulto mayor (Montes<br />

de Oca, 2004; Robles, 2007).<br />

Otro aspecto importante en el que se debe trabajar con<br />

el adulto mayor es la autoeficacia, entendida como la<br />

percepción de las personas <strong>sobre</strong> sus propias capacidades<br />

en general –qué tan capaz me percibo para seguir una dieta,<br />

tomar un medicamento, hacer una caminata, resolver un<br />

juego de crucigrama, etcétera– y que a su vez está asociada<br />

con la autoestima. Por lo tanto, es necesario contar con<br />

un equipo gerontológico –psicólogo, enfermera, trabajador<br />

social, terapeuta físico– que promueva en la persona adulta<br />

mayor una reapreciación de sus propias capacidades; esto<br />

cobra relevancia <strong>sobre</strong> todo en la vejez, debido a que<br />

conforme envejecen, las personas van enfrentando una<br />

serie de pérdidas en distintos niveles: biológico, psicológico<br />

y social. Por tanto, al fortalecerse su autoeficacia, se<br />

revaloriza su confianza en las capacidades con las que aún<br />

cuenta, las cuales le servirán para una mejor adaptación<br />

psicológica y social, elemento clave para su funcionamiento<br />

independiente, por ejemplo, en lo concerniente al cuidado<br />

de su salud (González-Celis, 2009a).<br />

No podemos olvidar, por último, las pautas que se<br />

establecen en diferentes regiones <strong>del</strong> país respecto a las<br />

relaciones de cuidado, dadas las consecuencias que la<br />

transición demográfica y el envejecimiento tienen en los<br />

hogares. Algunos estudios han mostrado que entre las<br />

regiones <strong>del</strong> país se presentan diferencias en la estructura<br />

y composición de los hogares, como consecuencia de<br />

diferentes esperanzas de vida, mortalidad y fecundidad,<br />

lo cual seguramente impacta a su vez las relaciones de<br />

cuidado y apoyo establecidos entre generaciones (Montes<br />

de Oca y Garay, 2010).<br />

152<br />

3. Redes sociales<br />

Un tema muy relacionado con el anterior es el de las redes<br />

sociales o de apoyo ante el envejecimiento. A pesar de que<br />

diversos estudios dan cuenta de dichas redes, se requiere<br />

de mayor investigación que informe <strong>sobre</strong> la reciprocidad,<br />

es decir, <strong>sobre</strong> las formas en que las personas mayores<br />

alimentan esos vínculos, ya sea como dadores o receptores<br />

de apoyos de diversa índole (Gomes y Montes de Oca,<br />

2004). Es importante subrayar que dicha investigación<br />

debe tomar en cuenta la perspectiva de género, ya que<br />

algunos estudios han encontrado mayores procesos de<br />

desafiliación en los hombres que en las mujeres, resultantes<br />

en aislamiento y desvinculación que marcan a unos y a otras<br />

en esta etapa de la vida (Montes de Oca, 2004; Enríquez,<br />

2005; Enríquez y Aldrete, 2006; Tamez et al., 2008).<br />

Los estudios <strong>sobre</strong> este tema deben tomar en cuenta<br />

los diversos tipos de intercambio existentes, tanto entre<br />

pares de su misma generación como intergeneracionales<br />

(González-Celis y Esquivel Jiménez, 2005), ya sean de<br />

carácter material o simbólico; también deben considerarse<br />

las características de los vínculos existentes y las<br />

posibilidades de que éstos se activen oportunamente ante<br />

una demanda de cuidado importante por parte <strong>del</strong> adulto<br />

mayor.<br />

Hay que tener presente que hablar de envejecimiento en<br />

ocasiones implica hablar de enfermedad, lo cual tiene una<br />

relación directa con el tema de las redes familiares y sociales.<br />

En este sentido, resulta indispensable analizar el papel que<br />

juegan las políticas públicas con respecto al tema de la<br />

familia y de las redes que pueden tener o no las personas<br />

adultas mayores, ya que no se puede exigir a las redes todo<br />

lo que el Estado no puede o no quiere dar o hacer respecto<br />

a las personas adultas mayores (Huenchuan, 2010).<br />

Un aspecto en el que las redes sociales juegan un<br />

papel importante es la pobreza, la cual tiende a afectar<br />

particularmente a este sector de la población (Enríquez,<br />

2005; Gallardo et al., 2008). Al respecto, la familia<br />

y las redes sociales son un soporte y un apoyo muy<br />

importante en la población adulta mayor en situación<br />

de pobreza, relevante desde el punto de vista material,<br />

afectivo y emocional. Sin embargo, las redes sociales no<br />

son recursos inagotables; diversos estudios han mostrado<br />

el debilitamiento de los vínculos sociales ante situaciones<br />

de estrechez económica y de precariedad en la existencia


misma (Montes de Oca, 2004; Enríquez, 2001 y 2007),<br />

así como ante la presencia de malos tratos a medida que<br />

agrava la enfermedad (Giraldo, 2006). Desde esa lógica,<br />

es necesario identificar los mecanismos de funcionamiento<br />

de las redes sociales en los diferentes grupos étnicos que<br />

componen al país, como, por ejemplo, las creadas por los<br />

rezadores, las parteras y los curanderos en las comunidades<br />

indígenas.<br />

De ahí la importancia de que el Estado dé sustento a estas<br />

redes y recursos, y que contribuya a la formación de más<br />

especialistas y profesionales de la salud que fomenten<br />

la formación de redes sociales y su vinculación con las<br />

instituciones de salud. Se hace necesario también ver la<br />

relación que hay entre las redes sociales y las instituciones<br />

públicas, pues si bien en ocasiones existe armonía, suelen<br />

presentarse confrontaciones que dificultan el logro de<br />

metas comunes en torno a las personas adultas mayores.<br />

Por ello debe explorarse qué está pasando en esa dinámica<br />

dentro de las propias instituciones y qué pasa en la<br />

respuesta social organizada alrededor <strong>del</strong> adulto mayor.<br />

Como se señaló líneas atrás, las redes sociales pueden<br />

llegar a ser frágiles; en este sentido, hay que destacar –y<br />

fortalecer– el papel que vienen jugando las asociaciones<br />

civiles, pues muchas de ellas tienen asilos o casas de<br />

ancianos en donde éstos no se desvinculan de sus familiares<br />

(Gutiérrez, 1996). También debe potenciarse el trabajo<br />

comunitario desarrollado en algunas zonas que toma en<br />

cuenta la condición funcional de los adultos mayores que<br />

aun teniendo una o dos enfermedades pueden realizar<br />

actividades de la vida diaria. El ideal es lograr que ellos<br />

mismos sean gestores, que utilicen sus redes de apoyo<br />

social y puedan ir en su búsqueda cuando lo necesiten.<br />

Por lo anterior, resulta necesario sistematizar y tener<br />

en cuenta la experiencia acumulada de diversas<br />

organizaciones sociales que contribuyen al desarrollo de<br />

programas encaminados a generar calidad de vida en las<br />

personas adultas mayores.<br />

Por último, derivado de este análisis, se reconoce que<br />

fortalecer las redes sociales es fortalecer a la sociedad<br />

misma.<br />

FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />

4. <strong>Envejecimiento</strong> activo, exitoso y saludable<br />

Una forma alternativa de concebir a la vejez –no como una<br />

etapa de la vida en la que se dan deterioros y pérdidas en<br />

la salud física, mental y social– es la <strong>del</strong> envejecimiento<br />

exitoso, saludable, activo, satisfactorio, óptimo, funcional<br />

o en plenitud (Montes de Oca, 2010). Estos postulados<br />

rompen el mito de que envejecer deba ser exclusivamente<br />

un proceso de debilitamiento; así, en la vejez el declive se<br />

da conjuntamente con el desempeño positivo de funciones<br />

vitales y psicológicas, se mantienen e incluso se despliegan<br />

algunas funciones. Ejemplo de ello es la experiencia que<br />

se da sólo con el devenir de los años, es una ganancia que<br />

sólo puede observarse a través <strong>del</strong> paso <strong>del</strong> tiempo, cuando<br />

ser anciano implica minimizar las pérdidas y maximizar<br />

las ganancias, lo cual contribuye en un bienestar para el<br />

anciano, su familia y su entorno social (González-Celis,<br />

2005).<br />

Lograr un envejecimiento exitoso y saludable depende no<br />

sólo <strong>del</strong> propio adulto mayor y de su familia, sino también<br />

de las instituciones y <strong>del</strong> equipo gerontológico; en este<br />

sentido, resulta indispensable que el sector salud desarrolle<br />

programas y acciones que favorezcan el buen envejecer<br />

con el propósito de mejorar la calidad de vida en la vejez<br />

(González-Celis, 2010).<br />

Por lo anterior, un campo en el que se debe trabajar es el<br />

de la depresión de los hombres y mujeres adultas mayores.<br />

La depresión es uno de los principales padecimientos<br />

de este grupo de edad, siendo la presencia de algún<br />

síntoma depresivo el más frecuente en la atención médica<br />

(González-Celis, 2009b). La depresión se presenta en<br />

cualquier clase social. Se debe trabajar en la autoestima de<br />

los adultos mayores, pues ello incide en la mala adherencia<br />

terapéutica; de ahí la necesidad de hacer programas<br />

efectivos de intervención para que puedan retomar muchas<br />

cosas cotidianas de su vida diaria.<br />

Se debe tener presente que la autopercepción de salud en<br />

la vejez es independiente <strong>del</strong> estado físico derivado <strong>del</strong><br />

diagnóstico que hacen los profesionales de la salud, ya<br />

que muchos adultos mayores no reconocen ni identifican<br />

sus dolencias, como tampoco asumen el cambio de vida<br />

que implica su condición de salud (Sánchez y González-<br />

Celis, 2006; Garay y Ávalos, 2009). Si el adulto mayor<br />

no asume y no toma conciencia de su enfermedad, ¿cómo<br />

153


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

va a afrontarla? Y en el caso de las enfermedades crónicas,<br />

¿cómo va a vivir el resto de su vida, dado el total cambio de<br />

percepción necesario y las variantes psicológicas que estos<br />

padecimientos implican?<br />

Para la psicología existen diferentes formas de afrontar la<br />

enfermedad y los problemas de salud, familiares, sociales y<br />

económicos (González-Celis y Padilla, 2006): una dirigida<br />

hacia la valoración, otra hacia la emoción y otra hacia el<br />

problema. Los estudios psicológicos han encontrado que la<br />

espiritualidad puede ser utilizada por los adultos mayores<br />

como una estrategia para afrontar distintas pérdidas,<br />

la presencia de enfermedad o los problemas familiares,<br />

económicos, o de estatus social, por lo que desde esta<br />

disciplina se propone integrarla en los programas de<br />

intervención (González-Celis, 2007). No existen buenas<br />

o malas estrategias de afrontamiento, simplemente son<br />

funcionales o adaptativas. En general, las habilidades de<br />

afrontamiento son importantes tanto en la prevención<br />

de la enfermedad como en la adaptación a ella, ya que la<br />

enfermedad crónica y la incapacidad física constituyen una<br />

importante fuente de estrés y malestar físico y emocional,<br />

aunada a una pérdida en la calidad de vida. Asimismo,<br />

la ansiedad generada en el adulto mayor es producto de<br />

las distintas pérdidas asociadas a la vejez, entre ellas la<br />

proximidad de la propia muerte (Rivera et al., 2007).<br />

Al respecto, se requiere que haya mayor comunicación<br />

y trabajo multi e interdisciplinario que permita crear<br />

mejores condiciones y desarrollar técnicas para favorecer<br />

un envejecimiento exitoso y saludable. Ello demanda<br />

desarrollar acciones concretas para que los servicios<br />

de salud <strong>del</strong> primer nivel de atención brinden solución<br />

a esta problemática. Se debe hacer una evaluación de<br />

intervenciones donde haya coparticipación social e<br />

institucional, pues no solamente las instituciones de salud<br />

deben ocuparse <strong>del</strong> cuidado de la salud, sino también<br />

otros profesionales y actores sociales con el fin de mejorar<br />

la calidad de vida relacionada a la salud de los adultos<br />

mayores (Rodríguez y González-Celis, 2000).<br />

En el sector salud debe procurarse el reposicionamiento<br />

de los diferentes profesionales de la salud y trabajadoras<br />

sociales, dentro de una estructura que es absolutamente<br />

jerárquica y que a veces ocasiona la devaluación de estos<br />

profesionales. En el caso particular de los prestadores<br />

de servicios a las personas adultas mayores es mucho lo<br />

154<br />

que hay que trabajar, pues éstas son objeto de múltiples<br />

ejemplos de maltrato. Así, el mo<strong>del</strong>o de atención,<br />

caracterizado por su agresividad hacia las personas adultas<br />

mayores –resultado de las mismas estructuras y prácticas<br />

institucionales– debe ser sustituido por un mo<strong>del</strong>o de<br />

intervención en el que la prestación de servicios se dé en<br />

función de la condición de ser adulto mayor. También hay<br />

que generar acciones para formar nuevos prestadores de<br />

servicios que interioricen y comprendan el sector para el<br />

cual trabajan.<br />

En este sentido, es necesario superar la visión costobeneficio<br />

de algunas instituciones de salud que ven en la<br />

persona adulta mayor a alguien en quien no vale la pena<br />

invertir cuidados, atenciones e investigación médica.<br />

Se requiere, en consecuencia, mejorar los servicios de<br />

salud para este sector de la población, trabajar desde el<br />

componente de los derechos humanos y legislar toda esta<br />

parte institucional.<br />

Promover un envejecimiento exitoso y saludable implica<br />

también generar una nueva cultura <strong>del</strong> envejecimiento,<br />

sustentada en un mayor respeto a los adultos mayores y<br />

en la que se dignifique a la vejez. Tanto la familia como<br />

la sociedad tienen que cambiar en ese sentido. De igual<br />

forma, se debe trabajar en relaciones de género que<br />

permitan entender y contribuir a ese envejecimiento<br />

diferencial siendo hombre o mujer.<br />

Así, pues, se requiere cambiar los estigmas <strong>del</strong><br />

envejecimiento y la vejez; hacer ver a los familiares, a los<br />

profesionales y a la sociedad en general que la vejez es parte<br />

<strong>del</strong> ciclo vital y, por ende, una etapa más de la vida. Pese a<br />

su declive en el funcionamiento físico, psicológico y social,<br />

la persona mayor puede realizar y disfrutar de actividades<br />

cotidianas que ahora en la vejez va a llevar a cabo de otra<br />

manera y, sin embargo, le pueden producir satisfacción<br />

(Acosta y González-Celis, 2009). En ese sentido, se deben<br />

replantear los mensajes de los medios masivos, rara vez<br />

dirigidos a dignificar al adulto mayor; se deben establecer<br />

estrategias para informar <strong>sobre</strong> la necesidad de brindar<br />

respeto y dignificación al adulto mayor, dejando claro<br />

que la vejez no es el fin de ésta, sino que todavía pueden<br />

llevarse a cabo muchas cosas en esa etapa.<br />

Cabe apuntar que los postulados de envejecimiento<br />

exitoso, activo y saludable deben ser probados en las


diferentes regiones <strong>del</strong> país, así como en los grupos en<br />

situación de pobreza o grupos étnicos específicos. La noción<br />

occidental <strong>del</strong> envejecimiento puede ser contrastada por<br />

las culturas originarias cuyo desenvolvimiento histórico ha<br />

resguardado sabidurías y conocimientos ancestrales hoy<br />

todavía vigentes en la discusión <strong>sobre</strong> envejecimiento y<br />

vejez en México.<br />

5. Políticas públicas y programas<br />

Es indudable que para lograr un envejecimiento activo,<br />

exitoso y saludable se requiere de políticas y programas<br />

hechos desde, para y con los adultos mayores. Por un lado,<br />

las políticas deben dejar de simplificarse respecto al tema<br />

de las familias y las redes, convirtiéndose en articuladoras<br />

y promotoras de los procesos y los actores en beneficio<br />

de los hombres y mujeres adultos mayores, lo que implica<br />

una política más reflexiva. En particular, hay que hacer un<br />

llamado al sector salud que en muchas ocasiones relega<br />

en la familia la responsabilidad de la atención y cuidado<br />

<strong>del</strong> adulto mayor, desatendiendo la que, por ser parte <strong>del</strong><br />

Estado, le corresponde. Hay que generar políticas sociales<br />

que ayuden al adulto mayor a hacer frente al dolor y a<br />

todas las pérdidas que padece, así como brindar servicios<br />

paralelos al proceso de cuidado que llevan las familias.<br />

Algunas instituciones han diseñado mo<strong>del</strong>os de núcleos<br />

gerontológicos (Mendoza, Martínez y Vargas, 2004) que,<br />

apoyados en acciones de salud, envejecimiento activo y<br />

empoderamiento personal y social, requieren ser reforzados<br />

por políticas sociales que les favorezca su desarrollo<br />

tanto en el campo como en la ciudad. Lo anterior debe ir<br />

precedido por políticas y trabajo gerontológico sustentado<br />

en tres aspectos fundamentales: autocuidado, autoayuda y<br />

autogestión. Es claro que se requiere una política de mejor<br />

atención al adulto mayor en todo sentido y en todo tipo<br />

de instituciones, generando respeto y valoración hacia la<br />

vejez.<br />

En el caso de las transferencias no condicionadas a adultos<br />

mayores en pobreza extrema, es necesario evaluar los<br />

resultados tanto desde esquemas cuantitativos como<br />

cualitativos y favorecer una atención integral que ponga<br />

en el centro el bienestar <strong>del</strong> adulto mayor y su familia<br />

(SEDESOL, 2006).<br />

FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />

LÍNEAS TEMÁTICAS DE INVESTIGACIÓN<br />

En resumen, teniendo en cuenta el trabajo realizado antes<br />

de y durante la sesión de discusión de la mesa “Familia,<br />

relaciones e intercambios intergeneracionales de frente<br />

al envejecimiento poblacional: efectos en la salud de<br />

los adultos mayores”, el grupo de expertos de diferentes<br />

regiones <strong>del</strong> país propone realizar investigación en los<br />

siguientes temas:<br />

• <strong>Envejecimiento</strong> demográfico y condiciones de salud de<br />

los adultos mayores.<br />

• Familias, hogares y redes de apoyo vinculadas a la salud.<br />

• Relaciones e intercambios intergeneracionales en el<br />

proceso salud-enfermedad-atención.<br />

• Género y generaciones vinculados a la salud y<br />

enfermedad.<br />

• Etnia, género y envejecimiento vinculados a los procesos<br />

de salud-enfermedad.<br />

• Trayectorias en el curso de vida y transiciones de<br />

enfermedad.<br />

• Impacto <strong>del</strong> ciclo de vida familiar y los mecanismos de<br />

prevención de la enfermedad.<br />

• Cuidados informales a las personas adultas mayores en<br />

el hogar.<br />

• Dinámicas de cuidado y estrategias familiares dirigidas<br />

a los diferentes tipos de enfermos crónicos o con<br />

discapacidad (motriz, visual, lingüística).<br />

• El papel de las redes sociales de apoyo en el cuidado de<br />

la salud mental y física.<br />

• Vulnerabilidad de las personas adultas mayores a nivel<br />

regional.<br />

• Legislación en materia de protección a los derechos en<br />

materia de salud y políticas públicas hacia las personas<br />

adultas mayores.<br />

• Percepciones, creencias y valores culturales <strong>sobre</strong> la salud<br />

de las personas adultas mayores y el envejecimiento.<br />

• Consecuencias en el estado de salud derivadas de la<br />

discriminación, maltrato, violencia y negligencia hacia<br />

las personas adultas mayores.<br />

• Experiencias internacionales pertinentes en materia de<br />

prevención y cuidado a la salud de las personas adultas<br />

mayores.<br />

• Migración, envejecimiento y salud.<br />

• Los problemas de coyuntura –terremotos, desastres y<br />

pandemias, etc.– y las personas adultas mayores.<br />

• Retos y perspectivas en la investigación.<br />

155


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

• Nuevas estrategias metodológicas y fuentes de<br />

información.<br />

• Construcción social de las emociones en la vejez.<br />

• Procesos y prácticas de precarización <strong>del</strong> cuidado.<br />

• Evaluación de los programas sociales de apoyo al adulto<br />

mayor.<br />

• Sexualidad y vejez.<br />

• Viudez en la edad avanzada.<br />

• Contextualizar la vejez rural/urbana.<br />

• Enamoramiento y segundas nupcias en la edad adulta<br />

mayor.<br />

• Formación de recursos humanos en gerontología,<br />

psicogerontología, enfermería geriátrica, y gerontología<br />

social y comunitaria.<br />

CONCLUSIONES<br />

Dado el creciente número de personas mayores y lo<br />

problemático que implica estudiar ciertas temáticas<br />

relacionadas con este sector poblacional, se requiere de<br />

investigaciones interdisciplinarias, interinstitucionales y<br />

multidisciplinarias.<br />

Por otro lado, debe integrarse la parte afectiva y emocional<br />

vinculada al envejecimiento desde marcos teóricos más<br />

socioculturales para entender algunos aspectos que<br />

tienen que ver con la construcción social <strong>del</strong> desamparo<br />

y la soledad que viven muchas personas mayores.<br />

Asimismo, hay que conocer los estilos de afrontamiento<br />

muy específicos para desde allí diseñar estrategias de<br />

atención de la salud física y mental de las personas<br />

adultas mayores. Es necesario también diseñar, construir<br />

y validar instrumentos de evaluación gerontológica para<br />

la población anciana mexicana, tanto para zonas urbanas<br />

como rurales, lo cual permitirá la valoración <strong>del</strong> impacto<br />

de intervenciones de índole psicológica, social, educativa o<br />

médica, con el propósito de mejorar la calidad de vida <strong>del</strong><br />

adulto mayor mexicano.<br />

Es preciso estudiar a mayor profundidad, por ejemplo, lo<br />

relacionado con la preparación hacia la jubilación, pues<br />

no sólo hay que pensar en los adultos a partir de los 60<br />

años, sino tener en cuenta también su ciclo de vida. Por<br />

la importancia que tienen las relaciones de género en<br />

nuestra sociedad, se debe profundizar el estudio de lo que<br />

significa envejecer siendo hombre o mujer. También hay<br />

que ahondar en lo problemático y lo diverso que son los<br />

156<br />

cuidados <strong>del</strong> adulto mayor dentro de las redes familiares<br />

y sociales, y en las conflictividades que esto ocasiona al<br />

interior de las familias. Determinar cuáles son los procesos<br />

de desafiliación de las redes sociales de apoyo.<br />

Por lo anterior, hay que seguir trabajando en el tema <strong>del</strong><br />

cuidado y el autocuidado, así como explorar el sentimiento<br />

de “culpa” que se hace presente tanto en la persona adulta<br />

mayor como en el cuidador(a). En este sentido, la historia<br />

<strong>del</strong> vínculo entre el adulto mayor y su cuidador es central.<br />

La crisis en el sistema de cuidados es un tema central a<br />

investigar, <strong>sobre</strong> todo, de cara a generar los mecanismos y<br />

estrategias adecuados para hacer frente a una demanda de<br />

cuidado inédita en nuestro país.<br />

Sumado a lo anterior, debe investigarse más <strong>sobre</strong> la<br />

construcción social <strong>del</strong> cuidado y los cuidadores, quiénes<br />

son y las problemáticas que implica su labor, así como<br />

favorecer los procesos de colectivización y democratización<br />

<strong>del</strong> cuidado de los adultos mayores.<br />

Por la complejidad que encierra ser adulto mayor en la<br />

sociedad mexicana, es necesario investigar cómo les<br />

afectan los problemas de coyuntura como terremotos,<br />

desastres y pandemias. Hace falta estudiar de igual forma<br />

las relaciones entre lo institucional, las familias y las redes<br />

sociales. Hay que revisar con más detalle las variables<br />

psicosociales que están impactando en la construcción de la<br />

depresión, en la adherencia terapéutica y en el automanejo<br />

de la enfermedad.<br />

En general, las preocupaciones <strong>del</strong> envejecer se relacionan<br />

con la adaptación a pérdidas vitales, enfermedad, jubilación,<br />

reconciliación con los logros y fracasos, resolución de la<br />

aflicción por la muerte de otros y la aproximación de la<br />

propia. De ahí que el equipo gerontológico, la familia, la<br />

sociedad y el Estado deban procurar dicha adaptación <strong>del</strong><br />

anciano en su entorno y promover una calidad de vida para<br />

este sector de la población.<br />

En lo conceptual se requiere ir más allá <strong>del</strong> dolor y el<br />

sufrimiento, más allá incluso de la perspectiva de lo que<br />

es salud en relación con los hombres y mujeres adultos<br />

mayores. Necesitamos replantearnos nuevos conceptos<br />

<strong>sobre</strong> estas temáticas, o bien, reelaborar los existentes.


Para investigar el envejecimiento y la vejez en México,<br />

hay que tener en cuenta las dinámicas socioculturales, las<br />

cuales son muy diversas y permiten una mejor comprensión<br />

<strong>del</strong> tema, es decir, la multiculturalidad.<br />

ACCIONES PROPUESTAS<br />

Corto plazo<br />

• Formar recursos humanos en gerontología,<br />

psicogerontología, enfermería geriátrica, y gerontología<br />

social y comunitaria.<br />

• Diseñar programas de atención integral al adulto mayor,<br />

considerando las particularidades rural/urbano, y la<br />

interculturalidad de los sectores envejecidos.<br />

• Legislar la atención <strong>del</strong> adulto mayor con énfasis en el<br />

respeto de sus derechos humanos.<br />

• Promover la profilaxis de los padecimientos crónicodegenerativos.<br />

Mediano plazo<br />

• Proponer la conformación de la Procuraduría de la<br />

Defensa <strong>del</strong> Adulto Mayor.<br />

• Revalorar la imagen social de la vejez y el envejecimiento.<br />

• Promover el envejecimiento activo y saludable.<br />

• Mejorar la calidad de vida en la vejez.<br />

Largo plazo<br />

• Crear centros de educación continua en la vejez.<br />

• Crear la Universidad para la Tercera Edad.<br />

• Crear centros de día para adultos mayores en las<br />

comunidades, tomando en cuenta su cultura, tradiciones<br />

y estilos de vida.<br />

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159


GRUPO DE TRABAJO<br />

Enseñanza de la Geriatría:<br />

Primeros análisis <strong>sobre</strong><br />

la formación geriátrica<br />

en pregrado, posgrado y<br />

Enfermería<br />

Coordinadores:<br />

Flor María Ávila Fematt<br />

María Isabel Negrete Redondo<br />

Mariano Montaña Álvarez<br />

Instituto de Geriatría<br />

Relatoras:<br />

Elizabeth Caro López<br />

Victoria González García<br />

Instituto de Geriatría


JUSTIFICACIÓN<br />

Al igual que en otras disciplinas médicas, el desarrollo<br />

de la medicina geriátrica académica ha pasado por el<br />

trabajo clínico, la observación <strong>del</strong> paciente y sus patologías,<br />

la clasificación de fenómenos y la sistematización de<br />

los métodos de análisis, hasta lograr un cuerpo de<br />

investigaciones y conocimiento que le permite convertirse<br />

en una especialidad.<br />

Sin embargo, fue hasta que se profundizó en la forma de<br />

presentación de las enfermedades y en la caracterización<br />

de las diferentes poblaciones de adultos mayores, cuando<br />

se hizo evidente para la comunidad médica la necesidad<br />

de contar con un conocimiento dirigido y diferenciado<br />

apoyado en la investigación. Fue así que en el Reino Unido<br />

inició un proceso de educación a jóvenes médicos, colegas<br />

consultantes y personal de Enfermería, que a la fecha<br />

persiste con ideas centrales de la práctica y la enseñanza<br />

geriátrica (Barton y Mulley, 2003).<br />

Abogando por la existencia de la Geriatría como<br />

subespecialidad y enfatizando el beneficio de los<br />

cuidados que preserven la funcionalidad y promuevan<br />

la rehabilitación, Marjory Warren sienta las bases para<br />

la práctica clínica geriátrica reconociendo a partir de los<br />

pacientes, las necesidades de cuidado e intervención<br />

específica (tabla 1).<br />

162<br />

• Pacientes crónicos no encamados<br />

• Pacientes crónicos encamados<br />

• Paciente senil, quieto, confuso, no ruidoso y<br />

que no molesta a otros enfermos<br />

• Paciente senil demente que necesita estar<br />

segregado de otros enfermos<br />

Tabla 1. Clasificación de los adultos mayores enfermos (Warren,<br />

1946).<br />

En el ámbito latinoamericano, el desarrollo de la Geriatría<br />

y la formación de recursos humanos especializados han<br />

tenido un paso acelerado desde la década de los ochenta,<br />

<strong>sobre</strong> todo en Cuba, Argentina, Chile, Brasil, Colombia,<br />

Perú, Costa Rica y México. Sin embargo, se reconocen los<br />

rezagos en este ámbito y la lucha por remontarlos se libra<br />

en múltiples frentes.<br />

En este sentido, la conformación, en 2001, de la Academia<br />

Latinoamericana de Medicina <strong>del</strong> Adulto Mayor (ALMA)<br />

como activa impulsora de la enseñanza de pregrado y<br />

posgrado geriátrico ha resultado ser fundamental en el<br />

devenir de la especialidad al reconocer que se requieren más<br />

y mejores profesionales que atiendan las necesidades de<br />

salud de los adultos mayores, que las carencias formativas<br />

se hacen manifiestas en la práctica cotidiana, que los<br />

cursos de formación son dispares tanto en contenidos<br />

como en calidad, y que el trabajo colaborativo es una eficaz<br />

herramienta para subsanar estas carencias.<br />

El interés regional por abordar el tema de la enseñanza de<br />

la Geriatría ha propiciado la formación de grupos de análisis<br />

que procuran dar respuestas acordes a la situación de salud<br />

de nuestros países. Un ejemplo claro de estos esfuerzos es<br />

el Primer Foro <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> la Enseñanza de la Geriatría<br />

y Gerontología, realizado 2005 en Perú bajo el auspicio de<br />

la Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong>. Académicos de<br />

diversos puntos de América Latina debatieron ahí <strong>sobre</strong><br />

el tipo de preparación que tienen y cuál deberían de tener<br />

los profesionales que se dedican a la atención <strong>del</strong> adulto<br />

mayor. Las conclusiones se centraron en la reorientación<br />

de los programas de formación de recursos humanos para<br />

dotar de mayores capacidades técnicas a los profesionales<br />

de la atención primaria, la implementación de programas<br />

teórico-prácticos de contenidos geriátricos en la formación<br />

de pregrado de todos los profesionales de la salud y<br />

disciplinas afines, así como la ampliación y fortalecimiento<br />

de los programas de posgrado en la especialización de<br />

Geriatría y la creación de maestrías y doctorados para los<br />

profesionales de la salud que trabajan con adultos mayores.<br />

Dado que la protección de la salud de los mexicanos<br />

requiere de estrategias globales e integrales, el Plan<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> 2007-2012 <strong>del</strong> Gobierno Federal<br />

define cinco objetivos principales para México: 1) Mejorar<br />

las condiciones de salud de la población; 2) reducir las<br />

brechas y desigualdades en salud mediante intervenciones<br />

focalizadas en grupos vulnerables y comunidades<br />

marginadas; 2) prestar servicios con calidad y seguridad;<br />

3) evitar el empobrecimiento de la población por motivos<br />

de salud; 4) garantizar que la salud contribuya al combate<br />

a la pobreza y al desarrollo social <strong>del</strong> país.<br />

Una de las diez estrategias diseñadas para cumplir<br />

exitosamente con estos objetivos es la generación


de recursos suficientes y oportunos mediante el<br />

fortalecimiento de la investigación y la enseñanza en<br />

salud para el desarrollo <strong>del</strong> conocimiento y los recursos<br />

humanos. En este marco, la creación <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría representa un hito en la historia de la enseñanza<br />

geriátrica en México, pues se propone ser la instancia<br />

aglutinadora, generadora y difusora de conocimiento, así<br />

como diseñadora de educación de vanguardia en todas las<br />

modalidades de enseñanza en torno a la Geriatría y la salud<br />

<strong>del</strong> adulto mayor.<br />

El desarrollo de la medicina geriátrica clínica y académica<br />

en México ha involucrado a múltiples actores, tanto a los<br />

pioneros de la disciplina como a los innovadores, a lo largo<br />

de diversos procesos:<br />

• El interés por el adulto mayor que en nuestro país<br />

partió de especialistas en otras áreas, con la posterior<br />

incorporación de médicos geriatras formados en el<br />

extranjero.<br />

• El reto <strong>del</strong> cambio de mo<strong>del</strong>os de atención.<br />

• El reto de vencer posturas edadistas y nihilismos<br />

terapéuticos.<br />

• Demostración de la utilidad de la Geriatría en los<br />

sistemas de salud.<br />

• Desarrollo de una base de evidencia que sustente las<br />

mejores prácticas clínicas y propicie su multiplicación.<br />

• La alianza con otros profesionales.<br />

• El concurso de todos los recursos disponibles, tanto<br />

institucionales como comunitarios.<br />

• La experiencia de la enseñanza, la transferencia <strong>del</strong><br />

conocimiento, la tutoría de alumnos y el mo<strong>del</strong>o de rol<br />

médico a seguir.<br />

En este sentido, el Instituto de Geriatría ha iniciado un<br />

profundo proceso de reflexión <strong>sobre</strong> el tema con la finalidad<br />

de coadyuvar a la construcción de los más elevados<br />

estándares académicos para el estudio y la práctica de<br />

la Geriatría, así como de participar en la definición de<br />

las políticas y programas para la formación de recursos<br />

humanos especializados que respondan a las necesidades<br />

reales de la población mexicana.<br />

Es así que el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y<br />

<strong>Salud</strong>, convocado por el Instituto de Geriatría, representó<br />

desde el punto de vista de la enseñanza geriátrica el inicio<br />

de un proceso que, a la postre, llevará a mejores y más claras<br />

definiciones en el campo de la educación y la formación<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

de los diversos profesionales de la salud para beneficio <strong>del</strong><br />

adulto mayor.<br />

EDUCACIÓN DE LA GERIATRÍA EN PREGRADO<br />

Participantes en la mesa de Pregrado:<br />

Enrique Vargas Salado,<br />

Universidad de Guanajuato, campus León.<br />

Armando González Bedoy,<br />

Facultad de Medicina, UNAM.<br />

Victoria Arango Loperena,<br />

Instituto de Geriatría.<br />

Jesús Noyola Bernal,<br />

Asociación Mexicana de Escuelas y Facultades<br />

de Medicina.<br />

Clemente Zúñiga Gil,<br />

Universidad Autónoma de Baja California;<br />

Academia Latinoamericana de Medicina <strong>del</strong><br />

Adulto Mayor.<br />

El desarrollo de programas geriátricos académicos en las<br />

escuelas y facultades de Medicina es crucial para formar<br />

una fuerza de trabajo efectiva, integrada por profesionales<br />

capaces de lidiar con las enfermedades y necesidades de<br />

salud de una población que envejece rápidamente.<br />

Una primera aproximación al problema de la formación<br />

geriátrica en las escuelas de medicina mexicanas lo<br />

constituye el reporte Programa de Promoción de la<br />

Enseñanza de la Geriatría en las Escuelas y Facultades<br />

de Medicina de México, realizado por la Organización<br />

Panamericana de la <strong>Salud</strong> y la Asociación Mexicana de<br />

Escuelas y Facultades de Medicina (AMFEM), según el<br />

cual, para 1998, sólo 8 de las 60 escuelas de medicina<br />

existentes en México tenían contenidos de Geriatría en el<br />

programa de pregrado.<br />

En 2003, la AMFEM realizó una nueva investigación<br />

por iniciativa de su entonces presidente, el Dr. Enrique<br />

Vargas Salado, geriatra académico de la Universidad de<br />

Guanajuato y activo impulsor de la especialidad en México;<br />

dicho estudio mostró que de las 65 escuelas y facultades de<br />

medicina existentes en México, 30 ya habían incorporado<br />

contenidos geriátricos a sus programas académicos.<br />

Hasta el momento, no ha podido desarrollarse una estrategia<br />

efectiva que convenza al conjunto de universidades para<br />

163


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

que se incorpore esta unidad didáctica en sus programas.<br />

Sin embargo, resulta de suma importancia la disposición<br />

de la AMFEM, externada a través de su actual presidente,<br />

el Dr. Jesús Noyola Bernal, de retomar el análisis y enfoque<br />

<strong>del</strong> problema de la formación geriátrica de pregrado, cuya<br />

solución no puede ser postergada.<br />

La experiencia actual muestra que gran parte de los<br />

programas han iniciado como unidades optativas o<br />

anexadas a otras unidades –como salud pública–, pero con<br />

el paso <strong>del</strong> tiempo y ante la evidencia de su importancia<br />

como unidad didáctica independiente, la Geriatría ha<br />

logrado obtener sus espacios propios.<br />

Sin embargo, la exposición de los estudiantes de Medicina<br />

a los servicios de Geriatría como unidad didáctica <strong>del</strong><br />

programa académico requiere que se establezcan técnicas<br />

de enseñanza que favorezcan un aprendizaje significativo,<br />

particularmente de las formas de presentación de las<br />

enfermedades en los adultos mayores y de los síndromes<br />

geriátricos; estas técnicas han demostrado su utilidad como<br />

estrategias para el reclutamiento de potenciales residentes<br />

de Geriatría.<br />

El abordaje clínico <strong>del</strong> adulto mayor requiere de un enfoque<br />

holístico con intervenciones multi e interdisciplinarias que<br />

aborden los aspectos preventivos y de rehabilitación en la<br />

atención comunitaria, permitiendo una respuesta integral a<br />

los problemas <strong>del</strong> anciano desde una perspectiva biológica,<br />

psicológica, social y espiritual.<br />

En la Facultad de Medicina de la Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México, la enseñanza de la Geriatría se ha<br />

incluido en los planes de estudio de distintas formas: en<br />

el plan de 1985 se incluían siete horas de “Clínica <strong>del</strong><br />

Viejo” dentro de Medicina General II; en el Plan Único de<br />

Estudios de la Carrera de Médico Cirujano, en 1993, se<br />

incluyó como unidad temática con 40 horas, equivalente<br />

a 8.3% de los créditos <strong>del</strong> cuarto año de la carrera. La<br />

materia fue incluida en el programa de <strong>Salud</strong> Pública III con<br />

el objetivo de asegurar de que el estudiante recibiera un<br />

enfoque humanístico, de la salud pública (gerontológico) y<br />

<strong>del</strong> abordaje clínico (geriátrico) que le permitiera responder<br />

a las necesidades de salud de la población anciana.<br />

En la actualidad, con base en el programa de 1993, se<br />

cuenta con 34 profesores con especialidad en Geriatría<br />

o Gerontología, responsables cada año de 37 grupos<br />

164<br />

conformados por un promedio de 20 alumnos cada uno. Se<br />

ha buscado promover en los alumnos la visión y la mística<br />

que el profesionista requiere para la atención <strong>del</strong> adulto<br />

mayor y su actualización se apoya de manera permanente.<br />

En 2010, se aprobó el Plan de Estudios de la licenciatura<br />

de Médico Cirujano que se encuentra actualmente en<br />

proceso de implementación; con ello, la Geriatría ha pasado<br />

a ser una materia independiente obligatoria, aparte de la<br />

<strong>Salud</strong> Pública. Se imparte en noveno semestre en el área de<br />

conocimientos clínicos, con un programa teórico-práctico<br />

de 8 semanas, con 10 horas de teoría y 25 horas de<br />

práctica. Este nuevo programa individualiza a la Geriatría<br />

y asegura un adecuado tiempo de impartición; se requiere,<br />

sin embargo, el desarrollo de un libro de texto específico<br />

que se complemente con las antologías y las lecturas<br />

recomendadas anteriormente.<br />

Con este reciente giro, la Facultad de Medicina de la<br />

UNAM se coloca a la vanguardia de la enseñanza geriátrica<br />

de pregrado conjuntando un cuerpo académico que<br />

aglutina al grupo docente pionero de 1993 con las nuevas<br />

generaciones de geriatras que engrosan la plantilla actual.<br />

La Escuela Superior de Medicina <strong>del</strong> Instituto Politécnico<br />

<strong>Nacional</strong> incorpora desde 1997 la asignatura de Geriatría en<br />

modalidad curricular obligatoria durante tres meses dentro<br />

<strong>del</strong> décimo semestre de la carrera de Médico Cirujano y<br />

Partero. Es una asignatura teórico-práctica con 90 horas<br />

por trimestre, equivalentes a 7 créditos. La asignatura<br />

está diseñada para que el alumno aprenda a identificar los<br />

principales problemas <strong>del</strong> adulto mayor, considerando los<br />

cambios orgánicos, morfológicos y funcionales, así como<br />

los cambios psicológicos producidos por los procesos <strong>del</strong><br />

envejecimiento. La asignatura subraya la importancia<br />

de que el médico general sea capaz de comprender en el<br />

primer nivel de atención las características especiales de<br />

las esferas biológica y psicoafectiva <strong>del</strong> adulto mayor, para<br />

su adecuado manejo médico o su canalización a servicios<br />

especializados.<br />

Las tendencias educativas de la medicina apuntan, sin<br />

duda, al desarrollo de programas centrados en el estudiante<br />

y basados en competencias. Esto implica que la educación<br />

médica debe vincular el mo<strong>del</strong>o educativo con el mo<strong>del</strong>o<br />

asistencial o el campo laboral, y que, a la vez, permita la<br />

flexibilidad <strong>del</strong> profesional para ajustarse a cambios de<br />

paradigma, tal como lo requiere el ejercicio de la medicina<br />

geriátrica.


Los trabajos desarrollados en la Asociación de Facultades<br />

y Escuelas de Medicina de México permitieron establecer<br />

una serie de siete competencias que integran las destrezas<br />

y habilidades que requieren los egresados de la licenciatura<br />

en Medicina para desempeñarse eficientemente como<br />

médicos generales. Si bien la diferencia de recursos entre<br />

distintas universidades y entidades federativas en México<br />

ha dificultado que las competencias se vean reflejadas en<br />

un programa unificado para la licenciatura en Medicina<br />

que pudiese ser aplicado en cada una de las facultades<br />

y escuelas de Medicina, el camino está iniciado y debe<br />

avanzar hacia el desarrollo de competencias específicas que<br />

doten al estudiantado <strong>del</strong> país de mejores herramientas para<br />

la atención de los adultos mayores. Las siete competencias<br />

propuestas para la licenciatura en Medicina son:<br />

• Dominio de la atención médica general: Capacidad de<br />

realizar un manejo clínico integral que permita preservar<br />

o restaurar la salud <strong>del</strong> paciente considerando los<br />

aspectos biológicos, psicológicos y sociales.<br />

• Dominio de las bases científicas de la medicina:<br />

Capacidad para utilizar el conocimiento teórico,<br />

científico, epidemiológico y clínico con la finalidad<br />

de tomar decisiones médicas y elaborar mo<strong>del</strong>os que<br />

permitan promover la salud, disminuir los riesgos, limitar<br />

los daños y proponer abordajes viables a los problemas<br />

de salud, adecuándose a las necesidades y condiciones<br />

de los pacientes, la comunidad y la sociedad.<br />

• Capacidad metodológica e instrumental en ciencias<br />

y humanidades: Capacidad de utilizar los enfoques<br />

metodológicos de la investigación cualitativa y<br />

cuantitativa, así como los derivados de las humanidades,<br />

para tomar decisiones médicas bien sustentadas,<br />

mejorar la calidad de los servicios de salud, avanzar<br />

en el conocimiento <strong>del</strong> proceso salud-enfermedad y<br />

contribuir a favorecer el desarrollo humano sostenible<br />

con equidad y justicia.<br />

• Dominio ético y <strong>del</strong> profesionalismo: Actuar de<br />

conformidad con los valores que identifican a la profesión<br />

médica, mostrando su compromiso con los pacientes,<br />

sus familias, la comunidad y la sociedad en general, a fin<br />

de dar respuesta a las necesidades de salud.<br />

• Dominio de la calidad de la atención médica y trabajo<br />

en equipo: Capacidad para responder satisfactoriamente<br />

a las necesidades de salud, reales y sentidas, de los<br />

individuos, familias y comunidades de manera oportuna,<br />

efectiva, accesible, confiable y de conformidad con las<br />

mejores prácticas y la mejor evidencia disponible, libre<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

de deficiencias y errores, favoreciendo el trabajo en<br />

equipo mediante el liderazgo compartido, el desarrollo<br />

continuado de las capacidades de sus integrantes, el<br />

monitoreo y el apoyo a los miembros que lo necesitan.<br />

• Dominio de la atención comunitaria: Aplicación y<br />

evaluación de acciones preventivas y de promoción<br />

a la salud que permitan controlar los riesgos a la<br />

salud individual y colectiva mediante la participación<br />

comunitaria y el uso efectivo de los recursos disponibles.<br />

• Capacidad de participación en el sistema de salud:<br />

Participación reflexiva en la instrumentación y<br />

evaluación de políticas, planes y programas nacionales<br />

y regionales de salud, buscando ampliar los beneficios<br />

para la salud individual y colectiva.<br />

La enseñanza de la medicina geriátrica basada en<br />

competencias implica desarrollar una combinación<br />

armónica e integrada de conocimientos, actitudes,<br />

cualidades personales y habilidades que permitan el<br />

adecuado desempeño <strong>del</strong> médico y que favorezcan una<br />

notable capacidad de adaptación.<br />

La Geriatría es, por definición, la rama de la medicina<br />

que estudia la enfermedad en el anciano; sin embargo,<br />

la orientación de la rama ha dejado fuera de su abordaje<br />

a las subpoblaciones de adultos sanos y/o funcionales<br />

que también requieren de una perspectiva de abordaje<br />

integral e interdisciplinario. Busca el fortalecimiento de un<br />

aprendizaje duradero y transferible, en el cual el médico<br />

asume la información, la transforma en conocimiento,<br />

la emplea para resolver los problemas y termina el ciclo<br />

formando conocimiento nuevo.<br />

La construcción de una competencia médica requiere<br />

determinar los conocimientos que es imprescindible que<br />

adquiera el estudiante, las habilidades y actitudes que debe<br />

desarrollar, así como la etapa <strong>del</strong> aprendizaje en que debe<br />

ser expuesto a dicho conocimiento.<br />

Es decir, este mo<strong>del</strong>o de aprendizaje debiera responder los<br />

siguientes cuestionamientos<br />

• ¿Que debe aprender el médico general para atender a las<br />

necesidades de salud <strong>del</strong> adulto mayor?<br />

• ¿Cómo debe adquirir dichos conocimientos?<br />

• ¿Cómo se desarrollan las habilidades y aptitudes para la<br />

práctica de la medicina geriátrica?<br />

165


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

• ¿Cómo se incorporan las cualidades personales para el<br />

logro de las competencias?<br />

En este sentido, el papel de la Academia Latinoamericana<br />

de Medicina <strong>del</strong> Adulto Mayor ha logrado aportes<br />

significativos y propuestas puntuales. Bajo el auspicio de la<br />

Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong>, dicha institución<br />

nace ante la necesidad de mejorar la enseñanza de la<br />

Geriatría en la región y se plantea como objetivo promover<br />

la educación médica continuada con énfasis en los<br />

profesores de Geriatría mediante cursos de posgraduados y<br />

el apuntalamiento de la enseñanza en la Atención Primaria<br />

a la <strong>Salud</strong>.<br />

Promueve activamente el trabajo de redes colaborativas<br />

en docencia e investigación, como lo demuestra su<br />

participación en la Red Temática de <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong><br />

y Desarrollo Social, recientemente creada en México.<br />

ALMA agrupa a una buena parte de los cuerpos docentes<br />

de los países latinoamericanos, facilitando con ello la<br />

actualización docente, así como el intercambio académico<br />

que a la postre promueve el crecimiento de la Geriatría<br />

latinoamericana. Cuenta con la activa colaboración de la<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México, la Universidad<br />

Católica de Chile, la Universidad Javeriana de Bogotá, la<br />

Universidad de La Habana, la Universidad de San José en<br />

Costa Rica, la Universidad Autónoma de Baja California<br />

en México y el apoyo decidido de la Sociedad Española de<br />

Medicina Geriátrica, a través <strong>del</strong> Dr. Leocadio Rodríguez<br />

Mañas, presidente de su comité ejecutivo.<br />

Su preocupación por la enseñanza de la Geriatría llevó a<br />

los miembros de ALMA a realizar un intensa investigación<br />

<strong>sobre</strong> la situación de la enseñanza de pregrado en América<br />

Latina, hallando que en 2004 sólo 14% de las facultades<br />

y escuelas de Medicina de la región tienen dentro de sus<br />

programas formativos, contenidos geriátricos o unidades<br />

didácticas destinadas a la enseñanza de la medicina<br />

geriátrica. Los resultados de este trabajo fueron publicados<br />

en 2005 en la Revista Panamericana de <strong>Salud</strong> Pública,<br />

en donde se destaca la necesidad de que los alumnos<br />

adquieran competencias y habilidades que les permitan<br />

conocer y comprender:<br />

• El proceso de envejecimiento y sus repercusiones<br />

demográficas y epidemiológicas.<br />

• La historia natural de la fragilidad y la dependencia.<br />

166<br />

• La forma de presentación de las enfermedades en el<br />

adulto mayor.<br />

• Las interacciones entre factores físicos, mentales y<br />

sociales en la generación de la discapacidad.<br />

• La evaluación de la enfermedad y la dependencia.<br />

• La importancia de los cuidados continuados y de la<br />

intervención precoz.<br />

• El valor <strong>del</strong> trabajo interdisciplinario.<br />

• El uso óptimo de los recursos comunitarios, sociales y<br />

de salud a favor <strong>del</strong> adulto mayor.<br />

• El uso apropiado de los fármacos.<br />

• El valor de la rehabilitación.<br />

• La perspectiva de ciclo de vida, desde el adulto mayor<br />

sano hasta el enfermo crónico y terminal.<br />

• <strong>Envejecimiento</strong> sano y activo.<br />

Los programas basados en competencias en Medicina<br />

favorecen el desarrollo de habilidades técnicas y brindan<br />

particular importancia a los avances tecnológicos, a<br />

menudo dejando de lado las habilidades de comunicación<br />

e interacción <strong>del</strong> médico con sus pacientes y la comunidad.<br />

Si bien la mayor parte de los programas basados en<br />

competencias incluyen la práctica ética en sus perfiles de<br />

egreso, falta estimular el desarrollo de actitudes adecuadas<br />

para completar este fin.<br />

La Medicina no sólo requiere formar profesionistas con<br />

excelentes capacidades y conocimientos técnicos, sino<br />

también formar excelentes seres humanos con valores<br />

morales que aseguren una atención médica de calidad en<br />

cualquier nivel. Sin embargo, el alumno debe aprender la<br />

actitud humanística <strong>del</strong> comportamiento de cada uno de<br />

sus profesores, quienes deberán mostrar congruencia entre<br />

lo que se enseña y lo que se practica, particularmente en<br />

los campos clínicos.<br />

La bioética es diferente <strong>del</strong> derecho médico y no es exclusiva<br />

de la atención a los adultos mayores. La enseñanza de<br />

la bioética no debe limitarse únicamente a la Geriatría,<br />

sino abordarse, con base en los principios de autonomía,<br />

beneficencia y justicia para la población en general.<br />

Retos a resolver y propuestas<br />

1. Alianzas estratégicas <strong>del</strong> Instituto de Geriatría con<br />

instituciones educativas y organismos civiles como la<br />

AMFEM para realizar un diagnóstico exhaustivo de la


situación de la enseñanza de pregrado en Geriatría que<br />

actualice y complemente la información disponible<br />

actualmente. Este proceso debe estar enriquecido por<br />

datos puntuales que permitan un acercamiento profundo<br />

al impacto que representa la enseñanza de la Geriatría y<br />

su repercusión en la formación <strong>del</strong> médico mexicano. Este<br />

diagnóstico ofrecerá los principales insumos que permitan<br />

elaborar propuestas consensuadas y de mayor alcance<br />

para la evaluación y rediseño de programas existentes o<br />

apertura de nuevas cátedras (tabla 2).<br />

2. Producción y amplia difusión de material académico y<br />

textos de alta calidad para la enseñanza de la medicina de<br />

pregrado y de atención primaria a la salud conjuntando el<br />

conocimiento y experiencia de los geriatras mexicanos. De<br />

esta forma se propiciará un conocimiento más uniforme en<br />

términos de contenido y calidad. La producción de libros<br />

de texto geriátricos en nuestro país es escasa; para cambiar<br />

esta situación se requiere de un fuerte impulso e interés por<br />

parte <strong>del</strong> cuerpo académico, las casas editoras y las propias<br />

universidades.<br />

3. Diseño e implementación de modalidades innovadoras<br />

y poco exploradas que atraigan al estudiante de pregrado<br />

hacia la Geriatría:<br />

•Inclusión de contenidos geriátricos en todas las unidades<br />

didácticas de tal forma que la Geriatría sea vista desde<br />

las otras disciplinas médicas.<br />

• Rotaciones en servicios geriátricos especializados,<br />

medicina geriátrica ambulatoria o unidades de cuidados<br />

prolongados públicos o privados.<br />

• Cursos de verano con exposición intensiva a contenidos<br />

geriátricos clínicos.<br />

• Cursos de verano de investigación geriátrica.<br />

• Talleres dirigidos hacia el desarrollo de competencias y<br />

destrezas geriátricas para el estudiante de Medicina.<br />

• Programa de contacto con el adulto mayor sano para<br />

el estudiante de primer año con la finalidad de mejorar<br />

la percepción que tiene el alumno de los adultos<br />

mayores y sensibilizarlo respecto al ejercicio clínico con<br />

subpoblaciones de ancianos. Esta modalidad favorece el<br />

Censo actualizado de las escuelas y facultades de Medicina que ofrecen contenidos geriátricos.<br />

Forma de inclusión de los contenidos geriátricos (en una materia independiente o insertos en otras áreas de la<br />

Medicina)<br />

Semestre o año en que se imparten los conocimientos geriátricos<br />

Créditos que otorgan las cátedras de Geriatría<br />

Número de horas totales de enseñanza geriátrica<br />

Facultades que cuentan con departamentos de Geriatría<br />

Facultades con unidades de Geriatría insertadas en otra división<br />

Competencias que promueven los contenidos geriátricos<br />

Técnicas educativas empleadas en la enseñanza geriátrica<br />

Porcentaje de la enseñanza geriátrica que se dedica a la teoría<br />

Porcentaje de la enseñanza geriátrica que se destina a la práctica<br />

Abordaje de temas relacionados con cuidados prolongados<br />

Abordaje de temas relacionados con el final de la vida y la medicina paliativa<br />

Tipo de servicios en los que se realiza la enseñanza clínica (Geriatría, Medicina Interna o Medicina General, otros)<br />

Perfil de los profesores (médicos generales, especialistas de otras ramas o geriatras)<br />

Profesores de tiempo completo con los que cuentan<br />

Relación entre número de profesores y alumnos atendidos<br />

¿El cuerpo académico de contenidos geriátricos está involucrado en procesos de capacitación docente?<br />

¿El cuerpo académico de los profesores de contenidos geriátricos está involucrado en educación médica continua?<br />

Competencias evaluadas en la plantilla docente de contenidos geriátricos<br />

Porcentaje <strong>del</strong> cuerpo académico de pregrado que cumple funciones en posgrado y educación médica continua<br />

Líneas de investigación geriátrica por facultad de Medicina<br />

Percepción general de la atención de los adultos mayores por parte <strong>del</strong> estudiante de Medicina<br />

¿Existe alguna modificación en la percepción <strong>del</strong> cuidado <strong>del</strong> adulto mayor por parte <strong>del</strong> estudiante de Medicina, una<br />

vez que ha entrado en contacto con la Geriatría?<br />

Tabla 2. Temario propuesto para el diagnóstico en escuelas y facultades de Medicina. Geriatría de pregrado.<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

167


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

entendimiento de los niveles de cuidado y promueve la<br />

experiencia de la educación intergeneracional.<br />

• Programa de inmersión intensiva a guías de práctica<br />

clínica de primer contacto geriátrico para el médico<br />

próximo a la realización <strong>del</strong> servicio social.<br />

• Participación de organizaciones de la sociedad civil<br />

y fundaciones con interés en la salud de los adultos<br />

mayores, financiando programas especiales con elevado<br />

contenido geriátrico dirigidos a estudiantes de Medicina<br />

durante el transcurso de todo el entrenamiento de<br />

pregrado.<br />

4.Actualización docente de los profesores de Geriatría, de<br />

tal forma que se fortalezca la figura de tutor y de mo<strong>del</strong>o<br />

a seguir.<br />

5.Uso de tecnologías de la información y de mo<strong>del</strong>os de<br />

educación a distancia en redes educativas que propicien la<br />

enseñanza de la Geriatría en pregrado y refuercen el trabajo<br />

colaborativo entre universidades de México, América<br />

Latina y el Instituto de Geriatría.<br />

6.La Biblioteca Virtual <strong>del</strong> Instituto de Geriatría puede<br />

alojar y catalogar la información relacionada con el tema<br />

de adultos mayores de los ámbitos académicos geriátricos<br />

y, de esa manera, servir como punto de referencia para<br />

los estudiantes de medicina <strong>del</strong> país y como vehículo de<br />

intercambio de información entre las distintas universidades<br />

que ofrecen contenidos geriátricos de pregrado.<br />

REFLEXIONES SOBRE EL POSGRADO EN<br />

GERIATRÍA<br />

La experiencia inicial <strong>del</strong> posgrado geriátrico en las<br />

instituciones mexicanas académicas y de salud ha estado<br />

llena de vicisitudes, contratiempos y, al mismo tiempo,<br />

historias de éxito. Aunque la Maestría en Ciencias <strong>del</strong><br />

Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong> iniciada en 1985 hubo de<br />

ser truncada, los médicos egresados de ese programa han<br />

sido activos promotores <strong>del</strong> desarrollo de la especialidad en<br />

nuestro país.<br />

El curso de especialidad que dio inicio a la Geriatría<br />

académica en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales<br />

para los Trabajadores <strong>del</strong> Estado (ISSSTE), en 1986,<br />

tuvo que sortear un sistema de atención carente de<br />

infraestructura para el cuidado de los adultos mayores y el<br />

168<br />

escaso acercamiento a la medicina geriátrica que entonces<br />

caracterizaba a la institución de salud con la población<br />

de adultos mayores más grande <strong>del</strong> país. Inmersos en un<br />

entorno de médicos internistas, con quienes compartían<br />

la misma especialidad troncal, profesores y alumnos<br />

de Geriatría fueron paulatinamente abriendo espacios,<br />

desarrollando mo<strong>del</strong>os de atención y proponiendo técnicas<br />

educativas que actualmente abarcan no sólo a los médicos<br />

especialistas, sino también al médico familiar, enfermeras,<br />

gericultistas y cuidadoras.<br />

Por otra parte, los geriatras mexicanos formados en<br />

programas académicos en el extranjero vinieron a reforzar<br />

el trabajo iniciado por un grupo de colegas preocupados y<br />

ocupados de convencer al sistema de salud mexicano de<br />

los beneficios de la atención diferenciada hacia los adultos<br />

mayores.<br />

El advenimiento de los cursos con reconocimiento<br />

universitario en la Universidad Autónoma de Nuevo<br />

León y la Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

constituye un parteaguas, pues detonó la apertura <strong>del</strong><br />

curso de especialidad en múltiples sedes, incluyendo otras<br />

universidades visionarias, públicas y privadas, acompañada<br />

por el desarrollo de programas de las instituciones <strong>del</strong><br />

Sector <strong>Salud</strong>.<br />

Los geriatras clínicos pioneros y las nuevas generaciones<br />

formadas a partir de esas experiencias constituyen hoy un<br />

sólido cuerpo académico que reconoce la importancia <strong>del</strong><br />

papel que les toca desempeñar en la sociedad y enfocan sus<br />

esfuerzos hacia el desarrollo de la Geriatría y la formación<br />

de más y mejores recursos humanos.<br />

Fomentar la creación y capacitación de recursos humanos<br />

especializados en materia de Geriatría y en aquellas<br />

complementarias y de apoyo, mediante la creación e<br />

implementación de programas y cursos especializados,<br />

así como fungir como órgano de consulta nacional <strong>sobre</strong><br />

temas relacionados con su objeto, son tareas sustantivas<br />

<strong>del</strong> Instituto de Geriatría, órgano desconcentrado de la<br />

Secretaría de <strong>Salud</strong>. De ahí su interés en promover, a partir<br />

<strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>, un<br />

debate fundamental que ha de definir el rumbo que tomará<br />

la formación de geriatras en México tomando en cuenta los<br />

siguientes elementos:


• Congruencia entre la enseñanza y las necesidades de<br />

salud de la población.<br />

• El nivel y la calidad académica de los egresados de los<br />

distintos programas de especialidad.<br />

• Ritmo de formación desde 1986.<br />

• Análisis de los cambios en la estructura de los programas<br />

actuales.<br />

• Reclutamiento y promoción <strong>del</strong> entrenamiento en<br />

Geriatría.<br />

• Educación médica continua en Geriatría.<br />

Profesor titular<br />

Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />

Flor María Ávila Fematt<br />

Mariano Montaña Álvarez<br />

Patricia Morales Razo<br />

Gustavo Robles Villela<br />

Emilio García Mayo<br />

Ivonne Becerra Laparra<br />

Carlos D´Hyver de las Deses<br />

Alejandro Uribe Hernández<br />

Felipe Martínez Arronte<br />

Francisco Javier López Esqueda<br />

Ricardo Salinas Martínez<br />

Amador Macías Osuna<br />

Abel Barragán Berlanga<br />

Carlos Romero Aparicio<br />

Juan José García González<br />

David Leal Mora<br />

Sergio Valdés Rojas<br />

Gustavo Medina<br />

Institución académica<br />

Instituto de Geriatría<br />

Instituto de Geriatría<br />

Instituto de Geriatría<br />

La Geriatría es una nueva especialidad en México y, si bien<br />

los logros han sido ponderados, hay aún grandes problemas<br />

que resolver y estrategias que proponer a favor <strong>del</strong> desarrollo<br />

de la Geriatría académica y <strong>del</strong> tipo de profesional que ha<br />

de ser el depositario de la salud de los viejos mexicanos.<br />

Los marcos de referencia de los programas desarrollados en<br />

otros países –algunos con sistemas de salud y educativos<br />

sumamente evolucionados, otros con problemáticas y<br />

características muy similares al nuestro- han sido de gran<br />

utilidad en esta reflexión; sin embargo, la Geriatría mexicana<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />

Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />

Universidad Autónoma de Nuevo León<br />

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de<br />

Monterrey<br />

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de<br />

Monterrey<br />

Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />

Universidad Autónoma de Querétaro<br />

Universidad de Guadalajara<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />

Tabla 3. Participantes en la encuesta <strong>sobre</strong> formación geriátrica de especialidad.<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

Institución de salud<br />

Secretaria de <strong>Salud</strong><br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

Hospital Español<br />

Centro Gerontológico<br />

“Arturo Mundet”<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas<br />

y Nutrición “Salvador Zubirán”<br />

Fundación Médica Sur<br />

Centro Médico ABC<br />

Hospital Central de Pemex Norte<br />

Hospital de Enfermos<br />

Crónicos de Tepexpan<br />

Hospital Central<br />

“Ignacio Morones Prieto”<br />

Hospital Universitario<br />

de Nuevo León<br />

Hospital “San José”<br />

Hospital Metropolitano<br />

“Bernardo Sepúlveda”<br />

Hospital Regional ISSSTE<br />

“Lic. Adolfo López Mateos”<br />

Hospital Regional Num. 1 IMSS<br />

Hospital Civil de Guadalajara<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de las<br />

Personas Adultas Mayores<br />

Hospital General de Zona<br />

núm. 27, IMSS<br />

169


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

ha adquirido sello propio y la creación <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría es el mejor auspicio de la consolidación de la<br />

especialidad y la promoción de su crecimiento.<br />

Si bien los cursos universitarios existentes son sometidos a<br />

escrutinios periódicos y los cuerpos docentes han debatido<br />

desde 2007 la pertinencia de varios mo<strong>del</strong>os educativos<br />

y formas de ingreso a la especialidad, consideramos que<br />

el Instituto de Geriatría abre la oportunidad a visiones<br />

innovadoras acordes con las necesidades de atención de la<br />

población de adultos mayores y propone soluciones globales<br />

a la formación de recursos humanos especializados.<br />

Para este propósito, el Instituto –a través de su Dirección<br />

de Enseñanza y Divulgación– se dio a la tarea de congregar<br />

a los profesores titulares de los cursos universitarios<br />

existentes en el país; anticipadamente, mediante una<br />

encuesta, se les invitó a replantearse el camino de la<br />

formación geriátrica de especialidad en su conjunto y a<br />

reflexionar <strong>sobre</strong> los programas que ellos mismos dirigen y<br />

los problemas comunes que enfrentan en el cumplimiento<br />

de la gran responsabilidad implícita en la enseñanza de la<br />

Medicina en general y de la Geriatría en particular (tabla<br />

3).<br />

Encuesta previa<br />

Con la finalidad de comparar las opiniones de cada uno de<br />

los profesores respecto a los temas abordados en la mesa<br />

de trabajo, se envió por correo electrónico el siguiente<br />

cuestionario:<br />

1.¿Cuántas plazas de primer y segundo año de Geriatría<br />

tiene anualmente su sede? ¿Cuántas plazas de primer y<br />

segundo se encuentran ocupadas?<br />

2.¿Cuántos años de prerrequisito de Medicina Interna<br />

se deben de cursar antes de iniciar la especialidad en<br />

Geriatría?<br />

3.¿Debe ofrecerse la especialidad de Geriatría como<br />

elección inicial o después de la especialidad de Medicina<br />

Interna parcial o completa?<br />

4.¿Responde la actual formación de Geriatría a las<br />

necesidades <strong>del</strong> país y de la población adulta mayor?<br />

5.¿Qué estrategias propondría para impulsar el<br />

reclutamiento de residentes de Geriatría?<br />

Los participantes enviaron sus respuestas por correo<br />

170<br />

electrónico a la Dirección de Enseñanza y Divulgación <strong>del</strong><br />

Instituto de Geriatría, donde se analizaron y conjuntaron las<br />

respuestas obtenidas.<br />

1. Plazas disponibles y ocupación de plazas por sede<br />

Actualmente se encuentran registradas 18 sedes donde<br />

se imparten cursos de posgrado de especialidad en<br />

Geriatría. Existe un total de 41 plazas para el primer año<br />

y 64 para el segundo. Hasta 2010 había egresado un<br />

total de 296 especialistas en Geriatría de las 18 sedes,<br />

siendo el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”<br />

y el Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y Nutrición<br />

“Salvador Zubirán” las dos sedes con un mayor número<br />

de egresados, 83 para la primera y 52 para la segunda,<br />

respectivamente. En la tabla 4 podemos observar cada<br />

una de las sedes de programas de Geriatría, la universidad<br />

a la que se encuentran incorporadas, el número de plazas<br />

disponibles y ocupadas por año, así como el nombre <strong>del</strong> o<br />

los profesores titulares <strong>del</strong> curso.<br />

Actualmente la proporción de ocupación de plazas en<br />

México se encuentra por arriba de lo observado en otros<br />

países, donde no suele superar el 50%. Sin embargo,<br />

la falta de aspirantes ha generado que disminuyan las<br />

plazas ofertadas en los años subsecuentes (figura 1). En<br />

la tabla 4 podemos observar cómo se ofrecen 64 plazas<br />

para alumnos de segundo año, pero sólo están ocupadas<br />

41; para primer año se ofrecen 41 plazas, pero sólo se<br />

encuentran ocupadas 29, lo que plantea el riesgo de que<br />

disminuya la oferta en los siguientes años, siendo necesario<br />

establecer un programa de reclutamiento efectivo.<br />

Figura 1. Proporción de plazas de 1er. y 2º año de Geriatría<br />

ocupadas en 2010.<br />

2. Número de años de prerrequisito de Medicina Interna<br />

para el ingreso a la especialidad de Geriatría


Este tema suscita opiniones divididas entre los profesores<br />

participantes. Si bien la mayoría considera que la mejor<br />

opción es completar el entrenamiento de cuatro años de<br />

Medicina Interna, si se suman los profesores que apoyan<br />

las opciones de dos y tres años, su número es superior.<br />

Los argumentos a favor de completar dos años de Medicina<br />

Interna se respaldan en el hecho de que los programas<br />

universitarios brindan los conceptos más importantes de<br />

la especialidad en ese periodo, utilizando el tercer año de<br />

Tabla 4. Plazas disponibles y ocupadas por sede de Geriatría.<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

la especialidad para rotaciones en otras subespecialidades<br />

asociadas. Sin embargo, algunos de los profesores que<br />

pugnan por esta opción consideran que sería necesario<br />

agregar un tercer año en la formación de Geriatría para<br />

favorecer la experiencia clínica en mo<strong>del</strong>os de atención<br />

subaguda y crónica dirigidos a los adultos mayores.<br />

Los profesores que apoyan los tres años de prerrequisito<br />

de Medicina Interna argumentan que el tercer año de la<br />

especialidad troncal permite al médico adquirir experiencia<br />

171


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Figura 2. Proporción de profesores a favor de 2, 3 y 4 años de<br />

prerrequisito de Medicina Interna para el ingreso a Geriatría.<br />

clínica asociado a los conceptos adquiridos en los primeros<br />

dos años de la especialidad, además de considerar que<br />

anteriormente el programa de especialidad en Medicina<br />

Interna tenía una duración de tres años y que el cambio<br />

a cuatro años tuvo motivos de tipo administrativo y no<br />

educativos.<br />

Finalmente, los profesores asistentes que promueven<br />

que se complete el entrenamiento de Medicina Interna<br />

de cuatro años aducen diferentes motivos (figura 2).<br />

El primero de ellos es la escasez de espacios laborales<br />

específicos para geriatras; dado que la mayoría de los<br />

egresados que trabajan en el Sistema Público de <strong>Salud</strong> se<br />

encuentran contratados como especialistas en Medicina<br />

Interna, es a partir de ahí que comienzan a desarrollar<br />

servicios de Geriatría en sus centros laborales. Otro motivo<br />

es mantener la homogeneidad entre los egresados, lo que<br />

facilitaría la calidad de los aspirantes y aseguraría un buen<br />

desempeño a lo largo de su formación. Si bien la Geriatría<br />

es una especialidad desarrollada en el tercer nivel de<br />

atención médica, en la práctica privada de la especialidad<br />

–e incluso en algunos centros médicos– el geriatra<br />

desempeña funciones de médico de primer contacto, por<br />

lo que requiere la experiencia de la Medicina Interna para<br />

realizar sus labores de forma competente.<br />

3. Modalidades de ingreso a la especialidad de Geriatría<br />

Actualmente, el programa de Geriatría de la Universidad<br />

172<br />

<strong>Nacional</strong> Autónoma de México tiene como prerrequisito<br />

para el ingreso a la especialidad el haber completado tres<br />

años de Medicina Interna. A pesar de ello, la mayoría de<br />

las sedes incluidas en dicho programa solicitan que sus<br />

aspirantes hayan completado los cuatro años de Medicina<br />

Interna (figura 3).<br />

Sin embargo, con la finalidad de promover un mayor<br />

reclutamiento de residentes de Geriatría, la mayoría de<br />

los profesores participantes consideran adecuado que se<br />

permita el ingreso a Geriatría de forma directa a través <strong>del</strong><br />

Examen <strong>Nacional</strong> de Residencias, ofreciendo la posibilidad<br />

de ingresar después de completar tres y manteniendo la<br />

opción de acceder después de cuatro años de Medicina<br />

Interna, a fin de no perder recursos humanos dispuestos a<br />

ser geriatras.<br />

Aunque la opción de transformar la Geriatría en una<br />

especialidad de ingreso exclusivamente a través <strong>del</strong><br />

Examen <strong>Nacional</strong> de Residencias permitiría asegurar el<br />

reclutamiento y ocupación de las plazas destinadas a la<br />

especialidad, en los primeros años existiría un riesgo elevado<br />

de incorporar alumnos con perfiles inadecuados para la<br />

especialidad, además de que los programas universitarios<br />

actuales y los recursos disponibles para la formación de<br />

geriatras no son los idóneos para tomar la responsabilidad<br />

en su formación desde los primeros años de rotación por<br />

servicios de Medicina Interna. Por último, se requeriría de<br />

contar con espacios laborales específicos para especialistas<br />

Figura 3. Proporción de profesores participantes que apoyaron<br />

que la Geriatría se ofrezca como elección inicial o después de<br />

Medicina Interna parcial o completa.


en Geriatría que permitieran su incorporación a la práctica<br />

clínica al finalizar la especialidad.<br />

El mantener el requisito de completar los cuatro años de<br />

Medicina Interna permite asegurar un rango de calidad en<br />

los aspirantes y, por tanto, en los egresados de Geriatría,<br />

favoreciendo el desarrollo y mantenimiento de la buena<br />

imagen <strong>del</strong> gremio, además de mantener la posibilidad<br />

de emplearse en espacios destinados al especialista en<br />

Medicina Interna.<br />

Figura 4. Proporción de profesores que consideran que la<br />

formación actual de la Geriatría responde a las necesidades de<br />

los adultos mayores en el país.<br />

4. ¿Responde la actual formación de Geriatría a las<br />

necesidades <strong>del</strong> país y de la población adulta mayor?<br />

SI bien la mayoría de los profesores participantes respondió<br />

que la formación actual en Geriatría no resuelve las<br />

necesidades <strong>del</strong> país y de la población adulta mayor,<br />

su respuesta no se refiere a la calidad de los programas<br />

universitarios de posgrado de Geriatría que existen en la<br />

actualidad (figura 4). Los profesores consideran que la<br />

estructura y contenidos de los programas universitarios de<br />

Geriatría son adecuados dada su orientación como servicios<br />

interconsultantes en centros de tercer nivel de atención<br />

o en modalidades de atención crónica para los adultos<br />

mayores; el problema central se encuentra en las políticas<br />

públicas sanitarias y sociales que no consideran espacios<br />

adecuados para los egresados y en la pobre enseñanza de<br />

la atención a los adultos mayores que se brinda durante la<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

carrera de Medicina y en otras especialidades médicas.<br />

Otro problema real es que el número de geriatras existentes<br />

hoy en día en México se encuentra muy por debajo de<br />

las recomendaciones internacionales; de acuerdo con<br />

la Asociación Americana de Geriatría, se requiere de un<br />

médico especialista en Geriatría por cada 10 mil habitantes.<br />

Los menos de 300 egresados de los programas existentes<br />

de la especialidad se encuentran muy por debajo de los<br />

mínimos requeridos para la población actual y la velocidad<br />

de formación de especialistas actual no parece capaz de<br />

resolver la situación en los siguientes 20 años.<br />

Al respecto, se pueden enlistar las siguiente conclusiones:<br />

• El ritmo de formación de especialistas en Geriatría es<br />

claramente insuficiente. Según los datos ofrecidos por<br />

los profesores titulares de los cursos, en el transcurso<br />

de 20 años y hasta 2010 se han formado 296 geriatras<br />

en el Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> bajo los diversos<br />

esquemas universitarios.<br />

• Desde la perspectiva <strong>del</strong> cuerpo docente, el<br />

mo<strong>del</strong>o educativo actual de la Geriatría no anota<br />

cuestionamientos a la calidad de los programas<br />

universitarios; sin embargo, privilegia el trabajo<br />

colaborativo de un Grupo Interinstitucional de Posgrado<br />

de Geriatría que unifique programas universitarios<br />

tomando como punto de partida el Programa Único<br />

de Especialidades de la Facultad de Medicina de la<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México y que<br />

conforme el perfil único <strong>del</strong> egresado de acuerdo con el<br />

papel que habría de desempeñar el geriatra en México.<br />

• Cerca de 50% admite que con tres años de Medicina<br />

Interna se adquiere el conocimiento esencial y<br />

la experiencia suficiente para continuar con la<br />

subespecialidad dos años más. Se consideró que la<br />

especialidad de Medicina Interna fue cursada en tres<br />

años por 90% de los actuales profesores de Geriatría<br />

y que el tiempo efectivo de aprendizaje <strong>del</strong> cuarto año<br />

de la especialidad de Medicina Interna se reduce a 6<br />

meses, en el mejor de los casos.<br />

• El consenso de los profesores universitarios considera<br />

adecuado mantener dos vías de entrada a la especialidad,<br />

ya que deben abrirse las puertas a aquellos a quienes se<br />

173


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

174<br />

ofrezca la entrada directa, o bien, a los internistas que<br />

deseen ser geriatras; de este modo se aprovecharía el<br />

capital humano que decida dedicar sus esfuerzos a la<br />

atención de los adultos mayores<br />

• El número de programas de formación y plazas<br />

ofertadas para ello ha crecido considerablemente; sin<br />

embargo, persiste un problema en el reclutamiento ya<br />

que sólo se ocupan alrededor de 75% de los espacios<br />

en las 18 sedes de especialidad. La explicación a este<br />

fenómeno está estrechamente ligada a los siguientes<br />

factores, mismos que han de ser atendidos de forma<br />

integral:<br />

• Larga duración de la especialidad.<br />

• Escaso contacto con la Geriatría en los programas de<br />

pregrado.<br />

• El Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> cuenta con muy pocos<br />

espacios laborales<br />

• Escasez de servicios geriátricos especializados en<br />

donde desarrollarse una vez egresado. Los mo<strong>del</strong>os de<br />

atención que requieren las subpoblaciones de adultos<br />

mayores no han sido explorados. Mientras esto no<br />

suceda, los espacios laborales continuarán siendo<br />

pocos. Lo anterior está aparejado a la concentración<br />

de geriatras en las grandes urbes, dejando grandes<br />

porciones <strong>del</strong> territorio nacional sin especialistas.<br />

• El número de geriatras académicos es escaso. En este<br />

diagnóstico inicial se anotan 19 profesores titulares de<br />

curso universitario y muy pocos cuentan con un profesor<br />

adjunto. Esto implica que la mayoría de los geriatras<br />

egresados de los cursos universitarios actuales no<br />

están en posibilidad de desempeñarse como docentes<br />

de posgrado por falta de nuevos espacios académicos<br />

en universidades públicas o privadas. Es decir, el capital<br />

humano docente y clínico está subutilizado.<br />

5. Contribución <strong>del</strong> Instituto de Geriatría a la solución <strong>del</strong><br />

problema de formación de posgrado y educación médica<br />

continua<br />

Se propone una solución integral en el seno de la Secretaría<br />

de <strong>Salud</strong> que aborde de forma práctica y útil los puntos<br />

críticos <strong>del</strong> problema a partir de tres ejes de acción:<br />

a. Desarrollo <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o enseñanza-atención en Geriatría<br />

La enseñanza de la Geriatría para médicos, enfermeras y<br />

otras disciplinas requiere desarrollarse en los tres niveles<br />

sociosanitarios de salud que abordan las necesidades<br />

y problemas de salud para los adultos mayores,<br />

manteniendo una visión interdisciplinaria que permita<br />

abordar cada una de las esferas que conforman la salud<br />

<strong>del</strong> adulto mayor.<br />

Para la atención aguda, se requiere la participación en<br />

los servicios de consulta externa, hospitalización y<br />

urgencias. El médico en formación requerirá mantener<br />

contacto estrecho con médicos especialistas en Geriatría,<br />

Psicogeriatría, Neurología, Rehabilitación y Cardiología<br />

geriátrica, entre otros. Estas especialidades abarcan la<br />

mayor proporción de las enfermedades y problemas<br />

de salud más prevalentes en los adultos mayores, con<br />

particular énfasis en las enfermedades crónicas, la<br />

enfermedad mental, la funcionalidad y la discapacidad,<br />

los trastornos cognitivos y las enfermedades<br />

cardiovasculares. Además, es necesaria la interacción con<br />

profesionales de Enfermería, Trabajo Social, Psicología<br />

y Nutriología, quienes complementan los servicios que<br />

requieren los adultos mayores manejados en este nivel.<br />

La meta de la atención de pacientes agudos es evitar<br />

el deterioro funcional y promover una recuperación<br />

global abarcando los aspectos biológicos, psicológicos,<br />

sociales y culturales. Sin embargo, la atención de los<br />

adultos mayores va más allá de los cuidados agudos; de<br />

ahí la necesidad de vislumbrar los niveles de atención<br />

subaguda y crónica –que promoverán la reincorporación<br />

de los adultos mayores a sus actividades– y de promover<br />

un envejecimiento activo y saludable. La atención<br />

subaguda permitirá el manejo de la enfermedad en los<br />

adultos mayores fuera de los ambientes hospitalarios<br />

tradicionales, alentando la convivencia continua entre<br />

el paciente y sus familiares, además de ofrecerles la<br />

posibilidad de pernoctar en su domicilio como en los<br />

mo<strong>del</strong>os de hospitales de día.<br />

Por otro lado, es necesario el desarrollo de espacios<br />

que contemplen la recuperación funcional de adultos<br />

mayores egresados de centros de atención aguda o con<br />

padecimientos cuya recuperación no es esperada en<br />

menos de 3 semanas, permitiendo el acceso a espacios<br />

con atención integral de calidad. Algunas situaciones


especiales –como los adultos mayores en recuperación<br />

de procesos quirúrgicos u ortopédicos– requieren que<br />

se disponga de espacios de rehabilitación con visión<br />

geriátrica, enfocada no sólo a la recuperación física, sino<br />

a la rehabilitación psicológica, social y funcional con<br />

intervenciones de un grupo interdisciplinario.<br />

En los niveles de atención crónica, el estudiante requiere<br />

desarrollar competencias necesarias para participar<br />

en instituciones de cuidados a enfermos crónicos, ya<br />

sea con alteraciones físicas y/o funcionales, cognitivas<br />

y conductuales; provenientes de diferentes niveles<br />

socioeconómicos y de diferentes estructuras familiares.<br />

Se debe sensibilizar <strong>sobre</strong> la necesidad y utilidad de<br />

estos mo<strong>del</strong>os de atención y cómo pueden promover<br />

una buena calidad de vida en los adultos mayores que lo<br />

necesiten.<br />

Los campos clínicos que se desarrollan para la enseñanza<br />

de la Geriatría, deberán servir, finalmente, para que<br />

otras disciplinas puedan desarrollar, a su vez, áreas<br />

de especialización o nuevos posgrados que aborden<br />

la problemática <strong>del</strong> envejecimiento poblacional y sus<br />

consecuencias en todas las esferas de la sociedad,<br />

adquiriendo una visión transdisciplinaria capaz de generar<br />

intervenciones que ofrezcan equidad en el acceso a la<br />

salud de los adultos mayores con el objetivo de asegurar<br />

un envejecimiento activo, una vejez funcional y una<br />

adecuada percepción de calidad de vida.<br />

De forma complementaria, los médicos en formación en<br />

la especialidad deben ser orientados hacia la investigación<br />

clínica y debe propiciarse su participación en los procesos<br />

académico-docentes que le permitan engrosar el núcleo<br />

de profesores de Geriatría en los diferentes ámbitos<br />

profesionales.<br />

b. Desarrollo de profesionales en salud pública con<br />

orientación al envejecimiento<br />

El envejecimiento y la vejez representan uno de los<br />

desafíos más grandes de la salud pública actual. La salud<br />

pública habrá de desarrollarse en torno al envejecimiento<br />

activo y saludable, de tal forma que se prevengan las<br />

enfermedades y daños mediante la promoción de<br />

conductas saludables y el control de los ambientes de<br />

vida, privilegiando la conservación de la autonomía que<br />

maximice el bienestar y la funcionalidad a lo largo <strong>del</strong><br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

proceso de envejecimiento y la vejez. La perspectiva de<br />

ciclo de vida en la salud pública atiende a las exposiciones<br />

tempranas que determinan, en buena medida, cómo se<br />

transita hacia el envejecimiento.<br />

La promoción de la salud debe ser una meta fundamental<br />

para la salud pública de todas las edades; sin embargo,<br />

con el paciente más envejecido se torna necesario que<br />

la meta a conseguir sean acciones que promuevan la<br />

compensación y la optimización de funciones para<br />

encarar de mejor forma la enfermedad y la discapacidad.<br />

La comprensión <strong>del</strong> envejecimiento desde la óptica de<br />

la adaptación, selección y optimización otorgan una<br />

visión más congruente y orientada que persigue metas<br />

distintas a las de los paradigmas tradicionales.<br />

En este entorno surge la necesidad de un profesional<br />

que utilice las herramientas y métodos de la salud<br />

pública para promover –y mantener– el bienestar y la<br />

funcionalidad de los adultos mayores, y que reúna las<br />

competencias y habilidades que le permitan identificar<br />

las necesidades particulares de esta población siendo<br />

capaz de diseñar y evaluar programas de intervención<br />

con una visión integral y transdisciplinaria.<br />

El Instituto de Geriatría, en conjunto con el Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública, ha avanzado en el diseño de<br />

un programa de estas características que será punta de<br />

lanza para el desarrollo de programas similares en México<br />

y América Latina.<br />

c. Desarrollo de una plataforma educativa con enfoque<br />

multidisciplinario<br />

Promover la educación continua que permita la<br />

capacitación de recursos humanos en torno al<br />

envejecimiento es una acción crucial para el desarrollo<br />

de la Geriatría y la difusión <strong>del</strong> conocimiento entre el<br />

personal y los profesionales que atienden a población<br />

adulta mayor.<br />

La participación de múltiples actores en el cuidado de<br />

los ancianos requiere de ponderar el trabajo de todos y<br />

cada uno de los integrantes de los equipos de salud y<br />

de las distintas disciplinas que intervengan en el cuidado<br />

de esta población. La multidisciplina no es una traslape<br />

de saberes, ni una suma lineal de conocimientos. Es<br />

175


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

176<br />

más bien, una forma de conocimiento aplicado que se<br />

produce en la intersección de los saberes de cada uno y<br />

que cuenta con un fin común, en este caso, la atención<br />

al adulto mayor.<br />

En la actualidad se torna indispensable la construcción y<br />

la gestión <strong>del</strong> conocimiento, así como de los productos<br />

que de él se obtienen y se depositan en una sociedad<br />

que reclama servicios de alta calidad, <strong>sobre</strong> todo en<br />

los ámbitos de salud. Una plataforma educativa con<br />

enfoque multidisciplinario, que pueda sumar tecnologías<br />

de la información a las modalidades presenciales<br />

tradicionales permite disponer de herramientas<br />

agrupadas y optimizadas con fines docentes en un<br />

entorno informático, facilitando con ello los procesos de<br />

enseñanza-aprendizaje cuyo eje sea la comunicación y el<br />

trabajo colaborativo.<br />

En este sentido, la Biblioteca Virtual <strong>del</strong> Instituto<br />

de Geriatría es, sin duda, pilar fundamental de la<br />

plataforma educativa, ya que constituye un repositorio<br />

de información especializada, bases de datos y libros<br />

digitalizados de interés para el profesional en contacto<br />

con el adulto mayor, quien así se beneficia <strong>del</strong> aporte de<br />

conocimiento de entidades educativas, investigadores<br />

y los demás usuarios, es decir, se trata de un servicio<br />

continuamente actualizado, que mejora conforme<br />

más gente lo utilice, mezclando recursos que pueden<br />

ser reutilizados a su vez, en un suerte de edificación<br />

participativa.<br />

SITUACIÓN DE LA ENSEÑANZA EN ENFERMERÍA<br />

ANTE EL ENVEJECIMIENTO<br />

Participantes:<br />

Araceli Jiménez Pérez,<br />

Comisión Permanente de Enfermería,<br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

Laura M. Padilla Gutiérrez,<br />

Federación de Facultades y Escuelas<br />

de Enfermería<br />

Severino Rubio Domínguez,<br />

Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería y<br />

Obstetricia (UNAM)<br />

Federico Sacristán,<br />

Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería y<br />

Obstetricia (UNAM)<br />

Blanca A. Robledo,<br />

Comisión Permanente de Enfermería,<br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

María Isabel Negrete Redondo,<br />

Instituto de Geriatría<br />

Para abordar temas de educación dirigida a profesionales<br />

de la salud con una visión resolutiva de las principales<br />

necesidades y demandas de atención de la población, es<br />

indispensable contar con la participación y perspectiva de los<br />

diferentes actores <strong>del</strong> área asistencial. Por lo anterior, dicho<br />

tema también fue analizado y discutido por representantes<br />

de ambos contextos, con el fin de obtener propuestas<br />

consensuadas que se traduzcan en proyectos educativosasistenciales<br />

con la participación de dichas partes.<br />

La discusión y análisis de la situación y retos que enfrenta<br />

la profesión en relación a la enseñanza de Enfermería <strong>sobre</strong><br />

envejecimiento giró en torno a:<br />

1.- Educación de pregrado<br />

2.- Servicio social<br />

3.- Educación de posgrado<br />

Educación de pregrado<br />

En cuanto a la educación de pregrado, los planes de estudio<br />

de Enfermería tanto a nivel técnico como de licenciatura han<br />

contemplado contenidos geriátricos dirigidos en su mayoría<br />

a la atención clínica aguda y a los cuidados paliativos y/o<br />

prolongados. Sin embargo, debido al comportamiento<br />

demográfico y, <strong>sobre</strong> todo, a las características de salud<br />

con las que un gran porcentaje de la población alcanza la<br />

tercera edad, es indispensable actualizar los contenidos<br />

de los currículos para abordar y profundizar en contextos<br />

dirigidos más al proceso de envejecimiento y la vejez que<br />

a la enfermedad en dicha etapa. Tomando en cuenta lo<br />

anterior, se plantean dos cuestionamientos: ¿Cuál es la<br />

respuesta humana <strong>del</strong> individuo ante el envejecimiento?<br />

¿Cuál es la respuesta que tiene que dar Enfermería?<br />

En este sentido, las escuelas deben asumir un mo<strong>del</strong>o<br />

educativo que busque asegurar que los egresados tengan la<br />

formación para responder a dichas necesidades.


Entre los temas discutidos dentro <strong>del</strong> grupo de trabajo<br />

para dar respuesta a las preguntas en cuestión, está la<br />

necesidad de la creación y puesta en práctica de acciones<br />

que coadyuven al envejecimiento sano, por ejemplo:<br />

• Programas de la Secretaría de <strong>Salud</strong> específicos <strong>del</strong><br />

adulto mayor.<br />

• Estrategias de métodos modernos para la detección<br />

temprana de enfermedades.<br />

• Campañas educativas <strong>sobre</strong> factores de riesgo.<br />

• Promoción de la alimentación sana.<br />

• Estilos de vida saludable.<br />

• Impulso a la Educación para la <strong>Salud</strong>.<br />

Se debe cuidar la formación de los alumnos en pregrado,<br />

acercándolos a los conceptos de envejecimiento, vejez,<br />

Geriatría, Gerontología, envejecimiento de poblaciones,<br />

características y consecuencias, impacto en la economía,<br />

comunidad y familias. La exposición a los temas<br />

mencionados, así como a aspectos psicosociales, marco<br />

ético, legal, recursos sociosanitarios para el anciano,<br />

atención social gerontológica y geriátrica, servicios de salud,<br />

etc., que permitan al alumno reconocer su compromiso<br />

tanto personal como profesional.<br />

Servicio social<br />

En el contexto de la Enfermería, destaca la importancia<br />

de realizar acciones sustantivas en torno a la dirección y<br />

eficiencia que se le puede dar al servicio social, <strong>sobre</strong> todo a<br />

nivel licenciatura. Algunos de los principales problemas que<br />

actualmente enfrenta este periodo de formación en México<br />

son: 1) Existen 597 escuelas de Enfermería que tienen<br />

pendiente la regularización <strong>del</strong> servicio social, situación<br />

que limita el ejercicio de la carrera con altos estándares<br />

de calidad; 2) la mayoría de las asignaciones para servicio<br />

social (74.5%), tiene lugar en los hospitales para cubrir las<br />

necesidades de atención de los servicios, especialmente en<br />

turnos nocturnos o turnos especiales. En contraste, en las<br />

zonas marginadas, las asignaciones apenas suman 4.7%.<br />

Para enfrentar e intentar resolver esta situación, a partir<br />

2010, el manejo <strong>del</strong> Servicio Social pasó a cargo de la<br />

Comisión de Enfermería de la Secretaría de <strong>Salud</strong>.<br />

Una de las reflexiones en torno a este tema es que se debe<br />

impulsar algún programa donde la enfermera conduzca a la<br />

persona mayor y a la familia para fortalecer el remanente<br />

sano y, de ese modo, restablecer un tanto la dignidad de la<br />

persona mayor y participación activa de la familia.<br />

La orientación es fortalecer un servicio social que vincule las<br />

condiciones académicas y profesionales con las necesidades<br />

asistenciales que demanda la población. De tal manera<br />

que el servicio social no sólo sea de corte académico, sino<br />

también constituya un compromiso social.<br />

Educación de posgrado<br />

En lo referente a la educación de posgrado, a nivel nacional<br />

hay cursos de posgrados de enfermería en el anciano en<br />

diferentes universidades:<br />

• Universidad Autónoma Tamaulipas (especialidad)<br />

• Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />

• Universidad de Tamaulipas (maestría)<br />

En la Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería y Obstetricia, de la<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México, se estableció<br />

el posgrado de Enfermería en el anciano el 12 de octubre<br />

de 1998 y en agosto de 2009 se realizó una adecuación<br />

<strong>del</strong> plan de estudios.<br />

El posgrado de Enfermería <strong>del</strong> envejecimiento profundiza<br />

en el proceso natural <strong>del</strong> envejecimiento y en las situaciones<br />

patológicas relacionadas con problemas crónicos,<br />

considerando también las dimensiones físicas, psicológicos,<br />

espirituales de la persona adulta mayor. Hacia 2010, el<br />

posgrado contaba con 71 egresados, y 62 graduados, es<br />

decir, con 87% de eficiencia terminal.<br />

Retos y propuestas para la especialidad<br />

ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />

Como se puede observar, el principal reto de esta disciplina<br />

es el aumento de la demanda de la especialidad, ya que,<br />

no obstante ser una necesidad sentida y expresada<br />

por diferentes instituciones asistenciales, el número de<br />

egresados está muy lejos de cubrir las necesidades reales de<br />

las instituciones de salud.<br />

Otro importante reto es realizar un análisis propositivo <strong>del</strong><br />

número de enfermeras especialistas que se requerirían en el<br />

primer nivel de atención.<br />

177


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Las acciones propuestas que se plantean para la educación<br />

de posgrado son:<br />

• Definir, difundir apoyar el rol ampliado de la especialista<br />

en Enfermería <strong>del</strong> anciano.<br />

• Lograr el reconocimiento institucional con plaza de<br />

especialista.<br />

• Constituir servicios ambulatorios de atención geriátrica<br />

de primer nivel.<br />

• Brindar educación a la población <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

saludable.<br />

• Incorporar temas de envejecimiento a los planes de<br />

estudio de licenciatura<br />

El Instituto de Geriatría participa en la Comisión Permanente<br />

de Enfermería, de la Secretaría de <strong>Salud</strong>, órgano rector de<br />

las acciones de este sector a nivel nacional. Esta actividad<br />

le permite presentar los proyectos relacionados directa o<br />

indirectamente con el adulto mayor y que conciernen al<br />

sector educativo para la planeación de diferentes programas<br />

académicos, como es la presentación de las normas oficiales<br />

para la regulación de la práctica de Enfermería:<br />

1. Norma oficial mexicana para la utilización de campos<br />

clínicos para las prácticas clínicas y el Servicio Social de<br />

Enfermería (NOM-010-SSA3-2006).<br />

2. Norma oficial mexicana para la organización y<br />

funcionamiento de agencias que contratan y ofrecen<br />

servicios profesionales de enfermería a la población<br />

en las diferentes etapas de la vida.(NOM-018-<br />

SSA3-2007).<br />

3. Norma oficial mexicana para la práctica de Enfermería<br />

en el Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> (NOM-019-<br />

SSA3-2007).<br />

4. Norma oficial mexicana para la atención ambulatoria<br />

de enfermería a pacientes con padecimientos crónicodegenerativos<br />

y de tratamiento prolongado (NOM-<br />

021-SSA3-2007).<br />

5. Norma oficial mexicana que instituye las condiciones<br />

para la administración de la Terapia de Infusión en los<br />

Estados Unidos Mexicanos (NOM-022-SSA3-2007).<br />

6. Norma oficial mexicana para la prescripción de<br />

medicamentos por el personal de enfermería en la<br />

atención primaria a la salud (NOM-023-SSA3-2007).<br />

178<br />

El Instituto de Geriatría también participó, de manera<br />

muy importante en el proyecto <strong>del</strong> Mo<strong>del</strong>o Integrado<br />

de Enfermería de Atención Primaria a la <strong>Salud</strong><br />

(MIEAPS) en donde es prácticamente obligado incluir<br />

acciones concretas dirigidas al adulto mayor.<br />

En este sentido, una propuesta concreta <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría es incluir en dicho mo<strong>del</strong>o un indicador de<br />

funcionalidad en el adulto mayor, dada la necesidad<br />

de detectar factores de riesgo hasta hoy no evaluados<br />

y que, según lo demuestra la evidencia ampliamente,<br />

tienen efectos altamente <strong>del</strong>etéreos y con severos<br />

impactos en la condición de salud y la calidad de vida<br />

de los adultos mayores.<br />

REFERENCIAS<br />

Barton, A. y G. Mulley (2003). History of the development<br />

of geriatric medicine in the UK. Posgraduate Medical<br />

Journal, 79, pp. 229-234.<br />

Warren, M.W. (1946). Care of the chronic aged sick.<br />

Lancet, 1, pp. 841-843.


GERONTECNOLOGÍA<br />

MARÍA DE LOURDES ÁVILA ALVA


JUSTIFICACIÓN<br />

La gerontecnología es, más que una disciplina, una<br />

corriente de análisis y un área de desarrollo basada en<br />

la conjunción de conocimientos provenientes de diversos<br />

campos de la ciencia y la tecnología. Se enfoca en el<br />

análisis, diseño e implementación de soluciones, basadas<br />

en aplicaciones tecnológicas, orientadas a resolver y/o<br />

prevenir los problemas que acompañan al envejecimiento<br />

humano. El concepto nació en Europa, en la Universidad<br />

de Tecnología de Eindhoven, y fue acuñado por Jan<br />

Graafmans en 1989 (Graafmans y Taipale, 1998). Es<br />

una palabra compuesta que integra el amplio concepto de<br />

la gerontología (ciencia de la vejez) con el de tecnología<br />

(conocimiento aplicado). En el primer libro <strong>sobre</strong> el tema,<br />

Bouma y Graafmans (1992) la definen como “el estudio<br />

de la tecnología y la vejez para la mejora de las funciones de<br />

la vida diaria <strong>del</strong> anciano”. Más a<strong>del</strong>ante, Lawton (1998)<br />

la definió como “la adaptación, desarrollo de productos,<br />

servicios y ambientes a las necesidades de una población<br />

envejecida y que envejece”. Para Harrington y Harrington<br />

(2000) es “el estudio de la tecnología y la vejez para el<br />

aseguramiento de la buena salud, la participación social<br />

completa y una vida independiente a lo largo de toda la<br />

vida, no importando lo mucho que ésta se pueda alargar”.<br />

Los problemas <strong>del</strong> envejecimiento humano se pueden<br />

observar a dos niveles: individual y colectivo.<br />

Nivel individual: El envejecimiento implica un deterioro<br />

físico y cognitivo que impacta en el desempeño de las<br />

personas en sus actividades de la vida diaria 1 y en la<br />

interacción que establecen con su medio ambiente,<br />

agravándose en la medida que este deterioro progresa.<br />

Estos cambios dependen de muchos factores y son<br />

diferentes para cada individuo, de modo que se pueden<br />

dar casos de deterioro leve hasta de dependencia total,<br />

afectando considerablemente la independencia funcional<br />

<strong>del</strong> individuo y el estilo de vida de las personas que le<br />

rodean. 2<br />

1 Las actividades de la vida diaria de una persona están divididas, de acuerdo con<br />

su grado de complejidad, en básicas e instrumentales. Las primeras se refieren<br />

a las capacidades asociadas a bañarse, vestirse, alimentarse, trasladarse dentro<br />

<strong>del</strong> entorno de la casa, asearse, y la continencia. Las instrumentales involucran<br />

funciones más complejas basadas en la toma de decisiones diferenciadas, como<br />

transportarse, ir de compras, cocinar, utilizar el teléfono, tomar medicamentos,<br />

hacer tareas domésticas como lavar la ropa y el manejo <strong>del</strong> dinero. La capacidad de<br />

llevar a cabo las actividades de la vida diaria determinan el nivel de independencia<br />

de la persona. Las básicas nos indican el nivel de independencia dentro <strong>del</strong> hogar;<br />

las instrumentales, en la comunidad (Lawton, 1969. Katz; 1963).<br />

180<br />

Nivel colectivo: El envejecimiento poblacional tiene<br />

implicaciones en la estructura socioeconómica de las<br />

diversas regiones, considerando la velocidad a la cual<br />

envejece la población y la creciente demanda de servicios<br />

de salud y prestaciones sociales que actualmente son<br />

insuficientes o inexistentes por el simple hecho de que<br />

anteriormente no eran requeridas en esa magnitud. Ambos<br />

niveles plantean diferencias significativas para el diseño de<br />

soluciones tecnológicas y, por lo tanto, para el quehacer de<br />

la gerontecnología.<br />

El rango de potenciales aplicaciones tecnológicas en el<br />

campo de la vejez es muy amplio; abarca todos los aspectos<br />

de la vida <strong>del</strong> adulto mayor, incluyendo su salud y el medio<br />

ambiente que lo rodea. Al respecto, en un ejercicio de<br />

definición y clasificación, Lawton (1998) afirma que la<br />

gerontecnología se puede usar de cinco formas: 1) para<br />

mejorar las funciones disminuidas en personas con pérdida<br />

o deterioro físico y cognitivo leve, prolongando el tiempo<br />

de vida independiente a través <strong>del</strong> fortalecimiento de sus<br />

habilidades y destrezas; 2) para compensar las funciones o<br />

capacidades perdidas cuando el deterioro físico y cognitivo<br />

ha avanzado de manera considerable, ocasionando la<br />

pérdida de la independencia funcional; 3) para prevenir<br />

las enfermedades asociadas al envejecimiento y sus<br />

complicaciones, además de los desenlaces fatales y/o<br />

irreversibles que se asocian a la disminución física y<br />

cognitiva <strong>del</strong> individuo que envejece; 4) para apoyar<br />

a los cuidadores de ancianos con diferentes grados de<br />

dependencia, permitiéndoles conservar su estilo de vida y<br />

atender sus necesidades personales; y 5) para impulsar la<br />

investigación en envejecimiento y desarrollar de manera<br />

continua los primeros cuatro usos. La figura 1 ilustra la<br />

manera en que el autor coloca estas 5 clasificaciones,<br />

a manera de mo<strong>del</strong>o, colocando al anciano en el centro,<br />

como usuario (consumidor) y eje articulador de los cinco<br />

usos gerontecnológicos.<br />

Han surgido más definiciones, pero más que ampliar o<br />

redefinir el concepto, la discusión se ha centrado en analizar<br />

el papel de la tecnología en el campo <strong>del</strong> envejecimiento y<br />

sus implicaciones a nivel económico y social. En 2003, el<br />

Consejo <strong>Nacional</strong> de Investigación de los Estados Unidos<br />

(NRC por sus siglas en inglés) publicó el reporte Technology<br />

for Adaptive Aging, como resultado <strong>del</strong> trabajo de un<br />

2 La independencia funcional está directamente relacionada con la capacidad de<br />

realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.


Figura 1. Los cinco usos de la Gerontecnología. Adaptado de<br />

Lawton (1988).<br />

grupo de expertos, provenientes de diferentes disciplinas,<br />

convocados para identificar áreas de alta rentabilidad en<br />

el desarrollo de dispositivos tecnológicos al servicio <strong>del</strong><br />

adulto mayor. Fueron seis las áreas seleccionadas como<br />

relevantes para el diseño de tecnologías y, por lo tanto,<br />

son las que se recomienda favorecer en lo que a inversión<br />

en ciencia y desarrollo se refiere: Estas áreas, también<br />

llamadas dominios de vida, son: 1) comunicación; 2)<br />

empleo; 3) salud; 4) aprendizaje; 5) ambientes de vida;<br />

y 6) transporte. Los autores hacen énfasis en abordar<br />

cada dominio considerando una serie de factores para el<br />

diseño y desarrollo de nuevas tecnologías, con el propósito<br />

de favorecer su aceptación, uso y comercialización. 3 Más<br />

aún, se determinó que la investigación y el desarrollo de<br />

productos para el adulto mayor deben ser manejados<br />

a partir de un entendimiento y análisis profundo de las<br />

necesidades, capacidades y limitaciones de la población<br />

a través de los seis dominios de la vida, lo cual resalta la<br />

importancia <strong>del</strong> diseño de soluciones consensuadas de<br />

acuerdo con el contexto de aplicación. El cuadro 1 hace<br />

una descripción de los seis dominios identificados.<br />

Desarrollo tecnológico<br />

La gerontecnología nació de la necesidad de satisfacer una<br />

creciente demanda por productos y servicios específicos<br />

para la población de adultos mayores, en el contexto de<br />

países desarrollados. Las necesidades vinculadas a mantener<br />

3 Lo que incluye criterios de accesibilidad, aspectos culturales, idioma, las<br />

expectativas cambiantes de acuerdo con el rango de edad, restricciones legales<br />

y las que podrían surgir, estereotipos asociados a la vejez, aspectos de ética en el<br />

alcance y uso de las tecnologías; la privacidad de las personas en sus ambientes<br />

y de la información que se genera alrededor de su vida y su salud; seguridad en el<br />

uso, es decir, tecnologías seguras, que sean fáciles de usar, entre otros.<br />

Continúa en la siguiente página<br />

GERONTECNOLOGÍA<br />

Cuadro 1. Seis dominios de vida relevantes para el desarrollo de<br />

dispositivos tecnológicos. Elaboración propia con base en Pew y<br />

Van Hemel (2003).<br />

181


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

y prolongar una vida independiente al paso de los años<br />

impulsaron la emergencia de hogares inteligentes, servicios<br />

de cuidado a distancia y diversas aplicaciones que buscan<br />

dar confort, facilitar las actividades diarias y la vigilancia <strong>del</strong><br />

estado de salud. Todos estos desarrollos están basados en<br />

microelectrónica, ciencias computacionales, tecnologías de<br />

información y comunicaciones, principalmente.<br />

En México, estamos ante una transición demográfica que<br />

plantea que para el año 2050 una de cada cuatro personas<br />

tendrá más de 60 años (González-González, 2010), en<br />

un contexto socioeconómico aún difícil de predecir por<br />

los actuales problemas de salud pública y los asuntos sin<br />

resolver en materia de seguridad social. Se proyecta un<br />

futuro con un importante número de personas demandando<br />

productos y servicios específicos a sus necesidades de salud<br />

y de vida. Es decir, usuarios potenciales de bienes y servicios<br />

182<br />

especializados. Por lo tanto, una adecuada planeación para<br />

el desarrollo de los mismos se hace más que pertinente y<br />

constituye el ámbito preciso de la gerontecnología.<br />

La planeación de productos y servicios para el adulto mayor<br />

es un asunto más complejo que la mera identificación de<br />

áreas rentables de desarrollo. Una adecuada planeación<br />

gerontecnológica puede prevenir y disminuir las brechas<br />

de las estructuras sociales que contextualizan la vida<br />

<strong>del</strong> adulto mayor (Lawton, 1998). 4 No es lo mismo<br />

envejecer en la ciudad que en el campo, como tampoco lo<br />

es envejecer en el sur o en el norte; diferencias asociadas<br />

no sólo a la equidad de oportunidades en esquemas de<br />

apoyo, sino también al grado de adopción de las personas<br />

ante las nuevas tecnologías, determinado por diversos<br />

factores como la educación y la infraestructura mínima<br />

necesaria para ciertas aplicaciones, el ejemplo más simple<br />

es la disponibilidad y el acceso a ancho de banda de manera<br />

universal.<br />

De modo tal que para plantear una estrategia de desarrollo<br />

gerontecnológico en México se deben tener en cuenta al<br />

menos tres consideraciones:<br />

1) Estudiar y analizar las necesidades y expectativas<br />

<strong>del</strong> adulto mayor con respecto a su entorno primario:<br />

salud personal, hogar y familia, así como con su entorno<br />

secundario: comunidad, ambiente laboral, servicios de salud,<br />

etc. Se debe considerar un abordaje integral y constante<br />

de las necesidades y expectativas cambiantes con el<br />

tiempo y de acuerdo con el momento sociotecnológico de<br />

cada cohorte. Este conocimiento va más allá de recopilar<br />

información pertinente para la producción y mercadeo<br />

de bienes y servicios o el dinamismo que establece la ley<br />

de la oferta y demanda. Muy probablemente exista una<br />

4 El autor discute el término rezago, como un atraso o brecha entre el individuo y<br />

el medio ambiente que le rodea. Rezago significa la falta de habilidad o capacidad<br />

para responder a necesidades específicas, en el caso <strong>del</strong> ambiente; y para asimilar<br />

el cambio tecnológico en el caso de los individuos. Utiliza el término retraso<br />

estructural para explicar lo que ocurre a las personas y su contexto con el paso<br />

<strong>del</strong> tiempo; es decir, la gente cambia y el medio ambiente también. Cuando lo<br />

hacen a velocidades distintas se genera un retraso en uno o en otro, mientras que<br />

cuando lo hacen al mismo tiempo el individuo y su ambiente son congruentes.<br />

La congruencia entre las personas y el medio ambiente se genera cuando las<br />

necesidades de las personas son plenamente satisfechas por las capacidades<br />

presentes en el medio ambiente; entonces no hay retraso. Cuando la estructura<br />

social que determina el ambiente cambia más rápido que las habilidades de las<br />

personas para asimilar esos cambios, se da el retraso individual. Cuando la gente<br />

y sus necesidades cambian más rápido que las capacidades <strong>del</strong> ambiente para<br />

satisfacer esas necesidades, entonces se presenta un retraso estructural (Lawton,<br />

1998).


asociación directa con los determinantes sociales de la<br />

salud y, por lo tanto, esta relación merece ser discutida<br />

a profundidad, 5 considerando una nueva variable: la<br />

accesibilidad tecnológica.<br />

2) Diseñar soluciones a las necesidades identificadas<br />

desde el abordaje consensuado de la multidisciplina. Es<br />

decir, la tecnología se debe considerar una herramienta<br />

de la solución y no al contrario. El diseño de ambientes,<br />

productos y servicios conlleva el desarrollo de capacidades<br />

en varias direcciones, no sólo la tecnológica, además <strong>del</strong><br />

trabajo constante de grupos multidisciplinarios, 6 capaces de<br />

discutir y proponer las mejores soluciones a los retos muy<br />

particulares <strong>del</strong> viejo en México. La integración de estos<br />

grupos y una dinámica de trabajo efectiva en esta dirección<br />

es ya en sí misma un reto.En el caso de los servicios de<br />

salud, tanto en sitio como a distancia, se requiere <strong>del</strong><br />

diseño de protocolos de atención específicos, sometidos a<br />

la revisión, evaluación y mejora continua. Los protocolos le<br />

dan razón de ser a la tecnología y ésta a su vez empodera<br />

y potencializa los protocolos. Por supuesto, sin olvidar el<br />

factor <strong>del</strong> recurso humano y el soporte de la infraestructura<br />

que determina en gran medida la capacidad resolutiva<br />

de los servicios de salud. En el caso de los productos, se<br />

deben considerar, para su diseño, las particularidades de<br />

los usuarios y las características <strong>del</strong> mercado, incluyendo<br />

los aspectos <strong>del</strong> financiamiento para su producción y<br />

consumo. ¿Quién y por qué se interesaría en el desarrollo<br />

de la gerontecnología?, ¿cómo puede ser atractivo producir<br />

para los adultos mayores mexicanos, cuando parecen no<br />

tener recursos suficientes en esa etapa de la vida? El tema<br />

<strong>del</strong> financiamiento de la tecnología y de la accesibilidad<br />

al grueso de la población es determinante para detonar la<br />

producción. Es necesario diseñar un esquema económico<br />

capaz de favorecer esta dinámica, que parece corresponder<br />

a una versión distorsionada de mercados con demanda<br />

inelástica.<br />

5 Los determinantes sociales de la salud están relacionados de manera estrecha<br />

con la pobreza y tienen un impacto directo en la buena salud de las personas.<br />

Factores como: la seguridad en la comunidad donde viven, el riesgo laboral al que<br />

se enfrentan, una vivienda de calidad, disponibilidad de apoyo social y económico<br />

en tiempos económicamente difíciles, acceso a comida nutritiva y de calidad,<br />

actividad física, y trabajos bien remunerados (Kaplan, 2009).<br />

6 Grupos de profesionales de diferentes disciplinas que discuten un tema en<br />

común, en búsqueda de la mayor solución: médicos, investigadores, tecnólogos,<br />

gerontólogos, arquitectos, planeadores, economistas, entre otros.<br />

GERONTECNOLOGÍA<br />

3) Construcción y mantenimiento de una infraestructura<br />

gerontecnológica. Del medio ambiente dependerá la<br />

capacidad resolutiva que soporten los ambientes, productos<br />

y servicios diseñados para el adulto mayor en México.<br />

Acceso a servicios de telecomunicaciones, como ancho de<br />

banda suficiente para diversas aplicaciones dentro y fuera<br />

<strong>del</strong> hogar sin restricción; disponibilidad de tecnologías de<br />

apoyo comunitarias que faciliten su desplazamiento, fuera<br />

de sus hogares, de manera segura; servicios de salud con<br />

capacidad resolutiva a las demandas que se generen de los<br />

servicios de cuidado a distancia y en sitio; un marco legal en<br />

constante evolución que se encargue de todos los aspectos<br />

éticos y de seguridad en el manejo de las tecnologías y de<br />

la información que de ella se derive.<br />

El desarrollo gerontecnológico implica la integración<br />

y participación de diversos actores por el alcance que<br />

tendrán estas aplicaciones en la vida de las personas. De<br />

modo que la estrategia de desarrollo debe tener un alcance<br />

intersectorial que contemple a la academia, la industria, el<br />

gobierno y la sociedad en su conjunto, además <strong>del</strong> Sistema<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong>, para favorecer una transformación<br />

paulatina <strong>del</strong> medio ambiente, hasta lograr un contexto<br />

sociotecnológico y geronto-responsable que participe y<br />

favorezca el diseño de ambientes productos y servicios<br />

para el adulto mayor.<br />

Se hace indispensable el fortalecimiento de los programas<br />

académicos, en ciencia y tecnología, de las áreas que<br />

naturalmente nutren a la gerontecnología. Se destaca la<br />

trayectoria de grupos de investigación en nuestro país, un<br />

par de ellos con un enfoque gerontecnológico y varios más<br />

con experiencia en áreas específicas como tecnologías de<br />

información y comunicaciones, microelectrónica y robótica,<br />

entre otras. Es indispensable promover y favorecer líneas<br />

de investigación y desarrollo en estas áreas con un enfoque<br />

en envejecimiento. El trabajo en la academia y los centros<br />

tecnológicos de investigación por sí solos no garantizan<br />

el desarrollo de ambientes y productos, se hace necesario<br />

involucrar a la industria y al gobierno bajo un enfoque<br />

sistémico de investigación+desarrollo+innovación. Este<br />

tema implica por sí mismo una línea más de investigación<br />

que debe ser desarrollada en el corto plazo para generar<br />

información pertinente para los tomadores de decisiones<br />

en el tema. El esquema de las Redes Temáticas <strong>del</strong> Consejo<br />

<strong>Nacional</strong> de Ciencia y Tecnología es una oportunidad<br />

para avanzar en este sentido, como un programa que<br />

183


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

directamente favorece la vinculación y la formación de<br />

recursos humanos especializados.<br />

En suma, la tecnología puede contribuir a mejorar la vida<br />

y la salud <strong>del</strong> adulto mayor a través de la planeación de<br />

ambientes, productos y servicios especializados. La<br />

estrategia de desarrollo debe ser amplia, consciente e<br />

incluyente de la participación y protagonismo de diferentes<br />

actores, en correspondencia con las necesidades y<br />

expectativas de los mexicanos; con los objetivos trazados<br />

para el fortalecimiento <strong>del</strong> Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong>;<br />

y, <strong>sobre</strong> todo, con la meta que nos hemos planteado de<br />

envejecer activa y saludablemente. Lo que implica de<br />

antemano una vida activa y saludable en estados previos a<br />

la vejez, idealmente desde la infancia.<br />

La evidencia internacional demuestra que la capacidad de<br />

innovar en el desarrollo de tecnologías es el resultado de<br />

esfuerzos colectivos realizados en el marco de políticas de<br />

ciencia y tecnología dirigidas estratégicamente para este fin.<br />

De modo que el diseño, implementación y consolidación<br />

de servicios de telegeriatría con un alto impacto en la salud<br />

de los adultos mayores y sus comunidades, así como el<br />

desarrollo de tecnologías que apoyen la independencia<br />

funcional <strong>del</strong> adulto mayor y que le permitan envejecer en<br />

su hogar con el apoyo de diferentes esquemas de servicios<br />

de asistencia social y médica, es una tarea de todos y<br />

requiere de una trayectoria de desarrollo estratégicamente<br />

cimentada en políticas y estrategias específicas.<br />

REFERENCIAS<br />

Bouma, H y J. Graafmans (1992). Gerontechnology.<br />

Amsterdam IOS Press.<br />

González-González, C. (2010): Demografía <strong>del</strong> envejecimiento:<br />

argumentos, problemas, temas no cubiertos<br />

y horizontes de investigación en México. En<br />

<strong>Envejecimiento</strong> Humano. Una visión transdisciplinaria.<br />

Gutierrez, L. y H. Gutiérrez (coords.). México Instituto<br />

de Geriatría.<br />

Graafmans, J. y V. Taipale (1998). Gerontechnology. A<br />

Sustainable Investment in the Future. En J. Graafmans,<br />

V. Taipale, N. Charness (eds.), Gerontechnology. A<br />

Sustainable Investment in the Future. Ámsterdam:<br />

IOS Press.<br />

Harrington, T. y M. Harrington (2000). Gerontechnology<br />

Why and How. Eindhoven, Países Bajos: Herman<br />

184<br />

Bouma Foundation for Gerontechnology/Shakeer<br />

Publishing B.V.<br />

Kaplan, G. (2009). The Poor Pay More. Poverty’s high<br />

cost to health. En: Deep Blue, sitio web de la University<br />

of Michigan: http://deepblue.lib.umich.edu<br />

Katz, S. et al. (1963). Studies of illness in the aged. The<br />

index of ADL: a standardized measure of biological<br />

and psychosocial function. JAMA, 185, pp. 914-9.<br />

Lawton M. (1998). Future Society and Technology.<br />

Gerontechnology. En: J. Graafmans, V. Taipale y N.<br />

Charness (eds.), Gerontechnology. A Sustainable<br />

Investment in the Future. Amsterdam: IOS Press.<br />

Lawton, M.P., y E.M. Brody (1969). Assessment of older<br />

people: self-maintaining and instrumental activities of<br />

daily living. Gerontologist, 9(3), pp. 179-86.<br />

Pew R. y S. Van Hemel (eds.) (2003). Technology for<br />

Adaptive Aging. National Academy of Sciences.<br />

http://books.nap.edu/catalog/10857.html


CONCLUSIONES<br />

Propuestas para una agenda de<br />

la investigación y la enseñanza<br />

en el ámbito <strong>del</strong> envejecimiento<br />

en México<br />

LUIS MIGUEL GUTIÉRREZ ROBLEDO


El <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>,<br />

cuyas conclusiones son motivo de estas líneas, nos ha<br />

permitido constatar que son ya muchos los investigadores<br />

que se esfuerzan por ayudar a superar los retos que plantean<br />

el envejecimiento poblacional y sus consecuencias para<br />

la salud en México. Y que también son cada vez más los<br />

científicos que abordan el problema de la fragmentación<br />

científica en la utilidad y la eficiencia de las iniciativas<br />

nacionales e interdisciplinarias de investigación. En el<br />

mundo, numerosos grupos de reflexión y de trabajo se<br />

han preocupado por dar respuesta al problema planteado<br />

por el enfoque interdisciplinario en la investigación, y<br />

algunos han logrado grandes progresos en la solución de<br />

dichas cuestiones. Para ello han aglutinado competencias<br />

y recursos científicos y han potenciado la repercusión de<br />

la investigación en la elaboración de políticas, prácticas<br />

y procedimientos de desarrollo de productos. Es así que<br />

Europa ya está dando respuesta a diversas cuestiones que<br />

incumben a toda la población a través de programas como<br />

ERA-AGE 1 y 2.<br />

RAA-21 – Research Agenda on Ageing for the 21st Century – UN/IAGG (2001)<br />

MIPAA – Madrid International Plan of Action on Ageing (2002)<br />

WHO – World Health Organization – Positive Ageing Policy Framework (2002)<br />

NIA – US National Institute on Aging – Action Plan for Research (2002)<br />

APA – American Psychological Association (1993)<br />

NRC – US National Research Council (2001)<br />

UK – UK Government Foresight Program (2002)<br />

186<br />

Estos programas lograron aglutinar competencias y<br />

conocimientos desde una perspectiva interdisciplinaria<br />

para coordinar la investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento y<br />

pusieron en marcha un Espacio Europeo de Investigación<br />

(EEI) multidisciplinario dedicado a dicho campo. La<br />

definición clara de una agenda de investigación fue el<br />

primer paso, seguido por iniciativas como FUTURAGE,<br />

impulsada por la Universidad de Sheffield. Es por ello que<br />

este encuentro nace y se desarrolla bajo el signo de la<br />

colaboración inter y transdisciplinaria.<br />

Por otra parte, al reportar nuestras aportaciones, no<br />

podemos ignorar el contexto global en el cual se generan,<br />

pues particularmente a lo largo de los últimos 10 años, han<br />

tenido lugar numerosos esfuerzos por desarrollar agendas<br />

de investigación en torno al tema <strong>del</strong> envejecimiento (ver<br />

tabla 1). Cabe hacer especial referencia a la agenda para<br />

la investigación en envejecimiento generada en el Foro de<br />

Valencia por la Organización de las Naciones Unidas y la<br />

Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría, antes<br />

CIHR – Canadian Institutes of Health Research - Institute on Ageing (2002)<br />

GA – Geneva Association – Four Pillars (2003)<br />

EU – European Union – Fifth Framework Programme (2002)<br />

NZ – NZ Positive Ageing Strategy (2001)<br />

NSAA – National Strategy for an Ageing Australia (2001)<br />

HAR – Review of Healthy Ageing research in Australia (2002)<br />

SCOPE – NHMRC Scoping Study on Biological Research on Aging (2003)<br />

Tabla 1. Comparación entre las prioridades de la agenda de Río de Janeiro y las señaladas por otras agencias de investigación<br />

dedicadas al tema <strong>del</strong> envejecimiento en diversos ámbitos en los últimos 10 años (2000-2010).


de la Asamblea Mundial <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong> efectuada en<br />

Madrid; fue actualizada en el Congreso Mundial de la IAGG<br />

en Río de Janeiro en 2005. El consenso alcanzado en Río<br />

y que se describe en el documento “Research Agenda on<br />

Aging for the 21st Century, 2007 update” (IAAG, 2007)<br />

señala seis prioridades para la investigación que, como<br />

se advierte en la tabla, coinciden con las reportadas por<br />

diferentes grupos de expertos en los últimos años y en muy<br />

diversos ámbitos. Tales prioridades comprenden el estudio<br />

de:<br />

• Relaciones entre el envejecimiento de la población y el<br />

desarrollo económico.<br />

• Acciones vigentes y alternativas para mantener la<br />

seguridad económica en la ancianidad.<br />

• Cambios en la estructura familiar, sistemas de<br />

transferencias intergeneracionales y dinámicas<br />

familiares e institucionales emergentes.<br />

• Determinantes <strong>del</strong> envejecimiento sano y activo.<br />

• Mecanismos biológicos básicos <strong>del</strong> envejecimiento y<br />

de las enfermedades asociadas.<br />

• Calidad de vida y envejecimiento en diversos entornos<br />

culturales, socioeconómicos y ambientales.<br />

En la revisión de 2007 se reconocen algunas especificidades<br />

<strong>del</strong> ámbito latinoamericano, mismas que llevaron a<br />

los expertos a proponer el abordaje de algunos temas<br />

complementarios que, ciertamente, en México parecen<br />

pertinentes:<br />

• El efecto de la migración interna y externa.<br />

• Las diferencias urbano-rurales.<br />

• El efecto de la pobreza.<br />

• La calidad y accesibilidad de los servicios sociales y de<br />

salud.<br />

• La tendencia a índices de dependencia crecientes para<br />

los adultos mayores y nuevas fórmulas de seguridad<br />

social.<br />

• El papel de los gobiernos y de otros actores en el<br />

bienestar <strong>del</strong> anciano.<br />

• El crecimiento de la demanda asistencial en el contexto<br />

de la transición epidemiológica.<br />

El esfuerzo efectuado por la comunidad gerontológica<br />

internacional para el establecimiento de una agenda<br />

de investigación ha considerado no sólo las opiniones<br />

de destacados expertos, sino también la experiencia<br />

CONCLUSIONES<br />

internacional de las agencias especializadas. Ese enfoque ha<br />

servido para la revisión de las prioridades de investigación<br />

y la reorientación de los fondos destinados a la misma<br />

enfocada en el tema <strong>del</strong> envejecimiento. A tal punto esto<br />

es cierto que en el séptimo programa marco de la Unión<br />

Europea, el envejecimiento es indiscutiblemente el tema<br />

prioritario.<br />

El Instituto de Geriatría realizó el primer <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong><br />

<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong> <strong>del</strong> 25 al 28 de agosto de<br />

2010. En él buscamos <strong>del</strong>imitar con mayor precisión la<br />

agenda de investigación en envejecimiento y salud para<br />

México, y posicionarla para propiciar la programación de<br />

recursos presupuestales específicos para la investigación en<br />

envejecimiento y salud. Con una metodología participativa<br />

a través de consultas y grupos de trabajo en este evento<br />

científico, los investigadores, docentes y expertos nacionales<br />

han consensuado las líneas prioritarias de investigación<br />

futura <strong>sobre</strong> envejecimiento, poniendo el énfasis en cuatro<br />

grandes áreas temáticas: la investigación en biología <strong>del</strong><br />

envejecimiento, la perspectiva demográfica y social, la<br />

epidemiología y la clínica geriátricas y la gerontecnología,<br />

sin perder de vista los entornos <strong>del</strong> envejecimiento, muy<br />

particularmente el <strong>del</strong> envejecimiento saludable y activo y<br />

la implicación de los usuarios en la investigación.<br />

La preocupación e interés por los estudios <strong>sobre</strong> el<br />

envejecimiento de la población mexicana se han ido<br />

consolidando en la sociedad a medida que aumentan<br />

las cifras de población mayor de 65 años (algo más<br />

de 5.8 millones en 2008, según el Informe 2008 <strong>del</strong><br />

Consejo <strong>Nacional</strong> de Población. Las personas mayores en<br />

México). Además, al aumentar la esperanza de vida de los<br />

mexicanos de 73.9 años en 2000 (71.3 para hombres y<br />

76.5 para mujeres) a 76.5 años en 2008 (72.7 y 77.5,<br />

respectivamente), México ya hoy y en un futuro a medio<br />

plazo se encuentra entre los países intermedios que avanzan<br />

con mayor velocidad en la transición demográfica hacia el<br />

envejecimiento poblacional (UN, 2009).<br />

De manera muy semejante, la investigación <strong>sobre</strong> el<br />

envejecimiento en México, hecha por científicos mexicanos,<br />

ha venido creciendo en los últimos 15 años hasta alcanzar<br />

un nivel significativo, con un peso más importante de los<br />

estudios médico-biológicos y sociales, entre los que ha<br />

emergido de forma muy fuerte la perspectiva demográfica<br />

y, más recientemente, la clínica y la epidemiológica.<br />

187


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Desde otro punto de vista, las investigaciones <strong>sobre</strong><br />

envejecimiento han calado en los planes de investigación y<br />

desarrollo más recientes. El Consejo <strong>Nacional</strong> de Ciencia y<br />

Tecnología ha financiado la creación de una Red Temática<br />

de Investigación en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo<br />

Social; y en los últimos años ha financiado más proyectos<br />

de investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento, en su mayoría<br />

organizados en torno a biología y medicina, quedando en<br />

una segunda posición los de demografía y ciencias sociales.<br />

Aunque se mueven estos proyectos en campos conexos,<br />

no siempre es evidente que consigan aunar esfuerzos<br />

interdisciplinares.<br />

En tal contexto mexicano, la consulta efectuada en<br />

el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> representa una oportunidad<br />

imprescindible para expresar las prioridades científicas<br />

de los investigadores mexicanos en envejecimiento.<br />

Las propuestas generadas –recogidas por los relatores y<br />

redactada en conjunto con los coordinadores de cada mesa<br />

a partir de la grabación de las discusiones– se han reunido<br />

en una síntesis que expresa una primera aproximación a las<br />

prioridades y acciones propuestas de corto, mediano y largo<br />

plazo.<br />

En general, se puede afirmar que las respuestas pueden<br />

tener cierto sesgo en función de la formación académica<br />

y el desarrollo profesional de los participantes con una<br />

diferenciación apreciable entre aspectos biológicos y<br />

clínicos por un lado, y humanos y sociales por otro. En<br />

este caso, la distribución de prioridades tiende a seguir un<br />

comportamiento interdisciplinar, aunque se constata una<br />

mayor concentración en el campo de las ciencias sociales<br />

que en el de biología <strong>del</strong> envejecimiento, en la medida en<br />

que tres de los cuatro ámbitos de investigación apuntados<br />

en la consulta pueden ser reconocidos como más cercanos<br />

a las primeras. Una de las prioridades más claras es la <strong>del</strong><br />

envejecimiento saludable.<br />

El resto de las aportaciones se ha decantado por la<br />

biología. Entre estas últimas destacan las aportadas<br />

por clínicos de diversas especialidades: epidemiólogos,<br />

geriatras, nutricionistas, fisiólogos, e incluso profesionales<br />

de la salud de otras disciplinas, en general. Dentro de las<br />

ciencias sociales predominan los demógrafos y sociólogos,<br />

así como economistas, geógrafos, politólogos, educadores<br />

y trabajadores sociales. Un último conjunto, ya no<br />

expresamente disciplinar, lo componen participantes que<br />

188<br />

trabajan en distintos órganos de la administración pública,<br />

organizaciones no gubernamentales y empresas.<br />

Las respuestas ofrecidas por los científicos para la<br />

investigación biológica y clínica de los próximos años<br />

coinciden en que siguen una doble línea de interés en<br />

relación con dos comportamientos propios <strong>del</strong> proceso de<br />

envejecimiento: la morbilidad asociada a las enfermedades<br />

de los mayores y la discapacidad que se deriva como<br />

factor condicionante de su vida diaria. Por un lado, se<br />

identifican investigaciones <strong>sobre</strong> enfermedades específicas<br />

(metabólicas, vasculares y neurológicas) y sociales,<br />

vinculadas con la familia, las redes de apoyo social y los<br />

aspectos económicos, temas esenciales en el proceso de<br />

envejecimiento humano. En el ámbito de los procesos<br />

neurodegenerativos, otras expresiones de interés giran en<br />

torno a la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer y a la<br />

demencia en general. Son procesos de enorme importancia<br />

biológica por el reto que suponen la comprensión <strong>del</strong><br />

proceso degenerativo y su impacto en la vida diaria de las<br />

personas afectadas y sus familias.<br />

Las líneas definidas para el ámbito de las ciencias sociales<br />

tienen una dirección argumental muy definida: es interés<br />

de muchos investigadores el tener elementos para ligar<br />

la asignación de recursos para las personas mayores a<br />

la detección de sus necesidades, relacionadas con la<br />

valoración de su estado de salud y las previsibles demandas<br />

vinculadas a situaciones de discapacidad y dependencia.<br />

La familia y los cuidadores familiares forman un ámbito<br />

de imprescindible interés con dos puntos de atención<br />

relacionados a su vez: la carga de trabajo que representa<br />

para los cuidadores familiares el atender a sus mayores y el<br />

mo<strong>del</strong>o de atención que el Estado debe poner a disposición<br />

de las familias como complemento/sustituto, y los aspectos<br />

a él ligados. La investigación futura <strong>sobre</strong> los recursos<br />

destinados a los mayores tiene un doble componente: social<br />

y económico. En el primer caso, se destaca la importancia<br />

de la red familiar y social como instrumento básico que<br />

utiliza la sociedad mexicana para el cuidado personal y<br />

para el desarrollo social de la persona atendida y su entorno<br />

más cercano. En el segundo caso, se hace mención <strong>del</strong><br />

diseño <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o económico de los adultos mayores,<br />

esencialmente la sostenibilidad <strong>del</strong> sistema de pensiones<br />

y de otras prestaciones económicas, y la necesidad de un<br />

sistema de cuidados a largo plazo residencial o no, de mayor<br />

amplitud y cobertura que el actual.


De una manera general, los entornos <strong>del</strong> envejecimiento<br />

han sido considerados en el encuentro por los distintos<br />

grupos como una interacción entre la esfera personal y<br />

otras dimensiones vitales en la búsqueda de condiciones<br />

para favorecer el envejecimiento activo y la calidad de<br />

vida en la vejez. En el ámbito personal, las investigaciones<br />

futuras deberían atender aspectos relacionados con la<br />

modificación de las condiciones de salud mediante el<br />

desarrollo de actividades saludables que atenúen los<br />

procesos de dependencia, pero también con la mejora de<br />

la consideración de los mayores en la sociedad evitando<br />

imágenes de discriminación (discriminación por edad)<br />

o situaciones de violencia y maltrato, y potenciando las<br />

relaciones sociales en el entorno inmediato. En la faceta de<br />

las residencias de cuidados a largo plazo, se ha expresado<br />

otro conjunto de ideas que refuerzan la necesidad <strong>del</strong><br />

estudio de este entorno desde el más elemental enfoque<br />

descriptivo, hasta la mejora de los espacios residenciales<br />

específicos para ancianos institucionalizados. Destaca<br />

también, por otra parte, el interés por ahondar en el estudio<br />

<strong>del</strong> entorno residencial propio como instrumento de calidad<br />

de vida, en relación con la mejora en las condiciones<br />

materiales en las viviendas y edificios y en el entorno<br />

urbano (ciudades saludables). Relacionado con lo anterior,<br />

empieza a ganar fuerza entre los investigadores el interés<br />

por desarrollar iniciativas tecnológicas en el ámbito personal<br />

(ayudas técnicas) y doméstico (domótica) para una mejora<br />

de la calidad de vida. Finalmente, es interesante resaltar<br />

la importancia dada a la necesaria mejora de las políticas<br />

sociales con respecto a las personas mayores en el marco de<br />

un estado <strong>del</strong> bienestar que combina los recursos privados<br />

con los públicos.<br />

En el ámbito específico <strong>del</strong> envejecimiento saludable se<br />

concentran en buena medida algunas de las dimensiones<br />

ya consideradas. La calidad de vida es reconocida como un<br />

espacio de desarrollo futuro de la investigación relacionada<br />

con el envejecimiento activo y saludable. Las dimensiones<br />

destacadas en ese proceso son las siguientes: la mejora en el<br />

funcionamiento cognitivo de las personas mayores mediante<br />

el reforzamiento de comportamientos activos que hagan<br />

de su capacitación para realizar actividades saludables un<br />

elemento central en su vida; en ese sentido, ahondar en la<br />

prevención de riesgos que puedan favorecer enfermedades<br />

o procesos de pérdida de autonomía, incluidos aquellos<br />

que vienen inducidos por la aparición y uso de nuevos<br />

instrumentos técnicos en su vida diaria, y el desarrollo de<br />

CONCLUSIONES<br />

hábitos saludables, no sólo en la alimentación, sino también<br />

en la práctica de actividades físicas o deportivas adaptadas,<br />

para terminar con el reforzamiento de su vida social con el<br />

aumento (o al menos el mantenimiento) de sus sistemas de<br />

relaciones sociales e intergeneracionales que faciliten una<br />

mayor y más activa participación en su entorno.<br />

En ese contexto, de acuerdo con las conclusiones de las<br />

mesas de trabajo, la perspectiva futura de la investigación<br />

<strong>sobre</strong> envejecimiento en México avanza acorde con las<br />

prioridades establecidas y tiene abiertas varias líneas<br />

específicas, algunas de las cuales se amplían a continuación.<br />

En el campo de la demografía y la epidemiología se<br />

impone la necesidad de explotar el cúmulo de información<br />

actualmente disponible e insuficientemente aprovechada.<br />

Los temas que destacan por su relevancia son: el fenómeno<br />

de la dependencia, la estimación <strong>del</strong> costo de la atención<br />

médica y en cuidados de largo plazo y sus proyecciones<br />

futuras en distintos escenarios, que variarán en función de<br />

la evolución de la transición epidemiológica. La situación de<br />

los cuidadores, la estimación de su aportación al bienestar<br />

<strong>del</strong> adulto mayor y los costos que esto representa, así como<br />

la descripción de su perfil y necesidades. Es necesario aún<br />

obtener información en ámbitos hasta hoy poco explorados<br />

como es el caso de las instituciones de cuidados prolongados<br />

y el envejecimiento de las poblaciones indígenas.<br />

Entre los estudios médico-biológicos que están más<br />

consolidados destacan los epidemiológicos en temas<br />

de salud mental, fragilidad y nutrición; en dicho ámbito<br />

las enfermedades neurodegenerativas reciben especial<br />

atención y hay al menos tres grupos de trabajo consolidados<br />

ya alrededor <strong>del</strong> tema de la biología <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

En torno al tema de las enfermedades crónicas, de creciente<br />

importancia, se reconoce que impacta el estado global de<br />

salud <strong>del</strong> anciano, por sus repercusiones funcionales, la<br />

polifarmacia y las implicaciones sociales y psicológicas.<br />

Amén de que constituyen las principales causas de muerte,<br />

también lo son de discapacidad o de pérdida de años de<br />

vida saludable. Entre ellas destacan la diabetes mellitus,<br />

los tumores malignos, las cardiopatías, las enfermedades<br />

neurodegenerativas y los problemas sensoriales.<br />

Ciertamente, existen otras enfermedades que si bien no<br />

impactan directamente en mortalidad o discapacidad, sí<br />

189


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

afectan la calidad de vida; tal es el caso de la salud bucal.<br />

A este respecto hay consenso en cuanto a la insoslayable<br />

vinculación de todos los expertos en enfermedades<br />

crónicas para revisar los diferentes niveles <strong>del</strong> problema<br />

(fisiopatología, sistemas de salud, determinantes sociales,<br />

salud mental) y a la necesaria traducción de la investigación<br />

en políticas públicas de atención. También debe de<br />

avanzarse en la definición de normalidad en ancianos<br />

(glucemia, tensión arterial, índice de masa corporal); en<br />

consecuencia, se podrá progresar en la revisión de las<br />

guías clínicas y los desenlaces deseados. En particular, se<br />

propone iniciar los trabajos contribuyendo con información<br />

útil para la definición de estrategias de tamizaje en aquellas<br />

enfermedades que lo requieren; y para la optimización<br />

de los tratamientos en los sujetos que se encuentran con<br />

polipatología y polifarmacia.<br />

Existen muy pocos estudios en el mundo que aborden la<br />

genética, genómica y proteómica <strong>del</strong> envejecimiento; este<br />

escenario abre oportunidades importantes para aportar al<br />

entendimiento de este fenómeno en dichos campos. Entre<br />

aquellos para los que se prevé un desarrollo estratégico habría<br />

que considerar los estudios relacionados con la medicina<br />

regenerativa y las terapias en tres tipos de enfermedades<br />

concretas, mediante la investigación genética, molecular,<br />

celular y tisular en enfermedades metabólicas, inflamatorias<br />

crónicas y <strong>del</strong> envejecimiento humano, en particular la<br />

enfermedad de Alzheimer y la fragilidad. Es necesaria la<br />

integración de los miembros <strong>del</strong> Instituto de Geriatría,<br />

como sede de la temática y de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>,<br />

en las colaboraciones científicas con los investigadores<br />

de otras instituciones y otras redes como por ejemplo la<br />

Red de Desarrollo de Fármacos y Métodos de Diagnóstico<br />

“Nuevas Tendencias de la Medicina”. En este contexto, se<br />

hace necesaria la colaboración entre investigadores básicos<br />

y especialistas clínicos en la identificación de marcadores de<br />

patologías asociadas al envejecimiento.<br />

En el campo social, se constatan dos grandes tendencias.<br />

La primera profundiza en temas de las desventajas sociales,<br />

la cohesión, equidad y exclusión social de grupos sociales,<br />

mediante el análisis <strong>del</strong> impacto social, psicológico,<br />

económico y educativo <strong>del</strong> cambio demográfico, con<br />

especial interés en las personas mayores. La segunda es<br />

la que disecciona las políticas sociales relacionadas con el<br />

estado <strong>del</strong> bienestar y la protección jurídica de derechos<br />

individuales y sociales como fundamento de las decisiones<br />

190<br />

públicas y privadas. Las reflexiones en este ámbito se<br />

presentan a través de preguntas que pretenden establecer<br />

las líneas temáticas que habrán de guiar la investigación:<br />

¿Los costos aumentan con la edad? ¿Es la proximidad a<br />

la muerte una razón <strong>del</strong> incremento? ¿Qué peso tiene la<br />

pobre estructura <strong>del</strong> sistema de salud para resolver las<br />

necesidades de los ancianos? ¿En qué condiciones los<br />

adultos mayores causan mayor utilización de servicios de<br />

salud? ¿Cuál es la predicción para México en términos de<br />

tasas de discapacidad? Esto lleva a reflexionar <strong>sobre</strong> si un<br />

incremento en el número de adultos mayores conlleva<br />

un incremento en los costos de atención a la salud y si<br />

esa relación se modificará en un futuro. La generación<br />

de información confiable es otro punto de acuerdo, en<br />

particular <strong>sobre</strong> el mercado de servicios existente, los tipos<br />

de usuarios, los niveles de utilización, costos y precios<br />

unitarios, número y tipo de recursos humanos involucrados<br />

y fuentes de financiamiento. El reconocimiento y la<br />

integración de esta información es un punto de partida para<br />

establecer la oferta de servicios de salud, las necesidades<br />

no cubiertas y el costo de atención. Los grupos de trabajo<br />

de este ámbito concuerdan en que es necesario trabajar<br />

de manera interdisciplinaria. Ciertamente, se requiere<br />

incorporar a las investigaciones la perspectiva de género,<br />

entre ellas la masculinidad, ya que no es lo mismo envejecer<br />

siendo hombre que siendo mujer. Además, para investigar<br />

el envejecimiento y la vejez en México hay que tener en<br />

cuenta las dinámicas socioculturales, las cuales son muy<br />

diversas.<br />

El último aspecto, el tecnológico, se orienta hacia el<br />

desarrollo y aplicaciones de sensores y técnicas de<br />

monitorización, estimulación y robótica en el ámbito de<br />

la teleasistencia y telemedicina, pero también en el campo<br />

de las tecnologías de la comunicación con el desarrollo<br />

de aplicaciones y servicios de carácter doméstico y las<br />

aplicaciones en los ámbitos de la salud, la asistencia y la<br />

inclusión social.<br />

El intercambio de experiencias y la exploración efectuada en<br />

el <strong>Encuentro</strong> permite constatar la multiplicidad de iniciativas<br />

y estrategias que desarrollan los investigadores y grupos de<br />

investigación en torno a los estudios <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

de nuestra población, con todo y que aún son limitadas las<br />

oportunidades de que sus trabajos sean financiados por la<br />

Federación y los gobiernos estatales. Sin embargo, siguen<br />

dominando las investigaciones “disciplinares” <strong>sobre</strong> el


envejecimiento con una clara separación entre las ciencias<br />

biológicas y las ciencias sociales. Por esta razón no es<br />

fácil el establecimiento de estructuras de investigación<br />

interdisciplinares, si bien las prácticas científicas en unas<br />

comunidades de investigadores pueden hacerlas emerger.<br />

Queda, en este apartado, un amplio camino por recorrer.<br />

La segunda conclusión general es que las perspectivas<br />

futuras de investigación detectadas en México en este<br />

primer encuentro ya están en gran medida en marcha. Así<br />

parece confirmarlo la información disponible en el libro<br />

<strong>Envejecimiento</strong> humano. Una visión interdisciplinaria, que<br />

ofrece un acercamiento a los proyectos de investigación<br />

desarrollados en los últimos años. De la misma manera,<br />

el proceso de envejecimiento de la población mexicana<br />

en las últimas décadas, y sus perspectivas futuras, parece<br />

asegurar la demanda de investigación biológica y social en<br />

la medida en que la sociedad reclama un más amplio y más<br />

profundo conocimiento de esta realidad. La administración<br />

pública también la exige como requisito para una mejor<br />

planificación y desarrollo de las políticas públicas y privadas<br />

para las personas mayores.<br />

Sigue ahora un trabajo exhaustivo de indagación para<br />

establecer el estado <strong>del</strong> arte <strong>del</strong> tema <strong>del</strong> envejecimiento<br />

en México y un proceso sistemático de análisis de la<br />

información disponible para el establecimiento definitivo de<br />

una agenda y de las prioridades de investigación.<br />

En el ámbito de la enseñanza, los tres grupos de trabajo<br />

parten <strong>del</strong> reconocimiento de la Geriatría como rama de<br />

la Medicina dedicada a los aspectos preventivos, clínicos,<br />

terapéuticos y sociales de las enfermedades en los ancianos,<br />

con fines particulares. Entre éstos figuran el desarrollo de<br />

un sistema asistencial a todos los niveles –que atienda las<br />

múltiples alteraciones y los problemas médico-sociales<br />

de los mayores, que presentan como rasgos comunes<br />

la pérdida de su independencia física o social–, así como<br />

la organización de una asistencia prolongada a quienes<br />

lo necesiten; la movilización de todos los recursos para<br />

reintegrar a la comunidad el mayor número posible; la<br />

investigación, la docencia y la formación continuada de<br />

sus propios especialistas y <strong>del</strong> personal relacionado con la<br />

especialidad.<br />

El campo de acción de la Geriatría se sintetiza en el concepto<br />

de “paciente geriátrico”, definido éste como una persona<br />

CONCLUSIONES<br />

generalmente mayor de 65-75 años, con enfermedad<br />

que tiende hacia la incapacidad, con pluripatología y con<br />

factores psíquicos y/o sociales que condicionan la evolución<br />

de su enfermedad. También se caracteriza por su abordaje,<br />

más allá de la enfermedad en su forma tradicional, de los<br />

denominados síndromes geriátricos, que son situaciones<br />

patológicas tales como el deterioro cognitivo, la confusión,<br />

la inestabilidad y caídas, la incontinencia de esfínteres, la<br />

malnutrición y la iatrogenia.<br />

Para hacer frente a la seria problemática planteada<br />

por el tipo de pacientes comentados, la especialidad<br />

dispone de su propia tecnología: la valoración geriátrica<br />

integral, la interdisciplinaridad y el mo<strong>del</strong>o asistencial de<br />

cuidados progresivos médico-social. La alta prevalencia<br />

de enfermedades en el anciano, los diferentes patrones<br />

de presentación, su tendencia a la dependencia funcional,<br />

su más difícil respuesta al tratamiento y sus frecuentes<br />

requerimientos de soporte social requieren una especial<br />

preparación médica. Los objetivos de tal formación han<br />

de contemplar al enfermo, en su entorno biopsicosocial,<br />

a lo largo de una cadena que comienza en los cambios<br />

que origina el proceso de envejecimiento individual, que<br />

continúa con la prevención y el manejo de las diferentes<br />

situaciones en enfermedad y dependencia, y que culmina<br />

con la actuación interdisciplinaria en los distintos niveles<br />

asistenciales, tanto médicos como sociales.<br />

En tal contexto nacional, la enseñanza en el nivel de<br />

pregrado no ha podido desarrollarse hasta este momento<br />

con una estrategia efectiva que convenza a los profesores<br />

y jefes de educación médica para que se incorpore esta<br />

unidad didáctica en sus programas. Hasta 2003, de 65<br />

facultades incorporadas a la Asociación Mexicana de<br />

Facultades y Escuelas de Medicina, sólo 30 contaban con<br />

un programa establecido de Geriatría. La experiencia actual<br />

muestra que gran parte de los programas han iniciado como<br />

unidades optativas o anexadas a otras unidades como salud<br />

pública, pero con el paso <strong>del</strong> tiempo y ante la evidencia de<br />

su importancia, la Geriatría ha logrado obtener espacios<br />

propios como unidad didáctica independiente. Sin embargo,<br />

la exposición de los estudiantes de Medicina a los servicios<br />

de Geriatría como unidad didáctica <strong>del</strong> programa académico<br />

requiere que se establezcan técnicas de enseñanza que<br />

favorezcan un aprendizaje significativo, particularmente<br />

de las formas de presentación de las enfermedades en<br />

los adultos mayores y de los síndromes geriátricos; estos<br />

191


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

sistemas han demostrado su utilidad como estrategias para<br />

el reclutamiento en el futuro de potenciales residentes de<br />

Geriatría.<br />

En la enseñanza especializada de posgrado se plantea el<br />

problema de que es necesario contar con un mayor número<br />

de profesionales preparados para la atención <strong>del</strong> anciano. El<br />

número de geriatras certificados es claramente insuficiente;<br />

el ritmo actual de su formación (20-25 por año) no<br />

permitirá cubrir las necesidades ni siquiera en el largo plazo.<br />

Además, la Secretaría de <strong>Salud</strong> incrementó desde hace 7<br />

años significativamente el número de plazas disponibles,<br />

pero éstas no se han llenado por falta de candidatos. El<br />

grupo de trabajo identificó las posibles razones:<br />

192<br />

• El insuficiente conocimiento de la especialidad.<br />

• La ausencia de promoción para el reclutamiento.<br />

• La larga duración de la especialidad, que exige cuando<br />

menos 5 años de entrenamiento.<br />

• El escaso número de servicios de Geriatría y los pocos<br />

espacios de trabajo disponibles en estas unidades<br />

especializadas.<br />

• La dificultad para integrarse a servicios de Medicina<br />

Interna en donde sea posible la “geriatrización“ de la<br />

atención y los cuidados.<br />

• La escasez general de plazas específicas para geriatra<br />

en el Sistema de <strong>Salud</strong> <strong>Nacional</strong>.<br />

En la creación <strong>del</strong> Instituto de Geriatría se identifica,<br />

sin embargo, una clara oportunidad para aprovechar la<br />

especialidad a partir <strong>del</strong> impulso que genera la creación de<br />

la institución y su proyección académica y mediática.<br />

Los puntos básicos de la discusión fueron: ¿Cuáles deben<br />

ser los contenidos básicos <strong>del</strong> entrenamiento en Geriatría?<br />

¿Cuántos meses se requieren para este entrenamiento<br />

básico? ¿Debe el entrenamiento en docencia e investigación<br />

formar parte <strong>del</strong> entrenamiento básico, dado que se<br />

requiere formar, además de especialistas, a un sólido cuerpo<br />

académico? ¿Existen áreas <strong>del</strong> conocimiento geriátrico<br />

que justifiquen un entrenamiento complementario (v.g.<br />

un año más) luego <strong>del</strong> entrenamiento básico, en aras de<br />

desarrollar otras competencias que los programas actuales<br />

no ofrecen? ¿Qué cambios en la estructura y duración <strong>del</strong><br />

entrenamiento harían de la Geriatría una elección más<br />

deseable? Se discutió también qué tipo de entrenamiento<br />

formal podría crearse para médicos ya en práctica clínica<br />

que no puedan seguir el plan de tiempo completo de tal<br />

manera que puedan reorientar su carrera hacia la Geriatría<br />

y una aproximación a la estrategia apropiada para formar al<br />

conjunto de los médicos en entrenamiento y ya graduados<br />

en la atención <strong>del</strong> anciano.<br />

Durante el encuentro se conformó el Grupo de Trabajo<br />

Interinstitucional <strong>del</strong> Posgrado de Geriatría, que incorpora<br />

a representantes de los distintos programas universitarios.<br />

Entre sus tareas se establece como prioridad la conformación<br />

de un perfil único <strong>del</strong> egresado de acuerdo con el papel que<br />

requiere desempeñar el geriatra en México. Ello implica<br />

redefinir las competencias mínimas a desarrollar por el<br />

residente de Geriatría. Se acordó para ello tomar como<br />

referencia el Programa Único de Especialidades Médicas en<br />

Geriatría de la Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />

Es claro que, para avanzar en el reclutamiento, una<br />

condición necesaria es la generación de espacios laborales<br />

para los egresados. A este respecto, el creciente interés<br />

de las instituciones de salud en el país por la salud <strong>del</strong><br />

adulto mayor presenta una coyuntura favorable. Tal es el<br />

caso en particular <strong>del</strong> Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

que desarrolla un Plan Gerontológico <strong>Nacional</strong> para sus<br />

derechohabientes.<br />

En el ámbito de la enfermería, el contexto es muy semejante<br />

y se ha propuesto el explorar otras vías para la generación<br />

de recursos especializados, por ejemplo, la doble titulación<br />

en un programa conjunto en instituciones con recursos<br />

adecuados. El hecho de que los planes de estudio a nivel<br />

licenciatura son homogéneos y contienen un semestre<br />

dedicado al adulto mayor favorece este enfoque. Por<br />

otra parte, los planes de estudio a nivel técnico, aunque<br />

tienen reconocimiento, no son homogéneos. Se plantea,<br />

además, la necesidad de regular los diferentes programas<br />

dirigidos a la atención <strong>del</strong> adulto mayor, ya que se observa<br />

una planeación emergente y/o oportunista para dar<br />

respuesta a esta demanda, pero el perfil <strong>del</strong> egresado no<br />

es la adecuada para las funciones que desempeñará. A<br />

este respecto, la Comisión Permanente de Enfermería ha<br />

propuesto tres normas oficiales relacionadas con la atención<br />

<strong>del</strong> adulto mayor: perfil de cuidadores a domicilio, atención<br />

ambulatoria a pacientes crónico-degenerativos, perfil <strong>del</strong><br />

personal de cuidados prolongados/paliativos.<br />

En general, en el ámbito de la enseñanza de la Geriatría,<br />

la enfermería <strong>del</strong> adulto mayor y profesiones técnicas


elacionadas, es claro que los programas que el Instituto<br />

de Geriatría deberá desarrollar han de basarse en la<br />

formación de personal idóneo acorde con las necesidades<br />

identificadas a través de evidencia técnica y científica y<br />

con la planeación de servicios. Es claro también que deberá<br />

favorecerse la creación de nuevos puntos de enseñanza en<br />

el área geriátrica y gerontológica que redunde en un mayor<br />

crecimiento <strong>del</strong> personal idóneo para la atención eficiente<br />

<strong>del</strong> envejecimiento.<br />

Al cumplir con la función sustantiva de formar recursos<br />

humanos de alta calidad para la atención e innovando en<br />

los mo<strong>del</strong>os de cuidado dirigidos a los adultos mayores, el<br />

Instituto de Geriatría entrega un conjunto de bienes sociales<br />

alineados con las necesidades <strong>del</strong> país. El objetivo final de<br />

este mandato es, entonces, obtener logros tangibles y<br />

perdurables en beneficio de la sociedad.<br />

El envejecimiento es un proceso específico y susceptible<br />

de modulación; el nuevo conocimiento que se genera<br />

actualmente al respecto abre nuevas vías para mejorar la<br />

calidad de vida al envejecer. La inversión que se haga en<br />

el entrenamiento de especialistas, investigadores y <strong>del</strong><br />

personal de salud en general y en la investigación en el tema<br />

debe incrementarse sustancialmente, pues tiene un enorme<br />

potencial de impactar en la economía y el bienestar de la<br />

población. Este reconocimiento debe avanzar a la par de la<br />

generación de una nueva “cultura <strong>del</strong> envejecimiento” que<br />

contribuya a eliminar la discriminación por edad, a mejorar la<br />

calidad de vida al envejecer y a promover un envejecimiento<br />

sano y activo como parte de un programa gubernamental<br />

formal donde la investigación juega un rol fundamental.<br />

Esta investigación, de carácter inter y transdisciplinario, ha<br />

de reflejar la complejidad <strong>del</strong> proceso de envejecimiento y<br />

debe de integrar sus diferentes dimensiones incluyendo los<br />

mecanismos biológicos, los factores económicos y sociales y<br />

los determinantes culturales y psicológicos. La investigación<br />

en torno a los determinantes <strong>del</strong> envejecer sano y activo debe<br />

enfatizar el reconocimiento temprano de la enfermedad en<br />

condiciones en las que aún puede esperarse la reversibilidad<br />

de las condiciones patológicas. Para ello el desarrollo de<br />

marcadores tempranos de enfermedad es fundamental. La<br />

investigación debe apoyarse en la información generada<br />

por las cohortes existentes y favorecer el desarrollo de<br />

otras más para entender los determinantes de la longevidad<br />

y sus interacciones en el nivel genético y ambiental.<br />

Además, el conocimiento generado ha de ser traducido<br />

CONCLUSIONES<br />

en programas y acciones específicas de política pública,<br />

para lo cual debe involucrar a los potenciales beneficiarios.<br />

La información generada, la identificación de nuevos<br />

retos y las intervenciones han de apoyarse en las nuevas<br />

tecnologías para la generación de soluciones innovadoras.<br />

Para hacer avanzar la agenda se requiere de un liderazgo<br />

dinámico y competente. La creación de la Red Temática<br />

de Investigación en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo<br />

Social y <strong>del</strong> Instituto de Geriatría constituye la clave de ese<br />

liderazgo.<br />

La formación de especialistas clínicos, investigadores<br />

y líderes académicos es una condición necesaria para<br />

avanzar eficazmente. Asimismo, el entrenamiento práctico<br />

<strong>del</strong> conjunto <strong>del</strong> personal de salud en temas relativos al<br />

envejecimiento y sus repercusiones clínicas se convierte en<br />

una necesidad y en una prioridad nacional para atender con<br />

calidez, eficacia y eficiencia las necesidades crecientes de<br />

una población que crece aceleradamente.<br />

193


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

RESUMEN DE CONCLUSIONES<br />

Biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• Debe desarrollarse un concepto unificado que defina el<br />

proceso de envejecimiento biológico abordándolo desde<br />

una perspectiva evolutiva para abordar el fenómeno desde<br />

distintos niveles de análisis.<br />

• Es necesaria la integración de los miembros <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría, como sede de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y<br />

Desarrollo Social, así como el desarrollo de colaboraciones<br />

científicas con investigadores de otras instituciones a fin de<br />

alcanzar un avance en los temas rectores de la misma.<br />

• Abordar el estudio <strong>del</strong> envejecimiento desde una perspectiva<br />

genética, genómica y proteómica, escenario que<br />

constituye es un nicho a desarrollar al existir muy pocos<br />

estudios en el mundo en este sentido.<br />

• Deben explorarse las intervenciones en medicina regenerativa<br />

y células troncales.<br />

Fragilidad<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• Es necesario emplear una sola definición de fragilidad para<br />

fines de investigación que permita unificar criterios diagnósticos<br />

y que facilite la integración de una cohorte nacional<br />

y de múltiples cohortes de pacientes.<br />

• Dado que se trata de un problema complejo, dinámico,<br />

multicausal y asociado al envejecimiento, es importante<br />

considerarlo como un síndrome con fenotipos identificables<br />

y que confiere riesgo para una evolución adversa.<br />

• Es necesario tomar en cuenta en su diagnóstico aspectos<br />

biomédicos, físico-funcionales, sociodemográficos,<br />

afectivos y cognoscitivos.<br />

194<br />

Corto plazo<br />

• Desarrollo de un seminario en Biología <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />

que tenga como sede al Instituto de Geriatría, en el cual<br />

participen los miembros de la Red ESDS.<br />

• Priorización de los temas de investigación enmarcados en<br />

la Red ESDS.<br />

• Identificación de objetivos comunes entre grupos de investigación.<br />

• Identificación de infraestructura, tecnologías y financiamiento<br />

disponibles para el desarrollo de proyectos de investigación.<br />

Mediano plazo<br />

• Incorporar a los investigadores <strong>del</strong> IG en proyectos con<br />

investigadores de otras instituciones, como una estrategia<br />

para fortalecer la investigación básica en el IG y para<br />

promover la investigación en el campo de la biología <strong>del</strong><br />

envejecimiento en otras instituciones.<br />

• Colaboración entre investigadores básicos y especialistas<br />

clínicos en la identificación de marcadores biológicos relacionados<br />

con patologías asociadas al envejecimiento y<br />

fenómenos de fragilidad.<br />

• Incorporación de especialistas en geriatría en trabajos de<br />

investigación.<br />

Largo plazo<br />

• Desarrollo conjunto de proyectos de investigación en los<br />

temas relevantes de la biología <strong>del</strong> envejecimiento identificados<br />

durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />

y <strong>Salud</strong>.<br />

• Realización de proyectos conjuntos derivados de las preguntas<br />

y la priorización de los temas.<br />

• Búsqueda de vínculos al interior de la red y elaboración de<br />

proyectos con visión transdisciplinaria con miembros de la<br />

red.<br />

• Trabajar de manera coordinada para elaborar una definición<br />

de fragilidad que sea el marco de referencia para todos los<br />

miembros interesados en realizar investigación relacionada<br />

con fragilidad.<br />

• Desarrollar un marco de referencia de datos que deba ser<br />

incluido por todo estudio <strong>sobre</strong> fragilidad realizado en<br />

México, con la finalidad de que los estudios puedan ser<br />

comparados o integrados.<br />

• Lograr desarrollar proyectos transdisciplinarios y nacionales<br />

más que locales.


Fragilidad<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• Es necesario continuar el análisis de los marcadores, específicamente<br />

los genéticos, en nuestra población.<br />

• Las intervenciones no farmacológicas enfocadas a la nutrición<br />

han sido poco efectivas.<br />

• La actividad física parece tener potencial para prevenir y<br />

revertir la fragilidad leve y moderada; tiene mejores resultados<br />

cuando se realiza en grupo y bajo la supervisión de<br />

entrenadores especializados.<br />

• La gran mayoría de los ensayos comunitarios carecen de<br />

rigor metodológico de acuerdo con los criterios <strong>del</strong> CON-<br />

SORT.<br />

• Los agentes más estudiados son: testosterona, dehidroepiandroterona,<br />

Grelina, vitamina D y hormona <strong>del</strong> crecimiento;<br />

los estudios no han demostrado mejoría en la calidad<br />

de vida ni en las propiedades contráctiles <strong>del</strong> músculo<br />

esquelético; ni se ha observado efecto <strong>sobre</strong> la capacidad<br />

de ejercicio, fatigabilidad o resistencia.<br />

• Hasta el momento no existe un medicamento específico<br />

con suficiente evidencia para el tratamiento de la sarcopenia<br />

y la fragilidad.<br />

• Es importante considerar la necesidad de desarrollar cohortes<br />

a nivel nacional que incluyan el área rural y que<br />

permitan determinar los fenotipos en la región, así como<br />

identificar potenciales blancos de estrategias terapéuticas<br />

y preventivas.<br />

<strong>Salud</strong> mental (deterioro cognoscitivo leve, demencias y depresión)<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• En México no existe una muestra representativa de deterioro<br />

cognoscitivo leve (DCL), por lo que deben desarrollarse<br />

más clínicas de memoria o evaluación cognitiva<br />

para que los clínicos pudieran referir más fácilmente a los<br />

pacientes a evaluación y así tener un perfil de seguimiento.<br />

• Es recomendable realizar una Encuesta <strong>Nacional</strong> de Demencias,<br />

o bien, incluir en la Encuesta <strong>Nacional</strong> de <strong>Envejecimiento</strong><br />

información relativa al tema.<br />

• Debe implementarse como fuente de información clínico<br />

epidemiológica un Registro <strong>Nacional</strong> de Demencias.<br />

• Promover la investigación de nuevas metodologías para<br />

ampliar la capacidad diagnóstica y poder otorgar un tratamiento<br />

racional y oportuno en demencias.<br />

• Es necesario implementar en México una red de centros<br />

de día con recursos públicos para atender la demanda de<br />

ayuda que los cuidadores requieren.<br />

• Es importante desarrollar mejores mo<strong>del</strong>os de atención domiciliaria<br />

que permitan un mejor apoyo a los cuidadores,<br />

<strong>sobre</strong> todo en las fases avanzada y terminal de la enfermedad<br />

• Es necesario establecer un sistema de atención progresiva<br />

para pacientes con demencia que incluya detección oportuna<br />

de problemas de memoria en los centros de primer<br />

CONCLUSIONES<br />

• Implementar estrategias que permitan una mejor comprensión<br />

de los componentes necesarios para atender la<br />

depresión en la atención primaria (tamizaje, periodicidad<br />

de los controles, tipo de seguimiento, papel de los médicos,<br />

etc.).<br />

• Contar con información actualizada <strong>sobre</strong> la frecuencia con<br />

que los casos de depresión no son diagnosticados como tal<br />

en la atención primaria actual, y su nivel de gravedad (por<br />

ejemplo, trastorno depresivo mayor, distimia, depresión<br />

menor).<br />

• Realizar estudios que permitan identificar los riesgos de<br />

suicidio a partir de la respuesta a la medicación y los efectos<br />

adversos, y de ese modo ayudar a dirigir los esfuerzos<br />

de prevención <strong>del</strong> suicidio.<br />

• Diseñar estrategias de concientización y sensibilización<br />

<strong>sobre</strong> el impacto de la no detección de la depresión en la<br />

atención primaria.<br />

• Buscar nuevas alternativas diagnósticas que el médico<br />

pueda utilizar en su atención diaria.<br />

• Realizar estudios de farmacogenética, tales como información<br />

<strong>sobre</strong> genotipos metabolizadores (por ejemplo,<br />

CYP2D6), y <strong>del</strong> impacto de la variabilidad genética y las<br />

interacciones de los medicamentos <strong>sobre</strong> la eficacia anti-<br />

195


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

<strong>Salud</strong> mental (deterioro cognoscitivo leve, demencias y depresión)<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

nivel; diagnóstico y tratamiento temprano en el segundo<br />

nivel; diagnóstico complejo, estudios especiales e investigación<br />

en el tercer nivel.<br />

• Es conveniente que se ofrezcan espacios para respiro temporal<br />

<strong>del</strong> cuidador, así como desarrollar la atención domiciliaria<br />

y telemedicina.<br />

• La principal carencia en la literatura <strong>sobre</strong> depresión en<br />

adultos mayores mexicanos concierne a los estudios de<br />

intervención.<br />

• Hay generalizado desinterés de médicos familiares en la<br />

salud mental, cuando son ellos los primeros proveedores<br />

de servicio que encuentran los pacientes.<br />

Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• Las bases de datos han sido aprovechadas parcialmente, la<br />

información contenida en ellas es útil y pertinente en este<br />

momento, dado el reto que el envejecimiento de la población<br />

mexicana representa no sólo para el sistema de salud,<br />

sino para la sociedad en su conjunto.<br />

• Es cuestionable la utilización de algunos instrumentos en<br />

ciertas poblaciones, <strong>sobre</strong> todo en la población indígena o<br />

con bajo nivel educativo porque son instrumentos validados<br />

en poblaciones con características diferentes no sólo<br />

en términos <strong>del</strong> lenguaje, sino en la significación de conceptos.Las<br />

formas de trabajo tanto en la generación de información<br />

como en su procesamiento son diferentes, complicando<br />

el uso de las bases y la comparación entre ellas.<br />

Hay más información generada que recursos humanos y<br />

tecnológicos para procesarla.<br />

• El trabajo de las diferentes instituciones –nacionales e internacionales–<br />

está desvinculado.<br />

De la 1ª Reunión de Bases de datos en envejecimiento:<br />

• Generación de indicadores relacionados con los determinantes<br />

<strong>del</strong> envejecimiento. Esto permitiría la vinculación<br />

de datos entre las diferentes bases y con el sector salud.<br />

• Se definieron los temas prioritarios en envejecimiento y los<br />

enfoques de estudio<br />

196<br />

A corto plazo:<br />

• Ampliar la revisión inicial de las encuestas que cuentan con<br />

información de adultos mayores mexicanos.<br />

• Reunión de trabajo convocada por la Organización Panamericana<br />

de la <strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría, con puntos<br />

concretos a resolver: diagnóstico, armonización de información<br />

y proyectos, uso eficiente de recursos, definición<br />

de la estrategia de vinculación y complementariedad de<br />

proyectos, definición de indicadores, definición de los objetivos<br />

a largo plazo.<br />

A mediano plazo<br />

• Consolidar la vinculación y complementariedad de proyectos<br />

en materia de epidemiología de la población de adultos<br />

mayores en México con la participación de diferentes instituciones.<br />

• Consolidar un área de bioestadística que apoye todos los<br />

proyectos planteados.<br />

• Apoyar la formación de recursos humanos especializados<br />

para la óptima utilización de la información contenida en<br />

las bases existentes y futuras.<br />

A largo plazo<br />

• Generación y consolidación <strong>del</strong> observatorio de la salud de<br />

los adultos mayores mexicanos.<br />

<strong>Envejecimiento</strong> de la población: implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />

y desafíos para los sistemas<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• El grupo de adultos mayores es el más heterogéneo tanto<br />

en sus condiciones económicas, sociales, familiares y de<br />

salud.<br />

depresiva, tolerabilidad y seguridad para ayudar en la selección<br />

<strong>del</strong> tratamiento de la depresión para aumentar beneficios<br />

y reducir los efectos adversos.<br />

• Apoyar estudios de intervención en depresión tanto farmacológicas<br />

como no farmacológicas (que en nuestro medio<br />

son hoy escasos), así como mo<strong>del</strong>os de intervención psicosocial<br />

en diferentes localidades que promuevan la identificación<br />

y tratamiento de este padecimiento<br />

Corto plazo<br />

• Se acordó una reunión con los expertos de la mesa para dar<br />

seguimiento a los temas expuestos.


<strong>Envejecimiento</strong> de la población: implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />

y desafíos para los sistemas<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• La escasez de recursos y el incremento de la población envejecida<br />

imponen severas dificultades para los sistemas de<br />

salud.<br />

• Si las personas mayores de 60 años se reportan como los<br />

responsables de las altas tasas de uso de servicios de salud,<br />

es muy probable que las causas se deriven de la incapacidad<br />

<strong>del</strong> propio sistema de salud de responder a sus necesidades.<br />

• Es indispensable analizar el efecto independiente de las<br />

enfermedades crónicas y <strong>del</strong> envejecimiento, considerando<br />

diferentes escenarios que integren control y descontrol de<br />

la enfermedad, incremento en costos de tecnología, incluidos<br />

medicamentos y hospitalizaciones.<br />

• Deben impulsarse políticas capaces de eliminar incertidumbres,<br />

riesgos y aliviar la carga social internalizada por<br />

los hogares y garantizar un mejor bienestar social en un<br />

marco de justicia social.<br />

• Es urgente promover investigaciones articuladas con las<br />

instancias públicas y de la sociedad civil, nacionales, de los<br />

estados y municipios, involucrando a actores que, con diferentes<br />

perspectivas, participan e influyen en la toma de<br />

decisiones y en la puesta en marcha de las mismas.<br />

Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados de largo plazo<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• Se estableció la conveniencia de trabajar por la obtención<br />

de un padrón de instituciones que brindan atención a los<br />

adultos mayores fuera de los servicios médicos, es decir,<br />

asilos, centros de día, residencias de larga estadía, etc.<br />

• Se estableció la necesidad de contar con un diagnóstico<br />

integral de los servicios que actualmente están disponibles,<br />

tanto en el ámbito público como en el privado (lucrativo y<br />

no lucrativo), así como su impacto en la atención y, finalmente,<br />

en el bienestar de los adultos mayores <strong>del</strong> país.<br />

• Se discutió la importancia de contar con alguna modalidad<br />

de “certificación” de estas instituciones, no con el afán de<br />

sancionar sino de homologar los servicios, identificar necesidades<br />

y posibles opciones para apoyarlas, y fundamentalmente,<br />

para asegurar el bienestar de los adultos mayores<br />

que en ellas se atienden.<br />

CONCLUSIONES<br />

Mediano y largo plazo<br />

• Se pretende concretar un proyecto de investigación cuyo<br />

objetivo principal se centre en los costos de atención a la<br />

salud y envejecimiento.<br />

• Se planteó la conveniencia de que el Instituto de Geriatría<br />

encabece un esfuerzo para homologar las bases biométricas,<br />

parámetros e hipótesis que se utilizan tanto para efecto<br />

de registro de las erogaciones por atención médica a la salud<br />

de la población en edades avanzadas, como para las proyecciones<br />

de largo plazo.<br />

• Generar en un cuestionario para recopilar la información necesaria<br />

que permita formular este padrón de instituciones.<br />

• Definir las características de cada una de las alternativas de<br />

cuidado para las personas mayores,}<br />

• Realizar una definición de los diferentes espacios de servicios.<br />

• Especificar las características de las personas que laboran en<br />

dichas áreas y las instalaciones de las mismas, así como especificaciones<br />

particulares que se consideren necesarias.<br />

197


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Familias y relaciones de género e intergeneracionales de frente al envejecimiento<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• Para investigar el envejecimiento y la vejez en México, hay<br />

que tener en cuenta las dinámicas socioculturales y realizar<br />

estudios interdisciplinarios, interinstitucionales y multidisciplinarios.<br />

• Debemos replantearnos nuevos conceptos <strong>sobre</strong> estas temáticas,<br />

o bien, reelaborar los existentes.<br />

• Es necesario diseñar, construir y validar instrumentos de<br />

evaluación gerontológica para la población anciana mexicana,<br />

tanto urbana como rural.<br />

• Es preciso estudiar a mayor profundidad lo relacionado<br />

con la preparación hacia la jubilación, lo que significa envejecer<br />

siendo hombre o mujer, los cuidados <strong>del</strong> adulto mayor<br />

dentro de las redes familiares y sociales, los procesos de<br />

desafiliación de dichas redes, el cuidado y el autocuidado,<br />

el sentimiento de “culpa” en la persona adulta mayor y<br />

en el cuidador(a), la crisis en el sistema de cuidados, la<br />

construcción social <strong>del</strong> cuidado y los cuidadores, así como<br />

las relaciones entre lo institucional, las familias y las redes<br />

sociales.<br />

• El equipo gerontológico, la familia, la sociedad y el Estado<br />

deben procurar dicha adaptación <strong>del</strong> anciano en su entorno<br />

y promover una calidad de vida para este sector de la población.<br />

Enfermedades crónicas <strong>del</strong> envejecimiento<br />

Principales conclusiones<br />

• Existe la necesidad imperiosa de un mayor número de investigaciones interdisciplinarias para conocer con más detalle el impacto<br />

de las enfermedades en los adultos mayores y abordar de manera integral las estrategias de prevención y atención que impacten<br />

en la calidad de vida.<br />

• Las enfermedades crónicas, además de ser las primeras causas de muerte, también son las principales causas de discapacidad<br />

o de pérdida de años de vida sin discapacidad; lo cual debe llevar a fijar metas específicas con respecto a estos desenlaces, y<br />

establecer los lineamientos de la investigación con estos paradigmas, más allá de la supervivencia.<br />

• A pesar de no impactar en mortalidad o discapacidad, los problemas de salud bucal sí impactan en otros ámbitos tales como la<br />

calidad de vida y la nutrición. Es importante conocer el estado de salud global de los ancianos.<br />

• Asimismo, los niveles asistenciales sociosanitarios carecen de una definición específica <strong>del</strong> papel que juegan dentro <strong>del</strong> tratamiento<br />

de las enfermedades crónicas en diferentes etapas de las mismas, tales como: prevención, manejo crónico, agudizaciones,<br />

fase terminal<br />

• Se requiere agregar a la investigación algunas otras enfermedades no contempladas en esta mesa y que tienen un particular<br />

impacto en la salud global <strong>del</strong> anciano, tales como:<br />

• Osteoartrosis<br />

• Problemas sensoriales<br />

• Enfermedades reumáticas<br />

• Enfermedad ácido péptica<br />

• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica<br />

• Arritmias cardíacas<br />

• Trastorno funcional digestivo<br />

• Infección por virus de la inmunodeficiencia humana<br />

• Problemas <strong>del</strong> sueño<br />

• Es necesaria la traducción de la investigación en políticas públicas de atención.<br />

• Hace falta definir normas y criterios de seguimiento (tratamiento exitoso) en ancianos, específicamente para diabetes<br />

mellitus e hipertensión<br />

198<br />

Corto plazo<br />

• Formar recursos humanos en gerontología, psicogerontología,<br />

enfermería geriátrica, y gerontología social y comunitaria.<br />

• Diseñar programas de atención integral al adulto mayor,<br />

considerando las particularidades rural/urbano, y la interculturalidad<br />

de los sectores envejecidos.<br />

• Legislar la atención <strong>del</strong> adulto mayor con énfasis en el respeto<br />

de sus derechos humanos.<br />

• Promover la profilaxis de los padecimientos crónico-degenerativos.<br />

Mediano plazo<br />

• Proponer la conformación de la Procuraduría de la Defensa<br />

<strong>del</strong> Adulto Mayor.<br />

• Revalorar la imagen social de la vejez y el envejecimiento.<br />

• Promover el envejecimiento activo y saludable.<br />

• Mejorar la calidad de vida en la vejez.<br />

Largo plazo<br />

• Crear centros de educación continua en la vejez.<br />

• Crear la Universidad para la Tercera Edad.<br />

• Crear centros de día para adultos mayores en las comunidades,<br />

tomando en cuenta su cultura, tradiciones y estilos<br />

de vida.


Enseñanza de la Geriatría. Primeros análisis <strong>sobre</strong> la formación geriátrica en pregrado,<br />

posgrado y Enfermería<br />

Principales conclusiones<br />

REFERENCIAS<br />

“Research Agenda on Aging for the 21st Century, 2007<br />

update” IAAG, 2007. Disponible en http://www.<br />

iagg.com.br/webforms/iaggNewsletter.aspx<br />

United Nations, Department of Economic and Social<br />

Affairs, Population Division (2009). World Population<br />

Prospects: The 2008 Revision, Highlights, Working<br />

Paper No. ESA/P/WP.210<br />

CONCLUSIONES<br />

• El ritmo de formación de especialistas en Geriatría es claramente insuficiente; hasta 2010 se han formado 296 geriatras en el<br />

Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong>.<br />

• Desde la perspectiva <strong>del</strong> cuerpo docente, debe privilegiarse el trabajo colaborativo de un Grupo Interinstitucional de Posgrado<br />

de Geriatría que unifique programas universitarios tomando como punto de partida el Programa Único de Especialidades de la<br />

Facultad de Medicina de la UNAM.<br />

• El consenso de los profesores universitarios considera adecuado mantener dos vías de entrada a la especialidad, ya que deben<br />

abrirse las puertas a aquellos a quienes se ofrezca la entrada directa, o bien, a los internistas que deseen ser geriatras.<br />

• Persiste un problema en el reclutamiento, debido a: larga duración de la especialidad, escaso contacto con la Geriatría en los<br />

programas de pregrado, escasez de servicios geriátricos.<br />

• La mayoría de los geriatras egresados de los cursos universitarios actuales no están en posibilidad de desempeñarse como docentes<br />

de posgrado por falta de nuevos espacios académicos en universidades públicas o privadas.<br />

Investigación multidisciplinaria y transferencia <strong>del</strong> conocimiento<br />

Principales conclusiones Acciones propuestas<br />

• En lo individual, cada investigador debe dejar su burbuja<br />

especializada y unidisciplinaria e interesarse en los temas<br />

de otros campos.<br />

• Las instancias evaluadoras deben flexibilizar sus tiempos<br />

de evaluación para tomar en cuenta el mediano y largo<br />

plazo, pues la transdisciplina puede traer resultados más<br />

completos, pero también tardar más.<br />

• Se hace cada día más necesario integrar la visión transdisciplinaria<br />

en la investigación científica, ya que la multicausalidad<br />

de los fenómenos da cuenta <strong>del</strong> alcance limitado de<br />

la investigación cuando se hace desde los métodos, teorías<br />

y esquemas de una sola disciplina, que al fin termina por ser<br />

un conocimiento fraccionado.<br />

• Organizar un curso <strong>sobre</strong> metodologías de investigación en<br />

envejecimiento, orientado a estudiantes de posgrado en el<br />

país.<br />

• Desarrollar una maestría con una orientación transdisciplinaria<br />

para el estudio de los problemas de los adultos mayores.<br />

• Fomentar por medio de la Red ESDS proyectos de largo alcance<br />

que involucren a grupos de diversas disciplinas y que<br />

no estén restringidos por periodos de evaluación de corto<br />

plazo.<br />

• Identificar los temas susceptibles de ser abordados desde las<br />

diferentes perspectivas: multidisciplinaria, transdisciplinaria,<br />

interdisciplinaria o yuxtadisciplinaria.<br />

• Fomentar entre los estudiantes y potenciales investigadores<br />

las perspectivas amplias <strong>del</strong> conocimiento y señalar las limitaciones<br />

de una visión fragmentada y monotemática.<br />

• Aprovechar las nuevas tecnologías tanto para facilitar el<br />

paso de la multidisciplina, interdisciplina y transdisciplina,<br />

como para el bienestar de las personas mayores.<br />

199


CREACIÓN DE LA<br />

RED TEMÁTICA<br />

“ENVEJECIMIENTO, SALUD Y<br />

DESARROLLO SOCIAL”<br />

Propuesta al Consejo <strong>Nacional</strong><br />

de Ciencia y Tecnología<br />

(CONACYT) para la generación<br />

de una red de investigación<br />

<strong>sobre</strong> envejecimiento en<br />

México<br />

LUIS MIGUEL GUTIÉRREZ ROBLEDO<br />

HÉCTOR GUTIÉRREZ ÁVILA<br />

MARÍA DE LOURDES ÁVILA ALVA<br />

MARIANA LÓPEZ ORTEGA


JUSTIFICACIÓN<br />

Transformación demográfica y social de México:<br />

siglos XX y XXI<br />

Los cambios demográficos iniciados en el siglo XX –y<br />

que habrán de acentuarse durante la primera mitad<br />

<strong>del</strong> presente siglo– son de tal magnitud que su impacto<br />

representa una verdadera revolución social, económica y<br />

sanitaria. Los estudios indican que <strong>del</strong> año 2000 al 2050<br />

el índice de envejecimiento habrá de incrementarse más<br />

de ocho veces (figura 1). Se puede inferir la complejidad<br />

de este fenómeno de cambio demográfico relativamente<br />

súbito, si se considera que la estructura poblacional de<br />

México representa más de 100 millones de habitantes con<br />

múltiples carencias sociales, en contraste con los países<br />

desarrollados, cuyo cambio demográfico fue pausado<br />

dentro de un contexto de bienestar social más igualitario.<br />

Figura 1. Índice de envejecimiento en México, 2000-2050.<br />

Elaborado con base en: CONAPO, 2004.<br />

Si bien el aumento notable en la esperanza de vida es<br />

un verdadero logro social, trae consigo nuevos retos<br />

de muy difícil solución. El tránsito de un país integrado<br />

mayoritariamente por niños y jóvenes a uno constituido en<br />

su mayoría por adultos y adultos mayores crea una nueva<br />

realidad social ante la cual estamos insuficientemente<br />

preparados (figura 2).<br />

Implicaciones <strong>del</strong> envejecimiento de la población en<br />

México<br />

El envejecimiento poblacional impacta de manera<br />

inmediata al sistema de pensiones, al sistema de salud y a<br />

la economía en general. La grave crisis de las pensiones en<br />

México se asocia, entre otros factores estructurales, a una<br />

disminución en la base de contribuyentes y a un aumento<br />

en el número y longevidad de los beneficiarios. El asunto<br />

202<br />

de las pensiones continúa siendo un problema no resuelto,<br />

que tiende a agravarse y que requiere el estudio riguroso de<br />

las posibles alternativas a favor <strong>del</strong> bienestar de los adultos<br />

mayores.<br />

Figura 2. Evolución demográfica de México. Siglos XX y XXI.<br />

Elaborado con base en: INEGI, Censos de Población 1970,<br />

2000, 2010; CONAPO, Proyecciones de población 2005-<br />

2050, en: www.conapo.gob.mx/00cifras/proy/RM.xls


• Más de 80% de las mujeres y cerca de 20% de<br />

los hombres dependen económicamente de sus<br />

familiares.<br />

• Solamente 49% de ellos disponen de<br />

seguridad social.<br />

• 42% de las mujeres son viudas.<br />

• Únicamente 40% de los hombres y 10% de<br />

las mujeres tienen un trabajo.<br />

Cuadro 1. Situación de los adultos de 60 años y más<br />

Por el contrario, en la edad adulta, conforme los individuos<br />

envejecen, es común que la demanda de servicios<br />

hospitalarios aumente y los costos se disparen, ya que los<br />

recursos económicos se destinan a la atención especializada<br />

de las complicaciones de graves padecimientos crónicos<br />

como enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer<br />

y enfermedades neurodegenerativas, que a menudo se<br />

desarrollan simultáneamente, haciendo más complicado y<br />

costoso su tratamiento (cuadro 1).<br />

El gasto en salud alcanza niveles máximos en la tercera<br />

edad, lo que significa que conforme siga avanzando el<br />

envejecimiento poblacional, los servicios de seguridad<br />

social y de atención a población abierta habrán de enfrentar<br />

serios problemas financieros en materia de infraestructura<br />

y recursos humanos especializados para atender a este<br />

grupo de la población. Este gasto a menudo alcanza niveles<br />

catastróficos para los individuos afectados, sus familias y el<br />

propio Estado. Además de los problemas económicos, los<br />

ancianos enfrentan situaciones de exclusión social, como<br />

abandono, negligencia, abuso y maltrato; en el caso de las<br />

mujeres, se añaden los efectos de la viudez, pues muchas<br />

de ellas <strong>sobre</strong>viven a su pareja.<br />

Durante la infancia, conforme los niños crecen, la demanda<br />

de servicios hospitalarios disminuye y tiende a concentrarse<br />

no en la atención a las enfermedades, sino en la protección<br />

de la salud.<br />

Necesidades de investigación y desarrollo<br />

tecnológico <strong>sobre</strong> envejecimiento humano:<br />

una tarea por comenzar<br />

El Programa <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> 2007-2012 propone<br />

generar un sistema de vigilancia de la salud de los<br />

adultos mayores basado en indicadores de morbilidad y<br />

discapacidad; fortalecer la agenda de investigación <strong>sobre</strong><br />

RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />

envejecimiento y salud; incluir a los adultos mayores en<br />

las estrategias de prevención y promoción de la salud<br />

con objetivos y metas definidas y verificables que pongan<br />

énfasis en la independencia funcional; establecer una<br />

política de formación de recursos humanos para la atención<br />

de los ancianos; fortalecer la rectoría <strong>del</strong> sistema de salud<br />

en materia de regulación de las instituciones de cuidados<br />

prolongados, y extender los servicios de atención a la<br />

salud para los adultos mayores a los ámbitos comunitario<br />

y domiciliario. En este contexto, la Red Temática <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong> puede hacer contribuciones significativas<br />

para el cumplimiento de dichas metas.<br />

El estudio <strong>del</strong> envejecimiento forma parte sustantiva de<br />

las prioridades de investigación de la agenda internacional,<br />

particularmente en el campo de las ciencias de la salud<br />

y de las ciencias sociales. La literatura científica mundial<br />

<strong>sobre</strong> los mecanismos biológicos <strong>del</strong> envejecimiento está<br />

en auge. Por el contrario, en México, si se contrastan la<br />

magnitud demográfica de la población de adultos mayores<br />

y el cúmulo de necesidades pendientes con el volumen<br />

de las investigaciones que se producen <strong>sobre</strong> los factores<br />

involucrados en el envejecimiento, resulta evidente la<br />

necesidad de lograr un salto cualitativo y cuantitativo<br />

con respecto a la producción científica y el desarrollo<br />

tecnológico.<br />

El fenómeno <strong>del</strong> envejecimiento es de tal complejidad<br />

que se requieren múltiples observadores desde diferentes<br />

enfoques con métodos diversos. Este proceso involucra<br />

desde los cambios biológicos a nivel molecular y tisular<br />

hasta sus repercusiones sociales, económicas y políticas.<br />

En consecuencia, se requiere el fomento de la investigación<br />

biológica, geriátrica, epidemiológica, social, económica y<br />

<strong>del</strong> resto de los campos <strong>del</strong> saber. Si bien existen algunos<br />

esbozos en esta dirección, debe desarrollarse una estrategia<br />

integral, vinculada a un plan de necesidades y metas.<br />

En la actualidad, la investigación en envejecimiento<br />

depende de la iniciativa y esfuerzo individual de los<br />

investigadores interesados en este campo. Es prioritario<br />

fortalecer los estudios <strong>sobre</strong> los aspectos genéticos y<br />

epigenéticos <strong>del</strong> envejecimiento. En nuestro caso, es<br />

necesario reunir una masa crítica de investigadores de las<br />

ciencias básicas que se convierta en un polo generador de<br />

nuevos conocimientos con reconocimiento internacional.<br />

Este tipo de investigación es costosa, cada vez más<br />

sofisticada, requiere de instalaciones especializadas y<br />

203


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

tecnología compleja, que colocan a muchos de nuestros<br />

investigadores en desventaja respecto a los científicos de<br />

los países con mayor desarrollo. Esta situación se agrava<br />

para los investigadores en el interior <strong>del</strong> país, <strong>sobre</strong> todo<br />

en el sur. Trabajar en una red, como la que aquí se propone,<br />

puede poner en contacto a investigadores talentosos, pero<br />

aislados y sin recursos, con otros colegas nacionales e<br />

internacionales en condiciones más favorables.<br />

La investigación clínica en beneficio de los pacientes<br />

geriátricos es también muy limitada según consta en la<br />

literatura científica. En contraste, el espectro de problemas<br />

que aquejan al adulto mayor es tan extenso, que no es<br />

posible establecer límites bien definidos de las posibles<br />

líneas de investigación. Las concurrencia de múltiples<br />

patologías –y su espectro de complicaciones– concurren<br />

con el deterioro cognitivo, la fragilidad sistémica, la<br />

disminución de la reserva homeostática, la polifarmacia, la<br />

salud mental, el estado funcional y el dolor crónico; todos<br />

ellos problemas de tal complejidad que debieran ser, cada<br />

uno, objeto permanente de investigaciones clínicas.<br />

Una situación similar ocurre con la investigación<br />

epidemiológica y los estudios sociales en esta materia.<br />

Muchos de los datos que se utilizan para describir la<br />

situación <strong>del</strong> envejecimiento en nuestro país provienen de<br />

estudios realizados con otros propósitos. Tiene carácter de<br />

urgencia determinar las condiciones en que se desarrolla<br />

el envejecimiento en las zonas rurales y en los grupos<br />

marginados, así como identificar los cambios que están<br />

ocurriendo en la estructura familiar y que habrán de<br />

representar nuevos retos para las generaciones futuras<br />

de adultos mayores. Las características específicas de la<br />

historia natural <strong>del</strong> envejecimiento en nuestro medio no<br />

justifican la transferencia mecánica de los hallazgos clínicos<br />

reportados en la literatura internacional. La investigación<br />

original es indispensable para aportar soluciones específicas<br />

a problemas propios.<br />

No existe información suficiente para la toma de decisiones<br />

<strong>sobre</strong> las instituciones que prestan cuidados prolongados<br />

y aquellas que funcionan como asilos. ¿En dónde se<br />

encuentran los longevos mexicanos que disfrutan de una<br />

vejez saludable y productiva? ¿Qué factores biológicos y<br />

sociales les han permitido alcanzar esta situación de éxito?<br />

Estas y otras muchas preguntas de igual relevancia esperan<br />

respuesta.<br />

204<br />

El trabajo conjunto de expertos provenientes de<br />

diferentes áreas de conocimiento alrededor <strong>del</strong> estudio<br />

<strong>del</strong> envejecimiento tiene el potencial de impulsar la<br />

investigación de manera multidireccional favoreciendo<br />

la creación de conocimiento y la innovación a partir de<br />

las prioridades nacionales. En virtud de la diversidad<br />

y heterogeneidad <strong>del</strong> proceso de envejecimiento,<br />

mantendremos un enfoque basado en la exploración de los<br />

fenómenos biológicos subyacentes y en la diversidad en<br />

función <strong>del</strong> género, la cultura, los movimientos migratorios,<br />

los aspectos sociales, económicos, el entorno físico, con un<br />

particular énfasis en la búsqueda de la comprensión de los<br />

adultos mayores en situación de desventaja social.<br />

OBJETIVO<br />

La Red tiene como objetivo principal elaborar un proyecto<br />

nacional de desarrollo de la investigación científica y<br />

tecnológica <strong>sobre</strong> el envejecimiento, la salud y el desarrollo<br />

social de los mexicanos.<br />

Se visualiza como un esfuerzo de largo plazo basado en una<br />

estrategia de generación y fortalecimiento de la capacidad<br />

de investigación, desarrollo e innovación, a través de la<br />

implementación de mecanismos de vinculación, formación<br />

de recursos humanos especializados y el desarrollo<br />

de proyectos de investigación multiinstitucionales y<br />

multidisciplinares entre diversos agentes provenientes<br />

de la academia, la industria, el gobierno, instituciones de<br />

investigación públicas y privadas, así como otras redes de<br />

investigación, nacionales e internacionales; todo alrededor<br />

<strong>del</strong> tema <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

Para alcanzar este objetivo se perfilan un conjunto de<br />

acciones específicas y tres productos entregables que<br />

la Red debe generar en el corto plazo: 1) el estado <strong>del</strong><br />

arte en el tema de la Red; 2) un catálogo de recursos<br />

humanos e infraestructura; y 3) una cartera de proyectos<br />

multiinstitucionales, multidisciplinares, viables y<br />

susceptibles de mantener una vinculación dinámica entre<br />

los diferentes sectores productivos, con impacto directo en<br />

el bienestar y la salud de los adultos mayores en México.<br />

Partiendo de esta premisa, las estrategias y metas que<br />

se perfilan al corto, mediano y largo plazo son las que se<br />

enlistan a continuación.


METAS<br />

Corto plazo<br />

• Desarrollar el estado <strong>del</strong> arte de la investigación y<br />

el desarrollo tecnológico en los cuatro ejes temáticos<br />

propuestos para el estudio integral <strong>del</strong> envejecimiento,<br />

la salud y el desarrollo social de los adultos mayores en<br />

México. Esta información se generará a través de un<br />

análisis situacional de alcance nacional.<br />

• Generar un catálogo de recursos humanos e<br />

infraestructura de la investigación y desarrollo<br />

tecnológico en los cuatro ejes temáticos de la Red.<br />

• Realizar una reunión de arranque con todos los<br />

miembros de la Red para difundir el programa de trabajo<br />

de los primeros doce meses de actividades y organizar<br />

las acciones inmediatas para la generación de los<br />

entregables en el corto plazo.<br />

• Diseñar y operar un sitio web como parte de los<br />

mecanismos de vinculación, difusión y administración<br />

<strong>del</strong> conocimiento para tres grandes propósitos: 1) punto<br />

de encuentro y consulta para los miembros de la red y<br />

de todos aquellos interesados en el tema; 2) como una<br />

plataforma electrónica para el almacenamieto de bases<br />

de datos de estudios existentes <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />

en México; 3) un repositorio de instrumentos de<br />

valoración gerontológica y geriátrica.<br />

• Desarrollo de un grupo de trabajo <strong>sobre</strong> cuidados de<br />

largo plazo con la Red de Adultos Mayores <strong>del</strong> Distrito<br />

Federal, afiliada a la Junta de Asistencia Privada y a la<br />

Fundación Tagle, como parte de las tareas de vinculación<br />

con la sociedad civil organizada.<br />

• Generar una cartera de proyectos de investigación<br />

en dos grupos: a) que cumplan los requerimientos de<br />

ser multiinstitucionales, viables, que correspondan a<br />

los ejes temáticos de la Red; y b) de investigación y<br />

desarrollo tecnológico susceptibles de vincularse con el<br />

sector privado y la industria.<br />

Mediano plazo<br />

• Programa de formación permanente en metodología<br />

de la investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento. Desarrollo<br />

de un programa semipresencial con una plataforma<br />

web de aula virtual y participación de docentes de las<br />

instituciones asociadas nacionales e internacionales.<br />

• Métrica de la salud <strong>del</strong> adulto mayor: definición de<br />

RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />

indicadores y establecimiento de criterios para la<br />

evaluación <strong>del</strong> estado de salud y bienestar de los adultos<br />

mayores en México. Por un lado, este proyecto tiene el<br />

propósito de crear un observatorio de la salud <strong>del</strong> adulto<br />

mayor mexicano. Por otro, impulsar el desarrollo de<br />

políticas públicas de apoyo a la investigación, formación<br />

de recursos humanos especializados y mejoramiento de<br />

la atención a la salud y bienestar de los adultos mayores.<br />

• Creación de un grupo de trabajo transdisciplinario para el<br />

desarrollo de mo<strong>del</strong>os asistenciales con la participación<br />

de la industria, los hospitales asociados, el Sistema para<br />

el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores (INAPAM)<br />

y el Instituto de Geriatría.<br />

• Creación de un grupo de trabajo transdisciplinario para<br />

el desarrollo y evaluación de proyectos de teleasistencia.<br />

• Estudio transcultural <strong>sobre</strong> la salud <strong>del</strong> adulto mayor:<br />

estudio comparativo de dos cohortes de México, una de<br />

mexicoestadounidenses en el sur de Estados Unidos,<br />

una de España y otra de Francia.<br />

• Reuniones de planeación estratégica de los grupos<br />

temáticos y reuniones regionales para fortalecer la<br />

investigación transdisciplinaria <strong>sobre</strong> el envejecimiento.<br />

• Curso de verano anual de iniciación a la investigación en<br />

envejecimiento para reclutar a jóvenes investigadores.<br />

• Creación <strong>del</strong> programa de estímulo al desarrollo de<br />

nuevos investigadores.<br />

• Creación <strong>del</strong> fondo de financiamiento “semilla”<br />

de proyectos transdisciplinarios en conjunto con<br />

otras instituciones de financiamiento y apoyo a la<br />

investigación.<br />

• Talleres anuales de vinculación con sociedades afines.<br />

Largo plazo<br />

• ¿Cómo envejecen los mexicanos? Estudio longitudinal<br />

<strong>del</strong> envejecimiento en México a lo largo de varios años de<br />

una cohorte para identificar los factores determinantes<br />

de un envejecimiento saludable. Adicionalmente, esto<br />

permitiría conocer los determinantes económicos y<br />

sociales que influyen en este proceso.<br />

• Establecimiento <strong>del</strong> Centro de Redacción Científica,<br />

para apoyar a los investigadores en la redacción de<br />

publicaciones y presentación de protocolos.<br />

• Registro nacional de adultos mayores voluntarios para<br />

la investigación longitudinal <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

saludable.<br />

205


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

• Laboratorio para la evaluación fisiológica <strong>del</strong> adulto<br />

mayor en conjunto con el Instituto de Geriatría, que<br />

aportará la infraestructura física.<br />

• Mo<strong>del</strong>os animales de envejecimiento. Mantenimiento de<br />

cohortes de roedores envejecidos para su aplicación en<br />

proyectos de investigación básica con participación <strong>del</strong><br />

Instituto de Geriatría para desarrollar la infraestructura<br />

física para la creación de un banco de tejidos de roedores<br />

jóvenes y viejos a disposición de los investigadores <strong>del</strong><br />

país.<br />

• Establecimiento de un banco de tejidos humanos para<br />

facilitar el estudio de los procesos relacionados con<br />

el envejecimiento, con participación <strong>del</strong> Instituto de<br />

Geriatría.<br />

• Estudio longitudinal de cohortes de adultos mayores<br />

centenarios y gemelos para el análisis de biomarcadores<br />

relacionados con el envejecimiento.<br />

ORGANIZACIÓN<br />

El trabajo de la Red se realizará mediante el trabajo<br />

conjunto y transversal de cuatro ejes temáticos, los cuales<br />

corresponden a las áreas de conocimiento involucradas: I.<br />

Mecanismos biológicos <strong>del</strong> envejecimiento; II. Sociedad,<br />

envejecimiento de la población, economía y servicios<br />

de protección social y de atención a la salud <strong>del</strong> adulto<br />

mayor; III. Investigación geriátrica y epidemiológica; y IV.<br />

Gerontecnología.<br />

Mecanismos biológicos <strong>del</strong> proceso de envejecimiento:<br />

Diversas investigaciones a nivel mundial han mostrado que<br />

los determinantes <strong>del</strong> envejecimiento son multifactoriales<br />

e involucran procesos complejos. La evidencia sugiere la<br />

participación de mecanismos genéticos, bioquímicos y<br />

moleculares que influyen en el proceso de envejecimiento,<br />

así como en las enfermedades asociadas a este proceso.<br />

Asimismo, que algunos factores como la restricción calórica<br />

y los polifenoles –como el resveratrol, la rapamicina, la<br />

espermidina y la enzima convertidora de angiotensina–<br />

son capaces de regular las vías moleculares que hasta<br />

el momento han sido implicadas en la longevidad.<br />

Estudios moleculares en mo<strong>del</strong>os animales y en humanos<br />

centenarios han identificado diversos genes candidatos<br />

que participan en el incremento de la longevidad. No<br />

obstante estos descubrimientos, la investigación básica<br />

<strong>sobre</strong> los mecanismos involucrados en envejecimiento<br />

aún se encuentra en crecimiento, por lo que desarrollar<br />

investigación a este nivel continúa siendo una prioridad.<br />

206<br />

Sociedad, poblaciones, economía y servicios de<br />

salud. El marco general para el estudio y las acciones<br />

<strong>sobre</strong> el envejecimiento de la población es de carácter<br />

demográfico, pues esta es la manera de describir y explicar<br />

la creciente importancia social <strong>del</strong> segmento envejecido<br />

de la población, incluyendo los escenarios a futuro<br />

particularmente relevantes ante la gran velocidad esperada<br />

en este proceso. Una tarea básica es la descripción de<br />

las características sociales, económicas y de salud de la<br />

población envejecida emanadas de las fuentes estadísticas<br />

disponibles; censos y conteos, estadísticas vitales y<br />

encuestas, destacando las dedicadas a la población<br />

envejecida. Estas fuentes de información no son una<br />

simple recopilación de datos y elaboración de cuadros; lo<br />

importante son los análisis emanados de las relaciones de<br />

las características demográficas con variables de la salud y<br />

los determinantes sociales y económicos. De igual manera,<br />

se deberán realizar estudios que incluyan proyecciones<br />

a futuro de las condiciones de los adultos mayores y su<br />

entorno. Como todos los mo<strong>del</strong>os de prospectiva, éstos no<br />

intentan ser predicciones sino la guía para la construcción<br />

de escenarios de prevención de necesidades, decisión <strong>sobre</strong><br />

intervenciones y diseño de programas y políticas. Una tarea<br />

crucial será la estimación de los costos de la atención a la<br />

salud, de acuerdo con distintos mo<strong>del</strong>os de atención.<br />

Geriatría clínica y epidemiología. Los trabajos y estudios<br />

en este eje se enfocarán en las causas, prevención, detección<br />

oportuna, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las<br />

afecciones ligadas al envejecimiento. Los investigadores<br />

darán prioridad a los problemas de salud física o mental<br />

que se encuentran en el ámbito clínico y que requieren de<br />

la intervención de los profesionales de la salud: médicos,<br />

terapeutas físicos, psicólogos, neuropsicólogos, enfermeros,<br />

etc. Este eje agrupará a una gran variedad de tópicos<br />

relativos a aspectos fisiológicos, físicos y psicológicos <strong>del</strong><br />

envejecimiento. Focos de interés son las enfermedades<br />

crónicas y degenerativas asociadas al envejecimiento, el<br />

proceso de discapacidad y la fragilización al avanzar en<br />

edad.<br />

Gerontecnología. Promover y favorecer la innovación<br />

y desarrollo tecnológico en productos y servicios que<br />

respondan a las necesidades de las personas mayores,<br />

con base en el conocimiento científico <strong>del</strong> proceso de<br />

envejecimiento considerando las diferencias culturales<br />

e individuales. Pugna por la realización de una sociedad<br />

plenamente atendida por recursos tecnológicos tan


accesibles a los adultos mayores como al común de<br />

la sociedad, con tecnologías enfocadas a favorecer<br />

la independencia funcional y el mantenimiento de la<br />

buena salud; incluyendo consideraciones de residencia,<br />

movilidad, seguridad, comunicación, actividades y calidad<br />

de vida; y a través <strong>del</strong> desarrollo de prácticas innovadoras<br />

en telemedicina e instrumentos digitales clínicos y<br />

administrativos, con enfoque en envejecimiento.<br />

Como apoyo al funcionamiento de los ejes temáticos, se<br />

proponen cuatro plataformas: I. La página web; II. Banco de<br />

bases de datos para el procesamiento y acceso a estudios<br />

poblacionales; III. Infraestructura para los insumos de los<br />

estudios biológicos, en particular cepas de animales y<br />

anticuerpos; y IV. Un repositorio central de instrumentos<br />

de valoración de la salud de los adultos mayores para su<br />

empleo en la población mexicana (figura 3).<br />

Los ejes y plataformas comparten actividades comunes<br />

como la redacción de propuestas de proyectos, informes y<br />

evaluaciones; participarán también, de manera conjunta, en<br />

un programa de formación permanente para los integrantes<br />

de la red y abierto a todos los miembros de la comunidad<br />

científica cuya base se establecerá en el Instituto de<br />

Geriatría con el apoyo <strong>del</strong> Centro Sealy de <strong>Envejecimiento</strong><br />

de la Universidad de Texas, rama médica en Galveston; el<br />

Instituto de <strong>Salud</strong> Pública y Desarrollo de la Universidad de<br />

Burdeos, en Francia; la Red Temática de <strong>Envejecimiento</strong><br />

de Quebec y su homóloga española, la Red Temática de<br />

Investigación Cooperativa en <strong>Envejecimiento</strong> y Fragilidad,<br />

RETICEF.<br />

Se han establecido ya vínculos formales de colaboración<br />

con cuatro dependencias federales que se ocupan <strong>del</strong><br />

envejecimiento desde diferentes perspectivas: el Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), el<br />

Sistema <strong>Nacional</strong> para el Desarrollo Integral de la Familia<br />

(DIF), el Consejo <strong>Nacional</strong> de Población (CONAPO) y el<br />

Instituto de Geriatría.<br />

Un aspecto clave es la vinculación con la industria y el<br />

sector privado. A este respecto hemos integrado a la<br />

propuesta a varios grupos: EULEN, especializado en el<br />

desarrollo de servicios sociosanitarios para adultos mayores;<br />

el grupo DABVSA, que trabaja en el desarrollo de centros<br />

de cuidados prolongados; la Fundación Médica Sur y los<br />

hospitales ABC y Español, que cuentan con departamentos<br />

de Geriatría; Medicina a Distancia, empresa mexicana<br />

RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />

Figura 3. Ejes temáticos.<br />

especializada en el desarrollo tecnológico en telemedicina,<br />

consultoría de análisis y mo<strong>del</strong>os de integración de la<br />

tecnología y procesos de negocio innovadores en el sector<br />

salud.<br />

Es necesaria, además, la vinculación internacional; en<br />

este sentido estamos particularmente bien posicionados<br />

ante los socios ya mencionados en Burdeos y Galveston,<br />

así como ante las redes temáticas canadiense y española,<br />

cuya experiencia enriquece nuestra propuesta y fortalece<br />

nuestras probabilidades de éxito. Es también fundamental<br />

el trabajo continuo que habrá de efectuarse para sensibilizar<br />

al conjunto de la comunidad científica respecto a la<br />

importancia que tiene el envejecimiento en la investigación<br />

desde los más diversos ángulos.<br />

Procesos comunes a los ejes. En el diseño de los programas<br />

y en la actividad académica y de investigación se mantendrá<br />

un énfasis continuo en la inter y transdisciplina y la búsqueda<br />

de la innovación, teniendo siempre en mente las prioridades<br />

nacionales. En virtud de la diversidad y heterogeneidad <strong>del</strong><br />

proceso de envejecimiento, mantendremos un enfoque<br />

basado en la exploración de la diversidad en función<br />

<strong>del</strong> género, la cultura, los movimientos migratorios, los<br />

aspectos sociales, económicos, el entorno físico y con un<br />

particular énfasis en la búsqueda de la comprensión de las<br />

situaciones de desventaja social.<br />

207


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Interacción. La interacción entre ejes y plataformas es<br />

fundamental, para ello habrá de desarrollarse un sitio web y<br />

una lista de correos; asimismo, cada eje y plataforma tendrán<br />

al menos una reunión anual de planeación y evaluación,<br />

además de una reunión anual para compartir experiencias<br />

y presentar resultados por parte de cada eje y en conjunto<br />

con toda la red. También es necesaria la comunicación con<br />

el público en general, por lo que participa inicialmente en<br />

el grupo el colectivo ENEX (<strong>Envejecimiento</strong> Exitoso), con<br />

su programa radiofónico Gracias a la vida en el Instituto<br />

Mexicano de la Radio (IMER) y el blog <strong>del</strong> mismo nombre<br />

dirigidos al público general. También buscaremos la<br />

vinculación continua con otros medios de comunicación.<br />

Funcionamiento de los ejes temáticos y plataformas de<br />

apoyo. El intercambio de conocimientos se favorecerá a<br />

través de la formulación de proyectos temáticos <strong>sobre</strong> temas<br />

transdisciplinarios prioritarios como los padecimientos<br />

demenciales, la fragilidad, la nutrición y la organización<br />

de servicios. La red propondrá preferencialmente buscar<br />

financiamientos en proyectos de investigación que<br />

incorporen una vinculación transdisciplinaria.<br />

Impacto de la Red: Beneficios de trascendencia nacional.<br />

Los señalamientos que a continuación se enuncian no<br />

intentan ser exhaustivos, sino demostrativos de los<br />

múltiples beneficios potenciales de la creación de una Red<br />

Temática <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong> Humano (figura 4).<br />

La Red propuesta, como ya se mencionó, se organiza de<br />

acuerdo con un marco conceptual de carácter holístico,<br />

que pretende hacer efectiva la retroalimentación entre<br />

los diferentes campos <strong>del</strong> conocimiento. Este enfoque<br />

contribuye, en primer lugar, al desarrollo profesional de los<br />

miembros de la Red y sirve como base para la realización de<br />

proyectos multidisciplinarios de alcance nacional con otros<br />

grupos.<br />

1. Formulación de un Plan <strong>Nacional</strong> de Desarrollo de<br />

Investigación <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong>. Si bien el<br />

envejecimiento de la población de México es un<br />

asunto con repercusiones profundas en el ámbito<br />

nacional, hasta la fecha no hay una propuesta de<br />

investigación de carácter estratégico. Un plan de<br />

esta naturaleza permitiría identificar prioridades y<br />

contribuir a establecer metas de mediano y largo plazo<br />

<strong>sobre</strong> los aspectos críticos de los diferentes ámbitos<br />

208<br />

Figura 4. Marco conceptual de la Red Temática: Investigación<br />

interdisciplinaria, integral y sistemática <strong>sobre</strong> el envejecimiento.<br />

de la investigación y desarrollo tecnológico. Para este<br />

propósito se requiere el concurso de profesionales<br />

líderes en el contexto nacional, ampliamente<br />

comprometidos con el avance científico y con la<br />

capacidad para el trabajo en equipo para el logro de<br />

metas comunes.<br />

2. Contribución al desarrollo de políticas públicas para la<br />

protección social y cuidado a la salud de los adultos<br />

mayores. El problema <strong>del</strong> envejecimiento no se limita<br />

a los ámbitos familiar e individual; es un problema<br />

nacional que requiere una acción de Estado. La<br />

difusión de los hallazgos científicos a través de un<br />

grupo líder en el estudio de este fenómeno puede<br />

contribuir a incorporar este asunto a las prioridades<br />

de la agenda nacional y servir de apoyo para las<br />

entidades políticas y gubernamentales responsables<br />

de establecer las políticas sociales y de salud a<br />

favor <strong>del</strong> adulto mayor. Es indispensable hacer<br />

realidad la función social de la ciencia y vincular el<br />

quehacer científico con los problemas que afectan<br />

la vida diaria de las personas. La calidad científica y<br />

el reconocimiento profesional de los integrantes de<br />

la Red hará que sus propuestas y recomendaciones<br />

sean justamente valoradas por los tomadores de<br />

decisiones.


3. Fortalecimiento de la investigación interdisciplinaria.<br />

El proceso de envejecimiento involucra desde<br />

cambios biológicos a nivel individual hasta<br />

profundas repercusiones sociales y económicas.<br />

En consecuencia, se requiere el fomento de la<br />

investigación biológica, geriátrica, epidemiológica,<br />

social, económica y <strong>del</strong> resto de los campos <strong>del</strong> saber.<br />

Si bien existen algunos esbozos en esta dirección,<br />

esta visión de conjunto necesita ser desarrollada en el<br />

campo <strong>del</strong> envejecimiento. Una red multidisciplinaria<br />

de expertos propiciará la expansión de la investigación<br />

de manera multidireccional.<br />

4. Alianzas internacionales. Si bien los investigadores<br />

de manera individual cultivan relación con sus<br />

colegas de otros países, particularmente a través de<br />

su participación en eventos científicos, son escasos<br />

los ejemplos de proyectos conjuntos de envergadura<br />

nacional de mediano y largo plazo entre grupos<br />

interdisciplinarios de investigadores mexicanos y<br />

sus pares internacionales. En el contexto mundial<br />

existen redes exitosas <strong>sobre</strong> el envejecimiento,<br />

prestas a llevar a cabo acciones conjuntas con las<br />

organizaciones equivalentes de nuestro país. Existen<br />

redes temáticas y entidades dedicadas al estudio <strong>del</strong><br />

envejecimiento de países como Canadá, España,<br />

Francia y Estados Unidos, que han manifestado su<br />

interés en desarrollar proyectos colaborativos en<br />

forma inmediata con los proponentes de la Red.<br />

5. Optimización <strong>del</strong> uso de los recursos. Aunque en la<br />

vida diaria la necesidad obliga a los investigadores a<br />

apoyarse mutuamente, no hay una estrategia definida<br />

para la búsqueda de soluciones a problemas comunes<br />

y la colaboración eficaz y continua a nivel nacional.<br />

Como científicos, tenemos que aprender a trabajar de<br />

manera eficiente como lo hace la naturaleza (ahorro<br />

de energía y el reciclamiento de “residuos”). La Red<br />

potencializa las capacidades individuales y puede<br />

llegar a convertirse en un mo<strong>del</strong>o de colaboración<br />

entre la comunidad científica, superando el trabajo<br />

aislado como mo<strong>del</strong>o dominante.<br />

6. Impulso a la Gerontecnología en México. La<br />

Gerontecnología es prácticamente inexistente en<br />

nuestro país. Los adultos mayores se benefician<br />

de los avances tecnológicos desarrollados para la<br />

RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />

población en general, pero no disponen de apoyos<br />

tecnológicos suficientes para la solución de sus<br />

problemas específicos asociados a patologías<br />

múltiples, discapacidad, aislamiento y deterioro<br />

mental. Los integrantes de la Red, en alianza con la<br />

industria, pueden convertirse en un medio idóneo<br />

para el impulso de la esta disciplina.<br />

7. Realización de proyectos estratégicos con el sector<br />

privado. Así como el incremento de la natalidad<br />

favoreció el desarrollo industrial al servicio de la<br />

población infantil (desde los productos médicos<br />

hasta los artículos recreativos), ahora se requiere<br />

que ocurra un fenómeno similar acorde con los<br />

nuevos cambios demográficos. Existen tres áreas<br />

básicas para la colaboración con el sector privado:<br />

medicamentos, telecomunicaciones y tecnologías<br />

para el apoyo de las actividades de la vida diaria.<br />

Dadas sus condiciones de salud, la población<br />

geriátrica está sujeta a la polifarmacia, por lo<br />

que se requieren estudios de farmacovigilancia y<br />

adecuaciones para el manejo terapéutico. El sujeto<br />

geriátrico en condiciones de fragilidad y discapacidad<br />

requiere un monitoreo continuo, que no puede<br />

depender exclusivamente de los cuidados familiares;<br />

además las deficiencias motoras y cognitivas que<br />

afectan a numerosos ancianos requieren tecnologías<br />

de apoyo para la realización de las actividades de la<br />

vida diaria.<br />

8. Desarrollo de proyectos de alcance nacional<br />

con impacto a mediano y largo plazo. Algunos<br />

proyectos son de tal magnitud, complejidad y costo,<br />

que difícilmente pueden ser llevados a cabo por<br />

investigadores aislados e incluso resultan demasiado<br />

onerosos para una sola institución. Dado su carácter<br />

estratégico, estos proyectos no pueden estar sujetos<br />

a vaivenes políticos o a cambios administrativos.<br />

La existencia de la Red que se propone abriría una<br />

posibilidad real de llevar a cabo uno o varios proyectos<br />

como los que se proponen más a<strong>del</strong>ante en las metas<br />

de largo plazo.<br />

9. Contribución a la formación de recursos humanos.<br />

Debido a su alcance nacional y al conocimiento<br />

<strong>sobre</strong> el envejecimiento en México, la Red puede<br />

209


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

210<br />

emitir consensos <strong>sobre</strong> la necesidad y tipos de de<br />

recursos humanos que se requieren en este campo<br />

y, a la vez, servir para que estudiantes en formación<br />

utilicen a la propia red como un escenario para su<br />

propia formación y desarrollo profesional.<br />

10. Apoyo a las instituciones con atribuciones para la<br />

protección de los adultos mayores. Las instituciones<br />

responsables de brindar protección al adulto mayor<br />

están sujetas a innumerables contingencias, que<br />

limitan sus capacidades; necesitan estudios ad hoc<br />

que ellas mismas no pueden llevar a cabo, para<br />

elevar la calidad de sus actividades, profundizar el<br />

uso racional de sus recursos y evaluar el impacto<br />

de sus acciones y procedimientos <strong>sobre</strong> la salud y el<br />

bienestar de los adultos mayores.<br />

11. Descentralización de la investigación. La disparidad<br />

en el desarrollo socioeconómico de las distintas<br />

entidades federativas se refleja en sus capacidades<br />

desiguales para llevar a cabos investigaciones. En<br />

este sentido, la Red tendría dos efectos benéficos:<br />

por una parte, serviría de apoyo a los investigadores<br />

aislados y dispersos en entidades con menor<br />

desarrollo –ya sea facilitándoles el acceso a recursos<br />

o poniéndolos en contacto con pares en condiciones<br />

más favorables– y, por la otra, serviría de agente<br />

catalizador en entidades donde es necesario iniciar el<br />

fomento a la investigación y el desarrollo tecnológico<br />

en el campo <strong>del</strong> envejecimiento.<br />

ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO EXITOSO<br />

DE LA RED<br />

De manera espontánea, numerosos miembros de<br />

la comunidad científica internacional han venido<br />

conformando redes de trabajo que les brindan, entre<br />

otros beneficios, ahorro de recursos, retroalimentación de<br />

conocimientos, mayor productividad y competitividad,<br />

gracias a la combinación de talento y experiencias. A<br />

nivel institucional, diversos países, incluido México, han<br />

establecido formalmente redes temáticas o consorcios, que<br />

permiten trabajar de manera más eficiente y coordinada<br />

no sólo en el ámbito de los intereses específicos de cada<br />

investigador, sino de manera interdisciplinaria en torno<br />

a prioridades de largo alcance. La suma de esfuerzos y<br />

recursos potencializa la posibilidad de lograr resultados<br />

positivos. Los fenómenos bajo estudio son de tal<br />

complejidad que se requieren múltiples observadores desde<br />

diferentes enfoques con métodos diversos.<br />

El propósito de la red es funcionar de manera sistémica,<br />

de manera similar a un organismo en el cual sistema y<br />

estructura tienen funciones especializadas, pero cuyos<br />

productos finales tienen un beneficio sistémico. Además,<br />

en el caso de la investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

es pertinente coordinar esfuerzos para contribuir a que<br />

esta área se convierta en un polo de crecimiento. La sola<br />

existencia de la Red representa un foro de alta visibilidad,<br />

pues la convergencia y acuerdo de voluntades y talentos<br />

humanos de muy diversas instituciones nos convierte<br />

en un ente moral con alta capacidad de convocatoria<br />

nacional e internacional. A continuación se señalan cuatro<br />

condiciones favorables para el desarrollo de la Red:<br />

• Integración de un amplio grupo de investigadores con<br />

carácter interdisciplinario, multiinstitucional, incluyente<br />

y en proceso de extender su cobertura a nivel nacional.<br />

La Red está integrada tanto por experimentados<br />

investigadores con un alto reconocimiento profesional<br />

en al ámbito nacional e internacional como por<br />

talentosos investigadores jóvenes que concentran sus<br />

esfuerzos en la frontera <strong>del</strong> conocimiento y tienen una<br />

sólida formación científica. Esta base humana garantiza<br />

ampliamente el logro de las metas propuestas.<br />

• Naturaleza global <strong>del</strong> envejecimiento. Por tratarse de<br />

un problema de interés mundial, las oportunidades<br />

de obtener ayuda financiera y llevar a cabo proyectos<br />

internacionales se incrementa notablemente con<br />

la existencia de un amplio grupo de investigadores<br />

organizados dentro de una red, que dispone de<br />

una estructura y objetivos bien definidos. Se ha<br />

manifestado ya la intención de los directivos de la Red<br />

Quebequense de Investigación <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong>,<br />

de la Red Temática de Investigación Cooperativa en<br />

<strong>Envejecimiento</strong> y Fragilidad (RETICEF) de España, <strong>del</strong><br />

Instituto de <strong>Salud</strong> Pública y Desarrollo de la Universidad<br />

de Burdeos y <strong>del</strong> Centro Sealy de <strong>Envejecimiento</strong> de la<br />

Universidad de Texas en Galveston, para la realización<br />

de proyectos comunes con la Red aquí propuesta.<br />

• Apoyo institucional hacia la Red. En julio de 2008 se creó<br />

el Instituto de Geriatría, que se integra a los Institutos


<strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> y se suma a las instituciones <strong>del</strong><br />

Gobierno Federal responsables de la protección <strong>del</strong><br />

bienestar de los adultos mayores. Este instituto tiene<br />

como parte de su misión el desarrollo de investigación<br />

en torno al envejecimiento, por lo que se convierte en<br />

el aliado natural de la Red, y le brinda apoyo para su<br />

viabilidad en el largo plazo.<br />

REFERENCIAS<br />

CONAPO (Consejo <strong>Nacional</strong> de Población) (2004). La<br />

transición demográfica en México. En: Elena Zúñiga y<br />

Daniel Vega (eds.). El envejecimiento de la población<br />

en México. Reto <strong>del</strong> siglo XXI. Disponible en: http://<br />

www.conapo.gob.mx/publicaciones/enveje2005/<br />

enveje02.pdf<br />

CONAPO. Proyecciones de población 2005-2050. En<br />

www.conapo.gob.mx/00cifras/proy/RM.xls<br />

INEGI. Censos de Población 1970, 2000, 2010.<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (2006). Utilización<br />

de servicios de salud por grupo de edad. Encuesta<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> y Nutrición, México: Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública.<br />

Partida Bush, V. (2004). La transición demográfica y el<br />

proceso de envejecimiento en México. En: La situación<br />

demográfica de México 2004, México: CONAPO.<br />

RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />

211


Áreas:<br />

Trabajos presentados en el<br />

concurso de cartel científico<br />

Determinantes sociales y demográficos<br />

Desarrollo tecnológico<br />

Investigación básica<br />

Investigación clínica y epidemiológica<br />

Programas y proyectos de intervención<br />

a nivel comunitario<br />

Coordinadores:<br />

Roberto Carlos Castrejón Pérez<br />

Nora Torres Carrillo


ÁREA:<br />

DETERMINANTES SOCIALES Y DEMOGRÁFICOS<br />

Primer lugar<br />

Clave: DSD004.<br />

Título: Prevalencia de síntomas depresivos y su relación<br />

con los apoyos sociales de tipo material e instrumental en<br />

la vejez.<br />

Instituciones involucradas:<br />

1. Escuela <strong>Nacional</strong> de Trabajo Social,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />

2. Laboratorio de Demencias<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía<br />

“Manuel Velasco Suárez”.<br />

Presenta: Guadalupe Cañongo León.<br />

Correo: gpe301@yahoo.com.<br />

Adscripción: Estudiante de maestría y apoyo académico a<br />

la Coordinación de Investigación, ENTS, UNAM.<br />

Resumen: Cifras de la OMS indican que 25% de las personas<br />

mayores padecen algún tipo de trastorno psiquiátrico,<br />

siendo el más frecuente la depresión (Serna, 1996). Los<br />

síntomas depresivos (SD), definidos como aquellos que<br />

no garantizan un diagnóstico psiquiátrico de depresión,<br />

ocurren con mayor frecuencia que la presentación de un<br />

cuadro depresivo; sin embargo, constituyen por sí mismos<br />

un importante problema de salud mental (Bojorquez<br />

Chapela, et al. 2009). Incluyen trastornos <strong>del</strong> sueño y <strong>del</strong><br />

apetito (incremento o disminución), ansiedad, retardo o<br />

agitación psicomotora, apatía, pesimismo, aislamiento,<br />

irritabilidad, deseos de muerte, culpa, fatiga, disminución<br />

de la energía, dificultad para tomar decisiones y alteración<br />

<strong>del</strong> funcionamiento cognoscitivo (Sosa Ortiz, 2000). Dado<br />

que la depresión en la vejez se ha asociado a condiciones<br />

de vulnerabilidad social, conviene explorar la influencia<br />

que tienen los apoyos sociales en la presentación de estos<br />

síntomas.<br />

Objetivo: Analizar la relación entre los SD y los indicadores<br />

de apoyo social de tipo material e instrumental.<br />

Material y método: Diseño observacional, transversal<br />

analítico, de base poblacional, 2003 sujetos de áreas de<br />

214<br />

bajo y mediano ingreso económico (1 003 urbanos y 1<br />

000 rurales).<br />

Mediciones: SD según ICD-10 y DSM-IV, Cuestionario<br />

sociodemográfico y de factores de riesgo (Prince et al.,<br />

2007).<br />

Resultados: Se encontró una prevalencia de SD en mujeres<br />

de 39.1% y en hombres de 21.8%. Según la escolaridad, la<br />

prevalencia más alta se encuentra en el grupo de escolaridad<br />

nula (39%), por estado civil entre los divorciados/<br />

separados (42.3%) y por ocupación entre los dedicados al<br />

hogar (39.17%). Se presentará, además, la relación entre<br />

la sintomatología depresiva y los apoyos sociales.<br />

Discusión/conclusiones: La prevalencia de SD es mayor<br />

en los descriptores comunes de la población anciana: sexo<br />

femenino, baja escolaridad y dedicados a actividades <strong>del</strong><br />

hogar.<br />

Palabras clave: <strong>Salud</strong> mental, síntomas depresivos, adultos<br />

mayores, apoyo social, epidemiología social.<br />

Segundo lugar<br />

Clave: DSD002.<br />

Título: Factores de riesgo asociados al maltrato de<br />

personas adultas mayores en población mexicana.<br />

Instituciones involucradas: Instituto de Geriatría.<br />

Presenta: M. Liliana Giraldo Rodríguez.<br />

Correo: lgiraldor@yahoo.com, martha.giraldo@salud.gob.<br />

mx.<br />

Adscripción: Instituto de Geriatría.<br />

Resumen: El maltrato de personas adultas mayores se<br />

engloba dentro de una categoría más general denominada<br />

violencia doméstica, en la que también se incluye el<br />

maltrato infantil y la violencia de género. Se reconoce que<br />

la violencia es un fenómeno social con efectos de largo<br />

alcance en la salud pública e individual. Desde que fue<br />

identificado, primero como tema social y luego de salud<br />

desde hace más de treinta años, el maltrato de personas<br />

adultas mayores se ha convertido en una problemática<br />

crítica y global. La identificación de factores de riesgo<br />

asociados, cuya presencia puede aumentar la probabilidad<br />

de ocurrencia <strong>del</strong> maltrato, es un tema de investigación


prioritario, ya que permite identificar combinaciones<br />

posibles de factores que pueden dar como resultado una<br />

situación de maltrato y, por ende, generar información para<br />

diseñar estrategias de intervención.<br />

Objetivos: Identificar los factores de riesgo individuales<br />

que incrementan la probabilidad de que una persona adulta<br />

mayor se convierta en víctima de maltrato.<br />

Material y método: Se utilizó la Encuesta <strong>sobre</strong> Maltrato a<br />

Personas Adultas Mayores en el Distrito Federal (2006),<br />

se realizó un análisis descriptivo e inferencial a través de<br />

mo<strong>del</strong>os de regresión logística, con el fin de ver la existencia<br />

de una relación entre variables de la persona adulta mayor<br />

y al hecho de haber sufrido maltrato en los últimos 12<br />

meses.<br />

Resultados: Se encontraron algunos factores individuales<br />

que incrementan el riesgo de maltrato, como son el nivel de<br />

dependencia de la persona adulta mayor, la edad avanzada,<br />

el ser mujer y otros relacionados con la autopercepción <strong>del</strong><br />

estado de salud.<br />

Conclusiones: El maltrato no es el resultado de un solo<br />

factor de riesgo, sino la combinación de diferentes factores.<br />

El presente trabajo muestra la existencia de factores<br />

personales que tienen mayor peso para que una persona se<br />

convierta en víctima de maltrato.<br />

Palabras clave: Maltrato, violencia, persona adulta mayor,<br />

factores de riesgo.<br />

Tercer lugar<br />

Clave: DSD005.<br />

Título: Migración internacional, envejecimiento y familias<br />

transnacionales. Implicaciones en el cuidado a la salud.<br />

Instituciones involucradas:<br />

1. Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />

2. Texas A & M University.<br />

Presenta: Dra. Verónica Montes de Oca.<br />

Correo: vmoiis@gmail.com.<br />

Adscripción: IIS, UNAM.<br />

Resumen: La migración internacional y el envejecimiento<br />

demográfico son dos fenómenos íntimamente<br />

TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

interrelacionados cuyos efectos se traducen en la dinámica<br />

familiar, cambios en la estructura y composición de los<br />

hogares, reacomodo <strong>del</strong> patrón de apoyos y cuidados hacia<br />

la niñez, mujeres y ancianos. En ese contexto, el objetivo<br />

de este trabajo es identificar las estrategias que utilizan los<br />

hijos e hijas migrantes y no migrantes en ambos lados de<br />

la frontera para atender las necesidades de sus familiares<br />

ancianos, especialmente en lo que se refiere al cuidado de<br />

la salud física y mental.<br />

Material y método: Se usa una metodología mixta<br />

cuantitativa y cualitativa con fuentes de información<br />

secundaria y entrevistas a hijos y padres ancianos en<br />

algunos estados de México y Estados Unidos.<br />

Resultados: Se identifican cuatro tipos de ancianos con<br />

estrategias familiares transnacionales y nacionales cuyos<br />

mecanismos de cuidado y atención varían en función de las<br />

características sociodemográficas de los hijos y ancianos,<br />

su experiencia migratoria y condiciones de vida. Los tipos<br />

de ancianos cualitativamente relevantes son: 1) hombres<br />

y mujeres envejecidos que nunca migraron y que residen<br />

en contextos de alta intensidad migratoria en México; 2)<br />

hombres y mujeres ancianos que pueden ser migrantes de<br />

retorno con hijos e hijas ausentes; 3) hombres y mujeres<br />

mexicanos emigrantes que viven su vejez en Estados<br />

Unidos; y 4) hombres y mujeres ancianos que van y vienen<br />

entre ambos países. En todos ellos existen estrategias<br />

de cuidado diferentes que dependen de la condición y<br />

experiencia migratoria, su adscripción a instituciones de<br />

seguridad social, posición laboral y número de hijos e hijas<br />

en México y Estados Unidos.<br />

Aunque las estrategias difieren en intensidad, la vinculación<br />

transnacional resulta un mecanismo exitoso para los<br />

ancianos con desventajas en salud y condiciones de vida.<br />

Palabras clave: <strong>Envejecimiento</strong>, cuidados a la salud,<br />

migración internacional.<br />

215


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Otros participantes<br />

Área: Determinantes sociales y demográficos<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Vejez en edad extrema. Un estudio<br />

de etnogerontología social<br />

Abandono de adultos mayores en<br />

áreas de urgencia y hospitalización<br />

Perspectivas <strong>del</strong> envejecimiento<br />

en la población académica y<br />

administrativa de la UNAM.<br />

Resultados preliminares<br />

Religiosidad en vejez rural y urbana<br />

216<br />

Susana Villasana Benítez<br />

Ma. Guadalupe Ruelas González<br />

José Alberto Rivera Márquez<br />

Grupo colegiado de investigación:<br />

Estudios de familia y envejecimiento<br />

de la población. Susana Villasana<br />

Benítez<br />

1. Instituto de Estudios Indígenas,<br />

Universidad Autónoma de Chiapas.<br />

2. Centro de Investigaciones y<br />

Estudios Superiores en Antropología<br />

Social, Unidad Golfo (Xalapa,<br />

Veracruz)<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />

Pública.<br />

2. Instituto de Investigaciones<br />

Sociales, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

3. Instituto de Seguridad y Servicios<br />

Sociales de los Trabajadores <strong>del</strong><br />

Estado.<br />

4. Tech Palewi OSC.<br />

5. Instituto de Geriatría<br />

1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Xochimilco<br />

1. Instituto de Estudios Indígenas,<br />

Universidad Autónoma de Chiapas.<br />

2. Centro de Investigaciones y<br />

Estudios Superiores en Antropología<br />

Social, Unidad Golfo (Xalapa,<br />

Veracruz)


ÁREA: DESARROLLO TECNOLÓGICO<br />

Primer lugar<br />

Clave: DT010.<br />

Título: Detección automática <strong>del</strong> decaimiento de<br />

habilidades motrices en la marcha de adultos mayores.<br />

Instituciones involucradas:<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica, Óptica y Electrónica.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Rehabilitación.<br />

Presenta: Germán Cuaya Simbro.<br />

Correo: germancs@ccc.inaoep.mx.<br />

Adscripción: Óptica y Electrónica, INAOE.<br />

Resumen: En un análisis de la marcha, expertos <strong>del</strong> dominio<br />

pueden detectar problemas en la marcha de una persona.<br />

Sin embargo, los expertos no conocen con precisión cuáles<br />

son las variables más significativas y los cambios en éstas<br />

para determinar cuando una persona tiene un alto riesgo<br />

de caerse. Las caídas en el sector de los adultos mayores<br />

pueden ocasionar serias lesiones o incluso la muerte,<br />

por ello su prevención es importante. El objetivo de este<br />

trabajo es la construcción de un mo<strong>del</strong>o de la marcha de<br />

adultos mayores que permita determinar la probabilidad de<br />

riesgo de caída de una persona a lo largo de un periodo<br />

de tiempo. Las Redes Bayesianas Dinámicas (DBN)<br />

permiten mo<strong>del</strong>ar datos temporales inciertos y calcular<br />

la probabilidad de ocurrencia de un evento futuro. Estos<br />

mo<strong>del</strong>os han sido aplicados para el diagnóstico en dominios<br />

médicos e industriales. Se tienen datos de la marcha de<br />

18 mujeres que padecen osteoporosis, obtenidos con un<br />

sistema GaitRite, los cuales han sido proporcionados por<br />

los investigadores <strong>del</strong> INR. Se construyeron 2 DBN, la<br />

primera utilizando información de los expertos <strong>del</strong> INR<br />

acerca de las variables relevantes para identificar problemas<br />

de la marcha y la segunda basada en variables relevantes<br />

identificadas por algoritmos computacionales; se evaluaron<br />

ambos mo<strong>del</strong>os aplicando Leave One Out Cross Validation.<br />

La eficacia, en términos de pronóstico de caída inmediata,<br />

fue de 70.9% y de 70.0 %, y de caída a 6 meses fue de<br />

70.9% y de 67.2%, para la DBN basada en información de<br />

los expertos y para la DBN basada en información extraída<br />

TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

computacionalmente, respectivamente. Los resultados<br />

muestran que las técnicas computacionales pueden apoyar<br />

a los expertos en la estimación de un riesgo de caída en<br />

adultos mayores, para eventualmente contribuir a la<br />

detección temprana de patologías y aplicación de medidas<br />

correctivas.<br />

Palabras clave: Mo<strong>del</strong>os probabilistas, prevención de<br />

caídas, análisis de la marcha.<br />

Segundo lugar<br />

Clave: DT006.<br />

Título: Tecnologías para la estimulación cognitiva<br />

utilizables para el adulto mayor. Instituciones involucradas:<br />

Universidad Autónoma de Baja California.<br />

Presenta: María Victoria Meza Kubo y Alberto L. Morán y<br />

Solares.<br />

Correo: mmeza@uabc.edu.mx.<br />

Adscripción: Facultad de Ciencias, UABC.<br />

Resumen: Antecedentes: Estudios recientes muestran<br />

que actividades de estimulación cognitiva (EC) ayudan al<br />

adulto mayor (AM) a mejorar su estado cognitivo. Algunas<br />

tecnologías de asistencia para la cognición (ATC), buscan<br />

prevenir el deterioro a través de actividades de EC. Sin<br />

embargo, muchas ATC no se diseñan consistentemente<br />

para: i) satisfacer requerimientos funcionales para que<br />

sean de utilidad; ii) incluir mecanismos de interacción<br />

adecuados para facilitar su uso; e iii) incluir contenidos,<br />

actividades y motivadores apropiados para hacer que este<br />

uso sea placentero.<br />

Objetivo: Establecer guías de diseño para el desarrollo de<br />

ATC de EC utilizables (útiles, de fácil uso, y que provean al<br />

AM con experiencias de uso placenteras).<br />

Material y método: Se siguió una metodología iterativa<br />

propuesta por Vredenburg. Los resultados de los estudios<br />

preliminares (entrevistas, revisión de literatura y estudios<br />

de observación) permitieron establecer guías de diseño<br />

para el desarrollo de aplicaciones ATC de EC. Basados en<br />

estas guías de diseño se desarrolló un prototipo que integra<br />

la participación remota de familiares a la actividad de EC<br />

<strong>del</strong> AM mediante juegos de entretenimiento, y se realizó<br />

una evaluación preliminar <strong>del</strong> mismo <strong>sobre</strong> aspectos de<br />

217


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

utilidad, facilidad de uso y experiencia de usuario utilizando<br />

cuestionarios estandarizados. Resultados. i) Las interfaces<br />

de usuario tangibles son mecanismos alternativos<br />

adecuados para facilitar la interacción <strong>del</strong> AM con las ATC;<br />

ii) las actividades bajo el concepto de “juego” son preferidas<br />

por el AM para su estimulación <strong>sobre</strong> los ejercicios de EC<br />

tradicionales; y iii) la participación de los familiares provee<br />

una motivación adicional al AM para realizar la actividad<br />

de EC, mejorando su experiencia de uso. Estos resultados<br />

permitieron iterar <strong>sobre</strong> los elementos de diseño para<br />

el establecimiento de un marco conceptual dirigido al<br />

desarrollo de ATC de EC utilizable por el AM.<br />

Conclusiones: Se tiene evidencia preliminar de que las guías<br />

de diseño propuestas permiten el desarrollo de ATC que<br />

son percibidas como utilizables por el AM y sus familiares.<br />

Palabras clave: Deterioro cognitivo, estimulación cognitiva,<br />

tecnologías de asistencia para la cognición, interfaces de<br />

usuario tangibles.<br />

Tercer lugar<br />

Clave: DT003.<br />

Título: Cómputo ambiental y su aplicación en asistencia<br />

a adultos mayores. Instituciones involucradas: Centro<br />

de Investigación Científica y de Educación Superior de<br />

Ensenada.<br />

Presentan: Ana Isabel Martínez García, José Antonio García<br />

Macías.<br />

Correo: rloredo@cicese.mx, martinea@cicese.mx, jagm@<br />

cicese.mx<br />

Adscripción: Departamento de Ciencias de la Computación,<br />

CICESE.<br />

Resumen: Un problema que se presenta en la población<br />

de adultos mayores son los síntomas <strong>del</strong> índice de<br />

fragilidad, los cuales se aprecian claramente en la marcha<br />

de las personas. Durante un análisis de marcha se observan<br />

parámetros tales como velocidad <strong>del</strong> movimiento,<br />

amplitud de paso y zancada, cadencia, gasto de energía,<br />

entre otros. Con la obtención de estos parámetros de<br />

forma automática y en tiempo real es posible identificar<br />

problemas que afectan la salud <strong>del</strong> adulto mayor, como<br />

dolor en extremidades, enfermedades de debilitamiento<br />

218<br />

general o cuadros depresivos, para así poder brindarle una<br />

atención oportuna. Una herramienta de gran utilidad en el<br />

apoyo de la obtención de medidas <strong>del</strong> rendimiento funcional<br />

de las personas es actualmente el uso de acelerómetros.<br />

En este trabajo se busca estudiar, diseñar, implementar<br />

y evaluar un sistema que lleve a cabo el monitoreo de<br />

la marcha de adultos mayores. Para esto se realizó un<br />

estudio de literatura previa, observación de adultos<br />

mayores y entrevistas a médicos. Con esto se decidió<br />

usar un sensor de aceleración colocado en la cintura de la<br />

persona, que monitorea dicho movimiento en cualquier<br />

momento, y a través de estas mediciones de aceleración<br />

se obtienen puntos característicos de la señal de marcha,<br />

para posteriormente aplicarle algoritmos matemáticos y<br />

obtener los parámetros principales de la marcha. También<br />

se aplica un cuestionario para tomar una medida <strong>del</strong> índice<br />

de fragilidad, buscando con esto una forma de relacionar<br />

los parámetros de la marcha con el índice de fragilidad.<br />

Actualmente se han realizado algunas pruebas a personas<br />

de la tercera edad, comprobando el funcionamiento <strong>del</strong><br />

sistema en distintos patrones de marcha y obteniendo una<br />

calibración adecuada para la obtención de las medidas de<br />

los parámetros de la marcha por parte <strong>del</strong> sistema.<br />

Palabras clave: Adulto mayor, acelerómetro, marcha, índice<br />

de fragilidad.


Otros participantes<br />

TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

Área: Desarrollo tecnológico<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Inteligencia ambiental para fortalecer<br />

las redes sociales de los adultos<br />

mayores<br />

Dimensiones <strong>del</strong> diseño de los<br />

sistemas de Iinformación ambiental<br />

que asisten al adulto mayor<br />

Uso de la tecnología para evaluar la<br />

autonomía de adultos mayores solos<br />

en su domicilio<br />

CAMMINA: Tecnología calmada<br />

para motivar a los adultos mayores a<br />

caminar mediante la socialización<br />

Sistema de asistencia cognitiva para<br />

pacientes con Alzheimer temprano<br />

Notificaciones conscientes <strong>del</strong><br />

contexto como apoyo al cuidador<br />

de adultos mayores con deterioro<br />

cognitivo<br />

Componente consciente <strong>del</strong><br />

contexto para desarrollar ambientes<br />

para la vida asistida de los adultos<br />

mayores<br />

Raymundo Cornejo García<br />

Juan Pablo García Vázquez<br />

Georgina Corte Franco<br />

José Rubén Roa Ledesma<br />

René F. Navarro<br />

Sandra Nava-Muñoz<br />

Diana Saldaña Jiménez<br />

1. Centro de Investigación Científica<br />

y de Educación Superior de<br />

Ensenada<br />

1. Instituto de Ingeniería,<br />

Universidad Autónoma de Baja<br />

California.<br />

2. Facultad de Ingeniería,<br />

Universidad Autónoma de Baja<br />

California<br />

1. Hospital Universitario de Grenoble<br />

(Francia).<br />

2. Orange Laboratories (Francia)<br />

1. Autónoma de Baja California<br />

1. Centro de Investigación Científica<br />

y de Educación Superior de Ensenada<br />

1. Facultad de Ingeniería,<br />

Universidad Autónoma de Baja<br />

California.<br />

2. Facultad de Ciencias, UABC<br />

1. Universidad Autónoma de Baja<br />

California (Mexicali, B.C.)<br />

219


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

ÁREA: INVESTIGACIÓN BÁSICA<br />

Primer lugar<br />

Clave: IB010.<br />

Título: SIRT1 es esencial para la función cognitiva y la<br />

plasticidad sináptica.<br />

Instituciones involucradas:<br />

1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Paul F. Glenn Laboratories, Department of Pathology,<br />

Harvard Medical School (Boston, Estados Unidos ). 3.<br />

Neuroscience Program, University of Southern California<br />

(Los Ángeles, Estados Unidos).<br />

Presenta: Shaday Michán.<br />

Correo: michan.sh@gmail.com.<br />

Adscripción: Instituto de Geriatría.<br />

Resumen: Antecedentes: Las sirtuinas son una familia<br />

de gerontogenes conservados evolutivamente. Siete<br />

genes en mamíferos codifican las sirtuinas, SIRT1-SIRT7,<br />

con diferentes localizaciones subcelulares y actividades<br />

enzimáticas. SIRT1, desacetilasa dependiente de NAD+<br />

núcleo-citoplásmica, participa en varios procesos<br />

relacionados con el envejecimiento pero aún se desconoce<br />

la variedad de funciones que ésta tiene en el cerebro,<br />

órgano altamente vulnerable al deterioro con la edad.<br />

Objetivo: Analizar la función de SIRT1 en los procesos<br />

normales de aprendizaje, memoria y plasticidad sináptica.<br />

Material y método: Ratones knockout, sin SIRT1 (SIRT1-<br />

KO) y ratones transgénicos (SIRT1-TG) con altos niveles<br />

de esta proteína en el hipocampo se analizaron en<br />

diferentes paradigmas de aprendizaje y memoria como<br />

campo abierto, discriminación de objetos nuevos, laberinto<br />

en Y, condicionamiento aversivo y laberinto circular de<br />

Barnes. También se realizó electrofisiología en rebanadas<br />

de cerebro, microarreglos, inmunodetecciones y un estudio<br />

microanatómico detallado con tinción de Golgi.<br />

Resultados: La ausencia de SIRT1 no alteró la anatomía<br />

gruesa <strong>del</strong> cerebro, ni tampoco el comportamiento<br />

exploratorio o actividad locomotora. Sin embargo, los<br />

ratones SIRT1-KO en comparación con los silvestres<br />

mostraron: deficiencias en las memorias a corto y largo<br />

plazo; disminución en la plasticidad sináptica; marcada<br />

220<br />

TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

alteración en los árboles dendríticos de las neuronas,<br />

disminución en la fosforilación de la cinasa ERK1/2 y<br />

alteración en los niveles de expresión génica. Los ratones<br />

SIRT1-TG mostraron similar aprendizaje, memoria y<br />

plasticidad sináptica que los ratones controles.<br />

Conclusiones: SIRT1 es esencial para la plasticidad<br />

sináptica y memoria hipocampo-dependiente a corto y<br />

largo plazo pero no modifica las propiedades sinápticas<br />

basales, niveles de proteínas sinápticas, ni arquitectura de<br />

las espinas dendríticas. Alteraciones en árboles dendríticos<br />

neuronales, vía de señalización ERK1/2 y expresión<br />

génica son mecanismos por los cuales SIRT1 puede regular<br />

los procesos cognitivos. Altos niveles de SIRT1 en el<br />

hipocampo no son suficientes para modificar la memoria ni<br />

plasticidad sináptica.<br />

Palabras clave: SIRT1, sirtuinas, memoria, aprendizaje,<br />

plasticidad-sináptica.<br />

Segundo lugar<br />

Clave: IB009.<br />

Título: Alteraciones inducidas por la administración<br />

intranasal de MPTP en ratones con supresión génica de<br />

Midkina.<br />

Instituciones involucradas: 1. INSERM-UPMC CRICM-<br />

UMRS 975 (París, Francia). 2. FORP-Universidad de<br />

Sao Paulo, Ribeirao Preto (Sao Paulo, Brasil). 3. INSERM,<br />

UMR 677 (París, Francia). 4. Universidad Aichi Gakuin<br />

(Aichi, Japón). 5. UMR CNRS 7149 (Creteil, Francia). 6.<br />

UFSC (Santa Catarina, Brasil).<br />

Presenta: Argelia Esperanza Rojas Mayorquin.<br />

Correo: argelia.rojas@gmail.com.<br />

Adscripción: Instituto de Geriatría.<br />

Resumen: La hipótesis <strong>del</strong> “vector olfatorio” postula que<br />

la enfermedad de Parkinson (EP) puede ser originada<br />

o catalizada por agentes que ingresan el cerebro por la<br />

vía de la mucosa olfatoria. Nosotros hemos demostrado<br />

recientemente que ratas tratadas con infusión intranasal<br />

de MPTP (1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina)<br />

padecen síntomas progresivos de la EP, que incluyen<br />

degeneración en neuronas dopaminérgicas. Por otro<br />

lado, se ha sugerido que factores de crecimiento como la


Midkina (Mdk) podrían jugar un papel importante en el<br />

desarrollo <strong>del</strong> sistema nigro-estriatal y en los mecanismos<br />

compensatorios que tienen lugar en la EP. En el presente<br />

trabajo empleamos ratones knockout para Mdk (Mdk-<br />

Ko) para evaluar su implicación en los déficits olfatorio,<br />

emocional, de aprendizaje, de memoria y motores,<br />

inducidos por la administración intranasal de MPTP<br />

(1mg/nostril). Mimetizando las condiciones clínicas de la<br />

EP, los ratones control presentan una alteración temprana<br />

en su habilidad de discriminación olfatoria y memoria de<br />

reconocimiento social durante las primeras dos semanas<br />

después de la administración <strong>del</strong> MPTP. Sin embargo, no<br />

se observaron alteraciones motoras en las cámaras de<br />

actividad después de la primera semana postratamiento.<br />

Interesantemente, los ratones Mdk-ko tuvieron un menor<br />

rendimiento en las pruebas de discriminación olfatoria<br />

y de reconocimiento social, pero no en la prueba <strong>del</strong><br />

laberinto elevado. De manera importante, las alteraciones<br />

selectivas en la evaluación <strong>del</strong> aparato locomotor fueron<br />

observadas únicamente en los ratones Mdk-Mk en la<br />

tercera semana posterior a la administración de MPTP. Los<br />

presentes resultados sugieren, por vez primera, el papel<br />

de la Mdk en los procesos olfatorios y de memoria social<br />

a corto plazo en roedores. Además, nuestros resultados<br />

refuerzan la participación de la Mdk en los mecanismos<br />

de compensación de la EP y sugieren, además, que la<br />

supresión genética de Mdk confiere mayor susceptibilidad<br />

a las anomalías de comportamiento inducidas por el MPTP<br />

en los roedores.<br />

Palabras clave: Enfermedad de Parkinson, Midkina,<br />

administración intranasal, MPTP.<br />

Tercer lugar<br />

Clave: IB004.<br />

Título: Participación de ERK1/2 en la reactivación <strong>del</strong><br />

ciclo celular en neuronas hipocampales secundaria a daño<br />

sináptico.<br />

Instituciones involucradas: Instituto de Investigaciones<br />

Biomédicas, Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />

Presenta: Karina Hernández-Ortega.<br />

Correo: kah_@yahoo.com.mx.<br />

Adscripción: IIB, UNAM.<br />

Resumen: Un evento temprano en la Enfermedad de<br />

Alzheimer (EA) es la reactivación <strong>del</strong> ciclo celular en<br />

neuronas posmitóticas, la cual puede ser suficiente para<br />

activar la cascada neurodegenerativa. Inicialmente,<br />

las alteraciones patológicas ocurren en la alocorteza<br />

transentorrinal y se acentúan en el hipocampo; dichas<br />

regiones se encuentran interconectadas sinápticamente.<br />

Nosotros demostramos previamente que la desregulación<br />

<strong>del</strong> ciclo celular en neuronas de la Corteza Entorrinal (CE)<br />

posterior a un daño excitótoxico hipocampal se asocia<br />

a la expresión de la proteína precursora <strong>del</strong> amiloide y la<br />

fosfo-tau, proteínas implicadas en la EA. Sin embargo, la<br />

interrogante <strong>sobre</strong> las vías de señalización implicadas en<br />

esta reactivación <strong>del</strong> ciclo celular persiste. En las neuronas<br />

diferenciadas, los mecanismos moleculares inicialmente<br />

adquiridos para el control de la proliferación celular como<br />

la vía Ras/Erk modulan la plasticidad sináptica. Nuestro<br />

objetivo es determinar si ERK1/2, elemento clave de<br />

esta vía de señalización, podría activarse posterior a<br />

la desconexión entorrino-hipocampal y conducir a la<br />

reactivación <strong>del</strong> ciclo celular en el giro dentado (GD). Se<br />

utilizaron ratas Wistar macho unilateralmente inyectadas<br />

con ácido kaínico en la CE. Después de 3, 6, 12 y 24<br />

horas de la inyección, se analizó por inmunohistoquímica<br />

y western blot la expresión de fosfo-ERK1/2 y de<br />

reguladores de ciclo celular en el GD. Hemos encontrado<br />

que posterior a la lesión en la CE, un número significativo<br />

de neuronas <strong>del</strong> GD expresa fosfo- ERK1/2 previo a<br />

la expresión de ciclina D1 y ciclina B. Por otro lado, la<br />

administración de U0126 en el ventrículo lateral reduce la<br />

expresión de fosfo- ERK1/2, ciclina D y ciclina B en el GD<br />

inducida por la lesión en la CE. Estos resultados sugieren<br />

que las señales que regulan la plasticidad sináptica también<br />

participan en la reactivación <strong>del</strong> ciclo celular en neuronas<br />

maduras durante la neurodegeneración.<br />

Palabras clave: Reactivación <strong>del</strong> ciclo celular, hipocampo,<br />

plasticidad sináptica, neurodegeneración y excitotoxicidad.<br />

221


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Otros participantes<br />

Área: Investigación básica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Senescencia celular en el<br />

envejecimiento<br />

Eventos moleculares durante la<br />

senescencia replicativa natural e<br />

inducida por estrés en fibroblastos<br />

primarios murinos<br />

Las células senescentes y las<br />

células posmitóticas comparten una<br />

estructura nuclear muy estable in<br />

vivo<br />

Participación de glía reactiva, como<br />

control <strong>del</strong> daño por oligómeros<br />

Aβ42, en hipocampo de rata<br />

Susceptibilidad a neurotóxicos<br />

en cultivos de astrocitos de ratas<br />

de diferentes edades: mo<strong>del</strong>o de<br />

neuropatías<br />

La localización membranal de<br />

la proteína Tau 151-391 y la<br />

agregación anormal de la Tau<br />

endógena<br />

Estudio de la susceptibilidad a la<br />

toxicidad de la proteína b-amiloide<br />

dependiente de la edad en un<br />

mo<strong>del</strong>o in vitro<br />

222<br />

Norma Edith López-Diazguerrero<br />

Francisco Triana-Martínez<br />

Armando Aranda Anzaldo<br />

Maribel Cortés Ortiz<br />

Adriana Alarcón Aguilar<br />

Martha Adriana de Anda-Hernández<br />

1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Iztapalapa<br />

1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Iztapalapa.<br />

2. Instituto de Geriatría.<br />

3. Instituto de Investigaciones<br />

Biomédicas, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

4. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

1. Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado<br />

de México<br />

1. Centro de Investigación y de<br />

Estudios Avanzados, Instituto<br />

Politécnico <strong>Nacional</strong>.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />

y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />

Suárez”<br />

1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Iztapalapa.<br />

2. Instituto de Fisiología Celular,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

3. Laboratorio de Aminoácidos<br />

Excitadores, Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Neurología y Neurocirugía “Manuel<br />

Velasco Suárez”<br />

1. Departamento de Biomedicina<br />

Molecular, CINVESTAV-IPN.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />

y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />

Suárez”<br />

1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Instituto de Investigaciones<br />

Biomédicas.<br />

3. Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma<br />

de México<br />

Continúa en la siguiente página


TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

Área: Investigación básica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Polimorfismos en los genes de la vía<br />

amiloidogénica y su asociación con<br />

la enfermedad de Alzheimer<br />

Análisis de los mecanismos de<br />

reparación de ADN en murciélagos,<br />

como factor de la longevidad<br />

El envejecimiento como factor<br />

modulador de la respuesta<br />

proliferativa durante un daño<br />

hepático agudo<br />

Endotelio y contracción en aorta<br />

aislada de ratas hipertensas durante<br />

el envejecimiento<br />

Producción de Biofilm por H.<br />

influenzae (NT) aislada de pacientes<br />

adultos mayores mexicanos con<br />

EPOC<br />

Efecto <strong>del</strong> cloruro de <strong>del</strong>finidina en el<br />

desarrollo de aterosclerosis<br />

Efecto <strong>del</strong> incremento agudo de<br />

urato plasmático en el desarrollo de<br />

aterosclerosis<br />

Beatriz Mena Montes 1. Centro de Investigación y Estudios<br />

Avanzados, Instituto Politécnico<br />

<strong>Nacional</strong>.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />

y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />

Suárez”.<br />

3. Hospital Español de México.<br />

4. Instituto de Geriatría<br />

Juan Cristóbal Conde Pérez Prina 1.Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Iztapalapa.<br />

2. Instituto de Geriatría.<br />

3. Centro de Investigaciones<br />

Biológicas <strong>del</strong> Noroeste (La Paz, Baja<br />

California Sur).<br />

Viridiana Yazmín González Puertos 1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Iztapalapa.<br />

2. Instituto de Geriatría.<br />

3. Unidad de Medicina Experimental,<br />

Facultad de Medicina,<br />

4.Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma<br />

de México<br />

Rafael Villalobos Molina 1. Facultad de Estudios Superiores,<br />

Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

2. Instituto de Investigaciones<br />

Químico Biológicas, Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás Hidalgo<br />

Patricia Gomez de León Cruces 1. Facultad de Medicina, Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Enfermedades Respiratorias<br />

Gusanos frágiles pero elegantes Ixchel Garduño 1. Instituto de Ciencias Nucleares,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México<br />

2. Facultad de Ciencias, UNAM<br />

Agustín Lugo Radillo 1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Universidad de Colima<br />

Agustín Lugo Radillo 1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Universidad de Colima<br />

223


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

ÁREA: INVESTIGACIÓN CLÍNICA Y<br />

EPIDEMIOLÓGICA<br />

Primer lugar<br />

Clave: ICE051.<br />

Título: Efecto <strong>del</strong> tai chi chuan <strong>sobre</strong> el estrés oxidativo vs.<br />

caminata en adultos mayores sanos.<br />

Instituciones involucradas:<br />

1. Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> Autónoma de México,<br />

Proyecto DGAPA PAPIIT IN303009.<br />

Presenta: Juana Rosado Pérez.<br />

Correo: mendovic@servidor.unam.mx.<br />

Adscripción: Unidad de Investigación en Gerontología, FES<br />

Zaragoza, UNAM.<br />

Resumen: Antecedentes: Se ha demostrado ampliamente<br />

que el ejercicio físico moderado, como la caminata, tiene<br />

un efecto antioxidante. Asimismo, recientemente se<br />

ha reportado que la práctica <strong>del</strong> tai chi chuan disminuye<br />

el estrés oxidativo (EOx); sin embargo, desconocemos<br />

cuál de los dos tipos de ejercicio físico tiene el efecto<br />

antioxidante más eficiente.<br />

Objetivo: Evaluar el efecto de la práctica de tai chi chuan<br />

<strong>sobre</strong> los marcadores de EOx en comparación con la<br />

caminata.<br />

Material y método: Se llevó a cabo un estudio<br />

cuasiexperimental en 106 adultos mayores de 60 a 74<br />

años clínicamente sanos subdivididos en los siguientes<br />

grupos: i) control n = 23, ii) caminata n = 51, iii) tai chi<br />

chuan n= 32. A todos los participantes se les midió los<br />

niveles de lipoperóxidos (LPO), enzimas antioxidantes<br />

superóxido dismutasa (SOD), glutatón peroxidasa (GPx) y<br />

capacidad antioxidante total (CAT) pre y posintervención.<br />

El grupo de tai chi practicó las formas 8 y 16 de la escuela<br />

Yang; el grupo de caminata realizó esta actividad al aire<br />

libre con un recorrido aproximado de 3 km. Ambos grupos<br />

llevaron a cabo la actividad física durante 5 días a la<br />

semana, 50 minutos bajo la supervisión de un instructor. El<br />

grupo control no realizó ninguna actividad física periódica<br />

224<br />

durante el mismo periodo. Los datos fueron sometidos a<br />

un análisis de covarianza (ANCOVA).<br />

Resultados: Se encontró niveles significativamente más<br />

bajos de LPO en el grupo de tai chi en comparación con<br />

el de camina y el control (tai chi, 0.257±0.02; caminata,<br />

0.334±0.02; control, 0.304±0.023; p


SNP y demencia es casi inevitable; se dice que todos<br />

los pacientes presentarán al menos un SNP en algún<br />

momento de la enfermedad. Los SNP son responsables<br />

de exacerbar las alteraciones cognitivas, afectar la calidad<br />

de vida, incrementar el costo de atención, precipitar la<br />

institucionalización y son la principal causa de <strong>sobre</strong>carga y<br />

el estrés en los cuidadores.<br />

Objetivos: Estimar la prevalencia de los SNP en ancianos<br />

con y sin demencia de países de mediano y bajo ingreso<br />

económico. Estimar la asociación entre los SNP y el<br />

diagnóstico de demencia.<br />

Material y método: Diseño: Transversal analítico de base<br />

poblacional. Sujetos: 15 022 sujetos mayores de 65 años<br />

de 11 áreas de estudio participantes en los protocolos<br />

de investigación en demencia <strong>del</strong> grupo 10/66: Cuba,<br />

México (urbana/rural), Perú (urbana/rural), República<br />

Dominicana, Venezuela, China (urbana/rural) e India<br />

(urbana/rural), evaluados con el Neuropsychiatric<br />

Inventory Questionnaire [NPI-Q],<br />

Resultados: Se presentan las prevalencias de los 12 SNP<br />

evaluados con el NPI-Q: <strong>del</strong>irios, alucinaciones, agitación/<br />

agresión, depresión, ansiedad, euforia, apatía, desinhibición,<br />

irritabilidad, trastornos motores, <strong>del</strong> apetito y <strong>del</strong> sueño.<br />

Correspondientes a 13 643 sujetos sin demencia y 1 379<br />

con diagnóstico de demencia. Se presentarán la razón de<br />

momios de las prevalencias de los 12 síntomas evaluados<br />

en los 11 sitios de estudio.<br />

Discusión/conclusiones: Los SNP son comunes en<br />

pacientes con demencia; los resultados obtenidos en este<br />

estudio muestran que existen variaciones regionales en la<br />

presentación de los SNP y documentan la necesidad de<br />

estudiar y promover estrategias para su tratamiento en<br />

países como México.<br />

Palabras clave: Prevalencia, síntomas neuropsiquiátricos,<br />

demencia, países en desarrollo.<br />

Tercer lugar<br />

Clave: ICE032.<br />

Título: El <strong>del</strong>írium se asocia a niveles séricos elevados de<br />

estradiol en mujeres adultas mayores hospitalizadas.<br />

Instituciones involucradas: Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.<br />

Presenta: Juan Pablo Ledesma Heyer.<br />

Correo: doctor_geriatra@hotmail.com.<br />

TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

Adscripción: Residente de Geriatría, INCMNSZ.<br />

Resumen: Introducción: La etiología <strong>del</strong> <strong>del</strong>írium no<br />

está definida pero teorías incluyen hipercortisolismo y<br />

deficiencia colinérgica. Los estrógenos (implicados en<br />

procesos cognitivos colinérgicos) tienen rol neuroprotector.<br />

En mujeres posmenopáusicas, los estrógenos derivan de<br />

aromatización periférica. Estradiol disminuido podría ser<br />

factor de riesgo para desarrollar <strong>del</strong>írium.<br />

Objetivo: Investigar asociación entre niveles séricos de<br />

estradiol (E2) con incidencia de <strong>del</strong>irium y el papel <strong>del</strong><br />

cortisol en mujeres adultas mayores hospitalizadas.<br />

Material y método: Incluimos 142 mujeres de 70 años<br />

y más sin <strong>del</strong>írium al ingreso. Realizamos valoración<br />

geriátrica integral y medimos niveles de E2 y cortisol.<br />

Análisis de regresión logística multifactoriales se utilizaron<br />

para probar asociación independiente entre E2 y cortisol<br />

y <strong>del</strong>írium incidente ajustando covariables (edad, IMC,<br />

comorbilidad, MMSE, ingreso a UTI, historia de <strong>del</strong>irium,<br />

cirugía, polifarmacia, dependencia en ABVD). Otras<br />

variables fueron analizadas.<br />

Resultados: Hubo 21 casos (16.3%) de <strong>del</strong>irium. En<br />

comparación con aquellos que no desarrollaron <strong>del</strong>irium, los<br />

niveles de E2 y cortisol fueron superiores en pacientes que<br />

tuvieron <strong>del</strong>írium, pero sólo estadísticamente significativos<br />

para el primero (p


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Otros participantes<br />

Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Diferencias por género <strong>del</strong> estado de<br />

salud de adultos mayores mexicanos<br />

en situación de pobreza<br />

Adultos mayores de 96 años y<br />

más en el INCMNSZ: Estudio<br />

comparativo entre longevos<br />

excepcionales (LE) y ancianos<br />

jóvenes (AJ)<br />

Comparación <strong>del</strong> estado de salud<br />

física y mental de adultos mayores<br />

mexicanos con y sin obesidad<br />

Evaluación integral geriátrica<br />

en pacientes post operados de<br />

cataratas, INR<br />

Autopercepción <strong>del</strong> estado de salud<br />

en población derechohabiente de 60<br />

años y más <strong>del</strong> ISSSTE e IMSS<br />

Complicaciones perioperatorias en<br />

adultos mayores con antecedente de<br />

tabaquismo crónico<br />

Las fluctuaciones estacionales<br />

influyen <strong>sobre</strong> las morbilidades y la<br />

hospitalización <strong>del</strong> anciano<br />

226<br />

Pablo Picardi Marassa 1. Universidad Iberoamericana<br />

(Ciudad de México).<br />

2. Instituto Tecnológico y de<br />

Estudios Superiores de Occidente<br />

(Guadalajara).<br />

3. Universidad Iberoamericana<br />

(León).<br />

4. Clínica de la Amistad, Hospital<br />

ABC, Santa Fe<br />

Juan Cuadros Moreno 1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

Pablo Picardi Marassa 1. Universidad Iberoamericana<br />

(Ciudad de México).<br />

2. Instituto Tecnológico y de<br />

Estudios Superiores de Occidente<br />

(Guadalajara).<br />

3. Universidad<br />

Iberoamericana, León.<br />

4. Clínica de la Amistad, Hospital<br />

ABC, Santa Fe<br />

Blanca L. Jiménez Herrera 1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Rehabilitación.<br />

2. Facultad de Estudios Superiores<br />

Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

3. Sistema para el Desarrollo Integral<br />

de la Familia<br />

Carmen García-Peña 1. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social<br />

Víctor López Segura 1. Facultad de Estudios Superiores<br />

Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

2. Hospital general de zona 68, IMSS<br />

Darinel Navarro Pineda 1. Hospital Central Norte, Pemex<br />

Continúa en la siguiente página


TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Síntomas depresivos en ancianos de<br />

la Ciudad de México<br />

Determinación de homocisteína<br />

en adultos mayores <strong>del</strong> servicio de<br />

rehabilitación geriátrica, INR<br />

Asociación <strong>del</strong> índice de actividad<br />

anticolinérgica y constipación en un<br />

grupo de ancianos hospitalizados<br />

Prevalencia de cáncer en adultos<br />

mayores de Yucatán: revisión de 10<br />

años SSA-ISSSTE<br />

Tasas elevadas de tuberculosis en el<br />

adulto mayor: consecuencias clínicas<br />

y epidemiológica<br />

Factores asociados al maltrato<br />

en adultos mayores usuarios de<br />

servicios de salud en el IMSS<br />

Actividad física y calidad de vida<br />

en mayores de 70 años de la<br />

Delegación Coyoacán<br />

Carmen García-Peña<br />

Aurelio Tirzo Serrano<br />

Eduardo Cárdenas Cárdenas<br />

José Manuel Pino Andrade<br />

Luis Pablo Cruz-Hervert<br />

Sara Torres Castro<br />

Yalinca Gaytán Huyghe<br />

1. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social.<br />

2. Drug Abuse Research Program,<br />

Center for Health Disparities<br />

Solutions, School of Public Health<br />

and Policty, Morgan State University<br />

(Baltimore, Estados Unidos)<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Rehabilitación.<br />

2. Escuela <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Biológicas, Instituto Politécnico<br />

<strong>Nacional</strong>.<br />

3. Facultad de Estudios Superiores<br />

Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Hospital General “Darío<br />

Fernández Fierro”, Instituto de<br />

Servicios y Seguridad Social de los<br />

Trabajadores <strong>del</strong> Estado<br />

1. Sistema Integral para el Desarrollo<br />

de la Familia, Yucatán.<br />

2. Hospital Regional, Instituto de<br />

Seguridad y Servicios Sociales de los<br />

Trabajadores <strong>del</strong> Estado, “Mérida”.<br />

3. Servicios de <strong>Salud</strong> de Yucatán<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />

Pública.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”.<br />

1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social<br />

1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Xochimilco.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

Continúa en la siguiente página<br />

227


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Calidad de vida y calidad de la<br />

atención de enfermería en adultos<br />

mayores en la Ciudad de México<br />

Relación entre severidad de<br />

incontinencia urinaria y calidad de<br />

vida en pacientes adultos mayores<br />

Estado de salud bucal de adultos<br />

mayores en la Delegación Coyoacán<br />

Estado de salud bucal relacionado<br />

con nivel socioeconómico en adultos<br />

mayores de la Delegación Coyoacán<br />

Estado de salud bucal y estado<br />

nutricional en adultos mayores de la<br />

Delegación Coyoacán<br />

Función masticatoria, número<br />

de dientes y obesidad en adultos<br />

mayores en México<br />

Programa de educación para la salud<br />

bucal para adultos mayores<br />

Estado funcional de prótesis<br />

removibles y calidad de vida de<br />

adultos mayores de la Delegación<br />

Coyoacán<br />

228<br />

Rey Arturo Salcedo Álvarez<br />

Bernardo Horacio Grados Chavarría<br />

Sarai Figueroa Rafael<br />

Viridiana Melchor Vidal<br />

Alil Esmeralda León Romero<br />

S. Aída Borges Yáñez<br />

Socorro Aída Borges Yáñez<br />

Roberto Carlos Castrejón Pérez<br />

1. Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería<br />

y Obstetricia, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

2. Facultad de Medicina, Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”.<br />

3. Universidad de Indiana<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Departamento de Nutrición de<br />

la Comunidad, Instituto <strong>Nacional</strong><br />

de Ciencias Médicas y Nutrición<br />

“Salvador Zubirán”<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

Continúa en la siguiente página


TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Validación <strong>del</strong> Perfil de Impacto<br />

de <strong>Salud</strong> Bucal (OHIP-49) en tres<br />

grupos de ancianos de la Ciudad de<br />

México<br />

Comparación <strong>del</strong> GOHAI y OIDP<br />

como medidas de efecto de la salud<br />

bucodental relacionada con la calidad<br />

de vida en adultos mayores<br />

Atención <strong>del</strong> adulto mayor<br />

hospitalizado en el Hospital General<br />

de México<br />

Evaluación <strong>del</strong> Programa TATA de<br />

Teleasistencia a personas adultas<br />

mayores derechohabientes <strong>del</strong> IMSS<br />

Viabilidad de un mo<strong>del</strong>o de atención<br />

gerontológica comunitaria en el<br />

marco <strong>del</strong> envejecimiento activo<br />

Impacto de un servicio de medicina<br />

interna comparado con una unidad<br />

geriatría en la salud de ancianos<br />

hospitalizados<br />

Prevalencia y características de<br />

pacientes geriátricos diabéticos en un<br />

hospital <strong>del</strong> noreste de México<br />

Obesidad en los ancianos de consulta<br />

externa de Geriatría <strong>del</strong> Hospital<br />

Pemex Norte<br />

Fármacos anticolinérgicos y otros<br />

factores asociados al <strong>del</strong>irium en<br />

adultos mayores hospitalizados<br />

Roberto Carlos Castrejón Pérez<br />

Sergio Sánchez García<br />

Leonor Elia Zapata Altamirano<br />

Sara Torres Castro<br />

Víctor Manuel Mendoza Núñez<br />

Mario Ulises Pérez Zepeda<br />

Hugo Gutiérrez Hermosillo<br />

Ricardo Reyes Torres<br />

Melissa Belén Mercado Quintero<br />

1. Facultad de Odontología,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

1.Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social.<br />

2. Departamento de <strong>Salud</strong> Pública<br />

y Epidemiología Bucal, Facultad de<br />

Odontología, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

3. Facultad de Odontología,<br />

Universidad Latinoamericana<br />

1. Hospital General de México<br />

1. Coordinación de Investigación<br />

en <strong>Salud</strong> , Unidad de Investigación<br />

Epidemiológica y en Servicios de<br />

<strong>Salud</strong>, Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

1. Facultad de Estudios Superiores<br />

Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México.<br />

2. Fondo Sectorial de Investigación<br />

en <strong>Salud</strong> y Seguridad Social,<br />

CONACYT<br />

1. Instituto de Geriatría.<br />

2. Unidad de Investigación<br />

Epidemiológica y en Servicios de<br />

<strong>Salud</strong>, Área <strong>Envejecimiento</strong>, Centro<br />

Médico <strong>Nacional</strong> Siglo XXI, Instituto<br />

Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

1. Hospital General de Zona 17,<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social,<br />

(Monterrey, NL)<br />

1. Hospital Central Norte, Pemex<br />

1. Hospital Universitario “Dr. José<br />

Eleuterio González”, Universidad<br />

Autónoma de Nuevo León<br />

Continúa en la siguiente página<br />

229


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Asociación entre síntomas<br />

depresivos y carencia de aparatos<br />

electrodomésticos en los hogares de<br />

ancianos mexicanos<br />

Prevalencia de demencia, morbilidad<br />

y hábitos de riesgo en una población<br />

de anciana en México<br />

Prevalencia de demencia en<br />

Latinoamérica, India y China:<br />

un estudio transversal de base<br />

poblacional<br />

Deterioro cognitivo y actividad física<br />

en adultos mayores pobres de zonas<br />

rurales de México<br />

Desempeño cognitivo en adultos<br />

mayores de población general:<br />

urbana y rural<br />

Efecto <strong>del</strong> ginkgo biloba <strong>sobre</strong> los<br />

biomarcadores de deterioro cognitivo<br />

en ancianos<br />

Asociación <strong>del</strong> síndrome de fragilidad<br />

y el deterioro cognoscitivo en adultos<br />

mayores de la comunidad<br />

Asociación entre fragilidad y diabetes<br />

mellitus de inicio en la vejez en<br />

ancianos mexicanos<br />

Diabetes mellitus 2 y depresión en el<br />

Centro Regional para el Estudio <strong>del</strong><br />

Adulto Mayor (CREAM).<br />

230<br />

Mauricio Moreno Aguilar<br />

Teresa Juárez Cedillo<br />

Ana Luisa Sosa Ortiz<br />

Karla Margarita Moreno Tamayo<br />

Douglas C. Nance<br />

Darinel Navarro Pineda<br />

Stefanie Danielle Piña Escudero<br />

Ana Patricia Navarrete Reyes<br />

Jorge Platt Soto<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

1. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />

Social.<br />

2. Instituto de Geriatría<br />

1. Facultad de Medicina Finley-<br />

Albarran, Universidad Médica de La<br />

Habana, Cuba.<br />

2. Centre for Public Mental Health,<br />

Health Service and Population<br />

Research Department, Institute of<br />

Psychiatry, King’s College London<br />

(Reino Unido)<br />

1. Centro de Investigación en<br />

Evaluación y Encuestas, Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública.<br />

2. Centro de Investigación en<br />

Nutrición y <strong>Salud</strong>, Instituto <strong>Nacional</strong><br />

de <strong>Salud</strong> Pública<br />

1. Unidad de Investigación<br />

Epidemiológica y en Servicios de<br />

<strong>Salud</strong>, Área <strong>Envejecimiento</strong>, IMSS.<br />

2. Servicio de Psiquiatría, Hospital<br />

de Especialidades, Centro Médico<br />

<strong>Nacional</strong> Siglo XXI, IMSS. 3.<br />

Instituto de Geriatría<br />

1. Hospital Central Norte, Pemex.<br />

2. Sección de Posgrado, Escuela<br />

Superior de Medicina, Instituto<br />

Politécnico <strong>Nacional</strong><br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

1. Centro Regional para el Estudio<br />

<strong>del</strong> Adulto Mayor (CREAM), Servicio<br />

de Geriatría, Hospital Universitario “Dr.<br />

José Eleuterio González”, Universidad<br />

Autónoma de Nuevo León<br />

Continúa en la siguiente página


Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Relación diabetes mellitus y<br />

síntomas depresivos con el deterioro<br />

funcional y mortalidad en adultos<br />

mayores<br />

Síndrome Metabólico asociado a<br />

deterioro cognitivo leve en ancianos<br />

Asociación <strong>del</strong> síndrome metabólico<br />

en ancianos con demencia<br />

Síndrome metabólico asociado a<br />

depresión en los ancianos<br />

Factores que influyen la marcha<br />

eficiente en adultos mayores<br />

posoperados de fractura de cadera<br />

Dependencia funcional y caídas en<br />

los adultos mayores que viven en<br />

condiciones de pobreza en México<br />

Discapacidad en adultos mayores<br />

de siete países de bajos y<br />

medianos ingresos. Datos de la<br />

encuesta poblacional <strong>del</strong> grupo de<br />

investigación en demencia 10/66<br />

La discapacidad en población<br />

geriátrica <strong>del</strong> Distrito Federal<br />

(México), 2000.<br />

Contribución de enfermedades<br />

crónicas a la discapacidad en<br />

personas ancianas de países de bajo<br />

y mediano ingreso: un estudio <strong>del</strong><br />

grupo de investigación en demencia<br />

10/66<br />

Afecto positivo: factor protector <strong>del</strong><br />

desarrollo de discapacidad en los<br />

adultos mayores mexicanos<br />

Francisco Tapia Jiménez<br />

Darinel Navarro Pineda<br />

Darinel Navarro Pineda<br />

Ricardo Reyes Torres<br />

Blanca L Jiménez Herrera<br />

Betty Soledad Manrique Espinoza<br />

Nayeli García Ramírez<br />

Aurelio Tirzo Serrano Miranda<br />

Tirso Zúñiga Santamaría<br />

TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

1. Hospital Central Norte, Pemex<br />

1. Hospital Central Norte, Pemex<br />

1. Hospital Central Norte, Pemex<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Rehabilitación.<br />

2. Facultad de Estudios Superiores<br />

Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />

Pública<br />

1. Institute of Psychiatry, King’s<br />

College London (Reino Unido).<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />

y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />

Suárez”<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />

Rehabilitación.<br />

2. Instituto de Geografía,<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />

México.<br />

3. Facultad de Estudios Superiores<br />

Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

1. Centre for Public Mental Health,<br />

Health Service and Population<br />

Research Department, Institute of<br />

Psychiatry, King’s College London,<br />

Reino Unido.<br />

2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />

y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />

Suárez”<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />

Médicas y Nutrición “Salvador<br />

Zubirán”<br />

231


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

ÁREA: PROGRAMAS Y PROYECTOS DE<br />

INTERVENCIÓN A NIVEL COMUNITARIO.<br />

Premiada conjuntamente con el área de investigación<br />

clínica y epidemiológica.<br />

Área: Programas y proyectos de intervención a nivel comunitario<br />

Trabajo Autor Instituciones participantes<br />

Implantación <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o educativo<br />

de intervención estomatológica en<br />

una población de adultos mayores<br />

Identificación de un mo<strong>del</strong>o de<br />

atención a la salud para adultos<br />

mayores en zonas indígenas<br />

Técnicas pedagógicas innovadoras y<br />

conocimientos <strong>sobre</strong> alimentación<br />

y nutrición en ancianas <strong>del</strong> Distrito<br />

Federal<br />

Red de apoyo para cuidados<br />

paliativos de pacientes neurológicos<br />

Expresión de la sexualidad en adultos<br />

mayores a través de la búsqueda de<br />

relaciones afectivas<br />

Relación entre el apoyo social; afecto<br />

positivo y calidad de vida en el<br />

adulto mayor<br />

Efecto de oportunidades <strong>sobre</strong> la<br />

cobertura de vacunación para adultos<br />

mayores<br />

232<br />

Rosa Diana Hernández Palacios<br />

Blanca Pelcastre<br />

Natalia Alemán Sancheschúlz<br />

Zoila Trujillo de los Santos<br />

Yolanda López Pompa<br />

Vianey Flores Robles<br />

Aarón Salinas Rodríguez.<br />

1. Facultad de Estudios Superiores<br />

Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />

Pública<br />

1. Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Xochimilco<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />

y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />

Suárez”<br />

1. Facultad de Estudios Superiores<br />

Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

1. Facultad de Estudios Superiores<br />

Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />

Autónoma de México<br />

1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />

Pública


PRESENTACIÓN DEL LIBRO<br />

<strong>Envejecimiento</strong> humano.<br />

Una visión transdisciplinaria<br />

ALBERTO LIFSHITZ GUINZBERG<br />

ENRIQUE PIÑA GARZA


En el marco <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong><br />

<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>. Investigación, formación de<br />

recursos y desarrollo de servicios, se presentó la primera<br />

obra de divulgación científica editada por el Instituto de<br />

Geriatría. Este acto se llevó a cabo el 26 de agosto de 2011<br />

con la presencia <strong>del</strong> Dr. José Ángel Córdova Villalobos,<br />

Secretario de <strong>Salud</strong>.<br />

Esta publicación es, en palabras <strong>del</strong> director general <strong>del</strong><br />

Instituto de Geriatría, Dr. Luis Miguel Gutiérrez Robledo,<br />

“fruto de las reflexiones y experiencias de un amplio grupo<br />

de investigadores, académicos y expertos en el tema, como<br />

una herramienta para la promoción de la investigación y<br />

el desarrollo de recursos humanos para la atención de los<br />

adultos mayores”.<br />

En aquella ocasión, los comentaristas de la obra fueron los<br />

doctores Alberto Lifshitz Guinzberg y Enrique Piña Garza,<br />

cuyas reflexiones ofrecemos a continuación.<br />

PRESENTACIÓN DEL DR. ALBERTO LIFSHITZ<br />

GUINZBERG<br />

Paradójicamente, el instituto más joven es el que se dedica<br />

al envejecimiento. El Instituto de Geriatría nace con los<br />

mejores augurios y empieza muy pronto a dar frutos.<br />

Ha logrado conjuntar un equipo multidisciplinario de<br />

expertos que se complementan en sus visiones y que están<br />

destinados a aportar el conocimiento que fundamente las<br />

políticas públicas en torno a los adultos mayores. Uno de<br />

los ya muchos logros de este instituto y sus integrantes<br />

es este espléndido volumen que condensa el conocimiento<br />

vigente <strong>sobre</strong> el candente tema <strong>del</strong> envejecimiento:<br />

desde los aspectos biológicos, la fisiología geriátrica, los<br />

principales síndromes que afectan a este grupo de edad,<br />

las implicaciones psicosociales, el papel de la sociedad<br />

organizada hasta las propuestas para enfrentarlo con mayor<br />

madurez e inteligencia.<br />

Conjunta este texto las aportaciones de 61 expertos en 37<br />

capítulos y dos prólogos, uno de ellos <strong>del</strong> Secretario de <strong>Salud</strong>;<br />

cada uno de los capítulos es una puesta al día, un estado<br />

<strong>del</strong> arte, en un poco más de 400 cuartillas, coordinadas<br />

por los doctores Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director<br />

general <strong>del</strong> Instituto de Geriatría, y Héctor Gutiérrez Ávila,<br />

su director de Investigación. El contenido trasciende a su<br />

título, pues no sólo se refiere al proceso sino a muchos de<br />

234<br />

sus atributos, implicaciones y consecuencias, así como a<br />

los abordajes factibles. Las sociedades contemporáneas<br />

tardíamente han hecho conciencia de los aspectos sociales<br />

<strong>del</strong> envejecimiento. La sociedad mexicana, en particular,<br />

ha partido con mucho rezago y está recorriendo caminos<br />

que ya cursaron otras comunidades. Por fortuna ya se<br />

cuenta con el contingente <strong>del</strong> Instituto de Geriatría y con<br />

la red que se ha creado bajo su iniciativa, como espacio de<br />

reflexión y análisis y como crisol de iniciativas.<br />

El envejecimiento es ciertamente un proceso,<br />

continuo, progresivo e irreversible, universal aunque<br />

heterogéneo, capaz de producir cambios fenotípicos y<br />

que frecuentemente se asocia con cambios patológicos.<br />

Se ha dicho que sólo hay dos alternativas: envejecer o<br />

no, y tal parece que la segunda resulta menos deseable<br />

que la primera. Se tiende a identificar como un estado de<br />

declinación progresiva de las funciones orgánicas, pero<br />

parece más razonable considerarlo como un estado vital,<br />

evolutivo en el que, ciertamente, las características son<br />

distintas a las que muestran otros grupos de edad, pero no<br />

necesariamente peores. Cada edad tiene sus atributos, sus<br />

ventajas y desventajas. Cito a Vicente Riva Palacio:<br />

…. que tiene la vejez horas tan bellas<br />

como tiene la tarde sus celajes<br />

como tiene la noche sus estrellas.<br />

Lo que tenemos que hacer, sin duda, es comprender el<br />

proceso de envejecimiento, ubicarlo en su espacio, conocer<br />

sus propiedades, identificar sus implícitos, meditar sus<br />

señales, vislumbrar sus madrigueras, explotar sus bondades,<br />

examinar sus fortalezas y aceptar sus limitaciones. Para<br />

todo ello, este libro será en verdad un referente.<br />

PRESENTACIÓN DEL DR. ENRIQUE PIÑA GARZA<br />

No es lo mismo comentar un libro de filosofía, o de poesía,<br />

donde uno puede hacerlo en función <strong>del</strong> razonamiento o<br />

la inspiración <strong>del</strong> autor y se facilita dar una opinión general<br />

<strong>sobre</strong> la obra, a comentar un tratado de 400 páginas,<br />

compuesto por 37 artículos escritos por 60 autores<br />

expertos en su tema y organizado en tres grandes áreas:<br />

I. Mecanismos biológicos <strong>del</strong> envejecimiento, II. Geriatría<br />

clínica y epidemiología, y III. Sociedad, economía y servicios<br />

de salud. Muchos de los autores se verían en problemas<br />

para juzgar, con conocimiento de causa, algún capítulo


de un área diferente a la suya. Imagínense el reto para un<br />

no experto en ninguna de las tres áreas. Todo lo anterior<br />

para concluir que no hablaré <strong>sobre</strong> la totalidad de la obra, y<br />

me limito a comentar los dos prólogos, uno <strong>del</strong> Secretario<br />

de <strong>Salud</strong> y otro de Luis Miguel Gutiérrez Robledo, y los<br />

dos primeros artículos: “México y la revolución de la<br />

longevidad” y “La investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

humano: un enfoque holístico”, de Luis Miguel Gutiérrez<br />

Robledo el primero y de él mismo y Héctor Gutiérrez Ávila<br />

el segundo.<br />

Empiezo por el final <strong>del</strong> prólogo <strong>del</strong> doctor Córdoba<br />

Villalobos: “Si quieres crear un Instituto de <strong>Salud</strong>, primero<br />

forma a la gente…” Coincido con esta excelente idea y con<br />

esta realidad <strong>del</strong> Instituto de Geriatría y hago explícito un<br />

reconocimiento a las instituciones donde estudiaron los<br />

60 autores <strong>del</strong> libro. Es alentador, además, informarse en<br />

ese prólogo que el Instituto de Geriatría asume un papel<br />

aglutinador de esfuerzos y promotor <strong>del</strong> desarrollo <strong>del</strong><br />

estudio <strong>del</strong> envejecimiento en todas sus facetas y para<br />

ello, entre otras cosas, ha creado una red colaborativa en<br />

toda la República Mexicana, red que deseamos se amplíe<br />

y justifique.<br />

Al decir <strong>del</strong> Secretario en el prólogo, deseo comentar<br />

dos puntos más de su visión <strong>sobre</strong> el libro: uno) el libro<br />

constituye una primera aproximación para conocer el<br />

estado <strong>del</strong> arte en un asunto de trascendencia nacional que<br />

trae consigo profundas implicaciones sociales y de salud;<br />

dos) la publicación es el equivalente a un libro verde, es<br />

decir, un documento seminal que permite la aproximación<br />

sistemática al estudio de una disciplina específica, al estudio<br />

<strong>del</strong> envejecimiento en México. Coincido plenamente con<br />

ambas apreciaciones pero quisiera insistir en una más<br />

cuando anota: “El propósito fundamental de esta obra es<br />

contribuir desde la perspectiva académica y científica, en la<br />

noble tarea de elevar la calidad de la atención de los adultos<br />

mayores, además de promover, en los hechos, acciones<br />

tendientes a crear la cultura <strong>del</strong> envejecimiento saludable<br />

como una prioridad de la sociedad y el gobierno”.<br />

El capítulo “México y la revolución de la longevidad” me<br />

despertó sentimientos encontrados. Por un lado, me gustó.<br />

Con un lenguaje sencillo presenta información actualizada<br />

y relevante <strong>sobre</strong> esta aventura inédita para la humanidad<br />

en general y para México en particular: el impacto de la<br />

tecnología médica <strong>sobre</strong> la supervivencia humana: cada<br />

PRESENTACIÓN DEL LIBRO ENVEJECIMIENTO HUMANO: UNA VISIÓN TRANSDISCIPLINARIA<br />

vez más gente vive más tiempo. Este primer artículo <strong>del</strong><br />

libro me pareció tan didáctico e ilustrativo <strong>sobre</strong> el tema,<br />

que recomendaría su lectura y análisis a cualquier persona<br />

interesada en el envejecimiento en México.<br />

Sin embargo, la vejez real, la vejez individual, refleja la<br />

biología, el contexto social, la visión y la actitud ante la<br />

vida de cada individuo, y en México el panorama es<br />

inquietante. Se sabe, y así lo dicen los autores, que la<br />

característica fundamental <strong>del</strong> proceso de envejecimiento<br />

es la pérdida de la reserva funcional; el individuo se<br />

hace más vulnerable, disminuye su respuesta al estrés<br />

y su eficacia para mantener la homeostasis. El proceso<br />

convierte a los adultos sanos en adultos frágiles, con<br />

mayor riesgo de enfermedad, daño y muerte. En México,<br />

el incremento de ancianos ocurre en un contexto de<br />

pobreza, gran heterogeneidad y profunda inequidad. En<br />

consecuencia, el responsable <strong>del</strong> capítulo menciona que<br />

se hace más difícil el cuidado emergente de la población<br />

envejecida, marginada, y entre quienes el analfabetismo,<br />

la pobreza y el escaso apoyo social y familiar prevalecen<br />

y conducen a una pobre capacidad de autocuidado. Así, el<br />

cuidado adecuado de nuestra población envejecida es un<br />

gran reto para la seguridad social y el desafío más grande<br />

para la salud pública en el siglo XXI. Otros retos, como<br />

los presupuestales, son enormes; baste como ejemplo el<br />

debate <strong>sobre</strong> nuestro sistema de pensiones. Caminamos<br />

hacia la expansión de la morbilidad crónica; los trastornos<br />

endocrinos como la diabetes y el síndrome metabólico son<br />

particularmente frecuentes. La medicina preventiva sigue<br />

siendo importantísima para limitar el impacto de factores<br />

de riesgo como contaminación, tabaquismo, sedentarismo,<br />

violencia, salud mental, dieta inadecuada, accidentes,<br />

abuso de drogas, etc.<br />

Y sigo con el título de sus propuestas: posponer la<br />

enfermedad crónica 70 por ciento, proveer servicios<br />

adecuados a personas con enfermedades discapacitantes<br />

o potencialmente fatales, instrumentar programas<br />

novedosos de convivencia, etc. Soy optimista: el problema<br />

está en manos de quienes pueden dar las mejores<br />

soluciones académicas y científicas, tal como decía antes.<br />

El capítulo “La investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

humano: un enfoque holístico” merece algunas<br />

consideraciones. Aclaran con nitidez la complejidad <strong>del</strong><br />

fenómeno <strong>del</strong> envejecimiento humano y su análisis por<br />

numerosas disciplinas y múltiples subdisciplinas que<br />

235


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

se complementan entre sí; <strong>sobre</strong> la investigación <strong>del</strong><br />

envejecimiento, se inclinan por abordajes multidisciplinarios<br />

e interdisciplinarios. Para la mejor comprensión se ubican<br />

en la perspectiva práctica y proponen, desde mi punto de<br />

vista de manera acertada, la creación de una red nacional<br />

con el título: <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social, en<br />

la que anticipan 11 beneficios concretos, anoto los dos<br />

que me parecieron más importantes: 1) formulación de un<br />

plan estratégico de investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />

y 2) contribución al desarrollo de políticas públicas para<br />

la protección social y el cuidado de la salud de los adultos<br />

mayores. Concluyen, esperanzados, en que el libro que hoy<br />

presentan contribuya para alcanzar los 11 beneficios que<br />

enlistan y, en particular, los dos que he anotado.<br />

Los felicito por la obra. Me sumo a su esperanza de que el<br />

libro, pero <strong>sobre</strong> todo su trabajo cotidiano de calidad, les<br />

lleve a concretar sus puntos de vista a favor de los viejos,<br />

<strong>del</strong> patrimonio cultural de cada comunidad.<br />

Muchas gracias.<br />

236


DESAFÍOS ÉTICOS<br />

DE LA VEJEZ<br />

JULIANA GONZÁLEZ VALENZUELA


La vejez ha sido siempre objeto de múltiples reflexiones<br />

y preocupaciones de diversa naturaleza: médica,<br />

biológica, psicológica, social, ética y filosófica. Y el acento ha<br />

estado puesto, por lo general, en el carácter de experiencia<br />

extrema de finitud y muerte; de vulnerabilidad y fragilidad<br />

<strong>del</strong> cuerpo, de impotencia y pérdida de independencia y<br />

fuerza, tanto física como moral; de angustia ante la cercanía<br />

de la muerte y de añoranza de la juventud perdida.<br />

La vejez hoy<br />

En la actualidad, el número de personas en situación de<br />

vejez es cada vez mayor. Esto se debe, entre otras cosas,<br />

a que gracias, <strong>sobre</strong> todo, a los avances de la medicina, las<br />

expectativas de vida son significativamente mayores: de<br />

74.5 años en promedio en general y, específicamente, en<br />

las mujeres de 76.5 y en los hombres de71.6.<br />

Ha habido un incremento de la población mundial<br />

envejecida. En nuestros días, ésta es de 10%; para 2025<br />

será de 15%; para 2050 de 34%. Dicho de otro modo,<br />

hoy hay 8 millones y para 2030 serán 22 millones.<br />

Este incremento de la población de la tercera edad<br />

conlleva, como es natural, un gran reto para los sistemas de<br />

salud y para la seguridad social <strong>del</strong> Estado e, incluso, para<br />

las familias. Los problemas de salud de esta población han<br />

obligado a realizar investigaciones <strong>sobre</strong> las enfermedades<br />

específicas que afectan o se agravan en esta edad,<br />

tales como el Parkinson, el Alzheimer, la demencia, las<br />

enfermedades cardiacas, los padecimientos motrices, etc.<br />

La sociedad global contemporánea, regida principalmente<br />

por las leyes de la economía, por un lado, se afana en<br />

prolongar la vida humana mediante las tecnociencias<br />

y la mejora de las condiciones de vida; por otro lado,<br />

muestra cada vez un mayor desprecio por los viejos.<br />

Esto es consecuencia de los valores predominantes de la<br />

actualidad, los cuales exaltan de forma obsesiva el culto<br />

por el cuerpo y la juventud, reflejado en exclusiones<br />

y degradaciones sociales que afectan directamente la<br />

valoración de la senectud, considerando el envejecimiento<br />

como mal supremo. Esto hace que la vejez se vuelva,<br />

incluso, una carga para las personas mismas conforme van<br />

envejeciendo. Pérdida de la autonomía, dependencia y<br />

desempleo, enfermedad y decrepitud, soledad y abandono,<br />

parecen ser los únicos signos de la última etapa de la<br />

238<br />

vida humana. A todo lo cual hay que sumar, <strong>sobre</strong> todo<br />

en nuestros países en desarrollo, la lucha permanente<br />

por los recursos económicos, por vencer las carencias,<br />

por enfrentar el mal mayor de la pobreza y, con ella, la<br />

enfermedad, puesto que, por esta falta de recursos, las<br />

personas de tercera edad no tienen acceso a servicios de<br />

salud de calidad.<br />

Dentro de los valores economicistas predominantes,<br />

no hay lugar para los viejos porque no se les considera<br />

económicamente productivos; se les toma como un gasto<br />

o una inversión sin ganancias. La discriminación a la vejez<br />

es particularmente alta en países como Estados Unidos<br />

cuyos valores son, ante todo, pragmáticos: de acción,<br />

poder, juventud, competencia y sexo.<br />

La Enciclopedia de Bioética señala, por ejemplo, que “[e]l<br />

triunfo de la longevidad masiva no ha sido acompañado de<br />

nociones culturalmente ricas acerca de qué debe o puede<br />

significar la vejez para el individuo y para la sociedad”. Ella<br />

transcurre entonces, “como una estación sin propósitos.”<br />

¿Cómo lograr en nuestro tiempo, en nuestra sociedad y<br />

en nuestra moralidad, una reivindicación de la vejez? ¿Qué<br />

ha podido y puede hoy ofrecer la ética para enfrentar<br />

los desafíos de la vejez? Las bases para responder estos<br />

cuestionamientos se hallan, primero, en el ámbito de la<br />

medicina. Sin duda, en una medicina puesta más en la<br />

necesidad de mejorar la salud de la vejez, que en la mera<br />

prolongación cuantitativa de la vida. Segundo, en la política<br />

social, así como en la economía, la atención institucional y,<br />

señaladamente, en la educación. De ahí la importancia y la<br />

trascendencia de la creación en México de un Instituto de<br />

Geriatría.<br />

Las respuestas de todos los tiempos van en esta doble<br />

dirección: cuidado <strong>del</strong> cuerpo y cuidado <strong>del</strong> alma, vejez y<br />

salud, vejez y cultura. Cultura para una vejez humanizada,<br />

la cual no puede ser sino una extensión de la idea<br />

verdaderamente humanizada <strong>del</strong> todo de la vida, individual<br />

y social, jurídica y económica, ética y política.<br />

El cuidado <strong>del</strong> cuerpo se halla ciertamente en manos de<br />

los prodigiosos avances científicos y tecnológicos de la<br />

biomedicina actual, en sus diversas proyecciones. Está sin<br />

duda condicionado, también, al cotidiano esfuerzo que<br />

llevan a cabo en la práctica concreta todos cuantos tienen


que enfrentar los enormes obstáculos –ya mencionados–<br />

<strong>del</strong> incremento de la demanda médica y la escasez de<br />

recursos que forman parte <strong>del</strong> nada estimulante contexto<br />

social y moral en que vive hoy la creciente población<br />

envejecida.<br />

Y no basta ciertamente con el cuidado <strong>del</strong> cuerpo<br />

envejecido. Una Geriatría humanizada y racional ha de<br />

atender también al “alma” <strong>del</strong> viejo, ha de contribuir a esa<br />

cultura para la vejez, que comienza por superar las visiones<br />

negativas y propiciar el cultivo de todo aquello que produce<br />

un envejecimiento humanizado. Es en este sentido<br />

que la sabiduría tradicional ilumina los caminos viables<br />

para convertir la vejez, de ese estado de vida sufriente<br />

y sin propósito, a aquel en el que pueden darse nuevos<br />

goces, como son los de la paz, la libertad, la amistad, las<br />

actividades de aprendizaje y contemplación, el don de la<br />

propia experiencia, el arte de hacer memoria y, literalmente,<br />

“re-vivir en los recuerdos”. Ese estado espiritual en el que<br />

puede florecer la esperanza. Para el creyente, la esperanza,<br />

si no es que la fe, en lo que vendrá después. Para el no<br />

creyente, la esperanza en un mejor porvenir, aquí en la<br />

tierra, para los que vendrán después.<br />

La ética no tiene otro ofrecimiento que este último. Pero<br />

puede ser la clave para alcanzar la mencionada meta de<br />

hacer de la vejez una verdadera etapa vital, poseedora de<br />

sentido y de auténtica realización humana.<br />

Por lo que se refiere al ámbito moral, filosófico y cultural,<br />

se hace particularmente significativo el hecho de<br />

hacer memoria, aunque muy brevemente, de algunas<br />

concepciones tradicionales y actuales de la vejez y contribuir<br />

en algo a esa reivindicación. Me referiré así a unos cuantos<br />

pasajes de algunas ideas clásicas de la senectud <strong>del</strong> pasado<br />

y el presente.<br />

Ideas ético-filosóficas de la vejez en Grecia y Roma<br />

En todo caso, la concepción de la vejez corre pareja a la<br />

concepción <strong>del</strong> hombre mismo y su destino propiamente<br />

humano. Es un hecho que los griegos, padres de la<br />

cultura occidental, de la ética, de la medicina, de la<br />

sabiduría humanística en general, tuvieron una asombrosa<br />

ambivalencia respecto al envejecimiento.<br />

Por un lado, se caracterizaron por una excepcional<br />

DESAFÍOS ÉTICOS DE LA VEJEZ<br />

afirmación de la vida aquí y ahora y, consecuentemente,<br />

por una afirmación <strong>del</strong> cuerpo, de su fuerza, su belleza y sus<br />

placeres. Esto hizo que algunos autores, particularmente<br />

poetas, vieran la vejez, como una maldición de los dioses,<br />

Pero, por el otro, <strong>sobre</strong> todo los filósofos, se empeñaron,<br />

por el contrario, en afirmar, aquí y ahora, los valores de<br />

la sabiduría, <strong>del</strong> cuidado <strong>del</strong> alma y de la apertura de la<br />

conciencia a la comprensión y a la búsqueda de la verdad.<br />

Los griegos, dirá Nietzsche, vieron el fondo de la vida<br />

en Dionisos y asumieron su doble rostro, la felicidad y el<br />

sufrimiento. Pero los griegos crearon también a Apolo, que<br />

simboliza la ética y la racionalidad. Ellos no expresan sólo<br />

un vitalismo naturalista. Afirman la “<strong>sobre</strong>-naturaleza”<br />

espiritual <strong>del</strong> hombre a la que llamaron carácter (o ethos).<br />

Se volcaron, así, <strong>del</strong> exterior al interior, de la afirmación de<br />

lo corpóreo y externo, a la afirmación de lo psíquico. Un<br />

ejemplo notable de este giro, se advierte en la evolución<br />

que tuvo el concepto de “virtud”, que de referirse al valor<br />

exterior, físico, de los héroes militares y políticos, pasa a ser<br />

el valor interior, espiritual, <strong>del</strong> héroe ético. La virtud está<br />

en la valentía, la fortaleza y la sabiduría con que se vive.<br />

El mo<strong>del</strong>o eterno de este giro será, desde luego, Sócrates.<br />

El ethos es carácter, modo de ser, especie de “segunda<br />

naturaleza”, de actitud. Es, también, “el modo de enfrentar”<br />

la muerte y la experiencia misma de finitud que, en<br />

particular conlleva la vejez. Ese “otro modo” cambia para<br />

el hombre el significado esencial de la experiencia: altera<br />

su sentido mismo y su “vivencia”. El ethos es la manera<br />

de vivir, la cualidad, el cómo, la disposición interna ante el<br />

mundo y ante los hechos de la vida y de la muerte.<br />

Ciertamente, los sabios griegos –y también los latinos–<br />

nos transmiten dos formas fundamentales y opuestas de<br />

comprender la vejez que, de algún modo, son las mismas<br />

que han dominado en Occidente y vuelven a adquirir<br />

particular significación en el presente –aunque en éste<br />

predominan, lamentablemente, las formas negativas–.<br />

Entre los griegos esta ambivalencia se da, incluso, en la<br />

palabra “gerón”, que por un lado significa viejo, anciano, y,<br />

al mismo tiempo, venerable, respetable.<br />

En efecto, por una parte, en Grecia la conciencia dionisiaca,<br />

vitalista y naturalista tiene por fuerza una visión sufriente de<br />

la vejez y la muerte. Por otra, desde la conciencia apolínea,<br />

las determinaciones <strong>del</strong> destino pierden peso y prevalece<br />

239


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

la dimensión ética <strong>del</strong> bien y el mal, el ámbito interno <strong>del</strong><br />

carácter. No es buena o mala la vida o la muerte. Lo bueno<br />

o malo es la manera de vivir. Este desplazamiento, este<br />

cambio de foco en la valoración, es la humanización ética<br />

de la vida.<br />

Ideas negativas de la vejez<br />

240<br />

• Hesíodo habla de “La triste vejez”, “hija de la Noche,<br />

hermana <strong>del</strong> destino”. La felicidad suprema es la eterna<br />

juventud. Los dioses olímpicos son todos jóvenes.<br />

• Homero exalta la juventud. Los dioses también odian<br />

la vejez, dice Afrodita.<br />

• Para Sófocles la vejez es odiosa, débil, inabordable, sin<br />

amigos y semeja todos los males. En ella sólo cabe la<br />

resignación.<br />

• Eurípides exclamará: “La vejez pone <strong>sobre</strong> mi cabeza<br />

un fardo más pesado que las cimas <strong>del</strong> Etna”, “El viejo<br />

viaja errático como un sueño aparecido en el día”.<br />

• En la comedia se pone el acento en el ridículo de la<br />

vejez. Los viejos son inofensivos pero portadores<br />

de pasiones grotescas. El cuerpo, antes exaltado en<br />

su belleza, es descrito ahora en la degradación de<br />

la piel, los músculos, los dientes, el pelo, la postura,<br />

el tono vital, etc. La lubricidad y la impotencia son<br />

considerados los resortes cómicos: “grotesco es el<br />

deseo <strong>del</strong> viejo”.<br />

Ideas positivas<br />

• Homero refiere que en la época arcaica de Grecia,<br />

los viejos tenían un lugar envidiable, conformaban<br />

el consejo de ancianos, el cual termina a la llegada<br />

de la democracia. Además, los viejos tienen papeles<br />

importantes como guías y como autoridad moral. Son<br />

consejeros en las graves decisiones. En esta sociedad<br />

en la que predomina la tradición oral, los viejos tienen<br />

una importancia básica porque son los que transmiten<br />

los saberes culturales a las nuevas generaciones; por<br />

ello es determinante, en especial, la vinculación, ante<br />

todo educativa y formativa, <strong>del</strong> viejo y el joven. El<br />

anciano puede perder función social pero encuentra el<br />

sentido en la libertad interior. Para Homero, el mo<strong>del</strong>o<br />

<strong>del</strong> viejo sabio es Néstor, quien mantiene la vitalidad<br />

física, pues “no cede a la triste vejez”.<br />

• Píndaro habla de la posibilidad de una vejez floreciente<br />

y joven de espíritu.<br />

Filósofos y sabios<br />

Platón tiene señaladamente una concepción positiva de<br />

la vejez. Al debilitamiento <strong>del</strong> cuerpo –dice– corresponde<br />

el crecimiento de otros gustos y placeres. La vejez apaga<br />

y a la vez libera y enciende otras potencias. Hace posible<br />

el placer de la paz y la libertad, así como el de la amistad<br />

y la contemplación. La mayor parte de los ancianos se<br />

lamentan y sienten nostalgia de las <strong>del</strong>icias <strong>del</strong> amor, <strong>del</strong><br />

vino, de la buena mesa, y de otras diversiones <strong>del</strong> mismo<br />

género, como si hubieran perdido bienes considerables.<br />

Su presente sería como ya no vivir. Resienten, además,<br />

el abandono de los suyos. Pero han obtenido la liberación<br />

y adquirido la paz y la libertad. Cuando las pasiones han<br />

perdido su violencia y se relajan, uno se libera de un tropel<br />

de tiranos furiosos. Por esto, “[l]a verdadera causa de la<br />

infelicidad no es la vejez sino el carácter de los hombres”.<br />

Para los que son sabios y de buena actitud y carácter, la<br />

vejez es poco penosa. Si no lo son, no es solamente la<br />

vejez, sino también la juventud la que se torna penosa.<br />

También la juventud puede ser infeliz cuando se tiene un<br />

carácter negativo.<br />

Aristóteles, preocupado por restaurar la unidad <strong>del</strong> cuerpo<br />

y el alma, ligará de manera sustancial a ambos, de modo<br />

que el destino <strong>del</strong> cuerpo involucra el destino <strong>del</strong> alma; así,<br />

la decrepitud de uno arrastra la decrepitud de la otra. La<br />

vejez no es garantía ni de sabiduría ni de capacidad política,<br />

como tampoco la experiencia de los viejos constituye un<br />

elemento positivo; con frecuencia es una acumulación de<br />

errores en un espíritu endurecido por la edad. Los viejos<br />

son avaros, no conocen la amistad desinteresada, no<br />

buscan sino aquello que satisface sus deseos egoístas.<br />

Y no obstante, en otra vertiente, la propia concepción<br />

aristotélica dará cabida a la vida contemplativa <strong>del</strong> viejo y<br />

<strong>del</strong> valor de la amistad que puede florecer en la senectud.<br />

Plutarco tiene una obra dedicada a la vejez en la que<br />

defiende la gerontocracia. Él se pregunta: ¿debe un hombre<br />

viejo comprometerse en los negocios públicos? A su juicio,<br />

esta pregunta tiene una respuesta afirmativa, pues los<br />

viejos privados de los placeres <strong>del</strong> sexo y la comida pueden<br />

entregarse más plenamente a los placeres de la política. Por<br />

ello, el deber de un hombre no es retirarse con la vejez.<br />

Los viejos tienen cualidades preciosas que los hacen


indispensables en política, en especial, la prudencia, la<br />

experiencia y el prestigio.<br />

Séneca proclama la necesidad de una vejez activa y de<br />

mantener el ejercicio <strong>del</strong> cuerpo y <strong>del</strong> alma. El pensar es el<br />

paseo <strong>del</strong> alma, dice. El conversar, el leer y el reposar son<br />

indudables goces. Dice:<br />

Un hombre, por viejo que sea, debe siempre<br />

aprender.<br />

Date a ti mismo la satisfacción de ver morir tus<br />

vicios antes que tú.<br />

Cicerón hace una apología de la vejez:<br />

El sabio sabe aceptar de buen grado todas las<br />

edades de la vida.<br />

Lejos de que te condene a la pereza y a la inercia,<br />

la vejez ha de ser laboriosa, siempre ocupada en<br />

alguna obra.<br />

No es la vejez el mal, sino la enfermedad. Hay que<br />

cuidar la salud (<strong>del</strong> cuerpo y <strong>del</strong> alma).<br />

Si es un error creer en la inmortalidad, no quiero<br />

que me saquen de él mientras vivo, porque en él<br />

me gozo.<br />

Pensadores contemporáneos<br />

Norberto Bobbio dice:<br />

Que te sea permitido vivir hasta que puedas<br />

abandonarte a tus recuerdos… emplea tu<br />

tiempo… en intentar comprender el sentido<br />

de tu vida. Concéntrate… vuelve a recorrer tu<br />

camino. Te servirán de ayuda los recuerdos…<br />

en la remembranza te encuentras a ti mismo,<br />

tu identidad… las mil peripecias vividas…<br />

[Encuentras a los que amaste]: en el momento en<br />

que los llamas a tu mente los revives, al menos un<br />

instante, no están muertos.<br />

Simone de Beauvoir afirma:<br />

Para que la vejez no sea una parodia ridícula<br />

de nuestra existencia anterior no hay más que<br />

una solución, y es seguir persiguiendo fines que<br />

den sentido a nuestra vida: dedicación a otras<br />

DESAFÍOS ÉTICOS DE LA VEJEZ<br />

personas, a grupos, a causas, a trabajo social,<br />

intelectual, creador… Lo deseable es conservar a<br />

una edad avanzada pasiones lo bastante fuertes<br />

como para que nos eviten volvernos <strong>sobre</strong><br />

nosotros mismos. La vida conserva valor mientras<br />

se da valor a la de los otros, a través <strong>del</strong> amor, la<br />

amistad, la indignación, la compasión. Entonces<br />

sigue habiendo razones para obrar o para hablar.<br />

241


PARTICIPANTES


PARTICIPANTES<br />

AguaZul<br />

Rocha Durán, Laura E.<br />

Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría<br />

Maya Alcántara, Gerardo<br />

Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de<br />

Medicina<br />

Noyola Bernal, Jesús,<br />

Vargas Salado, Enrique<br />

Asociación Psicoanalítica Mexicana<br />

Minaya Hernández, Omar<br />

Centro de Investigación Científica y de Educación<br />

Superior de Ensenada<br />

Cornejo García, Raymundo<br />

Favela Vara, Jesús<br />

Martínez García, Ana Isabel<br />

Centro de Investigación y de Estudios Avanzados <strong>del</strong><br />

Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />

Anda Hernández, Martha Adriana de<br />

Cortés Ortiz, Maribel<br />

Meraz Ríos, Marco Antonio<br />

Peña Ortega, José Fernando<br />

Silva Lucero, María <strong>del</strong> Carmen<br />

Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en<br />

Antropología Social<br />

Vargas Amezcua, Elías<br />

Vázquez Palacios, Felipe R.<br />

Centro Estatal <strong>del</strong> Adulto Mayor (Coahuila)<br />

Cortés López, Víctor Hugo<br />

Centro Interamericano de Estudios de Seguridad<br />

Social<br />

Abrantes Pêgo, Raquel<br />

Centro <strong>Nacional</strong> de Vigilancia Epidemiológica y<br />

Control de Enfermedades<br />

Lezana Fernández, Miguel Ángel<br />

Lozano Dávila, María Esther<br />

Centro <strong>Nacional</strong> Mo<strong>del</strong>o de Atención, Investigación<br />

y Capacitación Gerontológica “Vicente García Torres”<br />

Bazaldúa Merino, Laura Angélica<br />

Centro Regional para el Estudio <strong>del</strong> Adulto Mayor<br />

Platt Soto, Jorge<br />

Colegio de la Frontera Norte<br />

Ham Chande, Roberto<br />

Consejo Mexicano de Geriatría<br />

Fuente Rocha, Javier de la<br />

Consejo <strong>Nacional</strong> de Población<br />

García Vilchis, Víctor<br />

Consejo <strong>Nacional</strong> Gerontológico de México<br />

Arcovedo González, Diego<br />

Uribe González, Ale Manue<br />

El Colegio de México<br />

Figueroa Perea, Juan Guillermo<br />

<strong>Envejecimiento</strong> Exitoso (ENEX)<br />

Jiménez Beltrán, Rodolfo<br />

Escuela de Medicina “Tominaga Nakamoto”<br />

Mata, Karen Dannira<br />

Eulen Gutiérrez Rosse, Fabián<br />

Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio<br />

<strong>del</strong> Estado<br />

Ramírez Santos, Cristina<br />

Federación Mexicana de Asociaciones de Facultades<br />

y Escuelas de Enfermería<br />

Padilla Gutiérrez, Laura Margarita<br />

Fundación Tagle<br />

Osornio Hernández, Jovita<br />

Gobierno <strong>del</strong> Distrito Federal<br />

García Suárez, Rocío<br />

PARTICIPANTES<br />

Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González<br />

Mercado Quintero, Melissa Belén<br />

245


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Hospital ABC Medical Center<br />

D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers,<br />

Carlos<br />

Hospital Ángeles (Lomas)<br />

Resnikoff Fisher, David<br />

Riestra Rodríguez, Alonso<br />

Hospital Central Norte (PEMEX)<br />

Uribe Hernández, Alejandro<br />

Hospital Civil de Guadalajara<br />

Flores Castro, Miguel<br />

Leal Mora, David<br />

Hospital de Enfermos Crónicos de Tepexpan<br />

Martínez Arronte, Felipe<br />

Hospital Español<br />

Albert Meza, Guillermo<br />

Mena Barranco, Francisco Javier<br />

Montiel, Alejandro<br />

Morales Razo, Patricia<br />

Solís Lam, Fernando<br />

Hospital General Naval de Alta Especialidad<br />

Gutiérrez Reza, María Teresa<br />

Hospital Geriátrico “Virgen <strong>del</strong> Valle”, Complejo<br />

Hospitalario de Toledo<br />

García García, Francisco José<br />

Hospital Juárez de México<br />

Rivera Pérez, Ricardo<br />

Hospital Médica Sur<br />

Becerra Laparra, Ivonne<br />

Frati Munari, Alberto<br />

Valdés Escárcega, Marisol<br />

Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”<br />

Rothschild, Betty<br />

Hospital Universitario de San Luis Potosí<br />

González Rubio, Marco Vinicio<br />

246<br />

Hospital Universitario de Tijuana<br />

Zúñiga Gil, Clemente H.<br />

Institut de Santé Publique d’Epidémiologie et de<br />

Développement<br />

Salmi, Louis Rachid<br />

Instituto Biomédico de Investigación, A.C.<br />

Ramírez Díaz, Santiago Paulino<br />

Instituto de Estudios Indígenas<br />

Villasana Benítez, Susana<br />

Instituto de Geriatría<br />

Arango Lopera, Victoria E.<br />

Ávila Alva, Ma. de Lourdes<br />

Ávila Fematt, Flor María<br />

Bautista Eugenio, Verónica<br />

Cárdenas Cárdenas, Eduardo<br />

Cárdenas Varela, César Luis<br />

Caro López, Elizabeth<br />

Castrejón Pérez, Roberto Carlos<br />

Cortez Cortez, Enrique<br />

Deyta Pantoja, Alma<br />

Escobar Villalba, Rosario<br />

Galván Vargas, Moisés<br />

Giraldo Rodríguez, Liliana<br />

Gómez León Mandujano, Amir<br />

González García, Victoria<br />

González González, César Alfredo<br />

Gutiérrez Ávila, Jesús Héctor<br />

Gutiérrez Robledo, Luis Miguel<br />

Herrera Castro, Varinia<br />

Huchin Espinosa de los Monteros, Olivia<br />

Jiménez Cortés, Marco Antonio<br />

López Franchini, José<br />

López Ortega, Mariana<br />

Lugo Radillo, Agustín<br />

Luna López, Armando<br />

Luna Pérez, Sandra<br />

Madrid Mendoza, María Fernanda<br />

Mendoza Díaz, Francisco<br />

Michán Aguirre, Shaday<br />

Mino León, Dolores<br />

Montaña Álvarez, Mariano<br />

Montes Mena, Beatriz<br />

Namihira Guerrero, Delia Magdalena


Nance, Douglas C.<br />

Negrete Redondo, María Isabel<br />

Ortiz Flores, Víctor Hugo<br />

Pérez Zepeda, Mario Ulises<br />

Quiroz Báez, Ricardo David<br />

Ríos Cázares, Gabriela<br />

Rojas Mayorquín, Argelia<br />

Rosas Carrasco, Oscar<br />

Salinas Martínez, Ramón Fernando<br />

Sánchez Robledo, Marco Antonio<br />

Torres Carrillo, Nora Magdalena<br />

Torres Castro, Sara<br />

Torres Ramos, Diana Consuelo<br />

Tovar y Romo, Luis Bernardo<br />

Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas<br />

y en Sistemas<br />

Garza Hume, Clara E.<br />

Instituto de Seguridad Social <strong>del</strong> Estado de México y<br />

Municipios<br />

García Fabela, Luis Cuitláhuac<br />

Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los<br />

Trabajadores <strong>del</strong> Estado<br />

Flores Martínez, Rafael<br />

Gómez Ramos, Silvia<br />

Moreno Castillo, Yolanda<br />

Reyes Jiménez, Flora Leticia<br />

Romero Aparicio, Carlos<br />

Salinas Martínez, Ramón Fernando<br />

Tena Tamayo, Carlos<br />

Torres Fentanes, Laura Elena<br />

Torres Gutiérrez, Jorge Luis<br />

Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />

Castañeda <strong>del</strong> Toro, Alejandro Manuel<br />

Díaz de León González, Enrique<br />

Esquivel Romero, Gustavo Marcelo<br />

Félix Espinoza, Faustino<br />

García González, José Juan<br />

García Ortiz, María de Lourdes<br />

García Peña, María <strong>del</strong> Carmen<br />

Grajeda López, Patricia<br />

Gutiérrez Hermosillo, Hugo<br />

Juárez Cedillo, Teresa<br />

Lifshitz Guinzberg, Alberto<br />

López Muñoz, Eunice<br />

Medina Beltrán, Gustavo<br />

Parrilla Ortiz, Juan Ismael<br />

Sánchez García, Sergio<br />

Trujillo Galván, Francisco David<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica, Óptica y Electrónica<br />

Cuaya Simbro, Germán<br />

Muñoz Meléndez, Angélica<br />

Sucar Succar, Luis Enrique<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Cardiología “Ignacio Chávez”<br />

Rosas Peralta, Martín<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y Nutrición<br />

“Salvador Zubirán”<br />

Aguilar Navarro, Sara Gloria<br />

Antonio García, Juan Miguel<br />

Ávila Funes, José Alberto<br />

Barragán Heredia, Linda M.<br />

Díaz Ramos, Julio Alberto<br />

García Mayo, Emilio<br />

Grados Chavarría, Bernardo Horacio<br />

Guerra Silla, María Guadalupe<br />

Ledesma Heyer, Juan Pablo<br />

Mimenza Alvarado, Alberto<br />

Moreno Aguilar, Mauricio<br />

Navarrete Reyes, Ana Patricia<br />

Navarrete, Patricia<br />

Piña Escudero, Stefanie Danielle<br />

Reyes Guerrero, Jorge<br />

Reynoso Mendoza, Ricardo Arturo<br />

Reza Albarrán, Alfredo<br />

Ruiz Arregui, Liliana<br />

Tapia Jiménez, Francisco<br />

Vázquez Valdez, Odín Edgar<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Desarrollo Social<br />

Rodríguez Dorantes, Cecilia<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Enfermedades Respiratorias<br />

“Ismael Cosío Villegas”<br />

Aquino Gálvez, Arnoldo<br />

Franco Marina, Francisco<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Estadística y Geografía<br />

Valencia Armas, Alberto<br />

PARTICIPANTES<br />

247


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de las Mujeres<br />

Larralde, Silvia<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores<br />

Orozco Rubio, Alejandro<br />

Rangel López, Luz Esther<br />

Roldán de la O, Irán<br />

Valdés Rojas, Sergio<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Medicina Genómica<br />

March Mifsut, Santiago<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía<br />

“Manuel Velasco Suárez”<br />

Acosta Castillo, G. Isaac<br />

Campos Peña, Victoria<br />

Guevara Fonseca, Jorge<br />

Rojas de la Torre, Gabriela<br />

Sosa Ortiz, Ana Luisa<br />

Trujillo de los Santos, Zoila<br />

Zúñiga Santamaría, Tirso<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Psiquiatría<br />

“Ramón de la Fuente Muñiz”<br />

Aguilar Rodríguez, María Magdalena<br />

Ugalde Hernández, Oscar<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Rehabilitación<br />

Barojas Weber, Everardo<br />

Chávez Magos, Anel<br />

González Ortíz, Piero Emanuele<br />

Jiménez Herrera, Blanca Luz<br />

Serrano Miranda, Aurelio Tirzo<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />

Cruz-Hervert, Luis Pablo<br />

López Ridaura, Ruy<br />

Manrique Espinoza, Betty<br />

Moreno Tamayo, Karla Margarita<br />

Pelcastre Villafuerte, Blanca Estela<br />

Ruelas González, Ma. Guadalupe<br />

Salinas Rodríguez, Aarón<br />

Téllez Rojo, Mara<br />

Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en<br />

el Distrito Federal<br />

Paz, Karla de la<br />

248<br />

Valdés Corchado, Pedro E.<br />

Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />

Ávila Ramírez; Massiel Alfonsina<br />

Castillo Saucedo, Cayetano<br />

López Sánchez, Pedro<br />

Parera González, Elisa Lucía<br />

Reyes Maldonado, Eduardo<br />

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de<br />

Monterrey<br />

Barragán Berlanga, Abel Jesús<br />

Fuentes Cantú, Alejandro<br />

Macías Osuna, Amador Ernesto<br />

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de<br />

Occidente<br />

Enríquez Rosas, María <strong>del</strong> Rocío<br />

Integral Counseling Center<br />

Rodríguez Serrano, Luz María<br />

Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong><br />

Lamy, Philippe<br />

Programa <strong>Nacional</strong> de la Tercera Edad<br />

Berthely Jiménez, Lilia<br />

Research Centre on Aging of the Sherbrooke Geriatric<br />

University Institute<br />

Payette, Hélène<br />

Sealy Center on Aging, University of Texas Medical<br />

Branch<br />

Wong, Rebeca<br />

Secretaría de Desarrollo Social<br />

Peñaloza Contreras, Genoveva<br />

Secretaría de <strong>Salud</strong><br />

Arce, Alonso<br />

González de Cossío, Marcela<br />

Jiménez Pérez, Luz María Araceli<br />

Lozano Dávila, Esther<br />

Servicios de <strong>Salud</strong> de Oaxaca<br />

Galindo, Carlos


Servicios de <strong>Salud</strong> de Veracruz<br />

Rodríguez Estrada, María Verónica<br />

Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la<br />

Familia (Guanajuato)<br />

Webber Díaz, Ángeles<br />

Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia<br />

(Yucatán)<br />

Pino Andrade, José Manuel<br />

Sistema <strong>Nacional</strong> de Investigadores<br />

González Valenzuela, Juliana<br />

Sistema <strong>Nacional</strong> para el Desarrollo Integral de la<br />

Familia<br />

Narváez Macías, Leticia<br />

Robles Villela, Miguel Gustavo<br />

Tolentino Bazán, Karina<br />

Sociedad de Geriatría y Gerontología de México<br />

Bravo Williams, Samuel Guillermo<br />

Alarcón Aguilar, Adriana<br />

Sociedad Mexicana de Bioquímica<br />

Casillas Aceves, Enrique<br />

Tratamientos Individualizados, S. A .de C. V.<br />

Woodworth L. de Silanes, Juan<br />

Universidad Anáhuac<br />

Encinas Reza, Jaime Enrique<br />

Universidad Autónoma de Baja California<br />

García Vázquez, Juan Pablo<br />

Meza Kubo, María Victoria<br />

Morán y Solares, Alberto Leopoldo<br />

Nava-Muñoz, Sandra<br />

Roa Ledesma, José Rubén<br />

Rodríguez, Marcela D.<br />

Saldaña Jiménez, Diana<br />

Universidad Autónoma de Chiapas<br />

Reyes Gómez, Laureano<br />

Universidad Autónoma de Nuevo León<br />

Garay Villegas, Sagrario<br />

Garza Sepúlveda, Gerardo<br />

Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />

López Esqueda, Francisco Javier<br />

Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />

Aranda Anzaldo, Armando<br />

Universidad Autónoma Metropolitana<br />

Conde Pérez-Prina, Juan Cristóbal<br />

Gaytán Huyghe, Yalinca<br />

González-Puertos, Viridiana Yazmín<br />

Medina Bañuelos, Verónica<br />

Santiesteban Molina, María<br />

Triana Martínez, Francisco<br />

Universidad de Colima<br />

Delgado, Iván<br />

Universidad de Guadalajara<br />

Parra Bernal, Marisela Concepción<br />

Robles Silva, Leticia<br />

Universidad Iberoamericana<br />

Figueroa Grajeda, Andrea<br />

Picardi Marassa, Pablo<br />

Universidad Juárez <strong>del</strong> Estado de Durango<br />

Arroyo Rueda, Ma. Concepción<br />

Universidad Mesoamericana<br />

Piña Basulto, Orlando<br />

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo<br />

Martínez Trujillo, Miguel<br />

Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />

Arias Álvarez, Ana B. Clorinda<br />

Bernal López, Beatriz<br />

Borges Yáñez, Socorro Aída<br />

Cabrera Contreras, Roberto<br />

Cahuantzi Jacobo, Cyntia<br />

Cañongo León, Guadalupe<br />

Chávez Mendoza, Carlos Adrián<br />

Collado Ardón, Mario Rolando<br />

PARTICIPANTES<br />

249


INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />

250<br />

Covarrubias Robles, Luis Fernando<br />

Díaz Castañeda, Maribel Alicia<br />

Durán Arenas, Luis<br />

Figueroa Gutiérrez, José<br />

Flores Robles, Vianey<br />

Fossion, Rubén<br />

Garduño, Ixchel<br />

Garmendia Félix, Bibiana<br />

Gómez de León Cruces, Patricia<br />

González Bedoy, Armando<br />

González- Celis Rangel, Ana Luisa<br />

González Isidro, José Luis<br />

Grajeda López, Ma. Salomé<br />

Guevara Guzmán, Rosalinda<br />

Gutiérrez Ospina, Gabriel<br />

Hernández Ortega, Karina<br />

Hernández Palacios, Rosa Diana<br />

Ibarra Barajas, Maximiliano<br />

Izazola Conde, Consuelo<br />

León Romero, Alil Esmeralda<br />

Limón Pacheco, Jorge Humberto<br />

López Segura, Víctor<br />

Luna Luna, Angélica María<br />

Magaña Urrutia, Carolina Amelia<br />

Massieu Trigo, Lourdes<br />

Melchor Vidal, Viridiana<br />

Melgarejo Castrejón, Rosa Irene<br />

Mena Montes, Beatriz<br />

Montes de Oca, Verónica<br />

Morán Andrade, Julio<br />

Navarro Pineda, Darinel<br />

Ostrosky Shejet, Patricia<br />

Pineda Cortés, Luis A.<br />

Piña Garza, Enrique<br />

Ponce Canchihuamán, Johny<br />

Rincón Salazar, Santiago<br />

Rivera Márquez, José Alberto<br />

Rodríguez Carrasco, José<br />

Rojas <strong>del</strong> Castillo, Emilio<br />

Rubio Domínguez, Severino<br />

Salcedo Álvarez, Rey Arturo<br />

Silva Gracia, Sofía Angélica<br />

Tapia Pancardo, Diana Cecilia<br />

Terán Trillo, Margarita<br />

Velasco Velázquez, Iván<br />

Villa Romero, Juan Antonio<br />

Villalobos Molina, Rafael<br />

Zamora Fabila, Rosalía<br />

Zárate Grajales, Rosa A.<br />

Zavala Calderón, Alejandro<br />

Vigilangel<br />

Mancebo <strong>del</strong> Castillo de Ramírez, Edna


IMPRESO EN MÉXICO<br />

Perspectivas para el Desarrollo de la Investigación <strong>sobre</strong> el<br />

<strong>Envejecimiento</strong> y la Gerontecnología<br />

se terminó de imprimir en el mes de septiembre <strong>del</strong> 2010,<br />

en los talleres de Impresos Santiago, S.A. de C.V.<br />

Trigo 80 Col. Granjas Esmeralda, C.P. 09810<br />

México, D.F. El tiraje fue de 3000 ejemplares.

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