Memorias del Encuentro Nacional sobre Envejecimiento y Salud
Memorias del Encuentro Nacional sobre Envejecimiento y Salud
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PERSPECTIVAS PARA EL DESARROLLO<br />
DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL<br />
ENVEJECIMIENTO Y LA<br />
GERONTECNOLOGÍA EN MÉXICO
PERSPECTIVAS PARA<br />
EL DESARROLLO DE LA<br />
INVESTIGACIÓN SOBRE<br />
EL ENVEJECIMIENTO Y LA<br />
GERONTECNOLOGÍA EN<br />
MÉXICO
Dr. José Ángel Córdova Villalobos<br />
Secretario de <strong>Salud</strong><br />
Dra. Maki Esther Ortiz Domínguez<br />
Subsecretaria de Integración y Desarrollo <strong>del</strong> Sector <strong>Salud</strong><br />
Dr. Mauricio Hernández Ávila<br />
Subsecretario de Prevención y Promoción de la <strong>Salud</strong><br />
Lic. Laura Martínez Ampudia<br />
Subsecretaria de Administración y Finanzas<br />
Mtro. Salomón Chertorivski Woldenberg<br />
Comisionado <strong>Nacional</strong> de Protección Social en <strong>Salud</strong><br />
Lic. Miguel Ángel Toscano Velasco<br />
Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos<br />
Sanitarios<br />
Dr. Germán Fajardo Dolci<br />
Comisionado <strong>Nacional</strong> de Arbitraje Médico<br />
Dr. Romeo S. Rodríguez Suárez<br />
Titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos<br />
<strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> y Hospitales de Alta Especialidad<br />
Dra. María de los Ángeles Fromow Rangel<br />
Titular de la Unidad Coordinadora de Vinculación y<br />
Participación Social<br />
Lic. Fernando Álvarez <strong>del</strong> Río<br />
Titular de Análisis Económico<br />
Lic. Bernardo E. Fernández <strong>del</strong> Castillo<br />
Director General de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos<br />
Lic. Carlos Olmos Tomasini<br />
Director General de Comunicación Social<br />
Dr. Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />
Director General <strong>del</strong> Instituto de Geriatría<br />
Dr. J. Héctor Gutiérrez Ávila<br />
Director de Investigación<br />
Dra. Flor Ma. de Guadalupe Ávila Fematt<br />
Directora de Enseñanza y Divulgación
Perspectivas para el desarrollo<br />
de la investigación<br />
<strong>sobre</strong> el envejecimiento y la<br />
gerontecnología en México<br />
<strong>Memorias</strong> <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong><br />
<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />
Investigación, Formación de<br />
Recursos y Desarrollo de Servicios<br />
25-28 de agosto de 2010
SECRETARÍA DE SALUD<br />
© 2010 INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Perspectivas para el desarrollo de la investigación<br />
<strong>sobre</strong> el envejecimiento y la gerontecnología<br />
1a. edición, México, 2010<br />
ISBN 978-607-460-175-6<br />
Coordinadores de obra:<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />
Jesús Héctor Gutiérrez Ávila<br />
Coordinación editorial:<br />
Gabriela Ríos Cázares<br />
Corrección de estilo:<br />
Lilia Sandra Luna Pérez<br />
Diseño:<br />
Héctor Efrén Lara Dávila<br />
Instituto de Geriatría.<br />
Periférico Sur 2767, Col. San Jerónimo Lídice,<br />
Del. Magdalena Contreras, México, D.F. C.P. 10200<br />
www.geriatria.salud.gob.mx<br />
Impreso en México/Printed in Mexico
Índice<br />
I. Presentación <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />
Investigación, Formación de Recursos Humanos y Desarrollo de Servicios<br />
J. Héctor Gutiérrez Ávila<br />
II. Sesiones plenarias<br />
Investigación multidisciplinaria y la transferencia <strong>del</strong> conocimiento: fortalezas, debilidades y obstáculos<br />
Coordinadora: María <strong>del</strong> Carmen García Peña<br />
Tecnologías habilitadoras y áreas de oportunidad<br />
Coordinador: Jesús Favela Vara<br />
Experiencias internacionales<br />
La organización de la investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento en Canadá y Quebec<br />
Hélène Payette<br />
Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong>: Un centro multidisciplinario con lazos internacionales<br />
Rebeca Wong<br />
La Red de <strong>Envejecimiento</strong> en España (RETICEF)<br />
Francisco José García García<br />
III. Grupos de trabajo<br />
Biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
Coordinador: Rafael Villalobos Molina<br />
Fragilidad<br />
Coordinador: Clemente Zúñiga Gil<br />
Manejo de enfermedades crónicas y sus complicaciones<br />
Coordinador: Ruy López Ridaura<br />
<strong>Salud</strong> mental<br />
Coordinador: Alonso Riestra<br />
Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
Coordinador: Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />
<strong>Envejecimiento</strong> de la población: Implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />
y desafíos para los sistemas<br />
Coordinador: Roberto Ham Chande<br />
Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados de largo plazo para adultos mayores en México<br />
Coordinador: Carlos D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers<br />
7<br />
11<br />
17<br />
27<br />
33<br />
37<br />
43<br />
49<br />
65<br />
91<br />
113<br />
125<br />
139<br />
5
Familia y relaciones de género e intergeneracionales de frente al envejecimiento demográfico:<br />
Efectos en la salud de los hombres y mujeres adultos mayores<br />
Coordinadora: Verónica Montes de Oca Zavala<br />
Enseñanza de la Geriatría: Primeros análisis <strong>sobre</strong> la formación geriátrica en pregrado, posgrado y<br />
Enfermería<br />
Coordinadores: Flor María Ávila Fematt, María Isabel Negrete Redondo, Mariano Montaña Álvarez<br />
IV. Gerontecnología<br />
María de Lourdes Ávila Alva<br />
V. Conclusiones: Propuestas para una agenda de la investigación y la enseñanza en el ámbito <strong>del</strong><br />
envejecimiento en México<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />
VII. Anexos<br />
Creación de la Red temática de investigación “<strong>Envejecimiento</strong>, salud y desarrollo social”<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo, Héctor Gutiérrez Ávila, María de Lourdes Ávila Alva, Mariana López<br />
Ortega<br />
Trabajos presentados en el concurso <strong>del</strong> cartel científico<br />
Coordinadores: Roberto Carlos Castrejón Pérez, Nora Magdalena Torres Carrillo<br />
Presentación <strong>del</strong> libro “<strong>Envejecimiento</strong> humano. Una visión transdisciplinaria”<br />
Alberto Lifshitz Guinzberg, Enrique Piña Garza<br />
Desafíos éticos de la vejez<br />
Juliana González Valenzuela<br />
Relación de participantes<br />
145<br />
159<br />
177<br />
183<br />
199<br />
211<br />
231<br />
235<br />
241
J. HÉCTOR GUTIÉRREZ ÁVILA<br />
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN<br />
En su calidad de miembro de la comunidad de los<br />
Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong>, el Instituto de<br />
Geriatría (InGer) inauguró sus actividades de promoción<br />
de la investigación con el “<strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>”, realizado <strong>del</strong> 25 al 28 de agosto<br />
de 2010 en la Ciudad de México. El magno evento<br />
contó con cerca de 350 participantes –un tercio de ellos<br />
provenientes <strong>del</strong> interior <strong>del</strong> país– pertenecientes a diversos<br />
campos como la investigación, docencia, servicios de salud<br />
y organizaciones de carácter social.<br />
Los temas tratados reflejan la voluntad <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría de convertirse en un catalizador de la investigación<br />
<strong>sobre</strong> temas críticos como las complicaciones de las<br />
enfermedades crónicas, el deterioro cognitivo, la salud<br />
mental, las consecuencias de la polifarmacia prolongada, la<br />
disminución de las capacidades sensoriales, la pérdida de la<br />
independencia funcional, el abandono social, la biología <strong>del</strong><br />
envejecimiento y los mo<strong>del</strong>os de atención.<br />
El <strong>Encuentro</strong> fue organizado de acuerdo con el mo<strong>del</strong>o<br />
propuesto por el InGer para desarrollar la investigación<br />
desde una perspectiva holística (Figura 1). Con este<br />
propósito, los temas seleccionados se discutieron en tres<br />
tipos de foros: plenarias, experiencias internacionales y<br />
grupos de trabajo.<br />
Figura 1. Investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento. Un enfoque<br />
holístico.<br />
8<br />
Las plenarias versaron <strong>sobre</strong> dos aspectos de gran<br />
relevancia: investigación multidisciplinaria y tecnologías<br />
habilitadoras. Novedosos en la investigación <strong>sobre</strong><br />
envejecimiento en nuestro país, ambos temas sirven para<br />
ejemplificar los avances y potencialidades en su desarrollo.<br />
Las investigaciones interdisciplinarias son escasas y de<br />
difícil ejecución, de ahí la pertinencia de promover su<br />
progreso. La riqueza de las aportaciones vertidas en las<br />
plenarias obedece a la variedad de perfiles profesionales de<br />
los participantes y refleja la integración de enfoques tan<br />
diversos como la epidemiología, la física y la ingeniería.<br />
Grupos de trabajo<br />
1. Biología <strong>del</strong> envejecimiento (estrés oxidativo,<br />
neurodegeneración y síndrome metabólico).<br />
2. Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
3. <strong>Envejecimiento</strong> de la población<br />
(implicaciones sociales y políticas, impacto<br />
en la salud y desafíos para los sistemas de<br />
salud).<br />
4. Fragilidad.<br />
5. Manejo de enfermedades crónicas y sus<br />
complicaciones.<br />
6. Familia, relaciones e intercambios<br />
intergeneracionales frente al envejecimiento.<br />
7. Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados de largo<br />
plazo <strong>del</strong> adulto mayor.<br />
8. <strong>Salud</strong> mental.<br />
Plenarias: Experiencias nacionales<br />
1. Investigación multidisciplinaria y la<br />
transferencia <strong>del</strong> conocimiento: fortalezas,<br />
debilidades y obstáculos.<br />
2. Tecnologías Habilitadoras.<br />
Plenarias: Experiencias internacionales<br />
1. Red Temática de Investigación Cooperativa<br />
en <strong>Envejecimiento</strong> y Fragilidad (RETICEF),<br />
España.<br />
2. Sealy Center on Aging UTMB, Estados<br />
Unidos.<br />
3. Organización de la Investigación <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong> en Canadá y Quebec.<br />
Cuadro 1. Organización <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong>.
En la plenaria relativa a Gerontecnología, titulada<br />
“Tecnologías Habilitadoras”, intervinieron investigadores<br />
adscritos a cuatro grupos de investigación de instituciones<br />
prestigiosas como el Centro de Investigación Científica y<br />
Enseñanza Superior de Ensenada (CICESE), la Universidad<br />
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I), la<br />
Universidad Autónoma de Baja California (UABC-<br />
Ensenada), el Instituto de Investigaciones en Matemáticas<br />
Aplicadas y en Sistemas (IMMAS) de la Universidad<br />
<strong>Nacional</strong> Autónoma de México y el Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).<br />
Las cuatro exposiciones presentadas fueron: 1) un sistema<br />
que facilita la estimulación cognitiva <strong>del</strong> adulto mayor y su<br />
interacción remota con otra persona, usando aplicaciones<br />
de inteligencia ambiental, 2) un trabajo con el potencial<br />
de asistir al anciano de diversas formas a través de<br />
servicios de cómputo basados en interacción con habla y<br />
reconocimiento de gestos, 3) los avances de una interfaz<br />
cerebro-computadora y sus potenciales aplicaciones para<br />
asistir a adultos mayores con capacidades reducidas para<br />
interactuar con su entorno y, finalmente, 4) la presentación<br />
de un sistema de terapia gesticular que combina técnicas<br />
de visión por computadora y de realidad virtual para asistir<br />
a pacientes que han sufrido una embolia cerebral, con la<br />
ventaja adicional de ser un sistema de rehabilitación de<br />
bajo costo.<br />
Por su parte, las experiencias internacionales destacaron<br />
enfoques exitosos en ámbitos muy diferentes al de<br />
México, lo que estimula la búsqueda y realización de<br />
iniciativas propias ante la complejidad <strong>del</strong> fenómeno<br />
<strong>del</strong> envejecimiento. De carácter multicéntrico, la Red<br />
Temática de Investigación Cooperativa en <strong>Envejecimiento</strong><br />
y Fragilidad (RETICEF) de España es muy activa y está<br />
enfocada al estudio de las fragilidades desde perspectivas<br />
complementarias. Además, es la responsable de conducir el<br />
estudio longitudinal “Toledo” <strong>sobre</strong> envejecimiento.<br />
El Sealy Center on Aging (SCOA) de la Universidad de<br />
Texas es una institución líder en el contexto internacional,<br />
que conduce investigaciones en múltiples áreas <strong>del</strong><br />
envejecimiento y tiene la particularidad de constituir un<br />
Centro Colaborativo de la OPS/OMS para la formación<br />
de recursos humanos, y forma parte de la red de Centros<br />
Claude Pepper para la Independencia Funcional de los<br />
Adultos Mayores de Estados Unidos (Claude Pepper Older<br />
PRESENTACIÓN<br />
Americans Independence Centers). Se trata de diez centros<br />
de excelencia dignos de emulación, cuyos objetivos son:<br />
• Promover la innovación y el liderazgo intelectual.<br />
• Estimular la traducción de los hallazgos de la<br />
investigación básica en aplicaciones clínicas.<br />
• Facilitar y desarrollar estrategias para fomentar<br />
investigaciones multidisciplinarias e interdisciplinarias.<br />
• Estimular la incorporación de nuevas tecnologías,<br />
métodos y avances científicos en nuevos diseños de<br />
investigación.<br />
• Asesorar y colaborar con otras instituciones en el<br />
desarrollo de tecnologías, metodologías, análisis y otras<br />
capacidades institucionales.<br />
• Desarrollar recursos humanos y brindar entrenamiento<br />
a los futuros líderes en investigación básica, clínica y<br />
traducción de conocimientos en geriatría y campos<br />
afines.<br />
El Instituto de Investigación <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> de<br />
Canadá forma parte de un conjunto de trece institutos de<br />
investigación en salud de ese país. Tienen una organización<br />
sui géneris de especial interés para nuestros propósitos,<br />
ya que funcionan de manera virtual, lo que les permite<br />
ahorrar recursos y evitar el “síndrome de la macrocefalia”<br />
o centralismo, pues en lugar de ser autoconsumidores de<br />
sus recursos, los distribuyen a lo largo <strong>del</strong> país, estimulando<br />
especialmente la investigación interdisciplinaria. Este<br />
último enfoque resulta estimulante para el Instituto de<br />
Geriatría y la Red Temática <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong><br />
y Desarrollo Social <strong>del</strong> CONACYT, ya que para ser de<br />
alto impacto sus intervenciones tendrán que adquirir<br />
un carácter “catalítico” (expresado biológicamente), de<br />
forma tal que el envejecimiento forme parte de la agenda<br />
científica, médica, social y política de todas las entidades<br />
federativas.<br />
Otra característica de estos institutos es su vinculación<br />
con la industria, expresada en su visión <strong>del</strong> futuro: “Canadá<br />
se convertirá en un líder mundial en la traducción de la<br />
investigación en beneficios para la salud y la prosperidad<br />
económica de todos los canadienses”.<br />
Las mesas de expertos sirvieron para reunir por vez<br />
primera en nuestro país a un nutrido grupo de científicos<br />
y profesionales de múltiples campos con la finalidad de<br />
analizar desde diferentes perspectivas el fenómeno <strong>del</strong><br />
9
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
envejecimiento. La figura 2 ilustra de manera simple las<br />
relaciones estrechas entre los temas tratados. Uno de<br />
los objetivos de estas mesas consistió en identificar los<br />
avances logrados y los conocimientos faltantes en los<br />
campos de la investigación, seleccionados como lo plantea<br />
la Sociedad de Geriatría de la Unión Europea (European<br />
Union Geriatric Society) en su documento Silver Paper<br />
(EUGS, 2009). 1<br />
Las aportaciones de los expertos participantes servirán<br />
de plataforma para la formulación <strong>del</strong> Plan Estratégico de<br />
Investigación <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong> Humano, tarea que<br />
corresponde coordinar al Instituto de Geriatría, así como<br />
insumos para la elaboración <strong>del</strong> llamado Libro Blanco, que<br />
Figura 2. Relaciones de los temas tratados durante el <strong>Encuentro</strong>.<br />
1 EUGS (European Union Geriatric Society), Silver Paper. Consultado el 18 de<br />
noviembre <strong>del</strong> 2010 en: http://www.eugms.org/index.php?pid=195.<br />
10<br />
habrá de guiarnos en la formulación de políticas públicas<br />
para la adecuada atención de los problemas asociados al<br />
envejecimiento de la población de México.<br />
Cabe mencionar que el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> fue el marco<br />
idóneo para la presentación <strong>del</strong> libro <strong>Envejecimiento</strong><br />
humano: Una visión transdisciplinaria, ópera prima <strong>del</strong><br />
Instituto de Geriatría, que comprende un análisis de<br />
este fenómeno de acuerdo con un mo<strong>del</strong>o holístico de<br />
investigación y que busca acrecentar el acervo técnico y<br />
científico para avanzar en el conocimiento y así apoyar las<br />
acciones para la adecuada atención <strong>del</strong> envejecimiento en<br />
México.
SESIÓN PLENARIA<br />
La investigación<br />
multidisciplinaria y la<br />
transferencia <strong>del</strong> conocimiento:<br />
Fortalezas, debilidades y<br />
obstáculos<br />
Coordinadora:<br />
Carmen García Peña,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Relator:<br />
Rubén Fossion,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Expertos:<br />
Luis Durán Arenas,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Jesús Favela Vara,<br />
Centro de Investigación y Educación<br />
Superior de Ensenada, Baja California<br />
Clara Garza Hume,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Mario Ulises Pérez Zepeda,<br />
Instituto de Geriatría
INTRODUCCIÓN<br />
El crecimiento sin precedente de los saberes en<br />
nuestra época vuelve legítima la cuestión de la<br />
adaptación de las mentalidades a esos saberes. Hoy, como<br />
nunca, el cúmulo progresivo de producción científica y<br />
subespecialidades representa, sin duda, uno de los más<br />
grandes desafíos para las sociedades. Sólo en salud, más<br />
de 5 mil revistas científicas son publicadas mensualmente<br />
y entre 10 y 15% <strong>del</strong> material que aparece impreso<br />
mantendrá un valor científico alto (Greenhalgh, 2001).<br />
Además, los problemas científicos actuales requieren<br />
capacidades cada vez más profundas cuya respuesta<br />
obliga a la suma de esfuerzos de los especialistas. Pero la<br />
incorporación de diversos especialistas no garantiza que los<br />
problemas sean abordados de la mejor manera posible ya<br />
que, ¿cómo puede un teorizante en física de las partículas<br />
trabajar con un neurofisiólogo; un matemático con un<br />
poeta, un biólogo con un economista, un político con un<br />
especialista en informática, más allá de las generalidades<br />
más o menos banales? ¿Puede existir una comprensión de<br />
distintos marcos de referencia en la era de la fragmentación<br />
<strong>del</strong> conocimiento y la especialización? ¿Cómo enfrentar<br />
este reto?<br />
La búsqueda de acercamientos más plurales dio lugar a<br />
distintas formas de abordar al objeto de estudio, una de ellas<br />
es la multidisciplina, que básicamente aglomera distintas<br />
disciplinas de estudio; sin embargo, dado que no existen<br />
objetivos, métodos de estudio y un lenguaje común, no se<br />
logra la cohesión y, en lugar de generar un conocimiento<br />
integrado, suscita nociones particionadas.<br />
Un siguiente nivel es el de la interdisciplina, que no consiste<br />
en un simple cruzamiento de ciencias y disciplinas, sino<br />
en compartir un objeto de estudio, lenguaje, finalidades,<br />
métodos y procedimientos para analizar de mejor<br />
manera un mismo fenómeno en sus multidimensionales<br />
significados.<br />
Finalmente, el nivel superior sería el integrado por la<br />
transdisciplina, donde además de compartirse objeto de<br />
estudio, lenguaje, finalidades, métodos y procedimientos,<br />
todas las disciplinas involucradas conciben a estos<br />
elementos como propios y así los asimilan.<br />
La importancia de operar <strong>sobre</strong> la transdisciplina al<br />
estudiar el envejecimiento se hace cada vez más evidente.<br />
12<br />
El estudio <strong>del</strong> fenómeno lleva a pensar en aspectos<br />
sociales, económicos, políticos, poblacionales, médicos,<br />
psicológicos, religiosos, legales, etc., que conforman con<br />
sus interrelaciones diferentes aspectos <strong>del</strong> envejecimiento<br />
y que deben ser tomados en cuenta al momento de abordar<br />
las problemáticas convergentes.<br />
¿Por qué deberíamos intentar trabajar en la transdisciplina?<br />
Entre otras razones, porque podríamos resolver preguntas<br />
complejas con una perspectiva más amplia, aprender<br />
a relacionarnos y entender lenguajes distintos entre<br />
disciplinas o entre profesiones, resolver problemas que<br />
rebasan a una sola disciplina y lograr un conocimiento más<br />
complejo y profundo. En otras palabras, si los problemas<br />
que enfrentan los adultos mayores son definidos por<br />
múltiples causas, que requieren de abordajes múltiples;<br />
necesariamente deben ser investigados con una perspectiva<br />
que integre múltiples enfoques.<br />
Todos estos elementos dieron lugar a la propuesta para<br />
integrar el panel cuya discusión se presenta a continuación.<br />
RESEÑA DE LA DISCUSIÓN<br />
El envejecimiento es el objeto de estudio de muchas<br />
disciplinas diferentes, cada una de las cuales tiene su propio<br />
enfoque. Así, por ejemplo, se pueden estudiar los orígenes<br />
moleculares <strong>del</strong> envejecimiento, la epidemiología que afecta<br />
a las personas mayores, los problemas socioeconómicos<br />
derivados de un proceso de envejecimiento poblacional<br />
acelerado, y se pueden buscar aplicaciones tecnológicas<br />
para hacer la vida más fácil para los adultos mayores<br />
(Gutiérrez Robledo y Gutiérrez Ávila, 2010). Dado que<br />
todos estos aspectos están interconectados, tiene que<br />
haber una transferencia y traducción de información de<br />
una disciplina a otra, para generar un marco más amplio y<br />
general, dentro <strong>del</strong> cual se estudie el problema. La primera<br />
sesión plenaria <strong>del</strong> congreso fue dedicada a identificar las<br />
oportunidades y los retos involucrados en la investigación<br />
transdisciplinaria y en la transferencia <strong>del</strong> conocimiento.<br />
La introducción al tema inició con la conocida parábola de<br />
seis ciegos que encuentran en el camino a un elefante y,<br />
tras examinar cada uno por su parte una parte distinta <strong>del</strong><br />
cuerpo <strong>del</strong> animal, tienen una percepción particular de lo<br />
que tienen ante sí, muy distinta a la de los demás. Al primero<br />
le toca examinar la trompa y está convencido de que es una<br />
serpiente. El segundo ciego investiga una oreja y concluye
que se trata de una hoja marchita. El tercer ciego intenta<br />
abrazar una pierna <strong>del</strong> elefante y cree tener entre sus manos<br />
un árbol. En cada caso, un ciego investiga sólo una parte <strong>del</strong><br />
elefante y, por lo tanto, sólo puede llegar a una conclusión<br />
parcial. El ejemplo resulta muy útil para entender cómo,<br />
a menudo, se fracciona el conocimiento. Es decir, cuando<br />
se trata de problemas complejos, disciplinas especializadas<br />
pueden perder de vista la globalidad <strong>del</strong> problema. El caso<br />
contrario puede darse también cuando uno solo intenta<br />
abarcar el todo, sacrificando la profundidad <strong>del</strong> estudio<br />
y, al final, quizá ahogándose en la complejidad <strong>del</strong> tema.<br />
Una alternativa es reunir a un grupo de especialistas, cada<br />
uno experto en su propia disciplina, con la capacidad de<br />
colaborar y de aprender de los otros, aplicando el principio<br />
planteado por Henry Ford (1863-1947): “Juntarse es un<br />
inicio. Continuar juntos es un avance. Trabajar juntos es<br />
un éxito.”<br />
Se puede trabajar en conjunto en diferentes niveles. De<br />
aquí nacen los diversos conceptos de yuxtadisciplina,<br />
multidisciplina, interdisciplina y transdisciplina. Una<br />
disciplina se caracteriza por contar con un objeto de<br />
estudio, intenciones y procedimientos bien definidos.<br />
En la yuxtadisciplina varias disciplinas se ocupan<br />
<strong>del</strong> mismo problema, pero cada una tiene su propio<br />
objeto de estudio y también sus propias intenciones y<br />
procedimientos independientes. En la multidisciplina<br />
las diferentes disciplinas ya comparten el mismo objeto<br />
de estudio, aunque todavía difieren en sus intenciones y<br />
procedimientos. En la interdisciplina se comparten también<br />
las intenciones y los procedimientos, pero cada especialista<br />
habla todavía con los tecnicismos propios de su área, que<br />
a veces son incomprensibles para los otros. Finalmente,<br />
en la transdisciplina, los expertos comparten el objeto<br />
de estudio, las intenciones y los procedimientos de las<br />
diferentes disciplinas, haciéndolos propios (Aboelela et al.,<br />
2007).<br />
La sesión plenaria abrió con una pregunta: ¿Será posible<br />
hablar de investigaciones transdisciplinarias en el campo de<br />
estudio <strong>del</strong> envejecimiento humano?<br />
Es importante notar que la transdisciplina no va a<br />
sustituir a las diferentes disciplinas; por el contrario, la<br />
transdisciplina se nutre de todo lo que hay y sirve para<br />
cambiar la perspectiva, para llegar a otro paradigma de la<br />
investigación. Un ejemplo es cómo nuevos conceptos de<br />
las ciencias exactas como los fractales y el caos se han<br />
LA INVESTIGACIÓN MULTIDISCIPLINARIA Y LA TRANSFERENCIA DEL CONOCIMIENTO<br />
aplicado exitosamente a la fisiología permitiendo describir<br />
y cuantificar matemáticamente no solamente la estructura<br />
de órganos con muchos niveles de complejidad (como el<br />
sistema de bronquios y bronquiolos en los pulmones y la<br />
red de arterias, venas y capilares) (Goldberger, Rigney y<br />
West, 1990), sino también la evolución de los ritmos que<br />
tienen muchos órganos (por ejemplo, el ritmo cardíaco<br />
o las ondas cerebrales) (Goldberger, 1996). Un campo<br />
que por su naturaleza tiene una tradición transdisciplinaria<br />
es el de la Ciencia de la Computación, que ha adoptado<br />
metodologías de investigación de áreas tan diversas<br />
como las Matemáticas y la Antropología, pero que a la<br />
vez desarrolla herramientas que son aplicadas a una gran<br />
variedad de disciplinas, dando lugar a nuevos campos de<br />
estudio como la Bioinformática.<br />
Mientras que a un profesionista le preocupa no encontrar<br />
respuesta a un problema que enfrenta, lo que más teme<br />
el investigador es quedarse sin más preguntas. Una de<br />
las propiedades más valoradas de la transdisciplina es<br />
que resulta ser muy inspiradora y fundamentalmente<br />
innovadora.<br />
Por otro lado, uno de los problemas inherentes a ella es<br />
que cada disciplina participante aplica sus propios métodos<br />
y habla su propia lengua, misma que a veces resulta ser<br />
incomprensible para los integrantes de otras disciplinas.<br />
Sin embargo, se puede argumentar que sólo existe un<br />
método científico, que es el proceso universal que lleva<br />
de la pregunta inicial, a la hipótesis y luego –si todo sale<br />
bien– a la demostración final. Las diferentes disciplinas<br />
pueden resolver pequeñas partes <strong>del</strong> rompecabezas global.<br />
El obstáculo mayor para la solución global <strong>del</strong> problema<br />
es la comunicación entre las diferentes disciplinas y la<br />
transferencia de los conocimientos parciales obtenidos.<br />
En realidad, no se trata de una mera transferencia de<br />
conocimiento entre las diferentes disciplinas, sino de una<br />
traducción de conocimiento. Entonces... ¿cómo optimizar<br />
la comunicación entre las diferentes disciplinas? Una<br />
opción sugerida fue el comenzar con los estudiantes, a<br />
quienes se les pueden ofrecer carreras con una flexibilidad<br />
que les permita tomar cursos de diferentes disciplinas,<br />
para estimular el pensamiento transdisciplinario como un<br />
nuevo paradigma para el joven investigador. Por ejemplo, la<br />
Maestría en Física-Médica de la UNAM (Brandan, 2010),<br />
fundada hace apenas 13 años, enseña a físicos jóvenes a<br />
aplicar su conocimiento de las ciencias exactas al campo<br />
humano de la Medicina. Por otro lado, hay programas,<br />
13
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
proyectos o eventos específicos donde especialistas de<br />
diferentes disciplinas se pueden encontrar para compartir<br />
e integrar sus experiencias. Un ejemplo es el nuevo Centro<br />
de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, inaugurado<br />
en 2008. Este es el primer centro para estudios donde<br />
se integran diversas disciplinas para enfrentar problemas<br />
científicos de manera interdisciplinaria en América Latina<br />
(Frank, 2010), ya que ofrece una infraestructura para que<br />
investigadores de diferentes disciplinas puedan entrar en<br />
diálogo <strong>sobre</strong> temas multicausales. Otro ejemplo es este<br />
primer <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong><br />
organizado por el Instituto de Geriatría, donde se discuten<br />
los diferentes aspectos <strong>del</strong> envejecimiento humano. Es<br />
importante notar que la intención no es “soportar” pláticas<br />
de diferentes disciplinas en tales foros transdisciplinarios o<br />
sentirse “comprometido” de seguirlas todas. Más bien, se<br />
trata de fomentar el interés <strong>sobre</strong> diferentes temas y lograr<br />
una mayor participación, independientemente <strong>del</strong> área a la<br />
que uno pertenezca.<br />
Ahora, la transdisciplinariedad puede servir como incubadora<br />
para generar nuevas clases de preguntas, pero ¿cómo<br />
deben los jóvenes investigadores –como los <strong>del</strong> Instituto<br />
de Geriatría– decidir cuáles atacar? No hay tiempo ni dinero<br />
para ocuparse de todo. Es necesaria la figura de un buen<br />
líder dentro <strong>del</strong> grupo, que tenga un marco de referencia<br />
transdisciplinario y que –más que una figura autoritaria–<br />
vincule y dé dirección a las diferentes áreas. El suyo es<br />
un papel muy diferente al de un investigador académico<br />
tradicional, que se dedica a sus propias publicaciones y<br />
proyectos. El líder de un grupo transdisciplinario tiene<br />
que ser un diplomático, para mediar luchas de ego cuando<br />
surjan diferencias en torno a cómo elegir al primer autor de<br />
un artículo al cual han hecho contribuciones integrantes de<br />
diferentes disciplinas. El líder tiene que negociar y decidir<br />
sabiamente respecto a la difícil tarea de asignar fondos<br />
a una institución/disciplina o a otra en el marco de una<br />
colaboración o un proyecto transdisciplinario. Más allá<br />
de un liderazgo innovador, es indispensable que un buen<br />
grupo de trabajo posea una formación académica sólida en<br />
su disciplina, pero con apertura para trabajar en equipo y<br />
aceptar otras ideas. Las universidades y las instituciones<br />
públicas de investigación se deben a la sociedad y tienen,<br />
por tanto, la responsabilidad de ocuparse de los problemas<br />
más urgentes de ésta, pero la definición de las prioridades de<br />
investigación es un tema complejo que debe ser abordado<br />
por todas las partes.<br />
14<br />
Como se ha comentado antes, una investigación<br />
transdisciplinaria exitosa implica la transferencia y<br />
traducción de conocimiento entre diferentes disciplinas.<br />
Pero para dar el paso de la investigación a la acción,<br />
se necesita una comunicación eficiente. Lo anterior es<br />
particularmente relevante en el mundo médico, donde los<br />
resultados científicos no siempre o no inmediatamente se<br />
traducen en un mejor servicio para la población. Esta fue<br />
también la conclusión a la cual el verano pasado llegó un<br />
panel internacional de eminentes expertos en estudios <strong>del</strong><br />
envejecimiento (Rae et al., 2010). Una vez que se obtenga<br />
el conocimiento suficiente y la integración de las distintas<br />
disciplinas, el siguiente paso es la aplicación de este<br />
conocimiento en la atención a los ancianos, ya sea a través<br />
de intervenciones terapéuticas, métodos de diagnóstico o<br />
actividades de prevención. El panel insistió en la necesidad<br />
de invertir en un plan global de acción para evitar una crisis<br />
mundial inminente en el campo <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
Ante este panorama, también se hace necesario un<br />
puente entre el mundo científico y el mundo político. Los<br />
diseñadores de políticas públicas deberían comunicar sus<br />
prioridades y las de la sociedad a la comunidad científica y<br />
ésta a su vez, con su experiencia y su propia perspectiva,<br />
podría también asesorar para que las decisiones tomadas<br />
estén científicamente fundamentadas. Afortunadamente,<br />
existen diferentes organizaciones gubernamentales que<br />
han comenzado a financiar investigaciones y proyectos<br />
científicos transdisciplinarios, como el Consejo <strong>Nacional</strong><br />
para la Ciencia y Tecnología (CONACyT) en México. Por<br />
otro lado, dichos organismos no siempre consiguen el<br />
propósito de orientar a la comunidad científica en cuanto<br />
a las necesidades de la sociedad. La lista de prioridades de<br />
CONACyT cuenta con más de 60 temas diferentes, lo que<br />
probablemente contribuye a dispersar al mundo científico<br />
más que a orientarlo hacia una convergencia en los<br />
problemas más importantes de la sociedad. Deben también<br />
analizarse con cuidado los financiamientos provenientes<br />
<strong>del</strong> sector empresarial (con fines lucrativos), al cual le<br />
interesa impulsar la investigación en cierta dirección,<br />
provechosa para sí mismo y no necesariamente para el bien<br />
común, tal como ha sucedido en múltiples ocasiones con<br />
el llamado “doble estándar”. El mundo científico tiene que<br />
mantenerse estrictamente apegado a sus métodos y a sus<br />
ideales.
CONCLUSIONES<br />
1. Todavía hay mucho trabajo por hacer y aún existe<br />
un largo camino por recorrer. El mensaje a cada<br />
investigador en lo individual es que deje su burbuja<br />
especializada y unidisciplinaria y que se interese<br />
también en los temas de otros campos.<br />
2. Es necesario que las instancias evaluadoras flexibilicen<br />
sus tiempos de evaluación. Se tiene que tomar<br />
en cuenta también el mediano y largo plazo. La<br />
transdisciplina puede traer resultados más completos,<br />
pero también puede tardar más.<br />
3. Se hace cada día más necesario integrar la visión<br />
transdisciplinaria en la investigación científica, ya que<br />
la multicausalidad de los fenómenos nos da cuenta<br />
<strong>del</strong> alcance limitado de la investigación cuando se<br />
hace desde un solo punto de vista, es decir, desde los<br />
métodos, teorías y esquemas de una sola disciplina,<br />
que al fin termina por ser un conocimiento fraccionado.<br />
ACCIONES<br />
1. Organizar un curso <strong>sobre</strong> metodologías de<br />
investigación en envejecimiento, orientado a<br />
estudiantes de posgrado en el país.<br />
2. Desarrollar una maestría con una orientación<br />
transdisciplinaria para el estudio de los problemas de<br />
los adultos mayores.<br />
3. Fomentar por medio de la Red Temática de<br />
<strong>Envejecimiento</strong> <strong>del</strong> CONACyT proyectos de largo<br />
alcance que involucren a grupos de diversas disciplinas<br />
y que no estén restringidos por periodos de evaluación<br />
de corto plazo.<br />
4. Identificar los temas susceptibles de ser abordados<br />
desde las diferentes perspectivas: multidisciplinaria,<br />
transdisciplinaria, interdisciplinaria o yuxtadisciplinaria.<br />
5. Fomentar entre los estudiantes y potenciales<br />
investigadores las perspectivas amplias <strong>del</strong><br />
conocimiento y señalar las limitaciones de una visión<br />
fragmentada y monotemática.<br />
6. Aprovechar las nuevas tecnologías tanto para<br />
facilitar el paso de la multidisciplina, interdisciplina<br />
y transdisciplina –a través de internet y dispositivos<br />
móviles que hagan más accesible la información<br />
para el estudiante y el profesional de cualquier<br />
LA INVESTIGACIÓN MULTIDISCIPLINARIA Y LA TRANSFERENCIA DEL CONOCIMIENTO<br />
disciplina–, como para el bienestar de las personas<br />
mayores, dándoles mayor comunicación, acceso al<br />
conocimiento, posibilidad de indicar sus necesidades,<br />
de plasmar su sabiduría y experiencia, todo lo cual al<br />
final desemboque en un impulso para el aprendizaje<br />
cada vez más socializado.<br />
REFERENCIAS<br />
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Formicola, A., Glied, S.A., Haas, J., Gebbie, K., (2007).<br />
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1310, pp. 48-51, Eds. M.-E. Brandan, F. Herrera-<br />
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Gutiérrez Robledo, L.M., Gutiérrez Ávila, J.H. (2010).<br />
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enfoque holístico. En: <strong>Envejecimiento</strong> humano: una<br />
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Hoeflich, F.A. (2010). Centro de Ciencias de la<br />
Complejidad C3. En busca de la transdisciplina.<br />
Revista Digital Universitaria, 11 (6).<br />
Rae, M.J., Butler, R.N., Campisi, J., de Grey, A., Finch, C.E.,<br />
Gough, M., Martin, G.M., Vijg, J., Perrott, K., Logan,<br />
B. (2010). The demographic and biomedical case for<br />
late-life interventions in aging. Science Translational<br />
Medicine, 2 (40), pp. 1-6.<br />
15
SESIÓN PLENARIA<br />
Tecnologías habilitadoras y<br />
áreas de oportunidad<br />
Coordinador:<br />
Jesús Favela Vara<br />
Centro de Investigación Científica<br />
y de Educación Superior de Ensenada,<br />
Baja California<br />
Relatora:<br />
María de Lourdes Ávila Alva<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
Verónica Medina Bañuelos,<br />
Universidad Autónoma Metropolitana,<br />
Iztapalapa<br />
Alberto Leopoldo Morán y Solares<br />
Universidad Autónoma de Baja California<br />
Luis Pineda Cortés<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma<br />
de México<br />
Luis Enrique Sucar Succar<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica,<br />
Óptica y Electrónica
INTRODUCCIÓN<br />
El envejecimiento de la población representa uno de los<br />
principales retos sociales y económicos que enfrenta<br />
la sociedad moderna. Avances recientes en tecnologías de<br />
información y comunicación (TIC) ofrecen la oportunidad<br />
de ayudar a enfrentar algunos de estos retos con acciones<br />
como: ayudar a adultos mayores con habilidades físicas y<br />
mentales disminuidas a mantener una vida independiente;<br />
monitorear la salud de adultos mayores y disminuir los<br />
riesgos que enfrentan; y fortalecer la comunicación con<br />
familiares y amigos.<br />
Los retos de la sociedad por el envejecimiento de la<br />
población no son un problema exclusivo de México, pero<br />
las condiciones de este fenómeno en nuestro país (altos<br />
niveles de migración, desigualdad social, inseguridad)<br />
demandan soluciones que van más allá de una simple<br />
adaptación de la tecnología desarrollada en otros lugares.<br />
Este documento recoge una muestra <strong>del</strong> trabajo que se<br />
realiza en cuatro grupos de investigación mexicanos, donde<br />
se desarrollan y evalúan tecnologías que pueden tener un<br />
impacto positivo en el bienestar de los adultos mayores y<br />
sus familias.<br />
En la sección 1 se presenta una breve introducción a la<br />
Inteligencia Ambiental y a sus aplicaciones en la asistencia<br />
a adultos mayores y sus cuidadores. Se ejemplifica su<br />
aplicación con la presentación de un sistema desarrollado<br />
en la Universidad Autónoma de Baja California que<br />
facilita la estimulación cognitiva de adultos mayores que<br />
interactúan con objetos físicos que son reconocidos por el<br />
sistema y que ofrecen retroalimentación al usuario cuando<br />
se detectan errores. El sistema también permite jugar con<br />
un familiar remoto.<br />
Muchos adultos mayores no tienen experiencia en el uso<br />
de computadoras, con frecuencia son reacios a utilizar<br />
nuevas tecnologías, o bien, pueden estar impedidos a<br />
hacerlo por limitaciones físicas o cognitivas. En la sección<br />
2 se presenta el trabajo desarrollado en el Instituto de<br />
Investigaciones Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de<br />
la UNAM, orientado a facilitar la interacción con servicios<br />
de cómputo por medio <strong>del</strong> habla y el reconocimiento de<br />
gestos. Este tipo de tecnología ofrece la oportunidad de<br />
dotar al usuario con medios más naturales de interacción.<br />
18<br />
Uno de los avances más prometedores para interactuar<br />
de forma natural con servicios computacionales son<br />
las interfaces cerebro-computadora. En la sección 3<br />
se describe el trabajo que se realiza en la Universidad<br />
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa en este campo y<br />
sus posibles aplicaciones en la asistencia de personas con<br />
discapacidades, incluyendo adultos mayores.<br />
Un reto <strong>del</strong> desarrollo de la Gerontología en México es<br />
desarrollar soluciones al alcance <strong>del</strong> ciudadano. La sección<br />
4 presenta una herramienta de asistencia a la rehabilitación<br />
física desarrollada en el Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica,<br />
Óptica y Electrónica, basado en un sistema de visión por<br />
computadora de bajo costo.<br />
1. TECNOLOGÍAS DE AMBIENTES<br />
INTELIGENTES PARA ASISTENCIA DURANTE EL<br />
ENVEJECIMIENTO<br />
Actualmente vivimos rodeados de tecnología; dispositivos<br />
como la televisión, el teléfono celular y la computadora<br />
en sus diferentes formas están presentes desde que nos<br />
levantamos en la mañana, hasta que nos acostamos por<br />
las noches, e incluso nos acompañan a lo largo <strong>del</strong> día. Esta<br />
proliferación de dispositivos que incorporan capacidades<br />
de cómputo y comunicación ha dado lugar al nuevo<br />
paradigma de Inteligencia Ambiental o AmI (por las siglas<br />
en inglés de Ambient Intelligence). En un mundo con<br />
AmI, las personas están rodeadas por interfaces intuitivas<br />
que están empotradas en todo tipo de objetos, los cuales<br />
proporcionan servicios capaces de reconocer y responder<br />
a la presencia y necesidades de los individuos de manera<br />
transparente y no intrusiva.<br />
Este paradigma puede ser de gran utilidad como apoyo<br />
al adulto mayor, ya que puede aplicarse en la provisión<br />
automatizada de servicios de monitorización y asistencia,<br />
incluyendo la monitorización de su estado físico, el cuidado<br />
preventivo de su salud, la gestión de sus enfermedades, la<br />
asistencia médica cada hora de los 365 días <strong>del</strong> año, así<br />
como el apoyo al bienestar y la vida independiente <strong>del</strong><br />
adulto mayor en el hogar, y el cuidado <strong>del</strong> adulto mayor con<br />
deterioro físico y/o cognitivo en hospitales y residencias<br />
geriátricas, por mencionar algunos.<br />
Las tres principales características de los ambientes que<br />
se construyen para proveer servicios bajo el paradigma de
AmI, también conocidos como Ambientes Inteligentes,<br />
son:<br />
• Ubicuidad de los servicios: los servicios se encuentran<br />
disponibles en todo momento y todo lugar dentro <strong>del</strong><br />
ambiente mismo.<br />
• Conciencia de contexto: los servicios se adaptan al<br />
contexto <strong>del</strong> usuario de manera automática.<br />
• Interfaces alternativas: los servicios se proporcionan a<br />
través <strong>del</strong> ambiente mismo y de los objetos presentes<br />
en él.<br />
La figura 1 presenta de manera esquemática algunos<br />
elementos de interfaz de usuario y servicios básicos<br />
utilizados para implementar un ambiente inteligente.<br />
Los elementos de interfaz de usuario comprenden<br />
aquellos dispositivos que se utilizan ya sea para adquirir<br />
la información <strong>del</strong> contexto (e.g., sensores de proximidad,<br />
movimiento, aceleración, etc.), para desplegar los<br />
resultados <strong>del</strong> procesamiento de dicha información (e.g.,<br />
pantallas ambientales) o para facilitar el acceso a servicios<br />
adicionales que se brindan con base en las necesidades<br />
identificadas (e.g., despliegues y actuadores). Los servicios<br />
comprenden aquellos que se utilizan para adquirir variables<br />
contextuales primarias (e.g. presencia, lugar, tiempo, etc.),<br />
para la inferencia <strong>del</strong> contexto secundario (e.g. con base<br />
en tiempo, lugar y artefactos utilizados se podría inferir<br />
el tipo de actividad que se realiza) y para la presentación<br />
y adaptación de los servicios con base en el contexto<br />
identificado (e.g., si se determina la realización de una<br />
actividad específica, el sistema puede habilitar herramientas<br />
adicionales y configurarlas con los parámetros requeridos<br />
para apoyar dicha actividad).<br />
Figura 1. Elementos tecnológicos básicos de un ambiente<br />
inteligente.<br />
TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />
Con el fin de ilustrar el desarrollo de tecnologías de AmI<br />
para asistencia durante el envejecimiento, a continuación<br />
se presenta un sistema de estimulación cognitiva para<br />
adultos mayores, el cual está siendo desarrollado por el<br />
grupo de investigación en Tecnologías para Ambientes<br />
Inteligentes de la UABC (Morán y Meza-Kubo, 2009). La<br />
estimulación cognitiva es un tipo de “gimnasia cerebral”<br />
que trabaja con las habilidades cognitivas remanentes <strong>del</strong><br />
adulto mayor, tratando de retardar el avance <strong>del</strong> deterioro<br />
cognitivo (Tárraga et al., 2006).<br />
Figura 2. Adulto mayor y familiar utilizando el sistema durante<br />
una sesión de estimulación cognitiva.<br />
El propósito <strong>del</strong> sistema es proporcionar una herramienta<br />
para facilitar al adulto mayor la realización de actividades<br />
de estimulación cognitiva, la cual debe ser útil, fácil de<br />
utilizar, y cuyo uso resulte en una experiencia placentera.<br />
El sistema se divide en dos componentes principales: un<br />
cliente tangible para que el adulto mayor realice la actividad<br />
(fig. 2A) <strong>sobre</strong> una mesa multitáctil construida ex profeso,<br />
y un par de clientes (comunicación y colaboración; figs. 2B<br />
y 2C) para permitir la participación de un familiar remoto.<br />
A nivel de las interfaces, el sistema utiliza interfaces<br />
tangibles y táctiles, así como un canal de voz. Las<br />
interfaces de usuario tangibles emplean objetos físicos<br />
para representar y controlar medios computacionales<br />
(Ullmer e Ishi, 2000). De esta manera se aprovecha la<br />
habilidad espacial y táctil <strong>del</strong> adulto mayor para manipular<br />
directamente las piezas de madera <strong>del</strong> tangrama físico<br />
(fig. 2A), lo cual se refleja en la representación <strong>del</strong><br />
tangrama digital; al mismo tiempo, se lleva un registro<br />
de los movimientos <strong>del</strong> adulto mayor mientras realiza la<br />
actividad. De esta forma, el sistema puede determinar el<br />
nivel de progreso o la presencia de problemas durante la<br />
actividad. El canal de voz es utilizado por el adulto mayor<br />
para comunicarse con un familiar remoto que puede jugar<br />
el papel de asistente proporcionando retroalimentación, el<br />
de oponente al competir en alguna de las actividades, o el<br />
19
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
de interlocutor en una interacción social. Estas interfaces<br />
hacen posible que el adulto mayor no tenga que interactuar<br />
con el ratón o el teclado para poder escoger y realizar su<br />
actividad o para interactuar con su familiar.<br />
A nivel de los servicios, el sistema cuenta con un servicio de<br />
conciencia que registra el nivel de actividad y progreso <strong>del</strong><br />
adulto mayor en la actividad, e incluso puede inferir cuando<br />
se presentan problemas con la misma. También dispone<br />
de un servicio de notificación que mediante el envío de<br />
mensajes mantiene informado al cliente de comunicación<br />
<strong>del</strong> familiar remoto (en el teléfono celular; fig. 2B)<br />
respecto al nivel de progreso o la presencia de problemas<br />
en la actividad. De esta manera, el familiar puede tomar<br />
una decisión informada <strong>sobre</strong> cuándo participar en la<br />
actividad. Si este es el caso, el familiar puede participar en<br />
la actividad a través <strong>del</strong> cliente de colaboración (fig. 2C), el<br />
cual implementa una aplicación colaborativa que permite<br />
ver en tiempo real el estado de armado <strong>del</strong> tangrama, los<br />
movimientos de las piezas que realiza el adulto mayor,<br />
e incluso dar indicaciones utilizando un cursor remoto<br />
(teleapuntador) o el canal de voz. Finalmente, el sistema<br />
proporciona un servicio de consulta asíncrono para que<br />
el especialista pueda revisar y evaluar el desempeño <strong>del</strong><br />
adulto mayor en la actividad, y de esa manera recomendar<br />
un nuevo conjunto de actividades.<br />
Los resultados de una evaluación de uso controlado<br />
proporcionan evidencia de que los usuarios perciben al<br />
sistema como útil y fácil de usar, y que las actividades<br />
implementadas (e.g., el tangrama y juegos de mesa,<br />
como gato y damas españolas) les resultan disfrutables y<br />
los motivan a volverlo a utilizar; además, consideran que<br />
el sistema facilita el uso de tecnología de estimulación<br />
cognitiva a través de las interfaces tangibles y táctiles,<br />
promueve y mantiene el contacto social <strong>del</strong> adulto mayor<br />
con sus amigos y familiares a través de la actividad y<br />
la comunicación alrededor de la misma, y mantiene<br />
involucrados a los participantes a través de actividades que<br />
permiten la colaboración y la competencia.<br />
Con base en este y otros ejemplos de tecnologías para<br />
ambientes inteligentes que se han desarrollado en nuestro<br />
país, se puede establecer que la aplicación de tecnologías<br />
de inteligencia ambiental para la asistencia durante el<br />
envejecimiento en México es factible, ya que la tecnología<br />
existe y se ha probado con éxito para casos específicos<br />
20<br />
y bajo condiciones controladas. Sin embargo, aunque la<br />
evaluación de estas tecnologías proporciona resultados<br />
que son prometedores, es necesario que los desarrollos<br />
alcancen un mayor grado de madurez y robustez, que<br />
permita su utilización real en sitio.<br />
2. INTERACCIÓN CON HABLA Y VISIÓN<br />
COMPUTACIONAL PARA LA ASISTENCIA AL<br />
ENVEJECIMIENTO<br />
Uno de los retos <strong>del</strong> uso de nuevas tecnologías para apoyar<br />
la vida independiente de adultos mayores consiste en<br />
facilitar la interacción de los usuarios –quienes pueden<br />
incluso tener deterioro físico o mental– con los dispositivos<br />
automatizados de asistencia. Es deseable que esta<br />
interacción se lleve a cabo en las formas naturales de la<br />
comunicación humana, principalmente a través <strong>del</strong> lenguaje<br />
hablado, incluyendo los gestos corporales, y la visión<br />
computacional. Los sistemas computacionales para la<br />
asistencia podrán ser fijos o móviles, según las necesidades<br />
específicas de la interacción. En este contexto, el desarrollo<br />
de tecnología computacional para sostener diálogos en<br />
lenguaje hablado, coordinados con otras modalidades como<br />
la visión computacional y el movimiento, es sumamente<br />
importante para la creación de dispositivos de asistencia<br />
automatizados.<br />
La creación de sistemas interactivos multimodales<br />
inteligentes requiere de la integración de varias<br />
tecnologías computacionales y de comunicaciones, en<br />
particular de sistemas de reconocimiento <strong>del</strong> habla y<br />
de visión computacional, así como de reconocimiento<br />
para la codificación de señales en otras modalidades<br />
sensoriales. Adicionalmente, las imágenes reconocidas<br />
por estos sistemas requieren ser interpretadas de manera<br />
coordinada en relación a un contexto, es decir, a una<br />
situación espacial y temporal, en la que interactúan un<br />
ser humano y un sistema computacional, en un dominio<br />
conversacional (e.g., proveer un servicio de asistencia<br />
específico, jugar con el anciano, etc.), en el que hay un<br />
conjunto de objetivos informacionales y un conjunto de<br />
procedimientos para conseguirlos, en relación a la memoria<br />
de la propia interacción (i.e., el discurso conversacional) y<br />
también en relación a la memoria episódica y semántica<br />
(Tulving, 1972). De manera más general, el proceso<br />
de interpretación consiste en asignar un significado<br />
a la información reconocida y corresponde a lo que
conocemos intuitivamente como percepción. Los sistemas<br />
computacionales deben, además, producir las acciones<br />
lingüísticas o motoras necesarias para responder a las<br />
intenciones expresadas por los seres humanos, es decir,<br />
deben de actuar, y de esta manera proveer los servicios<br />
de asistencia de los que hemos venido hablando. Todo<br />
este proceso es sumamente complejo y su solución<br />
requiere, a su vez, de la solución de varios problemas de<br />
diferentes disciplinas científicas y tecnológicas, planteados<br />
a diferentes niveles de abstracción y en diferentes marcos<br />
conceptuales. Sin embargo, podemos señalar dos aspectos<br />
centrales para hacer posible esta integración; el primero es<br />
definir la estructura de la tarea asistencial; esta estructura<br />
puede conceptualizarse en términos de las intenciones<br />
genéricas que el anciano puede expresar potencialmente<br />
en el contexto de la interacción, el conjunto de acciones<br />
genéricas que el sistema debe poder realizar para satisfacer<br />
dichas intenciones y los protocolos genéricos que<br />
relacionan intenciones y acciones que se pueden expresar<br />
y realizar a lo largo de la prestación <strong>del</strong> servicio asistencial.<br />
Cada sistema asistencial tiene una estructura específica,<br />
la cual se puede definir a partir <strong>del</strong> análisis. El segundo<br />
aspecto se refiere al diseño y programación de diversos<br />
algoritmos de reconocimiento, interpretación y generación<br />
de conductas (i.e., lingüística, motora, etc.), de alto grado<br />
de especialización, pero utilizables potencialmente en<br />
diversas aplicaciones. Adicionalmente, se requiere de una<br />
metodología y una plataforma tecnológica que integre<br />
ambos aspectos de manera simple y coherente y que haga<br />
factible el desarrollo de sistemas asistenciales con tiempos<br />
y costos aceptables.<br />
Las tecnologías de interacción con lenguaje hablado y<br />
visión computacional en plataformas fijas y robots móviles<br />
para diversas aplicaciones, y en particular para el campo<br />
de la salud, son objeto de un esfuerzo de investigación y<br />
desarrollo muy amplio en el mundo desarrollado, y poco<br />
a poco iremos viendo su introducción en los entornos<br />
tanto públicos como privados. La importancia de estas<br />
tecnologías se verá en su maduración y penetración<br />
paulatina, más que en un salto cuantitativo. En el entorno<br />
nacional contamos con un reducido número de grupos de<br />
investigación localizados en instituciones académicas. En<br />
particular, en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas<br />
Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM se viene<br />
desarrollando desde hace más de 12 años el proyecto<br />
Diálogos Inteligentes Multimodales en Español (DIME),<br />
TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />
en el que se enclava el proyecto Golem. El proyecto DIME<br />
se ha enfocado en el desarrollo de una metodología para<br />
la especificación e interpretación de estructuras de tarea<br />
para aplicaciones genéricas (i.e., mo<strong>del</strong>os de diálogos<br />
multimodales), así como su ambiente de programación<br />
declarativo (Pineda et al., 2010). El proyecto contempla<br />
asimismo el desarrollo de tecnología para el reconocimiento<br />
e interpretación <strong>del</strong> habla, el reconocimiento de gestos<br />
como apuntar por medio de visión computacional, así<br />
como una arquitectura cognitiva para la integración de las<br />
aplicaciones (ídem). Asimismo, a lo largo de estos años<br />
se ha llevado a cabo una extensa labor de creación de<br />
corpus lingüísticos y herramientas computacionales para<br />
la interpretación <strong>del</strong> español hablado en sus diferentes<br />
niveles de interpretación y, de manera muy particular, en<br />
el nivel fonético y léxico (Pineda et al., 2009). El proyecto<br />
se ha concentrado también en el desarrollo de aplicaciones<br />
como el sistema “Adivina la carta: Golem en Universum”,<br />
que se exhibe en un módulo permanente de dicho museo<br />
de ciencias de la UNAM, en el que los usuarios sostienen<br />
un diálogo en español hablado en coordinación con<br />
interpretaciones visuales <strong>del</strong> sistema (Meza et al., 2010),<br />
como se muestra en la figura 3.<br />
Figura 3. Sistema “Adivina la carta: Golem en Universum”.<br />
En el caso de robots móviles, se desarrolló el robot Golem<br />
y recientemente inició el desarrollo <strong>del</strong> robot Golem-2, que<br />
es capaz de guiar una sesión de carteles en español hablado<br />
al identificar los carteles de manera visual e interpretar<br />
gestos de apuntar realizados por el visitante en el curso de<br />
la interacción (Avilés et al., 2010), como se muestra en la<br />
figura 4.<br />
21
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Figura 4. Robot Golem-2 guiando una sesión de carteles.<br />
Finalmente, aunque estas aplicaciones no están dirigidas<br />
hacia la atención a adultos mayores, ilustran lo que se<br />
puede lograr con la tecnología; para la creación de dichas<br />
aplicaciones es necesario definir la estructura de la tarea,<br />
proveer el conocimiento específico para la aplicación y<br />
adecuar los algoritmos de reconocimiento e interpretación.<br />
3. INTERFACES CEREBRO-COMPUTADORA<br />
Múltiples enfermedades provocan un deterioro en las vías<br />
de comunicación normales <strong>del</strong> cerebro, tales como vías<br />
nerviosas periféricas y músculos. Entre estas patologías,<br />
algunas de ellas relacionadas con el envejecimiento, se<br />
puede mencionar el síndrome de enclaustramiento, la<br />
esclerosis lateral amiotrófica, los accidentes vasculares<br />
cerebrales o la sección medular. Con el objetivo de mejorar,<br />
en la medida de lo posible, la calidad de vida de personas<br />
con capacidades reducidas para interactuar con su entorno,<br />
se han desarrollado los dispositivos conocidos como<br />
Interfaces Cerebro-Computadora (ICC), que pretenden<br />
establecer vías de comunicación, de control ambiental y de<br />
manipulación robótica mediante interfaces controladas con<br />
señales electroencefalográficas (Vidal, 1973).<br />
Entre los diferentes tipos de ICC se pueden considerar<br />
dos grandes clasificaciones: las invasivas, que funcionan<br />
con electrodos intracraneales y actúan a base de<br />
señales directamente registradas <strong>sobre</strong> la corteza<br />
(electrocorticografía), y las no invasivas, en donde se<br />
colocan electrodos de superficie, para detectar diversos<br />
tipos de paradigmas de estimulación (Farwell y Donchin,<br />
1988), tales como potenciales evocados visuales de estado<br />
estacionario, sincronización y desincronización relacionada<br />
a eventos (ritmos m y b), potenciales relacionados a<br />
eventos (P300), etc.<br />
22<br />
Una ICC consta de varios módulos, como puede observarse<br />
en la figura 5. Las señales cerebrales son provocadas por<br />
un módulo de estimulación que presenta el paradigma<br />
necesario para separar la intención <strong>del</strong> sujeto dentro<br />
de un conjunto de estímulos visuales o auditivos. Se<br />
adquieren y procesan a través de sistemas de amplificación<br />
y pretratamiento que permite la extracción de aquellas<br />
características necesarias para clasificar las respuestas<br />
útiles <strong>del</strong> sujeto. Una vez separadas las señales y detectado<br />
el estímulo que el sujeto desea comunicar, la interfaz con<br />
la aplicación permite actuar <strong>sobre</strong> los diversos dispositivos,<br />
que pueden ser desde un <strong>del</strong>etreador en una pantalla, una<br />
silla de ruedas o un brazo robótico. El sistema retroalimenta<br />
la decisión al sujeto y repite la maniobra de estimulación,<br />
para continuar con el mecanismo de comunicación<br />
(Wolpaw et al., 2000).<br />
Figura 5. Componentes de una Interfaz Cerebro-Computadora.<br />
Como ejemplo de aplicación, un grupo de investigadores<br />
de Argentina y México diseñó, implementó y evaluó una<br />
plataforma de simulación realista que pudiese soportar<br />
aplicaciones robóticas simuladas en tiempo real, desde el<br />
comando de una ICC basada en potenciales relacionados<br />
a evento, en particular la onda P300. Para las pruebas, se<br />
simuló el comportamiento de una silla de ruedas en un<br />
ambiente virtual (Gentiletti, et al., 2009).<br />
El sistema consta de un módulo de adquisición de 6<br />
canales de EEG y una computadora de presentación<br />
de estímulos, consistentes en una matriz de elementos<br />
icónicos, adaptada para los propósitos <strong>del</strong> control de<br />
navegación, que permite evocar potenciales P300<br />
usando el paradigma de evento raro. Adicionalmente, se<br />
desarrollaron algoritmos de procesamiento de señales<br />
y clasificación mediante un análisis discriminante lineal<br />
por pasos, usando características temporales obtenidas<br />
directamente <strong>del</strong> EEG. Un mo<strong>del</strong>o físicamente realista de
silla de ruedas, con control autónomo y control por usuario,<br />
fue usado como el elemento robótico en el sistema. El<br />
mo<strong>del</strong>o incluye las definiciones de estructura (motores,<br />
chasís, ruedas y su cinética), así como el comportamiento<br />
dinámico (silla real además de las distribuciones de masa de<br />
un humano promedio). Un sistema inteligente provee de<br />
un control semi-automático a partir de valores observados<br />
de 31 sensores infrarrojos y de 24 sensores de contacto<br />
distribuidos en posiciones estratégicas de la silla simulada.<br />
Asimismo, se generó un ambiente virtual para navegar el<br />
mo<strong>del</strong>o simulado.<br />
La figura 6 muestra la instalación final <strong>del</strong> sistema<br />
desarrollado, en donde se observa el módulo de<br />
estimulación (pantalla con las flechas) y el despliegue <strong>del</strong><br />
espacio virtual simulado (pantalla trasera), para fines de<br />
retroalimentación; también se muestran varias vistas <strong>del</strong><br />
ambiente generado para la navegación de la silla de ruedas.<br />
Figura 6. Instalación final de la ICC para control de una silla de<br />
ruedas virtual y su ambiente de navegación.<br />
Este tipo de tecnología reduce la dependencia <strong>del</strong><br />
paciente y le permite un control adecuado de su entorno,<br />
de dispositivos robóticos y de prótesis con la finalidad<br />
de mejorar su calidad de vida. Las ICC representan un<br />
campo de desarrollo tecnológico muy activo, tanto a nivel<br />
nacional como internacional, por lo que se continuará<br />
viendo un rápido incremento en las vías y la velocidad de<br />
comunicación <strong>del</strong> paciente, el tiempo de uso continuo de<br />
la interfaz y el número de potenciales aplicaciones de esta<br />
tecnología.<br />
4. TECNOLOGÍAS DE BAJO COSTO PARA<br />
ATENCIÓN DE PACIENTES DE LA TERCERA EDAD<br />
La tecnología tiene un impacto muy importante en la<br />
atención de la salud en general y, en particular, en la<br />
TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />
atención a pacientes geriátricos. Pero muchas de estas<br />
tecnologías implican un costo muy elevado, no accesible a<br />
todos los pacientes ni a todos los hospitales. Por lo tanto,<br />
dichas tecnologías no tienen el impacto esperado a nivel de<br />
la población en general.<br />
Nuestra hipótesis es que en muchos casos es posible<br />
desarrollar tecnología de bajo costo con impactos<br />
similares a otras soluciones mucho más costosas. Esto es<br />
particularmente importante en la medicina geriátrica, dado<br />
el alto crecimiento esperado de la población de 60 años y<br />
más. Si no se abaten los costos, será imposible en el futuro<br />
proveer la atención adecuada a toda la población que lo<br />
requiera. Como un ejemplo <strong>del</strong> desarrollo de tecnología<br />
accesible, presentamos un sistema para rehabilitación de<br />
pacientes que han sufrido embolias cerebrales.<br />
Terapia por gestos<br />
Una embolia o ataque vascular cerebral (EVC) es un<br />
padecimiento muy común, en particular en personas<br />
mayores. Al sufrir una embolia, la persona frecuentemente<br />
pierde la capacidad de movimiento de las extremidades<br />
(brazo y pierna) <strong>del</strong> lado opuesto (ya sea izquierdo o<br />
derecho) al hemisferio cerebral donde sufrió el daño.<br />
En ocasiones también pueden afectarse su capacidad<br />
de lenguaje y otras facultades. En los últimos años se<br />
ha demostrado que un importante porcentaje de las<br />
personas que han sufrido una embolia pueden recuperar el<br />
movimiento en buena medida, a través de la plasticidad <strong>del</strong><br />
cerebro. Pero esta recuperación implica un gran esfuerzo<br />
de la persona afectada durante un prolongado periodo<br />
de rehabilitación. La rehabilitación consiste básicamente<br />
en ejercitar los miembros afectados, bajo la guía de un<br />
terapeuta. De esta forma se van recuperando poco a poco<br />
capacidades básicas como caminar, manipular objetos,<br />
hasta poder regresar a llevar una vida normal.<br />
Se han desarrollado diversos sistemas robóticos para apoyar<br />
a la rehabilitación tanto de extremidades superiores como<br />
inferiores, pero estos sistemas son muy costosos, lo que<br />
dificulta su uso en las unidades de rehabilitación, y sería<br />
imposible pensar en su adquisición por parte <strong>del</strong> paciente<br />
para continuar su rehabilitación en casa. Una alternativa de<br />
bajo costo es el sistema de Terapia por Gestos, orientado a<br />
la rehabilitación de extremidades superiores.<br />
23
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
En el Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica, Óptica y Electrónica<br />
(INAOE), en colaboración con investigadores y médicos de<br />
la Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México (UNAM), el<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía (INNN) y<br />
la Universidad de California en Irvine, hemos desarrollado<br />
el sistema de Terapia por Gestos (Sucar et al., 2010).<br />
Este sistema combina técnicas de visión por computadora<br />
y realidad virtual para ayudar a la rehabilitación de las<br />
extremidades superiores de pacientes que han sufrido<br />
embolias cerebrales. El sistema, basado en el uso de<br />
elementos de bajo costo como una computadora personal,<br />
una cámara y una manija o gripper, permite al paciente<br />
realizar la terapia en casa sin la necesidad de un terapeuta,<br />
y mantiene su motivación al interactuar con juegos por<br />
computadora.<br />
El sistema de Terapia por Gestos consta de una computadora<br />
donde se ejecutan los programas, una videocámara para<br />
observar los movimientos <strong>del</strong> paciente y una manija que<br />
el paciente toma con la mano <strong>del</strong> miembro afectado, lo<br />
cual facilita el seguimiento visual de su mano y también<br />
mide la presión que ejerce al apretarla. Para ello se tienen<br />
dos programas principales: seguimiento visual y ambiente<br />
virtual.<br />
El programa de seguimiento visual analiza las imágenes<br />
obtenidas de la cámara y realiza el seguimiento de la<br />
posición de la mano en el espacio en tres dimensiones.<br />
Para ello se auxilia de una esfera de color en un extremo<br />
de la manija, que es lo que realmente sigue el sistema.<br />
La posición en el espacio de la esfera se estima mediante<br />
técnicas de visión por computadora que combinan<br />
información de color y textura <strong>del</strong> objeto, con estimaciones<br />
de su posición, considerando sus posiciones en las<br />
imágenes previas. Estas técnicas están basadas en mo<strong>del</strong>os<br />
estadísticos (filtros de partículas) que realizan un muestreo<br />
de diversas posibles posiciones de la pelota y seleccionan<br />
en cada instante la más probable. Para ello, se aprende un<br />
mo<strong>del</strong>o de la apariencia de la pelota de una sola imagen de<br />
ejemplo, donde el usuario indica la posición de la pelota<br />
en la imagen. Después de esto, el sistema puede seguir la<br />
pelota en el video, obteniendo su posición en la imagen<br />
(horizontal y vertical, o X, Y) y estimando su profundidad<br />
(Z) a partir <strong>del</strong> tamaño relativo de la pelota en la imagen.<br />
Una vez que se obtiene la posición de la mano <strong>del</strong> paciente<br />
a través <strong>del</strong> sistema de seguimiento visual, ésta se envía<br />
24<br />
a un ambiente simulado <strong>del</strong> estilo de realidad virtual, con<br />
el cual interactúa el paciente mediante el movimiento <strong>del</strong><br />
brazo afectado. En el ambiente virtual, el paciente tiene<br />
que realizar diversas actividades que lo obligan a ejercitar el<br />
miembro afectado. El ambiente virtual para rehabilitación<br />
se puede ver como similar a los juegos de video, aunque<br />
con dos diferencias importantes. Por un lado, los ejercicios<br />
están diseñados para obligar al paciente a ejercitar las<br />
diferentes partes <strong>del</strong> brazo que son importantes para<br />
la rehabilitación (hombro, codo, muñeca, e incluso los<br />
dedos) con diferentes tipos de movimiento como flexión,<br />
extensión y prensión, entre otros. Por otro lado, los<br />
ambientes están diseñados para simular actividades de la<br />
vida diaria, ya que lo que se busca es que el paciente pueda<br />
regresar a hacer una vida normal. Ejemplos de algunas de<br />
las actividades son: limpiar una ventana, pintar un cuarto,<br />
cocinar un huevo, ir al supermercado, etc. Un ejemplo de<br />
uno de estos ambientes se ilustra en la figura 7A.<br />
El sistema de Terapia por Gestos se encuentra actualmente<br />
en pruebas clínicas en la Unidad de Rehabilitación <strong>del</strong><br />
INNN. La figura 7B muestra a un paciente utilizando el<br />
sistema. Los resultados preliminares de las pruebas son<br />
prometedores, ya que los pacientes que han utilizado el<br />
sistema presentan una mejora clínica significativa después<br />
de algunas semanas, con impactos similares a sistemas<br />
robóticas mucho más costosos y a la terapia tradicional.<br />
Figura 7A. Se observa uno de los ambientes virtuales <strong>del</strong> sistema<br />
de terapia por gestos, donde el paciente tiene que “cocinar un<br />
huevo”. El “brazo”, que aparece recortado en la imagen, muestra<br />
la posición en el mundo virtual <strong>del</strong> brazo <strong>del</strong> paciente, quien tiene<br />
que mover su brazo para tomar el huevo (ejerciendo presión en<br />
la manija), llevarlo al sartén y luego soltarlo.
Figura 7B. Un paciente en el INNN interactuando con el<br />
sistema. El paciente sostiene la manija con su mano afectada<br />
interactuando con el ambiente virtual que se observa en la<br />
pantalla.<br />
CONCLUSIONES<br />
Dos de los fenómenos característicos de nuestro tiempo<br />
son los avances tecnológicos, particularmente los derivados<br />
<strong>del</strong> desarrollo de las tecnologías de la información y<br />
comunicaciones, y el envejecimiento de la población.<br />
Ambos dan pie al desarrollo <strong>del</strong> área multidisciplinaria de<br />
la Gerontecnología.<br />
La investigación en Gerontecnología requiere de la<br />
intervención de especialistas de una variedad de disciplinas<br />
como la Medicina, las Ciencias de la Computación, la<br />
Bioingeniería y la Psicología. Su agenda de investigación<br />
debe ser guiada por las necesidades que surgen <strong>del</strong><br />
envejecimiento de la población, como son las de propiciar<br />
que el adulto mayor haga una vida independiente,<br />
permitiéndole vivir en su hogar el mayor tiempo posible, así<br />
como mejorar las condiciones de quienes cuidan de adultos<br />
mayores, particularmente aquellos que por su situación<br />
demandan atención constante.<br />
Sin embargo, el desarrollo de mejores soluciones requiere<br />
también <strong>del</strong> conocimiento <strong>del</strong> estado <strong>del</strong> arte de la<br />
tecnología y de capacidades de investigación en estas<br />
áreas que hagan posible superar los límites <strong>del</strong> estado <strong>del</strong><br />
arte cuando las características <strong>del</strong> problema a abordar lo<br />
requieran. Asimismo, es necesario evaluar el impacto de<br />
las soluciones tecnológicas en términos <strong>del</strong> beneficio que<br />
ofrece a los usuarios a quienes está dirigida y de sus costos.<br />
En este trabajo hemos presentado algunos de los trabajos<br />
de investigación que se desarrollan en México, ya sea que<br />
estén orientados específicamente a atender retos derivados<br />
<strong>del</strong> envejecimiento, o bien, que pueden aplicarse en este<br />
ámbito.<br />
REFERENCIAS<br />
TECNOLOGÍAS HABILITADORAS Y ÁREAS DE OPORTUNIDAD<br />
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I., Pineda, L. (2010). Development of a Tour-<br />
Guide Robot Using Dialog Mo<strong>del</strong>s and a Cognitive<br />
Architecture. IBERAMIA 2010, Lectures Notes in<br />
Artificial Intelligence, 6433, Springer-Verlag, pp. 512-<br />
521.<br />
Farwell, L.A., Donchin, E. (1988). “Talking off the Top<br />
of Your Head: Toward a Mental Prosthesis Utilizing<br />
Event-Related Brain Potentials”. Electroenceph Clin<br />
Neurophysiol, 70, pp. 510-523.<br />
Gentiletti, G.G., Gebhart, J.G., Acevedo, R.C., Yánez-<br />
Suárez, O., Medina-Bañuelos, V. (2009). Command<br />
of a simulated wheelchair on a virtual environment<br />
using a brain-computer interface. IRBM- Ingenierie et<br />
Recherche Biomedicale / BioMedical Engineering and<br />
Research, 30 (5-6), pp. 218-225.<br />
Meza, I., Salinas, L., Venegas, E., Castellanos, H., Chavarria,<br />
A., Pineda, L.A. (2010). Specification and Evaluation<br />
of a Spanish Conversational System Using Dialogue<br />
Mo<strong>del</strong>s. IBERAMIA 2010, Lectures Notes in Artificial<br />
Intelligence, 6433, Springer-Verlag, pp. 346-355.<br />
Morán, A.L., Victoria Meza-Kubo (2009). “Towards a<br />
Tele-assistance Service for the Cognitive Stimulation<br />
of Elders with Cognitive Decline”, International<br />
Conference on eHealth, Telemedicine, and Social<br />
Medicine (eTelemed). Febrero 1-7- Cancún, México,<br />
pp. 160-165.<br />
Pineda, L., Meza, I., Salinas, L. (2010). Dialogue Mo<strong>del</strong><br />
Specification and Interpretation for Intelligent<br />
Multimodal HCI. En: A. Kuri-Morales y G. Simari<br />
(eds.). IBERAMIA 2010, Lectures Notes in Artificial<br />
Intelligence, 6433, Springer-Verlag, pp. 20-29.<br />
Pineda, L. A., Castellanos, H., Cuétara J., Galescu, L.,<br />
Júarez, J., Llisterri, J., Pérez, P., y Villaseñor, L. (2009).<br />
The Corpus DIMEx100: Transcription and Evaluation.<br />
Language Resources and Evaluation. Versión<br />
electrónica 2009. DOI: 10.1007/s10579-009-<br />
9109-9 (por aparecer en versión impresa).<br />
Sucar, L. E., R. Luis, R. Leder, J. Hernández, I. Sánchez<br />
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Tárraga, L.M., et al. (2006). A Randomized Pilot Study<br />
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25
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
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Tangible User Interfaces. IBM Syst. J., 39 (3-4), pp.<br />
915-931.<br />
Vidal, J.J. (1973). Toward Direct Brain–Computer<br />
Communication. Annu. Rev. Biophys. Bioeng, pp.<br />
157-180.<br />
Wolpaw, J.R., et al. (2000). “Brain-computer interface<br />
technology: A review of the first international meeting”.<br />
IEEE Transactions on Rehabilitation Engineering, 8<br />
(2), pp. 164-173.<br />
26
EXPERIENCIAS<br />
INTERNACIONALES<br />
La organización de la<br />
investigación <strong>sobre</strong><br />
envejecimiento en Canadá y en<br />
Quebec<br />
HÉLÈNE PAYETTE
LOS INSTITUTOS DE INVESTIGACIÓN EN SALUD<br />
EN CANADÁ<br />
Los Institutos de Investigación en <strong>Salud</strong> en Canadá<br />
(IICS, por sus siglas en inglés) son los responsables de<br />
financiar la investigación en general, no sólo en el área de<br />
envejecimiento. Trabajan con un enfoque multidisciplinario<br />
y están organizados en un marco de 13 institutos virtuales,<br />
cada uno de ellos dedicado a un área específica de<br />
investigación (figura 1).<br />
Figura 1. Los 13 Institutos Virtuales de Investigación en <strong>Salud</strong>.<br />
Figura 2. Operación de los Institutos de Investigación en <strong>Salud</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Salud</strong> en Canadá.<br />
28<br />
El rompecabezas de la figura 1 representa la interconexión<br />
entre las diversas áreas temáticas, agrupando en cada<br />
instituto a investigadores multidisciplinarios. Este<br />
concepto alienta la cultura de la colaboración a través de<br />
las fronteras disciplinarias, aumentando la fuerza colectiva<br />
y la innovación.<br />
El ambiente operativo de los IICS se ejemplifica en la<br />
figura 2, donde se observa a los 13 institutos virtuales<br />
dedicados a competir por el financiamiento, buscar<br />
estrategias, traducir el conocimiento, así como desarrollar<br />
otros programas. Los proyectos se financian a través de<br />
fondos para investigación, becas de entrenamiento, becas<br />
de apoyo para las carreras, así como otras plataformas y<br />
herramientas. Lo anterior ofrece mayor capacidad para<br />
investigar, para ser competitivos, para tener la mejor<br />
investigación adaptada al sistema de salud y para crear<br />
conocimiento en salud.<br />
En la figura 3 se presenta la visión integral de la organización,<br />
la cual descansa <strong>sobre</strong> cuatros pilares: 1) biológico, 2)<br />
clínico, 3) servicios de salud y 4) sociedad, cultura,<br />
ambiente y salud de la población. Todos los institutos están<br />
regidos por una junta de gobierno (governing council) y
Figura 3. Organización de la investigación en salud en Canadá.<br />
Junta de gobierno.<br />
por comités de pares; cada uno cuenta con un director<br />
y un comité asesor. A su vez, todos los investigadores<br />
pertenecen a un instituto temático.<br />
INICIATIVAS ESTRATÉGICAS<br />
El financiamiento está organizado <strong>del</strong> modo que se ilustra<br />
en la figura 4. Hay dos concursos por año para obtener<br />
financiamiento; dos terceras partes <strong>del</strong> presupuesto se<br />
destinan a la administración de la iniciativa <strong>del</strong> investigador<br />
y el resto va a la iniciativa estratégica que desarrolla el<br />
instituto temático y a los proyectos orientados a los<br />
principales problemas de salud. Todas las solicitudes<br />
exitosas de las iniciativas se evalúan mediante la revisión<br />
de pares (peer review).<br />
Figura 4. Cómo se financian los ICIS.<br />
En la figura 5 se presenta un ejemplo de iniciativa estratégica<br />
exitosa; se trata de la problemática de la movilidad de los<br />
canadienses mayores, identificada en 2005 por el Instituto<br />
de <strong>Envejecimiento</strong>. Durante ocho años a partir de entonces<br />
se ha destinado la mayor parte <strong>del</strong> presupuesto a la<br />
investigación, traducción <strong>del</strong> conocimiento y traducción de<br />
LA ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE ENVEJECIMIENTO EN CANADÁ Y EN QUEBEC<br />
Figura 5. Iniciativa estratégica <strong>sobre</strong> movilidad en el<br />
envejecimiento <strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>.<br />
necesidades en diversos retos asociados con la movilidad<br />
de canadienses viejos.<br />
El reto identificado abarcaba todos los aspectos: biológicos,<br />
ambientales, de ingeniería, de humanidades y de ciencias<br />
sociales. Las áreas de investigación eran muy diversas,<br />
como se observa en el mismo cuadro.<br />
Los primeros dos años se dedicaron a la planeación y al<br />
desarrollo de fondos, así como a la discusión e interacción<br />
con los posibles socios (partnership) y a la consulta con<br />
la comunidad para conocer las necesidades de ésta. Las<br />
actividades desarrolladas de 2005 a 2008 se presentan en<br />
la figura 6.<br />
Figura 6. Planeación de la iniciativa estratégica.<br />
En la figura 7, se presenta la gráfica <strong>del</strong> financiamiento<br />
dedicado al proyecto de movilidad en relación al total<br />
<strong>del</strong> presupuesto <strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>. Se<br />
observa que entre 2005 y 2007 fue muy bajo, pues el<br />
proyecto estaba en etapa de planeación; sin embargo, el<br />
presupuesto se incrementó gradualmente y 2010 fue el<br />
año en que hubo mayor inversión, proveniente de las becas<br />
29
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Figura 7. Financiamiento de la estrategia <strong>sobre</strong> movilidad.<br />
de investigación y diversos reconocimientos al equipo.<br />
Sin embargo, este presupuesto irá disminuyendo hasta<br />
2014, por lo que ya se ha estado pensando en una nueva<br />
iniciativa estratégica que fortalezca la investigación <strong>sobre</strong><br />
esta área en Canadá.<br />
Otro buen ejemplo de iniciativa estratégica es el Estudio<br />
Longitudinal Canadiense <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> (CLSA,<br />
por sus siglas en inglés), que fue realmente una iniciativa<br />
<strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>. El CLSA habló con los<br />
interesados, el gobierno y los posibles socios. La validación<br />
de los estudios se hizo con presupuesto <strong>del</strong> Instituto <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong>, cuya directora es la vocera <strong>del</strong> CLSA para<br />
los Institutos Canadienses de Investigación en <strong>Salud</strong>.<br />
El estudio CLSA es una estrategia clave <strong>del</strong> Instituto<br />
Canadiense de Investigación en <strong>Salud</strong>; es fundamentalmente<br />
multidisciplinario, pues en él están involucrados más de<br />
160 investigadores de 26 institutos a lo largo <strong>del</strong> país.<br />
Se pretende que este estudio sea muy innovador y que<br />
abarque desde las células hasta la sociedad en su conjunto;<br />
ha reclutado a personas cuyas edades van de los 45 a los<br />
90 años con un seguimiento a 20 años.<br />
Las características cuantitativas <strong>del</strong> CLSA se presentan en<br />
la figura 8. La cohorte inicial es de 50 mil personas a lo<br />
largo de todo el país. La información se obtuvo a través<br />
de cuestionarios y de las bases de datos vinculadas. Cada<br />
individuo va a ser contactado cada tres años. Los datos a<br />
profundidad se obtendrán de 30 mil personas en 11 sitios<br />
de Canadá, con exámenes clínicos, biológicos y físicos.<br />
Ambos ejemplos de iniciativa estratégica han resultado<br />
realmente exitosos en las investigaciones que apoya el<br />
Instituto <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>.<br />
30<br />
Figura 8. Diseño <strong>del</strong> Estudio Longitudinal Canadiense <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong>.<br />
LA RED DE INVESTIGACIÓN SOBRE<br />
ENVEJECIMIENTO DE QUEBEC<br />
La Red de Investigación <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> de Quebec<br />
ya tiene varios años y es una de las 18 redes financiadas<br />
por los Fondos de Investigación en <strong>Salud</strong> de Quebec<br />
(FRSQ). Esta red encabeza el esfuerzo de la investigación<br />
<strong>sobre</strong> envejecimiento con casi 435 investigadores<br />
independientes, incluyendo estudiantes graduados y de<br />
posdoctorado de varias universidades de Quebec. Los<br />
temas y áreas de investigación están alineados con los <strong>del</strong><br />
Instituto Canadiense de Investigación en <strong>Salud</strong> (CIHR),<br />
abarcando investigación biomédica, clínica, de servicios<br />
de salud, poblacional y de salud pública. La estructura<br />
organizacional de la red se presenta en la figura 9.<br />
Como se observa, hay varios accesos a los equipos<br />
multidisciplinarios y se tienen varias plataformas: una de<br />
ratones envejecidos, otra de herramientas en investigación<br />
y envejecimiento y el consorcio <strong>del</strong> estudio longitudinal en<br />
envejecimiento.<br />
La misión es apoyar la investigación multidisciplinaria<br />
e interuniversitaria <strong>sobre</strong> envejecimiento, basada en<br />
varios enfoques metodológicos; incrementar la capacidad<br />
investigativa en este campo; promover el desarrollo de<br />
una masa crítica de investigadores y estudiantes en el<br />
campo <strong>del</strong> envejecimiento en el nivel internacional y de<br />
Canadá; y estimular y facilitar la creación de coaliciones<br />
entre los equipos de investigación de la red, así como con<br />
instituciones públicas y privadas.
LA ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE ENVEJECIMIENTO EN CANADÁ Y EN QUEBEC<br />
Figura 9. Estructura organizacional de la Red de Quebec <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> (2008-2012).<br />
Para lograr lo anterior se han estipulado algunos objetivos<br />
estratégicos: proveer apoyo para un número fundamental<br />
de iniciativas de investigación, incrementar la capacidad de<br />
investigación en el campo de envejecimiento, mantener<br />
y desarrollar una infraestructura común y de plataformas,<br />
hacer <strong>del</strong> conocimiento adquirido accesible a profesionales<br />
de la salud y al público, y fortalecer lazos bilaterales con<br />
asociaciones, fundaciones a varios niveles de gobierno e<br />
industria.<br />
Para cubrir estos objetivos se han desarrollado 6 programas<br />
estratégicos, con los siguientes propósitos:<br />
1.- Mantener una masa crítica de investigadores y grupos<br />
temáticos.<br />
2.- Apoyar al consorcio para el estudio longitudinal <strong>sobre</strong><br />
envejecimiento.<br />
3.- Apoyar la plataforma común de la Red para la<br />
Investigación <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>.<br />
4.- Apoyar un programa de desarrollo de capacidades en<br />
investigación.<br />
5.- Apoyar el programa de transferencia, intercambio y<br />
coparticipación de conocimiento.<br />
6.- Apoyar las solicitudes de becas de los asociados<br />
canadienses e internacionales.<br />
Con el propósito de mantener una masa crítica de<br />
investigadores dentro de los grupos temáticos de la<br />
red, cierta cantidad de dinero se destina para apoyar la<br />
relación sinérgica de proyectos piloto que tengan un<br />
enfoque innovador para obtener mayores fondos. Por<br />
ejemplo, el inicio <strong>del</strong> estudio <strong>sobre</strong> el área de nutrición fue<br />
financiado por el Instituto de <strong>Envejecimiento</strong>, contó con<br />
una cohorte de 2 mil personas seguidas durante 5 años y<br />
luego se obtuvo financiamiento <strong>del</strong> Instituto Canadiense<br />
de Investigación en <strong>Salud</strong>. Esto es lo que se llama “dinero<br />
semilla”: permite apoyar proyectos que posteriormente<br />
serán financiados por otras instancias.<br />
Las preguntas complejas deben ser examinadas a la luz de<br />
varias disciplinas y de diversos enfoques metodológicos.<br />
Otra forma de lograr los objetivos de la Red es apoyar el<br />
consorcio <strong>del</strong> estudio longitudinal <strong>sobre</strong> envejecimiento.<br />
31
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Hay seis estudios longitudinales que se están llevando en la<br />
actualidad en Quebec: 1) NuAGE, estudio <strong>sobre</strong> nutrición<br />
y envejecimiento exitoso; 2) ESA, Encuesta de salud para<br />
las personas mayores; 3) Epidemiología de los problemas<br />
de la salud mental y consecuencias en los servicios de<br />
salud; 4) CLSA, estudio longitudinal <strong>sobre</strong> envejecimiento,<br />
parte Quebec; 5) FRELE, estudio de la fragilidad y<br />
su expresión (componentes de la fragilidad, perfiles y<br />
trayectorias en la población de Quebec basado en una<br />
muestra); y 6) FrData, base de datos internacional <strong>sobre</strong><br />
fragilidad conformada con información de varios países y el<br />
análisis de sus componentes en adultos mayores. El dinero<br />
sirve para facilitar la armonización de los datos, desarrollar<br />
herramientas comunes de investigación, mantener las<br />
plataformas (base de datos y biobancos), facilitar el<br />
acceso a las plataformas por parte de los investigadores, así<br />
como promover un ambiente favorable al entrenamiento,<br />
la colaboración internacional y la transferencia de<br />
conocimiento. También se están apoyando las plataformas<br />
de los biobancos con dos mo<strong>del</strong>os de roedores para estudiar<br />
el envejecimiento, así como bases de datos.<br />
Transcripción y traducción: Delia Magdalena Namihira<br />
Guerrero<br />
32
EXPERIENCIAS<br />
INTERNACIONALES<br />
Centro Sealy para el<br />
<strong>Envejecimiento</strong> (SCOA):<br />
Un centro multidisciplinario<br />
con lazos internacionales<br />
REBECA WONG
El Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong> (SCOA por sus<br />
siglas en inglés) se encuentra en Galveston, dentro de<br />
la Universidad de Texas, en la rama médica de la Unidad<br />
de Ciencias de la <strong>Salud</strong>. A esta unidad pertenecen los<br />
programas de la Escuela de Medicina, de Enfermería,<br />
de Profesionales de la <strong>Salud</strong> y de Ciencias Biomédicas.<br />
La universidad cuenta con tres institutos y 28 centros,<br />
el Instituto de Humanidades Médicas, el Instituto de<br />
Inmunidad e Infecciones y el Instituto de Ciencias<br />
Ambientales.<br />
El Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong> es una institución<br />
líder en envejecimiento y longevidad; tiene un enfoque<br />
multidisciplinario, ya que tiene como socios a prácticamente<br />
todos los departamentos de la universidad. Uno de sus<br />
objetivos centrales es que los adultos mayores tengan un<br />
envejecimiento saludable y que vivan el mayor número de<br />
años posible con una buena calidad de vida.<br />
La misión <strong>del</strong> Centro Sealy es mejorar la calidad de<br />
vida de los adultos mayores a través de educación,<br />
investigación, servicios clínicos y sociales, participación<br />
y difusión comunitaria. El Centro cuenta con más de 60<br />
investigadores asociados que trabajan en cuatro grandes<br />
grupos temáticos:<br />
34<br />
•Efectividad comparativa<br />
•<strong>Salud</strong> de adultos hispanos<br />
•Mantenimiento de independencia física<br />
•Rehabilitación después de fracturas o enfermedad<br />
Algunos ejemplos de los resultados de las investigaciones<br />
que se están realizando y que son claves por la<br />
interdependencia entre Estados Unidos y México son los<br />
siguientes:<br />
•Por lo menos uno de cada 5 mexicanos tiene un hijo<br />
viviendo en Estados Unidos.<br />
•Los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos tienen<br />
mejor salud que los mexicanos que viven en México y,<br />
por lo tanto, gastan menos de su bolsillo y hacen menor<br />
uso de los servicios asistenciales de salud.<br />
•Los adultos mayores tienen una respuesta menor a la<br />
insulina, lo cual disminuye el crecimiento muscular, pero<br />
el ejercicio puede compensar este problema. El grupo de<br />
investigación en esta línea ha realizado ensayos clínicos<br />
controlados y ha encontrado nuevas herramientas<br />
para mejorar el crecimiento muscular, como son el<br />
levantamiento de pesas ligeras por los adultos mayores,<br />
la ingesta de suplementos de aminoácidos esenciales y<br />
andrógenos en mujeres adultas, cantidades moderadas<br />
de proteínas por comida y el uso de gravedad artificial en<br />
adultos que están en cama. En el cuadro 1 se presenta<br />
otro tipo de investigaciones en hispanos y latinos<br />
financiadas por los Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong>.<br />
Cuadro 1. Investigaciones <strong>sobre</strong> hispanos y latinos financiadas<br />
por los Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> (NIH, por sus siglas en<br />
inglés) hasta 2010.<br />
En el Centro Sealy para el <strong>Envejecimiento</strong> se están<br />
desarrollando otros centros de excelencia que representan<br />
la diversidad de iniciativas de investigación geriátrica y en<br />
medicina, a saber:<br />
• Claude Pepper Older Americans Independence Center<br />
• Center for Health and Health Disparities<br />
• Acute Care for Elders Unit (ACE)<br />
• Centro Colaborador OMS/OPS para <strong>Envejecimiento</strong> y<br />
<strong>Salud</strong><br />
El Centro Claude Pepper fomenta la independencia entre<br />
los adultos mayores. Se inició en 1999, con una beca de<br />
cerca de 6 millones de dólares de los Institutos <strong>Nacional</strong>es<br />
de <strong>Salud</strong>. Su objetivo es estudiar las intervenciones<br />
nutricionales, hormonales y de ejercicio para mantener la<br />
función muscular de los adultos mayores.<br />
El Centro para la <strong>Salud</strong> y la Inequidad en <strong>Salud</strong> recibió una<br />
beca de 9 millones de dólares por cinco años de Helen Eich<br />
para estudiar diferenciales en salud con un enfoque en los<br />
hispanos.
La Unidad de Cuidados Agudos para los Adultos es una<br />
unidad muy especial porque fue el primer hospital en Texas<br />
que se dedicó exclusivamente a cuidar a los adultos mayores<br />
con enfermedades agudas. Es un mo<strong>del</strong>o de investigación<br />
interdisciplinario para ayudar a prevenir la decadencia física<br />
después de una hospitalización y su propósito es reducir<br />
las complicaciones que siguen a ésta.<br />
El Centro Colaborador OMS/OPS para <strong>Envejecimiento</strong><br />
y <strong>Salud</strong> es el que tiene una colaboración central con el<br />
Instituto de Geriatría de México.<br />
CENTRO COLABORADOR OMS/OPS SOBRE<br />
ENVEJECIMIENTO Y SALUD:<br />
ORIGEN E INICIATIVAS<br />
En el año 2000, el SCOA inició una exploración para<br />
expandir y mejorar la investigación <strong>sobre</strong> poblaciones latinas<br />
y ampliar las colaboraciones internacionales. La Dra. Martha<br />
Peláez, consejera regional de la Organización Panamericana<br />
de la <strong>Salud</strong> <strong>sobre</strong> envejecimiento y salud, aportó ideas y<br />
apoyo para promover el establecimiento de un centro<br />
colaborador. Así, en 2005, la OMS y la OPS designaron<br />
a la Universidad de Texas, Rama Médica (UTMB) como<br />
un Centro Colaborador <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />
Al año siguiente, la UTMB buscó a un investigador con<br />
reputación internacional en envejecimiento en América<br />
Latina para dirigir el centro colaborador y en 2009, la<br />
OMS/OPS ratificó la designación de la UTMB como<br />
centro colaborador por 4 años más. Actualmente existen<br />
tres centros colaboradores OMS/OPS para investigación y<br />
educación geriátrica o envejecimiento, de los cuales el de<br />
la UTMB es el único en América <strong>del</strong> Norte.<br />
La misión <strong>del</strong> centro es colaborar con la OPS y la OMS<br />
en la identificación de instituciones en México y el resto<br />
de América Latina para establecer lazos para avanzar en<br />
la investigación y buscar oportunidades para la formación<br />
clínica y científica con enfoque en adultos mayores. Las<br />
actividades <strong>del</strong> centro son: fomentar las colaboraciones<br />
entre la región a través de investigaciones conjuntas,<br />
apoyar la formación de recursos humanos, compartir<br />
conocimientos y datos, y participar en eventos conjuntos.<br />
El centro ha establecido un programa formal de visitas<br />
académicas, en las que investigadores de América Latina<br />
estudian en UTMB en periodos de 3 a 12 meses. El<br />
programa se desarrolla a partir <strong>del</strong> establecimiento de<br />
contactos con instituciones en México y el resto de América<br />
CENTRO SEALY PARA EL ENVEJECIMIENTO (SCOA)<br />
Cuadro 2. Colaboración y proyectos <strong>del</strong> Centro Colaborador OPS/OMS.<br />
Latina. Los visitantes interactúan con los investigadores de<br />
este y otros centros de la UTMB, así como con estudiantes<br />
de doctorado y maestría de esta universidad. Los visitantes<br />
trabajan en proyectos de investigación predefinidos, como<br />
los programas de posdoctorado. Este programa tiene una<br />
duración de 12 a 24 meses y los participantes se vuelven<br />
futuros colaboradores. Algunos ejemplos de colaboraciones<br />
internacionales se presentan en el cuadro 2.<br />
También se dan colaboraciones a través de becas como la<br />
Fogarty International Research Collaboration Award de<br />
los Institutos <strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> (R03 TW007614),<br />
como fue el caso <strong>del</strong> equipo de investigación en Bogotá,<br />
Colombia, dirigido por Carlos Cano, MD (PI-Colombia). El<br />
proyecto conjunto examina el proceso de discapacidad en<br />
adultos mayores de origen latino usando bases de datos<br />
poblacionales como el Hispanic Established Populations<br />
Epidemiologic Study of the Elderly (Hispanic EPESE) y el<br />
estudio SABE (<strong>Salud</strong>, Bienestar y <strong>Envejecimiento</strong>) en siete<br />
ciudades de América Latina.<br />
Las actividades planeadas para el periodo 2010-2014 son<br />
conferencias, talleres, publicaciones para mejorar la práctica<br />
clínica y la investigación científica. Se incluye, además,<br />
refinar la currícula educacional, influir en políticas de salud,<br />
continuar y mejorar el programa de visitas académicas<br />
con instituciones asociadas, crear becas clínicas y/o de<br />
investigación para posdoctorado y propiciar oportunidades<br />
de intercambio para estudiantes de maestría y doctorado.<br />
El compromiso de la UTMB con América Latina es<br />
específicamente con tres centros colaboradores OMS/OPS:<br />
el Centro Colaborador OMS en Enfermedades Tropicales,<br />
el Centro Colaborador OMS/OPS de Capacitación en<br />
<strong>Salud</strong> Internacional y el Centro Colaborador OMS/OPS en<br />
<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />
35
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Transcripción y traducción: Delia Magdalena Namihira<br />
Guerrero<br />
36
EXPERIENCIAS<br />
INTERNACIONALES<br />
La Red de <strong>Envejecimiento</strong> de<br />
España (RETICEF)<br />
FRANCISCO JOSÉ GARCÍA GARCÍA
El establecimiento de la Red de Investigación en<br />
<strong>Envejecimiento</strong> en España (RETICEF) ha costado<br />
mucho esfuerzo porque inicialmente no se veía como<br />
necesaria. Se ha logrado gracias a personajes como el Dr.<br />
Leocadio Rodríguez Mañas, coordinador actual de la Red.<br />
Según una anécdota narrada por Verbrugge (2005), un<br />
biólogo dijo en un congreso que había logrado aumentar<br />
la edad de las moscas, de lo que se sentía muy ufano; en<br />
algún momento le preguntaron cómo estaban las moscas<br />
y él comentó que no tenían alas. Esta anécdota ilustra el<br />
cambio <strong>del</strong> sentido de la investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />
de la red, que ahora está más orientado a la calidad de<br />
vida (discapacidad y fragilidad) y no a las enfermedades.<br />
En el esquema de Verbrugge (figura 1) se observa que<br />
el envejecimiento es un fenómeno muy complejo, con<br />
múltiples factores y moduladores de riesgo y protectores<br />
que actúan entre sí. Este esquema complejo se da también<br />
en el estudio de la fragilidad, por lo que, apoyados en esta<br />
aproximación, se estableció una serie de principios <strong>sobre</strong> la<br />
que debe basarse la red de envejecimiento español:<br />
•Propiciar el desarrollo de proyectos colaborativos que<br />
impulsen la investigación tradicional, subrayando la<br />
importancia de que los grupos se integren.<br />
•Impulsar la creación de cohortes poblacionales.<br />
•Promover la suficiencia financiera, facilitando la<br />
captación activa de fondos de investigación nacionales<br />
y europeos, públicos y privados.<br />
•Realizar una investigación competitiva dentro <strong>del</strong><br />
contexto europeo, que permita establecer nexos con las<br />
redes de excelencia en el seno de los programas Marco<br />
de la Unión Europea.<br />
Figura 1. Mo<strong>del</strong>o de Verbrugge <strong>sobre</strong> el proceso de envejecimiento<br />
(modificado).<br />
38<br />
La Red de <strong>Envejecimiento</strong> aglutina a su vez a cuatro redes<br />
de investigación, conformadas por distintos grupos: la Red<br />
de Investigación básica (26 grupos), la de Enfermería<br />
(1 grupo de evaluación de cuidados de enfermería), la<br />
Clínica (6 grupos clínicos con perfil poblacional) y la de<br />
Biomecánica (3 grupos) (figura 2).<br />
Figura 2. Proporción de las áreas de investigación de la Red de<br />
<strong>Envejecimiento</strong> (RETICEF).<br />
Los investigadores están distribuidos por toda España,<br />
en 12 universidades, en 14 hospitales, en varios centros<br />
de investigación de excelencia y en un centro privado<br />
dedicado a la estructura ósea (figura 3).<br />
Figura 3. Distribución de los investigadores de RETICEF por<br />
centro de investigación.<br />
Los principales programas de la red son (figura 4):<br />
• Programa 1: Endocrinología y Nutrición. Líneas:<br />
Nutrición; hormonas y envejecimiento; diabetes,<br />
resistencia a la insulina y síndrome metabólico.<br />
• Programa 2: Cardiovascular. Líneas: <strong>Salud</strong> y riesgo<br />
cardiovascular; biopatología de la pared vascular;<br />
disfunción endotelial.
• Programa 3: Sistema nervioso. Líneas: Muerte<br />
neuronal, neurodegeneración y neuroprotección;<br />
neuroendocrinología; deterioro cognitivo y demencia.<br />
• Programa 4: <strong>Envejecimiento</strong> celular/estrés oxidativo.<br />
Líneas: Longevidad y cronobiología; señalización<br />
celular; estrés oxidativo, daño celular y enfermedad;<br />
inmunosenescencia.<br />
• Programa 5: Sistema músculo-esquelético. Líneas:<br />
Ejercicio físico, sistemas fisiológicos y estatus funcional;<br />
osteoporosis, caídas y patología osteoarticular.<br />
• Programa 6: Epidemiología y servicios de salud.<br />
Líneas: Factores de riesgo de fragilidad y discapacidad;<br />
cuidados y cuidadores; eficacia de intervenciones;<br />
gestión y servicios sanitarios.<br />
Figura 4. Distribución de las líneas globales de investigación de<br />
todos los grupos de RETICEF.<br />
La estructura de la red es muy simple, como se muestra en<br />
la figura 5.<br />
Figura 5. Estructura de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>.<br />
PLATAFORMAS<br />
LA RED DE ENVEJECIMIENTO DE ESPAÑA (RETICEF)<br />
Hay tres estructuras que facilitan la integración de las<br />
investigaciones y <strong>del</strong> trabajo realizado por los grupos:<br />
Gerobiol, Geroinfo y Gerolab.<br />
GEROBIOL (Biobanco de mo<strong>del</strong>os animales y tejidos<br />
aislados). En esta plataforma participan 9 grupos, uno<br />
con un mo<strong>del</strong>o transgénico (SAM), dos para mo<strong>del</strong>os de<br />
Alzheimer y los mo<strong>del</strong>os de osteoporosis y daño renal, con<br />
un mantenimiento anual de 80 641 euros. Su tarea es la<br />
distribución de muestras o animales, adquisición de crías o<br />
estabulación por parte de la institución que aloja al grupo.<br />
GEROLAB (Laboratorio de pruebas específicas).<br />
Participan 7 grupos, con un mantenimiento anual de 81<br />
600 euros. Su actividad es la determinación de estudios<br />
bioquímicos de los sujetos incluidos en el Estudio Toledo<br />
de <strong>Envejecimiento</strong> <strong>Salud</strong>able (ETES), <strong>del</strong> cual se han<br />
procesado 1 752 muestras.<br />
GEROINFO (Unidad de informática y estadística). Hay<br />
un solo grupo, cuya actividad es la base de datos <strong>del</strong><br />
Estudio Toledo y la página web.<br />
En 2006 se intentó hacer una plataforma de genética, la<br />
cual hasta este momento no ha progresado.<br />
La red cuenta con un programa de movilidad y formación<br />
de investigadores, el cual se ha centrado en dos actividades.<br />
La primera de ellas es una maestría interuniversitaria,<br />
interdisciplinaria, en modalidad tanto presencial como<br />
a distancia; la segunda es un programa de estancias de<br />
clínicos en formación (preferentemente MIR con actividad<br />
de investigación) y becarios predoctorales en los grupos de<br />
la red, así como en grupos de excelencia no pertenecientes<br />
a ésta pero con los que se ha mantenido una colaboración<br />
estable.<br />
La actividad de la movilidad y formación entre grupos<br />
clínicos y básicos de la red se ha considerado de<br />
interés estratégico por dos razones: conseguir una<br />
formación integral en el área de envejecimiento para<br />
los futuros investigadores y mejorar la capacitación de<br />
los investigadores clínicos en temas de metodología de<br />
investigación. Esta segunda razón se consideró prioritaria,<br />
al existir una carencia de grupos de calidad en investigación<br />
clínica <strong>sobre</strong> envejecimiento y fragilidad en España.<br />
39
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
El financiamiento <strong>del</strong> programa se ha ido reduciendo<br />
progresivamente, al mantenerse fijo su presupuesto (60<br />
mil euros por año) y a pesar de haberse triplicado el número<br />
de grupos (de 12 grupos a los 34 actuales). A pesar de<br />
ello, se han financiado casi un centenar de estancias y<br />
se ha promovido la asistencia de residentes y becarios<br />
predoctorales a las Reuniones Científicas de RETICEF.<br />
Una de las virtudes de la Red, <strong>sobre</strong> todo en España, es que<br />
a pesar de tener poca tradición epidemiológica en términos<br />
generales y que a nivel poblacional de envejecimiento no<br />
había casi nada, el estudio ETES <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />
saludable se empotró dentro de la red. Este estudio de<br />
cohorte está en análisis, ya que concluyó en 2009 y ha<br />
servido de soporte para grupos clínico-epidemiológicos y<br />
grupos básicos que interactúan entre sí. Los grupos básicos<br />
ahora están manejando muestras sanguíneas en humanos.<br />
La cohorte <strong>del</strong> ETES está conformada por 5 grupos básicos:<br />
estrés oxidativo, inflamación, ejes hormonales, biorritmos<br />
y genética. Hay además una serie de grupos clínicoepidemiológicos<br />
conformados por el grupo de fragilidad,<br />
fibrilación auricular, deterioro cognitivo, cuidados en<br />
enfermería y biomécanica, entre otros (figuras 6 y 7).<br />
Figura 6. Soporte básico epidemiológico. Conformación de los<br />
grupos básicos en el Estudio Toledo <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong><br />
(ETES).<br />
ESTUDIO TOLEDO SOBRE ENVEJECIMIENTO Y<br />
SALUD<br />
El estudio Toledo es un estudio poblacional, prospectivo,<br />
de cohorte abierta con cortes transversales cada tres años.<br />
El estudio Toledo está constituido por 2 500 sujetos, de<br />
los cuales 1 965 fueron evaluados por psicólogos y por<br />
enfermería, obteniéndose 1 752 muestras. Se realizaron<br />
asimismo entrevistas con duración aproximada de 3 horas,<br />
40<br />
Figura 7. Soporte básico epidemiológico. Conformación de los<br />
grupos clínico-epidemiológicos en el ETES.<br />
puerta a puerta, con cerca de 300 variables; se realizaron<br />
también mediciones biomédicas antropométricas, clínicas,<br />
de electrocardiogramas y acelerometría, entre otras. Se pidió<br />
permiso para obtener las bases de datos administrativos y<br />
se tomaron muestras sanguíneas, todo esto apoyado por<br />
la plataforma de laboratorio. Para futuras mediciones y<br />
para probar nuevas hipótesis, se almacenó plasma, ADN<br />
y leucocitos. Ya se han analizado las muestras para las<br />
variables biológicas relacionadas con fragilidad.<br />
Además <strong>del</strong> estudio Toledo, la red tuvo la bondad de<br />
integrar otros estudios que había en España, como los<br />
de Peñagrande y Albacete. Al igual que el Toledo, estos<br />
últimos son estudios dedicados principalmente a la<br />
fragilidad (figura 8). La bondad de los tres estudios para<br />
dar estimaciones de este proceso es que las variables son<br />
homologables. Otro estudio es el de Leganés, iniciado<br />
en la década de 1990. El estudio Alzira trabaja con una<br />
población de centenarios de una zona particular; ahora<br />
sólo tiene 32 personas, pero se quiere llegar hasta 50;<br />
la gran ventaja <strong>del</strong> estudio es que los sujetos están muy<br />
bien evaluados. Se han estudiado los genes asociados a la<br />
Figura 8. Estudios poblacionales que se están llevando a cabo en<br />
España <strong>sobre</strong> envejecimiento y fragilidad.
longevidad, antioxidantes, genes que codifican enzimas<br />
que deacetilan el ADN, factores de transcripción, genes<br />
relacionados con la hormona de crecimiento que con un<br />
grupo control y los genes candidatos se probarán en la<br />
cohorte <strong>del</strong> estudio Toledo.<br />
El problema de los estudios es que, en principio, están<br />
dedicados al estudio de la fragilidad; sin embargo,<br />
como empezaron antes de la creación de la Red, cada<br />
investigador ha decidido su propia metodología. Se podrán<br />
hacer estimaciones de la fragilidad, pero no en referencia<br />
a factores de riesgo, ya que los datos no son comparables.<br />
Actualmente se está valorando en España la posibilidad de<br />
pasar a otro tipo de proyectos colaborativos. Por ejemplo,<br />
intentar varios estudios epidemiológicos con un mismo<br />
tronco común y, dependiendo de las preferencias de los<br />
investigadores, profundizar en variables específicas. Un<br />
ejemplo se presenta en la figura 9, usando como símil la<br />
molécula de un polímero cuyo núcleo siempre puede ser<br />
identificado <strong>del</strong> mismo modo por todos los investigadores,<br />
Figura 9. Mo<strong>del</strong>o de colaboración para los estudios<br />
epidemiológicos.<br />
como el caso <strong>del</strong> mini-mental para demencia y, si se quiere<br />
profundizar en la parte neuropsicológica, se podrá hacer<br />
una evaluación posterior más extensa u otro grupo que<br />
quiera profundizar en el área de nutrición, también podrá<br />
hacerlo. Se está discutiendo ahora cuál será el núcleo <strong>del</strong><br />
proyecto.<br />
A tres años de creada, la Red de <strong>Envejecimiento</strong> ha<br />
obtenido financiamiento para llevar a cabo los siguientes<br />
proyectos:<br />
a) Proyecto multicéntrico “Factores asociados a<br />
fragilidad como predictores de hospitalización, deterioro<br />
funcional, necesidad de cuidados y consumo de recursos<br />
en población anciana”, subvencionado por el Instituto de<br />
LA RED DE ENVEJECIMIENTO DE ESPAÑA (RETICEF)<br />
<strong>Salud</strong> Carlos III para el periodo 2008-2009. Participan<br />
6 grupos de RETICEF.<br />
b) Proyecto multicéntrico “Análisis de los pacientes<br />
con osteoporosis posmenopáusica que desarrollan<br />
fractura bajo tratamiento con fármacos antirresortivos”.<br />
Financiación FIS 2006-2008. Participan 12 grupos de<br />
RETICEF.<br />
c) Evaluación <strong>del</strong> daño mitocondrial en el mo<strong>del</strong>o de<br />
Parkinson experimental inducido por MPTP en ratones<br />
knockout para la melatonina (Nodos de Sevilla y de<br />
Granada). Proyecto de Excelencia de la Consejería de<br />
Innovación, Ciencia y Empresa, Junta de Andalucía.<br />
d) Expresión de genes de longevidad en centenarios:<br />
relación con parámetros clínicos de longevidad. Proyecto<br />
realizado en colaboración con la Universidad de Valencia<br />
y con el grupo de investigación <strong>del</strong> Hospital de la Ribera.<br />
Agencia financiadora: Generalitat Valenciana.<br />
e) Estudio de la calidad <strong>del</strong> sueño mediante el análisis de<br />
ritmos circadianos <strong>sobre</strong> una población de 120 sujetos<br />
de la cohorte de Toledo. Organismo: Chronobiotech<br />
SL (empresa innovadora de base tecnológica), en<br />
colaboración con el Laboratorio de Cronobiología de la<br />
Universidad de Murcia, Hospital Virgen <strong>del</strong> Valle-ISCIII-<br />
Investén.<br />
f) Internacionales: 1 proyecto europeo, 1 workshop<br />
europeo (“Health.2010.2.2.2-5: frailty and its<br />
implications in modern societies”), 1 proyecto para<br />
evaluar factores asociados a fragilidad en colaboración<br />
con Francia, Reino Unido, México, Costa Rica y Estados<br />
Unidos; colaboración con el grupo Ciberdem; proyecto<br />
colaborativo para desarrollo <strong>del</strong> kit diagnóstico de<br />
fragilidad (Kruger, otros participantes europeos), entre<br />
otros.<br />
Además, la red cuenta con otros valores añadidos, como<br />
son:<br />
• La puesta en marcha de un estudio longitudinal de<br />
cohortes que ha incluido a más de 2 500 ancianos, con<br />
una fenotipación exhaustiva gracias a la colaboración de<br />
muchos grupos de distintas disciplinas.<br />
• La formación integral en Ciencias <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong> a<br />
investigadores básicos y clínicos.<br />
• La consolidación de grupos clínicos.<br />
• El intercambio de información y de conocimiento<br />
personal de gran interés estratégico a través de las<br />
reuniones científicas.<br />
41
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
• Acceso a colaboraciones con el Centro <strong>Nacional</strong> de<br />
Investigaciones Cardiovasculares de España, el Centro<br />
<strong>Nacional</strong> de investigaciones Oncológicas y el Consejo<br />
Superior de Investigaciones Científicas.<br />
• Presentación de Proyectos Europeos (1 proyecto<br />
“básico”, 1 proyecto para workshop, 1 colaboración<br />
<strong>del</strong> programa Ciencias y Tecnología para el Desarrollo<br />
(CYTED), 1 colaboración <strong>del</strong> programa Acciones<br />
Integradas y la Universidad de Burdeos).<br />
• Incorporación a colaboraciones internacionales<br />
(el estudio 3C, CRELES (Costa Rica: Estudio de<br />
Longevidad y <strong>Envejecimiento</strong> <strong>Salud</strong>able), el estudio<br />
Coyoacán, el Established Populations Epidemiologic<br />
Study of the Elderly (EPESE) <strong>del</strong> National Institute on<br />
Aging (Estados Unidos).<br />
En materia de difusión y diseminación, se cuenta ya con la<br />
publicación <strong>del</strong> libro Actualizaciones en aspectos básicos y<br />
clínicos <strong>del</strong> envejecimiento, con la colaboración de varios<br />
grupos de la red, las reuniones científicas de la red (Toledo,<br />
Madrid, Oviedo y Valencia), dos de las cuales se han hecho<br />
coincidir con el Congreso de la Sociedad Española de<br />
Medicina Geriátrica y una con el de la Sociedad Española<br />
de Ciencias Fisiológicas. Se han realizado, además, cursos<br />
de formación, campañas de divulgación de temas de<br />
envejecimiento en colaboración con sociedades científicas,<br />
acuerdos de colaboración con entidades científicas,<br />
propuesta de conferencia europea para consensuar la<br />
definición operativa de fragilidad, presentación de RETICEF<br />
en el OCC (Santa Bárbara, 2010) y la confección de página<br />
web con el patrocinio de empresas privadas.<br />
Las fortalezas de la red son principalmente la constitución y<br />
la evaluación <strong>del</strong> Estudio Toledo –una cohorte longitudinal<br />
con más de 2500 ancianos, fenotipación y colaboración<br />
multicéntrica y multidisciplinaria–, cuyos resultados<br />
empiezan a obtenerse y se revelan como una fuente de<br />
referencia de datos epidemiológicos, metabolómicos,<br />
genómicos y de salud pública. A partir de la creación de<br />
plataformas para estudios básico-clínicos de mo<strong>del</strong>os de<br />
envejecimiento, la conexión prometedora con grupos de<br />
nivel mundial, españoles e internacionales, el financiamiento<br />
recibido, la actividad científica y de transferencia, la<br />
movilidad de los investigadores y el valor añadido, bien<br />
puede decirse que los dos aspectos más relevantes de<br />
RETICEF son la puesta en marcha <strong>del</strong> Estudio Toledo, así<br />
como la formación integral en Ciencias <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />
dirigida a investigadores básicos y clínicos.<br />
42<br />
Las debilidades de RETICEF son, por otra parte, una<br />
mayor definición de su estructura actual y óptima en<br />
cuanto al número de grupos, asunto que podría estar<br />
<strong>sobre</strong>dimensionado, así como la composición de grupos<br />
básicos y clínicos y su grado de participación y colaboración.<br />
Sería conveniente focalizar con más precisión los objetivos<br />
y separarlos de los programas. También es conveniente que<br />
exista mayor interrelación básica-clínica y un rediseño <strong>del</strong><br />
número de grupos. Entre los mejores artículos de cada área<br />
aún hay muchos que no son colaborativos (sólo 7 lo son),<br />
por lo que a juicio <strong>del</strong> evaluador hay muchos grupos poco<br />
integrados, lo que puede suponer más un lastre que una<br />
oportunidad.<br />
REFERENCIA<br />
Verbrugge, L. (2005) “Flies without wings”. En: Carey et<br />
al., Longevity and Frailty. Hei<strong>del</strong>berg: Springer Verlag.<br />
Transcripción: Delia Magdalena Namihira Guerrero
GRUPO DE TRABAJO<br />
Biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
Coordinador:<br />
Rafael Villalobos Molina,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Relatores:<br />
Ricardo Quiroz Báez,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Luis Bernardo Tovar y Romo,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
Armando Aranda Anzaldo,<br />
Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />
Clorinda Arias Álvarez,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Victoria Campos Peña,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y<br />
Neurocirugía<br />
Rosalinda Guevara Guzmán,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Gabriel Gutiérrez Ospina,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Lourdes Massieu Trigo,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Shaday Michán Aguirre<br />
Instituto de Geriatría<br />
Beatriz Montes Mena,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Julio Morán Andrade,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Agustín Lugo Radillo,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Armando Luna López,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Argelia E. Rojas Mayorquín,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Iván Velasco Velázquez,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México
INTRODUCCIÓN<br />
El envejecimiento es un proceso biológico cuyos<br />
mecanismos celulares y moleculares aún no se<br />
conocen por completo y su entendimiento constituye uno<br />
de los grandes retos que tienen la biología y la medicina<br />
modernas. Durante el proceso de envejecimiento se<br />
presentan diferentes eventos que pueden ser estudiados<br />
desde casi todas las disciplinas de la biomedicina y de las<br />
ciencias relacionadas con ésta y donde la biotecnología y<br />
la biología de las células troncales brindarán aportaciones<br />
muy importantes para el entendimiento de dicho proceso.<br />
El involucramiento de todas estas áreas <strong>del</strong> conocimiento<br />
permite un abordaje multi y transdisciplinario <strong>del</strong> tema.<br />
El envejecimiento puede definirse como un fenómeno<br />
multifactorial que en sistemas biológicos se caracteriza por<br />
la pérdida progresiva de la homeostasis debido a la reducción<br />
de sus capacidades adaptativas ante diversos estímulos,<br />
ya sean intrínsecos o extrínsecos. Este es un proceso<br />
dependiente <strong>del</strong> tiempo que tiene repercusiones desde el<br />
nivel celular hasta el sistémico. Desde la perspectiva de la<br />
biología <strong>del</strong> desarrollo, se ha propuesto al envejecimiento<br />
como la etapa final <strong>del</strong> desarrollo ontogénico <strong>del</strong> individuo.<br />
En los seres humanos el envejecimiento precisa no sólo<br />
un deterioro fisiológico, sino también alteraciones en sus<br />
habilidades psicosociales.<br />
El envejecimiento puede ser catalogado como “exitoso” o<br />
patológico. En el primer caso, los individuos no presentan<br />
enfermedades o alteraciones psicosociales, aunque sí<br />
muestran una disminución general de sus ritmos biológicos<br />
y capacidades funcionales. En los casos patológicos,<br />
los individuos desarrollan enfermedades asociadas al<br />
envejecimiento, las cuales son responsables <strong>del</strong> deterioro<br />
de su calidad de vida. La combinación tanto de factores<br />
genéticos como medioambientales, psicosociales y<br />
culturales determinarán el camino que tomará este proceso.<br />
Al ser el envejecimiento un proceso universal, irreversible y<br />
de cambio <strong>del</strong>etéreo, el cual se presenta después de que el<br />
organismo ha alcanzado su máximo grado de maduración,<br />
el estudio de los mecanismos implicados en su desarrollo es<br />
de fundamental importancia.<br />
En las discusiones <strong>del</strong> grupo de biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
participó un conjunto heterogéneo de especialistas en<br />
44<br />
diferentes campos de la investigación experimental.<br />
Durante la primera sesión, se presentaron tres temas<br />
relevantes para el estudio de la biología <strong>del</strong> envejecimiento:<br />
algunas teorías <strong>sobre</strong> estrés oxidante como causas <strong>del</strong><br />
envejecimiento, la neurodegeneración y la fisiología <strong>del</strong><br />
endotelio vascular.<br />
Durante estas presentaciones, se hizo evidente la<br />
participación de diversos campos de la investigación<br />
biomédica cuyas aportaciones pueden contribuir al<br />
entendimiento de los procesos <strong>del</strong> envejecimiento natural<br />
y de las patologías asociadas al mismo. Pero también<br />
se hicieron manifiestas algunas de las múltiples áreas<br />
que actualmente no están siendo abordadas de manera<br />
suficiente y que abren oportunidades para su exploración.<br />
Aunque es claro que en México existe un gran número<br />
de grupos de investigación de alto nivel que abordan<br />
diferentes temas de investigación experimental en diversas<br />
instituciones, muy pocos de ellos responden preguntas<br />
directamente relacionadas con la biogerontología.<br />
Como resultado de nuestra discusión, se hizo evidente la<br />
necesidad de unificar el concepto <strong>del</strong> objeto de estudio:<br />
el proceso biológico <strong>del</strong> envejecimiento. Una acción<br />
indispensable a partir de la cual se podrán definir las pautas<br />
para el abordaje de las futuras investigaciones en esta<br />
área y que permitirá también definir el tipo de mo<strong>del</strong>os<br />
experimentales que son indispensables para la generación<br />
de conocimiento en esta materia.<br />
Se propuso una gran variedad de temas pendientes de<br />
abordar en este tema, desde la integración de los mo<strong>del</strong>os<br />
experimentales para identificar los mecanismos moleculares<br />
y celulares que regulan el envejecimiento diferencial de<br />
las distintas células, órganos, tejidos y sistemas, hasta los<br />
procesos patológicos asociados al fenómeno.<br />
Se discutió <strong>sobre</strong> el impacto <strong>del</strong> estudio de los mecanismos<br />
reguladores de la diferenciación celular de las células<br />
troncales y sus nichos, las cuales tienen implicaciones<br />
potenciales en la biomedicina regenerativa, un tema de<br />
especial interés en el campo gerontológico. De la misma<br />
manera, se habló de los diferentes niveles de regulación<br />
de los procesos celulares –genéticos, epigenéticos,<br />
proteómicos– y de la señalización intracelular que se<br />
modulan de manera diferente dependiendo <strong>del</strong> contexto<br />
celular.
No se dejaron de lado procesos importantes que participan<br />
en el envejecimiento biológico como: la homeostasis<br />
de calcio intracelular, la respuesta al estrés, la plasticidad<br />
fenotípica y los polimorfismos humanos asociados a la<br />
longevidad, entre otros.<br />
Resulta ahora una tarea importante asignar las prioridades<br />
a los diversos temas de investigación identificados en<br />
nuestra sesión de expertos. El objetivo es promover la<br />
generación de conocimiento en las diversas áreas de la<br />
biología <strong>del</strong> envejecimiento –incluyendo a las patologías<br />
asociadas– y promover la colaboración entre diversas<br />
instituciones de investigación que existen en nuestro<br />
país. Los investigadores consolidados de las mismas<br />
que participaron en la sesión han mostrado un interés<br />
genuino en el desarrollo de proyectos relacionados con<br />
la investigación <strong>sobre</strong> biología <strong>del</strong> envejecimiento y en la<br />
colaboración con los investigadores <strong>del</strong> área biomédica <strong>del</strong><br />
naciente Instituto de Geriatría.<br />
OBJETIVOS<br />
Analizar el estado actual de la investigación básica en el<br />
campo de la biología <strong>del</strong> envejecimiento a nivel nacional,<br />
tomando en consideración los siguientes ejes rectores:<br />
1. Identificación de las condiciones imperantes, así como<br />
las limitaciones de la investigación en esta área <strong>del</strong><br />
conocimiento, teniendo en consideración los recursos<br />
humanos, la infraestructura, el financiamiento y<br />
las dinámicas de colaboraciones multidisciplinarias<br />
nacionales e internacionales.<br />
2. Definición consensuada de las líneas de investigación<br />
prioritarias dentro <strong>del</strong> área.<br />
3. Definición de estrategias institucionales y académicas<br />
que permitan impulsar y promover proyectos de<br />
investigación en envejecimiento.<br />
4. Impulso <strong>del</strong> trabajo inter y transdisciplinario entre los<br />
distintos grupos de investigación pertenecientes a las<br />
diversas instituciones representadas en la reunión.<br />
5. Establecimiento de los primeros acercamientos entre<br />
los miembros de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y<br />
Desarrollo Social.<br />
TEMAS Y LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN<br />
BIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
Como resultado de las dos sesiones de trabajo en las<br />
cuales participó el grupo de expertos, se identificaron los<br />
siguientes temas relevantes en el campo de la biología<br />
<strong>del</strong> envejecimiento, mismos que hasta el momento han<br />
sido poco explorados o incluso no han sido abordados por<br />
grupos de investigación nacionales.<br />
Mecanismos <strong>del</strong> envejecimiento sistémico<br />
•Identificación de los mecanismos biológicos que<br />
participan en el incremento de la tasa de envejecimiento<br />
una vez que el organismo ha alcanzado la madurez<br />
reproductiva.<br />
•Estudio de los cambios en los ritmos de desarrollo<br />
(heterocronía).<br />
•Pérdida de la innervación somática, como evento<br />
promotor <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
•Características moleculares, celulares y fisiológicas<br />
determinantes de los procesos de envejecimiento<br />
exitoso y patológico.<br />
•Estudio de vías metabólicas involucradas en los procesos<br />
de reparación y crecimiento.<br />
•Cronobiología de los procesos de desgaste orgánico<br />
y sistémico, así como de la aparición y evolución<br />
de enfermedades crónicas y agudas relacionadas al<br />
envejecimiento.<br />
•Cambios postraduccionales implicados en los procesos<br />
de envejecimiento.<br />
•Estudio de las diferencias genotípicas relacionadas con<br />
la tasa de envejecimiento entre distintas poblaciones.<br />
Alteraciones fisiológicas y eventos promotores de la<br />
senescencia celular<br />
•Efectos de la acumulación de alteraciones moleculares y<br />
celulares producto de procesos oxidantes.<br />
• Estudio de las vías de señalización involucradas con<br />
los procesos de desarrollo y envejecimiento, en las<br />
cuales participen moléculas derivadas <strong>del</strong> metabolismo<br />
oxidante, ya sea como señalizadores y/o promotores de<br />
los mismos.<br />
• Estudio de la senescencia celular como resultado de<br />
insultos genotóxicos, estrés celular y presión ambiental.<br />
45
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
46<br />
• Pérdida de la permisividad estructural durante el proceso<br />
de división celular y otros cambios en la estructura y<br />
morfología nuclear como mecanismo de senescencia<br />
celular.<br />
Mecanismos de neurodegeneración<br />
• Análisis de los componentes biológicos asociados<br />
al envejecimiento como factores de riesgo para<br />
las enfermedades neurodegenerativas como las de<br />
Alzheimer, Parkinson y Huntington.<br />
• Reactivación aberrante <strong>del</strong> ciclo celular y su relación con<br />
la muerte neuronal en las neuropatologías asociadas al<br />
envejecimiento.<br />
• Estudios <strong>sobre</strong> agregación de proteínas a nivel de<br />
sistema nervioso central y periférico.<br />
• Alteraciones en la homeostasis <strong>del</strong> calcio intracelular.<br />
• Vulnerabilidad diferencial entre los distintos tipos<br />
neuronales.<br />
Mecanismos de neuroprotección<br />
• Procesos de regeneración axonal.<br />
• Estudio de la vascularización y reservas energéticas a<br />
nivel cerebral.<br />
• Bases moleculares y celulares de los efectos benéficos<br />
<strong>del</strong> ejercicio físico y la dieta.<br />
Genes de longevidad; regulación transcripcional,<br />
epigenética y de la señalización intracelular<br />
• Efecto de las vías de señalización intracelulares de<br />
insulina y <strong>del</strong> factor de crecimiento similar a insulina<br />
(IGF-1) <strong>sobre</strong> la regulación de la longevidad.<br />
• Desacetilasas de histonas dependientes de NAD+ de la<br />
familia de las sirtuinas.<br />
• Cinasa mTOR como regulador intracelular clave en el<br />
envejecimiento.<br />
• Estudio de la señalización intracelular mediada por<br />
la cinasa GSK-3β y su relación con la producción<br />
energética durante el envejecimiento.<br />
Estudio de los procesos biológicos característicos de los<br />
sistemas envejecidos<br />
• Neurogénesis y supervivencia neuronal en el cerebro<br />
adulto.<br />
• Análisis estructural de células posmitóticas, las cuales<br />
presentan características de células senescentes de<br />
fenotipo proliferante (neurona como mo<strong>del</strong>o de<br />
estudio).<br />
• Análisis de los cambios en la forma y función de<br />
diversos órganos, desde una perspectiva ontogénica y<br />
de plasticidad fenotípica.<br />
• Abordaje de mo<strong>del</strong>os experimentales, los cuales<br />
permitan comprender los procesos de heterocronía<br />
sistémica durante el desarrollo y el envejecimiento. Esto<br />
es, estudiar los mecanismos implicados en el control<br />
de distintas tasas de envejecimiento observadas en los<br />
diversos órganos dentro de un mismo organismo.<br />
• Estudio de la hipertrofia celular.<br />
• Análisis de las modificaciones <strong>del</strong> transcriptoma,<br />
proteoma, acetiloma y metaboloma, durante el<br />
envejecimiento.<br />
• Estudiar los cambios en las interacciones celulares<br />
dentro de un órgano a lo largo <strong>del</strong> tiempo.<br />
• Reprogramación genética y desdiferenciación celular en<br />
estadios tardíos de desarrollo.<br />
• Análisis molecular y celular de los nichos de células<br />
troncales.<br />
CONCLUSIONES<br />
Durante la mesa de trabajo en biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
se reafirmaron dos aspectos fundamentales de la función<br />
de la investigación biomédica básica experimental en el<br />
campo <strong>del</strong> envejecimiento, los cuales nos permitirán el<br />
desarrollo de los objetivos propuestos durante el <strong>Encuentro</strong>:<br />
• La principal tarea de los investigadores de nuestra<br />
área es la generación de conocimiento y aportar al<br />
entendimiento de los fenómenos naturales, desde el<br />
nivel molecular hasta el sistémico.<br />
• Se ratificó que el envejecimiento es un proceso<br />
natural, no patológico, por el que atraviesan todos los<br />
organismos vivos.<br />
Sin embargo, es necesario el desarrollo de un concepto<br />
unificado que defina el proceso de envejecimiento biológico<br />
abordándolo desde una perspectiva evolutiva. A partir de<br />
esta definición, dicho fenómeno puede ser estudiado de<br />
forma más objetiva. En este sentido, se debe hacer una clara<br />
distinción entre el envejecimiento fisiológico “exitoso” y el<br />
envejecimiento patológico, identificando las características<br />
individuales de cada tipo a fin de comprender mejor estos<br />
procesos.
Debido al gran número de mo<strong>del</strong>os experimentales que<br />
existen para el estudio <strong>del</strong> envejecimiento, es necesario<br />
hacer una selección cuidadosa de los mismos en función<br />
de las preguntas que se pretende contestar; para este fin es<br />
una prioridad alcanzar un consenso respecto al concepto<br />
de envejecimiento que se manejará al interior de la Red.<br />
Adicionalmente, requerimos de estrategias experimentales<br />
basadas en concepciones novedosas <strong>del</strong> proceso de<br />
envejecimiento y considerar que al estudiar un fenómeno<br />
complejo en un mo<strong>del</strong>o sencillo existe el riesgo de perder<br />
la complejidad de dicho fenómeno, lo cual debe de ser<br />
tomado en cuenta durante los desarrollos experimentales<br />
y en la elección de los mo<strong>del</strong>os de trabajo. En este sentido,<br />
la utilización de mo<strong>del</strong>os experimentales de algunas de<br />
las patologías asociadas al envejecimiento puede brindar<br />
información útil para el conocimiento de los procesos<br />
asociados al mismo, por lo que necesitan ser explotados de<br />
forma más extensa.<br />
Aunque es necesario considerar el contexto tecnológico<br />
al que se tiene acceso para el estudio <strong>del</strong> envejecimiento,<br />
se requiere innovación desde el punto de vista técnico<br />
y de desarrollo de conceptos, los cuales nos permitan<br />
la generación de nuevo conocimiento producto de su<br />
abordaje a partir de distintos niveles de análisis. Durante<br />
la discusión se llegó a dos aspectos fundamentales a fin<br />
de alcanzar esta meta. El primero requiere contestar<br />
las preguntas con un abordaje global, y el segundo hace<br />
hincapié en la vinculación entre los hallazgos realizados<br />
en mo<strong>del</strong>os experimentales con los determinantes clínicos<br />
<strong>del</strong> fenómeno que estudiamos, para lo cual se requiere<br />
promover la investigación traslacional <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
A nivel operativo, el grupo de trabajo llegó a las siguientes<br />
conclusiones respecto a la investigación <strong>del</strong> envejecimiento<br />
en México:<br />
1. Es necesaria la integración de los miembros <strong>del</strong><br />
Instituto de Geriatría, como sede de la Red de<br />
<strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social, así como<br />
el desarrollo de colaboraciones científicas con los<br />
investigadores de otras instituciones a fin de alcanzar<br />
un avance en los temas rectores de la misma.<br />
2. Abordar el estudio <strong>del</strong> envejecimiento desde una<br />
perspectiva genética, genómica y proteómica nos<br />
permite desarrollar importantes aportaciones al<br />
entendimiento de estos campos. Este escenario es un<br />
BIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
nicho a desarrollar al existir muy pocos estudios en el<br />
mundo en este sentido.<br />
3. Se deben explorar las intervenciones en medicina<br />
regenerativa y células troncales. Durante el encuentro<br />
se abordó la posibilidad de realizar colaboraciones de<br />
la Red de <strong>Envejecimiento</strong> tanto con otras redes como<br />
con investigadores especializados en este tema (Red<br />
de Desarrollo de Fármacos y Métodos de Diagnóstico<br />
“Nuevas Tendencias de la Medicina”, contacto Dr.<br />
Iván Velasco Velázquez, Instituto de Fisiología<br />
Celular, UNAM).<br />
ACCIONES PROPUESTAS<br />
Corto plazo<br />
• Desarrollo de un seminario en Biología <strong>del</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong> que tenga como sede al Instituto de<br />
Geriatría, en el cual participen los miembros de la Red<br />
en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social.<br />
• Priorización de los temas de investigación enmarcados<br />
en la Red en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social.<br />
• Identificación de objetivos comunes entre grupos de<br />
investigación.<br />
• Identificación de infraestructura, tecnologías y<br />
financiamiento disponibles para el desarrollo de<br />
proyectos de investigación.<br />
Mediano plazo<br />
• Incorporación de los investigadores <strong>del</strong> área básica<br />
<strong>del</strong> Instituto de Geriatría en el desarrollo de proyectos<br />
en colaboración con investigadores establecidos<br />
de otras instituciones, como una estrategia para el<br />
fortalecimiento de la investigación básica en el Instituto<br />
de Geriatría y para la promoción de la investigación en el<br />
campo de la biología <strong>del</strong> envejecimiento dentro de otras<br />
instituciones.<br />
• Colaboración entre investigadores básicos y especialistas<br />
clínicos en la identificación de marcadores biológicos<br />
relacionados con patologías asociadas al envejecimiento<br />
y fenómenos de fragilidad.<br />
• Incorporación de especialistas en Geriatría en trabajos<br />
de investigación.<br />
Largo plazo<br />
• Desarrollo conjunto de proyectos de investigación en<br />
47
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
los temas relevantes de la biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
identificados durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>.<br />
• Realización de proyectos conjuntos derivados de las<br />
preguntas y la priorización de los temas.<br />
• Búsqueda de vínculos al interior de la red.<br />
• Elaboración de proyectos con visión transdisciplinaria<br />
con miembros de la red.<br />
Finalmente, el grupo de trabajo en biología experimental<br />
<strong>del</strong> envejecimiento que participó en la mesa de Biología<br />
<strong>del</strong> envejecimiento durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong><br />
<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong> estuvo conformado por<br />
especialistas en inmunología, neurodegeneración, estrés<br />
oxidante, genética y células troncales, entre otros temas,<br />
lo que nos permitió discutir acerca de la situación actual<br />
de la investigación de los procesos celulares y moleculares<br />
<strong>del</strong> envejecimiento, con especial énfasis en aquellos que<br />
ocurren en el sistema nervioso. En conjunto, el grupo<br />
identificó los temas <strong>sobre</strong> los que debe ponerse mayor<br />
atención en la investigación básica en México y promover<br />
directrices para el avance <strong>del</strong> conocimiento científico en<br />
este campo. Adicionalmente, se identificaron objetivos<br />
comunes entre los diferentes laboratorios nacionales<br />
que permitan establecer colaboraciones científicas que<br />
impulsen el desarrollo de la investigación gerontobiológica<br />
básica. En este contexto, en la medida en que logremos<br />
entender cómo se regulan los procesos de envejecimiento,<br />
en el largo plazo, lograremos mejorar la calidad de vida de<br />
los individuos, uno de los asuntos torales pendientes desde<br />
la perspectiva de salud pública.<br />
48
GRUPO DE TRABAJO<br />
Coordinador:<br />
Clemente Zúñiga Gil,<br />
Hospital Universitario de Tijuana<br />
Relatora:<br />
Dolores Mino León,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Fragilidad<br />
Expertos:<br />
Carlos D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers,<br />
Hospital ABC<br />
José Juan García González,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
David Leal Mora,<br />
Universidad Autónoma de Guadalajara<br />
Nora Torres Carrillo,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Liliana Ruiz Arregui,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />
Nutrición ”Salvador Zubirán”<br />
Sara Gloria Aguilar Navarro,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />
Nutrición ”Salvador Zubirán”<br />
José Alberto Ávila Funes,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />
Nutrición ”Salvador Zubirán”
JUSTIFICACIÓN<br />
La fragilidad es un síndrome geriátrico, resultado de la<br />
reducción multisistémica de la capacidad de reserva,<br />
lo que implica un alto riesgo de generar consecuencias<br />
adversas en los adultos mayores. Ha sido difícil definirlo<br />
de forma objetiva dada su complejidad; sin embargo, un<br />
aspecto que se ha evidenciado es el hecho de que debe ser<br />
abordado como un concepto multidimensional, resultado<br />
de factores físicos, psicológicos, sociales y ambientales.<br />
OBJETIVO DE LA MESA<br />
Integrar el conocimiento nacional e internacional disponible<br />
en la literatura <strong>sobre</strong> fragilidad para identificar grupos<br />
de investigación nacionales e internacionales y definir<br />
necesidades de nuevo conocimiento, lo cual ayudará a<br />
plantear líneas de investigación estratégicas.<br />
METODOLOGÍA<br />
Se realizó una mesa de trabajo integrada por expertos en<br />
el tema de fragilidad, un relator y un coordinador. Estos<br />
últimos elaboraron el temario a desarrollar, así como la<br />
asignación de temas a los invitados, a quienes se pidió<br />
realizar un breve documento en el que se considerara el<br />
lugar de conocimiento actual, hacia dónde es necesario<br />
dirigirse, los recursos disponibles para continuar la<br />
investigación en esa dirección y las necesidades que deben<br />
cubrirse para hacerlo.<br />
La mesa de trabajo se dividió en dos partes; en la primera<br />
cada participante presentó su tema en diez minutos y en la<br />
segunda se trabajaron las conclusiones.<br />
1. Desarrollando una definición<br />
La definición de fragilidad es hasta el presente un tema<br />
controversial, debido a que no existe un consenso <strong>sobre</strong><br />
su exacta descripción. La fragilidad es, pues, un síndrome<br />
mal definido, poco comprendido para unos y ambiguo para<br />
otros; con posibilidad de ser confundido o mezclado con<br />
términos como falla para progresar (“failure to thrive”),<br />
pérdida de vitalidad, deslizamiento, síndrome de desgaste,<br />
etc.<br />
En un esfuerzo por darle precisión, se han utilizado<br />
diferentes parámetros, pero sólo se ha logrado diversificar<br />
50<br />
su concepto. Una definición clara y precisa de la fragilidad<br />
facilitaría la comprensión de este síndrome y, por ende, en<br />
el estudio de los mecanismos de prevención, diagnóstico,<br />
tratamiento y rehabilitación integral de la persona adulta<br />
mayor.<br />
Entre los criterios descritos se encuentran los médicos,<br />
tales como presencia de enfermedades crónicas,<br />
alteración de la marcha, déficits sensoriales, caídas de<br />
repetición, polifarmacia, hospitalizaciones frecuentes y<br />
mala autopercepción de la salud. Un segundo grupo de<br />
criterios son los funcionales entre los que se mencionan<br />
la dependencia para las actividades básicas de la vida<br />
diaria y la dependencia en actividades instrumentales de<br />
la vida diaria (AIVD). Los socioeconómicos abarcan vivir<br />
solo, viudez reciente, edad mayor a los 80 años y bajos<br />
ingresos económicos. Los criterios cognoscitivos/afectivos<br />
incluyen la depresión y el deterioro cognitivo.<br />
Dado que la gran mayoría de los autores concuerda con lo<br />
anterior, definimos a la fragilidad como un estado asociado<br />
al envejecimiento y como un síndrome, tiene un fenotipo<br />
de expresión que permite identificarlo y diferenciarlo<br />
de la comorbilidad o de la discapacidad, aunque estas<br />
últimas se pueden superponer o potenciar; por otro lado,<br />
es un continuo cuyo inicio es silencioso, pero que se<br />
hace evidente al sumarse deterioros y llega al umbral de<br />
la discapacidad cuando el organismo no tiene una reserva<br />
homeostática, lo que ocasiona pérdida de la resistencia a<br />
los agentes estresantes <strong>del</strong> medio ambiente.<br />
2. Síndrome o estado “fisiopatológico”<br />
Desde la perspectiva tradicional de la medicina, un síndrome<br />
se define como un conjunto de signos y síntomas asociados<br />
con un proceso patológico común, que juntos expresan un<br />
cuadro clínico típico; los ejemplos clásicos son el síndrome<br />
de Cushing o el síndrome metabólico; sin embargo, desde<br />
la perspectiva de la Geriatría, un síndrome es el acumulo de<br />
déficits en diferentes sistemas que resultan en un efecto<br />
adverso particular, por ejemplo, el síndrome de caídas y el<br />
síndrome de incontinencia urinaria (Bergman et al., 2007).<br />
La fragilidad es considerada como un síndrome geriátrico,<br />
ya que son diversos los mecanismos que la condicionan<br />
y cuyo resultado final es la disminución de reservas<br />
fisiológicas <strong>del</strong> organismo y el incremento <strong>del</strong> riesgo de<br />
sufrir eventos adversos, ya que se pierde la capacidad<br />
de respuesta fisiológica ante eventos de estrés agudo,
temperaturas extremas o ejercicio físico (Gooren, 2007).<br />
Clínicamente, la fragilidad se manifiesta por un fenotipo<br />
caracterizado por disminución de la velocidad de la marcha,<br />
pérdida de peso, debilidad, fatiga y pobre actividad física<br />
(Fried et al., 2001); aquellos individuos que presentan<br />
tres o más de estas características son clasificados<br />
como frágiles. Sus efectos adversos son: discapacidad,<br />
mortalidad, institucionalización (Bandeen-Roche et al.,<br />
2006; Cawthon et al., 2007) e incremento en el uso de<br />
servicios de salud (Rochat et al., 2010). Los mecanismos<br />
que conducen a la fragilidad son diversos e incluyen<br />
deficiencia de diversos sistemas: endocrino, cardiovascular,<br />
músculo-esquelético, inmunológico y nervioso (Morley,<br />
2006).<br />
La Dra. Linda Fried y sus colaboradores llevaron a cabo un<br />
estudio en una cohorte de ancianas en Estados Unidos,<br />
buscando la relación entre alteraciones en diversos<br />
sistemas fisiológicos (anemia, inflamación, deficiencia<br />
en el factor de crecimiento parecido a la insulina tipo<br />
I, deficiencia en los niveles de dehidroepiandosterona,<br />
alteraciones en los niveles de hemoglobina glucosilada,<br />
vitaminas, disminución de tejido adiposo y de la velocidad<br />
de fibras musculares) y el fenotipo de fragilidad. El estudio<br />
concluye que no hay una relación lineal entre el número de<br />
alteraciones y la prevalencia de fragilidad en esta población;<br />
además, se demostró que existen individuos que aunque<br />
presentan alteraciones en uno o más sistemas no reúnen<br />
criterios para ser clasificados como frágiles y, viceversa, hay<br />
individuos que no tienen alteraciones en estos sistemas y<br />
son clasificados como frágiles (Fried, 2009).<br />
FRAGILIDAD<br />
Por otra parte, independientemente de los mecanismos<br />
que condicionan la fragilidad y la expresión de las<br />
manifestaciones clínicas, la probabilidad de presentar<br />
eventos adversos se mantiene constante. Una de las<br />
posibles explicaciones es que una o más alteraciones<br />
en cualquiera de los sistemas fisiológicos repercuten<br />
directamente o indirectamente en otros y clínicamente<br />
pueden expresarse de diversas formas (Bandeen-Roche et<br />
al., 2006). De aquí surgen las preguntas de investigación<br />
que deberán responderse en los próximos años: ¿Existen<br />
diferentes fenotipos de fragilidad? Y si es así, ¿qué<br />
repercusiones en términos de efectos adversos presentan?<br />
¿Cómo se diferencia la fragilidad <strong>del</strong> envejecimiento?<br />
Tanto el envejecimiento como la fragilidad presentan<br />
puntos en común: en ambos existe disminución de las<br />
reservas fisiológicas que se manifiestan como déficits<br />
en diversos sistemas y aunque comparten mecanismos<br />
comunes, éstos no son idénticos; por ejemplo, una persona<br />
de 94 años de edad puede cursar con sarcopenia asociada al<br />
proceso de envejecimiento, mientras que otro individuo de<br />
68 años de edad puede tener el mismo grado de sarcopenia<br />
por cursar con una enfermedad crónica inflamatoria como<br />
la artritis reumatoide (Fulop et al., 2010).<br />
Las diferencias que existen en los sistemas fisiológicos entre<br />
el envejecimiento y la fragilidad se muestran en la tabla 1.<br />
Sin embargo, es imposible diferenciar los cambios que<br />
ocurren en individuos sin fragilidad con edades avanzadas<br />
y en etapas cercanas a la muerte, de aquellos que ocurren<br />
en pacientes frágiles.<br />
Tabla 1. Alteraciones biológicas que diferencian el envejecimiento normal de los cambios ocurridos en la fragilidad (Fulop et al., 2010).<br />
51
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
También, existen diferencias en cuanto a la posibilidad<br />
de sufrir eventos adversos como la muerte. Desde la<br />
perspectiva de Rockwood y Mitnitstki, la fragilidad puede<br />
ser medida; ellos han demostrado que el índice de fragilidad<br />
predice mortalidad con mayor precisión que la edad por sí<br />
sola (Mitnitski et al., 2001; Mitnitski et al., 2004; Jones et<br />
al., 2004; Mitnitski et al., 2005 y Kulminski et al., 2007).<br />
Estos mismos datos se han corroborado en población de<br />
ancianos mexicanos (García-González et al., 2009); y<br />
también el índice de fragilidad predice deterioro funcional<br />
así como uso de servicios hospitalarios (Woo et al., 2006).<br />
Por último, es importante enfatizar que existen otras<br />
diferencias entre el envejecimiento y la fragilidad. El<br />
envejecimiento es un proceso natural e irreversible,<br />
mientras que la fragilidad corresponde a un proceso<br />
patológico, frecuentemente subclínico y potencialmente<br />
reversible tras la aplicación de una serie de intervenciones<br />
que consisten en cambios en los estilos de vida,<br />
intervenciones nutricionales, ejercicio físico, prevención<br />
de comorbilidad y tratamiento de enfermedades agudas y<br />
crónicas. En la tabla 2 se indican las principales diferencias<br />
entre el envejecimiento y la fragilidad.<br />
¿Qué relación tiene la fragilidad con la enfermedad crónica?<br />
Existen dos fenómenos que pueden estar asociados a la<br />
fragilidad: la discapacidad y la comorbilidad. La primera se<br />
refiere a la dependencia que presentan los individuos para<br />
realizar una o más actividades básicas de la vida diaria y la<br />
52<br />
segunda se refiere a la presencia de dos o más enfermedades<br />
crónicas. Estos términos frecuentemente son confundidos<br />
con el de fragilidad, cuando en realidad son conceptos<br />
totalmente distintos. Sin embargo, pueden existir ancianos<br />
frágiles sin discapacidad ni comorbilidad, o bien, ancianos<br />
frágiles que presenten alguna de ellas; lo mismo sucede<br />
con los individuos que presentan alguna discapacidad o<br />
comorbilidad (Fried et al., 2004) en relación a la fragilidad.<br />
En un estudio realizado por Linda Fried (Fried et al.,<br />
2001), con 368 adultos mayores de 65 años, 26.6%<br />
fue diagnosticado como frágil, 46.2% como frágil con<br />
comorbilidad, 5.7% frágil con discapacidad y 21.5% frágil<br />
con comorbilidad y discapacidad.<br />
Enfermedades crónicas como la diabetes, infecciones<br />
crónicas de baja intensidad como onicomicosis o<br />
enfermedad peridontal, enfermedades inflamatorias<br />
como la artritis reumatoide o neoplasias como el cáncer<br />
de próstata predisponen a fragilidad, ya que condicionan<br />
estados inflamatorios sistémicos crónicos con desgaste<br />
de reservas homeostáticas; sin embargo, los individuos<br />
frágiles sin comorbilidad son más susceptibles de cursar<br />
con enfermedades crónicas (Bergman et al., 2007).<br />
Por último, en sus etapas terminales, las enfermedades<br />
crónicas pueden manifestarse como fragilidad; también<br />
hay padecimientos como la depresión y la obesidad que<br />
pueden expresar datos clínicos de fragilidad. La fragilidad<br />
puede considerarse como una manifestación subclínica de<br />
enfermedad crónica.<br />
Tabla 2. Diferencias generales entre el proceso de envejecimiento normal y la fragilidad (Fulop et al., 2010).
3. ¿Cómo identificar al sujeto frágil en el ámbito<br />
de la clínica y desde la investigación?<br />
En el ámbito de la clínica<br />
Una de las principales aportaciones de la Dra. Fried ha sido<br />
el planteamiento <strong>del</strong> núcleo de la fragilidad y la utilidad<br />
de criterios para identificar individuos en riesgo, los cuales<br />
serían los más propensos para presentar desenlaces fatales.<br />
Algunas consideraciones <strong>sobre</strong> los criterios diagnósticos<br />
propuestos por la Dra. Fried son las siguientes:<br />
1. Peso: Pérdida de peso involuntaria mayor de 10 libras<br />
(4.53592 kg) en el último año y para el seguimiento<br />
es la pérdida de peso involuntaria de por lo menos 5%<br />
<strong>del</strong> peso corporal <strong>del</strong> año previo.<br />
2. Fatiga: Es una variable poco objetiva, pero refleja la<br />
pérdida <strong>del</strong> músculo.<br />
3. Actividad física: Para establecer los criterios de<br />
fragilidad a partir de esta variable es necesario calcular<br />
el gasto en Kcal por semana (hombres de 173 cm de ≥ 6 segundos, en<br />
mujeres con estatura ≤ 159 cm debe ser de ≥ 7<br />
segundos y en las de más de 159 cm ≥ 6 segundos.<br />
5. Fuerza de prensión: Se relaciona con el IMC y se mide<br />
en kg [tabla 3].<br />
De acuerdo con los criterios de la Dra. Fried, se establecen<br />
tres grupos de individuos:<br />
No frágil = 0 componentes<br />
Intermedio = 1 o 2 componentes<br />
Frágil = 3, 4 o 5 componentes<br />
Por otro lado, esta clasificación también permite identificar<br />
lo que se ha llamado como fase preclínica o cuadro clínico<br />
temprano [Tabla 4], según el cual con el hecho de presentar<br />
cualquiera de los cinco criterios el paciente ya tiene riesgo<br />
para el desenlace de “caída”.<br />
53
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Cuadro 1. Marcadores de inflamación que predicen fragilidad y mortalidad en el adulto mayor.<br />
La fortaleza de los criterios aquí comentados es que son<br />
reproducibles en la clínica en términos generales, con<br />
excepción <strong>del</strong> dinamómetro, mientras que su debilidad<br />
se centra en el abordaje unidimensional de un concepto<br />
que es complejo y multidimensional e incluye aspectos<br />
psicosociales que es necesario considerar (Hogan, 2003).<br />
Otro índice es el propuesto por Rockwood, el cual se<br />
sustenta en la acumulación de déficits: “entre más cosas<br />
los individuos tengan mal, mayor es la probabilidad de que<br />
sean frágiles”.<br />
Es importante que la fragilidad se reconozca desde el<br />
primer nivel de atención, por lo que es necesario hacer<br />
accesible el diagnóstico con la finalidad de aplicar acciones<br />
encaminadas a hacer reversible el problema.<br />
Actualmente se propone seguir identificando a los pacientes<br />
con los criterios de la Dra. Fried e incorporar otros factores<br />
de riesgo.<br />
Desde la investigación<br />
En la actualidad, la fragilidad es un concepto importante<br />
dentro de la medicina geriátrica y conocer su etiología ha<br />
sido una aspiración fundamental de muchos investigadores<br />
54<br />
en el campo <strong>del</strong> envejecimiento (Hubbard et al., 2009).<br />
Asimismo, un punto relevante al respecto es la capacidad<br />
de realizar la identificación temprana de individuos<br />
con riesgo a desarrollar fragilidad, lo cual facilitaría la<br />
detección oportuna de la misma y podrían prevenirse sus<br />
consecuencias clínicas. En el ámbito de la investigación, los<br />
parámetros más prometedores para realizar la identificación<br />
de un sujeto frágil son los marcadores de inflamación,<br />
los cuales se proponen con base en diferentes estudios<br />
experimentales como los marcadores y/o indicadores<br />
predictivos más convincentes de fragilidad y mortalidad en<br />
el adulto mayor (Cuadro 1) (De Martinis et al., 2006).<br />
En relación a los marcadores de inflamación, estudios<br />
recientes han identificado una importante relación entre<br />
éstos y la fragilidad en el adulto mayor y si bien en estos<br />
trabajos no se logró demostrar que la activación de vías<br />
inflamatorias fuera la causa de eventos adversos en la<br />
salud, evidencia biológica reciente apoya que la exposición<br />
crónica a mediadores inflamatorios produce múltiples<br />
alteraciones fisiológicas (Halter et al., 2009). De ahí que<br />
el aumento en los niveles de citocinas proinflamatorias y<br />
sus receptores –como el factor de necrosis tumoral alfa<br />
(TNF-α), la interleucina-6 (IL-6), el antagonista <strong>del</strong><br />
receptor de la interleucina-1 (IL-1Ra), receptores solubles
<strong>del</strong> TNF, entre otros– sea un factor de riesgo importante<br />
e independiente de morbilidad y mortalidad en el adulto<br />
mayor (De Martinis et al., 2006).<br />
Como consecuencia de esta hiperproducción de citocinas<br />
proinflamatorias en individuos de edad avanzada, también<br />
se ha identificado un incremento en la producción<br />
de diversas quimiocinas. De ahí que la fragilidad y la<br />
discapacidad en el adulto mayor representen la expresión<br />
compleja de una producción anormal de dichas citocinas.<br />
En apoyo a esta hipótesis, niveles elevados de marcadores<br />
serológicos inflamatorios en individuos de edad avanzada<br />
se han asociado con diversas patologías como demencia,<br />
enfermedad de Parkinson, aterosclerosis, diabetes mellitus<br />
tipo 2, sarcopenia, discapacidad funcional y un mayor riesgo<br />
de mortalidad. Por lo tanto, a través de la inflamación y sus<br />
mediadores, el sistema inmune no sólo influye de manera<br />
positiva en las reacciones de defensa inmunológicas, sino<br />
que también ejerce efectos adversos en el organismo,<br />
principalmente <strong>sobre</strong> músculo, hueso, función cardiaca,<br />
hematopoyesis y la cognición (De Martinis et al., 2006).<br />
Asimismo, se ha demostrado que adultos mayores frágiles<br />
presentan niveles séricos más elevados de la proteína C<br />
reactiva (pCr), un importante marcador de inflamación,<br />
así como un incremento en los niveles de marcadores de<br />
coagulación como el factor VIII y el dímero-D, esto en<br />
comparación con individuos mayores clasificados como no<br />
frágiles (Walston et al., 2002), lo que corrobora la presencia<br />
de un estado de inflamación crónica en estos pacientes y<br />
un mayor riesgo de coagulación (Espinoza et al., 2007).<br />
Además, se ha demostrado que niveles séricos elevados<br />
de IL-6, pCr e IL-1Ra se asocian significativamente con<br />
disminución de la fuerza muscular y <strong>del</strong> rendimiento físico<br />
(Cesari et al., 2004) y que niveles altos de TNF-α e<br />
IL-6 se relacionan de manera importante con fragilidad y<br />
enfermedad cardiovascular (De Martinis et al., 2006).<br />
Como se mencionó antes, dado que la IL-6 se asocia con<br />
una disminución <strong>del</strong> rendimiento físico en el adulto mayor,<br />
debido a sus efectos <strong>sobre</strong> la función muscular, estudios<br />
previos han evaluado el efecto conjunto de esta citocina<br />
y <strong>del</strong> factor de crecimiento tipo insulina-1 (IGF-1) <strong>sobre</strong><br />
dicha función, encontrando que tanto la IL-6 como el IGF-<br />
1, así como la interacción entre ambos, son predictores<br />
importantes de fuerza muscular y de presión manual. Por<br />
otra parte, estudios in vitro han demostrado que la IL-6<br />
FRAGILIDAD<br />
inhibe la producción y actividad biológica <strong>del</strong> IGF-1, lo que<br />
sugiere que el efecto negativo de la IL-6 <strong>sobre</strong> la función<br />
muscular podría estar mediado por la inhibición de este<br />
factor de crecimiento. Además, se ha demostrado que<br />
tanto la IL-6 como el TNF-α se asocian con mortalidad<br />
elevada, mientras que los niveles de IGF-1 muestran un<br />
efecto contrario (De Martinis et al., 2006).<br />
También se ha reportado que mujeres de edad avanzada<br />
con niveles altos de IL-6 y bajos de IGF-1 muestran una<br />
limitación significativamente mayor en la marcha, así como<br />
discapacidad para realizar sus tareas básicas y actividades<br />
instrumentadas de la vida diaria, comparadas con aquellas<br />
sin ningún factor de riesgo. Por lo tanto, la combinación de<br />
ambos factores confiere un mayor riesgo de discapacidad<br />
progresiva y muerte en estas mujeres y sugiere un efecto<br />
agregado de la desregulación de los sistemas inmune y<br />
endocrino (Cappola et al., 2003). Por otra parte, citocinas<br />
como el TNF-α, interleucina-1 (IL-1), interferón gamma<br />
(IFN-γ) y factor neurotrófico ciliar (CNTF) han mostrado<br />
una relación con la anorexia <strong>del</strong> envejecimiento y, por ende,<br />
con el estado nutricional, así como con la masa muscular<br />
(Ávila et al., 2008). Sin embargo, aun cuando se desconoce<br />
la vía causal que conduce de un estado inflamatorio a la<br />
discapacidad, se sugiere que los marcadores de inflamación<br />
pueden ocasionar una deficiencia en el funcionamiento<br />
físico, a través de sus efectos catabólicos <strong>sobre</strong> el tejido<br />
muscular (Schaap et al., 2006).<br />
En cuanto a los marcadores endocrinos, existe evidencia<br />
reciente de que la resistencia a la insulina es un elemento<br />
clave en la incidencia de fragilidad. Otros marcadores<br />
relacionados con la deficiencia <strong>del</strong> sistema músculoesquelético<br />
en el adulto mayor son niveles bajos de<br />
sulfato de dehidroepiandrosterona, primer mensajero en<br />
la secreción de la hormona <strong>del</strong> crecimiento con un papel<br />
importante en el mantenimiento de la masa muscular,<br />
así como la deficiencia de vitamina D, la cual es común<br />
en adultos mayores y se ha asociado con disminución<br />
de la función muscular, caídas, fracturas de fémur y<br />
sarcopenia (Ávila et al., 2008), aspectos que mejoran<br />
con la administración de dicha vitamina, disminuyendo<br />
así la discapacidad funcional. Asímismo, dosis altas de<br />
testosterona, una hormona anabólica, han mostrado un<br />
incremento de la fuerza y la masa muscular en hombres de<br />
edad avanzada con hipogonadismo así como en mujeres<br />
de edad avanzada. Además, en un mo<strong>del</strong>o animal de<br />
55
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
accidente cerebrovascular, la testosterona ha mostrado<br />
una mejoría de la función muscular. Por el contrario, niveles<br />
bajos de testosterona se han asociado con disminución de<br />
la función muscular y se ha observado que la deficiencia<br />
de andrógenos conduce también a la pérdida de masa<br />
muscular (Morley et al., 2006).<br />
Por otra parte, se ha demostrado que cuando el transgen<br />
para el factor de crecimiento mecánico es insertado dentro<br />
<strong>del</strong> músculo de ratas viejas, éste rejuvenece dicho tejido.<br />
También se ha reportado que una doble <strong>del</strong>eción en el gen<br />
de la miostatina lleva a una hipertrofia muscular en ratones,<br />
vacas y humanos y que niveles bajos <strong>del</strong> CNTF durante<br />
el envejecimiento, se correlacionan con disminución de la<br />
fuerza muscular; sin embargo, su reemplazo conduce a un<br />
incremento de la masa muscular en animales (Morley et al.,<br />
2006). Desafortunadamente, aun cuando en los últimos<br />
años se han publicado diversos trabajos enfocados en el<br />
estudio de estos marcadores biológicos, en la actualidad<br />
no existe un biomarcador específico para fragilidad; por<br />
ello es indispensable desarrollar nuevas investigaciones<br />
en este campo que permitan definir el impacto de estos<br />
biomarcadores <strong>sobre</strong> la discapacidad funcional en el adulto<br />
mayor, así como su posible utilidad clínica, lo cual facilitaría<br />
junto con los criterios médicos funcionales, mentales<br />
y sociodemográficos, tanto la identificación como el<br />
tratamiento oportuno <strong>del</strong> adulto mayor frágil.<br />
4. Intervenciones no farmacológicas para prevenir<br />
o revertir el síndrome de fragilidad<br />
Las intervenciones se han enfocado en prevenir o revertir<br />
los componentes específicos <strong>del</strong> síndrome de fragilidad a<br />
través de acciones farmacológicas y no farmacológicas.<br />
Entre las primeras se pueden distinguir tres tipos: las<br />
intervenciones orientadas a la nutrición, las enfocadas en la<br />
actividad física y las que combinan ambas; en estas últimas<br />
se enfoca el presente artículo (Walson et al., 2006).<br />
Tipo de intervenciones<br />
De manera general, el estado nutricio marca la dirección de<br />
las intervenciones, ya que la fragilidad se puede presentar<br />
tanto en población con obesidad como con desnutrición.<br />
56<br />
En lo que respecta a nutrición, las intervenciones se han<br />
basado en el incremento o disminución <strong>del</strong> consumo<br />
energético total, en el consumo de macro y micro<br />
nutrimentos de la dieta y la variedad de ésta. También se ha<br />
explorado la inclusión en la dieta de alimentos fortificados<br />
en energía y proteínas, aminoácidos, vitaminas y minerales<br />
(Chin et al., 2008; Chin et al., 2002).<br />
Por su parte, las intervenciones a través de actividad física<br />
han consistido en ejercicios que mejoran o incrementan<br />
la flexibilidad, el balance, la fuerza y la resistencia, con<br />
variaciones en la intensidad, el volumen y el tipo de<br />
actividades. En algunos casos se ha utilizado el enfoque<br />
multicomponente y en otros los investigadores han<br />
buscado el efecto en las extremidades, principalmente en<br />
las inferiores (Chin et al., 2002).<br />
Definiciones empleadas en las intervenciones<br />
Las definiciones operacionales usadas para estudiar<br />
fragilidad difieren ampliamente en función <strong>del</strong> marco<br />
conceptual de cada estudio. Se reporta un amplio rango<br />
de capacidades físicas y cognitivas en la población definida<br />
como frágil sin que exista una definición ampliamente<br />
aceptada o criterios estándares (Chin et al., 2008; Chin<br />
et al., 2002).<br />
Los criterios más ampliamente aceptados son los de Linda<br />
Fried (Collaborative Research Group, 2001), quien define<br />
el síndrome de fragilidad como la presencia de tres más<br />
de los siguientes aspectos: debilidad, lenta velocidad de la<br />
marcha, fatiga autorreportada, baja actividad física y pérdida<br />
de peso involuntaria. El Grupo de Trabajo en Intervenciones<br />
en Fragilidad (Ferruci et al., 2004), en el cual participa la<br />
Dra. Fried, propone incluir en la definición de fragilidad<br />
siete indicadores (movilidad, fuerza, resistencia, nutrición,<br />
inactividad física, balance y procesamiento motor) que<br />
pueden ser medidos de distintas maneras.<br />
Es así que en la literatura encontramos una diversidad de<br />
mediciones, lo que en muchos casos dificulta establecer<br />
comparaciones y sacar conclusiones. En ese sentido,<br />
es común que se incluyan sólo algunos indicadores de<br />
los antes mencionados. Tal es el caso de Binder (Binder<br />
et al., 2002), que define fragilidad con base en tres<br />
mediciones: desempeño físico, consumo de oxígeno (VO2<br />
peak) y estado funcional; o de Latham (Latham Jong et
al., 2003), que lo hizo en función de autorreporte de<br />
salud física (SF-36) y caídas. Faber (Faber et al., 2006)<br />
midió caídas, movilidad (Performance Oriented Mobility<br />
Assessment), desempeño físico (desempeño físico SF-<br />
36) y discapacidad autorreportada (Groningen Activity<br />
Restriction Scale) y Jong (Jong et al., 2000) midió a su<br />
vez percepción sensorial, apetito, consumo de energía,<br />
composición corporal y peso. En otros estudios también<br />
se han reportado como desenlaces la fuerza muscular y/o<br />
masa muscular, cambios séricos de vitaminas y en muy<br />
pocos casos se ha estudiado la incidencia de fragilidad<br />
como constructo.<br />
Resultados encontrados<br />
Entre las intervenciones de tipo nutricio están los estudios<br />
de Payette (Payette et al., 2002), Chin (Chin et al.,<br />
2002), Latham (Latham et al., 2003) y Daniels (Daniels<br />
et al., 2008). De manera general, se puede observar que<br />
hubo un incremento en la ingesta energética y en el peso,<br />
mejor funcionamiento emocional y menos días en cama;<br />
sin embargo, no se observan mejoras funcionales en la<br />
fuerza muscular (Gray-Donald et al., 1995).<br />
Con respecto a las intervenciones en las que se proporcionó<br />
un suplemento con vitamina D, se ha observado en sujetos<br />
sanos y/o con deficiencia que mejora el balance, disminuyen<br />
las caídas, hay un menor riesgo de fracturas e incrementa la<br />
velocidad de la marcha; sin embargo, hacen falta estudios<br />
en los que se demuestre que la suplementación con<br />
vitamina D previene directamente la fragilidad (Cherniack<br />
et al., 2007). Por otra parte, aún existe controversia en<br />
cuanto a la dosis y el tiempo necesario para observar un<br />
efecto funcional así como la forma de medir los efectos<br />
(Gray-Donald et al., 1995).<br />
Las intervenciones enfocadas a la actividad física han<br />
incluido programas intensivos progresivos y de intensidad<br />
moderada, caminata funcional y tai chi y programas<br />
comunes de ejercicio; sin embargo, la mayoría de ellos no<br />
han estudiado como desenlace principal el síndrome de<br />
fragilidad (Hinrichs et al., 2009). Algunos de los resultados<br />
que se han reportado son: mejor desempeño físico, mejor<br />
condición física, incremento en la funcionalidad, menos<br />
caídas, aumento de la fuerza muscular y <strong>del</strong> tiempo de<br />
reacción, mejor control neuromuscular y mejor equilibrio<br />
(Binder et al., 2002; Faber et al., 2006).<br />
Sólo se encontró un estudio prospectivo observacional<br />
en el que se evaluó el efecto de la práctica de rutinas<br />
estructuradas en la incidencia de fragilidad específicamente<br />
(Peterson et al., 2009).<br />
Respecto a las intervenciones mixtas en las que se combinan<br />
acciones relacionadas con la nutrición y la actividad física,<br />
en personas obesas frágiles se ha logrado la pérdida de peso<br />
y la disminución de la masa grasa sin reducción de la masa<br />
libre de grasa, mejor desempeño físico, mayor consumo de<br />
oxígeno y mejor funcionalidad (Villareal et al., 2006; Zak<br />
et al., 2009).<br />
A partir de lo anterior podemos resaltar que:<br />
• Las intervenciones enfocadas exclusivamente a la<br />
nutrición han sido poco efectivas.<br />
• La actividad física parece tener potencial para prevenir<br />
y revertir la fragilidad en personas con síndrome de<br />
fragilidad leve o moderado; sin embargo, en personas<br />
con fragilidad severa la actividad física puede tener un<br />
efecto negativo.<br />
• En los estudios de intervención no hay consistencia en<br />
cuanto a la definición <strong>del</strong> síndrome de fragilidad y de los<br />
desenlaces estudiados.<br />
• El síndrome de fragilidad ha sido poco estudiado como<br />
desenlace principal.<br />
• La actividad física tiene mejores resultados cuando se<br />
realiza en grupo y bajo la supervisión de entrenadores<br />
especializados.<br />
• No hay evidencia de efectos positivos en personas con<br />
fragilidad severa.<br />
• La gran mayoría de los ensayos comunitarios carecen de<br />
rigor metodológico, lo que dificulta compararlos y llegar<br />
a conclusiones <strong>sobre</strong> los efectos de las intervenciones<br />
(CONSORT) (Moher et al., 2010).<br />
• No se ha dado seguimiento a las personas después de<br />
las intervenciones.<br />
• En la mayoría de los estudios no se hace mención de<br />
efectos secundarios.<br />
5. Intervenciones farmacológicas<br />
FRAGILIDAD<br />
El desarrollo de la sarcopenia como principal característica en<br />
la composición corporal <strong>del</strong> sujeto frágil –en cuya causalidad<br />
parece determinante el fenómeno inflamatorio crónico–<br />
57
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
ha sido el principal objetivo terapéutico farmacológico<br />
propuesto para prevenir y tratar el desarrollo de fragilidad,<br />
que involucra tanto la pérdida de la independencia y<br />
la discapacidad física, como la menor supervivencia en<br />
pacientes que califican como frágiles. Es así que estudios<br />
de intervención cuyo objetivo primario ha sido mejorar el<br />
desempeño físico, la fuerza y masa muscular, así como la<br />
medición de marcadores inflamatorios también proponen<br />
como objetivos secundarios: mejorar funcionalidad<br />
específicamente en Actividades Básicas de la Vida Diaria<br />
(ABVD), calidad de vida, mejoría de la impresión global<br />
al cambio, caídas, admisión a instituciones y hospitales,<br />
y mortalidad. Lo anterior es lo disponible en la literatura<br />
hasta este momento. A partir de esa evidencia algunos<br />
consensos de expertos se han realizado preguntas como<br />
las siguientes: ¿Existe suficiente evidencia que soporte el<br />
tratamiento de la sarcopenia con fármacos? ¿Qué diseños,<br />
qué calidad de estudios así como de medición de resultados<br />
podrían ser aceptables para considerarse de utilidad clínica?<br />
(Cruz-Jentoft et al., 2010).<br />
Los fármacos que han sido estudiados tomando en cuenta<br />
los objetivos antes mencionados son:<br />
• Testosterona<br />
• Dehidroepiandrosterona (DHEA)<br />
• Hormona <strong>del</strong> crecimiento<br />
• Ghrelina<br />
• Vitamina D<br />
Testosterona<br />
Es el mayor andrógeno circulante en hombres, ligado<br />
a la SHGB y albúmina. Las concentraciones bajas de<br />
testosterona se asocian con menor masa libre de grasa,<br />
menor grasa muscular esquelética apendicular y menor<br />
fuerza muscular. En ancianos, las concentraciones de<br />
testosterona disminuyen progresivamente con la edad.<br />
Además, las cifras de SHGB se incrementan con la edad,<br />
por lo que la testosterona biodisponible es aún menor. La<br />
prevalencia de hipogonadismo es de 20% en hombres<br />
mayores de 60 años, cifra que puede llegar hasta 50% en<br />
hombres mayores de 80 años (Bhasin, 2003). El descenso<br />
de las concentraciones de las hormonas gonadales se<br />
acompaña de la activación de mediadores inflamatorios<br />
que pueden actuar como citoquinas catabólicas.<br />
58<br />
Los mecanismos y efectos anabólicos de la testosterona<br />
que se han reportado en la literatura y que podrían estar<br />
relacionados con la fragilidad han sido:<br />
• Aumento de la masa muscular asociado a hipertrofia de<br />
las fibras musculares tipo I y tipo II.<br />
• Aumento de la síntesis de proteínas musculares y mejor<br />
reutilización de los aminoácidos por el músculo.<br />
• Promueve el efecto biogénico, pero inhibe el efecto<br />
adipogénico.<br />
• Mantiene la densidad mineral ósea.<br />
• Promueve la eritropoyesis.<br />
• Puede estimular el apetito (Hyde et al., 2010).<br />
Sin embargo, los eventos adversos asociados con el uso<br />
de la testosterona han sido ampliamente reconocidos,<br />
principalmente a nivel prostático, con un incremento<br />
de riesgo de crecimiento (RR 1.78, IC 1.07-2.95),<br />
alteraciones en el hematocrito (RR 3.69; IC 1.82 a 7.51),<br />
fibrilación auricular o arritmia (1.22; IC 0.53 a 2.81) y<br />
otros eventos cardiovasculares (OR 1.14) (Kenny et al.,<br />
2010).<br />
Un ensayo clínico en el que se empleó testosterona<br />
transdérmica y se evaluó el efecto de ésta <strong>sobre</strong> la<br />
composición corporal, la densidad mineral ósea (DMO)<br />
y el desempeño físico en hombres ancianos, mostró que<br />
hubo un cambio modesto en la DMO tanto en cuello<br />
femoral como lumbar, existió aumento en la masa muscular<br />
magra y disminución de la masa grasa; sin embargo, no<br />
se observaron diferencias en las pruebas de desempeño<br />
físico. En los resultados de este estudio <strong>sobre</strong>sale el uso<br />
de testosterona y su baja frecuencia de presentación de<br />
efectos adversos (Kenny et al., 2010).<br />
Otro estudio de cohorte con un seguimiento de 5 años y<br />
que incluyó 1 586 hombres frágiles (de acuerdo con los<br />
criterios de Fried modificados) reportó que 15.2% de los<br />
hombres en la etapa basal tenían fragilidad, lo cual aumentó<br />
a 23% 5 años después y se observó una asociación<br />
independiente entre niveles bajos de testosterona libre y<br />
fragilidad (OR 1.22, IC 1.05-1.42). Como conclusión,<br />
estos autores mencionan que es necesario estudiar el<br />
efecto de la testosterona para prevenir el desarrollo de la<br />
fragilidad (Hyde et al., 2010).
Con respecto a la testosterona, lo que se ha observado es<br />
heterogeneidad en la respuesta anabólica, falta de mejoría<br />
en la calidad de vida y en la mejoría de las propiedades<br />
contráctiles <strong>del</strong> músculo esquelético (ejercicios de<br />
resistencia); tampoco ha demostrado efecto <strong>sobre</strong> la<br />
capacidad de ejercicio, fatigabilidad o resistencia.<br />
Dehidroepiandrosterona (DHEA)<br />
Otra hormona que ha sido estudiada en fragilidad es la<br />
DHEA, por su posibilidad de incrementar fuerza y masa<br />
muscular; se produce en la corteza renal y sirve como<br />
precursor de esteroides sexuales, además de aumentar la<br />
masa magra y disminuir la masa grasa. Sobre esta hormona<br />
se han publicado diversos estudios, el más citado de los<br />
cuales es el de Muller, cuyo objetivo fue evaluar el uso de<br />
la DHEA en la mejora <strong>del</strong> curso de la fragilidad, medido por<br />
pruebas de desempeño físico. Se analizaron 100 hombres<br />
con edad promedio de 70 años, a quienes se administró 50<br />
mg/día de DHEA o 100 mg/día de atamestane durante<br />
36 semanas; sin embargo, no se observaron diferencias<br />
entre los grupos con respecto a la medición de la fuerza y<br />
resistencia muscular (Muller et al., 2006).<br />
Otro agente anabólico conocido es la oxandrolona,<br />
esteroide andrógenico con un potente efecto anabólico<br />
y que es apto para su utilización vía oral. Sus efectos<br />
secundarios son leves y transitorios: discretas elevaciones<br />
en las transaminasas y disminución de los niveles de HDL<br />
colesterol. No hay estudios clínicos con oxandrolona<br />
en pacientes ancianos con fragilidad o sarcopenia. Se ha<br />
probado en patologías crónicas que cursan con pérdida de<br />
masa muscular, síndrome anorexia-caquexia, patologías<br />
neuromusculares, cáncer, VIH, entre otras. Y de ellos<br />
se puede concluir que incrementa la síntesis proteica y<br />
que podría ser útil para el tratamiento de la sarcopenia.<br />
La androstendiona es otro andrógeno producido por<br />
las glándulas adrenales y las gonadales de ambos<br />
sexos, sintetizado a partir de la DHEA y convertido en<br />
testosterona o en estrona. No hay estudios controlados<br />
que hayan utilizado androstendiona en ancianos (Burgos,<br />
2006). Los SARM (moduladores selectivos <strong>del</strong> receptor<br />
androgénico) continúan en fase de investigación y parecen<br />
prometedores; la utilización de agonistas que actúen como<br />
moduladores selectivos <strong>del</strong> receptor androgénico y que<br />
actúen con preferencia en tejido muscular y óseo permitiría<br />
prescindir de los temidos efectos adversos. Uno de ellos es<br />
osterine, andarine o S-4, que se ha utilizado en dosis de 0.1<br />
mg, 0.3 mg, 1 mg y 3 mg durante tres meses en hombres<br />
y mujeres mayores de 60 años, mostrando incremento de<br />
la masa muscular (1.3 kg) y disminución de la masa grasa<br />
(0.6 kg) con dosis máxima de 3 mg. Además incrementa<br />
la resistencia física medida por prueba de tolerancia al subir<br />
escaleras con diferencia estadística entre grupos p=0.005;<br />
además disminuyó LDL (lipoproteínas de baja densidad)<br />
(Dalton, 2008).<br />
Hormona de Crecimiento Humano (HGH)<br />
Otro agente estudiado es la hormona de crecimiento; una<br />
revisión sistemática que incluyó 18 estudios con 220<br />
sujetos reportó en sus resultados que no existió cambio en<br />
el peso, aumentó la masa magra y disminuyó la masa grasa y<br />
el colesterol total. Sin embargo, los efectos adversos no son<br />
despreciables ya que en 27% de los estudios fue necesario<br />
reducir el tiempo y dosis; algunas de las reacciones adversas<br />
fueron edema periférico (50%), hiperglucemia (22%),<br />
síndrome <strong>del</strong> túnel <strong>del</strong> carpo (19%), malestar general y<br />
artralgias (21%) y ginecomastia (5%). Lo más relevante<br />
es que no hay ensayos clínicos controlados en fragilidad<br />
(Hau, 2007).<br />
La hormona “ghrelina” –un secretagogo de la hormona<br />
<strong>del</strong> crecimiento disponible para su administración vía<br />
oral– incrementa la secreción pulsátil de hormona <strong>del</strong><br />
crecimiento en ancianos; además ha mostrado en estudios<br />
con un número reducido de pacientes y en fase 1 que<br />
disminuye el factor de crecimiento similar a la insulina<br />
(IGF-I), mejora la composición corporal y tiene un efecto<br />
benéfico <strong>sobre</strong> la anorexia asociada al envejecimiento; sin<br />
embargo, es necesario realizar más estudios (Nass, 2009).<br />
Vitamina D<br />
FRAGILIDAD<br />
La vitamina D tiene múltiples propiedades a nivel de<br />
hueso y músculo y se ha descrito que las concentraciones<br />
bajas de vitamina D y niveles elevados de paratohormona<br />
(PTH) son factores de riesgo para desarrollar sarcopenia.<br />
El músculo esquelético posee receptores para vitamina D,<br />
expresa degradación miofibrilar, disminución <strong>del</strong> recambio<br />
proteico y de la secreción de insulina mediada por la<br />
hipocalcemia; por otro lado, la PTH tiene efectos tróficos<br />
<strong>sobre</strong> músculo. Sin embargo, los resultados de algunos<br />
estudios no han podido demostrar un efecto benéfico<br />
<strong>sobre</strong> el desempeño físico (Latham et al., 2003).<br />
59
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
El estudio InCHIANTI (Nass et al., 2009) –en el que se<br />
incluyeron hombres y mujeres con fragilidad– concluyó<br />
que la deficiencia de vitamina D se asocia a fragilidad en<br />
los hombres predominantemente y menciona que dicha<br />
vitamina tiene efectos diferentes en hombres y mujeres. Un<br />
estudio transversal que incluyó 215 sujetos con fragilidad<br />
(criterios de Fried) y aplicó la escala de Edmonton reportó<br />
que hay una deficiencia de vitamina D en los sujetos<br />
frágiles (Shar<strong>del</strong>l et al., 2009).<br />
La fragilidad podría ser un fenómeno muy común en<br />
nuestra población. Reconocerla como un síndrome clínico<br />
permitirá abrir una gama de oportunidades terapéuticas<br />
tanto farmacológicas como no farmacológicas para su<br />
prevención y tratamiento. Hasta este momento no existe<br />
un medicamento específico con suficiente evidencia para<br />
el tratamiento tanto de la sarcopenia como de la fragilidad,<br />
por lo que es necesario seguir investigando y mantenerse al<br />
tanto de los resultados y propuestas conducentes a mejorar<br />
el desempeño físico y la calidad de vida, objetivo siempre<br />
precedido de una adecuada evaluación clínica y bioquímica<br />
que permita ofrecer a los pacientes la mejor opción<br />
terapéutica con el menor riesgo de efectos secundarios<br />
adversos.<br />
FUTURO EN INVESTIGACIÓN<br />
¿Por qué debe investigarse <strong>sobre</strong> fragilidad? Porque es un<br />
problema real, complejo, de origen desconocido, con un<br />
impacto grave en la salud, que involucra interacciones de<br />
los sistemas biológicos así como una falta de conocimiento<br />
que impide aplicar medidas preventivas y terapéuticas<br />
efectivas; todo lo anterior hace necesario que el problema<br />
sea abordado desde diversos escenarios.<br />
Por lo anterior las directivas futuras de la investigación se<br />
pueden encaminar a: llegar a un acuerdo formal respecto a<br />
un fenotipo clínico, determinar la contribución de otras áreas<br />
clínicas, identificar efectos individuales y conglomerados,<br />
definir la utilidad de distintos fenotipos, identificar los<br />
componentes subclínicos, desarrollar mo<strong>del</strong>os celulares<br />
y animales, realizar estudios poblacionales y clínicos,<br />
identificar factores implicados, investigar la influencia de<br />
condiciones específicas, determinar los factores de riesgo,<br />
identificar potenciales blancos de estrategias terapéuticas<br />
o preventivas, desarrollar técnicas analíticas innovadoras y<br />
redes de colaboración.<br />
60<br />
La situación actual en México hace necesario realizar la<br />
validación de los fenotipos, verificar su validez predictiva,<br />
desarrollar cohortes específicas, explorar otras áreas clínicas,<br />
favorecer el crecimiento de las redes existentes que se<br />
encuentran en un periodo incipiente y mantener e impulsar<br />
la colaboración internacional. Como necesidades próximas<br />
se requiere crear cohortes que incluyan al área rural, lo<br />
cual permitirá conocer los fenotipos por regiones así como<br />
identificar potenciales blancos de estrategias terapéuticas o<br />
preventivas; también es necesario impulsar la investigación<br />
experimental (desarrollo de mo<strong>del</strong>os celulares y animales)<br />
así como el desarrollo de técnicas analíticas innovadoras.<br />
CONCLUSIONES<br />
Es necesario emplear una sola definición de fragilidad<br />
para fines de investigación que permita unificar criterios<br />
diagnósticos y que facilite la integración de una cohorte<br />
nacional y de múltiples cohortes de pacientes.<br />
Debido a que se trata de un problema complejo, dinámico,<br />
integrado por varios componentes, de múltiples causas y<br />
asociado al envejecimiento, es importante considerarlo<br />
como un síndrome que tiene fenotipos identificables y que<br />
confiere riesgo para una evolución adversa.<br />
Existen diferentes criterios e índices como los de Fried y de<br />
Rockwood, respectivamente, pero es necesario considerar<br />
que al ser un síndrome es necesario tomar en cuenta en<br />
su diagnóstico aspectos biomédicos, físicos-funcionales,<br />
sociodemográficos, afectivos y cognoscitivos.<br />
Como se comentó, existen múltiples marcadores celulares,<br />
serológicos y genéticos; sin embargo, hasta este momento<br />
ninguno resulta útil en la clínica. De ahí que sea necesario<br />
continuar el análisis de los marcadores, específicamente los<br />
genéticos, en nuestra población.<br />
Con respecto a las intervenciones no farmacológicas se<br />
ha documentado que las intervenciones enfocadas a la<br />
nutrición han sido poco efectivas, que la actividad física<br />
parece tener potencial para prevenir y revertir la fragilidad<br />
leve y moderada (pero existe poca información <strong>sobre</strong> su<br />
impacto en la fragilidad severa), que en los estudios de<br />
intervención no hay consistencia en cuanto a la definición<br />
o desenlaces, que la actividad física tiene mejores<br />
resultados cuando se realiza en grupo y bajo la supervisión
de entrenadores especializados, que la gran mayoría de los<br />
ensayos comunitarios carecen de rigor metodológico de<br />
acuerdo con los criterios <strong>del</strong> CONSORT, que no se ha dado<br />
seguimiento a las personas después de las intervenciones<br />
y que en la mayoría de los estudios no se hace mención de<br />
efectos secundarios.<br />
Con respecto a las intervenciones farmacológicas,<br />
los agentes más estudiados son: testosterona,<br />
dehidroepiandroterona, Grelina, vitamina D y hormona<br />
<strong>del</strong> crecimiento. Los estudios no han demostrado mejoría<br />
en la calidad de vida ni en las propiedades contráctiles <strong>del</strong><br />
músculo esquelético; tampoco se ha observado efecto<br />
<strong>sobre</strong> la capacidad de ejercicio, fatigabilidad o resistencia y<br />
hasta el momento no existe un medicamento específico<br />
con suficiente evidencia para el tratamiento de la sarcopenia<br />
y la fragilidad.<br />
Respecto al futuro de la investigación, es importante<br />
considerar la necesidad de desarrollar cohortes a nivel<br />
nacional que incluyan el área rural y con ello permitan<br />
determinar los fenotipos en la región, así como identificar<br />
potenciales blancos de estrategias terapéuticas y<br />
preventivas. También es necesario realizar ensayos clínicos<br />
con rigor metodológico que permitan evaluar correctamente<br />
las intervenciones no farmacológicas y farmacológicas, así<br />
como desarrollar técnicas analíticas innovadoras.<br />
ACCIONES<br />
• Trabajar de manera coordinada para elaborar una<br />
definición de fragilidad que sea el marco de referencia<br />
para todos los miembros interesados en realizar<br />
investigación relacionada con fragilidad.<br />
• Desarrollar un marco de referencia de datos que deba<br />
ser incluido por todo estudio <strong>sobre</strong> fragilidad realizado<br />
en México, con la finalidad de que los estudios puedan<br />
ser comparados o integrados.<br />
• Lograr desarrollar proyectos transdisciplinarios y<br />
nacionales más que locales.<br />
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63
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
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939-53.<br />
64
GRUPO DE TRABAJO<br />
Manejo de enfermedades<br />
crónicas y sus complicaciones<br />
Coordinador:<br />
Ruy López Ridaura<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
Relator:<br />
Mario Ulises Pérez Zepeda<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
Ricardo Arturo Reynoso Mendoza<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />
Nutrición “Salvador Zubirán”<br />
Luis Cuitláhuac García Fabela<br />
Instituto de Seguridad Social <strong>del</strong> Estado<br />
de México y Municipios<br />
Amir Gómez-León Mandujano<br />
Instituto de Geriatría<br />
Aída Socorro Borges Yáñez<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Marco Vinicio González<br />
Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />
Francisco López Esqueda<br />
Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />
Santiago Paulino Ramírez Díaz<br />
Instituto Biomédico de Investigación de<br />
Aguascalientes
JUSTIFICACIÓN<br />
Entre los principales padecimientos que enfrenta la<br />
población mayor de 60 años de edad se encuentran<br />
las llamadas enfermedades crónicas que, además de ser<br />
las principales causas de mortalidad en este grupo de<br />
edad, también se encuentran asociadas a pérdida de la<br />
funcionalidad. El estudio de las diferentes enfermedades<br />
crónicas, sus impactos, sus convergencias y las potenciales<br />
intervenciones es prioritario en la prevención de la<br />
disfuncionalidad de los ancianos; sin embargo, hoy en día<br />
muchos de estos tópicos han permanecido inexplorados,<br />
por lo que la elaboración de una agenda de investigación<br />
sistematizada en torno a ellos es el primer paso para este<br />
fin.<br />
OBJETIVO GENERAL<br />
66<br />
• Analizar las principales enfermedades crónicas que<br />
afectan a los adultos mayores, <strong>del</strong>imitando el impacto<br />
de cada una de ellas e identificando las opciones de<br />
tratamiento disponibles y las líneas de investigación<br />
relevantes.<br />
• Identificar las líneas prioritarias de investigación de las<br />
principales enfermedades crónicas que aquejan a los<br />
ancianos.<br />
OBJETIVOS ESPECÍFICOS<br />
a. Proponer una agenda de investigación para el abordaje<br />
de los distintos temas analizados.<br />
b. Agregar algunos otros temas que puedan ser incluidos<br />
en el rubro de enfermedad crónica, y que como tales<br />
puedan ser analizados e investigados.<br />
c. Elaborar propuestas de trabajo concretas, así como<br />
proyectos de investigación <strong>sobre</strong> los temas de interés.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Durante la transición epidemiológica que México ha<br />
estado experimentado en los últimos años, se está pasando<br />
de una frecuencia de enfermedades infecto-contagiosas<br />
y de la nutrición, a aquellas llamadas enfermedades<br />
crónicas (Omran, 1971). Esto tiene implicaciones en<br />
los diversos sistemas de salud para la atención de las<br />
diferentes enfermedades y las actividades de promoción<br />
orientadas a prevenir tanto las enfermedades crónicas y<br />
sus complicaciones, como la pérdida de la funcionalidad<br />
y la mortalidad que tiene como consecuencia este grupo<br />
de entidades (Córdova-Villalobos et al., 2008). Las<br />
enfermedades crónico-degenerativas tienen en común las<br />
siguientes características:<br />
• Etiología incierta, habitualmente multifactorial:<br />
factores genéticos y estilos de vida poco saludables<br />
potencialmente modificables.<br />
• Largos periodos de incubación.<br />
• Largos periodos subclínicos.<br />
• Periodo clínico prolongado y progresivo con impacto<br />
multiorgánico.<br />
• Sin tratamiento específico, poco efectivo y no definitivo.<br />
• Tratamiento utilizado durante la mayor parte de la vida.<br />
• Gran impacto en la población adulta, provocando una<br />
gran demanda de atención.<br />
• Mayor impacto en poblaciones pobres.<br />
Los distintos impactos de estas enfermedades se han<br />
medido mediante indicadores tales como los años de vida<br />
saludable y los años de vida con calidad; los primeros miden<br />
la carga de una determinada enfermedad en la funcionalidad<br />
y los segundos miden la carga de determinada enfermedad<br />
en la calidad de vida de un sujeto (Sassi, 2006).<br />
Por lo anterior, los temas a investigar en cuanto a<br />
enfermedades crónicas se pueden priorizar a partir de la<br />
siguiente propuesta estratégica:<br />
• Magnitud (cuál es la carga de la enfermedad)<br />
• Factores de riesgo (por qué persiste)<br />
• Conocimiento actual (qué sabemos y cuál es su costo)<br />
• Posibilidades para el futuro (qué investigar y cuál es su<br />
costo)<br />
• Inversiones (investigación para enfermedades o factores<br />
de riesgo).<br />
1. Osteoporosis<br />
La osteoporosis está definida, según la Real Academia<br />
Española, como “la fragilidad de los huesos producida por<br />
una menor cantidad de sus componentes minerales, lo que<br />
disminuye su densidad” (RAE, 2001).
A su vez, la Organización Mundial de la <strong>Salud</strong> (OMS) la<br />
define como una “enfermedad caracterizada por poca<br />
masa ósea y deterioro de la microarquitectura <strong>del</strong> tejido<br />
óseo que predispone a una mayor fragilidad <strong>del</strong> hueso y,<br />
en consecuencia, aumenta el riesgo de fractura” (WHO,<br />
1999).<br />
El hueso es un órgano complejo cuyo equilibrio metabólico<br />
puede verse comprometido por múltiples factores ya<br />
sean genéticos o ambientales. Alcanza su máxima<br />
densidad aproximadamente a los 30 años de edad <strong>del</strong><br />
sujeto y después va perdiendo poco a poco su masa. El<br />
envejecimiento de la población ha representado un reto,<br />
ya que la edad y la menopausia están entre los principales<br />
factores de riesgo para osteoporosis. Los retos más<br />
importantes son la discapacidad que produce después de<br />
una fractura y los costos de atención que van elevándose<br />
conforme cambia la pirámide de población (Burge et al.,<br />
2007).<br />
Epidemiología<br />
Se estima que en Estados Unidos afecta a 10 millones<br />
de personas mayores de 50 años con una prevalencia<br />
mayor en mujeres que en hombres, con una razón de 4 a 1<br />
(Research, 2006).<br />
En dicho país, aproximadamente 34 millones de personas<br />
tienen baja densidad ósea y, por lo tanto, están expuestas a<br />
un mayor riesgo de fracturas (NOF, 2010).<br />
Las mujeres mayores de 80 años tienen 8 veces más riesgo<br />
de tener una fractura de cadera osteoporótica que aquellas<br />
de 65 a 74 años (Stevens et al., 1999) y aproximadamente<br />
70% de las fracturas de cadera en mujeres mayores de 65<br />
años son debidas a esta enfermedad (Burge et al., 2007).<br />
En México no se tienen estudios epidemiológicos para<br />
determinar la frecuencia de esta enfermedad. Sin embargo,<br />
en un estudio realizado en la Ciudad de México por Acosta<br />
y colaboradores, de una muestra de 5 924 mujeres, 17.9%<br />
tenían osteoporosis y se conservó la relación de 4 a 1 a<br />
favor de las mujeres; 34.5% tenían osteopenia y 47.4%<br />
tenían huesos normales. En el caso de los hombres, hasta<br />
la fecha no se tiene un dato parecido al de las mujeres en<br />
México (Acosta, 2008).<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
Diagnóstico<br />
Clínicamente, el diagnóstico de la osteoporosis se<br />
hace tardíamente, cuando existen manifestaciones<br />
como fractura de muñeca, vertebral o de cadera. Es<br />
importante realizar una anamnesis, una exploración física<br />
y un diagnóstico diferencial adecuado para clasificar esta<br />
enfermedad. La osteoporosis es una afección indolora y<br />
en ocasiones puede dar dolor en puntos de microfracturas,<br />
pero evidentemente ya es muy tarde. Otro signo puede<br />
ser la pérdida de estatura y la deformidad de la columna<br />
vertebral. La osteoporosis se puede clasificar en primaria y<br />
secundaria. La primaria se divide a su vez en tipo I (mujeres<br />
posmenopáusicas) y tipo II (personas de edad avanzada) y<br />
la secundaria puede ser causada por múltiples patologías de<br />
tipo endocrino, gastrointestinal, genético, hematológico,<br />
reumático, entre otras, y por medicamentos.<br />
Se han utilizado múltiples esquemas para hacer el<br />
diagnóstico; primero hay que reconocer los factores de<br />
riesgo, que son, entre otros:<br />
• Edad<br />
• Género femenino<br />
• Raza caucásica o asiática<br />
• Menarquia tardía o menopausia temprana<br />
• Alcoholismo<br />
• Tabaquismo<br />
• IMC bajo < 19 kg/m 2<br />
• Sedentarismo o inmovilización prolongada<br />
• Dieta desbalanceada con baja ingesta de calcio<br />
• Ingesta de medicamentos como glucocorticoides,<br />
anticonvulsivantes, etc.<br />
El método clínico más utilizado es la densitometría<br />
ósea (absorciometría radiológica de doble energía) de<br />
columna vertebral y cadera, combinada con exámenes de<br />
laboratorio de remo<strong>del</strong>ado óseo. La densitometría mide la<br />
densidad mineral ósea (DMO) expresada en gramos <strong>sobre</strong><br />
centímetro cuadrado (g/cm 2 ).<br />
El diagnóstico por densitometría se realiza de acuerdo con<br />
la clasificación de la OMS, que determina un punto de corte<br />
o T score en donde se compara la DMO de personas sanas<br />
de 30 años y mismo género contra las <strong>del</strong> sujeto estudiado<br />
(Z score). Se considera normal cuando el T score muestra<br />
una desviación estándar por encima de -1, osteopenia<br />
67
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
entre -1 y -2.5, osteoporosis menor de -2.5 y osteoporosis<br />
severa cuando esto se asocia a una fractura.<br />
La densitometría debe hacerse a toda persona que tenga<br />
factores de riesgo; para esto se han utilizado múltiples<br />
cuestionarios como el de Albrand, que fue analizado en<br />
cuanto a su sensibilidad y especificidad en una población<br />
mexicana por Mendoza-Romo y colaboradores (2007).<br />
Otras escalas pueden ser SCORE, ORAI y NOF (Rodríguez-<br />
Leal, 2002).<br />
Entre los marcadores biológicos se encuentran los<br />
de formación (actividad osteoblástica), como son la<br />
fosfatasa alcalina, su fracción ósea y la osteocalcina, y<br />
los de reabsorción (actividad osteoclástica), como son<br />
la hidroxiprolina urinaria, deoxipiridinolina urinaria y el<br />
N-telopéptido.<br />
Hay otros métodos para hacer el diagnóstico de<br />
osteoporosis pero son más caros y menos accesibles, como<br />
la tomografía, la resonancia magnética, ecotomografía y<br />
los rayos X convencionales.<br />
Complicaciones<br />
La complicación más importante de la osteoporosis es la<br />
fractura de cadera. En Estados Unidos, esta enfermedad fue<br />
responsable de más de 2 millones de fracturas en hombres<br />
y mujeres mayores de 50 años, entre ellas 297 mil <strong>del</strong><br />
cuello <strong>del</strong> fémur, 547 mil vertebrales, 280 mil de muñeca y<br />
810 mil de otros sitios (Burge et al., 2007). En ese mismo<br />
país, la osteoporosis causó 432 mil hospitalizaciones, 2.5<br />
millones de consultas y 180 mil institucionalizaciones<br />
(NOF, 2010).<br />
El 25% de las personas que sufrieron fractura de cadera<br />
quedaron con discapacidad durante el primer año<br />
posfractura. Seis meses después de la fractura, sólo 15%<br />
podía caminar sin ayuda y 50% quedó discapacitada<br />
permanentemente (Magaziner et al., 2003; Marottoli et<br />
al., 1992; US-HHS et al., 2007).<br />
En cuanto a mortalidad, sabemos que las complicaciones<br />
graves se pueden presentar después de una fractura de<br />
cadera o vertebral y éstas van desde la trombosis venosa<br />
profunda hasta la embolia pulmonar, pasando por la<br />
neumonía por estasis.<br />
68<br />
El riesgo de muerte durante las primeras semanas es 10<br />
veces mayor comparado con el riesgo de una persona sin<br />
fractura, <strong>del</strong> mismo sexo y edad. En los primeros 3 meses,<br />
este riesgo es de 2.8 a 4 veces mayor y 20% muere<br />
durante el primer año después de la fractura (US-HHS et<br />
al., 2007; Miller, 1999).<br />
Tratamiento<br />
El tratamiento de la osteoporosis se divide en dos grandes<br />
partes: el tratamiento no farmacológico y el farmacológico.<br />
Dentro <strong>del</strong> tratamiento no farmacológico se encuentra<br />
la educación para la salud, lo que incluye la modificación<br />
<strong>del</strong> estilo de vida o el incentivar estilos protectores. Este<br />
campo ha sido poco explorado entre los adultos mayores,<br />
quienes podrían beneficiarse <strong>del</strong> ejercicio para evitar más<br />
pérdida de masa ósea y de la exposición a la luz solar a<br />
determinadas horas <strong>del</strong> día para la mejoría en la síntesis de<br />
vitamina D, entre otras medidas.<br />
El factor protector más importante es el ejercicio, el cual<br />
debe de hacerse cotidianamente e iniciarlo desde la infancia<br />
y mantenerlo en la vida adulta. En el caso <strong>del</strong> adulto mayor,<br />
hay que adecuar rutinas de ejercicio que estimulen el<br />
equilibrio y aumento de la masa muscular, para así poder<br />
evitar las caídas y, por consiguiente, las fracturas.<br />
Una dieta adecuada que incluya una ingesta suficiente<br />
de calcio y disminución de la toma de alcohol o café es<br />
importante. Conservar un peso adecuado con un índice de<br />
masa corporal entre 20 y 25 kg/m 2 o evitar una pérdida<br />
abrupta de peso son acciones que disminuyen el riesgo de<br />
osteoporosis. En cuanto a la composición corporal, aún<br />
está por dilucidarse si existe asociación entre sarcopenia<br />
y osteopenia, el significado y posibles vías comunes que<br />
puedan tener, si el tratamiento de uno mejora el otro,<br />
etcétera.<br />
Respecto al tratamiento farmacológico, deben buscarse<br />
algoritmos que nos ayuden a determinar cuándo iniciar éste<br />
y, <strong>sobre</strong> todo, la rotación de los medicamentos disponibles y<br />
la duración <strong>del</strong> tratamiento (los bifosfonatos, por ejemplo,<br />
después de determinado tiempo son <strong>del</strong>etéreos y pueden<br />
llegar a producir fracturas). Una guía clínica práctica es la<br />
publicada por Sociedad Española e Investigaciones Óseas<br />
y Metabolismo Mineral (NOF, 2008).
El suplemento de calcio disminuye en 23% el riesgo de<br />
fractura vertebral tal como lo demuestra el metaanálisis<br />
realizado por Shea (Shea et al., 2002). Un estudio similar<br />
demostró que el suplemento en vitamina D disminuía en<br />
37% el riesgo de fractura vertebral (Papadimitropoulos<br />
et al., 2002). En 1992, Chapuy demostró que una<br />
combinación de calcio y vitamina D disminuía el riesgo de<br />
fractura de cadera en 43% (Chapuy et al., 1992), lo cual<br />
es importante en la mejoría de la calidad de vida, ya que se<br />
sabe que las fracturas vertebrales suelen ser causa principal<br />
de dolor en los adultos mayores.<br />
El alendronato es uno de los principales bifosfonatos y ha<br />
demostrado que aumenta la DMO a nivel vertebral en 8%<br />
después de un tratamiento de 3 años (Liberman et al.,<br />
1995), también disminuye el riesgo de fractura de cadera<br />
en 53%, el vertebral en 45% y el de muñeca en 30%<br />
(Black et al., 2000). El resto de los bifosfonatos tienen<br />
resultados similares. En el ámbito de la investigación<br />
geriátrica, aún falta por determinar varios aspectos <strong>del</strong><br />
tratamiento con estos medicamentos; destaca el apego<br />
terapéutico, ya que suele ser un fármaco con un amplio<br />
espectro de efectos secundarios y poca ganancia percibida<br />
por el enfermo.<br />
En un seguimiento de tratamiento de 3 años, el ácido<br />
zoledrónico disminuye el riesgo de fractura de cadera en<br />
41% y vertebral en 70% (Black et al., 2007). En particular,<br />
este fármaco tiene interés en el sentido de que puede<br />
incrementar el apego <strong>del</strong> enfermo, ya que su aplicación es<br />
únicamente anual.<br />
Se han empleado otras terapias que también han<br />
demostrado su efectividad en poblaciones de adultos<br />
jóvenes, sin tener claro su comportamiento en el<br />
tratamiento en adultos mayores, tales como la teriparatida<br />
o PTH recombinante humana, que aumentó la DMO<br />
vertebral en 9 a 13% (Neer et al., 2001), y el raloxifeno,<br />
un modulador selectivo de los receptores estrogénicos que<br />
ha demostrado que aumenta la DMO vertebral en 2 a 3%<br />
después de un tratamiento de 3 años; también disminuyó<br />
el riesgo de fractura vertebral por arriba de 50% (Ettinger<br />
et al., 1999). No obstante, está bien documentada la<br />
asociación con trombosis, sin tener idea exacta de cuál<br />
puede ser su impacto <strong>sobre</strong> el sistema de coagulación de<br />
los ancianos.<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
2. Cáncer en el anciano<br />
El envejecimiento de la población es uno de los triunfos de<br />
la humanidad, más notable a partir de la segunda mitad <strong>del</strong><br />
siglo pasado. Así, tenemos que en el continente americano,<br />
México es tercero sólo después de Estados Unidos y Brasil<br />
con la mayor densidad de personas mayores de 65 años<br />
(INEGI 2010), y se estima que para el año 2050 este<br />
grupo constituya 21% de la población (Hurria, 2009).<br />
A principios de la década de 1990, la relación entre la<br />
Oncología y la Geriatría se consolidó, con la conciencia<br />
de la complejidad de la atención requerida por una<br />
creciente población de ancianos con cáncer. Dado que<br />
el envejecimiento es un proceso multidimensional<br />
y heterogéneo, sin una relación directa con la edad<br />
cronológica, la determinación de la edad “fisiológica”<br />
–que puede o no ser evidente– es importante para<br />
un conocimiento de la reserva fisiológica en un sujeto<br />
envejecido que podría presentarse con comorbilidad<br />
agregada, alteraciones cognitivas o afectivas, o bien con<br />
dificultades en el entorno social para recibir atención por<br />
un problema oncológico recientemente descubierto, en<br />
un sistema de salud en el que las necesidades no parecen<br />
tener fin pero los recursos sí son limitados (Gianni et al.,<br />
2001; Balducci y Beghe, 2000), y en el que pareciera que<br />
el cáncer en un anciano es lo último en importancia.<br />
Epidemiología<br />
De la mano de una mayor esperanza de vida, el fenómeno<br />
de transición epidemiológica ocasiona un aumento en el<br />
predominio de enfermedades crónicas, entre las cuales se<br />
encuentra el cáncer (Partida Bush y CONAPO, 2004),<br />
que ocupó el tercer lugar de mortalidad en México en<br />
2008 (INEGI), sólo después de la cardiopatía isquémica<br />
y las complicaciones de la diabetes mellitus. Los<br />
procesos asociados con el envejecimiento, tales como la<br />
inmunosenescencia y la exposición ambiental a agentes<br />
carcinógenos durante toda la vida, provocan una mayor<br />
vulnerabilidad en los ancianos. De acuerdo con el Registro<br />
Histopatológico de Neoplasias Malignas, en México, en<br />
2001, se reportaron 102 657 neoplasias, de las cuales<br />
30 880 (30%) se presentaron en mayores de 65 años.<br />
De hecho, 60% de todos los casos de cáncer a nivel<br />
mundial se diagnostican en los mayores de 65 años. Otro<br />
dato relevante es que 70% de las muertes atribuidas al<br />
69
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
cáncer suceden en países de bajo ingreso, como México<br />
(NCCSDT et al., 2008).<br />
Diagnóstico<br />
El “matrimonio” entre la Oncología –médica<br />
principalmente– y la Geriatría está dado por la incorporación<br />
de elementos de la Evaluación Geriátrica Integral (EGI)<br />
dentro <strong>del</strong> planeamiento <strong>del</strong> tratamiento y seguimiento<br />
de pacientes oncológicos; de hecho, en Estados Unidos<br />
se ha recomendado que en pacientes adultos mayores<br />
se realice algún tipo de evaluación geriátrica al inicio <strong>del</strong><br />
tratamiento de ancianos con cáncer (Zulian, 2000). Si<br />
bien la Oncología se ha preciado <strong>del</strong> énfasis puesto a la<br />
funcionalidad en el tratamiento de sus pacientes, escalas<br />
clínicas tradicionales como la de Karnoksky y <strong>del</strong> ECOG<br />
(siglas <strong>del</strong> Eastern Cooperative Oncology Group) son<br />
de limitado valor en adultos mayores pues fallan en la<br />
identificación de comorbilidades, limitaciones funcionales<br />
y problemas sociales (Marenco et al., 2008).<br />
Tratamiento<br />
Existen diferencias nacionales con respecto a la<br />
organización de la atención médica y los sistemas de<br />
salud, lo cual ha resultado en diferentes acercamientos<br />
para la implementación de la Geriatría Oncológica (Sifer-<br />
Riviere et al., 2010), y puede definirse como “el abordaje<br />
multidimensional y multidisciplinario de formas apropiadas<br />
y éticas en la atención de pacientes ancianos con cáncer<br />
en cada paso <strong>del</strong> camino” (Terret et al., 2004). Si bien<br />
se han implementado clínicas de Geriatría Oncológica en<br />
diferentes partes <strong>del</strong> mundo, no existe hasta el momento<br />
un mo<strong>del</strong>o clínico aceptado para el tratamiento <strong>del</strong> adulto<br />
mayor con cáncer.<br />
De acuerdo con un grupo de trabajo de la Sociedad<br />
Internacional de Oncología Geriátrica (SIOG), un<br />
programa de Geriatría Oncológica debería: 1) Brindar una<br />
atención integral a través de un abordaje multidisciplinario<br />
que considere condiciones asociadas a la edad en el<br />
tratamiento de ancianos con cáncer; 2) conducir estudios<br />
clínicos en pacientes ancianos representativos; 3) reducir<br />
resultados adversos como hospitalizaciones; 4) permitir a<br />
los pacientes vivir en sus sitios habituales; y 5) educar a<br />
los profesionales de la salud, público, pacientes y familiares<br />
<strong>sobre</strong> el tratamiento e investigación en cáncer (Monfardini<br />
70<br />
et al., 2007). Lo anterior puede realizarse dentro de una<br />
sola instalación hospitalaria, o bien mediante la intervención<br />
calendarizada de un servicio de Geriatría de otra unidad que<br />
realiza evaluaciones programadas en la unidad oncológica<br />
(“equipos móviles”). Al parecer, una herramienta de<br />
tamizaje podría ser ideal para determinar qué pacientes<br />
se beneficiarán de una evaluación completa por parte <strong>del</strong><br />
geriatra –pues siempre habrá una brecha entre el número<br />
de pacientes y geriatras disponibles–; sin embargo, no se ha<br />
encontrado una herramienta que lo haga posible.<br />
Todo indica que la evaluación debe identificar a aquellos<br />
ancianos “frágiles” de aquellos que no lo son; estos últimos<br />
deben tratarse como aquellos con 20 años menos con<br />
los procedimientos estandarizados previos basados en la<br />
evidencia. Aquí, la dimensión geriátrica toma importancia<br />
al ser un tipo de medicina “centrada en el paciente”<br />
(Tinetti y Fried, 2004), puesto que la toma de decisiones<br />
con respecto al tipo de tratamiento (curativo, paliativo)<br />
podría darse en el contexto de un equipo formado por el<br />
paciente, el oncólogo médico y el geriatra, que, basándose<br />
en las preferencias <strong>del</strong> primero y en el conocimiento de<br />
los dos últimos, tome la mejor decisión. Para ello, se han<br />
desarrollado sistemas que acercan al clínico a determinar<br />
las probabilidades de supervivencia para un periodo de<br />
tiempo dado, incluyendo para ello dimensiones evaluadas<br />
desde el aspecto geriátrico, determinándose, por ejemplo,<br />
que la presencia de discapacidad para la realización de<br />
actividades básicas e instrumentales de la vida diaria<br />
(baño y compras respectivamente), así como la presencia<br />
de síntomas depresivos (Escala de Depresión Geriátrica<br />
abreviada >7 puntos) y de deterioro cognitivo (puntaje de<br />
examen minimental de Folstein < 20) pueden asociarse a<br />
mayor riesgo de mortalidad a 90 días y 2 años (Carey et<br />
al., 2004; Inouye et al., 1998).<br />
Se ha sugerido que estas decisiones basadas en la<br />
esperanza de vida pueden emplearse incluso en la<br />
aplicación de estudios de tamizaje para cáncer, en lugar de<br />
establecerse puntos de corte arbitrarios para investigación<br />
y/o tratamiento basados sólo en la edad cronológica. Se<br />
ha reportado que la toma de decisiones por parte de los<br />
pacientes con respecto al tipo e intensidad de tratamiento<br />
está influida por la probabilidad de curación, así como por<br />
el desarrollo de deterioro funcional y cognitivo asociado<br />
al tratamiento activo. Por ello es importante la calidad y<br />
cantidad de información que se brinde al momento de
establecer el abordaje terapéutico (Walter y Covinsky,<br />
2001). Todo esto se relaciona, además, con temas tan<br />
controversiales como el de calidad de vida. Desenlaces<br />
duros que son objetivamente medibles como “muerte<br />
por cáncer” o “supervivencia libre de enfermedad” (de<br />
acuerdo con recientes definiciones de “superviviente” de la<br />
Sociedad Americana de Cáncer y de la Coalición <strong>Nacional</strong><br />
de Sobrevivientes de Cáncer en Estados Unidos, puede<br />
llamarse como tal a aquel recientemente diagnosticado<br />
con dicho padecimiento) pueden hablarnos <strong>sobre</strong> el<br />
desempeño de tal o cual modalidad de tratamiento.<br />
Sin embargo, contrario a lo dispuesto por la teoría de la<br />
“salutogénesis” (Avis y Deimling, 2008) en el sentido<br />
que la discapacidad genera estados de mejor percepción<br />
de calidad de vida en ancianos que viven libres en la<br />
comunidad por una sensación de éxito <strong>sobre</strong> la adversidad,<br />
probablemente esto no sea tan cierto en adultos mayores<br />
con cáncer que entran a una situación de pérdida acelerada<br />
de la funcionalidad tanto por la enfermedad misma como<br />
por efectos <strong>del</strong> tratamiento (Albrecht y Devlieger, 1999).<br />
Si bien la inestabilidad <strong>del</strong> reporte de calidad de vida<br />
sugiere –desde el punto de vista basado en la evidencia<br />
médica– que la discapacidad no es un aspecto al que deba<br />
asignarse demasiado peso para la toma de decisiones<br />
basadas en objetivos (Downey y Engelberg, 2010),<br />
parece que el estado funcional es un aspecto importante<br />
desde el punto de vista biopsicosocial en adultos mayores.<br />
Estados afectivos como los síntomas depresivos y la<br />
ansiedad impactan en la percepción de calidad de vida y<br />
deben tratarse, en consecuencia, con la ventaja que da<br />
el adiestramiento en Geriatría. Probablemente al final, tal<br />
como lo refieren Verbrugge y Jette (1994) al justificar<br />
desde su perspectiva sociológica de la medicina su mo<strong>del</strong>o<br />
<strong>del</strong> proceso de pérdida de la funcionalidad y dependencia,<br />
“la gente vive con condiciones crónicas más que morir de<br />
ellas. Tanto en el corto como en el largo plazo, los síntomas<br />
y la discapacidad son los principales desenlaces…”<br />
Así, la Geriatría Oncológica con su corto trayecto dentro de<br />
la historia de la medicina, tiene un lugar establecido y todo<br />
un camino por recorrer para establecer la mejor forma de<br />
brindar atención a los ancianos con cáncer.<br />
3. Obesidad y diabetes en los ancianos<br />
La prevalencia de obesidad en la población de ancianos es<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
un problema de salud emergente que representa un reto<br />
por su creciente frecuencia y las situaciones particulares<br />
que presenta como riesgo para la salud y el bienestar de los<br />
individuos que la padecen.<br />
La identificación de obesidad, su abordaje, la decisión de<br />
tratarla y la elección e implementación <strong>del</strong> tratamiento<br />
mismo presentan dificultades especiales en la población<br />
de edad avanzada, a saber: dificultad diagnóstica,<br />
dificultad pronóstica, impactos negativos de la obesidad y<br />
dificultad terapéutica. Los cambios biológicos propios de<br />
la obesidad asemejan en muchos sentidos a aquellos <strong>del</strong><br />
envejecimiento y, de hecho, parecen favorecer y acelerar<br />
algunos de los cambios propios <strong>del</strong> envejecimiento, lo<br />
cual pone de manifiesto la importancia de corregir las<br />
alteraciones provocadas por este padecimiento.<br />
Epidemiología<br />
Según datos de la ENSANUT 2006 (Olaiz e INSP, 2006),<br />
34.5% de las mujeres y 24.2% de los hombres mayores<br />
a 20 años tiene obesidad en México. La prevalencia en<br />
adultos mayores es menor debido principalmente al efecto<br />
de supervivencia, es decir, el aumento en la mortalidad de<br />
aquellos con IMC mayor, así como por la pérdida de peso<br />
asociada a algunas enfermedades crónicas asociadas con<br />
la edad. Sin embargo, la prevalencia entre los mayores de<br />
60 años continúa siendo alta (32% en mujeres, 18% en<br />
hombres; obesidad abdominal 90% en mujeres y 28%<br />
en hombres) y ocasiona una serie de problemas de salud<br />
especiales en las personas de la tercera edad.<br />
Si se toma en cuenta la prevalencia tanto <strong>del</strong> <strong>sobre</strong>peso<br />
como de la obesidad, resulta que más de 60% de los<br />
mayores de 60 años padecen alguna de ellas (64% en<br />
hombres y 74% en las mujeres). Asimismo, en el reporte<br />
de ENSANUT, se reportó una prevalencia de diabetes<br />
mellitus de 15.4% y 19.6% para las mujeres, una<br />
enfermedad claramente asociada a los problemas de peso y<br />
en particular a la obesidad (Shamah-Levy, 2008).<br />
La prevalencia sumamente elevada de obesidad en una<br />
población que envejece plantea en un futuro próximo<br />
un número creciente de personas de edad avanzada con<br />
<strong>sobre</strong>peso y obesidad como un problema de salud pública<br />
(Salihu et al., 2009; Marquess, 2008).<br />
71
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Diagnóstico<br />
El diagnóstico y el pronóstico de la obesidad en los ancianos<br />
tienen las siguientes particularidades:<br />
72<br />
1. Pobre utilidad <strong>del</strong> IMC en el anciano. Las mediciones<br />
requeridas para el cálculo <strong>del</strong> IMC se ven modificadas<br />
con el envejecimiento. La estatura disminuye en los<br />
ancianos, lo cual tiende a la <strong>sobre</strong>estimación <strong>del</strong> IMC<br />
para un mismo peso (Chambers et al., 2010).<br />
2. Aumento <strong>del</strong> porcentaje de grasa/grasa abdominal.<br />
El IMC se utiliza como un indicador indirecto de<br />
adiposidad. Sin embargo, en las personas de la tercera<br />
edad la composición corporal está modificada, con un<br />
incremento relativo de la masa grasa y una disminución<br />
de la masa magra. Así, el IMC en los ancianos puede<br />
subestimar la adiposidad corporal, clasificando como<br />
no obesos a individuos cuya adiposidad es excesiva,<br />
con efectos metabólicos y funcionales <strong>del</strong>etéreos<br />
(Wannamethee et al., 2007).<br />
3. ¿Cómo definir la obesidad en el anciano? La<br />
identificación de la obesidad en los ancianos requiere de<br />
otros indicadores de adiposidad, como la medición <strong>del</strong><br />
perímetro de cintura o la determinación <strong>del</strong> porcentaje<br />
de grasa por impedancia bioeléctrica (Barcelo et al.,<br />
2007).<br />
4. Asignación de riesgo al paciente anciano obeso. La<br />
principal relevancia de la identificación de adiposidad<br />
excesiva es la detección de riesgo metabólico y<br />
cardiovascular en cada individuo para fundamentar la<br />
decisión de tratar o no.<br />
5. Existe una dificultad pronóstica en los ancianos por las<br />
siguientes razones:<br />
a. “Paradoja de la obesidad”. Estudios epidemiológicos<br />
han asociado el tener <strong>sobre</strong>peso y obesidad grado<br />
I con una disminución, y no un incremento, en<br />
la mortalidad general, particularmente en las<br />
personas de edad avanzada. La interpretación de<br />
estos datos se debe hacer con cautela, tomando en<br />
cuenta el fenómeno de causalidad reversa, es decir,<br />
que la pérdida de peso asociada a enfermedades<br />
crónicas en los últimos años de la vida modifique la<br />
distribución por IMC, y no represente realmente un<br />
factor protector (Flegal y Graubard, 2009; Flegal et<br />
al., 2010; Monteverde et al., 2010).<br />
b. Se debe determinar el efecto real <strong>sobre</strong> morbilidad<br />
y mortalidad de la obesidad en los ancianos para<br />
identificar los riesgos reales. Las personas de edad<br />
avanzada tienen también un incremento en los<br />
riesgos metabólicos y cardiovasculares con un<br />
aumento en la adiposidad visceral. Por otro lado, la<br />
problemática <strong>del</strong> anciano se ve afectada en otros<br />
ámbitos por el exceso de peso, como las alteraciones<br />
en la biomecánica (Oreopoulos et al., 2009).<br />
c. La pérdida de peso controlada y voluntaria en<br />
ancianos con obesidad ha demostrado ofrecer<br />
beneficios metabólicos y biomecánicos, mejorar la<br />
calidad de vida y disminuir la mortalidad. La pérdida<br />
de peso involuntaria sin causa aparente debe motivar<br />
el estudio de otros padecimientos que incrementan<br />
los riesgos para la salud (Busetto et al., 2009).<br />
Complicaciones<br />
La obesidad en ancianos, como en el resto de los individuos,<br />
se acompaña de una serie de alteraciones en la salud, que<br />
impactan de forma diferente a cada individuo, dependiendo<br />
de la susceptibilidad individual y <strong>del</strong> grado de obesidad,<br />
entre otros factores (Osher y Stern, 2009; Zamboni et al.,<br />
2005).<br />
1. Metabólicos. Alteraciones de la tolerancia a la glucosa,<br />
diabetes mellitus, hiperlipidemias.<br />
2. Cardiovasculares. Aumento de aterosclerosis y <strong>del</strong><br />
riesgo de enfermedad coronaria, enfermedad vascular<br />
cerebral e insuficiencia arterial periférica. Mayor<br />
riesgo de hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca<br />
(Stephen y Janssen, 2009).<br />
3. Respiratorios. Síndrome de apnea/hipopnea<br />
obstructiva <strong>del</strong> sueño, hipoventilación alveolar,<br />
hipertensión arterial pulmonar.<br />
4. Mecánicas. Incremento <strong>del</strong> riesgo de osteoartrosis de<br />
articulaciones de carga, mayor riesgo de inmovilidad<br />
en el obeso sarcopénico (Rolland et al., 2009).
5. Hormonales. Los cambios hormonales propios <strong>del</strong><br />
envejecimiento, como disminución de hormonas<br />
sexuales y hormona de crecimiento, con sus<br />
subsecuentes impactos en la composición corporal y<br />
funcionalidad, pueden estar modificados en personas<br />
con obesidad y algunos de estos cambios pueden<br />
tener efectos <strong>del</strong>etéreos (Allan y McLachlan, 2010;<br />
Waters et al., 2008). Hace falta generar evidencia en<br />
esta área.<br />
6. Respuesta. Ante situaciones imprevistas o emergencias,<br />
una respuesta deficiente puede complicar los eventos<br />
médicos y quirúrgicos en su manejo y pronóstico.<br />
7. Psicosociales. Mayor incidencia de depresión y<br />
ansiedad. Dificultad para la atención y movilización<br />
de una persona de mayor peso corporal. Problemática<br />
de falta de apoyo o de redes sociales para el anciano<br />
obeso.<br />
Tratamiento<br />
Es difícil definir el tratamiento más adecuado para los<br />
ancianos, considerando sus necesidades nutrimentales, así<br />
como las dificultades prácticas con que plantean las posibles<br />
limitaciones en movilidad y la dependencia de terceros para<br />
su traslado, atención y preparación de alimentos (Kiehn et<br />
al., 2005).<br />
Tampoco existe un análisis costo-beneficio de las<br />
intervenciones para el tratamiento de la obesidad y su<br />
comorbilidades en esta población. En particular, no hay<br />
información acerca de la utilidad y seguridad <strong>del</strong> uso de<br />
dietas hipoenergéticas en esta población, para intentar<br />
determinar el grado de restricción que es seguro y<br />
eficaz. Debe considerarse si es más eficiente en riesgo/<br />
beneficio el uso de recomendaciones generales o las<br />
estrategias de pequeños cambios en la alimentación, ya<br />
que existen riesgos en la pérdida de peso extrema tales<br />
como desnutrición, sarcopenia, etcétera (Chernoff, 2005;<br />
Witham y Avenell, 2010).<br />
En cuanto al tratamiento farmacológico, no hay datos<br />
acerca de la seguridad y eficacia <strong>del</strong> uso de fármacos para<br />
el tratamiento de la obesidad en esta población. Por otro<br />
lado, la intervención quirúrgica en ancianos con obesidad<br />
mórbida no ha arrojado información en este grupo<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
poblacional acerca de la seguridad, eficacia y resultados<br />
a mediano plazo de la cirugía bariátrica (Hazzan et al.,<br />
2006).<br />
Una de las estrategias que se ha observado más eficaz<br />
en el tratamiento de la obesidad en el adulto mayor es la<br />
prescripción de actividad física moderada para la mejoría de<br />
la masa muscular, composición corporal y la funcionalidad<br />
<strong>del</strong> anciano con obesidad (Villarreal et al., 2010).<br />
Finalmente, no hay un acuerdo acerca de las metas<br />
terapéuticas en el anciano con obesidad, ya que en un<br />
principio se debe determinar si la meta es lograr un peso<br />
“normal” o un porcentaje de reducción <strong>del</strong> peso. Las metas<br />
pueden ser orientadas a efectos metabólicos y funcionales,<br />
más que a una cantidad de peso o grasa perdida (Chau et<br />
al., 2008).<br />
Como conclusión, en el paciente anciano se vuelve más<br />
relevante decidir de manera integral si tratar o no tratar<br />
la obesidad, intentando determinar cuándo el médico<br />
o el profesional de la salud debe indicar pérdida de peso<br />
en un anciano, o abordar otras metas, como la mejoría en<br />
funcionalidad y el control de comorbilidades (Gallagher,<br />
Camden y Gates, 2006; Miller y Wolfe, 2008).<br />
4. Insuficiencia cardiaca e hipertensión arterial<br />
El síndrome de insuficiencia cardíaca (IC) es un grave<br />
problema de salud pública en México, tal como sucede en<br />
el resto <strong>del</strong> mundo. Es la etapa final en la historia natural<br />
de todas las cardiopatías que afectan al ser humano y su<br />
incidencia se eleva con la edad, por lo que se espera que<br />
se incremente su prevalencia en las siguientes décadas, a<br />
la par <strong>del</strong> incremento porcentual de los adultos mayores<br />
mexicanos. No conocemos con precisión el impacto<br />
<strong>del</strong> problema en México, pues apenas se toman en<br />
consideración los estadios sintomáticos de la enfermedad,<br />
por los cuales el paciente y su familia solicitan atención<br />
médica (Hunt et al., 2009; INEGI, 2010).<br />
Epidemiología<br />
Entre los principales factores de riesgo responsables <strong>del</strong><br />
desarrollo de la IC, la hipertensión arterial sistémica (HAS)<br />
aparece como el diagnóstico principal en aproximadamente<br />
75% de los casos. Si consideramos a los enfermos agudos<br />
73
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
que debutan con edema pulmonar, la etiología demuestra<br />
mayor prevalencia en los pacientes portadores de<br />
cardiopatía isquémica con 85%, los hipertensos ocupan<br />
el segundo lugar con 70%, seguidos por los pacientes<br />
portadores de valvulopatías (53%) y los diabéticos (52%)<br />
(Edoute et al., 2000). Las particularidades epidemiológicas<br />
de México permiten suponer que la hipertensión arterial<br />
sistémica es la causa más importante de IC como parte de<br />
su historia natural, pero se desconoce si la diabetes mellitus<br />
juega un papel favorecedor para que el síndrome de IC se<br />
presente a edades más tempranas o con una severidad<br />
mayor; también falta conocimiento <strong>sobre</strong> la llamada “doble<br />
carga” de la enfermedad, que afecta a adultos mayores que<br />
son <strong>sobre</strong>vivientes de las enfermedades infecciosas y sus<br />
secuelas (principalmente la cardiopatía reumática inactiva,<br />
hablando de valvulopatías responsables de la IC) y que han<br />
tenido que enfrentarse también a enfermedades crónicodegenerativas<br />
y sus secuelas (Jugdutt, 2010).<br />
Diagnóstico<br />
El diagnóstico en los ancianos suele ser muy complicado<br />
ya que las dos principales manifestaciones de la IC (disnea<br />
y edema) suelen tener múltiples etiologías aparte de las<br />
cardiacas. Los parámetros utilizados en ecocardiografía para<br />
los adultos más jóvenes no necesariamente corresponden a<br />
lo que se podría presentar en los ancianos; no hay criterios<br />
de “normalidad” al respecto. Por otro lado, la utilización<br />
de marcadores bioquímicos de insuficiencia cardiaca ha<br />
sido poco explorada en el ámbito de los adultos mayores.<br />
Por tanto, aún se siguen utilizando parámetros de adultos<br />
más jóvenes para el diagnóstico de insuficiencia cardiaca<br />
(Tresch, 2000).<br />
Tratamiento<br />
El manejo ambulatorio <strong>del</strong> paciente con IC ha mejorado<br />
dramáticamente con el advenimiento de nuevos fármacos<br />
dirigidos a corregir las alteraciones neuro-hormonales,<br />
con el desarrollo de equipos de asistencia ventricular y<br />
dispositivos para mejorar la mecánica de contracción<br />
<strong>del</strong> músculo cardíaco (Sanders et al., 2010), con más<br />
información para el paciente y su familia (Colonna et al.,<br />
2003, Van der Wal et al., 2010) y con diversas estrategias<br />
de manejo que han homogeneizado la atención médica de<br />
los pacientes (Francis et al., 2010; Bosch et al., 2010).<br />
Además, están los fármacos tradicionales que constituyen<br />
74<br />
la piedra angular <strong>del</strong> tratamiento de la IC (diuréticos,<br />
digoxina y vasodilatadores).<br />
El tratamiento hospitalario de la IC también ha tenido<br />
grandes avances, particularmente en lo que respecta a<br />
la posibilidad de intervenir tempranamente y mejorar las<br />
condiciones <strong>del</strong> paciente isquémico gracias a las nuevas<br />
técnicas de imagen, que permiten no solamente visualizar<br />
el funcionamiento mecánico <strong>del</strong> músculo cardíaco, sino<br />
que mediante la evaluación de la funcionalidad a nivel<br />
celular definen la isquemia de manera clara y objetiva. Sin<br />
embargo, estos avances van de la mano con una mayor<br />
tasa de rehospitalizaciones (30 al 60%) y conllevan una<br />
morbimortalidad elevada al incidir en el paciente mayor<br />
que ya de por sí tiene una reserva fisiológica disminuida<br />
y que se ve deteriorada aún más por el efecto <strong>del</strong>etéreo<br />
que la disfunción ventricular confiere al funcionamiento <strong>del</strong><br />
resto de los órganos y sistemas (Schulze, 2010; Ronco et<br />
al., 2010).<br />
Complicaciones<br />
El pronóstico para los pacientes que debutan con el síndrome<br />
de IC no es alentador. Se ha estimado una <strong>sobre</strong>vida de<br />
86% a los 3 meses, 76% a un año y solamente 35% a<br />
cinco años (Senni y Redfield, 1997).<br />
El problema claramente está en la prevención, ya que una vez<br />
que el paciente debuta con el síndrome de IC, su pronóstico<br />
es malo y eso tomando en cuenta que el paciente <strong>sobre</strong>viva<br />
al evento índice de su agudización, que en principio puede<br />
ser mortal. El manejo, tanto hospitalario como ambulatorio,<br />
es caro, lo que para la población mexicana constituye<br />
una barrera muchas veces infranqueable; por esta razón<br />
el paciente a menudo no puede seguir las indicaciones<br />
médicas, condenándosele al deterioro progresivo y a nuevas<br />
hospitalizaciones por agudización de IC. De cualquier manera,<br />
el pronóstico no mejora ya que hablamos de una enfermedad<br />
que ha dejado secuelas irreversibles en el funcionamiento<br />
<strong>del</strong> corazón y que necesariamente repercutirá en el resto<br />
<strong>del</strong> organismo (Martinez-Selles, 2009). Eso sin hablar<br />
de la grave repercusión que tiene <strong>sobre</strong> la capacidad <strong>del</strong><br />
paciente para desarrollar actividades cotidianas o laborales<br />
que impliquen una carga física importante y lo que significa<br />
para su familia el tener que hacerse cargo de un paciente<br />
crónico, con todo lo que esto conlleva, tanto en el ámbito<br />
social como en el familiar (Chaudhry et al., 2010).
De tal suerte que la única estrategia que puede considerarse<br />
útil para frenar la catástrofe epidemiológica que está por<br />
venir es la prevención mediante el control de factores de<br />
riesgo desde etapas tempranas de la vida, el diagnóstico<br />
oportuno de las enfermedades etiológicamente<br />
relacionadas al desarrollo <strong>del</strong> síndrome de IC, el tratamiento<br />
adecuado para dichas enfermedades y la concientización,<br />
tanto de la población como de los sistemas de salud, de<br />
la importancia que tiene la modificación de hábitos y el<br />
control de conductas nocivas de la salud. Esto seguramente<br />
implica e incluye a las medidas gubernamentales que se<br />
han tomado para lograr una reducción <strong>del</strong> contenido de<br />
sodio, azúcares y grasas saturadas en los alimentos, la<br />
prohibición <strong>del</strong> tabaco en espacios públicos cerrados, las<br />
recomendaciones de vacunación, visitas médicas periódicas<br />
con carácter preventivo y el aumento de la actividad física<br />
de los individuos.<br />
5. Enfermedad de Parkinson<br />
La mente ha sido motivo de investigación desde los<br />
primeros filósofos que se preguntaron <strong>sobre</strong> el porqué de<br />
las cosas, pasando por Hipócrates que habló de la epilepsia<br />
y Galeno que disecó el sistema nervioso en una diversa<br />
cantidad de animales, llegando a Thomas Willis (Méndez,<br />
2007), quien acuñó el término de “Neurología”, y a<br />
Santiago Ramón y Cajal, quien describió como “mariposas<br />
<strong>del</strong> alma” a aquellas estructuras denominadas neuronas<br />
(Battro, 2003). Podríamos seguir introduciéndonos en<br />
la historia/mundo de la Neurología, pero será mejor que<br />
hablemos de la actualidad de una enfermedad que día a día<br />
va invadiendo a la población mexicana y mundial.<br />
En 1817, James Parkinson describe en su “Ensayo <strong>sobre</strong><br />
la parálisis agitante” (Jiménez, 2003) a la enfermedad<br />
de Parkinson, considerada como el segundo trastorno<br />
neurodegenerativo más común con relación a la edad,<br />
presentándose el aumento de ésta como un factor de riesgo<br />
para desarrollarla (León-Flores, 2008). En la mayoría de<br />
los casos, el padecimiento es esporádico pero en cerca de<br />
5% existen antecedentes familiares (Salamanca-Gómez,<br />
2004).<br />
La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad<br />
degenerativa <strong>del</strong> sistema nervioso central (SNC), la más<br />
frecuente de las enfermedades que se manifiesta por<br />
movimientos anormales.<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
Epidemiología<br />
La enfermedad de Parkinson afecta de 1 a 2% de las<br />
personas mayores de 60 años, cursando con una evolución<br />
prolongada que va de 10 a 20 años (McNaught, 2003).<br />
Ocupa el tercer lugar entre las enfermedades neurológicas<br />
y en México 50 de cada 100 mil habitantes la padecerán<br />
(González-Torres, 2005).<br />
La EP generalmente es referida a centros de atención de<br />
tercer nivel, para diagnóstico y manejo neurológico; existen<br />
incluso algunas clínicas de atención para movimientos<br />
anormales. Sin embargo, gran parte de la población<br />
afectada proviene de áreas rurales, en donde los factores de<br />
riesgo asociados –como el uso de pesticidas y el consumo<br />
de agua de pozo– son mayores, aunados a las dificultades<br />
para acceder a una atención médica de calidad debido a las<br />
distancias entre sus comunidades y los servicios de salud.<br />
La enfermedad de Parkinson (EP) es una alteración<br />
relacionada con cambios degenerativos en la sustancia<br />
negra y locus cereleus. Los cambios ocurren en la<br />
sustancia negra a nivel de las neuronas dopaminérgicas<br />
que proyectan al cuerpo estriado y se caracterizan por una<br />
disminución de dopamina en el núcleo caudado y putamen.<br />
La disminución de dopamina causa múltiples alteraciones<br />
en la actividad de las neuronas. A través de los años y<br />
descubrimientos científicos, estos factores han cobrado<br />
mayor importancia debido al descubrimiento y descripción<br />
de dos mutaciones para el gen de la proteína alfa-sinucleína<br />
en el cromosoma 4, con asociación a la enfermedad de<br />
Parkinson familiar con transmisión autosómica dominante,<br />
la cual se presenta con inicio precoz en la segunda década<br />
de la vida (Obeso, 2010). Asimismo, se establece que<br />
algunos pacientes pueden iniciar con un número menor<br />
de células dopaminérgicas como consecuencia de daño<br />
nigral perinatal o exposición prenatal a neurotoxinas;<br />
de forma alterna, tienen programada genéticamente la<br />
neurodegeneración debido a estas mutaciones en genes<br />
que codifican la alfa-sinucleína, así como el parkin (que<br />
codifica una proteína semejante a la ubiquitina), localizado<br />
en el cromosoma 6 en familias con parkinsonismo juvenil<br />
autosómico recesivo en Japón, DJ-1, PINKI o factores<br />
necesarios para el desarrollo o mantenimiento <strong>del</strong> sistema<br />
dopaminérgico, llegando de manera más temprana al inicio<br />
de los síntomas en comparación con los controles.<br />
75
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Se ha demostrado que se necesita 31% de pérdida de<br />
terminales dopaminérgicas estriatales antes <strong>del</strong> inicio de<br />
los síntomas, siendo sustancialmente más baja que 60 a<br />
80% tradicional de pérdida de neuronas dopaminérgicas<br />
en la sustancia negra. Esto se puede explicar por cambios<br />
compensatorios en respuesta a pérdida dopaminérgica<br />
presináptica, incrementando la síntesis de dopamina<br />
en neuronas <strong>sobre</strong>vivientes, incremento regulatorio de<br />
la actividad de dopa descarboxilasa e incremento en la<br />
inervación dopaminérgica <strong>del</strong> estriado.<br />
En suma a la plasticidad <strong>del</strong> sistema dopaminérgico,<br />
la compensación presintomática puede involucrar<br />
mecanismos no dopaminérgicos; hasta ahora las<br />
investigaciones se han enfocado en la deficiencia<br />
dopaminérgica con la disfunción motora subyacente.<br />
Existe un creciente incremento en la evidencia de<br />
los núcleos <strong>del</strong> tallo caudal (núcleo dorsal motor <strong>del</strong><br />
glosofaríngeo y nervio vago), núcleo olfatorio y otros que<br />
pudieran estar afectados mucho tiempo antes de la clásica<br />
pérdida de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia<br />
negra (León-Flores, 2008).<br />
Los estudios epidemiológicos han demostrado que en<br />
el ambiente existen factores de riesgo para el desarrollo<br />
de la EP, entre ellos el consumo de agua de pozo, entrar<br />
en contacto con herbicidas y pesticidas, la exposición a<br />
contaminantes industriales, así como el riesgo de vivir en<br />
ciertas zonas urbanas o rurales.<br />
La EP es más frecuente en los adultos mayores que en<br />
los jóvenes. En las investigaciones <strong>sobre</strong> el papel <strong>del</strong><br />
envejecimiento como factor de riesgo para desarrollo de la<br />
EP, éste ha sido demostrado, ya que la incidencia específica<br />
de la EP aumenta con la edad (INNN, 2010).<br />
En los ganglios basales se producen cambios neuroquímicos<br />
con el envejecimiento, tales como disminución de los<br />
niveles de dopamina. Se ha demostrado que la topografía de<br />
la pérdida de dopamina en los ganglios basales en la EP se<br />
presenta predominantemente en el putamen y en el cuerpo<br />
estriado. Otros cambios relacionados con la edad incluyen<br />
una disminución de la tirosina hidroxilasa, la catalasa y<br />
la glutatión peroxidasa, con aumento de la monoamino<br />
oxidasa. También parece haber una disminución asociada<br />
con la edad en los receptores D1 y D2 de la dopamina<br />
(INNN, 2010).<br />
76<br />
Las cinco primeras causas de consulta de primera vez en el<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía (INNN),<br />
en 2009, fueron: epilepsia (533), otras enfermedades<br />
cerebrovasculares (232), enfermedad de Parkinson<br />
(206), tumor benigno de otras glándulas endocrinas y<br />
de las no especificadas (177) y esclerosis múltiple (95),<br />
manteniéndose las cuatro primeras causas sin cambios en<br />
relación al año anterior (INNN, 2010).<br />
La enfermedad de Parkinson se presenta con mayor<br />
frecuencia entre los 55 y 65 años de edad y el riesgo<br />
de presentación aumenta con la edad, con un pico de<br />
frecuencia a los 69 años (Prensa, 2007). Afecta a 2% de<br />
la población general en países desarrollados y a 2.5% de las<br />
personas mayores de 75 años (SSA, 2002).<br />
A pesar de que la prevalencia de la EP no se ha explorado<br />
con precisión en México, se ha estimado <strong>sobre</strong> la base<br />
de los datos obtenidos en un centro de concentración de<br />
tercer nivel de atención (INNN) que existen al menos 500<br />
mil pacientes con EP en el país, situando la prevalencia<br />
de la enfermedad en un rango de media a baja: un poco<br />
más de 50 casos por 100 mil habitantes (Limón, 2008),<br />
predominantemente presente en el sexo masculino,<br />
según el INNN. Siendo esta prevalencia similar a la que se<br />
presenta en los países orientales (SERSAME, 2002).<br />
La prevalencia es de 1 a 2% en la población en personas<br />
mayores de 65 años, un 15% de las personas en edades<br />
entre los 65 y los 74 y más de la mitad de todos los<br />
mayores de 85 años presentan a la exploración neurológica<br />
anomalías compatibles con trastornos extrapiramidales.<br />
Se estima que en nuestro país existen alrededor de 400<br />
mil personas que padecen esta enfermedad. En México<br />
la incidencia se estima en 44 casos nuevos por cada 100<br />
mil habitantes, de los cuales la mayor parte son síndromes<br />
parkinsónicos secundarios a lesión <strong>del</strong> SNC (García, 2008).<br />
Diagnóstico<br />
El paciente con EP desarrolla acinesia, rigidez,<br />
temblor e inestabilidad. Sus síntomas característicos<br />
son la rigidez muscular asociada con lentitud de los<br />
movimientos (bradicinesia), la aparición de un temblor<br />
en las extremidades y una gran dificultad para mantener el<br />
equilibrio y la postura erguida, que en conjunto dificultan
la iniciación y ejecución de los movimientos voluntarios<br />
más simples. Las líneas de la cara son lisas, con expresión<br />
fija, dato clínico llamado “cara de máscara”, y la respuesta<br />
emocional espontánea es escasa. El paciente se pone de<br />
pie con la cabeza y los hombros inclinados y camina con<br />
pasos cortos, los brazos no se balancean y aunque tiene<br />
dificultad para iniciar la marcha, una vez iniciada ésta no<br />
puede detenerse (marcha festinante). Aunque en las<br />
etapas finales de la EP puede desarrollarse demencia, al<br />
inicio de la enfermedad la mayor parte de los pacientes<br />
conserva intacta su capacidad de razonamiento, por lo que<br />
les resulta muy frustrante no poder moverse para realizar<br />
sus actividades rutinarias, como vestirse, comer o caminar<br />
libremente de un lado a otro. Es una enfermedad de inicio<br />
insidioso y progresivo, que culmina con la discapacidad<br />
<strong>del</strong> paciente, quien termina por volverse dependiente <strong>del</strong><br />
apoyo de parientes y amigos, generando un gran estrés en<br />
su círculo familiar y social (Góngora-Alfaro, 2010).<br />
Adicionalmente, los ancianos suelen presentarse con una<br />
disminución en la movilidad, más que predominio <strong>del</strong><br />
temblor, lo que puede llegar a provocar un gran retraso<br />
en el diagnóstico. Asimismo, el temblor esencial también<br />
puede llegar a confundirse con el temblor <strong>del</strong> Parkinson<br />
y llevar a un mal diagnóstico y a tratamientos diferentes<br />
(Jiménez-Leighton, 2003).<br />
Complicaciones<br />
Se han encontrado datos de un aumento de mortalidad<br />
en pacientes con EP <strong>sobre</strong> la población normal tres<br />
veces mayor, concluyendo que “el parkinsonismo limita<br />
severamente la expectativa de vida”. Muchos estudios en la<br />
era post-levodopa han encontrado reducida la mortalidad,<br />
pero los radios de mortalidad aún se encuentran entre 1.5<br />
y 2.5 (León-Flores, 2008).<br />
Las repercusiones sociales de las enfermedades<br />
neurodegenerativas, específicamente de la EP, parecen<br />
evidentes, ya que el costo económico de los medicamentos<br />
y el pago de cuidadores y terapeutas representan gran<br />
impacto en el entorno familiar. Así es tanto en el caso de la<br />
epilepsia como en el de la EP juvenil que afecta a población<br />
económicamente activa; también lo es en el caso de la EP<br />
y de otras enfermedades neurodegenerativas en las que<br />
los familiares deben asumir la responsabilidad, y para la<br />
que existen muy pocos programas de rehabilitación social<br />
y laboral (Corona-Vázquez, 2002).<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
Tratamiento<br />
En cuanto al tratamiento, aún no hay claridad respecto de<br />
los nuevos fármacos y su papel en los ancianos. Asimismo,<br />
los sujetos que padecen Parkinson suelen tener otras<br />
patologías e ingieren muchos medicamentos, lo que<br />
incrementa su riesgo de efectos secundarios. Por otro lado,<br />
el tratamiento quirúrgico, <strong>sobre</strong> todo para la disminución<br />
de la sintomatología en este grupo de edad, aún no ha sido<br />
<strong>del</strong> todo explorado (Rajapakse et al., 2008).<br />
6. <strong>Salud</strong> bucal<br />
En la actualidad se ha reconocido la asociación entre la<br />
salud bucal y la salud general. Se ha encontrado que la<br />
enfermedad periodontal, el edentulismo, la deficiente<br />
función masticatoria y la pobre higiene bucal están asociados<br />
con problemas sistémicos crónicos como diabetes mellitus,<br />
enfermedad cardiovascular, enfermedades respiratorias, así<br />
como el estado nutricional; también se ha establecido que<br />
dichos problemas tienen impacto en la calidad de vida.<br />
Debido al avance de la edad, ocurren cambios como la<br />
pérdida parcial <strong>del</strong> sentido <strong>del</strong> gusto y <strong>del</strong> olfato. Disminuye<br />
también el número de papilas gustativas; las que detectan<br />
lo dulce y lo salado se deterioran primero, quedando las<br />
que detectan lo ácido y lo amargo; de ahí la tendencia a<br />
usar sal y azúcar en exceso. Se produce a<strong>del</strong>gazamiento,<br />
deshidratación, reducción de tejido adiposo de la mucosa<br />
bucal, lo que se traduce en una pérdida de resistencia y<br />
elasticidad (Fukunaga et al., 2005); en el tejido óseo<br />
predominan los procesos de reabsorción, lo que conlleva<br />
una disminución de la altura <strong>del</strong> hueso alveolar; hay cambios<br />
en la función salival tanto en cantidad como en calidad. En<br />
el esmalte se observa un desgaste natural en las superficies<br />
de trabajo (atrición) y fracturas (Brown et al., 1996a);<br />
el cemento dental aumenta su grosor; hay una reducción<br />
<strong>del</strong> volumen de la cámara pulpar, mineralización de las<br />
fibras nerviosas y calcificaciones pulpares; el ligamento<br />
periodontal disminuye de grosor y altura, con pérdida de<br />
fibras y células (Cohen, 1970).<br />
Epidemiología<br />
Entre los problemas bucodentales que más afectan a<br />
la población anciana están la caries radicular, la caries<br />
coronal, la enfermedad periodontal (EP), el edentulismo,<br />
77
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
la disminución de la capacidad masticatoria, las lesiones de<br />
la mucosa bucal, la xerostomía, el mal aliento y las prótesis<br />
mal ajustadas. Cabe mencionar que estos problemas no<br />
son exclusivamente consecuencia de la edad, sino más<br />
bien de la falta de higiene y cuidado dental, <strong>del</strong> uso de<br />
medicamentos y de la falta de atención dental profesional<br />
(Brown et al., 1996a; Brown et al., 1996b).<br />
Se presentan complicaciones como son: pérdida dental<br />
como resultado de caries y/o enfermedad periodontal;<br />
migración dental seguida por pérdida <strong>del</strong> diente en la<br />
misma arcada o en la arcada opuesta; y disminución de<br />
la eficiencia masticatoria posterior a la pérdida de dientes<br />
(Hung et al., 2005). Asimismo, existen diferencias en el<br />
estado de salud bucal entre las personas mayores que viven<br />
independientemente y las institucionalizadas (Slade et al.,<br />
1990).<br />
Actualmente, las enfermedades como la caries coronal<br />
o radicular siguen estando presentes y los problemas<br />
crónicos como la pérdida dental también mantienen una<br />
alta prevalencia en la población mexicana. Sin embargo, las<br />
tendencias se dirigen a la conservación de mayor número<br />
de dientes en la boca y a la disminución de la prevalencia<br />
de edentulismo, que ya se ha reportado en países más<br />
desarrollados (Osterberg et al., 2000). Por otro lado,<br />
la acumulación de riesgos incrementa la presencia de<br />
lesiones precancerosas y cancerosas. La existencia de otros<br />
problemas y necesidades de atención bucal derivados de<br />
la pérdida dental y el uso de prótesis removibles en malas<br />
condiciones incrementan las molestias que una persona<br />
puede padecer.<br />
Las necesidades de atención dental entre los adultos<br />
mayores serán mayores y más complejas debido a la<br />
conservación de más dientes en la boca; sin embargo,<br />
seguirán presentes las necesidades de colocación de<br />
prótesis removibles a las personas edéntulas y con pocos<br />
dientes en boca. El costo de la atención bucodental es<br />
alto, por lo que es imprescindible contar en el menor plazo<br />
posible con medidas preventivas que se promuevan entre<br />
los adultos mayores y en los grupos de adultos más jóvenes<br />
(Harford, 2009).<br />
A continuación se presentan brevemente algunas de las<br />
asociaciones que se han identificado entre la salud bucal, la<br />
nutrición, la calidad de vida y la salud general.<br />
78<br />
La salud bucodental es muy importante para el estado<br />
nutricional (Rauen et al., 2006; Marshall et al., 2002;<br />
Mojon et al., 1999). En general, el estado de salud<br />
bucodental influye en la selección de alimentos (Sahyoun<br />
et al., 2003), es decir, en la preferencia en la consistencia<br />
de los alimentos y en la ingesta de nutrimentos (Marcenes<br />
et al., 2003).<br />
A mayor número de pares ocluyentes de dientes, aumenta<br />
la ingesta de vitaminas, proteínas y fibra. Se ha reportado<br />
que en pacientes edéntulos existe relación entre un<br />
correcto estado de las dentaduras totales y un adecuado<br />
estado nutricional (Ren<strong>del</strong>l et al., 2000). Asimismo,<br />
se ha informado que los problemas dentales son uno de<br />
los principales factores que predicen pérdida de peso<br />
involuntario entre los ancianos, asociando las quejas<br />
<strong>sobre</strong> la mala retención de la dentadura superior con la<br />
pérdida reciente de peso y la disminución <strong>del</strong> flujo salival<br />
(Dormenval et al., 1999).<br />
Las personas con pocos dientes tienen dificultad para<br />
masticar alimentos duros y modifican su dieta para<br />
compensar la pérdida de la función masticatoria (Hutton<br />
et al., 2002; Walls et al., 2000), lo que ocasiona que<br />
las comidas con proteínas y fibras sean las primeras en<br />
eliminarse (Marshall et al., 1999; Borges-Yañez, 2004). Se<br />
ha reportado una relación directamente proporcional entre<br />
el número de dientes posteriores presentes en contacto con<br />
sus antagonistas y las diferentes medidas antropométricas,<br />
la ingesta de vitaminas, proteínas, fibra y la ingesta calórica<br />
total. Asimismo, repercute directamente <strong>sobre</strong> el índice de<br />
masa corporal, ya que se ha reportado que en la mayoría de<br />
los adultos mayores con salud bucal deficiente, el estado<br />
nutricional varía entre <strong>sobre</strong>peso y obesidad (Sheiham et<br />
al., 2002; Ledikwe et al., 2003).<br />
En pacientes edéntulos se ha identificado la relación entre<br />
un correcto estado de las dentaduras totales y un adecuado<br />
estado nutricional, así como una mejor calidad de vida.<br />
Por otro lado, hay que considerar otras variables que<br />
también se encuentran asociadas con una deficiente<br />
nutrición como son: bajo nivel educacional, poco ingreso<br />
familiar, tabaquismo, edad, educación, consumo de<br />
medicamentos, sexo, condición de vivienda y la conducta<br />
dietética relacionada con aspectos culturales (Sullivan et<br />
al., 1993; Posner et al., 1994; Saunders, 1997).
A partir de la década de 1980, se ha reconocido el impacto<br />
de la salud oral en la calidad de vida y en la salud en general.<br />
Este interés se ha expandido, en parte, como un foco de la<br />
promoción de la salud, particularmente en relación a “años<br />
de vida saludable” (Gift et al., 1997).<br />
La experiencia <strong>del</strong> dolor provocado por un absceso dental<br />
o lesión cariosa, problemas para comer y masticar, el<br />
edentulismo, cambios en el color o en la apariencia dental<br />
pueden afectar las actividades diarias, la autoestima y el<br />
bienestar de los individuos.<br />
En México, un estudio realizado en usuarios <strong>del</strong> Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores (Castrejón-<br />
Pérez, 2010), residentes de una casa hogar y personas que<br />
demandan servicios dentales encontró que las personas<br />
que consideraron necesitar tratamiento dental reportaron<br />
mayor impacto de la salud bucal <strong>sobre</strong> la calidad de vida.<br />
Otro estudio realizado en México, entre adultos mayores<br />
de 70 años (n=821) encontró que las personas que no<br />
saben leer y escribir, las que perciben su salud general<br />
como regular o mala, las que consideran su salud bucal peor<br />
que otras personas de su misma edad, las que no utilizan<br />
sus prótesis durante el día y los que utilizan prótesis no<br />
funcionales tienen mayor riesgo de tener mala calidad de<br />
vida.<br />
En otros estudios se han reportado resultados similares,<br />
en los que la necesidad percibida de tratamiento dental,<br />
la pobre autopercepción de salud bucal, peor condición<br />
mental, menor número de dientes y relativamente pobre<br />
estado cognitivo se asoció con una peor calidad de vida<br />
(Jensen et al., 2008). De acuerdo con la Organización<br />
Mundial de la <strong>Salud</strong>, las personas edéntulas pueden ser<br />
consideradas discapacitadas debido a las dificultades que<br />
tienen para hablar y comer efectivamente, dos de las<br />
actividades esenciales en la vida (Felton, 2009).<br />
Respecto a la eficiencia masticatoria, se ha reportado una<br />
relación positiva entre un pobre desempeño masticatorio<br />
y una pobre calidad de vida (Takata et al., 2006; Wong<br />
y McMillan, 2005). En cuanto a la utilización de prótesis<br />
removibles, se ha encontrado que la funcionalidad de<br />
nuevas prótesis (Veyrune et al., 2005) y el uso de prótesis<br />
dentales tienen un impacto favorable en la calidad de vida<br />
(Anastassiadou y Heath, 2006; Liedberg et al., 2005).<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
Relación de la salud bucal con la salud general<br />
a. Periodontitis. La periodontitis (padecimiento infeccioso<br />
crónico que afecta los tejidos de soporte <strong>del</strong> diente) es una<br />
enfermedad multifactorial y en la mayoría de los casos es<br />
tiene una progresión crónica. La exposición a factores que<br />
contribuyen a la periodontitis ocurre durante largo tiempo,<br />
por lo que al momento <strong>del</strong> diagnóstico puede ser difícil<br />
identificar qué factores han contribuido a su desarrollo.<br />
Éstos incluyen exposición a virus y bacterias, inflamación,<br />
factores genéticos, conductas de salud (tabaquismo)<br />
y factores sociales, nivel socioeconómico, hábitos y<br />
conductas nutricionales, la habilidad de lidiar con el estrés<br />
y la capacidad <strong>del</strong> sistema inmune para luchar contra las<br />
infecciones. Muchos pacientes adultos mayores también<br />
experimentan otras condiciones como enfermedades<br />
cardiovasculares, diabetes mellitus, o artritis reumatoide;<br />
reportes recientes <strong>sobre</strong> las asociaciones y mecanismos<br />
biológicos potenciales por los cuales la periodontitis puede<br />
estar ligada a otras enfermedades sistémicas sugieren que<br />
el paciente con periodontitis es un individuo en riesgo<br />
(Persson, 2006; Lagervall y Jansson, 2007; Scannapieco,<br />
1998). La periodontitis se ha asociado con la experiencia<br />
de diabetes mellitus, enfermedad respiratoria e infarto al<br />
miocardio (Boehm y Scannapieco, 2007).<br />
b. Periodontitis y diabetes mellitus. Esta es la asociación<br />
más estudiada. Se ha postulado que la periodontitis influye<br />
en el control de la glicemia ya que las infecciones de tejido<br />
conectivo son capaces de aumentar la resistencia a la<br />
insulina (Collin et al., 1998; Taylor et al., 1996). Asimismo,<br />
la diabetes tipo 2 no controlada se conoce como factor de<br />
riesgo para periodontitis severa (Tsai et al., 2002). En un<br />
estudio (Scannapieco, 1998) se observó que el tiempo<br />
de evolución de la diabetes mellitus era mayor en las<br />
personas con enfermedad periodontal severa. Otro estudio<br />
realizado en Estados Unidos reportó una asociación entre<br />
el descontrol glicémico y la presencia y la severidad de la<br />
periodontitis en las personas de edad avanzada. Desde<br />
el punto de vista médico, la periodontitis podría influir<br />
<strong>sobre</strong> el curso de la diabetes. La evidencia sugiere que la<br />
enfermedad periodontal está asociada con pobre control<br />
glicémico y el tratamiento de la periodontitis mejora el<br />
control glicémico de pacientes diabéticos (Stewart et al.,<br />
2001; Promsudthi et al., 2005).<br />
79
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
c. Periodontitis y enfermedad cardiovascular (ECV) . Ha<br />
habido interés en el efecto potencial de la inflamación<br />
periodontal en el proceso de la ateroesclerosis y sus<br />
secuelas. Estudios epidemiológicos han encontrado<br />
una fuerte asociación entre la periodontitis y la ECV,<br />
especialmente en hombres jóvenes (Beck y Offenbacher,<br />
2001; Genco et al., 2002).<br />
Aunque la periodontitis puede no ser un factor de riesgo<br />
mayor para algunos adultos mayores, investigadores<br />
encontraron 1.5 veces más riesgo de tener ateroesclerosis<br />
y enfermedad coronaria en adultos mayores que<br />
experimentaron periodontitis y pérdida dental, después<br />
de ajustar por los factores de riesgo tradicionales para la<br />
enfermedad cardiaca (Tuominen et al., 2003; Elter et al.,<br />
2004).<br />
La evidencia hallada en una revisión realizada por Kebschull<br />
y colaboradores (2010) sugiere que las infecciones<br />
periodontales están independientemente asociadas con<br />
la enfermedad vascular ateroesclerótica subclínica y<br />
clínica, aunque la fuerza de las asociaciones reportadas es<br />
modesta. El análisis de estudios de intervención sugiere<br />
que el tratamiento periodontal resulta en efectos favorables<br />
de los marcadores subclínicos de ateroesclerosis. Se ha<br />
establecido la plausibilidad de una liga entre las infecciones<br />
periodontales y la ateroesclerosis y se han identificado<br />
vías biológicas por las cuales estos efectos pueden ser<br />
mediados.<br />
d. Periodontitis y osteoporosis. Algunos estudios indican<br />
que la terapia de reemplazo de estrógeno para la prevención<br />
de la osteoporosis en mujeres también reduce el riesgo de<br />
experimentar pérdida dental, pero el estrógeno no ha sido<br />
usado como un agente potencial para reducir la pérdida<br />
dental en mujeres adultas mayores (Paganini-Hill, 1998<br />
y 1995). También se ha reportado que la periodontitis<br />
está asociada con la pérdida de hueso y el autorreporte de<br />
osteoporosis (Moedano, 2009; Persson et al., 2002).<br />
e. Demencia o deterioro cognitivo. En su estudio de<br />
casos y controles, Nordenram y colaboradores (1996)<br />
determinaron una asociación entre la habilidad para comer<br />
solo y el número de dientes funcionales con la demencia<br />
tipo Alzheimer; el número de dientes presentes se asoció<br />
también con la elección <strong>del</strong> alimento.<br />
80<br />
Los problemas bucodentales más frecuentemente<br />
relacionados con las demencias son: mayor acumulo de<br />
placa dentobacteriana (PDB), sangrado gingival y cálculo<br />
dental, disminución <strong>del</strong> flujo salival, higiene oral deficiente,<br />
dentaduras sucias, caries radicular, caries coronal y disfagia<br />
(Ghezzi y Ship, 2000).<br />
Los adultos mayores con demencia están en riesgo de<br />
tener problemas bucodentales. Un estudio realizado en<br />
Finlandia encontró que los pacientes con enfermedad de<br />
Alzheimer y aquellos con otros tipos de demencia tienen<br />
mayor probabilidad de tener dientes con caries, bolsas<br />
periodontales profundas y una pobre higiene bucal y de las<br />
dentaduras comparado con personas sin demencia (Syrjala<br />
et al., 2010).<br />
f. Actividades de la vida diaria (AVD). En los últimos años<br />
se ha reconocido a la salud bucodental como un factor<br />
asociado a la dependencia funcional, medida a través de<br />
las actividades de la vida diaria (Jette et al., 1993; Miura<br />
et al., 1997; Avlund et al., 2001). Se ha observado que un<br />
estado de salud bucodental adecuado es un buen predictor<br />
de independencia en las AVD (Appollonio et al., 1997).<br />
Un estudio en Nueva Zelanda (Jette et al., 1993)<br />
encontró una asociación entre la dependencia funcional<br />
(medida a través de las AVD) con caries recurrente y con<br />
edentulismo. Se determinó que existía mayor riesgo de ser<br />
edéntulo o de tener caries en los grupos dependientes para<br />
las AVD.<br />
g. Enfermedad respiratoria. Las enfermedades respiratorias<br />
(principalmente neumonía) son una causa común de<br />
mortalidad en los adultos mayores. La cavidad bucal es<br />
una potencial entrada para los patógenos respiratorios, y<br />
los dientes pueden ser un importante reservorio para estos<br />
patógenos, los cuales colonizan la biopelícula oral (película<br />
adhesiva que se adhiere a la superficie dentaria y contiene<br />
bacterias) que se encuentra en las superficies de los dientes<br />
o dentaduras. Una vez establecidos en las biopelículas,<br />
pueden desprenderse y ser aspirados en las vías respiratorias<br />
bajas, incrementando el riesgo de infección (Scannapieco,<br />
1999).<br />
Las personas que viven en residencias de adultos mayores<br />
o que permanecen hospitalizados por largos periodos<br />
tienen mayor exposición a los patógenos, peor higiene
ucal y peor estado de salud general que las personas que<br />
viven independientemente. Como consecuencia, están en<br />
mayor riesgo de experimentar colonización respiratoria<br />
patógena. Hay evidencia de que la identidad genética de los<br />
patógenos respiratorios aislados recuperados de fluido de<br />
lavado broncoalveolar de adultos mayores hospitalizados<br />
o institucionalizados es el mismo que los aislados de la<br />
placa dental (El-Solh et al., 2004; Imsand et al., 2002;<br />
Scannapieco et al., 2003).<br />
h. Artritis. La artritis frecuentemente limita la destreza<br />
manual, mientras que la higiene bucal es clave en la<br />
prevención de las enfermedades bucodentales. En pacientes<br />
con artritis, se ha recomendado el uso de cepillos eléctricos<br />
y enjuagues antisépticos/fluorados para mejorar la higiene<br />
bucal. Sin embargo, los clínicos necesitan enfatizar a los<br />
pacientes la importancia de lograr un buen control de la<br />
placa dentobacteriana usando los aditamentos apropiados.<br />
No se ha establecido una relación causal entre la<br />
enfermedad periodontal, la enfermedad cardiovascular y<br />
la diabetes, la cual aún necesita ser demostrada a través<br />
de estudios prospectivos (Williams et al., 2008). Se<br />
requiere de mayor investigación para definir el riesgo<br />
de la enfermedad periodontal para las enfermedades<br />
cardiovasculares y el control y progresión de la diabetes.<br />
Debe considerarse seriamente la educación para la salud<br />
para fomentar un mejor estado de salud bucodental como<br />
parte de los mensajes <strong>sobre</strong> un estilo de vida saludable<br />
diseñados para reducir el riesgo de obesidad, enfermedad<br />
cardiovascular y la diabetes.<br />
El incremento de la población de personas adultas mayores<br />
con necesidades dentales llegará a ser un gran reto para<br />
la sociedad y los servicios de salud. Para manejar las<br />
necesidades de atención de este grupo, será necesaria<br />
la coordinación entre los servicios de atención médica<br />
y dental. Desde la perspectiva dental, es importante<br />
desarrollar habilidades en la evaluación de riesgo en los<br />
adultos mayores, la cual debe tener un enfoque hacia la<br />
reducción de la infección y el fomento <strong>del</strong> autocuidado.<br />
CONCLUSIONES<br />
• Existe la necesidad imperiosa de un mayor número de<br />
investigaciones interdisciplinarias para conocer con más<br />
detalle el impacto de las enfermedades en los adultos<br />
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS Y SUS COMPLICACIONES<br />
mayores y abordar de manera integral las estrategias de<br />
prevención y atención que impacten en la calidad de<br />
vida.<br />
• Las enfermedades crónicas, además de ser las primeras<br />
causas de muerte, también son las principales causas<br />
de discapacidad o de pérdida de años de vida sin<br />
discapacidad; lo cual debe llevar a fijar metas específicas<br />
con respecto a estos desenlaces, y establecer los<br />
lineamientos de la investigación con estos paradigmas,<br />
más allá de la supervivencia.<br />
• Entre estas enfermedades se encuentran: diabetes<br />
mellitus, tumores malignos, cardiopatías, enfermedades<br />
neurodegenerativas y problemas sensoriales. Al respecto<br />
existe abundante información con respecto a grupos<br />
de edad más jóvenes, pero el conocimiento no es <strong>del</strong><br />
todo exacto para el caso de los adultos mayores, entre<br />
los cuales deben reconocerse las diferencias según los<br />
distintos estratos de edad.<br />
• A pesar de no impactar en mortalidad o discapacidad, los<br />
problemas de salud bucal sí impactan en otros ámbitos<br />
tales como la calidad de vida y la nutrición. Es importante<br />
conocer el estado de salud global de los ancianos.<br />
• Es necesaria la vinculación de todos los expertos para<br />
revisar los diferentes niveles <strong>del</strong> problema: fisiopatología,<br />
sistemas de salud, determinantes sociales, salud mental.<br />
• Asimismo, los niveles asistenciales sociosanitarios<br />
carecen de una definición específica <strong>del</strong> papel que juegan<br />
dentro <strong>del</strong> tratamiento de las enfermedades crónicas en<br />
diferentes etapas de las mismas, tales como: prevención,<br />
manejo crónico, agudizaciones, fase terminal.<br />
• Existen varias preguntas de investigación <strong>sobre</strong> las<br />
enfermedades crónicas de los ancianos que se deben<br />
contestar en un futuro mediato, entre ellas:<br />
· ¿Cuál es el tiempo oportuno para dejar de tratar la<br />
osteoporosis?<br />
· ¿Cuál es el impacto <strong>del</strong> ejercicio o de la actividad física<br />
en la pérdida de masa ósea?<br />
· ¿Es el ácido zoledrónico la mejor opción para mejorar<br />
el apego terapéutico en los ancianos con osteoporosis?<br />
· ¿Qué papel juegan los marcadores bioquímicos en el<br />
81
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
82<br />
diagnóstico y seguimiento de la osteoporosis en los<br />
ancianos?<br />
· ¿Existe una interacción o sinergismo entre la<br />
sarcopenia y la osteoporosis?<br />
· ¿Cuál es la evaluación ideal para tomar la decisión de<br />
tratar o no a un anciano con cáncer?<br />
· ¿Cuáles son las características de los ancianos<br />
supervivientes al cáncer en edades más tempranas?<br />
· ¿Cómo es la farmacología de la quimioterapia en los<br />
ancianos?<br />
· ¿Cuál es el comportamiento de la radioterapia en los<br />
ancianos comparados con un grupo de edad más<br />
joven?<br />
· ¿Qué grupo de ancianos se beneficia más de un<br />
tratamiento paliativo desde el diagnóstico?<br />
· ¿Cuál es el impacto de la obesidad en los ancianos en<br />
otros desenlaces, además de la supervivencia?<br />
· ¿Cuál es papel de la obesidad sarcopénica dentro de la<br />
fragilidad?<br />
· ¿Qué problemas geriátricos se encuentran asociados<br />
a la obesidad?<br />
· ¿Cuál es el desenlace ideal para el tratamiento de la<br />
obesidad en los adultos mayores?<br />
· ¿Cuál es el impacto de la obesidad <strong>sobre</strong> la<br />
funcionalidad global de los ancianos?<br />
· ¿Cuál es la estrategia idónea para el diagnóstico de<br />
insuficiencia cardiaca en los ancianos?<br />
· ¿Qué farmacoterapia ha demostrado un beneficio<br />
específico en la funcionalidad, problemas geriátricos<br />
y calidad de vida?<br />
· ¿Qué intervenciones no farmacológicas son útiles en<br />
el tratamiento de la insuficiencia cardiaca?<br />
· ¿Cuál es el impacto específico de la caquexia cardiaca<br />
en la insuficiencia cardiaca?<br />
· ¿Existe una asociación entre la sarcopenia de la<br />
fragilidad y la caquexia cardiaca?<br />
· ¿Cuál es el beneficio de la detección temprana de la<br />
enfermedad de Parkinson?<br />
· ¿Cuál es el esquema ideal de rotación de medicamentos<br />
a largo plazo en el anciano con Parkinson?<br />
· ¿Cuál es el papel de la cirugía en el tratamiento <strong>del</strong><br />
Parkinson en los ancianos?<br />
· ¿Cómo se modifican las enfermedades al sumarse<br />
más comorbilidades?<br />
· ¿Cuál es la asociación de la osteoporosis con la salud<br />
bucal?<br />
· ¿Cuál es el impacto de la salud bucal <strong>sobre</strong> otros<br />
problemas geriátricos y la fragilidad?<br />
· ¿Qué impacto tiene la salud bucal <strong>sobre</strong> las infecciones<br />
de vías respiratorias en los diferentes grupos de<br />
ancianos (frágiles, centenarios, etc.)?<br />
• Jerarquizar la investigación de las enfermedades a partir<br />
de las cargas de enfermedad, principalmente aquellas<br />
reportadas en la población mexicana, y detectar aquellas<br />
en las que aún se carece de esta información.<br />
• Además de la jerarquización de la investigación en<br />
enfermedades con base en carga de enfermedad,<br />
priorizar en términos de recursos humanos y económicos<br />
disponibles.<br />
• Se requiere agregar a la investigación algunas otras<br />
enfermedades no contempladas en esta mesa y que<br />
tienen un particular impacto en la salud global <strong>del</strong><br />
anciano, tales como:<br />
· Osteoartrosis<br />
· Problemas sensoriales<br />
· Enfermedades reumáticas<br />
· Enfermedad ácido-péptica<br />
· Enfermedad pulmonar obstructiva crónica<br />
· Arritmias cardiacas<br />
· Trastorno funcional digestivo<br />
· Infección por virus de la inmunodeficiencia humana<br />
· Problemas <strong>del</strong> sueño<br />
• Es necesaria la traducción de la investigación en políticas<br />
públicas de atención.<br />
• Hace falta definir normas y criterios de seguimiento<br />
(tratamiento exitoso) en ancianos, específicamente para<br />
diabetes mellitus e hipertensión.<br />
• Revisión de las guías clínicas y los desenlaces deseados.<br />
Por ejemplo, en el tratamiento de la hipertensión, los dos<br />
principales enfoques son la mortalidad y la frecuencia<br />
de enfermedades cardiovasculares, dejándose de<br />
lado el problema de la polifarmacia, caídas y apego al<br />
tratamiento que suele encontrarse con mayor frecuencia<br />
en los adultos mayores.<br />
• Definición de estrategias de tamizaje en aquellas<br />
enfermedades que lo requieren, principalmente en lo que<br />
se refiere a los problemas oncológicos.
• Optimización de los tratamientos en los que se<br />
encuentran con polipatología y polifarmacia.<br />
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Management. Chronic Respiratory Diseases and<br />
Arthritis.<br />
Zamboni, M., Mazzali, G., Zoico, E., Harris, T.B., Meigs,<br />
J.B., Di Francesco, V., Fantin, F., Bissoli, L. & Bosello,<br />
O. (2005). Health consequences of obesity in the<br />
elderly: a review of four unresolved questions. Int J<br />
Obes (Lond), 29, pp. 1011-29.<br />
Zulian, G.B. (2000). Health care <strong>del</strong>ivery in the older<br />
person with cancer. Crit Rev Oncol Hematol, 35, pp.<br />
227-32.
GRUPO DE TRABAJO<br />
<strong>Salud</strong> mental :<br />
Deterioro cognoscitivo leve,<br />
demencias y depresión<br />
Coordinador:<br />
Alonso Riestra,<br />
Hospital Ángeles - Lomas<br />
Relator:<br />
Óscar Rosas Carrasco,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
Alejandro Fuentes Cantú,<br />
Instituto Tecnológico y de Estudios<br />
Superiores de Monterrey<br />
Amador Macías Osuna,<br />
Instituto Tecnológico y de Estudios<br />
Superiores de Monterrey<br />
Ana Luisa Sosa Ortiz,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y<br />
Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”<br />
Douglas Nance,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Francisco Javier Mena Barranco,<br />
Hospital Español<br />
Guillermo Albert Meza,<br />
Hospital Español<br />
Jorge Reyes Guerrero,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />
Nutrición “Salvador Zubirán”<br />
María de Guadalupe Guerra Silla,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y<br />
Nutrición “Salvador Zubirán”<br />
Omar Minaya Hernández,<br />
Instituto Mexicano de Psicoanálisis<br />
Teresa Juárez Cedillo,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Sara Torres Castro,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Zoila Trujillo de los Santos,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y<br />
Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”
INTRODUCCIÓN<br />
El deterioro cognoscitivo leve, las demencias y la<br />
depresión son tres de las principales enfermedades<br />
que afectan a la salud mental, debido a la frecuencia de<br />
su presentación en el adulto mayor, a las particularidades<br />
de su diagnóstico y tratamiento, y a su impacto <strong>sobre</strong> el<br />
individuo, la familia, la sociedad y la economía. Dichos<br />
temas se abordaron como temas principales en esta mesa<br />
de trabajo.<br />
OBJETIVO PRINCIPAL<br />
Revisar de manera concisa pero detallada la información<br />
actual disponible en la literatura nacional por parte de los<br />
expertos <strong>sobre</strong> epidemiología, diagnóstico, tratamiento,<br />
impacto económico e impacto en el individuo, familia y<br />
sociedad <strong>del</strong> deterioro cognoscitivo leve, las demencias<br />
y la depresión, para identificar las posibles líneas de<br />
investigación que en nuestro medio se requiere realizar.<br />
OBJETIVOS SECUNDARIOS<br />
92<br />
• Construir una fuente de información práctica <strong>sobre</strong><br />
la situación actual de estas enfermedades en México.<br />
• Generar, a partir de la información recopilada, ideas<br />
nuevas que permitan el desarrollo de proyectos a<br />
diversos niveles que el Instituto de Geriatría deberá<br />
promover y seguir apoyando como líneas para<br />
promover un envejecimiento saludable.<br />
1. Deterioro cognoscitivo leve<br />
Entidad clínica que ha sido objeto de investigación clínica<br />
de los últimos 15 años, controvertido, que surge en la<br />
búsqueda de individuos con riesgo a deteriorarse hacia una<br />
demencia. El concepto fue propuesto por el Dr. Ronald<br />
Petersen (Petersen et al., 2008) como una entidad<br />
nosológica donde el adulto mayor presenta deterioro<br />
cognitivo sin demencia; los clínicos e investigadores se<br />
inclinan por el término para diferenciar este padecimiento<br />
de la falla de la memoria asociada a la edad (AAM-<br />
Age Associated Memory Impairment) o <strong>del</strong> deterioro<br />
cognoscitivo asociado a la edad (AACD por sus siglas en<br />
inglés), término que fue introducido por el Instituto de<br />
<strong>Salud</strong> Mental de Estados Unidos en 1986 para estudiar<br />
a las personas de 50 años o más con quejas de pérdida<br />
de la memoria que presentaban al menos una desviación<br />
estándar por debajo de la media establecida para adultos<br />
jóvenes, en un test estandarizado de memoria secundaria<br />
(memoria reciente) con datos normativos adecuados.<br />
Lo que sí es claro es que existe una continuidad clínica y<br />
funcional entre los individuos normales de edad avanzada<br />
y los sujetos con un deterioro ligero y con los criterios<br />
clínicos de demencia. Los límites que se establecen entre<br />
estas etapas son, hasta la fecha, difíciles de precisar,<br />
especialmente cuando se toma en cuenta la patología y<br />
cuando la funcionalidad <strong>del</strong> individuo –es decir, que se siga<br />
valiendo por sí mismo en las actividades de la vida diaria–<br />
hace una diferencia.<br />
El Dr. Ronald Petersen, de la Clínica Mayo, en Rochester,<br />
propuso en 1999 el término de Mild Cognitive Impairment<br />
(MCI) o deterioro cognoscitivo leve (DCL) (tabla 1).<br />
Tabla 1. Criterios para Deterioro Cognoscitivo Leve (Petersen<br />
et al., 1999).<br />
Múltiples estudios concluyen hasta ahora con una división<br />
que contempla tres subtipos de DCL:<br />
1. Deterioro cognitivo amnésico<br />
2. Deterioro cognitivo amnésico de múltiples dominios<br />
3. Deterioro cognitivo no amnésico<br />
El de tipo amnésico es el que tradicionalmente se venía<br />
valorando y se enfoca principalmente a la memoria<br />
reciente; el de múltiples dominios incluye la alteración de<br />
la memoria en forma leve y alguna otra función cognitiva,<br />
mientras que el tercero hace referencia al deterioro de otra<br />
función cognitiva que no implique la memoria.<br />
Los estudios epidemiológicos muestran prevalencias<br />
que van desde 3% hasta 35% en distintas partes <strong>del</strong><br />
mundo; es muy probable que esto se deba a diferencias<br />
metodológicas de la evaluación, es decir, lo concerniente<br />
a los instrumentos utilizados para evaluar a los pacientes,<br />
así como las características propias de éstos, tales como<br />
edad o años de escolaridad; es notorio como aquellos<br />
individuos con mayor edad y menor escolaridad son los
menos favorecidos por los resultados y resultan con mayor<br />
prevalencia de deterioro cognitivo.<br />
Como ya se mencionó, el diagnóstico <strong>del</strong> DCL surgió como<br />
una forma de detectar tempranamente el principio de una<br />
demencia; la posibilidad de que un DCL evolucione a una<br />
demencia es de entre 10 y 15% anual; especialmente el<br />
de tipo amnésico se considera con mayor probabilidad de<br />
evolucionar al tipo Alzheimer.<br />
Entre otras formas de evolución <strong>del</strong> DCL está la de que se<br />
mantenga el deterioro cognitivo y no progrese a demencia;<br />
en este sentido, existe una amplia variabilidad de resultados<br />
que van desde 7 a 47% de posibilidades de mantenerse<br />
estables, como lo reporta el estudio de la Universidad de<br />
Columbia, con el más alto porcentaje (47%) después de<br />
4.7 años de seguimiento de los pacientes. Finalmente,<br />
también cabe la posibilidad que una mejoría <strong>del</strong> estado<br />
cognitivo con reversibilidad a estado normal, lo que ha<br />
dado lugar a que se cuestione el diagnóstico de DCL; por<br />
tanto, se debe ser muy cauto y considerar la metodología<br />
aplicada, la experiencia de quien realizó la prueba y las<br />
condiciones <strong>del</strong> paciente en el momento <strong>del</strong> estudio, tales<br />
como ansiedad, depresión, el padecer alguna enfermedad<br />
aguda o el estar bajo efecto de medicamentos que<br />
alteren el estado sensorial o de alerta, son padecimientos<br />
importantes a descartar.<br />
Respecto a la progresión <strong>del</strong> DCL, sabemos que la edad<br />
es un factor predictor importante para que un individuo<br />
presente DCL y posteriormente evolucione a demencia;<br />
Mejía menciona que de los 75 a los 79 años, esta posibilidad<br />
es de 15%, de los 80 a los 84 años es de 22%, mientras<br />
que va a 30% en los mayores de 85 años. En relación al<br />
sexo, se menciona que la mujer es más propensa al DCL<br />
amnésico, mientras que el varón lo es al no amnésico.<br />
Como se ha mencionado, otro factor que influye en<br />
encontrar mayor diagnóstico de DCL es la baja escolaridad:<br />
25% en quienes tienen hasta 8 años de escolaridad, 14%<br />
entre quienes tienen entre 9 y 12 años, 9% en quienes<br />
han estudiado entre 13 y 16 años y 8.5% en quienes<br />
estudiaron 16 años o más.<br />
La enfermedad cerebrovascular o la existencia de factores<br />
de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus,<br />
hipertensión arterial sistémica, enfermedad cardiaca como<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
infartos previos o insuficiencia cardiaca son enfermedades<br />
con riesgo alto para el desarrollo de DCL no amnésico y,<br />
por tanto, mayor probabilidad de tener una demencia de<br />
tipo vascular.<br />
El DCL también se ha relacionado con el genotipo de<br />
la apolipoproteína E4 y su correlación con evolución a<br />
demencia; al respecto, estudios <strong>del</strong> Dr. Petersen en la<br />
Clínica Mayo reportan que es más factible que aquellos<br />
que son portadores de E4 y tienen DCL de tipo amnésico<br />
evolucionen a Alzheimer en comparación con aquellos de<br />
tipo no amnésico.<br />
Otros estudios radiológicos como la resonancia magnética<br />
han sido utilizados para valorar la evolución <strong>del</strong> DCL y la<br />
medición de la atrofia <strong>del</strong> hipocampo también se ha visto<br />
como un marcador pronóstico de que a mayor atrofia es<br />
mayor el riesgo de manifestarse como Alzheimer.<br />
Respecto a marcadores cognitivos, se menciona que<br />
los individuos con DCL que progresan a una demencia<br />
muestran déficit cognitivo 6 años antes <strong>del</strong> diagnóstico<br />
clínico; Mejía refiere que las pruebas neuropsicológicas<br />
que evalúan el recuerdo diferido, la velocidad perceptual<br />
y la función ejecutiva son las más útiles para discriminar<br />
entre pacientes que desarrollan una demencia y los que<br />
permanecerán estables. Asimismo, existe un consenso<br />
<strong>sobre</strong> el peso de las pruebas de memoria episódica como<br />
predictores de la conversión a demencia. El recuerdo<br />
libre diferido de una lista de palabras es el paradigma más<br />
empleado para su valoración. El riesgo de evolucionar a<br />
demencia y especialmente a enfermedad de Alzheimer es<br />
doble en los pacientes con DCL y alteración en la memoria<br />
episódica en comparación con los que padecen alteración<br />
en otros dominios cognitivos. En la mayoría de los casos<br />
se aplican pruebas de memoria verbal, aunque también<br />
se ha encontrado que el recuerdo diferido de figuras o de<br />
dibujos antes copiados es sensible para predecir conversión<br />
a demencia.<br />
Finalmente, la sugerencia es realizar una adecuada<br />
evaluación de la historia clínica –en la cual el familiar<br />
<strong>del</strong> paciente es clave pues aporta detalles respecto a los<br />
olvidos o fallas en alguna otra área cognitiva independiente<br />
de la memoria–, preguntar respecto al desempeño de sus<br />
actividades cotidianas dará pauta <strong>sobre</strong> si su funcionalidad o<br />
desempeño cotidiano tienen algún déficit, lo cual ayudará a<br />
93
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
evaluar si estos cambios corresponden a un envejecimiento<br />
normal o patológico.<br />
La recomendación es hacer énfasis especialmente en<br />
las llamadas actividades instrumentadas de la vida diaria<br />
–tales como el manejo de sus finanzas, el control <strong>del</strong><br />
dinero, su habilidad para llevar la casa igual que antes, el<br />
control de sus fármacos, etc.–, aspectos <strong>sobre</strong> los que no<br />
suele preguntarse y que serían de mucha utilidad.<br />
Una evaluación neuropsicológica completa inicial sería<br />
fundamental para realizar un mapeo de las funciones<br />
intelectuales y tener un punto de partida para situaciones<br />
futuras con aspectos más cuantitativos <strong>del</strong> funcionamiento<br />
cognitivo y así tener un perfil de los dominios que pudieran<br />
estar afectados y establecer o descartar con mayor claridad<br />
si existe algún subtipo de DCL.<br />
Realizar pruebas de laboratorio o estudios de imagen sería<br />
útil para descartar algún problema metabólico o para hablar<br />
de alguna etiología específica, ya sea vascular, metabólica<br />
o degenerativa.<br />
El deterioro amnésico y la controversia <strong>del</strong> tratamiento<br />
De acuerdo con los estudios clínicos observacionales, los<br />
casos de deterioro cognitivo leve puramente amnésico<br />
evolucionarán en un alto porcentaje hacia un estado<br />
demencial. Los dilemas éticos a los que nos enfrentamos<br />
son: ¿Es necesario iniciar un tratamiento para este<br />
estado previo a la patología a pesar de que es totalmente<br />
asintomático y no tiene repercusión en la funcionalidad?<br />
¿El sujeto debe ser tratado como portador de un proceso<br />
neurodegenerativo o solamente someterse a una vigilancia<br />
periódica?<br />
Hasta el momento, ninguno de los tratamientos que se han<br />
probado en los pacientes portadores de DCL ha sido eficaz<br />
debido a la heterogeneidad de los protocolos realizados y a<br />
las características diversas <strong>del</strong> padecimiento mismo.<br />
Es menos probable que el deterioro cognitivo no amnésico<br />
de dominios diferentes a la memoria evolucione hacia un<br />
proceso neurodegenerativo pero no priva al paciente de una<br />
evolución hacia una enfermedad subcortical. Esto incluye<br />
el caso <strong>del</strong> deterioro cognitivo asociado a diabetes mellitus,<br />
que tampoco exenta al paciente de ser un portador de DCL<br />
94<br />
y de que posteriormente evolucione a Alzheimer.<br />
Sin embargo, en estudios recientes se ha demostrado a<br />
través de marcadores biológicos con ARNm que puede<br />
haber portadores asintomáticos de la enfermedad.<br />
La importancia <strong>del</strong> DCL y de la demencia subcortical<br />
asociada a diabetes mellitus es que podemos pensar que<br />
un control metabólico apropiado pudiera hacer que estas<br />
dos patologías sean prevenibles o modificables; esto se<br />
traducirá en la práctica clínica como la prevención de<br />
deterioro funcional asociado a disfunción neurológica. Este<br />
enfoque está abriendo nuevas líneas a la investigación de<br />
la fisiopatología de los trastornos cognitivos asociados al<br />
metabolismo de los glúcidos.<br />
Esto convierte a dicha categoría diagnóstica en una<br />
entidad difícil de estudiar. Por otro lado, los grandes centros<br />
de investigación se limitan a mantener a los sujetos en<br />
observación especificando que se encuentran en una<br />
categoría de riesgo y que requieren ser observados a lo<br />
largo <strong>del</strong> tiempo, sin brindarles ninguna opción terapéutica:<br />
sin embargo, se sabe que el deterioro cognitivo amnésico<br />
es el que tiene una franca predisposición al desarrollo de<br />
demencia tipo Alzheimer.<br />
Conclusiones <strong>sobre</strong> deterioro cognoscitivo leve<br />
En México no existe realmente una muestra representativa<br />
de DCL, por lo que es necesario desarrollar mayor número<br />
de clínicas de memoria o evaluación cognitiva para que<br />
los clínicos pudieran referir más fácilmente a los pacientes<br />
a evaluación y así tener un perfil de seguimiento, dado<br />
que estos padecimientos, especialmente los problemas<br />
degenerativos, presentan una evolución crónica, a un paso<br />
paulatino, de la normalidad a la enfermedad.<br />
2. Demencias<br />
Situación mundial de las demencias<br />
La transición mundial demográfica y epidemiológica es<br />
inminente. En países de bajo y mediano ingreso (BMI), el<br />
envejecimiento poblacional continuará en forma acelerada<br />
y de manera paralela habrá en ellos un incremento de<br />
sujetos con demencia. La Alzheimer Disease International<br />
Association (ADI, 2009) ha estimado que actualmente hay
en el mundo aproximadamente 38 millones de personas,<br />
cifra que se duplicará cada 20 años, aproximándose a los<br />
118 millones hacia 2050; más de 70% de estos pacientes<br />
residirán en países de BMI.<br />
Datos epidemiológicos en México<br />
El único estudio de base poblacional realizado propositivamente<br />
para la evaluación de la demencia en México indica que la<br />
prevalencia de demencia en ancianos de bajo y mediano<br />
ingreso económico es de 8.6 y 8.5% para las áreas urbana y<br />
rural, respectivamente. Y cuando esta prevalencia se ajusta<br />
por grupo de edad, sexo y área de residencia, disminuye<br />
a 7.4 y 7.3%, respectivamente (Llibre Rodríguez et al.,<br />
2008). Así, aplicando una prevalencia de 8.5% al grupo<br />
de 60 años y más, tendríamos más de 700 mil sujetos con<br />
demencia en México; si se limita a sujetos de 65 años y<br />
más, el número se reduce a poco más de 500 mil.<br />
Es importante señalar que un buen número de estudios<br />
epidemiológicos para demencia están basados en<br />
diagnósticos clínicos presuntivos y que en dichos estudios<br />
frecuentemente se han utilizado criterios simples para<br />
la elaboración <strong>del</strong> diagnóstico como el <strong>del</strong> deterioro<br />
cognoscitivo, con base en una sola prueba de escrutinio<br />
cognitivo, como el MMSE, siendo éste un criterio<br />
insuficiente para establecer el diagnóstico de demencia.<br />
En México, en los últimos años se han realizado y publicado<br />
los primeros estudios epidemiológicos <strong>sobre</strong> deterioro<br />
cognoscitivo y demencia, como producto de los esfuerzos<br />
realizados en este campo desde hace más de diez años por<br />
grupos de investigación ubicados principalmente en los<br />
Institutos <strong>Nacional</strong>es de Nutrición y de Neurología (Ham<br />
et al., 2007; Llibre Rodríguez et al., 2008; Mejía-Arango<br />
et al., 2007; Mejía-Arango et al., 2010; Sosa et al., 2010;<br />
Villalpando-Berumen et al., 2008).<br />
Tabla 2. Criterios, CIE 10 Diagnóstico <strong>del</strong> Síndrome Demencial. Fuente: WHO, 1993.<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
También han surgido diferentes iniciativas como la <strong>del</strong><br />
Grupo de Consenso <strong>sobre</strong> el Síndrome de Deterioro<br />
Intelectual (1996) y más recientemente la de la Academia<br />
<strong>Nacional</strong> de Neurología, dando lugar a la formación <strong>del</strong><br />
Grupo de Expertos en Demencias (2009) y, por último,<br />
a instancias <strong>del</strong> recién creado Instituto de Geriatría, se ha<br />
integrado un Grupo de Reflexión en Demencias (2010).<br />
Actualidades <strong>sobre</strong> el diagnóstico y la evolución de las<br />
demencias<br />
La exactitud en el diagnóstico de un trastorno subyacente<br />
responsable de un síndrome demencial tiene implicaciones<br />
importantes no sólo para determinar un pronóstico y una<br />
guía anticipada dirigida a los cuidadores, sino también<br />
para establecer un tratamiento y manejo oportuno para<br />
los pacientes, así como para la detección de demencias<br />
potencialmente reversibles (Chui y Zhang, 1997; Piccini et<br />
al., 1998). Dos pasos han demostrado ser de utilidad para<br />
la evaluación diagnóstica de una demencia en la práctica<br />
médica general y neuropsiquiátrica: en primer lugar, hay<br />
que determinar si el paciente tiene un síndrome demencial<br />
definido por los criterios de la Clasificación Internacional<br />
de Enfermedades (CIE-10) (tabla 2); y, en segundo lugar,<br />
hay que realizar una recolección sistemática de los datos<br />
más relevantes de la historia médica y de los hallazgos<br />
clínicos obtenidos durante las evaluaciones (Eschweiler et<br />
al., 2010).<br />
De forma convencional, se considera que la demencia es<br />
un síndrome, independientemente de su patogénesis, por<br />
lo que los datos clínicos generales deberán incluir: 1) una<br />
descripción de los síntomas <strong>del</strong> paciente, antecedentes<br />
médicos y familiares; 2) la historia <strong>del</strong> padecimiento<br />
obtenida por uno o más informantes; 3) hallazgos de<br />
la valoración médica y neurológica; 4) hallazgos de<br />
la valoración psiquiátrica; 5) pruebas de tamizaje de<br />
95
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
la función cognoscitiva; 6) pruebas de laboratorio y<br />
gabinete; 7) estudios de neuroimagen como CT/RMN<br />
y, si hay disponibilidad de medicina nuclear, SPECT/<br />
PET; 8) pruebas neuropsicológicas. Actualmente, para el<br />
diagnóstico de demencia, se deberá determinar, además,<br />
cómo ha evolucionado la enfermedad desde los síntomas<br />
premórbidos y estadios tempranos de la demencia,<br />
condiciones caracterizadas en la mayoría de los casos por un<br />
96<br />
deterioro cognoscitivo leve (DCL), además de la presencia<br />
o antecedentes de síntomas depresivos. La sensibilidad y la<br />
especificidad de cada uno de estos hallazgos considerados<br />
individualmente no son mayores que las obtenidas sólo<br />
con el diagnóstico clínico; sin embargo, el diagnóstico<br />
mejora cuando todos los hallazgos son integrados<br />
comprehensivamente (Mahlberg y Gutzmann, 2005;<br />
Wilson et al., 2008 ) (tabla 3).<br />
Tabla 3. Valoración de la sospecha de demencia.<br />
MMSE: Mini Examen Mental (Folstein et al., 1975); CDT: Test <strong>del</strong> Reloj (Shulman et al., 2000) CERAD: Consorcio para el<br />
Establecimiento de un Registro de la Enfermedad de Alzheimer (Welsch et al., 1992); GDS: Escala de depresión geriátrica (Yesavage<br />
et al., 1983); IQCODE: Test <strong>del</strong> informante (Jorm y Jacomb , 1989); 7MT: Test de 7 minutos (Solomon et al., 1998); IADL: Escala<br />
de actividades instrumentales de la vida diaria (Lawton y Brody, 1969); CT: Tomografía computada; RMN: Resonancia Magnética;<br />
SPECT: Tomografía por emisión de fotón único; PET: Tomografía por emisión de positrones.
Diagnóstico diferencial en demencias<br />
El diagnóstico diferencial en demencias es complejo, ya<br />
que existen más de 80 tipos de demencias; el abordaje es<br />
multidisciplinario y se sugiere que se realice por médicos<br />
experimentados, generalmente se requiere de un tercer<br />
nivel de atención. El diagnóstico se deberá establecer<br />
desde dos perspectivas: la primera es neuroanatómica,<br />
entre demencias corticales y demencias subcorticales; y<br />
la segunda es etiológica, entre demencias degenerativas<br />
primarias, demencias secundarias y demencias mixtas. Se<br />
han desarrollado diversos criterios por expertos, los cuales<br />
permiten orientar un diagnóstico diferencial (tabla 4);<br />
en el caso de las demencias degenerativas primarias, el<br />
diagnóstico de certeza es obligadamente histopatológico<br />
(post mórtem). Se considera que en la mayoría de<br />
las demencias degenerativas primarias subyace una<br />
proteinopatía cerebral, la cual ha servido para el desarrollo<br />
de biomarcadores. La enfermedad de Alzheimer (EA)<br />
es la más heterogénea de las demencias degenerativas,<br />
ya que en ella no sólo están presentes las principales<br />
proteínas implicadas (β-amiloide, α-sinucleína, proteína<br />
Tau), sino que además tiene diversas formas clínicas que<br />
confunden su diagnóstico con el de otras demencias, como<br />
la demencia por cuerpos de Lewy (DLB) o la demencia<br />
frontotemporal. La coexistencia de lesiones vasculares<br />
con la EA es muy prevalente, dando lugar a la demencia<br />
mixta (DM). El concepto de demencia vascular (DV) es<br />
amplio y heterogéneo; las lesiones pueden ser corticales<br />
o subcorticales, múltiples; raras veces la demencia se<br />
establece por un infarto único. Se debe diferenciar<br />
entre DLB y demencia asociada a la enfermedad de<br />
Parkinson (DP), ya que en ambos casos, los síntomas<br />
neuropsiquiátricos se superponen. La degeneración<br />
frontotemporal lobar (DFTL) cursa con diversas<br />
variantes clínicas y su fase prodrómica puede ser de tipo<br />
no cognoscitivo La degeneración corticobasal (DCB),<br />
se ha considerado una variante clínica de la DFTL y su<br />
diagnóstico puede confundirse con la demencia asociada a<br />
la parálisis supranuclear progresiva (PSP). La enfermedad<br />
de Huntington es un padecimiento neurodegenerativo de<br />
herencia autosómica dominante, cuyos rasgos centrales<br />
son la corea, el deterioro cognoscitivo progresivo y las<br />
alteraciones conductuales. La hidrocefalia normotensa<br />
(HN) se debe sospechar de manera oportuna, ya que es<br />
potencialmente reversible; se caracteriza por incontinencia<br />
urinaria, marcha apráxica y demencia. La enfermedad de<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es un padecimiento dramático<br />
con variantes clínicas; es debida a priones, cursa con un<br />
cuadro demencial rápidamente progresivo y síntomas<br />
neurológicos y psiquiátricos graves (Méndez et al., 2008).<br />
Tabla 4. Criterios diagnósticos en demencias.<br />
En la actualidad, la existencia de biomarcadores, pruebas<br />
genéticas y técnicas avanzadas en neuroimagen ha<br />
incrementado la sensibilidad en el diagnóstico de<br />
demencias hasta en 90%. En la EA, la detección en líquido<br />
cefalorraquídeo, de proteína tau, péptidos de amiloide<br />
(Aβ) y marcadores plasmáticos (Aβ-42/Aβ-40 ratio)<br />
han hecho esto posible (Jellinger et al., 2008; Eschweiler<br />
et al., 2010).<br />
Evolución y pronóstico de las demencias<br />
El desenlace compartido de todas las demencias se<br />
caracteriza por un detrimento generalizado de las<br />
actividades de la vida diaria y de las instrumentadas<br />
a expensas de una alteración global en las funciones<br />
cognoscitivas. Esta pérdida funcional <strong>del</strong> paciente<br />
repercute en forma dramática no sólo <strong>sobre</strong> sí mismo, sino<br />
también <strong>sobre</strong> sus cuidadores, familiares y en general <strong>sobre</strong><br />
cualquier estructura socioeconómica que lo rodee. En<br />
muchas ocasiones esta situación lleva al internamiento <strong>del</strong><br />
paciente en una institución, donde eventualmente morirá<br />
(D´Hyver y Gutiérrez, 2009).<br />
La enfermedad de Alzheimer representa la etiología de más<br />
de 60% de los pacientes viejos con algún tipo de demencia.<br />
97
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
En sus tres estadios (leve, moderado y avanzado), se<br />
reconoce una gradual e irreversible progresión. Esta<br />
devastadora evolución arranca desde fases presintomáticas<br />
(como el deterioro cognoscitivo leve) y llega al punto en<br />
que el pobre desempeño cognoscitivo hace imposible su<br />
propia evaluación neuropsicológica, además de que en<br />
muchas ocasiones estas fases tardías se acompañan de<br />
síntomas psicóticos (Halter et al., 2009).<br />
En la evolución típica de un paciente con enfermedad de<br />
Alzheimer el espectro clínico tiene una duración de entre<br />
8 y 10 años. En un inicio, el paciente se caracteriza por<br />
una queja de memoria de eventos recientes, situación que<br />
no siempre puede ser reconocida por el paciente; pero, a<br />
diferencia de los olvidos benignos, estas alteraciones en la<br />
memoria sí repercuten <strong>sobre</strong> su funcionalidad. Los cambios<br />
en el lenguaje también suelen ser evidentes en fases<br />
iniciales; esta dificultad para encontrar la palabra deseada<br />
puede llegar hasta una afasia expresiva. Cabe señalar que<br />
esto último representa un factor pronóstico para evolución<br />
acelerada.<br />
En fases intermedias, el paciente se caracteriza por<br />
afección en las funciones ejecutivas, así como para<br />
concentrarse y mantener la atención. Un motivo típico de<br />
consulta en ellos es la dificultad para conducir, vestirse y,<br />
en general, para ejecutar en forma óptima las actividades<br />
instrumentadas. Esta es la fase donde el paciente progresa<br />
más rápidamente y comienzan a ser notorios síntomas<br />
conductuales y afectivos. Hay que subrayar que si bien los<br />
síntomas depresivos son propios de esta fase, más de 30%<br />
de los pacientes pueden debutar con estos síntomas.<br />
En la última fase se hacen evidentes síntomas neurológicos<br />
como problemas en la marcha, deglución, incontinencia y<br />
síndrome de caídas. Además hay una notoria exacerbación<br />
de síntomas conductuales. En esta fase el paciente llega<br />
hasta la postración con lo cual se pone en especial riesgo<br />
de desarrollar fragilización y úlceras por presión. Esta<br />
condición lleva al paciente a un desenlace fatal, por lo<br />
general asociado a deshidratación, malnutrición, neumonía<br />
o sepsis en general.<br />
Si bien la enfermedad de Alzheimer es la variedad de<br />
demencia más frecuente, debe resaltarse que como propio al<br />
proceso ateroesclerótico de envejecer, un patrón etiológico<br />
mixto de demencia (degenerativo y vascular) prevalece en<br />
98<br />
la mayoría de los pacientes. Así, cualquier comorbilidad que<br />
acelere esta condición acelerará también la progresión <strong>del</strong><br />
proceso demencial, a saber: diabetes mellitus, hipertensión,<br />
dislipidemia, tabaquismo y obesidad.<br />
Reconocer la condición progresiva e irreversible de<br />
las demencias debe llevarnos a dirigir las baterías de<br />
la investigación médica a las fases premórbidas, cuya<br />
caraterización nos permitirá frenar su progreso y, por qué<br />
no, hasta evitarlas.<br />
Sobrecarga de los cuidadores de pacientes con demencia<br />
La atención que se brinda a una persona con demencia<br />
debe ser integral y multidimensional, por lo que no se puede<br />
ignorar la función tan importante que realiza la persona que<br />
provee el cuidado. A nivel mundial, la familia sigue siendo<br />
el soporte para el cuidado; sin embargo, mientras en países<br />
desarrollados que cuentan con sistemas integrales para el<br />
cuidado de la salud y apoyos sociales su papel es menos<br />
apreciado, en naciones en vías de desarrollo el mayor peso<br />
<strong>del</strong> cuidado recae <strong>sobre</strong> la familia, responsabilidad que se<br />
tiene en gran estima.<br />
Concepto de cuidador<br />
Stone et al. (1987) definen como cuidadores a quienes<br />
proveen asistencia no remunerada a personas de 65 o<br />
más años que experimentan dificultad en por lo menos<br />
una de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD).<br />
Los cuidadores eran predominantemente mujeres de<br />
mediana edad, casadas y <strong>sobre</strong> quienes yacía la mayor<br />
responsabilidad <strong>del</strong> cuidado, contando con escasa o nula<br />
ayuda por parte de otros y con frecuencia habían tenido que<br />
abandonar su trabajo para poder cumplir con esta nueva<br />
actividad. También el cuidador amplía su función cuando se<br />
encarga de trasladar y acompañar al paciente con demencia<br />
a sus visitas clínicas periódicas, así como de proporcionar<br />
datos confiables <strong>sobre</strong> la severidad y progresión de la<br />
enfermedad, además de asistirle en actividades básicas e<br />
instrumentales de la vida diaria (ABVI) (Hirschman et al.,<br />
2004).<br />
Concepto de <strong>sobre</strong>carga<br />
El concepto de carga fue utilizado en los años sesenta en<br />
Gran Bretaña para evaluar los efectos y consecuencias
que tenían <strong>sobre</strong> las familias el cuidado y atención de los<br />
enfermos psiquiátricos insertos en la comunidad. Cuando<br />
la atención rebasa las capacidades <strong>del</strong> cuidador, ocurre el<br />
agotamiento de éste, llamado <strong>sobre</strong>carga o agobio.<br />
En la década de 1980, Zarit et al. (1980) consideraron<br />
que la <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador era clave para decidir si los<br />
pacientes con demencia podían seguir viviendo dentro de<br />
la comunidad. Para ello elaboraron un cuestionario para<br />
detectar la presencia de dicha <strong>sobre</strong>carga, además de fungir<br />
como un buen indicador de los efectos <strong>del</strong> cuidado.<br />
Existen otros instrumentos para evaluar <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong><br />
cuidador, entre ellos el “Screen for Caregiver Burden”<br />
(SCB) (Vitaliano et al., 1991), el cual ya está validado al<br />
español (Guerra-Silla et al., 2008). Esta escala de 25 ítems<br />
evalúa tanto dominios <strong>del</strong> cuidador como <strong>del</strong> paciente con<br />
demencia (vascular, mixta o tipo Alzheimer), permite<br />
calcular la prevalencia de las experiencias de <strong>sobre</strong>carga<br />
(cuantificando de una manera más subjetiva el grado de<br />
<strong>sobre</strong>carga) y puede predecir los efectos <strong>del</strong> cuidado.<br />
La detección oportuna y pertinente de la <strong>sobre</strong>carga<br />
<strong>del</strong> cuidador permitirá aportar elementos a nivel clínico<br />
para iniciar intervenciones en los aspectos psicológico y<br />
sociofamiliar, para así poder garantizar tanto su integridad<br />
física, mental y espiritual como las <strong>del</strong> propio paciente.<br />
El agotamiento, colapso o <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador<br />
compromete su capacidad para cumplir con las demandas<br />
crecientes <strong>del</strong> familiar enfermo (Mendoza-Martínez y<br />
Rodríguez-García, 1999), además de provocar un agobio<br />
excesivo con riesgo de sufrir un trastorno depresivo,<br />
ansioso, incluso suicidio o muerte.<br />
Existen condiciones en el cuidador que le permitirán<br />
manejar mejor o peor la <strong>sobre</strong>carga. Durante el proceso de<br />
validación de la escala original de <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador<br />
(SCB) (Vitaliano et al., 1991) se empleó un mo<strong>del</strong>o de<br />
constructo teórico que consiste en:<br />
Agobio psicológico=<br />
Exposición a apremiantes (stressors) + Vulnerabilidad<br />
Recursos psicológicos y sociales<br />
Los componentes <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o tienen una solidez conocida<br />
en la literatura que habla de situaciones de apremio (stress)<br />
(Appley y Trumbull, 1967), donde, operacionalmente,<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
la exposición a apremiantes corresponde a los problemas<br />
cognitivos y de conducta de la persona que recibe los<br />
cuidados. Las variables de vulnerabilidad tienen que ver<br />
con el tiempo que el cuidador puede soportar dichas<br />
situaciones apremiantes. Esto va a depender de rasgos<br />
genéticos heredados y de la experiencia adquirida (por<br />
ejemplo: variables como el estado de salud y tipo de<br />
personalidad) (Zubin y Spring, 1977). La manera como<br />
una persona expresa su enojo es un rasgo de personalidad<br />
(Funkenstein et al., 1957; Biaggio, 1980). En cuanto a<br />
los recursos, éstos se refieren a la moral <strong>del</strong> individuo (<strong>del</strong><br />
cuidador), su autoestima, su capacidad para enfrentar las<br />
cosas, sus apoyos sociales (Diener et al., 1985; Gottlieb,<br />
1981; Lazarus y Folkman, 1984) y su actitud ante la vida.<br />
Si ésta es positiva, constituye un mecanismo que amortigua<br />
las situaciones agobiantes que surgen cotidianamente.<br />
Consecuencias de la <strong>sobre</strong>carga en los cuidadores<br />
Con frecuencia, el cuidador de un enfermo con demencia<br />
centra su atención y vierte gran parte de su energía en<br />
esta labor, descuidando su propia persona, su trabajo,<br />
a otros miembros de la familia y sus propios intereses,<br />
ocasionándole ansiedad, angustia, depresión y aislamiento<br />
social (Intrieri y Rapp, 1994). Cuando el cuidador es viejo,<br />
puede enfermar e incluso morir antes que el paciente al que<br />
está cuidando.<br />
El desgaste económico resulta cuando tienen que<br />
sacrificarse algunas necesidades básicas o hasta los<br />
placeres más elementales para poder subsanar los gastos<br />
imprevistos, que en ocasiones incluyen la contratación de<br />
personal de apoyo.<br />
La salud física se merma grandemente cuando el cuidador<br />
tiene que realizar maniobras de movilización que a veces<br />
rebasan su capacidad, ocasionando incluso lesiones<br />
músculo-esqueléticas, pérdida <strong>del</strong> apetito, trastornos<br />
<strong>del</strong> sueño, fatiga crónica e incapacidad para relajarse.<br />
Emocionalmente, el cuidador tiene que enfrentarse a las<br />
pérdidas paulatinas que va teniendo su enfermo, y esta<br />
pérdida constante le produce desgaste o duelo anticipado<br />
(Mendoza-Martínez y Rodríguez-García, 1999). Con<br />
frecuencia, el paciente con demencia se vuelve un<br />
desconocido y esto genera sentimientos de tristeza, enojo,<br />
depresión y frustración en el cuidador.<br />
99
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Estrategias para el tratamiento de la <strong>sobre</strong>carga y colapso<br />
en los cuidadores<br />
Existe también un aspecto positivo <strong>del</strong> cuidado, ya que la<br />
mayoría de los familiares y amigos que prestan asistencia<br />
informal se enorgullecen de su papel y perciben muchas<br />
ventajas. En Canadá (Cohen et al., 2003) reportan<br />
que 80% de una muestra nacional representativa de<br />
cuidadores identificaron muchos aspectos positivos en<br />
cuidar, tales como compañía (23%), satisfacción (13%),<br />
disfrute (13%), aporte a la calidad de vida (6%) y darle<br />
significado a la vida (6%), sin dejar de lado que también<br />
estos cuidadores reportaron altos niveles de tensión,<br />
morbilidad psicológica y deterioro de su salud física.<br />
Un reporte reciente (Prince et al., 2008) encontró que si<br />
bien en los países con bajos recursos económicos, la tensión<br />
experimentada por el cuidador principal se atenuaba<br />
ligeramente al formar parte de familias numerosas, los<br />
niveles de estrés seguían siendo en general tan altos como<br />
los registrados en el proyecto europeo EUROCARE. Dicho<br />
proyecto reportó elevados niveles de morbilidad psicológica<br />
entre los cuidadores de personas con demencia, con cifras<br />
de entre 40 y 75%, con el mismo rango de prevalencia<br />
observado en 21 de los 24 centros pilotos <strong>del</strong> 10/66<br />
(Grupo de Estudio de Demencia 10/66, en América<br />
Latina, China e India).<br />
Inicialmente, los cuidadores deben asimilar en forma<br />
progresiva el diagnóstico, la supervisión y ayuda para las<br />
actividades instrumentales, la tolerancia para afrontar<br />
los problemas de conducta y la posterior dependencia<br />
para toda actividad básica. La presencia de trastornos no<br />
cognitivos asociados a la enfermedad de Alzheimer es<br />
frecuente en el curso <strong>del</strong> padecimiento. Alrededor de 45%<br />
de los pacientes con EA presentan en el momento <strong>del</strong><br />
diagnóstico síntomas psicóticos como ideación <strong>del</strong>irante<br />
de robo y trastornos <strong>del</strong> estado de ánimo o alteraciones<br />
de conducta, como agitación o agresividad en 80% de<br />
los casos. Se ha reportado que los trastornos <strong>del</strong> sueño, la<br />
incontinencia, el vagabundeo y las conductas peligrosas<br />
se relacionan con una mayor inquietud, apatía y malestar<br />
en el cuidador; las conductas disruptivas y la desinhibición<br />
se han relacionado con la presencia de sintomatología<br />
depresiva en el cuidador (Garre-Olmo et al., 2002).<br />
Si bien se han documentado estudios con resultados<br />
100<br />
positivos a través de ciertas intervenciones, también es<br />
un hecho aceptado que su éxito puede ser limitado. La<br />
naturaleza multidimensional y compleja de los problemas a<br />
los que se enfrentan los cuidadores puede influir en dichos<br />
resultados, toda vez que no existe una forma única de<br />
cuidar ni el proceso de la enfermedad es uniforme (Losada-<br />
Baltar et al., 2004).<br />
Las intervenciones en general se han centrado en dos<br />
aspectos: reducir la cantidad de cuidado que proveen los<br />
cuidadores y mejorar la sensación de bienestar <strong>del</strong> cuidador.<br />
Otras intervenciones buscan mejorar el afrontamiento, lo<br />
que no está exento de discusión, pues las necesidades de<br />
los cuidadores son amplias y diferentes.<br />
En un reciente metaanálisis (Sorensen, 2002) en el que<br />
se revisaron 78 estudios, seis tipos de intervenciones<br />
fueron las más frecuentemente reportadas: intervenciones<br />
psicoeducacionales (38 estudios), intervenciones de<br />
apoyo (7), centros de día o respiro (13), psicoterapia (10),<br />
intervenciones para mejorar la recepción <strong>del</strong> cuidado (6),<br />
e intervenciones con multicomponentes (12 estudios).<br />
Las intervenciones de mayor utilidad fueron las<br />
psicoeducativas y de psicoterapia a los cuidadores, seguidas<br />
de intervenciones con multicomponentes e intervenciones<br />
en grupos de apoyo. Sin embargo, las estrategias empleadas<br />
en los centros de día y/o de respiro son benéficas en<br />
términos de disminuir la carga <strong>del</strong> cuidado, aunque tienen<br />
menor repercusión en la depresión y sentimientos <strong>del</strong><br />
cuidador.<br />
En un estudio realizado en el Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Neurología y Neurocirugía que incluyó intervención de<br />
tipo cognitivo-conductual en cuidadores de pacientes con<br />
enfermedades neurológicas (no estrictamente de pacientes<br />
con demencia), los cuidadores reportaron disminución<br />
importante de la ansiedad y depresión, mientras que en<br />
la fase de postintervención se observó una importante<br />
disminución de pensamientos disfuncionales y estrés<br />
percibido (Paz-Rodríguez, 2005).<br />
Con base en las consideraciones previas, podemos decir<br />
que el cuidador/a debe conocer bien a su paciente, saber<br />
qué le agrada, qué le desagrada, cuáles son sus capacidades<br />
remanentes. Debe saber en qué consiste la enfermedad,<br />
estar consciente de que requerirá aprender a relacionar los
síntomas que aparecen cada día y a detectar problemas<br />
de salud que pueden magnificar las conductas disruptivas<br />
o emocionales <strong>del</strong> paciente. Es fundamental que asista<br />
a seminarios y conferencias <strong>sobre</strong> la enfermedad de<br />
Alzheimer, que localice y establezca contactos con las<br />
asociaciones de dicha enfermedad en su localidad, y que<br />
se integre a grupos de apoyo porque constituyen una<br />
excelente fuente de información (Acosta, 2010).<br />
Es importante también identificar las demandas de cuidado<br />
que variarán de acuerdo con cada fase de la enfermedad.<br />
En la etapa temprana o leve es necesario corregir los<br />
errores en las tareas cotidianas, vigilar que las pueda<br />
realizar sin que se sienta lastimado, establecer rutinas que<br />
le den seguridad. En la etapa moderada predominan las<br />
alteraciones en las funciones cognitivas y conductuales;<br />
la demanda de cuidado es mayor, es necesario establecer<br />
un sistema de apoyo más efectivo con estrategias que<br />
permitan al cuidador hacer frente a estos desafíos.<br />
Probablemente las intervenciones cognitivo-conductuales,<br />
los grupos de apoyo y el centro de día serán de mucha<br />
utilidad, como se ha comentado previamente. En la etapa<br />
avanzada, la dependencia cognitiva y funcional es severa.<br />
Deberá establecerse un sistema de apoyo domiciliario,<br />
idealmente con supervisión de las condiciones físicas<br />
<strong>del</strong> paciente, prevención y detección de complicaciones,<br />
tratamientos específicos; conforme avance el deterioro,<br />
deberá proporcionarse cuidados paliativos que incluyan<br />
soporte emocional y acompañamiento tanatológico<br />
(Trujillo, 2010).<br />
La atención óptima de los pacientes con demencia implica<br />
no sólo el cuidado de quien la padece, sino también de<br />
su cuidador (Pérez <strong>del</strong> Molino y Ayuso Gil, 1994). Los<br />
objetivos de esta atención al cuidador incluyen: lograr la<br />
satisfacción con los cuidados, disminuir el estrés físico y<br />
psicológico, evitar su aislamiento social, aliviar y solidarizar<br />
con su pena, y conducir a la aceptación de la enfermedad.<br />
Conclusiones de la mesa <strong>sobre</strong> demencias<br />
• Es recomendable realizar una Encuesta <strong>Nacional</strong> de<br />
Demencias, o bien, incluir en el marco de la Encuesta<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Envejecimiento</strong> información relativa al<br />
tema que nos ocupa, para conocer en forma precisa la<br />
situación de las demencias en México y así dar respuesta<br />
a las necesidades identificadas mediante los estudios<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
propuestos, con políticas y programas de salud acordes<br />
a nuestra realidad. Lo anterior requiere apoyo estatal,<br />
ya que se trata de estudios de un alto costo económico,<br />
pues requieren de gran cantidad de recursos y de una<br />
logística particularmente compleja.<br />
• Otra medida inminente es implementar como fuente de<br />
información clínico epidemiológica un Registro <strong>Nacional</strong><br />
de Demencias. Los registros clínicos multicéntricos son<br />
una fuente muy importante de información clínica<br />
y epidemiológica. El inicio de los registros deberá<br />
realizarse inicialmente en centros especializados, para<br />
posteriormente extenderse a la atención primaria.<br />
• Se debe promover la realización de estudios de<br />
seguimiento que permitan conocer con detalle los<br />
factores pronósticos de los diferentes tipos de demencia<br />
a largo plazo, con atención especial a los factores<br />
cardiovasculares en la población mexicana.<br />
• Promover la investigación de nuevas metodologías para<br />
ampliar nuestra capacidad diagnóstica y poder otorgar<br />
un tratamiento racional y oportuno en demencias.<br />
• Es necesario que se implemente en México una red<br />
de centros de día con recursos públicos, ya que hasta<br />
la fecha los existentes han sido puestos en marcha<br />
por organizaciones de asistencia privada, y aunque en<br />
la mayoría de los casos son eficientes, aún resultan<br />
insuficientes para atender la demanda de ayuda que los<br />
cuidadores requieren. Dichos centros podrían hacerse<br />
con participación mixta para aprovechar la experiencia<br />
adquirida por dichas organizaciones.<br />
• Es importante desarrollar mejores mo<strong>del</strong>os de atención<br />
domiciliaria que permitan un mejor apoyo a los<br />
cuidadores, <strong>sobre</strong> todo en las fases avanzada y terminal<br />
de la enfermedad, cuando el cuidado <strong>del</strong> paciente se<br />
torna físicamente extenuante. Cabe mencionar que<br />
es cada vez más frecuente (y lo será aún más en el<br />
futuro) que los cuidadores sean cónyuges de edad<br />
avanzada, expuestos a su vez a padecer enfermedades<br />
crónico-degenerativas y, por lo tanto, sujetos a<br />
mayor vulnerabilidad ante estresores emocionales,<br />
aumentando así el riesgo de morir antes que la persona<br />
a la que cuidan.<br />
101
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
• Es necesario establecer un sistema de atención progresiva<br />
para pacientes con demencia que incluya detección<br />
oportuna de problemas de memoria en los centros<br />
de primer nivel; diagnóstico y tratamiento temprano<br />
en el segundo nivel; diagnóstico complejo, estudios<br />
especiales e investigación en centros especializados o<br />
de tercer nivel. Además, deberá contarse con un sistema<br />
de referencia-contrarreferencia.<br />
• Deberán aumentarse y diversificarse los centros de día,<br />
en donde se realicen programas e intervenciones que<br />
permitan mantener lo más funcional posible a la persona<br />
con demencia.<br />
• Es conveniente que se ofrezcan espacios para respiro<br />
temporal <strong>del</strong> cuidador.<br />
• Y, como ya se comentó, debe desarrollarse la atención<br />
domiciliaria y telemedicina (sistemas que se están<br />
implementando rápidamente en países industrializados<br />
con buenos resultados) que permitirán un mejor apoyo<br />
a los cuidadores.<br />
3. Depresión<br />
Actualmente, en México hay pocos estudios científicos<br />
publicados <strong>sobre</strong> la depresión, y menos aún <strong>sobre</strong> la<br />
depresión en adultos mayores. Algunos de estos trabajos<br />
han publicado resultados de encuestas que miden la<br />
prevalencia de la depresión en este sector de la población.<br />
Son aún más escasos los estudios <strong>sobre</strong> intervenciones en<br />
la depresión.<br />
Epidemiología y factores de riesgo<br />
Wagner et al. (1999) encontraron que la prevalencia de<br />
suicidio es más alta entre hombres de 75 años de edad<br />
o más, y entre jóvenes de entre 15 y 19 años, con la<br />
prevalencia de depresión mayor más alta en hombres<br />
que en mujeres (4.4/0.8). Junghans y Espino (1998)<br />
muestran una incidencia de depresión en adultos mayores<br />
de 24-49%, así como una asociación entre depresión, uso<br />
de múltiples medicamentos y otras condiciones médicas.<br />
Pando Moreno et al. (2001) reportaron una prevalencia<br />
de depresión de 36% en adultos mayores, en Guadalajara,<br />
Jalisco, con 43% en mujeres y 27% en hombres.<br />
Aparecieron como mayores factores de riesgo la falta<br />
102<br />
de actividad laboral, el estado civil, ser viudas(os) o<br />
solteras(os) y la edad avanzada. La falta de empleo y la<br />
viudez representaron altos valores como factores de riesgo,<br />
ya que ambos casos representan una pérdida, la cual es uno<br />
de principales elementos en la etiología de la depresión. A<br />
su vez, Tapia-Mejía et al. (2000) vieron que los niveles de<br />
depresión en adultos mayores con una discapacidad física<br />
(resultante en un mayor nivel de dependencia) son de<br />
32.5% para una depresión leve, 44.5% para una depresión<br />
media y 2.5% para una depresión severa.<br />
Bello et al. (2005) han observado una prevalencia de<br />
depresión en adultos mayores a nivel nacional de 4.5%,<br />
con 5.8% en mujeres y 2.5% en hombres. La prevalencia<br />
de depresión sube conforme la edad avanza y baja con<br />
niveles de educación más altos; resulta significativo que<br />
los niveles más altos de depresión se presenten entre los<br />
hombres que viven en áreas rurales. Por su parte, Márquez<br />
Cardoso et al. (2005) apuntan una frecuencia de síntomas<br />
depresivos en los adultos mayores mucho más alta (pero<br />
no la especifican) y suponen que este resultado está<br />
vinculado con los múltiples factores de riesgo presentes en<br />
la población estudiada. Estos factores de riesgo corroboran<br />
la mayor frecuencia de depresión en mujeres, personas<br />
jubiladas, sedentarias, con familias disfuncionales y con<br />
dependencia económica.<br />
Slone et al. (2006) hacen una comparación entre<br />
cuatro ciudades en México, mostrando mayores índices<br />
de depresión en mujeres que en hombres, así como<br />
correlaciones entre historias previas de enfermedades<br />
mentales y depresión. También hallaron correlaciones entre<br />
la depresión y ser viuda(o), soltera(o) o divorciada(o),<br />
y una historia de abuso en la niñez. Mejía-Arango et al.<br />
(2007) ven que la probabilidad de deterioro cognitivo<br />
sumado a la dependencia funcional fue mayor entre<br />
las mujeres y aumentó con la edad, y se asoció con la<br />
presencia de diabetes, enfermedad cerebral, enfermedad<br />
cardiaca y depresión, y fue menor en los sujetos casados.<br />
A su vez, Colunga-Rodríguez et al. (2008) corroboran<br />
estas estadísticas al notar una prevalencia de depresión<br />
de 63%, en una proporción de 3 mujeres por cada<br />
hombre. En un estudio de 7 449 adultos mayores en la<br />
Ciudad de México, García-Peña et al. (2008) notaron una<br />
prevalencia de depresión mayor de 13.2%, con 1 de cada<br />
8 adultos mayores mexicanos presentando síntomas de<br />
ese padecimiento.
Guerra et al. (2009) hacen una comparación de prevalencia<br />
de depresión entre poblaciones de adultos mayores de<br />
México, Perú y Venezuela. Sus resultados muestran un<br />
nivel considerable de depresión grave, correlacionado con<br />
enfermedades físicas e historias previas de depresión. Si<br />
bien estas correlaciones no son algo sorprendente, resulta<br />
preocupante que la mayoría de los adultos mayores<br />
deprimidos nunca han recibido ningún tratamiento.<br />
A nivel regional, el estudio de Valdez et al. (2005)<br />
también ve un alto (pero no especificado) nivel de<br />
depresión en adultos mayores en Hermosillo, Sonora, pero<br />
hace dos importantes señalamientos: por un lado, la oferta<br />
de servicios médicos no necesariamente concuerda con<br />
las necesidades de los adultos mayores; por otra parte,<br />
los servicios ofertados son subutilizados. Un estudio de<br />
adultos mayores hospitalizados en Torreón, Coahuila<br />
(Martínez et al., 2007) encontró depresión en 50%, con<br />
asociaciones al sexo femenino, vivir solo, ser en condiciones<br />
de dependencia y estar hospitalizado.<br />
Ávila-Funes et al. (2007) han visto que los síntomas<br />
depresivos favorecen el desarrollo de dependencia<br />
funcional en 37.9% de sus sujetos con depresión, mientras<br />
que Zavala y Domínguez (2009) observan en Cárdenas,<br />
Tabasco, una elevada frecuencia de depresión y disfunción<br />
familiar en comparación con otros reportes, con niveles<br />
de depresión leve de 34% y de moderada-severa de<br />
19%. Destacan una asociación entre disfunción familiar y<br />
depresión, y la depresión estaba también relacionada con<br />
un bajo nivel educativo y la soledad. Gallegos-Carrillo et al.<br />
(2009) ven una disminución importante en la calidad de<br />
vida de adultos mayores con depresión y más en quienes<br />
también tienen enfermedades crónicas.<br />
Los artículos <strong>sobre</strong> salud mental en grupos rurales o<br />
indígenas son casi nulos. Hasta la fecha, el único artículo<br />
publicado <strong>sobre</strong> la salud mental de indígenas ha sido el de<br />
Nance (2004), a partir de un estudio realizado con mujeres<br />
mazahuas, quienes muestran un nivel de depresión dos<br />
veces mayor que el de las mujeres no indígenas.<br />
Diagnóstico de la depresión<br />
El diagnóstico de los pacientes con depresión en el primer<br />
nivel de atención puede ser difícil debido a la presencia de<br />
otros síntomas relacionados con algunas enfermedades<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
concomitantes que los ancianos presentan, como<br />
trastornos cognitivos comunes. Por otra parte, muchos<br />
métodos de diagnóstico de la depresión se basan en los<br />
síntomas somáticos, lo que, a su vez, puede complicar el<br />
diagnóstico de la demencia. En el caso de la presencia de<br />
la depresión y las enfermedades somáticas, el diagnóstico y<br />
tratamiento son aún más complicados y tienen un impacto<br />
adverso en el pronóstico de las enfermedades subyacentes<br />
Sin embargo, la evaluación de la depresión en los ancianos<br />
es más compleja debido a la influencia de las condiciones<br />
somáticas y de los signos normales de envejecimiento<br />
(Magni, et al., 1998), así como a la falta de una adecuada<br />
formación y sensibilización de los profesionales de la salud<br />
para reconocer los síntomas relacionados con la depresión;<br />
y es que los proveedores de la atención médica por lo<br />
general tienen un conocimiento limitado acerca de las<br />
diferencias entre la depresión y los “típicos” signos <strong>del</strong><br />
envejecimiento (Strober, et al., 2009). Por lo tanto, los<br />
médicos deben tener bien definido el conjunto de criterios<br />
válidos para el diagnóstico de la depresión en el anciano<br />
(Katon, 2002).<br />
En la atención primaria <strong>del</strong> primer y segundo nivel de<br />
atención debe realizarse un tamizaje para depresión en<br />
grupos de alto riesgo, por ejemplo, aquellas personas con<br />
antecedentes de depresión, enfermedades que producen<br />
incapacidad importante y otros problemas de salud<br />
mental como la demencia. También se debe mantener un<br />
adecuado seguimiento de los pacientes utilizando al menos<br />
dos preguntas en el tamizaje, como: ¿En el último mes se<br />
ha sentido deprimido o “triste”?, ¿durante el último mes le<br />
ha molestado una sensación de aburrimiento o poco interés<br />
o placer en las cosas que hace? Algunas investigaciones<br />
sugieren el uso de la Escala de Depresión Geriátrica (GDS<br />
por sus siglas en inglés) (Incalzi et al., 2003). En una<br />
revisión sistemática (Luoma et al., 2002), los criterios<br />
DSM o Clasificación Internacional de Enfermedades se<br />
recomiendan como el método estándar para el diagnóstico.<br />
De acuerdo con los actuales criterios diagnósticos <strong>del</strong><br />
DSM-IV-TR, 5 o más síntomas deben estar presentes<br />
durante un periodo de al menos dos semanas para recibir<br />
un diagnóstico de depresión mayor (Thase et al., 2005).<br />
Las formas menos graves <strong>del</strong> trastorno depresivo, es decir,<br />
que no cumplan con los criterios de depresión mayor, se<br />
diagnostican como depresión menor o trastorno distímico.<br />
Este diagnóstico requiere la presencia de al menos un<br />
síntoma de los principales criterios y un mínimo de uno y<br />
103
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
un máximo de cuatro de los síntomas específicos en un<br />
curso de dos años de depresión crónica (NCCMHDMDP,<br />
2004).<br />
Es evidente que los instrumentos de detección no son<br />
suficientes para diagnosticar la depresión, indicando la<br />
necesidad de un seguimiento detallado por un médico<br />
para determinar si la persona cumple con los criterios de<br />
diagnóstico de un trastorno depresivo, para explorar otras<br />
posibles causas de la depresión (como el hipotiroidismo o el<br />
consumo de ciertas sustancias o medicamentos) y valorar<br />
la depresión como diagnóstico diferencial o coexistente.<br />
Es necesario que tanto el paciente como el médico acepten<br />
a esta condición como una enfermedad tratable (Churchill<br />
et al., 2001). Un problema adicional es que el médico<br />
se centre en otros aspectos <strong>del</strong> paciente dejando de lado<br />
los síntomas depresivos. Por desgracia, se ha estimado<br />
que 80% de los pacientes con depresión podría no ser<br />
diagnosticado por un mal diagnóstico clínico (Robinson et<br />
al., 2005).<br />
En todos los casos, se recomienda que el médico supervise<br />
la evolución de una persona diagnosticada con depresión<br />
por lo menos una vez por semana durante las primeras<br />
seis semanas para identificar y evaluar cambios <strong>del</strong> estado<br />
de ánimo, pensamientos suicidas, integridad física de la<br />
persona y la vida social.<br />
Depresión y su evolución a demencia<br />
La relación entre depresión y demencia es un tema<br />
complejo. Se trata de dos trastornos que pueden aparecer<br />
de manera simultánea e independiente, o bien, encontrarse<br />
relacionados. En un intento por clasificar la numerosa<br />
literatura rescatada <strong>sobre</strong> este tema, algunos autores<br />
(Buntinx et al., 1996) hablan de tres posibilidades de<br />
diagnóstico para un paciente que presenta síntomas de<br />
depresión y signos de deterioro cognitivo simultáneamente:<br />
1. Depresión en la demencia (presentación traslapada<br />
o comorbilidad).<br />
2. Demencia inducida por la depresión (en la que es<br />
primordial el correcto diagnóstico diferencial).<br />
3. Depresión que evoluciona hacia una demencia.<br />
Debido al traslape que en ocasiones se produce entre<br />
depresión y demencia, puede resultar difícil el diagnóstico<br />
104<br />
diferencial entre ambas entidades. La coexistencia de<br />
depresión mayor y cuadros demenciales en los adultos<br />
mayores es una realidad frecuente. De hecho, los cuadros<br />
depresivos de inicio en la tercera edad (esto es, sin<br />
antecedentes) suelen ser la antesala de la enfermedad de<br />
Alzheimer. Más allá de las complejidades <strong>del</strong> diagnóstico<br />
diferencial en los casos señalados, se debe ser enérgico<br />
en tratar tanto las “demencias reversibles de origen<br />
depresivo” como las depresiones que coexisten con<br />
cuadros demenciales, ya que la respuesta terapéutica es<br />
comparable a la de las depresiones que podríamos llamar<br />
“puras”, en el sentido de no estar enturbiadas por síntomas<br />
de demencia.<br />
Estudios recientes apoyan la hipótesis de que en muchos<br />
casos las personas en edad avanzada que son diagnosticadas<br />
con depresión a la larga acaban desarrollando una demencia<br />
degenerativa primaria (Vilalta et al., 1998).<br />
Algunos estudios (Jorm et al., 2000) han demostrado que<br />
los factores psicosociales –como un bajo nivel educativo<br />
o bajo nivel premórbido de inteligencia– tendrían más<br />
efecto en la detección clínica de la demencia que la propia<br />
patología cerebral. Los individuos que tendrían menos<br />
reserva neural o cognitiva tenderían a <strong>sobre</strong>pasar el umbral<br />
de apreciación clínica en un estadio más precoz de la<br />
enfermedad. Es decir, en individuos con niveles culturales<br />
e intelectuales más elevados, los déficits tardarían más<br />
tiempo en traducirse en un deterioro funcional evidente y,<br />
por lo tanto, la demencia en estos últimos se detectaría<br />
más tarde o evolucionaría más lentamente.<br />
Tratamiento farmacológico y no farmacológico de la<br />
depresión en adultos mayores<br />
Es inevitable hacer mención de la problemática que existe<br />
en la identificación y, por lo tanto, en el tratamiento;<br />
algunos estudios señalan que el inadecuado abordaje de los<br />
tratamientos se debe a que la identificación de la depresión<br />
se hace en etapa tardía. Actualmente, la depresión puede<br />
ser tratada, ya sea con tratamientos farmacológicos,<br />
psicoterapia, o la combinación de ambas, aunado al manejo<br />
psicosocial <strong>del</strong> paciente.<br />
Tratamientos farmacológicos<br />
Los medicamentos para la depresión son inhibidores<br />
selectivos de la recaptura de serotonina que ayudan a
normalizar los neurotransmisores; la evidencia no indica<br />
exactamente cómo funcionan pero se sabe que participan<br />
en la regulación <strong>del</strong> estado de ánimo. Dichos fármacos<br />
representan un tratamiento de primera línea en la depresión<br />
moderada o grave.<br />
Entre los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina<br />
se encuentran fluoxetina, sertralina y citalopram. Inhibidores<br />
Selectivos de la Recaptura de Serotonina y Norepinefrina<br />
son la venlafaxina y la duloxetina. Los tricíclicos son<br />
los antidepresivos más antiguos, como la imipramina y<br />
amitriptilina; y los inhibidores de la monoamino oxidasa<br />
son los que tienen menos efectos secundarios.<br />
Las Guías de Práctica Clínica (GPC) (IMSS, 2009) sugieren<br />
la sertralina y el citalopram como los antidepresivos de<br />
primera elección en casos de pacientes con otras patologías<br />
no psiquiátricas y con uso de varios fármacos. También<br />
se recomienda el uso con cautela de anfebutamona,<br />
venlafaxina, reboxetina, duloxetina y los ISRS en pacientes<br />
con epilepsia convulsiva.<br />
En la Guía de práctica clínica para el diagnóstico y<br />
tratamiento de depresión en los adultos mayores<br />
(Espinosa-Aguilar et al., 2007), la primera elección de<br />
tratamiento farmacológico sugerida es la fluoxetina de 20<br />
mg (ISRS), con una dosis inicial de 10 o 20 mg vía oral cada<br />
24 horas por una semana y posteriormente una dosis de<br />
mantenimiento de 20 a 40 mg cada 24 horas; los eventos<br />
adversos que se pueden presentar son ansiedad, cefalea,<br />
hiporexia, temblor y disfunción sexual; está contraindicado<br />
con uso de inhibidores de la monoaminooxidasa. La<br />
segunda elección es el citalopram de 20 mg (ISRS) con<br />
una dosis inicial de 10 o 20 mg vía oral cada 24 horas<br />
por una semana y una dosis de mantenimiento de 20<br />
a 40 mg cada 24 horas; los eventos adversos que se<br />
pueden presentar son resequedad de la mucosa (boca<br />
seca, estreñimiento, disminución en la producción de<br />
lágrima), mareo, náusea, ansiedad, insomnio, cefalea,<br />
vértigo y disfunción sexual; está contraindicado con uso<br />
de inhibidores de la monoaminooxidasa.<br />
Tratamientos no farmacológicos<br />
Entre las terapias no farmacológicas se encuentran varias<br />
categorías, a saber: a) terapia electroconvulsiva; b)<br />
intervención psicoterapéutica; c) intervención psicosocial.<br />
DETERIORO COGNOSCITIVO LEVE, DEMENCIAS Y DEPRESIÓN<br />
a) Terapia electroconvulsiva. La terapia electroconvulsiva,<br />
también llamada terapia de choque, es un tratamiento<br />
físico que se administra a personas con depresión grave,<br />
depresión refractaria, riesgo suicida, depresión psicótica.<br />
Esta terapia es útil cuando el paciente no ha logrado sentir<br />
mejoría con ningún otro tratamiento; su utilización no<br />
excluye el uso de medicamentos antidepresivos. La dosis<br />
de terapia depende de la necesidad de cada paciente; hay<br />
quienes sólo necesitan 2 o 3 aplicaciones a la semana y<br />
otros requieren de terapias de mantenimiento. Entre los<br />
efectos secundarios de esta terapia están la desorientación,<br />
confusión o pérdida de la memoria, los cuales pueden<br />
desaparecer después de terminar la terapia.<br />
b) Intervención psicoterapéutica. La psicoterapia es una<br />
de las estrategias usadas para ayudar a las personas con<br />
depresión leve o moderada y actualmente existe evidencia<br />
de que la terapia combinada (terapia farmacológica e<br />
intervención psicoterapéutica) es más efectiva en depresión<br />
grave. Existen varios tipos de psicoterapia, entre los cuales<br />
se encuentra: 1) terapia cognitivo-conductual, 2) terapia<br />
interpersonal y 3) terapia de solución de problemas.<br />
1) La terapia cognitivo-conductual se focaliza en<br />
conductas disfuncionales y pensamientos negativos<br />
distorsionados acerca de la depresión. El terapeuta<br />
hace que el paciente aprenda a reconocer su conducta<br />
negativa ante la depresión y lo orienta a reevaluarla<br />
y a encontrar nuevas conductas que lo influyan<br />
positivamente y a las cuales pueda habituarse. Esta<br />
terapia ha sido evaluada en el primer nivel de atención<br />
y en hospitalización; en estos contextos, puede durar<br />
de 15 a 20 sesiones de 50 minutos, dependiendo de<br />
la gravedad <strong>del</strong> paciente. La combinación de fármacos<br />
y terapia cognitivo-conductual es más eficaz que<br />
cualquier tratamiento separado en depresión crónica o<br />
grave.<br />
2) La terapia interpersonal se centra en el contexto social<br />
<strong>del</strong> paciente y en sus relaciones interpersonales, por<br />
lo cual aborda todos aquellos síntomas que lo hacen<br />
sentir mal, tales como pérdidas, duelos, crisis familiares,<br />
déficit interpersonal, etc. El objetivo de la terapia es<br />
buscar alternativas para el manejo adecuado de la<br />
situación; su duración puede ser de 12 a 16 semanas.<br />
El tratamiento combinado de terapia interpersonal y<br />
antidepresivos ofrece mejores resultados en cuanto a<br />
la recaída que la terapia interpersonal sola.<br />
105
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
3) La terapia de solución de problemas es de las<br />
intervenciones psicológicas llamas terapias breves<br />
y se centra principalmente en el aprendizaje para el<br />
afrontamiento de los problemas o situaciones que<br />
ocasionan los síntomas de la depresión.<br />
c) Intervención psicosocial. Este tipo de intervención sirve<br />
para mejorar el entorno de las personas, manteniendo así<br />
sus relaciones con los demás. Está muy relacionado con<br />
el equilibrio de su entorno, siendo de gran importancia el<br />
estudio de las redes de apoyo social tanto formales como<br />
informales. Como parte de las intervenciones psicosociales<br />
se encuentra la intervención psicoeducativa, cuyo<br />
objetivo es aportar información tanto al paciente como<br />
a la familia y/o al cuidador <strong>sobre</strong> las causas, pronóstico,<br />
tratamiento y, <strong>sobre</strong> todo, el proceso <strong>del</strong> trastorno, así<br />
como proporcionarles herramientas para su afrontamiento.<br />
Otra técnica utilizada en las intervenciones psicosociales<br />
es la incorporación a grupos de ayuda o clubes de adultos<br />
mayores; algunas instituciones sociales o de salud tienen<br />
actividades para el adulto mayor y/o a la familia, tales<br />
como grupos de apoyo y de ayuda mutua para familiares<br />
con personas adultas mayores con depresión. Actualmente<br />
existe tecnología para la salud que proporciona apoyo<br />
psicosocial al adulto mayor y algunos estudios evalúan<br />
potenciales mejoras percibidas en el adulto mayor con<br />
relación con su salud mental; la teleasistencia y telealarma<br />
contribuyen a la mejora <strong>del</strong> funcionamiento social.<br />
Conclusiones de la mesa <strong>sobre</strong> depresión<br />
• Hay importantes brechas de información acerca de<br />
la depresión entre los adultos mayores en México.<br />
Atender este tema puede contribuir significativamente<br />
a disminuir la discapacidad, la morbilidad y la mortalidad<br />
para quienes tienen este padecimiento, además de<br />
reducir los costos de atención en salud. Pero la carencia<br />
más importante en la literatura <strong>sobre</strong> depresión en<br />
adultos mayores mexicanos concierne a los estudios de<br />
intervención. Si bien hay varios artículos recientes <strong>sobre</strong><br />
la alta incidencia de depresión en adultos mayores, existe<br />
una notable falta de investigaciones <strong>sobre</strong> qué se debe<br />
hacer con los pacientes. Muchos de los autores citados<br />
en este ensayo señalan también la escasa información<br />
<strong>sobre</strong> este problema a nivel nacional.<br />
106<br />
•Una situación aún más grave es el generalizado desinterés<br />
de varios médicos familiares en el problema de salud<br />
mental. Dado que son ellos los primeros proveedores de<br />
servicio que se encuentran los pacientes, deben tener<br />
más interés, capacitación y habilidades diagnósticas<br />
para apoyar a los pacientes.<br />
Algunas de las acciones que se proponen son:<br />
•Implementarse estrategias que permitan una mejor<br />
comprensión de los componentes necesarios para<br />
atender la depresión en la atención primaria (tamizaje,<br />
periodicidad de los controles, tipo de seguimiento, papel<br />
de los médicos, etc.).<br />
•Contar con información actualizada <strong>sobre</strong> la frecuencia<br />
con que los casos de depresión no son diagnosticados<br />
como tal en la atención primaria actual, y su nivel de<br />
gravedad (por ejemplo, trastorno depresivo mayor,<br />
distimia, depresión menor).<br />
•Realizar estudios que permitan identificar los riesgos de<br />
suicidio a partir de la respuesta a la medicación y los<br />
efectos adversos, y de ese modo ayudar a dirigir los<br />
esfuerzos de prevención <strong>del</strong> suicidio.<br />
•Diseñar estrategias de concientización y sensibilización<br />
<strong>sobre</strong> el impacto de la no detección de la depresión en<br />
la atención primaria.<br />
•Buscar nuevas alternativas diagnósticas que el médico<br />
pueda utilizar en su atención diaria.<br />
•Realizar estudios de farmacogenética, tales como<br />
información <strong>sobre</strong> genotipos metabolizadores (por<br />
ejemplo, CYP2D6), y <strong>del</strong> impacto de la variabilidad<br />
genética y las interacciones de los medicamentos <strong>sobre</strong><br />
la eficacia antidepresiva, tolerabilidad y seguridad para<br />
ayudar en la selección <strong>del</strong> tratamiento de la depresión<br />
para aumentar beneficios y reducir los efectos adversos.<br />
•Apoyar estudios de intervención en depresión tanto<br />
farmacológicas como no farmacológicas (que en<br />
nuestro medio son hoy escasos), así como mo<strong>del</strong>os<br />
de intervención psicosocial en diferentes localidades<br />
que promuevan la identificación y tratamiento de este<br />
padecimiento.
ACCIONES PRIORITARIAS PARA LAS PRÓXIMAS<br />
REUNIONES DEL GRUPO SOBRE SALUD MENTAL<br />
A corto plazo<br />
• Crear un directorio nacional de las instituciones que<br />
brindan atención a cuidadores de pacientes con<br />
demencia, que incluya las características <strong>del</strong> servicio.<br />
• Estandarizar las herramientas de tamizaje y diagnóstico<br />
utilizadas en los centros especializados con el objetivo<br />
de crear una base de datos nacional para la obtención<br />
de información que permita el análisis con fines de<br />
investigación.<br />
• Crear una red coordinada de apoyo interinstitucional<br />
para la atención en salud de los pacientes.<br />
• Crear recomendaciones, sencillas, prácticas, válidas y<br />
convenientes para la detección de depresión, DCL y<br />
demencias en el primer nivel de atención en nuestra<br />
población (kit básico).<br />
• Sensibilizar a la población a través de los medios de<br />
comunicación <strong>sobre</strong> la diferencia entre envejecimiento<br />
y demencias, reforzar la prevención de enfermedades<br />
cardiovasculares y los desenlaces negativos como las<br />
demencias de origen vascular y brindarle información<br />
<strong>sobre</strong> la identificación de la depresión.<br />
A mediano plazo<br />
• Favorecer la investigación de la evolución <strong>del</strong> deterioro<br />
cognoscitivo leve y demencias mediante estudios<br />
longitudinales.<br />
• Promover estudios que describan los costos de atención<br />
de pacientes con demencia en diferentes escenarios.<br />
• Considerar a las demencias como una enfermedad<br />
catastrófica para aumentar el flujo de recursos<br />
destinados a atender esta enfermedad.<br />
• Describir los diferentes mo<strong>del</strong>os de atención dirigidos<br />
actualmente a pacientes con demencia y a partir de<br />
ello proponer mo<strong>del</strong>os útiles que con el menor costo<br />
favorezcan una atención de calidad.<br />
• Capacitar a los médicos y otros profesionales de salud<br />
en atención primaria para la identificación de DCL y<br />
demencias.<br />
• Capacitar a otros profesionales de la salud (trabajadores<br />
sociales, promotores de salud, etc.) <strong>sobre</strong> la detección y<br />
referencia de pacientes con depresión, DCL y demencias.<br />
A largo plazo<br />
• Fomentar la investigación básica para correlacionar los<br />
diagnósticos clínicos con el diagnóstico por imagen<br />
e histopatológico de las demencias, incluyendo la<br />
creación de bancos de cerebro y un centro especializado<br />
de neuroimagen con biomarcadores.<br />
• Favorecer estrategias de capacitación de personas de la<br />
comunidad interesadas en el cuidado de pacientes con<br />
demencia.<br />
• Fomentar el desarrollo de conocimientos <strong>sobre</strong> los<br />
aspectos bioéticos de la atención de pacientes con<br />
demencia.<br />
Agradecimientos<br />
Agradecemos el apoyo de los doctores: Óscar Ugalde<br />
(Psicogeriatría, Instituto <strong>Nacional</strong> de Psiquiatría), Ricardo<br />
Salinas Martínez (Centro Regional para el Estudio <strong>del</strong><br />
Adulto Mayor, Hospital Universitario UANL, Monterrey),<br />
quienes también participaron en la mesa de <strong>Salud</strong> Mental<br />
durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y<br />
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112
Coordinador:<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Relatora:<br />
Gabriela Ríos Cázares,<br />
Instituto de Geriatría<br />
GRUPO DE TRABAJO<br />
Epidemiología <strong>del</strong><br />
envejecimiento<br />
Expertos:<br />
Rebeca Wong,<br />
Sealy Center on Aging<br />
Martha María Téllez-Rojo Solís,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
Betty Soledad Manrique Espinoza,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
Aarón Salinas Rodríguez,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
Ruy López Ridaura,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
Sergio Sánchez García,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Ma. Esther Lozano Dávila,<br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
Pedro Valdés Corchado,<br />
Instituto para la Atención <strong>del</strong> Adulto<br />
Mayor, Gobierno <strong>del</strong> Distrito federal<br />
Hélène Payette,<br />
Universidad de Sherbrooke
INTRODUCCIÓN<br />
El estudio epidemiológico brinda información para<br />
guiar tanto líneas de investigación como toma de<br />
decisiones. Esta reseña incluye las conclusiones de la mesa<br />
“Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento”, realizada en agosto de<br />
2010, así como la continuación <strong>del</strong> trabajo en la Primera<br />
reunión de integración y plan de análisis de las bases de<br />
datos <strong>sobre</strong> envejecimiento y salud en México, llevada a<br />
cabo <strong>del</strong> 30 de noviembre al 1 de diciembre <strong>del</strong> mismo<br />
año, por convocatoria de la Organización Panamericana de<br />
la <strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría.<br />
JUSTIFICACIÓN<br />
Para resolver los retos que representan el envejecimiento<br />
poblacional en México y sus consecuencias, es necesario<br />
hacer investigación sólida. La información generada por<br />
las bases de datos de la población mexicana permite un<br />
conocimiento mejor fundamentado. Sin embargo, aún no<br />
existe un área específica de trabajo sistematizado de las<br />
bases de datos existentes y tampoco de planeación de<br />
proyectos epidemiológicos.<br />
OBJETIVOS<br />
114<br />
• Identificar todas las bases de datos de la población de<br />
adultos mayores de México.<br />
• Determinar cuál ha sido el grado de avance en el<br />
trabajo de dichas bases.<br />
• Definir la estrategia para lograr la explotación óptima<br />
de las bases.<br />
• Identificar las necesidades de información con respecto<br />
a los adultos mayores en nuestro país.<br />
• Priorizar los temas de interés con base en el método de<br />
la matriz combinada.<br />
• Delinear cuál sería, en el futuro inmediato y el de<br />
mediano plazo, la estrategia para sistematizar tanto el<br />
trabajo de generación de las bases como su uso.<br />
MÉTODO<br />
Antes <strong>del</strong> encuentro, se hizo <strong>del</strong> conocimiento de los<br />
participantes la justificación y objetivos de la mesa,<br />
solicitándoles que identificaran información que pudiera<br />
ser el insumo inicial para la discusión, así como para la<br />
reflexión previa en los diferentes puntos.<br />
Durante el <strong>Encuentro</strong> se llevaron a cabo dos sesiones. En<br />
la primera, se expuso la información <strong>sobre</strong> bases de datos<br />
y posteriormente inició el análisis, en el formato de mesa<br />
redonda, siguiendo los objetivos planteados. Durante la<br />
segunda sesión se <strong>del</strong>inearon estrategias para los diferentes<br />
objetivos.<br />
La discusión versó <strong>sobre</strong> el tipo de información existente,<br />
la ausencia de información necesaria, el grado de avance<br />
en la explotación de las bases de datos, la identificación de<br />
necesidades y adversidades para la generación de nuevos<br />
estudios y la estrategia para optimizar el aprovechamiento<br />
de las bases disponibles. Los resultados se muestran de<br />
manera esquemática para facilitar su divulgación.<br />
DESARROLLO<br />
Identificación de bases de datos<br />
El equipo <strong>del</strong> Centro de Investigación en Evaluación y<br />
Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública presentó<br />
una matriz comparativa (cuadro 1; tablas 1, 2 y 3); la Dra.<br />
Rebeca Wong, <strong>del</strong> Centro Sealy <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong>, la<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> y <strong>Envejecimiento</strong> en México<br />
(ENASEM); la Dra. Esther Lozano Dávila, subdirectora<br />
<strong>del</strong> Programa de Atención al <strong>Envejecimiento</strong> <strong>del</strong> Centro<br />
<strong>Nacional</strong> de Programas Preventivos y Control de<br />
Enfermedades de la Secretaría de <strong>Salud</strong>, la Encuesta <strong>sobre</strong><br />
la <strong>Salud</strong> y el Bienestar en el <strong>Envejecimiento</strong> (SABE); y el<br />
Mtro. Sergio Sánchez, en representación de la Dra. Carmen<br />
García Peña, de la Unidad de Investigación Epidemiológica<br />
<strong>del</strong> Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social (IMSS), presentó<br />
el panorama general de dicho instituto (8 bases de datos).<br />
El resultado fue la identificación de un total de 23 bases de<br />
datos. Algunas de ellas estuvieron dirigidas específicamente<br />
a la población de adultos mayores; otras fueron realizadas<br />
para la población en general y contienen un grupo de<br />
adultos mayores. La información contempla aspectos<br />
<strong>del</strong> estado de salud, características sociodemográficas y<br />
población en medios rural y urbano.
Criterios utilizados para la organización de las<br />
bases de datos identificadas<br />
a) Tipo de población representada: adultos mayores o población<br />
general.<br />
b) Tipo de información recabada: de salud o sociodemográfica.<br />
Fuentes de las bases de datos citadas<br />
1. Encuestas realizadas con la finalidad de recabar información<br />
específica para adultos mayores con temas de salud y<br />
socioeconómicos. Llevadas a cabo por el Centro de Investigación<br />
en Evaluación y Encuestas (CIEE) <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />
Pública (INSP).<br />
2. Encuestas generales de salud dirigidas a población general<br />
(realizadas en el INSP) que incluyen a población adulta mayor.<br />
3. Encuestas con información general (sociodemográfica)<br />
realizadas por diversas instituciones en México, que abarcan<br />
temas relacionados con salud y están dirigidas a población<br />
general, pero que incluyen también a adultos mayores.<br />
Cuadro 1. Criterios utilizados por el Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública para<br />
la identificación de bases de datos de población de adultos mayores en México. Agosto de 2010.<br />
Encuesta Año Población<br />
objetivo<br />
Diagnóstico <strong>sobre</strong><br />
las condiciones de<br />
vida y bienestar de<br />
los beneficiarios <strong>del</strong><br />
Componente para<br />
Adultos Mayores<br />
(AM) <strong>del</strong> Programa<br />
Oportunidades<br />
Adultos mayores<br />
de la muestra de<br />
la Encuesta de<br />
Evaluación de<br />
Oportunidades<br />
en Zonas Rurales<br />
(ENCEL, 2007)<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
de Vacunación en<br />
Adultos Mayores<br />
2008<br />
(ENVAM, 2008)<br />
Evaluación <strong>del</strong><br />
impacto <strong>del</strong><br />
Programa 70 y más<br />
2006<br />
2007<br />
2007<br />
2007<br />
2008<br />
2009<br />
AM de 70 años o más,<br />
integrantes de familias<br />
beneficiarias <strong>del</strong> Programa<br />
Oportunidades, que<br />
recibieron el primer<br />
apoyo económico <strong>del</strong><br />
Componente para AM<br />
correspondiente al primer<br />
trimestre de 2006.<br />
AM de 65 años de edad y<br />
más residentes de todos<br />
los hogares de la muestra<br />
de evaluación de la<br />
ENCEL 2007<br />
AM de 60 años y más<br />
AM de 65 a 74 años<br />
Tema de<br />
investigación<br />
Principalmente salud<br />
Caracterizar a los AM y<br />
a sus hogares, conocer<br />
sus condiciones de<br />
salud, así como el<br />
uso que hacen y<br />
las percepciones<br />
que tienen <strong>del</strong><br />
Componente para AM<br />
Cumplimiento y<br />
condiciones de<br />
aplicación de tres<br />
vacunas que se<br />
incluyen en la Cartilla<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> <strong>del</strong><br />
AM<br />
<strong>Salud</strong> física<br />
<strong>Salud</strong> mental<br />
Empleo<br />
Ingreso, gasto y ahorro<br />
Redes de apoyo social<br />
Otros<br />
Tipo de estudio /<br />
Tamaño de muestra Representatividad<br />
Transversal<br />
1 500 AM<br />
Transversal<br />
12 000 AM<br />
Transversal<br />
18 030 AM a nivel<br />
nacional<br />
Seguimiento<br />
Aprox. 6 000 AM<br />
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
<strong>Nacional</strong> y por<br />
región (urbano/<br />
rural) <strong>del</strong> padrón de<br />
beneficiarios (1er<br />
trimestre)<br />
Ninguna<br />
Representatividad<br />
nacional y estatal<br />
Ninguna<br />
Tabla 1. Encuestas realizadas en adultos mayores en México. Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (INSP). Agosto de 2010.<br />
Nota: Este grupo de encuestas se encuentran disponibles en la Dirección de Estadística <strong>del</strong> CIEE (INSP), previa autorización de las<br />
agencias financiadoras (Secretaría de Desarrollo Social y Secretaría de <strong>Salud</strong>), están finalizadas y pueden ser útiles para conocer las<br />
necesidades en salud y el perfil epidemiológico de la población de adultos mayores en México que viven en condiciones de pobreza.<br />
115
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Tabla 2. Encuestas generales de salud dirigidas a población general (realizadas en el INSP) que incluyen población adulta mayor.<br />
Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (INSP). Agosto de 2010.<br />
Encuesta Año Población<br />
objetivo<br />
<strong>Envejecimiento</strong>,<br />
pobreza y salud en<br />
población rural<br />
<strong>Envejecimiento</strong>,<br />
pobreza y salud en<br />
población urbana<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
de Evaluación <strong>del</strong><br />
desempeño<br />
(ENED, 2002)<br />
Seguro Popular<br />
(SP)<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
de <strong>Salud</strong> y<br />
Nutrición de 2006<br />
(ENSANUT, 2006)<br />
116<br />
2003 Ancianos y ancianas de<br />
60 años y más, residentes<br />
de zonas rurales de dos<br />
estados de la República<br />
Mexicana: Morelos y<br />
Guerrero<br />
2004-<br />
2005<br />
2005<br />
2006<br />
2008<br />
2006<br />
Ancianos y ancianas de<br />
60 años y más, residentes<br />
de colonias urbano marginales<br />
de los municipios de<br />
Cuernavaca, Chilpancingo,<br />
Guadalajara y Culiacán<br />
2002 El hogar, la vivienda y los<br />
integrantes <strong>del</strong> hogar<br />
Hogares y adultos de la<br />
muestra de evaluación <strong>del</strong><br />
Seguro Popular<br />
• Niños de 0 a 9 años<br />
de edad<br />
• Adolescentes de 10 a<br />
19 años de edad<br />
• Adultos de 20 y más<br />
años de edad<br />
• Utilizadores de<br />
servicios de salud<br />
ambulatorios<br />
Tema de<br />
investigación<br />
Explorar el proceso de<br />
envejecimiento en el medio<br />
rural mexicano, así<br />
como describir el estado<br />
de salud y la calidad de<br />
vida de los AM que viven<br />
en contextos de pobreza<br />
en áreas rurales (
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
Tabla 2. Encuestas generales de salud dirigidas a población general (realizadas en el INSP) que incluyen población adulta mayor.<br />
Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (INSP). Agosto de 2010.<br />
Encuesta Año Población<br />
objetivo<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
<strong>sobre</strong> Capital Social<br />
en el Medio Urbano<br />
México 2006<br />
(ENCSMU, 2006)<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
de <strong>Salud</strong><br />
(ENSA, 2000)<br />
2006 Unidad de análisis:<br />
Menores de 18 años<br />
De 18 a 59 años<br />
De 60 años y más<br />
2000 Se definió como una<br />
encuesta en viviendas que<br />
cubriera a todos los hogares<br />
al interior de ellas, y<br />
en ellos, en primer lugar,<br />
se consideró a todos sus<br />
integrantes.<br />
Encuesta a subpoblaciones<br />
a individuos de características<br />
particulares:<br />
a) Utilizadores de servicios<br />
de salud, ambulatorios<br />
u hospitalarios, en<br />
los 12 meses previos a la<br />
entrevista.<br />
b) Un niño de 0 a 9 años<br />
de edad.<br />
c) Un adolescente de 10<br />
a 19 años de edad.<br />
d) Un adulto de 20 ó más<br />
años de edad.<br />
Tema de<br />
investigación<br />
Conocer las formas de<br />
capital social, las redes<br />
sociales y la acción<br />
colectiva.<br />
Se definió como una<br />
encuesta en viviendas<br />
que cubriera a todos<br />
los hogares al interior<br />
de ellas, y en ellos,<br />
en primer lugar, se<br />
consideró a todos sus<br />
integrantes.<br />
Encuesta a subpoblaciones<br />
a individuos<br />
de características<br />
particulares:<br />
a) Utilizadores de<br />
servicios de salud, ambulatorios<br />
u hospitalarios,<br />
en los 12 meses<br />
previos a la entrevista.<br />
b) Un niño de 0 a 9<br />
años de edad.<br />
c) Un adolescente de<br />
10 a 19 años de edad.<br />
d) Un adulto de 20 ó<br />
más años de edad.<br />
Tipo de estudio /<br />
Tamaño de muestra Representatividad<br />
Transversal<br />
2 167 hogares<br />
encuestados, 700<br />
en cada región<br />
Transversal<br />
Base viviendas:<br />
45 870<br />
Base hogar:<br />
190 214<br />
Base niños:<br />
24 232<br />
Base adolescentes:<br />
21 390<br />
Base adultos:<br />
45 294<br />
Base utilizadores:<br />
88 499<br />
Representativa a nivel<br />
nacional y para<br />
las regiones Norte,<br />
Centro-Occidente y<br />
Sur-Sureste, en las<br />
zonas urbanas.<br />
<strong>Nacional</strong><br />
Nota: Este grupo de encuestas se encuentran disponibles en el Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública, previa autorización de las agencias<br />
financiadoras (Secretaría de Desarrollo Social y Secretaría de <strong>Salud</strong>), están finalizadas y pueden ser útiles para conocer las necesidades<br />
en salud y el perfil epidemiológico de la población de adultos mayores en México, aunque la mayoría de ellas no son exclusivamente<br />
de adultos mayores ni fueron pensadas para esa población en específico.<br />
117
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Tabla 3. Encuestas con información general (sociodemográfica) realizadas por diversas instituciones en México, que abarcan temas<br />
relacionados con salud y están dirigidas a población general, pero que incluyen también a adultos mayores. Centro de Investigación<br />
en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública. Agosto de 2010.<br />
Encuesta Año Población<br />
objetivo<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
<strong>sobre</strong> Niveles de<br />
Vida de los Hogares<br />
(ENNVIH)<br />
Continúa en la siguiente página<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
<strong>sobre</strong> Discriminación<br />
en México<br />
(ENADIS, 2005)<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
de Ingresos y Gastos<br />
de los Hogares<br />
(ENIGH, 2006)<br />
118<br />
2005 Todas las personas que<br />
habitan en las viviendas<br />
particulares ubicadas dentro<br />
<strong>del</strong> territorio nacional.<br />
La encuesta incluye<br />
información a nivel hogar<br />
e individual para todos los<br />
miembros <strong>del</strong> hogar.<br />
2005 Adultos mayores<br />
Indígenas<br />
Minorías religiosas (religión<br />
distinta a la católica)<br />
Mujeres<br />
Personas con discapacidad<br />
Personas no heterosexuales<br />
2006 El hogar, la vivienda y los<br />
integrantes <strong>del</strong> hogar<br />
Tema de<br />
investigación<br />
La información recabada cubre a<br />
individuos, corresponde tanto al<br />
nivel de los hogares como al nivel<br />
comunitario, y cubre temas como<br />
los ingresos, los programas sociales,<br />
empleo, uso <strong>del</strong> tiempo, salud<br />
y salud retrospectiva, crimen y<br />
victimización, propiedad <strong>sobre</strong><br />
la tierra y negocios familiares,<br />
migración, centros escolares y<br />
de salud, e infraestructura, entre<br />
otros.<br />
Incluye medidas antropométricas<br />
y marcadores biológicos de salud:<br />
peso, talla, circunferencia de<br />
cintura y cadera, presión arterial<br />
y nivel de hemoglobina en la<br />
sangre.<br />
Información retrospectiva detallada<br />
acerca de los servicios de consulta<br />
externa y hospitalización.<br />
Generar información para caracterizar<br />
y entender el fenómeno<br />
de la discriminación en México, a<br />
partir tanto de patrones entre la<br />
población en general como en las<br />
percepciones por parte de los grupos<br />
poblaciones más expuestos a<br />
este fenómeno<br />
Generar información para<br />
caracterizar y entender<br />
el fenómeno de la discriminación<br />
en México, a<br />
partir tanto de patrones<br />
entre la población en<br />
general como en las percepciones<br />
por parte de<br />
los grupos poblaciones<br />
más expuestos a este fenómeno<br />
Su objetivo general es<br />
proporcionar información<br />
<strong>sobre</strong> distribución, monto<br />
y estructura <strong>del</strong> ingreso y<br />
gasto de los hogares.<br />
También permite conocer<br />
las características sociodemográficas,<br />
la condición<br />
de actividad y las características<br />
ocupacionales de<br />
los integrantes <strong>del</strong> hogar<br />
de 12 y más años, a la vez<br />
que se estudian las características<br />
de infraestructura<br />
de la vivienda y equipamiento<br />
<strong>del</strong> hogar.<br />
Tipo de estudio /<br />
Tamaño de muestra Representatividad<br />
El proyecto ENNVIH<br />
ha tenido levantamientos<br />
longitudinales en<br />
2002 y 2005.<br />
N = 8 441 hogares<br />
N = 35 677 miembros<br />
<strong>del</strong> hogar<br />
Transversal<br />
<strong>Nacional</strong> = 1 437<br />
AM = 761<br />
Indígenas = 742<br />
Minorías religiosas =<br />
789<br />
Mujeres = 1 012<br />
Personas con discapacidad<br />
= 594<br />
Personas no heterosexuales<br />
= 189<br />
Transversal.<br />
La ENIGH es levantada<br />
sistemáticamente por el<br />
INEGI desde 1984 (al<br />
2008, se contaba con<br />
13 encuestas)<br />
ENIGH 2006:<br />
N = 20 875 registros<br />
en la base de hogares<br />
Incluye las<br />
características<br />
sociodemográficas<br />
y ocupacionales de<br />
los miembros de los<br />
hogares. Se cuenta con<br />
83 624 registros<br />
<strong>Nacional</strong>, urbano,<br />
rural y cinco<br />
regiones de interés:<br />
Sur-Sureste<br />
(Oaxaca, Veracruz<br />
y Yucatán), Centro<br />
(D.F., Estado de<br />
México, Morelos<br />
y Puebla),<br />
Centro-Occidente<br />
(Michoacán, Jalisco<br />
y Guanajuato),<br />
Noroeste (Baja<br />
California Sur,<br />
Sinaloa y Sonora),<br />
Noreste (Coahuila,<br />
Durango y Nuevo<br />
León).<br />
Representativo para<br />
la población adulta<br />
y cada uno de los<br />
grupos expuestos<br />
en “contenidos<br />
temáticos”, salvo<br />
personas no heterosexuales.<br />
<strong>Nacional</strong><br />
La encuesta<br />
permite referenciar<br />
cortes geográficos<br />
de la información<br />
en localidades<br />
menores de 2 500<br />
habitantes y en las<br />
de 2 500 y más<br />
Continúa en la siguiente página
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
Tabla 3. Encuestas con información general (sociodemográfica) realizadas por diversas instituciones en México, que abarcan temas<br />
relacionados con salud y están dirigidas a población general, pero que incluyen también a adultos mayores. Centro de Investigación<br />
en Evaluación y Encuestas <strong>del</strong> Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública. Agosto de 2010.<br />
Encuesta Año Población<br />
objetivo<br />
Encuesta <strong>Nacional</strong><br />
de Empleo y Seguridad<br />
Social (ENESS)<br />
2004<br />
Encuesta de Familia<br />
y Vulnerabilidad en<br />
México (ENFAVU)<br />
2006<br />
2004 No disponible<br />
Unidad de análisis:<br />
Residentes habituales con<br />
6 años cumplidos y más,<br />
de la población residente<br />
en las viviendas entrevistadas<br />
para la Encuesta<br />
<strong>Nacional</strong> de Empleo 2004<br />
(ENE)<br />
2006 El hogar, la vivienda y los<br />
integrantes <strong>del</strong> hogar<br />
Tema de<br />
investigación<br />
Tiene como objetivo principal<br />
proporcionar información<br />
estadística integral<br />
<strong>sobre</strong> la cobertura de la<br />
seguridad social y las condiciones,<br />
modalidades y frecuencia<br />
con que la población<br />
accede a los servicios proporcionados<br />
por las instituciones<br />
encargadas.<br />
• Derechohabiencia, prestaciones<br />
médicas y cotizaciones<br />
• Servicios médicos<br />
• Pensiones<br />
• Discapacidad e incapacidad<br />
laboral<br />
• Cuidado de menores<br />
Indaga <strong>sobre</strong> las condiciones<br />
y fuentes de vulnerabilidad<br />
en sus diversas dimensiones<br />
sociodemográficas (composición<br />
por edad y sexo,<br />
relación de parentesco y<br />
migración); escolaridad y<br />
capacitación; trabajo e ingresos;<br />
distribución de roles<br />
en el interior <strong>del</strong> hogar,<br />
redes familiares y sociales;<br />
características <strong>del</strong> vecindario,<br />
acceso a servicios<br />
sociales (educación, salud,<br />
transporte, etc.), así como<br />
de los recursos físicos y financieros<br />
con que cuentan<br />
los hogares para hacer frente<br />
a situaciones de creciente<br />
inseguridad.<br />
Tipo de estudio /<br />
Tamaño de muestra Representatividad<br />
Transversal, realizado en<br />
1996, 2000 y 2004.<br />
58 479 viviendas<br />
236 954 personas<br />
Transversal<br />
Número de hogares =<br />
5 345<br />
Número de personas en<br />
los hogares = 21 872<br />
Número de personas<br />
entrevistadas = 4 647<br />
<strong>Nacional</strong> y por entidad<br />
federativa.<br />
<strong>Nacional</strong><br />
<strong>Nacional</strong> urbano<br />
Conjunto<br />
de las áreas<br />
metropolitanas<br />
de las ciudades<br />
de México,<br />
Guadalajara y<br />
Monterrey<br />
<strong>Nacional</strong> rural<br />
En este caso,<br />
urbano se entiende<br />
como el conjunto<br />
de residentes en<br />
localidades con<br />
más de 2 500<br />
habitantes<br />
Nota: Este grupo de encuestas se encuentran disponibles en http://www.bdsocial.org/, junto con otras bases de datos ya finalizadas.<br />
Este grupo de encuestas pueden ser útiles para conocer no sólo las necesidades en salud y el perfil epidemiológico de la población de<br />
adultos mayores en México, sino también para caracterizar en general sus condiciones de vida.<br />
119
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Es importante mencionar también a la Encuesta de <strong>Salud</strong>,<br />
Bienestar y <strong>Envejecimiento</strong> (SABE), la primera encuesta<br />
multinacional realizada en 1999 a personas de 60 años<br />
y más, en la que participaron Argentina, Barbados, Brasil,<br />
Chile, Cuba, México y Uruguay. Tiene representatividad de<br />
zona metropolitana. Es un estudio patrocinado por la OPS<br />
y la participación de instituciones nacionales y académicas<br />
de los diferentes países.<br />
Los objetivos de SABE son:<br />
120<br />
• Describir las condiciones de salud de los ancianos<br />
(60+) con respecto a las condiciones crónicas y<br />
agudas, la deficiencia, y la disminución física y mental<br />
con atención especial a las personas con más de 80<br />
años.<br />
• Evaluar el acceso a, y el uso de, servicios de salud<br />
por las personas mayores, incluso los que están<br />
localizados fuera <strong>del</strong> sistema médico formal, y las<br />
condiciones bajo las cuales los individuos procuran<br />
acceso a servicios y las características en que los<br />
reciben.<br />
• Evaluar la contribución relativa de tres fuentes de<br />
apoyo a la satisfacción de las necesidades relacionadas<br />
con la salud entre los ancianos, a saber: las relaciones<br />
y redes familiares, la asistencia pública, y los recursos<br />
privados (renta y patrimonio).<br />
• Analizar las diferencias en la autoevaluación de las<br />
condiciones de salud, el acceso declarado al cuidado<br />
médico, y las fuentes de apoyo especialmente, pero<br />
no exclusivamente, con respecto a la clase social, el<br />
sexo y la cohorte de edad.<br />
• Evaluar las relaciones entre factores estratégicos,<br />
como el comportamiento relacionado con la<br />
salud, la historia ocupacional, las condiciones<br />
socioeconómicas, el sexo, y la cohorte de edad en<br />
las condiciones de salud evaluadas por los individuos<br />
en el momento <strong>del</strong> estudio y relacionados por breves<br />
períodos de memoria antes <strong>del</strong> estudio.<br />
• Ejecutar análisis comparativos entre países que<br />
comparten características importantes pero que<br />
difieren en un número de factores como el papel<br />
de apoyo familiar, la asistencia pública, el sistema<br />
médico, y los comportamientos relacionados con la<br />
salud y la exposición a condiciones de riesgo.<br />
Actualmente, se realiza el levantamiento de la encuesta en<br />
diferentes estados de la República Mexicana. En el caso<br />
de San Luis Potosí, se incluirá información de población<br />
indígena.<br />
Los expertos coincidieron en que todas las bases de datos<br />
han sido aprovechadas parcialmente y que la información<br />
contenida en ellas es útil y pertinente en este momento,<br />
dado el reto que el envejecimiento de la población<br />
mexicana representa no sólo para el sistema de salud, sino<br />
para la sociedad en su conjunto.<br />
La información es fundamental para realizar un diagnóstico<br />
adecuado de la situación nacional, la generación de<br />
propuestas y la toma de decisiones.<br />
Necesidades de investigación epidemiológica<br />
Tras revisar los conceptos abordados en los diferentes<br />
estudios, se identificaron las siguientes necesidades de<br />
información:<br />
• Población indígena<br />
• Comunidades pequeñas<br />
• Vacunación<br />
• Discriminación y maltrato<br />
• Costo <strong>del</strong> tratamiento antidepresivo para las personas<br />
mayores<br />
• Personas mayores que viven en instituciones<br />
Realización de encuestas<br />
Al reflexionar <strong>sobre</strong> las causas de la ausencia de dicha<br />
información, los expertos identificaron ciertos obstáculos<br />
en la realización de encuestas, tales como:<br />
• Las comunidades más pequeñas frecuentemente<br />
quedan fuera de las encuestas.<br />
• El acceso a estas comunidades es difícil por su<br />
complejidad geográfica y social, así como por los<br />
trámites administrativos requeridos para trabajar en<br />
ellas.<br />
• Es cuestionable la utilización de algunos instrumentos<br />
en ciertas poblaciones, <strong>sobre</strong> todo en la población<br />
indígena o con bajo nivel educativo porque son<br />
instrumentos validados en poblaciones con<br />
características diferentes no sólo en términos <strong>del</strong><br />
lenguaje, sino en la significación de conceptos.<br />
• Se usan instrumentos diferentes para aspectos o<br />
conceptos similares.
• Existe inseguridad para el personal que aplica los<br />
cuestionarios tanto en el interior <strong>del</strong> país como en el<br />
Distrito Federal.<br />
• El presupuesto tanto para el procesamiento como<br />
para la generación de información es escaso.<br />
• En algunas ocasiones, la insuficiencia presupuestal<br />
ha obligado a hacer compensaciones o adecuaciones<br />
metodológicas para mejorar la representatividad, lo<br />
que entorpece la ejecución óptima.<br />
• Cuando el seguimiento de una encuesta cambia de<br />
una institución a otra, ocurre una pérdida importante<br />
de información.<br />
Procesamiento de la información de las bases de<br />
datos<br />
En este sentido, los expertos comentaron que:<br />
• Las formas de trabajo tanto en la generación<br />
de información como en su procesamiento son<br />
diferentes, complicando el uso de las bases y la<br />
comparación entre ellas.<br />
• Hay más información generada que recursos humanos<br />
y tecnológicos para procesarla.<br />
• El trabajo de las diferentes instituciones –nacionales e<br />
internacionales– está desvinculado.<br />
• Los proyectos no son complementarios.<br />
• En México están en puerta dos grandes encuestas<br />
<strong>sobre</strong> envejecimiento –SABE y ENASEM–; otra, a<br />
mediano plazo –SAGE– y, finalmente, ENSANUT,<br />
que si bien es para población en general, contempla al<br />
grupo de adultos mayores.<br />
• Instancias federales distintas al sector salud han<br />
realizado encuestas con información útil <strong>sobre</strong><br />
adultos mayores que, por tanto, deben ser tomadas<br />
en cuenta:<br />
o Instituto <strong>Nacional</strong> de Estadística, Geografía<br />
e Informática (INEGI)<br />
o Secretaría de Desarrollo Social<br />
o Comisión <strong>Nacional</strong> para el Desarrollo de los<br />
Pueblos Indígenas<br />
• Instituciones ajenas al sector salud, como<br />
universidades o instituciones privadas, han apoyado<br />
la realización de encuestas y, por tanto, existe la<br />
opción de vincularse con ellas en nuevos proyectos.<br />
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
Acciones necesarias para generar un área de<br />
epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento en México<br />
Los expertos coincidieron en que las diversas fuentes<br />
de información <strong>sobre</strong> las personas mayores en México<br />
ofrecen una mirada parcial de la situación. Si bien el<br />
sistema de información en salud aporta datos acerca<br />
de las personas de 65 años y más, aun dentro de ese<br />
grupo hay diferencias dependiendo de las condiciones<br />
en que se llega a esta etapa de la vida. Tales condiciones<br />
incluyen aspectos físicos, sociales, económicos y <strong>del</strong><br />
ambiente, lo que hace más complejo su estudio. Así, tanto<br />
los interesados en la investigación como quienes son<br />
responsables de la planeación de los servicios de salud y<br />
de asistencia social, requieren de información integrada y<br />
suficiente. Conceptos como funcionalidad, transición a la<br />
dependencia, determinantes <strong>del</strong> envejecimiento saludable,<br />
peso de la enfermedad, calidad de vida, costo de las<br />
transiciones demográfica y epidemiológica, entre otros, se<br />
vuelven indispensables para un acercamiento adecuado<br />
al estudio <strong>del</strong> envejecimiento y para la generación de<br />
indicadores específicos. Por todo lo anterior, se considera<br />
indispensable la integración de la información y su uso<br />
eficiente. Según los participantes, las acciones necesarias<br />
para avanzar en esta estrategia son:<br />
• Realizar un diagnóstico exhaustivo de la información<br />
actual.<br />
• Identificar el vacío de información.<br />
• Armonizar la información existente y las estrategias<br />
para generar información.<br />
• Utilizar la información de las bases que no abordan<br />
específicamente a la población de personas mayores.<br />
• Explorar la información <strong>del</strong> INEGI acerca de las<br />
personas que viven en instituciones.<br />
• Generar un área de bioestadística avanzada que dé<br />
apoyo a todas las instituciones participantes para<br />
lograr homogeneidad y eficiencia en el tratamiento de<br />
la información de las bases.<br />
• Generar encuestas para vincular y entender el<br />
panorama completo de los adultos mayores en<br />
nuestro país.<br />
• Favorecer la complementariedad de los proyectos.<br />
• Buscar la homogeneidad de las encuestas y considerar<br />
en ellas las diferencias culturales.<br />
• Revisar los instrumentos de evaluación que pudieran<br />
utilizarse en los proyectos, incluyendo la traducción<br />
121
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
122<br />
a las diferentes lenguas indígenas, así como una<br />
“traducción cultural”, por ejemplo, en el caso de<br />
las viñetas, o en los conceptos a evaluar, pues su<br />
significación puede ser diferente entre distintas<br />
culturas.<br />
• Incluir a las comunidades pequeñas. En este punto<br />
queda abierta la pregunta acerca de la metodología<br />
adecuada; una opción sugerida es la investigación<br />
cualitativa.<br />
• Interactuar con las diferentes instituciones<br />
relacionadas con las personas mayores en México y<br />
favorecer su participación en los proyectos futuros.<br />
• Generar recursos humanos especializados en la<br />
investigación <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
Acciones propuestas<br />
A corto plazo:<br />
• Ampliar la revisión inicial de las encuestas que cuentan<br />
con información de adultos mayores mexicanos.<br />
• Ejercicio de priorización mediante la matriz<br />
combinada para identificar la información relevante<br />
para el objetivo: vacíos de información, necesidades,<br />
áreas de oportunidad, etc.<br />
• Reunión de trabajo para el 29 de noviembre de 2010,<br />
convocada por la Organización Panamericana de la<br />
<strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría, con puntos concretos<br />
a resolver:<br />
o Diagnóstico<br />
o Armonización de información y proyectos<br />
o Uso eficiente de recursos<br />
o Definición de la estrategia de vinculación y<br />
complementariedad de proyectos<br />
o Definición de indicadores<br />
o Definición de los objetivos a largo plazo<br />
• Extender la invitación a esa reunión a los expertos en el<br />
área que no pudieron acudir a la sesión realizada en el<br />
marco <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />
y <strong>Salud</strong>.<br />
A mediano plazo<br />
• Consolidar la vinculación y complementariedad de<br />
proyectos en materia de epidemiología de la población<br />
de adultos mayores en México con la participación de<br />
diferentes instituciones.<br />
• Consolidar un área de bioestadística que apoye todos<br />
los proyectos planteados.<br />
• Apoyar la formación de recursos humanos<br />
especializados para la óptima utilización de la<br />
información contenida en las bases existentes y<br />
futuras.<br />
A largo plazo<br />
• Generación y consolidación <strong>del</strong> observatorio de la<br />
salud de los adultos mayores mexicanos.<br />
PRIMERA REUNIÓN DE INTEGRACIÓN Y PLAN<br />
DE ANÁLISIS DE LAS BASES DE DATOS SOBRE<br />
ENVEJECIMIENTO Y SALUD EN MÉXICO<br />
El 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2010 se llevó a<br />
cabo, en el Centro Interamericano en Seguridad Social, en<br />
la Ciudad de México, la primera reunión de integración y<br />
plan de análisis de las bases de datos <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />
y salud en México, convocada por la Organización<br />
Panamericana de la <strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría.<br />
Además de los expertos que participaron en la mesa de<br />
Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento durante el <strong>Encuentro</strong><br />
<strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>, fueron convocados<br />
otros estudiosos <strong>del</strong> tema en México (cuadro 2).<br />
Los doctores Jacques Girard, representante de la OPS, y<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría, abrieron la sesión planteando el panorama general<br />
de la situación de la información, así como ideas centrales<br />
para guiar la discusión. Entre ellas está la necesidad de dirigir<br />
los esfuerzos para dar un sentido de justicia a la población<br />
de adultos mayores y crear condiciones óptimas de salud<br />
para ellos en México, dada la desigualdad en la que viven<br />
actualmente. Mencionaron también que es una obligación<br />
intelectual y moral el valorar y utilizar los datos existentes<br />
<strong>sobre</strong> los adultos mayores, subrayando que, éticamente, es<br />
más grave no utilizar o explotar la información con la que<br />
se cuenta. De ahí que se requiera un proyecto vinculador,<br />
una plataforma sólida que permita brindar información que<br />
incida en la estrategia sanitaria <strong>del</strong> país y en la manera de<br />
ver el envejecimiento.<br />
A su vez, el Dr. Enrique Vega, asesor regional de <strong>Envejecimiento</strong><br />
y <strong>Salud</strong> de la OPS, resaltó la importancia de generar<br />
información poderosa, la necesidad de la reingeniería de
Institución<br />
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)<br />
Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social<br />
Colegio de la Frontera Norte<br />
Instituto de Geriatría<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y Nutrición<br />
“Salvador Zubirán”<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Enfermedades Respiratorias<br />
“Ismael Cosío Villegas”<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía<br />
“Manuel Velasco Suárez”<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
la priorización en investigación en envejecimiento en el<br />
país, la consideración de las necesidades de información<br />
por parte de los tomadores de decisiones y cómo el sector<br />
salud generará la capacidad de usar esa información en la<br />
toma de decisiones, transformándola para su uso cotidiano<br />
en la salud pública. Dejó claro también el apoyo de OPS a<br />
la iniciativa presentada.<br />
Tras exponer los diferentes estudios, tanto de base<br />
poblacional como estudios de cohortes, y hacer una<br />
primera aproximación comparativa entre ellos, el grupo<br />
acordó sus conclusiones y definió cuatro objetivos, los<br />
cuales se describen a continuación.<br />
Objetivo 1. Conformar un grupo líder en la generación<br />
de información <strong>sobre</strong> envejecimiento en México.<br />
Avances:<br />
Se formalizó la creación <strong>del</strong> grupo líder caracterizado por<br />
Participante<br />
Luis Rubalcava Peñafiel<br />
Raquel Abrantes Pêgo<br />
Roberto Ham Chande<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />
Héctor Gutiérrez Ávila<br />
César Luis Cárdenas Varela<br />
Gabriela Ríos Cázares<br />
Mariana López Ortega<br />
César González González<br />
Dolores Mino León<br />
Nydia Velasco Roldán<br />
Carmen García Peña<br />
Teresa Juárez Cedillo<br />
Liliana Ruiz Arregui<br />
Francisco Franco Marina<br />
Ana Luisa Sosa Ortiz<br />
Mara Téllez Rojo<br />
Ruy López Ridaura<br />
Betty Manrique Espinoza<br />
Aarón Salinas Rodríguez<br />
la participación comprometida, entusiasta y sinérgica<br />
sin intereses financieros o institucionales. Entre las<br />
responsabilidades <strong>del</strong> grupo está la generación de<br />
conocimiento científico de alto nivel en materia de<br />
envejecimiento en México.<br />
Acciones a realizar:<br />
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong><br />
Jacques Girard<br />
Enrique Vega<br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
Esther Lozano Dávila<br />
Universidad Ibeoramericana<br />
Graciela Teruel Belismelis<br />
Sealy Center on Aging, University of Texas Medical Branch Rebeca Wong<br />
Cuadro 2. Expertos participantes en la primera reunión de integración y plan de análisis de las bases de datos <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />
y salud en México, 2010.<br />
• Definir la figura <strong>del</strong> grupo, así como sus alcances y<br />
limitaciones.<br />
• Definir la relación <strong>del</strong> grupo con la Red Temática de<br />
investigación en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo<br />
social en CONACyT y con cada una de las instituciones<br />
a las que están adscritos los integrantes <strong>del</strong> grupo.<br />
• Identificar otros expertos que pudieran complementar<br />
el trabajo <strong>del</strong> grupo.<br />
123
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Objetivo 2. Iniciar un esfuerzo común dirigido<br />
a la creación de un estudio longitudinal <strong>sobre</strong> el<br />
envejecimiento en México.<br />
Observaciones:<br />
Este objetivo quedó pendiente por considerar que no se<br />
tenían los elementos ni el tiempo para definirlo y se priorizó<br />
el avance en otros puntos. Puede constituirse como uno<br />
de los objetivos prioritarios de mediano y largo plazo <strong>del</strong><br />
grupo.<br />
Objetivo 3. Generar un proyecto que posibilite la<br />
vinculación y promueva la complementariedad y<br />
mejor aprovechamiento de la información disponible<br />
en las diversas bases de datos que contienen<br />
información acerca de las personas mayores en<br />
México.<br />
Avances:<br />
Se definieron 5 estrategias que integran y complementan<br />
este objetivo.<br />
Estrategias:<br />
3.1 Generar el conocimiento exhaustivo acerca de las<br />
bases de datos de los participantes mediante:<br />
• Integración de las fichas técnicas de las bases de<br />
datos y cohortes.<br />
• Integración de la matriz comparativa de las bases de<br />
datos y cohortes.<br />
3.2 Con base en los temas propuestos en la reunión,<br />
generar preguntas para saber:<br />
• Cuáles ya se han respondido<br />
• Cuáles pueden responderse con la información<br />
disponible<br />
• Para cuáles es necesario generar la información<br />
3.3 Fomentar el uso de las bases de datos por nuevos<br />
investigadores (promoción de financiamiento semilla).<br />
Generar una masa crítica de investigadores, así como de<br />
personal capacitado para el levantamiento de encuestas.<br />
3.4 Difundir las bases de datos mediante la Base de<br />
Datos Social (BDS) o el Banco de Información para la<br />
124<br />
Investigación Aplicada en Ciencias Sociales (BIIACS). Es<br />
necesario gestionar la inclusión de las bases faltantes.<br />
3.5 Generar un foro permanente de presentación de<br />
trabajos de investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento.<br />
Observaciones:<br />
• Definir prioridades de investigación<br />
• Criterios de accesibilidad<br />
• Mecanismos de difusión<br />
• Mecanismos de seguimiento de los trabajos realizados.<br />
Objetivo 4. Desarrollar una estrategia para que la<br />
información disponible sirva como evidencia para la<br />
generación de políticas públicas.<br />
Avances:<br />
Se definieron las competencias <strong>del</strong> grupo y se acordó lo<br />
siguiente:<br />
• Es responsabilidad <strong>del</strong> grupo la generación de<br />
información. El momento político previo a las<br />
campañas electorales puede ser un tiempo propicio<br />
para la presentación de un documento basado en<br />
evidencia nacional que presente el panorama <strong>del</strong><br />
envejecimiento a los diferentes actores.<br />
• Es necesaria un área de traducción <strong>del</strong> conocimiento<br />
que sea el vínculo entre el trabajo de investigación<br />
<strong>del</strong> grupo y la información que se haga llegar a los<br />
tomadores de decisiones.<br />
• Es importante que el conocimiento producido llegue<br />
a los tomadores de decisiones para la generación de<br />
políticas y planes de mediano y largo plazo.<br />
• Es conveniente discutir con otros grupos académicos<br />
esta estrategia.<br />
Estrategias:<br />
4.1 Generación <strong>del</strong> documento que dé cuenta de aspectos<br />
relevantes acerca de la situación <strong>del</strong> envejecimiento en<br />
México. A este respecto, se definió lo siguiente:<br />
• Público: investigadores y tomadores de decisiones<br />
• El grupo generará el conocimiento y un grupo<br />
traductor generará el libro blanco.
• Estilo: documento temático con propósito de<br />
educación, con estilo de difusión (no científico).<br />
En ese momento, el documento buscaría presentar<br />
evidencia de los problemas con todas sus aristas, no<br />
posibles soluciones.<br />
• Contenido: Definición de indicadores, prioridades en<br />
investigación y prioridades en acciones.<br />
4.2 Generación de indicadores relacionados con los<br />
determinantes <strong>del</strong> envejecimiento. Esto permitiría la<br />
vinculación de datos entre las diferentes bases y con el<br />
sector salud.<br />
4.3 Se definieron temas prioritarios para la salud pública<br />
(Cuadro 3) y cada participante se adscribió al de su interés.<br />
También, se propusieron enfoques transversales (cuadro<br />
4) para el abordaje de los temas.<br />
Temas<br />
Demografía<br />
Macroeconomía <strong>del</strong><br />
envejecimiento<br />
Determinantes<br />
estructurales en México<br />
Determinantes<br />
intermedios<br />
Nombre<br />
Pensiones<br />
Participación laboral<br />
Capital social<br />
Educación<br />
Pobreza<br />
Pensiones<br />
Estilos de vida<br />
Factores de riesgo<br />
Abuso, maltrato<br />
Estado de salud Enfermedades crónicas<br />
Nutrición<br />
<strong>Salud</strong> mental<br />
Discapacidad<br />
Mo<strong>del</strong>os de atención Accesibilidad y uso de<br />
servicios<br />
Costo de atención<br />
Servicios de salud<br />
Cuidados no médicos<br />
Asuntos globales<br />
Cuadro 3. Temas prioritarios de estudio en envejecimiento y<br />
salud pública. Grupo de trabajo. Noviembre de 2010.<br />
REFERENCIAS<br />
EPIDEMIOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO<br />
Género<br />
Urbano-rural<br />
Indígenas<br />
Aspectos económicos<br />
Prospectiva y escenarios<br />
Migración<br />
Cuadro 4. Enfoques de estudio propuestos por el grupo de<br />
trabajo.<br />
SABE, <strong>Salud</strong>, bienestar y envejecimiento en América<br />
Latina y el Caribe. (consultado en septiembre de 2010)<br />
http://www.ssc.wisc.edu/sabe/Espanol/home-e.html,<br />
Septiembre, 2010<br />
125
GRUPO DE TRABAJO<br />
<strong>Envejecimiento</strong> de la población:<br />
Implicaciones sociales y<br />
políticas, impacto en la salud y<br />
desafíos para los sistemas<br />
Coordinador:<br />
Roberto Ham Chande,<br />
El Colegio de la Frontera Norte<br />
Relator:<br />
César González González,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
María <strong>del</strong> Carmen García Peña,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Raquel Abrantes Pêgo,<br />
Centro Interamericano de Estudios de<br />
Seguridad Social<br />
José Alberto Valencia Armas,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Estadística<br />
y Geografía<br />
Mariana López Ortega,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Víctor García Vilchis,<br />
Consejo <strong>Nacional</strong> de Población
INTRODUCCIÓN<br />
El progresivo envejecimiento demográfico es un<br />
hecho ineludible; las proyecciones de población y la<br />
dinámica demográfica así lo indican. A nivel mundial, el<br />
envejecimiento de la población se ha consolidado como<br />
uno de los fenómenos demográficos más importantes<br />
de los últimos siglos. Esto ha sido producto de una<br />
franca disminución en la natalidad y la mortalidad y <strong>del</strong><br />
aumento en la esperanza de vida, elementos que reflejan<br />
el progreso socioeconómico de los países (Palloni et al.,<br />
2002). La población de 60 años y más se incrementará<br />
constantemente en el mundo; 70% de ese incremento<br />
se dará en los países en vías de desarrollo. De particular<br />
importancia es el aumento de viejos-viejos (personas con<br />
más de 80 años de edad) y el porcentaje mayor de mujeres<br />
ancianas que se presenta en casi todos los países, lo que<br />
tiene importantes repercusiones económicas y sociales<br />
(CONAPO, 2001).<br />
Para el caso de México, puede afirmarse que la proporción<br />
de ancianos es la que crece más rápidamente desde hace 15<br />
años. En números absolutos, las estimaciones <strong>del</strong> Consejo<br />
<strong>Nacional</strong> de Población (CONAPO) señalan que en 2007<br />
residían en México 8.5 millones de personas de 60 años o<br />
más, para 2030 se espera que sean 20.7 millones, en tanto<br />
que para la mitad <strong>del</strong> siglo alcanzarán, según lo previsto,<br />
33.8 millones (CONAPO, 2007). Esto se reflejará en el<br />
aumento de las proporciones de adultos mayores en las<br />
próximas décadas; en 2007 la proporción fue de 8.0%; se<br />
incrementará a 17.1% en 2030 y a 27.7% en 2050.<br />
El envejecimiento de la población está directamente ligado<br />
a las condiciones de salud y a la transición epidemiológica,<br />
y marca rumbos distintos dependiendo de circunstancias<br />
diferentes; pero en general se pasa de altas a bajas tasas<br />
de fecundidad y mortalidad, junto con la disminución de<br />
las enfermedades transmisibles como principales causas<br />
de muerte, para ceder preponderancia a las enfermedades<br />
crónico-degenerativas (González y Ham, 2007).<br />
En la intersección envejecimiento-salud, uno de los temas<br />
urgentes es el relacionado con los costos de atención<br />
a la salud. En la mesa <strong>Envejecimiento</strong> de la población:<br />
implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />
y desafíos para los sistemas se abordó este tema desde<br />
diferentes perspectivas fundamentales: 1) las características<br />
128<br />
de la población envejecida; 2) un planteamiento <strong>sobre</strong> si el<br />
envejecimiento demográfico es un factor determinante en<br />
el incremento de los costos de atención a la salud; 3) la<br />
importancia de los costos sociales y el papel de la familia, el<br />
hogar y el individuo; 4) la visión económica de los servicios<br />
de salud; y 5) un ejercicio actuarial <strong>sobre</strong> las referencias<br />
estadísticas y bases de proyección utilizadas para calcular<br />
los costos de atención a la salud para la población en<br />
edades avanzadas.<br />
1. Características de la población envejecida<br />
(Víctor García Vilchis)<br />
Para establecer la temática de la mesa se partió de la<br />
premisa de que los costos de atención a la salud son y serán<br />
uno de los mayores retos que enfrente la sociedad, y en ello<br />
juega un papel importante el inminente envejecimiento<br />
demográfico y la heterogeneidad de este grupo poblacional.<br />
Las características de la población envejecida permiten<br />
tomar un punto de partida para señalar que los costos de<br />
atención serán diferentes debido a que:<br />
• Entre 2005 y 2050 la población de adultos mayores se<br />
incrementará en alrededor de 26 millones de personas,<br />
pero 75% de este incremento ocurrirá a partir <strong>del</strong> año<br />
2020.<br />
• Se presentan diferencias entre los viejos y los viejosviejos;<br />
a mayor edad corresponden necesidades<br />
distintas, en función de la gradual disminución de las<br />
capacidades físicas y mentales.<br />
• El envejecimiento afecta de manera desigual a<br />
hombres y mujeres. Para estas últimas, la vejez es una<br />
experiencia que se vive por periodos más prolongados<br />
y se acompaña con mayor frecuencia de enfermedades<br />
y discapacidad (Palloni et al., 2002; Zimmer y House,<br />
2003). Lo anterior inquieta porque frecuentemente las<br />
mujeres tienen, además, un menor acceso a los sistemas<br />
de seguridad social y de jubilación, lo que las hace más<br />
dependientes de los lazos de apoyo y solidaridad desde<br />
el entorno familiar.<br />
• La menor mortalidad de las mujeres, que se presenta<br />
desde el nacimiento, se acentúa en edades avanzadas,<br />
debido a la existencia, entre los varones, de factores<br />
asociados con riesgos ocupacionales y con una mayor<br />
propensión a adquirir hábitos y estilos que merman la<br />
salud y aumentan la mortalidad en edades jóvenes.<br />
• En las personas con al menos 80 años también ha
aumentado la expectativa de vida. En 2010 se espera<br />
que los hombres de este grupo vivan en promedio 8.6<br />
años más, contra 9.0 de las mujeres, alcanzando una<br />
ganancia de 0.6 y 1.3 años, respectivamente, para<br />
2030.<br />
• La efectividad de las acciones encaminadas a elevar<br />
el número y la calidad de años de vida de la población<br />
dependerá de su capacidad para prevenir riesgos que<br />
deriven en perfiles mórbidos complejos en el futuro.<br />
• Los viejos están sustancialmente desprotegidos. En<br />
2006 poco más de la mitad (56 %) de la población<br />
de 60 años o más era derechohabiente a los servicios<br />
de salud, sólo uno de cada 5 recibía pensión, con la<br />
agravante de que en la gran mayoría de los casos los<br />
montos son insuficientes para satisfacer las necesidades<br />
de este grupo, pues 80% de las pensiones que otorga<br />
el IMSS no superan 1.5 salarios mínimos (Ramírez,<br />
2006).<br />
• Hay diferencias en la tasa de utilización de los servicios<br />
de salud. La población de este grupo de edad utiliza<br />
servicios de salud con una frecuencia cuatro veces<br />
mayor que el resto de la población y los servicios que<br />
requiere son por lo general más costosos (Secretaría de<br />
<strong>Salud</strong>, 2001).<br />
• Existen amplias diferencias por regiones, por estados<br />
y por municipios. La transición demográfica presenta<br />
niveles distintos de avance entre las entidades<br />
federativas, lo cual deriva en una heterogeneidad de<br />
escenarios de envejecimiento demográfico al interior<br />
<strong>del</strong> país. Así, mientras en 2010 en el Distrito Federal,<br />
uno de cada diez habitantes tiene 60 años o más, en<br />
Quintana Roo esta proporción se reduce a poco menos<br />
de la mitad. En 2030 se conservan, en lo general, las<br />
mismas tendencias pero con una magnitud duplicada<br />
(uno de cada cinco en el Distrito Federal y uno de cada<br />
diez en Quintana Roo).<br />
2. <strong>Envejecimiento</strong> demográfico y costos de<br />
atención a la salud<br />
(Carmen García Peña)<br />
El incremento en la población de adultos mayores<br />
representa importantes consecuencias en materia de<br />
salud. No es una condición per se que el proceso de<br />
envejecimiento se asocie a enfermedad, pero es un hecho<br />
que el efecto acumulativo de múltiples exposiciones y las<br />
condiciones psicológicas, físicas y sociales frecuentemente<br />
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />
desfavorables incrementan el riesgo de enfermar en los<br />
ancianos (Lee, 2003).<br />
En consecuencia, el proceso de envejecimiento<br />
frecuentemente es referido como un determinante para<br />
la evolución de los costos y gastos en salud, como efecto<br />
<strong>del</strong> envejecimiento en sí mismo y como el resultado <strong>del</strong><br />
aumento de los gastos en salud conforme avanza la edad.<br />
En los países desarrollados, un incremento en la proporción<br />
de la población envejecida conlleva un incremento en el<br />
gasto per cápita de cuidados a la salud; por lo tanto, se puede<br />
inferir que los gastos individuales en cuidados de salud<br />
son una función creciente de la edad (Polder et al., 2002;<br />
Martini, 2007). Lo primero que habría que preguntarse<br />
es cuál es la magnitud <strong>del</strong> efecto <strong>del</strong> envejecimiento<br />
demográfico <strong>sobre</strong> los gastos en cuidados de salud. Podría<br />
suponerse que el incremento en la proporción de ancianos<br />
aumentará automáticamente el gasto total en salud. Existe<br />
controversia al respecto; Mc Grail et al. (2000) afirman que<br />
los costos por atención aguda aumentan con la edad pero<br />
que la proximidad a la muerte es un factor más importante;<br />
por su parte, Dormont y Huber (2006) reportan para el<br />
caso de Holanda que los cambios en la práctica clínica y<br />
las nuevas tecnologías son los causantes <strong>del</strong> incremento.<br />
Polder et al. (2006) revelan que, en promedio, los costos<br />
para jóvenes son más altos que para aquellos que mueren<br />
a edades avanzadas; sin embargo, la tasa de crecimiento<br />
en costos per cápita incrementa por la edad para cuidados<br />
agudos.<br />
En México no existe información para hacer una u otra<br />
afirmación. Es conocido que los ancianos mexicanos tienen<br />
un mayor número de necesidades de salud y la tasa de<br />
utilización de servicios se ha incrementando a expensas <strong>del</strong><br />
grupo de 60 años y más (Wong y Díaz, 2007), pero no es<br />
posible afirmar que los costos han aumentando debido al<br />
crecimiento en el número de ancianos.<br />
Tratar de predecir cómo evolucionará el estado de salud<br />
general debido a los cambios en la estructura por edad<br />
de la población y en el progresivo envejecimiento es una<br />
tarea difícil. Una gran cantidad de investigaciones han<br />
examinado cómo los incrementos en la longevidad pueden<br />
influir en el estado de salud de la población. Varias hipótesis<br />
han sido consideradas, los dos extremos son expansión de<br />
la morbilidad y compresión de la morbilidad; en el medio<br />
129
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
quedan hipótesis con situaciones mixtas en cuanto a<br />
enfermedad y discapacidad. Se considera que en México es<br />
más probable que se presente la expansión de la morbilidad<br />
y que se vivan más años, pero que una proporción<br />
importante de esos años se viva con enfermedad. Este<br />
régimen podría representar, entonces, un mayor costo de<br />
la salud de la población en edades avanzadas.<br />
Los gastos públicos en salud representan una parte<br />
importante de los presupuestos gubernamentales. Según<br />
los reportes de la Organización para la Cooperación y el<br />
Desarrollo Económico (OCDE), la población de 65 años y<br />
más representa entre 40 y 50% de los gastos de cuidados<br />
a la salud y su costo per cápita de salud es de 3 a 5 veces<br />
mayor que el que registran los que tienen menos de 65<br />
años.<br />
Mientras el envejecimiento poblacional continúa, la<br />
prevalencia de las enfermedades crónicas se incrementa, los<br />
días de tratamiento se prolongan y los costos de atención a<br />
la salud también crecen. El Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social (IMSS), organismo encargado de la seguridad<br />
social de una parte importante de la población mexicana<br />
(49%), presenta los mismos fenómenos demográficos y<br />
epidemiológicos antes descritos. Por ejemplo, la población<br />
derechohabiente usuaria en el grupo de 65 y más años<br />
se incrementó de 1 667 983 en 1990 a 1 877 516 en<br />
1995, y a 2 732 792 en 2000; tales cifras constituyen<br />
una participación porcentual de 6.41% en 1990, 8%<br />
en 1995 y 9.21% en 2000, proporción que se elevó a<br />
10.7% en el año 2005 (IMSS, 2005).<br />
Los datos institucionales reportan periódicamente el<br />
aumento en el uso de servicios de salud y, en consecuencia,<br />
el aumento en costos derivados <strong>del</strong> incremento en el<br />
número de ancianos. El IMSS presenta en su documento<br />
Evaluación de los riesgos considerados en el Programa<br />
de Administración de Riesgos Institucionales de 2009<br />
una proyección para el caso de diabetes mellitus (DM),<br />
hipertensión arterial (HA) e insuficiencia renal (IR).<br />
Considerando los efectos a largo plazo de los programas<br />
preventivos, de las consultas de primera vez y subsecuentes<br />
de medicina familiar, especialidades y urgencias de estos<br />
padecimientos, se estima que los 25 millones de consultas<br />
que se otorgarán en 2009 por estas enfermedades,<br />
se tripliquen hacia 2040. Las consultas por DM e HA<br />
representarán en promedio y de forma conjunta 93% de<br />
las consultas por los seis padecimientos que causan más<br />
130<br />
Cuadro 1. Proyección de consultas totales (2009-2050). Fuente:<br />
Coordinación de Administración de Riesgos Institucionales con<br />
base en datos de la División Técnica de Información Estadística<br />
en <strong>Salud</strong>.<br />
altos costos en el IMSS (DM, HA, IR, VIH-sida, cáncer de<br />
mama y cáncer cervicouterino) durante todo el periodo de<br />
proyección.<br />
En lo que respecta a los casos de hospitalización, se estiman<br />
cerca de 150 mil ingresos para 2009, y 2.3 y 1.6 veces más<br />
para 2040 y 2050, respectivamente, como se muestra en<br />
el cuadro 2. La insuficiencia renal concentrará a lo largo de<br />
todo el periodo de proyección poco más de la mitad de los<br />
pacientes internados por los tres padecimientos y se espera<br />
que hacia el 2050 el número de ingresos por DM, HA e IR<br />
sea cercano al doble <strong>del</strong> número de ingresos de 2009.<br />
El informe reporta que, a pesar de la reducción en<br />
morbilidad a consecuencia de los programas preventivos, las<br />
proyecciones revelan que el gasto que generaría la atención<br />
de la población afectada con dichos padecimientos crecería<br />
a un ritmo anual de 3.8% en términos reales, con lo que<br />
Cuadro 2. Proyección de casos de hospitalización (2009-<br />
2050). Fuente: Coordinación de Administración de Riesgos<br />
Institucionales con base en datos de la División Técnica de<br />
Información Estadística en <strong>Salud</strong>.<br />
pasaría de 25 946 a 125 035 millones de pesos entre<br />
2009 y 2050. En un escenario catastrófico, sin considerar<br />
el probable efecto positivo de PrevenIMSS, los datos<br />
resultan aún más alarmantes.<br />
El cuadro 3 muestra el gasto estimado para DM e HA en<br />
2050; las cifras señalan que para los casos de DM e HA en<br />
el IMSS, el impacto de la transición demográfica es mayor<br />
al incremento de los costos médicos. El efecto aislado de<br />
los cambios demográficos ocasionaría que los gastos por<br />
estos padecimientos aumentaran lo doble en 2050, en
comparación con los niveles de gasto totales esperados<br />
para esos mismos padecimientos en 2009, mientras que<br />
los costos médicos por sí solos lo incrementarían en 0.7<br />
veces.<br />
Aún hay diversas interrogantes por resolver. Las discusiones<br />
en foros académicos y políticos generalmente giran<br />
alrededor de los efectos catastróficos que el envejecimiento<br />
tendrá en los próximos años en las dimensiones sociales,<br />
políticas y, especialmente, económicas de México. El<br />
efecto adverso hace referencia particularmente al sector<br />
salud, donde el proceso de envejecimiento poblacional se<br />
relaciona directamente con el incremento en los gastos en<br />
salud, tal como lo reporta el IMSS.<br />
Hace más de 20 años, Evans (1985) sugirió que el<br />
envejecimiento provee de una “ilusión de necesidad”, es<br />
decir, al asumir que los gastos en salud son inevitables<br />
al envejecer, la atención se desvía de las verdaderas<br />
causas de crecimiento en gasto en el sector salud tales<br />
como el progreso técnico y los incentivos equivocados<br />
a los proveedores y consumidores de atención a la salud<br />
causados por regulación gubernamental y cobertura de<br />
seguridad social. Zweifel et al. (1999) establecieron que<br />
culpar al envejecimiento sirve como un distractor de las<br />
decisiones que realmente deberían tomarse para resolver<br />
el incremento en costos en salud. Por eso es importante<br />
establecer los costos de atención a la salud e identificar los<br />
principales determinantes, elementos claves y darle a cada<br />
cual su dimensión adecuada.<br />
Un análisis reciente de la Encuesta <strong>Nacional</strong> de Nutrición<br />
(González et al., 2010) reveló que los mayores<br />
porcentajes de población con morbilidad aguda, mayor<br />
uso de atención ambulatoria y hospitalización se hallaron<br />
para el grupo de 60 años de edad; sin embargo, al realizar<br />
mo<strong>del</strong>os de regresión y calcular probabilidades, sólo en<br />
hospitalización los adultos mayores tienen la probabilidad<br />
más alta, mientras que en morbilidad aguda y uso de<br />
atención ambulatoria la probabilidad más alta se presenta<br />
en los niños de 0 a 9 años. Parecería entonces que ser<br />
anciano por sí mismo no es un factor y que la presencia<br />
de otros factores asociados al envejecimiento tales como<br />
enfermedades crónicas tienen una mayor influencia, lo<br />
que lleva a concluir que son las condiciones asociadas a la<br />
edad las que tienen mayor peso que la edad misma y, por<br />
lo tanto, son las responsables <strong>del</strong> mayor gasto reportado<br />
(González y Ham, 2007).<br />
3. Individuo, hogar y familia<br />
(Raquel Abrantes Pêgo)<br />
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />
Cuadro 3. Descomposición <strong>del</strong> gasto estimado para DM e HA en el año 2050 por transición demográfica y por incremento de los<br />
costos de atención médica (millones de pesos de 2009). Fuente: Coordinación de Administración de Riesgos Institucionales, IMSS.<br />
Los gastos de las familias deben de ser un referente<br />
importante en la discusión de los costos de la atención y<br />
de los servicios de cuidados a la salud al pensar en políticas<br />
sociosanitarias que respondan mejor a las necesidades de<br />
las familias y de los individuos.<br />
La mayor expectativa de vida trae consigo otros tipos de<br />
dependencia y de necesidades de bienestar que requieren<br />
servicios propios, particularmente aquellos que permitan<br />
131
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
la prevención de la dependencia funcional evitable y<br />
afrontar la propia dependencia, considerada una de las<br />
principales fuentes de sufrimiento y de disminución de la<br />
calidad de vida. Investigaciones han demostrado que las<br />
familias de bajos ingresos son las más afectadas y <strong>sobre</strong><br />
ellas recaen, de forma más acentuada, los costos sociales<br />
debido al efecto acumulado a lo largo de la vida de una<br />
desigualdad incrementada por la falta de acceso a los<br />
servicios sociosanitarios preventivos, de recuperación<br />
y de cuidado, de recursos para pagar un cuidador o una<br />
casa de retiro (Jansson, 2001). Dentro de las familias,<br />
los cuidados recaen en las mujeres implicando mayor<br />
desgaste, discapacidad y costo social. En consecuencia,<br />
tratar de forma combinada los costos financieros de la<br />
salud en la vejez y los costos sociales internalizados por<br />
los individuos y los familiares de adultos mayores es<br />
reconocer que éstos tienen su expresión en dinero y que<br />
pueden llevar a recrudecer la situación de pobreza y de<br />
malestar de importantes segmentos sociales, en particular<br />
de las mujeres, quienes son las cuidadoras en el espacio<br />
privado. Lo trágico de la situación es que ya se sabe que las<br />
enfermedades crónicas y las discapacidades asociadas que<br />
afectan los últimos años de vida de una persona, junto con<br />
los costos económicos y humanos, pueden prevenirse y no<br />
se está haciendo mucho al respecto como sociedad.<br />
El enfoque de costo social podrá también servir de pauta<br />
para abogar por la presencia de la problemática <strong>del</strong> adulto<br />
mayor en la atención de quienes diseñan las políticas de<br />
salud para reasignar recursos y servicios más próximos a<br />
las necesidades de las personas mayores y no improvisar<br />
o decidir en función de criterios tradicionales o de actores<br />
con capacidad de presión.<br />
Mediante ese enfoque se puede demostrar que lo más caro<br />
es sólo observar el proceso <strong>del</strong> envejecimiento poblacional,<br />
dejarlo a cargo de las familias como un problema de la<br />
esfera privada y no intervenir con base en las evidencias<br />
y las experiencias de otros países (Marín, 2007). Hoy,<br />
casi uno de cada tres adultos mayores mexicanos vive por<br />
debajo <strong>del</strong> umbral de pobreza; ese porcentaje podrá crecer<br />
en el futuro próximo a menos que México fortalezca su<br />
red de protección al adulto mayor. Se debe pensar en lo<br />
que podrá significar dentro de dos décadas la situación de<br />
los actuales millones de adultos de mediana edad, pobres,<br />
desempleados, en el mercado informal, envejecidos,<br />
y posiblemente con doble carga de enfermedad –las<br />
132<br />
transmisibles y las no transmisibles– (Jackson, Howe y<br />
Strauss, 2006).<br />
Se parte <strong>del</strong> principio de que en México existe una<br />
sensibilidad en torno al envejecimiento y sus costos sociales<br />
y políticos para la sociedad. La puesta en marcha por el<br />
gobierno de la Ciudad de México de las pensiones para el<br />
adulto mayor creó un hecho social y político incuestionable.<br />
Otros estados han echado a andar programas similares<br />
e incluso el propio gobierno federal contempló en sus<br />
programas de combate a la pobreza una pensión para el<br />
adulto mayor.<br />
Aun reconociendo que estas acciones han permitido una<br />
mayor visibilidad social y política de ese grupo, todavía se<br />
está distante de tener políticas públicas capaces de afrontar<br />
al proceso de envejecimiento y sus consecuencias sociales.<br />
Salta a la vista la ruptura en la continuidad de la política<br />
sociosanitaria, la cual continúa centrada en la atención a<br />
los niños-madres y al adulto joven, en la curación y no en el<br />
cuidado, y persiste una percepción de las personas mayores<br />
como “abuelitos y abuelitas”, independientemente de si<br />
tienen nietos o no. Los adultos mayores son tratados como<br />
grupo homogéneo, independientemente de si tienen 60 o<br />
75 años; se considera que les gustan las mismas cosas y que<br />
son frágiles, improductivos, enfermos y buenos. Los bailes<br />
continúan siendo una estrategia de las más importantes<br />
para garantizar una vida activa; por otra parte, los mayores<br />
acuden a los mismos servicios que los más jóvenes, los<br />
cuales no están preparados para darles la atención debida.<br />
El apoyo a las familias para el cuidado prolongado en los<br />
hogares es casi nulo y muy poco se está realizando para<br />
prepararlas o para evitar el deterioro funcional o para<br />
recuperar la funcionalidad. El personal de las instituciones<br />
de salud no está capacitado, las familias no están siendo<br />
preparadas y no hay geriatras suficientes para atender los<br />
casos más complejos, tampoco hay una estrategia para<br />
enfrentar esa carencia. Es necesario recordar que esta<br />
es una responsabilidad de todos los gobiernos que han<br />
firmado los acuerdos de de la segunda Asamblea Mundial<br />
<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> realizada en Madrid en 2002.<br />
Uno de los puntos que se plantean es si las decisiones<br />
tomadas por los agentes públicos –ya sea en distintas<br />
agencias gubernamentales o en diversos niveles jerárquicos<br />
dentro de éstas– están considerando el proceso de<br />
envejecimiento y sus consecuencias para las familias y
los individuos. Investigaciones realizadas en torno a la<br />
llamada “reforma <strong>del</strong> sector salud” o a la “reforma <strong>del</strong><br />
sistema de pensiones”, ambas justificadas en los cambios<br />
epidemiológicos y demográficos, indican que poco se hizo<br />
con vistas a enfrentar los riesgos que genera la longevidad<br />
y el riesgo de padecer al menos una enfermedad crónica.<br />
Tampoco se ha hecho algo por asignar recursos para<br />
reducir la pobreza y la desigualdad o para generar beneficio<br />
y mejorar la situación de vida de los afiliados y de los no<br />
afiliados mediante una estrategia de cuidado a largo plazo<br />
con hincapié en la calidad de vida.<br />
De acuerdo con Stiglitz (2002), en las reformas con vista<br />
a la privatización de las pensiones, se privilegió el desarrollo<br />
de mercado de capitales a expensas <strong>del</strong> objetivo social.<br />
En el ámbito de la salud, paradójicamente, se enfatizó el<br />
mo<strong>del</strong>o médico y técnico, el cual concentra la atención en<br />
el ámbito hospitalario y no es el más apropiado debido a<br />
sus altos costos y sus limitaciones para actuar junto a los<br />
discapacitados (Hsiao, 2002).<br />
La idea que orientó a las reformas buscaba reestructurar<br />
al gobierno de acuerdo con el mercado, maximizando el<br />
comportamiento empresarial de los individuos, lo cual entra<br />
en conflicto con una visión de naturaleza más comunitaria<br />
de igualdad de derecho ante el riesgo y que opera bajo el<br />
mo<strong>del</strong>o <strong>del</strong> aseguramiento universal solidario.<br />
Por su parte, la inversión en el ámbito comunitario no se ha<br />
privilegiado en México en los últimos años; se desconoce<br />
la existencia de programa evaluados –por investigadores<br />
independientes– con recursos que reafirmen sus<br />
capacidades para contribuir, administrar y mantener su<br />
independencia en sus comunidades y que promuevan la<br />
salud como requisito para una vida sin discapacidad.<br />
El acceso al mercado privado de cuidados, que puede actuar<br />
como sustituto, sólo es posible en nuestra realidad para un<br />
pequeño segmento social, pues los costos son muy altos y<br />
falta regulación. La prestación de servicios por el mercado<br />
es una utopía en una sociedad donde casi un tercio de los<br />
adultos mayores viven con menos de dos dólares diarios,<br />
las jubilaciones son muy bajas y solamente una de cada<br />
cinco personas mayores recibe beneficio pensionario. Los<br />
otros dos tercios viven con los hijos e incluso quienes no<br />
lo hacen dependen de ellos económicamente. Las remesas<br />
son otra fuente importante de ingreso y esa siempre es<br />
variable (Jackson, Howe y Strauss, 2006).<br />
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />
Otro aspecto que se debe recordar es la descentralización<br />
y la ausencia de una estrategia de fortalecimiento y<br />
sensibilización de las capacidades regionales. El centro <strong>del</strong><br />
país continúa acumulando las capacidades, los indicadores<br />
y las iniciativas de políticas, aunque los programas de<br />
base comunitaria son locales y requieren información<br />
desagregada. Comprender mejor las formas de organización<br />
comunitaria en zonas rurales y urbanas, la inserción de las<br />
personas mayores en ellas y en la familia, las barreras y las<br />
dificultades para mantenerlos autónomos y participativos,<br />
constituyen un aporte importante para desarrollar una<br />
base de información para crear redes de apoyo con vista a<br />
una continuidad y a un seguimiento en el cuidado donde<br />
participen el gobierno, las organizaciones comunitarias y la<br />
familia.<br />
Hay mucho por realizar en atención al Plan de Acción de la<br />
OPS 2010/2025, que reconoce la necesidad de mayores<br />
esfuerzos, voluntades políticas y, de preferencia, que éstas<br />
sean coordinadas para hacer frente a la magnitud <strong>del</strong><br />
problema.<br />
Parafraseando a Henry Aaron (2002), las políticas que<br />
afectan a las familias, los niños y los adultos jóvenes pueden<br />
tener gran relevancia para la situación <strong>del</strong> adulto mayor.<br />
Creo que lo contrario también ocurre y puede constituir un<br />
argumento importante en contra de las visiones negativas<br />
<strong>del</strong> envejecimiento: estudios demuestran que si las<br />
personas mayores ejercen control <strong>sobre</strong> el ingreso o gozan<br />
de una fuente de ingreso, como las pensiones subsidiadas,<br />
la familia sale de la pobreza y aumentan las posibilidades<br />
de que el ingreso se invierta en cubrir necesidades <strong>del</strong><br />
hogar, como la escolaridad y la salud de los nietos. De<br />
ahí la necesidad de explorar alternativas de políticas de<br />
protección social, así como de abocarse a planificar para<br />
el futuro.<br />
Sin embargo, existen dudas <strong>sobre</strong> si la sociedad mexicana<br />
está planteando la necesidad de resarcir a los individuos y<br />
a sus familias de los beneficios que dejan de recibir cuando<br />
el uso de los recursos <strong>del</strong> sistema de atención público no<br />
es óptimo. Surgen preguntas: ¿Hay una conciencia con<br />
relación al costo social <strong>del</strong> envejecimiento? ¿Se conoce esa<br />
realidad? ¿Se sabe lo que está pasando en los hogares con<br />
los adultos mayores, cómo están conformados? ¿Cuánto<br />
gastan ellos en medicamentos? ¿Existen indicadores<br />
o estudios cualitativos que estén dando cuenta de esa<br />
realidad, de los cambios en la estructura familiar de<br />
133
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
cuidados, <strong>del</strong> impacto de la migración en la estructura<br />
de cuidados de la familia? ¿Se sabe cuál es la mortalidad<br />
y la morbilidad entre los 60 y 80 años en los diferentes<br />
estratos sociales, por género y población rural/urbana?<br />
¿Cómo están siendo atendidos, diagnosticados y cuidados<br />
los adultos mayores en los servicios de salud?<br />
Se carece de muchos indicadores con relación a este grupo<br />
de la población y, en particular, de los que son pobres, los<br />
que están discapacitados y <strong>sobre</strong> la falta de accesibilidad<br />
a los cuidados. También faltan indicadores respecto a los<br />
tipos de servicios de atención de salud disponibles para ese<br />
grupo social y que son básicos para fundamentar mejor la<br />
elaboración de políticas.<br />
4. Servicios de salud, la visión económica<br />
(Mariana López Ortega)<br />
Uno de los mayores retos <strong>del</strong> envejecimiento poblacional<br />
en nuestro país es poder ofrecer servicios sociales y de<br />
salud óptimos que brinden bienestar a este sector de la<br />
población.<br />
Si bien parte de la literatura nacional e internacional en<br />
materia de proyección de costos y demanda de servicios<br />
para los adultos mayores enfatiza la necesidad de enfocar<br />
los esfuerzos hacia servicios preventivos –más económicos,<br />
sin duda– más que hacia los curativos, es inevitable pensar<br />
que el simple incremento en el número de adultos mayores<br />
representará una gran carga adicional a los servicios que<br />
ya son insuficientes y en muchas ocasiones inadecuados.<br />
Para hablar <strong>del</strong> costo de la atención a los adultos mayores<br />
en el país, es necesario reconocer que existen muy pocos<br />
estudios de evaluación económica, incluyendo costo<br />
de la atención. Adicionalmente, al hablar de un tipo<br />
de atención tan amplia que abarca un gran número de<br />
sectores, de padecimientos o especialidades, resulta un<br />
gran reto estimar el costo real de la atención a la salud<br />
de los adultos mayores en la actualidad. Sin embargo, el<br />
esfuerzo de generar estimaciones actuales es indispensable<br />
ya que permitirá contar con un punto de partida hacia la<br />
generación de estimaciones y proyecciones de necesidades<br />
y costos de atención (árboles de decisión, mo<strong>del</strong>os de<br />
Markov) para las próximas décadas.<br />
Los costos de atención a la salud tienen diferentes niveles,<br />
los cuales habrán de considerarse para hacer un buen<br />
134<br />
análisis <strong>sobre</strong> las necesidades particulares de este grupo de<br />
población. Identificar estos costos conlleva pensar en los<br />
siguientes rubros:<br />
•Costos directos de la provisión de los servicios.<br />
•Costos indirectos <strong>del</strong> sector público (sectores de<br />
desarrollo social, DIF, INAPAM, nivel estatal y local,<br />
etc.).<br />
•Costos para la familia: costos indirectos por transporte o<br />
pago de servicios, medicamentos, costos de oportunidad<br />
por realizar cuidados, acompañar a un familiar al médico,<br />
entre otros.<br />
•Costos a la sociedad (por ejemplo, los años de vida<br />
perdidos por discapacidad).<br />
Conocer el costo de los servicios requiere de un “mapeo”<br />
<strong>del</strong> mercado de servicios existente, en el que se defina el<br />
abordaje que se tomará para incluir: rango de servicios<br />
existentes, rango de usuarios, niveles de utilización,<br />
cuentas nacionales/estatales para servicios relacionados,<br />
costos y precios unitarios, número y tipo de recursos<br />
humanos involucrados, fuentes de financiamiento.<br />
A pesar de que se ha avanzado en las fuentes de<br />
información, los métodos cada vez más sofisticados y los<br />
indicadores para establecer los costos de atención a la salud,<br />
se considera que aún hace falta trabajo por hacer. Parte de<br />
ese trabajo incluye refinar y adecuar los indicadores de<br />
pobreza, de discapacidad, de salud y de accesibilidad a los<br />
cuidados, así como la interrelación entre ellos.<br />
En cuanto a los servicios de salud, existe una gran variedad<br />
de instituciones y niveles que dan servicios en general y<br />
a los que tienen acceso los adultos mayores. Se debe<br />
considerar si se debe estimar el costo por institución o por<br />
nivel de aquellos servicios “generales” que usa este grupo<br />
de la población (unidades de medicina familiar o primer<br />
nivel), si se estima el costo de las unidades de atención<br />
geriátrica, servicios de urgencia, etc. Un punto importante<br />
es que estas instituciones tienen catálogos generales de<br />
precios (el IMSS, por ejemplo, tiene el Sistema Único de<br />
Información), los cuales se pueden utilizar como punto de<br />
partida.<br />
Otra rama indispensable que debe incluirse en la reflexión<br />
de los costos a la atención de los adultos mayores se refiere<br />
a los servicios de asistencia social, entre ellos los asilos<br />
(permanentes, para personas dependientes que requieren
asistencia) y centros de día (por unas horas, para adultos<br />
mayores totalmente independientes). Es necesario contar<br />
con estudios que permitan conocer el costo real de prestar<br />
estos servicios actualmente, así como la identificación<br />
y registro de los costos indirectos, donde se incluyan<br />
todas aquellas necesidades insatisfechas que no quedan<br />
cubiertas y que ya representan una carga para las familias<br />
en particular y para la sociedad en general.<br />
5. Costos de atención a la salud para la población<br />
en edades avanzadas: Referencias estadísticas y<br />
bases de proyección<br />
(José Alberto Valencia Armas)<br />
Las estimaciones de costos de atención médica a la salud<br />
para la población en edades avanzadas deben sustentarse<br />
en bases sólidas, no sólo metodológicas, sino también<br />
de registros administrativos de las instituciones públicas<br />
de salud. Esta necesidad se enfrenta al hecho de que el<br />
estudio sistemático de este tema se dificulta por el déficit<br />
de información específica, regular, homogénea y confiable<br />
que permita evaluar su comportamiento.<br />
Este análisis busca ofrecer algunos elementos de juicio<br />
respecto a la idoneidad de algunas estadísticas y bases<br />
de proyección, utilizadas principalmente por el Instituto<br />
Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social (IMSS), para efectos de<br />
contabilizar costos anuales o proyectar erogaciones futuras<br />
respecto a la atención médica de la salud para la población<br />
envejecida.<br />
El IMSS es un referente fundamental por múltiples razones;<br />
una de ellas es que, según estimaciones <strong>del</strong> Cuarto Informe<br />
de Gobierno, en 2010 atenderá a una proporción igual a<br />
42% de la población usuaria de los servicios de salud a<br />
nivel nacional (incluida la asegurada y la no asegurada).<br />
Comportamiento de las erogaciones por atención médica<br />
a la salud<br />
En países miembros de la OCDE, el perfil <strong>del</strong> gasto unitario<br />
anual por grupos de edad (expresado como porcentaje<br />
<strong>del</strong> PIB per cápita) presenta valores elevados en las<br />
primeras etapas de la vida (cero a diez años); después de<br />
estabilizarse un poco (aproximadamente durante 5 años),<br />
aumenta en forma gradual y alcanza valores máximos<br />
en las edades avanzadas. En las proximidades de los 80<br />
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />
años llega nuevamente a una situación de estabilidad y en<br />
algunos casos hasta desciende ligeramente.<br />
Otro elemento importante respecto a la estructura de gastos<br />
por grandes grupos de edad es la relación <strong>del</strong> índice de gasto<br />
unitario para la población de 65 años o más respecto al de<br />
edades menores a ese límite (tomando como base igual a<br />
100 el valor que corresponda al grupo de cero a 64 años o<br />
el de 15 a 64 años). A partir de análisis realizados también<br />
por la OCDE, se advierte que la relación más elevada se<br />
da en países desarrollados como Suiza, Australia, Estados<br />
Unidos, Países Bajos y Japón (con valores <strong>del</strong> índice que<br />
se ubican en un rango de 400 a 479). En el otro extremo<br />
se encuentran Portugal y México (con valores de 169 y<br />
170), aunque para este último la base <strong>del</strong> índice es distinta<br />
(el grupo de 15 a 64 años) (ver gráfica 1).<br />
Gráfica 1. Índice de gastos de atención a la salud para el grupo<br />
de 65 años o más en países miembros de la OCDE (base =100 el<br />
grupo de 0 a 64 años, excepto México que se refiere al grupo de<br />
15 a 64 años). Fuente: Elaboración propia a partir de Ageing in<br />
OECD Countries (1997) y Estudios de la OCDE <strong>sobre</strong> Sistemas<br />
de <strong>Salud</strong>: México”(2005).<br />
En contraste con los dos conceptos antes referidos (perfil<br />
de gastos unitarios por grupo de edad e índice <strong>del</strong> gasto<br />
unitario para 65 años o más), el IMSS utiliza una curva de<br />
gastos unitarios por grupo de edad que no se estabiliza en<br />
edades cercanas a los 80 años, según el Informe al Ejecutivo<br />
Federal y al Congreso de la Unión <strong>sobre</strong> la Situación<br />
Financiera y los Riesgos <strong>del</strong> Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social 2009-2010 (IEF, 2010), sino que mantiene una<br />
tendencia progresiva de aumento (ver gráfica 2), por lo<br />
que al aplicar ese patrón de gastos a una estructura por<br />
edades igual a la estimada por el Consejo <strong>Nacional</strong> de<br />
135
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Gráfica 2. Costos médicos unitarios anuales, promedio y por<br />
grupo edad.<br />
Población (CONAPO) para 2009 (para la población total<br />
<strong>del</strong> país), el índice de gasto unitario anual <strong>del</strong> grupo de 65<br />
años o más, respecto al de cero a 64 años, resulta un valor<br />
de 644, lo cual supera en 34% al nivel que estima la OCDE<br />
para Japón, que es el país con el índice más elevado (479).<br />
Con este patrón de costos unitarios, el IMSS ubica al grupo<br />
de 65 años o más en una posición relativa por arriba de lo<br />
estimado en distintos países desarrollados.<br />
Por otra parte y para efectos de contabilizar el gasto público<br />
en salud, el IMSS incluye el prorrateo de algunos conceptos<br />
como el pago de pensiones a sus propios trabajadores<br />
(régimen de jubilaciones y pensiones, conocido por<br />
sus siglas como RJP). De ese gasto total, una parte le<br />
corresponde al seguro de gastos médicos de pensionados<br />
(GMP). Cabe aclarar que no todos los pensionados son<br />
de la tercera edad, ya que hay otros tipos de pensiones,<br />
como invalidez, riesgos de trabajo, viudez y ascendencia,<br />
cuyo número es similar a las de cesantía y vejez. Sería muy<br />
conveniente conocer cuántos de ellos son personas de<br />
edad avanzada, pues seguramente su porcentaje superaría<br />
al 51% que se puede calcular de manera directa para 2009<br />
(solamente de las pensiones de cesantía y vejez).<br />
El porcentaje con que se ha afectado al ramo de GMP<br />
en el periodo 1997-2009 por efectos <strong>del</strong> RJP ha tenido<br />
variaciones que no se corresponden con un patrón definido<br />
(ver gráfica 3), por lo que resulta cuestionable la forma<br />
como se realiza este prorrateo. Además, la magnitud <strong>del</strong><br />
impacto es significativa puesto que los pagos <strong>del</strong> RJP han<br />
crecido de manera muy acelerada (a una tasa de 22.3%<br />
real en el periodo 1997-2009), las obligaciones futuras<br />
por este concepto constituyen el pasivo más cuantioso<br />
<strong>del</strong> IMSS (1.853 billones de pesos) y, de continuar con la<br />
136<br />
Gráfica 3. Porcentaje de las erogaciones anuales <strong>del</strong> RJP<br />
prorrateadas a Gasto Médico de Pensionados. Fuente: Estado<br />
de Ingresos y Gastos por Ramo de Seguro (distintos años).<br />
Memoria Estadística 2009. IMSS (2010).<br />
práctica actual, una parte de las erogaciones se registraría<br />
como si se tratara de un beneficio directo a la población en<br />
edades avanzadas, aunque no medie acción médica alguna.<br />
Para dar una idea de la magnitud en números absolutos de<br />
las afectaciones recientes por efecto <strong>del</strong> RJP, <strong>del</strong> pago total<br />
de pensiones a trabajadores <strong>del</strong> IMSS por 32 844 millones<br />
de pesos en 2009, se cargaron al ramo de GMP 6 734<br />
millones de pesos (20.5%).<br />
Esperanza de vida de la población pensionada<br />
El IMSS utiliza dos bases biométricas para proyectar las<br />
erogaciones de largo plazo, según lo describe en el IEF<br />
2010. Una de ellas es la de <strong>sobre</strong>vivencia de pensionados<br />
cuyas probabilidades se establecen en la Circular S-22.2<br />
emitida el 19 de noviembre de 2009 por la Comisión<br />
<strong>Nacional</strong> de Seguros y Fianzas (CNSF, 2009).<br />
Las probabilidades contenidas en la circular citada son de<br />
carácter obligatorio para efectos de los cálculos que se<br />
realicen para quienes estén sujetos a las nuevas condiciones<br />
para pensionarse según las reformas a las leyes <strong>del</strong> IMSS<br />
(en 1995) e ISSSTE (en 2007) y de facto se convierten<br />
en la referencia oficial respecto a las esperanzas de vida de<br />
la población nacional, para efectos de la seguridad social.<br />
No obstante que se trata de una referencia oficial, el<br />
comportamiento que se observa en la mortalidad entre<br />
hombres y mujeres da la impresión que se trata de grupos<br />
poblacionales distintos. Por otra parte, lo que tiene mayor<br />
repercusión para efectos de costo son, de hecho, las<br />
esperanzas de vida que rebasan ampliamente las estimadas<br />
incluso para países desarrollados, según cálculos de las<br />
Naciones Unidas.
En términos más puntuales y con base en referencias<br />
nacionales, los 20.91 años de esperanza de vida que<br />
resulta para los hombres en 2009 según las tablas de la<br />
CNSF, supera en 24.3% a los 16.81 años estimados<br />
por el CONAPO para el periodo 2020-2025. Para el<br />
caso de las mujeres, la comparación, con base en las<br />
mismas referencias, es de 23.59 contra 18.36 años, de<br />
lo que resulta una diferencia porcentual de 28.5%. Estos<br />
porcentajes tendrían un efecto más que proporcional en<br />
los costos de atención a la salud, si se aplicara un perfil<br />
de costos progresivos en función de la edad como el que<br />
utiliza el IMSS.<br />
Revelación de las obligaciones por atención a la salud de la<br />
población pensionada<br />
El IMSS no incluye dentro <strong>del</strong> renglón de pasivos de sus<br />
estados financieros la estimación actual de las erogaciones<br />
futuras para la atención médica de la salud de los<br />
pensionados. No obstante, en el IEF 2010 se consigna el<br />
valor <strong>del</strong> pasivo neto por este concepto para los próximos<br />
50 años (descontando futuras aportaciones), que es de<br />
5.2 billones de pesos y equivale a 3 veces el monto <strong>del</strong><br />
pasivo neto <strong>del</strong> RJP, lo que destaca la gran importancia<br />
de este concepto y de que su cálculo se haga de la mejor<br />
manera posible. Las conclusiones de este apartado señalan<br />
que los costos unitarios anuales de atención a la salud que<br />
fueron utilizados en las proyecciones <strong>del</strong> IMSS superan<br />
significativamente el nivel que estiman diversas naciones<br />
de la OCDE y (probablemente) <strong>sobre</strong>estiman el gasto en<br />
las edades avanzadas.<br />
El prorrateo <strong>del</strong> gasto de pensiones de los trabajadores <strong>del</strong><br />
IMSS (RJP) a los gastos médicos de pensionados incide<br />
tanto en un registro de gastos como en un pasivo que están<br />
ambos desvinculados de la atención directa a la salud.<br />
El efecto de utilizar en las proyecciones de largo plazo<br />
las esperanzas de vida conforme a la Circular S-22.2 de<br />
la CNSF da lugar a elevados niveles de gasto por el doble<br />
efecto de más años de vida en edades avanzadas y costos<br />
progresivos en función de la edad.<br />
Ante la insuficiencia de reservas y de mecanismos<br />
financieros para solventar los gastos de atención a la<br />
salud para población envejecida y la magnitud de tales<br />
obligaciones, se advierte una situación muy complicada para<br />
que las instituciones gubernamentales (particularmente el<br />
IMSS) puedan enfrentar el reto por sí mismas.<br />
CONCLUSIONES GENERALES<br />
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN<br />
Los temas expuestos no son exhaustivos, sino que<br />
pretenden llamar la atención <strong>sobre</strong> la interacción entre<br />
el envejecimiento y la salud desde cinco perspectivas y<br />
problemáticas distintas. A continuación se mencionan las<br />
principales conclusiones <strong>del</strong> grupo respecto a lo abordado<br />
en la mesa.<br />
El grupo de adultos mayores es el más heterogéneo tanto<br />
en sus condiciones económicas, sociales, familiares y de<br />
salud, pues la cantidad y naturaleza de sucesos vividos los<br />
hace profundamente diferentes entre sí.<br />
Cada vez con mayor fuerza se advierte <strong>sobre</strong> las<br />
consecuencias a medio y largo plazo que tendrá el proceso<br />
de envejecimiento demográfico en México, con cambios<br />
en las demandas sociales, en las relaciones familiares y<br />
en las presiones económicas y de salud que tendrán que<br />
enfrentar las familias y las instituciones públicas. Aumenta<br />
así la importancia <strong>del</strong> tema <strong>del</strong> envejecimiento en los<br />
foros académicos y gubernamentales para conocer las<br />
características de este grupo de población.<br />
En las edades avanzadas, la presencia de enfermedades<br />
crónicas hace que las tasas de morbilidad sean mayores y<br />
que se requiera de una mayor atención médica. La escasez<br />
de recursos y el incremento de la población envejecida<br />
imponen severas dificultades para los sistemas de salud.<br />
Respecto al estado de salud en las edades avanzadas,<br />
algunas investigaciones (Viveros, 2001; Palloni, Pinto y<br />
Peláez, 2002) señalan que en el futuro próximo, el estado<br />
de salud y las limitaciones funcionales entre la población<br />
envejecida podrían empeorar o que, en todo caso, el<br />
aumento absoluto y relativo de la población de 60 años y<br />
más, y especialmente de los más viejos, repercutirá en un<br />
aumento sostenido en demandas de atención a la salud. En<br />
ese sentido, Ham Chande (2003) señala que el aspecto<br />
<strong>del</strong> envejecimiento que tendrá las mayores consecuencias<br />
en lo económico y en lo social será el relacionado con<br />
morbilidad y la no letalidad de las enfermedades y, por lo<br />
tanto, es el que impondrá los mayores retos.<br />
137
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Ante estos hechos, se propone realizar un análisis mucho<br />
más profundo. Si las personas mayores de 60 años se<br />
reportan como los responsables de las altas tasas de uso<br />
de servicios de salud, es muy probable que las causas se<br />
deriven de la incapacidad <strong>del</strong> propio sistema de salud de<br />
responder a las necesidades de los ancianos. Se desconoce<br />
cuál ha sido y será el curso de las tasas de discapacidad en<br />
ancianos y si los gastos en salud se incrementan debido a<br />
la cercanía a la muerte o por la edad misma.<br />
Por lo tanto, es indispensable analizar el efecto<br />
independiente de las enfermedades crónicas y <strong>del</strong><br />
envejecimiento; tomando en consideración diferentes<br />
escenarios que integren control y descontrol de la<br />
enfermedad, el incremento en costos de tecnología,<br />
incluidos medicamentos y las hospitalizaciones; además<br />
se debe analizar aquella proporción de ancianos que se<br />
mantienen funcionales y en buen estado de salud contra<br />
aquella proporción mucho menor de severa discapacidad.<br />
En cuanto al papel <strong>del</strong> individuo y la familia en los costos<br />
de atención a la salud, existe hoy una discrepancia entre<br />
la estructura emergente de necesidades y la organización<br />
sociosanitaria. No estamos frente a un fenómeno transitorio<br />
y la suscripción individual de planes de pensiones y salud y la<br />
prestación de servicios por el mercado o la “familiarización”<br />
de las responsabilidades <strong>del</strong> bienestar social, pueden<br />
tener un costo tan alto como su colectivización (Esping-<br />
Andersen, 2001). Conocer la naturaleza, la dimensión y<br />
el significado de estos costos sociales <strong>del</strong> envejecimiento<br />
para los individuos y la familia, y lo que pueden representar<br />
de una generación a otra, hace necesario impulsar políticas<br />
capaces de eliminar incertidumbres, riesgos y aliviar la carga<br />
social internalizada por los hogares y garantizar un mejor<br />
bienestar social en un marco de justicia social. Es urgente<br />
promover proyectos de investigación capaces de generar<br />
nuevos conocimientos en torno a esa realidad, y que sean<br />
investigaciones articuladas con las instancias públicas y de<br />
la sociedad civil, nacionales, de los estados y municipios,<br />
de forma tal que se involucre a actores que, con diferentes<br />
perspectivas, participan e influyen en la toma de decisiones<br />
y en la puesta en marcha de las mismas.<br />
Es importante realizar estudios <strong>sobre</strong> este tema ya que nos<br />
permitirá analizar y planificar los costos actuales y futuros, lo<br />
que hará posible la elaboración de medidas para determinar<br />
la cantidad, calidad y distribución de los servicios de salud<br />
138<br />
para establecer equipos interdisciplinarios necesarios para<br />
analizar el impacto de los costos en la atención a la salud.<br />
En los servicios de salud surgen algunas preguntas: ¿Cómo<br />
incluimos el costo (individual, a nivel hogar y social) de<br />
que un importante número de personas en edad productiva<br />
dejen el trabajo, los estudios, etc., por cuidar a un padre,<br />
abuelo, que requiere atención personal o de salud? ¿Cómo<br />
tomar en cuenta el costo general de lo que implican los<br />
cuidados informales que ahora se realizan en el hogar?<br />
¿Cómo estimar el costo de la ausencia de los cuidadores<br />
informales en el futuro?<br />
ACCIONES A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO<br />
En el corto plazo se acordó una reunión con los expertos de<br />
la mesa para dar seguimiento a los temas expuestos.<br />
En el mediano y largo plazo se pretende concretar un<br />
proyecto de investigación cuyo objetivo principal se centre<br />
en los costos de atención a la salud y envejecimiento.<br />
También se planteó la conveniencia de que el Instituto de<br />
Geriatría encabece un esfuerzo para homologar las bases<br />
biométricas, parámetros e hipótesis que se utilizan tanto<br />
para efecto de registro de las erogaciones por atención<br />
médica a la salud de la población en edades avanzadas,<br />
como para las proyecciones de largo plazo.<br />
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139
GRUPO DE TRABAJO<br />
Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados<br />
de largo plazo para adultos<br />
mayores en México<br />
Coordinador:<br />
Carlos D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers,<br />
Hospital ABC<br />
Relatora:<br />
Mariana López Ortega,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
Abel Barragán Berlanga,<br />
Instituto Tecnológico y de Estudios<br />
Superiores de Monterrey<br />
Ivonne Becerra Laparra,<br />
Hospital Médica Sur<br />
Miguel Flores Castro,<br />
Hospital Civil de Guadalajara<br />
Carmen García Peña,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Fabián Gutiérrez Ross,<br />
Grupo EULEN-México<br />
Víctor López Segura,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Alejandro Montiel,<br />
Hospital Español<br />
Luz Esther Rangel López,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas<br />
Mayores<br />
Irán Roldán de la O,<br />
Servicios de <strong>Salud</strong> Pública,<br />
Gobierno <strong>del</strong> Distrito Federal<br />
Pedro Valdés Corchado,<br />
Instituto para la Atención de los Adultos<br />
Mayores, Gobierno <strong>del</strong> Distrito Federal<br />
Sergio Valdés Rojas,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas<br />
Mayores
INTRODUCCIÓN<br />
Para el año 2050, se espera que México complete su<br />
proceso de transición demográfica, lo cual implicará<br />
que aproximadamente uno de cada cuatro mexicanos<br />
tenga 60 años y más (Partida Bush, 2004). En los<br />
últimos cincuenta años, la esperanza de vida se ha más<br />
que duplicado al pasar de 36.9 años para las mujeres<br />
y 34.9 para los hombres en 1950 a 77.8 y 73.1 años,<br />
respectivamente, en 2010 (CONAPO, 2010). Sin duda,<br />
esto es el resultado <strong>del</strong> éxito de distintas políticas de salud,<br />
seguridad social y desarrollo social llevadas a cabo desde<br />
inicios <strong>del</strong> siglo pasado, las cuales a su vez implican grandes<br />
y muy diversos retos para los sistemas de atención social<br />
y de salud, para las familias y para la sociedad en general.<br />
Como la mayoría de los países de América Latina, México<br />
experimenta lo que los expertos llaman una transición<br />
epidemiológica mixta, con una creciente prevalencia de<br />
enfermedades crónicas y una marcada disminución en<br />
enfermedades infecto-contagiosas en algunas regiones<br />
<strong>del</strong> país, a la vez que padece de tasas de incidencia de<br />
enfermedades infecto-contagiosas moderadas y altas en<br />
otras regiones. Estas diferencias entre estados/regiones<br />
y ámbitos –urbano y rural–, se deben en mayor medida<br />
a retrasos en el crecimiento económico y marcadas<br />
inequidades en desarrollo social y económico (Palloni,<br />
Pinto-Aguirre y Peláez, 2002).<br />
Las estrategias de atención y servicios especializados para<br />
adultos mayores en México son escasas y están atomizadas<br />
entre las diferentes instituciones que las brindan. En<br />
cuestiones de salud, por ejemplo, los adultos mayores<br />
tienen acceso a los servicios al igual que el resto de los<br />
grupos de población, a través <strong>del</strong> sistema de salud formado<br />
por las instituciones de seguridad social, la Secretaría de<br />
<strong>Salud</strong> y el sector privado (lucrativo y no lucrativo). Sin<br />
embargo, en cuanto a servicios de cuidados de largo plazo<br />
y otros servicios sociales, la disponibilidad es escasa.<br />
La Organización Mundial de la <strong>Salud</strong> (WHO, por sus siglas<br />
en inglés) define los cuidados de largo plazo (long-term<br />
care) como aquellos cuidados que se realizan ya sea en<br />
instituciones o en el hogar, de manera formal –con un<br />
costo o pago por el servicio– o informal –sin ninguna<br />
contribución o pago– para aquellos que no son capaces de<br />
realizar el autocuidado o cuidarse de manera independiente<br />
142<br />
en el largo plazo. Estos cuidados pueden ser realizados ya<br />
sea por cuidadores formales-profesionales o cuidadores<br />
informales (familia, amigos, vecinos, etc.), e incluye una<br />
gran variedad de servicios como cuidados personales, apoyo<br />
con actividades instrumentales de la vida diaria, cuidados<br />
médicos especializados, entre otros (WHO, 2002).<br />
Tomando en cuenta esta definición, es claro que los<br />
servicios públicos de este tipo en México son escasos. Las<br />
prácticas de atención a los adultos mayores que hasta hoy<br />
se han establecido en el país son esfuerzos fragmentados<br />
que generalmente no surgieron de una planeación<br />
conceptual y estratégica basada en necesidades, de las<br />
cuales no tenemos prácticamente ninguna evaluación para<br />
conocer sus costos y beneficios, ni su impacto real en el<br />
bienestar de los adultos mayores. Por otro lado, gran parte<br />
de la responsabilidad y carga de servicios personales, apoyo<br />
en actividades instrumentales e incluso servicios médicos<br />
básicos se realiza en los hogares por familiares, vecinos o<br />
amigos. Si bien este apoyo ha resultado fundamental en la<br />
salud y bienestar de los adultos mayores, es probable que<br />
factores sociales tales como los cambios en la estructura<br />
de los hogares y la migración ocasionen que en el futuro<br />
cercano muchos adultos y adultos mayores no cuenten con<br />
el apoyo que requieren (Zúñiga Herrera y García, 2008).<br />
Adicionalmente, el sector privado (lucrativo y no lucrativo)<br />
ha desarrollado algunos servicios, <strong>sobre</strong> todo centros de<br />
día, albergues, asilos o residencias para adultos mayores<br />
sanos. Estos establecimientos ofrecen desde actividades<br />
recreativas, promoción de la salud y puntos de encuentro<br />
entre los mayores, hasta servicios de institucionalización<br />
que incluyen estancia, comidas, servicios médicos, etc.,<br />
y en general admiten únicamente a personas que aún se<br />
encuentran en buen estado de salud. Los servicios de este<br />
tipo que se ofrecen dentro <strong>del</strong> sector privado-lucrativo, al<br />
igual que los de salud, sólo son accesibles a un porcentaje<br />
muy pequeño de la población. Finalmente, algunas<br />
instituciones públicas como el Sistema <strong>Nacional</strong> para el<br />
Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y los gobiernos<br />
locales ofrecen albergues para personas en condiciones de<br />
abandono.<br />
Desafortunadamente, los sectores de salud y desarrollo<br />
social no han avanzado en regular o generar normas que<br />
establezcan claramente los lineamientos o requerimientos<br />
bajo los cuales estas instituciones deben funcionar.
Además, tampoco existen lineamientos ni estrategias<br />
de supervisión de los mismos. Al no haber un directorio<br />
o padrón integral de las instituciones o establecimientos<br />
que brindan servicios a adultos mayores –ni a nivel<br />
nacional ni estatal/municipal– tanto los usuarios como las<br />
autoridades carecen de información <strong>sobre</strong> las instituciones<br />
más allá de sus datos de contacto y los servicios básicos<br />
que proporcionan.<br />
En otros países donde el proceso de envejecimiento<br />
inició hace décadas se han generado distintas estrategias<br />
y programas de atención para adultos mayores. Desde<br />
estrategias que implican la institucionalización de las<br />
personas sólo por llegar a cierta edad, sin importar su<br />
estado de salud, hasta otros que focalizan sus esfuerzos<br />
en llevar servicios a los hogares para mantener a los<br />
adultos mayores independientes y semindependientes<br />
viviendo en su comunidad. En general, las estrategias<br />
menos medicalizadas y enfocadas a una atención en el<br />
hogar requieren menores costos y mayor satisfacción de<br />
los adultos mayores que las opciones de hospitalización e<br />
institucionalización.<br />
Por lo anterior, es claro que en México resulta indispensable<br />
comenzar la planeación de estrategias de atención para<br />
los adultos mayores. Reconociendo que no hablamos<br />
de una población homogénea, sino de un mosaico de<br />
infinitas combinaciones y características, será necesario<br />
pensar en estrategias diversificadas que puedan dar<br />
atención tanto a adultos mayores que están sanos,<br />
como a aquellos que presentan cuadros de comorbilidad,<br />
enfermedad, discapacidad, etc. Adicionalmente, se deberá<br />
pensar en estrategias y programas que permitan atender<br />
a adultos mayores que se encuentran en condiciones de<br />
vulnerabilidad, pobreza y exclusión social.<br />
OBJETIVOS DE LA MESA<br />
1. Reflexionar <strong>sobre</strong> el mo<strong>del</strong>o ideal de atención a los<br />
adultos mayores, en especial el referido a cuidados<br />
prolongados.<br />
2. Identificar distintos servicios de cuidados prolongados<br />
que presten atención ya sea en el hogar, en residencias,<br />
en hospitales para enfermos crónicos, etc.<br />
3. Identificar y definir el tipo y forma de los distintos apoyos<br />
sociales y personales que deberían establecerse para<br />
alcanzar la mejor calidad de vida posible en las personas<br />
MODELOS DE ATENCIÓN Y CUIDADOS DE LARGO PLAZO<br />
adultas mayores, lograr que sean independientes el<br />
mayor tiempo posible y, fundamentalmente, tener un<br />
impacto positivo en su bienestar.<br />
TRABAJO DEL GRUPO<br />
Como parte <strong>del</strong> trabajo <strong>del</strong> grupo de invitados, se<br />
presentaron algunas propuestas de mo<strong>del</strong>os adecuados<br />
de atención para adultos mayores. Los participantes<br />
ofrecieron recomendaciones generales, así como algunas<br />
propuestas más desarrolladas.<br />
Un acuerdo generalizado fue la necesidad de lograr atención<br />
universal para los adultos mayores, basada en estrategias<br />
nuevas establecidas de acuerdo con distintos niveles de<br />
necesidad <strong>del</strong> adulto mayor y, por ende, de acuerdo con<br />
diversas características y niveles de complejidad en el<br />
cuidado o servicio a proveer.<br />
Así, se deberán generar programas de atención que cubran<br />
desde el individuo robusto hasta el más frágil, acorde<br />
con sus necesidades y con programas para condiciones<br />
específicas como la demencia. Es necesario también que<br />
las instituciones públicas y de seguridad social desarrollen<br />
esquemas de financiamiento innovadores para proveer<br />
servicios de atención de largo plazo a adultos mayores<br />
con dependencia moderada o severa y que no cuenten<br />
con redes sociales de apoyo. Finalmente, se recomendó<br />
el establecimiento de servicios basados en la valoración<br />
gerontológica y que se adapten a las necesidades <strong>del</strong> adulto<br />
mayor y sus redes de apoyo informal.<br />
Las propuestas presentadas mencionan la necesidad de<br />
generar mo<strong>del</strong>os de atención con un enfoque preventivo, de<br />
promoción de la salud, así como de prevención o eliminación<br />
de riesgos y hábitos no saludables relacionados con<br />
enfermedades crónico-degenerativas y sus consecuencias.<br />
Para esto se propone realizar campañas más efectivas de<br />
información y de promoción <strong>del</strong> autocuidado y de los estilos<br />
de vida saludable, enfocados no solamente a la adultez<br />
mayor sino también a etapas tempranas, de tal manera<br />
que se alcance el objetivo de contar con una población que<br />
envejezca de forma saludable.<br />
Como punto importante, los expertos coinciden en<br />
la creación de estrategias de apoyo para los cuidados<br />
prolongados que los familiares llevan a cabo en el hogar.<br />
143
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Dichas estrategias deberán planearse también de acuerdo<br />
con las necesidades de cada individuo, es decir, desde<br />
aquellos que sólo requieren apoyo en alguna actividad<br />
instrumental hasta quienes requieren cuidados mayores,<br />
tratando de evitar su institucionalización. Esto se pudiera<br />
lograr mediante la generación de programas de atención<br />
médica domiciliaria por una parte y, por otra, mediante<br />
el apoyo a y la coordinación con las residencias de día,<br />
albergues, asilos, etc.<br />
En cuanto a los programas de atención domiciliaria, se<br />
requerirá ofrecer información generalizada en los hogares<br />
<strong>sobre</strong> la importancia de tener hábitos saludables para lograr<br />
un envejecimiento exitoso. Para aquellos que ya tienen un<br />
familiar enfermo al que tienen que cuidar, se requieren, por<br />
una parte, esfuerzos de capacitación <strong>sobre</strong> la enfermedad<br />
<strong>del</strong> paciente, la esperada progresión de la misma, los<br />
cuidados necesarios y la forma adecuada de realizarlos,<br />
de preferencia con capacitación en el hogar por personal<br />
calificado (enfermeras) para lograr la mejor transferencia<br />
<strong>del</strong> conocimiento.<br />
Por otra parte, se requerirá de apoyo (monetario, mobiliario,<br />
recursos humanos) para los pacientes agudos o en estado<br />
terminal, ya que son quienes ocasionan mayor carga en los<br />
hogares, tanto económica como emocional. Finalmente,<br />
en cuanto al apoyo a los familiares, se podrá pensar en<br />
estrategias de apoyo a los cuidadores con actividades o<br />
días de respiro, terapia o grupos de apoyo.<br />
Se consideró como prioridad el trabajo y coordinación con<br />
las instituciones que brindan apoyo a los adultos mayores<br />
que no tienen un hogar o que ya no pueden vivir de forma<br />
independiente para garantizar el bienestar de quienes ya<br />
se encuentran en estas instituciones, ya que es de esperar<br />
que éstas se requieran en mayor número en un futuro ya<br />
no lejano.<br />
A continuación se presentan, a manera de resumen,<br />
distintas recomendaciones de atención por nivel de<br />
necesidad o dependencia y por tipo de servicios que se<br />
prestarían conforme a los trabajos presentados.<br />
144<br />
1. Atención a individuos con nivel de dependencia<br />
bajo<br />
Intramuros: Enfoque preventivo y de promoción a la salud<br />
en el primer nivel de atención; capacitación en Geriatría<br />
a médicos <strong>del</strong> primer nivel (medicina general y medicina<br />
familiar) para lograr una mejor atención acorde con las<br />
necesidades y complejidad <strong>del</strong> paciente geriátrico.<br />
Extramuros: Campañas de información en autocuidado y<br />
hábitos saludables; apoyo en el domicilio; desmedicalización<br />
y desinstitucionalización de los servicios de atención<br />
primaria, insertando a la enfermera gerontóloga para que<br />
realice visitas domiciliarias (salud pública preventiva y<br />
seguimiento a pacientes); visitas o campañas en centros de<br />
día a los que acuden los adultos mayores independientes;<br />
actividades para los adultos mayores que les permitan<br />
continuar siendo miembros activos de su comunidad.<br />
2. Atención a individuos con nivel de dependencia<br />
medio<br />
Intramuros: Incorporación de médicos geriatras que<br />
apoyen en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes<br />
hospitalizados que presenten síndromes geriátricos<br />
adicionales al motivo de internamiento; identificación de<br />
pacientes que no cuenten con redes de apoyo para poder<br />
brindarles el apoyo que requieren; vigilancia de síntomas de<br />
riesgo: caídas, fragilidad, etc.<br />
Extramuros: Desarrollo de servicios en el domicilio con<br />
insumos como la teleasistencia, apoyo en el hogar con<br />
mobiliario o accesorios que faciliten la accesibilidad y<br />
movilidad. Asimismo, apoyo con visitas médicas y/o<br />
de enfermería especializada en Gerontología-Geriatría<br />
o cuidadores (profesionalización de servicios) según lo<br />
requiera el adulto mayor. Establecer (o fortalecer) mo<strong>del</strong>os<br />
de atención hospitalaria para pacientes agudos tales como<br />
hospitales de día, hospital en casa y rehabilitación en el<br />
domicilio.<br />
3. Atención a individuos con nivel de dependencia<br />
alto<br />
Intramuros: Implementar servicios de alta especialidad<br />
en Geriatría en las unidades hospitalarias de tercer nivel;<br />
establecer o fortalecer clínicas y/o hospitales de día,
servicios de hospital en casa para enfermos terminales,<br />
servicios de residencia de noche y servicios de rehabilitación<br />
o larga estancia para pacientes crónicos y agudos.<br />
Extramuros: Atención domiciliaria basada en apoyo con<br />
infraestructura, mobiliario o aparatos para enfermos agudos<br />
o terminales, apoyo de cuidadores en casa y servicios<br />
médicos y de enfermería especializados.<br />
Los integrantes de este grupo de trabajo pertenecen<br />
a diversas instituciones y tienen gran variedad de<br />
experiencias profesionales. A los invitados iniciales, se<br />
sumaron investigadores de gran trayectoria, representantes<br />
de instituciones privadas, funcionarios de instituciones<br />
públicas tanto a nivel federal como local, directivos de<br />
hospitales, universidades, y de otras instituciones que<br />
brindan servicios para adultos mayores.<br />
Dentro <strong>del</strong> grupo ampliado de asistentes a las jornadas de<br />
trabajo de la mesa se contó con colegas de cinco estados<br />
de la república: Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Estado de<br />
México, Baja California y el Distrito Federal.<br />
Otro punto que se discutió ampliamente fue la conveniencia<br />
de trabajar en la identificación de las necesidades en<br />
cuanto a recursos humanos, materiales y financieros<br />
requeridos para lograr servicios óptimos de acuerdo con<br />
el tipo de servicio y la población objetivo que se atiende,<br />
para elaborar, a partir de manuales o “guías de atención<br />
y cuidado”, así como una estrategia de evaluación de<br />
impacto y de costo-beneficio que permitan dar continuidad<br />
a los servicios, supervisarlos y, de ser necesario, identificar<br />
necesidades o cambios requeridos y posibles formas de<br />
apoyo para que logren dichos cambios.<br />
REFLEXIONES SOBRE EL TRABAJO DEL GRUPO<br />
EN EL MEDIANO Y LARGO PLAZO<br />
Derivado de la discusión y reflexiones <strong>del</strong> grupo, se<br />
estableció la conveniencia de trabajar por la obtención<br />
de un padrón de instituciones que brindan atención a los<br />
adultos mayores fuera de los servicios médicos, es decir,<br />
asilos, centros de día, residencias de larga estadía, etc.<br />
Si bien el Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas<br />
Mayores (INAPAM) ha iniciado un esfuerzo de registro<br />
voluntario de organizaciones en su sitio de internet, la<br />
MODELOS DE ATENCIÓN Y CUIDADOS DE LARGO PLAZO<br />
información solicitada es básica incluyendo solamente<br />
información de contacto (dirección, teléfono, etc.), horario<br />
de atención, servicios ofrecidos y los datos <strong>del</strong> responsable<br />
de la organización.<br />
Se discutió la preocupación por complementar esta<br />
información, así como lo poco que hasta ahora se sabe de<br />
algunos centros o de lo que se puede obtener de manera<br />
pública (a través de las páginas de internet, por ejemplo).<br />
De tal forma, como primer punto de acuerdo se estableció<br />
la necesidad de contar con un diagnóstico integral de<br />
los servicios que actualmente están disponibles, tanto<br />
en el ámbito público como en el privado (lucrativo y<br />
no lucrativo), así como su impacto en la atención y,<br />
finalmente, en el bienestar de los adultos mayores <strong>del</strong> país.<br />
De igual manera, se consideró indispensable determinar<br />
sus costos y el impacto que tienen en el bienestar de los<br />
adultos mayores. Será necesario definir lo anterior tanto<br />
para cuidados en instalaciones médicas, e instituciones de<br />
larga estancia, como en el hogar.<br />
Lo anterior permitirá a los adultos mayores, sus familiares,<br />
los médicos y otros prestadores de servicios contar con un<br />
“padrón” de referencia que se pueda utilizar para obtener<br />
información de los servicios disponibles o como punto<br />
de referencia para el personal de salud, seguridad social y<br />
desarrollo social que trabaja con adultos mayores.<br />
En este sentido, se decidió trabajar en un cuestionario para<br />
recopilar la información necesaria que permita formular<br />
este padrón de instituciones. Asimismo, se discutirán<br />
entre los integrantes <strong>del</strong> grupo, las distintas opciones<br />
para el levantamiento de la información. Se espera que<br />
el cuestionario cuente, por lo menos, con la siguiente<br />
información: ficha de identificación y datos generales, tipo<br />
de financiamiento, características de la población que se<br />
atiende, características de ingreso/atención, servicios que<br />
proporciona, infraestructura y recursos humanos con que<br />
cuenta.<br />
Sobre la necesidad de contar con “guías” o “manuales”<br />
de atención a adultos mayores, de aplicación por parte de<br />
las instituciones de salud y de asistencia social de todo<br />
el país, se discutió la importancia de contar con alguna<br />
modalidad de “certificación” de estas instituciones, no<br />
con el afán de sancionar sino de homologar los servicios,<br />
145
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
identificar necesidades y posibles opciones para apoyarlas,<br />
y fundamentalmente, para asegurar el bienestar de los<br />
adultos mayores que en ellas se atienden.<br />
Un resultado concreto <strong>del</strong> trabajo <strong>del</strong> grupo fue la<br />
conformación de cuatro subgrupos que se ocuparán<br />
de identificar las características que deben de tener los<br />
servicios ofrecidos a los adultos mayores con la finalidad<br />
de comenzar el trabajo de guías o lineamientos básicos<br />
necesarios para la operación de cada tipo de servicio/<br />
institución. Se definieron responsables para cada uno de<br />
los subgrupos. A cada grupo se podrán sumar personas<br />
o expertos dispuestos a aportar sus conocimientos y<br />
experiencias.<br />
Tras discutir la necesidad de definir el concepto de cuidados<br />
de largo plazo, se acordó considerarlos como un continuo<br />
de la atención <strong>del</strong> adulto mayor, donde el nivel de atención<br />
varía y cambia de acuerdo con las condiciones sociales y de<br />
salud particulares <strong>del</strong> individuo.<br />
Se consideraron cuatro formas de atención a partir de los<br />
cuales se crearon cuatro grupos:<br />
1. Hospitalaria (rehabilitación, cuidados terminales<br />
especiales)<br />
2. Residenciales (residencias, casas de reposo, albergues,<br />
asilos, etc.)<br />
3. Servicios diurnos (centros de día, clubes de la tercera<br />
edad, centros especializados, por ejemplo, de<br />
Alzheimer)<br />
4. Atención domiciliaria<br />
Los subgrupos tendrán la labor de definir las características<br />
de cada una de las alternativas de cuidado, realizar<br />
una definición de los diferentes espacios de servicios,<br />
especificar las características de las personas que laboran<br />
en dichas áreas y las instalaciones de las mismas, así como<br />
especificaciones particulares que se consideren necesarias.<br />
Esto sin olvidar los aspectos de evaluación de los mismos,<br />
con la finalidad de contar con una especie de lineamientos<br />
o guías de mejores prácticas en dichas instituciones.<br />
146<br />
REFERENCIAS<br />
Brodsky, J., Habib, J. y M.J. Hirschfeld (eds.) (2002).<br />
Long-term Care in Developing Countries: Ten<br />
Cases Studies. Ginebra, World Health Organization<br />
(Collection on long-term care).<br />
Brodsky, J., Habib, J. y M.J. Hirschfeld (eds.) (2003). Key<br />
policy issues in long-term care. Ginebra, World Health<br />
Organization (Collection on long-term care).<br />
CONAPO (2010). En 2010, la esperanza de vida de los<br />
mexicanos es de 75 años. Boletín 05/2010. Consejo<br />
<strong>Nacional</strong> de Población, México, 7 de abril.<br />
Palloni, A., Pinto-Aguirre, G. y Peláez, M. (2002).<br />
Demographic and Health Conditions of Ageing in<br />
Latin America and the Caribbean. International<br />
Journal of Epidemiology, 31, pp. 762-71.<br />
Partida Bush, V. (2004). La transición demográfica y<br />
el proceso de envejecimiento en México. En: La<br />
situación demográfica de México. México, Consejo<br />
<strong>Nacional</strong> de Población.<br />
Zúñiga Herrera, E. y García, J. E. (2008). El envejecimiento<br />
demográfico en México. Principales tendencias y<br />
características. En: La situación demográfica de<br />
México 2008, México: Consejo <strong>Nacional</strong> de Población,<br />
pp. 93-100.
GRUPO DE TRABAJO<br />
Familias y relaciones de género<br />
e intergeneracionales de frente<br />
al envejecimiento demográfico:<br />
Efectos en la salud de hombres<br />
y mujeres adultos mayores<br />
Coordinadora:<br />
Verónica Montes de Oca Zavala,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />
Relatora:<br />
Liliana Giraldo Rodríguez,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Expertos:<br />
Ma. Concepción Arroyo Rueda,<br />
Universidad Juárez <strong>del</strong> Estado de Durango<br />
María <strong>del</strong> Rocío Enríquez Rosas,<br />
ITESO-Universidad Jesuita de Guadalajara<br />
Juan Guillermo Figueroa Perea,<br />
El Colegio de México<br />
Sagrario Garay Villegas,<br />
Universidad Autónoma de Nuevo León<br />
Ana Luisa González-Celis Rangel,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Selvia Larralde,<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de las Mujeres<br />
Pablo Picardi Marassa,<br />
Universidad Iberoamericana<br />
Laureano Reyes Gómez,<br />
Universidad Autónoma de Chiapas
JUSTIFICACIÓN<br />
El envejecimiento es un proceso dinámico y<br />
permanente que forma parte <strong>del</strong> curso de vida de las<br />
poblaciones. Sin embargo, la trayectoria hacia una vida<br />
saludable en el envejecimiento se ve sujeta a múltiples<br />
condicionamientos sociales, culturales y económicos que<br />
es importante analizar. Este contexto tiene que ver con<br />
algunas instancias mediadoras como: la dinámica de las<br />
familias, la configuración de los hogares y la disponibilidad<br />
y accesibilidad a redes sociales de apoyo. En todas estas<br />
instancias, las relaciones de género e intergeneracionales<br />
emergen transformando las dinámicas familiar y<br />
comunitaria. En ese sentido, es relevante discutir y analizar<br />
los avances teóricos y empíricos que vinculan a las familias,<br />
las generaciones y la salud en el contexto <strong>del</strong> envejecimiento<br />
demográfico. Un elemento central en esta discusión es la<br />
necesidad de una perspectiva interdisciplinaria en la que<br />
converjan investigadores de diferentes disciplinas. Para<br />
el caso de México, es importante tener en cuenta las<br />
diferencias en la dinámica de las familias y en los procesos<br />
de envejecimiento para los distintos grupos étnicos y para<br />
las diversas regiones <strong>del</strong> país.<br />
OBJETIVO<br />
Discutir la relación teórica y empírica entre las condiciones<br />
de salud de la población, las familias y las relaciones de<br />
género e intergeneracionales frente al envejecimiento<br />
demográfico.<br />
OBSERVACIONES PRELIMINARES<br />
Los trabajos preparatorios comenzaron con la definición y<br />
justificación de la mesa, los objetivos y posibles temáticas a<br />
discutir. Es importante subrayar que durante el proceso de<br />
producción de la mesa se contó con un trabajo preliminar<br />
que permitió obtener información relevante teórica y<br />
conceptual respecto a tres elementos fundamentales, a<br />
saber: la familia, la salud y las relaciones intergeneracionales.<br />
Por otro lado, se elaboró un cuestionario para los<br />
expertos con cinco preguntas que servirían de insumo<br />
para la discusión y para la creación de propuestas para<br />
la elaboración <strong>del</strong> Plan Estratégico de Investigación y<br />
Enseñanza <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> Humano, que es uno<br />
de los grandes objetivos que guiaron la realización <strong>del</strong><br />
<strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong> y, por<br />
148<br />
ende, de las diferentes mesas de discusión propuestas para<br />
el mismo.<br />
En este sentido, el cuestionario permitió obtener<br />
información <strong>sobre</strong> el conocimiento en investigación en<br />
cuanto al tema, los recursos materiales y no materiales<br />
con los que se cuentan, propuestas metodológicas para el<br />
desarrollo de investigación y lo que hace falta por hacer<br />
en cuanto a investigación, políticas, acciones, etcétera,<br />
y qué se requiere para ello. Una vez sistematizada, esta<br />
información sirvió como plataforma para la discusión. Las<br />
observaciones preliminares que a continuación se presentan<br />
tienen su sustento en el análisis de dicha información.<br />
Respecto a los temas más <strong>sobre</strong>salientes o relevantes<br />
que se han abordado en las investigaciones de familias y<br />
relaciones e intercambios intergeneracionales vinculadas<br />
con el envejecimiento de la población y la salud, es de<br />
resaltar el de los cuidados otorgados a las personas adultas<br />
mayores en situación de dependencia y las repercusiones<br />
emocionales, físicas y económicas en las familias, pero <strong>sobre</strong><br />
todo en quien provee el cuidado, quien por lo general es una<br />
mujer. Otros temas en los que la mayoría de los expertos<br />
concuerda tienen que ver con los arreglos familiares en los<br />
diferentes tipos de familias: la viudez y la abuelidad, las<br />
relaciones de conflicto y solidaridad intergeneracional en<br />
las familias, las redes familiares, la restructuración de los<br />
roles en la familia, las representaciones sociales <strong>sobre</strong> el<br />
envejecimiento, la pobreza, la calidad de vida, el bienestar<br />
psicológico, la satisfacción en la vida y la felicidad <strong>del</strong><br />
adulto mayor y de su familia, y el abuso y maltrato <strong>del</strong><br />
adulto mayor en la familia, entre otros temas.<br />
Se reconoce que la investigación <strong>sobre</strong> el tema de familias,<br />
relaciones e intercambios intergeneracionales y salud se ha<br />
desarrollado a partir de enfoques cuantitativos que asocian<br />
variables relacionadas con salud de la persona adulta mayor,<br />
tipos de cuidados y responsables de la familia que asumen<br />
el cuidado. También se han aplicado enfoques cualitativos<br />
con una riqueza de datos que aportan significados de la<br />
experiencia de los actores sociales. A partir de estos enfoques<br />
es de resaltar el trabajo etnográfico complementado con<br />
información estadística oficial, principalmente reportes<br />
epidemiológicos hospitalarios, estudios sociodemográficos<br />
que dan cuenta clara <strong>del</strong> fenómeno de envejecimiento en<br />
México y su relación con la composición, tamaño, etcétera,<br />
de los hogares; estudios con historias de vida y trabajos
desde el enfoque de la psicología cognitivo-conductual,<br />
entre otros. Cabe mencionar que generalmente el tipo<br />
de metodología utilizada sólo hace referencia a uno o<br />
dos aspectos, es decir, a las familias y los intercambios<br />
intergeneracionales, historias de vida, o bien, sólo a la salud<br />
de la población adulta mayor.<br />
En cuanto a los recursos materiales y no materiales con<br />
que se cuenta actualmente para desarrollar estudios<br />
relacionados con las familias y las relaciones e intercambios<br />
intergeneracionales en el marco <strong>del</strong> envejecimiento de la<br />
población y la salud, los expertos mencionaron que son<br />
escasos si no se cuenta con financiamiento <strong>del</strong> CONACyT<br />
u otro organismo externo –ya sea estatal, federal o<br />
internacional–, resulta muy complicado llevar a cabo dichos<br />
estudios, especialmente cuando se trata de investigaciones<br />
académicas en las que participa un equipo de trabajo<br />
universitario, es decir, con recurso humano involucrado<br />
en algún proyecto institucional (por ejemplo, estudiantes<br />
que quieren obtener grado). Se reconoce la existencia de<br />
un número importante de investigadores expertos <strong>sobre</strong><br />
familia, salud y redes de apoyo formales e informales<br />
que si bien no necesariamente están enfocados a la vejez<br />
o al envejecimiento de la población, sí son referentes<br />
necesarios para lograr vínculos multidisciplinarios <strong>sobre</strong><br />
el tema. Existen, además, fuentes de datos que permiten<br />
aproximarse al estudio de las familias y las relaciones<br />
intergeneracionales.<br />
Un propósito fundamental de la mesa fue conocer lo<br />
que falta por hacer en cuanto a investigación, práctica,<br />
políticas, etcétera. En la medida que la investigación hace<br />
evidente algunos problemas, se hacen necesarios la toma<br />
de decisiones para atenderlos y, <strong>sobre</strong> todo, la definición<br />
e instrumentación de políticas públicas y programas<br />
pertinentes con una visión de largo plazo. Para ello, se<br />
requiere que la academia trabaje en forma conjunta con los<br />
tomadores de decisiones, quienes instrumentan políticas<br />
públicas, para así superar la barrera que generalmente<br />
existe entre la investigación y la política.<br />
Por otro lado, se propone analizar y discutir temas<br />
emergentes poco estudiados, así como continuar realizando<br />
investigaciones preferentemente interdisciplinarias (dada la<br />
complejidad/multidimensionalidad <strong>del</strong> envejecimiento) e<br />
interinstitucionales que permitan comprender el fenómeno<br />
y diseñar políticas y programas específicos para enfrentar<br />
FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />
las nuevas demandas de la sociedad y de las familias en este<br />
sentido. Investigaciones colectivas que procuren marcos<br />
teórico-metodológicos compartidos y con todo el rigor<br />
académico, que permitan el encuentro y la interlocución<br />
entre investigadores y diseñadores de la política pública,<br />
así como con organizaciones de la sociedad civil (OSC)<br />
y ciudadanos no organizados. Estudios de evaluación de<br />
impacto de los programas sociales actuales para la atención<br />
de los adultos mayores en el país e investigaciones que<br />
incluyan a éstos como coparticipantes en la búsqueda<br />
de alternativas a corto, mediano y largo plazo. Es<br />
necesario realizar un trabajo central en el campo de la<br />
educación para promover, fomentar y construir solidaridad<br />
intergeneracional en torno al reto <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
Como un país multicultural y con diferentes niveles<br />
socioeconómicos, México requiere que el tema de las<br />
familias, relaciones e intercambios intergeneracionales y<br />
salud sea considerado de manera integral en las encuestas<br />
de hogares y en la investigación. Es necesario que en<br />
las políticas de desarrollo, comience a dejarse de lado el<br />
enfoque individual y se consideren los apoyos a hogares en<br />
donde residen personas adultas mayores y que éstas sean<br />
incluidas en los procesos de investigación, intervención y<br />
evaluación.<br />
En este primer trabajo preliminar fue de suma importancia<br />
conocer los recursos materiales y no materiales requeridos<br />
para desarrollar lo que está por hacerse. En este sentido, los<br />
expertos coinciden en que deben aumentarse los fondos<br />
destinados a apoyar la investigación, pero también buscar<br />
financiamientos adicionales, nacionales e internacionales,<br />
<strong>del</strong> sector privado y público, para la realización de los<br />
proyectos tanto de investigación como de intervención<br />
e innovación de la práctica en materia de salud y en<br />
atención al adulto mayor. Por otro lado, se requiere formar<br />
recursos humanos en geriatría y gerontología, realizar<br />
trabajos rigurosos y sistemáticos, en red, entre académicos,<br />
tomadores de decisiones políticas y organismos de la<br />
sociedad civil para la elaboración de proyectos colectivos<br />
de investigación y de intervención en salud enfocados<br />
en el envejecimiento y las relaciones intergeneracionales<br />
familiares y sociales en general, en la organización de<br />
foros, seminarios y coloquios de alto nivel dedicados a la<br />
discusión de hallazgos/avances de los estudios colectivos<br />
realizados en las distintas regiones <strong>del</strong> país.<br />
149
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
DESARROLLO DE LA MESA<br />
La sesión de la mesa “Familia, relaciones e intercambios<br />
intergeneracionales de frente al envejecimiento poblacional:<br />
efectos en la salud de los adultos mayores” se dividió en<br />
dos partes; en la primera se discutió <strong>sobre</strong> las temáticas<br />
previamente definidas, a partir de la información<br />
proporcionada por los expertos a través <strong>del</strong> cuestionario. En<br />
la segunda parte, se comenzó a identificar las potenciales<br />
líneas y temas prioritarios de investigación con base en la<br />
discusión previa, siempre desde una perspectiva multi e<br />
interdisciplinaria.<br />
1. Género y envejecimiento<br />
Diversos estudios han tratado el tema de género y<br />
envejecimiento, dando una especial relevancia al papel<br />
social de las mujeres que envejecen, no así a su situación de<br />
salud (Arber y Ginn, 1996: Wilson, 1996; Montes de Oca,<br />
1998). Se observa que hay una gran carencia de estudios<br />
<strong>sobre</strong> masculinidad y vejez (Ramos, 2005; Figueroa,<br />
2008), y más aún <strong>sobre</strong> masculinidad, vejez y salud. Los<br />
trabajos que estudian algunas de estas relaciones se han<br />
centrado en la relación masculinidad y salud, encontrándose<br />
a menudo en muchos países que algunas causas de muerte<br />
de los hombres están asociadas a formas aprendidas de<br />
ser hombre; es decir, muchos hombres jóvenes mueren a<br />
causa de accidentes, homicidios, situaciones violentas que<br />
no están explicadas por sus genes, sino con los procesos<br />
de socialización <strong>del</strong> género. Es así que de acuerdo con<br />
algunos estudios, la masculinidad viene a representar<br />
un factor de riesgo para el hombre. En este sentido, un<br />
primer escenario que se pone a consideración tiene que<br />
ver con las acciones que se pueden desarrollar para que la<br />
masculinidad no sea un factor de riesgo para los hombres<br />
y para cuestionar los mo<strong>del</strong>os de ser hombre que se tienen<br />
en una sociedad. De ahí la importancia de desarrollar<br />
investigación que permita saber a partir de la experiencia<br />
de la población adulta mayor cómo fue el aprendizaje de<br />
ser hombre, y qué cuestionarían de esos supuestos que les<br />
fueron transmitidos; es decir, lo que debían hacer y ser para<br />
ser legitimados como hombres y determinar si en realidad<br />
eso reforzaba su virilidad o condición de varón. Asimismo,<br />
una propuesta concreta de investigación de política pública<br />
consiste en desmontar los aprendizajes <strong>del</strong> ser hombre,<br />
porque eso tiene consecuencias perversas para la salud de<br />
los hombres en la niñez, en la adolescencia y en la vejez.<br />
150<br />
Cuando llegan a la vejez en ciertas condiciones, es común<br />
que algunos hombres escuchen la frase: “Si te hubieras<br />
cuidado”, cuando lo cierto es que algunos de ellos no<br />
tuvieron el aprendizaje <strong>del</strong> autocuidado (De Keijzer, 2003;<br />
Figueroa, 2007 y 2010).<br />
Otro aspecto que está muy relacionado con la reflexión<br />
anterior es el hecho de que la situación de envejecer es<br />
diferente dependiendo de si se es hombre o mujer, y que los<br />
roles cambian en esta etapa de la vida, ya que la dinámica<br />
de la familia sufre transformaciones cuando los padres<br />
envejecen y se convierten en abuelos, o enviudan (Montes<br />
de Oca, 1997, 1999 y 2003; González-Celis, 2003). Un<br />
ejemplo de las diferencias entre ser adulto mayor o adulta<br />
mayor es lo que han encontrado algunas investigaciones:<br />
las mujeres refieren que reciben más soporte y apoyo<br />
emocional de hijos, nietos y bisnietos, mientras que los<br />
hombres refieren más el apoyo material (Montes de Oca,<br />
2001). Las relaciones de género de las personas adultas<br />
mayores en situación de discapacidad y de dependencia<br />
representa una gran presión emocional; la añoranza <strong>del</strong><br />
trabajo por parte <strong>del</strong> hombre y de las actividades domésticas<br />
por parte de la mujer sin duda reconfigura su identidad. Es<br />
necesario, entonces, tener presente que el género atraviesa<br />
toda la discusión relacionada con las personas adultas<br />
mayores.<br />
Además, los estudios muestran que ante situaciones de<br />
adversidad las redes de apoyo social tienden a ser más<br />
consistentes y efectivas para las adultas mayores que para<br />
los hombres adultos mayores (Montes de Oca, 1998 y<br />
2001). Esta cualidad salutogénica de la red está permeada<br />
por condiciones socioculturales que ponen en desventaja a<br />
los hombres con respecto a las mujeres.<br />
Por otro lado, es necesario estudiar las relaciones de género<br />
y envejecimiento en las diferentes regiones <strong>del</strong> país, así<br />
como en las etnias que lo componen. Las diferencias<br />
socioculturales y étnicas muestran variaciones en la forma<br />
como se establecen las relaciones intrageneracionales e<br />
intergeneracionales (Reyes, 2000).<br />
2. El cuidado, el cuidador y el autocuidado<br />
El cuidado representa toda una línea de investigación,<br />
una parte fundamental de la cual tiene que ver con la<br />
construcción social <strong>del</strong> cuidado y el debate en torno a su
precarización. En este sentido, la precarización <strong>del</strong> cuidado,<br />
si bien tiene que ver con la composición de los hogares,<br />
también comprende una discusión muy importante <strong>sobre</strong><br />
lo que le corresponde a la familia actualmente con relación<br />
a su participación en el cuidado de la persona adulta<br />
mayor y, por otro lado, lo que le corresponde al Estado y<br />
a la sociedad en general. En este sentido, se requiere de<br />
una amplia reflexión y compromiso para elaborar políticas<br />
públicas centradas en el apoyo en relación al cuidado.<br />
El tema <strong>del</strong> cuidado es complejo y aún falta mucho por<br />
hacer en investigación y política. Son varios los temas<br />
que deben discutirse al respecto; uno tiene que ver con<br />
los cuidadores y sus roles en torno al cuidado tomando<br />
en cuenta la perspectiva de género; otro tema es el de las<br />
relaciones intergeneracionales que se establecen al interior<br />
de una familia, las cuales pueden ser tanto de solidaridad<br />
como de conflicto en relación al cuidado (Robles y Moreno,<br />
1996; Robles, 2000 y 2007).<br />
También es importante acentuar lo diverso que pueden ser<br />
los cuidados dentro de las redes familiares y sociales, así<br />
como los diversos conflictos que esto ocasiona al interior<br />
de las familias nucleares y extensas; y los cambios que<br />
se dan tanto en las estructuras como en las dinámicas<br />
familiares (Montes de Oca, 2004). Desde una perspectiva<br />
de género, es importante que el cuidado <strong>del</strong> adulto mayor<br />
no se considere únicamente responsabilidad de la mujer,<br />
sino que debe existir una corresponsabilidad familiar, social<br />
y <strong>del</strong> Estado.<br />
En este orden de ideas, hay que centrar la atención en el<br />
cuidador, preocupándonos ya no sólo por el anciano, sino<br />
también reflexionar <strong>sobre</strong> quién cuida a los cuidadores<br />
y abordar aspectos como la <strong>sobre</strong>carga <strong>del</strong> cuidador.<br />
Asimismo, es necesario considerar que el trabajo de<br />
cuidar no es homogéneo, no sólo por las características<br />
de las familias, las estrategias y las dinámicas, sino por las<br />
características mismas <strong>del</strong> sujeto que recibe el cuidado<br />
(Arroyo, 2009). De esta manera, es necesario trabajar en<br />
la construcción social <strong>del</strong> cuidado, cómo se está dando,<br />
cómo se construye dentro y fuera de la familia el trabajo de<br />
cuidar, cómo se presenta la precarización social <strong>del</strong> cuidado,<br />
ver también la relación entre cuidado, género y generación.<br />
Por último, es necesario realizar investigación que ponga<br />
en el centro la colectivización y democratización de las<br />
prácticas <strong>del</strong> cuidado, de manera que éste no recaiga en un<br />
miembro de la familia sino en un colectivo que trasciende<br />
FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />
las fronteras mismas <strong>del</strong> grupo familiar. En cuanto a la<br />
democratización <strong>del</strong> cuidado, ésta tiene que ver con la<br />
participación de ambos géneros y de miembros de distintas<br />
generaciones. Un cuidado incluyente tendrá que ver con<br />
la posibilidad de fomentar el cuidado como una acción<br />
recíproca en la cual todos son receptores y dadores de<br />
cuidado.<br />
En relación con el autocuidado, es importante subrayar<br />
que con base en las estadísticas <strong>sobre</strong> el perfil demográfico<br />
en nuestro país, es muy probable que en décadas futuras<br />
los servicios de salud sean insuficientes. En este sentido,<br />
una estrategia puede ser llevar la salud no solamente<br />
a las clínicas y a los hospitales, sino también al sector<br />
social familiar en donde se empodere a la familia como<br />
eje principal para el cuidado y protección de la salud de<br />
todos los miembros, incluyendo obviamente a las personas<br />
adultas mayores; es así que la familia y la persona adulta<br />
mayor van a ser los propios proveedores <strong>del</strong> cuidado de<br />
su salud. Sin embargo, es necesario también considerar el<br />
agotamiento/extenuación de los grupos familiares cuando<br />
se tornan únicos responsables <strong>del</strong> cuidado <strong>del</strong> otro. En<br />
este sentido, el cuidado requiere ser percibido como una<br />
práctica recíproca en la cual los distintos agentes de la<br />
sociedad pueden y deben participar (Mendoza, Martínez<br />
y Vargas, 2004).<br />
En la medida que se debe enseñar a la persona a envejecer,<br />
resulta necesario también enseñar a cuidarse, cambiando<br />
la lógica implícita en “quién me va a cuidar” por otra<br />
sustentada en “cómo me voy a cuidar”. La persona mayor<br />
cuida de su propia salud para que la responsabilidad no<br />
recaiga en su totalidad en el cuidador, que en la mayoría<br />
de las veces es la hija, la nuera, la cónyuge u otro familiar.<br />
Por otro lado, hay que hacer un cambio de estructura, pero<br />
también de mentalidad de generaciones en cuanto a dejar<br />
de ver al Estado y a la familia como los que “me van a<br />
cuidar y me van a resolver todo”; es necesario, entonces,<br />
generar actitudes de autosuficiencia. En esa medida, el<br />
trabajo gerontológico se tiene que fundamentar en tres<br />
aspectos: el autocuidado, la autoayuda y la autogestión,<br />
para lograr que la comunidad y las personas mayores<br />
tengan un conocimiento que les permita participar en la<br />
predicción, diagnóstico y tratamiento de sus necesidades.<br />
La construcción de la autoayuda debe servir para que<br />
las familias se apoyen unas a otras en la autogestión<br />
(Martínez-Maldonado et al., 2007; Acosta y González-<br />
Celis, 2009; González-Celis, 2009a).<br />
151
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Queda entonces la interrogante <strong>sobre</strong> qué le toca a<br />
las familias y qué le toca al Estado en el cuidado de las<br />
personas adultas mayores, ya que no se puede simplificar el<br />
problema afirmando que las familias son las que cuidan a los<br />
enfermos y que los enfermos quieren estar con sus familias,<br />
pues debe haber una corresponsabilidad compartida entre<br />
los diferentes actores sociales, ya que las redes sociales<br />
no son indestructibles; las familias se separan, las redes<br />
se fragmentan y se rompen por estos fenómenos de la<br />
fragilidad social. No se puede idealizar el papel <strong>del</strong> cuidador<br />
y de la familia; debe haber una <strong>del</strong>imitación de roles entre el<br />
Estado, la comunidad, la familia y el adulto mayor (Montes<br />
de Oca, 2004; Robles, 2007).<br />
Otro aspecto importante en el que se debe trabajar con<br />
el adulto mayor es la autoeficacia, entendida como la<br />
percepción de las personas <strong>sobre</strong> sus propias capacidades<br />
en general –qué tan capaz me percibo para seguir una dieta,<br />
tomar un medicamento, hacer una caminata, resolver un<br />
juego de crucigrama, etcétera– y que a su vez está asociada<br />
con la autoestima. Por lo tanto, es necesario contar con<br />
un equipo gerontológico –psicólogo, enfermera, trabajador<br />
social, terapeuta físico– que promueva en la persona adulta<br />
mayor una reapreciación de sus propias capacidades; esto<br />
cobra relevancia <strong>sobre</strong> todo en la vejez, debido a que<br />
conforme envejecen, las personas van enfrentando una<br />
serie de pérdidas en distintos niveles: biológico, psicológico<br />
y social. Por tanto, al fortalecerse su autoeficacia, se<br />
revaloriza su confianza en las capacidades con las que aún<br />
cuenta, las cuales le servirán para una mejor adaptación<br />
psicológica y social, elemento clave para su funcionamiento<br />
independiente, por ejemplo, en lo concerniente al cuidado<br />
de su salud (González-Celis, 2009a).<br />
No podemos olvidar, por último, las pautas que se<br />
establecen en diferentes regiones <strong>del</strong> país respecto a las<br />
relaciones de cuidado, dadas las consecuencias que la<br />
transición demográfica y el envejecimiento tienen en los<br />
hogares. Algunos estudios han mostrado que entre las<br />
regiones <strong>del</strong> país se presentan diferencias en la estructura<br />
y composición de los hogares, como consecuencia de<br />
diferentes esperanzas de vida, mortalidad y fecundidad,<br />
lo cual seguramente impacta a su vez las relaciones de<br />
cuidado y apoyo establecidos entre generaciones (Montes<br />
de Oca y Garay, 2010).<br />
152<br />
3. Redes sociales<br />
Un tema muy relacionado con el anterior es el de las redes<br />
sociales o de apoyo ante el envejecimiento. A pesar de que<br />
diversos estudios dan cuenta de dichas redes, se requiere<br />
de mayor investigación que informe <strong>sobre</strong> la reciprocidad,<br />
es decir, <strong>sobre</strong> las formas en que las personas mayores<br />
alimentan esos vínculos, ya sea como dadores o receptores<br />
de apoyos de diversa índole (Gomes y Montes de Oca,<br />
2004). Es importante subrayar que dicha investigación<br />
debe tomar en cuenta la perspectiva de género, ya que<br />
algunos estudios han encontrado mayores procesos de<br />
desafiliación en los hombres que en las mujeres, resultantes<br />
en aislamiento y desvinculación que marcan a unos y a otras<br />
en esta etapa de la vida (Montes de Oca, 2004; Enríquez,<br />
2005; Enríquez y Aldrete, 2006; Tamez et al., 2008).<br />
Los estudios <strong>sobre</strong> este tema deben tomar en cuenta<br />
los diversos tipos de intercambio existentes, tanto entre<br />
pares de su misma generación como intergeneracionales<br />
(González-Celis y Esquivel Jiménez, 2005), ya sean de<br />
carácter material o simbólico; también deben considerarse<br />
las características de los vínculos existentes y las<br />
posibilidades de que éstos se activen oportunamente ante<br />
una demanda de cuidado importante por parte <strong>del</strong> adulto<br />
mayor.<br />
Hay que tener presente que hablar de envejecimiento en<br />
ocasiones implica hablar de enfermedad, lo cual tiene una<br />
relación directa con el tema de las redes familiares y sociales.<br />
En este sentido, resulta indispensable analizar el papel que<br />
juegan las políticas públicas con respecto al tema de la<br />
familia y de las redes que pueden tener o no las personas<br />
adultas mayores, ya que no se puede exigir a las redes todo<br />
lo que el Estado no puede o no quiere dar o hacer respecto<br />
a las personas adultas mayores (Huenchuan, 2010).<br />
Un aspecto en el que las redes sociales juegan un<br />
papel importante es la pobreza, la cual tiende a afectar<br />
particularmente a este sector de la población (Enríquez,<br />
2005; Gallardo et al., 2008). Al respecto, la familia<br />
y las redes sociales son un soporte y un apoyo muy<br />
importante en la población adulta mayor en situación<br />
de pobreza, relevante desde el punto de vista material,<br />
afectivo y emocional. Sin embargo, las redes sociales no<br />
son recursos inagotables; diversos estudios han mostrado<br />
el debilitamiento de los vínculos sociales ante situaciones<br />
de estrechez económica y de precariedad en la existencia
misma (Montes de Oca, 2004; Enríquez, 2001 y 2007),<br />
así como ante la presencia de malos tratos a medida que<br />
agrava la enfermedad (Giraldo, 2006). Desde esa lógica,<br />
es necesario identificar los mecanismos de funcionamiento<br />
de las redes sociales en los diferentes grupos étnicos que<br />
componen al país, como, por ejemplo, las creadas por los<br />
rezadores, las parteras y los curanderos en las comunidades<br />
indígenas.<br />
De ahí la importancia de que el Estado dé sustento a estas<br />
redes y recursos, y que contribuya a la formación de más<br />
especialistas y profesionales de la salud que fomenten<br />
la formación de redes sociales y su vinculación con las<br />
instituciones de salud. Se hace necesario también ver la<br />
relación que hay entre las redes sociales y las instituciones<br />
públicas, pues si bien en ocasiones existe armonía, suelen<br />
presentarse confrontaciones que dificultan el logro de<br />
metas comunes en torno a las personas adultas mayores.<br />
Por ello debe explorarse qué está pasando en esa dinámica<br />
dentro de las propias instituciones y qué pasa en la<br />
respuesta social organizada alrededor <strong>del</strong> adulto mayor.<br />
Como se señaló líneas atrás, las redes sociales pueden<br />
llegar a ser frágiles; en este sentido, hay que destacar –y<br />
fortalecer– el papel que vienen jugando las asociaciones<br />
civiles, pues muchas de ellas tienen asilos o casas de<br />
ancianos en donde éstos no se desvinculan de sus familiares<br />
(Gutiérrez, 1996). También debe potenciarse el trabajo<br />
comunitario desarrollado en algunas zonas que toma en<br />
cuenta la condición funcional de los adultos mayores que<br />
aun teniendo una o dos enfermedades pueden realizar<br />
actividades de la vida diaria. El ideal es lograr que ellos<br />
mismos sean gestores, que utilicen sus redes de apoyo<br />
social y puedan ir en su búsqueda cuando lo necesiten.<br />
Por lo anterior, resulta necesario sistematizar y tener<br />
en cuenta la experiencia acumulada de diversas<br />
organizaciones sociales que contribuyen al desarrollo de<br />
programas encaminados a generar calidad de vida en las<br />
personas adultas mayores.<br />
Por último, derivado de este análisis, se reconoce que<br />
fortalecer las redes sociales es fortalecer a la sociedad<br />
misma.<br />
FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />
4. <strong>Envejecimiento</strong> activo, exitoso y saludable<br />
Una forma alternativa de concebir a la vejez –no como una<br />
etapa de la vida en la que se dan deterioros y pérdidas en<br />
la salud física, mental y social– es la <strong>del</strong> envejecimiento<br />
exitoso, saludable, activo, satisfactorio, óptimo, funcional<br />
o en plenitud (Montes de Oca, 2010). Estos postulados<br />
rompen el mito de que envejecer deba ser exclusivamente<br />
un proceso de debilitamiento; así, en la vejez el declive se<br />
da conjuntamente con el desempeño positivo de funciones<br />
vitales y psicológicas, se mantienen e incluso se despliegan<br />
algunas funciones. Ejemplo de ello es la experiencia que<br />
se da sólo con el devenir de los años, es una ganancia que<br />
sólo puede observarse a través <strong>del</strong> paso <strong>del</strong> tiempo, cuando<br />
ser anciano implica minimizar las pérdidas y maximizar<br />
las ganancias, lo cual contribuye en un bienestar para el<br />
anciano, su familia y su entorno social (González-Celis,<br />
2005).<br />
Lograr un envejecimiento exitoso y saludable depende no<br />
sólo <strong>del</strong> propio adulto mayor y de su familia, sino también<br />
de las instituciones y <strong>del</strong> equipo gerontológico; en este<br />
sentido, resulta indispensable que el sector salud desarrolle<br />
programas y acciones que favorezcan el buen envejecer<br />
con el propósito de mejorar la calidad de vida en la vejez<br />
(González-Celis, 2010).<br />
Por lo anterior, un campo en el que se debe trabajar es el<br />
de la depresión de los hombres y mujeres adultas mayores.<br />
La depresión es uno de los principales padecimientos<br />
de este grupo de edad, siendo la presencia de algún<br />
síntoma depresivo el más frecuente en la atención médica<br />
(González-Celis, 2009b). La depresión se presenta en<br />
cualquier clase social. Se debe trabajar en la autoestima de<br />
los adultos mayores, pues ello incide en la mala adherencia<br />
terapéutica; de ahí la necesidad de hacer programas<br />
efectivos de intervención para que puedan retomar muchas<br />
cosas cotidianas de su vida diaria.<br />
Se debe tener presente que la autopercepción de salud en<br />
la vejez es independiente <strong>del</strong> estado físico derivado <strong>del</strong><br />
diagnóstico que hacen los profesionales de la salud, ya<br />
que muchos adultos mayores no reconocen ni identifican<br />
sus dolencias, como tampoco asumen el cambio de vida<br />
que implica su condición de salud (Sánchez y González-<br />
Celis, 2006; Garay y Ávalos, 2009). Si el adulto mayor<br />
no asume y no toma conciencia de su enfermedad, ¿cómo<br />
153
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
va a afrontarla? Y en el caso de las enfermedades crónicas,<br />
¿cómo va a vivir el resto de su vida, dado el total cambio de<br />
percepción necesario y las variantes psicológicas que estos<br />
padecimientos implican?<br />
Para la psicología existen diferentes formas de afrontar la<br />
enfermedad y los problemas de salud, familiares, sociales y<br />
económicos (González-Celis y Padilla, 2006): una dirigida<br />
hacia la valoración, otra hacia la emoción y otra hacia el<br />
problema. Los estudios psicológicos han encontrado que la<br />
espiritualidad puede ser utilizada por los adultos mayores<br />
como una estrategia para afrontar distintas pérdidas,<br />
la presencia de enfermedad o los problemas familiares,<br />
económicos, o de estatus social, por lo que desde esta<br />
disciplina se propone integrarla en los programas de<br />
intervención (González-Celis, 2007). No existen buenas<br />
o malas estrategias de afrontamiento, simplemente son<br />
funcionales o adaptativas. En general, las habilidades de<br />
afrontamiento son importantes tanto en la prevención<br />
de la enfermedad como en la adaptación a ella, ya que la<br />
enfermedad crónica y la incapacidad física constituyen una<br />
importante fuente de estrés y malestar físico y emocional,<br />
aunada a una pérdida en la calidad de vida. Asimismo,<br />
la ansiedad generada en el adulto mayor es producto de<br />
las distintas pérdidas asociadas a la vejez, entre ellas la<br />
proximidad de la propia muerte (Rivera et al., 2007).<br />
Al respecto, se requiere que haya mayor comunicación<br />
y trabajo multi e interdisciplinario que permita crear<br />
mejores condiciones y desarrollar técnicas para favorecer<br />
un envejecimiento exitoso y saludable. Ello demanda<br />
desarrollar acciones concretas para que los servicios<br />
de salud <strong>del</strong> primer nivel de atención brinden solución<br />
a esta problemática. Se debe hacer una evaluación de<br />
intervenciones donde haya coparticipación social e<br />
institucional, pues no solamente las instituciones de salud<br />
deben ocuparse <strong>del</strong> cuidado de la salud, sino también<br />
otros profesionales y actores sociales con el fin de mejorar<br />
la calidad de vida relacionada a la salud de los adultos<br />
mayores (Rodríguez y González-Celis, 2000).<br />
En el sector salud debe procurarse el reposicionamiento<br />
de los diferentes profesionales de la salud y trabajadoras<br />
sociales, dentro de una estructura que es absolutamente<br />
jerárquica y que a veces ocasiona la devaluación de estos<br />
profesionales. En el caso particular de los prestadores<br />
de servicios a las personas adultas mayores es mucho lo<br />
154<br />
que hay que trabajar, pues éstas son objeto de múltiples<br />
ejemplos de maltrato. Así, el mo<strong>del</strong>o de atención,<br />
caracterizado por su agresividad hacia las personas adultas<br />
mayores –resultado de las mismas estructuras y prácticas<br />
institucionales– debe ser sustituido por un mo<strong>del</strong>o de<br />
intervención en el que la prestación de servicios se dé en<br />
función de la condición de ser adulto mayor. También hay<br />
que generar acciones para formar nuevos prestadores de<br />
servicios que interioricen y comprendan el sector para el<br />
cual trabajan.<br />
En este sentido, es necesario superar la visión costobeneficio<br />
de algunas instituciones de salud que ven en la<br />
persona adulta mayor a alguien en quien no vale la pena<br />
invertir cuidados, atenciones e investigación médica.<br />
Se requiere, en consecuencia, mejorar los servicios de<br />
salud para este sector de la población, trabajar desde el<br />
componente de los derechos humanos y legislar toda esta<br />
parte institucional.<br />
Promover un envejecimiento exitoso y saludable implica<br />
también generar una nueva cultura <strong>del</strong> envejecimiento,<br />
sustentada en un mayor respeto a los adultos mayores y<br />
en la que se dignifique a la vejez. Tanto la familia como<br />
la sociedad tienen que cambiar en ese sentido. De igual<br />
forma, se debe trabajar en relaciones de género que<br />
permitan entender y contribuir a ese envejecimiento<br />
diferencial siendo hombre o mujer.<br />
Así, pues, se requiere cambiar los estigmas <strong>del</strong><br />
envejecimiento y la vejez; hacer ver a los familiares, a los<br />
profesionales y a la sociedad en general que la vejez es parte<br />
<strong>del</strong> ciclo vital y, por ende, una etapa más de la vida. Pese a<br />
su declive en el funcionamiento físico, psicológico y social,<br />
la persona mayor puede realizar y disfrutar de actividades<br />
cotidianas que ahora en la vejez va a llevar a cabo de otra<br />
manera y, sin embargo, le pueden producir satisfacción<br />
(Acosta y González-Celis, 2009). En ese sentido, se deben<br />
replantear los mensajes de los medios masivos, rara vez<br />
dirigidos a dignificar al adulto mayor; se deben establecer<br />
estrategias para informar <strong>sobre</strong> la necesidad de brindar<br />
respeto y dignificación al adulto mayor, dejando claro<br />
que la vejez no es el fin de ésta, sino que todavía pueden<br />
llevarse a cabo muchas cosas en esa etapa.<br />
Cabe apuntar que los postulados de envejecimiento<br />
exitoso, activo y saludable deben ser probados en las
diferentes regiones <strong>del</strong> país, así como en los grupos en<br />
situación de pobreza o grupos étnicos específicos. La noción<br />
occidental <strong>del</strong> envejecimiento puede ser contrastada por<br />
las culturas originarias cuyo desenvolvimiento histórico ha<br />
resguardado sabidurías y conocimientos ancestrales hoy<br />
todavía vigentes en la discusión <strong>sobre</strong> envejecimiento y<br />
vejez en México.<br />
5. Políticas públicas y programas<br />
Es indudable que para lograr un envejecimiento activo,<br />
exitoso y saludable se requiere de políticas y programas<br />
hechos desde, para y con los adultos mayores. Por un lado,<br />
las políticas deben dejar de simplificarse respecto al tema<br />
de las familias y las redes, convirtiéndose en articuladoras<br />
y promotoras de los procesos y los actores en beneficio<br />
de los hombres y mujeres adultos mayores, lo que implica<br />
una política más reflexiva. En particular, hay que hacer un<br />
llamado al sector salud que en muchas ocasiones relega<br />
en la familia la responsabilidad de la atención y cuidado<br />
<strong>del</strong> adulto mayor, desatendiendo la que, por ser parte <strong>del</strong><br />
Estado, le corresponde. Hay que generar políticas sociales<br />
que ayuden al adulto mayor a hacer frente al dolor y a<br />
todas las pérdidas que padece, así como brindar servicios<br />
paralelos al proceso de cuidado que llevan las familias.<br />
Algunas instituciones han diseñado mo<strong>del</strong>os de núcleos<br />
gerontológicos (Mendoza, Martínez y Vargas, 2004) que,<br />
apoyados en acciones de salud, envejecimiento activo y<br />
empoderamiento personal y social, requieren ser reforzados<br />
por políticas sociales que les favorezca su desarrollo<br />
tanto en el campo como en la ciudad. Lo anterior debe ir<br />
precedido por políticas y trabajo gerontológico sustentado<br />
en tres aspectos fundamentales: autocuidado, autoayuda y<br />
autogestión. Es claro que se requiere una política de mejor<br />
atención al adulto mayor en todo sentido y en todo tipo<br />
de instituciones, generando respeto y valoración hacia la<br />
vejez.<br />
En el caso de las transferencias no condicionadas a adultos<br />
mayores en pobreza extrema, es necesario evaluar los<br />
resultados tanto desde esquemas cuantitativos como<br />
cualitativos y favorecer una atención integral que ponga<br />
en el centro el bienestar <strong>del</strong> adulto mayor y su familia<br />
(SEDESOL, 2006).<br />
FAMILIAS Y RELACIONES DE GÉNERO E INTERGENERACIONALES<br />
LÍNEAS TEMÁTICAS DE INVESTIGACIÓN<br />
En resumen, teniendo en cuenta el trabajo realizado antes<br />
de y durante la sesión de discusión de la mesa “Familia,<br />
relaciones e intercambios intergeneracionales de frente<br />
al envejecimiento poblacional: efectos en la salud de<br />
los adultos mayores”, el grupo de expertos de diferentes<br />
regiones <strong>del</strong> país propone realizar investigación en los<br />
siguientes temas:<br />
• <strong>Envejecimiento</strong> demográfico y condiciones de salud de<br />
los adultos mayores.<br />
• Familias, hogares y redes de apoyo vinculadas a la salud.<br />
• Relaciones e intercambios intergeneracionales en el<br />
proceso salud-enfermedad-atención.<br />
• Género y generaciones vinculados a la salud y<br />
enfermedad.<br />
• Etnia, género y envejecimiento vinculados a los procesos<br />
de salud-enfermedad.<br />
• Trayectorias en el curso de vida y transiciones de<br />
enfermedad.<br />
• Impacto <strong>del</strong> ciclo de vida familiar y los mecanismos de<br />
prevención de la enfermedad.<br />
• Cuidados informales a las personas adultas mayores en<br />
el hogar.<br />
• Dinámicas de cuidado y estrategias familiares dirigidas<br />
a los diferentes tipos de enfermos crónicos o con<br />
discapacidad (motriz, visual, lingüística).<br />
• El papel de las redes sociales de apoyo en el cuidado de<br />
la salud mental y física.<br />
• Vulnerabilidad de las personas adultas mayores a nivel<br />
regional.<br />
• Legislación en materia de protección a los derechos en<br />
materia de salud y políticas públicas hacia las personas<br />
adultas mayores.<br />
• Percepciones, creencias y valores culturales <strong>sobre</strong> la salud<br />
de las personas adultas mayores y el envejecimiento.<br />
• Consecuencias en el estado de salud derivadas de la<br />
discriminación, maltrato, violencia y negligencia hacia<br />
las personas adultas mayores.<br />
• Experiencias internacionales pertinentes en materia de<br />
prevención y cuidado a la salud de las personas adultas<br />
mayores.<br />
• Migración, envejecimiento y salud.<br />
• Los problemas de coyuntura –terremotos, desastres y<br />
pandemias, etc.– y las personas adultas mayores.<br />
• Retos y perspectivas en la investigación.<br />
155
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
• Nuevas estrategias metodológicas y fuentes de<br />
información.<br />
• Construcción social de las emociones en la vejez.<br />
• Procesos y prácticas de precarización <strong>del</strong> cuidado.<br />
• Evaluación de los programas sociales de apoyo al adulto<br />
mayor.<br />
• Sexualidad y vejez.<br />
• Viudez en la edad avanzada.<br />
• Contextualizar la vejez rural/urbana.<br />
• Enamoramiento y segundas nupcias en la edad adulta<br />
mayor.<br />
• Formación de recursos humanos en gerontología,<br />
psicogerontología, enfermería geriátrica, y gerontología<br />
social y comunitaria.<br />
CONCLUSIONES<br />
Dado el creciente número de personas mayores y lo<br />
problemático que implica estudiar ciertas temáticas<br />
relacionadas con este sector poblacional, se requiere de<br />
investigaciones interdisciplinarias, interinstitucionales y<br />
multidisciplinarias.<br />
Por otro lado, debe integrarse la parte afectiva y emocional<br />
vinculada al envejecimiento desde marcos teóricos más<br />
socioculturales para entender algunos aspectos que<br />
tienen que ver con la construcción social <strong>del</strong> desamparo<br />
y la soledad que viven muchas personas mayores.<br />
Asimismo, hay que conocer los estilos de afrontamiento<br />
muy específicos para desde allí diseñar estrategias de<br />
atención de la salud física y mental de las personas<br />
adultas mayores. Es necesario también diseñar, construir<br />
y validar instrumentos de evaluación gerontológica para<br />
la población anciana mexicana, tanto para zonas urbanas<br />
como rurales, lo cual permitirá la valoración <strong>del</strong> impacto<br />
de intervenciones de índole psicológica, social, educativa o<br />
médica, con el propósito de mejorar la calidad de vida <strong>del</strong><br />
adulto mayor mexicano.<br />
Es preciso estudiar a mayor profundidad, por ejemplo, lo<br />
relacionado con la preparación hacia la jubilación, pues<br />
no sólo hay que pensar en los adultos a partir de los 60<br />
años, sino tener en cuenta también su ciclo de vida. Por<br />
la importancia que tienen las relaciones de género en<br />
nuestra sociedad, se debe profundizar el estudio de lo que<br />
significa envejecer siendo hombre o mujer. También hay<br />
que ahondar en lo problemático y lo diverso que son los<br />
156<br />
cuidados <strong>del</strong> adulto mayor dentro de las redes familiares<br />
y sociales, y en las conflictividades que esto ocasiona al<br />
interior de las familias. Determinar cuáles son los procesos<br />
de desafiliación de las redes sociales de apoyo.<br />
Por lo anterior, hay que seguir trabajando en el tema <strong>del</strong><br />
cuidado y el autocuidado, así como explorar el sentimiento<br />
de “culpa” que se hace presente tanto en la persona adulta<br />
mayor como en el cuidador(a). En este sentido, la historia<br />
<strong>del</strong> vínculo entre el adulto mayor y su cuidador es central.<br />
La crisis en el sistema de cuidados es un tema central a<br />
investigar, <strong>sobre</strong> todo, de cara a generar los mecanismos y<br />
estrategias adecuados para hacer frente a una demanda de<br />
cuidado inédita en nuestro país.<br />
Sumado a lo anterior, debe investigarse más <strong>sobre</strong> la<br />
construcción social <strong>del</strong> cuidado y los cuidadores, quiénes<br />
son y las problemáticas que implica su labor, así como<br />
favorecer los procesos de colectivización y democratización<br />
<strong>del</strong> cuidado de los adultos mayores.<br />
Por la complejidad que encierra ser adulto mayor en la<br />
sociedad mexicana, es necesario investigar cómo les<br />
afectan los problemas de coyuntura como terremotos,<br />
desastres y pandemias. Hace falta estudiar de igual forma<br />
las relaciones entre lo institucional, las familias y las redes<br />
sociales. Hay que revisar con más detalle las variables<br />
psicosociales que están impactando en la construcción de la<br />
depresión, en la adherencia terapéutica y en el automanejo<br />
de la enfermedad.<br />
En general, las preocupaciones <strong>del</strong> envejecer se relacionan<br />
con la adaptación a pérdidas vitales, enfermedad, jubilación,<br />
reconciliación con los logros y fracasos, resolución de la<br />
aflicción por la muerte de otros y la aproximación de la<br />
propia. De ahí que el equipo gerontológico, la familia, la<br />
sociedad y el Estado deban procurar dicha adaptación <strong>del</strong><br />
anciano en su entorno y promover una calidad de vida para<br />
este sector de la población.<br />
En lo conceptual se requiere ir más allá <strong>del</strong> dolor y el<br />
sufrimiento, más allá incluso de la perspectiva de lo que<br />
es salud en relación con los hombres y mujeres adultos<br />
mayores. Necesitamos replantearnos nuevos conceptos<br />
<strong>sobre</strong> estas temáticas, o bien, reelaborar los existentes.
Para investigar el envejecimiento y la vejez en México,<br />
hay que tener en cuenta las dinámicas socioculturales, las<br />
cuales son muy diversas y permiten una mejor comprensión<br />
<strong>del</strong> tema, es decir, la multiculturalidad.<br />
ACCIONES PROPUESTAS<br />
Corto plazo<br />
• Formar recursos humanos en gerontología,<br />
psicogerontología, enfermería geriátrica, y gerontología<br />
social y comunitaria.<br />
• Diseñar programas de atención integral al adulto mayor,<br />
considerando las particularidades rural/urbano, y la<br />
interculturalidad de los sectores envejecidos.<br />
• Legislar la atención <strong>del</strong> adulto mayor con énfasis en el<br />
respeto de sus derechos humanos.<br />
• Promover la profilaxis de los padecimientos crónicodegenerativos.<br />
Mediano plazo<br />
• Proponer la conformación de la Procuraduría de la<br />
Defensa <strong>del</strong> Adulto Mayor.<br />
• Revalorar la imagen social de la vejez y el envejecimiento.<br />
• Promover el envejecimiento activo y saludable.<br />
• Mejorar la calidad de vida en la vejez.<br />
Largo plazo<br />
• Crear centros de educación continua en la vejez.<br />
• Crear la Universidad para la Tercera Edad.<br />
• Crear centros de día para adultos mayores en las<br />
comunidades, tomando en cuenta su cultura, tradiciones<br />
y estilos de vida.<br />
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159
GRUPO DE TRABAJO<br />
Enseñanza de la Geriatría:<br />
Primeros análisis <strong>sobre</strong><br />
la formación geriátrica<br />
en pregrado, posgrado y<br />
Enfermería<br />
Coordinadores:<br />
Flor María Ávila Fematt<br />
María Isabel Negrete Redondo<br />
Mariano Montaña Álvarez<br />
Instituto de Geriatría<br />
Relatoras:<br />
Elizabeth Caro López<br />
Victoria González García<br />
Instituto de Geriatría
JUSTIFICACIÓN<br />
Al igual que en otras disciplinas médicas, el desarrollo<br />
de la medicina geriátrica académica ha pasado por el<br />
trabajo clínico, la observación <strong>del</strong> paciente y sus patologías,<br />
la clasificación de fenómenos y la sistematización de<br />
los métodos de análisis, hasta lograr un cuerpo de<br />
investigaciones y conocimiento que le permite convertirse<br />
en una especialidad.<br />
Sin embargo, fue hasta que se profundizó en la forma de<br />
presentación de las enfermedades y en la caracterización<br />
de las diferentes poblaciones de adultos mayores, cuando<br />
se hizo evidente para la comunidad médica la necesidad<br />
de contar con un conocimiento dirigido y diferenciado<br />
apoyado en la investigación. Fue así que en el Reino Unido<br />
inició un proceso de educación a jóvenes médicos, colegas<br />
consultantes y personal de Enfermería, que a la fecha<br />
persiste con ideas centrales de la práctica y la enseñanza<br />
geriátrica (Barton y Mulley, 2003).<br />
Abogando por la existencia de la Geriatría como<br />
subespecialidad y enfatizando el beneficio de los<br />
cuidados que preserven la funcionalidad y promuevan<br />
la rehabilitación, Marjory Warren sienta las bases para<br />
la práctica clínica geriátrica reconociendo a partir de los<br />
pacientes, las necesidades de cuidado e intervención<br />
específica (tabla 1).<br />
162<br />
• Pacientes crónicos no encamados<br />
• Pacientes crónicos encamados<br />
• Paciente senil, quieto, confuso, no ruidoso y<br />
que no molesta a otros enfermos<br />
• Paciente senil demente que necesita estar<br />
segregado de otros enfermos<br />
Tabla 1. Clasificación de los adultos mayores enfermos (Warren,<br />
1946).<br />
En el ámbito latinoamericano, el desarrollo de la Geriatría<br />
y la formación de recursos humanos especializados han<br />
tenido un paso acelerado desde la década de los ochenta,<br />
<strong>sobre</strong> todo en Cuba, Argentina, Chile, Brasil, Colombia,<br />
Perú, Costa Rica y México. Sin embargo, se reconocen los<br />
rezagos en este ámbito y la lucha por remontarlos se libra<br />
en múltiples frentes.<br />
En este sentido, la conformación, en 2001, de la Academia<br />
Latinoamericana de Medicina <strong>del</strong> Adulto Mayor (ALMA)<br />
como activa impulsora de la enseñanza de pregrado y<br />
posgrado geriátrico ha resultado ser fundamental en el<br />
devenir de la especialidad al reconocer que se requieren más<br />
y mejores profesionales que atiendan las necesidades de<br />
salud de los adultos mayores, que las carencias formativas<br />
se hacen manifiestas en la práctica cotidiana, que los<br />
cursos de formación son dispares tanto en contenidos<br />
como en calidad, y que el trabajo colaborativo es una eficaz<br />
herramienta para subsanar estas carencias.<br />
El interés regional por abordar el tema de la enseñanza de<br />
la Geriatría ha propiciado la formación de grupos de análisis<br />
que procuran dar respuestas acordes a la situación de salud<br />
de nuestros países. Un ejemplo claro de estos esfuerzos es<br />
el Primer Foro <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> la Enseñanza de la Geriatría<br />
y Gerontología, realizado 2005 en Perú bajo el auspicio de<br />
la Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong>. Académicos de<br />
diversos puntos de América Latina debatieron ahí <strong>sobre</strong><br />
el tipo de preparación que tienen y cuál deberían de tener<br />
los profesionales que se dedican a la atención <strong>del</strong> adulto<br />
mayor. Las conclusiones se centraron en la reorientación<br />
de los programas de formación de recursos humanos para<br />
dotar de mayores capacidades técnicas a los profesionales<br />
de la atención primaria, la implementación de programas<br />
teórico-prácticos de contenidos geriátricos en la formación<br />
de pregrado de todos los profesionales de la salud y<br />
disciplinas afines, así como la ampliación y fortalecimiento<br />
de los programas de posgrado en la especialización de<br />
Geriatría y la creación de maestrías y doctorados para los<br />
profesionales de la salud que trabajan con adultos mayores.<br />
Dado que la protección de la salud de los mexicanos<br />
requiere de estrategias globales e integrales, el Plan<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> 2007-2012 <strong>del</strong> Gobierno Federal<br />
define cinco objetivos principales para México: 1) Mejorar<br />
las condiciones de salud de la población; 2) reducir las<br />
brechas y desigualdades en salud mediante intervenciones<br />
focalizadas en grupos vulnerables y comunidades<br />
marginadas; 2) prestar servicios con calidad y seguridad;<br />
3) evitar el empobrecimiento de la población por motivos<br />
de salud; 4) garantizar que la salud contribuya al combate<br />
a la pobreza y al desarrollo social <strong>del</strong> país.<br />
Una de las diez estrategias diseñadas para cumplir<br />
exitosamente con estos objetivos es la generación
de recursos suficientes y oportunos mediante el<br />
fortalecimiento de la investigación y la enseñanza en<br />
salud para el desarrollo <strong>del</strong> conocimiento y los recursos<br />
humanos. En este marco, la creación <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría representa un hito en la historia de la enseñanza<br />
geriátrica en México, pues se propone ser la instancia<br />
aglutinadora, generadora y difusora de conocimiento, así<br />
como diseñadora de educación de vanguardia en todas las<br />
modalidades de enseñanza en torno a la Geriatría y la salud<br />
<strong>del</strong> adulto mayor.<br />
El desarrollo de la medicina geriátrica clínica y académica<br />
en México ha involucrado a múltiples actores, tanto a los<br />
pioneros de la disciplina como a los innovadores, a lo largo<br />
de diversos procesos:<br />
• El interés por el adulto mayor que en nuestro país<br />
partió de especialistas en otras áreas, con la posterior<br />
incorporación de médicos geriatras formados en el<br />
extranjero.<br />
• El reto <strong>del</strong> cambio de mo<strong>del</strong>os de atención.<br />
• El reto de vencer posturas edadistas y nihilismos<br />
terapéuticos.<br />
• Demostración de la utilidad de la Geriatría en los<br />
sistemas de salud.<br />
• Desarrollo de una base de evidencia que sustente las<br />
mejores prácticas clínicas y propicie su multiplicación.<br />
• La alianza con otros profesionales.<br />
• El concurso de todos los recursos disponibles, tanto<br />
institucionales como comunitarios.<br />
• La experiencia de la enseñanza, la transferencia <strong>del</strong><br />
conocimiento, la tutoría de alumnos y el mo<strong>del</strong>o de rol<br />
médico a seguir.<br />
En este sentido, el Instituto de Geriatría ha iniciado un<br />
profundo proceso de reflexión <strong>sobre</strong> el tema con la finalidad<br />
de coadyuvar a la construcción de los más elevados<br />
estándares académicos para el estudio y la práctica de<br />
la Geriatría, así como de participar en la definición de<br />
las políticas y programas para la formación de recursos<br />
humanos especializados que respondan a las necesidades<br />
reales de la población mexicana.<br />
Es así que el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y<br />
<strong>Salud</strong>, convocado por el Instituto de Geriatría, representó<br />
desde el punto de vista de la enseñanza geriátrica el inicio<br />
de un proceso que, a la postre, llevará a mejores y más claras<br />
definiciones en el campo de la educación y la formación<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
de los diversos profesionales de la salud para beneficio <strong>del</strong><br />
adulto mayor.<br />
EDUCACIÓN DE LA GERIATRÍA EN PREGRADO<br />
Participantes en la mesa de Pregrado:<br />
Enrique Vargas Salado,<br />
Universidad de Guanajuato, campus León.<br />
Armando González Bedoy,<br />
Facultad de Medicina, UNAM.<br />
Victoria Arango Loperena,<br />
Instituto de Geriatría.<br />
Jesús Noyola Bernal,<br />
Asociación Mexicana de Escuelas y Facultades<br />
de Medicina.<br />
Clemente Zúñiga Gil,<br />
Universidad Autónoma de Baja California;<br />
Academia Latinoamericana de Medicina <strong>del</strong><br />
Adulto Mayor.<br />
El desarrollo de programas geriátricos académicos en las<br />
escuelas y facultades de Medicina es crucial para formar<br />
una fuerza de trabajo efectiva, integrada por profesionales<br />
capaces de lidiar con las enfermedades y necesidades de<br />
salud de una población que envejece rápidamente.<br />
Una primera aproximación al problema de la formación<br />
geriátrica en las escuelas de medicina mexicanas lo<br />
constituye el reporte Programa de Promoción de la<br />
Enseñanza de la Geriatría en las Escuelas y Facultades<br />
de Medicina de México, realizado por la Organización<br />
Panamericana de la <strong>Salud</strong> y la Asociación Mexicana de<br />
Escuelas y Facultades de Medicina (AMFEM), según el<br />
cual, para 1998, sólo 8 de las 60 escuelas de medicina<br />
existentes en México tenían contenidos de Geriatría en el<br />
programa de pregrado.<br />
En 2003, la AMFEM realizó una nueva investigación<br />
por iniciativa de su entonces presidente, el Dr. Enrique<br />
Vargas Salado, geriatra académico de la Universidad de<br />
Guanajuato y activo impulsor de la especialidad en México;<br />
dicho estudio mostró que de las 65 escuelas y facultades de<br />
medicina existentes en México, 30 ya habían incorporado<br />
contenidos geriátricos a sus programas académicos.<br />
Hasta el momento, no ha podido desarrollarse una estrategia<br />
efectiva que convenza al conjunto de universidades para<br />
163
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
que se incorpore esta unidad didáctica en sus programas.<br />
Sin embargo, resulta de suma importancia la disposición<br />
de la AMFEM, externada a través de su actual presidente,<br />
el Dr. Jesús Noyola Bernal, de retomar el análisis y enfoque<br />
<strong>del</strong> problema de la formación geriátrica de pregrado, cuya<br />
solución no puede ser postergada.<br />
La experiencia actual muestra que gran parte de los<br />
programas han iniciado como unidades optativas o<br />
anexadas a otras unidades –como salud pública–, pero con<br />
el paso <strong>del</strong> tiempo y ante la evidencia de su importancia<br />
como unidad didáctica independiente, la Geriatría ha<br />
logrado obtener sus espacios propios.<br />
Sin embargo, la exposición de los estudiantes de Medicina<br />
a los servicios de Geriatría como unidad didáctica <strong>del</strong><br />
programa académico requiere que se establezcan técnicas<br />
de enseñanza que favorezcan un aprendizaje significativo,<br />
particularmente de las formas de presentación de las<br />
enfermedades en los adultos mayores y de los síndromes<br />
geriátricos; estas técnicas han demostrado su utilidad como<br />
estrategias para el reclutamiento de potenciales residentes<br />
de Geriatría.<br />
El abordaje clínico <strong>del</strong> adulto mayor requiere de un enfoque<br />
holístico con intervenciones multi e interdisciplinarias que<br />
aborden los aspectos preventivos y de rehabilitación en la<br />
atención comunitaria, permitiendo una respuesta integral a<br />
los problemas <strong>del</strong> anciano desde una perspectiva biológica,<br />
psicológica, social y espiritual.<br />
En la Facultad de Medicina de la Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México, la enseñanza de la Geriatría se ha<br />
incluido en los planes de estudio de distintas formas: en<br />
el plan de 1985 se incluían siete horas de “Clínica <strong>del</strong><br />
Viejo” dentro de Medicina General II; en el Plan Único de<br />
Estudios de la Carrera de Médico Cirujano, en 1993, se<br />
incluyó como unidad temática con 40 horas, equivalente<br />
a 8.3% de los créditos <strong>del</strong> cuarto año de la carrera. La<br />
materia fue incluida en el programa de <strong>Salud</strong> Pública III con<br />
el objetivo de asegurar de que el estudiante recibiera un<br />
enfoque humanístico, de la salud pública (gerontológico) y<br />
<strong>del</strong> abordaje clínico (geriátrico) que le permitiera responder<br />
a las necesidades de salud de la población anciana.<br />
En la actualidad, con base en el programa de 1993, se<br />
cuenta con 34 profesores con especialidad en Geriatría<br />
o Gerontología, responsables cada año de 37 grupos<br />
164<br />
conformados por un promedio de 20 alumnos cada uno. Se<br />
ha buscado promover en los alumnos la visión y la mística<br />
que el profesionista requiere para la atención <strong>del</strong> adulto<br />
mayor y su actualización se apoya de manera permanente.<br />
En 2010, se aprobó el Plan de Estudios de la licenciatura<br />
de Médico Cirujano que se encuentra actualmente en<br />
proceso de implementación; con ello, la Geriatría ha pasado<br />
a ser una materia independiente obligatoria, aparte de la<br />
<strong>Salud</strong> Pública. Se imparte en noveno semestre en el área de<br />
conocimientos clínicos, con un programa teórico-práctico<br />
de 8 semanas, con 10 horas de teoría y 25 horas de<br />
práctica. Este nuevo programa individualiza a la Geriatría<br />
y asegura un adecuado tiempo de impartición; se requiere,<br />
sin embargo, el desarrollo de un libro de texto específico<br />
que se complemente con las antologías y las lecturas<br />
recomendadas anteriormente.<br />
Con este reciente giro, la Facultad de Medicina de la<br />
UNAM se coloca a la vanguardia de la enseñanza geriátrica<br />
de pregrado conjuntando un cuerpo académico que<br />
aglutina al grupo docente pionero de 1993 con las nuevas<br />
generaciones de geriatras que engrosan la plantilla actual.<br />
La Escuela Superior de Medicina <strong>del</strong> Instituto Politécnico<br />
<strong>Nacional</strong> incorpora desde 1997 la asignatura de Geriatría en<br />
modalidad curricular obligatoria durante tres meses dentro<br />
<strong>del</strong> décimo semestre de la carrera de Médico Cirujano y<br />
Partero. Es una asignatura teórico-práctica con 90 horas<br />
por trimestre, equivalentes a 7 créditos. La asignatura<br />
está diseñada para que el alumno aprenda a identificar los<br />
principales problemas <strong>del</strong> adulto mayor, considerando los<br />
cambios orgánicos, morfológicos y funcionales, así como<br />
los cambios psicológicos producidos por los procesos <strong>del</strong><br />
envejecimiento. La asignatura subraya la importancia<br />
de que el médico general sea capaz de comprender en el<br />
primer nivel de atención las características especiales de<br />
las esferas biológica y psicoafectiva <strong>del</strong> adulto mayor, para<br />
su adecuado manejo médico o su canalización a servicios<br />
especializados.<br />
Las tendencias educativas de la medicina apuntan, sin<br />
duda, al desarrollo de programas centrados en el estudiante<br />
y basados en competencias. Esto implica que la educación<br />
médica debe vincular el mo<strong>del</strong>o educativo con el mo<strong>del</strong>o<br />
asistencial o el campo laboral, y que, a la vez, permita la<br />
flexibilidad <strong>del</strong> profesional para ajustarse a cambios de<br />
paradigma, tal como lo requiere el ejercicio de la medicina<br />
geriátrica.
Los trabajos desarrollados en la Asociación de Facultades<br />
y Escuelas de Medicina de México permitieron establecer<br />
una serie de siete competencias que integran las destrezas<br />
y habilidades que requieren los egresados de la licenciatura<br />
en Medicina para desempeñarse eficientemente como<br />
médicos generales. Si bien la diferencia de recursos entre<br />
distintas universidades y entidades federativas en México<br />
ha dificultado que las competencias se vean reflejadas en<br />
un programa unificado para la licenciatura en Medicina<br />
que pudiese ser aplicado en cada una de las facultades<br />
y escuelas de Medicina, el camino está iniciado y debe<br />
avanzar hacia el desarrollo de competencias específicas que<br />
doten al estudiantado <strong>del</strong> país de mejores herramientas para<br />
la atención de los adultos mayores. Las siete competencias<br />
propuestas para la licenciatura en Medicina son:<br />
• Dominio de la atención médica general: Capacidad de<br />
realizar un manejo clínico integral que permita preservar<br />
o restaurar la salud <strong>del</strong> paciente considerando los<br />
aspectos biológicos, psicológicos y sociales.<br />
• Dominio de las bases científicas de la medicina:<br />
Capacidad para utilizar el conocimiento teórico,<br />
científico, epidemiológico y clínico con la finalidad<br />
de tomar decisiones médicas y elaborar mo<strong>del</strong>os que<br />
permitan promover la salud, disminuir los riesgos, limitar<br />
los daños y proponer abordajes viables a los problemas<br />
de salud, adecuándose a las necesidades y condiciones<br />
de los pacientes, la comunidad y la sociedad.<br />
• Capacidad metodológica e instrumental en ciencias<br />
y humanidades: Capacidad de utilizar los enfoques<br />
metodológicos de la investigación cualitativa y<br />
cuantitativa, así como los derivados de las humanidades,<br />
para tomar decisiones médicas bien sustentadas,<br />
mejorar la calidad de los servicios de salud, avanzar<br />
en el conocimiento <strong>del</strong> proceso salud-enfermedad y<br />
contribuir a favorecer el desarrollo humano sostenible<br />
con equidad y justicia.<br />
• Dominio ético y <strong>del</strong> profesionalismo: Actuar de<br />
conformidad con los valores que identifican a la profesión<br />
médica, mostrando su compromiso con los pacientes,<br />
sus familias, la comunidad y la sociedad en general, a fin<br />
de dar respuesta a las necesidades de salud.<br />
• Dominio de la calidad de la atención médica y trabajo<br />
en equipo: Capacidad para responder satisfactoriamente<br />
a las necesidades de salud, reales y sentidas, de los<br />
individuos, familias y comunidades de manera oportuna,<br />
efectiva, accesible, confiable y de conformidad con las<br />
mejores prácticas y la mejor evidencia disponible, libre<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
de deficiencias y errores, favoreciendo el trabajo en<br />
equipo mediante el liderazgo compartido, el desarrollo<br />
continuado de las capacidades de sus integrantes, el<br />
monitoreo y el apoyo a los miembros que lo necesitan.<br />
• Dominio de la atención comunitaria: Aplicación y<br />
evaluación de acciones preventivas y de promoción<br />
a la salud que permitan controlar los riesgos a la<br />
salud individual y colectiva mediante la participación<br />
comunitaria y el uso efectivo de los recursos disponibles.<br />
• Capacidad de participación en el sistema de salud:<br />
Participación reflexiva en la instrumentación y<br />
evaluación de políticas, planes y programas nacionales<br />
y regionales de salud, buscando ampliar los beneficios<br />
para la salud individual y colectiva.<br />
La enseñanza de la medicina geriátrica basada en<br />
competencias implica desarrollar una combinación<br />
armónica e integrada de conocimientos, actitudes,<br />
cualidades personales y habilidades que permitan el<br />
adecuado desempeño <strong>del</strong> médico y que favorezcan una<br />
notable capacidad de adaptación.<br />
La Geriatría es, por definición, la rama de la medicina<br />
que estudia la enfermedad en el anciano; sin embargo,<br />
la orientación de la rama ha dejado fuera de su abordaje<br />
a las subpoblaciones de adultos sanos y/o funcionales<br />
que también requieren de una perspectiva de abordaje<br />
integral e interdisciplinario. Busca el fortalecimiento de un<br />
aprendizaje duradero y transferible, en el cual el médico<br />
asume la información, la transforma en conocimiento,<br />
la emplea para resolver los problemas y termina el ciclo<br />
formando conocimiento nuevo.<br />
La construcción de una competencia médica requiere<br />
determinar los conocimientos que es imprescindible que<br />
adquiera el estudiante, las habilidades y actitudes que debe<br />
desarrollar, así como la etapa <strong>del</strong> aprendizaje en que debe<br />
ser expuesto a dicho conocimiento.<br />
Es decir, este mo<strong>del</strong>o de aprendizaje debiera responder los<br />
siguientes cuestionamientos<br />
• ¿Que debe aprender el médico general para atender a las<br />
necesidades de salud <strong>del</strong> adulto mayor?<br />
• ¿Cómo debe adquirir dichos conocimientos?<br />
• ¿Cómo se desarrollan las habilidades y aptitudes para la<br />
práctica de la medicina geriátrica?<br />
165
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
• ¿Cómo se incorporan las cualidades personales para el<br />
logro de las competencias?<br />
En este sentido, el papel de la Academia Latinoamericana<br />
de Medicina <strong>del</strong> Adulto Mayor ha logrado aportes<br />
significativos y propuestas puntuales. Bajo el auspicio de la<br />
Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong>, dicha institución<br />
nace ante la necesidad de mejorar la enseñanza de la<br />
Geriatría en la región y se plantea como objetivo promover<br />
la educación médica continuada con énfasis en los<br />
profesores de Geriatría mediante cursos de posgraduados y<br />
el apuntalamiento de la enseñanza en la Atención Primaria<br />
a la <strong>Salud</strong>.<br />
Promueve activamente el trabajo de redes colaborativas<br />
en docencia e investigación, como lo demuestra su<br />
participación en la Red Temática de <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong><br />
y Desarrollo Social, recientemente creada en México.<br />
ALMA agrupa a una buena parte de los cuerpos docentes<br />
de los países latinoamericanos, facilitando con ello la<br />
actualización docente, así como el intercambio académico<br />
que a la postre promueve el crecimiento de la Geriatría<br />
latinoamericana. Cuenta con la activa colaboración de la<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México, la Universidad<br />
Católica de Chile, la Universidad Javeriana de Bogotá, la<br />
Universidad de La Habana, la Universidad de San José en<br />
Costa Rica, la Universidad Autónoma de Baja California<br />
en México y el apoyo decidido de la Sociedad Española de<br />
Medicina Geriátrica, a través <strong>del</strong> Dr. Leocadio Rodríguez<br />
Mañas, presidente de su comité ejecutivo.<br />
Su preocupación por la enseñanza de la Geriatría llevó a<br />
los miembros de ALMA a realizar un intensa investigación<br />
<strong>sobre</strong> la situación de la enseñanza de pregrado en América<br />
Latina, hallando que en 2004 sólo 14% de las facultades<br />
y escuelas de Medicina de la región tienen dentro de sus<br />
programas formativos, contenidos geriátricos o unidades<br />
didácticas destinadas a la enseñanza de la medicina<br />
geriátrica. Los resultados de este trabajo fueron publicados<br />
en 2005 en la Revista Panamericana de <strong>Salud</strong> Pública,<br />
en donde se destaca la necesidad de que los alumnos<br />
adquieran competencias y habilidades que les permitan<br />
conocer y comprender:<br />
• El proceso de envejecimiento y sus repercusiones<br />
demográficas y epidemiológicas.<br />
• La historia natural de la fragilidad y la dependencia.<br />
166<br />
• La forma de presentación de las enfermedades en el<br />
adulto mayor.<br />
• Las interacciones entre factores físicos, mentales y<br />
sociales en la generación de la discapacidad.<br />
• La evaluación de la enfermedad y la dependencia.<br />
• La importancia de los cuidados continuados y de la<br />
intervención precoz.<br />
• El valor <strong>del</strong> trabajo interdisciplinario.<br />
• El uso óptimo de los recursos comunitarios, sociales y<br />
de salud a favor <strong>del</strong> adulto mayor.<br />
• El uso apropiado de los fármacos.<br />
• El valor de la rehabilitación.<br />
• La perspectiva de ciclo de vida, desde el adulto mayor<br />
sano hasta el enfermo crónico y terminal.<br />
• <strong>Envejecimiento</strong> sano y activo.<br />
Los programas basados en competencias en Medicina<br />
favorecen el desarrollo de habilidades técnicas y brindan<br />
particular importancia a los avances tecnológicos, a<br />
menudo dejando de lado las habilidades de comunicación<br />
e interacción <strong>del</strong> médico con sus pacientes y la comunidad.<br />
Si bien la mayor parte de los programas basados en<br />
competencias incluyen la práctica ética en sus perfiles de<br />
egreso, falta estimular el desarrollo de actitudes adecuadas<br />
para completar este fin.<br />
La Medicina no sólo requiere formar profesionistas con<br />
excelentes capacidades y conocimientos técnicos, sino<br />
también formar excelentes seres humanos con valores<br />
morales que aseguren una atención médica de calidad en<br />
cualquier nivel. Sin embargo, el alumno debe aprender la<br />
actitud humanística <strong>del</strong> comportamiento de cada uno de<br />
sus profesores, quienes deberán mostrar congruencia entre<br />
lo que se enseña y lo que se practica, particularmente en<br />
los campos clínicos.<br />
La bioética es diferente <strong>del</strong> derecho médico y no es exclusiva<br />
de la atención a los adultos mayores. La enseñanza de<br />
la bioética no debe limitarse únicamente a la Geriatría,<br />
sino abordarse, con base en los principios de autonomía,<br />
beneficencia y justicia para la población en general.<br />
Retos a resolver y propuestas<br />
1. Alianzas estratégicas <strong>del</strong> Instituto de Geriatría con<br />
instituciones educativas y organismos civiles como la<br />
AMFEM para realizar un diagnóstico exhaustivo de la
situación de la enseñanza de pregrado en Geriatría que<br />
actualice y complemente la información disponible<br />
actualmente. Este proceso debe estar enriquecido por<br />
datos puntuales que permitan un acercamiento profundo<br />
al impacto que representa la enseñanza de la Geriatría y<br />
su repercusión en la formación <strong>del</strong> médico mexicano. Este<br />
diagnóstico ofrecerá los principales insumos que permitan<br />
elaborar propuestas consensuadas y de mayor alcance<br />
para la evaluación y rediseño de programas existentes o<br />
apertura de nuevas cátedras (tabla 2).<br />
2. Producción y amplia difusión de material académico y<br />
textos de alta calidad para la enseñanza de la medicina de<br />
pregrado y de atención primaria a la salud conjuntando el<br />
conocimiento y experiencia de los geriatras mexicanos. De<br />
esta forma se propiciará un conocimiento más uniforme en<br />
términos de contenido y calidad. La producción de libros<br />
de texto geriátricos en nuestro país es escasa; para cambiar<br />
esta situación se requiere de un fuerte impulso e interés por<br />
parte <strong>del</strong> cuerpo académico, las casas editoras y las propias<br />
universidades.<br />
3. Diseño e implementación de modalidades innovadoras<br />
y poco exploradas que atraigan al estudiante de pregrado<br />
hacia la Geriatría:<br />
•Inclusión de contenidos geriátricos en todas las unidades<br />
didácticas de tal forma que la Geriatría sea vista desde<br />
las otras disciplinas médicas.<br />
• Rotaciones en servicios geriátricos especializados,<br />
medicina geriátrica ambulatoria o unidades de cuidados<br />
prolongados públicos o privados.<br />
• Cursos de verano con exposición intensiva a contenidos<br />
geriátricos clínicos.<br />
• Cursos de verano de investigación geriátrica.<br />
• Talleres dirigidos hacia el desarrollo de competencias y<br />
destrezas geriátricas para el estudiante de Medicina.<br />
• Programa de contacto con el adulto mayor sano para<br />
el estudiante de primer año con la finalidad de mejorar<br />
la percepción que tiene el alumno de los adultos<br />
mayores y sensibilizarlo respecto al ejercicio clínico con<br />
subpoblaciones de ancianos. Esta modalidad favorece el<br />
Censo actualizado de las escuelas y facultades de Medicina que ofrecen contenidos geriátricos.<br />
Forma de inclusión de los contenidos geriátricos (en una materia independiente o insertos en otras áreas de la<br />
Medicina)<br />
Semestre o año en que se imparten los conocimientos geriátricos<br />
Créditos que otorgan las cátedras de Geriatría<br />
Número de horas totales de enseñanza geriátrica<br />
Facultades que cuentan con departamentos de Geriatría<br />
Facultades con unidades de Geriatría insertadas en otra división<br />
Competencias que promueven los contenidos geriátricos<br />
Técnicas educativas empleadas en la enseñanza geriátrica<br />
Porcentaje de la enseñanza geriátrica que se dedica a la teoría<br />
Porcentaje de la enseñanza geriátrica que se destina a la práctica<br />
Abordaje de temas relacionados con cuidados prolongados<br />
Abordaje de temas relacionados con el final de la vida y la medicina paliativa<br />
Tipo de servicios en los que se realiza la enseñanza clínica (Geriatría, Medicina Interna o Medicina General, otros)<br />
Perfil de los profesores (médicos generales, especialistas de otras ramas o geriatras)<br />
Profesores de tiempo completo con los que cuentan<br />
Relación entre número de profesores y alumnos atendidos<br />
¿El cuerpo académico de contenidos geriátricos está involucrado en procesos de capacitación docente?<br />
¿El cuerpo académico de los profesores de contenidos geriátricos está involucrado en educación médica continua?<br />
Competencias evaluadas en la plantilla docente de contenidos geriátricos<br />
Porcentaje <strong>del</strong> cuerpo académico de pregrado que cumple funciones en posgrado y educación médica continua<br />
Líneas de investigación geriátrica por facultad de Medicina<br />
Percepción general de la atención de los adultos mayores por parte <strong>del</strong> estudiante de Medicina<br />
¿Existe alguna modificación en la percepción <strong>del</strong> cuidado <strong>del</strong> adulto mayor por parte <strong>del</strong> estudiante de Medicina, una<br />
vez que ha entrado en contacto con la Geriatría?<br />
Tabla 2. Temario propuesto para el diagnóstico en escuelas y facultades de Medicina. Geriatría de pregrado.<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
167
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
entendimiento de los niveles de cuidado y promueve la<br />
experiencia de la educación intergeneracional.<br />
• Programa de inmersión intensiva a guías de práctica<br />
clínica de primer contacto geriátrico para el médico<br />
próximo a la realización <strong>del</strong> servicio social.<br />
• Participación de organizaciones de la sociedad civil<br />
y fundaciones con interés en la salud de los adultos<br />
mayores, financiando programas especiales con elevado<br />
contenido geriátrico dirigidos a estudiantes de Medicina<br />
durante el transcurso de todo el entrenamiento de<br />
pregrado.<br />
4.Actualización docente de los profesores de Geriatría, de<br />
tal forma que se fortalezca la figura de tutor y de mo<strong>del</strong>o<br />
a seguir.<br />
5.Uso de tecnologías de la información y de mo<strong>del</strong>os de<br />
educación a distancia en redes educativas que propicien la<br />
enseñanza de la Geriatría en pregrado y refuercen el trabajo<br />
colaborativo entre universidades de México, América<br />
Latina y el Instituto de Geriatría.<br />
6.La Biblioteca Virtual <strong>del</strong> Instituto de Geriatría puede<br />
alojar y catalogar la información relacionada con el tema<br />
de adultos mayores de los ámbitos académicos geriátricos<br />
y, de esa manera, servir como punto de referencia para<br />
los estudiantes de medicina <strong>del</strong> país y como vehículo de<br />
intercambio de información entre las distintas universidades<br />
que ofrecen contenidos geriátricos de pregrado.<br />
REFLEXIONES SOBRE EL POSGRADO EN<br />
GERIATRÍA<br />
La experiencia inicial <strong>del</strong> posgrado geriátrico en las<br />
instituciones mexicanas académicas y de salud ha estado<br />
llena de vicisitudes, contratiempos y, al mismo tiempo,<br />
historias de éxito. Aunque la Maestría en Ciencias <strong>del</strong><br />
Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong> iniciada en 1985 hubo de<br />
ser truncada, los médicos egresados de ese programa han<br />
sido activos promotores <strong>del</strong> desarrollo de la especialidad en<br />
nuestro país.<br />
El curso de especialidad que dio inicio a la Geriatría<br />
académica en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales<br />
para los Trabajadores <strong>del</strong> Estado (ISSSTE), en 1986,<br />
tuvo que sortear un sistema de atención carente de<br />
infraestructura para el cuidado de los adultos mayores y el<br />
168<br />
escaso acercamiento a la medicina geriátrica que entonces<br />
caracterizaba a la institución de salud con la población<br />
de adultos mayores más grande <strong>del</strong> país. Inmersos en un<br />
entorno de médicos internistas, con quienes compartían<br />
la misma especialidad troncal, profesores y alumnos<br />
de Geriatría fueron paulatinamente abriendo espacios,<br />
desarrollando mo<strong>del</strong>os de atención y proponiendo técnicas<br />
educativas que actualmente abarcan no sólo a los médicos<br />
especialistas, sino también al médico familiar, enfermeras,<br />
gericultistas y cuidadoras.<br />
Por otra parte, los geriatras mexicanos formados en<br />
programas académicos en el extranjero vinieron a reforzar<br />
el trabajo iniciado por un grupo de colegas preocupados y<br />
ocupados de convencer al sistema de salud mexicano de<br />
los beneficios de la atención diferenciada hacia los adultos<br />
mayores.<br />
El advenimiento de los cursos con reconocimiento<br />
universitario en la Universidad Autónoma de Nuevo<br />
León y la Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
constituye un parteaguas, pues detonó la apertura <strong>del</strong><br />
curso de especialidad en múltiples sedes, incluyendo otras<br />
universidades visionarias, públicas y privadas, acompañada<br />
por el desarrollo de programas de las instituciones <strong>del</strong><br />
Sector <strong>Salud</strong>.<br />
Los geriatras clínicos pioneros y las nuevas generaciones<br />
formadas a partir de esas experiencias constituyen hoy un<br />
sólido cuerpo académico que reconoce la importancia <strong>del</strong><br />
papel que les toca desempeñar en la sociedad y enfocan sus<br />
esfuerzos hacia el desarrollo de la Geriatría y la formación<br />
de más y mejores recursos humanos.<br />
Fomentar la creación y capacitación de recursos humanos<br />
especializados en materia de Geriatría y en aquellas<br />
complementarias y de apoyo, mediante la creación e<br />
implementación de programas y cursos especializados,<br />
así como fungir como órgano de consulta nacional <strong>sobre</strong><br />
temas relacionados con su objeto, son tareas sustantivas<br />
<strong>del</strong> Instituto de Geriatría, órgano desconcentrado de la<br />
Secretaría de <strong>Salud</strong>. De ahí su interés en promover, a partir<br />
<strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>, un<br />
debate fundamental que ha de definir el rumbo que tomará<br />
la formación de geriatras en México tomando en cuenta los<br />
siguientes elementos:
• Congruencia entre la enseñanza y las necesidades de<br />
salud de la población.<br />
• El nivel y la calidad académica de los egresados de los<br />
distintos programas de especialidad.<br />
• Ritmo de formación desde 1986.<br />
• Análisis de los cambios en la estructura de los programas<br />
actuales.<br />
• Reclutamiento y promoción <strong>del</strong> entrenamiento en<br />
Geriatría.<br />
• Educación médica continua en Geriatría.<br />
Profesor titular<br />
Luis Miguel Gutiérrez Robledo<br />
Flor María Ávila Fematt<br />
Mariano Montaña Álvarez<br />
Patricia Morales Razo<br />
Gustavo Robles Villela<br />
Emilio García Mayo<br />
Ivonne Becerra Laparra<br />
Carlos D´Hyver de las Deses<br />
Alejandro Uribe Hernández<br />
Felipe Martínez Arronte<br />
Francisco Javier López Esqueda<br />
Ricardo Salinas Martínez<br />
Amador Macías Osuna<br />
Abel Barragán Berlanga<br />
Carlos Romero Aparicio<br />
Juan José García González<br />
David Leal Mora<br />
Sergio Valdés Rojas<br />
Gustavo Medina<br />
Institución académica<br />
Instituto de Geriatría<br />
Instituto de Geriatría<br />
Instituto de Geriatría<br />
La Geriatría es una nueva especialidad en México y, si bien<br />
los logros han sido ponderados, hay aún grandes problemas<br />
que resolver y estrategias que proponer a favor <strong>del</strong> desarrollo<br />
de la Geriatría académica y <strong>del</strong> tipo de profesional que ha<br />
de ser el depositario de la salud de los viejos mexicanos.<br />
Los marcos de referencia de los programas desarrollados en<br />
otros países –algunos con sistemas de salud y educativos<br />
sumamente evolucionados, otros con problemáticas y<br />
características muy similares al nuestro- han sido de gran<br />
utilidad en esta reflexión; sin embargo, la Geriatría mexicana<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />
Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />
Universidad Autónoma de Nuevo León<br />
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de<br />
Monterrey<br />
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de<br />
Monterrey<br />
Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />
Universidad Autónoma de Querétaro<br />
Universidad de Guadalajara<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />
Tabla 3. Participantes en la encuesta <strong>sobre</strong> formación geriátrica de especialidad.<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
Institución de salud<br />
Secretaria de <strong>Salud</strong><br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
Hospital Español<br />
Centro Gerontológico<br />
“Arturo Mundet”<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas<br />
y Nutrición “Salvador Zubirán”<br />
Fundación Médica Sur<br />
Centro Médico ABC<br />
Hospital Central de Pemex Norte<br />
Hospital de Enfermos<br />
Crónicos de Tepexpan<br />
Hospital Central<br />
“Ignacio Morones Prieto”<br />
Hospital Universitario<br />
de Nuevo León<br />
Hospital “San José”<br />
Hospital Metropolitano<br />
“Bernardo Sepúlveda”<br />
Hospital Regional ISSSTE<br />
“Lic. Adolfo López Mateos”<br />
Hospital Regional Num. 1 IMSS<br />
Hospital Civil de Guadalajara<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de las<br />
Personas Adultas Mayores<br />
Hospital General de Zona<br />
núm. 27, IMSS<br />
169
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
ha adquirido sello propio y la creación <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría es el mejor auspicio de la consolidación de la<br />
especialidad y la promoción de su crecimiento.<br />
Si bien los cursos universitarios existentes son sometidos a<br />
escrutinios periódicos y los cuerpos docentes han debatido<br />
desde 2007 la pertinencia de varios mo<strong>del</strong>os educativos<br />
y formas de ingreso a la especialidad, consideramos que<br />
el Instituto de Geriatría abre la oportunidad a visiones<br />
innovadoras acordes con las necesidades de atención de la<br />
población de adultos mayores y propone soluciones globales<br />
a la formación de recursos humanos especializados.<br />
Para este propósito, el Instituto –a través de su Dirección<br />
de Enseñanza y Divulgación– se dio a la tarea de congregar<br />
a los profesores titulares de los cursos universitarios<br />
existentes en el país; anticipadamente, mediante una<br />
encuesta, se les invitó a replantearse el camino de la<br />
formación geriátrica de especialidad en su conjunto y a<br />
reflexionar <strong>sobre</strong> los programas que ellos mismos dirigen y<br />
los problemas comunes que enfrentan en el cumplimiento<br />
de la gran responsabilidad implícita en la enseñanza de la<br />
Medicina en general y de la Geriatría en particular (tabla<br />
3).<br />
Encuesta previa<br />
Con la finalidad de comparar las opiniones de cada uno de<br />
los profesores respecto a los temas abordados en la mesa<br />
de trabajo, se envió por correo electrónico el siguiente<br />
cuestionario:<br />
1.¿Cuántas plazas de primer y segundo año de Geriatría<br />
tiene anualmente su sede? ¿Cuántas plazas de primer y<br />
segundo se encuentran ocupadas?<br />
2.¿Cuántos años de prerrequisito de Medicina Interna<br />
se deben de cursar antes de iniciar la especialidad en<br />
Geriatría?<br />
3.¿Debe ofrecerse la especialidad de Geriatría como<br />
elección inicial o después de la especialidad de Medicina<br />
Interna parcial o completa?<br />
4.¿Responde la actual formación de Geriatría a las<br />
necesidades <strong>del</strong> país y de la población adulta mayor?<br />
5.¿Qué estrategias propondría para impulsar el<br />
reclutamiento de residentes de Geriatría?<br />
Los participantes enviaron sus respuestas por correo<br />
170<br />
electrónico a la Dirección de Enseñanza y Divulgación <strong>del</strong><br />
Instituto de Geriatría, donde se analizaron y conjuntaron las<br />
respuestas obtenidas.<br />
1. Plazas disponibles y ocupación de plazas por sede<br />
Actualmente se encuentran registradas 18 sedes donde<br />
se imparten cursos de posgrado de especialidad en<br />
Geriatría. Existe un total de 41 plazas para el primer año<br />
y 64 para el segundo. Hasta 2010 había egresado un<br />
total de 296 especialistas en Geriatría de las 18 sedes,<br />
siendo el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”<br />
y el Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y Nutrición<br />
“Salvador Zubirán” las dos sedes con un mayor número<br />
de egresados, 83 para la primera y 52 para la segunda,<br />
respectivamente. En la tabla 4 podemos observar cada<br />
una de las sedes de programas de Geriatría, la universidad<br />
a la que se encuentran incorporadas, el número de plazas<br />
disponibles y ocupadas por año, así como el nombre <strong>del</strong> o<br />
los profesores titulares <strong>del</strong> curso.<br />
Actualmente la proporción de ocupación de plazas en<br />
México se encuentra por arriba de lo observado en otros<br />
países, donde no suele superar el 50%. Sin embargo,<br />
la falta de aspirantes ha generado que disminuyan las<br />
plazas ofertadas en los años subsecuentes (figura 1). En<br />
la tabla 4 podemos observar cómo se ofrecen 64 plazas<br />
para alumnos de segundo año, pero sólo están ocupadas<br />
41; para primer año se ofrecen 41 plazas, pero sólo se<br />
encuentran ocupadas 29, lo que plantea el riesgo de que<br />
disminuya la oferta en los siguientes años, siendo necesario<br />
establecer un programa de reclutamiento efectivo.<br />
Figura 1. Proporción de plazas de 1er. y 2º año de Geriatría<br />
ocupadas en 2010.<br />
2. Número de años de prerrequisito de Medicina Interna<br />
para el ingreso a la especialidad de Geriatría
Este tema suscita opiniones divididas entre los profesores<br />
participantes. Si bien la mayoría considera que la mejor<br />
opción es completar el entrenamiento de cuatro años de<br />
Medicina Interna, si se suman los profesores que apoyan<br />
las opciones de dos y tres años, su número es superior.<br />
Los argumentos a favor de completar dos años de Medicina<br />
Interna se respaldan en el hecho de que los programas<br />
universitarios brindan los conceptos más importantes de<br />
la especialidad en ese periodo, utilizando el tercer año de<br />
Tabla 4. Plazas disponibles y ocupadas por sede de Geriatría.<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
la especialidad para rotaciones en otras subespecialidades<br />
asociadas. Sin embargo, algunos de los profesores que<br />
pugnan por esta opción consideran que sería necesario<br />
agregar un tercer año en la formación de Geriatría para<br />
favorecer la experiencia clínica en mo<strong>del</strong>os de atención<br />
subaguda y crónica dirigidos a los adultos mayores.<br />
Los profesores que apoyan los tres años de prerrequisito<br />
de Medicina Interna argumentan que el tercer año de la<br />
especialidad troncal permite al médico adquirir experiencia<br />
171
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Figura 2. Proporción de profesores a favor de 2, 3 y 4 años de<br />
prerrequisito de Medicina Interna para el ingreso a Geriatría.<br />
clínica asociado a los conceptos adquiridos en los primeros<br />
dos años de la especialidad, además de considerar que<br />
anteriormente el programa de especialidad en Medicina<br />
Interna tenía una duración de tres años y que el cambio<br />
a cuatro años tuvo motivos de tipo administrativo y no<br />
educativos.<br />
Finalmente, los profesores asistentes que promueven<br />
que se complete el entrenamiento de Medicina Interna<br />
de cuatro años aducen diferentes motivos (figura 2).<br />
El primero de ellos es la escasez de espacios laborales<br />
específicos para geriatras; dado que la mayoría de los<br />
egresados que trabajan en el Sistema Público de <strong>Salud</strong> se<br />
encuentran contratados como especialistas en Medicina<br />
Interna, es a partir de ahí que comienzan a desarrollar<br />
servicios de Geriatría en sus centros laborales. Otro motivo<br />
es mantener la homogeneidad entre los egresados, lo que<br />
facilitaría la calidad de los aspirantes y aseguraría un buen<br />
desempeño a lo largo de su formación. Si bien la Geriatría<br />
es una especialidad desarrollada en el tercer nivel de<br />
atención médica, en la práctica privada de la especialidad<br />
–e incluso en algunos centros médicos– el geriatra<br />
desempeña funciones de médico de primer contacto, por<br />
lo que requiere la experiencia de la Medicina Interna para<br />
realizar sus labores de forma competente.<br />
3. Modalidades de ingreso a la especialidad de Geriatría<br />
Actualmente, el programa de Geriatría de la Universidad<br />
172<br />
<strong>Nacional</strong> Autónoma de México tiene como prerrequisito<br />
para el ingreso a la especialidad el haber completado tres<br />
años de Medicina Interna. A pesar de ello, la mayoría de<br />
las sedes incluidas en dicho programa solicitan que sus<br />
aspirantes hayan completado los cuatro años de Medicina<br />
Interna (figura 3).<br />
Sin embargo, con la finalidad de promover un mayor<br />
reclutamiento de residentes de Geriatría, la mayoría de<br />
los profesores participantes consideran adecuado que se<br />
permita el ingreso a Geriatría de forma directa a través <strong>del</strong><br />
Examen <strong>Nacional</strong> de Residencias, ofreciendo la posibilidad<br />
de ingresar después de completar tres y manteniendo la<br />
opción de acceder después de cuatro años de Medicina<br />
Interna, a fin de no perder recursos humanos dispuestos a<br />
ser geriatras.<br />
Aunque la opción de transformar la Geriatría en una<br />
especialidad de ingreso exclusivamente a través <strong>del</strong><br />
Examen <strong>Nacional</strong> de Residencias permitiría asegurar el<br />
reclutamiento y ocupación de las plazas destinadas a la<br />
especialidad, en los primeros años existiría un riesgo elevado<br />
de incorporar alumnos con perfiles inadecuados para la<br />
especialidad, además de que los programas universitarios<br />
actuales y los recursos disponibles para la formación de<br />
geriatras no son los idóneos para tomar la responsabilidad<br />
en su formación desde los primeros años de rotación por<br />
servicios de Medicina Interna. Por último, se requeriría de<br />
contar con espacios laborales específicos para especialistas<br />
Figura 3. Proporción de profesores participantes que apoyaron<br />
que la Geriatría se ofrezca como elección inicial o después de<br />
Medicina Interna parcial o completa.
en Geriatría que permitieran su incorporación a la práctica<br />
clínica al finalizar la especialidad.<br />
El mantener el requisito de completar los cuatro años de<br />
Medicina Interna permite asegurar un rango de calidad en<br />
los aspirantes y, por tanto, en los egresados de Geriatría,<br />
favoreciendo el desarrollo y mantenimiento de la buena<br />
imagen <strong>del</strong> gremio, además de mantener la posibilidad<br />
de emplearse en espacios destinados al especialista en<br />
Medicina Interna.<br />
Figura 4. Proporción de profesores que consideran que la<br />
formación actual de la Geriatría responde a las necesidades de<br />
los adultos mayores en el país.<br />
4. ¿Responde la actual formación de Geriatría a las<br />
necesidades <strong>del</strong> país y de la población adulta mayor?<br />
SI bien la mayoría de los profesores participantes respondió<br />
que la formación actual en Geriatría no resuelve las<br />
necesidades <strong>del</strong> país y de la población adulta mayor,<br />
su respuesta no se refiere a la calidad de los programas<br />
universitarios de posgrado de Geriatría que existen en la<br />
actualidad (figura 4). Los profesores consideran que la<br />
estructura y contenidos de los programas universitarios de<br />
Geriatría son adecuados dada su orientación como servicios<br />
interconsultantes en centros de tercer nivel de atención<br />
o en modalidades de atención crónica para los adultos<br />
mayores; el problema central se encuentra en las políticas<br />
públicas sanitarias y sociales que no consideran espacios<br />
adecuados para los egresados y en la pobre enseñanza de<br />
la atención a los adultos mayores que se brinda durante la<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
carrera de Medicina y en otras especialidades médicas.<br />
Otro problema real es que el número de geriatras existentes<br />
hoy en día en México se encuentra muy por debajo de<br />
las recomendaciones internacionales; de acuerdo con<br />
la Asociación Americana de Geriatría, se requiere de un<br />
médico especialista en Geriatría por cada 10 mil habitantes.<br />
Los menos de 300 egresados de los programas existentes<br />
de la especialidad se encuentran muy por debajo de los<br />
mínimos requeridos para la población actual y la velocidad<br />
de formación de especialistas actual no parece capaz de<br />
resolver la situación en los siguientes 20 años.<br />
Al respecto, se pueden enlistar las siguiente conclusiones:<br />
• El ritmo de formación de especialistas en Geriatría es<br />
claramente insuficiente. Según los datos ofrecidos por<br />
los profesores titulares de los cursos, en el transcurso<br />
de 20 años y hasta 2010 se han formado 296 geriatras<br />
en el Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> bajo los diversos<br />
esquemas universitarios.<br />
• Desde la perspectiva <strong>del</strong> cuerpo docente, el<br />
mo<strong>del</strong>o educativo actual de la Geriatría no anota<br />
cuestionamientos a la calidad de los programas<br />
universitarios; sin embargo, privilegia el trabajo<br />
colaborativo de un Grupo Interinstitucional de Posgrado<br />
de Geriatría que unifique programas universitarios<br />
tomando como punto de partida el Programa Único<br />
de Especialidades de la Facultad de Medicina de la<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México y que<br />
conforme el perfil único <strong>del</strong> egresado de acuerdo con el<br />
papel que habría de desempeñar el geriatra en México.<br />
• Cerca de 50% admite que con tres años de Medicina<br />
Interna se adquiere el conocimiento esencial y<br />
la experiencia suficiente para continuar con la<br />
subespecialidad dos años más. Se consideró que la<br />
especialidad de Medicina Interna fue cursada en tres<br />
años por 90% de los actuales profesores de Geriatría<br />
y que el tiempo efectivo de aprendizaje <strong>del</strong> cuarto año<br />
de la especialidad de Medicina Interna se reduce a 6<br />
meses, en el mejor de los casos.<br />
• El consenso de los profesores universitarios considera<br />
adecuado mantener dos vías de entrada a la especialidad,<br />
ya que deben abrirse las puertas a aquellos a quienes se<br />
173
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
174<br />
ofrezca la entrada directa, o bien, a los internistas que<br />
deseen ser geriatras; de este modo se aprovecharía el<br />
capital humano que decida dedicar sus esfuerzos a la<br />
atención de los adultos mayores<br />
• El número de programas de formación y plazas<br />
ofertadas para ello ha crecido considerablemente; sin<br />
embargo, persiste un problema en el reclutamiento ya<br />
que sólo se ocupan alrededor de 75% de los espacios<br />
en las 18 sedes de especialidad. La explicación a este<br />
fenómeno está estrechamente ligada a los siguientes<br />
factores, mismos que han de ser atendidos de forma<br />
integral:<br />
• Larga duración de la especialidad.<br />
• Escaso contacto con la Geriatría en los programas de<br />
pregrado.<br />
• El Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> cuenta con muy pocos<br />
espacios laborales<br />
• Escasez de servicios geriátricos especializados en<br />
donde desarrollarse una vez egresado. Los mo<strong>del</strong>os de<br />
atención que requieren las subpoblaciones de adultos<br />
mayores no han sido explorados. Mientras esto no<br />
suceda, los espacios laborales continuarán siendo<br />
pocos. Lo anterior está aparejado a la concentración<br />
de geriatras en las grandes urbes, dejando grandes<br />
porciones <strong>del</strong> territorio nacional sin especialistas.<br />
• El número de geriatras académicos es escaso. En este<br />
diagnóstico inicial se anotan 19 profesores titulares de<br />
curso universitario y muy pocos cuentan con un profesor<br />
adjunto. Esto implica que la mayoría de los geriatras<br />
egresados de los cursos universitarios actuales no<br />
están en posibilidad de desempeñarse como docentes<br />
de posgrado por falta de nuevos espacios académicos<br />
en universidades públicas o privadas. Es decir, el capital<br />
humano docente y clínico está subutilizado.<br />
5. Contribución <strong>del</strong> Instituto de Geriatría a la solución <strong>del</strong><br />
problema de formación de posgrado y educación médica<br />
continua<br />
Se propone una solución integral en el seno de la Secretaría<br />
de <strong>Salud</strong> que aborde de forma práctica y útil los puntos<br />
críticos <strong>del</strong> problema a partir de tres ejes de acción:<br />
a. Desarrollo <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o enseñanza-atención en Geriatría<br />
La enseñanza de la Geriatría para médicos, enfermeras y<br />
otras disciplinas requiere desarrollarse en los tres niveles<br />
sociosanitarios de salud que abordan las necesidades<br />
y problemas de salud para los adultos mayores,<br />
manteniendo una visión interdisciplinaria que permita<br />
abordar cada una de las esferas que conforman la salud<br />
<strong>del</strong> adulto mayor.<br />
Para la atención aguda, se requiere la participación en<br />
los servicios de consulta externa, hospitalización y<br />
urgencias. El médico en formación requerirá mantener<br />
contacto estrecho con médicos especialistas en Geriatría,<br />
Psicogeriatría, Neurología, Rehabilitación y Cardiología<br />
geriátrica, entre otros. Estas especialidades abarcan la<br />
mayor proporción de las enfermedades y problemas<br />
de salud más prevalentes en los adultos mayores, con<br />
particular énfasis en las enfermedades crónicas, la<br />
enfermedad mental, la funcionalidad y la discapacidad,<br />
los trastornos cognitivos y las enfermedades<br />
cardiovasculares. Además, es necesaria la interacción con<br />
profesionales de Enfermería, Trabajo Social, Psicología<br />
y Nutriología, quienes complementan los servicios que<br />
requieren los adultos mayores manejados en este nivel.<br />
La meta de la atención de pacientes agudos es evitar<br />
el deterioro funcional y promover una recuperación<br />
global abarcando los aspectos biológicos, psicológicos,<br />
sociales y culturales. Sin embargo, la atención de los<br />
adultos mayores va más allá de los cuidados agudos; de<br />
ahí la necesidad de vislumbrar los niveles de atención<br />
subaguda y crónica –que promoverán la reincorporación<br />
de los adultos mayores a sus actividades– y de promover<br />
un envejecimiento activo y saludable. La atención<br />
subaguda permitirá el manejo de la enfermedad en los<br />
adultos mayores fuera de los ambientes hospitalarios<br />
tradicionales, alentando la convivencia continua entre<br />
el paciente y sus familiares, además de ofrecerles la<br />
posibilidad de pernoctar en su domicilio como en los<br />
mo<strong>del</strong>os de hospitales de día.<br />
Por otro lado, es necesario el desarrollo de espacios<br />
que contemplen la recuperación funcional de adultos<br />
mayores egresados de centros de atención aguda o con<br />
padecimientos cuya recuperación no es esperada en<br />
menos de 3 semanas, permitiendo el acceso a espacios<br />
con atención integral de calidad. Algunas situaciones
especiales –como los adultos mayores en recuperación<br />
de procesos quirúrgicos u ortopédicos– requieren que<br />
se disponga de espacios de rehabilitación con visión<br />
geriátrica, enfocada no sólo a la recuperación física, sino<br />
a la rehabilitación psicológica, social y funcional con<br />
intervenciones de un grupo interdisciplinario.<br />
En los niveles de atención crónica, el estudiante requiere<br />
desarrollar competencias necesarias para participar<br />
en instituciones de cuidados a enfermos crónicos, ya<br />
sea con alteraciones físicas y/o funcionales, cognitivas<br />
y conductuales; provenientes de diferentes niveles<br />
socioeconómicos y de diferentes estructuras familiares.<br />
Se debe sensibilizar <strong>sobre</strong> la necesidad y utilidad de<br />
estos mo<strong>del</strong>os de atención y cómo pueden promover<br />
una buena calidad de vida en los adultos mayores que lo<br />
necesiten.<br />
Los campos clínicos que se desarrollan para la enseñanza<br />
de la Geriatría, deberán servir, finalmente, para que<br />
otras disciplinas puedan desarrollar, a su vez, áreas<br />
de especialización o nuevos posgrados que aborden<br />
la problemática <strong>del</strong> envejecimiento poblacional y sus<br />
consecuencias en todas las esferas de la sociedad,<br />
adquiriendo una visión transdisciplinaria capaz de generar<br />
intervenciones que ofrezcan equidad en el acceso a la<br />
salud de los adultos mayores con el objetivo de asegurar<br />
un envejecimiento activo, una vejez funcional y una<br />
adecuada percepción de calidad de vida.<br />
De forma complementaria, los médicos en formación en<br />
la especialidad deben ser orientados hacia la investigación<br />
clínica y debe propiciarse su participación en los procesos<br />
académico-docentes que le permitan engrosar el núcleo<br />
de profesores de Geriatría en los diferentes ámbitos<br />
profesionales.<br />
b. Desarrollo de profesionales en salud pública con<br />
orientación al envejecimiento<br />
El envejecimiento y la vejez representan uno de los<br />
desafíos más grandes de la salud pública actual. La salud<br />
pública habrá de desarrollarse en torno al envejecimiento<br />
activo y saludable, de tal forma que se prevengan las<br />
enfermedades y daños mediante la promoción de<br />
conductas saludables y el control de los ambientes de<br />
vida, privilegiando la conservación de la autonomía que<br />
maximice el bienestar y la funcionalidad a lo largo <strong>del</strong><br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
proceso de envejecimiento y la vejez. La perspectiva de<br />
ciclo de vida en la salud pública atiende a las exposiciones<br />
tempranas que determinan, en buena medida, cómo se<br />
transita hacia el envejecimiento.<br />
La promoción de la salud debe ser una meta fundamental<br />
para la salud pública de todas las edades; sin embargo,<br />
con el paciente más envejecido se torna necesario que<br />
la meta a conseguir sean acciones que promuevan la<br />
compensación y la optimización de funciones para<br />
encarar de mejor forma la enfermedad y la discapacidad.<br />
La comprensión <strong>del</strong> envejecimiento desde la óptica de<br />
la adaptación, selección y optimización otorgan una<br />
visión más congruente y orientada que persigue metas<br />
distintas a las de los paradigmas tradicionales.<br />
En este entorno surge la necesidad de un profesional<br />
que utilice las herramientas y métodos de la salud<br />
pública para promover –y mantener– el bienestar y la<br />
funcionalidad de los adultos mayores, y que reúna las<br />
competencias y habilidades que le permitan identificar<br />
las necesidades particulares de esta población siendo<br />
capaz de diseñar y evaluar programas de intervención<br />
con una visión integral y transdisciplinaria.<br />
El Instituto de Geriatría, en conjunto con el Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública, ha avanzado en el diseño de<br />
un programa de estas características que será punta de<br />
lanza para el desarrollo de programas similares en México<br />
y América Latina.<br />
c. Desarrollo de una plataforma educativa con enfoque<br />
multidisciplinario<br />
Promover la educación continua que permita la<br />
capacitación de recursos humanos en torno al<br />
envejecimiento es una acción crucial para el desarrollo<br />
de la Geriatría y la difusión <strong>del</strong> conocimiento entre el<br />
personal y los profesionales que atienden a población<br />
adulta mayor.<br />
La participación de múltiples actores en el cuidado de<br />
los ancianos requiere de ponderar el trabajo de todos y<br />
cada uno de los integrantes de los equipos de salud y<br />
de las distintas disciplinas que intervengan en el cuidado<br />
de esta población. La multidisciplina no es una traslape<br />
de saberes, ni una suma lineal de conocimientos. Es<br />
175
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
176<br />
más bien, una forma de conocimiento aplicado que se<br />
produce en la intersección de los saberes de cada uno y<br />
que cuenta con un fin común, en este caso, la atención<br />
al adulto mayor.<br />
En la actualidad se torna indispensable la construcción y<br />
la gestión <strong>del</strong> conocimiento, así como de los productos<br />
que de él se obtienen y se depositan en una sociedad<br />
que reclama servicios de alta calidad, <strong>sobre</strong> todo en<br />
los ámbitos de salud. Una plataforma educativa con<br />
enfoque multidisciplinario, que pueda sumar tecnologías<br />
de la información a las modalidades presenciales<br />
tradicionales permite disponer de herramientas<br />
agrupadas y optimizadas con fines docentes en un<br />
entorno informático, facilitando con ello los procesos de<br />
enseñanza-aprendizaje cuyo eje sea la comunicación y el<br />
trabajo colaborativo.<br />
En este sentido, la Biblioteca Virtual <strong>del</strong> Instituto<br />
de Geriatría es, sin duda, pilar fundamental de la<br />
plataforma educativa, ya que constituye un repositorio<br />
de información especializada, bases de datos y libros<br />
digitalizados de interés para el profesional en contacto<br />
con el adulto mayor, quien así se beneficia <strong>del</strong> aporte de<br />
conocimiento de entidades educativas, investigadores<br />
y los demás usuarios, es decir, se trata de un servicio<br />
continuamente actualizado, que mejora conforme<br />
más gente lo utilice, mezclando recursos que pueden<br />
ser reutilizados a su vez, en un suerte de edificación<br />
participativa.<br />
SITUACIÓN DE LA ENSEÑANZA EN ENFERMERÍA<br />
ANTE EL ENVEJECIMIENTO<br />
Participantes:<br />
Araceli Jiménez Pérez,<br />
Comisión Permanente de Enfermería,<br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
Laura M. Padilla Gutiérrez,<br />
Federación de Facultades y Escuelas<br />
de Enfermería<br />
Severino Rubio Domínguez,<br />
Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería y<br />
Obstetricia (UNAM)<br />
Federico Sacristán,<br />
Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería y<br />
Obstetricia (UNAM)<br />
Blanca A. Robledo,<br />
Comisión Permanente de Enfermería,<br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
María Isabel Negrete Redondo,<br />
Instituto de Geriatría<br />
Para abordar temas de educación dirigida a profesionales<br />
de la salud con una visión resolutiva de las principales<br />
necesidades y demandas de atención de la población, es<br />
indispensable contar con la participación y perspectiva de los<br />
diferentes actores <strong>del</strong> área asistencial. Por lo anterior, dicho<br />
tema también fue analizado y discutido por representantes<br />
de ambos contextos, con el fin de obtener propuestas<br />
consensuadas que se traduzcan en proyectos educativosasistenciales<br />
con la participación de dichas partes.<br />
La discusión y análisis de la situación y retos que enfrenta<br />
la profesión en relación a la enseñanza de Enfermería <strong>sobre</strong><br />
envejecimiento giró en torno a:<br />
1.- Educación de pregrado<br />
2.- Servicio social<br />
3.- Educación de posgrado<br />
Educación de pregrado<br />
En cuanto a la educación de pregrado, los planes de estudio<br />
de Enfermería tanto a nivel técnico como de licenciatura han<br />
contemplado contenidos geriátricos dirigidos en su mayoría<br />
a la atención clínica aguda y a los cuidados paliativos y/o<br />
prolongados. Sin embargo, debido al comportamiento<br />
demográfico y, <strong>sobre</strong> todo, a las características de salud<br />
con las que un gran porcentaje de la población alcanza la<br />
tercera edad, es indispensable actualizar los contenidos<br />
de los currículos para abordar y profundizar en contextos<br />
dirigidos más al proceso de envejecimiento y la vejez que<br />
a la enfermedad en dicha etapa. Tomando en cuenta lo<br />
anterior, se plantean dos cuestionamientos: ¿Cuál es la<br />
respuesta humana <strong>del</strong> individuo ante el envejecimiento?<br />
¿Cuál es la respuesta que tiene que dar Enfermería?<br />
En este sentido, las escuelas deben asumir un mo<strong>del</strong>o<br />
educativo que busque asegurar que los egresados tengan la<br />
formación para responder a dichas necesidades.
Entre los temas discutidos dentro <strong>del</strong> grupo de trabajo<br />
para dar respuesta a las preguntas en cuestión, está la<br />
necesidad de la creación y puesta en práctica de acciones<br />
que coadyuven al envejecimiento sano, por ejemplo:<br />
• Programas de la Secretaría de <strong>Salud</strong> específicos <strong>del</strong><br />
adulto mayor.<br />
• Estrategias de métodos modernos para la detección<br />
temprana de enfermedades.<br />
• Campañas educativas <strong>sobre</strong> factores de riesgo.<br />
• Promoción de la alimentación sana.<br />
• Estilos de vida saludable.<br />
• Impulso a la Educación para la <strong>Salud</strong>.<br />
Se debe cuidar la formación de los alumnos en pregrado,<br />
acercándolos a los conceptos de envejecimiento, vejez,<br />
Geriatría, Gerontología, envejecimiento de poblaciones,<br />
características y consecuencias, impacto en la economía,<br />
comunidad y familias. La exposición a los temas<br />
mencionados, así como a aspectos psicosociales, marco<br />
ético, legal, recursos sociosanitarios para el anciano,<br />
atención social gerontológica y geriátrica, servicios de salud,<br />
etc., que permitan al alumno reconocer su compromiso<br />
tanto personal como profesional.<br />
Servicio social<br />
En el contexto de la Enfermería, destaca la importancia<br />
de realizar acciones sustantivas en torno a la dirección y<br />
eficiencia que se le puede dar al servicio social, <strong>sobre</strong> todo a<br />
nivel licenciatura. Algunos de los principales problemas que<br />
actualmente enfrenta este periodo de formación en México<br />
son: 1) Existen 597 escuelas de Enfermería que tienen<br />
pendiente la regularización <strong>del</strong> servicio social, situación<br />
que limita el ejercicio de la carrera con altos estándares<br />
de calidad; 2) la mayoría de las asignaciones para servicio<br />
social (74.5%), tiene lugar en los hospitales para cubrir las<br />
necesidades de atención de los servicios, especialmente en<br />
turnos nocturnos o turnos especiales. En contraste, en las<br />
zonas marginadas, las asignaciones apenas suman 4.7%.<br />
Para enfrentar e intentar resolver esta situación, a partir<br />
2010, el manejo <strong>del</strong> Servicio Social pasó a cargo de la<br />
Comisión de Enfermería de la Secretaría de <strong>Salud</strong>.<br />
Una de las reflexiones en torno a este tema es que se debe<br />
impulsar algún programa donde la enfermera conduzca a la<br />
persona mayor y a la familia para fortalecer el remanente<br />
sano y, de ese modo, restablecer un tanto la dignidad de la<br />
persona mayor y participación activa de la familia.<br />
La orientación es fortalecer un servicio social que vincule las<br />
condiciones académicas y profesionales con las necesidades<br />
asistenciales que demanda la población. De tal manera<br />
que el servicio social no sólo sea de corte académico, sino<br />
también constituya un compromiso social.<br />
Educación de posgrado<br />
En lo referente a la educación de posgrado, a nivel nacional<br />
hay cursos de posgrados de enfermería en el anciano en<br />
diferentes universidades:<br />
• Universidad Autónoma Tamaulipas (especialidad)<br />
• Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />
• Universidad de Tamaulipas (maestría)<br />
En la Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería y Obstetricia, de la<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México, se estableció<br />
el posgrado de Enfermería en el anciano el 12 de octubre<br />
de 1998 y en agosto de 2009 se realizó una adecuación<br />
<strong>del</strong> plan de estudios.<br />
El posgrado de Enfermería <strong>del</strong> envejecimiento profundiza<br />
en el proceso natural <strong>del</strong> envejecimiento y en las situaciones<br />
patológicas relacionadas con problemas crónicos,<br />
considerando también las dimensiones físicas, psicológicos,<br />
espirituales de la persona adulta mayor. Hacia 2010, el<br />
posgrado contaba con 71 egresados, y 62 graduados, es<br />
decir, con 87% de eficiencia terminal.<br />
Retos y propuestas para la especialidad<br />
ENSEÑANZA DE LA GERIATRÍA<br />
Como se puede observar, el principal reto de esta disciplina<br />
es el aumento de la demanda de la especialidad, ya que,<br />
no obstante ser una necesidad sentida y expresada<br />
por diferentes instituciones asistenciales, el número de<br />
egresados está muy lejos de cubrir las necesidades reales de<br />
las instituciones de salud.<br />
Otro importante reto es realizar un análisis propositivo <strong>del</strong><br />
número de enfermeras especialistas que se requerirían en el<br />
primer nivel de atención.<br />
177
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Las acciones propuestas que se plantean para la educación<br />
de posgrado son:<br />
• Definir, difundir apoyar el rol ampliado de la especialista<br />
en Enfermería <strong>del</strong> anciano.<br />
• Lograr el reconocimiento institucional con plaza de<br />
especialista.<br />
• Constituir servicios ambulatorios de atención geriátrica<br />
de primer nivel.<br />
• Brindar educación a la población <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
saludable.<br />
• Incorporar temas de envejecimiento a los planes de<br />
estudio de licenciatura<br />
El Instituto de Geriatría participa en la Comisión Permanente<br />
de Enfermería, de la Secretaría de <strong>Salud</strong>, órgano rector de<br />
las acciones de este sector a nivel nacional. Esta actividad<br />
le permite presentar los proyectos relacionados directa o<br />
indirectamente con el adulto mayor y que conciernen al<br />
sector educativo para la planeación de diferentes programas<br />
académicos, como es la presentación de las normas oficiales<br />
para la regulación de la práctica de Enfermería:<br />
1. Norma oficial mexicana para la utilización de campos<br />
clínicos para las prácticas clínicas y el Servicio Social de<br />
Enfermería (NOM-010-SSA3-2006).<br />
2. Norma oficial mexicana para la organización y<br />
funcionamiento de agencias que contratan y ofrecen<br />
servicios profesionales de enfermería a la población<br />
en las diferentes etapas de la vida.(NOM-018-<br />
SSA3-2007).<br />
3. Norma oficial mexicana para la práctica de Enfermería<br />
en el Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> (NOM-019-<br />
SSA3-2007).<br />
4. Norma oficial mexicana para la atención ambulatoria<br />
de enfermería a pacientes con padecimientos crónicodegenerativos<br />
y de tratamiento prolongado (NOM-<br />
021-SSA3-2007).<br />
5. Norma oficial mexicana que instituye las condiciones<br />
para la administración de la Terapia de Infusión en los<br />
Estados Unidos Mexicanos (NOM-022-SSA3-2007).<br />
6. Norma oficial mexicana para la prescripción de<br />
medicamentos por el personal de enfermería en la<br />
atención primaria a la salud (NOM-023-SSA3-2007).<br />
178<br />
El Instituto de Geriatría también participó, de manera<br />
muy importante en el proyecto <strong>del</strong> Mo<strong>del</strong>o Integrado<br />
de Enfermería de Atención Primaria a la <strong>Salud</strong><br />
(MIEAPS) en donde es prácticamente obligado incluir<br />
acciones concretas dirigidas al adulto mayor.<br />
En este sentido, una propuesta concreta <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría es incluir en dicho mo<strong>del</strong>o un indicador de<br />
funcionalidad en el adulto mayor, dada la necesidad<br />
de detectar factores de riesgo hasta hoy no evaluados<br />
y que, según lo demuestra la evidencia ampliamente,<br />
tienen efectos altamente <strong>del</strong>etéreos y con severos<br />
impactos en la condición de salud y la calidad de vida<br />
de los adultos mayores.<br />
REFERENCIAS<br />
Barton, A. y G. Mulley (2003). History of the development<br />
of geriatric medicine in the UK. Posgraduate Medical<br />
Journal, 79, pp. 229-234.<br />
Warren, M.W. (1946). Care of the chronic aged sick.<br />
Lancet, 1, pp. 841-843.
GERONTECNOLOGÍA<br />
MARÍA DE LOURDES ÁVILA ALVA
JUSTIFICACIÓN<br />
La gerontecnología es, más que una disciplina, una<br />
corriente de análisis y un área de desarrollo basada en<br />
la conjunción de conocimientos provenientes de diversos<br />
campos de la ciencia y la tecnología. Se enfoca en el<br />
análisis, diseño e implementación de soluciones, basadas<br />
en aplicaciones tecnológicas, orientadas a resolver y/o<br />
prevenir los problemas que acompañan al envejecimiento<br />
humano. El concepto nació en Europa, en la Universidad<br />
de Tecnología de Eindhoven, y fue acuñado por Jan<br />
Graafmans en 1989 (Graafmans y Taipale, 1998). Es<br />
una palabra compuesta que integra el amplio concepto de<br />
la gerontología (ciencia de la vejez) con el de tecnología<br />
(conocimiento aplicado). En el primer libro <strong>sobre</strong> el tema,<br />
Bouma y Graafmans (1992) la definen como “el estudio<br />
de la tecnología y la vejez para la mejora de las funciones de<br />
la vida diaria <strong>del</strong> anciano”. Más a<strong>del</strong>ante, Lawton (1998)<br />
la definió como “la adaptación, desarrollo de productos,<br />
servicios y ambientes a las necesidades de una población<br />
envejecida y que envejece”. Para Harrington y Harrington<br />
(2000) es “el estudio de la tecnología y la vejez para el<br />
aseguramiento de la buena salud, la participación social<br />
completa y una vida independiente a lo largo de toda la<br />
vida, no importando lo mucho que ésta se pueda alargar”.<br />
Los problemas <strong>del</strong> envejecimiento humano se pueden<br />
observar a dos niveles: individual y colectivo.<br />
Nivel individual: El envejecimiento implica un deterioro<br />
físico y cognitivo que impacta en el desempeño de las<br />
personas en sus actividades de la vida diaria 1 y en la<br />
interacción que establecen con su medio ambiente,<br />
agravándose en la medida que este deterioro progresa.<br />
Estos cambios dependen de muchos factores y son<br />
diferentes para cada individuo, de modo que se pueden<br />
dar casos de deterioro leve hasta de dependencia total,<br />
afectando considerablemente la independencia funcional<br />
<strong>del</strong> individuo y el estilo de vida de las personas que le<br />
rodean. 2<br />
1 Las actividades de la vida diaria de una persona están divididas, de acuerdo con<br />
su grado de complejidad, en básicas e instrumentales. Las primeras se refieren<br />
a las capacidades asociadas a bañarse, vestirse, alimentarse, trasladarse dentro<br />
<strong>del</strong> entorno de la casa, asearse, y la continencia. Las instrumentales involucran<br />
funciones más complejas basadas en la toma de decisiones diferenciadas, como<br />
transportarse, ir de compras, cocinar, utilizar el teléfono, tomar medicamentos,<br />
hacer tareas domésticas como lavar la ropa y el manejo <strong>del</strong> dinero. La capacidad de<br />
llevar a cabo las actividades de la vida diaria determinan el nivel de independencia<br />
de la persona. Las básicas nos indican el nivel de independencia dentro <strong>del</strong> hogar;<br />
las instrumentales, en la comunidad (Lawton, 1969. Katz; 1963).<br />
180<br />
Nivel colectivo: El envejecimiento poblacional tiene<br />
implicaciones en la estructura socioeconómica de las<br />
diversas regiones, considerando la velocidad a la cual<br />
envejece la población y la creciente demanda de servicios<br />
de salud y prestaciones sociales que actualmente son<br />
insuficientes o inexistentes por el simple hecho de que<br />
anteriormente no eran requeridas en esa magnitud. Ambos<br />
niveles plantean diferencias significativas para el diseño de<br />
soluciones tecnológicas y, por lo tanto, para el quehacer de<br />
la gerontecnología.<br />
El rango de potenciales aplicaciones tecnológicas en el<br />
campo de la vejez es muy amplio; abarca todos los aspectos<br />
de la vida <strong>del</strong> adulto mayor, incluyendo su salud y el medio<br />
ambiente que lo rodea. Al respecto, en un ejercicio de<br />
definición y clasificación, Lawton (1998) afirma que la<br />
gerontecnología se puede usar de cinco formas: 1) para<br />
mejorar las funciones disminuidas en personas con pérdida<br />
o deterioro físico y cognitivo leve, prolongando el tiempo<br />
de vida independiente a través <strong>del</strong> fortalecimiento de sus<br />
habilidades y destrezas; 2) para compensar las funciones o<br />
capacidades perdidas cuando el deterioro físico y cognitivo<br />
ha avanzado de manera considerable, ocasionando la<br />
pérdida de la independencia funcional; 3) para prevenir<br />
las enfermedades asociadas al envejecimiento y sus<br />
complicaciones, además de los desenlaces fatales y/o<br />
irreversibles que se asocian a la disminución física y<br />
cognitiva <strong>del</strong> individuo que envejece; 4) para apoyar<br />
a los cuidadores de ancianos con diferentes grados de<br />
dependencia, permitiéndoles conservar su estilo de vida y<br />
atender sus necesidades personales; y 5) para impulsar la<br />
investigación en envejecimiento y desarrollar de manera<br />
continua los primeros cuatro usos. La figura 1 ilustra la<br />
manera en que el autor coloca estas 5 clasificaciones,<br />
a manera de mo<strong>del</strong>o, colocando al anciano en el centro,<br />
como usuario (consumidor) y eje articulador de los cinco<br />
usos gerontecnológicos.<br />
Han surgido más definiciones, pero más que ampliar o<br />
redefinir el concepto, la discusión se ha centrado en analizar<br />
el papel de la tecnología en el campo <strong>del</strong> envejecimiento y<br />
sus implicaciones a nivel económico y social. En 2003, el<br />
Consejo <strong>Nacional</strong> de Investigación de los Estados Unidos<br />
(NRC por sus siglas en inglés) publicó el reporte Technology<br />
for Adaptive Aging, como resultado <strong>del</strong> trabajo de un<br />
2 La independencia funcional está directamente relacionada con la capacidad de<br />
realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.
Figura 1. Los cinco usos de la Gerontecnología. Adaptado de<br />
Lawton (1988).<br />
grupo de expertos, provenientes de diferentes disciplinas,<br />
convocados para identificar áreas de alta rentabilidad en<br />
el desarrollo de dispositivos tecnológicos al servicio <strong>del</strong><br />
adulto mayor. Fueron seis las áreas seleccionadas como<br />
relevantes para el diseño de tecnologías y, por lo tanto,<br />
son las que se recomienda favorecer en lo que a inversión<br />
en ciencia y desarrollo se refiere: Estas áreas, también<br />
llamadas dominios de vida, son: 1) comunicación; 2)<br />
empleo; 3) salud; 4) aprendizaje; 5) ambientes de vida;<br />
y 6) transporte. Los autores hacen énfasis en abordar<br />
cada dominio considerando una serie de factores para el<br />
diseño y desarrollo de nuevas tecnologías, con el propósito<br />
de favorecer su aceptación, uso y comercialización. 3 Más<br />
aún, se determinó que la investigación y el desarrollo de<br />
productos para el adulto mayor deben ser manejados<br />
a partir de un entendimiento y análisis profundo de las<br />
necesidades, capacidades y limitaciones de la población<br />
a través de los seis dominios de la vida, lo cual resalta la<br />
importancia <strong>del</strong> diseño de soluciones consensuadas de<br />
acuerdo con el contexto de aplicación. El cuadro 1 hace<br />
una descripción de los seis dominios identificados.<br />
Desarrollo tecnológico<br />
La gerontecnología nació de la necesidad de satisfacer una<br />
creciente demanda por productos y servicios específicos<br />
para la población de adultos mayores, en el contexto de<br />
países desarrollados. Las necesidades vinculadas a mantener<br />
3 Lo que incluye criterios de accesibilidad, aspectos culturales, idioma, las<br />
expectativas cambiantes de acuerdo con el rango de edad, restricciones legales<br />
y las que podrían surgir, estereotipos asociados a la vejez, aspectos de ética en el<br />
alcance y uso de las tecnologías; la privacidad de las personas en sus ambientes<br />
y de la información que se genera alrededor de su vida y su salud; seguridad en el<br />
uso, es decir, tecnologías seguras, que sean fáciles de usar, entre otros.<br />
Continúa en la siguiente página<br />
GERONTECNOLOGÍA<br />
Cuadro 1. Seis dominios de vida relevantes para el desarrollo de<br />
dispositivos tecnológicos. Elaboración propia con base en Pew y<br />
Van Hemel (2003).<br />
181
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
y prolongar una vida independiente al paso de los años<br />
impulsaron la emergencia de hogares inteligentes, servicios<br />
de cuidado a distancia y diversas aplicaciones que buscan<br />
dar confort, facilitar las actividades diarias y la vigilancia <strong>del</strong><br />
estado de salud. Todos estos desarrollos están basados en<br />
microelectrónica, ciencias computacionales, tecnologías de<br />
información y comunicaciones, principalmente.<br />
En México, estamos ante una transición demográfica que<br />
plantea que para el año 2050 una de cada cuatro personas<br />
tendrá más de 60 años (González-González, 2010), en<br />
un contexto socioeconómico aún difícil de predecir por<br />
los actuales problemas de salud pública y los asuntos sin<br />
resolver en materia de seguridad social. Se proyecta un<br />
futuro con un importante número de personas demandando<br />
productos y servicios específicos a sus necesidades de salud<br />
y de vida. Es decir, usuarios potenciales de bienes y servicios<br />
182<br />
especializados. Por lo tanto, una adecuada planeación para<br />
el desarrollo de los mismos se hace más que pertinente y<br />
constituye el ámbito preciso de la gerontecnología.<br />
La planeación de productos y servicios para el adulto mayor<br />
es un asunto más complejo que la mera identificación de<br />
áreas rentables de desarrollo. Una adecuada planeación<br />
gerontecnológica puede prevenir y disminuir las brechas<br />
de las estructuras sociales que contextualizan la vida<br />
<strong>del</strong> adulto mayor (Lawton, 1998). 4 No es lo mismo<br />
envejecer en la ciudad que en el campo, como tampoco lo<br />
es envejecer en el sur o en el norte; diferencias asociadas<br />
no sólo a la equidad de oportunidades en esquemas de<br />
apoyo, sino también al grado de adopción de las personas<br />
ante las nuevas tecnologías, determinado por diversos<br />
factores como la educación y la infraestructura mínima<br />
necesaria para ciertas aplicaciones, el ejemplo más simple<br />
es la disponibilidad y el acceso a ancho de banda de manera<br />
universal.<br />
De modo tal que para plantear una estrategia de desarrollo<br />
gerontecnológico en México se deben tener en cuenta al<br />
menos tres consideraciones:<br />
1) Estudiar y analizar las necesidades y expectativas<br />
<strong>del</strong> adulto mayor con respecto a su entorno primario:<br />
salud personal, hogar y familia, así como con su entorno<br />
secundario: comunidad, ambiente laboral, servicios de salud,<br />
etc. Se debe considerar un abordaje integral y constante<br />
de las necesidades y expectativas cambiantes con el<br />
tiempo y de acuerdo con el momento sociotecnológico de<br />
cada cohorte. Este conocimiento va más allá de recopilar<br />
información pertinente para la producción y mercadeo<br />
de bienes y servicios o el dinamismo que establece la ley<br />
de la oferta y demanda. Muy probablemente exista una<br />
4 El autor discute el término rezago, como un atraso o brecha entre el individuo y<br />
el medio ambiente que le rodea. Rezago significa la falta de habilidad o capacidad<br />
para responder a necesidades específicas, en el caso <strong>del</strong> ambiente; y para asimilar<br />
el cambio tecnológico en el caso de los individuos. Utiliza el término retraso<br />
estructural para explicar lo que ocurre a las personas y su contexto con el paso<br />
<strong>del</strong> tiempo; es decir, la gente cambia y el medio ambiente también. Cuando lo<br />
hacen a velocidades distintas se genera un retraso en uno o en otro, mientras que<br />
cuando lo hacen al mismo tiempo el individuo y su ambiente son congruentes.<br />
La congruencia entre las personas y el medio ambiente se genera cuando las<br />
necesidades de las personas son plenamente satisfechas por las capacidades<br />
presentes en el medio ambiente; entonces no hay retraso. Cuando la estructura<br />
social que determina el ambiente cambia más rápido que las habilidades de las<br />
personas para asimilar esos cambios, se da el retraso individual. Cuando la gente<br />
y sus necesidades cambian más rápido que las capacidades <strong>del</strong> ambiente para<br />
satisfacer esas necesidades, entonces se presenta un retraso estructural (Lawton,<br />
1998).
asociación directa con los determinantes sociales de la<br />
salud y, por lo tanto, esta relación merece ser discutida<br />
a profundidad, 5 considerando una nueva variable: la<br />
accesibilidad tecnológica.<br />
2) Diseñar soluciones a las necesidades identificadas<br />
desde el abordaje consensuado de la multidisciplina. Es<br />
decir, la tecnología se debe considerar una herramienta<br />
de la solución y no al contrario. El diseño de ambientes,<br />
productos y servicios conlleva el desarrollo de capacidades<br />
en varias direcciones, no sólo la tecnológica, además <strong>del</strong><br />
trabajo constante de grupos multidisciplinarios, 6 capaces de<br />
discutir y proponer las mejores soluciones a los retos muy<br />
particulares <strong>del</strong> viejo en México. La integración de estos<br />
grupos y una dinámica de trabajo efectiva en esta dirección<br />
es ya en sí misma un reto.En el caso de los servicios de<br />
salud, tanto en sitio como a distancia, se requiere <strong>del</strong><br />
diseño de protocolos de atención específicos, sometidos a<br />
la revisión, evaluación y mejora continua. Los protocolos le<br />
dan razón de ser a la tecnología y ésta a su vez empodera<br />
y potencializa los protocolos. Por supuesto, sin olvidar el<br />
factor <strong>del</strong> recurso humano y el soporte de la infraestructura<br />
que determina en gran medida la capacidad resolutiva<br />
de los servicios de salud. En el caso de los productos, se<br />
deben considerar, para su diseño, las particularidades de<br />
los usuarios y las características <strong>del</strong> mercado, incluyendo<br />
los aspectos <strong>del</strong> financiamiento para su producción y<br />
consumo. ¿Quién y por qué se interesaría en el desarrollo<br />
de la gerontecnología?, ¿cómo puede ser atractivo producir<br />
para los adultos mayores mexicanos, cuando parecen no<br />
tener recursos suficientes en esa etapa de la vida? El tema<br />
<strong>del</strong> financiamiento de la tecnología y de la accesibilidad<br />
al grueso de la población es determinante para detonar la<br />
producción. Es necesario diseñar un esquema económico<br />
capaz de favorecer esta dinámica, que parece corresponder<br />
a una versión distorsionada de mercados con demanda<br />
inelástica.<br />
5 Los determinantes sociales de la salud están relacionados de manera estrecha<br />
con la pobreza y tienen un impacto directo en la buena salud de las personas.<br />
Factores como: la seguridad en la comunidad donde viven, el riesgo laboral al que<br />
se enfrentan, una vivienda de calidad, disponibilidad de apoyo social y económico<br />
en tiempos económicamente difíciles, acceso a comida nutritiva y de calidad,<br />
actividad física, y trabajos bien remunerados (Kaplan, 2009).<br />
6 Grupos de profesionales de diferentes disciplinas que discuten un tema en<br />
común, en búsqueda de la mayor solución: médicos, investigadores, tecnólogos,<br />
gerontólogos, arquitectos, planeadores, economistas, entre otros.<br />
GERONTECNOLOGÍA<br />
3) Construcción y mantenimiento de una infraestructura<br />
gerontecnológica. Del medio ambiente dependerá la<br />
capacidad resolutiva que soporten los ambientes, productos<br />
y servicios diseñados para el adulto mayor en México.<br />
Acceso a servicios de telecomunicaciones, como ancho de<br />
banda suficiente para diversas aplicaciones dentro y fuera<br />
<strong>del</strong> hogar sin restricción; disponibilidad de tecnologías de<br />
apoyo comunitarias que faciliten su desplazamiento, fuera<br />
de sus hogares, de manera segura; servicios de salud con<br />
capacidad resolutiva a las demandas que se generen de los<br />
servicios de cuidado a distancia y en sitio; un marco legal en<br />
constante evolución que se encargue de todos los aspectos<br />
éticos y de seguridad en el manejo de las tecnologías y de<br />
la información que de ella se derive.<br />
El desarrollo gerontecnológico implica la integración<br />
y participación de diversos actores por el alcance que<br />
tendrán estas aplicaciones en la vida de las personas. De<br />
modo que la estrategia de desarrollo debe tener un alcance<br />
intersectorial que contemple a la academia, la industria, el<br />
gobierno y la sociedad en su conjunto, además <strong>del</strong> Sistema<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong>, para favorecer una transformación<br />
paulatina <strong>del</strong> medio ambiente, hasta lograr un contexto<br />
sociotecnológico y geronto-responsable que participe y<br />
favorezca el diseño de ambientes productos y servicios<br />
para el adulto mayor.<br />
Se hace indispensable el fortalecimiento de los programas<br />
académicos, en ciencia y tecnología, de las áreas que<br />
naturalmente nutren a la gerontecnología. Se destaca la<br />
trayectoria de grupos de investigación en nuestro país, un<br />
par de ellos con un enfoque gerontecnológico y varios más<br />
con experiencia en áreas específicas como tecnologías de<br />
información y comunicaciones, microelectrónica y robótica,<br />
entre otras. Es indispensable promover y favorecer líneas<br />
de investigación y desarrollo en estas áreas con un enfoque<br />
en envejecimiento. El trabajo en la academia y los centros<br />
tecnológicos de investigación por sí solos no garantizan<br />
el desarrollo de ambientes y productos, se hace necesario<br />
involucrar a la industria y al gobierno bajo un enfoque<br />
sistémico de investigación+desarrollo+innovación. Este<br />
tema implica por sí mismo una línea más de investigación<br />
que debe ser desarrollada en el corto plazo para generar<br />
información pertinente para los tomadores de decisiones<br />
en el tema. El esquema de las Redes Temáticas <strong>del</strong> Consejo<br />
<strong>Nacional</strong> de Ciencia y Tecnología es una oportunidad<br />
para avanzar en este sentido, como un programa que<br />
183
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
directamente favorece la vinculación y la formación de<br />
recursos humanos especializados.<br />
En suma, la tecnología puede contribuir a mejorar la vida<br />
y la salud <strong>del</strong> adulto mayor a través de la planeación de<br />
ambientes, productos y servicios especializados. La<br />
estrategia de desarrollo debe ser amplia, consciente e<br />
incluyente de la participación y protagonismo de diferentes<br />
actores, en correspondencia con las necesidades y<br />
expectativas de los mexicanos; con los objetivos trazados<br />
para el fortalecimiento <strong>del</strong> Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong>;<br />
y, <strong>sobre</strong> todo, con la meta que nos hemos planteado de<br />
envejecer activa y saludablemente. Lo que implica de<br />
antemano una vida activa y saludable en estados previos a<br />
la vejez, idealmente desde la infancia.<br />
La evidencia internacional demuestra que la capacidad de<br />
innovar en el desarrollo de tecnologías es el resultado de<br />
esfuerzos colectivos realizados en el marco de políticas de<br />
ciencia y tecnología dirigidas estratégicamente para este fin.<br />
De modo que el diseño, implementación y consolidación<br />
de servicios de telegeriatría con un alto impacto en la salud<br />
de los adultos mayores y sus comunidades, así como el<br />
desarrollo de tecnologías que apoyen la independencia<br />
funcional <strong>del</strong> adulto mayor y que le permitan envejecer en<br />
su hogar con el apoyo de diferentes esquemas de servicios<br />
de asistencia social y médica, es una tarea de todos y<br />
requiere de una trayectoria de desarrollo estratégicamente<br />
cimentada en políticas y estrategias específicas.<br />
REFERENCIAS<br />
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Amsterdam IOS Press.<br />
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y horizontes de investigación en México. En<br />
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de Geriatría.<br />
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Sustainable Investment in the Future. En J. Graafmans,<br />
V. Taipale, N. Charness (eds.), Gerontechnology. A<br />
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IOS Press.<br />
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Why and How. Eindhoven, Países Bajos: Herman<br />
184<br />
Bouma Foundation for Gerontechnology/Shakeer<br />
Publishing B.V.<br />
Kaplan, G. (2009). The Poor Pay More. Poverty’s high<br />
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Katz, S. et al. (1963). Studies of illness in the aged. The<br />
index of ADL: a standardized measure of biological<br />
and psychosocial function. JAMA, 185, pp. 914-9.<br />
Lawton M. (1998). Future Society and Technology.<br />
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Charness (eds.), Gerontechnology. A Sustainable<br />
Investment in the Future. Amsterdam: IOS Press.<br />
Lawton, M.P., y E.M. Brody (1969). Assessment of older<br />
people: self-maintaining and instrumental activities of<br />
daily living. Gerontologist, 9(3), pp. 179-86.<br />
Pew R. y S. Van Hemel (eds.) (2003). Technology for<br />
Adaptive Aging. National Academy of Sciences.<br />
http://books.nap.edu/catalog/10857.html
CONCLUSIONES<br />
Propuestas para una agenda de<br />
la investigación y la enseñanza<br />
en el ámbito <strong>del</strong> envejecimiento<br />
en México<br />
LUIS MIGUEL GUTIÉRREZ ROBLEDO
El <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>,<br />
cuyas conclusiones son motivo de estas líneas, nos ha<br />
permitido constatar que son ya muchos los investigadores<br />
que se esfuerzan por ayudar a superar los retos que plantean<br />
el envejecimiento poblacional y sus consecuencias para<br />
la salud en México. Y que también son cada vez más los<br />
científicos que abordan el problema de la fragmentación<br />
científica en la utilidad y la eficiencia de las iniciativas<br />
nacionales e interdisciplinarias de investigación. En el<br />
mundo, numerosos grupos de reflexión y de trabajo se<br />
han preocupado por dar respuesta al problema planteado<br />
por el enfoque interdisciplinario en la investigación, y<br />
algunos han logrado grandes progresos en la solución de<br />
dichas cuestiones. Para ello han aglutinado competencias<br />
y recursos científicos y han potenciado la repercusión de<br />
la investigación en la elaboración de políticas, prácticas<br />
y procedimientos de desarrollo de productos. Es así que<br />
Europa ya está dando respuesta a diversas cuestiones que<br />
incumben a toda la población a través de programas como<br />
ERA-AGE 1 y 2.<br />
RAA-21 – Research Agenda on Ageing for the 21st Century – UN/IAGG (2001)<br />
MIPAA – Madrid International Plan of Action on Ageing (2002)<br />
WHO – World Health Organization – Positive Ageing Policy Framework (2002)<br />
NIA – US National Institute on Aging – Action Plan for Research (2002)<br />
APA – American Psychological Association (1993)<br />
NRC – US National Research Council (2001)<br />
UK – UK Government Foresight Program (2002)<br />
186<br />
Estos programas lograron aglutinar competencias y<br />
conocimientos desde una perspectiva interdisciplinaria<br />
para coordinar la investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento y<br />
pusieron en marcha un Espacio Europeo de Investigación<br />
(EEI) multidisciplinario dedicado a dicho campo. La<br />
definición clara de una agenda de investigación fue el<br />
primer paso, seguido por iniciativas como FUTURAGE,<br />
impulsada por la Universidad de Sheffield. Es por ello que<br />
este encuentro nace y se desarrolla bajo el signo de la<br />
colaboración inter y transdisciplinaria.<br />
Por otra parte, al reportar nuestras aportaciones, no<br />
podemos ignorar el contexto global en el cual se generan,<br />
pues particularmente a lo largo de los últimos 10 años, han<br />
tenido lugar numerosos esfuerzos por desarrollar agendas<br />
de investigación en torno al tema <strong>del</strong> envejecimiento (ver<br />
tabla 1). Cabe hacer especial referencia a la agenda para<br />
la investigación en envejecimiento generada en el Foro de<br />
Valencia por la Organización de las Naciones Unidas y la<br />
Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría, antes<br />
CIHR – Canadian Institutes of Health Research - Institute on Ageing (2002)<br />
GA – Geneva Association – Four Pillars (2003)<br />
EU – European Union – Fifth Framework Programme (2002)<br />
NZ – NZ Positive Ageing Strategy (2001)<br />
NSAA – National Strategy for an Ageing Australia (2001)<br />
HAR – Review of Healthy Ageing research in Australia (2002)<br />
SCOPE – NHMRC Scoping Study on Biological Research on Aging (2003)<br />
Tabla 1. Comparación entre las prioridades de la agenda de Río de Janeiro y las señaladas por otras agencias de investigación<br />
dedicadas al tema <strong>del</strong> envejecimiento en diversos ámbitos en los últimos 10 años (2000-2010).
de la Asamblea Mundial <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong> efectuada en<br />
Madrid; fue actualizada en el Congreso Mundial de la IAGG<br />
en Río de Janeiro en 2005. El consenso alcanzado en Río<br />
y que se describe en el documento “Research Agenda on<br />
Aging for the 21st Century, 2007 update” (IAAG, 2007)<br />
señala seis prioridades para la investigación que, como<br />
se advierte en la tabla, coinciden con las reportadas por<br />
diferentes grupos de expertos en los últimos años y en muy<br />
diversos ámbitos. Tales prioridades comprenden el estudio<br />
de:<br />
• Relaciones entre el envejecimiento de la población y el<br />
desarrollo económico.<br />
• Acciones vigentes y alternativas para mantener la<br />
seguridad económica en la ancianidad.<br />
• Cambios en la estructura familiar, sistemas de<br />
transferencias intergeneracionales y dinámicas<br />
familiares e institucionales emergentes.<br />
• Determinantes <strong>del</strong> envejecimiento sano y activo.<br />
• Mecanismos biológicos básicos <strong>del</strong> envejecimiento y<br />
de las enfermedades asociadas.<br />
• Calidad de vida y envejecimiento en diversos entornos<br />
culturales, socioeconómicos y ambientales.<br />
En la revisión de 2007 se reconocen algunas especificidades<br />
<strong>del</strong> ámbito latinoamericano, mismas que llevaron a<br />
los expertos a proponer el abordaje de algunos temas<br />
complementarios que, ciertamente, en México parecen<br />
pertinentes:<br />
• El efecto de la migración interna y externa.<br />
• Las diferencias urbano-rurales.<br />
• El efecto de la pobreza.<br />
• La calidad y accesibilidad de los servicios sociales y de<br />
salud.<br />
• La tendencia a índices de dependencia crecientes para<br />
los adultos mayores y nuevas fórmulas de seguridad<br />
social.<br />
• El papel de los gobiernos y de otros actores en el<br />
bienestar <strong>del</strong> anciano.<br />
• El crecimiento de la demanda asistencial en el contexto<br />
de la transición epidemiológica.<br />
El esfuerzo efectuado por la comunidad gerontológica<br />
internacional para el establecimiento de una agenda<br />
de investigación ha considerado no sólo las opiniones<br />
de destacados expertos, sino también la experiencia<br />
CONCLUSIONES<br />
internacional de las agencias especializadas. Ese enfoque ha<br />
servido para la revisión de las prioridades de investigación<br />
y la reorientación de los fondos destinados a la misma<br />
enfocada en el tema <strong>del</strong> envejecimiento. A tal punto esto<br />
es cierto que en el séptimo programa marco de la Unión<br />
Europea, el envejecimiento es indiscutiblemente el tema<br />
prioritario.<br />
El Instituto de Geriatría realizó el primer <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong><br />
<strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong> <strong>del</strong> 25 al 28 de agosto de<br />
2010. En él buscamos <strong>del</strong>imitar con mayor precisión la<br />
agenda de investigación en envejecimiento y salud para<br />
México, y posicionarla para propiciar la programación de<br />
recursos presupuestales específicos para la investigación en<br />
envejecimiento y salud. Con una metodología participativa<br />
a través de consultas y grupos de trabajo en este evento<br />
científico, los investigadores, docentes y expertos nacionales<br />
han consensuado las líneas prioritarias de investigación<br />
futura <strong>sobre</strong> envejecimiento, poniendo el énfasis en cuatro<br />
grandes áreas temáticas: la investigación en biología <strong>del</strong><br />
envejecimiento, la perspectiva demográfica y social, la<br />
epidemiología y la clínica geriátricas y la gerontecnología,<br />
sin perder de vista los entornos <strong>del</strong> envejecimiento, muy<br />
particularmente el <strong>del</strong> envejecimiento saludable y activo y<br />
la implicación de los usuarios en la investigación.<br />
La preocupación e interés por los estudios <strong>sobre</strong> el<br />
envejecimiento de la población mexicana se han ido<br />
consolidando en la sociedad a medida que aumentan<br />
las cifras de población mayor de 65 años (algo más<br />
de 5.8 millones en 2008, según el Informe 2008 <strong>del</strong><br />
Consejo <strong>Nacional</strong> de Población. Las personas mayores en<br />
México). Además, al aumentar la esperanza de vida de los<br />
mexicanos de 73.9 años en 2000 (71.3 para hombres y<br />
76.5 para mujeres) a 76.5 años en 2008 (72.7 y 77.5,<br />
respectivamente), México ya hoy y en un futuro a medio<br />
plazo se encuentra entre los países intermedios que avanzan<br />
con mayor velocidad en la transición demográfica hacia el<br />
envejecimiento poblacional (UN, 2009).<br />
De manera muy semejante, la investigación <strong>sobre</strong> el<br />
envejecimiento en México, hecha por científicos mexicanos,<br />
ha venido creciendo en los últimos 15 años hasta alcanzar<br />
un nivel significativo, con un peso más importante de los<br />
estudios médico-biológicos y sociales, entre los que ha<br />
emergido de forma muy fuerte la perspectiva demográfica<br />
y, más recientemente, la clínica y la epidemiológica.<br />
187
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Desde otro punto de vista, las investigaciones <strong>sobre</strong><br />
envejecimiento han calado en los planes de investigación y<br />
desarrollo más recientes. El Consejo <strong>Nacional</strong> de Ciencia y<br />
Tecnología ha financiado la creación de una Red Temática<br />
de Investigación en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo<br />
Social; y en los últimos años ha financiado más proyectos<br />
de investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento, en su mayoría<br />
organizados en torno a biología y medicina, quedando en<br />
una segunda posición los de demografía y ciencias sociales.<br />
Aunque se mueven estos proyectos en campos conexos,<br />
no siempre es evidente que consigan aunar esfuerzos<br />
interdisciplinares.<br />
En tal contexto mexicano, la consulta efectuada en<br />
el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> representa una oportunidad<br />
imprescindible para expresar las prioridades científicas<br />
de los investigadores mexicanos en envejecimiento.<br />
Las propuestas generadas –recogidas por los relatores y<br />
redactada en conjunto con los coordinadores de cada mesa<br />
a partir de la grabación de las discusiones– se han reunido<br />
en una síntesis que expresa una primera aproximación a las<br />
prioridades y acciones propuestas de corto, mediano y largo<br />
plazo.<br />
En general, se puede afirmar que las respuestas pueden<br />
tener cierto sesgo en función de la formación académica<br />
y el desarrollo profesional de los participantes con una<br />
diferenciación apreciable entre aspectos biológicos y<br />
clínicos por un lado, y humanos y sociales por otro. En<br />
este caso, la distribución de prioridades tiende a seguir un<br />
comportamiento interdisciplinar, aunque se constata una<br />
mayor concentración en el campo de las ciencias sociales<br />
que en el de biología <strong>del</strong> envejecimiento, en la medida en<br />
que tres de los cuatro ámbitos de investigación apuntados<br />
en la consulta pueden ser reconocidos como más cercanos<br />
a las primeras. Una de las prioridades más claras es la <strong>del</strong><br />
envejecimiento saludable.<br />
El resto de las aportaciones se ha decantado por la<br />
biología. Entre estas últimas destacan las aportadas<br />
por clínicos de diversas especialidades: epidemiólogos,<br />
geriatras, nutricionistas, fisiólogos, e incluso profesionales<br />
de la salud de otras disciplinas, en general. Dentro de las<br />
ciencias sociales predominan los demógrafos y sociólogos,<br />
así como economistas, geógrafos, politólogos, educadores<br />
y trabajadores sociales. Un último conjunto, ya no<br />
expresamente disciplinar, lo componen participantes que<br />
188<br />
trabajan en distintos órganos de la administración pública,<br />
organizaciones no gubernamentales y empresas.<br />
Las respuestas ofrecidas por los científicos para la<br />
investigación biológica y clínica de los próximos años<br />
coinciden en que siguen una doble línea de interés en<br />
relación con dos comportamientos propios <strong>del</strong> proceso de<br />
envejecimiento: la morbilidad asociada a las enfermedades<br />
de los mayores y la discapacidad que se deriva como<br />
factor condicionante de su vida diaria. Por un lado, se<br />
identifican investigaciones <strong>sobre</strong> enfermedades específicas<br />
(metabólicas, vasculares y neurológicas) y sociales,<br />
vinculadas con la familia, las redes de apoyo social y los<br />
aspectos económicos, temas esenciales en el proceso de<br />
envejecimiento humano. En el ámbito de los procesos<br />
neurodegenerativos, otras expresiones de interés giran en<br />
torno a la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer y a la<br />
demencia en general. Son procesos de enorme importancia<br />
biológica por el reto que suponen la comprensión <strong>del</strong><br />
proceso degenerativo y su impacto en la vida diaria de las<br />
personas afectadas y sus familias.<br />
Las líneas definidas para el ámbito de las ciencias sociales<br />
tienen una dirección argumental muy definida: es interés<br />
de muchos investigadores el tener elementos para ligar<br />
la asignación de recursos para las personas mayores a<br />
la detección de sus necesidades, relacionadas con la<br />
valoración de su estado de salud y las previsibles demandas<br />
vinculadas a situaciones de discapacidad y dependencia.<br />
La familia y los cuidadores familiares forman un ámbito<br />
de imprescindible interés con dos puntos de atención<br />
relacionados a su vez: la carga de trabajo que representa<br />
para los cuidadores familiares el atender a sus mayores y el<br />
mo<strong>del</strong>o de atención que el Estado debe poner a disposición<br />
de las familias como complemento/sustituto, y los aspectos<br />
a él ligados. La investigación futura <strong>sobre</strong> los recursos<br />
destinados a los mayores tiene un doble componente: social<br />
y económico. En el primer caso, se destaca la importancia<br />
de la red familiar y social como instrumento básico que<br />
utiliza la sociedad mexicana para el cuidado personal y<br />
para el desarrollo social de la persona atendida y su entorno<br />
más cercano. En el segundo caso, se hace mención <strong>del</strong><br />
diseño <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o económico de los adultos mayores,<br />
esencialmente la sostenibilidad <strong>del</strong> sistema de pensiones<br />
y de otras prestaciones económicas, y la necesidad de un<br />
sistema de cuidados a largo plazo residencial o no, de mayor<br />
amplitud y cobertura que el actual.
De una manera general, los entornos <strong>del</strong> envejecimiento<br />
han sido considerados en el encuentro por los distintos<br />
grupos como una interacción entre la esfera personal y<br />
otras dimensiones vitales en la búsqueda de condiciones<br />
para favorecer el envejecimiento activo y la calidad de<br />
vida en la vejez. En el ámbito personal, las investigaciones<br />
futuras deberían atender aspectos relacionados con la<br />
modificación de las condiciones de salud mediante el<br />
desarrollo de actividades saludables que atenúen los<br />
procesos de dependencia, pero también con la mejora de<br />
la consideración de los mayores en la sociedad evitando<br />
imágenes de discriminación (discriminación por edad)<br />
o situaciones de violencia y maltrato, y potenciando las<br />
relaciones sociales en el entorno inmediato. En la faceta de<br />
las residencias de cuidados a largo plazo, se ha expresado<br />
otro conjunto de ideas que refuerzan la necesidad <strong>del</strong><br />
estudio de este entorno desde el más elemental enfoque<br />
descriptivo, hasta la mejora de los espacios residenciales<br />
específicos para ancianos institucionalizados. Destaca<br />
también, por otra parte, el interés por ahondar en el estudio<br />
<strong>del</strong> entorno residencial propio como instrumento de calidad<br />
de vida, en relación con la mejora en las condiciones<br />
materiales en las viviendas y edificios y en el entorno<br />
urbano (ciudades saludables). Relacionado con lo anterior,<br />
empieza a ganar fuerza entre los investigadores el interés<br />
por desarrollar iniciativas tecnológicas en el ámbito personal<br />
(ayudas técnicas) y doméstico (domótica) para una mejora<br />
de la calidad de vida. Finalmente, es interesante resaltar<br />
la importancia dada a la necesaria mejora de las políticas<br />
sociales con respecto a las personas mayores en el marco de<br />
un estado <strong>del</strong> bienestar que combina los recursos privados<br />
con los públicos.<br />
En el ámbito específico <strong>del</strong> envejecimiento saludable se<br />
concentran en buena medida algunas de las dimensiones<br />
ya consideradas. La calidad de vida es reconocida como un<br />
espacio de desarrollo futuro de la investigación relacionada<br />
con el envejecimiento activo y saludable. Las dimensiones<br />
destacadas en ese proceso son las siguientes: la mejora en el<br />
funcionamiento cognitivo de las personas mayores mediante<br />
el reforzamiento de comportamientos activos que hagan<br />
de su capacitación para realizar actividades saludables un<br />
elemento central en su vida; en ese sentido, ahondar en la<br />
prevención de riesgos que puedan favorecer enfermedades<br />
o procesos de pérdida de autonomía, incluidos aquellos<br />
que vienen inducidos por la aparición y uso de nuevos<br />
instrumentos técnicos en su vida diaria, y el desarrollo de<br />
CONCLUSIONES<br />
hábitos saludables, no sólo en la alimentación, sino también<br />
en la práctica de actividades físicas o deportivas adaptadas,<br />
para terminar con el reforzamiento de su vida social con el<br />
aumento (o al menos el mantenimiento) de sus sistemas de<br />
relaciones sociales e intergeneracionales que faciliten una<br />
mayor y más activa participación en su entorno.<br />
En ese contexto, de acuerdo con las conclusiones de las<br />
mesas de trabajo, la perspectiva futura de la investigación<br />
<strong>sobre</strong> envejecimiento en México avanza acorde con las<br />
prioridades establecidas y tiene abiertas varias líneas<br />
específicas, algunas de las cuales se amplían a continuación.<br />
En el campo de la demografía y la epidemiología se<br />
impone la necesidad de explotar el cúmulo de información<br />
actualmente disponible e insuficientemente aprovechada.<br />
Los temas que destacan por su relevancia son: el fenómeno<br />
de la dependencia, la estimación <strong>del</strong> costo de la atención<br />
médica y en cuidados de largo plazo y sus proyecciones<br />
futuras en distintos escenarios, que variarán en función de<br />
la evolución de la transición epidemiológica. La situación de<br />
los cuidadores, la estimación de su aportación al bienestar<br />
<strong>del</strong> adulto mayor y los costos que esto representa, así como<br />
la descripción de su perfil y necesidades. Es necesario aún<br />
obtener información en ámbitos hasta hoy poco explorados<br />
como es el caso de las instituciones de cuidados prolongados<br />
y el envejecimiento de las poblaciones indígenas.<br />
Entre los estudios médico-biológicos que están más<br />
consolidados destacan los epidemiológicos en temas<br />
de salud mental, fragilidad y nutrición; en dicho ámbito<br />
las enfermedades neurodegenerativas reciben especial<br />
atención y hay al menos tres grupos de trabajo consolidados<br />
ya alrededor <strong>del</strong> tema de la biología <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
En torno al tema de las enfermedades crónicas, de creciente<br />
importancia, se reconoce que impacta el estado global de<br />
salud <strong>del</strong> anciano, por sus repercusiones funcionales, la<br />
polifarmacia y las implicaciones sociales y psicológicas.<br />
Amén de que constituyen las principales causas de muerte,<br />
también lo son de discapacidad o de pérdida de años de<br />
vida saludable. Entre ellas destacan la diabetes mellitus,<br />
los tumores malignos, las cardiopatías, las enfermedades<br />
neurodegenerativas y los problemas sensoriales.<br />
Ciertamente, existen otras enfermedades que si bien no<br />
impactan directamente en mortalidad o discapacidad, sí<br />
189
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
afectan la calidad de vida; tal es el caso de la salud bucal.<br />
A este respecto hay consenso en cuanto a la insoslayable<br />
vinculación de todos los expertos en enfermedades<br />
crónicas para revisar los diferentes niveles <strong>del</strong> problema<br />
(fisiopatología, sistemas de salud, determinantes sociales,<br />
salud mental) y a la necesaria traducción de la investigación<br />
en políticas públicas de atención. También debe de<br />
avanzarse en la definición de normalidad en ancianos<br />
(glucemia, tensión arterial, índice de masa corporal); en<br />
consecuencia, se podrá progresar en la revisión de las<br />
guías clínicas y los desenlaces deseados. En particular, se<br />
propone iniciar los trabajos contribuyendo con información<br />
útil para la definición de estrategias de tamizaje en aquellas<br />
enfermedades que lo requieren; y para la optimización<br />
de los tratamientos en los sujetos que se encuentran con<br />
polipatología y polifarmacia.<br />
Existen muy pocos estudios en el mundo que aborden la<br />
genética, genómica y proteómica <strong>del</strong> envejecimiento; este<br />
escenario abre oportunidades importantes para aportar al<br />
entendimiento de este fenómeno en dichos campos. Entre<br />
aquellos para los que se prevé un desarrollo estratégico habría<br />
que considerar los estudios relacionados con la medicina<br />
regenerativa y las terapias en tres tipos de enfermedades<br />
concretas, mediante la investigación genética, molecular,<br />
celular y tisular en enfermedades metabólicas, inflamatorias<br />
crónicas y <strong>del</strong> envejecimiento humano, en particular la<br />
enfermedad de Alzheimer y la fragilidad. Es necesaria la<br />
integración de los miembros <strong>del</strong> Instituto de Geriatría,<br />
como sede de la temática y de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>,<br />
en las colaboraciones científicas con los investigadores<br />
de otras instituciones y otras redes como por ejemplo la<br />
Red de Desarrollo de Fármacos y Métodos de Diagnóstico<br />
“Nuevas Tendencias de la Medicina”. En este contexto, se<br />
hace necesaria la colaboración entre investigadores básicos<br />
y especialistas clínicos en la identificación de marcadores de<br />
patologías asociadas al envejecimiento.<br />
En el campo social, se constatan dos grandes tendencias.<br />
La primera profundiza en temas de las desventajas sociales,<br />
la cohesión, equidad y exclusión social de grupos sociales,<br />
mediante el análisis <strong>del</strong> impacto social, psicológico,<br />
económico y educativo <strong>del</strong> cambio demográfico, con<br />
especial interés en las personas mayores. La segunda es<br />
la que disecciona las políticas sociales relacionadas con el<br />
estado <strong>del</strong> bienestar y la protección jurídica de derechos<br />
individuales y sociales como fundamento de las decisiones<br />
190<br />
públicas y privadas. Las reflexiones en este ámbito se<br />
presentan a través de preguntas que pretenden establecer<br />
las líneas temáticas que habrán de guiar la investigación:<br />
¿Los costos aumentan con la edad? ¿Es la proximidad a<br />
la muerte una razón <strong>del</strong> incremento? ¿Qué peso tiene la<br />
pobre estructura <strong>del</strong> sistema de salud para resolver las<br />
necesidades de los ancianos? ¿En qué condiciones los<br />
adultos mayores causan mayor utilización de servicios de<br />
salud? ¿Cuál es la predicción para México en términos de<br />
tasas de discapacidad? Esto lleva a reflexionar <strong>sobre</strong> si un<br />
incremento en el número de adultos mayores conlleva<br />
un incremento en los costos de atención a la salud y si<br />
esa relación se modificará en un futuro. La generación<br />
de información confiable es otro punto de acuerdo, en<br />
particular <strong>sobre</strong> el mercado de servicios existente, los tipos<br />
de usuarios, los niveles de utilización, costos y precios<br />
unitarios, número y tipo de recursos humanos involucrados<br />
y fuentes de financiamiento. El reconocimiento y la<br />
integración de esta información es un punto de partida para<br />
establecer la oferta de servicios de salud, las necesidades<br />
no cubiertas y el costo de atención. Los grupos de trabajo<br />
de este ámbito concuerdan en que es necesario trabajar<br />
de manera interdisciplinaria. Ciertamente, se requiere<br />
incorporar a las investigaciones la perspectiva de género,<br />
entre ellas la masculinidad, ya que no es lo mismo envejecer<br />
siendo hombre que siendo mujer. Además, para investigar<br />
el envejecimiento y la vejez en México hay que tener en<br />
cuenta las dinámicas socioculturales, las cuales son muy<br />
diversas.<br />
El último aspecto, el tecnológico, se orienta hacia el<br />
desarrollo y aplicaciones de sensores y técnicas de<br />
monitorización, estimulación y robótica en el ámbito de<br />
la teleasistencia y telemedicina, pero también en el campo<br />
de las tecnologías de la comunicación con el desarrollo<br />
de aplicaciones y servicios de carácter doméstico y las<br />
aplicaciones en los ámbitos de la salud, la asistencia y la<br />
inclusión social.<br />
El intercambio de experiencias y la exploración efectuada en<br />
el <strong>Encuentro</strong> permite constatar la multiplicidad de iniciativas<br />
y estrategias que desarrollan los investigadores y grupos de<br />
investigación en torno a los estudios <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
de nuestra población, con todo y que aún son limitadas las<br />
oportunidades de que sus trabajos sean financiados por la<br />
Federación y los gobiernos estatales. Sin embargo, siguen<br />
dominando las investigaciones “disciplinares” <strong>sobre</strong> el
envejecimiento con una clara separación entre las ciencias<br />
biológicas y las ciencias sociales. Por esta razón no es<br />
fácil el establecimiento de estructuras de investigación<br />
interdisciplinares, si bien las prácticas científicas en unas<br />
comunidades de investigadores pueden hacerlas emerger.<br />
Queda, en este apartado, un amplio camino por recorrer.<br />
La segunda conclusión general es que las perspectivas<br />
futuras de investigación detectadas en México en este<br />
primer encuentro ya están en gran medida en marcha. Así<br />
parece confirmarlo la información disponible en el libro<br />
<strong>Envejecimiento</strong> humano. Una visión interdisciplinaria, que<br />
ofrece un acercamiento a los proyectos de investigación<br />
desarrollados en los últimos años. De la misma manera,<br />
el proceso de envejecimiento de la población mexicana<br />
en las últimas décadas, y sus perspectivas futuras, parece<br />
asegurar la demanda de investigación biológica y social en<br />
la medida en que la sociedad reclama un más amplio y más<br />
profundo conocimiento de esta realidad. La administración<br />
pública también la exige como requisito para una mejor<br />
planificación y desarrollo de las políticas públicas y privadas<br />
para las personas mayores.<br />
Sigue ahora un trabajo exhaustivo de indagación para<br />
establecer el estado <strong>del</strong> arte <strong>del</strong> tema <strong>del</strong> envejecimiento<br />
en México y un proceso sistemático de análisis de la<br />
información disponible para el establecimiento definitivo de<br />
una agenda y de las prioridades de investigación.<br />
En el ámbito de la enseñanza, los tres grupos de trabajo<br />
parten <strong>del</strong> reconocimiento de la Geriatría como rama de<br />
la Medicina dedicada a los aspectos preventivos, clínicos,<br />
terapéuticos y sociales de las enfermedades en los ancianos,<br />
con fines particulares. Entre éstos figuran el desarrollo de<br />
un sistema asistencial a todos los niveles –que atienda las<br />
múltiples alteraciones y los problemas médico-sociales<br />
de los mayores, que presentan como rasgos comunes<br />
la pérdida de su independencia física o social–, así como<br />
la organización de una asistencia prolongada a quienes<br />
lo necesiten; la movilización de todos los recursos para<br />
reintegrar a la comunidad el mayor número posible; la<br />
investigación, la docencia y la formación continuada de<br />
sus propios especialistas y <strong>del</strong> personal relacionado con la<br />
especialidad.<br />
El campo de acción de la Geriatría se sintetiza en el concepto<br />
de “paciente geriátrico”, definido éste como una persona<br />
CONCLUSIONES<br />
generalmente mayor de 65-75 años, con enfermedad<br />
que tiende hacia la incapacidad, con pluripatología y con<br />
factores psíquicos y/o sociales que condicionan la evolución<br />
de su enfermedad. También se caracteriza por su abordaje,<br />
más allá de la enfermedad en su forma tradicional, de los<br />
denominados síndromes geriátricos, que son situaciones<br />
patológicas tales como el deterioro cognitivo, la confusión,<br />
la inestabilidad y caídas, la incontinencia de esfínteres, la<br />
malnutrición y la iatrogenia.<br />
Para hacer frente a la seria problemática planteada<br />
por el tipo de pacientes comentados, la especialidad<br />
dispone de su propia tecnología: la valoración geriátrica<br />
integral, la interdisciplinaridad y el mo<strong>del</strong>o asistencial de<br />
cuidados progresivos médico-social. La alta prevalencia<br />
de enfermedades en el anciano, los diferentes patrones<br />
de presentación, su tendencia a la dependencia funcional,<br />
su más difícil respuesta al tratamiento y sus frecuentes<br />
requerimientos de soporte social requieren una especial<br />
preparación médica. Los objetivos de tal formación han<br />
de contemplar al enfermo, en su entorno biopsicosocial,<br />
a lo largo de una cadena que comienza en los cambios<br />
que origina el proceso de envejecimiento individual, que<br />
continúa con la prevención y el manejo de las diferentes<br />
situaciones en enfermedad y dependencia, y que culmina<br />
con la actuación interdisciplinaria en los distintos niveles<br />
asistenciales, tanto médicos como sociales.<br />
En tal contexto nacional, la enseñanza en el nivel de<br />
pregrado no ha podido desarrollarse hasta este momento<br />
con una estrategia efectiva que convenza a los profesores<br />
y jefes de educación médica para que se incorpore esta<br />
unidad didáctica en sus programas. Hasta 2003, de 65<br />
facultades incorporadas a la Asociación Mexicana de<br />
Facultades y Escuelas de Medicina, sólo 30 contaban con<br />
un programa establecido de Geriatría. La experiencia actual<br />
muestra que gran parte de los programas han iniciado como<br />
unidades optativas o anexadas a otras unidades como salud<br />
pública, pero con el paso <strong>del</strong> tiempo y ante la evidencia de<br />
su importancia, la Geriatría ha logrado obtener espacios<br />
propios como unidad didáctica independiente. Sin embargo,<br />
la exposición de los estudiantes de Medicina a los servicios<br />
de Geriatría como unidad didáctica <strong>del</strong> programa académico<br />
requiere que se establezcan técnicas de enseñanza que<br />
favorezcan un aprendizaje significativo, particularmente<br />
de las formas de presentación de las enfermedades en<br />
los adultos mayores y de los síndromes geriátricos; estos<br />
191
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
sistemas han demostrado su utilidad como estrategias para<br />
el reclutamiento en el futuro de potenciales residentes de<br />
Geriatría.<br />
En la enseñanza especializada de posgrado se plantea el<br />
problema de que es necesario contar con un mayor número<br />
de profesionales preparados para la atención <strong>del</strong> anciano. El<br />
número de geriatras certificados es claramente insuficiente;<br />
el ritmo actual de su formación (20-25 por año) no<br />
permitirá cubrir las necesidades ni siquiera en el largo plazo.<br />
Además, la Secretaría de <strong>Salud</strong> incrementó desde hace 7<br />
años significativamente el número de plazas disponibles,<br />
pero éstas no se han llenado por falta de candidatos. El<br />
grupo de trabajo identificó las posibles razones:<br />
192<br />
• El insuficiente conocimiento de la especialidad.<br />
• La ausencia de promoción para el reclutamiento.<br />
• La larga duración de la especialidad, que exige cuando<br />
menos 5 años de entrenamiento.<br />
• El escaso número de servicios de Geriatría y los pocos<br />
espacios de trabajo disponibles en estas unidades<br />
especializadas.<br />
• La dificultad para integrarse a servicios de Medicina<br />
Interna en donde sea posible la “geriatrización“ de la<br />
atención y los cuidados.<br />
• La escasez general de plazas específicas para geriatra<br />
en el Sistema de <strong>Salud</strong> <strong>Nacional</strong>.<br />
En la creación <strong>del</strong> Instituto de Geriatría se identifica,<br />
sin embargo, una clara oportunidad para aprovechar la<br />
especialidad a partir <strong>del</strong> impulso que genera la creación de<br />
la institución y su proyección académica y mediática.<br />
Los puntos básicos de la discusión fueron: ¿Cuáles deben<br />
ser los contenidos básicos <strong>del</strong> entrenamiento en Geriatría?<br />
¿Cuántos meses se requieren para este entrenamiento<br />
básico? ¿Debe el entrenamiento en docencia e investigación<br />
formar parte <strong>del</strong> entrenamiento básico, dado que se<br />
requiere formar, además de especialistas, a un sólido cuerpo<br />
académico? ¿Existen áreas <strong>del</strong> conocimiento geriátrico<br />
que justifiquen un entrenamiento complementario (v.g.<br />
un año más) luego <strong>del</strong> entrenamiento básico, en aras de<br />
desarrollar otras competencias que los programas actuales<br />
no ofrecen? ¿Qué cambios en la estructura y duración <strong>del</strong><br />
entrenamiento harían de la Geriatría una elección más<br />
deseable? Se discutió también qué tipo de entrenamiento<br />
formal podría crearse para médicos ya en práctica clínica<br />
que no puedan seguir el plan de tiempo completo de tal<br />
manera que puedan reorientar su carrera hacia la Geriatría<br />
y una aproximación a la estrategia apropiada para formar al<br />
conjunto de los médicos en entrenamiento y ya graduados<br />
en la atención <strong>del</strong> anciano.<br />
Durante el encuentro se conformó el Grupo de Trabajo<br />
Interinstitucional <strong>del</strong> Posgrado de Geriatría, que incorpora<br />
a representantes de los distintos programas universitarios.<br />
Entre sus tareas se establece como prioridad la conformación<br />
de un perfil único <strong>del</strong> egresado de acuerdo con el papel que<br />
requiere desempeñar el geriatra en México. Ello implica<br />
redefinir las competencias mínimas a desarrollar por el<br />
residente de Geriatría. Se acordó para ello tomar como<br />
referencia el Programa Único de Especialidades Médicas en<br />
Geriatría de la Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />
Es claro que, para avanzar en el reclutamiento, una<br />
condición necesaria es la generación de espacios laborales<br />
para los egresados. A este respecto, el creciente interés<br />
de las instituciones de salud en el país por la salud <strong>del</strong><br />
adulto mayor presenta una coyuntura favorable. Tal es el<br />
caso en particular <strong>del</strong> Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
que desarrolla un Plan Gerontológico <strong>Nacional</strong> para sus<br />
derechohabientes.<br />
En el ámbito de la enfermería, el contexto es muy semejante<br />
y se ha propuesto el explorar otras vías para la generación<br />
de recursos especializados, por ejemplo, la doble titulación<br />
en un programa conjunto en instituciones con recursos<br />
adecuados. El hecho de que los planes de estudio a nivel<br />
licenciatura son homogéneos y contienen un semestre<br />
dedicado al adulto mayor favorece este enfoque. Por<br />
otra parte, los planes de estudio a nivel técnico, aunque<br />
tienen reconocimiento, no son homogéneos. Se plantea,<br />
además, la necesidad de regular los diferentes programas<br />
dirigidos a la atención <strong>del</strong> adulto mayor, ya que se observa<br />
una planeación emergente y/o oportunista para dar<br />
respuesta a esta demanda, pero el perfil <strong>del</strong> egresado no<br />
es la adecuada para las funciones que desempeñará. A<br />
este respecto, la Comisión Permanente de Enfermería ha<br />
propuesto tres normas oficiales relacionadas con la atención<br />
<strong>del</strong> adulto mayor: perfil de cuidadores a domicilio, atención<br />
ambulatoria a pacientes crónico-degenerativos, perfil <strong>del</strong><br />
personal de cuidados prolongados/paliativos.<br />
En general, en el ámbito de la enseñanza de la Geriatría,<br />
la enfermería <strong>del</strong> adulto mayor y profesiones técnicas
elacionadas, es claro que los programas que el Instituto<br />
de Geriatría deberá desarrollar han de basarse en la<br />
formación de personal idóneo acorde con las necesidades<br />
identificadas a través de evidencia técnica y científica y<br />
con la planeación de servicios. Es claro también que deberá<br />
favorecerse la creación de nuevos puntos de enseñanza en<br />
el área geriátrica y gerontológica que redunde en un mayor<br />
crecimiento <strong>del</strong> personal idóneo para la atención eficiente<br />
<strong>del</strong> envejecimiento.<br />
Al cumplir con la función sustantiva de formar recursos<br />
humanos de alta calidad para la atención e innovando en<br />
los mo<strong>del</strong>os de cuidado dirigidos a los adultos mayores, el<br />
Instituto de Geriatría entrega un conjunto de bienes sociales<br />
alineados con las necesidades <strong>del</strong> país. El objetivo final de<br />
este mandato es, entonces, obtener logros tangibles y<br />
perdurables en beneficio de la sociedad.<br />
El envejecimiento es un proceso específico y susceptible<br />
de modulación; el nuevo conocimiento que se genera<br />
actualmente al respecto abre nuevas vías para mejorar la<br />
calidad de vida al envejecer. La inversión que se haga en<br />
el entrenamiento de especialistas, investigadores y <strong>del</strong><br />
personal de salud en general y en la investigación en el tema<br />
debe incrementarse sustancialmente, pues tiene un enorme<br />
potencial de impactar en la economía y el bienestar de la<br />
población. Este reconocimiento debe avanzar a la par de la<br />
generación de una nueva “cultura <strong>del</strong> envejecimiento” que<br />
contribuya a eliminar la discriminación por edad, a mejorar la<br />
calidad de vida al envejecer y a promover un envejecimiento<br />
sano y activo como parte de un programa gubernamental<br />
formal donde la investigación juega un rol fundamental.<br />
Esta investigación, de carácter inter y transdisciplinario, ha<br />
de reflejar la complejidad <strong>del</strong> proceso de envejecimiento y<br />
debe de integrar sus diferentes dimensiones incluyendo los<br />
mecanismos biológicos, los factores económicos y sociales y<br />
los determinantes culturales y psicológicos. La investigación<br />
en torno a los determinantes <strong>del</strong> envejecer sano y activo debe<br />
enfatizar el reconocimiento temprano de la enfermedad en<br />
condiciones en las que aún puede esperarse la reversibilidad<br />
de las condiciones patológicas. Para ello el desarrollo de<br />
marcadores tempranos de enfermedad es fundamental. La<br />
investigación debe apoyarse en la información generada<br />
por las cohortes existentes y favorecer el desarrollo de<br />
otras más para entender los determinantes de la longevidad<br />
y sus interacciones en el nivel genético y ambiental.<br />
Además, el conocimiento generado ha de ser traducido<br />
CONCLUSIONES<br />
en programas y acciones específicas de política pública,<br />
para lo cual debe involucrar a los potenciales beneficiarios.<br />
La información generada, la identificación de nuevos<br />
retos y las intervenciones han de apoyarse en las nuevas<br />
tecnologías para la generación de soluciones innovadoras.<br />
Para hacer avanzar la agenda se requiere de un liderazgo<br />
dinámico y competente. La creación de la Red Temática<br />
de Investigación en <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo<br />
Social y <strong>del</strong> Instituto de Geriatría constituye la clave de ese<br />
liderazgo.<br />
La formación de especialistas clínicos, investigadores<br />
y líderes académicos es una condición necesaria para<br />
avanzar eficazmente. Asimismo, el entrenamiento práctico<br />
<strong>del</strong> conjunto <strong>del</strong> personal de salud en temas relativos al<br />
envejecimiento y sus repercusiones clínicas se convierte en<br />
una necesidad y en una prioridad nacional para atender con<br />
calidez, eficacia y eficiencia las necesidades crecientes de<br />
una población que crece aceleradamente.<br />
193
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
RESUMEN DE CONCLUSIONES<br />
Biología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• Debe desarrollarse un concepto unificado que defina el<br />
proceso de envejecimiento biológico abordándolo desde<br />
una perspectiva evolutiva para abordar el fenómeno desde<br />
distintos niveles de análisis.<br />
• Es necesaria la integración de los miembros <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría, como sede de la Red de <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y<br />
Desarrollo Social, así como el desarrollo de colaboraciones<br />
científicas con investigadores de otras instituciones a fin de<br />
alcanzar un avance en los temas rectores de la misma.<br />
• Abordar el estudio <strong>del</strong> envejecimiento desde una perspectiva<br />
genética, genómica y proteómica, escenario que<br />
constituye es un nicho a desarrollar al existir muy pocos<br />
estudios en el mundo en este sentido.<br />
• Deben explorarse las intervenciones en medicina regenerativa<br />
y células troncales.<br />
Fragilidad<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• Es necesario emplear una sola definición de fragilidad para<br />
fines de investigación que permita unificar criterios diagnósticos<br />
y que facilite la integración de una cohorte nacional<br />
y de múltiples cohortes de pacientes.<br />
• Dado que se trata de un problema complejo, dinámico,<br />
multicausal y asociado al envejecimiento, es importante<br />
considerarlo como un síndrome con fenotipos identificables<br />
y que confiere riesgo para una evolución adversa.<br />
• Es necesario tomar en cuenta en su diagnóstico aspectos<br />
biomédicos, físico-funcionales, sociodemográficos,<br />
afectivos y cognoscitivos.<br />
194<br />
Corto plazo<br />
• Desarrollo de un seminario en Biología <strong>del</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />
que tenga como sede al Instituto de Geriatría, en el cual<br />
participen los miembros de la Red ESDS.<br />
• Priorización de los temas de investigación enmarcados en<br />
la Red ESDS.<br />
• Identificación de objetivos comunes entre grupos de investigación.<br />
• Identificación de infraestructura, tecnologías y financiamiento<br />
disponibles para el desarrollo de proyectos de investigación.<br />
Mediano plazo<br />
• Incorporar a los investigadores <strong>del</strong> IG en proyectos con<br />
investigadores de otras instituciones, como una estrategia<br />
para fortalecer la investigación básica en el IG y para<br />
promover la investigación en el campo de la biología <strong>del</strong><br />
envejecimiento en otras instituciones.<br />
• Colaboración entre investigadores básicos y especialistas<br />
clínicos en la identificación de marcadores biológicos relacionados<br />
con patologías asociadas al envejecimiento y<br />
fenómenos de fragilidad.<br />
• Incorporación de especialistas en geriatría en trabajos de<br />
investigación.<br />
Largo plazo<br />
• Desarrollo conjunto de proyectos de investigación en los<br />
temas relevantes de la biología <strong>del</strong> envejecimiento identificados<br />
durante el <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong> <strong>Envejecimiento</strong><br />
y <strong>Salud</strong>.<br />
• Realización de proyectos conjuntos derivados de las preguntas<br />
y la priorización de los temas.<br />
• Búsqueda de vínculos al interior de la red y elaboración de<br />
proyectos con visión transdisciplinaria con miembros de la<br />
red.<br />
• Trabajar de manera coordinada para elaborar una definición<br />
de fragilidad que sea el marco de referencia para todos los<br />
miembros interesados en realizar investigación relacionada<br />
con fragilidad.<br />
• Desarrollar un marco de referencia de datos que deba ser<br />
incluido por todo estudio <strong>sobre</strong> fragilidad realizado en<br />
México, con la finalidad de que los estudios puedan ser<br />
comparados o integrados.<br />
• Lograr desarrollar proyectos transdisciplinarios y nacionales<br />
más que locales.
Fragilidad<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• Es necesario continuar el análisis de los marcadores, específicamente<br />
los genéticos, en nuestra población.<br />
• Las intervenciones no farmacológicas enfocadas a la nutrición<br />
han sido poco efectivas.<br />
• La actividad física parece tener potencial para prevenir y<br />
revertir la fragilidad leve y moderada; tiene mejores resultados<br />
cuando se realiza en grupo y bajo la supervisión de<br />
entrenadores especializados.<br />
• La gran mayoría de los ensayos comunitarios carecen de<br />
rigor metodológico de acuerdo con los criterios <strong>del</strong> CON-<br />
SORT.<br />
• Los agentes más estudiados son: testosterona, dehidroepiandroterona,<br />
Grelina, vitamina D y hormona <strong>del</strong> crecimiento;<br />
los estudios no han demostrado mejoría en la calidad<br />
de vida ni en las propiedades contráctiles <strong>del</strong> músculo<br />
esquelético; ni se ha observado efecto <strong>sobre</strong> la capacidad<br />
de ejercicio, fatigabilidad o resistencia.<br />
• Hasta el momento no existe un medicamento específico<br />
con suficiente evidencia para el tratamiento de la sarcopenia<br />
y la fragilidad.<br />
• Es importante considerar la necesidad de desarrollar cohortes<br />
a nivel nacional que incluyan el área rural y que<br />
permitan determinar los fenotipos en la región, así como<br />
identificar potenciales blancos de estrategias terapéuticas<br />
y preventivas.<br />
<strong>Salud</strong> mental (deterioro cognoscitivo leve, demencias y depresión)<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• En México no existe una muestra representativa de deterioro<br />
cognoscitivo leve (DCL), por lo que deben desarrollarse<br />
más clínicas de memoria o evaluación cognitiva<br />
para que los clínicos pudieran referir más fácilmente a los<br />
pacientes a evaluación y así tener un perfil de seguimiento.<br />
• Es recomendable realizar una Encuesta <strong>Nacional</strong> de Demencias,<br />
o bien, incluir en la Encuesta <strong>Nacional</strong> de <strong>Envejecimiento</strong><br />
información relativa al tema.<br />
• Debe implementarse como fuente de información clínico<br />
epidemiológica un Registro <strong>Nacional</strong> de Demencias.<br />
• Promover la investigación de nuevas metodologías para<br />
ampliar la capacidad diagnóstica y poder otorgar un tratamiento<br />
racional y oportuno en demencias.<br />
• Es necesario implementar en México una red de centros<br />
de día con recursos públicos para atender la demanda de<br />
ayuda que los cuidadores requieren.<br />
• Es importante desarrollar mejores mo<strong>del</strong>os de atención domiciliaria<br />
que permitan un mejor apoyo a los cuidadores,<br />
<strong>sobre</strong> todo en las fases avanzada y terminal de la enfermedad<br />
• Es necesario establecer un sistema de atención progresiva<br />
para pacientes con demencia que incluya detección oportuna<br />
de problemas de memoria en los centros de primer<br />
CONCLUSIONES<br />
• Implementar estrategias que permitan una mejor comprensión<br />
de los componentes necesarios para atender la<br />
depresión en la atención primaria (tamizaje, periodicidad<br />
de los controles, tipo de seguimiento, papel de los médicos,<br />
etc.).<br />
• Contar con información actualizada <strong>sobre</strong> la frecuencia con<br />
que los casos de depresión no son diagnosticados como tal<br />
en la atención primaria actual, y su nivel de gravedad (por<br />
ejemplo, trastorno depresivo mayor, distimia, depresión<br />
menor).<br />
• Realizar estudios que permitan identificar los riesgos de<br />
suicidio a partir de la respuesta a la medicación y los efectos<br />
adversos, y de ese modo ayudar a dirigir los esfuerzos<br />
de prevención <strong>del</strong> suicidio.<br />
• Diseñar estrategias de concientización y sensibilización<br />
<strong>sobre</strong> el impacto de la no detección de la depresión en la<br />
atención primaria.<br />
• Buscar nuevas alternativas diagnósticas que el médico<br />
pueda utilizar en su atención diaria.<br />
• Realizar estudios de farmacogenética, tales como información<br />
<strong>sobre</strong> genotipos metabolizadores (por ejemplo,<br />
CYP2D6), y <strong>del</strong> impacto de la variabilidad genética y las<br />
interacciones de los medicamentos <strong>sobre</strong> la eficacia anti-<br />
195
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
<strong>Salud</strong> mental (deterioro cognoscitivo leve, demencias y depresión)<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
nivel; diagnóstico y tratamiento temprano en el segundo<br />
nivel; diagnóstico complejo, estudios especiales e investigación<br />
en el tercer nivel.<br />
• Es conveniente que se ofrezcan espacios para respiro temporal<br />
<strong>del</strong> cuidador, así como desarrollar la atención domiciliaria<br />
y telemedicina.<br />
• La principal carencia en la literatura <strong>sobre</strong> depresión en<br />
adultos mayores mexicanos concierne a los estudios de<br />
intervención.<br />
• Hay generalizado desinterés de médicos familiares en la<br />
salud mental, cuando son ellos los primeros proveedores<br />
de servicio que encuentran los pacientes.<br />
Epidemiología <strong>del</strong> envejecimiento<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• Las bases de datos han sido aprovechadas parcialmente, la<br />
información contenida en ellas es útil y pertinente en este<br />
momento, dado el reto que el envejecimiento de la población<br />
mexicana representa no sólo para el sistema de salud,<br />
sino para la sociedad en su conjunto.<br />
• Es cuestionable la utilización de algunos instrumentos en<br />
ciertas poblaciones, <strong>sobre</strong> todo en la población indígena o<br />
con bajo nivel educativo porque son instrumentos validados<br />
en poblaciones con características diferentes no sólo<br />
en términos <strong>del</strong> lenguaje, sino en la significación de conceptos.Las<br />
formas de trabajo tanto en la generación de información<br />
como en su procesamiento son diferentes, complicando<br />
el uso de las bases y la comparación entre ellas.<br />
Hay más información generada que recursos humanos y<br />
tecnológicos para procesarla.<br />
• El trabajo de las diferentes instituciones –nacionales e internacionales–<br />
está desvinculado.<br />
De la 1ª Reunión de Bases de datos en envejecimiento:<br />
• Generación de indicadores relacionados con los determinantes<br />
<strong>del</strong> envejecimiento. Esto permitiría la vinculación<br />
de datos entre las diferentes bases y con el sector salud.<br />
• Se definieron los temas prioritarios en envejecimiento y los<br />
enfoques de estudio<br />
196<br />
A corto plazo:<br />
• Ampliar la revisión inicial de las encuestas que cuentan con<br />
información de adultos mayores mexicanos.<br />
• Reunión de trabajo convocada por la Organización Panamericana<br />
de la <strong>Salud</strong> y el Instituto de Geriatría, con puntos<br />
concretos a resolver: diagnóstico, armonización de información<br />
y proyectos, uso eficiente de recursos, definición<br />
de la estrategia de vinculación y complementariedad de<br />
proyectos, definición de indicadores, definición de los objetivos<br />
a largo plazo.<br />
A mediano plazo<br />
• Consolidar la vinculación y complementariedad de proyectos<br />
en materia de epidemiología de la población de adultos<br />
mayores en México con la participación de diferentes instituciones.<br />
• Consolidar un área de bioestadística que apoye todos los<br />
proyectos planteados.<br />
• Apoyar la formación de recursos humanos especializados<br />
para la óptima utilización de la información contenida en<br />
las bases existentes y futuras.<br />
A largo plazo<br />
• Generación y consolidación <strong>del</strong> observatorio de la salud de<br />
los adultos mayores mexicanos.<br />
<strong>Envejecimiento</strong> de la población: implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />
y desafíos para los sistemas<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• El grupo de adultos mayores es el más heterogéneo tanto<br />
en sus condiciones económicas, sociales, familiares y de<br />
salud.<br />
depresiva, tolerabilidad y seguridad para ayudar en la selección<br />
<strong>del</strong> tratamiento de la depresión para aumentar beneficios<br />
y reducir los efectos adversos.<br />
• Apoyar estudios de intervención en depresión tanto farmacológicas<br />
como no farmacológicas (que en nuestro medio<br />
son hoy escasos), así como mo<strong>del</strong>os de intervención psicosocial<br />
en diferentes localidades que promuevan la identificación<br />
y tratamiento de este padecimiento<br />
Corto plazo<br />
• Se acordó una reunión con los expertos de la mesa para dar<br />
seguimiento a los temas expuestos.
<strong>Envejecimiento</strong> de la población: implicaciones sociales y políticas, impacto en la salud<br />
y desafíos para los sistemas<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• La escasez de recursos y el incremento de la población envejecida<br />
imponen severas dificultades para los sistemas de<br />
salud.<br />
• Si las personas mayores de 60 años se reportan como los<br />
responsables de las altas tasas de uso de servicios de salud,<br />
es muy probable que las causas se deriven de la incapacidad<br />
<strong>del</strong> propio sistema de salud de responder a sus necesidades.<br />
• Es indispensable analizar el efecto independiente de las<br />
enfermedades crónicas y <strong>del</strong> envejecimiento, considerando<br />
diferentes escenarios que integren control y descontrol de<br />
la enfermedad, incremento en costos de tecnología, incluidos<br />
medicamentos y hospitalizaciones.<br />
• Deben impulsarse políticas capaces de eliminar incertidumbres,<br />
riesgos y aliviar la carga social internalizada por<br />
los hogares y garantizar un mejor bienestar social en un<br />
marco de justicia social.<br />
• Es urgente promover investigaciones articuladas con las<br />
instancias públicas y de la sociedad civil, nacionales, de los<br />
estados y municipios, involucrando a actores que, con diferentes<br />
perspectivas, participan e influyen en la toma de<br />
decisiones y en la puesta en marcha de las mismas.<br />
Mo<strong>del</strong>os de atención y cuidados de largo plazo<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• Se estableció la conveniencia de trabajar por la obtención<br />
de un padrón de instituciones que brindan atención a los<br />
adultos mayores fuera de los servicios médicos, es decir,<br />
asilos, centros de día, residencias de larga estadía, etc.<br />
• Se estableció la necesidad de contar con un diagnóstico<br />
integral de los servicios que actualmente están disponibles,<br />
tanto en el ámbito público como en el privado (lucrativo y<br />
no lucrativo), así como su impacto en la atención y, finalmente,<br />
en el bienestar de los adultos mayores <strong>del</strong> país.<br />
• Se discutió la importancia de contar con alguna modalidad<br />
de “certificación” de estas instituciones, no con el afán de<br />
sancionar sino de homologar los servicios, identificar necesidades<br />
y posibles opciones para apoyarlas, y fundamentalmente,<br />
para asegurar el bienestar de los adultos mayores<br />
que en ellas se atienden.<br />
CONCLUSIONES<br />
Mediano y largo plazo<br />
• Se pretende concretar un proyecto de investigación cuyo<br />
objetivo principal se centre en los costos de atención a la<br />
salud y envejecimiento.<br />
• Se planteó la conveniencia de que el Instituto de Geriatría<br />
encabece un esfuerzo para homologar las bases biométricas,<br />
parámetros e hipótesis que se utilizan tanto para efecto<br />
de registro de las erogaciones por atención médica a la salud<br />
de la población en edades avanzadas, como para las proyecciones<br />
de largo plazo.<br />
• Generar en un cuestionario para recopilar la información necesaria<br />
que permita formular este padrón de instituciones.<br />
• Definir las características de cada una de las alternativas de<br />
cuidado para las personas mayores,}<br />
• Realizar una definición de los diferentes espacios de servicios.<br />
• Especificar las características de las personas que laboran en<br />
dichas áreas y las instalaciones de las mismas, así como especificaciones<br />
particulares que se consideren necesarias.<br />
197
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Familias y relaciones de género e intergeneracionales de frente al envejecimiento<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• Para investigar el envejecimiento y la vejez en México, hay<br />
que tener en cuenta las dinámicas socioculturales y realizar<br />
estudios interdisciplinarios, interinstitucionales y multidisciplinarios.<br />
• Debemos replantearnos nuevos conceptos <strong>sobre</strong> estas temáticas,<br />
o bien, reelaborar los existentes.<br />
• Es necesario diseñar, construir y validar instrumentos de<br />
evaluación gerontológica para la población anciana mexicana,<br />
tanto urbana como rural.<br />
• Es preciso estudiar a mayor profundidad lo relacionado<br />
con la preparación hacia la jubilación, lo que significa envejecer<br />
siendo hombre o mujer, los cuidados <strong>del</strong> adulto mayor<br />
dentro de las redes familiares y sociales, los procesos de<br />
desafiliación de dichas redes, el cuidado y el autocuidado,<br />
el sentimiento de “culpa” en la persona adulta mayor y<br />
en el cuidador(a), la crisis en el sistema de cuidados, la<br />
construcción social <strong>del</strong> cuidado y los cuidadores, así como<br />
las relaciones entre lo institucional, las familias y las redes<br />
sociales.<br />
• El equipo gerontológico, la familia, la sociedad y el Estado<br />
deben procurar dicha adaptación <strong>del</strong> anciano en su entorno<br />
y promover una calidad de vida para este sector de la población.<br />
Enfermedades crónicas <strong>del</strong> envejecimiento<br />
Principales conclusiones<br />
• Existe la necesidad imperiosa de un mayor número de investigaciones interdisciplinarias para conocer con más detalle el impacto<br />
de las enfermedades en los adultos mayores y abordar de manera integral las estrategias de prevención y atención que impacten<br />
en la calidad de vida.<br />
• Las enfermedades crónicas, además de ser las primeras causas de muerte, también son las principales causas de discapacidad<br />
o de pérdida de años de vida sin discapacidad; lo cual debe llevar a fijar metas específicas con respecto a estos desenlaces, y<br />
establecer los lineamientos de la investigación con estos paradigmas, más allá de la supervivencia.<br />
• A pesar de no impactar en mortalidad o discapacidad, los problemas de salud bucal sí impactan en otros ámbitos tales como la<br />
calidad de vida y la nutrición. Es importante conocer el estado de salud global de los ancianos.<br />
• Asimismo, los niveles asistenciales sociosanitarios carecen de una definición específica <strong>del</strong> papel que juegan dentro <strong>del</strong> tratamiento<br />
de las enfermedades crónicas en diferentes etapas de las mismas, tales como: prevención, manejo crónico, agudizaciones,<br />
fase terminal<br />
• Se requiere agregar a la investigación algunas otras enfermedades no contempladas en esta mesa y que tienen un particular<br />
impacto en la salud global <strong>del</strong> anciano, tales como:<br />
• Osteoartrosis<br />
• Problemas sensoriales<br />
• Enfermedades reumáticas<br />
• Enfermedad ácido péptica<br />
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica<br />
• Arritmias cardíacas<br />
• Trastorno funcional digestivo<br />
• Infección por virus de la inmunodeficiencia humana<br />
• Problemas <strong>del</strong> sueño<br />
• Es necesaria la traducción de la investigación en políticas públicas de atención.<br />
• Hace falta definir normas y criterios de seguimiento (tratamiento exitoso) en ancianos, específicamente para diabetes<br />
mellitus e hipertensión<br />
198<br />
Corto plazo<br />
• Formar recursos humanos en gerontología, psicogerontología,<br />
enfermería geriátrica, y gerontología social y comunitaria.<br />
• Diseñar programas de atención integral al adulto mayor,<br />
considerando las particularidades rural/urbano, y la interculturalidad<br />
de los sectores envejecidos.<br />
• Legislar la atención <strong>del</strong> adulto mayor con énfasis en el respeto<br />
de sus derechos humanos.<br />
• Promover la profilaxis de los padecimientos crónico-degenerativos.<br />
Mediano plazo<br />
• Proponer la conformación de la Procuraduría de la Defensa<br />
<strong>del</strong> Adulto Mayor.<br />
• Revalorar la imagen social de la vejez y el envejecimiento.<br />
• Promover el envejecimiento activo y saludable.<br />
• Mejorar la calidad de vida en la vejez.<br />
Largo plazo<br />
• Crear centros de educación continua en la vejez.<br />
• Crear la Universidad para la Tercera Edad.<br />
• Crear centros de día para adultos mayores en las comunidades,<br />
tomando en cuenta su cultura, tradiciones y estilos<br />
de vida.
Enseñanza de la Geriatría. Primeros análisis <strong>sobre</strong> la formación geriátrica en pregrado,<br />
posgrado y Enfermería<br />
Principales conclusiones<br />
REFERENCIAS<br />
“Research Agenda on Aging for the 21st Century, 2007<br />
update” IAAG, 2007. Disponible en http://www.<br />
iagg.com.br/webforms/iaggNewsletter.aspx<br />
United Nations, Department of Economic and Social<br />
Affairs, Population Division (2009). World Population<br />
Prospects: The 2008 Revision, Highlights, Working<br />
Paper No. ESA/P/WP.210<br />
CONCLUSIONES<br />
• El ritmo de formación de especialistas en Geriatría es claramente insuficiente; hasta 2010 se han formado 296 geriatras en el<br />
Sistema <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong>.<br />
• Desde la perspectiva <strong>del</strong> cuerpo docente, debe privilegiarse el trabajo colaborativo de un Grupo Interinstitucional de Posgrado<br />
de Geriatría que unifique programas universitarios tomando como punto de partida el Programa Único de Especialidades de la<br />
Facultad de Medicina de la UNAM.<br />
• El consenso de los profesores universitarios considera adecuado mantener dos vías de entrada a la especialidad, ya que deben<br />
abrirse las puertas a aquellos a quienes se ofrezca la entrada directa, o bien, a los internistas que deseen ser geriatras.<br />
• Persiste un problema en el reclutamiento, debido a: larga duración de la especialidad, escaso contacto con la Geriatría en los<br />
programas de pregrado, escasez de servicios geriátricos.<br />
• La mayoría de los geriatras egresados de los cursos universitarios actuales no están en posibilidad de desempeñarse como docentes<br />
de posgrado por falta de nuevos espacios académicos en universidades públicas o privadas.<br />
Investigación multidisciplinaria y transferencia <strong>del</strong> conocimiento<br />
Principales conclusiones Acciones propuestas<br />
• En lo individual, cada investigador debe dejar su burbuja<br />
especializada y unidisciplinaria e interesarse en los temas<br />
de otros campos.<br />
• Las instancias evaluadoras deben flexibilizar sus tiempos<br />
de evaluación para tomar en cuenta el mediano y largo<br />
plazo, pues la transdisciplina puede traer resultados más<br />
completos, pero también tardar más.<br />
• Se hace cada día más necesario integrar la visión transdisciplinaria<br />
en la investigación científica, ya que la multicausalidad<br />
de los fenómenos da cuenta <strong>del</strong> alcance limitado de<br />
la investigación cuando se hace desde los métodos, teorías<br />
y esquemas de una sola disciplina, que al fin termina por ser<br />
un conocimiento fraccionado.<br />
• Organizar un curso <strong>sobre</strong> metodologías de investigación en<br />
envejecimiento, orientado a estudiantes de posgrado en el<br />
país.<br />
• Desarrollar una maestría con una orientación transdisciplinaria<br />
para el estudio de los problemas de los adultos mayores.<br />
• Fomentar por medio de la Red ESDS proyectos de largo alcance<br />
que involucren a grupos de diversas disciplinas y que<br />
no estén restringidos por periodos de evaluación de corto<br />
plazo.<br />
• Identificar los temas susceptibles de ser abordados desde las<br />
diferentes perspectivas: multidisciplinaria, transdisciplinaria,<br />
interdisciplinaria o yuxtadisciplinaria.<br />
• Fomentar entre los estudiantes y potenciales investigadores<br />
las perspectivas amplias <strong>del</strong> conocimiento y señalar las limitaciones<br />
de una visión fragmentada y monotemática.<br />
• Aprovechar las nuevas tecnologías tanto para facilitar el<br />
paso de la multidisciplina, interdisciplina y transdisciplina,<br />
como para el bienestar de las personas mayores.<br />
199
CREACIÓN DE LA<br />
RED TEMÁTICA<br />
“ENVEJECIMIENTO, SALUD Y<br />
DESARROLLO SOCIAL”<br />
Propuesta al Consejo <strong>Nacional</strong><br />
de Ciencia y Tecnología<br />
(CONACYT) para la generación<br />
de una red de investigación<br />
<strong>sobre</strong> envejecimiento en<br />
México<br />
LUIS MIGUEL GUTIÉRREZ ROBLEDO<br />
HÉCTOR GUTIÉRREZ ÁVILA<br />
MARÍA DE LOURDES ÁVILA ALVA<br />
MARIANA LÓPEZ ORTEGA
JUSTIFICACIÓN<br />
Transformación demográfica y social de México:<br />
siglos XX y XXI<br />
Los cambios demográficos iniciados en el siglo XX –y<br />
que habrán de acentuarse durante la primera mitad<br />
<strong>del</strong> presente siglo– son de tal magnitud que su impacto<br />
representa una verdadera revolución social, económica y<br />
sanitaria. Los estudios indican que <strong>del</strong> año 2000 al 2050<br />
el índice de envejecimiento habrá de incrementarse más<br />
de ocho veces (figura 1). Se puede inferir la complejidad<br />
de este fenómeno de cambio demográfico relativamente<br />
súbito, si se considera que la estructura poblacional de<br />
México representa más de 100 millones de habitantes con<br />
múltiples carencias sociales, en contraste con los países<br />
desarrollados, cuyo cambio demográfico fue pausado<br />
dentro de un contexto de bienestar social más igualitario.<br />
Figura 1. Índice de envejecimiento en México, 2000-2050.<br />
Elaborado con base en: CONAPO, 2004.<br />
Si bien el aumento notable en la esperanza de vida es<br />
un verdadero logro social, trae consigo nuevos retos<br />
de muy difícil solución. El tránsito de un país integrado<br />
mayoritariamente por niños y jóvenes a uno constituido en<br />
su mayoría por adultos y adultos mayores crea una nueva<br />
realidad social ante la cual estamos insuficientemente<br />
preparados (figura 2).<br />
Implicaciones <strong>del</strong> envejecimiento de la población en<br />
México<br />
El envejecimiento poblacional impacta de manera<br />
inmediata al sistema de pensiones, al sistema de salud y a<br />
la economía en general. La grave crisis de las pensiones en<br />
México se asocia, entre otros factores estructurales, a una<br />
disminución en la base de contribuyentes y a un aumento<br />
en el número y longevidad de los beneficiarios. El asunto<br />
202<br />
de las pensiones continúa siendo un problema no resuelto,<br />
que tiende a agravarse y que requiere el estudio riguroso de<br />
las posibles alternativas a favor <strong>del</strong> bienestar de los adultos<br />
mayores.<br />
Figura 2. Evolución demográfica de México. Siglos XX y XXI.<br />
Elaborado con base en: INEGI, Censos de Población 1970,<br />
2000, 2010; CONAPO, Proyecciones de población 2005-<br />
2050, en: www.conapo.gob.mx/00cifras/proy/RM.xls
• Más de 80% de las mujeres y cerca de 20% de<br />
los hombres dependen económicamente de sus<br />
familiares.<br />
• Solamente 49% de ellos disponen de<br />
seguridad social.<br />
• 42% de las mujeres son viudas.<br />
• Únicamente 40% de los hombres y 10% de<br />
las mujeres tienen un trabajo.<br />
Cuadro 1. Situación de los adultos de 60 años y más<br />
Por el contrario, en la edad adulta, conforme los individuos<br />
envejecen, es común que la demanda de servicios<br />
hospitalarios aumente y los costos se disparen, ya que los<br />
recursos económicos se destinan a la atención especializada<br />
de las complicaciones de graves padecimientos crónicos<br />
como enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer<br />
y enfermedades neurodegenerativas, que a menudo se<br />
desarrollan simultáneamente, haciendo más complicado y<br />
costoso su tratamiento (cuadro 1).<br />
El gasto en salud alcanza niveles máximos en la tercera<br />
edad, lo que significa que conforme siga avanzando el<br />
envejecimiento poblacional, los servicios de seguridad<br />
social y de atención a población abierta habrán de enfrentar<br />
serios problemas financieros en materia de infraestructura<br />
y recursos humanos especializados para atender a este<br />
grupo de la población. Este gasto a menudo alcanza niveles<br />
catastróficos para los individuos afectados, sus familias y el<br />
propio Estado. Además de los problemas económicos, los<br />
ancianos enfrentan situaciones de exclusión social, como<br />
abandono, negligencia, abuso y maltrato; en el caso de las<br />
mujeres, se añaden los efectos de la viudez, pues muchas<br />
de ellas <strong>sobre</strong>viven a su pareja.<br />
Durante la infancia, conforme los niños crecen, la demanda<br />
de servicios hospitalarios disminuye y tiende a concentrarse<br />
no en la atención a las enfermedades, sino en la protección<br />
de la salud.<br />
Necesidades de investigación y desarrollo<br />
tecnológico <strong>sobre</strong> envejecimiento humano:<br />
una tarea por comenzar<br />
El Programa <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> 2007-2012 propone<br />
generar un sistema de vigilancia de la salud de los<br />
adultos mayores basado en indicadores de morbilidad y<br />
discapacidad; fortalecer la agenda de investigación <strong>sobre</strong><br />
RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />
envejecimiento y salud; incluir a los adultos mayores en<br />
las estrategias de prevención y promoción de la salud<br />
con objetivos y metas definidas y verificables que pongan<br />
énfasis en la independencia funcional; establecer una<br />
política de formación de recursos humanos para la atención<br />
de los ancianos; fortalecer la rectoría <strong>del</strong> sistema de salud<br />
en materia de regulación de las instituciones de cuidados<br />
prolongados, y extender los servicios de atención a la<br />
salud para los adultos mayores a los ámbitos comunitario<br />
y domiciliario. En este contexto, la Red Temática <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong> puede hacer contribuciones significativas<br />
para el cumplimiento de dichas metas.<br />
El estudio <strong>del</strong> envejecimiento forma parte sustantiva de<br />
las prioridades de investigación de la agenda internacional,<br />
particularmente en el campo de las ciencias de la salud<br />
y de las ciencias sociales. La literatura científica mundial<br />
<strong>sobre</strong> los mecanismos biológicos <strong>del</strong> envejecimiento está<br />
en auge. Por el contrario, en México, si se contrastan la<br />
magnitud demográfica de la población de adultos mayores<br />
y el cúmulo de necesidades pendientes con el volumen<br />
de las investigaciones que se producen <strong>sobre</strong> los factores<br />
involucrados en el envejecimiento, resulta evidente la<br />
necesidad de lograr un salto cualitativo y cuantitativo<br />
con respecto a la producción científica y el desarrollo<br />
tecnológico.<br />
El fenómeno <strong>del</strong> envejecimiento es de tal complejidad<br />
que se requieren múltiples observadores desde diferentes<br />
enfoques con métodos diversos. Este proceso involucra<br />
desde los cambios biológicos a nivel molecular y tisular<br />
hasta sus repercusiones sociales, económicas y políticas.<br />
En consecuencia, se requiere el fomento de la investigación<br />
biológica, geriátrica, epidemiológica, social, económica y<br />
<strong>del</strong> resto de los campos <strong>del</strong> saber. Si bien existen algunos<br />
esbozos en esta dirección, debe desarrollarse una estrategia<br />
integral, vinculada a un plan de necesidades y metas.<br />
En la actualidad, la investigación en envejecimiento<br />
depende de la iniciativa y esfuerzo individual de los<br />
investigadores interesados en este campo. Es prioritario<br />
fortalecer los estudios <strong>sobre</strong> los aspectos genéticos y<br />
epigenéticos <strong>del</strong> envejecimiento. En nuestro caso, es<br />
necesario reunir una masa crítica de investigadores de las<br />
ciencias básicas que se convierta en un polo generador de<br />
nuevos conocimientos con reconocimiento internacional.<br />
Este tipo de investigación es costosa, cada vez más<br />
sofisticada, requiere de instalaciones especializadas y<br />
203
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
tecnología compleja, que colocan a muchos de nuestros<br />
investigadores en desventaja respecto a los científicos de<br />
los países con mayor desarrollo. Esta situación se agrava<br />
para los investigadores en el interior <strong>del</strong> país, <strong>sobre</strong> todo<br />
en el sur. Trabajar en una red, como la que aquí se propone,<br />
puede poner en contacto a investigadores talentosos, pero<br />
aislados y sin recursos, con otros colegas nacionales e<br />
internacionales en condiciones más favorables.<br />
La investigación clínica en beneficio de los pacientes<br />
geriátricos es también muy limitada según consta en la<br />
literatura científica. En contraste, el espectro de problemas<br />
que aquejan al adulto mayor es tan extenso, que no es<br />
posible establecer límites bien definidos de las posibles<br />
líneas de investigación. Las concurrencia de múltiples<br />
patologías –y su espectro de complicaciones– concurren<br />
con el deterioro cognitivo, la fragilidad sistémica, la<br />
disminución de la reserva homeostática, la polifarmacia, la<br />
salud mental, el estado funcional y el dolor crónico; todos<br />
ellos problemas de tal complejidad que debieran ser, cada<br />
uno, objeto permanente de investigaciones clínicas.<br />
Una situación similar ocurre con la investigación<br />
epidemiológica y los estudios sociales en esta materia.<br />
Muchos de los datos que se utilizan para describir la<br />
situación <strong>del</strong> envejecimiento en nuestro país provienen de<br />
estudios realizados con otros propósitos. Tiene carácter de<br />
urgencia determinar las condiciones en que se desarrolla<br />
el envejecimiento en las zonas rurales y en los grupos<br />
marginados, así como identificar los cambios que están<br />
ocurriendo en la estructura familiar y que habrán de<br />
representar nuevos retos para las generaciones futuras<br />
de adultos mayores. Las características específicas de la<br />
historia natural <strong>del</strong> envejecimiento en nuestro medio no<br />
justifican la transferencia mecánica de los hallazgos clínicos<br />
reportados en la literatura internacional. La investigación<br />
original es indispensable para aportar soluciones específicas<br />
a problemas propios.<br />
No existe información suficiente para la toma de decisiones<br />
<strong>sobre</strong> las instituciones que prestan cuidados prolongados<br />
y aquellas que funcionan como asilos. ¿En dónde se<br />
encuentran los longevos mexicanos que disfrutan de una<br />
vejez saludable y productiva? ¿Qué factores biológicos y<br />
sociales les han permitido alcanzar esta situación de éxito?<br />
Estas y otras muchas preguntas de igual relevancia esperan<br />
respuesta.<br />
204<br />
El trabajo conjunto de expertos provenientes de<br />
diferentes áreas de conocimiento alrededor <strong>del</strong> estudio<br />
<strong>del</strong> envejecimiento tiene el potencial de impulsar la<br />
investigación de manera multidireccional favoreciendo<br />
la creación de conocimiento y la innovación a partir de<br />
las prioridades nacionales. En virtud de la diversidad<br />
y heterogeneidad <strong>del</strong> proceso de envejecimiento,<br />
mantendremos un enfoque basado en la exploración de los<br />
fenómenos biológicos subyacentes y en la diversidad en<br />
función <strong>del</strong> género, la cultura, los movimientos migratorios,<br />
los aspectos sociales, económicos, el entorno físico, con un<br />
particular énfasis en la búsqueda de la comprensión de los<br />
adultos mayores en situación de desventaja social.<br />
OBJETIVO<br />
La Red tiene como objetivo principal elaborar un proyecto<br />
nacional de desarrollo de la investigación científica y<br />
tecnológica <strong>sobre</strong> el envejecimiento, la salud y el desarrollo<br />
social de los mexicanos.<br />
Se visualiza como un esfuerzo de largo plazo basado en una<br />
estrategia de generación y fortalecimiento de la capacidad<br />
de investigación, desarrollo e innovación, a través de la<br />
implementación de mecanismos de vinculación, formación<br />
de recursos humanos especializados y el desarrollo<br />
de proyectos de investigación multiinstitucionales y<br />
multidisciplinares entre diversos agentes provenientes<br />
de la academia, la industria, el gobierno, instituciones de<br />
investigación públicas y privadas, así como otras redes de<br />
investigación, nacionales e internacionales; todo alrededor<br />
<strong>del</strong> tema <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
Para alcanzar este objetivo se perfilan un conjunto de<br />
acciones específicas y tres productos entregables que<br />
la Red debe generar en el corto plazo: 1) el estado <strong>del</strong><br />
arte en el tema de la Red; 2) un catálogo de recursos<br />
humanos e infraestructura; y 3) una cartera de proyectos<br />
multiinstitucionales, multidisciplinares, viables y<br />
susceptibles de mantener una vinculación dinámica entre<br />
los diferentes sectores productivos, con impacto directo en<br />
el bienestar y la salud de los adultos mayores en México.<br />
Partiendo de esta premisa, las estrategias y metas que<br />
se perfilan al corto, mediano y largo plazo son las que se<br />
enlistan a continuación.
METAS<br />
Corto plazo<br />
• Desarrollar el estado <strong>del</strong> arte de la investigación y<br />
el desarrollo tecnológico en los cuatro ejes temáticos<br />
propuestos para el estudio integral <strong>del</strong> envejecimiento,<br />
la salud y el desarrollo social de los adultos mayores en<br />
México. Esta información se generará a través de un<br />
análisis situacional de alcance nacional.<br />
• Generar un catálogo de recursos humanos e<br />
infraestructura de la investigación y desarrollo<br />
tecnológico en los cuatro ejes temáticos de la Red.<br />
• Realizar una reunión de arranque con todos los<br />
miembros de la Red para difundir el programa de trabajo<br />
de los primeros doce meses de actividades y organizar<br />
las acciones inmediatas para la generación de los<br />
entregables en el corto plazo.<br />
• Diseñar y operar un sitio web como parte de los<br />
mecanismos de vinculación, difusión y administración<br />
<strong>del</strong> conocimiento para tres grandes propósitos: 1) punto<br />
de encuentro y consulta para los miembros de la red y<br />
de todos aquellos interesados en el tema; 2) como una<br />
plataforma electrónica para el almacenamieto de bases<br />
de datos de estudios existentes <strong>sobre</strong> envejecimiento<br />
en México; 3) un repositorio de instrumentos de<br />
valoración gerontológica y geriátrica.<br />
• Desarrollo de un grupo de trabajo <strong>sobre</strong> cuidados de<br />
largo plazo con la Red de Adultos Mayores <strong>del</strong> Distrito<br />
Federal, afiliada a la Junta de Asistencia Privada y a la<br />
Fundación Tagle, como parte de las tareas de vinculación<br />
con la sociedad civil organizada.<br />
• Generar una cartera de proyectos de investigación<br />
en dos grupos: a) que cumplan los requerimientos de<br />
ser multiinstitucionales, viables, que correspondan a<br />
los ejes temáticos de la Red; y b) de investigación y<br />
desarrollo tecnológico susceptibles de vincularse con el<br />
sector privado y la industria.<br />
Mediano plazo<br />
• Programa de formación permanente en metodología<br />
de la investigación <strong>sobre</strong> envejecimiento. Desarrollo<br />
de un programa semipresencial con una plataforma<br />
web de aula virtual y participación de docentes de las<br />
instituciones asociadas nacionales e internacionales.<br />
• Métrica de la salud <strong>del</strong> adulto mayor: definición de<br />
RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />
indicadores y establecimiento de criterios para la<br />
evaluación <strong>del</strong> estado de salud y bienestar de los adultos<br />
mayores en México. Por un lado, este proyecto tiene el<br />
propósito de crear un observatorio de la salud <strong>del</strong> adulto<br />
mayor mexicano. Por otro, impulsar el desarrollo de<br />
políticas públicas de apoyo a la investigación, formación<br />
de recursos humanos especializados y mejoramiento de<br />
la atención a la salud y bienestar de los adultos mayores.<br />
• Creación de un grupo de trabajo transdisciplinario para el<br />
desarrollo de mo<strong>del</strong>os asistenciales con la participación<br />
de la industria, los hospitales asociados, el Sistema para<br />
el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores (INAPAM)<br />
y el Instituto de Geriatría.<br />
• Creación de un grupo de trabajo transdisciplinario para<br />
el desarrollo y evaluación de proyectos de teleasistencia.<br />
• Estudio transcultural <strong>sobre</strong> la salud <strong>del</strong> adulto mayor:<br />
estudio comparativo de dos cohortes de México, una de<br />
mexicoestadounidenses en el sur de Estados Unidos,<br />
una de España y otra de Francia.<br />
• Reuniones de planeación estratégica de los grupos<br />
temáticos y reuniones regionales para fortalecer la<br />
investigación transdisciplinaria <strong>sobre</strong> el envejecimiento.<br />
• Curso de verano anual de iniciación a la investigación en<br />
envejecimiento para reclutar a jóvenes investigadores.<br />
• Creación <strong>del</strong> programa de estímulo al desarrollo de<br />
nuevos investigadores.<br />
• Creación <strong>del</strong> fondo de financiamiento “semilla”<br />
de proyectos transdisciplinarios en conjunto con<br />
otras instituciones de financiamiento y apoyo a la<br />
investigación.<br />
• Talleres anuales de vinculación con sociedades afines.<br />
Largo plazo<br />
• ¿Cómo envejecen los mexicanos? Estudio longitudinal<br />
<strong>del</strong> envejecimiento en México a lo largo de varios años de<br />
una cohorte para identificar los factores determinantes<br />
de un envejecimiento saludable. Adicionalmente, esto<br />
permitiría conocer los determinantes económicos y<br />
sociales que influyen en este proceso.<br />
• Establecimiento <strong>del</strong> Centro de Redacción Científica,<br />
para apoyar a los investigadores en la redacción de<br />
publicaciones y presentación de protocolos.<br />
• Registro nacional de adultos mayores voluntarios para<br />
la investigación longitudinal <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
saludable.<br />
205
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
• Laboratorio para la evaluación fisiológica <strong>del</strong> adulto<br />
mayor en conjunto con el Instituto de Geriatría, que<br />
aportará la infraestructura física.<br />
• Mo<strong>del</strong>os animales de envejecimiento. Mantenimiento de<br />
cohortes de roedores envejecidos para su aplicación en<br />
proyectos de investigación básica con participación <strong>del</strong><br />
Instituto de Geriatría para desarrollar la infraestructura<br />
física para la creación de un banco de tejidos de roedores<br />
jóvenes y viejos a disposición de los investigadores <strong>del</strong><br />
país.<br />
• Establecimiento de un banco de tejidos humanos para<br />
facilitar el estudio de los procesos relacionados con<br />
el envejecimiento, con participación <strong>del</strong> Instituto de<br />
Geriatría.<br />
• Estudio longitudinal de cohortes de adultos mayores<br />
centenarios y gemelos para el análisis de biomarcadores<br />
relacionados con el envejecimiento.<br />
ORGANIZACIÓN<br />
El trabajo de la Red se realizará mediante el trabajo<br />
conjunto y transversal de cuatro ejes temáticos, los cuales<br />
corresponden a las áreas de conocimiento involucradas: I.<br />
Mecanismos biológicos <strong>del</strong> envejecimiento; II. Sociedad,<br />
envejecimiento de la población, economía y servicios<br />
de protección social y de atención a la salud <strong>del</strong> adulto<br />
mayor; III. Investigación geriátrica y epidemiológica; y IV.<br />
Gerontecnología.<br />
Mecanismos biológicos <strong>del</strong> proceso de envejecimiento:<br />
Diversas investigaciones a nivel mundial han mostrado que<br />
los determinantes <strong>del</strong> envejecimiento son multifactoriales<br />
e involucran procesos complejos. La evidencia sugiere la<br />
participación de mecanismos genéticos, bioquímicos y<br />
moleculares que influyen en el proceso de envejecimiento,<br />
así como en las enfermedades asociadas a este proceso.<br />
Asimismo, que algunos factores como la restricción calórica<br />
y los polifenoles –como el resveratrol, la rapamicina, la<br />
espermidina y la enzima convertidora de angiotensina–<br />
son capaces de regular las vías moleculares que hasta<br />
el momento han sido implicadas en la longevidad.<br />
Estudios moleculares en mo<strong>del</strong>os animales y en humanos<br />
centenarios han identificado diversos genes candidatos<br />
que participan en el incremento de la longevidad. No<br />
obstante estos descubrimientos, la investigación básica<br />
<strong>sobre</strong> los mecanismos involucrados en envejecimiento<br />
aún se encuentra en crecimiento, por lo que desarrollar<br />
investigación a este nivel continúa siendo una prioridad.<br />
206<br />
Sociedad, poblaciones, economía y servicios de<br />
salud. El marco general para el estudio y las acciones<br />
<strong>sobre</strong> el envejecimiento de la población es de carácter<br />
demográfico, pues esta es la manera de describir y explicar<br />
la creciente importancia social <strong>del</strong> segmento envejecido<br />
de la población, incluyendo los escenarios a futuro<br />
particularmente relevantes ante la gran velocidad esperada<br />
en este proceso. Una tarea básica es la descripción de<br />
las características sociales, económicas y de salud de la<br />
población envejecida emanadas de las fuentes estadísticas<br />
disponibles; censos y conteos, estadísticas vitales y<br />
encuestas, destacando las dedicadas a la población<br />
envejecida. Estas fuentes de información no son una<br />
simple recopilación de datos y elaboración de cuadros; lo<br />
importante son los análisis emanados de las relaciones de<br />
las características demográficas con variables de la salud y<br />
los determinantes sociales y económicos. De igual manera,<br />
se deberán realizar estudios que incluyan proyecciones<br />
a futuro de las condiciones de los adultos mayores y su<br />
entorno. Como todos los mo<strong>del</strong>os de prospectiva, éstos no<br />
intentan ser predicciones sino la guía para la construcción<br />
de escenarios de prevención de necesidades, decisión <strong>sobre</strong><br />
intervenciones y diseño de programas y políticas. Una tarea<br />
crucial será la estimación de los costos de la atención a la<br />
salud, de acuerdo con distintos mo<strong>del</strong>os de atención.<br />
Geriatría clínica y epidemiología. Los trabajos y estudios<br />
en este eje se enfocarán en las causas, prevención, detección<br />
oportuna, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las<br />
afecciones ligadas al envejecimiento. Los investigadores<br />
darán prioridad a los problemas de salud física o mental<br />
que se encuentran en el ámbito clínico y que requieren de<br />
la intervención de los profesionales de la salud: médicos,<br />
terapeutas físicos, psicólogos, neuropsicólogos, enfermeros,<br />
etc. Este eje agrupará a una gran variedad de tópicos<br />
relativos a aspectos fisiológicos, físicos y psicológicos <strong>del</strong><br />
envejecimiento. Focos de interés son las enfermedades<br />
crónicas y degenerativas asociadas al envejecimiento, el<br />
proceso de discapacidad y la fragilización al avanzar en<br />
edad.<br />
Gerontecnología. Promover y favorecer la innovación<br />
y desarrollo tecnológico en productos y servicios que<br />
respondan a las necesidades de las personas mayores,<br />
con base en el conocimiento científico <strong>del</strong> proceso de<br />
envejecimiento considerando las diferencias culturales<br />
e individuales. Pugna por la realización de una sociedad<br />
plenamente atendida por recursos tecnológicos tan
accesibles a los adultos mayores como al común de<br />
la sociedad, con tecnologías enfocadas a favorecer<br />
la independencia funcional y el mantenimiento de la<br />
buena salud; incluyendo consideraciones de residencia,<br />
movilidad, seguridad, comunicación, actividades y calidad<br />
de vida; y a través <strong>del</strong> desarrollo de prácticas innovadoras<br />
en telemedicina e instrumentos digitales clínicos y<br />
administrativos, con enfoque en envejecimiento.<br />
Como apoyo al funcionamiento de los ejes temáticos, se<br />
proponen cuatro plataformas: I. La página web; II. Banco de<br />
bases de datos para el procesamiento y acceso a estudios<br />
poblacionales; III. Infraestructura para los insumos de los<br />
estudios biológicos, en particular cepas de animales y<br />
anticuerpos; y IV. Un repositorio central de instrumentos<br />
de valoración de la salud de los adultos mayores para su<br />
empleo en la población mexicana (figura 3).<br />
Los ejes y plataformas comparten actividades comunes<br />
como la redacción de propuestas de proyectos, informes y<br />
evaluaciones; participarán también, de manera conjunta, en<br />
un programa de formación permanente para los integrantes<br />
de la red y abierto a todos los miembros de la comunidad<br />
científica cuya base se establecerá en el Instituto de<br />
Geriatría con el apoyo <strong>del</strong> Centro Sealy de <strong>Envejecimiento</strong><br />
de la Universidad de Texas, rama médica en Galveston; el<br />
Instituto de <strong>Salud</strong> Pública y Desarrollo de la Universidad de<br />
Burdeos, en Francia; la Red Temática de <strong>Envejecimiento</strong><br />
de Quebec y su homóloga española, la Red Temática de<br />
Investigación Cooperativa en <strong>Envejecimiento</strong> y Fragilidad,<br />
RETICEF.<br />
Se han establecido ya vínculos formales de colaboración<br />
con cuatro dependencias federales que se ocupan <strong>del</strong><br />
envejecimiento desde diferentes perspectivas: el Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), el<br />
Sistema <strong>Nacional</strong> para el Desarrollo Integral de la Familia<br />
(DIF), el Consejo <strong>Nacional</strong> de Población (CONAPO) y el<br />
Instituto de Geriatría.<br />
Un aspecto clave es la vinculación con la industria y el<br />
sector privado. A este respecto hemos integrado a la<br />
propuesta a varios grupos: EULEN, especializado en el<br />
desarrollo de servicios sociosanitarios para adultos mayores;<br />
el grupo DABVSA, que trabaja en el desarrollo de centros<br />
de cuidados prolongados; la Fundación Médica Sur y los<br />
hospitales ABC y Español, que cuentan con departamentos<br />
de Geriatría; Medicina a Distancia, empresa mexicana<br />
RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />
Figura 3. Ejes temáticos.<br />
especializada en el desarrollo tecnológico en telemedicina,<br />
consultoría de análisis y mo<strong>del</strong>os de integración de la<br />
tecnología y procesos de negocio innovadores en el sector<br />
salud.<br />
Es necesaria, además, la vinculación internacional; en<br />
este sentido estamos particularmente bien posicionados<br />
ante los socios ya mencionados en Burdeos y Galveston,<br />
así como ante las redes temáticas canadiense y española,<br />
cuya experiencia enriquece nuestra propuesta y fortalece<br />
nuestras probabilidades de éxito. Es también fundamental<br />
el trabajo continuo que habrá de efectuarse para sensibilizar<br />
al conjunto de la comunidad científica respecto a la<br />
importancia que tiene el envejecimiento en la investigación<br />
desde los más diversos ángulos.<br />
Procesos comunes a los ejes. En el diseño de los programas<br />
y en la actividad académica y de investigación se mantendrá<br />
un énfasis continuo en la inter y transdisciplina y la búsqueda<br />
de la innovación, teniendo siempre en mente las prioridades<br />
nacionales. En virtud de la diversidad y heterogeneidad <strong>del</strong><br />
proceso de envejecimiento, mantendremos un enfoque<br />
basado en la exploración de la diversidad en función<br />
<strong>del</strong> género, la cultura, los movimientos migratorios, los<br />
aspectos sociales, económicos, el entorno físico y con un<br />
particular énfasis en la búsqueda de la comprensión de las<br />
situaciones de desventaja social.<br />
207
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Interacción. La interacción entre ejes y plataformas es<br />
fundamental, para ello habrá de desarrollarse un sitio web y<br />
una lista de correos; asimismo, cada eje y plataforma tendrán<br />
al menos una reunión anual de planeación y evaluación,<br />
además de una reunión anual para compartir experiencias<br />
y presentar resultados por parte de cada eje y en conjunto<br />
con toda la red. También es necesaria la comunicación con<br />
el público en general, por lo que participa inicialmente en<br />
el grupo el colectivo ENEX (<strong>Envejecimiento</strong> Exitoso), con<br />
su programa radiofónico Gracias a la vida en el Instituto<br />
Mexicano de la Radio (IMER) y el blog <strong>del</strong> mismo nombre<br />
dirigidos al público general. También buscaremos la<br />
vinculación continua con otros medios de comunicación.<br />
Funcionamiento de los ejes temáticos y plataformas de<br />
apoyo. El intercambio de conocimientos se favorecerá a<br />
través de la formulación de proyectos temáticos <strong>sobre</strong> temas<br />
transdisciplinarios prioritarios como los padecimientos<br />
demenciales, la fragilidad, la nutrición y la organización<br />
de servicios. La red propondrá preferencialmente buscar<br />
financiamientos en proyectos de investigación que<br />
incorporen una vinculación transdisciplinaria.<br />
Impacto de la Red: Beneficios de trascendencia nacional.<br />
Los señalamientos que a continuación se enuncian no<br />
intentan ser exhaustivos, sino demostrativos de los<br />
múltiples beneficios potenciales de la creación de una Red<br />
Temática <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong> Humano (figura 4).<br />
La Red propuesta, como ya se mencionó, se organiza de<br />
acuerdo con un marco conceptual de carácter holístico,<br />
que pretende hacer efectiva la retroalimentación entre<br />
los diferentes campos <strong>del</strong> conocimiento. Este enfoque<br />
contribuye, en primer lugar, al desarrollo profesional de los<br />
miembros de la Red y sirve como base para la realización de<br />
proyectos multidisciplinarios de alcance nacional con otros<br />
grupos.<br />
1. Formulación de un Plan <strong>Nacional</strong> de Desarrollo de<br />
Investigación <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong>. Si bien el<br />
envejecimiento de la población de México es un<br />
asunto con repercusiones profundas en el ámbito<br />
nacional, hasta la fecha no hay una propuesta de<br />
investigación de carácter estratégico. Un plan de<br />
esta naturaleza permitiría identificar prioridades y<br />
contribuir a establecer metas de mediano y largo plazo<br />
<strong>sobre</strong> los aspectos críticos de los diferentes ámbitos<br />
208<br />
Figura 4. Marco conceptual de la Red Temática: Investigación<br />
interdisciplinaria, integral y sistemática <strong>sobre</strong> el envejecimiento.<br />
de la investigación y desarrollo tecnológico. Para este<br />
propósito se requiere el concurso de profesionales<br />
líderes en el contexto nacional, ampliamente<br />
comprometidos con el avance científico y con la<br />
capacidad para el trabajo en equipo para el logro de<br />
metas comunes.<br />
2. Contribución al desarrollo de políticas públicas para la<br />
protección social y cuidado a la salud de los adultos<br />
mayores. El problema <strong>del</strong> envejecimiento no se limita<br />
a los ámbitos familiar e individual; es un problema<br />
nacional que requiere una acción de Estado. La<br />
difusión de los hallazgos científicos a través de un<br />
grupo líder en el estudio de este fenómeno puede<br />
contribuir a incorporar este asunto a las prioridades<br />
de la agenda nacional y servir de apoyo para las<br />
entidades políticas y gubernamentales responsables<br />
de establecer las políticas sociales y de salud a<br />
favor <strong>del</strong> adulto mayor. Es indispensable hacer<br />
realidad la función social de la ciencia y vincular el<br />
quehacer científico con los problemas que afectan<br />
la vida diaria de las personas. La calidad científica y<br />
el reconocimiento profesional de los integrantes de<br />
la Red hará que sus propuestas y recomendaciones<br />
sean justamente valoradas por los tomadores de<br />
decisiones.
3. Fortalecimiento de la investigación interdisciplinaria.<br />
El proceso de envejecimiento involucra desde<br />
cambios biológicos a nivel individual hasta<br />
profundas repercusiones sociales y económicas.<br />
En consecuencia, se requiere el fomento de la<br />
investigación biológica, geriátrica, epidemiológica,<br />
social, económica y <strong>del</strong> resto de los campos <strong>del</strong> saber.<br />
Si bien existen algunos esbozos en esta dirección,<br />
esta visión de conjunto necesita ser desarrollada en el<br />
campo <strong>del</strong> envejecimiento. Una red multidisciplinaria<br />
de expertos propiciará la expansión de la investigación<br />
de manera multidireccional.<br />
4. Alianzas internacionales. Si bien los investigadores<br />
de manera individual cultivan relación con sus<br />
colegas de otros países, particularmente a través de<br />
su participación en eventos científicos, son escasos<br />
los ejemplos de proyectos conjuntos de envergadura<br />
nacional de mediano y largo plazo entre grupos<br />
interdisciplinarios de investigadores mexicanos y<br />
sus pares internacionales. En el contexto mundial<br />
existen redes exitosas <strong>sobre</strong> el envejecimiento,<br />
prestas a llevar a cabo acciones conjuntas con las<br />
organizaciones equivalentes de nuestro país. Existen<br />
redes temáticas y entidades dedicadas al estudio <strong>del</strong><br />
envejecimiento de países como Canadá, España,<br />
Francia y Estados Unidos, que han manifestado su<br />
interés en desarrollar proyectos colaborativos en<br />
forma inmediata con los proponentes de la Red.<br />
5. Optimización <strong>del</strong> uso de los recursos. Aunque en la<br />
vida diaria la necesidad obliga a los investigadores a<br />
apoyarse mutuamente, no hay una estrategia definida<br />
para la búsqueda de soluciones a problemas comunes<br />
y la colaboración eficaz y continua a nivel nacional.<br />
Como científicos, tenemos que aprender a trabajar de<br />
manera eficiente como lo hace la naturaleza (ahorro<br />
de energía y el reciclamiento de “residuos”). La Red<br />
potencializa las capacidades individuales y puede<br />
llegar a convertirse en un mo<strong>del</strong>o de colaboración<br />
entre la comunidad científica, superando el trabajo<br />
aislado como mo<strong>del</strong>o dominante.<br />
6. Impulso a la Gerontecnología en México. La<br />
Gerontecnología es prácticamente inexistente en<br />
nuestro país. Los adultos mayores se benefician<br />
de los avances tecnológicos desarrollados para la<br />
RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />
población en general, pero no disponen de apoyos<br />
tecnológicos suficientes para la solución de sus<br />
problemas específicos asociados a patologías<br />
múltiples, discapacidad, aislamiento y deterioro<br />
mental. Los integrantes de la Red, en alianza con la<br />
industria, pueden convertirse en un medio idóneo<br />
para el impulso de la esta disciplina.<br />
7. Realización de proyectos estratégicos con el sector<br />
privado. Así como el incremento de la natalidad<br />
favoreció el desarrollo industrial al servicio de la<br />
población infantil (desde los productos médicos<br />
hasta los artículos recreativos), ahora se requiere<br />
que ocurra un fenómeno similar acorde con los<br />
nuevos cambios demográficos. Existen tres áreas<br />
básicas para la colaboración con el sector privado:<br />
medicamentos, telecomunicaciones y tecnologías<br />
para el apoyo de las actividades de la vida diaria.<br />
Dadas sus condiciones de salud, la población<br />
geriátrica está sujeta a la polifarmacia, por lo<br />
que se requieren estudios de farmacovigilancia y<br />
adecuaciones para el manejo terapéutico. El sujeto<br />
geriátrico en condiciones de fragilidad y discapacidad<br />
requiere un monitoreo continuo, que no puede<br />
depender exclusivamente de los cuidados familiares;<br />
además las deficiencias motoras y cognitivas que<br />
afectan a numerosos ancianos requieren tecnologías<br />
de apoyo para la realización de las actividades de la<br />
vida diaria.<br />
8. Desarrollo de proyectos de alcance nacional<br />
con impacto a mediano y largo plazo. Algunos<br />
proyectos son de tal magnitud, complejidad y costo,<br />
que difícilmente pueden ser llevados a cabo por<br />
investigadores aislados e incluso resultan demasiado<br />
onerosos para una sola institución. Dado su carácter<br />
estratégico, estos proyectos no pueden estar sujetos<br />
a vaivenes políticos o a cambios administrativos.<br />
La existencia de la Red que se propone abriría una<br />
posibilidad real de llevar a cabo uno o varios proyectos<br />
como los que se proponen más a<strong>del</strong>ante en las metas<br />
de largo plazo.<br />
9. Contribución a la formación de recursos humanos.<br />
Debido a su alcance nacional y al conocimiento<br />
<strong>sobre</strong> el envejecimiento en México, la Red puede<br />
209
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
210<br />
emitir consensos <strong>sobre</strong> la necesidad y tipos de de<br />
recursos humanos que se requieren en este campo<br />
y, a la vez, servir para que estudiantes en formación<br />
utilicen a la propia red como un escenario para su<br />
propia formación y desarrollo profesional.<br />
10. Apoyo a las instituciones con atribuciones para la<br />
protección de los adultos mayores. Las instituciones<br />
responsables de brindar protección al adulto mayor<br />
están sujetas a innumerables contingencias, que<br />
limitan sus capacidades; necesitan estudios ad hoc<br />
que ellas mismas no pueden llevar a cabo, para<br />
elevar la calidad de sus actividades, profundizar el<br />
uso racional de sus recursos y evaluar el impacto<br />
de sus acciones y procedimientos <strong>sobre</strong> la salud y el<br />
bienestar de los adultos mayores.<br />
11. Descentralización de la investigación. La disparidad<br />
en el desarrollo socioeconómico de las distintas<br />
entidades federativas se refleja en sus capacidades<br />
desiguales para llevar a cabos investigaciones. En<br />
este sentido, la Red tendría dos efectos benéficos:<br />
por una parte, serviría de apoyo a los investigadores<br />
aislados y dispersos en entidades con menor<br />
desarrollo –ya sea facilitándoles el acceso a recursos<br />
o poniéndolos en contacto con pares en condiciones<br />
más favorables– y, por la otra, serviría de agente<br />
catalizador en entidades donde es necesario iniciar el<br />
fomento a la investigación y el desarrollo tecnológico<br />
en el campo <strong>del</strong> envejecimiento.<br />
ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO EXITOSO<br />
DE LA RED<br />
De manera espontánea, numerosos miembros de<br />
la comunidad científica internacional han venido<br />
conformando redes de trabajo que les brindan, entre<br />
otros beneficios, ahorro de recursos, retroalimentación de<br />
conocimientos, mayor productividad y competitividad,<br />
gracias a la combinación de talento y experiencias. A<br />
nivel institucional, diversos países, incluido México, han<br />
establecido formalmente redes temáticas o consorcios, que<br />
permiten trabajar de manera más eficiente y coordinada<br />
no sólo en el ámbito de los intereses específicos de cada<br />
investigador, sino de manera interdisciplinaria en torno<br />
a prioridades de largo alcance. La suma de esfuerzos y<br />
recursos potencializa la posibilidad de lograr resultados<br />
positivos. Los fenómenos bajo estudio son de tal<br />
complejidad que se requieren múltiples observadores desde<br />
diferentes enfoques con métodos diversos.<br />
El propósito de la red es funcionar de manera sistémica,<br />
de manera similar a un organismo en el cual sistema y<br />
estructura tienen funciones especializadas, pero cuyos<br />
productos finales tienen un beneficio sistémico. Además,<br />
en el caso de la investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
es pertinente coordinar esfuerzos para contribuir a que<br />
esta área se convierta en un polo de crecimiento. La sola<br />
existencia de la Red representa un foro de alta visibilidad,<br />
pues la convergencia y acuerdo de voluntades y talentos<br />
humanos de muy diversas instituciones nos convierte<br />
en un ente moral con alta capacidad de convocatoria<br />
nacional e internacional. A continuación se señalan cuatro<br />
condiciones favorables para el desarrollo de la Red:<br />
• Integración de un amplio grupo de investigadores con<br />
carácter interdisciplinario, multiinstitucional, incluyente<br />
y en proceso de extender su cobertura a nivel nacional.<br />
La Red está integrada tanto por experimentados<br />
investigadores con un alto reconocimiento profesional<br />
en al ámbito nacional e internacional como por<br />
talentosos investigadores jóvenes que concentran sus<br />
esfuerzos en la frontera <strong>del</strong> conocimiento y tienen una<br />
sólida formación científica. Esta base humana garantiza<br />
ampliamente el logro de las metas propuestas.<br />
• Naturaleza global <strong>del</strong> envejecimiento. Por tratarse de<br />
un problema de interés mundial, las oportunidades<br />
de obtener ayuda financiera y llevar a cabo proyectos<br />
internacionales se incrementa notablemente con<br />
la existencia de un amplio grupo de investigadores<br />
organizados dentro de una red, que dispone de<br />
una estructura y objetivos bien definidos. Se ha<br />
manifestado ya la intención de los directivos de la Red<br />
Quebequense de Investigación <strong>sobre</strong> el <strong>Envejecimiento</strong>,<br />
de la Red Temática de Investigación Cooperativa en<br />
<strong>Envejecimiento</strong> y Fragilidad (RETICEF) de España, <strong>del</strong><br />
Instituto de <strong>Salud</strong> Pública y Desarrollo de la Universidad<br />
de Burdeos y <strong>del</strong> Centro Sealy de <strong>Envejecimiento</strong> de la<br />
Universidad de Texas en Galveston, para la realización<br />
de proyectos comunes con la Red aquí propuesta.<br />
• Apoyo institucional hacia la Red. En julio de 2008 se creó<br />
el Instituto de Geriatría, que se integra a los Institutos
<strong>Nacional</strong>es de <strong>Salud</strong> y se suma a las instituciones <strong>del</strong><br />
Gobierno Federal responsables de la protección <strong>del</strong><br />
bienestar de los adultos mayores. Este instituto tiene<br />
como parte de su misión el desarrollo de investigación<br />
en torno al envejecimiento, por lo que se convierte en<br />
el aliado natural de la Red, y le brinda apoyo para su<br />
viabilidad en el largo plazo.<br />
REFERENCIAS<br />
CONAPO (Consejo <strong>Nacional</strong> de Población) (2004). La<br />
transición demográfica en México. En: Elena Zúñiga y<br />
Daniel Vega (eds.). El envejecimiento de la población<br />
en México. Reto <strong>del</strong> siglo XXI. Disponible en: http://<br />
www.conapo.gob.mx/publicaciones/enveje2005/<br />
enveje02.pdf<br />
CONAPO. Proyecciones de población 2005-2050. En<br />
www.conapo.gob.mx/00cifras/proy/RM.xls<br />
INEGI. Censos de Población 1970, 2000, 2010.<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública (2006). Utilización<br />
de servicios de salud por grupo de edad. Encuesta<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> y Nutrición, México: Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública.<br />
Partida Bush, V. (2004). La transición demográfica y el<br />
proceso de envejecimiento en México. En: La situación<br />
demográfica de México 2004, México: CONAPO.<br />
RED TEMÁTICA “ENVEJECIMIENTO, SALUD Y DESARROLLO SOCIAL”<br />
211
Áreas:<br />
Trabajos presentados en el<br />
concurso de cartel científico<br />
Determinantes sociales y demográficos<br />
Desarrollo tecnológico<br />
Investigación básica<br />
Investigación clínica y epidemiológica<br />
Programas y proyectos de intervención<br />
a nivel comunitario<br />
Coordinadores:<br />
Roberto Carlos Castrejón Pérez<br />
Nora Torres Carrillo
ÁREA:<br />
DETERMINANTES SOCIALES Y DEMOGRÁFICOS<br />
Primer lugar<br />
Clave: DSD004.<br />
Título: Prevalencia de síntomas depresivos y su relación<br />
con los apoyos sociales de tipo material e instrumental en<br />
la vejez.<br />
Instituciones involucradas:<br />
1. Escuela <strong>Nacional</strong> de Trabajo Social,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />
2. Laboratorio de Demencias<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía<br />
“Manuel Velasco Suárez”.<br />
Presenta: Guadalupe Cañongo León.<br />
Correo: gpe301@yahoo.com.<br />
Adscripción: Estudiante de maestría y apoyo académico a<br />
la Coordinación de Investigación, ENTS, UNAM.<br />
Resumen: Cifras de la OMS indican que 25% de las personas<br />
mayores padecen algún tipo de trastorno psiquiátrico,<br />
siendo el más frecuente la depresión (Serna, 1996). Los<br />
síntomas depresivos (SD), definidos como aquellos que<br />
no garantizan un diagnóstico psiquiátrico de depresión,<br />
ocurren con mayor frecuencia que la presentación de un<br />
cuadro depresivo; sin embargo, constituyen por sí mismos<br />
un importante problema de salud mental (Bojorquez<br />
Chapela, et al. 2009). Incluyen trastornos <strong>del</strong> sueño y <strong>del</strong><br />
apetito (incremento o disminución), ansiedad, retardo o<br />
agitación psicomotora, apatía, pesimismo, aislamiento,<br />
irritabilidad, deseos de muerte, culpa, fatiga, disminución<br />
de la energía, dificultad para tomar decisiones y alteración<br />
<strong>del</strong> funcionamiento cognoscitivo (Sosa Ortiz, 2000). Dado<br />
que la depresión en la vejez se ha asociado a condiciones<br />
de vulnerabilidad social, conviene explorar la influencia<br />
que tienen los apoyos sociales en la presentación de estos<br />
síntomas.<br />
Objetivo: Analizar la relación entre los SD y los indicadores<br />
de apoyo social de tipo material e instrumental.<br />
Material y método: Diseño observacional, transversal<br />
analítico, de base poblacional, 2003 sujetos de áreas de<br />
214<br />
bajo y mediano ingreso económico (1 003 urbanos y 1<br />
000 rurales).<br />
Mediciones: SD según ICD-10 y DSM-IV, Cuestionario<br />
sociodemográfico y de factores de riesgo (Prince et al.,<br />
2007).<br />
Resultados: Se encontró una prevalencia de SD en mujeres<br />
de 39.1% y en hombres de 21.8%. Según la escolaridad, la<br />
prevalencia más alta se encuentra en el grupo de escolaridad<br />
nula (39%), por estado civil entre los divorciados/<br />
separados (42.3%) y por ocupación entre los dedicados al<br />
hogar (39.17%). Se presentará, además, la relación entre<br />
la sintomatología depresiva y los apoyos sociales.<br />
Discusión/conclusiones: La prevalencia de SD es mayor<br />
en los descriptores comunes de la población anciana: sexo<br />
femenino, baja escolaridad y dedicados a actividades <strong>del</strong><br />
hogar.<br />
Palabras clave: <strong>Salud</strong> mental, síntomas depresivos, adultos<br />
mayores, apoyo social, epidemiología social.<br />
Segundo lugar<br />
Clave: DSD002.<br />
Título: Factores de riesgo asociados al maltrato de<br />
personas adultas mayores en población mexicana.<br />
Instituciones involucradas: Instituto de Geriatría.<br />
Presenta: M. Liliana Giraldo Rodríguez.<br />
Correo: lgiraldor@yahoo.com, martha.giraldo@salud.gob.<br />
mx.<br />
Adscripción: Instituto de Geriatría.<br />
Resumen: El maltrato de personas adultas mayores se<br />
engloba dentro de una categoría más general denominada<br />
violencia doméstica, en la que también se incluye el<br />
maltrato infantil y la violencia de género. Se reconoce que<br />
la violencia es un fenómeno social con efectos de largo<br />
alcance en la salud pública e individual. Desde que fue<br />
identificado, primero como tema social y luego de salud<br />
desde hace más de treinta años, el maltrato de personas<br />
adultas mayores se ha convertido en una problemática<br />
crítica y global. La identificación de factores de riesgo<br />
asociados, cuya presencia puede aumentar la probabilidad<br />
de ocurrencia <strong>del</strong> maltrato, es un tema de investigación
prioritario, ya que permite identificar combinaciones<br />
posibles de factores que pueden dar como resultado una<br />
situación de maltrato y, por ende, generar información para<br />
diseñar estrategias de intervención.<br />
Objetivos: Identificar los factores de riesgo individuales<br />
que incrementan la probabilidad de que una persona adulta<br />
mayor se convierta en víctima de maltrato.<br />
Material y método: Se utilizó la Encuesta <strong>sobre</strong> Maltrato a<br />
Personas Adultas Mayores en el Distrito Federal (2006),<br />
se realizó un análisis descriptivo e inferencial a través de<br />
mo<strong>del</strong>os de regresión logística, con el fin de ver la existencia<br />
de una relación entre variables de la persona adulta mayor<br />
y al hecho de haber sufrido maltrato en los últimos 12<br />
meses.<br />
Resultados: Se encontraron algunos factores individuales<br />
que incrementan el riesgo de maltrato, como son el nivel de<br />
dependencia de la persona adulta mayor, la edad avanzada,<br />
el ser mujer y otros relacionados con la autopercepción <strong>del</strong><br />
estado de salud.<br />
Conclusiones: El maltrato no es el resultado de un solo<br />
factor de riesgo, sino la combinación de diferentes factores.<br />
El presente trabajo muestra la existencia de factores<br />
personales que tienen mayor peso para que una persona se<br />
convierta en víctima de maltrato.<br />
Palabras clave: Maltrato, violencia, persona adulta mayor,<br />
factores de riesgo.<br />
Tercer lugar<br />
Clave: DSD005.<br />
Título: Migración internacional, envejecimiento y familias<br />
transnacionales. Implicaciones en el cuidado a la salud.<br />
Instituciones involucradas:<br />
1. Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad<br />
<strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />
2. Texas A & M University.<br />
Presenta: Dra. Verónica Montes de Oca.<br />
Correo: vmoiis@gmail.com.<br />
Adscripción: IIS, UNAM.<br />
Resumen: La migración internacional y el envejecimiento<br />
demográfico son dos fenómenos íntimamente<br />
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
interrelacionados cuyos efectos se traducen en la dinámica<br />
familiar, cambios en la estructura y composición de los<br />
hogares, reacomodo <strong>del</strong> patrón de apoyos y cuidados hacia<br />
la niñez, mujeres y ancianos. En ese contexto, el objetivo<br />
de este trabajo es identificar las estrategias que utilizan los<br />
hijos e hijas migrantes y no migrantes en ambos lados de<br />
la frontera para atender las necesidades de sus familiares<br />
ancianos, especialmente en lo que se refiere al cuidado de<br />
la salud física y mental.<br />
Material y método: Se usa una metodología mixta<br />
cuantitativa y cualitativa con fuentes de información<br />
secundaria y entrevistas a hijos y padres ancianos en<br />
algunos estados de México y Estados Unidos.<br />
Resultados: Se identifican cuatro tipos de ancianos con<br />
estrategias familiares transnacionales y nacionales cuyos<br />
mecanismos de cuidado y atención varían en función de las<br />
características sociodemográficas de los hijos y ancianos,<br />
su experiencia migratoria y condiciones de vida. Los tipos<br />
de ancianos cualitativamente relevantes son: 1) hombres<br />
y mujeres envejecidos que nunca migraron y que residen<br />
en contextos de alta intensidad migratoria en México; 2)<br />
hombres y mujeres ancianos que pueden ser migrantes de<br />
retorno con hijos e hijas ausentes; 3) hombres y mujeres<br />
mexicanos emigrantes que viven su vejez en Estados<br />
Unidos; y 4) hombres y mujeres ancianos que van y vienen<br />
entre ambos países. En todos ellos existen estrategias<br />
de cuidado diferentes que dependen de la condición y<br />
experiencia migratoria, su adscripción a instituciones de<br />
seguridad social, posición laboral y número de hijos e hijas<br />
en México y Estados Unidos.<br />
Aunque las estrategias difieren en intensidad, la vinculación<br />
transnacional resulta un mecanismo exitoso para los<br />
ancianos con desventajas en salud y condiciones de vida.<br />
Palabras clave: <strong>Envejecimiento</strong>, cuidados a la salud,<br />
migración internacional.<br />
215
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Otros participantes<br />
Área: Determinantes sociales y demográficos<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Vejez en edad extrema. Un estudio<br />
de etnogerontología social<br />
Abandono de adultos mayores en<br />
áreas de urgencia y hospitalización<br />
Perspectivas <strong>del</strong> envejecimiento<br />
en la población académica y<br />
administrativa de la UNAM.<br />
Resultados preliminares<br />
Religiosidad en vejez rural y urbana<br />
216<br />
Susana Villasana Benítez<br />
Ma. Guadalupe Ruelas González<br />
José Alberto Rivera Márquez<br />
Grupo colegiado de investigación:<br />
Estudios de familia y envejecimiento<br />
de la población. Susana Villasana<br />
Benítez<br />
1. Instituto de Estudios Indígenas,<br />
Universidad Autónoma de Chiapas.<br />
2. Centro de Investigaciones y<br />
Estudios Superiores en Antropología<br />
Social, Unidad Golfo (Xalapa,<br />
Veracruz)<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />
Pública.<br />
2. Instituto de Investigaciones<br />
Sociales, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
3. Instituto de Seguridad y Servicios<br />
Sociales de los Trabajadores <strong>del</strong><br />
Estado.<br />
4. Tech Palewi OSC.<br />
5. Instituto de Geriatría<br />
1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Xochimilco<br />
1. Instituto de Estudios Indígenas,<br />
Universidad Autónoma de Chiapas.<br />
2. Centro de Investigaciones y<br />
Estudios Superiores en Antropología<br />
Social, Unidad Golfo (Xalapa,<br />
Veracruz)
ÁREA: DESARROLLO TECNOLÓGICO<br />
Primer lugar<br />
Clave: DT010.<br />
Título: Detección automática <strong>del</strong> decaimiento de<br />
habilidades motrices en la marcha de adultos mayores.<br />
Instituciones involucradas:<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica, Óptica y Electrónica.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Rehabilitación.<br />
Presenta: Germán Cuaya Simbro.<br />
Correo: germancs@ccc.inaoep.mx.<br />
Adscripción: Óptica y Electrónica, INAOE.<br />
Resumen: En un análisis de la marcha, expertos <strong>del</strong> dominio<br />
pueden detectar problemas en la marcha de una persona.<br />
Sin embargo, los expertos no conocen con precisión cuáles<br />
son las variables más significativas y los cambios en éstas<br />
para determinar cuando una persona tiene un alto riesgo<br />
de caerse. Las caídas en el sector de los adultos mayores<br />
pueden ocasionar serias lesiones o incluso la muerte,<br />
por ello su prevención es importante. El objetivo de este<br />
trabajo es la construcción de un mo<strong>del</strong>o de la marcha de<br />
adultos mayores que permita determinar la probabilidad de<br />
riesgo de caída de una persona a lo largo de un periodo<br />
de tiempo. Las Redes Bayesianas Dinámicas (DBN)<br />
permiten mo<strong>del</strong>ar datos temporales inciertos y calcular<br />
la probabilidad de ocurrencia de un evento futuro. Estos<br />
mo<strong>del</strong>os han sido aplicados para el diagnóstico en dominios<br />
médicos e industriales. Se tienen datos de la marcha de<br />
18 mujeres que padecen osteoporosis, obtenidos con un<br />
sistema GaitRite, los cuales han sido proporcionados por<br />
los investigadores <strong>del</strong> INR. Se construyeron 2 DBN, la<br />
primera utilizando información de los expertos <strong>del</strong> INR<br />
acerca de las variables relevantes para identificar problemas<br />
de la marcha y la segunda basada en variables relevantes<br />
identificadas por algoritmos computacionales; se evaluaron<br />
ambos mo<strong>del</strong>os aplicando Leave One Out Cross Validation.<br />
La eficacia, en términos de pronóstico de caída inmediata,<br />
fue de 70.9% y de 70.0 %, y de caída a 6 meses fue de<br />
70.9% y de 67.2%, para la DBN basada en información de<br />
los expertos y para la DBN basada en información extraída<br />
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
computacionalmente, respectivamente. Los resultados<br />
muestran que las técnicas computacionales pueden apoyar<br />
a los expertos en la estimación de un riesgo de caída en<br />
adultos mayores, para eventualmente contribuir a la<br />
detección temprana de patologías y aplicación de medidas<br />
correctivas.<br />
Palabras clave: Mo<strong>del</strong>os probabilistas, prevención de<br />
caídas, análisis de la marcha.<br />
Segundo lugar<br />
Clave: DT006.<br />
Título: Tecnologías para la estimulación cognitiva<br />
utilizables para el adulto mayor. Instituciones involucradas:<br />
Universidad Autónoma de Baja California.<br />
Presenta: María Victoria Meza Kubo y Alberto L. Morán y<br />
Solares.<br />
Correo: mmeza@uabc.edu.mx.<br />
Adscripción: Facultad de Ciencias, UABC.<br />
Resumen: Antecedentes: Estudios recientes muestran<br />
que actividades de estimulación cognitiva (EC) ayudan al<br />
adulto mayor (AM) a mejorar su estado cognitivo. Algunas<br />
tecnologías de asistencia para la cognición (ATC), buscan<br />
prevenir el deterioro a través de actividades de EC. Sin<br />
embargo, muchas ATC no se diseñan consistentemente<br />
para: i) satisfacer requerimientos funcionales para que<br />
sean de utilidad; ii) incluir mecanismos de interacción<br />
adecuados para facilitar su uso; e iii) incluir contenidos,<br />
actividades y motivadores apropiados para hacer que este<br />
uso sea placentero.<br />
Objetivo: Establecer guías de diseño para el desarrollo de<br />
ATC de EC utilizables (útiles, de fácil uso, y que provean al<br />
AM con experiencias de uso placenteras).<br />
Material y método: Se siguió una metodología iterativa<br />
propuesta por Vredenburg. Los resultados de los estudios<br />
preliminares (entrevistas, revisión de literatura y estudios<br />
de observación) permitieron establecer guías de diseño<br />
para el desarrollo de aplicaciones ATC de EC. Basados en<br />
estas guías de diseño se desarrolló un prototipo que integra<br />
la participación remota de familiares a la actividad de EC<br />
<strong>del</strong> AM mediante juegos de entretenimiento, y se realizó<br />
una evaluación preliminar <strong>del</strong> mismo <strong>sobre</strong> aspectos de<br />
217
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
utilidad, facilidad de uso y experiencia de usuario utilizando<br />
cuestionarios estandarizados. Resultados. i) Las interfaces<br />
de usuario tangibles son mecanismos alternativos<br />
adecuados para facilitar la interacción <strong>del</strong> AM con las ATC;<br />
ii) las actividades bajo el concepto de “juego” son preferidas<br />
por el AM para su estimulación <strong>sobre</strong> los ejercicios de EC<br />
tradicionales; y iii) la participación de los familiares provee<br />
una motivación adicional al AM para realizar la actividad<br />
de EC, mejorando su experiencia de uso. Estos resultados<br />
permitieron iterar <strong>sobre</strong> los elementos de diseño para<br />
el establecimiento de un marco conceptual dirigido al<br />
desarrollo de ATC de EC utilizable por el AM.<br />
Conclusiones: Se tiene evidencia preliminar de que las guías<br />
de diseño propuestas permiten el desarrollo de ATC que<br />
son percibidas como utilizables por el AM y sus familiares.<br />
Palabras clave: Deterioro cognitivo, estimulación cognitiva,<br />
tecnologías de asistencia para la cognición, interfaces de<br />
usuario tangibles.<br />
Tercer lugar<br />
Clave: DT003.<br />
Título: Cómputo ambiental y su aplicación en asistencia<br />
a adultos mayores. Instituciones involucradas: Centro<br />
de Investigación Científica y de Educación Superior de<br />
Ensenada.<br />
Presentan: Ana Isabel Martínez García, José Antonio García<br />
Macías.<br />
Correo: rloredo@cicese.mx, martinea@cicese.mx, jagm@<br />
cicese.mx<br />
Adscripción: Departamento de Ciencias de la Computación,<br />
CICESE.<br />
Resumen: Un problema que se presenta en la población<br />
de adultos mayores son los síntomas <strong>del</strong> índice de<br />
fragilidad, los cuales se aprecian claramente en la marcha<br />
de las personas. Durante un análisis de marcha se observan<br />
parámetros tales como velocidad <strong>del</strong> movimiento,<br />
amplitud de paso y zancada, cadencia, gasto de energía,<br />
entre otros. Con la obtención de estos parámetros de<br />
forma automática y en tiempo real es posible identificar<br />
problemas que afectan la salud <strong>del</strong> adulto mayor, como<br />
dolor en extremidades, enfermedades de debilitamiento<br />
218<br />
general o cuadros depresivos, para así poder brindarle una<br />
atención oportuna. Una herramienta de gran utilidad en el<br />
apoyo de la obtención de medidas <strong>del</strong> rendimiento funcional<br />
de las personas es actualmente el uso de acelerómetros.<br />
En este trabajo se busca estudiar, diseñar, implementar<br />
y evaluar un sistema que lleve a cabo el monitoreo de<br />
la marcha de adultos mayores. Para esto se realizó un<br />
estudio de literatura previa, observación de adultos<br />
mayores y entrevistas a médicos. Con esto se decidió<br />
usar un sensor de aceleración colocado en la cintura de la<br />
persona, que monitorea dicho movimiento en cualquier<br />
momento, y a través de estas mediciones de aceleración<br />
se obtienen puntos característicos de la señal de marcha,<br />
para posteriormente aplicarle algoritmos matemáticos y<br />
obtener los parámetros principales de la marcha. También<br />
se aplica un cuestionario para tomar una medida <strong>del</strong> índice<br />
de fragilidad, buscando con esto una forma de relacionar<br />
los parámetros de la marcha con el índice de fragilidad.<br />
Actualmente se han realizado algunas pruebas a personas<br />
de la tercera edad, comprobando el funcionamiento <strong>del</strong><br />
sistema en distintos patrones de marcha y obteniendo una<br />
calibración adecuada para la obtención de las medidas de<br />
los parámetros de la marcha por parte <strong>del</strong> sistema.<br />
Palabras clave: Adulto mayor, acelerómetro, marcha, índice<br />
de fragilidad.
Otros participantes<br />
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
Área: Desarrollo tecnológico<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Inteligencia ambiental para fortalecer<br />
las redes sociales de los adultos<br />
mayores<br />
Dimensiones <strong>del</strong> diseño de los<br />
sistemas de Iinformación ambiental<br />
que asisten al adulto mayor<br />
Uso de la tecnología para evaluar la<br />
autonomía de adultos mayores solos<br />
en su domicilio<br />
CAMMINA: Tecnología calmada<br />
para motivar a los adultos mayores a<br />
caminar mediante la socialización<br />
Sistema de asistencia cognitiva para<br />
pacientes con Alzheimer temprano<br />
Notificaciones conscientes <strong>del</strong><br />
contexto como apoyo al cuidador<br />
de adultos mayores con deterioro<br />
cognitivo<br />
Componente consciente <strong>del</strong><br />
contexto para desarrollar ambientes<br />
para la vida asistida de los adultos<br />
mayores<br />
Raymundo Cornejo García<br />
Juan Pablo García Vázquez<br />
Georgina Corte Franco<br />
José Rubén Roa Ledesma<br />
René F. Navarro<br />
Sandra Nava-Muñoz<br />
Diana Saldaña Jiménez<br />
1. Centro de Investigación Científica<br />
y de Educación Superior de<br />
Ensenada<br />
1. Instituto de Ingeniería,<br />
Universidad Autónoma de Baja<br />
California.<br />
2. Facultad de Ingeniería,<br />
Universidad Autónoma de Baja<br />
California<br />
1. Hospital Universitario de Grenoble<br />
(Francia).<br />
2. Orange Laboratories (Francia)<br />
1. Autónoma de Baja California<br />
1. Centro de Investigación Científica<br />
y de Educación Superior de Ensenada<br />
1. Facultad de Ingeniería,<br />
Universidad Autónoma de Baja<br />
California.<br />
2. Facultad de Ciencias, UABC<br />
1. Universidad Autónoma de Baja<br />
California (Mexicali, B.C.)<br />
219
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
ÁREA: INVESTIGACIÓN BÁSICA<br />
Primer lugar<br />
Clave: IB010.<br />
Título: SIRT1 es esencial para la función cognitiva y la<br />
plasticidad sináptica.<br />
Instituciones involucradas:<br />
1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Paul F. Glenn Laboratories, Department of Pathology,<br />
Harvard Medical School (Boston, Estados Unidos ). 3.<br />
Neuroscience Program, University of Southern California<br />
(Los Ángeles, Estados Unidos).<br />
Presenta: Shaday Michán.<br />
Correo: michan.sh@gmail.com.<br />
Adscripción: Instituto de Geriatría.<br />
Resumen: Antecedentes: Las sirtuinas son una familia<br />
de gerontogenes conservados evolutivamente. Siete<br />
genes en mamíferos codifican las sirtuinas, SIRT1-SIRT7,<br />
con diferentes localizaciones subcelulares y actividades<br />
enzimáticas. SIRT1, desacetilasa dependiente de NAD+<br />
núcleo-citoplásmica, participa en varios procesos<br />
relacionados con el envejecimiento pero aún se desconoce<br />
la variedad de funciones que ésta tiene en el cerebro,<br />
órgano altamente vulnerable al deterioro con la edad.<br />
Objetivo: Analizar la función de SIRT1 en los procesos<br />
normales de aprendizaje, memoria y plasticidad sináptica.<br />
Material y método: Ratones knockout, sin SIRT1 (SIRT1-<br />
KO) y ratones transgénicos (SIRT1-TG) con altos niveles<br />
de esta proteína en el hipocampo se analizaron en<br />
diferentes paradigmas de aprendizaje y memoria como<br />
campo abierto, discriminación de objetos nuevos, laberinto<br />
en Y, condicionamiento aversivo y laberinto circular de<br />
Barnes. También se realizó electrofisiología en rebanadas<br />
de cerebro, microarreglos, inmunodetecciones y un estudio<br />
microanatómico detallado con tinción de Golgi.<br />
Resultados: La ausencia de SIRT1 no alteró la anatomía<br />
gruesa <strong>del</strong> cerebro, ni tampoco el comportamiento<br />
exploratorio o actividad locomotora. Sin embargo, los<br />
ratones SIRT1-KO en comparación con los silvestres<br />
mostraron: deficiencias en las memorias a corto y largo<br />
plazo; disminución en la plasticidad sináptica; marcada<br />
220<br />
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
alteración en los árboles dendríticos de las neuronas,<br />
disminución en la fosforilación de la cinasa ERK1/2 y<br />
alteración en los niveles de expresión génica. Los ratones<br />
SIRT1-TG mostraron similar aprendizaje, memoria y<br />
plasticidad sináptica que los ratones controles.<br />
Conclusiones: SIRT1 es esencial para la plasticidad<br />
sináptica y memoria hipocampo-dependiente a corto y<br />
largo plazo pero no modifica las propiedades sinápticas<br />
basales, niveles de proteínas sinápticas, ni arquitectura de<br />
las espinas dendríticas. Alteraciones en árboles dendríticos<br />
neuronales, vía de señalización ERK1/2 y expresión<br />
génica son mecanismos por los cuales SIRT1 puede regular<br />
los procesos cognitivos. Altos niveles de SIRT1 en el<br />
hipocampo no son suficientes para modificar la memoria ni<br />
plasticidad sináptica.<br />
Palabras clave: SIRT1, sirtuinas, memoria, aprendizaje,<br />
plasticidad-sináptica.<br />
Segundo lugar<br />
Clave: IB009.<br />
Título: Alteraciones inducidas por la administración<br />
intranasal de MPTP en ratones con supresión génica de<br />
Midkina.<br />
Instituciones involucradas: 1. INSERM-UPMC CRICM-<br />
UMRS 975 (París, Francia). 2. FORP-Universidad de<br />
Sao Paulo, Ribeirao Preto (Sao Paulo, Brasil). 3. INSERM,<br />
UMR 677 (París, Francia). 4. Universidad Aichi Gakuin<br />
(Aichi, Japón). 5. UMR CNRS 7149 (Creteil, Francia). 6.<br />
UFSC (Santa Catarina, Brasil).<br />
Presenta: Argelia Esperanza Rojas Mayorquin.<br />
Correo: argelia.rojas@gmail.com.<br />
Adscripción: Instituto de Geriatría.<br />
Resumen: La hipótesis <strong>del</strong> “vector olfatorio” postula que<br />
la enfermedad de Parkinson (EP) puede ser originada<br />
o catalizada por agentes que ingresan el cerebro por la<br />
vía de la mucosa olfatoria. Nosotros hemos demostrado<br />
recientemente que ratas tratadas con infusión intranasal<br />
de MPTP (1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina)<br />
padecen síntomas progresivos de la EP, que incluyen<br />
degeneración en neuronas dopaminérgicas. Por otro<br />
lado, se ha sugerido que factores de crecimiento como la
Midkina (Mdk) podrían jugar un papel importante en el<br />
desarrollo <strong>del</strong> sistema nigro-estriatal y en los mecanismos<br />
compensatorios que tienen lugar en la EP. En el presente<br />
trabajo empleamos ratones knockout para Mdk (Mdk-<br />
Ko) para evaluar su implicación en los déficits olfatorio,<br />
emocional, de aprendizaje, de memoria y motores,<br />
inducidos por la administración intranasal de MPTP<br />
(1mg/nostril). Mimetizando las condiciones clínicas de la<br />
EP, los ratones control presentan una alteración temprana<br />
en su habilidad de discriminación olfatoria y memoria de<br />
reconocimiento social durante las primeras dos semanas<br />
después de la administración <strong>del</strong> MPTP. Sin embargo, no<br />
se observaron alteraciones motoras en las cámaras de<br />
actividad después de la primera semana postratamiento.<br />
Interesantemente, los ratones Mdk-ko tuvieron un menor<br />
rendimiento en las pruebas de discriminación olfatoria<br />
y de reconocimiento social, pero no en la prueba <strong>del</strong><br />
laberinto elevado. De manera importante, las alteraciones<br />
selectivas en la evaluación <strong>del</strong> aparato locomotor fueron<br />
observadas únicamente en los ratones Mdk-Mk en la<br />
tercera semana posterior a la administración de MPTP. Los<br />
presentes resultados sugieren, por vez primera, el papel<br />
de la Mdk en los procesos olfatorios y de memoria social<br />
a corto plazo en roedores. Además, nuestros resultados<br />
refuerzan la participación de la Mdk en los mecanismos<br />
de compensación de la EP y sugieren, además, que la<br />
supresión genética de Mdk confiere mayor susceptibilidad<br />
a las anomalías de comportamiento inducidas por el MPTP<br />
en los roedores.<br />
Palabras clave: Enfermedad de Parkinson, Midkina,<br />
administración intranasal, MPTP.<br />
Tercer lugar<br />
Clave: IB004.<br />
Título: Participación de ERK1/2 en la reactivación <strong>del</strong><br />
ciclo celular en neuronas hipocampales secundaria a daño<br />
sináptico.<br />
Instituciones involucradas: Instituto de Investigaciones<br />
Biomédicas, Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />
Presenta: Karina Hernández-Ortega.<br />
Correo: kah_@yahoo.com.mx.<br />
Adscripción: IIB, UNAM.<br />
Resumen: Un evento temprano en la Enfermedad de<br />
Alzheimer (EA) es la reactivación <strong>del</strong> ciclo celular en<br />
neuronas posmitóticas, la cual puede ser suficiente para<br />
activar la cascada neurodegenerativa. Inicialmente,<br />
las alteraciones patológicas ocurren en la alocorteza<br />
transentorrinal y se acentúan en el hipocampo; dichas<br />
regiones se encuentran interconectadas sinápticamente.<br />
Nosotros demostramos previamente que la desregulación<br />
<strong>del</strong> ciclo celular en neuronas de la Corteza Entorrinal (CE)<br />
posterior a un daño excitótoxico hipocampal se asocia<br />
a la expresión de la proteína precursora <strong>del</strong> amiloide y la<br />
fosfo-tau, proteínas implicadas en la EA. Sin embargo, la<br />
interrogante <strong>sobre</strong> las vías de señalización implicadas en<br />
esta reactivación <strong>del</strong> ciclo celular persiste. En las neuronas<br />
diferenciadas, los mecanismos moleculares inicialmente<br />
adquiridos para el control de la proliferación celular como<br />
la vía Ras/Erk modulan la plasticidad sináptica. Nuestro<br />
objetivo es determinar si ERK1/2, elemento clave de<br />
esta vía de señalización, podría activarse posterior a<br />
la desconexión entorrino-hipocampal y conducir a la<br />
reactivación <strong>del</strong> ciclo celular en el giro dentado (GD). Se<br />
utilizaron ratas Wistar macho unilateralmente inyectadas<br />
con ácido kaínico en la CE. Después de 3, 6, 12 y 24<br />
horas de la inyección, se analizó por inmunohistoquímica<br />
y western blot la expresión de fosfo-ERK1/2 y de<br />
reguladores de ciclo celular en el GD. Hemos encontrado<br />
que posterior a la lesión en la CE, un número significativo<br />
de neuronas <strong>del</strong> GD expresa fosfo- ERK1/2 previo a<br />
la expresión de ciclina D1 y ciclina B. Por otro lado, la<br />
administración de U0126 en el ventrículo lateral reduce la<br />
expresión de fosfo- ERK1/2, ciclina D y ciclina B en el GD<br />
inducida por la lesión en la CE. Estos resultados sugieren<br />
que las señales que regulan la plasticidad sináptica también<br />
participan en la reactivación <strong>del</strong> ciclo celular en neuronas<br />
maduras durante la neurodegeneración.<br />
Palabras clave: Reactivación <strong>del</strong> ciclo celular, hipocampo,<br />
plasticidad sináptica, neurodegeneración y excitotoxicidad.<br />
221
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Otros participantes<br />
Área: Investigación básica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Senescencia celular en el<br />
envejecimiento<br />
Eventos moleculares durante la<br />
senescencia replicativa natural e<br />
inducida por estrés en fibroblastos<br />
primarios murinos<br />
Las células senescentes y las<br />
células posmitóticas comparten una<br />
estructura nuclear muy estable in<br />
vivo<br />
Participación de glía reactiva, como<br />
control <strong>del</strong> daño por oligómeros<br />
Aβ42, en hipocampo de rata<br />
Susceptibilidad a neurotóxicos<br />
en cultivos de astrocitos de ratas<br />
de diferentes edades: mo<strong>del</strong>o de<br />
neuropatías<br />
La localización membranal de<br />
la proteína Tau 151-391 y la<br />
agregación anormal de la Tau<br />
endógena<br />
Estudio de la susceptibilidad a la<br />
toxicidad de la proteína b-amiloide<br />
dependiente de la edad en un<br />
mo<strong>del</strong>o in vitro<br />
222<br />
Norma Edith López-Diazguerrero<br />
Francisco Triana-Martínez<br />
Armando Aranda Anzaldo<br />
Maribel Cortés Ortiz<br />
Adriana Alarcón Aguilar<br />
Martha Adriana de Anda-Hernández<br />
1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Iztapalapa<br />
1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Iztapalapa.<br />
2. Instituto de Geriatría.<br />
3. Instituto de Investigaciones<br />
Biomédicas, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
4. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
1. Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado<br />
de México<br />
1. Centro de Investigación y de<br />
Estudios Avanzados, Instituto<br />
Politécnico <strong>Nacional</strong>.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />
y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />
Suárez”<br />
1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Iztapalapa.<br />
2. Instituto de Fisiología Celular,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
3. Laboratorio de Aminoácidos<br />
Excitadores, Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Neurología y Neurocirugía “Manuel<br />
Velasco Suárez”<br />
1. Departamento de Biomedicina<br />
Molecular, CINVESTAV-IPN.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />
y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />
Suárez”<br />
1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Instituto de Investigaciones<br />
Biomédicas.<br />
3. Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma<br />
de México<br />
Continúa en la siguiente página
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
Área: Investigación básica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Polimorfismos en los genes de la vía<br />
amiloidogénica y su asociación con<br />
la enfermedad de Alzheimer<br />
Análisis de los mecanismos de<br />
reparación de ADN en murciélagos,<br />
como factor de la longevidad<br />
El envejecimiento como factor<br />
modulador de la respuesta<br />
proliferativa durante un daño<br />
hepático agudo<br />
Endotelio y contracción en aorta<br />
aislada de ratas hipertensas durante<br />
el envejecimiento<br />
Producción de Biofilm por H.<br />
influenzae (NT) aislada de pacientes<br />
adultos mayores mexicanos con<br />
EPOC<br />
Efecto <strong>del</strong> cloruro de <strong>del</strong>finidina en el<br />
desarrollo de aterosclerosis<br />
Efecto <strong>del</strong> incremento agudo de<br />
urato plasmático en el desarrollo de<br />
aterosclerosis<br />
Beatriz Mena Montes 1. Centro de Investigación y Estudios<br />
Avanzados, Instituto Politécnico<br />
<strong>Nacional</strong>.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />
y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />
Suárez”.<br />
3. Hospital Español de México.<br />
4. Instituto de Geriatría<br />
Juan Cristóbal Conde Pérez Prina 1.Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Iztapalapa.<br />
2. Instituto de Geriatría.<br />
3. Centro de Investigaciones<br />
Biológicas <strong>del</strong> Noroeste (La Paz, Baja<br />
California Sur).<br />
Viridiana Yazmín González Puertos 1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Iztapalapa.<br />
2. Instituto de Geriatría.<br />
3. Unidad de Medicina Experimental,<br />
Facultad de Medicina,<br />
4.Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma<br />
de México<br />
Rafael Villalobos Molina 1. Facultad de Estudios Superiores,<br />
Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
2. Instituto de Investigaciones<br />
Químico Biológicas, Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás Hidalgo<br />
Patricia Gomez de León Cruces 1. Facultad de Medicina, Universidad<br />
<strong>Nacional</strong> Autónoma de México.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Enfermedades Respiratorias<br />
Gusanos frágiles pero elegantes Ixchel Garduño 1. Instituto de Ciencias Nucleares,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México<br />
2. Facultad de Ciencias, UNAM<br />
Agustín Lugo Radillo 1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Universidad de Colima<br />
Agustín Lugo Radillo 1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Universidad de Colima<br />
223
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
ÁREA: INVESTIGACIÓN CLÍNICA Y<br />
EPIDEMIOLÓGICA<br />
Primer lugar<br />
Clave: ICE051.<br />
Título: Efecto <strong>del</strong> tai chi chuan <strong>sobre</strong> el estrés oxidativo vs.<br />
caminata en adultos mayores sanos.<br />
Instituciones involucradas:<br />
1. Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad<br />
<strong>Nacional</strong> Autónoma de México,<br />
Proyecto DGAPA PAPIIT IN303009.<br />
Presenta: Juana Rosado Pérez.<br />
Correo: mendovic@servidor.unam.mx.<br />
Adscripción: Unidad de Investigación en Gerontología, FES<br />
Zaragoza, UNAM.<br />
Resumen: Antecedentes: Se ha demostrado ampliamente<br />
que el ejercicio físico moderado, como la caminata, tiene<br />
un efecto antioxidante. Asimismo, recientemente se<br />
ha reportado que la práctica <strong>del</strong> tai chi chuan disminuye<br />
el estrés oxidativo (EOx); sin embargo, desconocemos<br />
cuál de los dos tipos de ejercicio físico tiene el efecto<br />
antioxidante más eficiente.<br />
Objetivo: Evaluar el efecto de la práctica de tai chi chuan<br />
<strong>sobre</strong> los marcadores de EOx en comparación con la<br />
caminata.<br />
Material y método: Se llevó a cabo un estudio<br />
cuasiexperimental en 106 adultos mayores de 60 a 74<br />
años clínicamente sanos subdivididos en los siguientes<br />
grupos: i) control n = 23, ii) caminata n = 51, iii) tai chi<br />
chuan n= 32. A todos los participantes se les midió los<br />
niveles de lipoperóxidos (LPO), enzimas antioxidantes<br />
superóxido dismutasa (SOD), glutatón peroxidasa (GPx) y<br />
capacidad antioxidante total (CAT) pre y posintervención.<br />
El grupo de tai chi practicó las formas 8 y 16 de la escuela<br />
Yang; el grupo de caminata realizó esta actividad al aire<br />
libre con un recorrido aproximado de 3 km. Ambos grupos<br />
llevaron a cabo la actividad física durante 5 días a la<br />
semana, 50 minutos bajo la supervisión de un instructor. El<br />
grupo control no realizó ninguna actividad física periódica<br />
224<br />
durante el mismo periodo. Los datos fueron sometidos a<br />
un análisis de covarianza (ANCOVA).<br />
Resultados: Se encontró niveles significativamente más<br />
bajos de LPO en el grupo de tai chi en comparación con<br />
el de camina y el control (tai chi, 0.257±0.02; caminata,<br />
0.334±0.02; control, 0.304±0.023; p
SNP y demencia es casi inevitable; se dice que todos<br />
los pacientes presentarán al menos un SNP en algún<br />
momento de la enfermedad. Los SNP son responsables<br />
de exacerbar las alteraciones cognitivas, afectar la calidad<br />
de vida, incrementar el costo de atención, precipitar la<br />
institucionalización y son la principal causa de <strong>sobre</strong>carga y<br />
el estrés en los cuidadores.<br />
Objetivos: Estimar la prevalencia de los SNP en ancianos<br />
con y sin demencia de países de mediano y bajo ingreso<br />
económico. Estimar la asociación entre los SNP y el<br />
diagnóstico de demencia.<br />
Material y método: Diseño: Transversal analítico de base<br />
poblacional. Sujetos: 15 022 sujetos mayores de 65 años<br />
de 11 áreas de estudio participantes en los protocolos<br />
de investigación en demencia <strong>del</strong> grupo 10/66: Cuba,<br />
México (urbana/rural), Perú (urbana/rural), República<br />
Dominicana, Venezuela, China (urbana/rural) e India<br />
(urbana/rural), evaluados con el Neuropsychiatric<br />
Inventory Questionnaire [NPI-Q],<br />
Resultados: Se presentan las prevalencias de los 12 SNP<br />
evaluados con el NPI-Q: <strong>del</strong>irios, alucinaciones, agitación/<br />
agresión, depresión, ansiedad, euforia, apatía, desinhibición,<br />
irritabilidad, trastornos motores, <strong>del</strong> apetito y <strong>del</strong> sueño.<br />
Correspondientes a 13 643 sujetos sin demencia y 1 379<br />
con diagnóstico de demencia. Se presentarán la razón de<br />
momios de las prevalencias de los 12 síntomas evaluados<br />
en los 11 sitios de estudio.<br />
Discusión/conclusiones: Los SNP son comunes en<br />
pacientes con demencia; los resultados obtenidos en este<br />
estudio muestran que existen variaciones regionales en la<br />
presentación de los SNP y documentan la necesidad de<br />
estudiar y promover estrategias para su tratamiento en<br />
países como México.<br />
Palabras clave: Prevalencia, síntomas neuropsiquiátricos,<br />
demencia, países en desarrollo.<br />
Tercer lugar<br />
Clave: ICE032.<br />
Título: El <strong>del</strong>írium se asocia a niveles séricos elevados de<br />
estradiol en mujeres adultas mayores hospitalizadas.<br />
Instituciones involucradas: Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.<br />
Presenta: Juan Pablo Ledesma Heyer.<br />
Correo: doctor_geriatra@hotmail.com.<br />
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
Adscripción: Residente de Geriatría, INCMNSZ.<br />
Resumen: Introducción: La etiología <strong>del</strong> <strong>del</strong>írium no<br />
está definida pero teorías incluyen hipercortisolismo y<br />
deficiencia colinérgica. Los estrógenos (implicados en<br />
procesos cognitivos colinérgicos) tienen rol neuroprotector.<br />
En mujeres posmenopáusicas, los estrógenos derivan de<br />
aromatización periférica. Estradiol disminuido podría ser<br />
factor de riesgo para desarrollar <strong>del</strong>írium.<br />
Objetivo: Investigar asociación entre niveles séricos de<br />
estradiol (E2) con incidencia de <strong>del</strong>irium y el papel <strong>del</strong><br />
cortisol en mujeres adultas mayores hospitalizadas.<br />
Material y método: Incluimos 142 mujeres de 70 años<br />
y más sin <strong>del</strong>írium al ingreso. Realizamos valoración<br />
geriátrica integral y medimos niveles de E2 y cortisol.<br />
Análisis de regresión logística multifactoriales se utilizaron<br />
para probar asociación independiente entre E2 y cortisol<br />
y <strong>del</strong>írium incidente ajustando covariables (edad, IMC,<br />
comorbilidad, MMSE, ingreso a UTI, historia de <strong>del</strong>irium,<br />
cirugía, polifarmacia, dependencia en ABVD). Otras<br />
variables fueron analizadas.<br />
Resultados: Hubo 21 casos (16.3%) de <strong>del</strong>irium. En<br />
comparación con aquellos que no desarrollaron <strong>del</strong>irium, los<br />
niveles de E2 y cortisol fueron superiores en pacientes que<br />
tuvieron <strong>del</strong>írium, pero sólo estadísticamente significativos<br />
para el primero (p
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Otros participantes<br />
Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Diferencias por género <strong>del</strong> estado de<br />
salud de adultos mayores mexicanos<br />
en situación de pobreza<br />
Adultos mayores de 96 años y<br />
más en el INCMNSZ: Estudio<br />
comparativo entre longevos<br />
excepcionales (LE) y ancianos<br />
jóvenes (AJ)<br />
Comparación <strong>del</strong> estado de salud<br />
física y mental de adultos mayores<br />
mexicanos con y sin obesidad<br />
Evaluación integral geriátrica<br />
en pacientes post operados de<br />
cataratas, INR<br />
Autopercepción <strong>del</strong> estado de salud<br />
en población derechohabiente de 60<br />
años y más <strong>del</strong> ISSSTE e IMSS<br />
Complicaciones perioperatorias en<br />
adultos mayores con antecedente de<br />
tabaquismo crónico<br />
Las fluctuaciones estacionales<br />
influyen <strong>sobre</strong> las morbilidades y la<br />
hospitalización <strong>del</strong> anciano<br />
226<br />
Pablo Picardi Marassa 1. Universidad Iberoamericana<br />
(Ciudad de México).<br />
2. Instituto Tecnológico y de<br />
Estudios Superiores de Occidente<br />
(Guadalajara).<br />
3. Universidad Iberoamericana<br />
(León).<br />
4. Clínica de la Amistad, Hospital<br />
ABC, Santa Fe<br />
Juan Cuadros Moreno 1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
Pablo Picardi Marassa 1. Universidad Iberoamericana<br />
(Ciudad de México).<br />
2. Instituto Tecnológico y de<br />
Estudios Superiores de Occidente<br />
(Guadalajara).<br />
3. Universidad<br />
Iberoamericana, León.<br />
4. Clínica de la Amistad, Hospital<br />
ABC, Santa Fe<br />
Blanca L. Jiménez Herrera 1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Rehabilitación.<br />
2. Facultad de Estudios Superiores<br />
Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
3. Sistema para el Desarrollo Integral<br />
de la Familia<br />
Carmen García-Peña 1. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social<br />
Víctor López Segura 1. Facultad de Estudios Superiores<br />
Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
2. Hospital general de zona 68, IMSS<br />
Darinel Navarro Pineda 1. Hospital Central Norte, Pemex<br />
Continúa en la siguiente página
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Síntomas depresivos en ancianos de<br />
la Ciudad de México<br />
Determinación de homocisteína<br />
en adultos mayores <strong>del</strong> servicio de<br />
rehabilitación geriátrica, INR<br />
Asociación <strong>del</strong> índice de actividad<br />
anticolinérgica y constipación en un<br />
grupo de ancianos hospitalizados<br />
Prevalencia de cáncer en adultos<br />
mayores de Yucatán: revisión de 10<br />
años SSA-ISSSTE<br />
Tasas elevadas de tuberculosis en el<br />
adulto mayor: consecuencias clínicas<br />
y epidemiológica<br />
Factores asociados al maltrato<br />
en adultos mayores usuarios de<br />
servicios de salud en el IMSS<br />
Actividad física y calidad de vida<br />
en mayores de 70 años de la<br />
Delegación Coyoacán<br />
Carmen García-Peña<br />
Aurelio Tirzo Serrano<br />
Eduardo Cárdenas Cárdenas<br />
José Manuel Pino Andrade<br />
Luis Pablo Cruz-Hervert<br />
Sara Torres Castro<br />
Yalinca Gaytán Huyghe<br />
1. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social.<br />
2. Drug Abuse Research Program,<br />
Center for Health Disparities<br />
Solutions, School of Public Health<br />
and Policty, Morgan State University<br />
(Baltimore, Estados Unidos)<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Rehabilitación.<br />
2. Escuela <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Biológicas, Instituto Politécnico<br />
<strong>Nacional</strong>.<br />
3. Facultad de Estudios Superiores<br />
Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Hospital General “Darío<br />
Fernández Fierro”, Instituto de<br />
Servicios y Seguridad Social de los<br />
Trabajadores <strong>del</strong> Estado<br />
1. Sistema Integral para el Desarrollo<br />
de la Familia, Yucatán.<br />
2. Hospital Regional, Instituto de<br />
Seguridad y Servicios Sociales de los<br />
Trabajadores <strong>del</strong> Estado, “Mérida”.<br />
3. Servicios de <strong>Salud</strong> de Yucatán<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />
Pública.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”.<br />
1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social<br />
1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Xochimilco.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
Continúa en la siguiente página<br />
227
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Calidad de vida y calidad de la<br />
atención de enfermería en adultos<br />
mayores en la Ciudad de México<br />
Relación entre severidad de<br />
incontinencia urinaria y calidad de<br />
vida en pacientes adultos mayores<br />
Estado de salud bucal de adultos<br />
mayores en la Delegación Coyoacán<br />
Estado de salud bucal relacionado<br />
con nivel socioeconómico en adultos<br />
mayores de la Delegación Coyoacán<br />
Estado de salud bucal y estado<br />
nutricional en adultos mayores de la<br />
Delegación Coyoacán<br />
Función masticatoria, número<br />
de dientes y obesidad en adultos<br />
mayores en México<br />
Programa de educación para la salud<br />
bucal para adultos mayores<br />
Estado funcional de prótesis<br />
removibles y calidad de vida de<br />
adultos mayores de la Delegación<br />
Coyoacán<br />
228<br />
Rey Arturo Salcedo Álvarez<br />
Bernardo Horacio Grados Chavarría<br />
Sarai Figueroa Rafael<br />
Viridiana Melchor Vidal<br />
Alil Esmeralda León Romero<br />
S. Aída Borges Yáñez<br />
Socorro Aída Borges Yáñez<br />
Roberto Carlos Castrejón Pérez<br />
1. Escuela <strong>Nacional</strong> de Enfermería<br />
y Obstetricia, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
2. Facultad de Medicina, Universidad<br />
<strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”.<br />
3. Universidad de Indiana<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Departamento de Nutrición de<br />
la Comunidad, Instituto <strong>Nacional</strong><br />
de Ciencias Médicas y Nutrición<br />
“Salvador Zubirán”<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
Continúa en la siguiente página
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Validación <strong>del</strong> Perfil de Impacto<br />
de <strong>Salud</strong> Bucal (OHIP-49) en tres<br />
grupos de ancianos de la Ciudad de<br />
México<br />
Comparación <strong>del</strong> GOHAI y OIDP<br />
como medidas de efecto de la salud<br />
bucodental relacionada con la calidad<br />
de vida en adultos mayores<br />
Atención <strong>del</strong> adulto mayor<br />
hospitalizado en el Hospital General<br />
de México<br />
Evaluación <strong>del</strong> Programa TATA de<br />
Teleasistencia a personas adultas<br />
mayores derechohabientes <strong>del</strong> IMSS<br />
Viabilidad de un mo<strong>del</strong>o de atención<br />
gerontológica comunitaria en el<br />
marco <strong>del</strong> envejecimiento activo<br />
Impacto de un servicio de medicina<br />
interna comparado con una unidad<br />
geriatría en la salud de ancianos<br />
hospitalizados<br />
Prevalencia y características de<br />
pacientes geriátricos diabéticos en un<br />
hospital <strong>del</strong> noreste de México<br />
Obesidad en los ancianos de consulta<br />
externa de Geriatría <strong>del</strong> Hospital<br />
Pemex Norte<br />
Fármacos anticolinérgicos y otros<br />
factores asociados al <strong>del</strong>irium en<br />
adultos mayores hospitalizados<br />
Roberto Carlos Castrejón Pérez<br />
Sergio Sánchez García<br />
Leonor Elia Zapata Altamirano<br />
Sara Torres Castro<br />
Víctor Manuel Mendoza Núñez<br />
Mario Ulises Pérez Zepeda<br />
Hugo Gutiérrez Hermosillo<br />
Ricardo Reyes Torres<br />
Melissa Belén Mercado Quintero<br />
1. Facultad de Odontología,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
1.Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social.<br />
2. Departamento de <strong>Salud</strong> Pública<br />
y Epidemiología Bucal, Facultad de<br />
Odontología, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
3. Facultad de Odontología,<br />
Universidad Latinoamericana<br />
1. Hospital General de México<br />
1. Coordinación de Investigación<br />
en <strong>Salud</strong> , Unidad de Investigación<br />
Epidemiológica y en Servicios de<br />
<strong>Salud</strong>, Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
1. Facultad de Estudios Superiores<br />
Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México.<br />
2. Fondo Sectorial de Investigación<br />
en <strong>Salud</strong> y Seguridad Social,<br />
CONACYT<br />
1. Instituto de Geriatría.<br />
2. Unidad de Investigación<br />
Epidemiológica y en Servicios de<br />
<strong>Salud</strong>, Área <strong>Envejecimiento</strong>, Centro<br />
Médico <strong>Nacional</strong> Siglo XXI, Instituto<br />
Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
1. Hospital General de Zona 17,<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social,<br />
(Monterrey, NL)<br />
1. Hospital Central Norte, Pemex<br />
1. Hospital Universitario “Dr. José<br />
Eleuterio González”, Universidad<br />
Autónoma de Nuevo León<br />
Continúa en la siguiente página<br />
229
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Asociación entre síntomas<br />
depresivos y carencia de aparatos<br />
electrodomésticos en los hogares de<br />
ancianos mexicanos<br />
Prevalencia de demencia, morbilidad<br />
y hábitos de riesgo en una población<br />
de anciana en México<br />
Prevalencia de demencia en<br />
Latinoamérica, India y China:<br />
un estudio transversal de base<br />
poblacional<br />
Deterioro cognitivo y actividad física<br />
en adultos mayores pobres de zonas<br />
rurales de México<br />
Desempeño cognitivo en adultos<br />
mayores de población general:<br />
urbana y rural<br />
Efecto <strong>del</strong> ginkgo biloba <strong>sobre</strong> los<br />
biomarcadores de deterioro cognitivo<br />
en ancianos<br />
Asociación <strong>del</strong> síndrome de fragilidad<br />
y el deterioro cognoscitivo en adultos<br />
mayores de la comunidad<br />
Asociación entre fragilidad y diabetes<br />
mellitus de inicio en la vejez en<br />
ancianos mexicanos<br />
Diabetes mellitus 2 y depresión en el<br />
Centro Regional para el Estudio <strong>del</strong><br />
Adulto Mayor (CREAM).<br />
230<br />
Mauricio Moreno Aguilar<br />
Teresa Juárez Cedillo<br />
Ana Luisa Sosa Ortiz<br />
Karla Margarita Moreno Tamayo<br />
Douglas C. Nance<br />
Darinel Navarro Pineda<br />
Stefanie Danielle Piña Escudero<br />
Ana Patricia Navarrete Reyes<br />
Jorge Platt Soto<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
1. Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro<br />
Social.<br />
2. Instituto de Geriatría<br />
1. Facultad de Medicina Finley-<br />
Albarran, Universidad Médica de La<br />
Habana, Cuba.<br />
2. Centre for Public Mental Health,<br />
Health Service and Population<br />
Research Department, Institute of<br />
Psychiatry, King’s College London<br />
(Reino Unido)<br />
1. Centro de Investigación en<br />
Evaluación y Encuestas, Instituto<br />
<strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública.<br />
2. Centro de Investigación en<br />
Nutrición y <strong>Salud</strong>, Instituto <strong>Nacional</strong><br />
de <strong>Salud</strong> Pública<br />
1. Unidad de Investigación<br />
Epidemiológica y en Servicios de<br />
<strong>Salud</strong>, Área <strong>Envejecimiento</strong>, IMSS.<br />
2. Servicio de Psiquiatría, Hospital<br />
de Especialidades, Centro Médico<br />
<strong>Nacional</strong> Siglo XXI, IMSS. 3.<br />
Instituto de Geriatría<br />
1. Hospital Central Norte, Pemex.<br />
2. Sección de Posgrado, Escuela<br />
Superior de Medicina, Instituto<br />
Politécnico <strong>Nacional</strong><br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
1. Centro Regional para el Estudio<br />
<strong>del</strong> Adulto Mayor (CREAM), Servicio<br />
de Geriatría, Hospital Universitario “Dr.<br />
José Eleuterio González”, Universidad<br />
Autónoma de Nuevo León<br />
Continúa en la siguiente página
Área: Investigación clínica y epidemiológica<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Relación diabetes mellitus y<br />
síntomas depresivos con el deterioro<br />
funcional y mortalidad en adultos<br />
mayores<br />
Síndrome Metabólico asociado a<br />
deterioro cognitivo leve en ancianos<br />
Asociación <strong>del</strong> síndrome metabólico<br />
en ancianos con demencia<br />
Síndrome metabólico asociado a<br />
depresión en los ancianos<br />
Factores que influyen la marcha<br />
eficiente en adultos mayores<br />
posoperados de fractura de cadera<br />
Dependencia funcional y caídas en<br />
los adultos mayores que viven en<br />
condiciones de pobreza en México<br />
Discapacidad en adultos mayores<br />
de siete países de bajos y<br />
medianos ingresos. Datos de la<br />
encuesta poblacional <strong>del</strong> grupo de<br />
investigación en demencia 10/66<br />
La discapacidad en población<br />
geriátrica <strong>del</strong> Distrito Federal<br />
(México), 2000.<br />
Contribución de enfermedades<br />
crónicas a la discapacidad en<br />
personas ancianas de países de bajo<br />
y mediano ingreso: un estudio <strong>del</strong><br />
grupo de investigación en demencia<br />
10/66<br />
Afecto positivo: factor protector <strong>del</strong><br />
desarrollo de discapacidad en los<br />
adultos mayores mexicanos<br />
Francisco Tapia Jiménez<br />
Darinel Navarro Pineda<br />
Darinel Navarro Pineda<br />
Ricardo Reyes Torres<br />
Blanca L Jiménez Herrera<br />
Betty Soledad Manrique Espinoza<br />
Nayeli García Ramírez<br />
Aurelio Tirzo Serrano Miranda<br />
Tirso Zúñiga Santamaría<br />
TRABAJOS PRESENTADOS EN CARTEL<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
1. Hospital Central Norte, Pemex<br />
1. Hospital Central Norte, Pemex<br />
1. Hospital Central Norte, Pemex<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Rehabilitación.<br />
2. Facultad de Estudios Superiores<br />
Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />
Pública<br />
1. Institute of Psychiatry, King’s<br />
College London (Reino Unido).<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />
y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />
Suárez”<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de<br />
Rehabilitación.<br />
2. Instituto de Geografía,<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de<br />
México.<br />
3. Facultad de Estudios Superiores<br />
Iztacala, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
1. Centre for Public Mental Health,<br />
Health Service and Population<br />
Research Department, Institute of<br />
Psychiatry, King’s College London,<br />
Reino Unido.<br />
2. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />
y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />
Suárez”<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias<br />
Médicas y Nutrición “Salvador<br />
Zubirán”<br />
231
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
ÁREA: PROGRAMAS Y PROYECTOS DE<br />
INTERVENCIÓN A NIVEL COMUNITARIO.<br />
Premiada conjuntamente con el área de investigación<br />
clínica y epidemiológica.<br />
Área: Programas y proyectos de intervención a nivel comunitario<br />
Trabajo Autor Instituciones participantes<br />
Implantación <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o educativo<br />
de intervención estomatológica en<br />
una población de adultos mayores<br />
Identificación de un mo<strong>del</strong>o de<br />
atención a la salud para adultos<br />
mayores en zonas indígenas<br />
Técnicas pedagógicas innovadoras y<br />
conocimientos <strong>sobre</strong> alimentación<br />
y nutrición en ancianas <strong>del</strong> Distrito<br />
Federal<br />
Red de apoyo para cuidados<br />
paliativos de pacientes neurológicos<br />
Expresión de la sexualidad en adultos<br />
mayores a través de la búsqueda de<br />
relaciones afectivas<br />
Relación entre el apoyo social; afecto<br />
positivo y calidad de vida en el<br />
adulto mayor<br />
Efecto de oportunidades <strong>sobre</strong> la<br />
cobertura de vacunación para adultos<br />
mayores<br />
232<br />
Rosa Diana Hernández Palacios<br />
Blanca Pelcastre<br />
Natalia Alemán Sancheschúlz<br />
Zoila Trujillo de los Santos<br />
Yolanda López Pompa<br />
Vianey Flores Robles<br />
Aarón Salinas Rodríguez.<br />
1. Facultad de Estudios Superiores<br />
Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />
Pública<br />
1. Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Xochimilco<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología<br />
y Neurocirugía “Manuel Velasco<br />
Suárez”<br />
1. Facultad de Estudios Superiores<br />
Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
1. Facultad de Estudios Superiores<br />
Zaragoza, Universidad <strong>Nacional</strong><br />
Autónoma de México<br />
1. Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong><br />
Pública
PRESENTACIÓN DEL LIBRO<br />
<strong>Envejecimiento</strong> humano.<br />
Una visión transdisciplinaria<br />
ALBERTO LIFSHITZ GUINZBERG<br />
ENRIQUE PIÑA GARZA
En el marco <strong>del</strong> <strong>Encuentro</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>sobre</strong><br />
<strong>Envejecimiento</strong> y <strong>Salud</strong>. Investigación, formación de<br />
recursos y desarrollo de servicios, se presentó la primera<br />
obra de divulgación científica editada por el Instituto de<br />
Geriatría. Este acto se llevó a cabo el 26 de agosto de 2011<br />
con la presencia <strong>del</strong> Dr. José Ángel Córdova Villalobos,<br />
Secretario de <strong>Salud</strong>.<br />
Esta publicación es, en palabras <strong>del</strong> director general <strong>del</strong><br />
Instituto de Geriatría, Dr. Luis Miguel Gutiérrez Robledo,<br />
“fruto de las reflexiones y experiencias de un amplio grupo<br />
de investigadores, académicos y expertos en el tema, como<br />
una herramienta para la promoción de la investigación y<br />
el desarrollo de recursos humanos para la atención de los<br />
adultos mayores”.<br />
En aquella ocasión, los comentaristas de la obra fueron los<br />
doctores Alberto Lifshitz Guinzberg y Enrique Piña Garza,<br />
cuyas reflexiones ofrecemos a continuación.<br />
PRESENTACIÓN DEL DR. ALBERTO LIFSHITZ<br />
GUINZBERG<br />
Paradójicamente, el instituto más joven es el que se dedica<br />
al envejecimiento. El Instituto de Geriatría nace con los<br />
mejores augurios y empieza muy pronto a dar frutos.<br />
Ha logrado conjuntar un equipo multidisciplinario de<br />
expertos que se complementan en sus visiones y que están<br />
destinados a aportar el conocimiento que fundamente las<br />
políticas públicas en torno a los adultos mayores. Uno de<br />
los ya muchos logros de este instituto y sus integrantes<br />
es este espléndido volumen que condensa el conocimiento<br />
vigente <strong>sobre</strong> el candente tema <strong>del</strong> envejecimiento:<br />
desde los aspectos biológicos, la fisiología geriátrica, los<br />
principales síndromes que afectan a este grupo de edad,<br />
las implicaciones psicosociales, el papel de la sociedad<br />
organizada hasta las propuestas para enfrentarlo con mayor<br />
madurez e inteligencia.<br />
Conjunta este texto las aportaciones de 61 expertos en 37<br />
capítulos y dos prólogos, uno de ellos <strong>del</strong> Secretario de <strong>Salud</strong>;<br />
cada uno de los capítulos es una puesta al día, un estado<br />
<strong>del</strong> arte, en un poco más de 400 cuartillas, coordinadas<br />
por los doctores Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director<br />
general <strong>del</strong> Instituto de Geriatría, y Héctor Gutiérrez Ávila,<br />
su director de Investigación. El contenido trasciende a su<br />
título, pues no sólo se refiere al proceso sino a muchos de<br />
234<br />
sus atributos, implicaciones y consecuencias, así como a<br />
los abordajes factibles. Las sociedades contemporáneas<br />
tardíamente han hecho conciencia de los aspectos sociales<br />
<strong>del</strong> envejecimiento. La sociedad mexicana, en particular,<br />
ha partido con mucho rezago y está recorriendo caminos<br />
que ya cursaron otras comunidades. Por fortuna ya se<br />
cuenta con el contingente <strong>del</strong> Instituto de Geriatría y con<br />
la red que se ha creado bajo su iniciativa, como espacio de<br />
reflexión y análisis y como crisol de iniciativas.<br />
El envejecimiento es ciertamente un proceso,<br />
continuo, progresivo e irreversible, universal aunque<br />
heterogéneo, capaz de producir cambios fenotípicos y<br />
que frecuentemente se asocia con cambios patológicos.<br />
Se ha dicho que sólo hay dos alternativas: envejecer o<br />
no, y tal parece que la segunda resulta menos deseable<br />
que la primera. Se tiende a identificar como un estado de<br />
declinación progresiva de las funciones orgánicas, pero<br />
parece más razonable considerarlo como un estado vital,<br />
evolutivo en el que, ciertamente, las características son<br />
distintas a las que muestran otros grupos de edad, pero no<br />
necesariamente peores. Cada edad tiene sus atributos, sus<br />
ventajas y desventajas. Cito a Vicente Riva Palacio:<br />
…. que tiene la vejez horas tan bellas<br />
como tiene la tarde sus celajes<br />
como tiene la noche sus estrellas.<br />
Lo que tenemos que hacer, sin duda, es comprender el<br />
proceso de envejecimiento, ubicarlo en su espacio, conocer<br />
sus propiedades, identificar sus implícitos, meditar sus<br />
señales, vislumbrar sus madrigueras, explotar sus bondades,<br />
examinar sus fortalezas y aceptar sus limitaciones. Para<br />
todo ello, este libro será en verdad un referente.<br />
PRESENTACIÓN DEL DR. ENRIQUE PIÑA GARZA<br />
No es lo mismo comentar un libro de filosofía, o de poesía,<br />
donde uno puede hacerlo en función <strong>del</strong> razonamiento o<br />
la inspiración <strong>del</strong> autor y se facilita dar una opinión general<br />
<strong>sobre</strong> la obra, a comentar un tratado de 400 páginas,<br />
compuesto por 37 artículos escritos por 60 autores<br />
expertos en su tema y organizado en tres grandes áreas:<br />
I. Mecanismos biológicos <strong>del</strong> envejecimiento, II. Geriatría<br />
clínica y epidemiología, y III. Sociedad, economía y servicios<br />
de salud. Muchos de los autores se verían en problemas<br />
para juzgar, con conocimiento de causa, algún capítulo
de un área diferente a la suya. Imagínense el reto para un<br />
no experto en ninguna de las tres áreas. Todo lo anterior<br />
para concluir que no hablaré <strong>sobre</strong> la totalidad de la obra, y<br />
me limito a comentar los dos prólogos, uno <strong>del</strong> Secretario<br />
de <strong>Salud</strong> y otro de Luis Miguel Gutiérrez Robledo, y los<br />
dos primeros artículos: “México y la revolución de la<br />
longevidad” y “La investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
humano: un enfoque holístico”, de Luis Miguel Gutiérrez<br />
Robledo el primero y de él mismo y Héctor Gutiérrez Ávila<br />
el segundo.<br />
Empiezo por el final <strong>del</strong> prólogo <strong>del</strong> doctor Córdoba<br />
Villalobos: “Si quieres crear un Instituto de <strong>Salud</strong>, primero<br />
forma a la gente…” Coincido con esta excelente idea y con<br />
esta realidad <strong>del</strong> Instituto de Geriatría y hago explícito un<br />
reconocimiento a las instituciones donde estudiaron los<br />
60 autores <strong>del</strong> libro. Es alentador, además, informarse en<br />
ese prólogo que el Instituto de Geriatría asume un papel<br />
aglutinador de esfuerzos y promotor <strong>del</strong> desarrollo <strong>del</strong><br />
estudio <strong>del</strong> envejecimiento en todas sus facetas y para<br />
ello, entre otras cosas, ha creado una red colaborativa en<br />
toda la República Mexicana, red que deseamos se amplíe<br />
y justifique.<br />
Al decir <strong>del</strong> Secretario en el prólogo, deseo comentar<br />
dos puntos más de su visión <strong>sobre</strong> el libro: uno) el libro<br />
constituye una primera aproximación para conocer el<br />
estado <strong>del</strong> arte en un asunto de trascendencia nacional que<br />
trae consigo profundas implicaciones sociales y de salud;<br />
dos) la publicación es el equivalente a un libro verde, es<br />
decir, un documento seminal que permite la aproximación<br />
sistemática al estudio de una disciplina específica, al estudio<br />
<strong>del</strong> envejecimiento en México. Coincido plenamente con<br />
ambas apreciaciones pero quisiera insistir en una más<br />
cuando anota: “El propósito fundamental de esta obra es<br />
contribuir desde la perspectiva académica y científica, en la<br />
noble tarea de elevar la calidad de la atención de los adultos<br />
mayores, además de promover, en los hechos, acciones<br />
tendientes a crear la cultura <strong>del</strong> envejecimiento saludable<br />
como una prioridad de la sociedad y el gobierno”.<br />
El capítulo “México y la revolución de la longevidad” me<br />
despertó sentimientos encontrados. Por un lado, me gustó.<br />
Con un lenguaje sencillo presenta información actualizada<br />
y relevante <strong>sobre</strong> esta aventura inédita para la humanidad<br />
en general y para México en particular: el impacto de la<br />
tecnología médica <strong>sobre</strong> la supervivencia humana: cada<br />
PRESENTACIÓN DEL LIBRO ENVEJECIMIENTO HUMANO: UNA VISIÓN TRANSDISCIPLINARIA<br />
vez más gente vive más tiempo. Este primer artículo <strong>del</strong><br />
libro me pareció tan didáctico e ilustrativo <strong>sobre</strong> el tema,<br />
que recomendaría su lectura y análisis a cualquier persona<br />
interesada en el envejecimiento en México.<br />
Sin embargo, la vejez real, la vejez individual, refleja la<br />
biología, el contexto social, la visión y la actitud ante la<br />
vida de cada individuo, y en México el panorama es<br />
inquietante. Se sabe, y así lo dicen los autores, que la<br />
característica fundamental <strong>del</strong> proceso de envejecimiento<br />
es la pérdida de la reserva funcional; el individuo se<br />
hace más vulnerable, disminuye su respuesta al estrés<br />
y su eficacia para mantener la homeostasis. El proceso<br />
convierte a los adultos sanos en adultos frágiles, con<br />
mayor riesgo de enfermedad, daño y muerte. En México,<br />
el incremento de ancianos ocurre en un contexto de<br />
pobreza, gran heterogeneidad y profunda inequidad. En<br />
consecuencia, el responsable <strong>del</strong> capítulo menciona que<br />
se hace más difícil el cuidado emergente de la población<br />
envejecida, marginada, y entre quienes el analfabetismo,<br />
la pobreza y el escaso apoyo social y familiar prevalecen<br />
y conducen a una pobre capacidad de autocuidado. Así, el<br />
cuidado adecuado de nuestra población envejecida es un<br />
gran reto para la seguridad social y el desafío más grande<br />
para la salud pública en el siglo XXI. Otros retos, como<br />
los presupuestales, son enormes; baste como ejemplo el<br />
debate <strong>sobre</strong> nuestro sistema de pensiones. Caminamos<br />
hacia la expansión de la morbilidad crónica; los trastornos<br />
endocrinos como la diabetes y el síndrome metabólico son<br />
particularmente frecuentes. La medicina preventiva sigue<br />
siendo importantísima para limitar el impacto de factores<br />
de riesgo como contaminación, tabaquismo, sedentarismo,<br />
violencia, salud mental, dieta inadecuada, accidentes,<br />
abuso de drogas, etc.<br />
Y sigo con el título de sus propuestas: posponer la<br />
enfermedad crónica 70 por ciento, proveer servicios<br />
adecuados a personas con enfermedades discapacitantes<br />
o potencialmente fatales, instrumentar programas<br />
novedosos de convivencia, etc. Soy optimista: el problema<br />
está en manos de quienes pueden dar las mejores<br />
soluciones académicas y científicas, tal como decía antes.<br />
El capítulo “La investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
humano: un enfoque holístico” merece algunas<br />
consideraciones. Aclaran con nitidez la complejidad <strong>del</strong><br />
fenómeno <strong>del</strong> envejecimiento humano y su análisis por<br />
numerosas disciplinas y múltiples subdisciplinas que<br />
235
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
se complementan entre sí; <strong>sobre</strong> la investigación <strong>del</strong><br />
envejecimiento, se inclinan por abordajes multidisciplinarios<br />
e interdisciplinarios. Para la mejor comprensión se ubican<br />
en la perspectiva práctica y proponen, desde mi punto de<br />
vista de manera acertada, la creación de una red nacional<br />
con el título: <strong>Envejecimiento</strong>, <strong>Salud</strong> y Desarrollo Social, en<br />
la que anticipan 11 beneficios concretos, anoto los dos<br />
que me parecieron más importantes: 1) formulación de un<br />
plan estratégico de investigación <strong>sobre</strong> el envejecimiento<br />
y 2) contribución al desarrollo de políticas públicas para<br />
la protección social y el cuidado de la salud de los adultos<br />
mayores. Concluyen, esperanzados, en que el libro que hoy<br />
presentan contribuya para alcanzar los 11 beneficios que<br />
enlistan y, en particular, los dos que he anotado.<br />
Los felicito por la obra. Me sumo a su esperanza de que el<br />
libro, pero <strong>sobre</strong> todo su trabajo cotidiano de calidad, les<br />
lleve a concretar sus puntos de vista a favor de los viejos,<br />
<strong>del</strong> patrimonio cultural de cada comunidad.<br />
Muchas gracias.<br />
236
DESAFÍOS ÉTICOS<br />
DE LA VEJEZ<br />
JULIANA GONZÁLEZ VALENZUELA
La vejez ha sido siempre objeto de múltiples reflexiones<br />
y preocupaciones de diversa naturaleza: médica,<br />
biológica, psicológica, social, ética y filosófica. Y el acento ha<br />
estado puesto, por lo general, en el carácter de experiencia<br />
extrema de finitud y muerte; de vulnerabilidad y fragilidad<br />
<strong>del</strong> cuerpo, de impotencia y pérdida de independencia y<br />
fuerza, tanto física como moral; de angustia ante la cercanía<br />
de la muerte y de añoranza de la juventud perdida.<br />
La vejez hoy<br />
En la actualidad, el número de personas en situación de<br />
vejez es cada vez mayor. Esto se debe, entre otras cosas,<br />
a que gracias, <strong>sobre</strong> todo, a los avances de la medicina, las<br />
expectativas de vida son significativamente mayores: de<br />
74.5 años en promedio en general y, específicamente, en<br />
las mujeres de 76.5 y en los hombres de71.6.<br />
Ha habido un incremento de la población mundial<br />
envejecida. En nuestros días, ésta es de 10%; para 2025<br />
será de 15%; para 2050 de 34%. Dicho de otro modo,<br />
hoy hay 8 millones y para 2030 serán 22 millones.<br />
Este incremento de la población de la tercera edad<br />
conlleva, como es natural, un gran reto para los sistemas de<br />
salud y para la seguridad social <strong>del</strong> Estado e, incluso, para<br />
las familias. Los problemas de salud de esta población han<br />
obligado a realizar investigaciones <strong>sobre</strong> las enfermedades<br />
específicas que afectan o se agravan en esta edad,<br />
tales como el Parkinson, el Alzheimer, la demencia, las<br />
enfermedades cardiacas, los padecimientos motrices, etc.<br />
La sociedad global contemporánea, regida principalmente<br />
por las leyes de la economía, por un lado, se afana en<br />
prolongar la vida humana mediante las tecnociencias<br />
y la mejora de las condiciones de vida; por otro lado,<br />
muestra cada vez un mayor desprecio por los viejos.<br />
Esto es consecuencia de los valores predominantes de la<br />
actualidad, los cuales exaltan de forma obsesiva el culto<br />
por el cuerpo y la juventud, reflejado en exclusiones<br />
y degradaciones sociales que afectan directamente la<br />
valoración de la senectud, considerando el envejecimiento<br />
como mal supremo. Esto hace que la vejez se vuelva,<br />
incluso, una carga para las personas mismas conforme van<br />
envejeciendo. Pérdida de la autonomía, dependencia y<br />
desempleo, enfermedad y decrepitud, soledad y abandono,<br />
parecen ser los únicos signos de la última etapa de la<br />
238<br />
vida humana. A todo lo cual hay que sumar, <strong>sobre</strong> todo<br />
en nuestros países en desarrollo, la lucha permanente<br />
por los recursos económicos, por vencer las carencias,<br />
por enfrentar el mal mayor de la pobreza y, con ella, la<br />
enfermedad, puesto que, por esta falta de recursos, las<br />
personas de tercera edad no tienen acceso a servicios de<br />
salud de calidad.<br />
Dentro de los valores economicistas predominantes,<br />
no hay lugar para los viejos porque no se les considera<br />
económicamente productivos; se les toma como un gasto<br />
o una inversión sin ganancias. La discriminación a la vejez<br />
es particularmente alta en países como Estados Unidos<br />
cuyos valores son, ante todo, pragmáticos: de acción,<br />
poder, juventud, competencia y sexo.<br />
La Enciclopedia de Bioética señala, por ejemplo, que “[e]l<br />
triunfo de la longevidad masiva no ha sido acompañado de<br />
nociones culturalmente ricas acerca de qué debe o puede<br />
significar la vejez para el individuo y para la sociedad”. Ella<br />
transcurre entonces, “como una estación sin propósitos.”<br />
¿Cómo lograr en nuestro tiempo, en nuestra sociedad y<br />
en nuestra moralidad, una reivindicación de la vejez? ¿Qué<br />
ha podido y puede hoy ofrecer la ética para enfrentar<br />
los desafíos de la vejez? Las bases para responder estos<br />
cuestionamientos se hallan, primero, en el ámbito de la<br />
medicina. Sin duda, en una medicina puesta más en la<br />
necesidad de mejorar la salud de la vejez, que en la mera<br />
prolongación cuantitativa de la vida. Segundo, en la política<br />
social, así como en la economía, la atención institucional y,<br />
señaladamente, en la educación. De ahí la importancia y la<br />
trascendencia de la creación en México de un Instituto de<br />
Geriatría.<br />
Las respuestas de todos los tiempos van en esta doble<br />
dirección: cuidado <strong>del</strong> cuerpo y cuidado <strong>del</strong> alma, vejez y<br />
salud, vejez y cultura. Cultura para una vejez humanizada,<br />
la cual no puede ser sino una extensión de la idea<br />
verdaderamente humanizada <strong>del</strong> todo de la vida, individual<br />
y social, jurídica y económica, ética y política.<br />
El cuidado <strong>del</strong> cuerpo se halla ciertamente en manos de<br />
los prodigiosos avances científicos y tecnológicos de la<br />
biomedicina actual, en sus diversas proyecciones. Está sin<br />
duda condicionado, también, al cotidiano esfuerzo que<br />
llevan a cabo en la práctica concreta todos cuantos tienen
que enfrentar los enormes obstáculos –ya mencionados–<br />
<strong>del</strong> incremento de la demanda médica y la escasez de<br />
recursos que forman parte <strong>del</strong> nada estimulante contexto<br />
social y moral en que vive hoy la creciente población<br />
envejecida.<br />
Y no basta ciertamente con el cuidado <strong>del</strong> cuerpo<br />
envejecido. Una Geriatría humanizada y racional ha de<br />
atender también al “alma” <strong>del</strong> viejo, ha de contribuir a esa<br />
cultura para la vejez, que comienza por superar las visiones<br />
negativas y propiciar el cultivo de todo aquello que produce<br />
un envejecimiento humanizado. Es en este sentido<br />
que la sabiduría tradicional ilumina los caminos viables<br />
para convertir la vejez, de ese estado de vida sufriente<br />
y sin propósito, a aquel en el que pueden darse nuevos<br />
goces, como son los de la paz, la libertad, la amistad, las<br />
actividades de aprendizaje y contemplación, el don de la<br />
propia experiencia, el arte de hacer memoria y, literalmente,<br />
“re-vivir en los recuerdos”. Ese estado espiritual en el que<br />
puede florecer la esperanza. Para el creyente, la esperanza,<br />
si no es que la fe, en lo que vendrá después. Para el no<br />
creyente, la esperanza en un mejor porvenir, aquí en la<br />
tierra, para los que vendrán después.<br />
La ética no tiene otro ofrecimiento que este último. Pero<br />
puede ser la clave para alcanzar la mencionada meta de<br />
hacer de la vejez una verdadera etapa vital, poseedora de<br />
sentido y de auténtica realización humana.<br />
Por lo que se refiere al ámbito moral, filosófico y cultural,<br />
se hace particularmente significativo el hecho de<br />
hacer memoria, aunque muy brevemente, de algunas<br />
concepciones tradicionales y actuales de la vejez y contribuir<br />
en algo a esa reivindicación. Me referiré así a unos cuantos<br />
pasajes de algunas ideas clásicas de la senectud <strong>del</strong> pasado<br />
y el presente.<br />
Ideas ético-filosóficas de la vejez en Grecia y Roma<br />
En todo caso, la concepción de la vejez corre pareja a la<br />
concepción <strong>del</strong> hombre mismo y su destino propiamente<br />
humano. Es un hecho que los griegos, padres de la<br />
cultura occidental, de la ética, de la medicina, de la<br />
sabiduría humanística en general, tuvieron una asombrosa<br />
ambivalencia respecto al envejecimiento.<br />
Por un lado, se caracterizaron por una excepcional<br />
DESAFÍOS ÉTICOS DE LA VEJEZ<br />
afirmación de la vida aquí y ahora y, consecuentemente,<br />
por una afirmación <strong>del</strong> cuerpo, de su fuerza, su belleza y sus<br />
placeres. Esto hizo que algunos autores, particularmente<br />
poetas, vieran la vejez, como una maldición de los dioses,<br />
Pero, por el otro, <strong>sobre</strong> todo los filósofos, se empeñaron,<br />
por el contrario, en afirmar, aquí y ahora, los valores de<br />
la sabiduría, <strong>del</strong> cuidado <strong>del</strong> alma y de la apertura de la<br />
conciencia a la comprensión y a la búsqueda de la verdad.<br />
Los griegos, dirá Nietzsche, vieron el fondo de la vida<br />
en Dionisos y asumieron su doble rostro, la felicidad y el<br />
sufrimiento. Pero los griegos crearon también a Apolo, que<br />
simboliza la ética y la racionalidad. Ellos no expresan sólo<br />
un vitalismo naturalista. Afirman la “<strong>sobre</strong>-naturaleza”<br />
espiritual <strong>del</strong> hombre a la que llamaron carácter (o ethos).<br />
Se volcaron, así, <strong>del</strong> exterior al interior, de la afirmación de<br />
lo corpóreo y externo, a la afirmación de lo psíquico. Un<br />
ejemplo notable de este giro, se advierte en la evolución<br />
que tuvo el concepto de “virtud”, que de referirse al valor<br />
exterior, físico, de los héroes militares y políticos, pasa a ser<br />
el valor interior, espiritual, <strong>del</strong> héroe ético. La virtud está<br />
en la valentía, la fortaleza y la sabiduría con que se vive.<br />
El mo<strong>del</strong>o eterno de este giro será, desde luego, Sócrates.<br />
El ethos es carácter, modo de ser, especie de “segunda<br />
naturaleza”, de actitud. Es, también, “el modo de enfrentar”<br />
la muerte y la experiencia misma de finitud que, en<br />
particular conlleva la vejez. Ese “otro modo” cambia para<br />
el hombre el significado esencial de la experiencia: altera<br />
su sentido mismo y su “vivencia”. El ethos es la manera<br />
de vivir, la cualidad, el cómo, la disposición interna ante el<br />
mundo y ante los hechos de la vida y de la muerte.<br />
Ciertamente, los sabios griegos –y también los latinos–<br />
nos transmiten dos formas fundamentales y opuestas de<br />
comprender la vejez que, de algún modo, son las mismas<br />
que han dominado en Occidente y vuelven a adquirir<br />
particular significación en el presente –aunque en éste<br />
predominan, lamentablemente, las formas negativas–.<br />
Entre los griegos esta ambivalencia se da, incluso, en la<br />
palabra “gerón”, que por un lado significa viejo, anciano, y,<br />
al mismo tiempo, venerable, respetable.<br />
En efecto, por una parte, en Grecia la conciencia dionisiaca,<br />
vitalista y naturalista tiene por fuerza una visión sufriente de<br />
la vejez y la muerte. Por otra, desde la conciencia apolínea,<br />
las determinaciones <strong>del</strong> destino pierden peso y prevalece<br />
239
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
la dimensión ética <strong>del</strong> bien y el mal, el ámbito interno <strong>del</strong><br />
carácter. No es buena o mala la vida o la muerte. Lo bueno<br />
o malo es la manera de vivir. Este desplazamiento, este<br />
cambio de foco en la valoración, es la humanización ética<br />
de la vida.<br />
Ideas negativas de la vejez<br />
240<br />
• Hesíodo habla de “La triste vejez”, “hija de la Noche,<br />
hermana <strong>del</strong> destino”. La felicidad suprema es la eterna<br />
juventud. Los dioses olímpicos son todos jóvenes.<br />
• Homero exalta la juventud. Los dioses también odian<br />
la vejez, dice Afrodita.<br />
• Para Sófocles la vejez es odiosa, débil, inabordable, sin<br />
amigos y semeja todos los males. En ella sólo cabe la<br />
resignación.<br />
• Eurípides exclamará: “La vejez pone <strong>sobre</strong> mi cabeza<br />
un fardo más pesado que las cimas <strong>del</strong> Etna”, “El viejo<br />
viaja errático como un sueño aparecido en el día”.<br />
• En la comedia se pone el acento en el ridículo de la<br />
vejez. Los viejos son inofensivos pero portadores<br />
de pasiones grotescas. El cuerpo, antes exaltado en<br />
su belleza, es descrito ahora en la degradación de<br />
la piel, los músculos, los dientes, el pelo, la postura,<br />
el tono vital, etc. La lubricidad y la impotencia son<br />
considerados los resortes cómicos: “grotesco es el<br />
deseo <strong>del</strong> viejo”.<br />
Ideas positivas<br />
• Homero refiere que en la época arcaica de Grecia,<br />
los viejos tenían un lugar envidiable, conformaban<br />
el consejo de ancianos, el cual termina a la llegada<br />
de la democracia. Además, los viejos tienen papeles<br />
importantes como guías y como autoridad moral. Son<br />
consejeros en las graves decisiones. En esta sociedad<br />
en la que predomina la tradición oral, los viejos tienen<br />
una importancia básica porque son los que transmiten<br />
los saberes culturales a las nuevas generaciones; por<br />
ello es determinante, en especial, la vinculación, ante<br />
todo educativa y formativa, <strong>del</strong> viejo y el joven. El<br />
anciano puede perder función social pero encuentra el<br />
sentido en la libertad interior. Para Homero, el mo<strong>del</strong>o<br />
<strong>del</strong> viejo sabio es Néstor, quien mantiene la vitalidad<br />
física, pues “no cede a la triste vejez”.<br />
• Píndaro habla de la posibilidad de una vejez floreciente<br />
y joven de espíritu.<br />
Filósofos y sabios<br />
Platón tiene señaladamente una concepción positiva de<br />
la vejez. Al debilitamiento <strong>del</strong> cuerpo –dice– corresponde<br />
el crecimiento de otros gustos y placeres. La vejez apaga<br />
y a la vez libera y enciende otras potencias. Hace posible<br />
el placer de la paz y la libertad, así como el de la amistad<br />
y la contemplación. La mayor parte de los ancianos se<br />
lamentan y sienten nostalgia de las <strong>del</strong>icias <strong>del</strong> amor, <strong>del</strong><br />
vino, de la buena mesa, y de otras diversiones <strong>del</strong> mismo<br />
género, como si hubieran perdido bienes considerables.<br />
Su presente sería como ya no vivir. Resienten, además,<br />
el abandono de los suyos. Pero han obtenido la liberación<br />
y adquirido la paz y la libertad. Cuando las pasiones han<br />
perdido su violencia y se relajan, uno se libera de un tropel<br />
de tiranos furiosos. Por esto, “[l]a verdadera causa de la<br />
infelicidad no es la vejez sino el carácter de los hombres”.<br />
Para los que son sabios y de buena actitud y carácter, la<br />
vejez es poco penosa. Si no lo son, no es solamente la<br />
vejez, sino también la juventud la que se torna penosa.<br />
También la juventud puede ser infeliz cuando se tiene un<br />
carácter negativo.<br />
Aristóteles, preocupado por restaurar la unidad <strong>del</strong> cuerpo<br />
y el alma, ligará de manera sustancial a ambos, de modo<br />
que el destino <strong>del</strong> cuerpo involucra el destino <strong>del</strong> alma; así,<br />
la decrepitud de uno arrastra la decrepitud de la otra. La<br />
vejez no es garantía ni de sabiduría ni de capacidad política,<br />
como tampoco la experiencia de los viejos constituye un<br />
elemento positivo; con frecuencia es una acumulación de<br />
errores en un espíritu endurecido por la edad. Los viejos<br />
son avaros, no conocen la amistad desinteresada, no<br />
buscan sino aquello que satisface sus deseos egoístas.<br />
Y no obstante, en otra vertiente, la propia concepción<br />
aristotélica dará cabida a la vida contemplativa <strong>del</strong> viejo y<br />
<strong>del</strong> valor de la amistad que puede florecer en la senectud.<br />
Plutarco tiene una obra dedicada a la vejez en la que<br />
defiende la gerontocracia. Él se pregunta: ¿debe un hombre<br />
viejo comprometerse en los negocios públicos? A su juicio,<br />
esta pregunta tiene una respuesta afirmativa, pues los<br />
viejos privados de los placeres <strong>del</strong> sexo y la comida pueden<br />
entregarse más plenamente a los placeres de la política. Por<br />
ello, el deber de un hombre no es retirarse con la vejez.<br />
Los viejos tienen cualidades preciosas que los hacen
indispensables en política, en especial, la prudencia, la<br />
experiencia y el prestigio.<br />
Séneca proclama la necesidad de una vejez activa y de<br />
mantener el ejercicio <strong>del</strong> cuerpo y <strong>del</strong> alma. El pensar es el<br />
paseo <strong>del</strong> alma, dice. El conversar, el leer y el reposar son<br />
indudables goces. Dice:<br />
Un hombre, por viejo que sea, debe siempre<br />
aprender.<br />
Date a ti mismo la satisfacción de ver morir tus<br />
vicios antes que tú.<br />
Cicerón hace una apología de la vejez:<br />
El sabio sabe aceptar de buen grado todas las<br />
edades de la vida.<br />
Lejos de que te condene a la pereza y a la inercia,<br />
la vejez ha de ser laboriosa, siempre ocupada en<br />
alguna obra.<br />
No es la vejez el mal, sino la enfermedad. Hay que<br />
cuidar la salud (<strong>del</strong> cuerpo y <strong>del</strong> alma).<br />
Si es un error creer en la inmortalidad, no quiero<br />
que me saquen de él mientras vivo, porque en él<br />
me gozo.<br />
Pensadores contemporáneos<br />
Norberto Bobbio dice:<br />
Que te sea permitido vivir hasta que puedas<br />
abandonarte a tus recuerdos… emplea tu<br />
tiempo… en intentar comprender el sentido<br />
de tu vida. Concéntrate… vuelve a recorrer tu<br />
camino. Te servirán de ayuda los recuerdos…<br />
en la remembranza te encuentras a ti mismo,<br />
tu identidad… las mil peripecias vividas…<br />
[Encuentras a los que amaste]: en el momento en<br />
que los llamas a tu mente los revives, al menos un<br />
instante, no están muertos.<br />
Simone de Beauvoir afirma:<br />
Para que la vejez no sea una parodia ridícula<br />
de nuestra existencia anterior no hay más que<br />
una solución, y es seguir persiguiendo fines que<br />
den sentido a nuestra vida: dedicación a otras<br />
DESAFÍOS ÉTICOS DE LA VEJEZ<br />
personas, a grupos, a causas, a trabajo social,<br />
intelectual, creador… Lo deseable es conservar a<br />
una edad avanzada pasiones lo bastante fuertes<br />
como para que nos eviten volvernos <strong>sobre</strong><br />
nosotros mismos. La vida conserva valor mientras<br />
se da valor a la de los otros, a través <strong>del</strong> amor, la<br />
amistad, la indignación, la compasión. Entonces<br />
sigue habiendo razones para obrar o para hablar.<br />
241
PARTICIPANTES
PARTICIPANTES<br />
AguaZul<br />
Rocha Durán, Laura E.<br />
Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría<br />
Maya Alcántara, Gerardo<br />
Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de<br />
Medicina<br />
Noyola Bernal, Jesús,<br />
Vargas Salado, Enrique<br />
Asociación Psicoanalítica Mexicana<br />
Minaya Hernández, Omar<br />
Centro de Investigación Científica y de Educación<br />
Superior de Ensenada<br />
Cornejo García, Raymundo<br />
Favela Vara, Jesús<br />
Martínez García, Ana Isabel<br />
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados <strong>del</strong><br />
Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />
Anda Hernández, Martha Adriana de<br />
Cortés Ortiz, Maribel<br />
Meraz Ríos, Marco Antonio<br />
Peña Ortega, José Fernando<br />
Silva Lucero, María <strong>del</strong> Carmen<br />
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en<br />
Antropología Social<br />
Vargas Amezcua, Elías<br />
Vázquez Palacios, Felipe R.<br />
Centro Estatal <strong>del</strong> Adulto Mayor (Coahuila)<br />
Cortés López, Víctor Hugo<br />
Centro Interamericano de Estudios de Seguridad<br />
Social<br />
Abrantes Pêgo, Raquel<br />
Centro <strong>Nacional</strong> de Vigilancia Epidemiológica y<br />
Control de Enfermedades<br />
Lezana Fernández, Miguel Ángel<br />
Lozano Dávila, María Esther<br />
Centro <strong>Nacional</strong> Mo<strong>del</strong>o de Atención, Investigación<br />
y Capacitación Gerontológica “Vicente García Torres”<br />
Bazaldúa Merino, Laura Angélica<br />
Centro Regional para el Estudio <strong>del</strong> Adulto Mayor<br />
Platt Soto, Jorge<br />
Colegio de la Frontera Norte<br />
Ham Chande, Roberto<br />
Consejo Mexicano de Geriatría<br />
Fuente Rocha, Javier de la<br />
Consejo <strong>Nacional</strong> de Población<br />
García Vilchis, Víctor<br />
Consejo <strong>Nacional</strong> Gerontológico de México<br />
Arcovedo González, Diego<br />
Uribe González, Ale Manue<br />
El Colegio de México<br />
Figueroa Perea, Juan Guillermo<br />
<strong>Envejecimiento</strong> Exitoso (ENEX)<br />
Jiménez Beltrán, Rodolfo<br />
Escuela de Medicina “Tominaga Nakamoto”<br />
Mata, Karen Dannira<br />
Eulen Gutiérrez Rosse, Fabián<br />
Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio<br />
<strong>del</strong> Estado<br />
Ramírez Santos, Cristina<br />
Federación Mexicana de Asociaciones de Facultades<br />
y Escuelas de Enfermería<br />
Padilla Gutiérrez, Laura Margarita<br />
Fundación Tagle<br />
Osornio Hernández, Jovita<br />
Gobierno <strong>del</strong> Distrito Federal<br />
García Suárez, Rocío<br />
PARTICIPANTES<br />
Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González<br />
Mercado Quintero, Melissa Belén<br />
245
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Hospital ABC Medical Center<br />
D’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers,<br />
Carlos<br />
Hospital Ángeles (Lomas)<br />
Resnikoff Fisher, David<br />
Riestra Rodríguez, Alonso<br />
Hospital Central Norte (PEMEX)<br />
Uribe Hernández, Alejandro<br />
Hospital Civil de Guadalajara<br />
Flores Castro, Miguel<br />
Leal Mora, David<br />
Hospital de Enfermos Crónicos de Tepexpan<br />
Martínez Arronte, Felipe<br />
Hospital Español<br />
Albert Meza, Guillermo<br />
Mena Barranco, Francisco Javier<br />
Montiel, Alejandro<br />
Morales Razo, Patricia<br />
Solís Lam, Fernando<br />
Hospital General Naval de Alta Especialidad<br />
Gutiérrez Reza, María Teresa<br />
Hospital Geriátrico “Virgen <strong>del</strong> Valle”, Complejo<br />
Hospitalario de Toledo<br />
García García, Francisco José<br />
Hospital Juárez de México<br />
Rivera Pérez, Ricardo<br />
Hospital Médica Sur<br />
Becerra Laparra, Ivonne<br />
Frati Munari, Alberto<br />
Valdés Escárcega, Marisol<br />
Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”<br />
Rothschild, Betty<br />
Hospital Universitario de San Luis Potosí<br />
González Rubio, Marco Vinicio<br />
246<br />
Hospital Universitario de Tijuana<br />
Zúñiga Gil, Clemente H.<br />
Institut de Santé Publique d’Epidémiologie et de<br />
Développement<br />
Salmi, Louis Rachid<br />
Instituto Biomédico de Investigación, A.C.<br />
Ramírez Díaz, Santiago Paulino<br />
Instituto de Estudios Indígenas<br />
Villasana Benítez, Susana<br />
Instituto de Geriatría<br />
Arango Lopera, Victoria E.<br />
Ávila Alva, Ma. de Lourdes<br />
Ávila Fematt, Flor María<br />
Bautista Eugenio, Verónica<br />
Cárdenas Cárdenas, Eduardo<br />
Cárdenas Varela, César Luis<br />
Caro López, Elizabeth<br />
Castrejón Pérez, Roberto Carlos<br />
Cortez Cortez, Enrique<br />
Deyta Pantoja, Alma<br />
Escobar Villalba, Rosario<br />
Galván Vargas, Moisés<br />
Giraldo Rodríguez, Liliana<br />
Gómez León Mandujano, Amir<br />
González García, Victoria<br />
González González, César Alfredo<br />
Gutiérrez Ávila, Jesús Héctor<br />
Gutiérrez Robledo, Luis Miguel<br />
Herrera Castro, Varinia<br />
Huchin Espinosa de los Monteros, Olivia<br />
Jiménez Cortés, Marco Antonio<br />
López Franchini, José<br />
López Ortega, Mariana<br />
Lugo Radillo, Agustín<br />
Luna López, Armando<br />
Luna Pérez, Sandra<br />
Madrid Mendoza, María Fernanda<br />
Mendoza Díaz, Francisco<br />
Michán Aguirre, Shaday<br />
Mino León, Dolores<br />
Montaña Álvarez, Mariano<br />
Montes Mena, Beatriz<br />
Namihira Guerrero, Delia Magdalena
Nance, Douglas C.<br />
Negrete Redondo, María Isabel<br />
Ortiz Flores, Víctor Hugo<br />
Pérez Zepeda, Mario Ulises<br />
Quiroz Báez, Ricardo David<br />
Ríos Cázares, Gabriela<br />
Rojas Mayorquín, Argelia<br />
Rosas Carrasco, Oscar<br />
Salinas Martínez, Ramón Fernando<br />
Sánchez Robledo, Marco Antonio<br />
Torres Carrillo, Nora Magdalena<br />
Torres Castro, Sara<br />
Torres Ramos, Diana Consuelo<br />
Tovar y Romo, Luis Bernardo<br />
Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas<br />
y en Sistemas<br />
Garza Hume, Clara E.<br />
Instituto de Seguridad Social <strong>del</strong> Estado de México y<br />
Municipios<br />
García Fabela, Luis Cuitláhuac<br />
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los<br />
Trabajadores <strong>del</strong> Estado<br />
Flores Martínez, Rafael<br />
Gómez Ramos, Silvia<br />
Moreno Castillo, Yolanda<br />
Reyes Jiménez, Flora Leticia<br />
Romero Aparicio, Carlos<br />
Salinas Martínez, Ramón Fernando<br />
Tena Tamayo, Carlos<br />
Torres Fentanes, Laura Elena<br />
Torres Gutiérrez, Jorge Luis<br />
Instituto Mexicano <strong>del</strong> Seguro Social<br />
Castañeda <strong>del</strong> Toro, Alejandro Manuel<br />
Díaz de León González, Enrique<br />
Esquivel Romero, Gustavo Marcelo<br />
Félix Espinoza, Faustino<br />
García González, José Juan<br />
García Ortiz, María de Lourdes<br />
García Peña, María <strong>del</strong> Carmen<br />
Grajeda López, Patricia<br />
Gutiérrez Hermosillo, Hugo<br />
Juárez Cedillo, Teresa<br />
Lifshitz Guinzberg, Alberto<br />
López Muñoz, Eunice<br />
Medina Beltrán, Gustavo<br />
Parrilla Ortiz, Juan Ismael<br />
Sánchez García, Sergio<br />
Trujillo Galván, Francisco David<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Astrofísica, Óptica y Electrónica<br />
Cuaya Simbro, Germán<br />
Muñoz Meléndez, Angélica<br />
Sucar Succar, Luis Enrique<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Cardiología “Ignacio Chávez”<br />
Rosas Peralta, Martín<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Ciencias Médicas y Nutrición<br />
“Salvador Zubirán”<br />
Aguilar Navarro, Sara Gloria<br />
Antonio García, Juan Miguel<br />
Ávila Funes, José Alberto<br />
Barragán Heredia, Linda M.<br />
Díaz Ramos, Julio Alberto<br />
García Mayo, Emilio<br />
Grados Chavarría, Bernardo Horacio<br />
Guerra Silla, María Guadalupe<br />
Ledesma Heyer, Juan Pablo<br />
Mimenza Alvarado, Alberto<br />
Moreno Aguilar, Mauricio<br />
Navarrete Reyes, Ana Patricia<br />
Navarrete, Patricia<br />
Piña Escudero, Stefanie Danielle<br />
Reyes Guerrero, Jorge<br />
Reynoso Mendoza, Ricardo Arturo<br />
Reza Albarrán, Alfredo<br />
Ruiz Arregui, Liliana<br />
Tapia Jiménez, Francisco<br />
Vázquez Valdez, Odín Edgar<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Desarrollo Social<br />
Rodríguez Dorantes, Cecilia<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Enfermedades Respiratorias<br />
“Ismael Cosío Villegas”<br />
Aquino Gálvez, Arnoldo<br />
Franco Marina, Francisco<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Estadística y Geografía<br />
Valencia Armas, Alberto<br />
PARTICIPANTES<br />
247
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de las Mujeres<br />
Larralde, Silvia<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de las Personas Adultas Mayores<br />
Orozco Rubio, Alejandro<br />
Rangel López, Luz Esther<br />
Roldán de la O, Irán<br />
Valdés Rojas, Sergio<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Medicina Genómica<br />
March Mifsut, Santiago<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Neurología y Neurocirugía<br />
“Manuel Velasco Suárez”<br />
Acosta Castillo, G. Isaac<br />
Campos Peña, Victoria<br />
Guevara Fonseca, Jorge<br />
Rojas de la Torre, Gabriela<br />
Sosa Ortiz, Ana Luisa<br />
Trujillo de los Santos, Zoila<br />
Zúñiga Santamaría, Tirso<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Psiquiatría<br />
“Ramón de la Fuente Muñiz”<br />
Aguilar Rodríguez, María Magdalena<br />
Ugalde Hernández, Oscar<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de Rehabilitación<br />
Barojas Weber, Everardo<br />
Chávez Magos, Anel<br />
González Ortíz, Piero Emanuele<br />
Jiménez Herrera, Blanca Luz<br />
Serrano Miranda, Aurelio Tirzo<br />
Instituto <strong>Nacional</strong> de <strong>Salud</strong> Pública<br />
Cruz-Hervert, Luis Pablo<br />
López Ridaura, Ruy<br />
Manrique Espinoza, Betty<br />
Moreno Tamayo, Karla Margarita<br />
Pelcastre Villafuerte, Blanca Estela<br />
Ruelas González, Ma. Guadalupe<br />
Salinas Rodríguez, Aarón<br />
Téllez Rojo, Mara<br />
Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en<br />
el Distrito Federal<br />
Paz, Karla de la<br />
248<br />
Valdés Corchado, Pedro E.<br />
Instituto Politécnico <strong>Nacional</strong><br />
Ávila Ramírez; Massiel Alfonsina<br />
Castillo Saucedo, Cayetano<br />
López Sánchez, Pedro<br />
Parera González, Elisa Lucía<br />
Reyes Maldonado, Eduardo<br />
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de<br />
Monterrey<br />
Barragán Berlanga, Abel Jesús<br />
Fuentes Cantú, Alejandro<br />
Macías Osuna, Amador Ernesto<br />
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de<br />
Occidente<br />
Enríquez Rosas, María <strong>del</strong> Rocío<br />
Integral Counseling Center<br />
Rodríguez Serrano, Luz María<br />
Organización Panamericana de la <strong>Salud</strong><br />
Lamy, Philippe<br />
Programa <strong>Nacional</strong> de la Tercera Edad<br />
Berthely Jiménez, Lilia<br />
Research Centre on Aging of the Sherbrooke Geriatric<br />
University Institute<br />
Payette, Hélène<br />
Sealy Center on Aging, University of Texas Medical<br />
Branch<br />
Wong, Rebeca<br />
Secretaría de Desarrollo Social<br />
Peñaloza Contreras, Genoveva<br />
Secretaría de <strong>Salud</strong><br />
Arce, Alonso<br />
González de Cossío, Marcela<br />
Jiménez Pérez, Luz María Araceli<br />
Lozano Dávila, Esther<br />
Servicios de <strong>Salud</strong> de Oaxaca<br />
Galindo, Carlos
Servicios de <strong>Salud</strong> de Veracruz<br />
Rodríguez Estrada, María Verónica<br />
Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la<br />
Familia (Guanajuato)<br />
Webber Díaz, Ángeles<br />
Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia<br />
(Yucatán)<br />
Pino Andrade, José Manuel<br />
Sistema <strong>Nacional</strong> de Investigadores<br />
González Valenzuela, Juliana<br />
Sistema <strong>Nacional</strong> para el Desarrollo Integral de la<br />
Familia<br />
Narváez Macías, Leticia<br />
Robles Villela, Miguel Gustavo<br />
Tolentino Bazán, Karina<br />
Sociedad de Geriatría y Gerontología de México<br />
Bravo Williams, Samuel Guillermo<br />
Alarcón Aguilar, Adriana<br />
Sociedad Mexicana de Bioquímica<br />
Casillas Aceves, Enrique<br />
Tratamientos Individualizados, S. A .de C. V.<br />
Woodworth L. de Silanes, Juan<br />
Universidad Anáhuac<br />
Encinas Reza, Jaime Enrique<br />
Universidad Autónoma de Baja California<br />
García Vázquez, Juan Pablo<br />
Meza Kubo, María Victoria<br />
Morán y Solares, Alberto Leopoldo<br />
Nava-Muñoz, Sandra<br />
Roa Ledesma, José Rubén<br />
Rodríguez, Marcela D.<br />
Saldaña Jiménez, Diana<br />
Universidad Autónoma de Chiapas<br />
Reyes Gómez, Laureano<br />
Universidad Autónoma de Nuevo León<br />
Garay Villegas, Sagrario<br />
Garza Sepúlveda, Gerardo<br />
Universidad Autónoma de San Luis Potosí<br />
López Esqueda, Francisco Javier<br />
Universidad Autónoma <strong>del</strong> Estado de México<br />
Aranda Anzaldo, Armando<br />
Universidad Autónoma Metropolitana<br />
Conde Pérez-Prina, Juan Cristóbal<br />
Gaytán Huyghe, Yalinca<br />
González-Puertos, Viridiana Yazmín<br />
Medina Bañuelos, Verónica<br />
Santiesteban Molina, María<br />
Triana Martínez, Francisco<br />
Universidad de Colima<br />
Delgado, Iván<br />
Universidad de Guadalajara<br />
Parra Bernal, Marisela Concepción<br />
Robles Silva, Leticia<br />
Universidad Iberoamericana<br />
Figueroa Grajeda, Andrea<br />
Picardi Marassa, Pablo<br />
Universidad Juárez <strong>del</strong> Estado de Durango<br />
Arroyo Rueda, Ma. Concepción<br />
Universidad Mesoamericana<br />
Piña Basulto, Orlando<br />
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo<br />
Martínez Trujillo, Miguel<br />
Universidad <strong>Nacional</strong> Autónoma de México<br />
Arias Álvarez, Ana B. Clorinda<br />
Bernal López, Beatriz<br />
Borges Yáñez, Socorro Aída<br />
Cabrera Contreras, Roberto<br />
Cahuantzi Jacobo, Cyntia<br />
Cañongo León, Guadalupe<br />
Chávez Mendoza, Carlos Adrián<br />
Collado Ardón, Mario Rolando<br />
PARTICIPANTES<br />
249
INSTITUTO DE GERIATRÍA<br />
250<br />
Covarrubias Robles, Luis Fernando<br />
Díaz Castañeda, Maribel Alicia<br />
Durán Arenas, Luis<br />
Figueroa Gutiérrez, José<br />
Flores Robles, Vianey<br />
Fossion, Rubén<br />
Garduño, Ixchel<br />
Garmendia Félix, Bibiana<br />
Gómez de León Cruces, Patricia<br />
González Bedoy, Armando<br />
González- Celis Rangel, Ana Luisa<br />
González Isidro, José Luis<br />
Grajeda López, Ma. Salomé<br />
Guevara Guzmán, Rosalinda<br />
Gutiérrez Ospina, Gabriel<br />
Hernández Ortega, Karina<br />
Hernández Palacios, Rosa Diana<br />
Ibarra Barajas, Maximiliano<br />
Izazola Conde, Consuelo<br />
León Romero, Alil Esmeralda<br />
Limón Pacheco, Jorge Humberto<br />
López Segura, Víctor<br />
Luna Luna, Angélica María<br />
Magaña Urrutia, Carolina Amelia<br />
Massieu Trigo, Lourdes<br />
Melchor Vidal, Viridiana<br />
Melgarejo Castrejón, Rosa Irene<br />
Mena Montes, Beatriz<br />
Montes de Oca, Verónica<br />
Morán Andrade, Julio<br />
Navarro Pineda, Darinel<br />
Ostrosky Shejet, Patricia<br />
Pineda Cortés, Luis A.<br />
Piña Garza, Enrique<br />
Ponce Canchihuamán, Johny<br />
Rincón Salazar, Santiago<br />
Rivera Márquez, José Alberto<br />
Rodríguez Carrasco, José<br />
Rojas <strong>del</strong> Castillo, Emilio<br />
Rubio Domínguez, Severino<br />
Salcedo Álvarez, Rey Arturo<br />
Silva Gracia, Sofía Angélica<br />
Tapia Pancardo, Diana Cecilia<br />
Terán Trillo, Margarita<br />
Velasco Velázquez, Iván<br />
Villa Romero, Juan Antonio<br />
Villalobos Molina, Rafael<br />
Zamora Fabila, Rosalía<br />
Zárate Grajales, Rosa A.<br />
Zavala Calderón, Alejandro<br />
Vigilangel<br />
Mancebo <strong>del</strong> Castillo de Ramírez, Edna
IMPRESO EN MÉXICO<br />
Perspectivas para el Desarrollo de la Investigación <strong>sobre</strong> el<br />
<strong>Envejecimiento</strong> y la Gerontecnología<br />
se terminó de imprimir en el mes de septiembre <strong>del</strong> 2010,<br />
en los talleres de Impresos Santiago, S.A. de C.V.<br />
Trigo 80 Col. Granjas Esmeralda, C.P. 09810<br />
México, D.F. El tiraje fue de 3000 ejemplares.