Conferencias Evangélicas - A La Ley y Al Testimonio
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Pág. 30<br />
de tal manera que la misericordia, la gracia y el perdón puedan ser libremente extendidos al pecador<br />
arrepentido, sin comprometer la santidad de Dios o colocando en peligro la equidad de Su gobierno”.<br />
¡De acuerdo con esto [con la declaración anterior], Dios puede llevar a los pecadores al cielo, sin colocar<br />
en peligro Su gobierno! Todo lo que se necesita es arrepentimiento y perdón.<br />
QOD: “¡Para poder ser salvo, tiene que haber un perdón individual!<br />
A través de los sacrificios matutino y vespertino, ellos [los Israelitas] podían saber que sus pecados<br />
habían sido perdonados.<br />
El pecador individual no tenía absolutamente nada que hacer. Ellos eran ofrecidos a su favor, ya sea<br />
que buscasen o no sus beneficios”.<br />
¡No se menciona una única palabra [en QOD] acerca del hecho que el pueblo de Dios necesitaba abandonar<br />
aquellos pecados de sus vidas, de tal manera que pudieran ser borrados! Tal como lo presenta<br />
Froom, los pecados eliminados del universo serán pecados perdonados, pero no pecados abandonados.<br />
<strong>La</strong> nueva teología enseña que el juicio investigador de Dan. 8:14 solo se preocupa con el juicio contra<br />
el cuerno pequeño. Aun cuando este error no está en QOD, George Knight lo inserta en sus notas en la<br />
nueva edición reimpresa:<br />
“<strong>La</strong> „purificación‟ o juicio de Dan. 8:14 está contextualmente relacionada con el cuerno pequeño, en<br />
vez de estarlo con el pueblo de Dios”.<br />
Tanto cuanto le concierne a la nueva teología, el juicio investigador es apenas un “juicio pre-Advento”<br />
que está preocupado con el poder del cuerno pequeño. No es una investigación de las vidas o de la obediencia<br />
del pueblo de Dios. Encontramos la misma definición del juicio investigador al no proveer ninguna<br />
expiación, sino que apenas una obra de juicio sobre el cuerno pequeño, en el libro resultante,<br />
CFASD.<br />
“<strong>La</strong>s visiones de Daniel apuntan hacia un juicio pre-Advento en el cual Dios asegurará un veredicto de<br />
condenación sobre el cuerno pequeño…”.<br />
“Mientras el juicio trae condenación sobre el poder apóstata del cuerno pequeño, esta es „hecha a favor<br />
de los santos del <strong>Al</strong>tísimo‟”.<br />
Santificación. En el nuevo libro [CFASD], la santificación es formada en nosotros a través de la “gracia”<br />
de Cristo, aparte de cualquier obediencia por parte nuestra.<br />
“Muchos creen erradamente que su permanencia ante Dios depende de sus buenas o malas acciones…<br />
Ni la justificación ni la santificación es el resultado de obras meritorias”.<br />
En la página 123, el lector es enseñado que cuando el pecador va por primera vez a Cristo, él es instantáneamente<br />
santificado y redimido (salvado). Después de eso, siguen dos “santificaciones” adicionales.<br />
“<strong>La</strong>s tres fases de la santificación que presenta la Biblia son: (1) un acto realizado en el pasado del creyente;<br />
(2) un proceso en la experiencia presente del creyente; (3) y el resultado final que el creyente<br />
experimenta al retorno de Cristo… En el momento de la justificación el creyente es también santificado…<br />
Él o ella se convierten en un „santo‟. En ese instante el nuevo creyente es redimido… y le pertenece<br />
totalmente a Dios”.<br />
Este “acto realizado” de santificación en el pasado del creyente es declarado ser instantáneo y acompaña<br />
a la redención en el momento en que él fue por primera a Dios. Pero ese concepto de santificación<br />
instantánea completa es extraño a nuestras enseñanzas de la Biblia y del Espíritu de Profecía.<br />
El tercer tipo de santificación es tan imaginaria como la primera: Gulley nos dice que nosotros recibimos<br />
algo de una nueva “santificación” cuando Jesús vuelva. <strong>La</strong> verdad es que, en la segunda venida de<br />
Cristo, los fieles son glorificados; ¡ellos no son santificados! El error básico aquí es que nosotros fuimos<br />
salvos en la conversión y después navegamos en una “santificación” presente.<br />
Obediencia. <strong>La</strong> moderna teología Protestante apóstata enseña que no se supone que tengamos que<br />
obedecer la ley de Dios (porque Cristo la obedece por nosotros), no podemos obedecer la ley de Dios<br />
(porque estamos presos al pecado original), y Él no quiere que tratemos de obedecer Su ley (porque la<br />
ley ha sido abolida). <strong>La</strong> obediencia es simplemente el “fruto” que crecerá por sí mismo.