año13/ n°82 / abril1995 - caena

temas pendientes. Chile presenta un capítulo
aparte pues la transparencia e intercambio
de información se tradujo en 1994
en un aumento en el comercio de carnes
que oscila entre el 60 y 70%. Chile abrió
sus puertos para que Argentina tenga acceso
más libre a los mercados de Asia.
También el hecho de que durante el episodio
de aftosa del norte de la Patagonia,
Chile dejó abiertas sus puertas y participó
en la solución del problema, evidencia el
estado de las relaciones. Respecto de Asia,
los esfuerzos realizados en 1993 y 1994 para
modificar el criterio de "riesgo cero",
exigido por Japón, Corea, Taiwán y en
cierta manera China, han permitido obtener
algún progreso. A esos países se ha entregado
la documentación para que a través
del GATT, se inicie un diálogo similar
al encarado con EE.UU.
Con Singapur y Malasia se abre el mercado
no sólo para carnes ovinas sino también
para las bovinas. Con Filipinas hay
un proyecto avanzado y un modelo de certificado.
En similar situación están las negociaciones
con Tailandia.
"Por todo esto —subrayó Cañé—, la
erradicación de la aftosa para 1997, no es
un objetivo lejano, simplemente todos
los sectores que participan en este esfuerzo
deben comprender que la sanidad es
el motor para cumplir tal propósito.
Recomendaciones del SENASA
Iniciada la Primera Campaña de 1995, el
SENASA difundió una serie de recomendaciones.
1) Cumplir con el plan de vacunación en
tiempo y forma.
2) Programar o reprogramar la vacunación
de los predios de acuerdo con los riesgos,
anticipándose en aquellos establecimientos
que padecieron focos y en los vecinos,
como en los que pueden presentar
riesgos, por el tipo de explotación o movimiento
de animales.
3) Comunicar al SENASA de inmediato
todo cuadro de sospecha.
4) Intimar a todos los productores, grandes
o pequeños, de zonas de quintas o
chacareros, a cumplir con las normas de
vacunación.
5) Los despachos y movimientos de ganado,
deben exhibir los certificados de las
dos vacunaciones en menores y las revacunaciones
en los casos de duda o riesgo.
RGROINDUSTRIR
Beneficios económicos
El mercado internacional de carnes y
subproductos dividió al mundo en dos circuitos,
el integrado por países aftósicos y el
no aftósico.
"En los últimos cinco años Argentina
está rompiendo ese cerco. Los beneficios
económicos son evidentes", finalizó señalando
Bernardo Cañé.
Respecto de éstos, la Dirección de Mercados
Ganaderos difundió recientemente los
precios de la hacienda en distintos países.
Argentina, integrante todavía del circuito
aftósico, tuvo un precio promedio por el
novillo de 76 centavos de dólar por kilo en
1994. La diferencia que obtuvieron los australianos
es sideral, ya que el promedio para
animales similares fue el año pasado de
1,09 dólar por kilo, que representan una diferencia
del 43% respecto de Argentina.
En las últimas semanas esa relación de
ha achicado tras los repuntes en nuestro
país, que tiene un precio de casi 80 centavos,
frente a los de Australia con sequía y
alta oferta circunstancial, que lo ubican en
poco más de un dólar. La diferencia es
igualmente importante, de casi el 30%.
Si los precios en Argentina sin aftosa eliminan
esa diferencia, también la avicultura
se verá beneficiada en alguna medida. Por
estos días —fines de marzo— el pollo vivo
tiene un precio similar al del novillo. Aún
con esta situación con escasos precedentes,
con paridades de precios entre novillos de
un país sin aftosa y los pollos vivos, los ingresos
de los avicultores rondarían el dólar
por kilo.
Debe tenerse en cuenta que en febrero el
pollo se vendió a un precio superior en un
12% al del novillo y que la diferencia promedio
para el quinquenio 1990-1994, fue de
un 26%.
Es probable que esa situación no vuelva a
repetirse con el Mercosur en marcha. También
es cierto que la relación histórica en
Brasil arroja un precio para el pollo equivalente
al 90% del precio del novillo. Pero incluso
en este caso, con un novillo sin aftosa
a un dólar por kilo, la situación de la avicultura
sería totalmente distinta. De hecho los
precios de fin de marzo, de unos 70 centavos
para el pollo, podrían estar en alrededor
de los 90, con suba de más del 20%, por lo
que cabe soñar con que la historia de la ganadería
argentina pueda dividirse un día
entre "antes y después de Cañé". A.R.R.