año13/ n°82 / abril1995 - caena

Durante el último trimestre
de 1994 toda la atención de
los ganaderos argentinos se
concentró en lo que estaba
pasando y podía pasar con
las exportaciones a Brasil.
Allá por noviembre el
novillo británico en
Argentina sólo valía unos 75
centavos (de peso o dólar) y
se decía que Brasil tenía
precios de u$s 1.20 a 1.30
por kilo para el muy inferior
de raza índica. Parecía
lógico esperar valores
similares para una carne
muy superior. "Para enero o
febrero tendremos un precio
de por ¡o menos un dólar",
decían muchos. Pero pasó el
primer trimestre del año y el
novillo apenas se mantenía
en alrededor de los
80 centavos.
RGROINDUSTRIR
ubo una suba importante en
enero, del 8% y se llegó a 85
centavos por kilo. Aquellos
pronósticos de fuertes alzas se
consolidaron. Pero la demanda
de Brasil se desinfló.
El promedio de febrero
fue de 80,2
centavos por kilo
•ja y cuando pro-
HHHp - mediaba marzo
volvía a
. acercarse a
aque­
Por Abel
Rodríguez
Mercado
de vacunos
Bajas en el Mercosur permiten
estimar topes de $ 0,85
para el novillo
llos 75 centavos previos a la entrada en
vigencia del Mercosur.
Los ganaderos ya no soñaban con un
novillo ni siquiera de un peso o dólar por
kilo. Es que a mediados de marzo ya habían
aparecido datos ciertos de la Secretaría
de Agricultura, Ganadería y Pesca —
SAGyP—, que pusieron muchas cosas en
su lugar.
En base a esos números se elaboraron
distintos análisis para los cuales, por lo
menos durante el primer semestre, cabía
esperar un tope de aproximadamente
unos 85 centavos, como también mínimos
que no perforarían el piso de 75.
Eran por otra parte los valores que distintos
voceros de la industria señalaban
como posibles para el sector.
Para la segunda mitad del año, esos
precios podrían superarse, era la impresión
de muchos, aunque las cifras que suministró
la Secretaría de Agricultura, a
las que se sumaron las pequeñas devaluaciones
del Real en Brasil, comenzaban a
sembrar algunas dudas.