Para todos - El Tiempo

1. Los anzoatiguenses disfrutaban las bondades naturales de la playa
de Maurica.
2. Las plazas principales de la ciudad eran los sitios de concentración.
3. Propios y visitantes pasaban ratos amenos en el Río Neverí
PLAZAS PARA EL ENCUENTRO
Carlos Yánez es un barcelonés
de 57 años que en su juventud
disfrutaba de las plazas de la
ciudad. Eran su espacio preferido
para recrearse y compartir
con familiares y amigos.
Entre sus recuerdos inolvidables
están las noches de retreta.
Cuenta que por las tardes,
la Plaza Bolívar de la capital se
convertía en un escenario cultural,
donde diversos grupos tocaban
música tradicional hasta
las 10:00 de la noche.
En la temporada decembrina
la diversión era mayor. Las misas
de aguinaldo y las parrandas
gaiteras eran dos de los acontecimientos
más esperados.
“Era típico esperar las misas
a las 4:00 de la madrugada. Los
muchachos nos reuníamos en
la plaza Boyacá de Barcelona,
pero en lugar de entrar a la
iglesia, nos quedábamos en la
plaza para lucir las pintas”, narra
Yánez, quien ha dedicado
buena parte de su vida a la
locución.
ESENCIA TURÍSTICA
Yánez asegura que, anteriormente,
las mejores reuniones
se hacían en las plazas, en los
ríos y en las playas. “A la gente le
gustaba disfrutar de las bondades
naturales”.
Cuenta que de muchacho se
escapaba del liceo con los amigos
para bañarse en el Río Neverí.
Mientras que con su familia visitaba
las cascadas de Chorrerón,
en Guanta, o playa Maurica.
Maximiliam Kopp, historiador,
profesor universitario y
cronista del municipio Diego
Bautista Urbaneja, explica que
la región comenzó su impulso
en la década de los 70.
Precisa que gracias a sus recursos
naturales, Anzoátegui se
consolidó en los años 80 como
uno de los principales destinos
turísticos del país. Miles de extranjeros
visitaban estas tierras,
y muchos de ellos se radicaron
en la zona.
“En esos años, el estado acogió
y formó una diversidad cultural
muy amplia. Anzoátegui
ofrecía más que turismo: un
buen clima y una economía
diversa que permitía desarrollar
actividades y proyectos de
p ro g re s o ”.
Kopp destaca la oferta académica
como otro factor que le
dio valor y realce a la región.
“Anzoátegui se convirtió, además
de Caracas y Mérida, en
ciudad universitaria, impulsada
por su actividad petrolera”.
Su posición geográfica era
sinónimo de prosperidad, lo
que permitió que habitantes y
visitantes hicieran de él, una
zona de crecimiento y oportunidades.
Quienes vivieron aquellos
años, dicen recordar una época
inolvidable, y esperan que lo que
se ha perdido en el camino mejore,
y que la juventud haga lo
propio para mantener la esencia
de un pueblo carismático, servicial
y trabajador.
18 DE MA RZO DE 2012 17