Información geográfica, hacia el tercer milenio - Inegi
Información geográfica, hacia el tercer milenio - Inegi
Información geográfica, hacia el tercer milenio - Inegi
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
INEGI. <strong>Información</strong> <strong>geográfica</strong>, <strong>hacia</strong> <strong>el</strong> <strong>tercer</strong> <strong>milenio</strong><br />
40<br />
Manu<strong>el</strong> Orozco y Berra.<br />
Carta General d<strong>el</strong> Imperio Mexicano, de 1864.<br />
ciudad de México. Colaborar con los intervencionistas<br />
no resultaba d<strong>el</strong> agrado de Antonio García Cubas, que<br />
prefirió dedicarse a trabajos particulares propios de<br />
su profesión de ingeniero. Lo mismo ocurrió con<br />
<strong>el</strong> ingeniero Díaz Covarrubias, quien era enemigo<br />
irreconciliable de los conservadores y optó por<br />
ausentarse de la ciudad. García Cubas, sin embargo,<br />
no pudo evitar que los franceses utilizaran la<br />
recientemente publicada Carta General para<br />
sus propósitos.<br />
Manu<strong>el</strong> Orozco y Berra, originario de la<br />
ciudad de México, nacido en 1816, fue un<br />
incansable estudioso y trabajador int<strong>el</strong>ectual<br />
que detentaba los títulos de ingeniero agrónomo por<br />
<strong>el</strong> Colegio de Minería de la ciudad de México y <strong>el</strong> de<br />
licenciado en derecho por <strong>el</strong> Seminario Palafoxiano<br />
de Puebla. Siempre defendió ante los franceses la<br />
capacidad de los científicos mexicanos.<br />
Un ejemplo de esto ocurrió cuando los<br />
intervencionistas crearon en París una comisión<br />
científica sobre México, que empezó a trabajar con<br />
datos y medidas que iban obteniendo<br />
apresuradamente los ingenieros militares franceses.<br />
De inmediato Orozco y Berra se opuso a esas<br />
actividades, por considerar absurdo que<br />
pretendieran empezar desde cero, cuando existían tan<br />
numerosos como valiosos estudios <strong>el</strong>aborados por los<br />
científicos mexicanos de todos los tiempos.<br />
La aportación más notable que realizó Manu<strong>el</strong><br />
Orozco y Berra al gobierno de Maximiliano fue la de<br />
planear y <strong>el</strong>aborar una nueva división política d<strong>el</strong><br />
territorio nacional. Esta división, que pretendía<br />
apoyarse en criterios sociales, políticos y geográficos<br />
rigurosamente científicos, creó 50 departamentos y<br />
fue promulgada por la Ley d<strong>el</strong> 3 de marzo de 1865,<br />
que tomó como base la Carta General de Antonio<br />
García Cubas, en tanto que –se aclaraba– era posible<br />
formar la carta oficial d<strong>el</strong> Imperio.<br />
En 1867, por cierto, se publicó una Carta<br />
General d<strong>el</strong> Imperio Mexicano, que ha sido<br />
equivocadamente atribuida a Orozco y Berra. Este<br />
documento, íntegramente derivado de la carta<br />
general de Antonio García Cubas, fue en realidad<br />
una edición comercial de la empresa Litográfica<br />
Decaen y Debray. Tan es así, que poco después, ya<br />
derribado <strong>el</strong> Imperio, la misma Carta se reeditó<br />
sustituyendo en <strong>el</strong> título “d<strong>el</strong> Imperio Mexicano” por<br />
“de la República Mexicana”.