San Pablo en su tiempo - Biblioteca Católica Digital
San Pablo en su tiempo - Biblioteca Católica Digital
San Pablo en su tiempo - Biblioteca Católica Digital
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Es preciso haber recorrido las vastas regiones de la planicie<br />
c<strong>en</strong>tral de Turquía para apreciar <strong>en</strong> <strong>su</strong> justo valor los<br />
esfuerzos físicos, sin hablar de la t<strong>en</strong>sión espiritual, que<br />
tuvo que desplegar <strong>Pablo</strong> para llevar el evangelio de provincia<br />
<strong>en</strong> provincia. A difer<strong>en</strong>cia de Palestina, de dim<strong>en</strong>siones<br />
modestas (dos o tres provincias de España), Siria y<br />
Anatolia sobre todo impon<strong>en</strong> a los viajeros largos recorridos.<br />
El relieve tan accid<strong>en</strong>tado de Turquía, los cambios<br />
bruscos de temperatura <strong>en</strong>tre la ribera <strong>su</strong>ave del Mediterráneo<br />
y el clima contin<strong>en</strong>tal del interior, con veranos tórridos<br />
e inviernos helados, añadían nuevas dificultades al<br />
camino 2<br />
Rehaci<strong>en</strong>do sin duda alguna el trazado secular de las<br />
pistas de las antiguas caravanas, los romanos dieron una<br />
perfección inigualada hasta <strong>en</strong>tonces a la red de caminos<br />
de <strong>su</strong> vasto imperio. Las numerosas piedras miliarias que<br />
sigu<strong>en</strong> jalonando todavía las estepas de Transjordania, de<br />
Siria y de Turquía dan bu<strong>en</strong>a fe de ello. En <strong>tiempo</strong>s de<br />
Augusto, Agripa recibió el <strong>en</strong>cargo de inspeccionar las<br />
provincias y recorrió incansablem<strong>en</strong>te el imperio de uno a<br />
otro cabo; al finalizar <strong>su</strong> misión, mandó dibujar <strong>en</strong> el Cam-<br />
Con <strong>su</strong>s bártulos cargados sobre mulos o sobre asnos,<br />
los viajeros de a pie no podían recorrer diariam<strong>en</strong>te más<br />
de 25 millas (la milla romana medía casi un kilómetro y<br />
medio); era la distancia media <strong>en</strong>tre los puestos de guardia<br />
que Augusto había ord<strong>en</strong>ado situar a lo largo de los<br />
caminos. Unas instalaciones elem<strong>en</strong>tales permitían a los<br />
hombres y a las bestias dormir con seguridad, pero sin<br />
ningún confort. La institución de estos puestos de guardia<br />
repres<strong>en</strong>taba un notable progreso, ya que sobre todo <strong>en</strong><br />
las regiones montañosas o semidesérticas no faltaban los<br />
bandidos. Por otra parte, habrá que contar con los propietarios<br />
poco escrupulosos que <strong>en</strong>viaban a <strong>su</strong>s ergástulos<br />
(cárceles de esclavos) a los viajeros a qui<strong>en</strong>es habían<br />
dado albergue. Tiberio tuvo que r<strong>en</strong>ovar contra este abuso<br />
abominable las medidas que ya antes había dictado<br />
Augusto (Suetonio, Augusto. 32, 1; Tiberio. 8, 2). Ade-<br />
1. Las rutas de <strong>Pablo</strong><br />
2. Condiciones de viaje<br />
po de Marte, <strong>en</strong> Roma, el trazado de las grandes vías que<br />
ponían a la capital <strong>en</strong> comunicación con las provincias<br />
más remotas. De aquel cuadro se derivan los dos grandes<br />
planos de caminos que conservamos de la antigüedad, el<br />
Itinerario de Antonio y la Tábula de Peutinger.<br />
Antioquía era un c<strong>en</strong>tro de primera importancia <strong>en</strong> los<br />
caminos; no es extraño que <strong>Pablo</strong> lo escogiera como base<br />
de partida. Entre los caminos célebres que recorrió el<br />
apóstol, citemos la Via Egnatia. que unía Roma con<br />
Bizancio. En <strong>su</strong> segundo viaje, <strong>Pablo</strong> desembarcará <strong>en</strong><br />
Neápolis y seguirá <strong>en</strong>tonces la Via Egnatia <strong>en</strong> Macedonia,<br />
con etapas <strong>en</strong> Filipos, Anfípolis, Apolonia y Tesalónica.<br />
Expulsado de esta ciudad, proseguirá <strong>su</strong> viaje hasta Pella;<br />
por una vía secundaria llegará a la pequeña ciudad de<br />
Berea. Al contrario, para ir a At<strong>en</strong>as escogerá el viaje por<br />
mar (Hech 17, 14).<br />
Durante <strong>su</strong> cautividad, <strong>Pablo</strong> recorrerá la más antigua y<br />
prestigiosa de las vías romanas, la Via Apia. Los Hechos<br />
han conservado el recuerdo de algunas etapas: Foro de<br />
Apio y Tres Tabernas.<br />
más, había que contar con "los perros salvajes, de <strong>en</strong>orme<br />
tamaño y ferocidad, acostumbrados a alim<strong>en</strong>tarse de la<br />
carroña abandonada <strong>en</strong> el campo y dispuestos a morder y<br />
a matar a los viajeros que iban por el camino" (Apuleyo,<br />
Metamorfosis. IX, 36), Y <strong>en</strong> invierno con las manadas de<br />
lobos que obligaban a los viajeros a cerrar filas (lbíd.• VIII,<br />
15). <strong>Pablo</strong> nos pres<strong>en</strong>ta una lista impresionante de estos<br />
peligros <strong>en</strong> el pasaje <strong>en</strong> que <strong>en</strong>umera los signos del apostolado<br />
(2 Cor 11, 22-27).<br />
2 Recom<strong>en</strong>damos una vez por todas el libro tan docum<strong>en</strong>tado y vivo<br />
de J. L. Vesco, En Méditerranéa avec I'apótre Pauto Cerio Paris 1972;<br />
véase también R. Chevallier, Les vaies ramaines. A. Colin, Paris ,1972; J.<br />
Siat. L'empire: ses routes au premier siécle: Le Monde de la Bible, n.o 5<br />
(1978) 16-22.