Enero - Revista Shalom

20
Enero 2008
Salud
- Cuando fuimos creados nos dieron el libre albedr’o. Siempre
estamos eligiendo pero no lo hacemos conscientemente. El problema
es que estamos condicionados a lo que aprendemos. Lo
dif’cil es no reaccionar, no decirle al otro lo que est‡ bien o mal.
Es un trabajo permanente con la parte interna, positiva, de inspiraci—n.
Las memorias son un programa que no funciona. El
Ho«oponopono es una reprogramaci—n, es tratar de traer esa
informaci—n de que hay una parte nuestra que Òsabe mejorÓ. Es
abrirse a las sincronizaciones, al flujo de la vida. Nosotros somos
nuestro peor obst‡culo en nuestros propios problemas.
Siendo contadora, Àc—mo logra la meditaci—n permanente?
- No estoy meditando todo el d’a. Tengo obligaciones: pagar mis
cuentas, ocuparme de mis hijos. Soy una persona muy pr‡ctica.
Yo pensŽ que la felicidad estaba en las cosas materiales y lleguŽ
a tener todo eso, pero yo misma no sab’a quŽ me pasaba. Era
una persona con muchas broncas, especialista en encontrarle lo
negativo a las cosas y me estaba haciendo mucho da–o a m’ y
mi familia. Un d’a mi hijo me habl— con ese mismo resentimiento
y ese d’a despertŽ: tomŽ un seminario de ira y en mi vida
aparecieron muchos maestros. En los seminarios que hice hab’a
mucho drama, as’ que hice varios cursos de ÒSelf Identity Thru
HopeÓ, hasta que un d’a sent’ que hab’a encontrado lo que estaba
buscando. A travŽs de esto comparto mis experiencias, ense-
–o mediante historias, cuentos. Intento despertar a la gente.
Siento que es mi obligaci—n compartir mi informaci—n. Aprend’
que estamos aqu’ para salvarnos a nosotros y salvar a otros. Es
un trabajo de profundizaci—n, es darse permiso para que esa
parte borre las memorias de nosotros, nuestros familiares y la
Tierra. No somos tan chiquitos como pensamos. La paz empieza
con nosotros. Aprend’ que no tengo que ser perfecta.
Imag’nate: argentina, contadora y jud’a. Aprend’ que lo que los
dem‡s dicen de m’ no es importante. Ponerse en primer lugar
no es ser ego’sta. Aprend’ a decir Òno sŽÓ. Esto da permiso al
otro, cambia la energ’a y nos hace ser un poco m‡s humildes.
Definitivamente, antes no era feliz. El universo nos sorprende,
nos tiene preparado m‡s de lo que hubiŽsemos imaginado.
ÀSe puede vincular esto con la religi—n?
- Es dif’cil relacionarlo con la religi—n. Esto viene m‡s de un poder
que tenemos adentro. A travŽs de la religi—n buscamos el
consejo afuera. Yo le digo a la gente que hay algo muy importante,
que si lo encuentran yendo a Shabbat, tienen que ir. Pero
s’ tenemos que despertar. No tenemos m‡s tiempo. La Tierra
va a evolucionar con o sin nosotros. Es un regalo para nosotros
estar en este momento aqu’, porque el universo est‡
cambiando. Si realmente soltamos y vemos que las cosas aparecen
como oportunidades, el tœnel puede ser m‡s corto. S’
hay algo en el juda’smo que es el D’a del Perd—n, pero yo pido
perd—n todo el d’a. Y cuando hablo de perd—n no hablo de culpas
sino que tenemos la oportunidad de remendar las cosas,
pero dentro nuestro. No hace falta pedirle perd—n al otro; es
c—mo estar en paz sin importar lo que pase alrededor nuestro.
Las cosas tambiŽn me vienen y momento a momento hago
elecciones. Hay que tomar conciencia de la responsabilidad de
Mabel Katz naci— en Argentina y emigr— a California, Estados Unidos, en 1983. Contadora de profesi—n, en
1997 decidi— iniciar su propia empresa. Su descubrimiento m‡s revelador ha sido su identidad personal.
D‡ndose cuenta de sus talentos naturales, ha sido capaz de ayudar a otros a ayudarse a s’ mismos a travŽs
del Ho'oponopono (en hawaiano, Òrectificar un errorÓ), un antiguo proceso hawaiano de obtener paz interior
y resolver los problemas. Fundadora de Your Business Inc., Mabel comparte con la gente c—mo manejar
los problemas de forma exitosa tanto en lo personal como profesional, de formas no estresantes. Su acercamiento
visionario a la vida y los negocios requiere la libertad para preguntarse ÀquŽ pasar’a si...?. Mabel
es oradora, escritora, l’der de seminarios y conductora de programas de radio y televisi—n en Los çngeles.