LUIS LÓPEZ DE MESA Y EL DEBATE EN TORNO A ... - Colciencias

Es interesante la narrativa utilizada por este autor. Pero mucho más interesante puede
resultar la confrontación de las palabras escritas por Aline Helg cuando lo cataloga como
determinista al hablar de la mirada que tiene del pueblo colombiano, y en especial cuando
describe la psicología del negro y del indígena 19 , pues realiza un análisis étnico frente a la
mezcla de razas en Colombia, advirtiendo los posibles conflictos incidentales que se
puedan presentar al afirmar que en la banda oriental, es decir, de Ipiales a la Guajira el
español se fue mezclando con el indígena, y en la occidental, de Santa Marta a Tumaco con
negros de origen africano.
Hasta aquí no hay problema con la afirmación de Helg, pero debemos citar las palabras
directas de López de Mesa para enfrentar las posiciones con respecto al negro y el indígena:
“Se está dicho, y parece verdad, que el negro es un niño grande: vluptuoso, enamorado de
la vida, de la danza, de la música y del canto; ríe con los labios, con los ojos, con las manos
y los pies; […] se pliega al medio ambiente en lengua, religión, política y costumbres
sociales; curioso, vanidoso y zalamero, tiene virtudes de fidelidad y buen compañerismo,
como lo demostró en el período de la esclavitud, y que aún hoy hacen de él un buen
camarada […] por gratitud es adicto al partido liberal, del que recibió la libertad absoluta a
mediados de siglo XIX”. Frente a esta cita, Helg afirma que López de Mesa “comparaba
esquemáticamente la psicología del negro con la de un niño despreocupado”.
De otro lado, esta historiadora dice que dicho autor compara la psicología del indígena
con la de “un anciano malicioso”. Veamos: “el indígena del altiplano oriental semeja, al
revés, un viejo prematuro: melancólico, malicioso y apartado, que conserva en el fondo la
psicología de su raza; acepta el cristianismo a ciegas, no entiende bien la moral europea;
frío en sus emociones…madura el pensamiento semanas y meses; lo analiza, lo
compara…Cobarde en la lucha cuerpo a cuerpo, su apagada sensibilidad y su fatalismo lo
hacen uno de los mejores soldados de la república por la disciplina en el cuartel…En
política carece de ideales, por lo cual es venal, si así puede llamarse su incondicionada
sumisión a los patrones. No obstante, tal vez en el fondo guarda cierta gratitud con el clero
por los favores que su raza ha recibido a veces de él, y tenga de ahí la vaga inclinación al
conservatismo”.
La mezcla de estas dos razas con el español dará otras cualidades que pueden incluso
determinar las inclinaciones intelectuales, laborales, físicas y mentales de la raza
colombiana, describiendo entonces que el mestizo (blanco + indio) adquiere sutileza, don
de análisis, benéfica inquietud que le permiten enderezar su rumbo hacia buenas posiciones
en la política, el sacerdocio, la jurisprudencia, y se inclinará a los asuntos especulativos de
la civilización. Mientras que el mulato se dedicará más al progreso material, pues elevará a
orgullo la ingenua vanidad del negro, seguirá siendo voluptuoso pero ya más activo y
emprendedor, amable y rebelde. Se inclinará al amor por la literatura, la oratoria y la
poesía; gustará del lujo, derrochará fácilmente lo que consigue. Para López de Mesa
19 Véase HELG, Aline. Op.Cit., p.152, y LÓPEZ DE MESA, Luis. Ibid., pp.21-23.
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