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“Ejecución de la secta…” a los disidentes se les presentaba como miembros enfermos de una secta perversa,
otras culturas los presentaban como masones, o rojos, o yonkies, o terroristas. La secta de los apestados, los
de la muerte negra, por su pecado de generar e infectar la herramienta con el virus apestoso. Apestoso por
el olor a carne podrida que producía en su víctima. La víctima era la herramienta. Un instrumento que era una
forma de vida, el objeto que había de salvarlos de su amenazado destino. La Herramienta eran los Andrónidos.
De hecho los condenados no eran los miembros de la “secta”, sino sus descendientes, y aquella ejecución un
montaje público para recordar a todos que la decisión estaba tomada y que nadie debía intentar detener el plan
de evacuación, el EVA-Q0.
Mientras llegaba y se esperaba al resto de asistentes, XRCD1 empezo a recordar la secta de los apestados y
sus partidarios que bajo el principio de que no se podía forzar el destino intentaron cambiar el rumbo de la
historia. Creían que si la vida aparecía de forma casual, su desaparición de la misma manera era lógica, coherente
y no alteraría el orden universal, en el que creían con fanatismo religioso y el cual no se debía perturbar. Tras
quinientos años de existencia secreta, consiguieron dar un golpe que todos juzgaron de maestro, pero abortado
a tiempo por la guardia del consejo, gracias a una serie de coincidencias absurdas, poco antes de conseguir
sus objetivos. Desde entonces, todos los sectarios (o sólo los que se encontraban, aunque aseguraban y
reaseguraban que no había más), fueron ajusticiados, calcinados al sol exterior después de haberles arrancado
su coraza. El castigo público sólo respondía al miedo del consejo de que algo así se repitiese.
Desde entonces, una vez una generación de descendientes se había reproducido, era rápidamente aprisionada
hasta el día de la reunión mayor del consejo donde serian ajusticiados. Los recién nacidos eran encerrados en
campos de trabajo hasta que llegaban a la edad de procrear y el macabro rito se repetía. Evidentemente los
víctimas habían intentado acabar con semejante crueldad innecesaria suiciándose, pero eran obligados a
preservarse y reproducirse hasta el dia de la ejecución. De hecho, los insectianos estaban diseñados de tal
manera que no podían evitar el reproducirse sin morir. Llegada la edad madura, si el proceso no era inhibido
artificialmente, el insectiano entraba es una especie de letargo y sus componentes, reorganizados en decenas
de diminutos insectianos, salían dejando un caparazón hueco, donde se había acumulado todo el material de
desecho de la transformación, que era abandonado al sol, donde se calcinaba en polvo en poco tiempo.
Mientras los nuevos cachorros revoloteaban como mariposas de chapa entusiasmadas por recibir el sol sobre
sus corazas.
Así estaba XRCD1 absorto cuando sonaron tres zumbidos fuertes y grabes y la sala se sumió en el más profundo
de los silencios. En el centro de la sala oval había una amplia explanada con un foso circular de unos 10 metros
de ancho que separaba el resto de la sala de una torre enterrada coronada con tres tronos, dispuestos espalda
con espalda, formando un triángulo. Por la pared interna del foso, la pared externa de la torre, ascendía una
escalera en espiral, tallada en la piedra viva, que daba acceso a esos tronos. Tres insectianos apropiadamente
garabateados con los dibujos estatutarios, pinturas brillantes por todo el cuerpo, llegaron por la escalera y se
sentaron en los tronos. Transcurridos unos instantes, tras una señal del que tenia XRVS… justo delante,
comenzaron las ejecuciones. Al principio ni pasó ni se oyó nada, nadie se atrevía a comunicarse con otros por
temor a ser oído, y en el mejor de las casos tratado de irreverente.
XRCD1 osó mirar a su derecha y vio a XRCVS… completamente paralizada mirando hacia delante, más o
menos, como todo el mundo en la sala.
De repente se empezaron a escuchar gritos y zumbidos de agonía que venían en aumento. Esta vez iban a ser
unos setecientos. Se les habían arrancado sus alas coraza, su protección. Hacía siglos que no volaban más
allá de las primeras semanas tras el alumbramiento. El dolor de la ablación era tremendo, y estaban atados al
sol en una de las horas de máxima irradiación para que desprovistos de su coraza se calcinasen. El lugar de
la ejecución debía ser muy próximo a la sala, pero nadie osaba moverse ni mirar. Todos horrorizados de lo que
debían estar sufriendo las pobres víctimas. Aquello podía durar horas y horas. Afortunadamente para ellos, al
cabo de una media hora los pobres inocentes perdían parte de su cerebro que se evaporaba o se quedaba
seco, y con ello perdían la capacidad de gritar o zumbar, y se quedaban el resto del tiempo sufriendo en silencio.
Sólo se escapaban algunos quejidos automáticos, e imperceptibles desde la sala del consejo. Tras la media
hora XRCD1 respiró aliviado, si aquello hubiese durado un poco más se hubiese vuelto loco, y eso le hubiese
gustado al consejo que lo hubiese detectado y eliminado con rapidez. De hecho ese era el objetivos: atemorizar
a la población y buscar posibles rebeldes… el ruido producido por los torturados (cínicamente llamado El llanto
del Sol) era transportado por los corredores de la red de manera que ningún habitante del planeta pudiese no
oírlo.
El portavoz de los tres super consejeros se dispuso ha hablar y todos se movieron en poco en el asiento, la
mayoría tenían los miembros anquilosados y entumecidos de la tensión porque sin darse apenas cuenta llevaban
paralizados casi una hora.
Así empezaba la reunión con todos los testimonios, algunos aún temblorosos. El portavoz, tras ponerse de pié
y mover la cabeza en todas direcciones, empezó el discurso:
- aaaahahahahggg… .Bienvenidossssss… seaissssss todosssssss
– tirano!! Pensó XRCD1
- Teneis la suerte de participar a la reunión del consejo inicialmente prevista para de aquí 100 años. Las razones
de este adelanto no podrian ser más buenas. Nos hemos reunido en este momento porque el Plan avanza más
rápido de lo previsto, con lo cual, el temor de falta de tiempo u otro posible sabotaje desaparece. Pronto el
planeta de acogida estará preparado. –Aquí hizo un silencio y observo de punta a punta la sala con lentitud y
satisfacción como si buscase la aprobación de cada uno de los presentes-. Nuestros ultimos informes recogidos
por los estaciones orbitando alrededor del planeta anfitrion y los sensores puestos en la superficie nos confirman
que el proceso avanza más rápido de lo previsto y que ya nos encontramos muy cerca del colapso. Todo va
bien y los habitantes del Planeta Naranja nunca encontrarán nuestros huellas o puntos de toma de datos, ni
tampoco, evidentemente, la Herramienta..