En la foto, tomada al E de Toreno

En la foto, tomada al E de Toreno, se aprecia claramente la desarticulación espacial que supone la explotación a cielo abierto,
en la que la extracción del carbón significa la ocupación y destrucción de zonas que tradicionalmente tenían un aprovechamiento
de tipo agropecuario (en este caso antiguas tierras de labor, pastizales y sotos de castaños).
Los sectores norte y este de El Bierzo están ocupados por pequeñas
depresiones que a modo de escalones intermedios enlazan las
montañas y sierras de altas cumbres con la Hoya propiamente dicha.
De oeste a este nos encontramos las depresiones que nosotros
denominamos como: Fabero-Toreno, Noceda, y en posición más
meridional y de mayor tamaño, la de Bembibre. Las tres presentan
una altitud superior a la de la Hoya, siempre por encima de los 600
m. (Fabero, 679 m.; Noceda, 854 m. o Bembibre, 646 m.) en tanto
que sus bordes superan los 1.500 m., en el borde S. (Sierra del
Redondal, 1.565 m.) y los 1.700 m. en el N. (Gistredo, 1.721 m.). A
pesar de observarse estos acusados contrastes topográficos entre los
distintos municipios que integran el Alto Bierzo, la actividad minera
confiere a esta zona una cierta homogeneidad y una fisonomía propias
que la individualizan y distinguen tanto de la Montaña como de la
Hoya Bercianas.
42 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS

1. UN RELIEVE
MARCADO POR LAS
FALLAS DEL SUSTRATO
ROCOSO Y EL
ENCAJAMIENTO DE LOS
RIOS
Las diferencias altitudinales
son resultado de la existencia de
bloques fallados y desnivelados,
produciéndose el hundimiento
de algunas áreas respecto a otras
que permanecieron elevadas y en
resalte, con diferencias de más
de 500 m. de desnivel en pocos
Km. de distancia, lo que supone
la formación de fuertes pendientes,
superiores incluso al 20%.
Estas fallas, de origen antiguo,
que motivaron la desnivelación
del espacio tienen dos direcciones
principales: unas presentan
direcciones E-0, como
las de Labaniego, la de Fresnedo
o la de Noceda y otras transversales
a las anteriores de dirección
N-S, como las que siguen
los valles principales, que compartimentaron
los bloques, enmarcando
y diferenciando las
distintas cuencas.
En ocasiones la
minería a cielo
abierto se
instala sobre
espacios con un
indudable valor
ecológico como
en este caso al
ocupar un
encinar
localizado al
de Torre del
Bierzo
El hundimiento de algunos de
estos bloques provocó una sedimentación
y colmatación de las
áreas rebajadas con materiales
procedentes de la erosión de las
partes elevadas próximas, compuesta
por arenas, arcillas y conglomerados
de cantos de cuartilla,
pizarras y en menor medida
de cuarzo, que forman las diferentes
«manchas sedimentarias»
El medio físico
y que presentan una fuerte coloración
rojiza, aunque en algunos
puntos se torna ocre y amarillenta,
como al S. de Noceda. Se trata
de las arcillas muy cimentadas
denominadas «barro-peña» que
aparecen en el subsuelo a varios
metros de profundidad y que en
superficie se tornan más pedregosas.
La erosión fluvial ha modela-

Localidades
Cuadro 1
Pluviosidad media anual del Alto Bierzo
( Período 1970-83)
Precipitación
en mm.
Lillo del Bierzo .......................................................................... 973,1
Vega de Espinareda .................................................................. 659,7
Robledo de las Traviesas ......................................................... 861,2
Noceda ........................................................................................ 977,5
Quintana de Fuseros ................................................................ 1.188,0
Bembibre .................................................................................... 749,7
Folgoso de la Ribera ................................................................. 899,6
Fuente: E.N.D.E.S.A., Servicio de Hidrología. Datos sobre pluviometría.
do sobre estos materiales blandos
un paisaje ondulado de valles
en forma de artesa, en los
que los ríos han dejado varios
niveles de terrazas, y que representan
las mejores tierras de cultivo,
sobre las que se asientan
huertas y prados de regadío.
Estos valles discurren en paralelo,
con direcciones N-S,
adaptándose a las líneas de falla,
han dejado en medio interfluvios
planos ligeramente inclinados
hacia el S y el SO. Cuando
atraviesan los bloques elevados,
formados por materiales
duros, los ríos se encajan formando
congostos y escotaduras
que permiten la intercomunicación
entre las depresiones; así
ocurre en el río Cúa, aguas abajo
de Vega de Espinareda, en el
Sil en Congosto, en el río Noceda
en Arlanza o en el Boeza en
Folgoso de la Ribera, buscando
su salida hacia la Hoya.
Una consideración aparte merece
la zona más oriental de El
Bierzo Alto, ocupada por el valle
del río Tremor y sus afluentes
y que se corresponde con un
bloque intermedio semihundido,
formado por materiales del carbonífero
(pizarras, areniscas y
capas de carbón), que enlaza la
depresión de Bembibre (en torno
a los 700 m. de altitud) con
Los Montes de León y el Puerto
de Manzanal (1.230 m.).
La mayoría de los cursos de
agua de estas áreas presentan un
grave deterioro ambiental en la
calidad de sus aguas, como consecuencia
de las labores de lava-
44 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS
do del carbón y los vertidos directos
de las aguas urbanas.
Contaminación que ha hecho
desaparecer gran parte de la vida
de sus aguas, como consecuencia
de las labores de lavado
del carbón y los vertidos directos
de las aguas urbanas. Contaminación
que ha hecho desaparecer
gran parte de la vida de sus
aguas, convirtiendo a algunos de
sus tramos en verdaderas zonas
muertas. Este fenómeno se ve
acrecentado en los veranos cuando
el déficit es más acusado y los
caudales mínimos.
2. LAS CONDICIONES
CLIMATICAS Y EL
PAISAJE VEGETAL
Un clima de acusados contras-
Rodrigatos de las
Regueras, pequeño
núcleo del Alto Bierzo
rodeado de castaños y
nogales quizá hoy día
despoblado de no haber
mediado la explotación
de carbón en sus
proximidades; al fondo,
en segundo término se
aprecia una zona
intensamente trabajada
por una explotación
minera a cielo abierto.
tes entre los bordes elevados y
las zonas deprimidas caracteriza
estas cuencas. Contrastes pluviométricos,
que oscilan entre
los más de 1.000 mm. en los primeros
(Igüeña, 1.162 mm.; Tremor
de Arriba, 1.036 mm.) y los
700-800 mm. de las segundas
(Vega de Espinareda, 660 mm.;
Bembibre, 750 mm.).
Las precipitaciones están irregularmente
repartidas a lo largo
del año, ya que se concentran en
el otoño e invierno, pudiendo
recogerse hasta 50 1/m/2 algún
mes y siendo frecuentes las nevadas,
en tanto que los meses de
verano acusan un pronunciado
déficit de precipitaciones, más
fuerte en las zonas bajas, con
meses que apenas alcanzan los 3

l/m/2 . Para tener una idea más
clara de lo que estos datos pueden
representar, se pueden comparar
con los referidos a la Montaña
Berciana, reflejados en el
fascículo anterior y los que aparecerán
recogidos en el n.° 4 referidos
a la Hoya.
Los inviernos más o menos
cortos y no muy fuertes, con
temperaturas medias en torno a
los 3° C y 5° C contrastan con
unos veranos cálidos de matiz
mediterráneo con temperaturas
medias de 19° C y 20° C que se
prolongan a los primeros meses
del otoño, lo que provoca una
gran irregularidad del mes de
septiembre, como recoge el refrán
popular: «Septiembre o seca
las fuentes o arrastra los
puentes». La primavera, en contraposición
al otoño, presenta
un carácter más frío prolongándose
el período de heladas hasta
abril, no siendo raras las heladas
tardías en el mes de mayo.
ALTO BIERZO
Red fluvial y principales formaciones arbóreos.
Montaña Filomena
Montaña Berciana
Tal vez sea en la vegetación
natural donde con más nitidez se
marque el carácter de transición
de estas cuencas, pues junto a
bosques de vegetación atlántica
dominados por el rebollo (Q.
pyrenaica) y el roble (Q. petrea),
muy reducidos por la intensa labor
deforestadora del hombre,
sustituidos por la urz y el piorno,
y que ocupan fundamentalmente
las umbrías; aparecen especies
mediterráneas, como la
encina (Q. ilex rotundifolia), sobre
suelos pizarrosos y siempre
en las solanas, que con la jara
(Cystus ladaniferus) el tomillo
(Timus vulgaris) y los madroños
(Arbutus unedo) completan esta
vegetación de tipo mediterráneo.
Aunque no es raro ver robles y
encinas entremezclados en algunos
de estos valles.
De gran importancia, por su
aprovechamiento, son los «soutos»
de castaños (Castania sativa)
muchos de ellos en planta-
ción y que aparecen con profusión
en estas cuencas; núcleos
como Berlanga del Bierzo, Noceda
o San Pedro Castañero son
buenos ejemplos.
Las vegas y riberas de los ríos,
a su vez, presentan una variada
vegetación en la que el chopo
(Populus nigra) y las variedades
de rápido crecimiento (Populus
eurocanadiensis) son los más
abundantes formando unas estrechas,
pero alargadas franjas
en los fondos de los valles, especialmente
en el Boeza. Junto a
éstos no faltan los alisos o «humeros»,
los fresnos y los sauces.
Hay que hacer mención especial,
por la impronta paisajística
y su valor económico, de las repoblaciones
forestales realizadas
con coníferas (Pinus pinaster)
principalmente. En su conjunto
las masas forestales ocupan unas
40.268 Has., lo que supone un
39,2% de la superficie.
Cepeda
Y
Moraga feria
_ PINOS (P silveetre, P brida y P negral )
A
ROBLES I O.pyrenceca y °Rete*, ).
_ CASTAÑOS( C.zatIva
_Vega del Boa= ( Repudio*, huerta y choperae)
LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 45

La minería del carbón, clave económica en la
organización del espacio comarcal
1. LA TARDIA
EXPLOTACION MINERA
La explotación de recursos no
renovables, carbón esencialmente,
ha sido a lo largo del presente
siglo el fundamento sobre el
que descansa la economía del
Alto Bierzo. La existencia de
carbón en esta zona ya era conocida
al menos desde finales
del S. XVIII; así, cuando se estaba
construyendo el Camino
Real a Galicia se refleja en una
memoria de LE-MAUR el hallazgo
de carbón entre Bembibre
y Astorga en la denominada
«Cuesta del Morueco» (actualmente
hay un «Alto del Murueco»
al W. de la localidad minera
de Cerezal de Tremor), en la
que se refiere a varios bancos de
carbón hallados en ese lugar y
que tenían una anchura de «pie
y medio de ancho»; asimismo,
este autor considera el descubrimiento
de este recurso como de
capital importancia pues vendría
a sustituir como combustible al
carbón vegetal en una comarca
en que la vegetación arbórea era
tan escasa y estaba tan maltratada.
A pesar de ello, a mediados
del S. XIX, MADOZ cita como
una de las principales industrias
de localidades de Espina de Tremor
o Brañuelas, la elaboración
de carbón vegetal, por lo que podemos
decir que los yacimientos
de carbón estaban prácticamente
intactos; lo paradójico era que
en ocasiones ese carboneo se realizaba
a partir de la tala de árboles
o del arranque de cepos de
urz situados sobre ricas capas de
antracita.
Si la extracción de carbónes
en la provincia se retrasa en relación
a otras cuencas como la
asturiana, la cuenca del Bierzo
es quizá la que más tarda en ponerse
en plena explotación, ya
que determinados sectores como
la zona oriental de Fabero no
aparece como carbonífero en algunas
memorias geológicas de
principios del presente siglo. La
lentitud y el retraso de la puesta
en explotación del carbón en el
Alto Bierzo se debe a dos factores
fundamentalmente; por un
lado la dificultad que representaba
el laboreo de unos yacimientos
excesivamente complejos
desde el punto de vista estructural,
así como a los impedimentos
para sacar posteriormente
ese carbón como consecuencia
de la muy deficiente infraestructura
viaria que existía a principios
de siglo.
Por otro lado, la ausencia de
capital fue sin duda el factor
más determinante, pues a la
inexistencia de capital local dirigido
a esta actividad, hay que
sumar, durante mucho tiempo,
la polarización del capital nacional
(vasco y madrileño, esencialmente)
y extranjero a otras cuencas
como la de Matallana o la de
Sabero. Por eso, a pesar de que
ya en 1885 el ferrocarril a Galicia
atraviesa la cuenca Bembibre-Torre,
las primeras sociedades
antraciteras importantes de
En las zonas
montañosas las
grandes
acumulaciones de
estériles disputan
los reducidos
espacios de
menor pendiente
a otros tipos de
aprovechamiento
como es el caso
de prados y
pastizales (NE de
Igüeña).

la zona se fundaron mucho más
tarde: «Antracitas de La Espina»
en 1917, «Antracitas de Brañuelas»
en 1918 y «Antracitas de
Albares y Torre» en 1919.
LA MINERIA
TRADICIONAL:
FRAGMENTACION Y
EXPLOTACION
COYUNTURAL
La aparición de estas primeras
empresas coincide en el tiempo
con la expansión de la mine-
ría del carbón durante la 1
Guerra Mundial. También lo hace
con la inauguración del ferrocarril
minero Ponferrada-Villablino,
que no sólo va a drenar
hacia el ferrocarril principal en
Ponferrada los carbones de la
cuenca de Laciana, sino la de
aquellos situados sobre o próximos
a su trazado. Por esta razón,
la construcción de esta vía
supone una fuerte demanda de
espacio minero a lo largo del valle
del Sil, de tal forma que, por
ejemplo, del Total de concesiones
mineras de carbón de municipios
9
13
17
45
6
13
13
36
3
155
339
Cuadro 2
37
65
48
155
11
59
109
186
5
675
1.530
7.151
6.841
4.107
7.709
3.453
2.962
5.532
8.435
1.681
47.871
121.878
como Toreno o Páramo del Sil,
el 44,9% y el 57,6%, respectivamente,
se otorgan en el período
1914-20.
No obstante la incomunicación
tradicional de muchos sectores
del Alto Bierzo supuso un
esfuerzo constante para las empresas,
pues tuvieron que contruir
cables aéreos para sacar el
carbón hasta el ferrocarril. Así
los cables, hoy fuera de servicio,
que se construyen desde la cuenca
de Fabero hasta el valle del
Sil, o el que todavía hoy une
Minería del carbón del Alto Bierzo. Superficies, número de concesiones y de
titulares (al 31-XII-1984)
Bembibre
Fabero
Folgoso
Lgüeña
Noceda
Páramo
Toreno
Torre
Vega de Espinareda
Suma
TOTAL PROVLNCLA
Número de
titulares
Número de Sup. (ha)
concesiones concesiones
Fuente: Registro General de Concesiones Mineras. Elaboración propia.
Sup. media Sup. media
concesiones titular
193
105
88
50
314
50
51
45
336
794
526
242
171
591
228
426
234
560
LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 47

A lo largo del Sil se aúnan varias formas de explotación de los recursos naturales: carbón y energía hidráulica. Santa Cruz
del Sil.
Tremor de Arriba con Brañuelas
en el ferrocarril a Galicia.
La explotación del carbón en
esta comarca se caracteriza porque
descansa sobre un espacio
minero excesivamente fragmentado.
En total hay 47.871 Ha. en
régimen de concesión repartidas
entre 675 concesiones. Municipios
en los que la extracción de
carbón es una actividad principal
desde hace décadas como
Torre, Toreno, Páramo o Igüeña,
tienen una superficie media
de la concesión de menos de dos
cuadrículas mineras (muy próxima,
por tanto, al tope de una
cuadrícula que la vigente Ley de
Minas considera mínimo para
poder realizar una explotación).
Sobre ese espacio sumamente
dividido, se superpone una propiedad
de similares características.
El número total de 155 titulares
así lo indica, aunque en la
práctica sean aproximadamente
la mitad el número de empresas
que actualmente trabajan en la
zona.
48 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS
Salvo algunas empresas de tipo
medio, la mayoría de éstas
son pequeñas empresas antraciteras,
tanto por el volumen de
producción obtenido, como por
las reducidas plantillas con las
que trabajan. La proliferación
de pequeñas empresas, paradigmática
en casos como el Alto
Bierzo oriental, imposibilita la
investigación sistemática de los
yacimientos para establecer la
importancia y localización del
recurso.
Por otro lado, la excesiva
fragmentación de la propiedad
minera ha provocado en todas
las fases expansivas del carbón
(durante la I Guerra Mundial, en
la posguerra española, e incluso
en la última década) un aumento
considerable de explotaciones
de carácter eminentemente coyuntural,
son las denominadas
«minas de ocasión».
La mayoría de estos mineros
ocasionales tenían como objetivo
fundamental el producir carbón,
generalmente de baja cali-
dad, ya que en períodos de crisis
energética la demanda lo absorbe
todo. Por el contrario, las
épocas en que la demanda cae,
como ocurre a finales de la década
de los cincuenta, han supuesto
el cierre progresivo de estas
pequeñas explotaciones y la
persistencia de otras, generalmente
las de mayor dimensión,
casi siempre en condiciones precarias
e inducidas a una profunda
descapitalización .
A pesar de todo, la producción
global de antracita a escala
provincial, de la cual la cuenca
de El Bierzo supone un elevado
por porcentaje, ha seguido un
incremento prácticamente constante
desde hace más de medio
siglo.
La relación entre producción
y mano de obra empleado ha sufrido,
no obstante, una importante
variación a lo largo de los
últimos años. Mientras que la
producción total, aunque con ligeros
retrocesos en los períodos

ecesivos, se ve constantemente
incrementada de tal manera que
el máximo alcanzado en cada período
expansivo es siempre superior
al anterior, la mano de obra
total empleada en la minería sigue
esa misma tendencia pero
sólo hasta finales de los años
cincuenta.
A partir de ese momento se
origina una constante pérdida de
efectivos hasta mediados de los
setenta en que se produce una ligera
recuperación y su estabilización
en torno a los 6.500 empleos
en los últimos años
(aproximadamente la mitad de
los que había en esta minería a
finales de los cincuenta).
Si nos fijamos exclusivamente
en el período 1973-84, la producción
de antracita se incrementa
un 94,1%, mientras que la mano
de obra no sólo no se incrementa
sino que disminuye en un
5,4%. Por lo tanto, ese espectacular
aumento de la producción
no se apoya en un aumento del
factor trabajo, mecanismo que
hasta este momento había sido
habitual, y así ocurre claramente
en el período 1947-57 en el que
los aumentos de producción y
mano de obra van paralelos.
Por otro lado, el mencionado
incremento de producción podría
explicarse como fruto de
una modernización de las explotaciones
subterráneas, lo que implicaría
unas fuertes inversiones
en mecanización del sistema productivo.
Sin embargo, casi todas
las empresas de antracita que se
acogen en 1976 al Plan de Acción
Concertada, plan sectorial
que perseguía ese objetivo de
modernización, incumplen sistemáticamente
sus compromisos
de inversión.
La explicación a ese aumento
de la producción que se experimenta
ya a finales de la década
de los setenta hay que buscarla,
sin duda, en la introducción hasta
1977 de un nuevo sistema de
explotación de carbón: El cielo
abierto, cuyo rendimiento supera
ampliamente el de la minería
subterránea.
3. EL IMPACTO DE LA
MINERIA A CIELO
ABIERTO
A partir de la crisis de la energía
de 1973, el Estado vuelve a
recurrir al carbón nacional cuya
explotación se ve de nuevo relanzada.
Esta nueva política energética
se articula a través del PEN
y el destino preferente que va a
tener ese incremento de la producción
va a ser los nuevos grupos
termoeléctricos o la ampliación
de los ya existentes, en
LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 49

La explotación a cielo abierto
nace, por tanto, como una respuesta
coyuntural del propio sistema
productivo ante una demanda
de carbón que la minería
de interior no estaba en condiciones
de cubrir dado lo obsoleto
de las explotaciones y la fuerte
descapitalización de las empresas
que habían conseguido
persistir desde la crisis del carbón
de finales de los cincuenta.
Con la minería a cielo abierto
vuelven a aparecer en el Alto
Bierzo las «minas de ocasión».
De nuevo se explotan yacimientos
que llevaban varias décadas
abandonados (casi siempre en
las zonas más marginales y peor
comunicadas de las cuencas mineras
tradicionales) y a menudo
se inicia el laboreo a partir de
una antigua bocamina abandonada;
ejemplos de ello son los
cielos abiertos localizados al
S-SW. de Espina de Tremor, al
W. de Boeza, al S. de Quintana
Fueros o al SW. de Robledo de
las Traviesas.
La explotación a cielo abierto
triunfa y se generaliza rápidamente
y es vista desde el principio
como un sencillo método para
obtener carbón a bajo precio
y por tanto como una forma rápida
de obtener beneficios. Esto
es así porque no se realizaba ningún
tipo de planificación de la
operación, pues la investigación
se omitía y la propia apertura de
la corta servía para determinar
la cantidad y calidad del carbón
que existía en el yacimiento; la
explotación tampoco exigía demasiados
gastos, pues se podía
utilizar maquinaria no específicamente
minera o contratar con
empresas especializadas (en ocasiones
llegan a trabajar a El
Bierzo «empresas especializadas»
de origen valenciano o andaluz)
el movimiento de tierras
que descubriera el carbón.
Por otro lado, la restauración
postexplotación de los terrenos,
imprescindible en este tipo de
minería dado su incidencia me-
50 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS
dioambiental, tampoco generaba
gastos porque no se hacía. Si
a todo esto unimos la facilidad
para colocar el carbón de las
centrales térmicas, el negocio estaba
asegurado.
La necesaria planificación que
se impone a partir de 1984, exigiéndose
una investigación previa
de los yacimientos y los planes
de retauración, unido a una
mayor dificultad para vender el
carbón a las centrales (debido a
los stocks que éstas acumulan y
al establecimiento de cupos para
el carbón procedente del cielo
abierto frente al de origen subterráneo)
han frenado considerablemente
este tipo de minería.
Sin embargo, esa planificación
llega demasiado tarde,
cuando ya en el área de Toreno-
Valdesamario, por ejemplo se
han abierto más de 200 cortas,
en la de Bembibre-Torre casi
medio centenar, y en la de Fabero-Matarrosa
un número similar.
La explotación a cielo abierto
ha supuesto un grado de perturbación
medioambiental y de
transformación geográfica de
los espacios mineros grandes.
Desaparece para siempre el suelo
y la vegetación que éste sustentaba,
así como la función y
uso que tenía ese espacio, con lo
que ello supone de agravamiento
de los problemas medioambientales
y deterioro de la calidad
de vida en la cuenca minera
berciana.
También es grave el recubrimiento,
bajo miles de toneladas
de estériles, de capas de carbón
potencialmente explotables debido
a la precipitación y a la falta
de investigación con que en un
principio se trabajó; este hecho,
lejos de ser una excepción, nosotros
lo hemos observado en
distintos puntos del Alto Bierzo
como por ejemplo en La Granja,
al N. de Rodrigatos de las
Regueras, en San Pedro Mallo,
Lillo, etcétera, con lo que la explotación
del carbón ha tenido
en muchos puntos al aspecto de
una esquilmación del recurso.
4. DOS ACTIVIDADES
COMPLEMENTARIAS: LA
AGRICULTURA A
TIEMPO PARCIAL Y LOS
SERVICIOS
Junto a la actividad minera
hay que señalar otra dedicación
muy significativa geográficamente
de los habitantes de este
área: «La agricultura a tiempo
parcial». A pesar de que la mayor
parte de las tierras de cultivo
han sido abandonadas y permanecen
sin cultivar, todavía se
mantiene una actividad agraria
que sirve de complemento a la
economía doméstica; nos referimos
claro está a esa actividad
que se localiza generalmente en
los terrenos colindantes a las casas,
en los huertos o cortinas:
son pequeñas parcelas que apenas
si rebasan la media hectárea
y en las que se cultivan productos
para el consumo familiar.
La superficie labrada en la
mayor parte de los municipios
no supera el 13% del total y se
ubica en los fondos de valle,
aprovechando los suelos fértiles
de vega; donde las parcelas de la
bor se asocian con frecuencia a
los prados naturales. Entre los
cultivos más importantes hay
que citar algunos campos de cereales,
las plantas forrajeras como
la alfalfa, las patatas y las
hortalizas, además de algún que
otro árbol frutal. Algunas cabezas
de ganado mayor y menor se
suman a las rentas familiares.
La estructura de la propiedad
de la tierra refleja un acusado
grado de minifundismo que se ve
agudizado en muchas ocasiones
por el elevado grado de parcelación
de las explotaciones, en el
que habría que incluir las cortinas
o huertos donde se localiza
la agricultura a tiempo parcial.
La comercialización de castañas
y un viñedo residual en el
sector más occidental del Alto
Bierzo, los prados y pastizales y
la importante extensión que
abarca la superficie forestal son
otros de los recursos de los que
se dispone en la zona y que no
siempre están bien explotados,

como sucede por ejemplo con
los pastizales de alta montaña de
Colinas de Campo de Martín
Moro, recurso infrautilizado en
la actualidad y que podría sostener,
mediante un adecuado
aprovechamiento a una importante
cabaña ganadera.
El «sector servicios» representa
un índice de ocupación relativamente
elevado, en torno al
20% de la población, y se localiza
fundamentalmente en las cabeceras
de municipio, ya que son
éstas las que absorben a un mayor
contingente demográfico,
como bien nos lo ejemplifica el
caso de Igüeña que concentra
aproximadamente el 80% de la
población municipal ocupada en
este sector.
La infraestructura viaria es
muy deficiente: Falta de accesos
rodados, mala pavimentación,
ejes unidireccionales Norte-Sur,
etcétera. A todo ello hay que
añadir el cierre al tráfico de viajeros
de la línea férrea de vía estrecha
que une Ponferrada con
Villablino, la cual permanece
abierta única y exclusivamente al
tráfico de mercancías (carbón);
aunque fue creada con esta finalidad,
es decir, proporcionar una
El ferrocarril de vía eNt1C1:1111 de la Minero Siderúrgica de Ponfcriada fue una auténtica
columna vertebral para d transporte de carbón de algunas cuencas mineras.
Páramo del Sil.
vía que diese salida con facilidad
a los productos de la zona (carbón
y otros), ofreció durante
bastante tiempo la posibilidad
del transporte de viajeros, servicio
que se ha visto malogrado en
los últimos años.
El nuevo trazado de la Nacional
VI, Madrid-La Coruña, ha
dejado sin acceso inmediato al
importante núcleo minero de
Torre del Bierzo, contribuyendo
a aumentar así el grado de incomunicación
de la zona, como en
el caso anterior.
Así pues, podemos comprobar
que El Alto Bierzo, a pesar
de producir mayores rentas dentro
de la economía provincial
que la Montaña Berciana comparte
con ella un cierto abandono
y olvido, roto por las noticias
luctuosas que con demasiada
frecuencia depara la mina.
LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 51

Evolución de la población y del poblamiento:
El desigual impulso de la minería
1. LOS DISTINTOS
RITMOS DE
CRECIMIENTO
DEMOGRAFICO
Por lo que hemos visto anteriormente,
la minería del carbón
se ha constituído en una actividad
común y básica para el espacio
comarcal que hemos delimitado
como Bierzo Alto. Será
por tanto, en función de esta minería
como se entiendan una
evolución y una estructura de la
población radicalmente distintas
de las que nos encontrábamos en
la montaña berciana.
En esta ocasión una población
que no alcanzaba los 24.000 habitantes
a comienzos de siglo conoce
un crecimiento prácticamente
continuo hasta 1960, llegando
a duplicar entonces su volumen,
con un ritmo moderado
en las primeras décadas pero que
se acelera espectacularmente entre
1950 y 1960; con posterioridad
El Bierzo Alto pierde población
a lo largo de los años sesenta
y setenta, mostrando en la actualidad
(Padrón de 1986) cierta
recuperación.
No obstante, el comportamiento
concreto de los distintos
municipios aquí englobados
ofrece grandes diferencias con
respecto a la media: Por ejemplo,
el de Bembibre crece ininterrumpidamente
desde 1900 triplicando
su población y el de Fabero
tenía en 1960 una población
siete veces superior a la de
comienzos de siglo; por el contrario,
otros municipios, como
el de Berlanga, han tenido también
su máximo poblacional en
1960 pero en la actualidad tienen
un volumen inferior al de 1900.
La explotación minera ha si-
Población
Evolución
(1950=100)
Densidad
(hb/Km2)
Evolución anual
intercensal (%)
52 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS
Cuadro 3
Evolución de la población de El Bierzo Alto
(1950-1986)
1950 1960 1970 1981 1986
33.791 48.571 45.142 41.053 41.080
100,00 143,74 133,59 121,49 121,57
35,77 51,41 47,78 43,45 43,48
1,35 3,69 —0,73 —0,86 0,01
Fuente: Censos y Nomenclátor de Población. (Elaboración propia).
do el «motor» del crecimiento de
este área y, de forma indirecta,
de El Bierzo en general. Desde el
punto de vista demográfico la
minería ha provocado el fenómeno
contrario al indicado para
la montaña berciana ya que los
períodos de expansión de esta
actividad han inducido una fuerte
corriente inmigratoria; así, en
1986, en el conjunto de este área
el 40 por 100 de la población ha
nacido en municipios distintos
de aquéllos en los que está censada,
destacando el caso de Fabero
en el que dicha proporción
llega al 62 por 100.
De esta manera podemos hablar
de una serie de períodos en
la evolución de este población
marcados por la entrada de inmigrantes.
La «primera etapa»
(1914-1918) coincide con el desarrollo
de la minería paralelamente
a la crisis de la Primera
Guerra Mundial, traducida en El
Bierzo en la proliferación de pequeñas
empresas del sector y en
la entrada de una gran sociedad
minera, la Minero Siderúrgica
de Ponferrada, S. A. Esta coyuntura
externa al Bierzo propició
el inicio de lo que ALONSO
y CABERO han señalado como
«un sostenido crecimiento de la
población y un cambio en el régimen
demográfico», reflejado
ya en estos municipios en el Censo
de 1920.
El «segundo período» inmigratorio
tiene lugar a lo largo de
la etapa autárquica de la posguerra
y dura aproximadamente
hasta los primeros años sesenta,
dando paso al máximo poblacional
de casi todo El Bierzo Alto
en el Censo de 1960.
Este período viene marcado
por la revalorización de los recursos
energéticos propios, de
los que El Bierzo posee un importnte
volumen. En esta coyuntura
de aumento de la producción
de carbón para alimentar el
mercado nacional y las centrales
termoeléctricas locales (Compostilla
I en 1949 y Compostilla
II en 1959), la demanda de población
activa dedicada al sector
es de tal magnitud que la población
local es incapaz de cubrirla,
dando lugar a una fuerte
atracción de mano de obra. Esta
fuerte demanda provoca, entre
otras cuestiones, la entrada
de un importante contingente de
población en estos municipios
que supone para los mismos una

El Escobio. En el hábitat minero destaca la creación de nuevos núcleos por las empresas mineras o por iniciativa estatal.
auténtica «explosión demográfica».
La estabilización del sector
minero que sigue a la liberalización
económica después de 1959
dura hasta la crisis energética de
1973-74. En lo demográfico se
traduce en un crecimiento negativo
en los períodos intercensales
de 1960-70 y 1971-81, con
una ligerísima recuperación entre
1981-86, relacionada con la
que también conoce la minería
del carbón después de 1975.
La explosión demográfica que
han conocido los municipios y
núcleos mineros se ha dejado
sentir en todos sus ámbitos al influir
en múltiples aspectos de la
vida local.
2. LOS CAMBIOS EN LA
ESTRUCTURA
DEMOGRAFICA Y
ECONOMICA
Por lo que se refiere a la población,
hemos de tener en cuenta
que la entrada de inmigrantes
se circunscribe fundamental-
LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 53

mente a población joven, en
edad de trabajar, lo que supone
no solo el aumento inmediato
del volumen de población sino
también una potenciación del
crecimiento futuro.
Este proceso llevó a cambios
en la estructura de la población
en el sentido de su rejuvenecimiento
al posibilitar, a su vez, el
aumento del número de nacimientos
y, en definitiva, del crecimiento
natural.
Otras variaciones se dan en lo
que concierne a la población activa,
en la actualidad mayoritariamente
dedicada a la minería
del carbón: 48 de cada 100 activos
del Bierzo Alto trabajan en
labores extractivas, si bien en
seis municipios esa proporción
es igual o superior al 60 por 100
(Berlanga, Fabero, Igüeña, Páramo,
Toreno y Torre). La evolución
respecto a la situación anterior,
de base económica agraria,
puede seguirse con el ejemplo
del municipio de Toreno,
que pasó de tener el 20 por 100
de su población activa en la agricultura-ganadería
en 1945 a solo
el ocho en 1960 y el cinco en
1 986, a la vez que se iba dando
entrada a otras actividades inducidas
por la minería, tales como
el comercio y ciertos servicios.
Igualmente se producen cambios
en lo que se refiere a la procedencia
de la población. La
corriente inmigratoria estuvo
alimentada durante los años
54 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS
cuarenta-cincuenta por población
española, bien de otras
áreas de El Bierzo o de la provincia
de León, de las provincias
limítrofes (sobre todo las gallegas)
o bien del resto de España
(Andalucía y Extremadura fundamentalmente);
se registra también
la entrada de población extranjera,
prácticamente reducida
a la procedente de Portugal y para
fechas muy próximas al Censo
de 1960.
Sin embargo, hay que hablar
de un cambio importante a este
respecto puesto que la población
extranjera ha pasado a suponer
una importante proporción sobre
la total; así, actualmente, en
promedio, algo más del cinco
por 100 de la población del Bierzo
Alto ha nacido en el extranjero,
con los casos notables de
Igüeña y Torre del Bierzo, en los
que son más de la décima parte
de la población.
El lugar de procedencia de estos
inmigrantes se ha ampliado,
incluyendo en la actualidad antiguas
colonias portuguesas (Cabo
Verde), a un notable número
de paquistaníes así como a un reducido
pero significativo contingente
de refugiados procedentes
del Sudeste asiático.
Podemos hablar, a su vez, de
una tendencia clara de distribución
espacial de la población extranjera,
con el predominio de
portugueses en Igüeña, caboverdianos
en Torre del Bierzo y pa-
Hábitat minero
en Fabero, de
casas
unifamiliares.
quistaníes en Bembibre, dándose
también cierta organización
interna a nivel de dichos grupos
de inmigrantes manifestada, por
ejemplo, en una especie de «policía
religiosa» entre los paquistaníes.
Por otro lado, ha tenido lugar
un cambio trascendente inducido
por la minería en la funcionalidad
de los núcleos mineros,
a nivel interno y en lo que se refiere
al papel que juegan con respecto
a los núcleos de su entorno.
El auge de esta minería supuso
la transformación de la estructura
funcional para responder
a la nueva demanda, mediante
la potenciación y posterior
especialización de actividades
desarrolladas tradicionalmente,
tales como el comercio,
con la aparición de tiendas dedicadas
exclusivamente a la alimentación,
ropa, electrodomésticos,
automóviles, etcétera. Dicho
cambio llega también por la
incorporación de nuevas y significativas
actividades como las de
la Banca y Seguros y los talleres
de reparación de automóviles.
3. LA YUXTAPOSICION
DEL HABITAT MINERO
A LOS NUCLEOS
TRADICIONALES
Por su parte, en el «poblamiento»
las transformaciones
han sido igualmente profundas.
Hay que señalar, en principio, un
hecho contradictorio dentro de
este espacio puesto que el crecimiento
de la población no ha tenido
lugar de forma regular en
el mismo: mientras unos núcleos
multiplican su población, otros

más aislados han ido menguando
hasta desaparecer. De esta
forma se despueblan entre 1960
y 1970 los núcleos de Fonfría,
Matavenero y Poibueno y Santibáñez
de Montes en el municipio
de Torre del Bierzo; entre 1970
y 1981 el núcleo de Primout, en
Páramo del Sil, el de Urdiales de
Colinas en Igüeña y prácticamente
el de Pardamaza, en Toreno,
aunque en el Censo de
1981 de una población de cinco
y en el de 1986 de nueve habitantes.
Frente a esta situación, la concentración
de la población inmigrada
principalmente en las capitales
municipales y en algunos
otros núcleos (como Lillo del
Bierzo o Matarrosa) dio lugar a
cambios sustanciales en su morfología,
con la aparición de nuevos
barrios superpuestos al primitivo
núcleo rural, con edificaciones
desordenadas en unos casos
y en bloques que reciben el
expresivo nombre de «cuarteles»
en otros, así como con la edificación
de nuevos núcleos o «poblados
mineros».
La nueva morfología del hábitat
minero responde a la actuación
de varios tipos de iniciativas
encaminadas a paliar la acuciante
falta de viviendas en los
momentos de mayor crecimiento:
La iniciativa privada, de las
propias empresas mineras y del
Estado a través del Instituto de
la Vivienda y de la Obra Sindical
del Hogar y Arquitectura.
En el primer caso se incide en
la construcción de nuevas casas
pero también en la remodelación
de antiguas edificaciones destinadas
a usos muy distintos del
residencial; en el segundo, de la
iniciativa estatal y empresarial
surgieron a lo largo de los años
cincuenta y sesenta una serie de
barrios y núcleos de nueva planta
ocupados por mineros en régimen
de alquiler (ligado al contrato
de trabajo en las viviendas
de las empresas mineras) o de
amortización; son los casos de
Alinos (Toreno), El Escobio
(Páramo del Sil), Albares (Torre
del. Bierzo) y diversos barrios
construídos en los núcleos de Fabero,
Matarrosa, Pobladura de
las Regueras, Toreno, Tremor
de Arriba y Vega de Espinareda.
Estas construcciones en bloques
son generalmente deficientes
tanto en su concepción como
en el tipo de materiales empleados
y en su equipamiento. Todo
ello, unido a la crisis del carbón
de los años sesenta, hizo que
algunos de estos núcleos y
barrios estuviesen ya desocupados
o casi hace más de diez años
y otros lo hiciesen posteriormente,
como los de Albares, otros
barrios en Tremor de Arriba o
los bloques levantados entre esta
localidad y Pobladura de las
Regueras.
La minería del carbón ha sido
en el Alto Bierzo una actividad
que ha permitido fijar la población
de muchos núcleos que de
otro modo hubieran tenido una
dinámica semejante a la de otras
zonas periféricas de El Bierzo.
No obstante, las contrapartidas
que los núcleos mineros han obtenido
por la explotación continuada
de un recurso no renovable
como el carbón no han sido
muchas. Incluso núcleos de población
importantes como Fabero,
Tremor de Arriba o Igüeña,
disponen de una red de accesos
pésima (en algunos pueblos mineros
como Espina de Tremor se
cuenta desde hace apenas tres
años con una carretera de acceso
asfaltada; sus carbones se explotaban,
sin embargo, desde
hace décadas).
A pesar de ser una de las cuencas
españolas con mayores reservas
probadas de carbón, el futuro
de la zona es incierto, pues la
producción de carbón está excesivamente
polarizada al consumo
termoeléctrico; son las centrales
termoeléctricas las que al
monopolizar el mercado imponen
condiciones en función de
sus intereses, los cuales, a menudo
no coinciden con los de los
habitantes de las cuencas.
De todos modos, la Administración
debería beneficiar estas
zonas dotándolas al menos de
una infraestructura moderna así
como acometer un vasto programa
de rehabilitación de los espacios
afectados por la actividad
minera, pues el cumplimiento
del Plan Energético Nacional ha
sido posible gracias al sacrificio
de zonas como el Alto Bierzo, en
las que hasta el momento el beneficio
por la intensa explotación
de sus recursos rara vez ha
sobrepasado el límite del salario
del minero.
BIBLIOGRAFIA
ALONSO SANTOS, J.L.; CABERO DIEGUEZ, V: El Bierzo: Despoblación rural y concentración urbana. I.E.B.,
Salamanca, 1982.
BANCO DE BILBAO: El Bierzo. Estudio socioeconómico de una comarca natural. Bilbao, 1973.
CABERO DIEGUEZ, V: «Las condiciones ecológicas de transición en las montañas del oeste de Castilla y León,
El Espacio Geográfico de Castilla la Vieja y León, Burgos, 1982, pp. 63-75.
CARRO CELADA, E.; LOPEZ TRIGAL, L.: «Posibilidades económicas del Bierzo Alto», en Diario de León,
16-17-18-19-20 abril, 1974.
GARCIA ALONSO, J.M.: «Aproximación al estudio de la región de Ponferrada», en De Economía, n.° 139, 1976,
pp. 529-745.
ROIZ, M.: «Urbanismo y hábitat en la zona minera de León», en Ciudad y Territorio, 2/1973; pp. 49-66.
Delineación: Francisco Pelayo Somoano.
Procedencia de las fotos: Archivo «Diario de León». Paisajes Españoles, S. A. José Cortizo Alvarez. David García
López. José María Redondo Vega.
LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS - 55

POBLACION DE EL BIERZO ALTO (1950-1986)
Municipios y lugares Municipios y lugares
de población 1950 1986 de población 1950 1986
BEMBLBRE 4.777 10.129 Rodrigatos de las Regueras 154 24
Arlanza 159 90 Tremor de Arriba 432 1.118
Bembibre (cap.) 2.600 8.594 Urdiales de Colinas 162 -
Labaniego 86 15
Losada 422 128 NOCEDA 2.016 1.139
Rodanillo 429 141 Cabanillas de San Justo 234 77
San Esteban del Toral 141 57 El Mouro 5 -
San Román de Bembibre 510 623 Noceda (cap.) 1.066 756
Santibáñez del Toral 160 236 Robledo de las Traviesas 400 175
Viñales 270 245 San Justo de Cabanillas 311 131
BERLANGA DEL BIERZO
El Barrio de Langre
Berlanga del Bierzo (cap.)
Langre
San Miguel de Langre
908
34
359
281
234
527
-
285
138
104
CASTROPODAME 2.685 1.985
Calamocos 277 340
Castropodame (cap.) 460 228
Matachana 498 579
San Pedro Castañero 384 143
Socuello
141 -
Turienzo Castañero
368 200
Viloria
178
199
Villaverde de los Cestos
379 296
CONGOSTO
Almázcara
Cobrana
Congosto (cap.)
Posada del Río
San Miguel de las Dueñas
2.091
565
205
434
224
663
2.036
555
98
313
-
1.070
PARAMO DEL SLL 2.200 1.813
El Barrio 178 -
El Hospital 49
Páramo del Sil (cap.) 759 1.215
Peñadrada 89 -
Primout 127 -
El Puente de Páramo 41 -
San Pedro de Paradela 109
Santa Cruz del Sil 470 316
Villamartín del Sil 378 282
TORENO 4.151 5.333
Librán 370 92
Matarrosa 1.601
Pardamaza 157 9
Pradilla 196 97
San Pedro Mallo 830 56 13)
Santa Leocadia 9
Santa Marina del Sil 212 89
Tombrio de Abajo 350 314
Toreno (cap.) 1.627 2.854
Valdelaloba 148 84
FABERO 3.619 6.773 TORRE DEL BIERZO 3.606 4.133
Bárcena de la Abadía 239 202 Albares de la Ribera 709 694
Fabero (cap.) 1.840 5.192 Cerezal de Tremor 8 (4)
Fontoria 252 155 Fonf ría 111 -
La Jarrina 29 - La Granja de San Vicente 600 304
Lillo del Bierzo 767 916 Matavenero y Poibueno 109 -
Otero de Naraguantes 331 232 San Andrés de los Puentes 227 219
La Pozaca 17 - San Facundo 76 44
El Pozo 75 Santa Cruz de Montes 383 336
La Reguera-Minas Sota 69 Santa Marina de Torre 325 439
San Pedro de Paradela 76 (1) Santibáñez de Montes 172
FOLGOSO DE LA RIBERA
Boeza
Cerezal de Tremor
Folgoso de la Ribera (cap.)
La Ribera
Rozuelo
Tedejo
Tremor de Abajo
El Valle
Villaviciosa de Perros
2.581
317
43
601
757
114
99
262
256
132
1.788
207
- (2)
616
710
64
25
- (2)
128
38
Torre del Bierzo (cap.) 888 1.450
Tremor de Abajo 93 (4)
Las Ventas de Albares 6 546
VEGA DE ESPINAREDA 2.015 2.582 (5)
Espinareda de Vega 60 24-
El Espino 178 139
Sésamo 567 522
Vega de Espinareda (cap.) 1.101 1.858
Villar de Otero 109 39
NOTAS
IGÜEÑA 2.856 2.680 ( -) Despoblados o agregados a otros núcleos
Almagarinos 315 148 (1) En 1950 pertenecía a Páramo del Sil
Colinas del Campo (21 En 1986 pertenecen a Torre del Bierzo
de Martín Moro 233 88 (3) En 1950 incluye la población de Matarrosa y Santa
Espina de Tremor 353 166 Leocadia
Lgüeña (cap.) 315 375 (4) En 1950 pertenecían a Folgoso de la Ribera
Los Montes de la Ermita 142 - (5) La población del antiguo municipio de Valle de Fino-
Pobladura de las Regueras 262 332 Dedo, integrado en Vega de Espinareda, se recoge
Quintana de Fuseros 488 429 en fascículo 2 (La Montaña Berciana)
56 - LA PROVINCIA DE LEON Y SUS COMARCAS