RevistaComercioAgosto.pdf - Cámara de Comercio de Guayaquil

Nos demoramos cuatro días. Cogemos pedidos el lunes, o
el martes, para entregarlo el fin de semana. Mucha gente
viene a último momento, tienen un matrimonio, un compromiso,
y lo necesitan ya. Nosotros los entendemos y les
solucionamos el problema. Esa es la idea de dar servicio.
-¿Su industria es pura inspiración personal o usted
se capacitó para ello?
A mí siempre me gustó la moda desde muy niña. Yo pintaba
y diseñaba, pero el negocio es algo profesional. Estudié
diseño de moda en la Universidad Jefferson, una carrera de
tres años, y luego fui a perfeccionarme en Italia. A un instituto
de diseño de calzado en un instituto en Milán. Empecé
desde cero, desde cómo empezarlo a diseñar hasta que
quede del zapato totalmente terminado. Luego hice una
pasantía en una fábrica donde se hacían muchas marcas de
zapatos reconocidas. Aprendí bastante. Obviamente cuando
regresé, aquí no había la tecnología, y empecé a hacerlo
de manera artesanal. Es un trabajo complicado, pero es un
servicio. Aquí las mujeres pueden conseguir el zapato que
ellas quieran. Esa es la idea. El negocio tiene muchas fortalezas
y debilidades. Hemos tenido oportunidades que hemos
aprovechado.
-Cite algunas de las oportunidades.
-Hay que aprender a aprovechar las circunstancias. Las
políticas económicas tienen aspectos positivos y negativos.
Nosotros tratamos de sacar ventajas de los positivos. Las
restricciones de importación, por ejemplo, nos han ayudado.
Yo estoy muy orgullosa de que nuestros productos utilicen
solo productos ecuatorianos.
-¿Ha pensado en mercado exterior para sus
productos?
-No todavía. Yo no he decidido salir aún. Hay un mercado
muy grande aquí. Y tenemos nuestros productos. Tenemos
curtiembres en el país. Pocas veces he tenido que importar
el cuero. Pero la mayor parte es de aquí. Cuenca tiene muy
buenas curtiembres. Todas nuestras carteras son hechas con
cuero nacional. Los zapatos no son solo de cuero: usamos razo,
tela, producto sintético, gamuzas. Hay opciones. Aquí pueden
encontrar zapatos únicos, diseñados por nosotros, o pueden
diseñar sus propios zapatos para que nosotros se lo fabriquemos,
o puede venir con un modelo que ya hayan visto,
y nosotros también se lo hacemos. Tenemos ya ocho años
en el mercado, y tenemos aún muchos sueños que cumplir.
Nuestra meta, en este momento, es pasar de ser reconocida
como diseñadora, a convertirnos en una marca, de zapatos,
carteras, accesorios. La marca Elisa Martínez.