ya son cuatro los muertos en la argentina - Winisisonline.com.ar

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critica de la argentina
Miércoles 17 de junio de 2009
Primero le tembló el mentón.
Después intentó contener
las lágrimas, pero cuando
escuchó que Ernesto Daniel Luque
y su pareja Debora Acuña
eran condenados a prisión perpetua
por el crimen del policía Aldo
Garrido, su viuda, Marta Barberi,
estalló en llanto. Luque y Acuña,
ambos de 29 años, escucharon resignados
la sentencia del Tribunal
Oral en lo Criminal Nº 5 de San
Isidro.Los jueces Mario Kohan,
Raúl Neu y Ariel Introzzi Truglia
los consideraron coautores de un
“homicidio doblemente calificado
por criminis causa (matar para
ocultar otro delito y lograr la impunidad)
y por tratarse la víctima
de un miembro de una fuerza de
seguridad, en concurso real con
robo calificado por el uso de armas
y tenencia ilegal de armas de guerra
y de uso civil”. El 17 de febrero
pasado Luque y Acuña entraron a
robar en un local de Kevingston
en San Isidro y asesinaron a Garrido,
de 61 años, cuando intentó
“La prisión perpetua era
la pena que se merecían”,
dijo la viuda después de
escuchar la sentencia.
evitar el asalto. Fue un hecho “salvaje”
y que “hiela la sangre”, según
los jueces. En el caso de Luque,
quien en el momento de asesinar
al policía bonaerense estaba desde
hacía quince días en libertad
condicional por otra condena, fue
declarado reincidente.
Los jueces ordenaron extraer
testimonios para que se investigara
la posible comisión de apremios
ilegales por parte de la policía
que Luque denunció en su declaración.
El tribunal rechazó los
pedidos de inconstitucionalidad
de las defensas sobre la prisión
perpetua y que fuera considerado
una agravante matar a un policía.
La pena máxima había sido solicitada
por el fiscal Eduardo Vaiani
y por el abogado de Barberi, Marcelo
Rocchetti. “Estuvo presente
el dolo de matar. La persistente
actitud de Garrido, quien a toda
costa buscaba reducir y detener
a Acuña y Luque, hizo que éstos
consideraran necesario matar al
Chabán. El gerenciador del boliche escuchó el alegato de sus defensores.
sociedad
severa condena a los asesinos del policía de san isidro
Prisión perpetua a los
homicidas de Garrido
Los jueces consideraron que Ernesto Luque y Débora Acuña cometieron
un crimen “salvaje” que “hiela la sangre”. Calificaron como una agravante
la condición policial de la víctima y que lo mataron para tapar otro delito.
Consuelo. El intendente Gustavo Posse saluda a la viuda, Marta Barberi, después de escuchar el fallo.
Sentencia en tiempo récord a cuatro meses del crimen
Un llavero con la foto de un nene y dos
boletos en la escena del crimen permitieron
a los investigadores llegar a Ernesto Luque y
Débora Acuña, quien estaba embarazada, al
día siguiente del asesinato de Aldo Garrido. En
poder de ellos se encontraron la pistola calibre
32 y el arma reglamentaria del policía, además
de una remera manchada con sangre, que
primero para sortear de esta forma
el escollo que se erigía entre
ellos y su huida”, sostuvo Kohan
en su voto, al que adhirieron los
otros dos magistrados.
télam
La sala estuvo colmada por familiares
de la víctima y de vecinos
de San Isidro, donde el policía
trabajó por más de treinta años.
El intendente, Gustavo Posse, y
aseguró que también fue una víctima de cromañón
La defensa de Chabán pidió la absolución
“No tuvo
intención de
causar la tragedia, si-
no de evitarla. Siem-
pre obró de buena fe. Él también es
una víctima. No se hizo nada para
encontrar a los que prendieron las
bengalas”. Con esos argumentos,
los abogados defensores de Omar
Chabán, Pedro y Vicente D’Attoli,
pidieron la absolución del ex gerenciador
de Cromañón durante
su extenso alegato ante el Tribunal
Oral en lo Criminal Nº 24, que seguía
al cierre de esta edición. El 30
de diciembre de 2004 en el boliche
de Once murieron 194 personas
durante un incendio.
diego sandstede
posteriormente se determinó que era del policía.
Luque y Acuña admitieron el intento de robo
y haber disparado las armas. La investigación
del crimen fue muy rápida y el juicio también
porque los acusados confesaron el crimen. La
fecha del juicio era para fines de abril, pero se
pospuso porque a Acuña se le adelantó el parto.
En sólo cuatro meses hubo sentencia.
la jefa de Garrido, Adriana Peve,
acompañaron a la viuda, que
se sentó con sus abogados para
escuchar la sentencia. Cuando
el tribunal dio por finalizado el
La defensa de Chabán, acusado
por estrago doloso seguido de
muerte, además impugnó a los
testigos y reclamó a los jueces que
en caso de no coincidir con el pedido
de inocencia se lo condene por
“estrago culposo”, delito de menor
pena, porque “no fue probada su
intencionalidad”.
“En el juicio se violó el principio
de igualdad ante la ley”, dijo Pedro
D’Attoli. Además denunció que
fueron modificados detalles del interior
de Cromañón con posterioridad
al siniestro, por lo que consideró
que “se adulteraron pruebas
importantes”. “Chabán desconocía
juicio la gente aplaudió, mientras
Luque y Acuña eran esposados.
“Soy vecina y estoy acá porque
su hermano era un ángel”, le dijo
una mujer a Ernesto Garrido que
llegó desde Tucumán para escuchar
la sentencia y ver las caras a
los acusados. “A mi hermano no
me lo devuelve nadie, pero me voy
tranquilo y contento de que se haya
hecho Justicia”, dijo Ernesto,
de gran parecido a su hermano,
quien miró a los imputados con
los ojos llenos de lágrimas.
“Garrido no podía matar, ni
en defensa propia. De hecho lo
mataron a él”, señaló Barberi al
finalizar la audiencia, quien dijo
estar conforme con la condena
y que “la prisión perpetua era la
pena que se merecían”. La viuda
se refirió a la pareja como una
“máquina de matar”.
“Siento un gran alivio, pero
el dolor es inmenso, verlos ahí
y pensar que le quitaron la vida
y yo llego a mi casa y está todo
vacío porque él no está; ellos lo
Cuando los condenados
eran trasladados los vecinos
comenzaron a corear el
nombre de Garrido.
pagarán en la cárcel. Estoy reconforme
con los fiscales, los jueces
y mis abogados; se hizo justicia”,
sostuvo Barberi, que por la
mañana fue junto a su cuñado
al cementerio a llevarle flores
al policía. “Que Dios los perdone.
Eso hubiera dicho Garrido;
él perdonaba a todo el mundo”,
relató Barberi, de la mano de
su hijo Gustavo, y agregó que la
mejor manera de homenajear a
Garrido era recordándolo. Estuvieron
presentes las Madres del
Dolor, entre ellas Silvia Irigaray,
cuyo hijo fue víctima del gatillo
fácil, pero que considera que no
todos los policías son malos.
“Garrido era bondad, ética,
educado. Era un honor para todos.
Nos sacaron a un ser querido”,
sostuvo Cecilia Cansado en
la puerta de Tribunales. Cuando
los camiones del Servicio Penitenciario
se retiraron con los detenidos,
los vecinos comenzaron
a gritar: “Garrido, Garrido”. l
la limitación a 1.031 espectadores
del local. Suponía que era para
5.000. Tampoco sabía que los paneles
desprendían ácido cianhídrico
y la media sombra colocada en
el techo estaban en el lugar cuando
él comenzó a organizar festivales
allí porque los dueños del lugar
le prohibieron modificarlo”, dijo
la defensa. Aseguró que hubo un
“pacto de silencio” entre los testigos
para no encontrar a quienes
encendieron las bengalas.
El fiscal Jorge López Lecube pidió
la pena de 23 años de prisión
para Chabán. Las querellas solicitaron
hasta 26 años de pena. l