Descargar PDF - Diariodemallorca - Diario de Mallorca
Descargar PDF - Diariodemallorca - Diario de Mallorca
Descargar PDF - Diariodemallorca - Diario de Mallorca
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
opinión<br />
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •<br />
EDITORIAL<br />
Restaurantes sostenibles<br />
caba <strong>de</strong> presentarse<br />
p ú b l i c a m e n t e l a<br />
edición española <strong>de</strong><br />
Fish2fork, primera guía<br />
digital que valora a los<br />
restaurantes según la<br />
sostenibilidad <strong>de</strong> su oferta <strong>de</strong> pescado y<br />
marisco. Los promotores han intentado<br />
inspeccionar cerca <strong>de</strong> 300 restaurantes<br />
españoles, pero sólo 81 se han prestado<br />
a la revisión. De ellos, sólo uno <strong>de</strong> cada<br />
seis ha obtenido los pescaditos azules que<br />
acreditan las buenas prácticas <strong>de</strong>l<br />
restaurador. Hay que celebrar que, <strong>de</strong> los<br />
locales evaluados en todo el Estado, los<br />
dos que obtienen mejor calificación están<br />
en <strong>Mallorca</strong>: Pepe Pintos (Palma) y Ca<br />
na Toneta (Caimari). En el quinto puesto<br />
figura otro restaurante palmesano, el Duke.<br />
La iniciativa <strong>de</strong> Fish2fork parte <strong>de</strong> Charles<br />
Clover, periodista británico y autor <strong>de</strong>l<br />
libro y <strong>de</strong>l documental The End of the<br />
Line, una impactante investigación sobre<br />
la sobreexplotación <strong>de</strong> los océanos. Los<br />
al ajillo<br />
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •<br />
manjaria<br />
Por ALFIE y A. SARRIEGI<br />
¿La mosca también es biológica?<br />
Editora: Magdalena Mesquida<br />
Coordinador <strong>de</strong> Vinaria: Eduardo Sánchez-Monge<br />
Colaboran en este número: Andoni Sarriegi, Conxa Rosillo, Willy Soler<br />
Maquetación: TBCV, M.A. Duque<br />
Fotografía: Aditiva, Grupo Tristán<br />
Ilustración <strong>de</strong> portada: Alfie Oliver<br />
Directora <strong>de</strong> publicidad: Silvia Piris (671 485 071)<br />
Imprime: Artes Gráficas <strong>de</strong> Baleares SL<br />
Cada primer viernes <strong>de</strong> mes con <strong>Diario</strong> <strong>de</strong> <strong>Mallorca</strong><br />
autores <strong>de</strong> la edición española han<br />
comprobado que “el chef o restaurador<br />
medio todavía no es consciente <strong>de</strong> la grave<br />
sobreexplotación a la que están sometidos<br />
los océanos”. A este respecto, un dato<br />
muy significativo: <strong>de</strong> los 17 restaurantes<br />
españoles con estrellas Michelin, sólo uno<br />
ha logrado una valoración positiva. Los<br />
restantes han obtenido los pescados rojos<br />
que indican su falta <strong>de</strong> sostenibilidad.<br />
En lo que respecta al consumo <strong>de</strong> especies<br />
amenazadas, <strong>de</strong>bería haber una<br />
responsabilidad compartida entre<br />
r e s t a u r a d o r e s y c o m e n s a l e s .<br />
Afortunadamente, hoy en día a nadie se<br />
le ocurre pedir en un restaurante un<br />
estofado <strong>de</strong> carne <strong>de</strong> tortuga, a sabiendas<br />
<strong>de</strong> que este producto no entra en cocina<br />
hace años. De la misma manera, lo normal<br />
sería que el consumidor se abstuviera <strong>de</strong><br />
pedir platos <strong>de</strong> otras especies marinas en<br />
vías <strong>de</strong> extinción, pero mientras<br />
permanezcan en la oferta <strong>de</strong>l<br />
establecimiento, la tentación seguirá ahí.<br />
Re<strong>de</strong>scubrir<br />
lo propio<br />
GUILLERMO SOLER<br />
Muchas veces, en <strong>Mallorca</strong>, cuatro árboles no <strong>de</strong>jan ver<br />
el bosque gastronómico, legado <strong>de</strong> siglos. Hambrunas<br />
y abundancias marcaron aquí hábitos alimenticios –a<br />
la vez que recetas–, lo mismo que en el resto <strong>de</strong>l mundo.<br />
Pero mientras en la mayoría <strong>de</strong> países, tanto europeos<br />
como <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> continentes, la tradición gastronómica<br />
sigue siendo protagonista –pese a modas exteriores y<br />
presencia <strong>de</strong> establecimientos multinacionales <strong>de</strong> comida<br />
basura impuesta a sus visitantes–, en nuestra roqueta<br />
vamos arrinconando recetas gloriosas <strong>de</strong> nuestra mejor<br />
gastronomía, especialmente <strong>de</strong> las clases pudientes.<br />
Hogares humil<strong>de</strong>s y acomodados recurrían por igual<br />
a productos autóctonos y ambas cocinas –la <strong>de</strong> ricos y<br />
la <strong>de</strong> pobres– eran igualmente sabrosas.<br />
Debido a las numerosas renuncias realizados por los<br />
mallorquines en las últimas décadas, especialmente<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que el turismo impuso las reglas económicas,<br />
sociales y <strong>de</strong> costumbres por las que nos regimos hoy<br />
(con las rebeldías <strong>de</strong> algunos que no renuncian a sus<br />
raíces, navegando contra el viento), nuestra gastronomía<br />
tradicional sufre una tremenda adulteración y una progresiva<br />
marginación. En los pueblos mallorquines se<br />
mantienen algunas recetas, pero más como nota folklorista<br />
que como reivindicación <strong>de</strong> un legado que parece<br />
molestar a muchos conciudadanos, si bien la mayoría<br />
lo ignora.<br />
Mientras tanto, sin queja <strong>de</strong> quienes tienen la responsabilidad<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r en el exterior nuestra cultura<br />
gastronómica –incluidos políticos y empresarios–, se<br />
mantiene la leyenda negra <strong>de</strong> que los mallorquines carecemos<br />
<strong>de</strong> paladar, vista, olfato, tacto y oído culinarios.<br />
Lo peor es que cuando recibimos alguna visita <strong>de</strong> gente<br />
invitada por instituciones oficiales con intermediarios<br />
particulares incluidos (es <strong>de</strong>cir, a costa <strong>de</strong> nuestros bolsillos),<br />
nuestros huéspe<strong>de</strong>s pontifican sobre sus respectivas<br />
cocinas y consi<strong>de</strong>ran la mallorquina <strong>de</strong> inferior<br />
categoría y como algo que ni siquiera merece tal nombre.<br />
En cambio, cuando sales <strong>de</strong> la isla, aunque sea solo para<br />
acercarte a Cataluña o al Levante, compruebas que en<br />
sus cartas <strong>de</strong> restaurante nunca faltan recetas propias,<br />
saladas y dulces, tanto <strong>de</strong> ricos como <strong>de</strong> pobres. Y eso<br />
ocurre a lo largo y ancho <strong>de</strong> sus respectivas geografías,<br />
lo mismo en ciuda<strong>de</strong>s que en pueblos, incluyendo localida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la costa, esencialmente turísticas. Asimismo,<br />
dominan en su oferta los vinos autóctonos, otra asignatura<br />
pendiente en <strong>Mallorca</strong>. Y no digamos ya si recorres<br />
Francia, nuestro vecino natural, don<strong>de</strong> la agricultura<br />
local y el recetario tradicional están implantados a rajatabla,<br />
salvo limitadas excepciones, con un protagonismo<br />
total <strong>de</strong> sus diferentes <strong>de</strong>nominaciones enológicas.<br />
Sirva como botón <strong>de</strong> muestra un reciente viaje que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la Junquera me llevó hasta el corazón <strong>de</strong> Alsacia, recorriendo<br />
la Borgoña y los Bosgos, con parada y fonda en<br />
algunos <strong>de</strong> sus más atractivos y auténticos pueblos. Allí<br />
comprobé una vez más que sus productos agroalimentarios<br />
y sus recetas siguen siendo su mejor patrimonio,<br />
a la vez que su base económica. Y a precios que, comparados<br />
con los que hemos <strong>de</strong> pagar en esta ínsula, nos<br />
parecen hasta baratos. Todo ello junto a un inmejorable<br />
trato tanto en tiendas y mercados como en restaurantes,<br />
amabilidad y profesionalidad que con frecuencia echamos<br />
en falta en nuestra propia tierra.<br />
Guillermo Soler es periodista gastronómico<br />
10 manjaria nº15 febrero 2011