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Las<br />
alegres<br />
noches<br />
madrileñas<br />
EL HIGH-SOCIETY BALLET<br />
Un español del Norte, José Montes» es el creador<br />
y director de este magnífico conjunto de<br />
baile internacional que ahora ameniza las veladas<br />
de Micheleta..<br />
—Lo fundé hace dos años, precisamente en <strong>Madrid</strong>.<br />
Yo antes pertenecía al Trio Clippers, de<br />
bailes acrobáticos. Pretendí constituir un grupo<br />
disciplinado de cierto rango artístico. Y creo que<br />
lo he conseguido.<br />
Cuatro bailarinas inglesas—Maureen, Wendy,<br />
Annet y Avril—, dos holandesas—Esther y Diana.—y<br />
una francesa, Annik David, forman el<br />
cuerpo de baile, con el bailarín holandés Gerard<br />
Brox y el mismo José Montes. Luego están los<br />
cantantes Samantha y Nelo, últimamente incorporados<br />
al conjunto.<br />
—^Todos somos solteros—y solteras—y no existen<br />
problemas de ningún tipo. He pretendido mante<br />
ONCE GRADOS A LAS ONCE<br />
De la mafiana a la noche cambió radicalmente la decoración<br />
meteorológica madrileña. A las once—cuando, noches<br />
atrás, no había manera de encontrar una mesa libre en las terrosas<br />
de las cafeterías—el vacío era completo, como pueden<br />
ustedes comprobar en la fotografía. Un termómetro instalado<br />
en la fachada de un establecimiento de la Gran Vía señalaba<br />
once escasos y tímidos grados a esa misma hora.<br />
—¡Ya vendrá el verano!—dice el optim.ista.<br />
—A la primavera la asesinaron las pruebas nucleares—replica<br />
el pesimista.<br />
Mientras tanto, los veladores y las sillas vacías mantienen<br />
Un esotérico diálogo de silencio, donde, con mejor tiempo, se<br />
hablaría del Cordobés, de Miguelín y de la "revolución" francesa.<br />
.<br />
ner la clase fuera y dentro de la pista, cosa de vital<br />
importancia para este tipo de compañía.<br />
—¿Por qué no lleva en el conjunto alguna<br />
bailarina española?<br />
—Siento decirlo, pero dentro de este genero frivolo<br />
las extranjeras son más profesionales que<br />
las españolas.<br />
Próximamente el High-Society Ballet se presentará<br />
en Estocolmo y Japón.<br />
—Allí, en el Japón, se exige mucho de estos<br />
conjuntos modernos, ya que ellos los tienen de<br />
mucha calidad.<br />
Algunos espectadores de la sala, ignorando que<br />
el "ballet" está dirigido por un español, comentan:<br />
—No hay nadie como los extranjeros para presentar<br />
estas cosas.<br />
Y pocos saben que hay un compatriota detrás<br />
de todo ello.<br />
Estrejio<br />
LOS MENOS DESARROLLADOS<br />
Así, a simple vista, el enunciado resulta un<br />
poco peyorativo. Pero, después de todo, éste es<br />
el título de la película estrenada anoche en el<br />
Rialto, "Los subdesarrollados". En este caso concreto<br />
los subdesarroUados no son otros que (por<br />
orden de aparición en el film) Tony Leblanc,<br />
Manolo Gómez Bur, Laura Valenzuela y Marisol<br />
GoMález, la guapa presentadora de televisión que<br />
hacía su debut en el cine con esta película de<br />
Dibildos.<br />
Al acontecimiento asistieron casi todos los componentes<br />
del reparto de la película, con las ausencias<br />
de Alfredo Landa y Lina Morgan.<br />
—Esta es la primera cinta ce la serie de cua<br />
'^'^iiüiiÉ.is..^....,...<br />
ígSSÍSS<br />
tro que tenemos contratadas con Tony Leblanc,<br />
Manolo Gómez Bur y Alfredo Landa.<br />
La risa, la sonrisa y la ironía a la española<br />
están, pues, garantizadas, especialmente si se<br />
tiene en cuenta que Alfonso Paso es también<br />
autor del guión.<br />
Después del estreno—a eso de la una y media<br />
de la madrugada—se celebró un cóctel en Montestoril,<br />
al que asistieron todos los protagonistas<br />
de la película. Nosotros propondríamos a los productores<br />
que en el estreno de su próximo film se<br />
organice un cóctel-desayuno, al que, naturalmente,<br />
acudiríamos todos los noctámbulos forzosos o<br />
voluntarios que vivimos en <strong>Madrid</strong>, amén de algún<br />
que otro madrugador, que también los hay.<br />
Mary Carmen Ormeño (campeona nacional<br />
de paracaidismo) se pasa al cine<br />
Guapa, joven—diecinueve años—y de un valor más que probado, Mary Carmen<br />
Ormeño ha decidido hacer cine. Por sí ustedes ya lo han olvidado, el pasado mes<br />
de septiembre Mary Carmen conquistó el Campeonato Nacional Femenino de Pa¡racaidismo.<br />
Así, como suena.<br />
•^—Ahora mi gran ilusión es realizar los cursillos de pilotaje para aviones cornerciáles.<br />
Esta es la razón que me ha movido a hacer cine, ya que estos cursillos<br />
son largos y costosos.<br />
—¿E)i qué película harás tu presentación como actriz? .<br />
—Se titula "Un día es un día" y tendré como compañeras de rodaje a dos<br />
magníficos actores: Alberio Closas y Sania Sruno,. a quienes.siempre he admirado<br />
mucho. Ita pélvaiúa será dirigida por Francisco Prosper, de la Escuela Oficial de<br />
CiTLematografia.<br />
—¿Cuando darás este fiAuevo "saltón?<br />
—Comenzaremos a rodar dentro de una semana o asi.<br />
—¿Cambiarías el cine por la aviació7i?<br />
—Ahora no cambiaría la aviación por nada.<br />
Mary Carmen Ormeño realiza también unos cursos de enfermera militar, ha<br />
chica está bien preparada para cualquier evento. Incluso para enfrentarse con<br />
las más exigsnte^s cámaras cinematográficas,. Pues..lo.inismo-.podrM.haber, conquistacUy-uni-Cant^íMiaéo-<br />
nacional de bettesaioi-ftító^niaé<br />
H<br />
BUENAS<br />
NOCHES<br />
Cositas<br />
oscuras<br />
Hablábamos de Lope, ¿no<br />
es cierto? Y de unas cositas<br />
oscuras que hay en el<br />
alma de las que atacan al<br />
Fénix sin piedad y sin contemplaciones.<br />
Vamos a ver<br />
si entendemos bien lo que<br />
es esto. Se trata de un peloteo<br />
del subconsciente. Es<br />
algo inevitable que no se<br />
pUede controlar con facilidad.<br />
En el argot teatral decimos<br />
mucbas veces de nn<br />
"galán" que tiene la gran<br />
virtud de gustar a las mujeres<br />
sin ofender a los hombres,<br />
y de una "dama", que<br />
posee el encanto de agradar<br />
a los hombres y no fastidiar<br />
a las mujeres. Esto<br />
es un secreto dificilísimo.<br />
Yo diría que precisamente<br />
es esto lo que da la medida<br />
del éxito en el mundo<br />
del arte. Simplificando: lo<br />
difícil es caerle muy bien<br />
a una scflora y que el marido<br />
no diga que uno es<br />
un Imbécil. Si se logra caer<br />
bien al marido y a la mujer<br />
y que ambos alirmen<br />
que uno es simpatiquísimo,<br />
el éxito es unánime. Si<br />
se cae bien sólo a las mujeres,<br />
el éxito es grandioso,<br />
pero amargo; si se cae<br />
bien sólo a los hombres<br />
puede uno llegar a conseguir<br />
una mesa de despar<br />
cho y un diploma, pero jamás<br />
sabrá en qué consiste<br />
el éxito. El mundo del<br />
triunfo está manejado, gracias<br />
a Dios, por las mujeres.<br />
Sin poderlo evitar,<br />
hay caballeros que cuando<br />
su novia les dice que Rock<br />
Hudson es guapísimo toman<br />
tal rabia por el pobre<br />
Hndson que no cejan hasta<br />
explicarle a la mujer cómo<br />
es homosexual, tiene una<br />
pierna de goma, se convierte<br />
en vampiro a las doce<br />
de la noche o "es un niño<br />
bonito que no sabe "ciurelar".<br />
De la misma manera,<br />
las mujeres, si el hombre<br />
muestra su entusiasmo por<br />
Sofía Loren, se preguntan<br />
en el acto qué puede tener<br />
la actriz Italiana que ellas<br />
no tengan. Poco más o menos,<br />
esta reacción es la<br />
compensación al sentimiento<br />
de inferioridad de que<br />
tanto habló .\dler. Cuando<br />
nosotros nos creemos superiores<br />
a Botk Hudson .lo<br />
encontramos s 1 mpatiquíslmo;<br />
si las mujeres se saben<br />
mejores que Sofía lorrai"<br />
la alaban con largueza.<br />
Hay que tener mucho<br />
cuidado en los juicios que<br />
se emiten, sobre las actividaáé»<br />
de cualquier persq:<br />
na, porque a veces están<br />
mediatizados por nuestra<br />
propia inferioridad o por la<br />
superior personalidad del<br />
otro. Si uno es feo—cosa<br />
que se da mucho—, cuesta<br />
una barbaridad admitir que<br />
Otro es guapo. Si uno,<br />
cuando va a entrar en un<br />
cafe, tropieza y se traga un<br />
mostrador» cuesta mucho<br />
admitir que hay quien entra,<br />
pide un "cortado", se<br />
lo toma y no tropieza. Injustos<br />
seremos si al que<br />
toma el ','cortado" le acusamos<br />
de ejercer la trata de<br />
blancas por el mero hecho<br />
de no tropezar como nosotros.<br />
Y ahí está Lope de<br />
Vega. No en el mostrador,<br />
claro. Frente a los feos, lepe<br />
"las dio todas" en su<br />
tiempo, triunfó en toda la<br />
Unea, fue un prodigio de<br />
fecundidad, de talento, de<br />
gracia, de garbo, de salero.<br />
Gustó tanto a las mujeres<br />
que hay quien afirma que<br />
de él nació el mito de Don<br />
Juan. Cuando decía "aquí<br />
estoy yo" ya no había nadie<br />
más. Y esto, qni- a un<br />
ser normal le cae simpático,<br />
le hace gracia y le provoca<br />
cierto orgullo de ser<br />
compatriota de tipo tal, a<br />
un inferior, automáticamente,<br />
le envuelve en recelos,<br />
en resquemores y en<br />
odios reprimidos. Nadie se<br />
atreve a decir que odia a<br />
Lope de Vega porque se le<br />
daban bien las chicas; lo<br />
que dicen es que sus obras<br />
no estaban bien escritas.<br />
Esto es un peloteo del subconsciente.<br />
Quien no se detiene<br />
a sospechar que hay<br />
algo que no funciona bien<br />
en el juicio que sobre Lope<br />
lanza es que anda con<br />
el subconsciente demasiado<br />
lleno de cosas; de cositas<br />
oscuras, como decía al principio.<br />
D i s c u 1 p emos, pues, a<br />
quienes obran así, pero tengan<br />
la seguridad mis lectores<br />
de que aún no se ha<br />
pasado el odio que los Inferiores<br />
debieron sentir por<br />
Lope en su tiempo; ese<br />
odio que llenó el alma de<br />
tantos literatos y tantos<br />
antologistas a los que las<br />
damas sacaban la lengua<br />
nada más aparecer por la<br />
plaza Mayor. Odio que no<br />
era compartido por el pueblo,<br />
siempre ancho y generoso.<br />
El pueblo admiras<br />
Lope porque el pueblo es<br />
un poco Lope de Vega y s»<br />
sintió unido al autor mtidrileño<br />
por lazos üidratrno<br />
tibies. Si Lope hubiera sido<br />
feo, tonto, un poquito tartamudo,<br />
con la mirada torpe<br />
y vacilante y, como decía<br />
Quevedo "el talle en 1