11.10.2013 Views

El urgente llamado de Nuestra Señora

El urgente llamado de Nuestra Señora

El urgente llamado de Nuestra Señora

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

3. La venida <strong>de</strong>l Espíritu Santo: De repente sobrevino <strong>de</strong>l cielo un ruido, como <strong>de</strong><br />

viento impetuoso que soplaba, y llenó toda la casa don<strong>de</strong> estaban. Hechos 2, 2<br />

4. La Asunción <strong>de</strong> la Santísima Virgen: Tú eres la gloria <strong>de</strong> Jerusalén…te has portado<br />

con varonil esfuerzo…y por lo mismo serás bendita para siempre. Judit15, 10-11<br />

5. La coronación <strong>de</strong> la Santísima Virgen como reina <strong>de</strong>l Cielo y <strong>de</strong> la tierra: En esto<br />

apareció un gran prodigio en el cielo, una Mujer vestida <strong>de</strong>l sol, y la luna <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus<br />

pies, y en su cabeza una corona <strong>de</strong> doce estrellas. Apocalipsis 12, 1<br />

Los Santos y el Rosario<br />

“Un día, por el Rosario y el Escapulario salvaré al mundo.”<br />

– Profecía <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> a Santo Domingo<br />

“Si, por la Gracia <strong>de</strong> Dios, ya ha alcanzado un alto nivel <strong>de</strong> oración, continúe la<br />

práctica <strong>de</strong> rezar el Santo Rosario si <strong>de</strong>sea permanecer en ese estado y si espera crecer en<br />

humildad. Pues ninguno que rece el Rosario todos los días nunca se volverá hereje formal o<br />

será <strong>de</strong>scarriando por el <strong>de</strong>monio. Esta es una afirmación que firmaría gustoso con mi<br />

sangre.”<br />

– San Luis María Grignion <strong>de</strong> Montfort<br />

La “Gran Promesa” <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima<br />

<strong>de</strong> ayudar a nuestra salvación<br />

“Yo prometo asistirles en la hora <strong>de</strong> la muerte con todas las gracias necesarias para la<br />

salvación <strong>de</strong> sus almas, a todos aquellos que durante cinco meses, en el Primer Sábado se<br />

confiesen, reciban la Santa Comunión, recen la tercera parte <strong>de</strong>l Rosario y me hagan 15<br />

minutos <strong>de</strong> compañía, meditando en los 15 misterios <strong>de</strong>l Rosario, con el fin <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sagraviarme”.<br />

– <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima<br />

Origen y método <strong>de</strong> la Novena <strong>de</strong>l Rosario <strong>de</strong> 54 días<br />

“En una aparición <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Pompeya, ocurrida en 1884 en Nápoles, en<br />

casa <strong>de</strong>l Comendador Agrelli, la Madre Celestial se dignó hacer conocer la manera en que<br />

ella <strong>de</strong>sea ser invocada.<br />

“Durante trece meses, Fortuna Agrelli, la hija <strong>de</strong>l Comendador, había soportado<br />

sufrimientos horribles y calambres torturantes; ella había sido <strong>de</strong>sahuciada por los más<br />

celebrados médicos. <strong>El</strong> 16 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1884, la niña afligida y sus familiares comenzaron<br />

una novena <strong>de</strong> Rosarios. La Reina <strong>de</strong>l Santo Rosario la favoreció con una aparición el 3 <strong>de</strong><br />

marzo. María Santísima estaba sentada en un alto trono ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> figuras luminosas y<br />

sosteniendo al Divino Niño en su regazo, y en Su mano un Rosario. La Virgen Madre y el<br />

Santo infante estaban vestidos con ropas bordadas <strong>de</strong> oro. Estaban acompañados por Santo<br />

Domingo y Santa Catalina <strong>de</strong> Siena. <strong>El</strong> trono estaba profusamente <strong>de</strong>corado con flores; la<br />

belleza <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> era maravillosa.<br />

“María miró a la sufriente con ternura maternal y la paciente la saludó con estas<br />

palabras: ‘¡Reina <strong>de</strong>l Santo Rosario, sé misericordiosa conmigo, restáurame la salud! Ya Te<br />

http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/olua/pdf/olua.pdf 25

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!