CRÓNICA 2007 - Levante-EMV

FADI GHALIOUM / REUTERS
La Mezquita de Al-Amin en Beirut, el 23 de enero de 2007.
ORIENTE PRÓXIMO
LÍBANO
Sin reconciliación ni presidente
y marcados por el terrorismo
KATHY SELEME BEIRUT. EFE
El Líbano se despide de otro año infausto, marcado
por el terrorismo, con la esperanza de que
un presidente de consenso pueda sacar al país
del atolladero institucional y sirva de faro hacia
la reconciliación nacional. Mientras el país todavía
se recupera de las heridas abiertas en la
guerra contra Israel del verano de 2006, los libaneses
cierran este año sin despejar todavía
quién será su jefe de Estado.
El anterior presidente, Emil Lahud, abandonó el
Un hombre huye con un niño herido en los brazos tras una ataque israelí a las posiciones de Hamás en Gaza. MOHAMED SABER
ALBERTO MASEGOSA JERUSALÉN. EFE
U n
mes después de que los islamistas
de Hamás se hicieran en junio
con el poder en la franja de Gaza,
el presidente de EEUU, George W. Bush, instaba
a palestinos e israelíes a retomar el diálogo
por la paz en un proceso que se escenificaba
en noviembre en la conferencia de Annapolis.
Más de un centenar de personas murieron
en los cruentos choques armados que
permitieron a los milicianos de Hamás derrotar
y expulsar de Gaza a las fuerzas de seguridad
de la Autoridad Nacional Palestina
(ANP), presidida por Mahmud Abás. Los enfrentamientos
duraron una semana, en la que
se luchó calle por calle en los centros urbanos
de la franja palestina.
Los islamistas habían basado su victoria
en los comicios palestinos de 2006 , en la denuncia
de la corrupción del movimiento Fatah
de Abas. Un año después, recurrieron a
la tortura que practicaban las fuerzas de seguridad
de la ANP para justificar su rebelión
armada. Hamás pudo garantizarse de esa
manera el control de Gaza y someter a Abas
a la humillación de ver circunscrita su autoridad
a Cisjordania; por primera vez, el movimiento
nacional palestino registraba una
división política y territorial.
La disolución del gobierno palestino de
unidad nacional integrado por Hamás y Fatah
dio, no obstante, una oportunidad inesperada
a Abas: la de rescatar la negociación
con Israel. El Estado Judío había reducido al
mero formulismo sus contactos con el presidente
palestino en tanto que los islamistas -
que no reconocen a Israel y rechazan el abandono
de la lucha armada-, estuvieran en las
instituciones de la ANP.
Una vez acabada su «cohabitación» con
Hamás, Abas pudo recuperar el diálogo
abierto con el primer ministro israelí, Ehud
Olmert. Bajo los auspicios de EEUU y con el
apoyo de la comunidad internacional -que
nunca dejó de considerar al presidente de la
ANP como el legítimo representante del pueblo
palestino-, Abás y Olmert empezaron así
a preparar en agosto la convocatoria de Annapolis.
Pese al clima de entendimiento en-
cargo tras expirar su mandato el 24 de noviembre,
y desde entonces existe un vacío de poder en la
más alta instancia del Estado. Aunque la mayoría
parlamentaria anti-siria y la minoría encabezada
por el grupo chií Hizbulá parecen haber encontrado
a un candidato que satisface a ambos, el comandante
en jefe del Ejército, Michel Sleiman, las
trabas legales se han cruzado en el camino hacia
la estabilización del país. Para que Sleiman pueda
asumir el cargo, el Parlamento deberá enmendar
la Constitución -que prohíbe que un alto cargo acceda
a la Presidencia hasta dos años después de
haber dejado su anterior función- o al menos interpretarla
de forma muy flexible. Pero por si los
Hamás toma Gaza y divide Palestina
Los milicianos de Hamás echaron
de Gaza a la policía de la ANP tras
una semana de combates en las
calles que ocasionaron más de un
centenar de muertos.
obstáculos políticos fuesen pocos, la amenaza del
terrorismo sigue revistiendo de provisionalidad
cualquier paso adelante. En verano, el Líbano sufrió
el mayor conflicto armado interno desde el final
de la guerra civil, en 1990.
Cientos de milicianos del grupo yihadista suní
Fatah al Islam se atrincheraron dentro del campo
de refugiados palestinos de Nahar al Bared,
junto a la ciudad de Trípoli, y libraron duros
combates contra el Ejército. En los enfrentamientos,
222 milicianos murieron y otros 202
fueron detenidos, según el Gobierno, mientras
que 158 militares perdieron la vida en el asedio,
que culminó con la toma del campo.
La conquista por Hamás del poder en la franja de Gaza ha dividido al movimiento nacional palestino, pero también ha sido el
detonante de la reanudación de los esfuerzos para poner fin de forma negociada al conflicto entre israelíes y palestinos.
Levante EL MERCANTIL VALENCIANO
DIÁLOGO POR LA PAZ
SHAWN THEW/REUTERS
CUMBRE DE ANNAPOLIS
Las bases del Estado palestino
Auspiciados por Estados Unidos y con el
apoyo de la comunidad internacional, israelíes
y palestinos volvieron a sentarse en la mesa
de la negociación en la cumbre celebrada en
noviembre en Annapolis. La conferencia sirvió
para que Olmert y Abás consensuaran un
documento en el que se comprometen a
firmar un acuerdo de paz definitivo antes de
que en enero de 2009 concluya el mandado
de Bush. El documento no alude sin embargo
a los «asuntos cluciales» como los refugiados,
la división de Jerusalén y las fronteras del
futuro estado palestino.
CRÓNICA 2007 | LUNES, 31 DE DICIEMBRE DE 2007 | 35
INTERNACIONAL
tre ambos líderes, con buena sintonía personal,
no faltaron los obstáculos en sus conversaciones
para allanar el camino hacia una
reunión que tomaba el relevo de la cumbre
de Camp David, que en 2000 se saldó con el
fracaso.
Un año de plazo
Los palestinos exigían que en la nueva
conferencia se suscribiera un documento
conjunto con un calendario para resolver los
«asuntos cruciales» del conflicto: el problema
de los refugiados, la división de Jerusalén
y las fronteras de un futuro estado palestino.
Los israelíes eran partidarios de un
documento más vago.
La inflexibilidad de las posturas concluyó
siete minutos antes del inicio de la cumbre,
cuando las dos partes consensuaron un texto
donde no se aludía a los «asuntos cruciales»
pero en el que se establecía un plazo para
la firma de un definitivo acuerdo de paz. Olmert
y Abás se comprometieron a hacer todo
lo posible por cerrar el tratado antes de que
concluya en enero de 2009 el mandato de
Bush, pero tampoco les faltarán dificultades
en el año que se han dado para cumplir su
objetivo.