2ª parte
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Didáctica de la relatividad aditivo-ordinal y de los números enteros<br />
61<br />
Laplace 1749-1827 . . . . . . . .<br />
Cauchy 1789-1857 . . . . . . . .<br />
3.1.4.- Resultado final: Legalización y construcciones matemáticas del sistema de los números<br />
enteros<br />
La ampliación de las nociones numéricas entró en el siglo XIX en un terreno formal, puramente<br />
matemático, en el que fué posible la admisión y legalización de los números negativos. Esto se consiguió<br />
mediante el principio de permanencia de las leyes formales (Peacok (1791-1858), Hankel<br />
(1867); citados y comentados en González y otros, 1990, págs. 48-49), que de forma simplificada y<br />
particular dice lo siguiente: todas las reglas que se verifican para los números naturales deben<br />
seguir verificándose para los nuevos campos numéricos, de manera que se conserven las definiciones<br />
en el campo menos amplio como casos particulares de las nuevas definiciones en los campos<br />
ampliados sin que exista contradicción.<br />
La ampliación requiere identificar los números naturales con los positivos, añadir a estos los negativos<br />
como opuestos para la adición en una estructura de orden total sin primer ni último elementos<br />
y definir la multiplicación de manera que el producto de números positivos verifique las mismas<br />
propiedades que el producto de números naturales y se cumpla la propiedad distributiva de la multiplicación<br />
con respecto a la adición. Sobre esta idea general se construyen varias teorías a finales<br />
del siglo XIX. Una de ellas, la conocida como teoría de los pares ordenados de Dedekind (1813-<br />
1916), es la que se suele utilizar hoy día (una exposición clara de esta construcción, brevemente<br />
comentada en el apartado 3.2, se puede encontrar en Godement (1967) y en Condamine (1971);<br />
desarrollos más didácticos son los de Richardson (1976, pp. 107-115), Colectivo Periódica Pura<br />
(1982, págs. 149-159), Nortes (1993, págs. 131-146) o González y otros (1990, págs. 105-122)).<br />
Ejercicios<br />
3.1.4.a.- Enumerar y resumir brevemente las diversas teorías matemáticas sobre los números enteros<br />
que surgieron después de su legalización (utilizar, entre otros, el contenido del capítulo 2 de<br />
González y otros (1990)).<br />
3.1.4.b.- Completar lo incluído en el apéndice I de Colectivo Periódica Pura sobre la historia de<br />
los signos + y -. Discutir la credibilidad de las distintas versiones.<br />
3.2. Breves notas sobre la construcción formal usual del sistema de los números enteros<br />
La ampliación de N a Z se realiza a partir del conjunto NxN (pares ordenados de números naturales),<br />
entre cuyos elementos se establece una relación de equivalencia R llamada “equisustractividad”<br />
(restas iguales), definida de la siguiente manera:<br />
si (a, b) y (c, d) NxN, (a, b) R (c, d) si, y sólo si, a + d = b + c (o su equivalente: a - b = c - d)<br />
Esta relación establece una partición en NxN en clases o conjuntos de pares ordenados, de tal<br />
forma que en cada clase están todos los pares relacionados entre sí por R. El conjunto de todas las<br />
clases o conjunto cociente NxN/R es el conjunto de los números enteros. Cada número entero es<br />
pues una clase formada por todos los pares de naturales cuya diferencia ordenada (1ª menos <strong>2ª</strong><br />
proyección) es la misma; ejemplos: la clase [(0, 3), (1, 4), (2, 5), (3, 6), . .] representa al número<br />
entero -3; la clase [(0, 0), (1, 1), (2, 2), . .] representa al número entero 0.<br />
Univer-<br />
Didáctica de la Matemática<br />
sidad de Málaga