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HEFAME 18
al día
al día
Iximché, zona arqueológica que data del siglo XV
Hotel Atitlán, con lago y volcán al fondo
situado en la reserva natural del Cerro Cahuí, a orillas
del lago Petén Itzá, donde algunos disfrutamos de
un baño al anochecer con una puesta de sol magnífica.
Al día siguiente visitamos el Parque Nacional de
Tikal, a 70 Km de Flores, en donde se encuentra el
más grande centro ceremonial maya del país y uno
de los de mayor importancia de esta civilización.
Tikal es la mayor ciudad maya descubierta hasta la
fecha, y está rodeada de un parque nacional de 576
km cuadrados destinados a proteger todo el área
arqueológica. Sorprendente por la profusión de pirámides
escalonadas y estelas, fue declarada en 1979
Patrimonio Cultural de la Humanidad. A modo de
ejemplo, se puede citar el templo I (“Gran Jaguar”)
de 44 m de altura, el templo II, perteneciente a la
gran plaza, de 42 m, así como el templo IV, que es
el más alto, con 64,6 m. A este templo se sube
mediante una escalera serpenteante, con la que
algunos nos atrevimos para contemplar la vista
completa del complejo rodeado de selva.
Calle de Antigua, con volcán del Agua al fondo
C lub de ocio
El templo III, conocido como del Sacerdote Jaguar,
mide 55 m y fue restaurado por españoles. Los templos
son edificios altos y aislados, que eran usados de
manera ceremonial y con fines astronómicos, ya que
presentaban una ubicación y forma especiales para
seguir fenómenos celestes y el calendario a través
de la posición solar, vital para las siembras. Se han
encontrado también restos de culto y sacrificio, desde
donde se pedía la intercesión de los dioses de la
lluvia, el sol y el maíz.
La Plaza de los Siete Templos, del clásico tardío,
junto con otras estructuras como plataformas, pirámides,
y campos de pelota completan el complejo,
del que en día y medio sólo pudimos visitar una parte
de lo descubierto. Gran parte queda sin descubrir,
bien parcialmente derruidos, tapados por la selva o
incluso convertidos en simples montículos. Es probable
que al caminar por el complejo, lo hiciéramos sobre
restos de palacios, templos o plataformas que probablemente
podrían restaurarse y recuperarse para los
visitantes.
De vuelta al atardecer a Ciudad de Guatemala,
salimos de visita, pudiendo comprobar como conviven
edificios de construcción moderna con otros de la
Iximché, zona arqueológica que data del siglo XV
Calle de Santiago de Atitlán