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<strong>semana</strong><br />

Guiones<br />

litúrgicos<br />

Vocacional<br />

<strong>Agustiniana</strong><br />

Del 23 al 29 de abril de 2008<br />

1


Presentaciónn<br />

Este cuadernillo para la <strong>semana</strong> agustiniana<br />

consta de dos bloques:<br />

En el primer bloque están los guiones litúrgicos para las<br />

celebraciones eucarísticas de cada día de la <strong>semana</strong>.<br />

Hay un lema común a partir del tema<br />

“Agustinos Recoletos<br />

Nuestro equipo, nuestra pasión”<br />

Donde podemos encontrar reflexiones para el día-a-día.<br />

El segundo bloque está más pensado para los colegios.<br />

En él hay siete oraciones con un lema común<br />

“Agustinos Recoletos<br />

Nuestro equipo, nuestra pasión”<br />

y un valor fundamental de la vivencia cristiana.<br />

Está pensado para la oración matutina de cada día.<br />

El último bloque contiene algunos materiales<br />

complementarios como:<br />

dos paraliturgias; otro tema que se llama: Varias formas<br />

de vivir la vocación y un video que recoge<br />

varios momentos de nuestra<br />

misión de Lábrea<br />

(colgado en la página web).<br />

2


Guiones litúrgicos<br />

“Agustinos Recoletos<br />

Nuestro equipo, nuestra pasión”<br />

3


ARRIÉSGATE CON<br />

JESÚS<br />

21 de abril<br />

Monición de entrada:<br />

Hoy comenzamos la <strong>semana</strong> vocacional<br />

agustino recoleta. Por ello estamos invitados a<br />

orar, a orar, precisamente por las vocaciones<br />

de la orden. A orar, en esta celebración, para<br />

que cada vez haya más personas que<br />

arriesguen su vida, con Jesús, con Aquel que<br />

nos dice: “El Espíritu Santo será quien os lo<br />

enseñe todo”.<br />

Peticiones de perdón:<br />

Preces:<br />

• Por las veces en que no nos hemos arriesgado por Ti.<br />

Señor, ten piedad.<br />

• Por las veces en que olvidamos escuchar tu llamada.<br />

Cristo, ten piedad.<br />

• Por las veces en que no nos abrimos a la enseñanza de tu Espíritu.<br />

Señor, ten piedad.<br />

Por todas las personas que somos parte de la Iglesia Católica, para que el<br />

Espíritu de Dios nos enseñe a ser valientes y arriesgarnos a responder a la voz de<br />

Dios que llama a cada uno de nosotros. Oremos.<br />

Por todos los religiosos de la orden de agustinos recoletos, para que su vida<br />

no sea una vida sin riesgo y sin Jesús. Oremos.<br />

5


Por todos los jóvenes que en su interior han escuchado la llamada de Cristo,<br />

para que la Palabra de Dios sea la inspiradora de su discernimiento. Oremos.<br />

Por todas las familias del mundo, para que no dejen de ser semilleros de<br />

cristianos que se arriesguen a vivir con Jesús. Oremos.<br />

Oración vocacional:<br />

TENGO MIEDO A DECIRTE QUE SÍ,<br />

Señor, porque... ¿a dónde me vas a<br />

llevar?...<br />

Tengo miedo a arriesgarme,<br />

a firmarte en "barbecho",<br />

de darte un SÍ, que<br />

genere una reacción de<br />

"síes" en cadena; y, sin<br />

embargo...<br />

¡No tengo paz!<br />

Tú me persigues,<br />

Señor, me acechas<br />

por todas partes. Me<br />

aturdo con ruido porque temo oír tu<br />

voz; pero Tú te infiltras en el silencio.<br />

Me desvío del camino al verte, pero<br />

cuando llego al fondo del sendero,<br />

¡ALLÍ ESTÁS TÚ!<br />

¿Dónde podré esconderme si te<br />

encuentro siempre? No, no hay modo<br />

de esquivarte.<br />

Pero es que tengo miedo de decirte<br />

que SÍ, Señor. Tengo miedo de<br />

alargarte la mano, porque la aferras<br />

en la tuya...<br />

Tengo miedo de encontrarme con<br />

tu mirada, porque me seducirás...<br />

Tengo miedo de tus exigencias,<br />

porque eres un Dios celoso...<br />

Apuntas hacia mí, pero<br />

esquivo el blanco. Me<br />

aprisionas, pero me resisto.<br />

Y sigo combatiendo, sabiendo<br />

que estoy vencido.<br />

Pero... es que, de veras, ¿se te puede<br />

resistir?... Señor, para que llegue tu<br />

Reino y no el mío, ayúdame a decir que<br />

SÍ.<br />

Ayúdame a decir que SÍ, para que se<br />

haga tu voluntad y no la mía.<br />

6


CON JESÚS, NUESTRO<br />

EQUIPO<br />

22 de abril<br />

MONICIÓN DE ENTRADA:<br />

La vocación también es arriesgar la vida para,<br />

en y con Jesús. Arriesgarla, sobre todo, con ese Jesús<br />

que hoy nos llama a ser parte de su equipo, de su<br />

equipo de paz, de esa paz que nos ha dejado para<br />

poder vivir la intranquilidad que la llamada del mismo<br />

Dios nos pueda causar. “Mi paz os dejo, mi paz os doy”,<br />

nos dice Dios en su Palabra; preparémonos pues para<br />

que desde hoy Jesús sea nuestra paz, nuestro equipo.<br />

PETICIONES DE PERDÓN<br />

• Por nuestras actitudes vacías de paz y de<br />

comunidad.<br />

Señor, ten piedad.<br />

• Por nuestras acciones que no nos dejan<br />

hacer equipo contigo.<br />

Cristo ten piedad<br />

• Por nuestros pensamientos que nos hacen sordos a tu llamada a ser<br />

comunidad, a ser equipo.<br />

Señor, ten piedad.<br />

PRECES<br />

Por la Iglesia, el equipo de paz de Jesús, para que Dios le guíe con su<br />

Espíritu, y así continúe siendo una comunidad de personas llamadas a la plenitud.<br />

Oremos.<br />

7


Por todos los cristianos, para que caigan en la cuenta que siempre están<br />

llamados a ser equipo para, de y con Jesús. Oremos.<br />

Por todos los aquí presentes, para que en esta celebración, del banquete del<br />

amor, nos haga miembros de Jesús. Oremos.<br />

Por toda la familia agustino-recoleta, para que la paz de Cristo sea el motor,<br />

el criterio y el ideal de la vivencia de su carisma comunitario. Oremos.<br />

ORACIÓN VOCACIONAL:<br />

Jesús tengo ganas de ser amigo tuyo,<br />

muchas gracias.<br />

¿Me admitirás en tu equipo?<br />

Quiero conocerte por dentro,<br />

íntimamente, para admirarte y<br />

copiarte.<br />

Copiarte he dicho, sí, porque aspiro<br />

a ser una copia tuya, la más perfecta<br />

posible, sin dejar de ser yo mismo.<br />

Además quiero pasar contigo largos<br />

ratos: mirarte, contemplarte,<br />

escucharte, hablarte con los<br />

evangelios en la mano, que siempre<br />

tienen algo inesperado y nuevo.<br />

Y quiero comprometerme. Sí;<br />

comprometerme contigo en todas las<br />

zonas de mi vida, en casa y en la calle,<br />

en el trabajo y en los estudios, con los<br />

amigos y en las diversiones: definirme<br />

y luchar en todas partes por los<br />

valores de tu evangelio, la justicia y la<br />

fe, la solidaridad y la libertad, y<br />

sobre todo en la paz.<br />

Tendré que esforzarme muchísimo,<br />

lo sé, contra tantas fuerzas<br />

exteriores e interiores que me<br />

arrastran por otros derroteros.<br />

¿Puedes echarme una mano,<br />

cariñosa y fuerte? Lo necesito, te<br />

necesito. Porque yo quiero, quiero de<br />

verdad, ser tu amigo, conocerte,<br />

estar contigo. Comprometerme y<br />

hacerme como Tú, una buena copia<br />

tuya.<br />

Échame una mano, vamos, y ahí va<br />

la mía, abierta, entera y deseosa.<br />

8


CON JESÚS,<br />

NUESTRA PASIÓN<br />

MONICIÓN DE ENTRADA:<br />

Hoy, Dios no llama a estar unidos a la Verdadera Vid: Jesús. Nos llama a ser<br />

sarmientos, a ser podados y dar fruto en abundancia, a ser sus discípulos; en suma,<br />

nos llama a vivir con Pasión, es decir, con Jesús.<br />

Dispongámonos, pues, a participar en esta celebración con el fin de<br />

encontrar pasión a nuestra vida; con el fin de<br />

encontrarnos con Jesús.<br />

PETICIONES DE PERDÓN<br />

PRECES<br />

• Por nuestra vida sin pasión, sin Ti.<br />

Señor, ten piedad.<br />

• Por nuestra vida separada de Ti.<br />

Cristo, ten piedad.<br />

• Por nuestra vida sin fruto.<br />

Señor, Ten piedad.<br />

23 de abril<br />

Por el papa, los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, para que sean<br />

testigos vivos del Evangelio de Jesucristo y lo anuncien con valentía y pasión,<br />

inundados siempre de la fuerza del Espíritu Santo. Oremos.<br />

Por toda la Iglesia que ha renacido de la fuente bautismal, para que,<br />

renovada con los sacramentos pascuales, acreciente cada vez sus frutos en<br />

abundancia hacia todos. Oremos.<br />

Por aquellos que sufren en el cuerpo y en el espíritu. Por los pobres,<br />

enfermos, abandonados, tristes, desvalidos. Para que encuentren en Cristo la<br />

9


verdadera pasión en su vida, y nosotros seamos capaces de ayudarlos con nuestra<br />

disponibilidad. Oremos.<br />

Por nuestra gran familia agustino recoleta, que se reúne hoy para esta<br />

eucaristía vocacional. Que el espíritu apasionado de san Agustín esté siempre vivo<br />

en nosotros y lleguemos a ser todos una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia<br />

Dios. Oremos.<br />

Por los jóvenes, para que surja en el corazón de muchos el deseo de seguir<br />

el estilo de vida que propuso Agustín a la Iglesia. Oremos.<br />

ORACIÓN VOCACIONAL:<br />

Sin voces misteriosas, pero con<br />

claridad ha llegado hasta nuestro<br />

corazón tu llamada a seguirte.<br />

Estamos decididos a hacerlo.<br />

Sabemos que esto no nos amargará la<br />

vida, al contrario, le da significado, le<br />

da pasión, porque tu palabra es buena<br />

noticia, tu yugo suave y tu carga<br />

ligera.<br />

Siguiéndote nos sentimos más libres y<br />

felices a pesar de las dificultades.<br />

La eucaristía y el contacto con los<br />

hermanos nos animan a marchar por<br />

tus caminos.<br />

Gracias, Señor, por pronunciar cada<br />

uno de nuestros nombres del mismo<br />

modo que un día llamaste así a tus<br />

apóstoles.<br />

Tú eres nuestra ley, nuestro modelo,<br />

nuestra pasión.<br />

Desde la debilidad de nuestra palabra<br />

prometemos, una vez más, seguirte de<br />

cerca.<br />

10


AGUSTÍN CAMBIA DE<br />

EQUIPO, CAMBIA DE<br />

PASIÓN<br />

24 de abril<br />

MONICIÓN DE ENTRADA:<br />

A cambiar, a renovar, a<br />

retornar, a convertirnos. A esto Dios nos<br />

llama hoy, desde el ejemplo de nuestro<br />

Padre san Agustín, el gran converso de<br />

corazón inquieto.<br />

Por eso, en este momento, momento<br />

en que nuestra salvación está más cerca que<br />

cuando empezamos a creer, debemos<br />

disponernos a celebrar nuestra fiesta,<br />

fiesta de vocación, de respuesta, de<br />

conversión, de los hijos que hoy retornan al<br />

Padre.<br />

PETICIONES DE PERDÓN:<br />

• Por las veces en que nos hemos ido de tu casa, de tu equipo.<br />

Señor, Ten piedad.<br />

• Por la veces en que no nos hemos vestido de ti y hemos hecho caso de la<br />

carne para las codicias.<br />

Cristo, ten piedad.<br />

• Por las veces en que no hemos sabido retornar a Ti.<br />

Señor ten piedad.<br />

11


PRECES<br />

Por le Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que sean signo de<br />

conversión, de fiesta paternal y de la amor salvador de Cristo. Oremos.<br />

Por la familia agustiniana, para que, con la guía del Espíritu Santo, vivan en<br />

una continua conversión a la Verdad, siempre perseguida por Nuestro Padre san<br />

Agustín. Oremos.<br />

Por todos los jóvenes y niños, en especial por que están en las parroquias y<br />

colegios donde la orden de agustinos recoletos está presente, para que de ellos<br />

broten conversos de corazón inquieto. Oremos.<br />

Por las familias, para que entre padres e hijos reflejen ese banquete que<br />

Dios, Padre misericordioso, prepara a sus hijos pródigos. Oremos.<br />

Por todos los que se encuentran en las casas de formación agustino<br />

recoletas, para que, a ejemplo de san Agustín converso, busquen y encuentren el<br />

equipo, la pasión de su vida. Oremos.<br />

Finalmente pidamos por todos los aquí presentes, para que aceptemos la<br />

llamada a ser acogidos en Jesús. Oremos.<br />

ORACIÓN VOCACIONAL:<br />

Una voz en mi interior me dice:<br />

Te necesito.<br />

Una voz fuera de mí me dice:<br />

No haces falta.<br />

Una voz dentro de mí me dice:<br />

Te elegí para que seas mi amigo.<br />

Una voz de fuera me dice:<br />

No te hagas ilusiones.<br />

¡El tiene otros amigos!<br />

El mundo ya es grandecito<br />

para necesitar un Padre.<br />

Una voz interior me dice:<br />

¡Eres libre! La decisión es tuya.<br />

¡La voz de fuera calla!<br />

¡Ella sabe que no puede afirmar lo<br />

mismo!<br />

Una voz interior me habla y dice:<br />

El mundo se siente huérfano.<br />

Una voz exterior me dice:<br />

12


SAN MARCOS EVANGELIST<br />

¡ESCUCHA Y<br />

TRANSMITE LA<br />

PALABRA DE NUESTRO<br />

EQUIPO, DE NUESTRA<br />

PASIÓN!<br />

25 de abril<br />

MONICIÓN DE ENTRADA<br />

Hoy la Palabra de Dios nos dice que<br />

vayamos al mundo entero y proclamemos el evangelio a<br />

toda la creación. Vayamos y proclamemos, pero no sin<br />

antes de escuchar hoy la Palabra de Dios. Escuchemos,<br />

primero, y luego transmitamos. Por eso, en esta<br />

eucaristía, preparémonos, pues, para trasmitir, como san Marcos, la Palabra de<br />

Dios que es Jesús, nuestro equipo y nuestra pasión.<br />

PETICIONES DE PERDÓN<br />

PRECES<br />

• Hijo de Dios bajado del cielo para salvación de los hombres.<br />

Señor, ten piedad.<br />

• Palabra de Dios hecha carne para llamar a los hombres.<br />

Cristo ten piedad.<br />

• Tú, que subiste al cielo y estás sentado a la derecha del Padre.<br />

Señor, ten piedad<br />

13


Por la iglesia, para que ella, siendo la oyente y la transmisora de la Palabra,<br />

sea el semillero de vocaciones a la vida que en Cristo hay. Oremos.<br />

Por el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que no dejen de ser<br />

mensajeros del Evangelio. Oremos.<br />

Por los religiosos y religiosas, en especial por los que viven el carisma<br />

agustino recoleto, para que la Palabra les restablezca, afiance, robustezca y les<br />

consolide en la fe que han profesado. Oremos.<br />

Por las familias cristianas, para que de ellas salgan verdaderos cristianos<br />

sobrios y fuertes en la fe. Oremos.<br />

Por todos los cristianos, para que escuchen tu palabra, tu llamada. Oremos.<br />

Pidamos, finalmente, por las fraternidades agustino recoletas, para que sean<br />

pregoneras del Evangelio por todas parte. Oremos.<br />

ORACIÓN VOCACIONAL<br />

Jesucristo, Salvador del mundo, que a<br />

orillas del mar de Galilea llamaste a<br />

los Apóstoles para constituirlos<br />

fundamento de la Iglesia y<br />

portadores de tu Evangelio.<br />

Te pedimos que hoy sigas fijando tu<br />

mirada en niños y jóvenes de nuestras<br />

familias, parroquias y comunidades,<br />

invitándolos a seguirte en la vida<br />

religiosa y sacerdotal.<br />

Dales luz que disipe sus dudas, y<br />

decisión para que te sigan y se<br />

embarquen contigo.<br />

Infúndeles confianza y sabiduría para<br />

llevar tu Palabra y el testimonio de tu<br />

Amor a los hombres y mujeres de<br />

nuestro tiempo y del siglo futuro.<br />

Tú que eres nuestro Salvador, ayer,<br />

hoy y por los siglos de los siglos.<br />

Amén.<br />

14


MADRE DEL BUEN<br />

CONSEJO ¡ESCUCHA!<br />

26 de abril<br />

MONICIÓN DE ENTRADA:<br />

María llevó en su seno a nuestro Salvador, a Jesús. Ella llevó en su corazón a la<br />

Sabiduría, y nos la reparte sin envidia. Por medio de ella un hijo se nos ha dado, un<br />

hijo que es, como nos lo dice la primera lectura, Maravilla de Consejero. Hoy,<br />

estamos invitados a escuchar la llamada de la Sabiduría y del Buen Consejo que<br />

María nos transmite a través de esta frase que escucharemos en el evangelio:<br />

“Haced lo que él diga”<br />

PETICIONES DE PERDÓN:<br />

• Tú que eres la Sabiduría amorosa del<br />

Padre.<br />

Señor, ten piedad.<br />

• Tú, Buen Consejo de Vida.<br />

Cristo, ten piedad.<br />

• Tú, que te nos das y nos llamas.<br />

Señor, ten piedad.<br />

PETICIONES<br />

Por la iglesia extendida por todo el mundo, para que ella, a ejemplo de<br />

María, siga siendo transmisora de la Sabiduría que Dios por amor nos ha dado.<br />

Oremos.<br />

Por el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que sean asistidos por<br />

el Espíritu Santo en su labor ministerial, en la labor de escucha y transmisión de<br />

Jesucristo. Oremos.<br />

15


Por todos los religiosos de la Orden de Agustinos Recoletos, para que su<br />

llamada continúe viva y su respuesta sea vivida en una sola alma y un solo corazón<br />

dirigidos hacia Dios. Oremos.<br />

Por todos los formandos agustinos recoletos, para que en su proceso<br />

escuchen, como verdadero enamorados de la Verdad, el Buen Consejo de María.<br />

Oremos.<br />

Por todos los niñso y jóvenes de las parroquias y colegios que están bajo la<br />

administración de la recolección agustiniana, para que Dios les abra los oídos del<br />

corazón y, así, escuchen le voz de María que les dice “haced lo que el diga”.<br />

Oremos.<br />

ORACIÓN VOCACIONAL<br />

SEÑORA...<br />

la mujer fuerte<br />

la que inspira confianza<br />

la de valor probado en el SI, sin<br />

condiciones...<br />

la que creíste<br />

ÓYEME:<br />

Da luz a mi inteligencia.<br />

Fortalece mi voluntad indecisa.<br />

Hazme sencillo en mi actuar.<br />

Dame corazón humilde.<br />

MARÍA<br />

Quiero tener alma grande para que<br />

todos tengan cabida en ella.<br />

Quiero ser de interior limpio de<br />

donde no brote lo malo.<br />

Quiero ser fuerte en la dificultad.<br />

Quiero pureza en mi vida.<br />

Quiero capacidad de entrega sin<br />

esperar correspondencia.<br />

MADRE... AYÚDAME A DECIR SÍ<br />

El "SÍ" del trabajo.<br />

El "SÍ" de la honradez.<br />

El "SÍ" de la fidelidad.<br />

Ayúdame a decir:<br />

el "SÍ" del compromiso con Jesús<br />

el " SÍ " del amor a los semejantes<br />

el "SÍ" de la apertura al Espíritu de<br />

Cristo Resucitado<br />

el "SÍ"... TAMBIÉN YO QUIERO<br />

HACER LA VOLUNTAD DE DIOS<br />

16


EN MI CORAZÓN<br />

SOY LO QUE SOY, PERO<br />

“¿DE QUÉ EQUIPO?”<br />

MONICIÓN DE ENTRADA:<br />

27 de abril<br />

Hoy, en esta celebración estamos invitados a ser no sólo nosotros mismos, sino<br />

también a ser parte del equipo de Jesús. A ser parte de los que son de Jesús, que<br />

hoy se nos da; de los que están dispuestos a abrirse al Espíritu Santo que hoy se<br />

nos da por Jesucristo; de los que están dispuestos a dar razón de su esperanza; de<br />

los que viven por la muerte y<br />

resurrección de la Vida, de los<br />

que guardan los mandatos de<br />

Jesús, de los que aman a<br />

Jesús… Preparémonos, pues, a<br />

participar en esta fiesta como<br />

símbolo de pertenencia al<br />

equipo de Jesús.<br />

PETICIONES DE PERDON:<br />

• Por no saber ser quien soy según tu voluntad.<br />

Señor, ten piedad.<br />

• Por no actuar conforme a los designios de tu equipo.<br />

Cristo, ten piedad.<br />

• Por no vivir la respuesta a tu llamada.<br />

Señor, ten piedad.<br />

PETICIONES<br />

Por la Santa Iglesia, para que ella sea la comunidad donde la realización<br />

humana en Cristo se lleva a cabo. Oremos.<br />

17


Por todos los que no saben responder la llamada que Dios le hace, para que<br />

Cristo salga a su encuentro, y así, puedan entregar la vida. Oremos.<br />

Por la familia agustiniana, para con la guía del Espíritu Santo, el ejemplo de<br />

María y de los santos de la orden, sepan ser equipo de Jesús en la Iglesia. Oremos.<br />

Por todos los que se dedican a la labor de pastoral vocacional, para que ellos<br />

contagien en todos su ámbitos esa urgencia de orar por la vocaciones a la vida<br />

religiosa. Oremos.<br />

Por los que hoy nos encontramos en esta celebración, para que escuchemos<br />

la llamada a ser parte del equipo de Jesús. Oremos.<br />

ORACIÓN VOCACIONAL<br />

Te entrego, Señor, mi vida; hazla fecunda.<br />

Te entrego, Señor, mi voluntad; hazla idéntica a la tuya.<br />

Toma mis manos; hazlas acogedoras.<br />

Toma mi corazón; hazlo ardiente.<br />

Toma mis pies; hazlos incansables.<br />

Toma mis ojos; hazlos transparentes.<br />

Toma mis horas grises; hazlas novedad.<br />

Toma mi niñez; hazla sencilla.<br />

Toma mis cansancios; hazlos tuyos.<br />

Toma mis veredas; hazlas tu camino.<br />

Toma mis mentiras; hazlas verdad.<br />

Toma mis muertes; hazlas vida.<br />

Toma mi pobreza; hazla tu riqueza.<br />

Toma mi obediencia; hazla tu gozo.<br />

Toma mi nada; hazla lo que quieras.<br />

Toma mi familia; hazla tuya.<br />

Toma mis amigos; hazlos tuyos.<br />

Toma mis pecados, mis faltas de amor,<br />

mis permanentes desilusiones. Transfórmalo todo.<br />

Toma mis cruces y déjame volar.<br />

Toma mis flores marchitas y déjame ser libre.<br />

Hazme nuevo en la donación, dame alegría en la entrega,<br />

Lléname de gozo desbordante al dar la vida, al gastarme en tu servicio.<br />

18


ORACIONES<br />

“Agustinos Recoletos<br />

Nuestro equipo, nuestra pasión”<br />

19


ARRIÉSGATE CON JESÚS<br />

El compromiso cristiano<br />

Lunes 21<br />

de la caridad<br />

Hubo un tiempo en el que en una isla muy<br />

pequeña, confundida con el paraíso, habitaban<br />

los sentimientos como habitamos hoy en la<br />

tierra. En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y todos los otros<br />

sentimientos. Un día de esos en que la naturaleza<br />

parece estar de malas, el amor se despertó<br />

aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo<br />

inundada.<br />

Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos<br />

los sentimientos se salvaran. Todos corrieron y<br />

tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una<br />

montaña bien alta, donde podrían ver la isla<br />

inundándose, pero sin correr peligro.<br />

Sólo el amor no se apresuró; el amor nunca se<br />

apresura. Él quería quedarse un poquito más en su isla,<br />

pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó<br />

de que no debía morir. Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron<br />

y gritó en busca de auxilio.<br />

La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que<br />

con el oro y con la plata que cargaba temía que su barco se hundiera.<br />

Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el<br />

amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros. Ella, la Vanidad, no soportaba la<br />

suciedad.<br />

Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería<br />

estar acompañada por nadie.<br />

Pasó también la Alegría, pero esta tan alegre estaba que no oyó la suplica del amor.<br />

Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la<br />

superficie del agua, que comenzó a menguar.<br />

Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su<br />

barco. El viejito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta,<br />

junto con los otros sentimientos.<br />

Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién era el viejito que lo<br />

ayudó... A lo que ésta respondió..... "La Caridad"..... El Amor replicó: ..."¿Por qué solo<br />

la Caridad pudo traerme aquí?".... La Sabiduría entonces respondió: "Porque sólo la<br />

Caridad tiene la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares más difíciles"...<br />

20


DIÁLOGO<br />

• ¿Buscamos salir de nosotros mismo?<br />

• ¿Por qué soy amigo de los demás?<br />

• ¿Qué estaría dispuesto a hacer yo<br />

por un mundo diferente?<br />

ORACIÓN<br />

Que nazca en mí, como una fuente,<br />

un corazón puro;<br />

y una voluntad firme, Señor, fragua en mí;<br />

quiero ver tu rostro alegre a mi lado<br />

y tu fuerza en mí me acompañe siempre.<br />

Dame, te lo pido, la alegría de tu salvación,<br />

y un corazón sincero que se juegue todo por Ti.<br />

Dame vida, que yo amo el vivir,<br />

Tú que eres el Dios de la Vida.<br />

Y con ella diré a los hombres que contigo todo es posible.<br />

Abre mi corazón y mis labios, hacia Ti, Señor,<br />

para que diga cuánto te quiero.<br />

Amen.<br />

21


CON JESÚS, NUESTRO EQUIPO<br />

La vivencia con Jesús lleva<br />

al compromiso<br />

Un filósofo de oriente, contó a sus<br />

discípulos la siguiente historia: Varios hombres<br />

habían quedado encerrados por error en una oscura<br />

caverna donde no podían ver casi nada. Pasó<br />

algún tiempo, y uno de ellos logró encender una<br />

pequeña tea, pero la luz que daba era tan escasa que<br />

aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que<br />

con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia<br />

tea, y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó.<br />

Uno de los discípulos preguntó al filósofo: ¿Qué nos enseña, maestro, este relato?<br />

Y él contestó: "Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la<br />

compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la<br />

desvanece, sino que por el contrario la hace crecer".<br />

El compartir nos enriquece en lugar de hacemos más pobres. Los momentos más<br />

felices son aquellos que hemos podido compartir. Que Dios nos dé siempre la luz<br />

para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.<br />

La verdadera amistad es flor que se siembra con honestidad, se riega con afecto y<br />

crece a la luz de la comprensión. Si una vela enciende otra, así pueden llegar a<br />

brillar miles de ellas. De igual modo si iluminas tu corazón con amor, puede que<br />

ilumines miles de corazones.<br />

Un fósforo es un objeto aparentemente insignificante, pero tiene un gran poder:<br />

Puede encender miles de luces, pero para lograrlo tiene que arriesgar su cabeza.<br />

¡Arriésgate a compartir tu luz, tu tiempo, tus conocimientos, tus afectos, tus<br />

pertenencias!<br />

Martes 22<br />

22


DIÁLOGO<br />

• ¿Mi vivencia cristiano lleva al compromiso?<br />

• ¿Mantengo una íntima relación con Dios?<br />

• ¿Qué significa para ti justicia?<br />

ORACIÓN<br />

Señor, Dios nuestro,<br />

haz que el clamor de tu voz<br />

llegue a muchos,<br />

que se levanten y vivan unidos en ti.<br />

Prepara sus corazones con tu palabra,<br />

de modo que se dispongan<br />

a evangelizar a los pobres<br />

y a cuidar de tu mies abundante.<br />

Señor, que todos los llamados<br />

a la vida agustino-recoleta<br />

escuchen tu voz<br />

y puedan cumplir tu voluntad.<br />

Por Jesucristo nuestro Señor.<br />

Amén.<br />

23


CON JESÚS, NUESTRA PASIÓN<br />

¿Qué clase de jóvenes<br />

usará Dios para<br />

impactar el país y las<br />

naciones?<br />

Miércoles 23<br />

Los anuncios de TV operan muy calculadamente con la sugestión de asociar a<br />

una marca de perfume o a una colonia un mundo de ensueño que conecta con<br />

nuestros deseos íntimos. Deseos que todos llevamos dentro<br />

Estas ofertas de éxito, de felicidad, de identidad y de prestigio social<br />

provocan resonancia y empatía. En el<br />

fondo de nosotros mismos, quizá<br />

inconfesadamente, una parte nuestra<br />

nos dice que sería maravilloso ese<br />

mundo de ensueño; pero es sólo un<br />

anuncio. Como dice la sabiduría<br />

recogida por el Cantar de los cantares,<br />

las doncellas aman a quien exhala<br />

perfumes, aromas y encantos; las<br />

mozas acuden atraídas por la fragancia<br />

que encadila, enamora, enciende,<br />

subyuga y apasiona. Esto es una verdad<br />

de todo amor: del amor interhumano y<br />

del amor a Dios.<br />

Y es verdad que las<br />

circunstancias no son las mejores, pero<br />

no es menos cierto que es una oportunidad histórica para levantarnos y mostrar el<br />

camino a seguir, levantar una voz profética que indique el rumbo a miles de jóvenes<br />

desorientados en la sociedad de hoy. ¡Dios tiene fe en la jóvenes generación<br />

emergente! ¡Debes creerlo!<br />

En este tiempo Dios quiere visitarnos con su poder, su presencia, su plenitud<br />

e impactarnos con una propuesta de vida cimentada en la palabra de Dios.<br />

24


DIÁLOGO<br />

• ¿Qué clase de joven soy?<br />

• ¿Soy un joven apasionado por la presencia de<br />

Dios?<br />

• ¿ Es posible vivir en santidad y ser verdaderos<br />

testigos en la sociedad?<br />

ORACIÓN<br />

Señor que nazca en mí, como una fuente,<br />

un corazón puro;<br />

y una voluntad firme.<br />

Abre mi corazón y mis labios, hacia Ti, Señor,<br />

para que diga cuánto te quiero; y que yo sea capaz de<br />

impactar todo el mundo con tu amor.<br />

Amen.<br />

25


AGUSTÍN CAMBIA DE EQUIPO,<br />

CAMBIA DE PASIÓN<br />

Dios llama al que quiere<br />

cuando quiere y como<br />

quiere.<br />

jueves 24<br />

La conversión significa entrega o dedicación en respuesta a la misericordia de Dios,<br />

y consiste en arrepentimiento y fe. La conversión cristiana tiene que ver con el<br />

cambio vital por medio del cual cambiamos, o mejor dicho se nos cambia; porque la<br />

conversión es la obra de Dios en nosotros, de modo que a partir de entonces<br />

vivimos con Dios, en Dios, por Dios y<br />

para Dios.<br />

Igual que San Agustín que<br />

desde joven, dio muestras de una<br />

inteligencia excepcional y de muchas<br />

inquietudes y que pasó por grandes<br />

momentos en su vida. Cambió de vida<br />

a los 33 dos años en esa misma fecha<br />

24 de abril del año 386. Existen<br />

muchos otros de testimonios en la<br />

actualidad por ejemplo.<br />

DEL MUNDO DE LA FAMA AL MUNDO DE LA FE.<br />

El actor y cantante Eduardo Verástegui mexicano. Eduardo empezó a<br />

trabajar a los 17 años cantando en un grupo que se llamaba “Kairo”. Viajes, discos,<br />

videos, telenovelas en México… La fama fue subiendo y cumpliéndose sus “sueños”.<br />

Ya sin el grupo siguió cantando como solista. En uno de sus viajes México-E.U. le<br />

conoció un director de casting de la “Century Fox” y lo contrató para grabar<br />

películas en Hollywood. Con 28 años y jornadas de estudio de ocho horas al día, a<br />

los siete meses aprendió inglés. La maestra, para su sorpresa, resultó ser una<br />

católica convencida de que sembró en él la inquietud por buscar la verdadera<br />

felicidad.<br />

La historia de Eduardo Verástegui es una de esas conversiones que reclaman<br />

examen de conciencia y exigen revisión de la propia vida. “Si él pudo, por ¿qué yo<br />

no?”, se preguntarán muchos. La respuesta estará no en el fácil responder: “¡claro,<br />

es que él es famoso y yo no!”, sino en la actitud de correspondencia a la gracia que<br />

da Dios, al amor de Dios que es el mismo para todos. Cada uno actúa desde el<br />

puesto que le toca. Ninguno es<br />

26


innecesario porque en todo cuerpo tanto vale el corazón como el cerebro, la vista<br />

como el tacto. Todo depende del fruto que sepamos dar según el propio papel.<br />

LA CONVERSIÓN DE UN FILÓSOFO Y ESCRITOR.<br />

C. S. Lewis fue un hombre lleno de amigos, libros y alumnos. Nació en 1898, y<br />

en 1925 ya enseñaba filosofía y literatura en Oxford. Lewis era ateo porque, desde<br />

la temprana muerte de su madre, sentía el universo como un espacio terriblemente<br />

frío y vacío, donde la historia humana era en gran parte una secuencia de crímenes,<br />

guerras, enfermedades y dolor.<br />

Hasta su muerte en 1963 fue un profesor eminente, autor de célebres<br />

ensayos, cuentos y libros de texto. Su vida está marcada por su conversión al<br />

cristianismo a la misma edad que San Agustín. Ese giro radical lo explica y justifica<br />

en un puñado de libros escritos con un estilo vivo y una lógica apabullante. Lewis<br />

domina el arte de argumentar. Su dialéctica apura la ironía y la sutileza, tal y como<br />

confiesa haber aprendido de uno de sus profesores:<br />

DIÁLOGO<br />

• ¿Soy capaz de entregarme a la misericordia de<br />

Dios?<br />

• ¿Qué hay en mi que necesita cambiar?<br />

• ¿Soy un joven que solamente busca la fama?<br />

ORACIÓN<br />

Gran Agustín,<br />

enséñame<br />

a no desistir jamás de la búsqueda,<br />

en la certeza de que, al final,<br />

el esfuerzo será premiado<br />

por el encuentro satisfactorio con la Verdad suprema,<br />

que es fuente de toda verdad creada.<br />

Amen.<br />

27


SAN MARCOS: ¡ESCUCHA Y TRANSMITE LA<br />

PALABRA DE NUESTRO EQUIPO, DE NUESTRA<br />

PASIÓN!<br />

Id por todo el mundo<br />

Viernes 25<br />

¿Quién dicen los hombres que soy yo?, y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y<br />

la respuesta de Pedro en nombre de todos: Tú eres el Cristo (cf. Mc 8, 15-<br />

30).<br />

Este texto dejó bien claro y el<br />

Papa Juan Pablo II en el encuentro con<br />

los jóvenes en Roma 1997. En el<br />

encuentro el Papa utiliza un imperativo<br />

muy conocido, que es: “Id, jóvenes a<br />

los jóvenes. Pero, ¿quiénes son los<br />

jóvenes? Vosotros sois los jóvenes de<br />

todo el mundo. Jóvenes, que tienen<br />

muchas aspiraciones positivas y<br />

muchos deseos; quieren ser<br />

protagonistas de la vida. Quieren vivir<br />

en libertad y dedicarse libremente a<br />

hacer las cosas que más les gustan.<br />

Id por todo el mundo y dad a<br />

conocer el Evangelio de Jesús a vuestros amigos, a los demás jóvenes que hoy no<br />

están aquí y que, habitualmente, no frecuentan vuestros grupos.<br />

Pero no basta ir a la parroquia o a los grupos. Ha llegado el momento de salir<br />

al encuentro de quien no viene a nosotros, de quien busca el sentido de la vida y no<br />

lo encuentra porque nadie se lo anuncia. Debéis ser personas que sepan anunciar<br />

esta buena nueva. Ha llegado el momento de abrir las puertas y salir al encuentro<br />

de los hombres y las mujeres, los muchachos y las muchachas que viven en esta<br />

ciudad como si Cristo no existiera.<br />

¡No tengáis miedo, porque Jesús está con vosotros! ¡No tengáis miedo de<br />

perderos: cuanto más os entreguéis, tanto más os encontraréis a vosotros mismos!<br />

Jesús os pide que no os avergoncéis de él y que os comprometáis a<br />

anunciarlo. Esta misión os pide a todos un compromiso generoso en este sentido.<br />

Debéis escuchar y seguir a Jesús en serio, y testimoniar lo que creéis. Ver, juzgar<br />

y actuar: también estas tres palabras os han de acompañar.<br />

Sin embargo, nos dice el Papa, dialogad, para anunciar la palabra de Dios. El<br />

diálogo ha de ser el método de la misión. El diálogo exige al cristiano una fuerte<br />

28


conciencia de verdad; exige que tengamos bien claro que somos testigos de Cristo,<br />

camino, verdad y vida.<br />

DIÁLOGO<br />

• ¿Qué experiencia tengo de compartir?<br />

• ¿Estoy dispuesto a compartir?<br />

• ¿Soy sincero cuando comparto?<br />

ORACIÓN<br />

Señor, suscita más jóvenes para que sean<br />

un testimonio vivo y sepan llevar a todos tu palabra.<br />

Danos luz para comprender y fuerza para decidir,<br />

porque Tú nos estás invitando ahora a seguirte,<br />

porque cuentas con nosotros; con cada uno.<br />

Amen.<br />

29


MADRE DEL BUEN CONSEJO ¡ESCUCHA!<br />

María, Madre del Buen<br />

Consejo, alienta nuestra vida<br />

Sábado 26<br />

Decimos que María es la Madre del<br />

Buen Consejo. María siempre estuvo<br />

movida, inspirada por el Espíritu Santo,<br />

desde el momento en que éste la llenó de<br />

gracia en su Concepción Inmaculada.<br />

¿Cómo actuaba el Don de Consejo<br />

en María? Haciéndole saber lo que tenía<br />

que hacer aquí y ahora en los casos<br />

concretos que le tocaban vivir, de acuerdo<br />

a la Voluntad de Dios.<br />

María, Madre del Buen Consejo,<br />

alienta nuestra vida de cada día, siendo<br />

faro en la búsqueda constante de la voluntad de Dios, consuelo en nuestro caminar,<br />

aliento en las dificultades, luz en las tinieblas, CONSEJO en las situaciones de<br />

duda o temor. Ella nos señala siempre a Jesús: "Haced lo que Él os diga" (Jn 2,1-11)<br />

Ella es la presencia maternal y sabia que necesitamos. Ella encarna el amor<br />

entrañable que nuestro mundo necesita en nuestros días... Nos orienta en el<br />

Camino, nos conduce a la Verdad, nos da la Vida. María siempre nos señala<br />

sabiamente hacia Jesús.<br />

María infunde en quienes la contemplan e invocan, entrañas maternales y<br />

misericordiosas para dar consuelo y aliento. María madre del Consejo es<br />

orientación en la búsqueda de nuestra identidad, compañía en el camino de nuestra<br />

realización personal. Así que pedimos a María del buen Consejo la alegría, el buen<br />

humor, que sin duda supone un indicativo de la salud de nuestra psicología y por<br />

supuesto espiritualidad, porque un cristiano triste es un triste cristiano, porque un<br />

santo triste es un triste santo. También pedimos la disponibilidad y el consuelo en<br />

nuestra caminada.<br />

30


DIÁLOGO<br />

• ¿Qué significa confiar en María para mí?<br />

• ¿Tengo miedo de fiarme de los demás?<br />

ORACIÓN<br />

Santa María, Madre de Dios<br />

consérvame el corazón joven,<br />

puro y transparente como una fuente.<br />

Consígueme un corazón sencillo,<br />

un corazón magnífico para entregar a los demás.<br />

Un corazón que sea compasivo, que sea amable;<br />

un corazón generoso y fiel<br />

que no olvide ningún bien,<br />

ni guarde rencor por ningún mal.<br />

Dame un corazón manso y humilde,<br />

que ame sin exigir recompensas.<br />

Decidido a amar a Dios sobre todas las cosas.<br />

Que te ame a ti con un corazón joven. Amen.<br />

31


EN MI CORAZÓN SOY LO QUE SOY, PERO<br />

“¿DE QUÉ EQUIPO?”<br />

"se puede ser<br />

perfectamente moderno y<br />

católico."<br />

Todos más o menos conscientemente<br />

tenemos la necesidad de Dios, de<br />

saciar el corazón de los bienes<br />

verdaderos, como son el<br />

conocimiento y el amor a Jesucristo<br />

y una vida de amistad con Él. Si no,<br />

caemos en la trampa de querer llenar<br />

nuestro corazón de otros "dioses"<br />

que no pueden dar sentido a nuestra<br />

vida: el móvil, Internet, el viaje a las<br />

Bahamas, el trabajo desenfrenado<br />

para ganar más y más dinero, el<br />

coche mejor que el del vecino, o el<br />

gimnasio para lucir el mejor cuerpo<br />

del país.... Es lo que pasa a muchos actualmente.<br />

En contraste resuena el grito lleno de fuerza y de confianza del Papa Juan<br />

Pablo II hablando a la juventud: «Se puede ser moderno y profundamente fiel a<br />

Jesucristo». Para eso es preciso, como el Señor, el desprendimiento de todo<br />

aquello que nos ata a una vida demasiado materializada y que cierra las puertas al<br />

Espíritu.<br />

En cuanto a la frase: "se puede ser perfectamente moderno y católico" parece que<br />

esa frase es un slogan publicitario para atraer a los que, siendo "modernos", creen<br />

que el ser católico necesariamente nos regresa a la edad media. Dios es siempre el<br />

de "hoy", Cristo Jesús es siempre el de "aquí y ahora". Entonces, ser católico es<br />

tan simple como ser tú mismo, "el de hoy, el de aquí y el de ahora". No hay de<br />

otras.<br />

El Padre no quiere que seamos tristes ni aburridos; la alegría de sabernos<br />

amados por Dios debe hacer que nos mostremos felices y contentos en cada<br />

instante de nuestra vida. Ojalá todos los católicos, en sus profesión "pública" o no,<br />

den razón de su esperanza en cada acto.<br />

Domingo 27<br />

32


DIÁLOGO<br />

• ¿ Se puede ser moderno y profundamente<br />

fiel a Jesucristo?<br />

• ¿Tengo la necesidad de Dios?<br />

• ¿Soy un joven triste y aburrido?<br />

• ¿Soy consciente del amor de Dios?<br />

ORACIÓN<br />

En tu poder y en tu bondad<br />

fundo mi vida.<br />

En ellos espero confiado como un niño<br />

Madre Admirable, en ti y en tu Hijo,<br />

en toda circunstancia,<br />

creo y confío ciegamente.<br />

Amén.<br />

33


MATERIALES<br />

COMPLEMENTAR<br />

IOS<br />

Año Vocacional<br />

Agustino Recoleto<br />

34


paraliturgia<br />

VEN Y SÍGUEME<br />

Ambientación<br />

Aquella mañana no fue igual que las<br />

anteriores. En medio de la tarea cotidiana<br />

alguien muy especial se dirigió a unos<br />

cuantos hombres y dijo a cada uno: “Ven y<br />

sígueme”.<br />

No utilizó grandes discursos, ni<br />

grandes argumentaciones. Simplemente dijo<br />

dos verbos en imperativo con la suficiente<br />

fuerza y contenido como para cambiar la<br />

vida de aquellos que serían sus futuros<br />

discípulos.<br />

También hoy Jesús sigue realizando<br />

esta llamada a muchos jóvenes para que,<br />

como aquellos primeros compañeros de<br />

camino, sean pregoneros de la Buena Nueva y transmisores del gran mensaje<br />

de amor del Padre.<br />

Jesús sigue llamando a muchos jóvenes porque necesita mensajeros<br />

de su Reino que lleven cada día su Palabra a un mundo tan necesitado de<br />

alguien que lo llene en profundidad; un mundo que necesita, aunque no se dé<br />

cuenta, de Dios. Jesús sigue llamando y... ¿quién sabe? ¿Tal vez quiere<br />

dirigirse a ti?...<br />

Por eso ahora, a solas contigo mismo y con Dios, prepara tu corazón,<br />

tu oído...<br />

Escucha y deja que él te hable. Sólo así podrás sentir si te está<br />

hablando con esas palabras que un día dirigió a sus discípulos: “Ven y<br />

sígueme”.<br />

Canción<br />

35


Yo siento, Señor, que tú me amas.<br />

Yo siento, Señor, que te puedo<br />

amar. Háblame, Señor, que tu<br />

siervo escucha.<br />

Háblame, ¿qué quieres de mí?<br />

Señor, tú has sido grande para mí.<br />

En el desierto de mi vida:<br />

¡háblame!<br />

Te alabo, Jesús, por tu grandeza.<br />

Mil gracias te doy por tu gran<br />

amor.<br />

Heme aquí, Señor, para<br />

acompañarte. Heme aquí, qué<br />

quieres de mí. Señor, tú has sido<br />

grande para mí. En el desierto<br />

de mi vida: ¡háblame!<br />

YO QUIERO ESTAR, DISPUESTO<br />

A TODO.<br />

TOMA MI SER. MI CORAZON ES<br />

PARA TI:<br />

POR ESO CANTO<br />

TUS MARAVILLAS,<br />

POR ESO CANTO TU AMOR (bis)<br />

Salmo del hombre abierto a la<br />

voluntad de Dios<br />

Hoy, Señor, me presento<br />

con todo lo que soy y lo que<br />

Acudo a ti como persona<br />

necesitada...<br />

porque sé que en ti<br />

respuesta.<br />

Siento que no puedo vivir<br />

el tiempo<br />

y que se acerca el momento<br />

decisión.<br />

ante ti<br />

tengo.<br />

sedienta,<br />

encontraré<br />

con la duda todo<br />

de tomar una<br />

Deseo ponerme ante ti con un corazón abierto como el de María,<br />

con los ojos fijos en ti esperando que me dirijas tu Palabra.<br />

Deseo ponerme ante ti como Abraham,<br />

con el corazón lleno de tu esperanza,<br />

poniendo mi vida en tus manos.<br />

Deseo ponerme ante ti como Samuel,<br />

con los oídos y el corazón dispuestos a escuchar tu voluntad.<br />

Aquí me tienes, Señor,<br />

con un deseo profundo de conocer tus designios.<br />

Quisiera tener la seguridad<br />

de saber lo que me pides en este momento;<br />

36


quisiera que me hablases claramente, como a Samuel.<br />

Muchas veces vivo en la eterna duda.<br />

Vivo entre dos fuerzas opuestas que me provocan indecisión<br />

y en medio de todo no acabo de ver claro.<br />

Sácame, Señor, de esta confusión en que vivo.<br />

Quiero saber con certeza el camino que tengo que seguir.<br />

Quiero entrar dentro de mí mismo<br />

y encontrar la fuerza suficiente<br />

para darte una respuesta sin excusas, sin pretextos.<br />

Quiero perder tantos miedos<br />

que me impiden ver claro<br />

el proyecto de vida que puedas tener sobre mí.<br />

¿Qué quieres de mí, Señor? ¡Respóndeme!<br />

¿Quieres que sea un discípulo tuyo<br />

para anunciarte en medio de este mundo?<br />

Señor, ¿qué esperas de mí? ¿por qué yo y no otro?<br />

¿Cómo tener la seguridad de que es este mi camino y no otro?<br />

En medio de este enjambre de dudas<br />

quiero que sepas, Señor, que haré lo que me pidas.<br />

Si me quieres para anunciar tu Reino, cuenta conmigo, Señor.<br />

Si necesitas mi colaboración<br />

para llevar a todas las personas con las que me encuentre hacia ti,<br />

cuenta conmigo, Señor.<br />

Si me llamas a ser testigo tuyo de una forma más radical<br />

como consagrado en medio de los hombres,<br />

cuenta conmigo, Señor.<br />

Y si estás con deseos de dirigir tu Palabra a mi oídos y a mi corazón,<br />

habla, Señor, que tu siervo escucha.<br />

Lectura (Jn 2,35-39ª)<br />

Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus<br />

discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: “He ahí el Cordero de Dios”.<br />

Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y<br />

al ver que le seguían les dice: “¿Qué buscáis?”. Ellos le respondieron:<br />

“Maestro, ¿dónde vives? Les respondió: “Venid y lo veréis”. Fueron, pues,<br />

vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día.<br />

Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les<br />

enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de<br />

impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió.<br />

37


(Mc 2,13-14)<br />

Reflexión<br />

Cuando Jesús vino a los suyos sólo los pobres le recibieron. Los ricos,<br />

como tenían de todo, no necesitaban escucharle. En cambio, los pobres, los<br />

que carecían de lo más necesario, sí le recibieron. Así era también el grupo<br />

de seguidores de Jesús: unos pescadores de Galilea; gente que no se podía<br />

permitir grandes lujos, y que por tener un corazón generoso, no les importó<br />

seguir al Maestro.<br />

Por eso, para responder a la llamada de Jesús e incluso seguirle en la<br />

vida cotidiana, hay que estar desprendido de muchas cosas, porque seguir a<br />

Jesús es dar un paso en el vacío; ofrecerle la mano sabiendo que no sé<br />

adónde me llevará; dejar a un lado las seguridades humanas y poner mi<br />

seguridad en Dios.<br />

Sólo quien confía a ciegas en el proyecto de Dios sin pensar qué será<br />

de su futuro, está preparado para dar el gran paso.<br />

En este sentido, los discípulos nos dan ejemplo con su vida. Ellos no<br />

piden explicaciones a Jesús; no le preguntan el porqué de esa elección y<br />

para qué; no se preocupan por dejar lo que estaban haciendo para seguirle;<br />

ni siquiera piensan en el futuro que les espera o en el pasado que dejan. En<br />

ellos no hay ni palabras ni dudas. Sólo hay una respuesta, un hecho, una<br />

actitud: escuchan la llamada de Jesús y, al momento, lo abandonan todo por<br />

seguirle. En seguida y sin dudarlo un instante.<br />

Preces:<br />

A Dios, de quien tenemos la seguridad que siempre nos escucha, nos<br />

dirigimos en oración sabiendo que lo que le pidamos no va a quedar sin<br />

respuesta:<br />

• Para que el Señor siga llamando en su Iglesia a personas que quieran<br />

dedicar su vida al servicio de la gente, para mostrar el verdadero rostro de<br />

Dios. Roguemos al Señor.<br />

• Por todos nosotros que nos encontramos juntos en oración, para que el<br />

Señor nos muestre qué quiere de nosotros. Roguemos al Señor.<br />

• Por aquellos que, a pesar de sentir la llamada de Dios, no dan el paso<br />

definitivo, bien por miedo, por no estar seguros, o por otros motivos.<br />

Roguemos al Señor.<br />

• Por todos aquellos que han dedicado su vida al servicio del evangelio, para<br />

que Dios les dé ilusión y fuerza en todo momento. Roguemos al Señor.<br />

38


• Por los misioneros que están trabajando, e incluso entregando la propia<br />

vida, en otros países lejanos a su patria. Roguemos al Señor.<br />

Oración: «Manda y ordena lo que quieras»<br />

Señor, tú que nos diste el que te encontráramos<br />

y el ánimo para seguir buscándote,<br />

no nos abandones al cansancio ni a la desesperanza.<br />

Haznos buscarte siempre y cada vez con más ardor.<br />

Y danos fuerzas para adelantar en la búsqueda.<br />

Manda y ordena lo que quieras,<br />

pero limpia mis oídos para que escuchen tu voz.<br />

Sana y abre mis ojos<br />

para que descubran tus indicaciones.<br />

Aparta de mí toda ignorancia<br />

para que reconozca tus caminos.<br />

Dime a dónde debo dirigir la mirada para verte a ti,<br />

y así poder cumplir lo que te agrada<br />

San Agustín<br />

Sobre la Trinidad<br />

12,28,5<br />

39


JESÚS, PONIENDO EN ÉL LOS<br />

OJOS, LE AMÓ<br />

Ambientación<br />

Como símbolo para esta celebración, se puede<br />

colgar un dibujo con unos grandes ojos, que llevará<br />

por título el lema de esta celebración: “Jesús,<br />

poniendo en él los ojos, le amó”.<br />

Monición de entrada<br />

Recomendamos acompañar los momentos de<br />

meditación con alguna música suave.<br />

Nos reunimos en esta (mañana o tarde) para orar por las vocaciones.<br />

Tendremos como tema de reflexión la escena del joven rico.<br />

La oración por las vocaciones de hoy está marcada por una invitación a<br />

ser verdaderos testigos del Señor. Él nos ha convocado para mostrarnos el<br />

gozo de compartir la experiencia de nuestra vocación.<br />

Canto (Tú, Señor, me llamas. C. Erdozaín)<br />

Lectura evangélica (Mc 10, 17 22)<br />

Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose<br />

ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en<br />

herencia vida eterna?" Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie<br />

es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas<br />

adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu<br />

padre y a tu madre." Él, entonces, le contestó: "Maestro, todo eso lo he<br />

guardado desde mi juventud." Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le<br />

dijo: "Sólo una cosa te falta: vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres<br />

y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme." Pero él, al oír estas<br />

palabras, se entristeció y se marchó apenado, porque tenía muchos bienes.<br />

Reflexión<br />

40


“Jesús, poniendo en él los ojos, le amó.” Este es el amor del Redentor: un<br />

amor que brota de toda la profundidad divino-humana de la Redención. En él<br />

se refleja el eterno amor del Padre, que “tanto amó al mundo, que le dio su<br />

unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la<br />

vida eterna”. El Hijo, lleno de ese amor, aceptó la misión del Padre en el<br />

Espíritu Santo, y se hizo Redentor del mundo. El amor del Padre se reveló<br />

en el Hijo como amor que salva.<br />

La llamada a la vocación nace del encuentro interior con el amor de<br />

Cristo, que es amor redentor. Cristo llama precisamente mediante este<br />

amor suyo. En la estructura de la vocación, el encuentro con este amor<br />

resulta algo específicamente personal.<br />

La vocación no es una luz cegadora que aparece en la vida de los<br />

hombres de forma evidente. Es la capacidad de dialogar con las oscuras<br />

urgencias del mundo, con el corazón de Dios que es Padre de los pobres. Es<br />

poner la vida en juego: llevar a los hombres en el corazón y el corazón en las<br />

manos. Si comprendes así la vocación, desde la trascendencia del diálogo con<br />

Dios, podrás interpretar tu propio proceso desde esta nueva perspectiva.<br />

Comprender la grandeza de una misión y la dignidad que te da ser<br />

colaborador de Dios, te llevará a un mayor conocimiento de ti mismo, y a una<br />

clara superación, no ya con el objetivo de triunfar individualmente, sino para<br />

convertirte en un verdadero instrumento del Espíritu. La misión en el<br />

sentido espiritual contiene evidentemente un compromiso social, pero da a<br />

este compromiso un sentido más profundo, capaz de responder a las<br />

situaciones más difíciles, en las que el hombre se tropieza con la limitación y<br />

con el misterio del pecado y del mal.<br />

Sólo Dios<br />

Sólo Dios puede dar fe...<br />

Pero tú puedes dar tu testimonio.<br />

Sólo Dios puede dar la esperanza...<br />

Pero tú puedes devolverla a tu hermano.<br />

Sólo Dios puede dar el amor...<br />

Pero tú puedes enseñar a amar.<br />

Sólo Dios puede dar la paz...<br />

Pero tú puedes sembrar unión.<br />

Sólo Dios puede dar la fuerza...<br />

Pero tú puedes animar al desanimado.<br />

Sólo Dios es el camino...<br />

Pero tú puedes señalarlo a otros.<br />

Sólo Dios puede brillar...<br />

Pero tú puedes hacer que brille a los ojos de todos.<br />

Sólo Dios es la vida...<br />

41


Pero tú puedes hacer que florezca el deseo de vivir.<br />

Sólo Dios es la luz...<br />

Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible...<br />

Pero tú puedes hacer lo posible.<br />

Sólo Dios se basta a sí mismo...<br />

Pero prefiere contar contigo.<br />

Preces<br />

Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar<br />

la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración<br />

confiada.<br />

• Por la Iglesia, comunidad de creyentes en Jesús, para que no falten<br />

en ella sacerdotes que continúen anunciando la Buena Nueva en el mundo y<br />

celebrando la Salvación con sus hermanos, los hombres, roguemos al Señor.<br />

Te rogamos, óyenos.<br />

• Por los sacerdotes y consagrados, para que vivan su vocación con<br />

generosidad y gozo, y por su testimonio de vida muchos jóvenes se sientan<br />

atraídos a relevarlos en su ministerio, roguemos al Señor. Te rogamos,<br />

óyenos.<br />

• Por los padres cristianos, para que tomen conciencia de la<br />

responsabilidad que tienen en la comunidad cristiana y consideren la<br />

vocación de sus hijos como un don de Dios, roguemos al Señor. Te rogamos,<br />

óyenos.<br />

• Por nuestras comunidades parroquiales, grupos cristianos y centros<br />

educativos, para que entre sus miembros se planteen la vocación religiosa y<br />

sacerdotal como una necesidad de la Iglesia y como un signo de madurez en<br />

la fe, que les lleve a poner su vida al servicio del Evangelio, roguemos al<br />

Señor. Te rogamos, óyenos.<br />

• Por el aumento y perseverancia de las vocaciones a la vida agustino<br />

recoleta, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.<br />

• Por quienes se están formando en los seminarios y noviciados, para<br />

que abran su corazón, sin reservas, a la llamada de Jesús, roguemos al<br />

Señor. Te rogamos, óyenos.<br />

Oración<br />

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Iluminados y animados por tu Palabra, te pedimos, Señor, por todos aquellos<br />

que nos sentimos llamados para proclamar tu reino. Sostennos en las<br />

dificultades, confórtanos en los sufrimientos, asístenos en la enfermedad,<br />

protégenos en la persecución, mantennos en la perseverancia, confírmanos<br />

en la fidelidad. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los<br />

siglos. Amén.<br />

Padrenuestro<br />

Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo,<br />

Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…<br />

Oración<br />

Oh, Señor,<br />

ve delante de nosotros para guiarnos,<br />

ve detrás de nosotros para impulsarnos,<br />

ve debajo de nosotros para levantarnos,<br />

ve sobre nosotros para bendecirnos,<br />

ve alrededor de nosotros para protegernos,<br />

ve dentro de nosotros para que, con cuerpo y alma,<br />

te sirvamos para gloria de tu nombre.<br />

43


Varias formas<br />

De vivir vocación<br />

VOCACIÓN A LA VIDA<br />

La vocación fundamental del hombre es la<br />

vocación a la vida, una vida concebida como<br />

semejanza de la vida de Dios. Descubrir a Dios<br />

Padre como creador provoca el conocimiento de<br />

que la vida es una entrega a la libertad del<br />

hombre, llamado a dar respuesta personalísima y<br />

original, responsable.<br />

Estamos llamados a vivir y ser en<br />

Cristo.<br />

El hombre es vocación a Cristo, por lo mismo, vocación a la Iglesia,<br />

conjunto de los que forman el Cristo actual. Si, pues, todo ser humano tiene<br />

su propia vocación desde el momento de su nacimiento, existen en la Iglesia<br />

y en el mundo diversas vocaciones que manifiestan la imagen divina impresa<br />

en el hombre.<br />

"La Iglesia particular es como un jardín florido, con gran variedad de<br />

dones y carismas, funciones y ministerios. De aquí la importancia del<br />

testimonio de la comunión entre ellos, abandonando todo espíritu de<br />

competencia".<br />

EL MATRIMONIO COMO VOCACIÓN<br />

Hemos restringido excesivamente en su uso el término vocación. Cuando se<br />

dice de alguien que tiene vocación, entendemos será religiosa, religioso o<br />

sacerdote.<br />

Pero hay que recuperar su sentido universal. Tener vocación significa estar<br />

llamado a algo. Por el bautismo los cristianos somos llamados a ser hijos de Dios, a<br />

vivir la vida de Dios que se nos da gratuitamente. Esta llamada se nos da en la<br />

llamada de Jesús a seguirle para que encontremos en Él la plenitud y la dicha.<br />

Llamados a vivir, llamados a ser nosotros mismos, llamados a hacer de nuestra vida<br />

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un don en Jesús, descubrimos un horizonte lleno de luz, capaz de saciar la<br />

búsqueda de sentido de cualquier criatura.<br />

Esta llamada universal a todos se concreta en dos grandes llamadas, dos<br />

modos de ser cristiano en seguimiento de Jesús, dos grandes vocaciones en las que<br />

se resume la vida cristiana:<br />

• La consagración a Dios en el sacerdocio o en cualquiera de tantas formas<br />

de vida consagrada.<br />

• El matrimonio, vocación específica. El matrimonio, opción vital que pone<br />

en juego toda la vida, en una ofrenda para siempre, sacramento que hace<br />

presente el amor y la ternura de Dios.<br />

Así la vocación matrimonial es una llamada de Dios en la que podemos<br />

distinguir las siguientes notas:<br />

1. Llamada a vivir la santidad. Cada miembro de la pareja debe dejar<br />

que su yo muera para que surja el "nosotros" en el que su yo<br />

particular alcanza su plenitud.<br />

2. Llamada a ver en el otro un don que Dios te hace, en el que Dios<br />

mismo se te da.<br />

3. Llamada a ser uno y hacer presente así a nuestro Dios que es<br />

comunión de amor, uno en la Trinidad<br />

4. Llamados a vivir, a hacer real un acontecimiento: la alianza de Dios<br />

con los hombres<br />

SACERDOCIO<br />

El sacerdote, antes que nada, es una persona elegida por Cristo para que su<br />

acción salvadora llegue a todos. Por tanto el sacerdocio es un don de Jesucristo a<br />

toda la Iglesia. Jesús mismo es quien llama desde las circunstancias ordinarias de<br />

la vida, sin buscar cualidades extraordinarias, así lo vemos en el Evangelio.<br />

LA VIDA DE LOS RELIGIOSOS<br />

Consiste en una vida inspirada y plasmada en la vida de Jesús,<br />

de su existencia humana. Jesús fue un hombre como nosotros,<br />

excepto en el pecado: El religioso/a sigue a Cristo casto, pobre y<br />

obediente, porque ha descubierto en Él una vida buena, bella y feliz.<br />

1. Vida buena. Buena porque es obediente al amor, y por<br />

eso capaz de mostrar humildad, mansedumbre,<br />

misericordia, caridad hacia los hermanos, el prójimo, los<br />

otros, los últimos y los pobres.<br />

2. Vida bella. Vivir pobremente, no equivale a estar privado de acoger la<br />

belleza de las criaturas, de los hombres, de los acontecimientos<br />

cotidianos<br />

3. Vida feliz. Sólo quien conoce un motivo por el que valga la pena dar la<br />

vida, conoce también una razón por la que valga la pena vivir.<br />

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Éste es el proyecto de todo religioso y religiosa, ser testigo de Jesús que<br />

murió en la Cruz por nosotros, y que resucitó, salvándonos del pecado, para darnos<br />

la verdadera libertad. La vida de Jesús es, entonces, el D.N.I. de los religiosos.<br />

LAICOS QUE SIGUEN A JESÚS<br />

Viven en el mundo comprometidos con las realidades temporales,<br />

colaborando en la construcción del Reino, viviendo su consagración bautismal,<br />

siguiendo a Cristo en las comunidades. Ser laico en medio del mundo constituye un<br />

modo de vida que habla por sí sólo, manifiesta una nueva forma de vivir el gozo y la<br />

radicalidad del evangelio.<br />

Institutos Seculares<br />

Los miembros de los Institutos Seculares son laicos consagrados. Laicos que<br />

no piden ningún privilegio, ni civil ni eclesiástico, que los separe de los otros fieles,<br />

pero que asumen todos los compromisos espirituales de una vida dedicada a Dios.<br />

Su servicio en la Iglesia consiste en vivir plenamente el Evangelio dentro del<br />

mundo, para transformarlo con la fuerza de las Bienaventuranzas. Por eso en<br />

cualquier parte se puede encontrar a un miembro de un Instituto Secular y ejercen<br />

todas las profesiones. En esta "normalidad" quieren ser auténticos seguidores y<br />

testigos de Jesucristo, quieren sentir y hacer sentir de verdad, que Dios ha hecho<br />

el mundo y "anda" en medio de él.<br />

Los Institutos Seculares testimonian que la posibilidad de ponerse detrás<br />

de Jesús está abierta a todos, nadie tiene la exclusiva. Desde el día a día, desde lo<br />

cotidiano, como don y como gracia, se experimenta la liberación, se experimenta la<br />

presencia del Señor a nuestro lado y la fuerza del Espíritu actuando<br />

constantemente en la historia. Nada ni nadie está excluido de la "Buena Noticia" de<br />

la experiencia y del conocimiento del verdadero rostro de Dios.<br />

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