Denuncia de una vergüenza - Juventud Rebelde
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juventud rebel<strong>de</strong> MIÉRCOLES 08 DE JULIO DE 2009 VARIADA 05<br />
Como si fuera un familiar<br />
Mucho le falta todavía a la medicina que se practica en Venezuela para ver al paciente como un ser humano, dice <strong>una</strong><br />
joven venezolana que cursa el cuarto año <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Medicina Integral Comunitaria con profesores cubanos<br />
por AGNERYS RODRÍGUEZ GAVILÁN,<br />
enviada especial<br />
PALOTAL, Valencia.— «No he hecho<br />
muchas cosas gran<strong>de</strong>s. Ahorita<br />
todavía estoy estudiando. Me falta<br />
un montón. Pero me siento regocijada<br />
cuando <strong>una</strong> persona llega al CDI<br />
y me llama doctora, cuando un<br />
paciente me agra<strong>de</strong>ce por <strong>una</strong> respuesta,<br />
cuando logro un diagnóstico.<br />
Eso es lindo. Y yo se lo agra<strong>de</strong>ceré<br />
siempre a mi Presi<strong>de</strong>nte por darme<br />
la oportunidad <strong>de</strong> convertir en realidad<br />
mi sueño. Porque quiero ser<br />
médica, me siento con vocación. Lo<br />
intenté muchas veces, pero solo ahora<br />
está siendo posible».<br />
Con sus 24 años, Yamilé Villasmil<br />
es <strong>una</strong> <strong>de</strong> los miles <strong>de</strong> jóvenes venezolanos<br />
que estudian la carrera <strong>de</strong><br />
Medicina Integral Comunitaria (MIC),<br />
gracias a un programa <strong>de</strong> formación<br />
que impulsa el Gobierno Bolivariano<br />
y con la especial colaboración <strong>de</strong><br />
Cuba, en particular <strong>de</strong> los profesionales<br />
<strong>de</strong> la Salud que prestan sus<br />
servicios aquí.<br />
«Estoy en el cuarto año <strong>de</strong> la<br />
carrera. Me enteré <strong>de</strong> este programa<br />
por un compañero y por <strong>una</strong> propaganda<br />
que pasaban en la Televisión.<br />
Yo había hecho ya el intento varias<br />
veces en la Universidad <strong>de</strong> Carabobo,<br />
pero es muy costoso hacerse<br />
médico allí. No podía asumirla».<br />
Yamilé es la tercera <strong>de</strong> cinco hermanos<br />
que ha podido realizar estudios<br />
en su familia. «Con los recursos<br />
económicos <strong>de</strong> mi familia ahora, hubiera<br />
sido imposible hacerme médica.<br />
De tres intentos que hice antes,<br />
en <strong>una</strong> ocasión me ofrecieron un<br />
cupo en tres millones y medio <strong>de</strong><br />
bolívares. Mi papá y mi mamá hicieron<br />
todo el esfuerzo para po<strong>de</strong>r pagarlo,<br />
pero no pudieron. Por lo regular<br />
no se ven<strong>de</strong>n cupos, pero se<br />
hace <strong>de</strong> manera extraoficial. Y yo me<br />
<strong>de</strong>sesperé. Creí que esa era mi última<br />
oportunidad».<br />
Yamilé agra<strong>de</strong>ce todos los días al Presi<strong>de</strong>nte Chávez por darle la oportunidad <strong>de</strong><br />
convertir en realidad el sueño <strong>de</strong> su vida. Foto: Otmaro Rodríguez Díaz, especial<br />
para JR.<br />
El día <strong>de</strong> nuestro diálogo estaba<br />
<strong>de</strong> posguardia. La encontramos en<br />
uno <strong>de</strong> los pasillos <strong>de</strong> la Sala <strong>de</strong><br />
Rehabilitación Integral (SRI), <strong>de</strong>l Área<br />
<strong>de</strong> Salud Integral Comunitaria (ASIC)<br />
<strong>de</strong> Palotal, en Valencia, capital <strong>de</strong>l<br />
estado <strong>de</strong> Carabobo. «Iba por uno <strong>de</strong><br />
mis pacientes», nos dijo más tar<strong>de</strong>.<br />
En este complejo <strong>de</strong> servicios médicos<br />
estudia y realiza su pasantía.<br />
Por aquí hicimos el premédico,<br />
explica, y me fue muy bien. Durante<br />
todo el tiempo que nos hemos <strong>de</strong>senvuelto<br />
aquí, he aprendido muchísimas<br />
cosas; me he ido enamorando<br />
cada vez más <strong>de</strong> la carrera porque,<br />
como tienes contacto con el<br />
paciente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer momento,<br />
la relación directa te permite y te obliga<br />
a pensar y actuar, casi al momento.<br />
Combinas lo que te enseña la<br />
teoría con la práctica, <strong>de</strong> <strong>una</strong> manera<br />
increíble.<br />
«Aparte <strong>de</strong> todo eso, nos enseñan<br />
a ver al paciente <strong>de</strong> manera integral,<br />
y no es que esté enfermo, lo<br />
examinas, lo trataste y ya. No. Tenemos<br />
que indagar en los aspectos<br />
psicológicos que lo están ro<strong>de</strong>ando,<br />
si hay alg<strong>una</strong> alteración o daño en su<br />
entorno que pueda estar influyendo<br />
en él, crear un clima <strong>de</strong> confianza<br />
para que las personas nos cuenten<br />
lo que verda<strong>de</strong>ramente están sintiendo.<br />
Hemos aprendido eso <strong>de</strong> los<br />
médicos-profesores cubanos».<br />
En la vida <strong>de</strong> esta joven estudiante<br />
venezolana, casi todos los días<br />
comienzan bien temprano. Si tengo<br />
examen, confiesa, me paro a las tres<br />
o las cuatro <strong>de</strong> la madrugada, porque<br />
a esas horas lo preparo todo<br />
muy rápido y me queda un poco <strong>de</strong><br />
tiempo para repasar <strong>de</strong> nuevo todos<br />
los contenidos.<br />
«Cuando no tengo examen, me<br />
paro a las seis. Antes <strong>de</strong> venir a la<br />
guardia, agarro todo lo que pueda<br />
necesitar en el día. Llego. Desayuno.<br />
Luego contacto al docente que nos<br />
atien<strong>de</strong> para saber qué haremos en<br />
el día. Los profesores te mandan a<br />
<strong>una</strong> especialidad específica, pue<strong>de</strong> ser<br />
Endoscopía, Ultrasonido, Terapia…<br />
En la semana te van rotando por<br />
todas las especialida<strong>de</strong>s. Con el favor<br />
<strong>de</strong> Dios, más tar<strong>de</strong> viene el almuerzo».<br />
Esta es <strong>una</strong> carrera —reconoce—<br />
en la que tienes que estudiar<br />
todos los días, en la que te acuestas<br />
a las dos <strong>de</strong> la madrugada y te tienes<br />
que parar a las cuatro.<br />
—¿Qué más te han aportado los<br />
profesores cubanos?<br />
—Aparte <strong>de</strong>l conocimiento científico,<br />
nos han enseñado a tratar a las<br />
personas con cariño, dulzura y amor.<br />
Es un trato que yo, ni como persona<br />
ni como paciente aquí en Venezuela,<br />
lo había sentido antes.<br />
«Los médicos cubanos no mandan<br />
al paciente a realizarse exámenes<br />
que no necesita. Buscan <strong>una</strong><br />
solución, sin tener que <strong>de</strong>cirte, por<br />
ejemplo, que te vas a hacer un electro<br />
haya o no en la Viña, o te vas a<br />
hacer un ultrasonido que tienes que<br />
pagar en otro lugar. No, ahora todo<br />
eso es posible aquí, en el Centro<br />
Médico <strong>de</strong> Diagnóstico Integral, que<br />
forma parte <strong>de</strong> la ASIC.<br />
«Hay un parámetro que diferencia<br />
la medicina que se hacía antes<br />
—aunque todavía existe— y la que<br />
están haciendo ahora los médicos<br />
cubanos y venezolanos que trabajan<br />
juntos. Y es la intención <strong>de</strong> ver al<br />
paciente como un ser biosicosocial.<br />
El médico le habla como si fuera un<br />
familiar o un conocido, se gana a la<br />
persona que lo busca, hace amigos,<br />
y la gente que viene lo agra<strong>de</strong>ce mucho,<br />
y todos los días. Eso es algo<br />
que también he sentido yo, y soy solo<br />
<strong>una</strong> estudiante».<br />
—¿El momento más difícil en<br />
estos cuatro años <strong>de</strong> la carrera?<br />
—Lo que más me ha conmovido<br />
fue el caso <strong>de</strong> un niño autista que llegó<br />
con un estado convulsivo. Se le aplicó<br />
el medicamento. Se le hicieron<br />
todas las maniobras. El niño estuvo<br />
así durante más <strong>de</strong> media hora y eso<br />
me tenía conmovida. Pero yo, como<br />
estudiante y futura doctora, tenía que<br />
ser fuerte, tener temple, no <strong>de</strong>jarme<br />
<strong>de</strong>rrotar por eso,concentrarme y poner<br />
mi mente en el aspecto científico <strong>de</strong>l<br />
caso. Me costó bastante porque,<br />
como era un niño pequeño, sentía<br />
muchas ganas <strong>de</strong> llorar, sentía que era<br />
como mi sobrinito.<br />
«Lo qué más me ha gustado es la<br />
relación que hemos establecido <strong>una</strong><br />
paciente y yo. Ella tiene <strong>una</strong> hernia<br />
discal y se ha tratado siempre aquí.<br />
No he hecho mucho por ella, pero sé<br />
su nombre y don<strong>de</strong> vive. Cada vez<br />
que acu<strong>de</strong> al centro, me busca y yo<br />
trato <strong>de</strong> ayudarla en lo que puedo.<br />
Cuando ella me ve, es como si yo le<br />
hubiese hecho ya la operación que<br />
necesita. Ese sentimiento <strong>de</strong> gratitud<br />
me conmueve, me estimula y me<br />
da energías para continuar».<br />
—¿Sientes que tendrás que darle<br />
algo a la Revolución?<br />
—Todo. Aspiro a darle todo a la<br />
Revolución y a mi Presi<strong>de</strong>nte. Pondré<br />
a sus ór<strong>de</strong>nes mi vocación, mis conocimientos,<br />
mi profesión y mi vida.<br />
Esa emoción que siento cuando los<br />
pacientes me <strong>de</strong>muestran su agra<strong>de</strong>cimiento,<br />
aun cuando no me he<br />
graduado, la convierto ya en horas<br />
<strong>de</strong>dicadas al estudio para hacerme<br />
<strong>una</strong> buena médica.<br />
Los fotógrafos <strong>de</strong> Martí<br />
Un total <strong>de</strong> 42 fotografías y retratos <strong>de</strong>l Héroe Nacional han llegado hasta nosotros<br />
por LUIS HERNÁNDEZ SERRANO<br />
SE conoce poco que <strong>una</strong> docena <strong>de</strong> profesionales<br />
<strong>de</strong>l lente, en su mayoría <strong>de</strong> Cuba, Jamaica<br />
y Estados Unidos —pertenecientes a ocho<br />
estudios fotográficos— retrataron a José Martí<br />
en vida.<br />
La primera foto se la tomaron con nueve<br />
años, en 1862, en tierras matanceras, y la última<br />
en vida —junto a Manuel Mantilla, hijo <strong>de</strong><br />
Carmen Mantilla— se estima que fue tomada<br />
en Nueva York, en 1895.<br />
Al parecer, el primer fotógrafo que le tiró <strong>una</strong><br />
foto a Martí —un retrato, en 1862— fue E.<br />
Mestre. Ignoramos su nombre <strong>de</strong> pila, la nacionalidad<br />
y el segundo apellido. Era <strong>de</strong>l estudio<br />
Real Privilegio —O’Reilly 63— Habana.<br />
El que le siguió —porque no sabemos quién<br />
le tiró la <strong>de</strong> Martí con 16 años, en junio <strong>de</strong><br />
1869— perteneció al estudio S.A.Cohner, en<br />
1870, ubicado en O’Reilly 62, Habana, sucursal<br />
<strong>de</strong> la empresa situada en Rue <strong>de</strong> Rivoli 79, París,<br />
Francia. Tampoco conocemos su nombre.<br />
Lo fotografió asimismo, en 1875, un artista<br />
<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>sconocida <strong>de</strong> la Valleto y Compañía,<br />
asentada en la Primera <strong>de</strong> San Francisco<br />
No. 8, en México.<br />
Martí con Manuel Mantilla, hijo <strong>de</strong> Carmen Miyares<br />
<strong>de</strong> Mantilla. Hasta ahora parece el último retrato en<br />
vida <strong>de</strong>l Apóstol.<br />
En 1885, en Nueva York, la foto se la tiró<br />
W.F. Bowers, <strong>de</strong>l estudio Photo Artist-340, en<br />
Fulton Street.<br />
Poco tiempo <strong>de</strong>spués, en 1888, la gráfica la<br />
tomó, también en Nueva York, el fotógrafo M.<br />
Caro, en el estudio <strong>de</strong> la calle 201 6th Avenue.<br />
Tres años más tar<strong>de</strong>, en diciembre <strong>de</strong><br />
1891, el autor fue Andrés I. Estévez, en Cayo<br />
Hueso.<br />
Al año siguiente, a la entrada <strong>de</strong> la fábrica<br />
<strong>de</strong> Vicente Martínez, en Ibor City, en Tampa, Florida,<br />
Estados Unidos, el fotógrafo fue el patriota<br />
cubano José María Aguirre.<br />
En octubre <strong>de</strong>l mismo año 1892, durante<br />
su primer viaje a la isla <strong>de</strong> Jamaica, el patriota<br />
y fotógrafo Juan Bautista Valdés le tomó <strong>una</strong><br />
foto solo, <strong>de</strong> cuerpo entero y <strong>de</strong> pie, en Temple<br />
Hall, hacienda tabacalera cerca <strong>de</strong> Kingston.<br />
Este artista tenía su estudio en esa ciudad, en<br />
85 Kenn Street.<br />
En 1893, en Cayo Hueso, fue Antonio J.<br />
Estévez. Y al otro año, 1894, Antonio Moreno<br />
Llinás, <strong>de</strong> la galería Moreno y López, situada en<br />
4 East 14th Street, Nueva York.<br />
En la última visita <strong>de</strong>l Maestro a México lo<br />
retrató Manuel Torres, en julio <strong>de</strong> 1894. Al dorso<br />
<strong>de</strong> la gráfica se dice: «Torres con privilegio<br />
exclusivo». También en esos días captaron la<br />
imagen <strong>de</strong> Martí en tierra azteca los «hermanos<br />
Tejada».<br />
Nos referimos solo a los autores <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s<br />
<strong>de</strong> las 42 fotografías y retratos <strong>de</strong>l Héroe<br />
Nacional que han llegado hasta nosotros.<br />
En 1925 Arturo R. <strong>de</strong> Carricarte, entonces<br />
director <strong>de</strong> la Casa Natal <strong>de</strong> Martí, reunió todo<br />
el material gráfico conocido <strong>de</strong>l Maestro en <strong>una</strong><br />
iconografía que incluyó solamente 32 gráficas.<br />
Luego Gonzalo <strong>de</strong> Quesada y Miranda —hijo<br />
<strong>de</strong> Gonzalo <strong>de</strong> Quesada y Aróstegui, secretario<br />
<strong>de</strong> Martí— trabajó en otra iconografía que no<br />
pudo terminar <strong>de</strong>bido a su fallecimiento en La<br />
Habana. La continuó y concluyó Pedro Álvarez<br />
Tabío, en la Oficina <strong>de</strong> Asuntos Históricos <strong>de</strong>l<br />
Consejo <strong>de</strong> Estado, en coordinación con el Centro<br />
<strong>de</strong> Estudios Martianos. La editó Letras Cubanas,<br />
en 1985.<br />
Dejamos para el final esta curiosa anécdota:<br />
Cuando el Maestro se retrató en Cayo Hueso,<br />
en mayo <strong>de</strong> 1894, junto a su amigo Fermín<br />
Valdés Domínguez —captada por Antonio J.<br />
Estévez—, aquel le sugirió al Apóstol tomarse<br />
esa foto en los campos <strong>de</strong> Cuba, y el Maestro<br />
le respondió: «Allá no vamos a retratarnos, sino<br />
a morir».