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Punto<br />
final<br />
Epidemias e<br />
“infodemias”<br />
El ciudadano debe buscar medios<br />
de comunicación de su mayor confianza<br />
y credibilidad.<br />
POR RICARDO TROTTI<br />
Parece que pasó una eternidad<br />
desde que, el 23 de abril, el<br />
Gobierno de México anunció<br />
el brote de gripe porcina o A<br />
H1N1. En pocos días, una<br />
contagiosa, pero también beneficiosa<br />
avalancha informativa, nos volvió<br />
conscientes y precavidos sobre los<br />
alcances de esta pandemia. Ya somos<br />
expertos ycríticos en virus, síntomas<br />
y tipos de mascarilla.<br />
Cierto es también que los rumores<br />
de boca en boca, la especulación y el<br />
sensacionalismo informativo pueden<br />
provocar en el público un estado de<br />
pánico y sicosis, tan contraproducente<br />
como el contagio que se quiere detener.<br />
Esta epidemia informativa o<br />
“infodemia” es inevitable, resultado<br />
de la curiosidad innata, de la premura<br />
por los detalles y las urgencias por las<br />
primicias. La única cura para este mal<br />
es la decisión del público para elegir a<br />
conciencia los medios de su mayor<br />
confianza y credibilidad.<br />
Los medios de comunicación suelen<br />
desempeñar un buen papel en el<br />
manejo de las emergencias y urgencias.<br />
Informan con rapidez, orientan<br />
sobre prevención yfiscalizan la respuesta<br />
de organismos de ayuda yde<br />
gobiernos. George Bush los debió soportar<br />
por su ineficacia ante el huracán<br />
Katrina; lo mismo que el hondureño<br />
Carlos Flores, ante el Mitch, y<br />
ahora Cristina de Kirchner, por el<br />
incontrolable contagio del dengue en<br />
Argentina.<br />
Apesar de su connotación negativa,<br />
la “infodemia”, así como la información<br />
responsable, ayuda a que<br />
los gobiernos reaccionen con antelación.<br />
Ese factor fue clave en la rapidez<br />
con la que actuó el gobierno<br />
mexicano para cerrar escuelas y estadios,<br />
ante la gripe AH1N1; a diferencia<br />
de la notable reacción lenta<br />
del gobierno chino, hace tres años,<br />
para anunciar el brote de la gripe aviar.<br />
Cuando no hay un sistema libre de<br />
medios de comunicación, y el Estado<br />
los domina, como el caso chino, oel<br />
cubano en nuestro continente, los gobiernos<br />
pueden manipular los tiempos,<br />
las decisiones, y esconder fracasos<br />
o ensalzar logros. No significa<br />
que eso no ocurra en los mercados<br />
libres, pero ciertamente la fiscalización<br />
de la <strong>Prensa</strong> y la presión social<br />
demandan respuestas más urgentes.<br />
Tampoco se trata de clasificar a los<br />
medios como buenos, y a los gobiernos<br />
como malos. A los primeros<br />
les cabe mucha responsabilidad, en<br />
especial para evitar que el debate se<br />
desvíe hacia la búsqueda de culpables.<br />
En esa confrontación, se torna peligroso<br />
que el público se adhiera a<br />
actitudes discriminatorias, como las<br />
que despertó la gripe aviar contra<br />
chinos y asiáticos en todo el mundo, o<br />
algunos sentimientos antiinmigratorios<br />
que ya aparecieron en algunos<br />
medios de Estados Unidos contra los<br />
mexicanos. La segregación y el aislamiento,<br />
que por muchos años sufrieron<br />
los contagiados por el sida, es<br />
una lección sobre cuán frágil es la<br />
sociedad cuando la información no es<br />
responsable.<br />
Las crisis de salubridad no son tan<br />
drásticas cuando abundan las noticias,<br />
más allá de si existe o no la cura. Si<br />
bien la globalización es un factor clave<br />
del contagio masivo, también es una<br />
ventaja que las informaciones, incluidas<br />
las campañas de prevención y<br />
control, viajen a la velocidad de la luz.<br />
Las pestes y epidemias del pasado,<br />
cuando las noticias no eran rápidas ni<br />
simultáneas, costaron millones de vidas;<br />
en cambio, en esta época, el SARS,<br />
las gripes aviar y porcina, las epidemias<br />
de dengue, de cólera yde la<br />
vaca loca, aunque con irresponsables<br />
tardanzas en su reconocimiento oficial,<br />
no generaron altos índices de<br />
mortalidad como se temía.<br />
Las críticas contra el periodismo<br />
también se centran en que si tiene una<br />
alta capacidad reactiva ante los problemas,<br />
no suele profundizar en el día<br />
después o sobre problemas estratégicos<br />
que afectan asectores más vulnerables,<br />
como los campesinos, pobres<br />
y desplazados. Después de todo,<br />
si la gripe porcina causa pánico, también<br />
es importante considerar que las<br />
diferentes enfermedades contagiosas<br />
en el mundo matan de forma silenciosa<br />
a 1.5 millones de personas al día,<br />
y que las catástrofes cobran la vida de<br />
1.5 millones de víctimas por mes.<br />
Talvez un sentido de importancia<br />
por sobre la urgencia podría estimular<br />
en los medios coberturas más imperiosas<br />
sobre otras epidemias más<br />
silenciosas que la actual. De esa manera,<br />
instituciones como las organizaciones<br />
Mundial de la Salud y la<br />
Panamericana, no quedarían tan huérfanas<br />
en sus luchas.<br />
Info@ricardotrotti.com<br />
D-34 :10de mayo del 2009