Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
llegando a un punto en que mi vida de fantasías sexuales es mucho más<br />
intensa que <strong>la</strong> real.<br />
Vivimos en un piso acogedor en el que todas <strong>la</strong>s habitaciones<br />
dan al vestíbulo. Cuando <strong>la</strong>s cosas van bien, es como si estuviéramos<br />
viviendo en una cápsu<strong>la</strong> espacial, encerrados y juntos, apartados del<br />
mundo. La intimidad que tenemos parece que haga el lugar mucho más<br />
grande de lo que es. Cuando <strong>la</strong>s cosas van mal —no mal de verdad, sino<br />
esos pequeños baches que tiene una pareja que lleva mucho tiempo y que<br />
vive en un espacio pequeño—, puede parecer sofocante y c<strong>la</strong>ustrofóbico.<br />
En noches como <strong>la</strong> de hoy, cuando Jack llega de c<strong>la</strong>se o de <strong>la</strong><br />
oficina y se va disparado a <strong>la</strong> habitación para seguir con su lectura, y se<br />
queda ahí hasta que se duerme, es como si se encerrara apartado de mí a<br />
propósito, y no sé por qué. Me descubro encontrando razones para<br />
pasearme por el piso en ropa interior o desnuda. Me exhibo de<strong>la</strong>nte de él y<br />
hago cualquier cosa para captar su atención, para despertar su deseo y<br />
conseguir que demuestre que me desea.<br />
Decido, de forma impulsiva, que voy a darme una ducha antes<br />
de cenar y empiezo a quitarme <strong>la</strong> ropa, poco a poco, de<strong>la</strong>nte de él. Pero da<br />
exactamente igual, porque ni siquiera levanta <strong>la</strong> vista, y creo que debe de<br />
estar ciego; ciego ante mi amor por él.<br />
Me ducho lo más rápido que puedo, porque en realidad ni<br />
quería ni necesitaba ducharme, y no era <strong>la</strong> finalidad de este pequeño<br />
ejercicio. Me seco y me pongo crema y aceite para que mi cuerpo brille y<br />
reluzca. Y salgo desnuda, oliendo a jazmín. Y entonces empiezan los<br />
juegos.<br />
Cuando llevamos tiempo sin practicar sexo, desprendo un olor<br />
dulce. Como una manzana o un melocotón maduro, chorreante y listo para<br />
ser devorado. Lista para que alguien me muerda hasta el corazón. Sé que<br />
Jack me huele, pero siempre me he preguntado si otras personas también<br />
me huelen. Y, si resulta que no, ¿cómo es posible? A lo mejor creen que es<br />
una loción o un perfume. ¿Saben que estoy dispuesta y madura y deseosa?<br />
¿Y que me he quedado con <strong>la</strong>s ganas?<br />
Esta noche, Jack se ha quedado dormido, totalmente vestido,