Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Economía</strong> <strong>para</strong> <strong>todos</strong><br />
los bancos cobran por préstamos pequeños a quienes desean hacer alguna compra de consumo es más alta que la<br />
cobrada por préstamos más grandes a empresas de reconocida solvencia. Esto se debe tanto a consideraciones de<br />
riesgo de no pago por parte del deudor (se considera menor el riesgo de una empresa reconocida que ha cumplido<br />
siempre sus compromisos), como al costo de administración que implican <strong>para</strong> el banco los préstamos pequeños<br />
com<strong>para</strong>do con aquel de los grandes. También hay tasas distintas según el plazo del crédito, según la moneda en<br />
que se contrate (dólares, UF, pesos chilenos u otras), según el tipo de crédito (crédito comercial, hipotecario, de<br />
comercio exterior, de consumo u otros), lo que está relacionado con el riesgo. Además, las tasas varían entre bancos<br />
<strong>para</strong> un mismo crédito.<br />
Sin embargo, todas las tasas de interés en el mercado son influidas por la que establece el Banco Central <strong>para</strong> sus<br />
operaciones. El Banco solo fija la tasa de sus operaciones de más corto plazo, llamada Tasa de Política Monetaria (TPM)<br />
y deja que las demás sean determinadas por el propio mercado. Esto no siempre fue así. En el pasado, y hasta mayo de<br />
1995, el Banco Central usaba la tasa de operaciones a 30 días <strong>para</strong> la política monetaria, pero se consideró que era mejor<br />
usar la tasa de muy corto plazo, de un día, porque así todas las tasas de plazos mayores a un día resultaban determinadas<br />
por el mercado y no directamente por la autoridad. El método actual permite una mayor flexibilidad en todas las tasas de<br />
plazos mayores a un día. Pero la TPM que establece el Banco es el costo que tienen los bancos <strong>para</strong> obtener fondos del<br />
Banco Central, y ese costo influye en la determinación de todas las tasas en el mercado.<br />
La influencia de la tasa que fija el Banco Central sobre las otras tasas en el mercado no es inmediata. En realidad,<br />
en algunos casos dicha influencia se manifiesta luego de varios meses, y lo hace de manera gradual. Esto se<br />
debe a que los cambios en la tasa del Banco Central se aplican a los créditos nuevos, que se conceden después de<br />
dichos cambios, mientras que aquellos ya en vigor no se ven necesariamente afectados hasta su vencimiento, por<br />
lo que el efecto del cambio sobre los deudores es lento: los nuevos créditos forman una parte pequeña del total<br />
de créditos vigentes.<br />
Los cambios en la tasa del Banco Central demoran en transmitirse al resto del sistema financiero. Pero esto no es todo.<br />
Además, los cambios en las tasas de interés no afectan de inmediato el gasto de empresas y personas. En el caso de<br />
las empresas, luego del cambio en las tasa de interés, ellas deben hacer un juicio acerca de cuánto dura ese cambio y<br />
de cuál podrá ser la tendencia futura de las tasas con el objetivo de revisar sus decisiones de producción y de inversión.<br />
Si las empresas creen que el cambio durará poco y que luego se volverá a las tasas anteriores, dicho cambio tendrá<br />
poca o ninguna influencia en sus decisiones. En cambio, si piensan que se mantendrá o que se acentuará en el futuro,<br />
las empresas pueden modificar sus planes de producción y de inversión, lo que afectará el gasto. Un aumento de tasas<br />
desalentará la inversión, ya que incrementa los costos de obtener los fondos necesarios. Además, tasas más altas<br />
significan que la empresa tendrá menos recursos propios disponibles <strong>para</strong> invertir, ya que llegará el momento en que las<br />
tasas más altas se aplicarán a los créditos que necesita no solo <strong>para</strong> invertir sino, además, <strong>para</strong> financiar sus operaciones<br />
corrientes, induciendo a la empresa a destinar sus recursos propios a financiar dichas operaciones. Por otra parte, tasas<br />
de interés más altas estimularán a las empresas a poner su dinero en los bancos, en depósitos que ganen interés, lo que<br />
también constituye un desestímulo al gasto. Por supuesto, lo contrario ocurre con reducciones de la TPM.<br />
En el caso del gasto en consumo de las familias ocurre algo similar. Un alza en la TPM se reflejará eventualmente en los<br />
costos de las familias al pedir prestado, con lo que dicho aumento desestimulará el gasto a la vez que restará recursos<br />
que podrían destinarse a gastar y que deberán dedicarse a pagar los intereses más altos. También en este caso se da que<br />
130