Número 7, julio-septiembre, 2009 Nueva Época Órgano científico ...

En lo relativo a la Educación Superior y la cultura, se abren nuevos horizontes
de cooperación tanto con el ministro de Educación y sus dos Viceministerios
como con la Secretaría de Cultura. Ante este panorama de cambio
y de verdadera esperanza para el sistema educativo nacional y para las
políticas públicas culturales, la Universidad de El Salvador no puede ser un
mero espectador. Es necesario vincularse de manera orgánica con los nuevos
referentes tanto en el Ministerio de Educación como en Cultura, toda vez
que a nivel de educación superior y de la cultura nacional nuestra alma máter
fue, es y seguirá siendo el referente por excelencia tanto a nivel nacional como
internacional.
Es primordial estrechar vínculos entre estas instituciones para llevar a
cabo, entre otros, una transformación de contenidos de todos los programas
educativos a nivel nacional, especialmente en lo relativo a los textos de historia.
No es posible que bajo un gobierno de izquierdas se siga enseñando en
los textos oficiales la versión de los vencedores de ayer, de los poderosos y de
los explotadores de siempre. Esta tarea, así como otras de extrema urgencia
en el sistema educativo y cultural, debe ser llevada a cabo desde las aulas y
las cátedras universitarias, donde existen expertos y especialistas de probada
capacidad científica y de sobrada solvencia intelectual progresista.
La actual gestión presidida por el ingeniero Rufino Quezada ha puesto
sobre la mesa diferentes iniciativas en este sentido, especialmente en lo relativo
a la guerra al analfabetismo.
Economía: entre los Chicago Boys y los Marx Brothers
A nivel internacional el país goza, con el triunfo de las izquierdas el pasado
15 de marzo, de un prestigio muy alto, ganado por la lucha hacia la democracia
del pueblo salvadoreño. Como lo señaló el rector Quezada Sánchez, la llegada
de Mauricio Funes y del gobierno del fmln al poder por la vía electoral
es un hito histórico solo comparable a lo sucedido hace diecisiete años con la
firma de los acuerdos de paz.
Este bagage de reconocimiento y apoyo internacional a la gestión del
fmln y de Funes es necesario capitalizarla en el sentido de lograr mayores
apoyos de los organismos multilaterales como de los Gobiernos involucrados