Como los diez mandamientos, decálogo de buenos propósitos

gravar con nuevos y más caros impuestos a los pagadores de
siempre, sin que sea notoria una diminución efectiva de los gastos
suntuarios en la mayor parte de la estructura gubernamental.
Por todo eso
Se ven muy pocas probabilidades de que 40 millones de mexicanos
calificados internacionalmente como «pobres» consigan
mejorar su situación, y mucho menos los 14 millones que están
considerados en el renglón de «pobreza extrema».
El equipo de trabajo que ahora en apariencia se renueva,
carece de figuras que garanticen una operación efectiva para
enderezar la economía nacional, y mucho menos para atender
las necesidades fundamentales, agravadas a últimas fechas por
la incidencia de fenómenos naturales que han dañado hasta a
sectores de la clase media alta, y que están presionando sobre la
ayuda del Gobierno Federal.
Es de notarse la ausencia de un operador político con mayor
presencia que el actual Secretario de Gobernación, que parece
obedecer más a la dinámica inercial que a la necesidad de compatibilizar
los diferentes intereses de los partidos políticos y las
organizaciones.
Y en Campeche
El panorama se vuelca en casi 180 grados cuando se ve a
una entidad en proceso de renovación, que ha logrado sortear la
mayoría de los problemas que aquejan al resto del país.
Termina el gobierno de Jorge Carlos Hurtado Valdez y comienza
el de Fernando Eutimio Ortega Bernés, uno y otro íntimamente
ligados a la base social campechana.
El resultado de las elecciones del pasado 5 de julio fue un
reconocimiento tácito a un gobernador que cumplió su misión
frente a la ciudadanía, y de un candidato que despertó el interés
popular debido a su seriedad y a su trayectoria.
explotación de las zonas arqueológicas, son hoy el bastión sobre
el que el nuevo gobierno tendrá que comenzar un nuevo tipo de
enfoque sobre un Plan Estatal de Desarrollo, campo en el que
Ortega Bernés tiene un largo trecho recorrido.
Desde luego habrá que recuperar el mar y el campo como
elementos básicos y fuente de ocupación, que termine con la
emigración hacia las ciudades y permita continuar impulsando
el desenvolvimiento de las viejas y de las nuevas comunidades,
ahora dotadas de una fortalecida infraestructura que continúa
su crecimiento.
A largo plazo
Es concebible un Campeche cada día más robusto, en el que
muchos mexicanos encontrarán refugio, como resultado del
ambiente hostil que priva en gran parte del territorio nacional
y que está provocando que cientos de familias busquen nuevas
oportunidades de vida.
El equilibrio alcanzado en las fuerzas que hoy determinan la
política nacional permite augurar que habrá una nueva distribución
de los recursos económicos, una asignación más justa del ingreso
entre las entidades federativas, debido sobre todo al cambio de
centro de gravedad que antes estaba en la Presidencia de la República
y hoy se trasladó a los gobiernos de los estados.
La composición actual del Congreso de la Unión, en especial de
la Cámara de Diputados, permitirá a su vez una voz más presente
de los legisladores en cuanto a la asignación presupuestal y al
destino de los recursos.
Y todo esto, en medio de una lucha ya desatada que culminará
en el 2012 y en la que parece que la balanza se va inclinando en
sentido contrario a los últimos nueve años.
Ortega Bernés tendrá en Campeche oportunidades excelentes
para impulsar al estado.
La situación
En el proceso de cambio de gobierno,
es de resaltar que los problemas están
perfectamente localizados y no aparecen
obstáculos para un nuevo ejercicio en
plena salud financiera, sin endeudamiento
ni compromisos que impidan una sana
planeación.
Persiste el problema en que ha caído
el campo, debido sobre todo al abandono
por parte del Gobierno Federal, que desde
el sexenio foxista privilegió la compra de
granos en el extranjero sobre la posibilidad
de hacer en México un emporio productor
de gramíneas, hacia donde se enfocaba en
los últimos decenios del siglo pasado.
Igual situación guarda la pesca, que en
todos estos tiempos fue sistemáticamente
castigada para favorecer la explotación
petrolera que fue quitando paulatinamente
áreas a las pesquerías y terminó eliminando
decenas de embarcaciones con la finalidad
de extender las áreas en que se ubican los
hidrocarburos.
El turismo, la miel, las artesanías y la
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