TEJIDO CONJUNTIVO DENSO
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<strong>TEJIDO</strong> <strong>CONJUNTIVO</strong> <strong>DENSO</strong><br />
Tomado y modificado de<br />
FAWCETT D. W.: Tratado de Histología – Bloom Fawcett (12ª edición−1995) − Editorial Mc Graw Hill Interamericana<br />
El tejido conjuntivo denso se diferencia del laxo en que muestra un componente fibrilar muy abundante y un<br />
componente celular escaso. Cuando los haces de fibras de colágeno se orientan al azar se aplica la<br />
denominación de tejido conjuntivo denso irregular, mientras que si las fibras se disponen de forma paralela<br />
o siguiendo alguna otra forma de ordenación se utiliza la de tejido conjuntivo denso regular (Fig. 5-27).
<strong>TEJIDO</strong> <strong>CONJUNTIVO</strong> <strong>DENSO</strong> IRREGULAR<br />
Las fibras de colágeno constituyen la mayor parte del volumen de este tejido. Los haces de fibras son<br />
relativamente toscos y están entretejidos en una malla compacta que deja muy poco espacio para que lo<br />
ocupen las células y la sustancia fundamental. Entre las fibras de colágeno se observa una trama de fibras<br />
elásticas esparcidas entre las mismas. Los fibroblastos se sitúan entre los haces de fibras de colágeno,<br />
pero en las preparaciones histológicas sólo es visible su núcleo alargado. Existe también un pequeño<br />
número de macrófagos, que se pueden reconocer como tales mediante la tinción supravital con azul<br />
trípano. El número de células libres es muy escaso. Podemos encontrar tejido conjuntiva denso irregular<br />
en la dermis de la piel; las cápsulas del bazo, hígado y ganglios linfáticos; la túnica albugínea del testículo;<br />
la duramadre cerebral, y las vainas de los nervios de mayor tamaño.<br />
<strong>TEJIDO</strong> <strong>CONJUNTIVO</strong> <strong>DENSO</strong> REGULAR<br />
Este tipo de tejido conjuntivo se dispone en forma de robustos cordones cilíndricos o láminas planas de<br />
fibras de colágeno toscas y estrechamente agrupadas que le dan un aspecto reluciente cuando se estudia<br />
en fresco. Sus fibras están orientadas en la dirección más adecuada para que el tejido pueda resistir las<br />
fuerzas mecánicas a las que se ve sometido. Los tendones, que trasmiten a los huesos la tensión de los<br />
músculos, son un ejemplo típico de tejido conjuntiva denso regular. Están constituidos por fibras de<br />
colágeno tipo I paralelas y estrechamente agrupadas, con muy poco espacio entre las mismas para la<br />
sustancia fundamental (Fig. 5-28). El estudio ultraestructural de cortes transversales del tendón permite<br />
distinguir dos tipos de fibras de colágeno según su tamaño: unas de 60nm de diámetro y otras de 175nm<br />
(Fig. 5-29A). La proporción relativa de fibras grandes y pequeñas varía en cada tendón y en las diferentes<br />
regiones de un mismo tendón, y las fibras parecen estar conectadas lateralmente mediante delicados<br />
puentes cruzados de naturaleza química desconocida (Fig. 5-29B).
Los fibroblastos de los tendones se alinean entre los haces de fibras de manera que la mayor parte de su<br />
citoplasma queda reducido a unas finas prolongaciones que se extienden entre los haces de fibras vecinos,<br />
rodeándolos parcialmente. Un número variable de estos haces primarios se agrupa formando haces<br />
secundarios de mayor tamaño que aparecen rodeados por una capa muy fina de tejido conjuntivo laxo a<br />
través de la cual discurren vasos y nervios de pequeño calibre. En la periferia del tendón, estos finos<br />
tabiques se continúan con una capa de tejido conjuntivo denso irregular que forma la vaina tendinosa. En<br />
algunos tendones se pueden distinguir dos capas en la vaina tendinosa, una interna adyacente a los haces<br />
secundarios de fibras de colágeno y otra externa unida de forma laxa a las estructuras que rodean al<br />
tendón. Entre ambas capas se observa un estrecho espacio revestido por células epiteliales planas, que<br />
contiene un líquido viscoso cuya composición es similar a la del líquido sinovial de las cavidades articulares.<br />
Este líquido actúa como lubricante para permitir el deslizamiento suave del tendón dentro de su vaina.<br />
Las fibras colágenas paralelas del tendón crean una estructura que es muy flexible pero que ofrece una<br />
gran resistencia a las fuerzas de estiramiento. En los corredores, los tendones de los músculos de los<br />
miembros inferiores se tensan cuando el talón golpea el suelo, actuando después como un resorte que al<br />
recuperar su longitud original facilita la separación entre el talón y el suelo en el inicio del siguiente paso. A<br />
diferencia de la contracción muscular, la energía elástica de la recuperación del tendón no requiere un<br />
gasto energético. Los corredores de velocidad obtienen de esta forma hasta un 50 % de su energía<br />
locomotriz. El grado máximo de utilización de esta propiedad del tendón lo presentan los animales cuya<br />
marcha se realiza a saltos. Al adoptar este tipo de marcha, el canguro disminuye de forma real su consumo<br />
de oxígeno y, a una velocidad de 48 kilómetros a la hora, no gasta más oxígeno que un animal la mitad de<br />
grande que corra a la misma velocidad sobre sus cuatro patas. Por tanto, los tendones pueden ser una<br />
fuente importante de «energía gratis» para la locomoción.<br />
Los músculos planos y anchos no presentan tendones cilíndricos, pero están unidos a sus inserciones<br />
mediante delgadas láminas de tejido conjuntivo denso regular que se llaman aponeurosis y que están<br />
constituidas por múltiples capas de fascículos cohesivos de fibras de colágeno. En el interior de cada capa<br />
los haces de fibras se disponen de forma paralela, pero en el resto de las capas se suele modificar su<br />
dirección. Las capas permanecen sin separarse gracias a las fibras transversales que las mantienen<br />
unidas.<br />
El tejido conjuntivo denso irregular forma la cápsula que rodea a las articulaciones que, además, suele estar<br />
reforzada por los ligamentos. Estos son fuertes bandas de haces de fibras colágenas paralelos que sirven
para unir los huesos adyacentes y para limitar el grado de movilidad de las articulaciones, y pueden ser<br />
estructuras independientes o estar incorporados en la propia cápsula. Entre los haces colágenos de los<br />
ligamentos suelen existir algunas fibras elásticas. Los ligamentos amarillos que unen las vértebras<br />
sucesivas son excepcionales por el hecho de que las fibras elásticas superan en número a las de colágeno,<br />
lo que sin duda es la causa de la gran flexibilidad de la columna vertebral. El ligamento de la nuca presente<br />
en las vértebras cervicales del ganado vacuno y de otros rumiantes está formado casi completamente por<br />
grandes fibras elásticas paralelas, por lo que ha constituido tradicionalmente el tejido de elección para los<br />
estudios bioquímicos de la elastina (Fig. 5-11). La recuperación elástica de este ligamento reduce la<br />
energía que necesitan estos animales para cortar la hierba con los incisivos inferiores.<br />
La córnea del ojo es una forma exclusiva de tejido conjuntiva denso regular. Está formada por fibras de<br />
colágeno de tipo I dispuestas en más de 200 laminillas de aproximadamente 0.2 µm de espesor. Los<br />
fibroblastos tienen forma aplanada y se sitúan entre las laminillas sucesivas. Las fibras de colágeno tienen<br />
un diámetro uniforme y presentan una orientación constante en el interior de la laminilla, pero la dirección<br />
de las fibras es distinta en cada capa de forma que las de cada una de ellas están en un ángulo de 90° con<br />
respecto a las de la siguiente (Fig. 5-30). Células y fibras aparecen incluidas en una sustancia fundamental<br />
de proteoglucanos rica en queratán sulfato y con cantidades menores de condroitín-4 sulfato y de<br />
condroitín-6 sulfato. Obviamente, la orientación de las fibras de colágeno en la córnea no está en relación<br />
con fuerzas mecánicas de tensión, sino que representa una especialización que contribuye a la<br />
transparencia de la córnea. Dada la alternancia en la orientación de las fibras, la dirección de la dispersión<br />
lumínica en una capa se invierte en la siguiente.