Victoriano Huerta - diasiete.com
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<strong>Victoriano</strong> <strong>Huerta</strong><br />
La historia<br />
de un traidor<br />
Le decían El Chacal. Era borracho, mal hablado y mujeriego. Un oportunista para escalar en el<br />
Ejército. De origen hiuchol, no tuvo escrúpulos para exterminar yaquis, mayas o rebeldes de<br />
su propia raza. El propio Porfirio Díaz desconfiaba del general <strong>Victoriano</strong> <strong>Huerta</strong>, quien después<br />
traicionó a Francisco I. Madero y le dio golpe de Estado antes de conspirar para matarlo.<br />
Sus restos ahora yacen en un panteón de Texas, abandonados. TEXTO: JOSÉ JUAN ABOYTIA<br />
foto: archivo día siete<br />
La tumba es sobria. Los empleados del camposanto<br />
dicen que nadie la visita. En su testamento<br />
él escribió que quería que sus restos mortales<br />
regresaran a México, cuando en el país reinara la<br />
paz. Sus coterráneos solicitaron alguna vez la repatriación,<br />
argumentando que se trataba del único jalisciense<br />
que llegó a la Presidencia de la República.<br />
Sin embargo, la petición ha quedado en el olvido.<br />
Los despojos del general <strong>Victoriano</strong> <strong>Huerta</strong>,<br />
conocido <strong>com</strong>o “el traidor de la Patria” en el largo<br />
proceso de la Revolución Mexicana, descansan en<br />
el cementerio Evergreen, de El Paso, Texas. El panteón<br />
puede observarse desde la parte de Estados<br />
Unidos del puente Internacional Córdova, que divide<br />
a Ciudad Juárez del Primer Mundo.<br />
José <strong>Victoriano</strong> <strong>Huerta</strong> Márquez nació el 22 de<br />
diciembre de 1850 en Colotlán, Jalisco, según aparece<br />
en el libro de registro de bautismos de la parroquia<br />
de esa ciudad. Algunos biógrafos han sugerido<br />
otras fechas, 1854 y 1845. Hijo de Jesús <strong>Huerta</strong>,<br />
indio mestizo, y Refugio Márquez, indígena huichol.<br />
A diferencia de los demás críos de su raza, su padre<br />
decidió mandarlo a la escuela rural, en vez de ayudar<br />
en las labores propias del campo. Siempre destacó<br />
entre los suyos, obteniendo buenas calificaciones.<br />
De adolescente había mostrado interés por una<br />
carrera militar. Cuenta la anécdota que, en 1869,<br />
cuando el general Donato Guerra visitó su pueblo<br />
natal, entre la muchedumbre preguntó si alguien<br />
sabía leer y escribir. Quería emplear a un secretario<br />
personal. <strong>Victoriano</strong> levantó la mano y se hizo notar.<br />
Tras una breve entrevista con el padre, el joven<br />
se marchó al cuidado de la milicia. Guerra se sintió<br />
admirado por su inteligencia e intervino para que<br />
lo admitieran en el Colegio Militar.<br />
Después de su graduación se le <strong>com</strong>isionó a la<br />
cabeza de un equipo de ingenieros en la construcción<br />
y reparación de las fortificaciones en Puebla<br />
y Veracruz. Después de dos años y ya con Porfirio Díaz<br />
en la Presidencia, éste lo ascendió a capitán, y dedicó<br />
sus actividades a la Comisión Cartográfica Mexicana,<br />
haciendo estudios geográficos y mineralógicos,<br />
18 día siete 519<br />
<strong>diasiete</strong>.<strong>com</strong> 19
<strong>Huerta</strong> es escoltado a la cárcel<br />
en Texas, en 1915. Una foto con<br />
Pascual Orozco. En las siguientes<br />
páginas, a su llegada a Nueva<br />
York y la tumba en El Paso.<br />
a la vez que fue escalando peldaños militares. En<br />
1880 se casó con Emilia Águila, una joven de familia<br />
criolla a<strong>com</strong>odada en Jalapa, con quien procreó<br />
11 hijos. Escriben que llevó una vida matrimonial<br />
honesta y que era buen padre, aunque dicen que su<br />
viuda le contaba a los nietos que el abuelo era un<br />
viejo borracho, mal hablado y mujeriego.<br />
Amistades y apodos<br />
En 1900, con el grado de coronel, sus actividades se<br />
enfocaron en la milicia, regresó a la Ciudad de México<br />
y lo mandaron a <strong>com</strong>batir<br />
a los indios yaquis en Sonora,<br />
antes sofocó a rebeldes<br />
en Guerrero, después<br />
aniquiló a los mayas en<br />
Yucatán y Quintana Roo.<br />
Contribuyó de manera determinante<br />
en la paz de<br />
Díaz atacando a su raza,<br />
desconociendo su piel indígena.<br />
También conquistó<br />
otro apodo: El Chacal, por<br />
su forma tan brutal de eliminar<br />
al enemigo. Se <strong>com</strong>portaba<br />
<strong>com</strong>o “un animal<br />
sediento de sangre”. Con<br />
esto recibió el grado de general<br />
brigadier, la Medalla<br />
al Mérito Militar y fue nombrado miembro de la<br />
Suprema Corte Militar de la Nación.<br />
En esa época su visión se nubló, desarrolló<br />
cataratas, enfermedad que lo a<strong>com</strong>pañó por el resto<br />
de su vida.<br />
Porfirio Díaz lo fue relegando pues tenía motivos<br />
para desconfiar, <strong>Victoriano</strong> quería dar un golpe de Estado<br />
y sin éxito alguno en sus intenciones, pidió un<br />
permiso para ausentarse por motivos de salud. Se instaló<br />
en Monterrey con su amigo el coronel Bernardo<br />
Reyes, quien lo responsabilizó en la Jefatura de Obras<br />
Públicas del Estado de Nuevo León, aplicando sus conocimientos<br />
de ingeniero civil en el trazado las calles,<br />
en donde se le atribuyen negocios turbios. Alfonso<br />
Reyes (hijo de Bernardo) en sus memorias escribe que<br />
detestaba las visitas de <strong>Huerta</strong>, le quitaban el tiempo<br />
y le impacientaba sus frases nunca acabadas.<br />
Las eminentes señales de un cambio se estaban<br />
dando, la larga estadía del Presidente aunada a una<br />
A la renuncia de Madero<br />
el Congreso nombra<br />
<strong>com</strong>o interino a Lascuráin,<br />
quien a su vez designa<br />
a <strong>Huerta</strong> en Gobernación,<br />
pero a los 45 minutos dimite<br />
a favor de El Chacal<br />
crisis económica sirve para que broten grupos opositores,<br />
los campesinos son los más afectados. Empiezan<br />
a grabarse en los mexicanos las palabras “sucesión<br />
presidencial”, también el nombre de Francisco I. Madero.<br />
Bernardo Reyes, quien tiene grandes aspiraciones<br />
políticas, es mandado a Europa por orden del<br />
desconfiado Díaz. <strong>Huerta</strong>, abandonado por su aliado,<br />
regresa a México a dar clases de matemáticas.<br />
Se acercaba el célebre 20 de noviembre de<br />
1910. Francisco I. Madero, por medio del Plan<br />
de San Luis, convoca al pueblo a levantarse en armas.<br />
Con él surgen los nombres<br />
de Francisco Villa,<br />
Emiliano Zapata, Pascual<br />
Orozco y Aquiles Serdán,<br />
entre otros. La renuncia<br />
del longevo Díaz se va definiendo,<br />
en los siguientes<br />
meses se presentan diversos<br />
levantamientos en varios<br />
estados, un momento<br />
decisivo para la dimisión<br />
del octogenario es la toma<br />
de Ciudad Juárez. Para finales<br />
de mayo de 1911, el<br />
cansado y enfermo dictador<br />
se retira dejando <strong>com</strong>o<br />
sucesor interino a Francisco<br />
León de la Barra, quien<br />
fungía <strong>com</strong>o secretario de Relaciones Exteriores. Así<br />
concluyen 30 años del llamado Porfiriato.<br />
El oportunismo<br />
Diversos historiadores y estudiosos han señalado al<br />
protagónico <strong>Victoriano</strong> <strong>Huerta</strong> <strong>com</strong>o un oportunista,<br />
estuvo en el momento y lugar exacto para figurar<br />
en los anales del pasado. El general reaparece en<br />
la escena militar poniéndose al servicio de León<br />
de la Barra y su primera orden es escoltar a Díaz<br />
y a su familia hasta el puerto de Veracruz para<br />
el exilio en Europa. A su regreso es <strong>com</strong>isionado<br />
para <strong>com</strong>batir las fuerzas zapatistas, quienes siguen<br />
armados, logrando la separación definitiva del<br />
caudillo con Madero. El masónico, con su metro<br />
y 48 centímetros de altura, se enfurece creyendo<br />
que <strong>Huerta</strong> obedece órdenes clandestinas de Bernardo<br />
Reyes, quien regresa del extranjero y se muestra<br />
<strong>com</strong>o oponente en los cercanos <strong>com</strong>icios. Las<br />
votaciones favorecen a Madero, <strong>Huerta</strong> es separado<br />
del Ejército. No pasa mucho tiempo<br />
y es llamado a las órdenes por el mismísimo<br />
presidente. Para marzo de 1912 Pascual<br />
Orozco, desde Chihuahua, se revela contra<br />
el gobierno. <strong>Huerta</strong> <strong>com</strong>bate a Orozco saliendo<br />
avante y visto <strong>com</strong>o héroe nacional. En el<br />
propio norte tiene un enfrentamiento con Pancho<br />
Villa, sus tropas roban unos caballos de las filas<br />
militares de <strong>Huerta</strong>, éste lo quiere fusilar, pero uno<br />
de los hermanos de Madero interviene y Villa sólo<br />
queda preso en la Ciudad de México.<br />
Los allegados al presidente quieren fuera al<br />
militar, recordando su cercanía con antiguos porfiristas<br />
y acusándolo del rompimiento definitivo con<br />
Zapata. Una vez más <strong>Huerta</strong> fue cesado de sus funciones,<br />
y se somete a una operación de cataratas.<br />
Muchos revolucionaros se sienten defraudados,<br />
incluso traicionados por este nuevo gobierno parsimonioso.<br />
Zapata lanza su Plan de Ayala. Madero<br />
enfrenta rebeliones armadas, huelgas, conspiraciones<br />
e intrigas. Encarcela a militares de alto<br />
rango <strong>com</strong>o Bernardo Reyes y Félix Díaz (sobrino<br />
de Porfirio Díaz), de quienes se sospecha un golpe<br />
de Estado. Pero el episodio aciago está por darse.<br />
Los generales Gregorio Ruiz y Manuel Mondragón<br />
están decididos a derrocar al espiritista de Madero.<br />
Invitan a <strong>Huerta</strong> a aliarse, éste los rechaza, siente<br />
que lo utilizan pero no los delata, sólo es un observador.<br />
Las condiciones se van dando para el golpe,<br />
un nuevo antiprotagonista sale a flote, el embajador<br />
estadounidense Henry Lane Wilson, quien tiene<br />
rencores con Madero.<br />
La Decena Trágica<br />
La artillería retumba en Palacio Nacional el 9 de febrero<br />
de 1913, las noticias del ataque corren al igual<br />
que la sangre. El primero en caer es Bernardo Reyes,<br />
fotos: archivo día siete<br />
<strong>Huerta</strong> retorna y Madero, quien marcha del Castillo<br />
de Chapultepec a la zona de conflicto, lo nombra<br />
Jefe de la Plaza, sustituye al general Lauro Villar,<br />
quien se encuentra herido. La siguiente decisión<br />
de <strong>Huerta</strong> lo marca <strong>com</strong>o traidor, se cambia del lado de<br />
los sediciosos, nunca consideró a Madero un líder.<br />
Él quiere ser presidente. Se reúne en secreto con<br />
varios conspiradores, entre ellos Díaz y Lane Wilson;<br />
sus encuentros se dan en la embajada, donde pactan<br />
la detención del presidente y el vicepresidente. Entre<br />
la confusión y la incertidumbre, hacen prisioneros<br />
a Francisco I. Madero y a José María Pino Suárez,<br />
obligándolos a renunciar bajo amenaza de muerte.<br />
<strong>Huerta</strong> sube al poder el 19 de febrero, la farsa<br />
se realiza aparentemente en forma legal. A la renuncia<br />
de Madero y Pino Suárez el Congreso nombra<br />
<strong>com</strong>o presidente interino al secretario de Relaciones<br />
Exteriores, Pedro Lascuráin. Éste a su vez designa<br />
a <strong>Victoriano</strong> <strong>com</strong>o secretario Gobernación, y a los 45<br />
minutos dimite dejando el cargo a <strong>Huerta</strong>. Dicen que<br />
en su toma de protesta traía aliento alcohólico. Iniciado<br />
este oscuro periodo asesinan a Madero y Pino<br />
Suárez: los llevan a la penitenciaría de Lecumberri<br />
y en un supuesto fuego cruzado sus cuerpos quedan<br />
inertes a unos cuantos metros del Palacio negro.<br />
<strong>Huerta</strong> incumple los acuerdos, Félix sería el<br />
futuro presidente pero es enviado a Japón <strong>com</strong>o<br />
embajador extraordinario. Después sustituye al gabinete<br />
ubicando a sus allegados. En los días venideros<br />
suscita un alud cada vez más perverso. El senador<br />
Belisario Domínguez, quien lo critica públicamente<br />
calificándolo de traidor y asesino, es liquidado, entre<br />
20 día siete 519<br />
<strong>diasiete</strong>.<strong>com</strong> 21
otros 35 opositores políticos. En su nepotismo<br />
disuelve la Cámara de Diputados y encarcela<br />
a los integrantes de la Legislatura; el<br />
Senado renuncia ante tales acontecimientos.<br />
Quien no lo abandona es su coñac Hennessy.<br />
Su figura <strong>com</strong>o dictador resalta al tener a cargo los<br />
sectores de Gobernación, Hacienda y Guerra.<br />
Otra figura empieza sobresalir: el gobernador<br />
de Coahuila, Venustiano Carranza, quien por medio<br />
del Plan de Guadalupe desconoce al presidente<br />
y provoca un levantamiento armado, pretendiendo<br />
establecer el orden constitucional. Estados Unidos<br />
declara que México no tiene un gobierno y retira<br />
a su embajador. El erario público se gasta en la<br />
milicia, ya que se aumenta excesivamente el número<br />
de castrenses. De los antiguos insubordinados<br />
recibe el apoyo de Pascual Orozco, quien manda a<br />
su padre a negociar con Zapata. <strong>Huerta</strong> le ofrece al<br />
caudillo del sur puestos públicos, dinero y propiedades,<br />
pero los rechaza y mata al padre de Orozco.<br />
En 17 meses el gobierno de facto se ve disminuido,<br />
pierde el control de los estados de Sonora, Coahuila,<br />
Chihuahua y Zacatecas, además la Marina de<br />
Estados Unidos desembarca en Tampico y Veracruz.<br />
Exilio y muerte<br />
El 15 de julio de 1914 <strong>Huerta</strong> renuncia y se embarca<br />
a Europa, pasa por Inglaterra, llegando a España.<br />
Tiene todas las intenciones de regresar a México, al<br />
año se instala en Nueva York, contactando a Orozco<br />
junto a otros políticos y militares mexicanos.<br />
Algunos alemanes de la milicia y marina financian<br />
el plan armado, viaja a la frontera pero es detenido<br />
por agentes federales en Nuevo México. <strong>Huerta</strong><br />
y Orozco son acusados en El Paso, Texas, por conspiración<br />
y violación de las leyes de neutralidad. Todavía<br />
una multitud de partidarios exige su libertad,<br />
se fija una fianza de 15 mil y 7 mil 500 dólares,<br />
Encuentro con Juárez<br />
fotos: archivo día siete<br />
respectivamente. Son puestos bajo arresto domiciliario.<br />
Orozco se fuga y encierran a <strong>Huerta</strong> en la<br />
prisión militar de Fort Bliss. Su salud empeora, el<br />
alcohol le cobra la factura. Lo dejan descansar en su<br />
casa ubicada en West Yadell Street. Se somete a una<br />
operación pidiendo, en su última osadía, que no lo<br />
anestesiaran. Sin embargo, muere el 13 de enero de<br />
1916 por cirrosis hepática.<br />
Es enterrado en el cementerio de La Concordia<br />
junto a Pascual Orozco, a quien matan en su huida.<br />
<strong>Huerta</strong> quería regresar a México pero mucho tiempo<br />
después sólo lo mueven unos cuantos metros, al cementerio<br />
Evergreen. Al otro lado de la frontera, la Revolución<br />
continúa, reciben con indiferencia la muerte<br />
del Chacal. En el norte también le llaman chacal al<br />
maíz quebrado. La doble acepción se aplica a <strong>Victoriano</strong><br />
<strong>Huerta</strong>, el indígena nacido en Colotlán, que en<br />
lengua huichol significa “tierra de alacranes”. •<br />
En el Colegio Militar, cuando <strong>Victoriano</strong> <strong>Huerta</strong> estudiaba<br />
para ingeniero, se registra un encuentro entre<br />
el Chichimeca, <strong>com</strong>o le decían sus <strong>com</strong>pañeros,<br />
y el presidente de la República, Benito Juárez, quien<br />
al visitar la institución observa en las filas a un cadete<br />
de origen indígena. El mandatario pregunta por<br />
su desempeño, a lo cual el director contesta que es<br />
un alumno sobresaliente. Juárez le dirige unas palabras.<br />
“De los indios que se educan <strong>com</strong>o Usted,<br />
la Patria espera mucho”. Éste no muestra ningún<br />
entusiasmo, sólo agradece el saludo.<br />
•<br />
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