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PDF EL MIEDO A LA CALLE

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Capítulo 2<br />

M2: Yo cuando vengo del colegio a la noche y veo hombres tomados, siento miedo; sí, soy mujer,<br />

y a [esa] hora de la noche no hay nadie en la calle.<br />

M1: Yo me siento violentada cuando no me ven como un ser humano, cuando me ven<br />

como una mujer que pueden tocar, una cuestión física, y no como un ser humano.<br />

Coord.: ¿Cómo una persona que te invade?<br />

M1: No, no, cuando alguien me mira como mujer objeto sexual, una cosa así y no como el<br />

ser humano que soy, ahí me siento violentada.<br />

Coord.: ¿Qué tienen las demás para decir “me siento violentada cuando…”?<br />

M3: Cuando hay discriminación, discriminación hacia una mujer, discriminada por cómo está<br />

vestida. Porque una mujer a veces cuando esta vestida con una pollera cortita, se piensan que<br />

somos unas prostitutas, o algo re-bajo. Y no es así.<br />

M4: O un pantalón ajustado.<br />

M3: O un pantalón ajustado, y no es así, o está pintada…<br />

M5: Ha pasado que yo, estando embarazada, esperando el colectivo, los pavotes no se dan<br />

cuenta que vos tenés una panza debajo de la campera y se paran y te dicen guasadas, hasta que<br />

vos reaccionas y le decís “tómatela”. Pasa eso también. O cuando vos estás por bajar del<br />

colectivo y el colectivero arranca y te deja con una pata arriba, ¿entendés? Pasa por todas esas<br />

cosas.<br />

M1: Claro, sos mujer, no pensás, no nada. Ellos te pueden decir lo que quieran.<br />

(Mujeres de sectores empobrecidos.)<br />

VIOLENCIA EN <strong>EL</strong> TRANSPORTE URBANO.<br />

El transporte fue señalado en los grupos de mujeres de sectores medios como un lugar<br />

donde se ejerce una forma de violencia de índole sexual en contra de las mujeres: el<br />

rozarse de los varones contra las mujeres, a fin de excitarse sexualmente. Esta violencia<br />

no es denunciada por las mujeres, ya que ellas se sienten avergonzadas ante la situación<br />

(una doble victimización, pero esta vez simultánea: ser mirada por los demás mientras<br />

no se recibe ninguna ayuda).<br />

M: … [E]n eso de apoyarse, de recostarse sobre una, a mí me ha pasado, no ahora, pero sí<br />

cuando tenía 15 años, en los colectivos. Yo creo que hay que pensar en otras estrategias, no sólo<br />

las legislativas, porque algunas –como la ley de violencia– ya está [vigente]. Pero, por ejemplo,<br />

cuando a una chica la “invade corporalmente un hombre”, que esa chica pueda decir<br />

“señor, deje de apoyarme”, o recurrir a otras y otros que están ahí.<br />

(Consejo Asesor.)<br />

M1: Yo iba sentada en un asiento de a dos, pero ya me había sentado en este, así, no con la<br />

ventana, en este (hace señas de que estaba en el asiento del pasillo). Subieron todas las<br />

patotas y yo me quedé en ese lugar. No me moví. Si me pedían permiso se sentaban contra la<br />

ventana. Entonces, todos borrachos, drogados y afines… Se completó un poco el ómnibus.<br />

Algunos iban parados, porque después ellos bajaban en otros pueblos más cerca, y uno se me<br />

recuesta porque quería hablar con el otro borracho muy así (hace señas de que le tira<br />

el cuerpo encima). Entonces, un instante aguanté y después le dije “si por favor pudieras, no<br />

me gustaría que estés apoyado, porque eh… No, no deseo que estés apoyado”. Y entonces<br />

empezó, la rubia no quiere que la apo…! Empezaron ¿no es cierto? Entonces digo yo, señor,<br />

¿ahora qué hago?... entonces agarré, me paré, y del pasillo, estaría tres o cuatro asientos<br />

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