bolivia_invierno_2012

Observatorio de Bolivia, Número 27, Año VII, Invierno Sur 2012
se aclara que el presente análisis, necesariamente, no obedece a campos o lineamientos de acción definidos
por el gobierno boliviano ni se encuentran institucionalizados en una política pública, sino que se trata de unas
categorías propias para este documento, elaboradas a partir de un ejercicio académico de abstracción con el
fin de darle significación y nuevo sentido a la fenomenología.
1. Asuntos estratégicos:
Por asuntos estratégicos se comprenden aquellos temas de “interés nacional” -como lo definiría el enfoque
teórico realista-, referentes a la supervivencia del Estado soberano. Para Bolivia, el asunto estratégico de
mayor importancia ha sido y será su reivindicación del acceso marítimo; así mismo, aquí puede ubicarse lo
relativo a la defensa territorial (incursión de fuerzas extranjeras) y la intromisión de actores externos en sus
asuntos nacionales.
La fenomenología indica que el tono nacionalista e indigenista de la política de Evo Morales, ha logrado que la
idea de interés nacional cobre toda validez, siendo parte del discurso y de las acciones de la política exterior y
de defensa. Respecto al acceso marítimo soberano, la deferencia con Chile se ha llevado a instancias
superiores en una demanda que durante los próximos cuatro años será el eje de discusión del tema,
probablemente manteniendo los vaivenes de acercamiento y distanciamiento que se han venido dando ante
hechos coyunturales como la entrega de presos amnistiados, las denuncias de una posible “carrera
armamentística” o la afirmación de Morales de que el Tratado de 1904 firmado con Chile estaba muerto. Este
asunto ha sido visibilizado internacionalmente (en la Asamblea de la OEA, en la Corte Penal e Internacional
de Justicia y con países aliados), denotando que existe un esfuerzo por mantener la atención en el tema.
Por otra parte, la defensa territorial y la intromisión de actores externos en asuntos nacionales se ha
manifestado en hechos controvertidos como la supuesta incursión militar y policial de peruanos a Suches y el
caso de la decisión del Gobierno de Brasil de otorgar asilo político al senador de la opositora Convergencia
Nacional (CN), Roger Pinto, quien es acusado por corrupción. Ambas controversias fueron manejadas por
instancias diplomáticas, siendo exitosa su resolución en el caso de Perú pero no tanto en el de Brasil, en
donde éste viene escalando a conflicto que el gobierno boliviano ha tratado de multilateralizar al apelar en
Viena la incorrecta interpretación de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción en el Tercer
Periodo de Sesiones del Grupo de Examen de la Aplicación.
2. Relaciones multilaterales:
El ámbito multilateral es el escenario de mayor publificación de la política exterior de un país, dado que allí se
movilizan las propuestas internacionales, proyectando la experticia de los equipos diplomáticos de cada
Estado. Durante muchos años, Bolivia se marginó de éstos espacios, mostrándose como un país tímido y
poco preparado en su participación internacional.
En términos postcolonialistas, con la llegada al poder de un indígena que se autorreconoce como
representante de un sector social históricamente excluido por el orden occidental impuesto, aparecen en la
agenda política externa reivindicaciones clásicas del movimiento cocalero e indígena boliviano. Esto se
reconoce en los temas que se han venido promoviendo en los organismos regionales e internacionales. Por
ejemplo: en el marco de la OEA, las propuestas bolivianas sobre la seguridad alimentaria y la equidad social;
y en los organismos del sistema ONU, con la búsqueda del reconocimiento de los derechos indígenas y de
productos como la quinua, propuestas ambientales y de defensa de la biodiversidad (Cumbre Río+20), y la
apuesta por la declaración como patrimonio de la humanidad del sistema vial precolombino Qhapak Ñan.
A nivel multilateral, un tema que no puede dejarse de lado -y que también puede ser visto desde la
perspectiva del enfoque postcolonial- , es la política de lucha contra la droga. Como asunto interdependiente e
interméstico, que no puede ser tratado ni resuelto por un solo país, éste tema se ha manejado desde una
doble postura gubernamental: por una parte, desde una postura culturalista se apela al reclamo cierto del
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