El Apá - Reporte Indigo

política
“No hay nada grande en el mundo que haya
sido hecho sin pasión”.
Joan Chittister
México celebra hoy una fiesta muy importante
para las y los católicos, el día de la
Virgen de Guadalupe.
Hay mucho que comentar al respecto
porque mientras algunos se la pasan
pidiendo y cantando alabanzas, en el fondo no viven como
lo pidió el buen Jesús, comprometidos con los más necesitados,
entregándose a las causas más nobles y, sobre todo,
respetando la regla de oro: “No hagas a los demás lo que
no te gusta que te hagan”.
Por supuesto, pervive la parte mágica y religiosa de la
fiesta, ya que mucha gente –aunque cada vez menos en
Nuevo León– participa en las peregrinaciones, cumple su
manda, lleva su veladora, pide lo que necesita o da gracias
por las bendiciones recibidas.
Las y los políticos también acuden a los templos guadalupanos
para rendir tributo y palomear lo “políticamente
correcto”, más allá de sus propias convicciones religiosas.
En Nuevo León vemos que los gobernantes, tanto creyentes
como no creyentes, llegan y se inclinan con toda la
Los políticos acuden a los templos dedicados
a la Guadalupana para rendir tributo y
palomear lo “políticamente correcto”, más
allá de sus propias convicciones religiosas.
“devoción” del mundo a los pies de la Virgen
Morena. Es toda una tradición.
Pero, por alguna razón, este mes hemos
visto menos peregrinaciones.
¿Será que las personas racionalizan
más estas celebraciones y piensan que es
mejor actuar como buena o buen cristiano,
sin tener que rendir tributo a la Guadalupana?
Es difícil responder estas preguntas.
Seguramente hay más de un argumento,
pero el hecho en sí mismo llama la
atención.