09.11.2014 Views

la-noche-de-los-lapices

la-noche-de-los-lapices

la-noche-de-los-lapices

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pablo no apartaba sus ojos <strong>de</strong>l expediente. Como se lo había comunicado<br />

Suárez Mason a su madre, su <strong>de</strong>tención se había producido, según leía, el 28 <strong>de</strong><br />

diciembre en “<strong>la</strong> vía pública por repartir panfletos”, el mismo día <strong>de</strong> su tras<strong>la</strong>do <strong>de</strong>l<br />

Pozo <strong>de</strong> Banfield a <strong>la</strong> Brigada <strong>de</strong> Investigaciones <strong>de</strong> Quilmes.<br />

—Señor, esto está mal, señaló el expediente. Me llevaron el 21 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong><br />

mi casa.<br />

Esperó a ver <strong>la</strong> reacción <strong>de</strong>l Mayor ante <strong>la</strong> audacia, mientras intentaba disimu<strong>la</strong>r<br />

su miedo.<br />

—Ya sé, pibe. El Mayor lo miró socarronamente. Por eso vine a verte. Vas a<br />

salir, pero si contás lo <strong>de</strong>l secuestro ya sabés lo que te pue<strong>de</strong> pasar a vos y a tu<br />

familia. ¿Entendiste?<br />

Pablo asintió con <strong>la</strong> cabeza. Estaba asustado y sintió <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> huir.<br />

Una semana más tar<strong>de</strong> atravesaba <strong>la</strong>s pesadas puertas <strong>de</strong>l penal. El miedo y <strong>la</strong><br />

libertad comenzaban a coexistir, contradictoriamente. Para mantener <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong>bía<br />

cal<strong>la</strong>r, y el temor a per<strong>de</strong>r<strong>la</strong> y el dolor le impidieron, entonces, recordar. Durante <strong>los</strong><br />

primeros meses sintió que lo vigi<strong>la</strong>ban, aunque nunca lo verificó. Tal vez había sido<br />

una ilusión alentada por <strong>la</strong>s amenazas <strong>de</strong> sus carceleros.<br />

Su sentimiento <strong>de</strong> culpa por sobrevivir lo ayudaría a recordar. Antes <strong>de</strong> conocer<br />

al padre Car<strong>los</strong> Bruno, intuía el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> memoria.<br />

Secreto <strong>de</strong> dos<br />

Le había quedado inconcluso el tercer año <strong>de</strong>l bachillerato. A principios <strong>de</strong><br />

marzo <strong>de</strong>l ‘81 se inscribió en <strong>los</strong> cursos nocturnos <strong>de</strong> <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> religiosa Don Bosco<br />

porque le habían impedido el acceso a <strong>los</strong> estatales. Como allí el bachillerato era<br />

especializado, <strong>de</strong>bió comenzar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> primer año. Cuando lo terminó había sumado<br />

diez años <strong>de</strong> secundario.<br />

Por <strong>la</strong>s mañanas, Pablo trabajaba en el restaurante <strong>de</strong> 1 y 70, atendiendo el<br />

mostrador <strong>de</strong> “comidas para llevar”. Dejó <strong>la</strong> gastronomía para manejar <strong>la</strong><br />

fotocopiadora <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> UNLP a comienzos <strong>de</strong>l ‘82,<br />

contratado por <strong>la</strong> mutual y por recomendación <strong>de</strong> su padre.<br />

En esos tiempos leía más poesía que nunca y su romanticismo se había<br />

acentuado, pero sufría <strong>la</strong> mordaza política. Comenzó a sentir <strong>la</strong> compulsión <strong>de</strong><br />

participar en <strong>la</strong>s marchas por <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos humanos. Confuso, inquieto, intentaba<br />

canalizar su antigua pasión. "Un día no di más y me fui a Buenos Aires a participar en<br />

una marcha. Me puse en <strong>la</strong> co<strong>la</strong> porque todavía tenía miedo <strong>de</strong> que me vigi<strong>la</strong>ran. Sentí<br />

que recuperaba un lugar que siempre había sido mío".<br />

Esos años <strong>los</strong> pasó <strong>de</strong> guerra en guerra. En <strong>la</strong> <strong>de</strong> Malvinas no tuvo lugar ni<br />

como víctima. "Para sorpresa <strong>de</strong> mis amigos fui a <strong>la</strong> Décima Brigada <strong>de</strong> Infantería y<br />

me anoté como voluntario para ir al sur. Sin <strong>de</strong>cir nada a mi familia, pedí a un amigo<br />

que me acompañara. Se quedó con su coche esperándome en <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong>l cuartel por<br />

si no volvía. Mi vieja había ido tantas veces allí pidiendo por mí... El cabo que me<br />

atendió me preguntó si tenía antece<strong>de</strong>ntes. Sí, dije, fui preso político. El tipo me miró<br />

con sorpresa y anotó mi dirección. Pensé: ahora me mandan atado en un cañón o me<br />

secuestran otra vez. Pero no pasó nada; me ignoraron totalmente".<br />

Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> rendición, cambió <strong>la</strong> fotocopiadora por un escritorio en <strong>la</strong><br />

Secretaría Electoral <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad. Vaciló antes <strong>de</strong> llenar <strong>la</strong> ficha <strong>de</strong> <strong>la</strong> SIDE, obligatoria<br />

126

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!