la-noche-de-los-lapices
la-noche-de-los-lapices
la-noche-de-los-lapices
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
HORACIO<br />
La tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>l ‘59, Olga Fermán se sonrió con su marido Alfredo<br />
Úngaro. El fibroma que le había diagnosticado nueve meses antes el ginecólogo,<br />
resultó Horacio Ángel, el último <strong>de</strong> sus cuatro hijos. Luis Arsenio, Martha Noemí y<br />
Nora Alicia ya tenían doce, once y seis años.<br />
La casa quinta en <strong>la</strong> que vivían, en Gonnet, era amplia pero oscura, y durante<br />
<strong>los</strong> primeros años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> Horacio estuvo convulsionada. Al "Nene"<br />
no le gustaban <strong>la</strong>s mama<strong>de</strong>ras ni <strong>los</strong> chupetes; le daban <strong>la</strong>s primeras comidas con <strong>la</strong>s<br />
cucharitas más pequeñas que podían encontrar.<br />
Alfredo Úngaro había heredado <strong>de</strong> su padre <strong>la</strong> pasión por <strong>la</strong> República españo<strong>la</strong><br />
y cierta tozu<strong>de</strong>z política como militante comunista. Olga trabajaba <strong>de</strong> contadora en el<br />
ministerio <strong>de</strong> Economía y antes <strong>de</strong> salir por <strong>la</strong>s mañanas disponía <strong>la</strong>s cosas para que<br />
sus hijos funcionaran en equipo. Supieron leer antes <strong>de</strong> comenzar el colegio primario.<br />
Alfredo reunía a <strong>los</strong> chicos por <strong>la</strong> <strong>noche</strong> y les contaba historias, con distintos<br />
personajes que encontrarían a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> sus vidas. Horacio, el más pecoso e<br />
introvertido, lo escuchaba sosteniéndose el mentón, inmóvil.<br />
Entonces Pedrito se va <strong>de</strong>l campamento, <strong>de</strong>ja a sus amiguitos boyscouts,<br />
y peligrosamente se acerca al <strong>de</strong> <strong>los</strong> indios vecinos. Pasaron<br />
muchas horas y Pedro no volvía. Todos pensaron que se había<br />
extraviado porque era un chico <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad. Después <strong>de</strong> buscarlo por<br />
el bosque, atravesando árboles gigantes y temiendo que algún animal<br />
feroz se les cruzara en el camino, lo encontraron cuando a<strong>noche</strong>cía,<br />
distraído y <strong>de</strong>spreocupado.<br />
—¿Qué hiciste? —le preguntaron.<br />
—Nada, estuve pescando —dijo.<br />
—Tanto tiempo afuera y no hay un solo pescadito.<br />
—Bueno, es que estoy esperando que pase una <strong>la</strong>ta <strong>de</strong> sardinas La<br />
Campagno<strong>la</strong>.<br />
27