la-noche-de-los-lapices
la-noche-de-los-lapices
la-noche-de-los-lapices
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
mami irrumpió <strong>de</strong>sesperadamente y al apoyar sus voluminosas senta<strong>de</strong>ras en el bi<strong>de</strong>t<br />
para higienizarse, emergió un chorro <strong>de</strong> agua hirviendo que hizo que ésta se quemara<br />
tremendamente el culo y saliera gritando: ¡Me quemé el culo como un pollo! ¡Como<br />
un pollo! En fin, son cosas que pasan. Hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> nuestro pe<strong>la</strong>do progenitor: no<br />
hace más que tomar mate amargo con el hotelero, dormir <strong>la</strong> siesta y hacer extensos<br />
monólogos sobre el fenómeno <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong>l P<strong>la</strong>ta. ¿Cómo van <strong>la</strong>s cosas por nuestra<br />
casita? ¿Algún electrocutado acaso? Tengo un montón <strong>de</strong> cosas que char<strong>la</strong>r y<br />
contarles. Pronto verán mi rostro con "Sapolán" en vuestra puerta, con una sonrisa <strong>de</strong><br />
oreja a oreja y una docena <strong>de</strong> Havanna. Supongo que mami te va a mandar algunas<br />
líneas más. No te escribo más porque sino <strong>la</strong> carta no llega. Un beso <strong>de</strong> esos que<br />
llegan a doler para vos y un beso tipo ventosa para C<strong>la</strong>u. Salutti a tutti.<br />
A fines <strong>de</strong> marzo, C<strong>la</strong>udia conoció a María C<strong>la</strong>ra Ciocchini. Juntas percibían el<br />
círculo <strong>de</strong> terror que comenzaba a ceñir <strong>la</strong> ciudad amenazando a sus familias y a sus<br />
compañeros. En <strong>la</strong> primera semana <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>saparecieron varios chicos <strong>de</strong>l Bel<strong>la</strong>s<br />
Artes. C<strong>la</strong>udia estaba preocupada: el recurso <strong>de</strong>l "Picoque" <strong>de</strong> su infancia no servía<br />
para conjurar estos peligros. Se mudó a <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> su tía abue<strong>la</strong> paterna, "Tata" en <strong>la</strong><br />
jerga familiar, y a partir <strong>de</strong> ese momento su nueva casa cambió <strong>de</strong> cara invadida por<br />
<strong>los</strong> chicos <strong>de</strong> <strong>la</strong> UES.<br />
El doctor Falcone sabía que <strong>la</strong>s cosas estaban "más bravas que nunca". Tenía<br />
memoria. Esta vez <strong>los</strong> golpistas no se <strong>de</strong>tendrían hasta exterminar al último opositor.<br />
Una tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidió invitar a C<strong>la</strong>udia a dar un paseo en auto. ¿Cómo le pediría <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> tantos años <strong>de</strong> educar<strong>la</strong> en <strong>la</strong> lucha, en <strong>la</strong> lealtad, en <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> justicia social,<br />
que diera un paso al costado?<br />
Para ambos sería difícil. C<strong>la</strong>udia sabía cuál era el tema.<br />
—Nena, <strong>la</strong>s cosas están bastante mal, ya te lo dijo Jorge. ¿No te das cuenta? Yo<br />
no te pido que <strong>de</strong>jes <strong>de</strong> co<strong>la</strong>borar con tus compañeros pero tenés que ser más<br />
pru<strong>de</strong>nte. No se pue<strong>de</strong>n rega<strong>la</strong>r así, por Dios.<br />
—No me digas eso papi. Yo me cuido, pero qué querés que haga. ¿Querés que<br />
me borre justo ahora que <strong>la</strong> cosa está dura? Así es fácil hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> justicia...<br />
—Hija, no te estoy pidiendo que te borres ni que traiciones. Tu mami y yo sólo<br />
queremos que te cui<strong>de</strong>s, que no te pase nada.<br />
—Papá, por favor, pará el coche que me bajo.<br />
—¿Adón<strong>de</strong> vas?<br />
—Pará, papá, tengo ganas <strong>de</strong> caminar so<strong>la</strong>. Dale, <strong>de</strong>jáme.<br />
Obe<strong>de</strong>ció, amargado. No <strong>la</strong> había convencido aunque conservaba alguna<br />
esperanza <strong>de</strong> que reflexionara. Vio como se perdía con pasos rápidos por <strong>la</strong> calle 5.<br />
Esa <strong>noche</strong>, cuando llegó a su casa, <strong>la</strong> encontró pensativa, recostada sobre su<br />
cama. Se había quedado a cenar antes <strong>de</strong> regresar a lo <strong>de</strong> “Tata”.<br />
—¿Pensaste en lo que hab<strong>la</strong>mos hoy?, le preguntó con miedo.<br />
C<strong>la</strong>udia lo abrazó, evadiéndose.<br />
—No, en serio, nena, ¿qué pensaste?<br />
—Que "Zota" no se rin<strong>de</strong>, papá.<br />
48