Perspectiva de conjunto dentro del entorno del Centro de los Héroes, el Pabellón de las Naciones en primer plano, la nueva sede de la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República al fondo, en Santo Domingo. Juan Cristobal Caro y Gustavo Luis Moré, 1997-2005. Foto Eduardo Guzmán. mixtos domínico-venezolanos, domínico-salvadoreños, domínico-colombianos. etc. Muchos de ellos, de una escala desconocida por la arquitectura y el urbanismo locales. Por otra parte, desde el punto de vista del hecho físico, es posible reconocer un cambio de actitud: no sólo el volumen de obra sino el estilo –si es posible hablar en estos términos todavía– parece estar orientándose hacia otras tendencias. Proyectos de una marcada influencia moderna, con materiales y tecnologías novedosos en el área, son cada vez más evidentes en las vallas y folletos de propaganda de las iniciativas inmobiliarias. En los años 80 y 90 se visualizaba el surgimiento de un regionalismo críticamente responsable, producto de años de investigación y búsqueda de todo un grupo de arquitectos locales; pero se ha marginado frente a una arquitectura de catálogo, relativa a otras sociedades, a otras determinantes culturales. Miami sigue siendo el paradigma preferido. Nada nuevo: la anunciada globalización al menos debiera proporcionarnos una arquitectura climáticamente apropiada, si bien ajena y propicia a todo cambio. El presente, contradictoriamente, es halagador. Las publicaciones periódicas locales así lo señalan. La gran profusión y la alta calidad en las propuestas conceptuales de muchas obras construidas en los últimos 12 años ha sido la mejor muestra de que el país cuenta con una generación de arquitectos consolidados, de una práctica cada vez más profesional y reconocida en los ámbitos internacionales. Una nueva generación de jóvenes asoma con proyectos que tienen poco que envidiar a los que se redactan en otros territorios de la región. Áreas como el paisajismo –notablemente desarrollada en los enclaves turísticos y vacacionales–, la arquitectura de interiores –de gran expresividad en residencias de alta escala y en infinidad de instalaciones comerciales–, las consultorías técnicas especializadas, los materiales de construcción de vanguardia, se han desarrollado notablemente. El mundo editorial especializado se afianza con sorprendente solidez, y participa de diversas maneras en la construcción del andamiaje crítico de la arquitectura local. Poco a poco, se advierte el advenimiento de una arquitectura de autor, con rasgos definidos y admirable pertenencia al contexto. Hoy en día el mercado del diseño ha comenzado a entenderse dentro de una multitud de opciones a las que acudir en el momento de ejecutar una obra, por más pequeña que ésta sea. Lo importante, al fin, es mejorar la calidad de vida de nuestras ciudades. Enriquecer el espacio público. Dotar a los ciudadanos y a nuestros visitantes de un escenario digno, respetuoso de las mejores formas de la tradición arquitectónica global y a la vez auténtico, impregnado de ese carácter isleño y tropical del que podemos, en ocasiones, sentirnos orgullosos. La cercanía de los mercados globales y el continuo retorno de nuevos egresados de facultades y despachos de primera línea prometen desarrollar una mano de obra intelectual con la posibilidad de organizarse, paradójicamente, en torno a una cierta idea de lo propio, de construir determinados espacios de identidad en los que podamos interpretar las diversas historias que han constituido nuestro acervo arquitectónico. El trabajo parece requerir de una Arquitectura de la Resistencia, tal como ha sido ideada en los últimos Seminarios de Arquitectura Latinoamericana (SAL), que reconozca la riqueza cultural del patrimonio regional y posea los instrumentos necesarios para proyectar hacia el futuro una síntesis siempre nueva y a su vez enraizada en este flujo de tantos siglos que hemos querido reconstruir en estas 6 Historias. 436|PÁGINAS PARA UNA HISTORIA FUTURA PÁGINAS PARA UNA HISTORIA FUTURA|437
Notas 1 2 ARQUITECTURA VERNÁCULA Y POPULAR Esteban Prieto Vicioso 1 Este dato lo proporciona Pedro Mártir de Anglería, quien fue el primer Cronista de Indias sin haber nunca visitado el Nuevo Mundo, en su libro: Décadas del Nuevo Mundo, ed. Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 2 vols., Colección Cultura Dominicana, Santo Domingo: Corripio, 1989. Pág. 351. 2 Ver MOYA PONS, FRANK: Manual de historia dominicana, ed. Universidad Católica Madre y Maestra, , 6a ed., Colección Textos. Barcelona: Industrias Gráficas M. Pareja, 1981. 3 PEGUERO, LUIS JOSEPH: Historia de la conquista de la isla Española de Santo Domingo, Trasumptada el año de 1762, Traducida de la Historia General de las Indias escrita por Antonio de Herrera... Santo Domingo: Publicaciones del Museo de las Casas Reales, 1975. Pág. 38 4 El término utilizado por los taínos de las Antillas a sus casas, tal como lo consignó Cristóbal Colón en su Diario, el 4 de noviembre de 1492, era bohío, palabra que es repetida por los cronistas de Indias. Esta expresión se mantiene a través del tiempo, siendo utilizada por historiadores, viajeros, así como en documentos de pleitos y herencias, tanto en el período colonial como en el republicano. La Academia de la Lengua Española considera que bohío es voz de las Antillas y la define como: Cabaña de América, hecha de madera y ramas, cañas o pajas y sin más respiradero que la puerta. 5 Ibidem. Págs. 38 y 39. 6 Joaquín Priego en su libro Cultura Taína, Santo Domingo: 1971, aporta datos importantes sobre los poblados y bohíos indígenas, pero lamentablemente no incluye en su obra todas las fuentes bibliográficas que utilizó. 7 Gonzalo Fernández de Oviedo, en los 15 primeros libros de los 50 que componen su Historia General y Natural de Indias (Edición y estudio preliminar de Juan Pérez de Tudela Bueso, ed., Biblioteca de Autores Españoles. Madrid: 1959) trata básicamente de los aborígenes, de sus viviendas, de la fauna y de la flora de la isla Española y de los primeros años de la conquista. 8 CURET, LUIS ANTONIO, “House structure and cultural change in the Caribbean: Three case studies from Puerto Rico,” Latin American Antiquity 1992. 9 JARDINES MACÍAS, JUAN Y CALVERA ROSES, JOR- GE, “Estructuras de viviendas aborígenes en Los Buchillones,” Anuario Revista Del Caribe 1999. 10 Ver PEGUERO, LUIS JOSEPH. Historia de la conquista de la isla Española de Santo Domingo, Trasumptada el año de 1762, Santo Domingo: Publicaciones del Museo de las Casas Reales, 1975. Págs. 37-43. 11 Las columnas principales u horcones normalmente tienen en su parte superior una horqueta, que sirve de soporte a los durmientes y al caballete, en el caso de los bohíos rectangulares. 12 Ver LAS CASAS, BARTOLOMÉ DE. Apologética de la Historia de las Indias. Madrid: Nueva Biblioteca de Autores Españoles, Bailly Bailliére e hijo, editores, 1909. Pag. 113. 13 Ver LAS CASAS, BARTOLOMÉ DE. Historia de las Indias. 3 vols. Santo Domingo: Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Editora Corripio, 1987. Págs. 214-215. 14 Los datos arqueológicos más importantes en relación a la arquitectura indígena los encontramos en los sitios arqueológicos de Los Buchillones, en Ciego de Ávila, Cuba; Lujan I, en Puerto Rico; Golden Rock, en St. Eustatus; y Tanki Flip, en Aruba. 15 Ver LANDSTRÖM, BJÖRN: Colón, ed. Juventud, trans. Martínez-Hidalgo, José Ma. Barcelona: Editorial Juventud, 1971. Pag. 88. 16 Ver PICHARDO MOYA,FELIPE: Los aborígenes de las Antillas, México: Fondo de Cultura Económica, 1956. 17 Manuel Lucena Salmoral estudia en su libro Los códigos negros de la América Española (Universidad de Alcalá/Ediciones UNESCO, 1996.) los tres códigos negros que tuvo la América española (1768, 1769 y 1784), con los que se inició una sistematización jurídica sobre la esclavitud indiana. 18 Sólo en la República Dominicana se utiliza el término de tejamanil para definir este tipo de muro. En otros países de la región a esta técnica constructiva le llaman bahareque. La palabra tejamanil viene del nahuatl (México) y según la Real Academia Española significa tabla delgada y cortada en listones que se coloca como teja en los techos de las casas. Por otro lado tenemos que bajareque es una voz taína, lo que confirma el conocimiento de esta técnica constructiva por parte de los taínos antes de la llegada de los esclavos africanos. 19 El arqueólogo Elpidio J. Ortega en su libro Expresiones Culturales del Sur (Santo Domingo: Academia de Ciencias de la República Dominicana, Fundación Ortega Álvarez, Inc., 2000) concluye diciendo que las casas de muros de tejamanil son un aporte del negro esclavo, pero no aporta pruebas contundentes que confirmen esa hipótesis. 20 Graziano Gasparini, y Louise Margolies en su libro Arquitectura popular de Venezuela, Caracas: Ernesto Armitano Editor, 1986, tratan ampliamente la vivienda indígena venezolana actual, donde pueden verse algunas similitudes con la arquitectura vernácula dominicana. 21 Peguero. Pág. 67, Tomo I 22 En el libro de Robert S. Gamble y José Augusto Puig Ortiz, Puerto Plata: La conservación de una ciudad. Inventario. Ensayo histórico-Arquitectónico, Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 1978, el Dr. Puig presenta interesantes datos sobre las primeras construcciones de casas en la ciudad de Puerto Plata, pero no incluye los datos de las fuentes consultadas. 23 Ver SEIJO ALONSO, FRANCISCO G., La vivienda popular rural alicantina, ed. Alicante, Ediciones Seijo, Segunda ed., Monografías regionales, vol. I y II. Alicante: Editorial Villa, 1973; reprint, 1979. 24 Pedro Llano Cabado en su libro Arquitectura popular en Galicia, ed. Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, 2 vols., vol. 1 (Vigo: Artes gráficas Galicia, S.A., 1981), dice que la técnica constructiva llamada pallabarro fue introducida en Galicia en la Edad Media, proveniente de Castilla. Dice que sus características permitieron que fuera ampliamente utilizada tanto en tabiques interiores como para construir cerramientos exteriores. 25 Fernández de Oviedo. 26 Samuel Hazard en su libro Santo Domingo. Su pasado y su presente, presenta unos dibujos de pueblos dominicanos donde puede apreciarse que en la segunda mitad del siglo XIX la mayoría de sus casas eran bohíos. 27 Ver CASSÁ, ROBERTO: Historia social y económica de la República Dominicana, Edición corregida y aumentada 2 vols., vol. I. Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 2003. 28 Ibidem. 29 Los términos maniel y palenque eran utilizados para definir los poblados formados por los negros esclavos fugitivos, a los que se les llamaba cimarrones. 30 Nos hemos permitido utilizar esta larga cita de Wenceslao Vega Boyrie de su trabajo sobre la “Historia de los terrenos comuneros de la República Dominicana,” publicado en la revista CLIO, Enero- Junio 2000. Págs. 100-102, por considerarla una excelente descripción de un hato ganadero. 31 Cassá. Pág. 266. 32 Esta definición de arquitectura vernácula se encuentra en las Memoria del 2do. Festival Internacional de Cultura del Caribe, ed. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (México: Editora Educación, 1990). 33 Ver PRIETO VICIOSO, ESTEBAN, “Arquitectura vernácula y popular,” en Monuments and Sites. Dominican Republic, ed. Prieto Vicioso, Esteban, ICOMOS Scientific Publications. Sri Lanka: Central Cultural Fund Publication, 1996. Este libro, que tiene otros importantes trabajos sobre el patrimonio monumental dominicano, lamentablemente fue muy poco difundido en la República Dominicana. 34 Manuel Rueda, Ramón Francisco, Wifredo García y Ramón Oviedo, se unieron en 1987 para hacer el libro De tierra morena vengo. Imágenes del hombre dominicano y su cultura, patrocinado por la Sociedad Industrial Dominicana. 35 El libro CARIMOS: Monumentos y Sitios del Gran Caribe, editado por Eugenio Pérez Montás, Esteban Prieto Vicioso y José Chez Checo (2a ed. Santo Domingo: Talleres de Intermedio, S.A., 2001), tiene además de la exposición “Vernacula. La arquitectura tradicional del Gran Caribe”, las exposiciones “El Caribe fortificado” y “El Patrimonio Monumental del Gran Caribe”, así como una serie de documentos anexos, relacionados con las actividades de CARIMOS. 36 Ver PÉREZ MONTÁS, EUGENIO: República Dominicana. Monumentos Históricos y Arqueológicos. Vol. 380 Monumentos Históricos y Arqueológicos XVIII, ed. Instituto Panamericano de Geografía e Historia, Comisión de Historia. México, D. F.: Talleres Loera Chávez Hnos. Cía. Editorial, 1984. LOS ESPACIOS DE EUROPA EN AMÉRICA: ARQUITECTURA Y URBANISMO Eugenio Pérez Montás 1 Relación de Alcocer de 1650. Relaciones Históricas de Santo Domingo. Colección y notas de Emilio Rodríguez Demorizi, Vol. 1. Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, 1942., p. 217. 2 Relación de Echagoian de 1568. Relaciones Históricas de Santo Domingo. Colección y notas de Emilio Rodríguez Demorizi, Vol. 1. Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, 1942., p. 134. 3 GARCÍA LLUBERES, LEONIDAS: Crítica Histórica, Academia Dominicana de la Historia, Centenario de la Restauración de la República, Vol. XVI, Editora Montalvo, Santo Domingo, 1964. 4 Reconsidering Taíno Social Dynamics After Spanish Conquest: Gender and class in Culture Contact Studies. Kathleen Deagan. Florida Museum of Natural History, University of Florida, Gainsville, Florida 32611, American Antiquity, 69(4) Pg. 597. 5 Deagan, Kathleen and Cruxent, José María. Archaeology at La Isabela: America’s First European Town. Yale University Press, New Haven and London, 2002. 6 “A principios de 1498, los artesanos y soldados de La Isabela se habían trasladado a Santo Domingo, y sus hornos, forjas y ruedas hidráulicas fueron abandonados. Los restos dejados en La Isabela reflejaban no sólo la esperanza de un diseño para una Nueva Iberia, sino también el colapso de aquel proyecto y las expectativas sobre la cual fue basado”. Ibídem. p. 271. 7 Santiago, Pedro Julio: Fray Bartolomé de las Casas, evangelizador y defensor de los indios. Comisión Dominicana Permanente para la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América, Universidad Católica de Santo Domingo. Santo Domingo, 1989. 68 pp. 8 CARDONA BONET, WALTER A.: Shipwrecks in Puerto Rico´s History, Volume 1 (1562-1650), San Juan Puerto Rico, 1989, 371 pp. List of vessels that made up the 1502 Fleet bound to the Indies with Ovando: Type of vessel Name Shipmaster 130 ton Nao Santa María Rodrigo Gutiérrez de la Antigua 130 ton Nao Santa Clara Rodrigo Prieto 130 ton Nao ------ Miguel de Ybarra 150 ton Nao ------ Sebastián de Orviera 90 ton Caravel Santa María Andrés Martín de la Rábida de la Gorda 90 ton Caravel Santa María Estévan de Quecho de la Rábida (Guecho) 80 ton Caravel ------ Andrés García Cansino 70 ton Caravel ------ Pedro Valles 66 ton Caravel San Pedro Bartolomé Colón y San Pablo 55 ton Caravel (a) La Rábida* Alfonso Gutiérrez 52 ton Caravel (a) El Antigua Hernán Pérez Mateos 55 ton Caravel ------ Juan Martín de Asenjo 43 ton Caravel (a) La Bachillera Estévan Enríquez Type of vessel Name Shipmaster 53 ton Caravel ------ Martín Monje 66 ton Caravel (a) La Garza Francisco García 70 ton Caravel Santo Domingo Juan de Peñafiel 60 ton Caravel ------ Gonzálo Rodríguez 45 ton Caravel ------ Martín Pacho 28 ton Caravel (a) La Rábida Antón García Bibas 30 ton Lateensail Caravel ------* Hernando Quintero 45 ton Caravel ------ Alfonso Vanegas 45 ton Caravel (a) La Cansina García Alonso Cansino Vieja 45 ton Caravel ------ Francisco Fernández Rascón 50 ton Caravel Santiago Juan Prieto 50 ton Caravel ------ Alfonso Anáez (Arraez) 50 ton Caravel ------ Pedro Ojuelos 45 ton Caravel ------ Juan Grande 45 ton Caravel ------ Cristóbal García 60 ton (barco) ------ Luis García 35 ton Caravel ------ Diego Bernal Unidentified; freighted at Grand Canary I ------ Alonso Medel 9 LUCA DE TENA, TORCUATO: Memoria de la Historia: América y sus enigmas (y otras americanerías). Editorial Planeta, Barcelona, 1992, p. 102. 10 FRAY RAMÓN PANÉ: Relación acerca de las antigüedades de los indios, (prólogo y notas de Mons. Hugo Eduardo Polanco Brito), Santo Domingo, Ediciones Fundación Corripio, 1988. 11 CFR. CONCEPCIÓN, MARIO: La Concepción de La Vega, Relación Histórica. Sociedad Dominicana de Geografía, Santo Domingo, 1988, pp. 26- 28. 12 RUBIO, FRAY VICENTE: “Más sobre Juan de Rabé y la fortaleza de Santo Domingo”. Boletín Archivo General de la Nación, año XLVII, volumen XXX, número 111. Santo Domingo, enero-abril 2005, pp. 13-24. 13 Ibídem, pp. 15-16. 14 LAMB, URSULA: Frey Nicolás de Ovando. Editora de Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc. Santo Domingo, 1977. 15 VEGA, BERNARDO: Los cacicazgos de La Hispaniola. Ediciones Museo del Hombre Dominicano, Santo Domingo, 1980. 16 FRATI, CARLOS. El mapa más antiguo de la isla de Santo Domingo (1516) y Pedro Mártir de Anglería. Universidad de Bolonia, Italia, 1929. 17 ARRANZ, LUIS: Don Diego Colón, tomo I. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto “Gonzalo Fernández de Oviedo”, Madrid, 1988, p. 108. 18 Ibídem. 19 Ibídem, p. 109 20 Ibídem. 21 Ibídem, p. 305 22 Ibídem, p. 242 23 “y que si por la forma que va a acabarse, se gastaría en ello mucho dinero y la casa no quedaría como conviene, por ende yo le encargo y mando que tomando con ustedes nuestros oficiales que residen en esa isla y las otras personas que dello sepan, vean la dicha casa y la hagan labrar y hacer de la manera y tamaño que vieres según para lo que es y donde se hace que mejor convenga, de manera que se haga como convenga y no se gaste en ella lo que no fuere menester”. Ibídem. 24 BUSCHIAZZO, MARIO J: Historia de la Arquitectura Colonial en Iberoamérica, Emecé Editores, Buenos Aires, 1961. 25 PALM, ERWIN WALTER: La Puerta de San Diego en Santo Domingo, Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, R.D., 1942. 26 ANGULO IÑIGUEZ, DIEGO: Manual de Historia del Arte, Tomo Segundo, , Distribuidor E.I.S.A., Pizarro 19, Madrid, 1954. 27 BUSCHIAZZO: Op. Cit., 28 SANTIAGO, PEDRO. Op. cit. pp. 18-19 29 PENSO DEVERS, GREGORIO ELÍAS: Historia de Samaná. Compendio (1493-1930), tomo I, Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 1998. 372 pp. 30 Ibídem, p. 62. 31 Santiago, Pedro. Op. cit. , p. 345. 32 PENSO DEVERS, GREGORIO ELÍAS. Op. Cit. p. 77. 33 Ibídem, p. 19. 34 PÉREZ MONTÁS, EUGENIO: “Bánica: un sitio lejano con un antiguo reloj solar junto a una ermita”. El Caribe, Suplemento Sabatino, 17 de abril de 1982, p. 12. 35 Anuario 1, Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español. Santo Domingo, República Dominicana. P. 106. 36 Ibídem, p. 108-109 37 Ibídem, p. 128-129 38 PÉREZ MONTÁS, EUGENIO: “En torno al Neoclasicismo renovado y reinterpretado”. CODIA, Revista 76 Conmemorativa de la gestión 2003-2004. 2004, pp. 17-33. 39 PALM, ERWIN WALTER: Los Monumentos Arquitectónicos de La Española, Ciudad Trujillo, 1955. 40 VALLE LLANO, ANTONIO: La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el Período Prehispánico, Impresora Dominicana, Ciudad Trujillo, 1950. 41 CARRERA MONTERO, FERNANDO: Las complejas relaciones de España con La Española. Fundación García Arévalo, Santo Domingo, Rep. Dom. p. 469. 42 PÉREZ MONTÁS, EUGENIO: “Casa de Don Juan de Villorria”, separata de Casas Reales No.2, Santo Domingo, 1977. 43 PÉREZ MONTÁS, EUGENIO: Casas Coloniales, General Graphics, S. A. , Barcelona, España, 1980. NOTAS|438 NOTAS|439