Experiencia Proyecto Parques en Peligro, Alto Chagres

La estrategia es convertir potreros manejados de manera tradicional
(con pocos árboles o sin árboles, con pasto “ratana”) en sistemas
silvo-pastoriles, lo que implica una ardua labor: cambiar el pasto
tradicional introduciendo pastos mejorados más ricos en proteínas
y más resistentes a la temporada seca (verano); incorporar y
proteger plantones de árboles principalmente nativos en el potrero,
sobretodo alrededor de las micro-cuencas; construir obras de
conservación de suelos para hacer frente a problemas de erosión y
controlar cárcavas y deslizamientos de tierra en los ríos; seleccionar
y segregar parte del terreno para la regeneración natural como otra
forma de conservación; dividir el potrero en mangas o parcelas más
pequeñas, en algunos casos instalando cercas eléctricas; capacitar
en temas de manejo de pastos, plan de pastoreo, manejo del hato
ganadero, registro de las actividades, entre otros.
Este es el trabajo más difícil en todos los sentidos, tanto en términos
de cambio de actitudes como de puesta en marcha en el campo. Se
logra trabajar al menos una hectárea en diecinueve fincas de las tres
comunidades. En seis de las diecinueve fincas, con una inversión
extra de la familia, se trabaja dos o tres hectáreas. Se instalan siete
cercas eléctricas alimentadas por paneles solares. Se introduce mejoras
a la infraestructura (comederos, bebederos, algunos corrales y chutras)
además de las cercas vivas y las obras de conservación de suelos.
• Protección de Cuencas y Reforestación
De la mano con el tema de la ganadería sostenible, se realizan
actividades relacionadas con la protección de micro-cuencas. La
primera experiencia se lleva a cabo facilitando un acuerdo entre el
señor Francisco Guevara Bonilla, dueño de una finca en Boquerón
Arriba, y la Junta de Acueducto Rural de la comunidad de
Boquerón Abajo, para segregar una parte del terreno del Sr.
Guevara (4.5 hectáreas) a fin de limitar su acceso a las vacas y así
conservar uno de los principales nacimientos de agua que alimenta
el acueducto. El proyecto brinda apoyo para la alimentación
durante las jornadas de trabajo colectivas (“juntas”) y los
materiales para la cerca (alambre y algunas estacas). El trabajo lo
realizan la junta de acueducto y la familia Guevara.
Otra experiencia similar se realiza con el señor Ubaldo Hernández,
residente de Boquerón Abajo, dueño de un potrero en Mono
Congo, quien segrega unas ocho hectáreas (4.5 ha cubiertas de
ratana y paja mala) para conservar el área que protege la microcuenca
que abastece de agua al acueducto rural de Mono Congo.
Huerta integral de producción con una parcela de arroz por fangueo en Santo
Domingo (Julio Rodriguez, 2006)
• Otras Acciones
Con la colaboración y cooperación de la organización Ingenieros
para un Mundo Sustentable (ESW por sus siglas en inglés) de los
Estados Unidos, se instalan dos paneles solares en la escuela de
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