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Vargas Lozano - UAM. Comunicación Social

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Ca m b io s a r q u it e c t ó n ic o s modificaron la v i da d e la g e n t e, d i j o el p r i me r o<br />

Entregó el INAH premios a Enrique Ayala<br />

Alonso y a Pedro Castro Martínez<br />

El segundo,<br />

galardonado por un<br />

trabajo sobre Álvaro<br />

Obregón<br />

Miguel Flores Vilchis<br />

El doctor Enrique Ayala Alonso y<br />

el doctor Pedro Fernando Castro<br />

Martínez, investigadores de la Universidad<br />

Autónoma Metropolitana<br />

(<strong>UAM</strong>), fueron distinguidos con los<br />

premios Francisco de la Maza y<br />

Francisco Javier Clavijero, respectivamente,<br />

por el Instituto Nacional<br />

de Antropología e Historia (INAH),<br />

en ceremonia celebrada en el alcázar<br />

del Castillo de Chapultepec el<br />

pasado 16 de noviembre.<br />

El premio Francisco de la Maza,<br />

otorgado en el área de Conservación<br />

del Patrimonio Arquitectónico<br />

y Urbanístico, fue concedido a<br />

Ayala Alonso por su trabajo La idea de habitar. La ciudad de México y sus<br />

casas, 1750-1900.<br />

En entrevista, el académico refirió que su trabajo demuestra que la<br />

arquitectura habitacional mexicana inicia su proceso de modernización<br />

con las reformas borbónicas y concluye un siglo después con las reformas<br />

liberales.<br />

El cambio en la concepción de los espacios durante estos cien años<br />

no sólo modificó la arquitectura nacional, sino también la forma de vida<br />

de los habitantes. Por ejemplo, la privacidad y la comodidad se vuelven<br />

primordiales; concepciones que aunque sí existían en la época colonial<br />

se volvieron mucha más relevantes a partir del periodo descrito.<br />

Con ello –continuó Ayala Alonso– las ideas de intimidad y de propiedad<br />

privada cobran gran relieve. La necesidad de privacidad provoca,<br />

en primera instancia, la aparición de espacios para la higiene,<br />

como las letrinas, o como los placeres, una suerte de cuarto de baño,<br />

también aparecen los estudios y<br />

“También hubo<br />

cambios en los<br />

materiales de<br />

construcción”<br />

las capillas privadas; todos éstos,<br />

elementos que distinguen el periodo<br />

borbónico.<br />

Ya en siglo XIX aparecen los<br />

salones para fumar, los salones de<br />

juego, los boliches e incluso los jardines<br />

de invierno; espacios distintivos<br />

de las casa de clase burguesa.<br />

El público reunido en el Alcázar del Castillo de Chapultepec durante la premiación. Foto: Alejandro Juárez Gallardo.<br />

10<br />

Semanario de la <strong>UAM</strong> 22 11 2010

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