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conforman lo que se denomina el
Régimen de Matrices y Subordinadas,
contenido en la Ley 222 de 1995, se ha
logrado por parte de la Superintendencia
de Sociedades un desarrollo amplio,
coherente y profundo de tales disposiciones.
Estas actuaciones se complementan
con la jurisprudencia, tanto
de la Corte Constitucional como de la
jurisdicción contencioso administrativa,
que ha permitido interpretar con mayor
claridad el alcance de la legislación
en temas como la responsabilidad de
la matriz, la conformación del control
conjunto, las competencias de las
superintendencias, el control ejercido
por matrices extranjeras, por sociedades
civiles y por personas de naturaleza no
societaria. Es representativo que se hayan
confirmado todas las declaratorias de
control o de grupo empresarial realizadas
por la Superintendencia de Sociedades
que han sido revisadas por las diferentes
instancias de la rama jurisdiccional.
Constituye un avance la introducción
en el Régimen de Insolvencia Empresarial
Colombiano (Ley 1116 de 2006) de
un conjunto de disposiciones relativas
a matrices, controlantes, vinculados,
grupos empresariales y organizaciones
empresariales en el contexto específico
de los procesos de reorganización
empresarial y de liquidación judicial. Así
mismo, es relevante que Colombia por
medio del Decreto 1749 de 2011 haya
adoptado las recomendaciones de la
CNUDMI sobre la insolvencia de grupos.
No obstante, existen varios aspectos
que deberían considerarse para
mejorar la regulación de los conglomerados
en Colombia:
• La realidad de los grupos
evidencia la conformación de
estructuras con la intervención
de entidades de naturaleza
no societaria, tales como
cooperativas, fundaciones,
asociaciones, corporaciones
y empresas industriales y
comerciales del Estado. Si bien
el artículo 260 del Código
de Comercio reconoce la
posibilidad de considerar
a cualquier persona como
controlante, no es clara la
vinculación de personas
jurídicas no societarias como
subordinadas. En ese sentido,
es necesario ampliar el alcance
de esta norma y armonizar
las presunciones de control
de acuerdo con criterios que
cobijen diferentes formas de
organización empresarial.
• La inscripción de las situaciones
de control y de grupo empresarial
en el registro mercantil es
útil para los diferentes grupos
de interés, pero no cumple adecuadamente
con los fines de
la revelación. Si, por ejemplo,
es una persona natural quien
controla una pluralidad de sociedades,
pues en el certificado
de cada una de éstas se deberá
revelar la identidad del controlante,
pero no se tendrá información
sobre el resto de los
integrantes del grupo, es decir,
no se conocerá la identificación
de las sociedades hermanas.
Así mismo, con frecuencia en
los certificados de existencia y
representación de sociedades
filiales se incluye a la vez una
inscripción como subordinada
y otra como matriz, lo cual genera
confusión. Es importante
que la información que se revele
sea completa y clara, de tal
forma que los interesados puedan
conocer con facilidad la estructura
completa del grupo y
no simplemente algunos datos
fragmentados.
• La obligación de solicitar a
las cámaras de comercio la
inscripción de la situación
de control o de grupo
empresarial, de conformidad
con el artículo 30 de la Ley