OBRAS COMPLETAS DE MARIO ROSO DE LUNA
OBRAS COMPLETAS DE MARIO ROSO DE LUNA
OBRAS COMPLETAS DE MARIO ROSO DE LUNA
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
“Las pruebas de nuestros asertos se hallan esparcidas por todas las Escrituras de las<br />
antiguas civilizaciones. Los “Puranas”, el “Zend-Avesta” y los clásicos antiguos están llenos<br />
de ellos; pero nadie se toma la molestia de recopilar estos hechos y confrontarlos entre sí, ya<br />
que todos fueron registrados simbólicamente y los más perspicuos de entre nuestros arianistas<br />
y egiptólogos han sido obscurecidas sus mentes por prejuicios o por vislumbres de un solo<br />
Para demostración de ello y de que la Humanidad siempre ha empleado la Magia, o Ciencia del Símbolo, en los<br />
momentos supremos, aunque, por desgracia, siempre con mal fin, véase lo que un periódico, entre mil, nos<br />
refería acerca de los empleos del Simbolismo como lengua del espionaje, es decir, lengua iniciática, sólo<br />
conocida de los de un bando contra otro:<br />
“De los sistemas de espionaje descubiertos se puede deducir a qué especulaciones se entrega el Estado Mayor de<br />
un ejército en tiempo de paz para obtener la mayor y más precisa información de las condiciones, situaciones,<br />
movimientos y otras circunstancias que conocer convenga del enemigo. El progreso ha extendido a lo fantástico<br />
los medios de que el espía pueda valerse para informar a su Gobierno. Tiempo ha, mujeres especialmente, han<br />
sido sorprendidas con planos de fortalezas dibujados en la espalda, o bien trazados en papeles finísimos y<br />
envueltos en cera, para ser tragados al correr peligro de ser descubiertas. Sin que falten procedimientos más<br />
audaces de enviar planos por correo, en que los cañones son sustituidos por aperos de labranza, los muros por<br />
arboledas, los rieles y estaciones por otras líneas convencionales, pareciendo así como paisaje inofensivo lo que<br />
en verdad es un plano, hecho a escala, de una fortaleza enemiga. Aun por telégrafo y por cable se pide y obtiene<br />
el Estado Mayor planos completos de puertos, baterías y fuertes enemigos. El corresponsal dispone de un papel<br />
cuadriculado que tiene una letra o cifra en cada cuadrado. El cable o el telégrafo da una serie de letras divididas<br />
en palabras o en cifras, que no pueden llamar la atención del neófito. El Estado Mayor recibe el despacho, y con<br />
un lápiz va uniendo con líneas el orden de cuadrados que indica, y va así surgiendo en la cuadrícula un plano<br />
completo. El inventor del sistema parece que fue un yanqui, que lo puso en práctica cuando la guerra con<br />
España; pero desde entonces se han hecho cosas más acabadas, especializándose los japoneses, quienes, por un<br />
sistema taquigráfico, dan el plano de un fuerte en una sola línea quebrada. En 1913, el cónsul japonés en una<br />
ciudad norteamericana puso su firma y rúbrica al pie de un documento oficiar del que un yanqui iba a ser<br />
portador. El buen hombre no podía imaginarse que llevaba al enemigo los planos de la isla Goat, de la bahía de<br />
San Francisco. En Francia, los espías alemanes fueron innumerables. La movilización francesa no ha tenido<br />
secreto alguno para el kaiser. Anuncios de productos, fijados en las esquinas, indicaban los movimientos de las<br />
tropas. Los puentes que debían ser volados estaban marcados. Durante la invasión alemana, a pesar de que los<br />
franceses habían repintado los postes de las carreteras con falsas direcciones, los jefes de columna podían leer las<br />
verdaderas por medio de signos especiales, hechos por ellos de antemano en las Guías, que les determinaban las<br />
distancias y las direcciones.<br />
Pero la parte más interesante y peligrosa de los espías la han jugado los que operan en la propia línea del<br />
enemigo. Causó la desesperación de los jefes del ejército francés la prontitud con que las baterías teutonas hacen<br />
explotar sus granadas sobre las trincheras ocultas, y cómo dan en el blanco, por elevación, sobre los reductos<br />
ocultos con maleza. Los cambios de posición de la infantería son seguidos con tal precisión por los obuses<br />
alemanes, que parece como si un espejo oculto en el firmamento condujese la mirada de los artilleros a lo más<br />
recóndito del campo opuesto. Disfrazados de oficiales ingleses o belgas, que extraviados buscan su compañía, y<br />
con frecuencia en las mismas filas francesas, señalan los espías los cambios y las posiciones, disponiendo de<br />
concertado modo ramas de árboles o valiéndose de otros medios. En los pueblos que se asaltan, los espías hacen<br />
señales desde las ventanas. El jefe de columna alemana, al atacar a un pueblo, le basta una ojeada para descubrir<br />
las ventanas desde donde los espías le indicarán el número y disposición de los defensores. Gran número de<br />
mujeres están alistadas en tan peligroso servicio. Una jaula colgada de un clavo en el balcón de una casa, dos<br />
medias que penden de una cuerda u otras prendas de ropa, sustituyen sin desventaja a un semáforo militar. Las<br />
avanzadas de caballería y los motociclistas se acercan a un poblado y regresan con la más cierta información de<br />
su estado y condiciones de defensa. De noche, las luces, de cierto modo dispuestas, y apagándose y<br />
encendiéndose con regularidad de faro, dan detalles precisos. Los pararrayos, en los edificios más altos de las<br />
ciudades, hablan también.”<br />
Véase, en fin, lo que ha ocurrido mil veces con la divulgación de los secretos químicos relativos a venenos y<br />
abortivos, o con el triste dilema que, para la Ciencia sin Virtud, entraña la siguiente noticia que leemos en la<br />
Prensa:<br />
“Estocolmo 20.- Los periódicos Aften Gridningen y Social Democraten critican a la Academia de Ciencias por<br />
haber concedido el premio Nobel de química al profesor alemán Haber. El jurado sueco -añaden- ha carecido<br />
en absoluto de tacto al premiar a un químico que durante la lucha se consagró a perfeccionar todos los medios de<br />
destrucción de la guerra moderna.”<br />
La Academia sueca, en efecto, ha sido lógica consigo misma; con la letra muerta del legado Nobel, “el legado<br />
hijo de la dinamita”, porque la que es ilógica, y hasta criminal en el sentido oculto, es una Ciencia como la<br />
nuestra, que se da a todos, buenos y malos, sin las previas garantías iniciáticas de antaño respecto de la virtud del<br />
candidato, o sea respecto al uso para bien o para mal (Magia blanca y negra) que éste pueda hacer luego del<br />
conocimiento adquirido. ¡Con razón dice la Maestra que “el error se precipita por un plano inclinado, mientras<br />
que la verdad sólo penosamente puede ir remontando hacia la meta!”<br />
56