La guerra de guerrillas - Tusbuenoslibros.com
La guerra de guerrillas - Tusbuenoslibros.com
La guerra de guerrillas - Tusbuenoslibros.com
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>La</strong> Guerra <strong>de</strong> Guerrillas. Ernesto “Che” Guevara<br />
interrogatorio que estaba allí durmiendo porque le habían quitado el<br />
arma, se le dijo entonces que esa no era manera <strong>de</strong> reaccionar, que<br />
había sido castigado por una impru<strong>de</strong>ncia suya (se le había escapado<br />
un tiro) y que esa arma la <strong>de</strong>bía recuperar pero no así sino en primera<br />
línea <strong>de</strong> <strong>com</strong>bate.<br />
Pasaron pocos días y en el asalto final a la ciudad <strong>de</strong> Santa Clara, en<br />
las primeras arremetidas contra la ciudad, cuando estábamos<br />
visitando el hospital <strong>de</strong> sangre, un moribundo que allí estaba extendió<br />
su mano recordando ese hecho que he narrado anteriormente y<br />
afirmando que había sido capaz <strong>de</strong> recobrar su arma y se había<br />
ganado el <strong>de</strong>recho a portarla. Poco <strong>de</strong>spués moría.<br />
Ese era el grado <strong>de</strong> moral revolucionaria que había logrado nuestra<br />
tropa con el ejercicio continuo <strong>de</strong> la lucha armada. No pue<strong>de</strong> lograrse<br />
en los primeros días, cuando todavía hay muchos miedos, muchas<br />
corrientes subjetivas que van frenando la influencia <strong>de</strong> la revolución,<br />
pero se logra al final con el trabajo, el ejemplo continuo.<br />
Pue<strong>de</strong>n ser castigos también las guardias nocturnas largas y las<br />
marchas forzadas, pero las marchas tienen el grave <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> que no<br />
son prácticas porque no tienen otro fin que el <strong>de</strong> castigar y estar<br />
consumiendo al individuo, llevando guardianes que también se<br />
cansan, para que se realicen; y las guardias tienen el inconveniente <strong>de</strong><br />
que hay que poner gente a vigilar los castigados, soldados <strong>de</strong> muy<br />
escasa mentalidad revolucionaria.<br />
En las fuerzas directamente a mi mando impuse el castigo <strong>de</strong><br />
arresto con privación <strong>de</strong> golosinas o cigarros, en casos leves, y ayuno<br />
total, en casos peores. El resultado era magnífico, aunque el castigo<br />
sea terrible y sólo aconsejable en circunstancias muy especiales.<br />
- 109 -