La guerra de guerrillas - Tusbuenoslibros.com
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<strong>La</strong> Guerra <strong>de</strong> Guerrillas. Ernesto “Che” Guevara<br />
recoger. Siempre en la táctica <strong>de</strong> la guerrilla es <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar el grave<br />
problema <strong>de</strong>l abastecimiento <strong>de</strong>l material bélico fundamental para<br />
continuar la lucha. Por eso las armas <strong>de</strong>ben a<strong>de</strong>cuarse a las que tiene<br />
el enemigo salvo algunas cuyo parque pueda ser obtenido en la zona<br />
misma o el las ciuda<strong>de</strong>s, <strong>com</strong>o son los revólveres o escopetas.<br />
El número <strong>de</strong> hombres que pueda tener una guerrilla <strong>de</strong> este tipo<br />
no <strong>de</strong>be ser superior a diez o quince. Es <strong>de</strong> enorme importancia<br />
consi<strong>de</strong>rar siempre las limitaciones <strong>de</strong> número en cuanto a la<br />
integración <strong>de</strong> un solo cuerpo <strong>com</strong>bativo; diez, doce, quince hombres<br />
pue<strong>de</strong>n escon<strong>de</strong>rse en cualquier lugar y al mismo tiempo oponer al<br />
enemigo una resistencia po<strong>de</strong>rosa y apoyarse mutuamente; cuatro o<br />
cinco quizá sería un número muy pequeño, pero cuando el número<br />
pasa <strong>de</strong> diez las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que el enemigo los localice, en su<br />
campamento <strong>de</strong> origen o en alguna marcha, son mucho mayores.<br />
Recuér<strong>de</strong>se que, en marcha, la velocidad <strong>de</strong> la guerrilla es igual a la<br />
velocidad <strong>de</strong> su hombre más lento. Es más difícil encontrar<br />
uniformidad <strong>de</strong> marcha en veinte, treinta o cuarenta hombres, que en<br />
diez. Y el guerrillero <strong>de</strong>l llano <strong>de</strong>be ser fundamentalmente un<br />
corredor. En el llano es don<strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l pega y huye <strong>de</strong>be<br />
adquirir su máxima expresión. <strong>La</strong>s <strong>guerrillas</strong> <strong>de</strong>l llano tienen el<br />
enorme inconveniente <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ser cercadas rápidamente, <strong>de</strong> no<br />
tener lugares seguros don<strong>de</strong> oponer una resistencia firme y, por lo<br />
tanto, <strong>de</strong>ben vivir en unas condiciones <strong>de</strong> absoluta clan<strong>de</strong>stinidad<br />
durante un largo tiempo <strong>de</strong>l proceso, pues no se pue<strong>de</strong> confiar en<br />
ningún vecino cuya fi<strong>de</strong>lidad no esté perfectamente probada. <strong>La</strong>s<br />
represiones <strong>de</strong>l enemigo son tan violentas, tan brutales, en general,<br />
llegando no sólo al cabeza <strong>de</strong> familia, sino muchas veces a mujeres y<br />
niños, que la presión sobre individuos no muy firmes pue<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>terminar en cualquier momento que «aflojen» y <strong>de</strong>n indicaciones <strong>de</strong><br />
dón<strong>de</strong> está y cómo opera la guerrilla, lo que provocaría<br />
inmediatamente un cerco con consecuencias siempre <strong>de</strong>sagradables,<br />
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