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El ayer y el hoy de las Emergencias Complejas
Julio Juan Bardi
Doctor en Relaciones
Internacionales
Esperamos que la lección de Haití sea útil para todos. Sumó a su Emergencia Compleja un
terremoto.
En 1755 el día de todos los Santos en Lisboa a la hora de la misa, las Iglesias se derrumbaron
a raíz de un terremoto de magnitud 9 de la escala Ritchter, aplastando a los fieles y a un
total de 90.000 de los 270.000 habitantes.
Ayer como hoy se repite la pregunta: y ahora que hacemos. Fue entonces que el Secretario
de Estado de Asuntos Exteriores, Sebastiao Jose de Carbalho e Melo, mas tarde Ministro,
respondió: “sepultar a los muertos y curar a los vivos”, nos relata José Saramago. 1
En Lisboa al sismo se sumó un tsunami con una ola de 20 metros e incendios que duraron
cinco días.
En Haití, el 12 de enero 2010 el sismo de 9 grados de la escala Ritchter y las 4 tormentas
tropicales del año anterior, se precipitaron sobre un Estado fallido por décadas, sumido en la
mas absoluta pobreza. Fue algo mas que un desastre natural, resultando ser una potenciada
Emergencia Compleja.
Definiciones de Emergencias Complejas
La editora de Development in Practice utiliza indistintamente “emergencias complejas, emergencias
políticas o emergencias políticas complejas”. Muchas organizaciones humanitarias
utilizan la última de ellas.
Un documento elaborado por el Departamento de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas,
Protection of Humanitarian Mandates in Conflicts Situations declara “que dada la relación
de las causas y las consecuencias de las emergencias complejas, la acción humanitaria
no podrá ser totalmente efectiva si no está relacionada con una estrategia comprensiva para
la paz y seguridad, los derechos humanos, el desarrollo económico y social”. 2
Otra fuente, el Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo (2000), dice
de la Emergencia Compleja: “Tipo de crisis humanitaria que ha proliferado desde el final de
la Guerra Fría y que es causado por la combinación de diversos factores: el desmoronamiento
de la economía formal y de las estructuras estatales, los conflictos civiles, las hambrunas,
las crisis sanitarias y el éxodo de la población”.
Las Emergencias Complejas suelen ser descriptas sobre la base de cuatro grandes flagelos
de la humanidad: las guerras, las enfermedades, la hambruna y los alzamientos, sobre los
que se acoplan los desastres naturales, los colapsos económicos y sociales, que muchas
1 Diario La Nación, 20 de enero 2010. Buenos Aires
2 Dr. Julio J. Bardi, “Gestión de Riesgo en Desastres y Emergencias Complejas, Buenos Aires, 2004.
1

veces encienden la chispa del conflicto interno, violento, caótico, a veces saqueos de por
medio, configurando el todo una emergencia compleja.
Una mirada desde la Organización Panamericana de la Salud –OPS-, en un Curso de Líderes,
el Profesor Geert VKA Haghebaer señala como posible definición de Emergencia Compleja:
“Una crisis crónica o aguda con violencia, desplazamiento de población, inseguridad
alimentaria y aumento en la tasa de malnutrición y mortalidad, con asistencia humanitaria a
gran escala y escalada de riesgos para la seguridad del personal humanitario”. 3
Y el Interamerican Defense College (IADC) dice que la Emergencia Compleja puede ser definida
como: “una crisis nacional en la cual la autoridad política y los servicios están deteriorados
o han colapsado; el conflicto étnico interno, tribal o religioso, extiende sus actividades
a los no combatientes; los movimientos masivos de población se originan por personas que
escapan de la violencia o en busca de alimentos; la aparición de la inseguridad alimentaria
generalizada, con frecuencia convertida en hambruna; el origen de las epidemias de enfermedades
contagiosas; el caos conduce al colapso macroeconómico, con desempleo masivo,
devaluación de la moneda y un crecimiento negativo del PIB”.
Podemos entonces describir a partir de estas definiciones, las Emergencias Complejas -ECcon
las siguientes características:
• colapso de las funciones del estado
• falta de capacidad de gestión
• intraestado más que interestado
• dificultad de diferenciar policías y bandas armadas
• violencia dirigida contra estructuras civiles
• inseguridad individual y colectiva
• duración mayor de los desastres naturales o tecnológicos
• falta de recursos para responder
• falta de mecanismos de rendición de cuentas
• pobreza prolongada
• corrupción en todos los niveles, narcotráfico y crimen organizado
• incapacidad para el desarrollo de economías sostenibles
• potencial de la ayuda humanitaria para prorrogar y resolver el conflicto
• multiplicidad de actores institucionales y privados (ONG)
Si la autoridad gubernamental permanece intacta, si la caída económica y social es temporaria,
si la capacidad de respuesta está disponible (local y nacional) y luego el gobierno pide
asistencia internacional y la coordinación respectiva, estamos en presencia de una Emergencia
no Compleja, como el caso del terremoto de Chile del 27 de febrero de 2010.
Las Emergencias Complejas -EC- pueden ser desencadenadas por crisis de distinto tipo:
política, económica, social, ambiental, de seguridad, etc.
Las Emergencias son complejas porque no son creadas por un solo evento adverso: hay un
colapso político, la autoridad está erosionada o diluida, la gobernabilidad es endeble, la respuesta
local o nacional es totalmente insuficiente, las masas humanas están sumidas en la
3 Ib idem, pág. 77, 1ª columna
2

miseria, su salud pública está quebrantada. De todo ello resulta evidente la necesidad de la
cooperación internacional cívico militar para garantizar el orden, la seguridad, recomponer la
autoridad e iniciar un proceso de desarrollo eficaz.
La respuesta
La crisis profunda y caótica que presentan las Emergencias Complejas, requiere de una respuesta
inmediata, rápida y eficaz.
Un liderazgo bien claro y definido facilita la llegada de recursos y atención de los damnificados.
Se requiere un doble enfoque en planes de corto plazo, con fuerte apoyo logístico que
responda a las características culturales y sociales del país y un plan de largo plazo, transición
de por medio, que ponga énfasis en el desarrollo, la estabilidad política y el bienestar
con justicia social.
Es bastante frecuente que la ayuda internacional se haga presente de inmediato y sea efectiva
en los primeros tiempos. Después por distintas causas la asistencia se diluye y reaparecen
las crisis bajo otras formas.
Lo que es asistencia humanitaria desinteresada en algunos casos, se transforma en competencias
y disputas de poderes regionales y/o subregionales.
En el caso Haití, Estados Unidos de Norteamérica ha hecho saber que “no abandonará a
Haití”. Rajiv Shah, Administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(USAID) declaró que “junto con nuestros socios internacionales y no gubernamentales
podemos ayudar a Haití a recuperar el camino hacia un futuro mejor. Mucho después de
que las cámaras de televisión se vayan, el apoyo de Estados Unidos seguirá. Se mantiene
como promesa al pueblo de Haití y a los países del mundo de que apoyaremos a nuestros
amigos”. 4
Sarkozy: el Jefe de Estado de Francia viajó a su antigua colonia. En apenas 3 horas visitó
Puerto Príncipe (17.02.10), prometió 326 millones de euros y apoyo al proyecto nacional de
reconstrucción.
Los presidentes y delegados de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) por unanimidad
aprobaron la resolución de cooperación y la creación de un fondo de U$S 100 millones
para ayudar al gobierno de Haití para “que bajo su liderazgo y en coordinación con los
organismos internacionales y regionales”, ejecute las actividades de asistencia humanitaria y
promueva el desarrollo social, económico e institucional de Haití. El presidente de Haití René
Preval, presente en el acto, destacó la necesidad de una “refundación” de su país, porque
“no hacerlo sería un error histórico”.
Luiz Inacio “Lula” Da Silva en su visita a Haití ha reafirmado la solidaridad y el “compromiso
brasileño de colaborar para erigir un país que daba muestras de querer retomar la senda de
4 Diario Clarín, 22 febrero 2010, pág. 19.
3

desarrollo, la estabilidad política y la participación democrática”. Por supuesto, apoya a la
MINUSTAH y ha destinado una ayuda de emergencia de U$S 210 millones.
“Lula” recomienda evitar la proliferación de proyectos estancos e inconexos que dividan el
país. Por ello acude a la Conferencia para la Reconstrucción de Haití, como oportunidad de
movilizar internacionalmente una solidaridad renovada, insistiendo en su coordinación con la
comunidad global.
Preval termina su mandato este año, ahora sin palacio de gobierno por derrumbe, con un
saldo de más de 200.000 muertos, el 85% de las viviendas destruidas en Puerto Príncipe,
3.000.000 de personas, la mayoría sin trabajo ni educación, con 300.000 familias mutiladas y
un millón de chicos huérfanos.
La complejidad de la solución a esta Emergencia es doble: sociopolítica, económica e institucional,
seguida de un terremoto muy destructivo.
Es de esperar que otros intereses u otras prioridades no desvirtúen tan buenas intenciones,
que la burocracia de las organizaciones no lentifique o diluya la ayuda, o que las negociaciones
entre Estados Unidos, Francia, el emergente Brasil y los países de la UNASUR, mantengan
la cooperación como una prioridad y se transforme en un escenario de primacía regional.
La ayuda humanitaria
Mientras tanto, valga la reflexión de Médicos sin Frontera, en la persona de Luis Paiz Bekker,
45 años, médico de profesión, con formación académica en México e Inglaterra en Salud
Pública, con 15 años en esta labor.
La ayuda humanitaria corre una carrera desigual frente a la magnitud y complejidad de las
situaciones que enfrenta: catástrofes climáticas, sísmicas, violencia y pobreza extrema, enfermedades
infecciosas, hambrunas, etc.
Bekker sostiene que “la catástrofe de Haití obliga a un serio replanteo de la ayuda humanitaria,
tanto de los gobiernos como de las ONGs”. Hay un ante y un después. “Haití marca un
parteaguas en la ayuda humanitaria”.
El otro “cambio es ver a estas comunidades como pueblos con dignidad, con sabiduría con
su propia forma de vida, sus propias estrategias de sobrevivencia y desarrollo …Ya no es un
acto de solidaridad entre pueblos, donde voy a ver que el otro tiene una capacidad, pero requiere
mi solidaridad para salir adelante tomando sus propias decisiones”.
En el siglo XXI América Latina se presenta como una de las regiones mas desiguales del
planeta. Histórica y culturalmente constituyen una unidad compleja.
Hay una enorme heterogeneidad de países, de culturas, de regímenes políticos, económicos
y sociales, opuestos entre diferentes estados y aún dentro de ellos.
4

La riqueza de América Latina es inconmensurable, tanto en recursos renovables como no
renovables y es objeto de una lucha de intereses internos e internacionales muy complejos.
Por lo cual toda la región asiste al desafío de la sustentabilidad del desarrollo a partir de la
desigualdad, de la riqueza y de la pobreza extrema, constituyendo una gran complejidad difícil
de desentrañar en paz, armonía, seguridad y bienestar.
La situación del actual sistema político, económico, social y científico conlleva el análisis de
los problemas humanos que afectan la vida de millones de hombres, mujeres, niños y ancianos
de América Latina y el Caribe, para lo cual resulta necesaria una mirada con un enfoque
interdisciplinario desde la complejidad.
La complejidad
La complejidad es una palabra problema. No es algo definible de manera simple. La complejidad
aparece cuando el pensamiento simplificador fracasa.
“El Pensamiento Complejo integra (lo más posible) los modos simplificadores de pensar, rechaza
las consecuencias mutilantes, reduccionistas, unidimensionales y finalmente segadoras
de las simplificaciones que se toma por reflejo de aquello que hubiere de real en la realidad”
5 , por ejemplo, las causas múltiples que genera un Estado débil, fallido. En este sentido,
el pensamiento complejo aspira al conocimiento multidimensional. Incluso estaríamos en
presencia de un complejo de complejidades.
Aquellos que ante situaciones críticas se manejan aisladamente con su quehacer simplificador,
tienden a ocultar o despreciar todo aquello que religa o interactúa.
El Pensamiento Complejo liga lo mas alejado con lo mas diferente, recordando a Pascal que
liga todas las cosas en forma natural e insensible.
La complejidad no tiene un sentido banal, como es la complicación, la confusión o la completud.
La complejidad reúne en sí el orden, el desorden, la organización y en el seno de la organización
lo uno y lo diverso.
La complejidad es un desafío a afrontar. El pensamiento complejo no es aquel que evita o
suprime el desafío, sino aquel que ayuda a revitalizarlo, incluso tal vez a superarlo, dice Edgar
Morin en el prólogo de su libro “Introducción al Pensamiento Complejo, Ed. Gedisa,
2004.
Volvamos a la caída de un Estado, a la defección de un gobierno, a la quiebra de una sociedad.
Todo ello configura una emergencia que por su amplitud y diversidad, es compleja, o
sea, un verdadero desafío.
Para resolver la complejidad de la emergencia se requerirá articular los saberes de todos los
especialistas de todas las organizaciones, consensuar los intereses, armonizar y por sobre
todo, coordinar las acciones, una vez tomada la decisión de proteger y asistir.
5 Edgar Morin, Introducción al Pensamiento Complejo- Ed. Gedisa - 2004
5

Un Estado fallido como Haití, en trance de recuperación desde 2004, con la asistencia de la
Minustah, que sufre un terremoto como el del 12 de enero de 2010, no será fácil la tarea de
afrontar el desafío y, más aún, como el Pte. Preval, destacó la necesidad de una “refundación”
de su país.
Una visión hacia adelante
Cualquier documento de importancia casi siempre hace una mención a la situación local,
regional o internacional, destaca la crisis financiera actual, la desigualdad, la pobreza, la miseria,
las hambrunas, la guerrilla, el narcotráfico, las luchas religiosas, étnicas y las disputas
de poder entre las primeras y segundas políticas mundiales, a la que se asocian los efectos
del cambio climático, con sus sequías, inundaciones y huracanes, etc., conformando un cuadro
de real inseguridad, inestabilidad e incertidumbre.
El filósofo y sociólogo de la complejidad, Edgar Morin, profesor emérito de la Universidad del
Salvador -USAL- de Buenos Aires y de Institutos de París, Francia, en un artículo publicado
en El País, España (06.11.09), al referirse a las “catástrofes” en el Foro de la Universidad
Complutense de Madrid, ante la inquisitiva pregunta de que “¿tiene la sensación de que vivimos
una catástrofe nueva, o ya la vivimos antes, responde:
“El Planeta Tierra conoció en el pasado catástrofes naturales, como el fin de la época primaria,
que supuso la destrucción del 95% de las especies vivas… La novedad es que hoy está
en camino una catástrofe que viene del desarrollo humano mismo. Para mí –dijo el filósofoel
calentamiento climático no es lo mas importante, aunque lo sea, es que está en un proceso
combinado de destrucción del planeta que nos lleva a una catástrofe general o varias catástrofes
combinadas. El desastre. No se puede continuar mucho tiempo por esta vía”.
En conclusión, en el siglo XXI somos parte del problema frente a las Emergencias Complejas.
Prever para mejor proveer, mitigar y prepararse mejor para la respuesta, haciendo posible
la sostenibilidad del desarrollo, será una contribución para cumplir con las Metas del Milenio.
*
Buenos Aires, 2 de marzo de 2010.
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