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nuestra propia Constitución no se derivan los mecanismos
que hagan tangible la protección contenida en dichos
instrumentos o instituciones.
De esta forma, afirmamos que el sistema jurídico mexicano
(al igual que muchos otros de los Estados actuales)
se encuentra en crisis por no contar con mecanismos
que garanticen nuestros derechos humanos; luego entonces,
habría que pensar en una solución real que permita
la creación de escenarios idóneos para la disponibilidad
y protección de nuestros derechos.
Consideramos que la creación de un tribunal constitucional
si bien no resolvería del todo este problema, podría
ayudar a que fuera acotada la brecha entre norma y
realidad. Hablamos de una implementación como funciona
en diversos países, separado de toda función legalordinaria.
Otra posible solución podría ser la creación
de una figura similar al Consejo Constitucional francés,
o bien, algún otro mecanismo acorde a nuestra cultura
y nuestras necesidades que se conjugue armónicamente
con una nueva teoría de derechos humanos, en donde
todos y cada uno de estos mecanismos se encuentren
justificados y respaldados dentro de nuestra Constitución.
Ya que, como bien lo sostenía Hans Kelsen,
más allá de su proclamación, aun cuando sea de rango
constitucional, un derecho no garantizado no es un
verdadero derecho.
Conclusiones
María José Bernal Ballesteros
Jorge Olvera García
Enrique Uribe Arzate
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Los derechos humanos en el contexto del Estado constitucional
De todo lo analizado a lo largo del presente trabajo de
investigación, podemos arrojar algunas conclusiones:
Las garantías existentes en el Estado constitucional, en
la mayoría de los casos, resultan insuficientes para la vivencialidad
de los derechos humanos. Sólo con la crea-