26.01.2015 Views

Tú, yo y los perros - Universo Romance, el Portal

Tú, yo y los perros - Universo Romance, el Portal

Tú, yo y los perros - Universo Romance, el Portal

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CASTALIA CABOTT<br />

TÚ, YO Y LOS PERROS<br />

CAPÍTULO UNO<br />

¿Dónde demonios está ¿dónde Katrina había iniciado una<br />

búsqueda frenética en <strong>el</strong> depósito de la planta baja. —Córrete Daisy,<br />

hazte un lado —le dijo a la enorme danés que casi era de su tamaño.<br />

El enorme monstruo parecía amarla, y venerar <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o que pisaba, y<br />

<strong>el</strong> sentimiento no era retribuido, menos ahora.<br />

Katrina se había dirigido a la vieja caja de pesca, allí estaba<br />

guardado un revolver que alguna vez había funcionado. Lo tomó y<br />

salió.<br />

Su cuarto estaba en <strong>el</strong> piso de arriba, ya no se sentían <strong>los</strong><br />

jadeos, y las obscenidades que Lauren profería mientras era follada,<br />

ahora se sentían risas. ¿Risas Jamás <strong>el</strong> maldito se había reído<br />

después de hacerle <strong>el</strong> amor. Nunca, a decir verdad, se daba vu<strong>el</strong>tas<br />

y a <strong>los</strong> dos minutos roncaba.<br />

Cuando abrió la puerta sin siquiera golpear vio a Lauren, su<br />

hermanita, tragando la polla de su marido.<br />

Su marido y su hermana.<br />

Ambos se dieron vu<strong>el</strong>tas. Katrina apuntó hacia Cameron y<br />

disparó, <strong>el</strong> click d<strong>el</strong> revolver vacío se unió al desaforado grito de<br />

Lauren. Cameron se tiró al su<strong>el</strong>o tapándose con sus antebrazos la<br />

cara. Su hermana había extendido sus brazos mostrándole las palmas<br />

extendidas, ocultando su cara. Se veían tan ridícu<strong>los</strong>, desnudos,<br />

arrodillados, extendiendo sus manos, como si <strong>el</strong>las pudieran<br />

proteger<strong>los</strong> de una bala. La consciencia de la ridiculez ni siquiera<br />

logró calmar su sed de venganza. Muy en <strong>el</strong> fondo Katrina lamentaba<br />

que ese revolver jamás hubiera tenido balas.<br />

Editora Digital

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!