LA PLATAFORMA MOODLE Y LA EVALUACIÓN DE APRENDIZAJES

podría predicar, también, en el anterior sistema. Por ello, pensar y reflexionar
sobre evaluación y sus métodos constituye siempre un pilar fundamental en la
tarea que llevamos a cabo como docentes.
Tradicionalmente, la evaluación se hacía descansar únicamente en el
examen de la convocatoria oficial, a veces acompañado de algún parcial liberatorio
o no. En pocas ocasiones se tenía en cuenta alguna otra actividad para evaluar. El
alumno se “jugaba” su nota en un único acto puntual en el que debía demostrar sus
conocimientos de la materia.
El cambio metodológico establecido por el Espacio Europeo de Educación
Superior ha supuesto, también, modificaciones en el sistema de evaluación. La de
carácter continuo ha ganado posiciones poco a poco y el examen ha dejado de ser
el único sistema de evaluación, aunque sigue gozando de gran predicamento. De
hecho, creo que uno de los problemas que se están detectando en la implantación
de los nuevos grados es la existencia de materias con una dinámica de cambio de
metodología docente pero donde la evaluación sigue descansando en un porcentaje
muy elevado en la nota obtenida en el examen. Parece, por lo tanto, que se siguen
esquemas antiguos con modelos nuevos. En todo caso, se haga lo que se haga en
este campo, me parece que un examen o prueba oral o escrita constituye un
importante elemento evaluador pero que debe ser uno más de los mecanismos que
nos ayuden a calificar adecuadamente a nuestros estudiantes. Si la prueba a la que
sometemos a nuestros alumnos se adecua a lo desarrollado a lo largo del curso, los
que lo han seguido con el aprovechamiento requerido no tendrán ningún problema
para superarlo. Además, la existencia de un examen ayuda en gran medida cuando
deseamos comprobar determinados aspectos. De este modo, yo lo utilizo mediante
pequeñas preguntas de cierto desarrollo en el que pretendo valorar el grado de
asimilación de las ideas planteadas en las sesiones magistrales y trabajadas por los
estudiantes a través de diferentes tareas o actividades. En ocasiones, también
busco comprobar el aprendizaje realizado por los alumnos en aquellas partes de la
asignatura que no se han tratado de una forma tan pormenorizada en las
actividades de pequeño grupo.
En los epígrafes que siguen intentaré resaltar la relevancia de la evaluación
y la necesidad de que se centre en competencias, analizaré lo que pueden aportar
las nuevas tecnologías al sistema evaluador y expondré mi propia experiencia en
este sentido llevada a cabo con la plataforma virtual Moodle.
1. LA EVALUACIÓN: DE CONTENIDOS A COMPETENCIAS.
Para hablar de una docencia de calidad se hace preciso contar con una
evaluación eficaz (Rodríguez Conde 2005: 1). Evaluar bien, ser justos en esta tarea,
puede considerarse una de las actividades más complejas para un docente. Por
ello, convendría tener claros los objetivos que perseguimos con la misma y su
carácter intrínsecamente pedagógico.
Debemos tener en cuenta, además, que esta complejidad de la evaluación
proviene del hecho de que pueda referirse a cuatro aspectos: evaluación del
aprendizaje, evaluación para el aprendizaje, evaluación como aprendizaje y
evaluación desde el aprendizaje (Barberà 2006: 6). La primera atiende al concepto