Manual de juego - FX Interactive

PATRICIAN III - IMPERIO DE LOS MARES 79
Estrategia militar
Sólo deberías rendirte si realmente eres más débil que el enemigo.
Comprar la libertad Ofrece una suma de dinero al líder del ejército enemigo. Dependiendo
de su cuantía, éste aceptará la oferta y retirará sus tropas o la rechazará y proseguirá con el
asedio.
Si la suma que ofreces es demasiado baja, el líder enemigo te dará una nueva oportunidad para subir
tu oferta. Pero si considera que ya has dicho tu última palabra, lo tomará como una ofensa y dará la
orden de comenzar el ataque.
9.3.2 El desenlace
Victoria del ejército enemigo
Las tropas asaltantes entran en la ciudad y desvalijan sus arcas. Cuando el saqueo finaliza,
los comerciantes reciben una carta oficial instándoles a pagar un impuesto adicional para
contribuir a la reconstrucción.
Victoria de la ciudad
Si las tropas defensivas consiguen imponer su fortaleza, el enemigo emprenderá la retirada.
Todos los comerciantes recibirán un mensaje informando de la victoria y de las bajas
registradas. Concluido el asedio, el bienestar de la ciudad aumentará notablemente.
Consecuencias del asedio
• La escasez de reservas durante el asedio daña gravemente la reputación del “Alcalde”
mientras que los comerciantes que proporcionen bienes de primera necesidad gozarán del
reconocimiento social.
• El número de mendigos crecerá en proporción al incremento del desempleo.
• A largo plazo, el estado de ánimo de los ciudadanos dependerá del coste económico del asedio.
• Si el “Alcalde” consigue derrotar al enemigo en campo abierto, su reputación mejorará
notablemente.
• Tras el sitio es necesario reparar las defensas y reemplazar las unidades que han causado baja.
9.4 Ataques a la ciudad desde el mar
Las ciudades también pueden sufrir ataques desde el mar. Por ello debes proteger el puerto
con torres de bombardas o cañones. Cada muelle dispone de tres emplazamientos donde
construir torres defensivas.
Durante el ataque se desplegará la pantalla de batallas navales. Sólo
podrás ver el puerto de la ciudad, pero no las murallas. (Figura: Batalla
naval).
Sólo pueden participar en el combate los navíos enemigos, los barcos
patrulla de la ciudad y las torres defensivas. El comercio marítimo en
ese puerto quedará interrumpido hasta el fin del asalto.
Estrategia defensiva
Las torres defensivas suponen un peligro real para cualquier navío enemigo, pero no garantizan
la seguridad. Si necesitas protección adicional, contrata barcos patrulla o fleta un convoy
fuertemente armado.