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KIPUKAMAYO
y el Crecimiento, que impulsa la derogación de los
impuestos provinciales relacionados con la nómina
salarial y la producción con el objetivo de promover
el empleo y elevar los niveles de la actividad
económica.
El déficit del sistema previsional, aparece siempre
como el elemento de desequilibrio de las cuentas
públicas y como coparticipe importante dentro
del sistema que integran los fondos a coparticipar.
Tres acuerdos más se firmaron al finalizar la década
del 90. Compromiso Federal 1 en diciembre de
1999 y el Compromiso Federal 11 de noviembre
del 2000. En el anexo firmado a fines del 2001
se estableció una reducción del 13% de las transferencias
y un esquema de canje voluntario de la
deuda provincial.
La crisis del 2001, significó la caída del gobierno
de la Alianza y la devaluación del sistema monetario,
dando como resultado la salida de la Convertibilidad,
que se había mantenido vigente por
espacio de diez años.
Debido a la crisis del sistema de seguridad social,
se ha alterado el sistema de reparto, sin alcanzar
las metas establecidas y los desequilibrios
fiscales han demandado un permanente desvío de
recursos del sistema de coparticipación. En febrero
del año 2002, siendo Duhalde Presidente, se firma
un nuevo acuerdo que luego fue ratificado por la
Ley 25570.
El marco legal dado por la ley 23548 no se ha
replanteado, a pesar de que la Constitución de
1994 fijaba como límite el 31-12-96 para dictar
una nueva Ley de Coparticipación dentro de los
principios básicos señalados por el Inciso 2 del
Art.75,de la reformada Constitución Nacional, en
razón de no existir voluntad política para encarar
tan trascendente cometido, y sobre todo porque
con los pactos el Gobierno Nacional encontró el
medio práctico para limitar los recursos a coparticipar,
fijando en cada oportunidad, pisos de distribución
de tales recursos, y en consecuencia, difiriendo
sin término el cumplimiento del mandato
constitucional.
No quedan dudas de que el sistema de pactos,
fue ideado como una forma de retacear la distribución
legal de los recursos nacionales a coparticipar,
y con ello se ha generado un marcado deterioro
institucional, al relegar las atribuciones propias del
Congreso, mecanismo por el cual las Provincias
fueron haciendo concesiones propias de su competencia.
TERCER DESPOJO-Facultades Delegadas.
Sin embargo el mayor despojo al sistema de
Coparticipación Federal se inicia con la delegación
de facultades que hace el Congreso en el Poder
Ejecutivo Nacional, que conlleva en si mismo un
creciente grado de discrecionalidad, al concentrar
la mayor parte de los recursos en la Caja Ünica, poniendo
en duda la racionalidad y la transparencia
de los actos de Gobierno.
Como trasfondo de este mecanismo, se advierte
un alto grado’ de dependencia política y económica
de las Provincias, que se encuentran sometidas
al alineamiento político impuesto por el Gobierno
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